DESARROLLO MOTOR Él desarrollo motor junto con el crecimiento morfológico son importantes en los cambios que va sufriendo la coordinación motriz del niño. A medida que crece va adquiriendo y dominando comportamientos motores cada vez más complejos. A partir de los 4 años, su control motor es cualitativamente parecido al del adulto, aunque su rendimiento es muy inferior. Principales características En el momento de nacer, el comportamiento motor del niño es dominado por los reflejos los reflejos que que responden a estímulos específicos. Otros comportamientos aparecen y se repiten, idénticos a ellos mismos: los movimientos estereotipados y estereotipados y repetitivos como soltar los objetos, frotar las manos o pies entre sí, o balancearse. Pero los cambios son más impresionantes con la aparición y modificación de la motricidad voluntaria a voluntaria a medida que se va corticalizando el control motor (la corteza cerebral va sustituyendo las estructuras subcorticales), siendo este control cada vez más eficiente. Se va dando una maduración de los centros y vías nerviosas, con la mielinización de los nervios y el reforzamiento de las sinapsis haciendo que los impulsos sean más veloces y mejorando el tratamiento de la información. Así el control motor voluntario mejora siguiendo una dirección céfalo-caudal (controlando céfalo-caudal (controlando progresivamente desde la cabeza hasta la pelvis en el cuerpo: domina la cabeza, luego puede sentarse, luego levantarse); y otra dirección próximo-distal próximo-distal donde va logrando el control de los miembros comenzando por su raíz para terminar en los dedos (manipula con mas movimiento en el hombro y menos soltura de muñeca y dedos al principio) Estos comportamientos y otros como los de equilibrio, marcha, carrera se inscriben en el genoma humano y aparecen en un tiempo dado, también deben aparecer unos primero para posibilitar otros posteriores como por ejemplo para caminar necesitamos el control del equilibrio, fuerza y coordinación de piernas, cosas que brinda la madurez neuromuscular. Acá hay que destacar actividades específicas específicas de la especie que aparecen aparecen en un orden, a edades relativamente iguales para todos y no modificables (comportamientos (comportamientos filogenéticos), filogenéticos), y otros comportamientos propios de cada cada individuo individuo llamados ontogenéticos, ontogenéticos, que pueden adquirirse o no y dependen de las posibilidades motrices y edad de su práctica. En cada una de estas dos subdivisiones encontramos actividades manipulatorias (manejo de objetos), otras estabilizadoras (mantenimientos de la postura o el equilibrio) y por fin actividades locomotrices (desplazamientos del cuerpo). Repetir estos comportamientos facilita su dominio combinando la maduración y entrenamiento.
Cuadro pag 145 Se dan tres etapas importantes en la adquisición de los principales comportamientos motores: 1. Desde nacimiento a los 15 meses, se da la precipitación de los comportamientos motores primarios primarios y los elementos que los permiten (tono muscular, postura, prensión, equilibrio, posición de sentado y marcha) 2. 2 a 6 años: adquisición y adaptación de las competencias motrices fundamentales (correr, fundamentales (correr, saltar, tirar, golpear, patinar, nadar, etc.) 3. 7 años a edad adulta: perfeccionamiento de los comportamientos motores anteriores, motores anteriores, mejora del rendimiento y adquisición de nuevas habilidades motrices. Mejora la coordinación y velocidad, el tiempo de reacción es menor, facilitando actividades que requieren anticipación y coincidencia como tomar o tocar una pelota corriendo, tirar una pelota a alguien desplazándose, o pasar el testigo en carrera de postas) Cuadros pag 146 a 153
Motricidad global Es la que requiere el uso simultaneo de varias partes del cuerpo y control del equilibrio (que depende del tono muscular), por ejemplo la carrera, saltos, natación Tono muscular: es un estado de leve contracción de un musculo en reposo, este es gobernado por estructuras del cerebro que hacen un control automático (no voluntario). Al nacer el tono de músculos que están junto a la columna es casi nulo, luego va avanzando desde la cabeza hacia la pelvis, logrando control de la cabeza a los 3 meses, sentarse a los 6 y ponerse de pie a los 9. En las extremidades, al nacer, hay mas tono flexor que de los extensores, en los meses siguientes progresa en estos últimos permitiéndoles sostener el cuerpo para iniciar la marcha. Así a este tono de base se le une uno de mantenimiento o postura que garantiza su estabilidad y vencimiento de la gravedad (al pasar de la posición acostado a la de sentado, el tono de base requiere del tono de mantenimiento para vencer la gravedad). Cuando empieza la escuela el tono es equilibrado pero aun persisten las sincinesias que son movimientos parásitos de una extremidad cuando se hace un movimiento voluntario con la otra, las mismas desaparecen a los 10 años (al madurar áreas corticales y cuerpo calloso). Esto no le permite disociar movimientos de un miembro y el otro. A esta edad también son frecuentes las paratonías, es decir aumento del to no de músculos del eje del cuerpo. Ej.: abrir y cerrar boca involuntariamente, al escribir Control del equilibrio: es el control de la posición de nuestro cuerpo, en el espacio, para que esté en equilibrio o no se caiga, en una posición determinada. En su control intervienen mecanismos que reciben información del medio (visual) y del cuerpo, su postura y movimientos (receptores en articulaciones, músculos, tendones, oídos), recuperando en todo momento de modo automático, el equilibrio. El equilibrio puede ser estático, cuando el centro de gravedad del cuerpo está en el interior del cuadrilátero de sustentación. Ej. Mantener equilibrio en un pie, sobre una barra, encaramado sobre una pelota grande (elevada); o dinámico cuando hay un desplazamiento de los apoyos en el suelo. Ej. Caminar sobre una línea o barra, andar en bicicleta, desplazarnos sobre la pelota Cuadro 4.2 La estabilidad es influida por la altura del centro de gravedad, el peso de la persona y la base de soporte o de sustentación, siendo mayor cuando más bajo esté el centro de gravedad, más peso tenga y mayor sea la base (se ve en la evolución hacia la marcha, primero gatea y luego camina) Además de estos factores hay que considerar los Ajustes posturales del sujeto que en partes son voluntarios e involuntarios. Ej. 5 años mantienen equilibrio sobre un pie, con ojos cerrados a los 9, trípode a los 10, con los años camina a más velocidad sobre la barra. Los ajustes posturales consisten en reacciones del cuerpo al desequilibrio (solicitan movimientos en las articulaciones de los miembros del cuerpo, así como las del tronco) o de la adaptación del cuerpo a un volumen restringido del espacio (al pasar por túneles o bajo travesaños), mejoran con la edad y la experiencia. Estos ajustes los podemos dividir en: 1. Respuestas de reacción (respuesta a un desequilibrio inesperado, como cuando resbalamos o nos empujan). Estos movimientos tardan más en los niños y son de más amplitud, empezando por las articulaciones más próximas como los tobillos 2. Respuestas anticipatorias (prevención del desequilibrio como cuando tenemos que agarrar un objeto que se encuentra lejos de nosotros) se producen antes de que aparezca el desequilibrio: si quiero tomar un objeto pesado de sobre la mesa, se contraen los músculos posteriores del cuerpo antes de levantarlo, o cuando se prepara para recibir un balón. Postura: es la posición que toma el cuerpo en un momento determinado, y se define también como la actitud general de mantenimiento que caracteriza a una especie, en este caso la posición de pie en el hombre, de modo transitorio puede adoptar otras posturas como sentado o tumbado. Motricidad global: principales patrones motores Cualquier actividad motriz va mejorando con la edad. Al entrar en Primaria los niños dominan la mayoría de los patrones motores, desde un punto de vista cualitativo. Marcha: esta requiere de una fuerza suficiente en los músculos extensores, para mantener el peso corporal sobre una pierna mientras la otra se balancea adelante, al igual que equilibrio. Se adquiere entre los 12 y 18 meses, a partir de los 4 años la marcha del niño tiene características de la del adulto.
Carrera: aparece hacia los 2 años, se diferencia de la marcha en que hay un momento en que ninguno de los pies toca el suelo. A partir de los 4 años controlan mejor los cambios de dirección por mas fuerza en piernas (lo hacen en superficie menor). Los niños suelen ser más rápidos que las niñas de su misma edad. Saltos: pueden ser en altura o en longitud con una pierna o con las dos juntas. A los 4 años saltan 20 cm de longitud con dos pies y a los 5 años alcanzan los 90 cm. El salto en altura con dos pies lo logra a los 3 años, alcanza 6 cm a los 5 años y 9 cm a los 6 años. Tres saltos consecutivos sobre una pierna (a la pata coja) lo logra a los 3 años, 10 saltos a los 5 años pudiendo jugar a la rayuela Lanzamiento: este es muy demostrativo de la existencia de estadios en la evolución de la habilidad motriz. A los 2-3 años usa solo su brazo para lanzar, 3-5 usa impulso girando sobre lado del brazo que lanza, 5-6 años adelanta la pierna ipsilateral del brazo que lanza, en la etapa final adelanta el pie opuesto luego de impulsarse con el pie ipsilateral. Voltereta o roll adelante: empieza a ser posible hacia los 4 años, rodando de lado, a los 4 lo logra ayudándose con brazos y empuje de piernas, terminando con piernas extendidas, a los 7 lo hace bien flexionando piernas. Muchas requieren buena coordinación viso-motriz, son las de naturaleza perceptivo-motriz como golpear un balón con el pie, la mano o una raqueta, etc. Estas requieren velocidad para tratar la información (velocidad de reacción) es decir entre la presentación del estimulo y la ejecución de la respuesta, también velocidad de ejecución de movimientos. Estas duraciones disminuyen un 50% entre los 5 y 8 años. En cuanto a la recepción del balón: a los 3 años abre los brazos y los cierra demasiado tarde, a los 4 lleva los brazos contra el tronco para tomarla, a los 5 forma una copa con las manos para recibirla luego del pique, y a partir de esta edad empieza a desplazarse para ir al encuentro del balón. En el dribling o regate al principio la ano sigue al balón en vez de anticiparlo, por ello la mano golpea el balón en la fase descendente no dándole impulso. A los 5-6 golpea varias veces el balón, con brazo extendido y pies fijos en el suelo, a los 7-8 empieza a flexionarlo y desplazarse mientras pica. Más tarde deja de intervenir la visión central dando más importancia a la periférica y la propiocepcíon. Golpeo con el pie: a los 2 años golpea dando un paso adelante, entre los 4 y 6 prepara la pierna y lo toca, la volea luego de tirarlo al aire empieza a los 3 años, haciéndose mas eficaz hacia los 5-6 con la mejora del equilibrio y mayor movilidad de la pierna. Golpear un objeto con un instrumento (raqueta o bate), se añade un objeto que prolonga el brazo, alejando de su cuerpo el objeto a golpear, mejorando con el mayor dominio de la flexo-extensión del codo. Al principio toma con las dos manos y hace un movimiento de atrás adelante reaccionando al estimulo y a los 6-7 años se anticipa al estimulo Motricidad fina Se refiere a actividades motrices manuales o manipulatorias (dedos de manos o a veces de pies) guiados visualmente y que requieren destreza. Aquí es importante la localización del objeto y reconocimiento de sus propiedades, controlar el desplazamiento de los segmentos corporales para aproximarse, tomarlo y utilizarlo, aquí se asocian dos mapas espaciales, uno visual del desplazamiento de la mano y uno propioceptivo del desplazamiento sentido por la mano, mas tarde esto le permitirá tomar objetos en sus espaldas. Conocer las características del objeto determina la orientación de los dedos y la fuerza utilizada para tomarlo. Después de los 9 meses opone el pulgar a los demás dedos integrando la pinza digital, pero requiere de algunos años más para anudar cordones, escribir, usar tijeras. Llegada la edad escolar domina bien la motricidad manual en actividades filogenéticas de la vida diaria, en especial las lúdicas y alimentarias; en las ontogenéticas asociadas a un aprendizaje (escribir, recortar) también sacara su provecho La motricidad fina requiere dos cosas: transportar la mano hacia el objeto donde es importante el control de la musculatura proximal (hombro y codo), y el modo de tomar o manipular el objeto. Las actividades manuales podemos agruparlas en 6 categorias: 1. Alcanzar-tomar ( tomar una aguja, bolita) y señalar (marcar un teléfono, usar la calculadora) combinan un control proximal y distal de dedos y pinza 2. Uso y manipulación de herramientas comprende actividades de aprendizaje unimanual (escribir, pintar, coser) y otras culturalmente menos dependiente (usar cuchara, destornillador) 3. Lanzamientos: también requieren aprendizaje, la mayoría de las veces se asocia al uso de un solo brazo 4. Llevar: maletas, bolsa de mandados. La mano solo toma el objeto. 5. Actividades bimanuales: requieren las dos manos ya sea para sostener (rastrillo, palo hockey) combinar uso de ambos objetos (tornillo-destornillador, tenedor-cuchara) o para hacer una tarea (abrir una lata, pelar naranja) requiriéndose el uso de ambos hemisferios cerebrales.
6. El control de la motricidad fina precede a menudo a la motricidad global: se logra primero la pinza digital antes que la marcha, en cambio actividades ontogenéticas requieren largo aprendizaje Actividades prácticas -
Representar actividades motoras hasta los 15 meses (comportamientos motores primarios) 2 a 6 años (competencias motrices fundamentales) 7 años a edad adulta: perfeccionamiento de los comportamientos motores Actividades de equilibrio estático dinámico, tono muscular Actividades de motricidad global, motricidad fina
ORGANIZACIÓN PERCEPTIVA DEL NIÑO Tiene tres estructuras funcionales (es una organización neuropsicológica formada de la interacción afectiva-social, cognitiva y motriz, esta va cambiando): 1. Imagen del cuerpo 2. Organización espacio temporal 3. Organización objetal.
1er. Estructura Funcional: Imagen del propio cuerpo o esquema corporal Es el conocimiento inmediato (porque va cambiando) que tenemos de nuestro cuerpo, de sus partes y de las relaciones del cuerpo con el medio ambiente físico y social. Se construye de elementos simbólicos (ej sonrisa signif alegría, registro de lo humano a través del lenguaje) e imaginarios (Imágenes), ligados a la representación consciente y preconsciente del propio cuerpo y del cuerpo de los otros, imágenes de la vida psíquica inconsciente, y por lo tanto ligados a la vida libidinal (energía que orienta el comportamiento hacia un fin)(cap4)
Esta estructura se va reestructurando ya que datos sensoriales de nuevas situaciones se van sumando a la estructura reorganizándola, actualizándola en sus aspectos cognitivos, y afectivo-sociales. Comprende tanto imágenes y representaciones del cuerpo material (brazo, pierna, etc.) como imágenes del cuerpo fantasmal, asociadas a procesos psíquicos inconcientes, particularmente a la evolución de la libido Así construimos un cuerpo con capacidad o “disponibilidad de..”, resultado del equilibrio entre aspectos inconcientes y concientes. Le Boulch llama a esto conquista del cuerpo operativo, cuerpo a la vez portador de los sentidos subjetivos de la vida emocional profunda con sus intereses , necesidades y pulsiones y a la vez capaz de actuar en un mundo social que posee unos significados intersubjetivos construidos de antemano al sujeto. La imagen del propio cuerpo comprende un aspecto reproductor, reflejo de la realidad corporal, como un aspecto anticipador, mediante el cual podemos anticipar imágenes de nuestro cuerpo en acción. El desarrollo de la imagen del cuerpo en el niño Para Le Boulch este desarrollo atraviesa tres etapas: Cuerpo vivido: del nacimiento hasta los 2 o 3 años, cuerpo percibido: desde los 2 a los 7 años y cuerpo operatorio desde los 7 a los 12 años. Cuerpo vivido: se caracteriza por los siguientes rasgos: al comenzar su vida extrauterina, la percepción que tiene de sí mismo está ligada a una simbiosis primitiva con el mundo, no diferencia su cuerpo, ni sus contornos del mundo externo, tiene una percepción total (acciones de un segmento se perciben como totalidades actuantes) y fragmentada (la acción se manifiesta en un espacio troceado). En los meses siguientes el cuerpo actúa como receptor y emisor de señales emocionales, determinadas por necesidades biológicas y que se expresan en el lenguaje del tono muscular. El niño pasará por estados de satisfacción-insatisfacción, sueño-vigilia, hambre-saciedad, asociando la presencia de la madre o quien cumpla su rol, estableciendo sensaciones, relaciones condicionadas con ella, sus olores, sus ritmos, tonos musculares en lo que se llama dialogo tónico o comunicación no verbal (según Wallon las imágenes del cuerpo de la madre asociadas a los estados tónicos (placer-displacer, etc.) del niño, constituyen la base sobre la que se desarrollan los procesos psíquicos superiores).
Así va reconociendo a la madre como objeto proveedor de placer, pudiendo reaccionar con angustia ante su ausencia. Buscar el rostro o cuerpo de la madre será elemento organizador de los primeros esquemas de acción corporal: volverse, girar, levantar la cabeza, etc. Aquí se ve como el desarrollo emocional pasa a ser motor de desarrollo cognitivo y motriz. Estos esquemas empleados para la búsqueda de la madre primero y luego para satisfacer sus necesidades lúdicas y motrices van evolucionando, se diferencian, se hacen más coordinados, hasta que a los 18 o 20 meses según Piaget, son interiorizados, adquiriendo los objetos características de PERMANENCIA (puedo recordar que están allí después de haber desviado mi atención) e INDEPENDENCIA (su existencia es independiente de mis acciones), formando un mundo exterior a él, rompiendo la relación de simbiosis, posibilitando una discriminación Yo-No Yo y aparición de la función simbólica, alrededor de los 20 a 24 meses, iniciando la etapa del cuerpo percibido Cuerpo percibido: el principio de esta etapa se corresponde con la diferenciación de la imagen mental del propio cuerpo en el Yo-No Yo que se pueden ver en el grafismo: en el encerramiento del garabato, en lo funcional: control de esfínteres y uso del pronombre “mío”. Desde los 2 a 7 años gracias a los diferentes tipos de percepción de las experiencias psicosociomotrices y a las asociaciones concientes e inconcientes con el lenguaje, el dibujo y el juego, en el marco de la repercusión emocional que un medio ambiente le proporciona, como devolución de sus acciones, el niño progresará: desde una imagen global provisoria de sí mismo, hacia la posesión, al final de la etapa, de una imagen de sí mismo con cierta articulación interna, desarrollando conciencia de los segmentos corporales y en síntesis, una adecuada representación topológica (estudio de propiedades de los cuerpos) de su cuerpo orientado espacio-temporalmente. La imagen del cuerpo de los 6-7 años es una imagen estática y reproductora de sí mismo, el niño logra las nociones de los segmentos del cuerpo pero no puede aun operar (operar es una acción internalizada y reversible) con estas. Sí logra organizar las relaciones de su cuerpo en el espacio, tomando como referencia al propio cuerpo (situar acciones en el espacio-tiempo, emplear conceptos ligados a la orientación, la velocidad, la simultaneidad, etc.). Sin embargo estos conceptos todavía no podrán ser integrados en operaciones mentales de conjunto que constituyan anticipaciones de la situación. El estudio del esquema corporal puede hacerse a partir del dibujo del monigote, porque nos da información del lugar que siente que ocupa en la familia, valor que le da a las diferentes partes de su cuerpo, etc. Cuerpo operatorio: va desde los 6-7 años a los 12 o 13 años y se caracteriza por la capacidad del niño de imaginar transformaciones en las relaciones entre las partes de su cuerpo y en las relaciones espacio-temporales. Así antes de la acción, puede mantener mentalmente estables determinados componentes de la misma (ej. La postura) mientras imagina diferentes formas de efectuar una acción dada (ej. Variaciones en los movimientos de brazos durante el lanzamiento). En esta etapa no requiere explorar de modo práctico las diferentes variantes ya que puede anticiparlas, modificando “virtualmente” los esquemas de acción. En otras palabras el niño puede operar con las nociones relativas al espacio, cuerpo, tiempo y objetos, esta capacidad anticipatoria es posible gracias a la adquisición de la capacidad de conservación y reversibilidad operatorias. Estas se van conquistando ya desde los 5-6 años. Al ir adquiriendo una creciente capacidad anticipatoria, pero combina la exploración practica de las acciones a realizar con la exploración operacional-intelectual en preparación. La educación física y expresión corporal son disciplinas privilegiadas para ejercitar estos procesos, facilitando una dialéctica entre el tanteo mental y el práctico -
LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACION FISICA. RAUL HORARCIO GOMEZ
EL ESQUEMA CORPORAL Es la conciencia total que tenemos y el uso que hacemos de nuestro cuerpo o de sus partes en el espacio ya sea en reposo (geometría del cuerpo) o en movimiento (dinámica del cuerpo). Se construye a partir del procesamiento y análisis de informaciones multisensoriales (aferencias propioceptivas, táctiles, visuales y auditivas mejorando las eferencias y programas motrices). El esquema corporal también incluye el límite de nuestro cuerpo, separándolo del medio. Conocer nuestro cuerpo nos permite utilizarlo como referencia a partir de la cual efectuar y coordinar movimientos, y también orientarnos con respecto al mundo exterior (a mi derecha, mi izquierda, delante, detrás). Un esquema corporal ya constituido permite por ejemplo mantener el equilibrio mientras se hace una tarea, nuestro esquema corporal nos permite tomar conciencia de cómo está ubicado espaciotemporalmente el cuerpo, que segmentos deberá movilizar para lograr la tarea y cuales para mantener el equilibrio, es decir tiene conciencia, memoria, capacidad de proyectar y predecir consecuencias de su acción.
La sensación de presencia de miembros fantasma en el 20% de niños nacidos sin miembros y en el 50% de niños menores de 6 años que han sido amputados, sugiere la presencia de un esbozo de representaciones nerviosas del cuerpo (cierta representación temprana del esquema corporal), determinadas genéticamente y distribuidas por la corteza cerebral que cambia con las modificaciones morfológicas del cuerpo Existe una identificación del cuerpo donde reconocemos cada segmento, su localización, su relación al eje corporal y un doble uso de referencias espaciales al ubicar nuestro cuerpo usando referencias fijas del medio o usando nuestro cuerpo para ubicar elementos en el espacio. También debemos distinguir la importancia de la motricidad activa sobre la pasiva, permitiendo la primera, un conocimiento más justo de las invariables espaciales. Imagen del cuerpo: es la representación que nos hacemos de nuestro cuerpo, en nuestra relación con los demás. Es una síntesis inconsciente de nuestras experiencias libidinales y emocionales con la cual establecemos comunicación con los demás. La manera en que nuestros deseos, de bebes, son o no satisfechos (frustraciones) y regulados por el lenguaje ya de niños, entre los tres y siete años, determinara nuestro equilibrio en las relaciones con los demás. Esta imagen, de origen igualmente perceptivo y cognitivo, puede ser objetiva (estatura, masa corporal, cabello, color de ojos) o subjetiva y afectiva (belleza, encanto, atractivo) indicando la manera como una persona se siente en su piel y que las influencias sicosociales pueden modificar (guapo-feo, torpe-diestro, fuerte-débil). La totalidad de las experiencias cotidianas (motrices, afectivas, intelectuales, psicológicas, físicas y sociales) influyen en la constitución del esquema corporal. En la etapa del cuerpo vivido (1ra.) también son importantes las aferencias nociceptivas, la capacidad de prensión y desarrollo de coordinación oculo-manual que aporta experiencias visuales, táctiles y motrices. Entre los 2 y 3 años (cuerpo percibido) su visión y el espejo le permiten reconocerse en la imagen que el espejo le devuelve. Los cambios que se dan con la edad en las dimensiones del cuerpo, se van asimilando sin problemas por ser lentos pero no pasa lo mismo con el rápido estirón de la adolescencia que los hace verse torpes. El descubrimiento de la simetría de su cuerpo, la diferencia de sus partes, desemboca en la lateralidad, junto al predominio lateral. La percepción del cuerpo en el espacio y su orientación la establecemos gracias a la información visual y cinestésica, partiendo de las referencias derecha e izquierda, el delante detrás del cuerpo y el arriba-abajo que posibilitan las fuerzas de gravitación terrestre, así el niño va construyendo mapas espaciales internos, piedra angular de su coordinación motriz. El esquema incluye la representación de nuestro cuerpo, la identificación de sus partes y su uso (destreza o coordinación motriz). Se puede evaluar a través de pruebas de denominación de sus partes, test de habilidad motriz y en la reproducción o representación grafica (esta es menos valida). Si el niño tiene una mala coordinación o conocimiento de las partes de su cuerpo en comparación con niños más pequeños, o una mala orientación espacial de las que toman como referencia su simetría corporal (como la derecha e izquierda), se dice que tiene un mal esquema corporal. Se pueden usar ejercicios cognitivos basados en un mejor conocimiento de su cuerpo, la torpeza mejora con ejercicios de coordinación. Este conocimiento global e inmediato de nuestro cuerpo nos permite todas las acciones y relaciones con el medio. Ejercicios para trabajar el esquema corporal: Cuerpo conocido:
nombrar y señalar las principales partes de su cuerpo y en los demás
Cuerpo vivido:
mover una o varias partes del cuerpo: hacer el péndulo con la cabeza, elevar los hombros o de a uno por vez, flexionar el tronco, etc. Combinar varios elementos: dar 2 pasos, giro a derecha, retroceder 3 pasos y media vuelta a izquierda Tomar conciencia del peso del cuerpo (propiocepción) con los pies inclinándose adelante, a uno y otro lado, atrás. Ídem con un pie, luego el otro.
Cuerpo orientado:
Colocar los objetos en función del cuerpo: delante, detrás, al lado, encima, etc. Mostrar los lados derecho o izquierdo del cuerpo, hacer movimientos cruzados (con mano derecha tocar oreja izquierda) Con los ojos cerrados pedir que pongan brazos horizontales adelante, a los lados, verticales, uno solo, los dos pero en diferentes orientaciones. Comprobar abriendo ojos y con otro compañero
Cuerpo representado:
dibujar el monigote
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un niño contra la pared va pasando un bastón horizontal y parando a las alturas de sus rodillas, hombros, cabeza para que su compañero a tres metros haga marcas en las alturas que el percibe. Luego se hacen comparaciones con los verdaderos valores del ejecutante.
EDUCACION MOTRIZ Y EDUCACION PSICOMOTRIZ EN PREESCOLAR Y PRIMARIA. ROBERT RIGAL
2. ORGANIZACIÓN ESPACIO-TEMPORAL La construcción de las gnosias corporales, las espaciales y temporales se da en forma conjunta siguiendo una evolución similar a la de construcción de la imagen del propio cuerpo. ORGANIZACIÓN ESPACIAL Para Rigal la organización espacial comprende dos procesos complementarios: la Orientación espacial y la Estructuración espacial 1. Orientación espacial y el espacio figurativo: Este proceso comprende la construcción de relaciones espaciales topológicas que caracterizan al espacio perceptivo o figurativo. Permite la adaptación práctica del niño al medio ambiente físico, abarcando los periodos del cuerpo vivido y el percibido (hasta los 6-7 años). En los 3 o 4 primeros meses (etapa del cuerpo vivido) los diferentes espacios sensoriales (visuales, kinestésicos, táctiles) no pueden coordinarse entre sí por la simbiosis cuerpo-mundo. La primitiva coordinación de los espacios visual y táctil se obtiene en los esquemas de acción voluntaria correspondientes a la succión voluntaria y prensión. La exploración al principio bucal y luego manipulativa, de los objetos le permite conocer las formas y volúmenes, estas son estimuladas por necesidades afectivo-emocionales y biológicas. Conquistar la posición vertical al sentarse le permite al niño estabilidad en la actividad perceptiva, luego con la marcha logra un nuevo poder exploratorio, el locomotor. En los primeros 12 a 15 meses los límites explorados se ensanchan pero esos cuadros percibidos no pueden organizarse como una estructura, haciéndolo como imágenes que aparecen y desaparecen, superponiéndose y yuxtaponiéndose (colocándose una junto a otra). Al termino de los 2 años ha construido las primeras nociones topológicas que le posibilitan una organización corporal y espacial inicial: la discriminación entre el Yo y el mundo va acompañada de la discriminación de relaciones entre objetos: de proximidad, vecindad, separación adentro, afuera, arriba y abajo, adelante y atrás. Durante la etapa del cuerpo percibido, entre los 2 y 6-7 años el incremento de la capacidad motriz y las adquisiciones del lenguaje le permiten nuevas construcciones con las nociones topológicas, permitidas por la función simbólica y en ausencia del objeto: puede representar mentalmente a los objetos ausentes, estableciendo relaciones espaciales topológicas que los vinculan entre sí o con su cuerpo. El lenguaje le permite precisar los significados contenidos en las relaciones topológicas. Paralelamente son posibles las primeras transposiciones del plano grafico al plano locomotor y viceversa. Sin embargo todas estas adquisiciones que pueden coordinarse en un cuadro de conjunto, solo se organizan a partir del punto de vista del propio cuerpo del niño (ubica las cosas usando como referencia su cuerpo). Este espacio topológico es egocéntrico, a los 6-7 años se dará la descentración comenzando a sumir el punto de vista de los demás en las dimensiones afectivo-social-cognitivo-motriz Así al término de esta etapa el niño se encuentra orientado en el mundo, reconoce su derecha e izquierda y tiene un predominio lateral, esta nivel de orientación es necesario para de la lectoescritura y el calculo 2. Estructuración espacial y Espacio representativo Se apoya en el anterior proceso y comprende la construcción de relaciones proyectivas (organizando la percepción de las relaciones topológicas desde un punto de vista diferente al suyo) (etapa del cuerpo operatorio) y euclidianas entre los objetos y en relación al propio cuerpo. Esta organización exige que el niño opere mentalmente con las nociones, conservando en las operaciones algunos de los elementos de la situación percibida y transformando mentalmente alguno de los otros. En este estadio el objeto es visto desde múltiples puntos de vista, gracias a las operaciones mentales sobre el objeto. Estas operaciones son acciones motrices interiorizadas, realizadas en forma anticipada, gracias a la posesión de una imagen del cuerpo propio dinámica y anticipatoria. Entre los 5 y 7 años aprende a organizar las relaciones topológicas con relación a un punto de referencia externo a él mismo, como un compañero u objeto Ej. La pelota está delante del aro, la bolsita al costado del cajón o Pedro atrás de Elena. Alrededor de los 7 años puede reconocer la derecha e izquierda de su compañero enfrentado a él, para esta mantiene mentalmente su posición, mientras se imagina en la posición del compañero Relaciones euclidianas La orientación en el espacio a partir de las relaciones topológicas se caracteriza por el manejo práctico del niño de relaciones de vecindad, separación, situación, entre su cuerpo y los objetos. Estas relaciones las percibe de a una por vez. Desde los 4 o 5 años se encamina a la percepción coordinada de dos o más perspectivas, por ejemplo, las utilizadas en los ejes de dos coordenadas para reproducir formas geométricas, así va adquiriendo la capacidad de construir figuras geométricas: el cuadrado supone la consideración (euclidiana) de dos rectas paralelas para los ejes vertical y horizontal. Más tarde a los 7 u 8 años, la construcción del rombo exige del niño la consideración de dos rectas paralelas pero oblicuas a los ejes vertical y horizontal considerados simultáneamente. Dibujar un plano de la casa o patio, supone la consideración simultanea de medidas de longitud, volumen, distancia, líneas paralelas, ángulos, respetando un sistema de proporciones de conjunto. Entre los 4 y 7 años, el niño va logrando progresivamente la capacidad de reproducir lo observado en una maqueta o dibujo, manteniendo cierta correspondencia (vecindad, separación, adelante, atrás, etc.) entre los elementos. A partir de los 7 y sobre todo a los 9 o 10 logra reproducir en una maqueta, las relaciones de distancia, derecha –izquierda, delante-atrás entre sus elementos. Desde los 7 u 8 años se puede ver la creciente capacidad de representación anticipadora en las acciones motrices. Ej. A los 5 años solo puede recibir la pelota y luego mirar a sus compañeros para tomar una decisión, pero a los 7-8 años pide la pelota anticipando que es lo que va a hacer, conservando mentalmente las dimensiones de la cancha, posiciones de sus compañeros y oponentes. Se posiciona en el medio como observador y poseedor de más de una perspectiva. Cuadro pag 123-124
ORGANIZACIÓN TEPORAL Se distinguen dos aspectos: 1. Actividad perceptiva directa e intuitiva del tiempo, formada por el tiempo psicológico 2. Actividad perceptiva de elaboración reflexiva, formada por las nociones temporales La 1 lleva a la organización psíquica de las categorías pasado, presente y futuro, a partir de la percepción de lo instantáneo y lo duradero que nuestras acciones corporales provocan, la 2 permite construir nociones ligadas al tiempo, tales como antes, después, al mismo tiempo, más rápido, más lento, más corto, más largo, etc. En las actividades de la 1 se privilegia la actividad de los órganos: auditivo, visual, kinestésico que registran el carácter temporal de duración de los estímulos exteroceptivos a los que dirigimos nuestra atención o a los interoceptivos y propioceptivos que emanan de nuestras actividades orgánicas (ritmo cardiaco, respiratorio, acciones de contracciónrelajación). Esta información es codificada y almacenada en la memoria construyendo una dimensión vivencial del tiempo personal. Las actividades del tipo 2, de elaboración cognitiva, son de tipo perceptiva secundaria en donde la conciencia vuelve reflexivamente sobre el tiempo vivido psicológico para reconstruirlo, generando una dimensión lógica de conocimiento conceptual de las relaciones temporales. Esta dimensión lógica representa un movimiento del pensamiento entre las vivencias del tiempo psicológico y los tiempos culturales determinados por lo social (actividad intersubjetiva de las personas que ha llevado a la construcción de un sistema temporal de referencias: calendario, horas del día, hora del almuerzo, actividades espacio-temporales educativas, estimación de duraciones, comparaciones, producción de tiempos, reproducción de tiempos) Cualquier estimulo exteroceptivo o interoceptivo provoca la percepción directa e intuitiva de la instantaneidad pero si dura más de 10-50 ms para la audición o de 100 a 120 ms para la visión comienza a percibirse como duración. También según la duración del intervalo entre la aplicación de un estimulo y otro, estos pueden percibirse como simultáneos o sucesivos. A su vez si los percibe como sucesivos también podrá percibirlos como continuos o discontinuos. Pierden la continuidad o simultaneidad si la pausa es superior a 10 ms para la visión y tacto y más de 100 ms para la visión. La memoria a corto plazo (y posteriormente a largo plazo) permite reconstruir estas impresiones, constituyendo el pasado, y también un presente anticipado o futuro. El orden y la duración Los fenómenos percibidos poseen dos características que conforman su estructura: 1. Su orden interno: determinado por el modo en cómo se agrupan y separan los elementos que lo conforman, según relaciones de simultaneidad y sucesión (antes, después, al mismo tiempo). Un orden de las actividades de la mañana puede ser levantarse, asearse, desayunar, jugar. También en actividades rítmicas del profesor (00 00 0, 0 0 00 0) el niño percibe las diferencias en las estructuras. Ambas tienen la misma duración y cantidad de estímulos pero su orden y los intervalos son diferentes. El orden de una estructura o fenómeno implica la clasificación de los acontecimientos sucesivos que van ocurriendo entre puntos de referencia fijos. El orden es una percepción inmediata, que realizamos en forma global, es una ley que se nos impone, nos pregna, no lo podemos evitar. Su reconstrucción analítica es posible pero muy difícil tal es el caso de un ritmo de palmas, se facilita para la memoria, si los estímulos o pausas son acompañados por soportes de movimientos o gestos, estos son soporte espaciales 2. Su duración: la percepción de los cambios de posición, de los puntos de partida y llegada, producto del propio movimiento, acompañado de la sensación afectiva que las acompaña, constituyen la génesis de la percepción de la duración. Se puede percibir una duración plena (tiempo que dura el estimulo) o duración vacía (tiempo que dura la pausa). La percepción de la duración también es influida por el contenido del fenómeno que ocurre (duración plena, vacía, motivación), nivel de esfuerzo que demanda, velocidad a emplear en su solución. Así actividades entretenidas y motivadoras hacen que la duración parezca poca y mucha si son difíciles y poco motivadoras. La inclusión de movimientos o acciones en el transcurso del tiempo le dan a este un soporte kinestésico. El ritmo Es un elemento que sintetiza el orden y duración de una estructura, la periodicidad de repetición de esta genera un ritmo. Cuando dentro de una duración dada, se perciben repeticiones de un mismo orden de agrupamiento de estímulos (e iguales duraciones de intervalos), estamos ante una estructura rítmica regular (00 0 00 0 00). Si por el contrario no se da la repetición de un mismo agrupamiento, estamos ante una estructura irregular (0 0 0 00 0). Ahora si esta última se repite en una estructura de mas duración podría pasar a ser regular. Para que una estructura se perciba como totalidad (a partir de la cual se juzga su periodicidad), no debe durar más de 4 o 5 segundos Ritmos intrínsecos y extrínsecos: los primeros corresponden a la percepción de los ritmos biológicos (respiratorio, cardiaco) y de nuestros ritmos motores (marcha espontánea, palmoteo de las manos); los segundos a los percibidos visualmente o auditivamente en el movimiento de los demás, en los móviles (pique de una pelota), escuchar una estructura rítmica (pandero, palmas), o verla (en símbolos como los aquí presentes). En general los ritmos motores espontáneos corresponden a una estructura rítmica regular con una frecuencia de descarga de 49 a 90 cs, esta apreciación está relacionada con nuestro propio ritmo motor espontáneo: así el ritmo motor espontáneo es la base de ajuste a ritmos exógenos como la música