Ritos iniciales Viernes Santo en la Pasión del Señor
Guía 1
¡Buenas tardes! Bienvenidos y Bienvenidas a la Parroquia Exaltación de la Santa Cruz, casa de todos!
Guía 2
En esta tarde de la cruz y del silencio, en la que Cristo murió por nosotros, nos reunimos para celebrar esto: Que con los brazos extendidos en la cruz, el Señor Jesús dijo: «Todo se ha cumplido». Y después, inclinando la cabeza, entregó su espíritu.
Guía 1
Ante el misterio de un amor tan grande, de un amor que llega hasta la entrega de la propia vida, pongámonos de rodillas, caigamos en tierra, hagamos silencio.
El presidente se postra, todos los demás se arrodillan, y permanecen en silencio. Cuando el presidente se pone de pie, todos se levantan. levantan. El presidente dice la oración e inmediatamente comienza la liturgia de la palabra de Dios.
Oración El sacerdote, con las manos juntas, dice una de las dos oraciones siguientes, omitiendo la invitación Oremos.
Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia y santifica con tu eterna protección a esta familia tuya por la que Cristo, tu Hijo, instituyó, por medio de su Sangre, el misterio pascual. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
O bien:
Señor Dios, que por la Pasión de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, nos libraste de la muerte heredada de nuestros padres; concédenos que nosotros, que somos imagen i magen del primer hombre, recibamos de tu gracia la imagen celestial. Celebración de la Adoración a la Cruz 1
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Liturgia de la Palabra
Guía 2
Tomemos asiento. Primera lectura
Todo lo que anunció el profeta Isaías se cumple en la Pasión de Jesús: Él es el Siervo sufriente llevado a la muerte, él cargó sobre sí nuestros pecados, y por sus heridas fuimos sanados. Primera lectura: Isaías 52, 13-53, 12. Sigue el canto del salmo responsorial. (30, 2. 6. 12-13. 15-17. 25)
Guía 1
Segunda lectura
La carta a los Hebreos nos invita a contemplar el rostro sufriente de Cristo, y a descubrir en él la misericordia y el amor de Dios por nosotros. Segunda lectura: Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9.
Guía 2
Evangelio
Jesús dijo: «Todo se ha cumplido». Y después, inclinando la cabeza, entregó su espíritu. Es la hora de la entrega, del silencio, la cruz. Pongámonos de pie para recibir el anuncio de la Pasión del Señor. Lectura de la Pasión: Juan 18, 1-19, 42. Homilía Concluida la homilía, los fieles pueden ser invitados a hacer un tiempo de oración en silencio.
Oración universal La liturgia de la Palabra concluye con la oración universal. Se hace la invitación que expresa la intención; después todos oran en silencio durante unos momentos y, seguidamente, el sacerdote, desde la sede, o, si parece más oportuno, desde el altar, con las manos extendidas, reza la oración. Los fieles permaneces de rodillas o de pie durante toda la oración.
Celebración de la Adoración a la Cruz 2
CP
Esta es la tarde en la que Cristo entrega su vida para nuestra salvación y la del mundo entero. Unidos a él, presentemos al Padre nuestra oración por toda la humanidad.
Guía
Recemos por la Iglesia, llamada a dar testimonio de Cristo por su unidad, por su servicio y por su entrega. (pausa de silencio)
Presidente
Cuida, Señor, de tu Iglesia redimida en la cruz de tu Hijo para que se mantenga siempre firme en la fe, reanime la esperanza de los que están abatidos y, con amor sincero, dé testimonio del Evangelio de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Guía
Recemos también por el Papa Francisco, por nuestro Obispo Carlos José, los demás obispos y todos los pastores del pueblo de Dios. (pausa de silencio)
Presidente
Señor, ilumina a los pastores de tu pueblo para que lo guíen en la fe, lo alienten en las dificultades y le descubran la verdad que brota del Evangelio con audacia y firmeza. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Guía
Recemos también por las cristianas y cristianos de otras iglesias y comunidades eclesiales, y por la unidad de todos. (pausa de silencio)
Presidente
Dios del amor y la unidad, tú reúnes a hombres y mujeres de todo el mundo en la única fe de Cristo, Salvador nuestro. Acrecienta en nosotros los lazos de amor para que todos seamos uno, según el deseo de tu Hijo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Celebración de la Adoración a la Cruz 3
R/. Amén. Guía
Recemos por el pueblo judío y los seguidores del Islam, creyentes — como nosotros — en el único Dios, vivo y verdadero. (pausa de silencio)
Presidente
Señor, Dios de nuestros padres, tú confiaste tus promesas a Abraham y su descendencia. Te pedimos por el pueblo judío y el islámico para que emprendan el camino de la convivencia pacífica entre ellos, y, según tus promesas, alcancen la plenitud de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Guía
Recemos también por los creyentes de otras religiones, por quienes buscan a Dios con sincero corazón, y por quienes, sin conocerlo, viven sin fe. (pausa de silencio)
Presidente
Nos creaste, Señor, para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta encontrarte. Mira con bondad a los que te buscan sinceramente y a los que, por tantos motivos, no creen en ti. Concedes un corazón abierto y sencillo para que, al descubrir los signos de tu amor y el testimonio de los creyentes, se alegren en reconocerte como único Dios verdadero y Padre de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Guía
Recemos por todos los pueblos y naciones de la tierra, por los gobernantes y quienes tienen poder de decisión. Recemos también por todas las demás personas que trabajan por la verdad, la justicia y la paz. (pausa de silencio)
Presidente
En tus manos, Señor, están el corazón de cada ser humano y los derechos de los pueblos. Asiste con tu bondad a quienes nos gobiernan y a los hombres y mujeres de buena voluntad, para que con tu ayuda se afiancen la libertad, la justicia y la paz en todas las naciones. Celebración de la Adoración a la Cruz 4
Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén. Guía
Recemos también por los que sufren y están afligidos, por quienes sufren marginación o violencia, por quienes están abatidos y no encuentran consuelo. (pausa de silencio)
Presidente
Dios nuestro, refugio de los indefensos, consuelo de los afligidos, fortaleza de los débiles: escucha el grito de la humanidad sufriente para que, en medio de sus angustias, llegue a experimentar tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Guía
Recemos, finalmente, por nosotros mismos, por nuestras familias y seres queridos. Presentemos al Padre las oraciones que llevamos en lo más profundo del corazón. (pausa de silencio)
Presidente
Padre de misericordia, escucha nuestra oración confiada y mira con bondad a esta familia tuya, por la que tu Hijo Jesucristo entregó su vida, aceptando incluso una muerte de cruz. Él que vive y reina, por los siglos de los siglos R/. Amén.
Adoración a la Santa Cruz Concluida la oración universal, se realiza la solemne adoración de la Santa Cruz.
Presentación de la Santa Cruz
Guía 1
Jesús dijo: «Todo se ha cumplido». Y después, inclinando la cabeza, entregó su espíritu. En los brazos de Cristo, extendidos sobre la cruz, el amor del Padre abraza a la humanidad. Por sus heridas fuimos sanados... Por su cruz, recibimos la vida. Celebración de la Adoración a la Cruz 5
Guía 2
Recibamos la cruz de Cristo, árbol fecundo de la vida, salvación y esperanza del mundo. A cada aclamación respondemos juntos: «Vengan y adoremos».
La procesión con la cruz comienza en el fondo del templo. El ministro que lleva la cruz dice:
«Este es el árbol de la Cruz, donde estuvo suspendida la salvación del mundo» La asamblea responde:
«Vengan y adoremos» Todos se arrodillan y oran un momento ante la cruz La procesión avanza hasta el centro del templo, y se hace lo mismo. La procesión se detiene por última vez delante de la asamblea, y se hace lo mismo.
Adoración a la Cruz
Guía 1
Acerquémonos a adorar la cruz. Con nuestra oración, con nuestro canto, con nuestro respetuoso silencio, contemplemos a Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros.
La Cruz se coloca en el ingreso al presbiterio con los cirios a ambos lados. Se acerca a adorar la Cruz, primero, el sacerdote habiéndose quitado la casulla, y el calzado si lo considera oportuno. Luego siguen los ministros y fieles.
Sagrada comunión
Guía 2
En respetuoso silencio ante la muerte del Salvador, mientras se prepara para celebrar su resurrección, la Iglesia se abstiene hoy de celebrar la Eucaristía. Pero Cristo no deja de alimentarnos en la Mesa de su Cuerpo, entregado por nosotros. Permanezcamos de pie para recibir en silencio al Señor, que viene a nosotros en el pan de vida.
El presidente introduce el Padre nuestro, que rezan todos juntos. Después invita a la comunión, de la manera acostumbrada. El sacerdote, con las manos juntas, introduce la oración del Señor con estas o parecidas palabras:
Fieles a la recomendación del Salvador Celebración de la Adoración a la Cruz 6
y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Extiende las manos y dice con todo el pueblo
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo
Líbranos de todos los males, Señor y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Junta las manos. El pueblo concluye la oración, aclamando:
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto
Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre no sea para mí un motivo de juicio y condenación, sino que, por tu piedad, me sirva para defensa de alma y cuerpo y como remedio saludable. El sacerdote hace genuflexión, toma la hostia consagrada, la eleva y la muestra al pueblo, diciendo:
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Celebración de la Adoración a la Cruz 7
Y, juntamente con el pueblo, añade:
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo, diciendo en voz baja: El cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna.
Guía 1
Aquél que por nosotros entregó su vida en la cruz, nos invita ahora a la Mesa de la Comunión. Acerquémonos con confianza y humildad.
Al concluir la distribución de la comunión a los fieles, el diácono o un ministro idóneo lleva el cop ón al lugar preparado especialmente fuera de la Iglesia. Después, el sacerdote dice: Oremos; según las circunstancias, se hace una pausa de sagrado silencio; luego dice la siguiente oración:
Oración
Dios todopoderoso y eterno, tú nos has redimido por la santa muerte y la resurrección de Jesucristo; mantén viva en nosotros la obra de tu misericordia para que, por la participación de este santo misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Para despedir al pueblo, el diácono o en su defecto el mismo sacerdote puede invitar con estas palabras:
Inclínense para recibir la bendición. Luego el sacerdote, de pie y mirando hacia el pueblo, con las manos extendidas sobre él, dice la siguiente oración sobre el pueblo:
Te pedimos, Señor, que descienda una abundante bendición sobre tu pueblo, que ha recordado la muerte de tu Hijo con la esperanza de su Resurrección: llegue a él tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta su fe y asegúrale la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Celebración de la Adoración a la Cruz 8
Después de hacer la genuflexión delante de la cruz, se retiran todos en silencio.
Celebración de la Adoración a la Cruz 9