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Modos de Citar o Discurso AlheioDescrição completa
Introducción de los modos de producción que se desarrollan en este país. Son 4 modos de producción en el Perú.Descripción completa
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EL PAPEL DE LA FAMILIA EN EL RESCATE DE LOS VALORES
Descripción: LOS MODOS GRIEGOS, DO- RE- MI- ETC.
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historia de la musica
Descripción: Los tonos gregorianos para salmodiar
Descripción: LOS MODOS GRIEGOS
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Descripción: historia de la musica
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" Los modos de la polémica en el discurso político: ironía, oposición y refutación
Ana Soledad Montero*
Todos los conceptos, ideas y palabras poseen un sentido formulan an con vistas vistas a un antago antagonis nismo mo polémico; se formul concreto, están vinculados a una situación concreta cuya consecuencia última es una agrupación según amigos y enemigos. . Sc!mitt, El concepto de lo político
". Introducción. Polémica y política #a pol$tica comporta necesariamente cierta dosis de pol%mica ", dado &ue es el terreno en el &ue se dirimen las diferencias, controversias y disputas in!erentes al mundo de lo público y lo común. Abordar las formas ling'$sticas &ue esas disputas asumen en el discur discurso so pol$ti pol$tico co supon suponee adentr adentrars arsee en el vasto vasto campo campo del discur discurso so pol%m pol%mico ico o agon$stico(, ámbito en el &ue se produce la confrontación y la puesta en escena de voces o puntos de vista diversos, con el consiguiente despliegue de los antagonismos y conflic con flictos tos pol$ti pol$tico cos, s, &ue son tambi% tambi%nn )y sobre sobre todo todo semá semántic nticos, os, enu enunci nciati ativos vos y argumentativos. Muc!os autores dentro del campo de la teor$a pol$tica afirman, desde distintos enfo&ues, &ue las identidades pol$ticas e ideológicas se configuran en relación con un otro, a partir de la construcción de una frontera &ue establece una relación binaria y dual con una alteridad. As$, las identidades pol$ticas se vinculan estrec!amente con la articulación de núcleos pol%micos, a partir de los cuales se establecen cliva+es y escisiones. stas se manifiestan ling'$sticamente tanto en el plano del dispositivo enunciativo )esto es, en la definición del colectivo de identificación y de los adversarios pol$ticos, y en la frontera nosotr nosotrosos-ell ellos os,, como como en el plano plano estric estrictam tament entee argume argumenta ntativ tivo. o. n ese ese sentid sentido, o, la diferencia y el antagonismo parecen ser constitutivos de la pol$tica como terreno de construcción identitaria .
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/0A 123T. mail4 solmontero5!otmail.com
"
6erbrat 1recc!ioni 7"89: se proviene del griego polémikos, =relativo a la guerra>. ?esde ese punto de vista, el discurso pol%mico siempre se figura como un discurso de combate en el &ue el =otro> es visuali@ado como un adversario o un enemigo a ser derrotado mediante la =pluma> o la palabra. (
6erbrat 6erbrat 1recc!ion 1recc!ioni,i, "89:; Moesc!ler, Moesc!ler, "89(; Mainguenea Maingueneau, u, "89; "89; Apot!%lo@, Apot!%lo@, 0randt y Buiró@, Buiró@, "88(; 0onnafous, (::"; Amossy y Ciala, (::D; Amossy, (:":.
Sc!mitt, E"8(F (::G; #aclau y Mouffe, (::D; Mouffe, (::H; #efort, "89H, entre otros.
( ?esde nuestra perspectiva, esos terrenos pol$ticoidentitarios pueden conceptuali@arse como espacios ideológico-argumentativos, esto es, como =marcos> discursivos fundados en una serie de principios o topoï argumentativos &ue dan sustento a los posicionamientos ideológicos all$ desplegados. ?e ese modo, tanto los procesos de definición de la propia identidad como de la alteridad pol$tica se apoyan en un terreno argumentativo &ue, al apelar a la doxa y a la memoria de una determinada comunidad pol$tica, proporciona los fundamentos ideológicos de referencia. Según 6erbrat1recc!ioni, la pol%mica tiene lugar cuando un discurso ataca a un blanco al &ue se le atribuye un =discurso adverso &ue el enunciado pol%mico integra y rec!a@a IagresivamenteJ, es decir, en t%rminos más o menos ve!ementes, incluso insultantes> 7"89:4 "H. l blanco contra el &ue se dirige el enunciado pol%mico se encarna en la figura del destinatario negativo o contradestinatario 7Kerón, "89, &ue puede aparecer de forma encubierta, indirecta o directa D. #a presencia ling'$stica del adversario pol$tico en el discurso pol%mico puede manifestarse mediante distintos mecanismos ling'$sticos4 por un lado, el locutor puede se
Suele decirse &ue el destinatario negativo puede interpelarse y se
stos gestos de !abla &ue apuntan a la persona pueden inscribirse en los modos de argumentación ad hominem. Se trata de formas l%Nicas calificantes y descalificantes &ue, en la enunciación, devienen clasificantes en la medida en &ue colocan al otro dentro de una clase instaurada por el propio discurso 7Milner, "89. Al respecto, ver Montero 7(:"". G
n referencia a las marcas pol%micas =omnipresentes y resaltadas> en el discurso del presidente vene@olano Pugo !áve@, ArnouN 7(::94 ":9 !abla de =dialogismo generali@ado eNpuesto>, y lo vincula a la noción de =!eterogeneidad mostrada> de Aut!ierQevu@.
marcada y reiterada se nos revela como un rasgo caracter$stico del discurso irc!nerista &ue lo distingue de otros discursos pol$ticos argentinos. ?esde esa perspectiva, abordamos tres mecanismos polifónicoargumentativos de descalificación y representación cr$tica del discurso de los adversarios pol$ticos en un corpus de discursos presidenciales emitidos por el eN presidente argentino 2%stor 6irc!ner entre los a
?esde una perspectiva polifónica, todo enunciado funciona como una respuesta o una anticipación de respuesta4 los enunciados 7a&uellos &ue forman parte de un diálogo efectivo pero tambi%n los monologales constituyen, entonces, =diálogos cristali@ados> en los cuales el locutor movili@a, organi@a y +erar&ui@a voces a+enas. #a representación del discurso del otro está, as$, fuertemente mediada por el locutor, &ue se posiciona frente a la palabra a+ena, imprimiendo y afirmando su presencia4 =&uien dice representación, dice imagen investida )de manera visible o no) por la sub+etividad del su+eto &ue representa> 7 ídem4 ". n este marco, la dimensión polifónicoargumentativa +uega un rol preponderante en la medida en &ue permite poner en escena voces a+enas frente a las cuales el locutor adopta una determinada postura argumentativa. ?e all$ &ue el recurso al marco teórico provisto por la semántica argumentativa 7Anscombre y ?ucrot, "89; ?ucrot, "89D resulte especialmente útil para el estudio de los modos de representación cr$tica del discurso de los adversarios. ?e naturale@a antidescriptivista, antirreferencialista y antiveritativa, la semántica
D argumentativa está compuesta por la Teor$a de la Lolifon$a nunciativa y por la Teor$a de la Argumentación en la #engua 7en adelante, TL y TA#, respectivamente. /na de las principales !ipótesis de la TA# es &ue el valor semántico =profundo> de las palabras es de naturale@a argumentativa, y no informativa ni descriptiva4 =significar, para un enunciado, es orientar>, dirigir el discurso en determinada dirección. s decir &ue la dimensión argumentativa está inscripta en la estructura misma de la lengua, y no es un ornamento =retórico> agregado a un núcleo de sentido primigenio. Según Anscombre y ?ucrot, el sentido de un enunciado debe describirse como una serie de instrucciones argumentativas &ue %ste provee sobre su enunciación4 el sentido se define entonces como la evocación, en el discurso, de otros discursos o encadenamientos )posibles continuaciones, conclusiones o argumentos en su favor. Según la Teor$a de los topoï 7Anscombre, "88Ha; "88Hb; "88Hc; ?ucrot, "899; "898, la garant$a de los encadenamientos argumentativos está dada por la evocación de un principio general, un topos argumentativo: concepto recuperado de la retórica aristot%lica &ue remite a las creencias comunes de una comunidad, este constituye el pasa+e o trayecto &ue lleva del argumento a la conclusión, el =garante> &ue crea un neNo entre ambos enunciados. #os topoï son principios argumentativos e ideológicos &ue no comportan ningún carácter lógico. Se trata de discursos utili@ados pero no asertados &ue, impl$citamente, forman parte del enunciado y &ue constituyen el trayecto o camino indicado &ue permite alcan@ar la conclusión a partir de un enunciado dado. stos discursos evocados pueden asociarse con voces identificadas o con un =se> impersonal y generali@ado, la doxa, la ideolog$a o el sentido común4 es un !ec!o de ling'$stica &ue !ay topoï EF. es un !ec!o de sociolog$a &ue, en una %poca dada, en lugar dado, eNiste tal topos particular. ?ado &ue nuestras civili@aciones no son más monol$ticas &ue nuestras ideolog$as, es frecuente &ue coeNistan un topos y su contrario 7Anscombre, "88Ha4 8.
?esde esta perspectiva, el sentido de un enunciado o de una palabra se define como un abanico de topoï asociados y atados a ellos. #a naturale@a ideológica de estos discursos argumentativos &ue están detrás del sentido de las palabras y los enunciados !ace &ue, como sostiene Anscombre, =el discurso pol$tico EseaF el lugar por eNcelencia de e+ercicio de los topoï > 7Anscombre, "88Hc4 "8:.
Kale recordar &ue #a TL !ace eNtensivo el enfo&ue ba+tiniano, originalmente aplicado al campo de los estudios literarios, al ámbito de la ling'$stica, con el eNpl$cito propósito de impugnar =el postulado de la unicidad del su+eto !ablante> y as$ dar cuenta de la eNistencia, en el enunciado, de =varias voces E&ueF !ablan simultáneamente, sin &ue ninguna sea preponderante y +u@gue a los demás> 7?ucrot, "89D4 "". Según la TL, el sentido de los enunciados está constituido por la superposición de una pluralidad de voces, ya &ue en la situación enunciativa se ponen en escena )como en una representación teatral) una serie de persona+es cuyas voces y puntos de vista aparecen en distintas capas4 por un lado, el #ocutor 7#, fuente de la enunciación y responsable del enunciado 7y no necesariamente identificable con el su+eto emp$rico; por otro, el locutor como =ser del mundo> 7U, origen del enunciado 7a&uel &ue dice =yo> y ob+eto de su enunciación; finalmente, el o los enunciadores 7 &ue remiten a los distintos puntos de vista presentados y puestos en escena en el enunciado.
H #os topoï se presentan como lugares comunes universales, esto es, como compartidos y aceptados por una determinada colectividad. Ademas, se postulan como generales, es decir, como válidos para situaciones análogas a la situación en &ue son empleados. Cinalmente, los topoï son graduales, puesto &ue ponen en relación dos propiedades o escalas argumentativas estableciendo a la ve@ v$nculos graduales 7V y entre ellas 9. ada topos puede aparecer ba+o dos formas tópicas 7CT rec$procas y e&uivalentes, puesto &ue no es posible admitir una sin admitir tambi%n la otra. As$, un topos 1 7T" comportará al mismo tiempo una CTJ " y una CTJJ ", formas tópicas &ue eNpresarán dos aspectos rec$procos de la ideolog$a ve!iculada por el topos. #a noción de forma tópica permite dar cuenta del espectro de opciones argumentativas e ideológicas &ue se abren a partir de una palabra o un enunciado, y pone de manifiesto &ue si bien los topoï constituyen caminos o trayectos obligados para alcan@ar una conclusión a partir de un argumento, ellos se inscriben en distintas ideolog$as o principios dóNicos, y en esa medida movili@an elementos culturales, pol$ticos e !istóricos. . Tres formas de representación crítica del discurso adversario W?e &u% modos se cuestionan, en el discurso irc!nerista, las palabras de los adversarios pol$ticos, cómo se descalifican, rec!a@an o refutan sus puntos de vistaX n un intento de sistemati@ación, proponemos una gradación en t%rminos de acercamientodistanciamiento del locutor con respecto al discurso a+eno, en un arco &ue va de las formas irónicas y sarcásticas de descalificación 7el grado menos intenso de representación cr$tica a la refutación-resemanti@ación, pasando por la oposición argumentativa. n ese sentido, el discurso del otro puede ser representado irónicamente como inadecuado, absurdo o insignificante; puede ser rec!a@ado mediante operaciones vinculadas con la oposición argumentativa; o puede ser refutado y resignificado mediante operaciones &ue dan pie a una resemanti@ación, a un cambio de perspectiva enunciativa y a una alteración del marco semántico del otro 8. .". La representación irónico-sarcástica
9
?ebemos se de un argumento a una conclusión, sino &ue ellos =intervienen tambi%n al nivel del l%Nico> 7Oarc$a 2egroni, (::H4 ", como discursos inscriptos en el sentido mismo de las palabras. As$, el autor distingue entre los topoï intr$nsecos y los eNtr$nsecos4 mientras los primeros constituyen una definición de la palabra en cuestión, los segundos son los encadenamientos &ue se pueden reali@ar a partir de ella. 8
n la medida en &ue nos ocupamos de discursos fuertemente pol%micos, en nuestro corpus la negación cumple un papel fundamental4 en efecto, muc!os de los enunciados &ue estudiamos contienen, evidentemente, negaciones o t%rminos de polaridad negativa &ue constituyen marcas eNpl$citas de oposición y rec!a@o. 2o obstante, nos interesa destacar &ue eNisten otras marcas ling'$sticas )tales como la eNclamación, la interrogación, el l%Nico, los marcadores de discurso, etc.) &ue refuer@an y profundi@an la intensidad del distanciamiento entre el locutor y el punto de vista impugnado, en tanto y en cuanto =muestran> la sub+etividad y las valoraciones de a&uel.
G ?esde el campo del análisis del discurso, 0rait 7"88G !a estudiado los efectos de sentido sociales, ideológicos y pol$ticos de la iron$a en tanto fenómeno discursivo revelador de puntos de vista y de miradas sobre el mundo &ue involucran tanto al locutor como a los destinatarios. ?e naturale@a polifónica, el enunciado irónico movili@a diferentes voces y as$ permite incluir más de un sistema de ideas en una misma frase, dando cuenta de una yuNtaposición y articulación de sentidos en función de las formaciones discursivas e ideológicas en &ue se inscribe. Sin embargo, ello no implica necesariamente una democrati@ación de los valores all$ eNpuestos4 por el contrario, la iron$a establece una configuración +erár&uica en la &ue el locutor se posiciona frente a los discursos evocados. #a autora afirma tambi%n &ue la iron$a es un =arma de pol%mica> destinada a colocar a los otros en contradicción consigo mismos4 en ese sentido, ella es una forma particular de interdiscurso &ue puede provocar efectos de sentido como la desacrali@ación o el desenmascaramiento de un discurso. n el campo de la ling'$stica, Sperber y Yilson discuten con la acepción restringida de iron$a como antifrase o inversión del sentido ":, y proponen abordar las iron$as como =menciones impl$citas de proposición> con carácter de =eco>, es decir, como =comentarios> sobre el enunciado4 =se puede concebir &ue todas las iron$as son interpretadas como menciones &ue tienen carácter de eco4 eco más o menos le+ano de pensamientos, o de proposiciones, reales o imaginarias, atribuidas o no a individuos definidos> 7Sperber y Yilson, "89. ?ado &ue la iron$a supone una actitud generalmente cr$tica del locutor respecto de los enunciados de los &ue se !ace eco considerados falsos o inadecuados, ella puede conceptuali@arse como uno de los modos de la pol%mica "". ?esde la perspectiva de la semántica argumentativa, el enunciado irónico tiene una configuración polifónica, en la medida en &ue consiste en la puesta en escena de un punto de vista &ue aparece representado como absurdo o insostenible 7en s$ mismo o por el conteNto4 ser irónico e&uivale, para el locutor 7#, a presentar la enunciación como si eNpresara la posición de un enunciador 7 o de otro locutor 7#, de la &ue # no se !ace responsable. se punto de vista absurdo puede atribuirse a un persona+e determinado &ue se intenta ridiculi@ar )un destinatario negativo) o no4 en el primer caso, ?ucrot !abla de iron$a; cuando el enunciador absurdo no se identifica con nadie, se trata simplemente de enunciados !umor$sticos. Según ?ucrot, para &ue !aya iron$a es preciso &ue desapare@ca toda marca de transmisión, !ay &ue =!acer como si> el discurso absurdo evocado fuera realmente pronunciado, en la enunciación misma. ?e ese modo, # =!ace o$r> un discurso absurdo, pero como si fuera de otro, como un discurso distanciado. videntemente, # no se !omologa con e4 sólo presenta su punto de vista y ":
sa acepción clásica de iron$a, según la cual el fenómeno irónico se define como un sentido figurado &ue se opone a uno literal, ancla en la tradición retórica, &ue la define primordialmente a partir de las figuras de la antifrase o la litote. Ker tambi%n 6erbrat 1recc!ioni 7"89. ""
Lara los autores, la fuente de esos discursos citados puede estar más o menos identificada4 si ellos son atribuidos al destinatario, debe !ablarse de sarcasmo. n cuanto a la relación entre la iron$a y la parodia, ambas funcionan como menciones 7de proposición y de eNpresión, respectivamente.
se distancia de %l )mediante la entonación, inter+ecciones, giros irónicos, o simplemente mediante la evidencia situacional), y su responsabilidad enunciativa pasa precisamente por esa toma de distancia. s importante se palabras atribuidas a sus adversarios, para burlarse de ellas y as$ descalificarlos. Aun&ue muc!as veces en un mismo fragmento se identifican ambas modalidades de manera superpuesta, es conveniente marcar esa distinción conceptual. epresentación irónica y sarcasmo en el discurso !irc"nerista
n muc!os ámbitos 7especialmente en el period$stico se !a se. La$orda... &o nos tratan $ien: '( a ' fue el fallo. 7(-:8-(::
l enunciado =no nos tratan bien> evoca polifónicamente la vo@ de # : 7&ue !ab$a sostenido &ue =el Tribunal de #a Paya le propinará otra pali@a> a la Argentina, ridiculi@ada y cuestionada a partir de la evidencia de los !ec!os4 ="D a " fue el fallo>, dando as$ lugar a una reinterpretación de sus palabras. n efecto, si la primera
9 interpretación, atribuida al punto de vista de # : es =no nos tratan bien>, la segunda interpretación, atribuida al punto de vista de # y derivada de la evidencia del dato, es =nos tratan bien>. Lero eNisten además otros indicios &ue dan cuenta del posicionamiento cr$tico de # con respecto a las palabras de # :4 los comentarios metadiscursivos en inciso, marcados por la inter+ección transcripta como =+e>, y el marcador conversacional =obvio>, dan cuenta del distanciamiento del locutor y del sarcasmo con &ue califica el punto de vista asociado a # :. l sentido opositivo del enunciado se completa a partir de la figura del contradestinatario directo, &ue aparece interpelado y cuestionado directamente 7cf. el vocativo =#aborda>. Nisten asimismo varios discursos en los &ue el eN presidente ironi@a sobre la cuestión de la falta de =modales> o la =desmesura> con &ue se lo acusaba4 ( Tambi%n escuc!% algunas declaraciones del doctor Qato, &ue es responsable del Condo Monetario 3nternacional, EF yo se lo vuelvo a repetir con absoluto respeto, más &ue nada a"ora )ue andan algunos preocupados tanto por los modales, mesuras o desmesuras, no importa las cosas como salgan )este pa$s de las formas, se preocuparon tanto tiempo de los modales, mesuras y desmesuras y miren donde llegamos, realmente es pat%tico escuc!arlos a veces); &uiero decirle al doctor Qato ) se lo voy a decir con mesura y con $uenos modales para
&ue no se eno+en algunos periodistas, $ien educadito voy a ser ) &ue la Argentina es un pa$s independiente, es un pa$s soberano, &ue sabe cómo tiene &ue administrar sus cosas. 7"G-:-(::H ustedes saben &ue muc!os de los "om$res de $uenos modales y me%ores costum$res &ue tiene la Argentina son los estafadores más grandes &ue !emos tenido, se portan muy $ien, comen $ien, colocan $ien los cuc"illos y después nos comen a todos, esto es lo &ue nos !a pasado !istóricamente acá en la Argentina. sto lo sabemos muy bien y lo tenemos muy claro, cuando "a$lan tanto de los modales, modales y modales, sa$emos los argentinos cómo nos "a ido con ciertos individuos tan educados )ue "emos tenido,
&ue !an paseado por todos los salones del mundo y vendieron la Argentina en cada feria &ue pod$an. 7":-:9-(::H
n 7( el enunciado irónico =bien educadito voy a ser> evoca el punto de vista de un enunciador para el cual es necesario =ser muy educaditos> 7diminutivo peyorativo &ue representa la vo@ evocada como absurda y lo ridiculi@a. #uego, el locutor pone en escena y ridiculi@a un discurso 7&ue aparece narrativi@ado a cargo de un enunciador no identificado, presumiblemente asociado a la prensa 7=andan algunos preocupados tanto por los modales, mesuras o desmesuras>, en el &ue se cuestiona la falta de modales y la desmesura del gobierno. n primer lugar, # califica de =pat%ticos> a &uienes sostienen esas posturas, por no preocuparse por lo &ue sucede =verdaderamente> y por vivir en un =pa$s de formas>; en segundo lugar, si # introduce irónicamente esas voces es, en última instancia, con el fin de confrontar con su destinatario indirecto, en este caso el director del CM3 Qodrigo Qato.
8 n 7 observamos &ue la descalificación irónica se despliega fundamentalmente a partir del empleo de una suerte de !ibridación entre el discurso indirecto 7en este caso, sin verbo dicendi y la oratio quasi oblicua "(, &ue reproduce y representa burlonamente tanto el tono como la vo@ del adversario4 =se portan muy bien, comen bien, colocan bien los cuc!illos>. l punto de vista al &ue el locutor se opone aparece además citado indirectamente, en =!ablan tanto de los modales, modales y modales>. #a vo@ del otro es introducida de manera solapada en el propio discurso, y a la ve@ es alterada, modificada, en suma, reformulada. l locutor de+a una !uella de su posicionamiento al marcar un distanciamiento de esa vo@, mediante la ridiculi@ación de su decir o de su modo de !ablar. #a iron$a y el sarcasmo constituyen recursos de primer orden para la descalificación de las palabras de los adversarios pol$ticos en el discurso irc!nerista. ste introduce discursos a+enos y los representa como absurdos e inadecuados, ridiculi@ando as$ al posible autor 7identificado o no, citado o no de los puntos de vista evocados y fortaleciendo consecuentemente la posición del locutor ". Qetomando los aportes de 0rait, la iron$a puede considerarse como una disposición, una actitud o una postura del locutor, esto es, como un tipo de ethos4 el locutor irónico, como el romántico, busca afirmar la figura del yo, negar el carácter serio u ob+etivo del mundo eNterior y as$ =mostrar &ue todo EF es falso e ilusorio> 7"88G4 , lo &ue da cuenta del aspecto ideológico de la iron$a. omo dice Maingueneau con respecto a la fuer@a =subversiva> de la ironía militante, ella =!ace como &ue asume lo dic!o por el adversario, de manera &ue se autodestrua > 7(::84"88! As$, la iron$a =desenmascara> lo absurdo del discurso del adversario sin confrontar necesariamente con %l. n ese sentido, en la iron$a el tono es menos agresivo y frontal &ue en las dos modalidades &ue abordamos a continuación, en tanto posibilita el establecimiento de cierta complicidad y simpat$a con el auditorio.
*.+. posición argumentativa
A diferencia de la iron$a, en la oposición argumentativa la enunciación se presenta como el c!o&ue de dos puntos de vista opuestos4 el estatus del punto de vista rec!a@ado, atribuido a los adversarios, es sin duda distinto al &ue el locutor está dispuesto a defender y sostener "D. #a oposición argumentativa no se funda eNclusivamente en "(
Kale recordar &ue el discurso indirecto libre y el discurso directo libre son, según Sperber y Yilson 7"89, parientes cercanos de la iron$a, puesto &ue %sta última consiste, como se
Al respecto, es relevante recordar &ue Lerelman y 1lbrec!tsTyteca 7"898 ubican a la iron$a dentro de las formas del rid$culo, y sostienen &ue ella constituye una afirmación indirecta con un uso pedagógico. "D
Llantin 7(::H denomina =ob+eción> a los discursos &ue consisten en =oponer un obstáculo> a la argumentación del otro4 se trata de una oposición más local y menos radical &ue la refutación, &ue mantiene el diálogo abierto y no cierra el debate. ste mecanismo se aseme+a tambi%n a lo &ue Qoulet 7"898 denomina, en el marco de su clasificación de los tipos de intercambio agonal, =controversia>4 más orientada a la afirmación del propio punto de vista &ue a la descalificación del discurso a+eno, ella es más
": discursos efectivamente pronunciados sino, tambi%n, en puntos de vista o principios ideológicos atribuidos a los adversarios, &ue pueden ser representados o reconstruidos discursivamente por el locutor. Lara el análisis de los mecanismos de oposición y de refutación-resemanti@ación )&ue abordamos a continuación, es preciso apelar a la noción de =negación metadiscursiva> acu de ?ucrot. aracteri@ada por su capacidad para anular la palabra efectivamente pronunciada por otro locutor 7o por el mismo locutor en un momento previo, para Oarc$a 2egroni la negación metaling'$stica puede asimismo anular la vo@ de un locutor =ficticio> puesto en escena por el responsable de la enunciación y as$ cancelar marcos de discurso4 en ese sentido, ella no sólo permite cuestionar el empleo de determinadas palabras y por lo tanto el marco fon%tico, sintáctico o pragmático del interlocutor, sino &ue tambi%n puede cancelar el =espacio discursivo> "H dominante en el enunciado a+eno. ?e all$ &ue la autora distinga dos empleos de la negación metaling'$stica4 los empleos estrictamente metaling'$sticos para los primeros casos, y los empleos metadiscursivos para los casos de descalificación del espacio discursivo impuesto por el interlocutor. n cuanto a la distinción &ue proponemos entre la oposición argumentativa y la refutación- resemanti@ación, ella no reside en el tipo de negaciones &ue ellas ve!iculan, puesto &ue en ambos casos se emplea la negación metadiscursiva. l criterio para distinguir ambos mecanismos reside en cambio en el alcance de esa negación4 según creemos, en la refutación-resemanti@ación el locutor se opone a un discurso efectivo cancelando el marco o espacio discursivo en &ue ese discurso adverso se inscribe4 en ese sentido, la refutación permite reali@ar un cambio de topos argumentativo, e implica por lo tanto siempre la anulación del marco semántico de otro locutor. s por ello &ue la refutación suele acompa
La representación opositiva en el discurso !irc"nerista
omo indicamos anteriormente, la oposición implica un grado relativamente moderado de confrontación con el adversario, pero no por ello de+a de ser una estrategia de fuerte demarcación del posicionamiento pol$ticoideológico del locutor, &ue se afirma frente a serena y regulada &ue la pol%mica y la sc"ne de ménage. "H
#a categor$a es de Anscombre, "88:.
"" un otro cuya vo@ es cuestionada mediante formas vinculadas con la negación metadiscursiva. l discurso irc!nerista !a sostenido, a lo largo de sus cinco a
eNterna, no vale de nada la integración eterna si nuestro pue$lo se desmorona como pasó en este pasado reciente, !ay &ue cambiar y dar vuelta la !istoria para &ue definitivamente nuestro pueblo pueda recuperar su potencialidad. 7("-:"-(::D H C$+ense ustedes en &uienes !ablan EF cuando nos dicen4 =a!$ están los autoritarios>. /utoritarios de )ué nosotros0 1i nosotros lo 2nico )ue estamos tratando de "acer en todas nuestras acciones es, primero, como en el caso de la li$re opción previsional, )ue se pueda elegir,
&ue uno si se &uiere +ubilar por la opción del stado pueda y si se &uiere !acerlo por la privada lo pueda !acer. Bue más derec!o puede tener un individuo &ue poder elegir en &u% sistema +ubilatorio &uedar, despu%s de !aber traba+ado toda una vida o cuando está traba+ando durante su vida para, al final de su vida, saber &u% sistema más le conviene. ada uno &ue eli+a con tran&uilidad &u% es lo &ue más le conviene, la posibilidad de optar, de pensar. 7"9-:D-(::
n estos casos el locutor pone en escena discursos o puntos de vista adversos atribuibles a un enunciador 7 " identificado o no, como4 =Pay &ue pagar las deudas e integrarse con los pa$ses internacionales a costa del !ambre de los argentinos- a costa de la integración interna>; =ste gobierno es autoritario por&ue no permite elegir Een materia previsionalF>. sos discursos se sustentan en ciertos topoï , 7T" y T( cuyas dos formas tópicas pueden representarse como sigue4 T"4 ZCT"J4 ZV integración eNterna integración interna[ ZCT"JJ4 Z integración eNterna V integración interna[ T(4 ZCT(J4 ZV autoritarismo )libertad de elección[ ZCT(JJ4 Z autoritarismo V libertad de elección[
Mientras, desde la perspectiva del locutor, " estar$a vinculado con la primera de las CT 7CTJ, el enunciador con el &ue # se identifica se !omologa, en cambio, con la CTJJ. n el primer caso, las locuciones =se terminó> y la negación metadiscursiva 7=no vale de nada> permiten oponerse a la CT evocada e introducir el punto de vista del locutor 7=no !ay &ue priori@ar la integración eNterna ni el pago de deudas por sobre las necesidades internas>, punto de vista fuertemente opositivo &ue implica =dar vuelta la
"( !istoria>. n el segundo, la interrogación retórica con valor opositivo 7=WAutoritarios de &u% nosotrosX> seguida de un enunciado +ustificativo 7=Si nosotros lo único &ue estamo tratando> es el mecanismo &ue posibilita el pasa+e del punto de vista rec!a@ado al propio4 =este gobierno no es autoritario por&ue favorece la libertad de elección>. A pesar de &ue los dos fragmentos anali@ados constituyen casos de fuerte oposición a un discursootro, el punto de vista sostenido por el locutor es converso al del adversario, y en esa medida se mantiene dentro del mismo topos &ue este4 por ese motivo, puede decirse &ue en estos casos # se opone a sus adversarios pero no los refuta. , aun&ue esa oposición sea firme )en ambos casos domina un tono enfático y eNclamativo, con una importante presencia del yo frente a un otro &ue es rec!a@ado ta+antemente), ella no implica una anulación radical del marco discursivo del otro sino &ue se orienta más a la afirmación del propio punto de vista y, en ese sentido, mantiene cierta apertura en la discusión. .. efutación3resemanti4ación n la gradación &ue proponemos sobre los niveles de distanciamiento y cuestionamiento de la palabra a+ena, la refutación constituye el grado más alto de rec!a@o. Lara Llantin 7(::H, la refutación constituye el modo más radical de oposición en un intercambio argumentativo ya &ue busca destruir el discurso atacado y as$ clausurar definitivamente el debate. Lor nuestra parte, como ya indicamos, proponemos abordar este mecanismo a la lu@ de la noción de negación metadiscursiva variante de la negación metaling'$stica 7Oarc$a 2egroni, (::8. aracteri@ada por su capacidad de anular discursos efectivamente pronunciados por otro locutor 7o por el mismo locutor en un momento previo y por estar a menudo seguida por una rectificación, la negación metaling'$stica tiene efectos discursivos de gran alcance en la medida en &ue permite cancelar marcos de discurso y reempla@arlos por uno nuevo, del &ue el locutor se !ace responsable y &ue constituye el ob+eto de su decir4 ?ado &ue, según la !ipótesis &ue defiendo, la caracter$stica central de esta negación EmetadiscursivaF es la de rec!a@ar, desacreditar un determinado marco de discurso en favor de otro, el efecto &ue ella producirá será4 a o bien contrastivo 7lectura =contrario a>4 en este caso, el espacio &ue será declarado como el adecuado para la apre!ensión argumentativa de la situación será el definido por el marco anton$mico EF b o bien ascendente 7lectura =más &ue>4 en este caso, la negación declarará situarse en el marco eNtremo o eNtraordinario, distinto, por lo tanto, del ordinario o banal &ue !a sido descalificado EF c o bien diferencial 7lectura =diferente de>4 en este caso, el espacio &ue será declarado como el adecuado para la apre!ensión argumentativa de la situación será simplemente otro, distinto 7(::84 GDGH.
?esde este enfo&ue, a diferencia de la oposición argumentativa 7en la cual el locutor se opone a un discurso o punto de vista a+eno pero manteni%ndose dentro del mismo topos
" o marco argumentativo, diremos &ue en la refutación-resemanti@ación el locutor rec!a@a un punto de vista adverso pero su oposición no alcan@a sólo la forma tópica rec!a@ada, sino el topos mismo en el &ue el discurso del otro se inscribe, su marco argumentativo o espacio discursivo. Siguiendo este criterio, la refutación implica por lo tanto siempre la anulación del marco semántico de otro locutor y la resemanti@ación o resignificación de sus palabras, a las &ue se busca atribuir un nuevo sentido 7generalmente contrastivo o diferencial 4 esta operación es entonces netamente rectificativa e involucra una alteración de la perspectiva enunciativa, un cambio en la escala de evaluación o calificación de la situación. Luede decirse &ue, en el discurso pol$tico, la refutación-resemanti@ación es una operación privilegiada en los procesos de luc!a por el sentido, en los &ue se pone en +uego el sentido y el valor semántico de ciertos t%rminos claves "G para la construcción de una comunidad pol$tica !omog%nea, con la consiguiente eNclusión de los sectores antagónicos. sos procesos conforman el terreno para el establecimiento de grandes cliva+es pol$ticos, entendidos como los principios o núcleos pol%micos fundamentales &ue estructuran o dividen el campo pol$tico. omo sostiene 0ourdieu 7"89(4 "9"8, =no !ay palabras neutras> ni =inocentes>, puesto &ue =cada palabra, cada locución, corre el riesgo de adoptar dos sentidos antagónicos según la manera en &ue el emisor y el receptor la toman>. l enfo&ue tópicoargumentativo y polifónico provisto por la teor$a de ?ucrot permite reali@ar una descripción semántica minuciosa del funcionamiento de esas disputas por el sentido de las palabras. ?ado &ue los topoï constituyen principios ideológicos &ue funcionan como puntos de apoyo y garantes tanto del discurso argumentativo como del sentido de las palabras mismas, ellos permiten efectivamente dar cuenta de la lógica argumentativa &ue subyace a las disputas por el sentido en el discurso pol$tico4 la participación de un discurso en uno u otro topos podrá considerarse como la inscripción en cierto espacio ideológicoargumentativo, y la !omologación e identificación del locutor con cierto punto de vista argumentativo podrá asociarse a un determinado posicionamiento ideológico.
efutación y resemanti4ación en el discurso !irc"nerista
Lroponemos abordar la refutación-resemanti@ación en tanto mecanismo de anulación del marco o espacio discursivo del adversario, y de afirmación del propio a partir del análisis de dos fragmentos &ue, por el visible cambio de perspectiva enunciativa &ue "G
#aclau y Mouffe 7(::D denominan =significantes flotantes> a estos t%rminos, palabras y discursos ambiguos y polis%micos &ue participan de luc!as pol$ticas por el sentido y, &ue, por su =polivalencia táctica> 7Coucault, (::(, pueden inscribirse en proyectos !egemónicos distintos )incluso opuestos) y en pugna. llos tienen un rol fundamental en todo proceso de articulación !egemónica, es decir, de constitución de una identidad pol$tica a partir de la configuración de cadenas e&uivalenciales y fronteras antagónicas. omo veremos, dado &ue los topoï constituyen principios ideológicos &ue funcionan como puntos de apoyo y garantes tanto del discurso argumentativo como del sentido de las palabras mismas, consideramos &ue ellos resultan especialmente pertinentes para dar cuenta de la lógica polifónico argumentativa &ue funciona como soporte de estos significantes.
"D desencadenan, pueden resultar esclarecedores e ilustrativos. llos plantean cliva+es y e+es pol%micos &ue surcan el discurso presidencial, y as$ dan forma al espacio ideológicoargumentativo en el &ue el este se reconoce. Keamos en primer lugar un fragmento en el &ue se pone en +uego el sentido del t%rmino =intransigencia>4 como vimos en el cap$tulo anterior, el topos de la intransigencia es uno de los e+es estructurantes del discurso irc!nerista y una de las !uellas &ue reenv$an a la memoria militante. A&u$ se manifiesta la reivindicación de la intransigencia como virtud pol$tica, en oposición a a&uellos &ue la asocian con la falta de tolerancia, de diálogo o de negociación4 G A veces a uno lo &uieren mostrar como intransigente por&ue, obviamente, tenemos )ue serlo con los )ue )ue$raron el país, con los )ue llevaron a millones de argentinos a )uedar sin tra$a%o, con los )ue nos destruyeron la ri)ue4a nacional. 56omo no vamos a ser intransigentes con los responsa$les de estas políticas y con esas políticas7 Tenemos )ue ser transigentes con
los &ue &uieren crear las pol$ticas superadoras &ue están necesitando la Argentina. 7:(-:G-(::D
l punto de vista de los adversarios del gobierno )contradestinatarios indirectos cuya vo@ es puesta en escena mediante la eNclamación =\ómo no vamos a ser intransigentes]>) puede encuadrarse en el topos 7T"4 T"4 CT"J ZV intransigencia ) tolerancia[ CT"JJ Z) intransigencia V tolerancia[
on toda claridad, # rec!a@a ese topos y lo sustituye por otro diferente 7T (, en el cual la intransigencia se encadena con la firme@a en la defensa de los intereses del pueblo y en el castigo de los &ue =&uebraron el pa$s>4 T(4 CT(J ZV intransigencia V firme@a en la defensa de los intereses del pueblo[ CT(JJ Z) intransigencia ) firme@a en la defensa de los intereses del pueblo[
omo puede verse, el locutor resignifica el t%rmino =intransigencia> y lo carga de un sentido nuevo, &ue evoca los discursos de condena a la tibie@a, la claudicación y la =transigencia> y la ponderación de la firme@a, la fortale@a y la resistencia. Keamos a!ora el e+emplo siguiente, fragmento de un discurso pronunciado a pocos meses de las elecciones legislativas del a "4
"
Ker, por caso, la columna del diario #a 2ación del "D-:9-(::D, titulada =/n 6irc!ner gobierna, el otro está en campa; o la del "D-:8 del mismo a.