Nussbaum, Martha. Education for profit, Education for freedom. Crisis
Silenciosa1
La historia ha llegado a una etapa en que el hombre moral, el hombre completo, cede cada vez más, casi sin saberlo, para dar lugar al... hombre sin alma, el hombre reducido, el hombre de propósito limitado. Este proceso, ayudado por el maravilloso progreso en la ciencia, está asumiendo proporciones gigantescas, causando malestar en el equilibrio moral del hombre, oscureciendo su lado humano bajo la sombra de la organización del lucro. Tagore, Nacionalismo (1917). El éxito viene a denotar el tipo de cosa que una máquina bien plani planific ficada ada puede puede hacer hacer mejor de lo que un ser humano humano puede, puede, y el princi ncipal pal efec efecto to de la la educac educación ión,, el logro logro de de una vida vida de de rico rico signif signific icado ado,, cae en el olvido. John Dewey, Democracia y Educación (1915).
Estamos en medio de una crisis de proporciones masivas y grave importancia mundial. No me refiero a la crisis económica mundial que comenzó en el 2008; al menos entonces todo el mundo sabía que la crisis estaba ahí y muchos líderes mundiales trabajaron rápida y desesperadamente para encontrar soluciones. Tampoco me refiero a la crisis creada por el terrorismo internacional, eso también es reconocido por todos. No. Me refiero a una crisis que pasa desapercibida, una crisis a la que no se le presta atención. Me refiero a la crisis mundial de la educación. Esta crisis de la educación es potencialmente devastadora para el futuro de la democracia en el mundo. Cambios radicales se están produciendo en lo que las sociedades democráticas enseñan a los jóven jóvenes es,, y esto estoss cambio cambioss no han han sido bien en pensa pensado dos. s. Ansio Ansiosas sas de lucr lucro, o, las naciones y sus sistemas de educación, están descartando descuidadamente, habilidades que son necesarias para mantener vivas las democracias. Si esta tendencia continúa, las naciones de todo el mundo, pronto estarán produciendo generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos completos que puedan pensar por sí mismos, criticar la tradición y entender el significado de los sufrimientos y los logros de las otras personas. ¿Cuáles son estos cambios radicales? En casi todas las naciones del mundo se están erradicando las materias y las carreras relacionadas con las humanidades, tanto a nivel primario y secundario como a nivel terciario y universitario. Concebidas como ornamentos inútiles por quienes definen las políticas estatales, en un momento en el que las naciones deben eliminar todo lo que no tenga ninguna utilidad para ser competitivas en el mercado global, estas carreras y materias pierden terreno a gran velocidad, tanto en los programas curriculares corno en la mente y el corazón de padres e hijos. Es más, aquello que podríamos describir como el aspecto humanístico de las ciencias, es decir, el aspecto relacionado con la imaginación, la creatividad y la rigurosidad en el pensamiento crítico, también está perdiendo terreno en la medida en que los países optan por fomentar la rentabilidad a corto plazo mediante el sólo cultivo de aquéllas capacidades aptas para generar renta. La crisis nos mira de frente, pero aún no la hemos enfrentado. Continuamos como si todo siguiera igual que siempre, cuando en realidad resulta evidente en todas partes que va no se pone el acento en lo mismo que antes. En ningún momento hemos deliberado acerca de estos cambios ni los hemos elegido a conciencia, pero aun así, cada vez limitan más nuestro futuro... Analicen estos dos ejemplos, ambos tomados de los EE.UU., pero ejemplos similares surgen en Europa, en la India (donde se ha centrado la mayor parte de 1
La mayor parte del trabajo desarrollado por la autora ha sido llevado a cabo en la India y ella proporciona un análisis de los problemas educativos de la India en “Crisis silenciosa: democracia, violencia religiosa y futuro de la India” (Prensa Universidad Harvard, 2006). Las cuestiones examinadas aquí se se tratan con mayor detalle en: “Sin fines de lucro: educación para la libertad y ciudadanía democrática” el cual será publicado por Prensa Universidad Universidad Princeton en 2010.
mi propio trabajo de desarrollo), en el resto de Asia, en Australia y por supuesto en América Latina. En todas partes, los políticos ven la educación sólo como un medio para promover el crecimiento económico2: - En el otoño de 2006, la Comisión sobre el Futuro de la Educación Superior del Departamento Educación de los Estados Unidos, encabezada por Margaret Spellings, Secretaria de Educación del gobierno Bush, dio a conocer su informe sobre el estado de la educación superior en la nación: “Liderazgo a prueba: mapa del futuro de la educación superior en los Estados Unidos ”. Este informe contenía una valiosa crítica a la desigualdad en el acceso a la educación superior; no obstante, su contenido se centraba completamente en la educación para beneficio económico nacional. El texto apuntaba a las deficiencias en materia de ingeniería, ciencia y tecnología, más no a la investigación científica en esos campos, sino al aprendizaje de conocimiento aplicado útil para generar velozmente estrategias destinadas a la obtención de renta. Las artes, las humanidades y el pensamiento crítico brillan por su ausencia. Al omitirlos, el informe da a entender que no hay problema alguno en olvidar esas capacidades a fin de dar lugar a otras disciplinas de mayor utilidad. (El gobierno de Obama, por desgracia, no ha cambiado este énfasis.) - En el año 2013, Pat McCrory, gobernador recientemente electo del estado de Carolina del Norte, hablando en un programa conservador de la televisión nacional, dijo que su plan era "ajustar el currículo de educación a lo que las empresas y el comercio requieren para darle empleo a nuestros hijos", y luego dijo “por esa razón, los cursos tradicionales de humanidades no recibirán fondos”. Señaló a la filosofía y a los estudios de la mujer como “dos áreas inútiles que no serán financiadas ”. McCrory realmente no tiene poder para decidir lo que se financia, no sin respaldo legislativo; y claramente ignoraba nuestras estadísticas de empleo recientes, que muestran que el desempleo entre los estudiantes de ciencias informáticas es mayor que entre los estudiantes de humanidades; aún así, sus palabras reflejan una opinión generalizada. Hay cientos de historias como éstas y oigo nuevas cada día. Dado que el crecimiento económico es buscado tan ansiosamente por todas las naciones, se han planteado muy pocas preguntas, acerca del rumbo de la educación y, con ella, de la sociedad democrática. Por el afán de alcanzar mayor rentabilidad en el mercado global, valores preciosos para el futuro de la democracia están en peligro de perderse. La educación es a menudo discutida en términos utilitaristas y poco profundos. Casi que la única cuestión discutida es: ¿cómo podemos producir personas con formación técnica que mantengan "nuestra" participación en el mercado mundial? Cierto: es necesario implementar una excelente educación científica y técnica. Nadie sugiere que las naciones dejen de tratar de mejorar en este sentido. Pero otras capacidades o habilidades son fundamentales tanto para lograr ésta como para garantizar tanto la salud de la democracia como la creación de una cultura mundial decente y un robusto tipo de ciudadanía global capaz de abordar de manera constructiva los problemas más apremiantes del mundo. Estas habilidades están asociadas con las humanidades: la capacidad de pensar de manera crítica; la capacidad de trascender las lealtades locales y acercarse a los problemas mundiales como "ciudadanos del mundo"; la capacidad de imaginar con compasión las dificultades del prójimo. ... Ahora bien, la educación nos prepara no sólo para la ciudadanía, sino también y, sobre todo, para darle sentido a nuestra vida. Todas las democracias modernas son sociedades en las que el sentido y el fin último de la vida humana suscitan cierto grado razonable de disenso entre ciudadanos con diferentes opiniones religiosas quienes a su vez seguramente consideran que los diversos tipos de educación humanística se adecuan de distintas maneras a sus propios objetivos individuales. Los jóvenes de todo el mundo, de cualquier país que tenga la suerte de vivir en democracia deben educarse para ser participantes en formas de gobierno que requieren que las personas se informen sobre las 2 Varios de los ejemplos de la India que se ofrecen en el manuscrito completo a partir del cual se adaptó
el presente artículo, se han omitido aquí por razones de espacio.
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cuestiones esenciales que deberán tratar, ya sea como votantes o como funcionarios electos o designados. Además, todas las democracias modernas son sociedades cuyos integrantes presentan grandes diferencias en numerosos aspectos, como la religión, la etnicidad, las aptitudes físicas, la clase social, la riqueza, el género y la sexualidad, pero al mismo tiempo toman decisiones como votantes sobre cuestiones que tendrán efectos importantes en la vida de esas otras personas. Cuando se trata de evaluar un sistema de educación, cabe preguntarse cómo prepara a las personas jóvenes para la vida en una forma de organización social y política de tales características. Ninguna democracia puede ser estable si no cuenta con el apoyo de ciudadanos educados para ese fin. A mi juicio, cultivar la capacidad de reflexión y pensamiento crítico es fundamental para mantener a la democracia con vida y en estado de alerta. La facultad de pensar idóneamente sobre una gran variedad de culturas, grupos y naciones en el contexto de la economía global y de las numerosas interacciones entre grupos y países resulta esencial para que la democracia pueda afrontar de manera responsable los problemas que sufrimos hoy como integrantes de un mundo caracterizado por la interdependencia y la facultad de imaginar la experiencia del otro (capacidad que casi todos los seres humanos poseemos de alguna manera) debe enriquecerse y pulirse si queremos guardar alguna esperanza de sostener la dignidad de ciertas instituciones a pesar de las abundantes divisiones que contienen todas las sociedades modernas... ...Hoy seguimos reafirmando que elegimos la democracia y el autogobierno, y suponemos también que nos gusta la libertad de expresión, la comprensión y el respeto por la diferencia. Nos llenamos la boca hablando de estos valores, pero pensamos muy poco en lo que deberíamos hacer para transmitirlos a la próxima generación y así garantizar que sobrevivan. Distraídos por la búsqueda de la riqueza, nos inclinamos cada vez más por esperar de nuestras escuelas que formen personas aptas para generar renta en lugar de ciudadanos reflexivos. Bajo la presión de reducir los gastos, recortamos precisamente esas partes de todo emprendimiento educativo que resultan fundamentales para conservar la salud de nuestra sociedad. ¿Con qué nos encontraremos en el futuro si estas tendencias se prolongan? Pues tendremos naciones enteras compuestas por personas con formación técnica, pero sin la menor capacidad para criticar a la autoridad, es decir, naciones enteras de generadores de renta con la imaginación atrofiada. En palabras de Tagore, "un suicidio del alma"... ... Las democracias cuentan con un gran poder de imaginación y raciocinio, pero también son propensas a las falacias, a la prisa, a la dejadez, al egocentrismo y a lo estrechez de espíritu. La educación orientada principalmente a la obtención de renta en el mercado global magnifica estas fallas y produce semejante grado de codicia obtusa y de docilidad capacitada que pone en riesgo la vida misma de la democracia además de impedir la creación de una ciudadanía global y de una cultura mundial dignas. Si el verdadero choque de las civilizaciones reside, como pienso, en el alma de cada individuo donde la codicia y el narcisismo combaten contra el respeto y el amor, todas las sociedades modernas están perdiendo la batalla a ritmo acelerado, pues están alimentando las fuerzas que impulsan la violencia y la deshumanización, en lugar de alimentar las fuerzas que impulsan la cultura de la igualdad y el respeto. Si no insistimos en la importancia fundamental de las humanidades, éstas desaparecerán. Y las humanidades sirven para mucho más que ganar dinero. Sirven para algo mucho más valioso: sirven para formar un mundo en el que vale la pena vivir. Con personas capaces de ver a los otros seres humanos como lo que son: entidades en sí mismas, merecedoras de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y sentimientos; personas y naciones capaces de superar el miedo y la desconfianza en pro de un debate signado por la razón y la compasión. Pero el afán de lucro sugiere a los políticos que sólo la ciencia y la tecnología son de crucial importancia para la salud futura de sus naciones. Y la situación descrita está lejos de ser desinteresada. Ella está directamente relacionada con el enfrentamiento entre dos concepciones acerca del mundo. Por una parte, una
infortunadamente generalizada, vieja y estrecha concepción de desarrollo, centrada en el crecimiento económico y en la competitividad individual. Y, por otra, una noción mucho más compleja y rica, interesada en el crecimiento humano y en el enriquecimiento de los tejidos humano y vital. ¿Cómo sería una educación para el desarrollo humano, y cómo se diferenciaría de una educación para el enriquecimiento económico? Educación para el enriquecimiento económico
Al pensar en las concepciones de educación para uno u otro modelo tenemos que pensar en lo qué son las naciones y los objetivos por los que luchan. ¿Qué significa, para una nación avanzar, mejorar su calidad de vida? La respuesta es casi unánime: aumentar su Producto Interno Bruto per cápita. Pero esta respuesta, aunque sostenida durante décadas en todo el mundo, es un mal indicador de la calidad de vida general de una nación. No tiene en cuenta la distribución real de dicho PIB, ni la igualdad social, ni las condiciones que hacen real y estable una democracia. Este indicador no mide la calidad de las relaciones de raza y de género, ni la calidad de la vida de un ser humano en términos de oportunidades, vivienda, alimentación, salud y educación. Aunque los resultados de dicho crecimiento no mejoren la salud ni el bienestar de la mayoría de la población no se ve razón suficiente para desconfiar de este modelo. Ése fue siempre el primer y más básico problema con el paradigma PIB: deja de lado la distribución; no contribuye a una real democracia económica; las naciones o estados que contienen desigualdades alarmantes, son muy bien calificadas. Una evidencia de que dicho indicador desconoce estos aspectos es el hecho de que Sudáfrica bajo el apartheid era calificada con los mejores índices de desarrollo. En efecto, hubo una gran cantidad de riqueza en la antigua Sudáfrica pero se hizo caso omiso a las impactantes desigualdades distributivas, al brutal régimen del apartheid, a las deficiencias educativas y de salud que iban con él. Aunque rechazado por importantes economistas, este modelo económico conocido como “modelo de desarrollo” sigue dominando la mayor parte de la formulación de políticas. Y, a los defensores del viejo modelo les gusta afirmar que la búsqueda del crecimiento económico genera el mejoramiento de los índices de salud, educación, participación política, libertad … Nada más falso: al examinar sus resultados se constata que ese viejo modelo realmente no generó dicho mejoramiento. El crecimiento económico no conlleva consigo crecimiento en la libertad política ni en la libertad religiosa: así lo ha demostrado al mundo el impresionante éxito de China. Tampoco los logros en salud y educación están claramente correlacionados con el crecimiento económico: así lo muestran los estudios de campo comparativos de los diferentes estados de la India producidos por los economistas Amartya Sen y Jean Drèze. ¿Qué tipo de modelo de educación sugiere el viejo modelo de desarrollo?
La educación para el crecimiento económico necesita de habilidades básicas, alfabetización y aritmética. También necesita que algunas personas tengan habilidades más avanzadas en ciencias, tecnologías y negocios. La igualdad de acceso a la educación no es necesaria: para que el PIB crezca basta con una élite bien entrenada en la aplicación de conocimientos en ciencia y tecnología, élite que haga el estado atractivo para los inversionistas extranjeros. El resto de población seguirá sin mayor formación científica y tecnológica. Además, la educación para el crecimiento económico necesita que la mayoría de personas estén poco familiarizadas con la historia pasada y presente… y con las decisiones sobre los hechos económicos de los países. La libertad de pensamiento del estudiante es peligrosa cuando lo que se quiere es un grupo de técnicos dóciles para llevar a cabo los planes de las élites que están destinadas a la inversión extranjera y el desarrollo tecnológico. Se debe tener cuidado para que mediante la educación no desarrollen una narrativa histórica y económica serias, no sea que éstas le lleven a cuestionar lo que ocurre, por ejemplo, si la inversión extranjera es realmente buena para la población local, si el estado es realmente democrático, si es justa la existencia de desigualdades tan enormes, sobre todo en las oportunidades vitales básicas, etc. Así que el pensamiento
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crítico no es conveniente para este tipo de enfoque económico. Así que el - La capacidad de preocuparse por la vida de los otros, especialmente de los conocimiento histórico será tolerable siempre y cuando olvide las injusticias de más próximos, y de imaginar lo que las políticas de muchos tipos significan en clase, casta y género pues de lo contrario origina cuestionamientos sobre la cuanto a oportunidades y experiencias para sus conciudadanos de muchos validez de los acontecimientos presentes. Así que el pensamiento crítico y el tipos, y para la gente fuera de su propia nación. conocimiento histórico no sólo no son importantes para este tipo de enfoque e Antes de que podamos decir algo más acerca de la educación para la libertad, intereses, sino que son temidos. necesitamos entender los problemas que enfrentamos en el proceso de hacer He ahí la razón por la que en todo el mundo, los programas de artes y de los estudiantes ciudadanos democráticos responsables que posiblemente humanidades, en todos los niveles, están siendo eliminados a favor del cultivo de implementen un plan de desarrollo humano. los programas técnicos: los seres humanos sensibles, cultivados, con un ¿Qué podemos hacer para educar en la compasión y en la empatía pensamiento histórico, creativo y crítico bien desarrollado son particularmente superando el miedo y el odio? ¿Qué sabemos hasta ahora sobre las fuerzas de peligrosos para llevar a cabo programas de enriquecimiento que ignoren la la personalidad que se oponen a la reciprocidad democrática y a la solidaridad? inequidad. Las personas con una buena formación humanista nunca han sido ¿Qué hay en la vida humana que hace que sea tan difícil sostener entre los servidores confiables en ninguna ideología, ni siquiera una buena. seres humanos relaciones democráticas igualitarias y tan fácil caer en jerarquías Pero es más que ignorar las humanidades y temerlas. Es atacarlas. de varios tipos - o, peor aún, en el acatamiento de proyectos excluyentes, Actualmente, en todas partes, se orquestan campañas publicitarias en contra de injustos, incluso violentos, que van en contra del bienestar común? Sean cuales la necesidad de la presencia de las humanidades en los currículos de la sean estas fuerzas, en última instancia es contra ellas que la verdadera educación escolar y universitaria. Este asalto se está llevando a cabo en todo el educación debe luchar. mundo. Hablando de la educación en la India y Europa, Tagore dijo que el Fuerzas en contra: nacionalismo agresivo necesita nublar la conciencia moral, necesita gente que La conducta humana tiene dos aspectos: uno estructural / institucional y otro hable jergas de grupo, gente que se comporte y vea el mundo como es individual / psicológico. Existe actualmente consenso en el cuerpo de presentado por la publicidad y los medios. Las humanidades son enemigas de la obviedad, la superficialidad y la torpeza. Ellas siempre usan la sensibilidad, la investigación psicológica sobre cierto tipo de particularidades de los seres razón y la imaginación yendo más allá de los límites habituales, para vislumbrar humanos que hace que la mayoría de éstos obre equivocadamente. En primer lugar, la gente tiene un alto nivel de respeto a quienes otros mejores mundos posibles.3 consideran autoridad: el psicólogo Stanley Milgram mostró cómo los sujetos Educación para la libertad: experimentales estaban dispuestos a administrar un nivel muy doloroso y La principal alternativa al enfoque basado en el crecimiento económico se peligroso de descarga eléctrica a otras personas, si el científico a cargo les conoce como paradigma de Desarrollo Humano. De acuerdo con este modelo, afirmaba que lo que estaban haciendo estaba bien - incluso cuando la otra importan las oportunidades que cada persona tiene para el desarrollo de áreas persona estaba gritando de dolor (que, por supuesto, fue falsificado por el bien consideradas absolutamente necesarias que van desde la vida, la salud y la del experimento) (Zimbardo 2007) [1]. integridad física hasta la solidaridad, la libertad política, la participación Solomon Asch, anteriormente, había mostrado cómo los sujetos económica y la educación. Este modelo reconoce que cada persona posee una dignidad inalienable que debe ser respetada por las leyes y las instituciones. experimentales están dispuestos a ir en contra de la clara evidencia de sus Para este paradigma, una nación decente, como mínimo, reconoce que todos sentidos para ajustarse a los juicios sensoriales coincidentes de las demás sus ciudadanos tienen derechos en estas y otras áreas, y elabora estrategias personas a su alrededor, aún cuando éstos juicios se encuentren fuera de rango. para poner a la gente por encima del umbral de oportunidades mínimas en cada Su investigación rigurosa y frecuentemente confirmada muestra la uno de estos aspectos. Conforme a este enfoque, un gobierno es legítimo y subordinación inusual de la mayoría de los seres humanos normales a la democrático sólo cuando todos sus miembros, gobernantes y gobernados, presión de grupo (Zimbardo 2007) [2]. Tanto el trabajo de Milgram como el de Asch han sido usados de manera garantizan con sus opciones, acciones y decisiones, el que esto sea real para efectiva por Christopher Browning para iluminar el comportamiento de jóvenes todos sus ciudadanos. ¿Cómo educar para promover ese tipo de democracia, sensible a las alemanes en un batallón de policía que asesinó Judíos durante la era nazi. [2] personas, humana, dedicada a la promoción de oportunidades de "vida digna, Tan grande fue la influencia tanto de la presión de grupo como de la autoridad en libertad, felicidad" para cada uno y para todos? ¿Cómo educar para formarnos y estos hombres que los que no lograban convencerse a sí mismos de disparar a los Judíos se sentían avergonzados de “su debilidad”. desarrollarnos como ciudadanos del mundo? ¿Qué habilidades necesitamos Adicionalmente, otra investigación demuestra que la gente normal está generar, afianzar, desarrollar en nosotros y en los demás? Un rápido examen al también dispuesta a involucrarse en comportamientos que discriminan, asunto, muestra como cruciales y urgentes, por lo menos las siguientes humillan o estigmatizan cuando su situación está configurada de manera habilidades: - La capacidad de observar bien, ver, conocer y deliberar correctamente tal que dicha discriminación los pone en un papel dominante y se les acerca de los problemas que afectan a las personas, a las comunidades y a la afirma que esos otros individuos son seres defectuosos o inferiores . Un nación, para examinar, reflexionar, discutir, y debatir, sin depender de la tradición ejemplo particularmente escalofriante implica niños en edad escolar cuyos profesores les dan a entender que los niños con ojos azules son superiores a los ni de la autoridad. niños con ojos oscuros. Sobreviene un comportamiento jerárquico y cruel por - La capacidad de pensar en el bien de la humanidad como un todo, no sólo parte de los niños con ojos azules. Pasado un tiempo, el profesor entonces les del propio grupo local.. y de ver a la propia nación y región como parte de un da a entender que ha habido un error y que de hecho los niños de ojos oscuros orden mundial complejo en el que circunstancias y problemas de muchos tipos son claramente superiores: los de ojos azules son inferiores. El comportamiento requieren de una deliberación transnacional inteligente para su resolución. jerárquico y cruel simplemente se invierte: los niños de ojos marrones parecen no haber aprendido nada del dolor de la discriminación. [ 3] [4] 3 La famosa universidad de Rabindranath Tagore en la India (fundada en 1928), Visva-Bharati, "Todo el Otra investigación sobre el papel de la repulsión en la desigualdad social, Mundo", se basó en las humanidades, porque él quería crear la base para una nueva nación en la que muestra que la gente está bastante incómoda con “los signos de su propia la comprensión amable de las diferencias conformara la política y en la que los seres humanos, animalidad y mortalidad”: la repulsión es la emoción que vigila la frontera entre superando sus lealtades de tribu se sintieran y comportaran como lo que somos: ciudadanos del nosotros y otros animales. En casi todas las sociedades, para la mayoría de los mundo.
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seres humanos, no es suficiente mantenerse libres de la contaminación con sus productos de desecho corporal, esos, en el lenguaje de los psicólogos, "recordatorios de su animalidad". Además de ello recurren a crear grupos subordinados de seres humanos designándolos con apodos, estereotipos, adjetivos o categorías discriminatorias… Presentándolos como anormales, locos, sucios, malolientes, repugnantes y contaminantes, portadores de enfermedades etc. ¿Qué más sabemos? En primer lugar, sabemos que estas fuerzas cobran mucho más poder cuando la gente es anónima o no se reconoce un responsable. Las personas actúan aún peor bajo el abrigo del anonimato , como partes de una masa sin rostro, que cuando están vigilados y deben rendir cuentas como individuos. En segundo lugar, las personas se comportan mal cuando nadie levanta una voz crítica: los sujetos de Asch aceptaron como verdadero el juicio erróneo cuando todas las otras personas a las que consideraban compañeros en el experimento (y que estaban realmente trabajando para el experimentador) coincidían en el error; pero cuando una sola persona dijo algo diferente, se sintieron libres para seguir su propia percepción y juicio. En tercer lugar, la gente se comporta mal cuando los seres humanos sobre los que tienen poder son deshumanizados y des-individualizados. En una amplia gama de situaciones, la gente se comporta de una manera aún más inhumana y cruel, cuando se deshumaniza al otro, se le infravalora, se le sataniza, incluso, cuando se le designa con un número en lugar de un nombre. Se ha trabajado mucho en cómo figura esa actitud en el antisemitismo,
el racismo, el sexismo y la homofobia. Fuerzas a favor:
Debemos también, sin embargo, mirar más allá de estas situaciones para ganar un poco de comprensión acerca de otras fuerzas de la personalidad humana, también existentes, que posibilitan el ayudar a los individuos y a las sociedades a generar, desarrollar y fortalecer actitudes y relaciones democráticas igualitarias. Haríamos bien en pensar cómo utilizar estas tendencias para fortalecer en los seres humanos esa bondad creciente para ser compasivos, para no ver a las otras personas ni a las realidades como meros instrumentos o medios. Como lo ha demostrado el psicólogo Paul Bloom, los niños desde que cumplen los diez meses de edad ya tienen la capacidad de tomar la perspectiva de las otras personas – sólo que en un primer momento esta capacidad se utiliza para controlar los movimientos de los demás, especialmente de los padres. Las primeras experiencias de un bebé humano contienen unas sacudidas alternativas entre una dichosa integridad porque todo el mundo parece girar en torno a sus necesidades, y una conciencia de impotencia cuando las cosas buenas no llegan en el momento deseado y el niño no puede hacer nada para asegurar su llegada. Los bebés son cada vez más conscientes de lo que les está pasando, pero no pueden hacer nada sobre ello. La expectativa de ser atendido constantemente está unida a la ansiedad de saber que no es dependiente. Fuera de esta ansiedad surge un deseo urgente de integridad y plenitud que nunca se aparta por completo, por mucho que el niño aprende que no es sino una parte de un mundo de seres finitos necesitados. Y este deseo de superar la ansiedad de la incompletud conduce a una gran inestabilidad y peligro moral. El tipo de mala conducta social con el que estoy más preocupado aquí se remonta a principios del dolor del niño por el hecho de que es imperfecto e incapaz de lograr la integridad que, en ciertos momentos, se animó a esperar. Este dolor conduce a la vergüenza y repulsión por los signos de la propia imperfección. Esta vergüenza y repulsión, a su vez, muy a menudo se proyectan hacia el exterior, a los grupos subordinados que pueden simbolizar convenientemente los aspectos problemáticos de la humanidad corporal, de las que la gente le gustaría distanciarse. Una de las maneras más fáciles de recuperar la superioridad perdida es hacer esclavos a los demás, y los niños pequeños inicialmente conciben a los otros seres humanos en su vida, como simples medios para su propia satisfacción. Sin embargo a medida que pasa el tiempo, si todo va bien, los niños sienten gratitud y amor hacia esos seres distintos que apoyan sus
necesidades y, por lo tanto, llegan a sentir culpa por su propia agresión y verdadera preocupación por el bienestar de la otra persona. A medida que la preocupación se desarrolla, el niño reconoce que sus padres no son sus esclavos, sino seres independientes con derecho a sus propias vidas. Estos reconocimientos son típicamente inestables, ya que la vida humana es un asunto incierto y todos sentimos ansiedades que nos llevan a querer más control, incluyendo el control sobre otras personas. Aquí es donde la educación es crucial: una buena educación lleva a los hijos a sentir genuina compasión por las necesidades de los demás, y puede conducir a verlos como personas con derechos iguales a los suyos; una mala educación centra al niño aún más en la percepción de sus propias necesidades y le fija en la convicción de que es el centro del mundo y que nació para que los demás le pongan atención. El resultado del enfrentamiento interno se ve muy afectado no sólo por las estructuras de la situación, sino también por los acontecimientos externos, que pueden hacer las personalidades más o menos seguras. Al escribir acerca de las tensiones religiosas en los Estados Unidos, he documentado la forma en que determinados períodos de inseguridad política y económica aumentan la antipatía y, a veces incluso, la violencia hacia las minorías religiosas que parecen amenazar estabilidades preciadas (Nussbaum 2008). Tales inseguridades hacen que sea especialmente fácil satanizar a los extraños o extranjeros, y, por supuesto, esa tendencia se ve aumentada considerablemente cuando el grupo de desconocidos se ve de modo verosímil como una amenaza directa a la seguridad propia. Los educadores no pueden alterar tales eventos; pero, pueden, sin embargo, trabajar sobre la respuesta patológica a ellos buscando producir una reacción más equilibrada. Ahora que tenemos una idea del terreno en el que opera la educación, podemos volver a las ideas que he mencionado antes, diciendo algunas cosas provisionales e incompletas, pero aún radicales en la actual cultura mundial, acerca de las habilidades que una buena educación cultivará. Me centraré en la educación universitaria, pero por supuesto estas habilidades necesitan ser cultivadas a partir de una edad mucho más temprana. Antes de comenzar, quiero abordar una objeción que sin duda ya está en sus mentes: "¿Pero qué hay de conseguir un trabajo?" Las familias hacen sacrificios para la educación superior, y quieren garantías de que sus gastos darán lugar a oportunidades de empleo. Ya he dicho que, de hecho, al menos en los EE.UU., a los estudiantes de humanidades les va muy bien en el mercado laboral y mejor que a los estudiantes de ciencias de la computación. Pero yo no quiero basar mi argumento en las vicisitudes del mercado. Aquí puedo decir que tenemos motivos para estar muy orgullosos de la sabiduría inherente al modelo estadounidense de educación superior. En la mayoría de países del mundo, el estudiante debe elegir un solo tema en el ámbito universitario y pasar todo el tiempo en él: así, ya sea toda la literatura o ninguna literatura, ya sea toda la filosofía o ninguna filosofía. Teniendo en cuenta esa elección extrema, no es de extrañar, en el entorno económico actual, que muchos padres y jóvenes se aparten de las humanidades - a pesar de la evidencia de que los empleadores valoran realmente las habilidades que producen- e incluso de la parte teórica de la ciencia - y se aferran más estrechamente a estudios pre-profesionales. Pero los EE.UU., junto con Finlandia, Corea del Sur, Escocia, y, en parte, los Países Bajos, y junto con un número creciente de nuevas universidades en muchos otros países, toma un camino diferente. Ofrecemos una educación que involucra un tema importante, a menudo aunque no siempre, entendido como preparación para cualquier carrera. Pero combinamos esto con un componente de humanidades que está pensado como preparación para la ciudadanía y la vida. El modelo de humanidades ha sido bien desarrollado en América Latina principalmente por distinguidas universidades jesuitas que han reconocido desde hace tiempo el valor del estudio de la filosofía y de otras humanidades a nivel universitario. Pero las universidades públicas no siempre han seguido este ejemplo. Tres valores son particularmente cruciales para una ciudadanía democrática decente.
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El primero es la capacidad Socrática de autocrítica y pensamiento crítico acerca de las tradiciones propias de cada uno. Como sostiene Sócrates, la democracia necesita ciudadanos que puedan pensar por sí mismos, en lugar de depender de la autoridad, que puedan razonar juntos sobre sus opciones en lugar de simplemente negociar sus argumentos y contra-argumentos. Él comparó al pensamiento crítico con un tábano picando en la parte posterior a un noble pero lento caballo, el caballo de la democracia, para que se despertara y llevara a cabo su negocio de manera más responsable. El pensamiento autocrítico es particularmente crucial para la buena ciudadanía en una sociedad que tiene que luchar a brazo partido con la presencia de personas que difieren según la etnia, la casta, la religión y profundas divisiones políticas. Sólo tendremos la oportunidad de un diálogo adecuado que atraviese fronteras si los ciudadanos jóvenes saben cómo participar en el diálogo y la deliberación en primer lugar. Y sólo sabrán cómo hacerlo si aprenden a examinarse a sí mismos y a pensar en las razones por las que son proclives a apoyar una cosa en lugar de otra - en lugar de, como sucede a menudo, ver el debate político simplemente como una forma de jactarse, o conseguir una ventaja para su propio lado. Cuando los políticos traen propaganda simplista a su manera, ya que los políticos de todos los países tienen una manera de hacerlo, los jóvenes sólo tendrían esperanza de preservar su independencia si saben cómo pensar críticamente sobre lo que dicen y sobre lo que escuchan, poniendo a prueba su lógica e imaginando alternativas para la misma. Los estudiantes expuestos a la instrucción en pensamiento auto-crítico aprenden, al mismo tiempo, una nueva actitud frente a los que no concuerdan con ellos. Aprenden a ver a quienes no están de acuerdo no como enemigos a ser derrotados, sino, en cambio, como personas que tienen sentimientos, vivencias y razones para lo que piensan. Cuando se reconstruyen sus argumentos, puede resultar que incluso compartan algunas premisas importantes con su propio "lado", y ambos entenderán mejor de donde vienen las diferencias. Podemos ver cómo esto humaniza a "ambos" haciendo que la mente vea al oponente como un ser racional que puede compartir por lo menos algunos pensamientos con los otros. La idea de que cada uno asuma la responsabilidad de la autocrítica de su propio razonamiento e intercambie ideas con otros en un ambiente de respeto mutuo a la razón, es esencial para la resolución pacífica de diferencias, tanto dentro de un país como de un mundo cada vez más polarizado por el conflicto económico, étnico y religioso. Es posible, y esencial, fomentar el pensamiento crítico desde que se inicia la educación. Sin embargo, durante la formación universitaria se puede enseñar con rigor, a través de diversos cursos de humanidades, tales como la ética filosófica, la antropología, la cultura teológica; también a traves de la lectura de estudio de grandes textos tales como los diálogos de Platón que muestran el valor de esta capacidad y desafían a los estudiantes a participar en el mismo. Consideremos ahora la importancia de esta habilidad para el estado actual de las democracias pluralistas modernas rodeadas de un potente mercado global. En primer lugar, podemos reportar que, incluso si sólo estuviéramos apuntando al éxito económico, no sólo a corto sino a largo plazo, los principales pensadores de negocios han hecho énfasis en que los ejecutivos entiendan bien la importancia de crear una cultura corporativa en la cual las voces críticas no sean silenciadas; una cultura tanto de la solidaridad como de la rendición de cuentas. Por estas razones, China y Singapur, que por cierto no están buscando producir ciudadanos democráticos, han tenido recientemente reformas educativas masivas para introducir un pensamiento mucho más crítico en todos los niveles del currículo - a pesar de que no se muestran contentos cuando el pensamiento crítico se filtra en el ámbito político. Pero nuestro objetivo, lo he dicho, no es simplemente el crecimiento económico, así que dirijámonos ahora a la cultura política. Como he dicho, los seres humanos son propensos a estar al servicio de la autoridad y la presión de grupo; para prevenir atrocidades necesitamos contrarrestar estas tendencias, produciendo una cultura de disidencia individual. Asch encontró que cuando una sola persona en su grupo de estudio defendió la verdad, otros le siguieron, por lo
que una voz crítica puede tener grandes consecuencias. Al hacer hincapié en la voz activa de cada persona también debemos promover una cultura de la autocrítica y de la rendición de cuentas. Cuando la gente ve sus ideas como su propia responsabilidad, es más probable, también, que vean sus obras como su propia responsabilidad. La "Vida examinada" de Sócrates despierta la conciencia moral. La segunda característica clave del ciudadano democrático moderno, diría yo, es la capacidad de verse a sí mismo como miembro de un tejido vital y humano complejo, biodiverso, heterogéneo comprendiendo algo de la historia y del carácter de los diversos miembros que lo conforman. El conocimiento no es garantía de buen comportamiento, pero la ignorancia es una garantía de mal comportamiento. Estereotipos culturales y religiosos simples abundan en nuestro mundo, por ejemplo, la ecuación simplista que identifica el Islam con el terrorismo. La primera manera de comenzar la lucha contra estos es asegurarse de que desde una edad muy temprana los estudiantes aprendan una relación diferente con el mundo. Ellos deben entender poco a poco las diferencias que entorpecen la comprensión entre grupos y naciones y los intereses y necesidades humanas compartidas que hacen esencial la comprensión, si se busca resolver problemas comunes. Esta comprensión del mundo promoverá el desarrollo humano sólo si en el mismo se inculca buscar el pensamiento crítico, el pensamiento que se centra en cómo las narrativas históricas se construyen, la forma en que pueden estar sesgadas y lo difícil que es ordenar pruebas dispersas. La historia se impartirá con un ojo puesto en pensar críticamente sobre estas cuestiones. Al mismo tiempo, las tradiciones y las religiones de los grupos principales en la propia cultura y en el mundo, se enseñarán con el fin de promover la comprensión de la complejidad y variedad de creencias y prácticas. Esta es una buena manera de llegar a ver a las personas que sostienen una posición religiosa o política menor no como formas inminentes de amenaza, sino como seres humanos plenos que tienen razones complejas para lo que hacen, y que merecen respeto aún si estamos de acuerdo con ellos o no. En términos curriculares, estas ideas sugieren que todos los estudiantes universitarios deben aprender los rudimentos de la historia del mundo y deben tener una comprensión rica y no estereotipada de las principales religiones del mundo, y luego deben aprender a indagar con mayor profundidad en al menos una tradición desconocida, adquiriendo de esta manera herramientas que luego pueden utilizar en otros lugares. Al mismo tiempo, deben aprender sobre las grandes tradiciones, mayoría y minoría, dentro de su propio país, centrándose en la comprensión de cómo las diferencias de religión, raza y género han sido asociadas con diferentes oportunidades de vida. Todos, en fin, deben aprender bien al menos una lengua extranjera, así: al ver que otro grupo de seres humanos inteligentes ha cortado el mundo de otra manera, que toda traducción es interpretación, le da al joven una lección esencial de humildad cultural. Estoy muy impresionada con el énfasis en el aprendizaje de idiomas en el plan de estudios de la universidad, y me gustaría que universidades estadounidenses hicieran tanto énfasis. La tercera habilidad del ciudadano, estrechamente relacionada con las dos primeras, es lo que yo llamaría la imaginación narrativa. [5] Esto es la
capacidad de pensar en lo que podría ser estar en los zapatos de una persona diferente de uno mismo; ser un lector inteligente de la historia de esa persona, y comprender las emociones y los deseos y los anhelos que ese alguien podría tener. Como he observado, la imaginación moral, siempre bajo el asedio del miedo y el narcisismo, es propensa a entorpecerse, si no se refina enérgicamente y se cultiva a través del desarrollo de la afinidad y la preocupación. Aprender a ver a otro ser humano no como una cosa sino como una persona completa, no es un logro automático: debe ser promovido por una educación que refine la capacidad de pensar acerca de lo que puede ser la vida interna de otro - y también para entender por qué no es posible captar plenamente ese mundo interior, por qué una persona es siempre hasta cierto punto un enigma para el otro. Esta capacidad brinda un apoyo crucial tanto al
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pensamiento crítico como a la ciudadanía mundial. Se promociona, sobre todo, a través de la enseñanza de la literatura y las artes. Al igual que con el pensamiento crítico, aquí también, el cultivo de la imaginación es esencial no sólo para la ciudadanía, mi énfasis en esta charla, sino también para el crecimiento económico a largo plazo. Si la gente aprende sólo para aplicar las habilidades aprendidas de memoria, no van a ser capaces de innovar. La innovación necesita imaginaciones capacitadas. Por esta razón, una vez más, China y Singapur, interesados principalmente en el crecimiento, han reformado recientemente su sistema educativo para incluir mucho más el arte y la literatura. Pero al pensar en cómo pueden florecer las democracias, podemos ver que necesitamos las artes y las humanidades de manera más urgente, ya que la comprensión amable entre los grupos es tan esencial. Las artes pueden cultivar la simpatía de los estudiantes de muchas maneras, mediante el compromiso con diferentes obras de literatura, música, bellas artes y danza. Pero el pensamiento tiene que ofrecerse según los que sean los posibles puntos ciegos de cada estudiante, y los textos se deben elegir en consecuencia. Ya que todas las sociedades tienen en todo momento sus puntos ciegos particulares, grupos dentro de su cultura y también grupos en el extranjero que son especialmente propensos a ser tratados con ignorancia y torpeza. Las obras de arte pueden ser elegidas para promover la crítica de esta torpeza, y una visión más adecuada de lo oculto. El gran novelista afro-americano Ralph Ellison, en un ensayo posterior sobre su clásica novela “el hombre invisible” escribió que una novela como la suya podría ser "una balsa para la percepción, la esperanza y el entretenimiento" en el que la cultura estadounidense podría "sortear los inconvenientes y remolinos "que se interponen entre nosotros y nuestro ideal democrático. Su novela tiene la "visión interna" del lector de blanco como su tema y su objetivo. El héroe comienza diciendo que él es invisible para la sociedad blanca pero dice que esta invisibilidad es un defecto imaginativo y educativo de su parte, no un accidente biológico propio: su "visión interna" requiere cultivo y Ellison, obviamente, pensaba que su novela podría ser una parte de ese cultivo. A través de la imaginación podemos tener una especie de visión de la experiencia de otro grupo o persona que es muy difícil de lograr en la vida diaria - en particular cuando en nuestro mundo se han construido separaciones claras entre los grupos, y las sospechas que hacen difícil cualquier encuentro. Parte de la idea de Ellison era que habitar en el mundo interior de un personaje de raza diferente sería una poderosa manera de minar la repulsión, la cual era una gran parte del racismo estadounidense, con sus prohibiciones en los comedores compartidos, fuentes de agua potable y piscinas, por no hablar de la prohibición de matrimonios interraciales. La empatía es un tipo de intimidad mental con el otro, y una herramienta de gran alcance hacia el cambio de comportamiento. Hagamos un balance. ¿Cómo están las capacidades de la ciudadanía en el mundo de hoy? Muy mal, me temo. El tipo de educación que recomiendo va razonablemente bien donde lo estudié por primera vez, concretamente en los currículos de secundaria y universidad de los Estados Unidos. De hecho, es esta parte del plan de estudios en instituciones como la mía, que atrae en particular el apoyo filantrópico, porque los ricos recuerdan con placer el tiempo cuando leían libros que les encantaban, y perseguían cuestiones no concluyentes. Ahora, sin embargo, hay una gran tensión. En el New York Times, el presidente de la Universidad de Harvard, Drew Faust informa que la crisis económica ha reforzado la imagen de que el valor de un título universitario es en gran parte instrumental, y que los líderes universitarios están abrazando cada vez más un modelo de mercado en su misión, en consecuencia, reduciendo las artes liberales. En una reciente visita a Stanford, me encontré con que las artes liberales son un gran problema allí, gracias a la preferencia por la capacidad técnica que es endémica de la cultura de Silicon Valley - pero instigados, creo, por los errores cometidos por varias generaciones de administradores que han alimentado la ansiedad de los padres y los estudiantes por puestos de trabajo con fines de lucro en lugar de una ciudadanía responsable.
Fuera de los EE.UU., en las naciones cuyos planes de estudio universitarios no incluyen un componente de humanidades algunos líderes están luchando para que se incluyan pues reconocen su importancia en la elaboración de una respuesta pública a los problemas de pluralismo, miedo y sospecha que sus sociedades enfrentan. He estado involucrada en este tipo de discusiones en muchos países, y el hecho de que mi libro sobre la educación para la libertad esté traducido actualmente en veinte idiomas es muy emocionante para mí; sin embargo, es difícil decir si se producirá una reforma en dirección a una educación para la libertad y la democracia ya que hay muchas presiones en la otra dirección. Las universidades del mundo tienen grandes méritos, pero también grandes retos y problemas en aumento. Los políticos tienden a tener imaginación a corto plazo, y no están pensando bien, a menudo, sobre lo que es necesario para crear democracias estables y fructíferas. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad en el mercado global magnifica estas deficiencias, produciendo una torpeza codiciosa y una docilidad técnicamente capacitada que amenazan la vida misma de la democracia y que sin duda impiden la creación de una cultura mundial decente. ¿Qué vamos a tener, si estas tendencias continúan? Naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Si el verdadero choque de las civilizaciones reside, como pienso, en el alma de cada individuo donde la codicia y el narcisismo combaten contra el respeto y el amor, todas las sociedades modernas están perdiendo la batalla a ritmo acelerado, pues están alimentando las fuerzas que impulsan la violencia y la deshumanización, en lugar de alimentar las fuerzas que impulsan la cultura de la igualdad y el respeto. Si no insistimos en la importancia fundamental de las humanidades, éstas desaparecerán porque no generan dinero. Pero las humanidades hacen algo que es mucho más valioso que producir dinero. Hacen un mundo en el que vale la pena vivir. Las humanidades son indispensables para formar ciudadanos capaces de ver a los otros ciudadanos como lo que son: seres humanos, valiosos en sí mismos, merecedores de respeto y empatía, que tienen sus propios pensamientos y sentimientos; personas y naciones capaces de superar el miedo y la desconfianza en pro de un debate signado por la razón y la compasión.
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