Olga Kharitidi (…)Esta médica psiquiatra rusa ha advertido algo muy importante y es que toda nuestra cultura actual está en un proceso de tremenda transformació n. Y, en ese marco, el antiguo conocimiento esotérico, mantenido vivo a través de las tradiciones de los pueblos más antiguos del mundo, está hoy resurgiendo y ayudando a guiar ese proceso. Las primeras investigaciones de la Dra. Kharitidi han tratado de comprender las estructuras básicas subyacentes y, al mismo tiempo, de encontrar nuevas herramientas psíquicas que ayuden a hacer estas transformaciones más accesibles. La principal dirección de su mensaje sigue la línea de lo que el maestro y místico ruso Gurdjieff denominó "abrir los ojos del corazón". Todas las grandes religiones han hablado o anunciado este tipo de transformació n en el género humano, como el camino hacia un diferente status de existencia, hacia una experiencia distinta de estar en el mundo que permite a la persona sentirse conectada con su esencia más profunda. Muchas tradiciones antiguas y algunas novelas modernas como "La undécima revelación", de James Redfield, se han referido también a la leyenda sobre un lugar similar al que la Dra. Kharitidi K haritidi describe en su primer libro "Entrar en el círculo", con el nombre de Belovodia, también llamado de otras maneras, como Shambala o Hurqualaya. A menudo, ese lugar mágico ha sido descrito al costado de una montaña, o como una ciudad invisible para aquellas personas que aún no han cumplido con el proceso de la transformació n interior hacia una forma de vida más espiritual y, en consecuencia, no han desarrollado ese especial sentido de la percepción desde el e l adentro hacia el afuera. La Dra. Kharitidi, como médica psiquiátrica experimentada en su práctica hospitalaria manicomial, sabe perfectamente bien que cada personalidad individual puede tener muchas fases y que no es fácil integrarlas a todas en lo que sería el objetivo o el propósito final de cada vida. Si uno mira a la Humanidad como un todo, también encontrará diferentes culturas y distintas civilizaciones pero, en el fondo de la cuestión, sólo hay una sola alma o un solo corazón. Es lo que la Dra. Kharitidi llama "El ser ontológico", del cual Belovodia o Shambala serían su imagen más depurada, lo que el conocimiento del corazón o del alma ha preservado. Dice la Dra. Kharitidi: "Yo creo que, cuando uno realiza el proceso de su transformació n personal y llega a descubrir su Yo profundo, su Yo del corazón, inmediatamente entra en contacto con el e l conocimiento total de la humanidad y esa, es la puerta de Belovodia". Su primer libro "Entrar en el círculo", abrió una extensa perspectiva a esas ideas, a través de un relato muy cargado de imágenes, donde se destacan su trabajo como médica psiquiatra en Novosibirsk, sus viajes a través del tiempo en estados alterados de conciencia, los pasos de su propia transformació n personal a partir de experiencias de su adolescencia, la reafirmación de su transformació n personal luego de un viaje a Siberia, en la zona de los montes Altai, su ingreso activo a las prácticas y el conocimiento chamánico bajo la guía de Umai, la aplicación de estos descubrimientos internos en sus pacientes psicóticos y su alucinante experiencia en el laboratorio de física cuántica del Dr. Dmitriev. Y aquí me quiero detener un poco, porque esa escena de la Dra. Kharitidi en el interior de una cápsula con espejos especiales, donde el tiempo y el espacio pierden su
configuración lineal, marca el nacimiento de un particularísimo personaje, encarnado en la propia Olga Kharitidi, a partir de ese instante una rara mezcla de último chamán (Umai) y primer curador cuántico (Dmitriev). En ella se tocan dos extremos o polos, el mágico representado por Umai, la vieja chamana sabia por naturaleza, y el Dr. Dmitriev, un científico de avanzada, experto en física cuántica. "Entrar en el círculo" termina anunciando que su autora, la doctora rusa, ha encontrado un nuevo maestro, al que llama "El maestro de los sueños lúcidos". De esta manera Olga Kharitidi, la psiquiatra, chamana y curadora cuántica le baja la persiana al siglo XX y, desde su nueva residencia desde los Estados Unidos, nos vuelve a impactar, en los albores del siglo XXI, con un nuevo libro de 240 páginas que lleva por título precisamente "El maestro de los sueños lúcidos". Nos dice de él su propia autora: "Es un libro que describe caminos prácticos para incrementar la velocidad del crecimiento hacia la transformació n". Usando nuevos métodos, Olga Kharitidi intenta enseñar el desarrollo del propio poder personal. Esta enseñanza establece un modelo de trabajo individual, que Kharitidi llama "La energía de la atención". En el particular contexto de esta obra, la atención no es una función psicológica en el sentido de la semiología psiquiátrica tradicional, sino un equivalente de energía. Sostiene Kharitidi que cada de uno de nosotros puede aprender cómo administrar la distribución de nuestra atención en cada momento particular de nuestras vidas y en cada particular situación de vida. Los modelos distributivos de nuestra energía de la atención son muy diferentes para cada estado individual de nuestro ser. Y agrega: "Después que nosotros aprendemos a trabajar con nuestra energía individual, podemos comenzar a explorar como la energía que sale de nuestro cuerpo se relaciona con la energía del mundo y como ambas se influencia recíprocamente" . Podemos aprender también a quebrar rígidos modelos de alta consumición de energía, modelos que nosotros mismos hemos hechos rígidos por el estilo en que vivimos, denegándonos a nosotros mismos flexibilidad en nuestras relaciones personales, sin importarnos nuestra interacción con el medio ambiente, a través de nuestra herencia y nuestras historias personales. Rígidos consumos de altas cantidades de energía se manifiestan en resultados muy limitados en nuestras vidas. Cada vez se nos hace más pesado levantarnos por la mañana, pensar, movernos. Sostiene Kharitidi que seguramente, este modelo de vida crea un fundamento bioquímico relacionado con cambios metabólicos pero, conducirnos hacia lo más profundo de nuestro ser y mirarnos interiormente desde una perspectiva metafísica, nos permitirá conectarnos con nuestra rueda del tiempo. Y tendremos la posibilidad de administrar nosotros mismos nuestro tiempo personal rompiendo los modelos rígidos y estresantes, en pocas palabras, siendo dueños de nuestra propia energía. "Mi principal objetivo" señala Kharitidi, "es que seamos menos limitados, menos mecanizados, no tan dependientes de las circunstancias y las obligaciones que nos impidan ser más libres. Comprendiendo el fluir de la energía alrededor de todas las personas y de todas las cosas, es que seremos capaces de sentirnos más libres y más poderosos. El símbolo de mi segundo libro, es la danza", reconoce Olga, que también agrega: "Yo escribo muy rápido, porque para mi escribir es entrar en un estado alterado de conciencia. Mis pensamientos se conectaron con la danza y por eso todo el libro es
como una danza, en la cual yo estoy danzando, bajo la guía del maestro de los sueños lúcidos". En este nuevo libro, Kharitidi, toma distancia o se aleja del chamanismo siberiano, para introducirse en las tradiciones espirituales orientales Sufí, un poco continuando su experiencia exploradora de cómo un conocimiento presuntamente originado en Siberia se fue desparramando y extendiendo hacia otras culturas del Asia Central. El epicentro de la acción ya no está en las montañas siberianas de Altai sino que este nuevo camino que emprende la autora se inicia en Samarkand, la capital de Uzbekistán, donde un poco por casualidad conoce a su nuevo maestro Michael, quien curiosamente no era la persona que pensaba encontrar. Veamos algunas de las reflexiones de este singular maestro: "Yo no conozco las razones de la depresión ni de los sentimientos de culpa. Yo no busco significados ni contenidos cuando me comunico con la gente. Yo veo energía, veo como vuela y donde se asienta, donde encuentra obstáculos, donde empieza a formar círculos creando los núcleos o nudos que obstaculizan la dinámica de la vida, núcleos que eventualmente pueden llevar hasta la muerte. Cuando uno entra en depresión entrega o pierde su energía porque siempre hay fuerzas alrededor que quieren usarla. Si uno se niega a explorar esto, el dolor retenido se solidifica y lo depriva del único regalo real que uno tiene, el regalo de la salud. Si uno es inconsciente o ignorante de los espíritus del trauma, o de las memorias demoníacas, lo mejor que se puede hacer como curador es tratar de producir una curación accidental, sin comprender lo que uno está haciendo ni esperar beneficios temporarios. Si uno quiere ser realmente un curador, tiene que aprender que es lo que gobierna a esos espíritus, aprender a verlos, a cazarlos y a convertirse en lo suficientemente fuerte para luchar con ellos. Las experiencias traumáticas, generadoras de memorias demoníacas, se convierten en activos obstáculos y no solamente en un peso terrible. Se convierten en una extraña fuerza dentro del cuerpo que activamente se opone a uno. Estas fuerzas negativas viven dentro de uno y van generando circunstancias dolorosas, una y otra vez. Uno gira y gira alrededor de este dolor, a pesar de querer caminar hacia fuera y dejarlo atrás. Es casi como si otro Yo viviera dentro de uno, del cual uno no es plenamente consciente. La gente hiere a otros cuando se siente asustada o intimidada. Esa es la regla general. Cuanto más se hiere a los otros, más miedos interiores hay o se sienten. La principal razón para sentir estos sentimientos de miedo es haber perdido el poder de uno mismo. Y la gente no lo pierde para ser libre, sino que lo va perdiendo todo el tiempo que se siente ofendida o desvalorizada. Cuando la gente no quiere que su dolor sea parte de su memoria personal, ellos rechazan la experiencia traumática y, como no la aceptan como una parte completa de ellos mismos, una memoria demoníaca la toma y se la apropia como suya. La memoria demoníaca absorbe la energía que el Yo pierde. Esto produce una abertura o un vacío en la memoria, donde se crea el miedo. Al no poder ser controlado por nosotros mismos, el miedo siempre retorna y nos desvaloriza, lo que intentamos compensar hiriendo a los otros". El maestro continúa diciendo: "Yo creo en la tradición de curadores que curan las memorias demoníacas en orden de curar a los humanos de su último trauma, el de la muerte. Los sueños lúcidos son el camino
para no convertir a la muerte en un trauma. Los sueños lúcidos protegen a las personas de las heridas que les causan las memorias demoníacas y, en los sueños lúcidos, las personas pueden convertirse en lo suficientemente fuertes como para dominarlas". Este libro no trata sobre un viaje espiritual imposible, abre nuestras mentes para explorar nuestras memorias demoníacas. Nos enseña también a no cederles energía ni darle importancia a esas memorias traumáticas. Ellas se alimentan de nuestros miedos y de nuestra atención. El momento en el cual uno se saca fuera de su mente un miedo real y empieza a explorarlo: su origen, su causa, de donde viene, por que no pudo ser resuelto antes; en ese momento, a partir de ese instante, uno puede empezar a soñar con ese miedo un sueño lúcido, enviando la memoria demoníaca fuera del cuerpo y cerrando aquella abertura que había quedado en la memoria normal. Lamentablemente, la mayor parte de la gente no dispone ni los medios de acceso ni las habilidades necesarias para comprender y practicar esta metodología o esta técnica, que este libro nuevo de la Dra. Kharitidi quiere hacer disponible para todo el mundo. Nosotros, nuestra misma sociedad, carecemos en general de rituales lo suficientemente fuertes como para que puedan "limpiarnos" de estos traumas. El resultado de ello es que, todos los traumas individuales acumulados y las memorias demoníacas dominan el mundo en que vivimos y, de ahí, la enorme proliferación de las neurosis, psicosis y psicopatías que se observan, tanto en los países más desarrollados cuanto en los más pobres. Los traumas psíquicos se transmiten en el mensaje genético y así, un individuo cualquiera, puede estar reviviendo y reafirmando un trauma cuyo origen más remoto tuvo lugar siete generaciones antes que él. Son verdaderos núcleos ancestrales que están en el inconsciente y se pueden manifestar o no, según se activen estas memorias demoníacas. El mensaje final de "El maestro de los sueños lúcidos", es que mediante precisamente nuestro entrenamiento o habilidad en el manejo de nuestros sueños lúcidos, se podrán limpiar del inconsciente las memorias demoníacas, con lo que podremos ayudar también a familiares y amigos a hacer lo mismo. El día que, una buena parte de la población mundial se haya liberado de sus memorias demoníacas, el mundo podrá empezar a mostrar signos claros y evidentes de una mayor salud mental. Kharitidi reconoce que su vida sufrió un vuelco cuando llegó a Novosibirsk, proveniente de Uzbekistán, un exótico curador llamado Vladimir, quien le habló de una tradición de curaciones que existía allí desde miles de años. Fue a partir de Vladimir que ella oyó por primera vez hablar de "los espíritus de los traumas" y acerca de su importancia en nuestras enfermedades y sufrimientos. Vladimir le dejó un mensaje tan elocuente que Olga no pudo evitar decidir viajar a Samarkand, capital de Uzbekistán, para aprender de esos curadores. Kharitidi recuerda: "Y ahí estaba Miguel, un hombre que me hizo caminar a través de las sierras de Afrasieb, por antiguas ruinas cercanas a Samarkand, poniendo en escena mis sueños e iniciando la transfiguració n de mi propia historia y de la historia colectiva de Asia y Europa. El quebró mi negatividad con gracia y elegancia, haciéndome sentir el dolor de mis memorias traumáticas muy compasivamente, hasta que finalmente yo fui capaz de ver por mi misma mis traumas más profundos y encontré el camino hacia mi curación. Y, si mi historia parece un milagro a mucha gente, ese era el milagro
que yo estaba buscando. Después de esta experiencia, mi concepto de la vida cambió, de ser lineal se transformó en circular. Para mí, ya fue evidente que las relaciones más profundas entre los seres humanos, sus miedos y sus traumas, definen los eventos históricos más importantes del mundo. La presencia de los traumas en nuestras memorias destruye la vida de las personas a través de generaciones de ancestros. Reconocer el poder de las memorias demoníacas o los traumas psíquicos profundos, tanto individuales como colectivos, explica y ayuda a comprender por que el sufrimiento es repetitivo a través de generaciones" . Pero, como dice Kharitidi, hay un método para cambiar la dirección y curar esas memorias traumáticas. "El milagro que yo experimenté en Samarkand tiene una estructura y un método que, mis maestros, Miguel, Vladimir y sus colegas, me han hecho conocer para permitirme transmitirlo de Oriente a Occidente. Mi deseo es que este libro pueda brindar mayores esperanzas a la vida de más personas, disminuyendo el poder del miedo en este mundo". Olga Kharitidi, la médica psiquiatra rusa, la chamana siberiana, la mujer joven y enigmática que, seguramente, muchas más sorpresas nos dará en el futuro, nos deja por hoy la apertura de una apuesta: introducirnos en el mundo de los sueños lúcidos. Después, vendrá la transformació n individual; en nuestras manos quedará entonces asumir nuestro rol de maestros y transformar el mundo. Publicado en Ciencia
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