2014 Ética profesional
Universidad Abierta para Adultos Marlenys Cruz C.
N o m b r e c o m p l e to : Marlenys Cr uz C.
Matricula: 13-0967
Asignatura: Étic a pro fesio nal
Facilitador: Jenny Mago
Tema correspo ndiente:
La sociedad del consumo VII
L a s o c i e d ad d e l c o n s u m o VII
1). Redacción de un ensayo acerca de “la sociedad del consumo” de no más de 3 páginas. 2). Elaboración de resumen acerca de la vida moral resaltando las actitudes que la caracterizan, a partir de la unidad 10 del Manual de Ética Profesional de la autoría de Juan Feliz Alcántara.
1). Redacción de un ensayo acerca de “la sociedad del consumo” de no más de 3 páginas: Actualmente, la sociedad se ha trasformado en una realidad ambigua, difícil de comprender, lo que a su vez hace difícil el vivir cotidiano de hoy. El desenvolverse ante acontecimientos y procesos que cambian minuto a minuto, y que además debemos adaptarnos rápidamente a ese ritmo que muchas veces se vuelve desenfrenadamente desesperado y estresante, no es fácil. Quizás sea por el hecho de que aún no nos hemos acostumbrado a esa manera de vivir tan “explosiva”, donde las d emandas son muchas, el estrés es notorio, la presión es constante y el tiempo es escaso. En un proceso globalizado, donde aparecen nuevas visiones de cómo vivir, de qué consumir, de esas nuevas expectativas de vida, de esas nuevas competencias laborales, y muchas cosas más que de la mano de los grandes avances tecnológicos, han condicionado el actuar de una persona, haciendo caso omiso a su propia personalidad cultivada, su verdadera esencia. Pero ¿quién podría contenerse frente a diversas “tentaciones” existentes? Los medios de comunicación actuales nutren el cerebro de cada persona logrando su objetivo, modifican su actuar, informan y muestran lo que quieren, publican y venden por ganancias, se han sumergido en tales competencias donde el dinero es el estímulo, es el combustible para seguir en esta ceguera comunicacional de masas. El término consumo, ha sido un concepto utilizado desde la sociedad industrial hasta la actualidad, utilizando la publicidad de diversos artículos c omerciales, con un estereotipo marcado de atractivo para la persona, los cuales se presentan para lograr lo que quieren, el consumir. En definiciones simples, la palabra consumo significa gastar o destruir. Hoy en día esta definición no deja de ser cierta, ya que si la analizamos críticamente, el consumir va involucrando directamente a la persona, para ser cada día más impulsiva, captando su atención en tener algo que nunca pudo tener, ya sea por las ganancias que tenga laboralmente o por las facilidades que da cualquier casa comercial para lograr obtener ese deseo, que no es necesidad, destruyendo poco a poco nuestra capacidad de contenernos y de determinar qué es realmente neces ario adquirir. Ante esto, se cita la frase “las necesidades no producen el consumo, el consumo es el que produce la necesidad” (Baudrillard, La sociedad del consumo). En cuentas finales, el consumo actual genera en l as personas una especie de burbuja, la cual se va sumergiendo hasta niveles inimaginables en el “océano” de deudas que fácilmente da entrada a un río de destrucción. Antiguamente, la familia tradicional actuaba como una unidad productiva, que sólo se empleaba en el trabajo para el bien común de los que los rodeaban, cubriendo toda necesidad. Hoy, si comparamos, encontramos en primer lugar una sociedad donde se encuentra una familia con muchas aristas, desplazando su antigua definición, apartando el sentido de conjunto de personas en un contexto familiar y dándole mayor cabida al individualismo.
En un segundo punto encontramos no sólo el impulso de consumir para suplir las necesidades, sino que además encontramos el incremento del deseo de satisfacción de compra, de gasto, de consumo, un deseo que experimenta cada individuo de forma particular, lo que nos aleja de la búsqueda del bienestar común. El libro del sociólogo chileno Tomás Moulián “El consumo me consume” (1999) evidencia el consumismo indiscriminado en nuestra sociedad, consecuencia de un sistema capitalista que esclaviza a las personas por medio de la ansiedad de superioridad relacionado con el nivel de poder adquisitivo que se logre alcanz ar. Moulián, hace referencia a un espacio que conforta a la familia, el Mall, ya que en el existen ambientes cómodos como juegos para los niños, internet, comida, y además se genera la sociabilización. Es un lugar de encuentro, donde se abre paradójicamente el paso al consumismo, ya que nada es gratis. De hecho, no es una casualidad que en cada entrada haya un cajero automático, todo para que compre, gaste su dinero, dinero que quizás no esté a su alcance, pero nada que no pueda arreglar un préstamo, lo que es tan común hoy en día. Las personas, en este contexto, se ambientan tanto, que hasta la temperatura es agradable, junto con la música, la limpieza de sus pasillos y tentadoras ofertas “vitriniales”, todo esto es para que el consumidor se sienta a gusto y genere la necesidad de volver, y seguir el círculo vicioso.
Uno de los primeros y gran exponente de la materia es el sociólogo Jean Baudrillard, que en su libro La sociedad del consumo (1970), bajo la dimensión económica del consumo, menciona que subyacen factores intrínsecos del individuo. El académico francés plantea lo siguiente: “es un fenómeno que depende cada vez más del deseo que de la necesidad”. Esto último es en lo que ha caído la sociedad, en el deseo de las compras, el gasto, el trabajar para tener, el valorar lo material, y dejando de lado temas tan importantes como lo es la familia, o mejor aún su propia vida. En este mundo de consumismo, donde el antro del capitalismo está expresado con gran esplendor en cada parpadeo que efectuemos, desde las cast as más vulnerables hasta su extremo polar, encontramos que estamos bajo la hipnosis de consumir deliberadamente. Muchos prefieren ante todo lo material, tener un televisor, mantener un auto, conseguir el último modelo de computador, etc. Es monstruosamente evidente el sustento que hacen los medios ante tan aberrante realidad. Francamente, creo que no hay mayor problema en el consumo, pero si en su excesiva difusión y validación como un medio para alcanzar la última etapa de desarrollo de una persona, que según Maslow, es la autorrealización. ¿Cuál es la salida entonces? Ninguna para Baudrillard, estamos frente a un paradigma del pensamiento nihilista postmoderno. Menciona que todo lo que podemos hacer es "vivir el consumo como una especie de seductora enfermedad terminal", pero ¿será realmente así?...quizás debamos integrar varios as pectos que hacen fuerte al consumo dentro del capitalismo.
2). Elaboración de resumen acerca de la vida moral resaltando las actitudes que la caracterizan, a partir de la unidad 10 del Manual de Ética Profesional de la autoría de Juan Feliz Alcántara: