aun: sabemos que se nos apareció así necesariamente y que no podía ser de otra manera. El sabio no es aquél que, por la decisión voluntaria de reformar de una vez para siempre su entendimiento, eliminó de éste de una vez para siempre todas las ideas falsas que podrían encontrarse en él y suprimió de su propia existencia, de esa manera, todos los efectos del modo de conocimiento imaginario: es el semisabio el que cree haber se liberado de todas sus pasiones, mientras que ellas no le pertenecen verdaderamente y no dependen de él; el hombre libre, por el contrario, sabe contar con ellas, ya que captó adecuadamente de qué manera son necesarias. Verum index sui et falsi: lo verdadero expone lo falso también en su objetividad, hasta ese punto límite en que deja de aparecer como falso para mostrar su propia verdad. ¿Qué es entonces lo que es verdadero en la idea falsa? Retomemos el ejemplo del sol que vemos primero a doscientos pasos. Esta "idea" en Dios es adecuada y verdadera. En nosotros, es una idea mutilada y confusa porque la aprehendemos de una manera incompleta, de una manera tal que se presenta como desligada de su causa. ¿Por qué esa representación imaginaria es sin embargo adecuada? Porque indica ob jetivamente algo comp letament e diferente del ideal al que con espon taneidad la remitimos, el sol: lo que ella expresa de hecho es la dispo sición de nuestro cuerpo, que nos inclina a formarnos una percepción del sol que desvirtúa su realidad. Así, la imagen es falsa en relación con el objeto al que apun ta. Pero eso no significa que es una represent ación puramente ilusoria, una idea sin objeto cuya apariencia pueda disipar se sólo con rechazarla. En efecto, es una idea, un a verdadera idea, si no una idea verdadera; como tal, es adecuada, y corresponde a un objeto que no es aquel que le atribuimos inmediatamente y se encuentra en un lugar diferente de aquél en el que espontáneamente lo ubicamos: no allí donde se encuentra objetivamente el sol real del que tenemos una imagen mutilada y confusa, sino aquí donde estamos, con nuestro cuerpo que nos impide ten er del sol una representa ción exacta. La ima gen falsa del sol es una idea verdadera si la remitimos a nuestra propia existencia corporal. ¿En qué sentido es pu es inadecuada? En la medida
concisión penetrante:"[...] Aunque las opiniones del pueblo sean sanas, no lo son en la cabeza, ya que él piensa que la verdad está donde no está | |" (Pensamientos, Brunschwicg 335). la libertad del sabio no consiste en suprimir las pasiones y los efectos de la servidumbr e, sino en modificar la relación con sus pasiones y con las imágenes q ue las acompa ñan o las suscitan: al reconocer la necesidad que ellas expresan también a su manera, las transforma en pasiones alegres, en imágenes claras, que se explican en la totalidad de su determinación. En eso consiste específicamente la política spinozista, ya que el conocimiento, que depende primero de los modos según los cuales se lo practica, es también cuestión de política. liste desvío, sin duda demasiado corto en relación con la complejidad real de la teoría spinozista de la imaginación, nos permite poner en evidencia el carácter totalm ente original de la concepc ión de la verdad que de ella se deriva. Esa singularidad es manifiesta en dos puntos esenciales: la determinación intrínseca de la verdad a partir de la alegoría de adecuación y la relación inm anen te entre verdad y error que es su consecuencia. Sobre estos dos puntos, parece que Spinoza anticipa" tesis que serán desarrolladas también por Hegel. En efecto, Hegel opone a la concepción dogmática, metafísica, "limitada" de la verdad, una concepción especulativa que constituye primero la verdad por la relación consigo del pensamiento: "Habitualmente, denominamos 'verdad' al acuerdo de un objeto con nuestra representación. En ese caso tenemos como presuposición un obje to al cual la representación que de él tenemos debe ser conforme. En el sentido filosófico, en cambio, verdad significa, si se lo expresa de una manera general abstractamente, acuerdo de un contenido consigo mismo". 43 No hay que entender entonces por verdad, desde un punto de vista