14/12/2009 UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE LAS AMÉRICAS
UNELA
La iglesia nestoriana y su aporte a la misión
Investigación Histórica de la Misión de la Iglesia en la Sociedad TH‐676 | Autor: Lic. Jose Acosta M Profesor: MSc. Ray Miller
Tabla de contenido Introducción .......................................................................................................................... ..........................................................................................................................3 3 El nestorianismo y el concilio de Éfeso ................................................................................. .................................................................................3 3 Los nestorianos y el imperio persa........................................................................................ persa ........................................................................................5 5 La actividad misionera nestoriana......................................................................................... nestoriana.........................................................................................6 6 El encuentro con los musulmanes......................................................................................... musulmanes.........................................................................................7 7 Misión a China, el Tíbet y el sudeste asiático ...................................................................... ......................................................................9 9 Conclusiones........................................................................................................................ Conclusiones ........................................................................................................................13 13 Bibliografía........................................................................................................................... Bibliografía ...........................................................................................................................16 16
Introducción La iglesia conocida con el nombre de Nestoriana o Difisitas nace en la región conocida como Asiria comprendida entre los dos grandes ríos Tigris y Éufrates, llamada también Mesopotamia. Se forma durante la primera mitad del siglo V. Es la primera de las Iglesias Apostólicas de Oriente, anterior al Concilio de Éfeso. Este movimiento disidente es conocido como iglesia Nestoriana por seguir la doctrina de un obispo de Antioquia llamado Nestorio. Esta iglesia nace en un momento donde tuvieron lugar importantes controversias teológicas que ayudaron a clarificar la doctrina cristológica. Nestorio era nativo de Germanicia en Siria, profesó en un monasterio cercano a Antioquía donde había estudiado probablemente enseñado por el obispo y teólogo Teodoro de Mopsuestia. Al ser destacado por su pericia como orador el emperador romano de Oriente Teodosio II lo nombró patriarca de Constantinopla en abril del año 428.
El nestorianismo y el concilio de Éfeso Más de un siglo antes habían comenzado a discutir acerca de la naturaleza de Cristo. Arrio, presbítero de la iglesia de Alejandría (c. 256–336) había aceptado de cierta forma la divinidad de Cristo, pero afirmó que la Segunda Persona de la Trinidad no es coeterna con el Padre, la Primera Persona, sino que fue engendrada y no existía con anterioridad a ese hecho. Es decir, para Arrio, el Hijo de Dios no era eterno sino creado por el Padre como instrumento para crear el mundo y, por lo tanto, no era Dios por naturaleza. Finalmente el primer Concilio en Nicea (325 d.C.) se condenó la doctrina arriana, pero la controversia arriana no sucumbió ahí. La argumentación continuaría y se discutiría acerca de la imagen trinitaria de Dios, donde la naturaleza de Jesús y su posición como hijo de Dios se convierte en centro de debate. La actitud de la iglesia ante Jesús acentuaba claramente la igualdad de rango entre Dios y su primogénito. Sin embargo, la difícil comprensión racional de la realidad del Logos encarnado y las cuestiones relacionadas con la relación entre lo divino y lo humano en Cristo comenzaban a generar polémica. En tales circunstancias era necesaria un profundo análisis y revisión de su naturaleza. Como reacción el obispo de Laodicea, Apolinar (c. 310 – 310 – c.390), insistió en la verdadera y absoluta deidad de Cristo como reacción contra los que insistían en su verdadera humanidad. También afirmó que Cristo tuvo un cuerpo humano espiritualizado. Para Apolinar, el Logos sustituyó a la inteligencia humana en Cristo. Pero esta posición fue considerada herética y condenada por el segundo Concilio de Constantinopla (381 d.C.)
Luego incursionaría Nestorio c. 386–c. 451, quien aparte de rechazar el título de madre de Dios otorgado a la virgen María e insistir en que ella era tan solo la madre de Cristo, enseñó que en Jesucristo existían dos naturalezas no unidas entre sí: la divina y la humana. En su teología, a la humanidad de Jesús se le otorgó la forma de la deidad y la humanidad asumió forma de siervo, siendo entonces Jesús de Nazaret, una persona con dos naturalezas.1
Ctesifonte en la actualidad
Ante esta situación, el emperador del imperio romano de oriente Teodosio II convocó para Pentecostés del año 431 un concilio en Éfeso, ciudad portuaria de Asia Menor. Estuvieron reunidos unos 150 obispos, y guiados por Cirilo, obispo de Alejandría, y en ausencia de los legados papales, se desaprobaron las expresiones de Nestorio, que había rechazado la invitación a la asamblea cirilina, quedando finalmente excluido de la comunión episcopal y desterrado de su diócesis. Esta problemática cristológica no se resolvería hasta llevado a cabo el concilio de Calcedonia en el año 451 donde se confesó que en la encarnación de Cristo ambas naturalezas se unieron un una persona y existencia humana, no divididas y separadas en dos personas. Al ser Nestorio declarado hereje y depuesto como Patriarca y luego deportado a Antioquía se refugió en Persia, el imperio enemigo de los romanos, donde fue recibido como la mejor arma contra Roma. Algunos obispos orientales que apoyaban sus ideas y rechazaban las decisiones del concilio decidieron organizarse aparte recibiendo el nombre exógeno de nestorianos. Varios teólogos eruditos de Edesa huyeron y uno de ellos, Barsumas, se convirtió en el obispo de Nisibis, Mesopotamia (435–489), donde fundó un nuevo seminario teológico y confirmó a los cristianos persas (pre‐ (pre‐nestorianos) en aversión con el concilio de Cirilo en Éfeso confirmando su adhesión a la teología nestoriana de Antioquía. El centro eclesiástico del movimiento se radicó en la ciudad de Seleucia‐ Seleucia‐Ctesifonte (actual Irak) sobre el Tigris y luego en Bagdad. Para el año 410 Nisibis tenía seis sedes dependientes y a mediados del siglo V llegaría a
1 En 1995 se firmó entre la Iglesia católica y la Iglesia asiria un documento en el que se puso término a la controversia teológica expuesta en Éfeso, donde se condenó la doctrina de Nestorio. Después de 15 siglos, se ha comprobado que, a pesar de las divergencias en la terminología y en la diversidad cultural, las dos Iglesias confesaban la misma fe cristológica: dos naturalezas en Cristo y la unidad de la persona del Verbo.
ser la sede episcopal más importante de la Iglesia Persa, tras Seleucia‐ Seleucia‐Ctesifonte, y muchos de 2 sus obispos nestorianos y jacobitas alcanzaron fama por sus escritos. En el concilio oriental de Seleucia en el año 486 se autonombraron Cristianos Asirios y renunciaron a toda conexión con la iglesia ortodoxa del imperio, reafirmando su doctrina nestoriana (Jean Daniélou, Henri Irénée Marrou, 1982, pág. 504).
Los nestorianos y el imperio persa Con la fundación del Imperio Sasánida en Asiria en el siglo III, comenzaron los conflictos militares que enfrentaron al Imperio Romano (y luego a su heredero, el Imperio Romano de Oriente) con los persas. El conflicto duraría hasta el siglo VII, aunque hubo también largos períodos de coexistencia pacífica, sobre todo durante el siglo V. En medio del conflicto el pueblo asirio sufría bajo las incesantes hostilidades de ambos bandos. Cuando el cristianismo incursiona como una religión humana que lucha contra las injusticias, y la pobreza es rápidamente aceptado. Lejos de la influencia helénico‐ helénico‐romana, la Iglesia persa (pre‐ (pre‐nestoriana)3 intentó emanciparse de la tutela de Antioquía, el único vínculo jerárquico que la unía a la Iglesia Católica. A principios del siglo IV, el obispo de las “Villas Reales” de Seleucia‐ Seleucia‐Ctesifonte logró unir bajo su autoridad todas las diócesis dentro del imperio persa y posteriormente se proclama “Catholicós” de la Iglesia persa, pero sin romper la relación con Antioquía. En medio de ese proceso continuaron las guerras entre persas y romanos hasta que en el año 422 las dos potencias firmaron un tratado de paz, en el que ambas se comprometieron a permitir el libre culto de otras religiones. Más tarde, en el año 424, un sínodo persa dio un paso más en el proceso de emancipación, declarándose Iglesia autónoma. Fue, sin embargo, la adopción de la doctrina nestoriana, la que provocó la ruptura con la Iglesia antioqueña y por consiguiente con la catolicidad. Mientras los romanos tuvieron que pagar subsidios a los persas a cambio de mantener la seguridad en el Cáucaso contra los hunos, a quienes ambos bandos consideraban enemigos. La larga época de armonía del siglo V llegó a su fin en el año 502, cuando el Gran Rey persa Kavadh I atacó el territorio romano. 2
Los jacobitas Los jacobitas son los partidarios del monofisismo en Siria. Al no aceptar las decisiones del Concilio de Calcedonia (451 d.C.), el patriarca sirio se apartó de la comunión del resto de la iglesia oriental. Su nombre proviene de Jacobo Baradai, obispo de Edesa. 3 Iglesia Asiria del Este –310, Este –310, Papa bar Gaggai, obispo de Seleucia‐Ctesiphon, con el título “Católicos del Este”, en Persia; la iglesia se identificó con los Nestorianos hasta el siglo V.
Aunque el resultado práctico de los concilios de Éfeso y Calcedonia fue el desmembramiento de la Iglesia y la división entre el este y el oeste, las posibilidades de llevar al cristianismo a nuevas zonas mostrarían un panorama más amplio. La iglesia persa tuvo igualmente que sufrir males interiores: elecciones discutidas, cismas, anarquía; afortunadamente conoció un período de recuperación bajo el katholicato de un gran reformador, Mar Abá (540 – (540 – 552), que a pesar de las circunstancias difíciles, supo restaurar el orden y la disciplina. Aunque los obstáculos fueron enormes, el cristianismo logró no sólo mantenerse sino también progresar en el seno de la sociedad sasánida: se nos habla de conversiones entre la clase dirigente e incluso en la familia real, y hasta en el clero mazdeísta.4 (Jean Daniélou, Henri Irénée Marrou, 1982) Desde ahí progresarían hacia las montañas del Kurdistán y de ahí en dirección a Asia Central y a la India. Incluso los hunos llegaron a solicitar un obispo a Mar Abá en el año 549. La iglesia Siro – Siro – malabar, en la población sureña de la India, conocida como Keraía, deba quizás su origen a esta expansión misionera nestoriana.
La actividad misionera nestoriana Por su gran actividad propagadora de la fe cristiana se puede decir que la Iglesia nestoriana fue una iglesia misionera y una iglesia madre que engendró numerosos pueblos creyentes. La Iglesia persa conoció a partir del siglo VI un proceso extraordinario de expansión en los países del este y sur de Asia. Llegando a extenderse desde Persia, con gran celo misionero a la India, Arabia, llegando aún a China, y Tartaria5. En esas zonas los cristianos persas sirvieron con su erudición y fundando escuelas y hospitales. También llegaron a establecer diócesis en Qatar, Kuwait, Bahréin y Omán. John England menciona algunos de los lugares en Asia, donde inscripciones, cruces, frescos, cuadros y manuscritos y otras evidencias de la historia cristiana fueron encontrados. (Philips, 1998) El siglo VII fue la época de mayor esplendor de la Iglesia persa nestoriana. Sus monjes, fueron los protagonistas de esta epopeya al proyectarse por la Ruta de la Seda a la evangelización de Asia.
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El zoroastrismo o mazdeísmo es el nombre de la religión y filosofía basada en las enseñanzas del profeta y reformador iraní Zoroastro iraní Zoroastro (Zaratustra), que reconocen como divinidad a Ahura Mazda, considerado por Zoroastro como el único creador increado de todo. 5 La región conocida en ese entonces incluía lo que en la actualidad se conoce como Siberia, Turquestán (incluido el Turquestán Oriental), la Gran Mongolia, Manchuria, y a veces el Tíbet.
Llegaron a Turquestán, Mongolia, China, Tíbet e India, fundando cristiandades a su paso. Hacia el siglo IX la Iglesia nestoriana contaba con 245 diócesis en los lugares tan dispares como El Cairo, Jerusalén, Samarcanda y Pekín. (Vázquez Hoys, 2008) Por muchos siglos los nestorianos de habla siriaca fueron una de las ramas más apasionados de misioneros de la iglesia. La escuela establecida en Nisibis tenía un fuerte enfoque en disciplina espiritual, estudio de la Biblia y misión. En el siglo sexto tenía más de mil estudiantes. Entre los tártaros, en el siglo XI, se logró convertir al cristianismo a un rey, el rey‐ rey‐sacerdote, el presbítero Juan (Preste Juan), de la Keraitas, y su sucesor del mismo nombre. Pero de esto sólo tienen cuentas incierto, y en todo caso, el cristianismo nestoriano ha dejado huellas, pero leve en Tartaria y en China La creencia común facilitó que el marinero griego Cosmas tuviera contacto con los numerosos nestorianos que hablaban principalmente en siríaco. Cosmas tomó muchas de sus ideas prestadas de los nestorianos llegando a convertirse en monje nestoriano. En esta zona los nestorianos también mostraban su fuerte tendencia a los negocios comerciando seda. (Winstedt, 1909) Aún en los primeros siglos de la conquista árabe del Cercano y Medio Oriente la iglesia mantuvo un fuerte impulso misional logrando importante éxito en el Jwarizm (actual Uzbekistán y Turkmenistán). La Iglesia Nestoriana tuvo, hasta el siglo XII, muchos fieles y obispos. A partir de este siglo su influencia fue perdiendo intensidad, este fenómeno ocurrió debido a las distintas persecuciones que sufrieron por parte de los mongoles, kurdos, turcos y persas, especialmente en el siglo XIV. Los nestorianos extendieron su fe a través de mercaderes, contadores, banqueros, y físicos así como así como con monjes y sacerdotes misioneros. En algunos casos fueron mujeres que se casaron con jefes de tribus de Asia central. En ese mismo siglo arribaron a la India, mientras que una misión a la tribu nómada de los Hunos en Asia central evangelizaba, llevó el lenguaje a la escritura, y enseñó agricultura.
El encuentro con los musulmanes Los nestorianos, sirios de origen y de lengua, eran arameos. Tenían, por tanto, más puntos de contacto con los árabes semitas que con los iránicos que hablaban persa antiguo y
practicaban como religión oficial el zoroastrismo. Además, otro aspecto en común con los nestorianos era que ambos pueblos eran monoteístas. Sin embargo en el siglo VII surgió una amenaza con el nacimiento y la subsiguiente extensión del Islam. Mahoma comenzó su actividad religiosa alrededor del año 610. En el 622 se produjo su huida a Medina y al momento de su muerte en el año 633 ya había conquistado casi toda la península de Arabia. Sus sucesores continuaron su política de expansión militar. Con increíble rapidez, el Islam conquistó el antiguo Imperio Persa, con lo cual se extendió hasta las fronteras de la India, y buena parte del Imperio Romano: Damasco (635), Antioquía (637), Jerusalén (638), Alejandría (642), Cartago (695) y hasta España (711). Por fin, cien años después de la muerte del profeta, los francos lograron detener su avance en la batalla de Tours (732). (González, 1995, pág. 57) Sin embargo como apunta Philip Schaff, Mohammed debe su conocimiento del cristianismo a un monje nestoriano, Sergio, y de él la comunidad recibió muchos privilegios, por lo que obtuvo gran consideración entre los árabes, y ejerció una influencia sobre su cultura, y por lo tanto a el desarrollo de la filosofía y la ciencia en general (Schaff, 2002). Mientras que los árabes obtuvieron su primer contacto con la literatura griega a través de los sirios, una raza semita emparentada, los propios sirios, apenas un siglo y medio antes, habían recibido el primer conocimiento de ésta literatura a través de los nestorianos excomulgados. Cuando el imperio musulmán estaba gobernado desde Bagdad por califas semipersas, los cristianos nestorianos se beneficiaron de un trato especial. Así los nestorianos lograron penetrar profundamente en el este de Asia gracias a la protección de los árabes. A finales del siglo VIII, se comenzó a desarrollar una gran actividad literaria. Esta época constituye la edad de oro de la literatura de la iglesia nestoriana. Es también en esta época cuando consigue su máxima expansión, entre los siglos VIII y XIII. Ellos fueron una línea de transmisión del conocimiento científico y filosófico grecorromano (particularmente del aristotelismo) a la entonces incipiente cultura islámica. En el periodo inicial de los grandes califas omeyas se destacaban familias de médicos cristianos nestorianos quienes se abrieron camino en la comunidad islámica curando a los califas y magnates. Físicos que habían sido educados en las instituciones de los griegos, y en la célebre escuela de medicina fundada por los Cristianos Nestorianos en Edesa en Mesopotamia, fueron, conocidos y ayudados por Mahoma, y por Abu – Abu – Bekr (primer califa del Islam) en la Meca. La escuela de Edesa, un modelo de las escuelas benedictinas de Monte Casino y Salerno, despertó la investigación científica en materia médica de los reinos mineral y vegetal. Cuando fue disuelto por el
fanatismo cristiano, bajo el emperador oriental Zenón, los nestorianos fueron dispersos en Persia, donde pronto alcanzaron importancia política, y establecieron un nuevo y abarrotado instituto médico en Dschondisapur en Juzestán. (Schaff, 2002) El nestorianismo convivió con el Islam y sirvieron a sus líderes como físicos y eruditos, aún hasta llegar a traducir gran número de textos de filósofos griegos al árabe En Mesopotamia, Persia y Kurdistán, la conquista turco‐ turco‐otomana de Turquía actual, en el siglo XIV, y la aparición de un chiismo violentamente anticristiano en la Persia sefevida, debilitaron al cristianismo nestoriano, impotente ante la conversión más o menos forzosa de sus fieles al Islam. La fe cristiana eventualmente sería exterminada por una combinación de la presión Islámica y las masacres turcas de Tamerlane en el siglo XIV. (Moreau, 2000)
Misión a China, el Tíbet y el sudeste asiático La obra misionera más conocida de la iglesia nestoriana fue en China. Un monumento descubierto en 1623 describe el arribo de Alopen (en chino Al Oben), el primer misionero nestoriano quien llegó a China en el 635 y estableció una iglesia en la capital occidental durante el reinado de Taizong de la dinastía Tang, en la ciudad de Chang'an (actual Xi'an). Más tarde, el emperador Gaozhong incluso le otorgó a Alopen el título de “Sacerdote Nacional”. Estas iniciativas cobraron mayor intensidad un siglo después, cuando el patriarca nestoriano nombró al primer arzobispo para China, llegando al país nuevos y fervorosos misioneros de Occidente. Esa estela o lápida revela que existía en aquellas fechas una comunidad nestoriana esparcida por todo el reino chino, sobre todo en los puertos y en las principales ciudades comerciales del interior. Los monjes y sacerdotes habían sido introducidos probablemente por algunos comerciantes persas. Algunos ocupaban cargos públicos y tenían su influjo hasta en la corte. En los archivos chinos consta que hubo al menos cuatro embajadas bizantinas entre el 650 y el 750, y en el 790 el arzobispo de Siangfu tenía a su cargo seis obispos y nueve monjes. (Mendez, 2004) Otras noticias del nestorianismo chino proceden de las cartas y relaciones de algunos misioneros del siglo XIV y de los primeros exploradores europeos. Aunque el idioma sirio parecía el preferido, descubrimientos de yacimientos al sureste de China (Quanzhou) demuestran que el uigur fue uno de los principales idiomas del oriente y que también fue
utilizado para las inscripciones realizadas por los nestorianos. Lo que demuestran la gran capacidad de inculturación6 que tenía esta iglesia. Marco Polo (1254‐ (1254‐1324) encontró cristianos nestorianos en la provincia china de Yun‐ Yun‐una en la frontera con Birmania en el año 1278. Según Marco Polo, Birmania fue temporalmente conquistado por el mongol Kublai Khan, en el año 1277 y 1283. Es difícil saber si los misioneros cristianos llegaron a Birmania de China en este momento o si hubo alguna influencia cristiana anterior. Hay indicios de que Ludovico di Varthema, un boloñés, que viajó en el sudeste asiático en el año 1503 ó 1504 conoció en Bengala (Bangladesh) a varios cristianos comerciantes. Desde ahí el italiano viajó a la ciudad de Pegu en la actual Birmania en compañía de su amigo persa y de dos cristianos chinos. No existe explicación lógica a este fenómeno de expansión misionera, único en los anales de la Iglesias orientales. Los relatos de Marco Polo, confirman las sólidas posiciones ocupadas por los cristianos nestorianos en la corte de los mongoles.
Sureste asiático
Además de las Iglesias y monasterios que fueron establecidos, se produjo literatura cristiana, y en medio del favor del emperador el movimiento llegó inclusive hasta la frontera de Corea. La iglesia tuvo éxito en la difusión de su ciencia y su fe a China a mediados del siglo VII, seis siglos después de que el budismo había penetrado allí desde allí desde la India. Todos los monasterios irradiaban su propia actividad misionera, y ello sería la causa principal de la subsiguiente persecución del 845 d.C por el emperador Wuzong (840 a 846d.C) quien buscaba suprimir las "religiones foráneas" como el budismo y el cristianismo.
6 Por inculturación se designa el proceso activo a partir del interior mismo de la cultura que recibe la revelación a través de la evangelización y que la comprende y traduce según su propio modo de ser, de actuar y de comunicarse. Con el proceso de evangelización inculturada se echa la semilla evangélica en el suelo de la cultura.
Aunque en China la mayoría de las religiones extranjeras estuvieron prohibidas en la última época Tang, la fe nestoriana y sus sacerdotes se mantuvieron, en particular en la periferia del imperio, como en Kashgar. Este movimiento llegaría a su fin en el siglo X luego de que en el año 845 d.C fuera decretado un edicto imperial que resultaría en la persecución de los nestorianos. No obstante, en el norte de China fue alcanzada una tribu notable conocida como los Uigures, cuya lengua fue reducida a la escritura en el siglo VIII. De aquí el aquí el cristianismo pasó a los mongoles y ya para el siglo X los Keraitas fueron considerados cristianos. Con los hital y los kin ingresaron grupos, que en los siglos XI y XII habían ocupado regiones al norte. De ahí surgiría una dinastía verdaderamente cristiana dentro de la misma administración civil china, que no ha de confundirse con la mongol… Más aún, parece que había entrado el cristianismo en la misma familia de Gengis Khan, por medio de diversos matrimonios de algunos de sus miembros. (Hernández, 2007) En 1254, había nestorianos en 15 ciudades chinas, incluso antes de que fuera ocupado el territorio por los mongoles. Marco Polo, durante su estancia en China desde 1275 a 1292, encontró diversas comunidades nestorianas dispersas por Mongolia, Kansu, Shansi, Yunnán, Hubej, Fukien, Chekiang, Kansu, Henan y Chenkiang. Estos nestorianos eran prevalentemente extranjeros. En todo caso, el nestorianismo de estos tiempos gozaba del favor real e incluso para esta época había ya un metropolita nestoriano en Khambaliq. De acuerdo al historiador P.Y. Saeki, los nestorianos tuvieron mucho que ver con la creación de la época dorada de China, y a través de China esta influencia “occidental” pasó a Japón y posiblemente a Corea, entre el siglo X y XI . Fueran heterodoxos o ortodoxos, lo cierto es que su teología, ética y práctica, sumado a sus grandes conocimientos médicos fueron verdaderas fuentes de crecimiento de China. Saeki afirma que los japoneses los japoneses consciente o inconscientemente fueron influenciados por los nestorianos durante el período de la Dinastía Tang. England sugiere que el cristianismo vino a Japón al final del siglo VI o a inicios del siglo VII. Existe suficiente evidencia arqueológica para afirmar esto. No sería hasta la invasión de Kublai Khan (AD 1268‐ 1268‐1281) que los japoneses comenzarían a afirmar su independencia espiritual y material. (Philips, 1998, pág. 7) En el Tíbet está bien probada la temprana presencia de los cristianos. Hacia finales del siglo VIII el patriarca nestoriano Mar Timoteo I (779‐ (779‐823 d.C) en su carta a los monjes de Mar Marón escribió, "Y también en los países de Babilonia, Persia y Asiría, y en todos los países de el sol naciente, es decir, ‐ entre los indios, los chinos, los tibetanos, los turcos, y en todas las
provincias bajo la jurisdicción la jurisdicción de esta sede patriarcal, no hay ninguna adición de “Crucifixus es Pronobis"(Crucificado por nosotros). En otra de sus cartas, Timoteo mencionó que estaba a punto de consagrar un ciudadano para el Tíbet. (Lawrence Brown, óp... p.95. citado por (Philips, 1998) Según Aziz, S. Atiya, una reliquia de nestorianismo en el Tíbet es la supervivencia de su ritual en una forma degradada en el budismo tibetano (lamaísmo). Las semejanzas sorprendentes con el monasticismo lamaísta, el uso de agua bendita, el incienso y las vestiduras de un carácter similar a la práctica nestoriana, se remonta a los días de la misión nestoriana en la alta Edad Media. Habría un resurgimiento entre los siglos XI y el XIII, en los cuales comerciantes de Persia, China y la India fueron muy activos en el sudeste de Asia donde no se puede descartar la posibilidad de que hubiera algunos cristianos entre ellos. “Moffett pregunta: ¿Había cristianos en Sumatra o Java antes de la llegada de los exploradores occidentales? "Eso es aún más dudoso, pero no imposible” (Philips, 1998, pág. 5). Luego de ese siglo el movimiento desaparecería otra vez. El movimiento desapareció cuando la dinastía Tang cayó en el siglo X, y en el siglo XIV fueron cruelmente perseguidos bajo la dinastía mongol. El terrible Tamerlane (1360‐ (1360‐1405) fue una plaga destructora de Asia, hacia el final del siglo XIV llegando casi a exterminar a los nestorianos. Para ese entonces la extensión había alcanzado hasta el sur de Corea, desde donde se realizaría la influencia cristiana a varios islas del sureste asiático. Cosmas contó como en la Isla de Ceilán, hoy Sri Lanka, encontró una Iglesia de cristianos persas, con templos, un presbítero que había sido nombrado desde Persia, un diácono y un ritual eclesiástico completo. Sin embargo señala que los indígenas y los reyes eran paganos. Esa isla, por su posición central era muy frecuentada por los buques provenientes de la India, de Persia y de Etiopía, y asimismo enviaba nativos a esos países. Lo cual denota que estuvo expuesta al intercambio cultural y religioso que esas naciones. En el caso de la isla de Java, hoy parte de Indonesia, hay evidencia de varios marineros que dan testimonio de que había presencia cristiana antes del siglo XIII los cuales habían llegado con mercaderes persas e indios. Pudo ser gracias a las buenas relaciones entre la dinastía Sailendra en Indonesia con los gobernantes de la dinastía Chola del sur de India que los cristianos pudieron arribar con facilidad a éstas islas del suroeste asiático. Al respecto el reverendo England comenta: Fuentes disponibles hasta ahora sugieren que las iglesias de Sumatra y de Java, como las de Sri Lanka, Birmania, Siam y la Península
de Malacia en ese tiempo crecieron por la labor y el testimonio de los comerciantes residentes extranjeros ‐ persas, árabes, indios – a veces asistidos por misioneros visitantes, pero a menudo teniendo su propio clero. Estaban a menudo estrechamente relacionados, y siempre dependientes del favor de los gobernantes de cada territorio, sin embargo, mantuvieron al menos de vez en cuando correspondencia con el Patriarca en Seleucia‐ Seleucia‐Ctesifonte. (Philips, 1998, pág. 6) Sin embargo ya se venían dando las primeras misiones católicas en China las cuales se llevaron a cabo por los monjes franciscanos. El primero de ellos, Juan de Montecorvino llegó a Khambaliq en 1293, y su primer ministerio se dirigió a los nestorianos. Para ese entonces los nestorianos estaban bien posicionados como señala un importante documento Siriaco que menciona que los Cathólicos de la iglesia de Siria del este, por pedido de una delegación de la iglesia de India, ordenaron en el año 1503, tres monjes del Monasterio de San Eugenio para asignarlos como obispos en la India, Java y la China. Para algunos historiadores la fuerte presencia nestoriana en la zona fue uno de los factores que facilitaron la penetración de la iglesia católica en la zona y su subsecuente aceptación. Finalmente una porción de los nestorianos, especialmente los de las ciudades, terminaron uniéndose bajo el nombre de Caldeos, y aceptando a la iglesia católica, aunque hasta el día de hoy todavía mantienen su propio patriarca en Bagdad. 7 A pesar de las persecuciones se han mantenido hasta la fecha en las agrestes montañas y los valles del Kurdistán y en Armenia bajo el dominio turco, con un patriarca por separado, que desde 1559 y hasta el siglo XVII residía en Mosul, pero que desde entonces vive en un valle casi inaccesible de las fronteras de Turquía y Persia. Lamentablemente en su mayoría son muy ignorantes y pobres, y se han visto reducidos por la guerra, la peste y el cólera.
Conclusiones Aunque las pruebas para el sudeste y este de Asia son muy escasas, fragmentarias y hasta cuestionables, se puede trazar en cierta medida el proceso de extensión misionera de los
7 Los cristianos de Santo Tomás en el este de la India son una rama de los nestorianos, nombre del apóstol Tomás, que se supone que había predicado el evangelio en la costa de Malabar. Honran la memoria de Teodoro y Nestorio en su liturgia siriaca. En el siglo XVI estaban, conectados con la iglesia romana a través de los misioneros jesuitas. Desde la expulsión de los portugueses han disfrutado del libre ejercicio de su religión en la costa de Malabar. El número de los cristianos de Santo Tomás se dice es setenta mil almas, que forman una provincia por sí mismos en la zona del antiguo imperio británico, gobernados por los sacerdotes y los ancianos.
nestorianos y señalar algunas características que explican el porqué de su éxito en estos territorios. Es claro que a través de la ruta de la seda los nestorianos lograron incursionar en los territorios del sureste asiático, desde Persia, pasando por las extensas India y China, entre otros pueblos, hasta llegar a islas como Japón, Malasia e Indonesia. Para lograr esta expansión ellos se sirvieron de diversos elementos a su favor para llevar esta labor. Aprovechamiento de la infraestructura. La coincidencia de la apertura de rutas
comerciales en Asia, el uso de animales como el camello y el elefante y el ascenso de la iglesia nestoriana ofreció una excelente oportunidad para el esfuerzo misionero, lo cual no fue desaprovechado por los difisitas, que estaban fuertemente influidos por la motivación misionera. Además hay evidencias de una ruta marina existente antes de la ruta de la seda que comunicaba al sudeste asiático con medio oriente. Subordinación. Otro factor sobresaliente es que la iglesia nestoriana logró prosperar al
acatar ciertas reglamentaciones de los monarcas, como sucedió con los persas (sahs). Entre esas disposiciones estaba la posibilidad de contraer matrimonio para sus sacerdotes. En ese período prosperó la escuela teológica de Edesa (hoy Urfa) donde se destaca la figura del patriarca Bar Saumas quien tenía su sede en Ctesifonte y Nisibis. La capacidad intelectual capacidad intelectual y y de de adaptación. Esta fue una de las virtudes más notables para
que el trabajo misionero de los nestorianos fueron exitoso. Ellos lograron compenetrarse con las culturas a las que se vieron expuestos y aunque no cabe duda que en algunos casos se cayera en una conciliación peligrosa, el impacto en esos pueblos es reconocido en la historia. Sin embargo el sincretismo sería una de las causas de su eventual desaparición de China. Las razones de su dispersión en China parecen ser: (Moreau, 2000, pág. 675). a. La excesiva contextualización hasta llegar al sincretismo, donde había un inadecuado enfoque en la cruz y la resurrección b. Una iglesia con liderazgo extranjero y no autóctono. c. Fuerte dependencia de la casa imperial Concordancias culturales. Otro aspecto fue que los patriarcas nestorianos (Catholicós)
constituían una mejor y más cercana respuesta a las inquietudes orientales pues ellos comprendían la forma de vernácula de pensamiento. Esta situación por supuesto les abriría muchas puertas y les haría ganar la confianza de líderes y pobladores y del este. Desarrollo de instituciones académicas . La escuela persa cristiana, que tuvo sus orígenes
en Edesa en el siglo IV, fue una creación original que reunía los caracteres de un seminario eclesiástico y de una universidad cristiana. Con ella la zona de Mesopotamia vería aparecer por primera vez un tipo de enseñanza superior organizada en función de las necesidades de la vida de la Iglesia y que facilitada, en la lengua del país, viene a favorecer el desarrollo de una cultura
nacional. Esto nos plantea como un sistema de capacitación actualizada, contextualidad pero a la vez versátil puede favorecer la adaptación a los cambios culturales, no solo para prevalecer a pesar de las presiones, sino para extender adecuadamente el mensaje del evangelio de Jesucristo. Este es un modelo útil para el establecimiento de instituciones de la enseñanza teológica y misionológica. Variedad de modelos . En la iglesia nestoriana se pueden encontrar importante modelos
de misión, siendo de alguna manera paradigma para la iglesia actual. Al estudiar su historia sale a la luz modelos de cooperación, la utilización de los negocios, y los conocimientos para penetrar en culturas que pueden considerarse cerradas. Aprovechándose de algunas similitudes culturales y de los modelos nombrados lograron con gran celo misionero superar las dificultades y prevalecer a través de las persecuciones en medio de gran inestabilidad política. Es destacable que ellos migraron de su zona de origen y en medio de ese proceso lograron contextualizarse en diversos contextos. Fueron sensibles a las necesidades socio‐ socio‐ políticas de los pueblos que les recibieron y aportaron lo que tenían para el desarrollo de su entorno, con espíritu de servicio, lo que podríamos determinar como una misión integral. Los nestorianos supieron respetar las culturas y adaptarse aún en ambientes hostiles, logrando ganarse la confianza y la admiración de líderes y del pueblo en general. Se aprovecharon conscientes o inconscientemente de los puntos comunes que tenían con algunos pueblos, como ocurrió con los árabes antes de Mahoma. Esto les abriría las puertas para influenciar las formas de pensar de sociedades con las que entraban en contacto. Aunque queda en duda que tan profunda pudo ser esta influencia. Responsabilidad Social. En muchas ocasiones la presencia cristiana fue una respuesta a
las necesidades de poblaciones que se encontraban en medio de conflictos sociales. Así ocurrió Así ocurrió cuando penetraron en el imperio sasánida mientras estaba el conflicto con los romanos. El mensaje cristiano trajo un halo de esperanza a un pueblo abatido por la inestabilidad política y social. Dentro de los aspectos negativos resaltan su aislamiento generalizado a través del tiempo, que evitó seguir su proceso de desarrollo y de adaptación a los cambios de las sociedades. A medida que pasa el tiempo la iglesia nestoriana se aísla cada vez más del resto de la cristiandad, lo que provoca que su evolución sea a su propio ritmo, estableciendo y manteniendo sus propios ritos, doctrinas y otras prácticas religiosas. Aunque no es abundante la información sobre la labor nestoriana queda en evidencia que ellos no eran contraculturales. Su historia muestra que la proclamación del evangelio debe tomar en cuenta la diversificada realidad socio‐ socio‐cultural y política de los destinatarios, lo cual hicieron efectivamente los nestorianos.
De no haber sido por el aislamiento de las iglesias de oriente, y por la persecución y consecuente amenaza de exterminio su influencia posiblemente hubiera continuado como la había hecho hasta entonces. Queda para el siglo XXI considerar el esforzado trabajo, la sabiduría pragmática, la pasión incansable y la perseverancia de movimientos cristianos como el de los nestorianos como modelo para enfrentar el desafío al que hemos ingresado, en medios de una era globalizada, pluralista, postmoderna y por lo tanto impredecible.
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