LITERATURA TEMA 1
CLASICISMO GRIEGO: PERIODO ÁTICO: SÓFOCLES EDIPO REY SOI2LIT1
DESARROLLO DEL TEMA
CONTEXTO • • • • •
Denominado el siglo de Pericles (s. V a. C.) Triunfo en las Guerras Médicas Florecimiento de la cultura de Atenas. Orígenes de la democracia. Desarrollo de género teatral.
I.
LA TRAGEDIA: («CANTO DEL MACHO CABRIO»)
muerte el poeta favorito de sus conciudadanos. La leyenda cuenta que en su vejez, uno de sus hijos lo acusó de haber perdido la razón. Conducido ante los jueces, se contento con leer uno de los coros de Edipo en Colona, esto bastó para suscitar el entusiasmo del tribunal, que lo condujo en triunfo hasta su casa. Murió en 405. Aportes • Introdujo el tercer actor en escena (el tritagonista) • Emplea un lenguaje elegante. • Profundizó en la personalidad de sus personajes • Rompió con la trilogía al elaborar tragedias individuales • Creador del monologo
Los griegos fueron los creadores de la tragedia. En un principio, le confirieron un profundo sentido religioso, ya que la obra trágica nació como representación del sacrificio de Dionisios (Baco) y formaba parte del culto público. El primer trágico fue Tespis, que triunfó en el ano 536 a.C. en el Primer Concurso Trágico instituido por Pisístrato para las grandes dionisíacas (fiestas que se celebraban durante los primeros días de abril y que duraban 6 días). Tespis reemplazó el pintarrajeo grosero de los coreutas por una máscara de género estucado. Las máscaras representaban las facciones de los distintos personajes. Las más primitivas estaban hechas de corteza de árbol luego de cuero forrado con tela y finalmente, de madera.
Obras: • Ayax • Antígona • Filóctetes • Electra • Las traquineas • Edipo rey • Edipo en colona
IV. EDIPO REY
II. CARACTERÍSTICAS
TEMA: La incuestionabilidad de la voluntad divina sobre el destino humano.
• La tragedia tenía una finalidad didáctica. • Se buscó la catarsis (purificación a través del terror o la compasión) • Los teatros de piedra tenían una gran escalinata semicircular, semi rodeando un círculo. Tepsis es el iniciador de teatro, Esquilo el Padre del Teatro y Sófocles se máximo representante.
Argumento: El rey Edipo acude al llamado de su pueblo que angustiado por las pestes se ha reunido ante el palacio de Tebas para suplicar a su rey salve a la ciudad por segunda vez. El anciano sacerdote de Zeus pone al tanto de la situación al rey y éste se compromete rápidamente con la solución del problema; para ello ha mandado como emisario a su cuñado Creonte hasta la ciudad de Delfos para que averigüe en el oráculo de Apolo las causas de las pestes. La llegada de Creonte desde Delfos aclara la razón de las pestes; un crimen no castigado. El asesino del rey layo está libre y sin castigo e
III. SOFOCLES (LA ABEJA ÁTICA) VIDA Sófocles nació en Colon, cerca de Atenas. Perteneció a una distinguida familia y recibió la esmerada educación propia de la aristocracia ateniense. En 468 rivalizó con Esquilo, obtuvo el premio y siguió siendo hasta la
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CLASICISMO GRIEGO: PERIODO ÁTICO: SÓFOCLES EDIPO REY
Más tarde del relato de Yocasta y sus primeras conclusiones, llegó un mensajero de Corinto buscando al Rey Edipo, cuando lo tuvo frente a sí, le comunicó que su padre, el rey Pólibo de Corinto había fallecido y puesto que Edipo era su único hijo debía viajar hasta su patria para asumir el trono. Ante el conocimiento de la muerte de su padre, Edipo se mostró compungido, pero al mismo tiempo sintió un alivio inusitado; su padre había muerto y él no lo había asesinado, por lo tanto Yocasta tenía razón el oráculo sólo sabe mentir; sin embargo, rápidamente el rey volvió a desmoronarse ante la posibilidad de cumplir con la segunda parte del vaticinio, casarse con su madre. Esta alternativa era posible sólo si él viajaba con el mensajero hasta Corinto, entonces el rey no supo qué hacer. Tan sufriente vio el viejo mensajero al rey Edipo ante la incertidumbre de acudir o no al encuentro con su que para tranquilizarlo le reveló una historia personal, cuando joven había sido pastor de los rebaños de los reyes de los reyes de Corinto en el bosque Citerón, lugar en el que también pastaban sus ovejas campesinos de Tebas, y fue un día que ocurrió algo sumamente extraño; recibió de manos de un pastor de Tebas a un niño muy herido en los tobillos, el cual llevó a su reino, pero ante la incapacidad material para criarlo, lo entregó a sus señores, que hasta entonces no tenían hijos. Ante esta revelación, Yocasta intentó persuadir a un desconcertado Edipo para que no se averigüe más sobre la verdad fatal, pero todo fue en vano. El rey ordenó la búsqueda inmediata de aquel siervo de Layo y Yocasta aterrada por los inminentes acontecimientos entró en palacio. Edipo interrogó al anciano y aunque éste al principio quiso hacer creer que no recordaba los acontecimientos pasados, al final no tuvo más remedio que revelar la verdad completa ante las amenazas del rey. Así, entre ambos hombres, el mensajero y el siervo, confirmaron la hasta entonces creciente sospecha; el asesino del antiguo rey Layo es el propio rey Edipo, consorte de la reina Yocasta, su madre, con quien tiene cuatro hijos (Eteocles, Polínices, Antígona e Ismene). Edipo entra en palacio angustiado y más tarde un sirviente sale a informar de los sucesos funestos acontecidos en el interior de la casa real: la reina Yocasta se ha ahorcado con una cuerda y el rey Edipo se ha auto mutilado arrancándose los ojos; es entonces que aparece el rey, ciego, destruido. Llama a Creonte, su tío y cuñado y tras pedirle perdón le otorga el trono de Tebas, luego se despide de sus hijas y a grito vivo exige el destierro que Creonte le niega, al menos hasta que lo decida los Dioses. Entonces, por último, Creonte ingresa en el palacio con Edipo para más tarde cumplir con el destierro; mientras el jefe del coro queda con el público para plantear la moraleja.
incluso habita en Tebas. Es entonces que Edipo se compromete personalmente para buscar con vehemencia al criminal, no solo en el afán de aclarar dicho crimen sino también por su propia seguridad, pues se trata del asesino de un rey que habita libremente por Tebas por lo cual su propia vida también corre peligro. Edipo ha mandado a llamar al adivino Tiresias, adelantándose a los concejos del anciano sacerdote de Zeus, a la llegada del anciano ciego. Edipo lo interroga en cuanto a la identidad del criminal de Layo y el adivino se niega a revelar nombres; advierte al rey que no es conveniente saber la verdad provocando una discusión entre ambos, la cual culmina con la revelación de la verdad fatal; el criminal es el mismo Edipo, pero éste no puede creerlo, así es que piensa que se trata de un complot entre el «verdadero» asesino y su cómplice, el adivino Tiresias. Acusa del crimen a su cuñado Creonte y decide castigar a los dos supuestos culpables. Ataca a Creonte, quien ha vuelto al escenario, lo cual provoca la aparición de Yocasta, la reina, quien indaga por la razón de la discusión. Al saber las causas de la discusión, de las pestes y de la acusación de Tiresias contra Edipo, intenta apaciguar los ánimos y revela una historia personal para demostrar que los vaticinios del oráculo solamente son mentiras; cuando joven había tenido un hijo con su esposo, el Rey Layo, hijo que está destinado según el oráculo ser el asesino de su padre y luego consorte de su madre para después propiciar la destrucción total de su reino, pero esa suerte aciaga jamás se cumplió por que el niño murió recién nacido. Además, pasando el tiempo Layo murió en una emboscada en la Fócide, cerca de Tebas y ella se había casado con quien tenía ahora enfrente, Edipo, lo cual demostraba evidentemente que el oráculo había vaticinado puras falsedades. Ante el relato, Edipo sólo pudo preocuparse más de lo que estaba, pues él recuerda claramente que en la misma Fócide había asesinado a un anciano ricamente ataviado y a su séquito, poco antes de llegar a Tebas, lo cual coincidía con el relato de su esposa; entonces le hizo alguna preguntas más y las coincidencias eran todavía mayores; sin embargo, se aferró de algo que él tenía por verdad: estaba convencido de que era hijo de los reyes de Corinto, Pólibo y Mérope, ellos mismos se habían asegurado, cuando el joven príncipe los había cuestionado empujado por rumores de terceros en el reino. Precisamente, en el convencimiento de ello, él había decidido nunca más volver a Corinto su patria, cuando supo por el oráculo que estaba destinado a matar a su padre y luego casarse con su madre. El rey asumió así que se trataba de dos distintas historias y que por lo tanto no había nada que temer.
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