San Buenaventura 1
Filosofía Teología
Se inspira más en San Agustín que en Aristóteles. Veía a Aristóteles como “ maestro de la ciencia ”. Pero Platón, rayaba aun más alta estimación como “maestro de la sabiduría ”, ya que había mirado hacia las cosas celestiales. Sobre stos dos se encuentra San Agustín, quien, por la gracia del !spíritu Santo, "ue a la #e$ “maestro de la ciencia y de la sabiduría ”. !l autntico autntico propósito propósito de la "iloso"ía "iloso"ía es alimentar la devoción y ayudarnos a alcanzar la unión mística con Dios . !sto no implica con"undir teología con "iloso"ía, pues sta es el conoc conocim imie ient ntoo de las las cosa cosass de la %atu %atura rale le$a $a y del del alma alma naturalmente innatas en el hombre o adquiridas por su propio es"uer$o& la teología, es el conoc. de las cosas celestiales y se basa en la "e y la re#elación del !spíritu Santo. Se opone a toda separación práctica de tgía. y ""ía., pues cree que nuestra ra$ón está nublada por el pecado original, que sin la lu$ de la "e tiene que caer en el error. !ste "ue el de"ecto de los "ilóso"os ' Aristóteles, Platón, Plotino( ignoraban su pecado original y como no sabía su en"ermedad, no podían aplicarle el remedio. )nicamente la "e preser#a al hombre del error y le da la "acultad de ele#arse hacia *ios. +uando la "iloso"ía renuncia a su autosu"iciencia y acepta ser guiada por la "e, es cuando entra en la síntesis de la Sabiduría +ristiana, que todo lo abarca. !l orden correcto eige que la "e #aya delante delante de la "iloso"ía& "iloso"ía& a continuación de sta la teología& despus, los dones del !spíritu Santo, denominados “conocimiento ”, y "inalmente, la lu$ de la gloria.
Santo Tomás Tomás
-esulta ser el gran deudor del aristotelismo y de los "ilóso"os árabes.
◦
Todo saber, saber, filosófi filosófico co o teológi teológico, co, es un mero paso hacia adelante en el camino de la mente hacia Dios.
!n ambos son muy di"erentes los en"oques de los problemas problemas teológicos y "ilosó"icos. Ambos eran teólogos que culti#aban y empleaban sus ideas "ilosó"icas para ampliar su traba/o teológico& de aquí que sus ideas "ilosó"icas hay que hallarlas dentro de sus respecti#as teologías, que nunca separaban su "iloso"ía de su teología y su "e.
San Buenaventura Algunos aspectos a destacar
Santo Tomás
0a de#oción y el amor "ueron siempre sus temas "undamentales, a los que seguían el conocimiento y la ciencia. Su lealtad a San Agustín se e#idencia en poner todo saber al ser#icio del amor. !ste n"asis en el amor es lo que di"erencia a los "ranciscanos. %unca consideró S an 1uena#entura a la ccia. ni al conocimiento como "ines en sí, sino como medios para "ormar le carácter y para conseguir el conocimiento eperimental de *ios mediante el amor, el que se ha de consumar en la Visión 1eatí"ica. !l #erdadero meta"ísico debe tener siempre presente que, por la +reación, procede de *ios, y que gracias a la ayuda de *ios está #ol#iendo de nue#o hacia 2l. 3res temas principales en la meta"ísica de San 1uena#entura( 4 la creación, o proceso de las criaturas a partir de *ios& 54 el ejemplarismo, #er a *ios siempre como e/emplo de su +reación& 64 la consumación , o #ia/e de hombre hacia *ios mediante la iluminación di#ina. ◦
Creación
Si el mundo ha sido creado de la nada, ha recibido su eistencia despus de no eistir& por tanto, no puede haber eistido siempre. %78!3!-%9*A* del mundo. (Ver razones) San 1uena#entura concuerda per"ectamente con la ra$ón humana la doctrina re#elada del comien$o temporal del mundo. Puesto que el mundo es la creación de *ios, atribuye a *ios el ser total del mundo, que no eiste por sí, sino por *ios, que le ha dado eistencia. A las cosas de este mundo *ios tiene que ayudarlas constantemente a eistir, pues sino las criaturas #ol#erían a caer en la nada, de donde "ueron creadas. !l mundo es radicalmente contingente respecto de la #oluntad de *ios, y tampoco tiene estabilidad natural, pues no hay nada en su naturale$a que haga necesaria su eistencia& a esta tendencia de las criaturas a caer de #uelta en la nada, la llama “vertibilidad ” 8con esto “ealta” el poder de *ios8, y sólo se sal#an de eso por la gracia de *ios.
◦
Estructura última de la realidad
;eta"ísica de la luz . 3odos los cuerpos están compuestos de materia y de básica forma de luz
◦
*i"iere con San 1uena#entura en concordar con la doctrina humana, ya que cree que la ra$ón sola no puede plantear tal cuestión, pues la re#elación nos asegura que el mundo comen$ó en el tiempo. 3al noción de “vertibilidad” natural no lo compartía con San 1uena#entura ya que, si bien a"irmaba que *ios tiene el poder de anular a sus criaturas, predicaba la natural indestructibilidad de las almas humanas, los ángeles, los cuerpos celestes y el :ni#erso material como un todo. 0a causa secundaria en su e"ecto puede producir una "orma similar a sí mismo.“Todo ser produce a un ser semejante a sí mismo”
5
◦ ◦
◦ ◦ ◦
◦
"ormas corporales sustanciales. !s el ppio. uni#ersal acti#o en los cuerpos, a los que da su energía y acti#idad básicas. 0a "orma de la lu$ es imperceptible en sí misma, pues lo que #emos meramente es una #í#ida mani"estación de ella. *ios es pura luz que mora en la lu$ inaccesible <3im. =, =4. 0a lu$ del :ni#erso creado es una participación de la lu$ de *ios. 3odas las acti#idades de los cuerpos, de las plantas, de los animales y hombres brotan de la energía básica de la lu$. Aun el conocimiento, tanto el sensible como el intelectual, se reali$a a tra#s de la lu$ o iluminación. !sta doctrina le permite establecer la analogía entre el :ni#erso y *ios, pues cree que la belleza de las criaturas es un espejo de la belleza divina.
Adopta San 1uena#entura la doctrina de San Agustín de los principios seminales para eplicar el origen del :ni#erso. !l :ni#erso "ue por *ios desde el ppio, llenándolo con las “semillas” de todas las cosas que despus se desarrollarían& todas sus "ormas 8ecepto el alma humana, que "ue creada de la nada. !istían en la materia en estado embriónico o #irtual, en espera de las circunstancias apropiadas para con#ertirse en su ser per"ecto. %ing>n agente creado puede impartir "orma a la materia, y sólo *ios puede hacerlo, mediante la creación. 3odo lo que las criaturas pueden hacer como causas secundarias es poner en estado per"ecto "ormas que eistían en la materia en estado imper"ecto. %inguna causa secundaria produce en su e"ecto una "orma similar a sí misma, sino que sólo da una nue#a disposición o modo de ser a las "ormas ya creadas en la materia. ing!n agente creado produce en absoluto "uididad 8esencia8 alguna, ni sustancial ni ◦
◦
◦
accidental, sino "ue da al ser una nueva disposición. ▪
Hombre
0imita estrictamente la e"icacia de las causa secundarias, siguiendo su principio de que es me/or real$ar el poder y la gloria de *ios que arriesgarse a atribuir demasiado a las criaturas.
Alma humana: ◦
◦
%o debe ser con"undida con *ios ni con el cuerpo al que está unida ?a sido creada de la nada como un compuesto de materia forma 3al composición es el resultado necesario del hecho de que ha sido creada por *ios y ha recibido su #ida de 2l, participando así de la #ida de *ios. *ebe haber algo en el alma que le d #ida
◦
▪
!n cuanto a la inmortalidad , hay dos di"erencias respecto a San 1uena#entura( la inmortalidad del alma es la de una sustancia simple que no puede di#idirse en partes& y tiene la natural necesidad de continuar eistiendo para siempre. ◦
◦
6
recepti#a, sin ser totalmente acti#a. 3iene materia en su modo de ser& pero tal materia es espiritual, similar a la de los ángeles. !l alma está hecha a imagen *ios, y lle#a en sí la imagen de la 3rinidad, y posee tres "acultades consustanciales con ella( comprensión, voluntad # memoria . +ompuesto de "orma y materia, el alma humana es una sustancia completa, capa$ de subsistir aparte del cuerpo. Por eso es inmortal . !sta se basa en la dignidad que tiene como imagen de *ios. ;oti#os de la inmortalidad ( Si el alma se parece a *ios que es incorruptible, ella debe ser, seguramente, incorruptible& pues *ios no condenaría a la nada a un alma hecha a su seme/an$a. !l hombre desea ser "eli$, y la #erdadera "elicidad requiere poseer un bien per"ecto y sin miedo de perderlo, lo cual sería imposible si el alma humana no "uera inmortal. ▪
◦
◦
▪ ▪
◦
!l alma tiene el deseo natural de estar unido al cuerpo, a pesar de ser superior a l. +omo *ios da #ida al alma, así sta da #ida y per"ecciona al cuerpo. 0a unión del alma y cuerpo no es accidental, sino que se unen sustancialmente para "ormar esa sustancia compuesta que es el hombre. !l alma huma es la "orma sustancial del cuerpo, pero no su >nica. !l alma humana agrega una per"ección sustancial adicional para hacer al hombre completo y per"ecto. !l cuerpo recibe al alma como la primera de las "ormas sustanciales. A di"erencia de Sto. 3omás, San 1uena#entura mantiene una pluralidad de formas sustanciales en el hombre, porque ninguna "orma sustancial da por sí sola al hombre su total ser sustancial, sino que cada una sólo le da una parte de su per"ección sustancial. ▪ ▪
◦
◦
Para Sto. 3omás, hablar de pluralidad de formas, es hablar de pluralidad de seres. 0o que eisten son distintas "unciones.
▪
!etafísica
!l segundo tema de su meta"ísica es Dios en su carácter de e/emplar o modelo de las criaturas. Sólo el meta"ísico considera a Dios como el e/emplar de todas las cosas. +onsidera el origen de las cosas y se ele#a desde las criaturas hacia *ios, su causa increada.
@
San Buenaventura "oción de #ios $ E%istencia de #ios
Santo Tomás
Dios es causa increada de todo lo creado.
*ios a creado todas las cosas inteligentemente 8es decir( a tra#s de las 9deas *i#inas8, por lo que todas ellas representan a *ios en mayor o menor grado. Sin reconocer el ejemplarismo, es imposible penetrar pro"undamente en el mundo creado. 0as ideas mediante las cuales *ios "ormó a sus criaturas no son realmente distintas de Sí mismo. 0as ideas di#inas son simplemente los in"initos modos posibles por los que la per"ección de *ios puede ser imitada por las criaturas. 3odas las criaturas proceden de *ios compartiendo en alg>n grado Su seme/an$a& algunas son meras sombras de 2l, otras son #estigios y o tras son imágenes. Para las mentes puri"icadas el :ni#erso re#ela tan claramente a *ios, que apenas se necesita "ormular pruebas elaboradas acerca de Su eistencia. San 1uena#entura tiene el típico sentimiento "ranciscano de la presencia de *ios en la %aturale$a. Aun antes de que comencemos a idear pruebas de la eistencia de *ios, basadas en el mundo sensible, ya nuestra mente posee nociones re#eladoras de lo que estamos intentando probar. Supongamos que comen$amos con el hecho de que las cosas sensibles son contingentes, y ra$onamos que *ios tiene que eistir como el Ser necesario que causa este mundo contingente& resulta así que de nuestro conocimiento de lo contingente implica el conocimiento de lo necesario, que es *ios. 3odos los hombres poseen la idea innata de *ios como Ser que es inmutable y necesario& tal noción implica ya su eistencia. !n una simpli"icación del argumento ontológico( “Si Dios es Dios, Dios eiste”. %uestra idea innata de *ios es su modo de estar presente en nuestra mente. ◦
▪
◦
◦
◦
▪
◦
3al conocimiento de la eistencia de *ios no se etiende hasta la comprensión de Su esencia. %unca podremos comprender totalmente !u" es ni tampoco ignorar del todo lo !ue es. Se habla de conocimiento y #isión de *ios& ya que comprender algo es aprehender tanto cuanto algo tiene en realidad. Solo *ios se comprende a sí mismo. ◦ ◦
El camino de &uelta hacia #ios
Sólo la "e y la gracia pueden proporcionar el pleno retorno del hombre a *ios. 3ambin la "iloso"ía es una de la luces que indican al hombre cómo #ol#er a *ios. Ver pág. @8@B C $tinerario de la mente hacia Dios.
D
San Buenaventura Conocimiento
Santo Tomás
*escribe dos modos por los que el alma puede adquirir conocimiento( con su “cara in"erior” puede #ol#erse hacia el mundo sensible y adquirir conocimientos mediante la percepción sensorial& con su “cara superior” puede mirar dentro de sí misma y descubrir ahí un mundo espiritual e inteligible, que es independiente del conocimiento sensorial. ◦
◦
!n el conocimiento proporcionado por los sentidos todo ob/eto material act>a sobre un órgano sensorial y produce dentro de l se seme/an$a sensible. ;ediante tal seme/an$a el ob/eto material act>a sobre el alma, causando la sensación. ;ás eactamente act>a sobre el hombre que es un compuesto sustancial de alma y cuerpo. !l alma no "orma el contenido de la sensación sacándolo de su propia sustancia, sino que lo recibe del mundo eterior. 0a percepción sensorial es el acto por el cual el alma /u$ga al ob/eto sensorial que la estimula. !n el simple acto de la percepción sensorial ha brillado siempre la lu$ d e la belle$a di#ina. !/ercitando dicho conocimiento sensorial, nuestro intelecto conoce la naturale$a de las cosas materiales, y tal conocimiento se da por abstracción. +oincide con Aristóteles en que tenemos a la par un intelecto agente y posible, pero, seg>n l, ambos son simplemente di"erentes "unciones de uno y el mismo intelecto, y no "acultades separadas del alma. +uando "unciona como intelecto posible, etrae el contenido inteligible de los datos proporcionados por los sentidos y "orma conceptos uni#ersales. +uando "unciona como intelecto agente ilumina al intelecto posible, capacitándolo para así cumplir con sus tareas. ◦
◦
◦
◦
◦
▪
▪
Conocimiento
0as dos "unciones de los intelectos son mutuamente dependientes( el agente posibilita la abstracción mediante su acti#idad iluminadora, y el posible completa las operaciones de abstracción y /uicio gracias a la acti#idad #igori$ante del agente. %o todo conocimiento se adquiere abstrayndolo de los ob/etos sensibles, pues nuestra alma conoce a sí misma y a *ios sin ayuda de los sentidos. !s que en el alma, mediante su "acultad superior de razonar, puede eaminarse directamente, escudriEar sus per"ecciones espirituales y dirigirse a *ios, seg>n cuya imagen
◦
=
ha sido "ormada. Siempre hay una cualidad de la que el hombre no puede responder( la certidumbre, pues para asegurársela se requieren dos "actores que sólo en *ios por naturale$a se encuentran( la inmutabilidad e in"alibilidad. Siempre que conocemos la #erdad nuestra mente está en contacto con *ios, quien cubre las de"iciencias de nuestra naturale$a. 2l ilumina nuestra mente, acti#ándola y regulándola mediante las 9deas di#inas, para que así pueda conocer con certe$a. *icha lu$ di#ina no es la causa >nica o total de nuestro conocimiento, y con ella deben cooperar nuestra propias "acultades sensoriales, que resultan sí causas parciales del conocimiento, aunque insu"icientes por sí solas. 0a iluminación divina que está entre la general y la especial. 0a certidumbre y la "undamentación ob/eti#a de nuestro conocimiento no resultan aseguradas ni por nuestras "acultades naturales de conocer ni por la estabilidad del mundo sensible, sino >nicamente por la iluminación con que nos ayuda *ios y por el contacto de nuestra mente con las 9deas di#inas. ◦
◦
San Buenaventura !oral
Santo Tomás
FPuede el ho. hacer el bien sin la ayuda de *iosG %uestra #oluntad por sí sola es demasiado dbil y "luctuante para adquirir la #irtud, así como el intelecto era incapa$ de /u$gar la #erdad por sí solo. Así como necesitamos de la iluminación di#ina para conocer la #erdad, sí tambin necesitamos de la iluminación moral para reestablecer en nosotros la #irtud. Para obrar moralmente debemos reali$ar /uicios prácticos, guiados por la #irtud de la prudencia, que es la #irtud central de la #ida moral. ?ay cuatro #irtudes cardinales( prudencia, %usticia, fortaleza # templanza. %uestra alma necesita estar iluminada por las #irtudes di#inas, pues ya hemos #isto que nuestro intelecto es inestable, y puede contaminar las conclusiones de nuestro intelecto práctico, mediante le cual reali$amos /uicios morales. *ios posee las cuatro #irtudes cardinales, mediante las que #igori$a a nuestra alma, inculcándole #estigios de ellas. ◦
◦ ◦
◦
H