¿LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO? 2013 – “LA VID VERDADERA” “…SED LLENOS DEL ESPÍRITU” EF. 5:18 -
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Es una orden apostólica que se dio inspirado por el mismo E.S. así como son todas las Escrituras. 2 Ped. 1:21. Una vida cristiana fructífera es posible cuando estamos “llenos del Espíritu”; de lo contrario habrán cristianos tibios, mediocres, muertos espiritualmente. Existen “desviaciones” doctrinales y supuestas “experiencias” del poder y llenura del E.S. “infiltrados” en las denominaciones evangélicas y a veces no se les percibe. Algunas de estas falsas doctrinas son: catolicismo romano, pentecostalismo, teología de la liberación, neopentecostalismo, ecumenismo, teología de la prosperidad, nueva era, etc. Los que caen con facilidad en estos “inventos” religiosos religiosos son los que no cultivan una vida cristiana “llenos del E.” y los que solo leen la biblia pero no la estudian. Se hace necesario pasar de simples lectores a ser estudiosos de la sana doctrina y no solamente para “saber” sino para “hacer” o vivir la palabra de Dios en sumisa obediencia al Señor , como parte normal de una vida llena del E.S. que no se sale de la “palabra de verdad”, ni sustituye lo racional por lo emocional y pasajero.
¿QUE OBSTÁCULOS IMPIDEN SER LLENOS DEL E.S.? Cuando se escucha a espíritus engañadores y no al Espíritu de Verdad. 1 Tim. 4:1. 1 Jn. 4:6. 5:6. Cuando hay pecado. ST. 4:17. 1 Jn. 5:17. 2 Cor. 6:14-16. Jud. 9. Is. 59:2. Cuando se le entristece. Ef. 4:30 Cuando se le resiste. 2 Tim. 3:8. Hch. 7:51. Cuando se le apaga. 2 Tes. 5:19. Cuando se satisface los deseos de la carne . Gal. 5:16, 17, 19-21. 6:8. Rm. 8:1, 4-8, 13. 13:14. 1 Jn.
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2:16. Cuando se blasfema contra Él . Lc. 2:10
¿CUÁNDO SE ESTÁ LLENO DEL E.S.? Cuando llegamos a ser santos en el momento de la “conversión”, al haber sido lavados, santificados, justificados en el nombre del Señor Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro nuestro Dios. 1 Cor. 6:11. El creyente responde a la salvación que tiene, siguiendo la santidad en la vida diaria, apartándose de todo pecado. Heb. 12:14. 1 Ped. 1:15, 16. El E.S. está donde hay santidad, no donde está el pecado. Cuando se rechazan las obras de la carne para tener el fruto del E ., mejorando el carácter al andar en el E., guiado por el E., viviendo por el E. Gal. 5:16, 18, 25; imitando el carácter de Cristo que dijo: “¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado?...” Jn. 8:4-6. 8:4-6. 13:15. 1 Ped. 2:21. Cuando cada uno ejerce el don o los dones que ha recibido para edificación de la iglesia, para que así funcione todo el cuerpo y no solo parte de ella. 1 cor. 12:14, 20, 27, 28. 14:26. Ef. 4:16. Cuando se obedece la orden de predicar el evangelio, de testificar de Cristo con valentía. Hch. 1:8. 4:31. Cuando se ora en el E. Jud. 20 y se estudia la palabra – palabra – no no la simple lectura – lectura – diariamente diariamente con la finalidad de “hacer” lo que Dios dice. Jn. 5:39. 5:39. ST. 1:22.
¿CÓMO ES EL VERDADERO GOZO DEL E.S.? Es parte del fruto del E. y es de adentro hacia fuera y sobrepasa las presiones, angustias,
aflicciones, contrariedades, problemas de una vida cristiana fiel a Cristo y su palabra. Pablo dijo: “…Sobreabundo de gozo en medio de nuestras tribulaciones”. 2 Cor. 7:4. Lucas relata: “y los
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discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo”. Hech. 13:52, a pesar de la persecución y de haber sido expulsados de Antioquía de Pisidia. Este gozo no era “provocado” por canciones con letras y música que exaltaban la alegría; no era la “manipulación” sicológica de las emociones para llegar a tener una sensación de éxtasis que después de una hora se apaga y se necesita más porque no es natural, ha sido inducido para llegar a eso. Pero el gozo del E. es la alegre y gozosa calma expresada de manera natural por estar “en Cristo”, viviendo de acuerdo a la palabra de Dios; es decir “llenos del E.” y no por “gritos de júbilo”, “gritos de victoria”, convulsiones, aplausos para Cristo, caídas de espalda, danza en el E., risa santa, etc. El que está “lleno del E.”, cierra la puerta del engaño espiritual de cualquier tipo y lo abre para una vida “llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo…” Fil. 1:11 y no por medio de impulsos emocionales. El que está lleno del E. es dueño de sí mismo, con dominio propio para obedecer y hacer la voluntad de Dios “a pesar de…” y aunque no se “sienta” nada, porque el que obedece la palabra de Dios no depende de emociones o sensaciones, solo obedece por amor a Dios. Lo esencial para ser llenos del E.S. son la oración y el estudio bíblico diario y personal. La oración y estudio bíblico en la iglesia es un buen complemento de lo que se hace en privado, teniendo en cuenta que la llenura del E. se da y expresa en lo relacional, no en la soledad. Ef. 5:19,20. Estar lleno de la palabra, es estar lleno del E., de tal manera que esto se manifiesta en la iglesia con una mutua exhortación y enseñanza, Col.3:16,17; esto ocurre cuando cada iglesia está organizada para que todos participen en la edificación con los dones que cada uno posee 1Ped.4:10.1Cor.14:26, 1Tes.1:8, Rom.1:8. La iglesia o el creyente que no está lleno del E., está en peligro de muerte espiritual o de caer en cualquier error o engaño doctrinal porque tiene “rendijas” por donde se filtra el engañador que fácilmente desvía de la sana doctrina hacia prácticas y falsas experiencias del E.S. que son “el opio de la iglesia” que cierran la mente, la razón y el corazón a las verdades de la palabra de Dios y los lleva hacia una falsa espiritualidad muy emotiva, y se vive engañado y engañando a otros al creer ingenuamente estar en la verdad. Jesús no garantiza a los que “atan” problemas y demonios,” desatan” bendiciones, hechan fuera demonios “en el nombre de Cristo” y del mismo modo hacen milagros de sanidades. Mt.7:15-23. El señor dio la clave para “conocerlos “: “…por sus frutos los conoceréis.” El E.S. no actúa fuera de la palabra de Dios y todavía tiene mucho que decirle al cuerpo de Cristo allí en la biblia; pero se hace urgente responder seria, sincera y conscientemente ¿ESTOY LLENO DEL E:?.
“EL QUE TIENE OIDO, OIGA LO QUE EL ESPIRITU DICE A LAS IGLESIAS”
Ap.2:7,11,17,29. 3:6,13,22.