La Visión Celular
Definición de célula Las células, son grupos pequeños integrados por personas que se reúnen mínimo una vez por semana, con el ánimo de desarrollar un crecimiento integral centrado en la Palabra de Dios. En estos grupos encontramos un anfitrión que facilita el lugar, un líder que es la persona capacitada para dirigir la célula, un asistente que es la mano derecha del líder, los participantes, todos los miembros activos y personas invitadas a la reunión. Las células constituyen pequeños centros de enseñanza de las escrituras de una manera sencilla y práctica, donde los asistentes son edificados incluyendo a los que semana tras semana son ganados para cristo; este principio celular se conserva desde los tiempos de la iglesia primitiva cuando el crecimiento de las congregaciones se dio a partir de las células, por esto, la Palabra de Dios dice: “Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén” “... y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 6:7; 20:20,21).
Importancia de la visión celular Abrir la puerta de una casa para que funcione una célula, equivale a llevar el arca de Dios, su misma presencia al hogar, procurando desde allí irradiar la luz del evangelio a toda una comunidad. Al ser fiel en lo poco (una célula), el Señor se irá encargando de colocarlo sobre lo mucho.
El éxito de la iglesia está en las células Cuando la iglesia se apropia de la Visión celular y se esfuerza en desarrollarla, el éxito irá creciendo al interior de la congregación y se reflejará en lo numérico y lo espiritual; este éxito se debe a que la
Visión celular facilita la formación y la capacitación de discípulos que difundirán el mensaje por todo el mundo.
Las células permiten el pastoreo persona a persona Jesús siempre se preocupó por llegar a la necesidad de cada persona y desarrolló su ministerio a través del contacto con la gente sin la limitación de un recinto, tal como enseña el libro de Marcos: “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas” (Marcos 6:34). La Visión celular nos permite actuar como lo hizo Jesús, aún el creyente más sencillo puede reunir a su familia y el líder de célula ejercer un pastoreo directo con cada persona.
Las células facilitan la labor pastoral El trabajo no recae en una sola persona, cuando un pastor logra interesar a la iglesia en el trabajo celular, los resultados son más exitosos y cada miembro de la congregación se sentirá siempre pastoreado. En la célula se descubren los mejores líderes, aquellos que más fruto estén dando, usted puede seleccionarlos para ser parte de su equipo de Doce.
Las células son la columna vertebral de la iglesia En la célula se cumple con una labor evangelística, por lo cual todos los departamentos de la iglesia deben girar en torno a las células pues allí se alcanza a los nuevos y de igual forma, los miembros del grupo son preparados para ser instrumentos útiles cuando la célula se multiplique; “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10). Jesús ganó doce hombres en los que reprodujo su carácter, estos serían sus representantes en el mundo entero; transmitió la Visión a los doce para que a su vez, la transmitieran a otros doce y de esta manera lograr la multiplicación.
Propósito de las células A. Abrir las puertas para que nuestros familiares sean salvos (Hechos 10). B. Permitir que las personas se relacionen con el liderazgo: “Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos” (Mateo 9:10).
C. Brindar la oportunidad de recibir el toque de Dios: “Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados” (Lucas 5:19,20).