La Predicación y Los Predicadores Un estudio comprensivo de la relación entre la iglesia y los predicadores. Por James P. Neeham Traducido por Juan Sanchez 116 Hummingbird Court Cedar Creek, TX 78612 512-785-6410
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LO QUE NECESITA UN PREDICADOR La fuerza de un toro, El valor de un león, Inofensivos como una paloma, La gentileza de un cordero, La visión de un águila, La perspectiva de una jirafa, El aguante de un camello, El estómago de un caballo, La fe de un profeta, Ser ferviente como un evangelista, La tenacidad de un perro chato, El conocimiento de un búho, Ser industrioso como un castor, La versatilidad de un camaleón, El cuero de un rinoceronte, La disposición de un ángel, Poder rebotar como un canguro, La lealtad de un apóstol, La dulzura de un pastor, La devoción de una madre, Y aun así, ¡no podría darles gusto a todos! ---Autor desconocido
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TABLA DE CONTENIDO CAPÍTULO
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Introducción………………………………………………………………………………4 Prefacio…………………………………………………………… Prefacio………………………………… ………………………………………………...6 ……………………...6 I. El Predicador Desde un Punto de Vista Escritural……………………………………..9 II. Las Cualidades que un Predicador Debe Tener Según los Hombres………………….14 III. Las Cualidades que un Predicador Debe Tener Según Según Dios…………………………21 IV. Los Deberes del Predicador Según el Hombre……………………………………….27 Hombre……………………………………….27 V. Los Deberes Del Predicador Al Evangelio: Según Se gún Dios………………………………33 Dios………………………………33 VI. El Concepto que Dios tiene sobre el Predicador, Sus Deberes, Su Trabajo, la Iglesia, El Mismo, y Los Falsos Maestros………………………… Mae stros……………………………………………………… …………………………………40 ……40 VII. Lo Que Enseña Dios Del Deber del Predicador a los Hermanos…………………….45 VIII. Los problemas de la iglesia con los predicadores……………………………………53 IX. Los Problemas de los Predicadores con la Iglesia- Apoyo Financiero………………..59 X. Los Problemas de los Predicadores con las Iglesias- Las Prácticas de Empleo………...71 XI. El Juego De La Mudanza………….…………………………………………………....77 Mudanza………….…………………………………………………....77 XII. Hospedando Hospeda ndo al Predicador…………………………………… Predicador……………………………………………………………..85 ………………………..85 XIII. PREDICADORITIS…………………………… PREDICADORITIS………………………………………………………… ……………………………………..92 ………..92 XIV. La Falta de Predicadores………………………………… Predicadores…………………………………………………………...…96 ………………………...…96 XV. Los Predicadores Que Se Promueven A Sí Mismos…………………………………..108 Mismos…………………………………..108 XVI. DE PREDICADORES, PONTÍFICES, Y PROYECTOS……………………………113 XVII. Admoniciones Prácticas para los Predicadores……………………………………....119 Predicadores……………………………………....119 XVIII. LOS PREDICADORES P REDICADORES Y SUS FAMILIAS………………………… FAMILIAS………………………………………..125 ……………..125 APENDICE……………………………………………………… APENDICE…………………………… …………………………………………………….130 ………………………….130 POEMAS…………………………………………………… POEMAS……………………… ………………………………………………………… ……………………………….133 ….133 3
INTRODUCCIÓN Es un honor y un placer el introducirles y recomendarles LA PREDICACIÓN Y LOS PREDICADORES de James P. Needham. El introducir este libro sería un placer aunque no considerara la larga y cercana amistad que ha sido mi privilegio tener con el autor. Pero lo más importante de este libro es que dice algunas de las cosas las cuales hay una gran necesidad de que se digan, y están dichas en una manera muy legible y entendible. El material presentado en este libro originalmente apareció en forma de una serie de artículos en el TRUTH MAGAZINE. Sin dudas estas series de artículos causaron más comentarios y respuestas de nuestros lectores que cualquier otro artículo que se haya publicado. Muchos pidieron repetidamente que estos artículos fueran re-escritos y adaptados en forma de libro. Yo insistí para que el hermano Needham preparara este material en forma de libro. Yo sentí que este era un material que era necesario para los miembros de la iglesia tanto como para los predicadores. Algunos preguntaran sobre las credenciales que tenga el hermano Needham para escribir sobre este tema. Sin tomar en cuenta su cualidades educativas, yo creo que el se ha ganado las credenciales y el derecho de hablar por las dos décadas que él ha estado predicado. Needham ahora está en la flor de su vida. El ha trabajado con algunas de las mejores iglesias, y él ha trabajado en algunos lugares duros. El ha adquirido una amplia experiencia en que ha viajado extensivamente para participar en más de quince series al año. El ha adquirido una buena habilidad para escribir por causa de ser un escritor prolífico y su larga experiencia. El ha participado en un buen número de debates orales y escritos. El ha adquirido tan amplia experiencia como es posible a un hombre que está en la flor de su vida puede adquirir. Los predicadores pueden ser descritos de muchas maneras. Algunos son los mejores predicadores en el juego del golf; ¡otros pueden decir los mejores chistes! Pero James Needham es el predicador más trabajador que conozco. Siempre está haciendo una cantidad de trabajo que es casi imposible de hacer. Como aguanta tanto, verdaderamente no lo entiendo. El se lleva así mismo a niveles peligrosos de trabajo por su ardiente deseo de estar en la Causa de Cristo. Estas cosas no están siendo dichas solamente para complementar al hermano Needham, pero estas son dichas para mostrarles que él se ha ganado las credenciales y el derecho de hablar de los temas en este libro. La cualidad más fuerte y valuable de los escritos del hermano son su habilidad de organizar sus materiales. En orden de poder hacer esto bien uno tiene que poseer una mente analítica. Verán que su estilo de escribir es potente y sus alegorías intrigantes. En otras palabras, yo creo que este libro les va a gustar y les va a ayudar espiritualmente. Las mejores cualidades de este libro son que es tan fácil de entender y su objetividad. No verán en estas páginas las murmuraciones de un predicador enojado o maltratado. El no solamente habla del punto de vista de los predicadores. Pero en una manera remarcablemente justa y objetiva presenta también las quejas que las iglesias han tenido hacia los predicadores. El habla tan duro de los predicadores como de las iglesias. Una objetividad que muy pocos de nosotros podríamos tener. Este libro es muy necesario, sobre todo en estos tiempos en que estamos perdiendo los servicios de hermanos experimentados más que hermanos jóvenes que están entrando a la predicación pueden reemplazar. Sería un regalo esplendido para cada anciano, cada diácono, cada predicador, y cada miembro de la iglesia. Habla a nuestros tiempos y a nuestra necesidad.
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Dice algunas cosas que todos necesitamos que nos digan. ¡Circulen este libro! Nos hará bien a todos, y nos ayudará a resolver algunos de los problemas más cruciales de nuestros tiempos. --Cecil Willis_______ Diciembre 25, 1968
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PREFACIO Salomón dijo, ―…el hacer muchos libros no tiene fin‖ (Eccl. 12:12). Y pues, yo añado otro libro a la lista de nunca acabar. El material que está en este libro apareció originalmente en el TRUTH MAGAZINE por las sugerencias de Cecil Willis, el editor. A grande extensión, estos artículos aparecen en forma de libro como resultado de su animación y su incansable trabajo. El hizo mucho del trabajo necesario para su producción. Fue su idea de que escribiera sobre este tema en el TRUTH MAGAZINE, y él fue el primero en mencionar que este material debería ser puesto en el formato de libro. A él debería de ir el crédito de todo el bien que pueda o que será hecho. Por el ánimo y la labor que él ha puesto en este proyecto, yo le debo tanta gratitud que no puedo regresar. Poco después de que este material apareció en el TRUTH MAGAZINE, me inunde de comentarios positivos por el tal, oralmente y en escrito. Muchos insistieron que estos deberían de ser puestos en forma de libro para que pudieran ser circulados más ampliamente y que fueran una referencia más a la mano. Con solamente la sugerencia de que este material fuera puesto en forma de libro, muchas ordenes de prepublicaciones fueron recibidas. Hemos estado recibiendo muchas preguntas de cuando estará el libro listo. Todo esto ha convencido a este autor que hay una necesidad para tal obra. Mucha consideración fue dada antes de que hiciera la decisión final de llevar acabo está obra. No quise arriesgar el dinero necesario para traer esta obra en vida sin ningún modo de recobrar tales fondos. No tenían ningún deseo de hacer un libro solo para decir que había hecho uno. Tal cosa sería un gasto de dinero y tiempo que no sería necesario. El material necesitaba unas cuantas mejoras, las cuales serían una tarea laboriosa; se tendría que hacer algunos cambios y de reescribir a maquina el manuscrito. Todo este trabajo pesado, hizo que la decisión fuera un poco más difícil. Yo estoy muy agradecido con muchas personas las cuales fueron de tanta ayuda y animo para esta obra. Multitudes de hermanos, predicadores y otros, han hablado dulcemente sobre mis esfuerzos. Cecil Willis, un buen amigo personal y compañero de trabajo, ha sido de asistencia invaluable en muchas maneras. La hermana Martha Lois Hargesheimer, es una de las mejores calígrafas que he conocido, y una miembro de la iglesia donde predico de tiempo completo, ella escribió a maquina y revisó el manuscrito sin que se le pagara. Hermanos de todas partes del mundo han contribuido pedacitos de información e ideas valuables, algunas cuales han sido incorporadas a este producto terminado. Por toda la ayuda yo estoy bien agradecido, y espero que nuestros esfuerzos sean repagados con buenos resultados. Una palabra de explicación tiene que ser dada con referencia al estándar económico que es frecuentemente mencionado en este libro. Los salarios y los beneficios que fueron usados en este libro están basados en el estándar de vida prevalerte al tiempo en que este material fue escrito. Esto estará fuera de proporción veinte años de ahora. Se podrá mirar muy alto, o bajo, según la economía. Esto quiere decir que estos asuntos tienen que ser vistos a la luz de esta explicación. Lo que ha estado más presente en mi mente en este libro, ha sido el deseo de ser justo. Cualquier falla que haya ocurrido de esta naturaleza ha sido una de la mente y no del corazón. Los comentarios de predicadores y otros hermanos indican que este deseo ha sido suplido. Muchos han comentado favorablemente en este aspecto del material. Hay una tendencia a que haya problemas en la relación de iglesia-predicador; los hermanos les echan la culpa a los 6
predicadores por los problemas y los predicadores les echan la culpa a los hermanos. Yo he tratado de ver los dos lados, y he tratado de juzgar los asuntos realisticamente; para poner a la luz las faltas de los dos: iglesias y predicadores. Yo fervientemente espero que haya sido exitoso. Así que, empiezo mi primer, y tal vez mi último libro, yo pido que se lea con la mente abierta. He orado para que esto ayude a la Causa de Cristo de alguna manera. Si resulta en atraer a más hombres a la gran obra de la predicación de tiempo completo, que ayude a algún hermano a ver este trabajo con una luz más clara, o que sea consuelo a las heridas que han sido causadas en la relación de predicador-iglesia, entonces todas los esfuerzos y el dinero que fueron usados serán ricamente repagados. Yo oro por las bendiciones de Dios sobre ustedes mientras leen este libro. James P. Needham Octubre 2, 1963
PREFACIO PARA LA SEGUNDA EDICIÓN La Predicación y los Predicadores apareció en forma de libro por primera vez hace 16 años. Fue el primer libro mayor de este autor, y fue hecho con algunas reservaciones de parte mía. La recepción del tal ha sido una sorpresa placentera. Yo no creo que pueda estimar la cantidad de predicadores jóvenes que me han dicho que este libro ha sido de gran ayuda, y que han expresado mucha apreciación de la ayuda que recibieron. La primera edición ha estado fuera de circulación por varios años, y todavía sigo recibiendo ordenes, y también de otras librerías alrededor del país. He sido inundado con peticiones de que vuelva a reimprimir el libro. La decisión final para hacer esto fue hecha muy fácilmente cuando recibí cartas de hermanos bien conocidos urgiéndome que enseñara el material de este libro a mis estudiantes de Florida College. Por varios años el libro ha sido usado como un libro de referencia en algunas de las clases, pero, por primera vez, será usado como el texto principal de un curso bíblico, Septiembre 1985. Aquellos que tienen una copia de la primera edición se darán cuenta de que la segunda edición ha sido alargada. Cuatro capítulos y un apéndice han sido añadidos, además de las muchas páginas en blanco y páginas parciales que estaban en la primera edición han sido llenadas con poemas y otros materiales pertinentes al tema. Yo creo que estos materiales mejoran el valor del libro, y lo hará más interesante y beneficial al lector. Uno puede notar que algunas de las cosas que aparecen en la primera edición están un poco anticuadas para estos tiempos. Esto será el caso no importa la revisión. La revisión es bastante trabajosa, y escojo no hacer tales cambios en estos momentos. Mientras encomiendo esta obra en su segunda edición, oro que tengan las bendiciones de Dios y que los lectores se llenen de la gloria de Dios. JPN. (1985)
PREFACIO DEL TRADUCTOR Esta es la primera vez que esta obra se pública en español. En junio del 2005 finalmente conocí al hermano Needham por teléfono. El hermano sigue predicando en Florida y sigue siendo un hombre humilde. El hermano Terry Partain tuvo la cortesía de ponerse en contacto con el hermano y de intercambiar mi información con la de él. Estuve bien impresionado con la
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sabiduría y el conocimiento del hermano. El hermano estaba bien contento de que su libro siga ayudando a otros hermanos. El hermano Vicente Ramírez fue el que me introdujo a esta obra hace como nueve años. El hermano sabía que yo deseaba ser predicador. El hermano tomó su tiempo para estudiar conmigo y en el proceso me prestó la edición primera de este libro. Cuando leí el libro por primera vez (me tarde una semana en leerlo todo) pude ver varios de los problemas que había visto yo mismo entre la iglesia y los predicadores. Después cuando me dedique a la predicación, pude no solamente ver sino vivir estos mismos problemas. Verdaderamente me di cuenta de que algunos hermanos hacían estos errores por ignorancia y los predicadores también. Esto me dio una nueva perspectiva en mi trabajo como evangelista. También me ha ayudado a seguir fuerte en la predicación del evangelio, aunque ahora en el campo de habla inglesa. Es mi deseo más fraternal que este libro sea circulado entre los hermanos y las iglesias para que estos errores no se repitan. Hay muy pocas iglesias de habla hispana y la mayoría de las iglesias todavía no pueden apoyar financieramente por completo a sus propios predicadores. El establecimiento de nuevas iglesias ha sido casi detenido por causa de que no hay predicadores que puedan hacer la obra. En los últimos años la mayoría de las nuevas que iglesias han sido establecidas en Texas han sido establecidas por causa de divisiones y no por la expansión del evangelio. Los hermanos en las diferentes iglesias no están entrenando a los jóvenes para que sean predicadores. Muchos no quieren ser predicadores por que no quieren vivir en la pobreza. Muy pocos hermanos en la obra de habla hispana tienen salarios adecuados. La mayoría viven en la pobreza. Yo creo que esto es por causa de la ignorancia que hay sobre este tema. Espero que este libro ayude a otros hermanos a ser predicadores y que ayude a las iglesias a apoyar a estos obreros de Dios a hacer la obra. El hermano Needham fue muy objetivo en sus artículos sobre el tema. Así como el pidió, yo también ruego que cuando se lea este libro, que se lea con la mente abierta. También quiero dar las gracias a la iglesia de Pasadera Blvd. los cuales me ayudaron publicar el libro por primera vez en español. Ellos me ayudaron con 25 copias del libro. Verdaderamente agradezco que los hermanos tengan el interés en esta obra. Espero que estos estudios nos hagan reflexionar y nos ayuden a reconocer nuestros deberes como iglesias y también como predicadores. Me tarde casi 4 años en completamente traducir este libro. Lo estuve traduciendo en cada momento libre que tuve, pero nunca comprometí el trabajo en la obra local para hacerlo. Tenemos que siempre tener en mente el crecimiento del reino de Dios y las almas que salvaremos si todos hacemos nuestra parte. Dios los bendiga y esté siempre con ustedes al leer este libro. Juan Sánchez 6/19/05
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El Predicador Desde Un Punto de Vista Escritural Después de haber predicado el evangelio en series y en el trabajo local en muchos estados por aproximadamente veinte años, ha habido ciertas observaciones y sugestiones que este escritor le gustaría hacer según el predicador y su trabajo. Muchos han escrito sobre este tema (en habla inglesa) y esos materiales ciertamente se merecen ser considerados, pero nosotros sentimos la necesidad de seguir estudiando el tema con las esperanzas de que sea de beneficio a los dos predicadores e iglesia. De ninguna manera siente el escritor que su propia experiencia o conocimiento lo califique como un experto en el tema, sino los años de observación y el deseo de decir algunas cosas que se necesitan decir. OBJETIVIDAD: Todo esfuerzo será tomado para ser objetivo en estos estudios, aunque sea tal vez imposible estar completamente libre de las influencias circunstanciales y preferencias personales. Este escritor no tiene ningún prejuicio que quiera presentar en estas consideraciones. Estas observaciones no son el grito de un predicador amargado el cual ha sido amargado por la hermandad mediante sus sentimientos de atropello por los hermanos. El autor está presentemente predicando en una de las mejores iglesias en el país con arreglos de trabajo que son satisfactorios y congeniales. Los hermanos, como regla, han sido buenos hacia mi y mi familia en mi experiencia como predicador. Ha habido varios raros acontecimientos donde sentí que podrían haber hecho mejor (y algunos en que yo también podría haber hecho mejor), pero estos tienen que ser esperados en lo concerniente a los hombres sin importar cual rama de trabajo se encuentre. La objetividad demanda que miremos los dos lados de la moneda, que miremos el tema desde el punto de vista del Predicador y de la Congregación. Las observaciones revelan que casi todo lo que esta escrito sobre el tema está escrito desde el punto de vista del predicador. Esto solo hace aparentar que casi todas, o sino todas, las congregaciones son crueles, y tratan de tomar ventaja de los predicadores, en todo cuanto puedan. Esto puede ser verdad en algunos lugares, pero no en todas; de ninguna manera. ALGUNOS NO ESTARAN DE ACUERDO: Se reconoce que algunos no estarán de acuerdo con algunas de las observaciones hechas en estos estudios. Esto va a pasar por que no entienden en algunos puntos, y en otros por que ―el zapato les queda.‖ Cualquiera que sea el caso, estamos acostumbrados a que los hermanos no esten de acuerdo a lo que decimos, así que si alguno siente la necesidad de hacer contrario a las sugestiones o observaciones, estan bienvenidas. Tomamos en cuenta que muchas de las cosas que vamos a decir tienen que ver con puntos de vista y de opinión y que otros sinceramente tendrán un punto de vista diferente. Yo solamente pido una mente abierta para consideración de este material, y yo prometo ser tan práctico y justo como sea posible. En orden para razonar algo en una manera practica, tiene que ser estudiado bíblicamente primero. Solamente cuando entendemos las enseñanzas básicas de las escrituras sobre algún tema, entonces lo podemos aplicar a situaciones prácticas de la vida. Si entendemos las enseñanzas de la biblia sobre ―el trabajo del evangelista,‖ muchos de los problemas que tienen que ver con este tema desaparecerán. Entonces vayamos a mirar al predicador del punto de vista escriturad:
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I.) DESCRIPCIÓN ESCRITURAL DEL PREDICADOR 1.) EVANGELISTA: (2 Tim. 4:5; Efe. 4:11-12; Hech. 21:8). Proviene de la palabra EUANGELISTES, ―Un mensajero del bien.‖ (Vine, Expository Dictionary of New Testament Words, Vol. 2, p. 44) ―Es el nombre dado en el N.T. a aquellos heraldos de la salvación por medio de Cristo que no son apóstoles.‖ (Thayer, Greek -English Lexicon of the New Testament, p. 257). El evangelista es el que trae las buenas nuevas, las buenas nuevas del evangelio en lo concerniente al camino a la salvación para los que estan perdidos y muertos en pecado. ―¡Cual hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian las buenas nuevas!‖ Rom. 10:15. 2.) PREDICADOR: (1 Tim. 2:7; 2 Tim. 1:11; Rom. 10:14). De la palabra KERUX, ―un heraldo.‖ (Vine, p. 202). ―(KERUX indica al predicador como dando una proclamación; EUANGELISTES describe que este mensaje es buenas nuevas). (Vine, p.72). 3.) MINISTRO:(Efe. 3:7; Col. 1:23, 25; I Tim. 4:6). De la palabra DIAKONOS, ―Laborador, ministrador‖(Young´s Analytical Concordance.) ―Un servidor, alguien que atiende, ministro, diacono. Es traducido ―ministro‖ en I Tim. 4:6.‖ (Vine. P. 72) DIAKONOS ―trata de un sirviente con la relación a su trabajo.‖ (Vine, p. 273). Una consideración a las verdades escritúrales que fueron citadas arriba nos forza a tener las siguientes conclusiones: a.) Predicador- dice lo que tiene que hacer: proclamar un mensaje. b.) Evangelista- dice la naturaleza del mensaje que traemos: buenas noticias, las buenas nuevas. No dice si tiene que tener una localidad en donde estar o si es ambulante. c.) Ministro- describe su relación a lo que el hace; el es un servidor, no un amo. También, se debe notar que el es un servidor espiritual en lugar de un ministro o servidor físico. La ministración física es el trabajo de los diáconos. Los apóstoles, pr oclamadores de la palabra de Dios, dijeron, ―no es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.‖ (Hechos 6:2). Esta idea o principal todavía sigue siendo verdadera. Seguirá siendo verdad mientras el alma sea más importante que el cuerpo. Muchos hermanos tienen que aprender este principio y dejar de requerir y esperar que el predicador pase una mayor parte de su tiempo ministrando las necesidades físicas de los santos y de los pecadores. Ciertamente el predicador tiene obligaciones físicas, pero no por ser predicador. El requerir servicio físico del tal solamente por que el es el predicador es violar el principio que vemos en Hechos 6:2. d.) Ninguna de estas palabras para describir se usan de titulo. Cada palabra describe alguna fase del trabajo del predicador, y nunca deberían de ser usados como un titulo al mismo nivel que ―Reverendo,‖ ―Doctor,‖ etc. Que se usan estas palabras como títulos no se puede negar. Cuando son usadas como títulos usualmente son mal usadas. Es verdaderamente inconsistente el condenar los títulos de ―Padre,‖ ―Reverendo,‖ o ―Doctor,‖ y luego usar una de las palabras que consideramos como títulos. Uno está violando Mateo 23:8-12 tanto como el otro. La biblia no autoriza (al contrario condena) la distinción entre clero y feligreses entre el pueblo de Dios, no importa el disfraz que lleve puesto. Esto es muy prominente en el mundo, pero debería de ser mantenido fuera de la iglesia del Señor. Usemos estos términos bíblicos con cuidado. II.) LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO DEL PREDICADOR Algunos hermanos (predicadores y otros) fallan abiertamente en evaluar y apreciar el trabajo de un evangelista. Algunos hermanos tienen una idea degradante de alguno que entrega su vida al trabajo del evangelismo. Todo esto por que tuvieron una mala experiencia con uno o dos predicadores, automáticamente piensan que todos los predicadores son iguales a los que ellos no pueden soportar. Algunos hermanos automáticamente cierran las puertas de la amistad a
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cualquiera que es un predicador del evangelio. Ellos piensan que no puede haber algo como ―una buena persona‖ que da su vida para proclamar las buenas nuevas del evangelio. Así que cuando una persona es identificada como un predicador, rapidamente hacen un círculo y frontera para mantenerlo afuera. Para esta clase de persona el predicador es un hijastro, un tipo de ciudadano de segunda clase en el reino. El es automáticamente inferior a los otros miembros de la iglesia, y rehúsan poner atención a cualquier cosa que tengan que decir, y no se tocan el corazón para poner objeciones a prácticamente todo lo que el quiera decir. Con tales personas el predicador nunca es aceptado, solamente tolerado. ¡El es una clase de mal necesario! Algunos predicadores también fallan en darse cuenta la importancia de su trabajo. La evidencia de ellos es la flojera que carectariza su trabajo y la mala actitud que mantienen. Es muy evidente que algunos predicadores ponen muy poca importancia a sus trabajos. Ellos estan mas que contentos en usar solo la mitad de su potencial, y esa mitad es hecha con una actitud de indiferencia, sarcasmo y letargía. La gran importancia del trabajo de un evangelista es vista claramente en las siguientes consideraciones: (1). SU ORIGEN: Es un don de Cristo (Efe. 4:11-12). ―Subiendo a lo alto … y dio dones a los hombres … y el mismo constituyo a otros evangelistas…‖ El les regalo algunos evangelistas …‖ Esta misma idea es presentada en I Pedro 4:11, ―Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado….‖ De la palabra dones (gr. DOMA) usado en Efesios 4:8, Vine dice, ―DOMA destaca el carácter concreto del don mas que su naturaleza benéfica. Mateo 7:11; Lucas 11:13; Efesios 4:8; Filipenses 4:17.‖ La habilidad del evangelista para hacer su trabajo es suplida por Dios. No en el sentido de que Dios ha arbitrariamente bendecido cada individuo con la habilidad de predicar el evangelio, pero en el diseño de Dios el evangelista debería tener un papel importante en SU reino. Es un papel importante en el plan de Dios, el que haya evangelistas, proclamadores de las buenas nuevas. Casi todos estan impresionados por la importancia del trabajo del ―pastor‖. Hechos 20:28 casi siempre es citado para enseñar que el Espíritu Santo pone a los obispos/Ancianos, y por esto la importancia de ellos es argumentada. Pero el Espíritu Santo hace ancianos de la misma manera que Cristo hace evangelistas. Los ―Pastores‖ también son un regalo (dones; constituidos por) de Cristo en Efesios 4:8-12. Esto es solamente otra manera de decir que Dios constituye a los ancianos. El constituye ancianos cuando ellos califican según las cualidades según SU palabra y son constituidos según SU ley. En este mismo sentido, El constituyó apóstoles y profetas en los días del Nuevo Testamento, El también constituye evangelistas y pastores, y maestros hoy en día. Entonces, cualquier consideración que hace que el trabajo de los ancianos sea importante, haría hasta cierto punto, el trabajo del evangelista importante. Quiero que se entienda lo que se está tratando de decir aquí. No se está sugiriendo que el predicador, como individuo es mas importante que otros miembros del cuerpo, pero en cambio que el trabajo que el destaca es trabajo importante. Uno de nuestros problemas mas grandes es nuestra inhabilidad de separar al predicador de su trabajo; distinguir entre el mensajero y el mensaje que el presenta. Pablo dejó mandamientos a los tesalonicense en referencia de estos ―que trabajan entr e vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra‖ (I Tes. 5:12-13). Estos hermanos no deben de ser ―de mucha estima‖ por quien son ellos, sino por lo que ellos hacen. Ellos ―trabajan entre vosotros y os amonestan‖. De la misma manera el predicador no debe ser estimado por que nos gusta su corte de pelo, la ropa que usa, que le guste ir a pescar, jugar golf, visitar nuestra casa seguido, que bese
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nuestros hijos, que tenga las mismas opiniones que nosotros, o por predicar en iglesias grandes o pequeñas. Todas estas razones nos puede hacer estimar una persona por lo que el es como un individuo, pero cuando usamos estas para juzgarlo como evangelista o anciano; como siendo bueno o malo; significante o insignificante; que caiga bien o caiga mal; tenemos que volver a estudiar nuestras biblias otra vez. Si estas consideraciones temporales son la base de nuestra apreciación o falta de ella por el predicador, verdaderamente necesitamos hacer cambios. El trabajo del predicador es un trabajo muy importante porque Cristo mismo lo constituyo. Vamos a aprender a apreciar y evaluar correctamente en esta base de Cristo y ninguna otra. (2.) SU VASTO POTENCIAL: a.) Esta diseñado para hacer crecer la iglesia por medio de ―Perfeccionar a los santos‖ (Efe. 4:11-14). Esto quiere decir que tiene que guiar a los santos a un punto de madurez por medio de ―enseñarles que guarden todas las cosas‖ que Cristo nos ha mandado (Mat. 28:20). Esto pone un vasto potencial en el trabajo de los predicadores. Si tuviéramos esto en mente, trabajaríamos más diligentemente en este gran trabajo. (b.) Esta diseñado para salvar almas: ―Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvaras a ti mismo y a los que te oyeren.‖ (I Tim. 4:16). El vasto potencial del trabajo del evangelista muchas veces no es alcanzado. Cuando es perseguido este potencial, salva el alma del predicador y de aquellos que escuchan el mensaje de Dios que el predicador proclama. Pero también recordemos que si se hace el trabajo apropiadamente salva su propia alma y la de los escuchantes y edifica a la iglesia, entonces el hacer el trabajo in apropiadamente trae lo opuesto, pierde su alma el predicador y los que lo escuchan y destruye el cuerpo de Cristo. Esto también sirve para enfatizar la gran importancia del trabajo del evangelista. Siempre tenemos la tendencia de pensar el primer argumento de este párrafo y olvidar el segundo. (3.) LA ENCOMENDACION SAGRADA: ―… el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mi me ha sido encomendado.‖ (I Tim. 1:11). ―OH Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado…‖ (I Tim. 6:20). Esta encomendación causo que Pablo tuviera mucha conciencia sobre su trabajo como predicador: ―sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.‖ (I Tes. 2:4). Esperemos que tenga el mismo efecto en cada predicador del evangelio. Somos encomendados con el evangelio de Cristo que ―… es el poder de Dios para salvación …‖ (Rom. 1:16). La palabra ―poder‖ viene de la misma palabra que la palabra de donde sacamos la palabra ―dinamita.‖ Todos entendemos que tenemos que tener cuidado de quien encomendar la dinamita, o cualquier otra arma poderosa. Aun así el evangelio es el arma más poderosa que el mundo ha conocido y que conocerá. Si todas las armas nucleares explotaran todas a la vez (¡Dios nos libre!), no podrían generar el vasto poder del evangelio. ¡Todo el poder de las armas nucleares no podría salvar ni siquiera un alma! ¡El evangelio salva millones! ¡Esto debería de ser suficiente para enfatizar la importancia! Esto debería ser suficiente para enfatizar la importancia del trabajo del evangelista. El trabajo de aquellos que han sido encomendados con tan gran poder no debería ser tomado a la ligera. Cada predicador del evangelio tiene que darse cuenta que en sus manos está el poder de salvar o condenar, alumbrar o cegar, guiar a verdad o guiar a mentira. Cuando entendamos esto, podremos evaluar apropiadamente el trabajo del evangelista. Hasta que lo entendamos, seguiremos considerando el trabajo del predicador como simplemente una profesión social con una misión terrenal. 12
A VIEW FROM THE PULPIT
NOTAS DEL TRADUCTOR.
When I preach there are some who say, They could listen to me all day. Others think I preach too long, Or, that I go about it wrong.
Estimados hermanos, a lado de esta nota está un poema por el hermano Needham, el cual es el autor de este tratado. Ni siquiera trataré de traducir su poema puesto que los versos no se traducen bien. He traducido este tratado en esperanzas que mas hermanos tomen el llamado a la predicación de planta. También espero que sirva para en verdad tener en mente la importancia de todos aquellos hombres que se han entregado al evangelio. Aquellos que trabajan arduamente aunque a veces no son tratados como dignos de salario. Este es el primer capítulo de Preachers and Preaching (Predicadores y la Predicación) del hermano Needham. Trataré de poner los siguientes capítulos al castellano siendo que he visto que hay una necesidad que lo que presenta este libro sea oído. En la obra de habla hispana hay necesidad de hombres que dediquen su tiempo completo a la obra. Pero así mismo hay necesidad que las iglesias y los miembros, les ayuden a estar de planta en algún lugar. No he editado este tratado así que tendrá algunos errores, disculpen por ello. Dios los bendiga.
Some say my sermon‘s deep. Others say I put them to sleep. Some say that I hold them spellbound, Others squirm, and just look around. Some call me an orator. Others say I‘m a perfect bore. Some think I‘ve too much fight. Other‘s think I preach just right. Some affirm I‘m much too bold. Others say I‘m much too old. Some folks feel I‘ve met success. Others say my work‘s a mess! Some have said my pay‘s too low, As they observe the pace I go. Others assert my salary‘s peak Is far too high for three hours a week! From all of this it‘s plain to see, That as a preacher, I‘m up a tree! I can‘t please men of such discord, So, I‘ll just try to please the Lord. James P. Needham 3/11/75
Su hermano en Cristo Juan Sanchez
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Capitulo II Las Cualidades que un Predicador debe Tener: Según el Hombre Que Dios ha puesto ciertas cualidades que debe reunir el que predica la palabra no puede ser negado por nadie que tenga algo de estudio. Los hermanos también han inventado una larga lista de cualidades que a ellos les gustaría que el predicador tuviera. Estas, muchas veces no van de acuerdo con la palabra de Dios y tienen que ser eliminadas. Muchas veces estas son absurdas, chistosas en veces y casi todo el tiempo en contra de la escritura y dañinas. En este capítulo miraremos unas de estas cualidades hechas por los hombres y comparemos lo que las escrituras dicen. En el capítulo III, estudiaremos las cualidades según Dios para poder hacer una comparación y mirar la diferencia. I.) EDUCACIÓN SECULAR En algunas congregaciones los hermanos sienten que el predicador no califica para ser evangelista sino tiene cierto título universitario. Ellos no le dirán al predicador esto cuando lo rechazan solo por esta consideración, pero al fondo de todo, si es la razón del rechazo. La demanda de algunos hermanos de tener un ―clero‖ educado va más allá de la imaginación de algunos. Aquí no estoy tratando de sobre pasar o minimizar los beneficios de una educación secular. Es posible exagerar en los dos lados del argumento; el demandar demasiada educación o el aceptar muy poca. Tenemos que entender que uno tiene que poder hacer un buen trabajo en el entendimiento y el habla en la lengua que uno predica. Nosotros muchas veces hacemos el error de pensar que la educación es igual al entrenamiento FORMAL. No es necesario asistir a la universidad Harvard para ser educado. Uno se puede educar asimismo en la lengua y la palabra del Señor, si es nuestro deseo. Muchos hermanos han hecho esto, y en muchas ocasiones, estos son algunos de los más capaces y efectivos proclamadores de la palabra entre nosotros. No hay excusa de un predicador que sea inadecuado en su conocimiento de la biblia o su lengua. Con diligencia casi toda persona con suficiente inteligencia para predicar puede prepararse asimismo para hacer un buen trabajo proclamando la palabra de Dios en su respectiva lengua. Aquel que por flojera falla en atener esta meta, no se debería sorprender si los hermanos lo rechazan, y los hermanos no deberían ser criticados por rechazarle. Algo que disturba es el ver a más y más predicadores hacer la voluntad de los hermanos cuando ellos les demandan más educación secular. Numerosos hermanos que hacen trabajos increíbles para el Señor, entierran sus talentos en el salón de clases buscando una educación superior. Durante este tiempo, el trabajo que podrían estar haciendo para el Señor, está perdido y nunca más será recuperado. En algunos casos la educación superior es detrimental en lugar de ayudar. En algunos casos la educación que excede la mente normal le quita ―la predicación‖ a la persona de su mente en lugar de incrementarla. La predicación efectiva es la habilidad de hacer que la palabra de Dios se haga real y aplicable a las situaciones de nuestra vida. La educación superior a veces impide en lugar de ayudar a poder hacer las cosas reales y aplicables, por que hace que nuestras habilidades para complicar las cosas incrementen, impide nuestra apreciación a la simpleza, y hace a la persona que se quiera presentar como un erudito (pedante, escolar). Aquellos que pueden entender algún punto cuando es complicado podrían también entenderlo cuando es simplificado, así que el incrementar la educación del predicador no necesariamente incrementa su habilidad para alcanzar a las multitudes.
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Pablo predicó a Cristo ―no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo‖ (I Cor. 1:17). El afirmó que el ―cuando fue a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fue con excelencia de palabras o de sabiduría‖ (I Cor. 2:1). El además añadió que su ―palabra‖ y su predicación no fueron con ―palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios‖ (I Cor. 2:4-5). El declaró que ―aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento‖ (II Cor. 11:6). Pablo dijo esto aunque a la verdad, él era uno de los judíos más educados de su generación (Hch. 22:3; 5:34). De estas consideraciones, entonces, podemos llegar a esta deducciones en referencia a los predicadores y la educación superior: (1.) La educación superior no puede en todo caso hacer mas capaz al predicador, hacerlo mas capaz de comunicarse con la mente común; (2.) No es una cualidad escritural para un evangelista; y (3.) cuando los hermanos demandan tal cosa, estan buscando un símbolo de estado mundano y estan en los mismos terrenos que aquellos que demandan entrenamiento seminario para el clero profesional. II.) PERSONALIDAD DINAMICA Ciertamente todo cristiano debería de tener buenos modales y ser atractivos en sus personalidades. Hay mucha diferencia entre esto y lo que algunos hermanos requieren de los predicadores. Ellos demandan que el sea dinámico; que siempre caiga bien, que nunca decaiga, que llame mucho la atención. Ellos quieren que su personalidad y dinamismo sea conocido por todos. Ellos miran esto como esencial para atraer a la gente a la comunidad de la iglesia, lo cual podría ser, pero solamente para ser entretenidos por una personalidad dinámica. En una comunidad donde este escritor vivió, me temía que los hermanos me iban a despedir y contratar al predicador de la iglesia bautista local, por que constantemente comparaban nuestras personalidades. Ellos decían que la personalidad de él valía ―un millón de dólares.‖ No recuerdo el valor en dólares y centavos que tendrían en mi personalidad, pero ha de haber sido muy barata. Una iglesia que esta construida en otra cosa que no sea Cristo no es una iglesia que sea de Cristo (Rom. 16:16). Es DE la persona la cual su personalidad la construyo. Pablo condenó esta práctica en Corintio (I Cor. 1:12-13; 3:1-9). III.) SER APUESTO Algunos han nacido más apuestos que otros. Los desafortunados pueden hacer muy poco para cambiar su situación, excepto el hacer lo mejor que puedan con lo que ellos tienen. Después de haber hecho esto, ellos han hecho todo lo que Dios espera de ellos. Los hermanos no deberían esperar más. Algunos hermanos buscan a un ―perfecto espécimen‖ para ser predicador. Ellos a veces hacen esto por causa de la presión que tienen de las hermanas que estan a la ―moda‖. Ellos demandan en gran manera que el predicador sea de ―buen ver‖, y hay algunos de estos. Este individuo debe de vestirse no solamente bien, si no que tiene que brillar en su vestimenta. Su ropa tiene que ser de última moda. Su sombrero y sus calcetines tienen que combinar y su calzado debe estar bien boliado y brilloso. Las rayas de sus sacos tienen que estar tan filosas como un cuchillo, su camisa debe de estar recién planchada con almidón, y para aumentar su popularidad aun más va a predicar sermones cortos y de muy poca profundidad bíblica; y hablará a las hermanas con lisonjas, como algunos lo han hecho. Estas personas han hallado a Juan con su túnica de piel de camello (Mat. 3:4), y a Pablo con su ropa de prisionero sumamente repulsivos. Estos no podrían haber tolerado a algunos de los ―pioneros‖ que predicaban y
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bautizaban en sus mismas ropas por que era las únicas que tenían. Estos evangelistas ofenderían los gustos delicados de estos hermanos. No queremos dejar la impresión que el predicador está justificado en vestirse sin ningún decor, y que no sea higiénico en su persona- ¡No de ninguna manera! Nada bueno se podría decir de un cristiano, mucho menos un predicador, quien no toma cuidado de su persona. Uno debería de hacer el esfuerzo de verse tan arreglado y limpio como un buen juicio y nuestra situación monetaria nos permita. Hay una gran diferencia entre esto y el hacer un esfuerzo deliberado para tratar de verse imponente o frívolo, adornándose a si mismo para que los demás lo miren y crear una ―imagen‖ y llamar más atención a si mismo que al mensaje que supuestamente esta presentando. Hay algo drásticamente mal cuando la gente puede ver más la personalidad y el ropaje del predicador cuando está en el pulpito que el evangelio de Cristo. Los predicadores deberían de alejarse de los extremos en los dos lados de este punto. No deberían de estar vestidos como borrachos pero tampoco deberían de ser modelos. IV.) FINESA SOCIAL Algunos hermanos esperan que el predicador sea un artista en lo concerniente a los eventos sociales de la comunidad. Ellos demandan que el sea visto en ciertos lugares, y que tenga un puesto alto entre las organizaciones de la comunidad. Esto lo hace un líder en la comunidad y trae atención a la iglesia. Ellos quieren que sea muy abierto a lo que tiene que ver con lo social y que pueda estar entre cualquier circulo social o cívico. Hay casos en donde esto es el interés principal de los hermanos. V.) MUY AGRESIVOS Y UNA BOCA MUY GRANDE Los hermanos a veces demandan que el predicador sea muy agresivo y que tenga la boca muy grande. Algunos piensan que estos son ingredientes esenciales para un predicador del evangelio. Ellos quieren alguien que en verdad pueda hablar; uno que puede llevar la conversación al premio. Piensan que el predicador debería de ser agresivo en su personalidad hasta el punto de entrometerse en lo ajeno (I Pedro 4:15). Cuando este presume, los hermanos le echan porras, y se pone peor. Se enorgullece en hacer callar a la gente y no se siente efectivo como predicador a menos que este levantando antagonismo en la iglesia sobre cosas triviales. Predica en un tono condecente, haciendo implicaciones en maneras casi groseras y desafía a alguno a negarlas, y cuando nadie las niega, el y sus seguidores presumen y se llenan de valor en el punto de decir que él es ―un campeón de la fe.‖ Si alguno se pone en contra de sus opiniones, este es sepultado en la avalancha de epítetos y los demás hermanos lo tratan de una manera mala sin escrúpulos y no de hermanos. A este tipo de predicador no le gusta que los hermanos le den la contraria aunque tengan razón; y se aleja de este quien le dio la contraria, ―es solamente un cobarde que no tiene la verdad.‖ No es algo fuera de este mundo que una persona con este carácter tenga muchas personas que lo siguen, siendo que muchos hermanos consideran esta característica una cualidad importante para un evangelista. VI.) QUE TENGAN INTERESES COMUNES A LOS NUESTROS A veces los hermanos demandan que el predicador tenga los mismos intereses que ellos. Si les gusta jugar golf, tiene que jugar golf. Si les gusta jugar fútbol, el tiene que ser un futbolista. El tiene que interesarse en estos pasatiempos o los hermanos se vuelven amargos hacia el. Si a él le gusta pescar, los hermanos se quejan que pasa mucho tiempo pescando. Pero si
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pasa el doble de tiempo con los hermanos en los pasatiempos que a ellos les gustan, sería un predicador ejemplo- ―uno de los mejores predicadores que hemos tenido.‖ O, podría hacer algunos hermanos en la congregación que piensan que ellos son los únicos con suficiente cabeza para ―dirigir la iglesia‖ y que miran hacia abajo a los hermanos comunes y se ponen en una posición alta como los guardias de la congregación. Este grupo piensa que ellos son los únicos que tienen derecho al predicador y a su tiempo. Ellos suponen que el predicador se debería sentir honorado por el solo hecho que lo consideran parte de la ―aristocracia‖ y que debería demostrar su apreciación pasando mucho tiempo con ellos para conspirar de lo que van a hacer la siguiente junta de varones. Si el predicador, en lugar de hacer esto, escoge usar su tiempo haciendo sus responsabilidades dadas por Dios para estudiar y predicar (I Tim. 2:15, 4:1-2) y ―haciendo nada con parcialidad‖ (I Tim. 5:21), es una persona que ―no coopera y no escucha consejos, y debería ser cambiado por el bien de la causa.‖ ¡No está calificado para hacer el trabajo! VII.) BIEN RECOMENDADO Algunos hermanos demandan exageradamente que el predicador tenga buenas recomendaciones. ¡Eso quiere decir que a sus amigos les cae bien y a sus enemigos mal! Esta exclamación representa una buena recomendación para algunos. ¡De otra manera uno no podría hacer nada! Un anciano de la iglesia le dijo a este escritor que lo iban a dejar trabajar con ellos por que ―conocía las personas correctas‖ y por que me ―había asociado con las compañías apropiadas.‖ Los hermanos a veces actúan de una manera tonta en lo concerniente a las recomendaciones. Ciertamente, ellos deberían esforzarse en aprender algo de las cualidades del predicador y de su trabajo antes de tenerlo de planta, pero necesitan ser realistas. ¿Serán tan inocentes en pensamiento los hermanos para entender que los amigos de un hombre siempre lo van a recomendar y sus enemigos no lo harán? Casi todos pueden encontrar alguien que lo recomiende. Podrá ser una pobre excusa como padre o marido. Podrá ser una pobre excusa de predicador, y podría haber dejado una línea de deudas, o hasta ser un fornicador, pero aun así puede encontrar alguien que lo recomiende. A veces hermanos bien conocidos con buenos deseos recomiendan a tales personas. Rehúsan tomar en consideración que su trabajo y su vida podrían ser una vergüenza y detrimental para la iglesia. Ellos les dan a tales hombres ―una buena recomendación,‖ los hermanos se regocijan de que tienen un ―buen hombre‖ por que el hermano ―Buenagente‖ le dio una ―buena recomendación.‖ Después de unos cuantos meses se dan cuenta de la verdad, y el dolor y tristeza que los sigue. VII.) LA EDAD CORRECTA Una cualidad importante para muchos hermanos es que el predicador tenga la edad correcta. Es un poco difícil a veces saber cual es la edad correcta, ¡por que si uno es viejo es muy viejo, y si es joven, es muy joven! Los hermanos le dicen a los predicadores jóvenes que no tienen suficiente experiencia, sin pensar que si todas las iglesias pensaran así, ellos nunca van a tener suficiente experiencia- ¡a la verdad no tendrá nada de experiencia! Cuando un predicador de más experiencia es considerado, ellos tiran la cualidad de la experiencia por la ventana y dicen ―que es demasiado viejo para el trabajo que necesitamos que se haga.‖ En un análisis final, quieren el vigor de un joven y la sabiduría y experiencia que los años dan, todo en una misma persona. Esto es una imposibilidad. En verdad hay ventajas y desventajas en los dos, en la
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juventud y el añejo. Un joven usualmente puede alentar con mucho entusiasmo a los hermanos, mientras su efecto en el pulpito pueda sufrir por falta de profundidad o experiencia. Un predicador de experiencia tal vez no entusiasme tanto como una vez lo hizo, pero los años han madurado su predicación y sus sermones son joyas de sabiduría los cuales fluyen de la profundidad de su entendimiento de la revelación de Dios, la cual fue atenida por medio de muchas horas largas de estudio y una experiencia vasta. Cualquiera de los dos haría mucho bien en cualquier iglesia. Cada iglesia necesita lo que cualquiera de los dos puede ofrecer; ya sea profundidad y conocimiento, o el entusiasmo de la juventud. Pablo reconoció los problemas que los predicadores jóvenes tendrían y por eso amonestó a Timoteo: ―Nadie tenga en poco tu juventud…‖ (I Tim. 4:12). El también demostró la ventaja de la edad (experiencia) cuando escribió en Filemón y dijo ―Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, PABLO YA ANCIANO, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;‖ (Filemón 8-9). Cuando Pablo ―ya anciano‖ escribe a los filipenses del joven Timoteo, el dice ―Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues A NINGUNO TENGO DEL MISMO ANIMO, Y QUE TAN SINCERAMENTE SE INTERESE POR VOSOTROS‖ (Filipenses 2:19-20). Tal dedicación todavía caracteriza a varios de los jóvenes de nuestros tiempos. Con toda esta evidencia tenemos que tener cuidado de no aceptar a un predicador del evangelio solamente por su edad. El hacer esto es solamente una calificación humana. IX.) DEBE ESTAR CASADO Una cualidad muy importante para una iglesia es que el predicador DEBE estar casado. Si estos hermanos hubieran vivido en el primer siglo, ciertamente Pablo, uno de los mejores predicadores de todos los tiempos, se hubiera encontrado sin lugar donde predicar. Los hermanos dicen que el predicador puede hacer más bien si está casado. Eso es debatible. Pero aunque pudiera ser determinado de una manera u otra, eso no va al punto. La verdadera pregunta es: ¿Cuándo hizo Dios esto como un requisito para ser un predicador del evangelio? Esto es lo que necesitamos saber. ¿Cuántos de los predicadores de los cuales leemos en el Nuevo Testamento eran casados? ¡Solamente estudien y traten de averiguar esto! Hay muchos hombres capaces que se dedicarían al tiempo completo al evangelio si los hombres no impusieran estos requisitos humanos. Ciertamente es bueno que el predicador sea casado. Dios diseño el matrimonio, y sabía que era algo que conducía a las alegrías más altas de los hombres, pero nadie tiene el derecho de REQUIRIR esto un predicador del evangelio. X.) UN CIERTO NUMERO DE HIJOS En orden para ser útiles en ciertas iglesias, los predicadores tienen que tener un cierto número de hijos. Usualmente es entre menos mejor. Es más difícil sustentar a una familia grande, y por esto usualmente los hermanos prefieren un predicador con una familia pequeña. Se han oído a los hermanos decir que los predicadores con familias grandes deberían conseguir un trabajo secular para poder mantener a su familia más apropiadamente. (Nos hace preguntarnos si el converso es verdad: ¿los hermanos con familias pequeñas deberían de empezar a predicar?). Por esta causa hemos perdido grandes talentos que han dejado el predicar tiempo completo para mantener mas adecuadamente a los suyos (I Tim. 5:8). Aquellos que han tenido la dedicación para aguantar la vara, viven con salarios bastante bajos, o la esposa es forzada a trabajar fuera del hogar para suplementar su salario, una acción que es usualmente criticada por los hermanos.
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XI.) LA ESPOSA PERFECTA Uno de los requisitos más injustos que los hermanos han inventado es lo que muchas veces requieren de la esposa del predicador. No es nada fuera de lo común que REQUIERAN que la mujer no trabaje fuera del hogar. En muchos de los casos estos mismos hermanos que ponen este requisito tienen esposas que trabajan fuera del hogar. Tienen un estandarte doble. ¡Sus esposas pueden trabajar y llevarles un segundo salario, pero la esposa del predicador no! En muchos de los casos estos hermanos ganan mas que el predicador, pero esta bien que sus esposas trabajen, pero no la esposa del predicador. ¿Hermanos, dónde está nuestro sentido de justicia? Los hermanos dicen que quieren que la esposa del predicador este libre para ayudar o asistir al predicador. Quieren que ella esté activa en las actividades de la iglesia y que ayude al predicador a hacer llamadas y estudios. La línea más básica es que ¡los hermanos quieren dos trabajadores por el precio de uno! Ellos pagan solo un salario, el cual en muchos casos es inadecuado, pero quieren que ocupe los servicios de los dos el predicador y su esposa. También están los hermanos que quieren que la esposa del predicador se envuelva en los círculos sociales. Ellos quieren que sea un miembro prominente de algún club de mujeres o el PTA (asociación de padres voluntarios en las escuelas públicas en los Estados Unidos) de alguna escuela. Quieren que ella este a la moda y tenga buen estilo, en fin, que sea una dama ante la sociedad. Si se queda en el hogar para destacar la responsabilidad divina que Dios le dio, ella no es satisfactoria para estos hermanos. CONCLUCIÓN Hay ciertos requisitos que los hermanos han inventado. Ninguno de estos puede ser encontrado en el nuevo testamento como requisitos para predicar el evangelio. Los hermanos tienen que mirar sus actitudes y sus disposiciones para ver si estan demandando más de los predicadores que los que Dios demanda. Si se dan cuenta que lo estan haciendo, necesitan parar de hacerlo. Algunos de los puntos presentados en este capítulo tienen mucho que ver con la falta de predicadores, un tema que hablaremos mas adelante en otro capítulo futuro. Hay tantas personas perdidas en este mundo. Ellos estan muriendo y siendo condenados por falta de trabajadores. En medio de todo esto, los hermanos estan manifestando muchas actitudes erróneas haciendo demandas que ponen una muralla que detiene a muchos individuos de entrar al trabajo de la viña. Hermanos este es un tema muy serio. Tenemos que poner nuestros pensamientos en línea con los pensamientos de Dios. Tenemos que animar en lugar de desanimar a los hombres que algún día se podrían dedicar a predicar el evangelio.
DESCRIPTION OF A PREACHER
NOTAS DEL TRADUCTOR
On the surface he is kina of deep, but down Este capítulo me ha sido de mucha ayuda deep he is real shallow. en mi propia experiencia. Muchas veces los hermanos ponen tantos requisitos para los evangelistas y luego se pregunta por que no hay tantos. Espero que estas traducciones
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del hermano James Needham ayuden tanto a las iglesias como a los futuros evangelistas a hacer lo que es justo delante de Dios. Espero también que los jóvenes que puedan ver estos artículos se animen y se pongan en pie en alguna congregación. Los hermanos que estan predicando en estos momentos ciertamente morirán algún día. Los jóvenes son el futuro, necesitamos más hermanos que se pongan a predicar el evangelio en todas partes del mundo. Dios los bendiga. Su hermano en Cristo Juan Sanchez
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Capitulo III Los Requisitos Para Ser Predicador Según Dios INTRODUCCION El capitulo pasado se trató de los requisitos para ser predicador según los hombres. Casi el 99% de esos requisitos no tienen que ver nada con el plan de Dios y usualmente hieren a la iglesia. Siendo que las cartas de Primera y Segunda de Timoteo y Tito fueron escritos a predicadores jóvenes y mucho de d e lo que se habla en ellos tiene mucho que ver con el propósito pr opósito de este capitulo, sacaremos de estos la mayoría de nuestro material para esta discusión en este segmento. I.) AMABLE En segunda de Timoteo 2:24, ―…el siervo de Dios debe ser … amable para con todos.‖ De esta palabra (Griego: EPIOS) Vine dice, ―manso, gentil. Era una palabra frecuentemente usada por los escritores griegos para caracterizar a una nodriza con niños difíciles, o a un maestro con alumnos poco aplicados, o padres hacia sus hijos. En 1 Tes. 2:7, el apóstol la usa de su propia conducta y de la de sus compañeros de misión hacia los conversos de Tesalónica (2 Cor. 11:13, 20); en 2 Tim. 2:24, de la conducta requerida de un siervo del Señor.‖(p. 48). Para ser un predicador del evangelio uno tiene que poseer esta disposición amable. No debe ser grosero ni áspero. Tiene que tener la habilidad de poder tratar con diferentes personas las cuales tienen disposiciones variables bajo circunstancias diversas. Algunos son fáciles de enseñar, otros son difíciles. Algunos tienen mentes que son receptivas a la verdad, otros no aman la verdad y se gozan en su injusticia (II Tes. 2:12). El predicador del evangelio tiene que tener la habilidad de poder tratar con cualquier hombre en e n la condición que se encuentre en cuentre cualquiera c ualquiera que qu e sea en orden o rden de traerlo a la condición que Dios quiere que se encuentre. Nosotros los predicadores a veces desarrollamos una disposición que hace pensar a la gente que somos personas difíciles para hablar. La gente no siente la libertad de discutir sus problemas espirituales con nosotros. Santiago dijo que ―la sabiduría que es de lo alto …(es) amable, benigna …‖ (3:17). ¿Lo describe esto a usted hermano? Cuando Jesús mando a sus discípulos predicar les mandó diciendo, ―sed pues, … sencillos (inofensivos) como palomas‖ (Mat. 10:16). Cualquiera que ha predicado por algún tiempo rapidamente va a admitir que este requisito de ser amable es una ordenanza grande. Es muy fácil para que el predicador se vuelva arrogante, y aparenta presentar una actitud de superioridad espiritual a todos los demás, ―soy mas santo que tu‖. Para comunicarnos con los hombres donde se encuentren en su disposición tenemos que ―a todos {hacernos} de todo …‖ (I Cor. 9:22). Tenemos que ser lo suficientemente amables para poder hablar con estas personas a su nivel de entendimiento, y no requerir que el hable a nuestro nivel de entendimiento para hablarle. Pablo dijo ―no ALTIVOS, sino asociándonos con los humildes‖ (Rom. 12:16). Debemos poder ponernos en la situación en que estan ellos, ―caminar en sus zapatos‖ y tratar con ellos como nos gustaría que nos trataran a nosotros si nosotros estuviéramos en esas circunstancias. No quiero que nadie haga el error de pensar que el ser amable es igual que ser pasalón (demasiado suave). Las palabras no describen la misma idea. Pablo dijo que el había sido amable con los tesalonicenses (I Tes. 2:7), pero en el mismo capítulo él dijo que había tenido ―denuedo
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en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.‖ (I Tes. 2:2). Ser amable no quiere decir que no digamos nada. Aunque tenemos que ser ―sencillos (inofensivos) (inofensivos) como palomas‖ tenemos que ―instar a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina‖ (II Tim. 4:2).Cuando estamos siendo amables debemos ―arrancar y … destruir y …arruinar y ... derribar y …. edificar y plantar‖ plantar‖ (Jeremías 1:10). II.) APTO PARA ENSEÑAR ―El siervo del Señor debe ser …. apto para enseñar…‖ (2 Tim. 2:24). La palabra DIDAKTIKOS, traducida ―apto para enseñar,‖ Vine dice, ―diestro en la enseñanza‖ p. 326. Thayer dice lo mismo sobre esta palabra (página 144). Esto aparenta ser un requisito elemental. Hasta podemos decir que no tenemos que explicar esto siendo que es tan evidente. Hay ciertos hombres que desean predicar los cuales no son aptos para enseñar. Si no somos aptos para enseñar, no podemos ser efectivos como predicadores. Casi todos nosotros hemos conocido a alguien que no tiene la habilidad para predicar, y muchos hermanos dicen, ―El perdió su llamado.‖ Esto es verdaderamente posible, y parece que Pablo tenía esto en mente cuando le escribió a Timoteo, cuando le instruyó que entrenara a otros para ser maestros (2 Tim. 2:2). El punto es que Timoteo no debería tratar de hacer predicadores de aquellos que no tienen la habilidad. Esto se hace evidente cuando miramos que Pablo ciertamente no estaba hablando de esto como una cosa que cada hijo de Dios debería hacer en sus vida diaria si no a aquellos que van a enseñar. Si esto es cierto, entonces uno no puede ser un ―sirviente del Señor‖ sin ser ―apto para enseñar‖ o ―diestro a la enseñanza‖ (2 Tim. Tim. 2:24). Algunos hombres por su propia naturaleza no pueden llenar este requisito, pero aun así pueden ser cristianos. La conclusión, entonces, es que la persona que se va a dedicar a ser un predicador del evangelio debería de poseer cierta habilidad natural natural la cual es esencial para ser ―diestro en la enseñanza.‖ III.) SUFRIDO ―El siervo del Señor … debe … ser … sufrido‖ (2 Tim. 2:24). Vine dice de esta palabra, ANEXIKAKOS, ―denota que es paciente sobre llevar el mal‖ (p.865). Aquel que no pueda llenar este requisito será un predicador inefectivo. El ser ―paciente de sobre llevar mal‖ incluye los siguientes: (1.) La habilidad de ser paciente con los hermanos en sus debilidades. Algunos predicadores batallan mucho para hacer esto. Ellos esperan que los hermanos sean perfectos, y a los que ellos encuentran que no lo son, ellos demandan cambios radicales en esos mismos momentos. Si estos cambios no vienen, estos se desaniman, se vuelven ásperos, o ―amargados‖ en lo que concierne a la hermandad. ¡Estos hasta toman toman un trabajo secular y dejan la predicación! (2.) La habilidad de ser paciente cuando son ofendidos por otros. A los predicadores se les ofende frecuentemente. Los hermanos maltratan a los predicadores, se imponen sobre ellos. Esta es la naturaleza de estas cosas, aparentemente. Evidentemente Pablo supo esto mediante la inspiración de Dios, por eso escribió que el ser sufrido era un requisito. Por ejemplo, Pablo dijo que los hermanos no estaban con el cuando estaba en peligro, pero el tomó apoyo en que el Señor estuvo con él y lo fortalecía (2 Tim. 4:16-17). El dijo que Demas lo abandonó (2 Tim. 4:10), y que había estado en peligros de ―falsos hermanos‖ (2 Cor. 11:26), algunos pensaban ―añadir aflicciones a sus prisiones‖ (Filipenses 1:16). Pablo dijo que él se acordaba de las lagrimas de Timoteo (2 Tim. 1:4), y le animó a ―sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo‖ (2 Tim. 2:3; 4:5).
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Aquel que no puede ―sufrir‖ estas durezas o aflicciones no va a poder hacerla como predicador. El va estar constantemente mudándose de lugar en lugar en busca de una mejor situación. En muchas circunstancias el predicador busca una situación perfecta. Esto es evidente cuando leemos ciertas cartas las cuales el predicador escribe para encontrar un lugar donde predicar. Algunos predicadores hacen evidente que quieren ya cambiarse. Ellos dicen que quieren cambiarse a alguna congregación donde haya ―buenos ancianos‖ y ―sin problemas.‖ (Ente las iglesias hispanas, los predicadores buscan hermanos y juntas de varones sin problemas.) Aparentemente no han aprendido que no hay muchas de las tales congregaciones sin ningún problema. También nos estan diciendo que no han aprendido a ser ―sufridos‖ cuando alguien les hace algún mal, así ellos fallan en llenar uno de los requisitos requisitos para ser predicador. Esto explica el porque algunos predicadores siempre estan buscando un lugar a donde mudarse cada vez que los vemos, y siempre se estan quejando de su vida como predicador. Lo que hemos dicho no quiere decir que alguno tiene que solapar el error. Hay una diferencia, entre solapar el error y el ser paciente con aquellos que estan en error. Nosotros tenemos que ―Predicar la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta, CON TODA PACIENCIA y doctrina‖ (2 Tim. Tim. 4:2). Después de haberle advertido a Timoteo de las malas influencias de Himeneo y Fileto, ―que se desviaron de la verdad,‖ Pablo le dijo a Timoteo que ―en la casa grande (la iglesiaiglesia- I Tim. 3:15), no solamente hay utensilios de oro o de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos y otros para usos viles‖ (2 Tim. 2:17-20). 2:17-20). De seguro Pablo hizo esto para que Timoteo no se desanimara por causa de estos desertores de la fe. Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos, ―¿Cuántas ―¿Cuántas iglesias estarían en mejor condición si yo hubiera manifestado mas paciencia?‖ La historia del hombre como es revelado en la Biblia nos enseña que, generalmente, el hombre no cambia de mente o de vida fácilmente. Ninguno de nosotros llegamos a este entendimiento entendimiento de la verdad ―de la noche a la mañana.‖ Todos nosotros continuamos en crecer en la gracia de Dios y el conocimiento cada día de nuestras vidas, y las cosas que aprendemos hoy, algunas personas lo aprendieron hace mucho tiempo. Nosotros deberíamos, cuando menos, darle el mismo tiempo de aprender la verdad a los demás, que el que nosotros nos tomamos para aprenderla. Nosotros tendemos a esperar más de los demás que de nosotros mismos. Aunque nos hayamos tardado diez o quince años para venir a la verdad, pensamos que los demás deberían aceptar la verdad la primera vez que la oigan, y nos preguntamos el porque no la pueden ver. Probablemente son las mismas razonas que en algún tiempo también a nosotros nos impedía venir a la verdad. Ciertamente, hay un límite de tiempo y trabajo que deberíamos hacer para tratar de enseñar a la gente. Jesús dijo ―No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan y os despedacen.‖ (Mat. 7:6). En lo concerniente concerniente a ciertos fariseos quienes rechazaron la verdad, el le dijo a los discípulos que ―dejadlos …‖ (Mat. 15:14). No es fácil saber cuando alguna persona llega al punto que describen estos versículos. Muchos de nosotros somos tan impacientes que pensamos que la mayoría de las personas llegan a este punto rapidamente. En muchos de los casos, nosotros tuvimos mucha ―suerte‖ en que los que nos enseñaron la verdad no fueron tan impacientes como nosotros somos. IV.) MANSEDUMBRE ― … el siervo del Señor debe …. con mansedumbre corregir a los que se oponen …‖ (2 Tim. 2:25). Es difícil el distinguir entre ―mansedumbre‖ y ―amabilidad‖ la cual ya hemos 23
hablado de, pero tiene que haber una diferencia siendo que los dos términos son usados. La palabra original en este versículo para mansedumbre (PRAUS) es diferente a la palabra amable (EPIOS). Aparentemente tienen esta diferencia: El ser amable tiene que ver con nuestras acciones, mientras la mansedumbre describe la condición de nuestra mente. La mansedumbre aparentemente tiene que ver con nuestra actitud y nuestra estimación de nosotros mismos, mientras el ser amable tiene que ver con nuestras acciones hacia los demás. Aunque esto no sea universalmente cierto, la distinción aparenta ser BASICAMENTE verdad. El punto de Pablo es que el predicador del evangelio debe ser una persona que tiene la estima de si mismo que debería tener — debe ser MANSO. El debe de ser una persona que entiende que lugar tiene en el plan de Dios y aceptarlo con satisfacción, sin pensar mas alto de si mismo de lo que debería (Romanos 12:3). El no debería de ser egoísta y demasiado asertivo. Los hermanos muchas veces hacen que sea fácil para que los predicadores piensen que son las bujías de la iglesia, que todo depende de ellos, y que son mandados como caballeros en armadura a salvar a la iglesia y triunfar sobre sus enemigos y que sin ellos, la iglesia quedaría arruinada para siempre. Nosotros a veces hacemos nuestro trabajo con una actitud que parece decir, ―Dios me necesita, a la verdad, yo no se como su causa podría seguír adelante sin mí.‖ Pablo dijo ―Dios … no es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo …‖ (Hechos 17:25). Tenemos que entender que la iglesia existió y estaba bien establecida mucho antes que nosotros naciéramos, y lo mas probable es que seguirá estando bien aun después que ya no estemos. Pablo dijo, ―Pues si anuncio el evangelio, no tengo por que gloriarme; por que me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!‖ (I Cor. 9:16). Pablo en este versículo dice que su trabajo de predicador le estaba ayudando a si mismo, en lugar de ayudar a Dios. Les dice esto a los corintios, los cuales exaltaban a los mensajeros más arriba que el mensaje (I Cor. 1:12), Pablo dijo, ―¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? SERVIDORES por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a CADA UNO CONCEDIÓ EL SEÑOR. Yo planté, Apolos regó; pero el CRECIMIENTO LO HA DADO DIOS. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que PLANTA y el que RIEGA son UNA MISMA COSA; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros SOMOS COLABORADORES DE DIOS, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.‖ (I Cor. 3:5-9). Los predicadores son solamente labradores y regadores, y son la misma cosa — que quiere decir que tienen la misma importancia — toda nuestra labranza y todo nuestra riega serían nada sin Dios. Ningún pasaje en la biblia en la biblia pone al predicador en su debido lugar que este. Es una demostración de lo que significa cuando el predicador es MANSO — que se evalúa a sí mismo de una manera apropiada. Recordemos que Pablo dice en este pasaje que los predicadores ¡NADA son! Claro, que este es un punto de contraste para énfasis. El punto es que el predicador es muy insignificante en comparación con su mensaje. Su trabajo es importante, pero debe de mantenerse en su lugar en relación con el mensaje. V.) SOBRIEDAD ―Pero tu se sobrio en todo‖ (2 Tim. 4:5). Este requisito requiere que el predicador tenga un buen, justo juicio, en contraste con ser impetuoso y que tome las cosas ligeramente. No hay otro requisito de más alta importancia para el predicador. Necesita tener un justo juicio para todo lo que él hace o dice. Muchas de las catástrofes congregacionales podrían haber sido evitadas si el juicio/decisión del predicador hubiera sido mas maduro. Lo que el predicador dice o hace en muchas situaciones determina si va a haber felicidad o tristeza. Por causa de la inmadurez de su
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juicio/decisión en ciertos asuntos, las congregaciones son echadas a disturbaciones diabólicas y confusiones catastróficas. Cuando Jesús mandó a los apóstoles a predicar el requirió de ellos a que fueran ―astutos como serpientes y mansos como palomas‖ (Mat. 10:16). ¡Esta fue una gran ordenanza! No es fácil saber lo que tenemos que hacer en cada situación, y en todo existe la oportunidad de equivocarnos. Algunos tienen mejor juicio que otros. Ciertamente hay hermanos que son tan incapaces de dar un buen juicio, que no deberían ni aspirar a ser predicadores, de otra manera este requisito de Pablo de sobriedad no tendría ningún sentido. Algunos predicadores toman todo ligeramente; evidentemente no pueden ser serios. Para ellos todo es un chiste que no tiene gran importancia. Cuando un problema ocurre en la congregación, ellos hacen lo que viene naturalmente — actúan por impulso. No tienen la habilidad de tomar en cuenta el futuro y las consecuencias de lo que sus palabras y acciones les traerán. Cuando todo ―explota,‖ ellos aparentan estar sorprendidos, y preguntan ―¿qué es lo que hice?‖ Entonces simplemente dicen, ―¿Bueno, la regué con esta, donde hay otra?‖ Como Rehoboam, estos rehúsan el consejo de los ancianos (hombres mayores), y la causa de Dios es la que sufre como resultado. VI.) FIDELIDAD ―Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.‖ (2 Tim. 2:2). Era el trabajo de Timoteo el entrenar a otros para ser predicadores y maestros, pero los que serían entrenados tendrían que ser ―hombres fieles.‖ Entonces, el gran trabajo de predicar el evangelio es para aquellos que son fieles. Thayer define la palabra ―fieles‖ (Gr. PISTOS) de esta manera, ―Merecedores de confianza; que se puede confiar en ellos‖ (p.514). Este requisito es ampliamente evidente para un predicador. Los predicadores del evangelio (así como todos los cristianos) son encomendados con el mensaje más poderoso e importante que el mundo ha conocido — el evangelio. Aquel que quiera servir como un predicador del evangelio debe de ser una persona merecedora de confianza. Nosotros no le encomendaríamos un mensaje importante a una persona en la que no tengamos confianza para que lo lleve. Pablo habla de ―…el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado‖ (I Tim. 1:11). En sus cartas a Timoteo, Pablo usa tres palabras que indican la necesidad de ser merecedor de confianza (fiel): (1.) El le ENGARGÓ a Timoteo (I Tim. 1:18; 5:21; 6:13; 2 Tim. 4:1). (2.) Le amonestó a Timoteo que ―GUARDA lo que se te ha encomendado‖ (I Tim. 6:20). (3.) Le mandó a Timoteo que ―RETÉN la forma de las sanas palabras quede mí oíste‖ (2 Tim. 1:13). Estos son términos militares los cuales describen el trabajo de un soldado cuando está en guardia. Se le encargo guardar, y una posición para retener. Será un mal soldado, y los resultados serán catastróficos, si esta persona es una que no merece confianza y no es fiel. Un soldado que no sea de confianza y que no es fiel se le puede sobornar, o se va a dormir en su puesto y fallará en estar en vigilia, o las multitudes de gente que pasan lo podrían incitar a apartarse de su puesto. Cualquiera que sea el caso, viene el desastre. La inspiración usa esta clase de lenguaje para describir el trabajo del predicador. El predicador debe ser un hombre de carácter impecable, sin falta de fe, leal, y con fuertes convicciones. Debe ser un hombre en el cual no hay duda. Debe ―Clamar a voz de cuello, y no detenerse‖ (Isaías 58:1), en donde quiera y donde sea que el peligro aparezca. Por causa de ser tan alerta y su conocimiento de la ley de Dios y su plan, el puede ver el peligro mucho antes que otros, y cuando el clama tal vez lo llamaran ―alarmista,‖ pero esto nunca lo detuvo en hacer su trabajo de sonar la trompeta de alarma. El hacer otra cosa es traicionar la encomendación sagrada.
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CONCLUCION Hemos aprendido que clase de hombres Dios desea que sean predicadores del evangelio: Amables, maestros aptos, sufridos, mansos, sobrios, y fieles. Estamos dolorosamente necesitados de predicadores hoy en día, pero no necesitamos aquellos que les faltan estos requisitos pedidos por Dios. El apoyar a hombres que no tienen estas cualidades a ser predicadores es un paralelo con apoyar a hombres a ser ancianos sin tener los requisitos demandados por Dios. Quitémonos de la idea ¡que si alguien tiene una boca grande y es muy osado debe ser un predicador! Nada puede dañar a la iglesia más que un predicador que no es merecedor de este sublime llamado. Nos guste o no, Pablo dijo que los predicadores deberían de ser ―ejemplo a los creyentes‖ (I Tim. 4:12). Tal vez no lo queramos admitir, pero la historia claramente demuestra esta verdad: ¡Como es el predicador, así es la iglesia! En la misma naturaleza de las cosas, los predicadores son una de las personas mas influénciales en la iglesia. Esto enfatiza la necesidad de hombres CALIFICADOS para el pulpito. Oremos ―…al Señor de la mies que envíe más obreros‖ (Lucas 10:2). Oremos y trabajemos, por el ―hombre de Dios‖ descrito por Pablo en sus epístolas a Timoteo y Tito. THE PUZZLED PREACHER I can‘t imagine what‘s wrong with Sherman; Prays for the preacher, sleeps through his sermon. Tells him firmly as her goes out the door, ―Sure good preaching, just give us more.‖ I‘m just as confused about Jake, When he arises, announcements to make: ―Come back tonight,‖ he strongly implores, Yet he may not, and if he does, he snores! I‘m no less puzzled about folks Who brand such religion a hoax; Seeing it, they do a slow burn As they through the song book turn. Yet, others to our glorious delight, Listening well, do it just right; Ears a tuned to all that‘s heard; Plucking sweet morsels from the preached word. James Needham 2/4/75
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Capitulo IV Los deberes del predicador según el hombre Los deberes de los predicadores son muchos y variados, y no son lo que muchos de los hermanos, algunos de los predicadores y el mundo en general piensan que son. Los deberes de los predicadores han sido tan mal representados por tanto tiempo, que muchas veces los predicadores toman mucho tiempo haciendo ciertos deberes COMO PREDICADORES pero que no son parte del trabajo del predicador. Esto quiere decir que las iglesias les estan pagando a los predicadores para hacer trabajos que Dios nunca tuvo la intención que los predicadores hicieran. Es el propósito de este capítulo es el considerar varias de estas misconcepciones, para estudiar los conceptos del hombre sobre los deberes de los predicadores, y estudiar los deberes de los predicadores de un punto de vista negativo. Vamos a ver cuales NO SON los deberes del predicador. I.) NO EL HACER EL TRABAJO DE LOS ANCIANOS, DIACONOS, O MIEMBROS Muchas congregaciones piensan que CONTRATAN a un predicador pare que haga SU trabajo POR ellos. Ciertas iglesias sienten que tienen que estar supuestamente envueltas en ciertas obras, de la manera en COMO estas obras se llevan a cabo es de poca importancia. ELLOS lo harían SI TUVIERAN EL TIEMPO, pero siendo que no lo tienen, ellos pueden contratar a un predicador para hacer el trabajo POR ellos. Ellos miran el trabajo del predicador como si fuera el trabajo de un abogado. Si uno no se puede representar a si mismo en la corte contrata a otro para que LO REPRESENTE. El resultado de esto es que el predicador termina haciendo casi todo excepto PREDICAR. En algunos lugares los predicadores hacen el trabajo de los ancianos, los ancianos hacen el trabajo de los diáconos y los diáconos y los miembros prácticamente no hacen nada. Los diáconos se han convertido en ―órganos vestigiales‖ (por ejemplo el apéndice) en el cuerpo de Cristo. Un gran número de ellos tienen un concepto muy simplistico de lo que deberían de estar haciendo, pero por que el Nuevo Testamento dice que tiene que haber diáconos, muchas veces los escogemos y luego los dejamos colgados en la congregación para ser adornos. (Nota del traductor: entre las iglesias hispanas muchas veces le damos el lugar de anciano al predicador. Le damos el lugar de cacique en la iglesia siendo que usualmente no tenemos ancianos. Lo que el dice es ley.) Hay una idea que es muy común entre la hermandad que EL PREDICADOR debería de salir y buscar a todas las ovejas perdidas de la iglesia. Si los hermanos en la iglesia tienen algún desacuerdo, EL PREDICADOR debería de ser el arbitro siendo que el es el predicador. Si alguno en la congregación tiene dolor de cabeza o alguna uña enterrada, EL PREDICADOR, debería de dejar de hacer todo lo que esta haciendo e ir y visitar para saber que esta pasando. Si algún miembro cae en necesidad EL PREDICADOR debería averiguar cuales son sus necesidades, hacer una junta de varones y asegurarse que se les ayude a estos hermanos. El trabajo de la iglesia y de los ancianos se acaba cuando deciden QUE y CUANTO trabajo deberían recibir. En muchos de los casos los ancianos pasan muy poco tiempo cuidando de las necesidades espirituales de la congregación. Ese se ha convertido en el TRABAJO DEL PREDICADOR. Los ancianos en muchos lugares se han convertido en algo un poco mas que un
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comité de finanzas glorificado — ancianos
de los cheques o fondos. Su trabajo es
más físico que espiritual. Los hermanos universalmente ESPERAN que el predicador visite semanalmente todos los hospitales locales, cárceles y a los hogares de los miembros que estan enfermos (no importa que tan pequeña sea la aflicción), que haga mandados a cualquiera que se lo pida, que conviertan sus carros en taxis a cualquier momento, y que hagan varios trabajos secretariales en el edificio. Podríamos decir confiadamente que la mayoría de los casos de enfermedad en la congregación (ya sea física o espiritual), lo primero que pensamos es ―¿Cuándo vendrá el predicador a visitarme?‖ Muchas de las veces es un juego de espera. Si no viene, los miembros corren a los ancianos y lo reportan, ―Yo estaba enfermo y el predicador no vino a verme.‖ Los ancianos sienten que tienen que protestar con el predicador por no haber hecho SU trabajo DE PREDICADOR, y si no se apura y hace el trabajo ―para que se le paga,‖ se tendrá que ir a otra parte ―por el bien de la causa.‖ Uno a veces se pone a pensar si sacamos algo de nuestros estudios bíblicos. La escritura dice, ―¿Esta alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia…‖(Sant. 5:14). Algunas personas claramente no han leído este pasaje, o abiertamente lo ignoran. Si estan enfermos espiritualmente o físicamente, el PREDICADOR es el que tiene que venir a visitarlos. Verdaderamente muchos piensan que esto es el deber NUMERO UNO del predicador. (Nota del traductor: En las iglesias que no tienen ancianos es el deber de todos los miembros el cuidarse unos a otros.) Entendamos esto: No estamos diciendo que el predicador no debe de visitar (cuidar de) los enfermos, o hacer mandados, o ayudar a los necesitados. El predicador tiene deberes EN COMÚN con todos los otros cristianos, pero no los hace como parte de sus DEBERES COMO PREDICADOR. No hay ninguna evidencia de que estos deberes tienen que ser hechos por el predicador por ser DEBERES DE PREDICADOR. Los tiene que hace por que son deberes de cristiano así como todos los demás. En Hechos 6:2, los apóstoles dijeron, ―No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.‖Aquí el principio de que el predicar la palabra es más importante que los detalles físicos está bien establecido. La iglesia de Jerusalén, bajo la guianza inspirada de los apóstoles, seleccionaron a ciertos hombres de entre ellos mismos para hacer el trabajo de servir las mesas para que los apóstoles se pudieran dar por completo a ―la oración y al ministerio de la palabra‖ (Hechos 6:4). Hoy en día hay una tendencia muy grande de darle al predicador todo tipo de detalle físico para que él haga. Muchas congregaciones quieren un boletín semanal. Ellos hacen que la publicación del tal sea uno de los trabajos del predicador. Se entiende que el debería de hacer la mayor parte de los escritos en este boletín. Esto cae en las primicias esperadas del trabajo del predicador. Pero también se espera que el se encargue de todos los detalles que envuelve tener un boletín. El usualmente compra el papel y otros utensilios y se encarga de todo el trabajo para publicarlo, incluyendo la forma, las copias, el doblarse, ponerle las direcciones, mandarlos por correo, y mantener un directorio. Los miembros a veces se molestan por que les pide ayuda con el boletín. Nunca se les ha ocurrido a los diáconos que esto cae entre sus trabajos como diáconos. La gente piensa que el boletín es el trabajo del predicador, ―¿después de todo para que le pagamos?‖ Ciertamente el predicador tiene tanta responsabilidad física a los deberes de la iglesia local que los otros cristianos, pero nuevamente, tenemos que hacer una distinción en lo que hace como cristiano y lo que hace como predicador. No es que le predicador como cristiano no tiene
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responsabilidades físicas, o que el es demasiado alto para ensuciarse las manos con labor física. El problema es que hagamos que estas ideas no escritúrales sean parte del ―trabajo de evangelista‖ (2 Tim. 4:5). Es un problema serio. La calidad del trabajo que se debería hacer en muchos pulpitos es mucho más bajo que lo que debería ser. Muchas de las predicaciones de los pulpitos de hoy en día el la iglesia del Señor son muy superficiales , y muestran huellas de preparación inadecuada. Muchas de las veces es por que el predicador se la paso haciendo el trabajo de otros en lugar de estar haciendo su propio trabajo. Esto se ha hecho tan común que es alarmante, y también desastrosas consecuencias son discernibles en el hambre de conocimiento bíblico dentro de la iglesia (Amos 8:11). II.) EL NO ANDAR SIEMPRE BIEN VESTIDO No es el deber del predicador el estar vestido profesionalmente a todas horas. Algunos predicadores y miembros de la iglesia piensan que si lo es. Si el predicador no esta vestido como un ―abogado de Filadelfia,‖ entonces ―no parece predicador.‖ ¿Han alguna vez leído en la palabra de Dios de que manera se debe mirar el predicador? Juan el bautista vestía una túnica hecha de pelo de camello (Mateo 3:4). ¿Parecía el un predicador? El autor salió con algunos amigos en cierta ocasión donde el estar vestido de saco y corbata no era muy apropiado. De pura casualidad nos encontramos a uno de los ancianos de la congregación local. En el curso de la conversación me preguntó ―¿Es esta la ropa que usas para predicar?‖ ¡No me miraba como predicador! Hay una tendencia entre los predicadores de vestirse de negro o azul marino. Esto es considerado ―la vestimenta apropiada a un predicador.‖ Hasta parece la ropa de algún trabajador clérigo. Si uno tiene puesto un traje negro, a lo mejor le preguntan, ―¿Es usted el predicador?‖ Algunos predicadores se visten tanto con esta clase de ropa que toma una apariencia definitiva de profesional. Algunos no solamente se miran profesionales; sino que actúan como si lo fueran. Un predicador se negaba a cortar el pasto por que pensaba que el era ¡demasiado refinado para que sus vecinos lo miraran sin su saco y corbata! Eso no sería muy profesional, ¿o no? (O, sí, casi se me olvidaba decirles, ¡su esposa es la que corta el pasto! Me imagino que lo que los vecinos piensen de eso no importa). III.) NO EL COMER POLLO FRITO Algunas personas piensan que uno de los deberes del predicador es comer pollo frito. ¡Las gallinas se esconden cuando saben que viene un predicador! Algunos predicadores sienten que es uno de sus derechos de su profesión que se empachen de la hospitalidad de los hermanos sin ninguna obligación de enseñar la apreciación por la tal. Estos se ofenden si los hermanos no los estan invitando constantemente a sus hogares para darse un banquete y engordarse con la buena comida de la mesa. Los predicadores, por la misma naturaleza de su trabajo, muchas veces se encuentran siendo los objetos de hospitalidad de los hermanos. Es muy fácil para ellos convertirse en glotones, chiflados, que demandan mucho de los hermanos que tienen buen corazón, y no toman mucho en cuenta las cosas. Algunos se vuelven muy entrometidos y exigentes, asumiendo que ellos tienen el derecho de averiguar los asuntos privados de aquellos que le extienden la hospitalidad. IV.) EL NO SER UNA PERSONA QUE SE MUEVE ENTRE LOS CIRCULOS SOCIALES Algunos piensan que uno de los deberes del predicador es poder moverse entre los círculos sociales de la comunidad — el poder coquetear con los círculos sociales de la comunidad
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y que sea conocido por todo el pueblo o ciudad como un jefe en la comunidad. Yo conocí un predicador de un pequeño pueblo que todos los días había hecho su deber el visitar a todos los vendedores locales cada mañana. A lo que yo se, nunca convirtió a ninguno de ellos, pero supuestamente el hizo un buen trabajo. En este mismo tema, también esta la noción popular de que el predicador debería tener un agenda de visitas SOCIALES con los miembros de la congregación. En una ―entrevista‖ para trabajar en cierta comunidad, uno de los hermanos me preguntó ―¿Cuántas veces al año dirías que visitas a los miembros de la congregación en sus hogares?‖ Es muy común oír decir a los hermanos que ―El hermano, FULANITO, ha vivido aquí desde hace mucho y nunca ha venido a visitarme a mi casa.‖ (Cuando uno se pone a averiguar un poco, nos damos cuenta que este mismo hermano nunca lo ha invitado). Tampoco molesta les molesta que los ancianos, los diáconos, o algún otro hermano no los visite. Le irrita que el predicador no lo visite por que alguien le ha de haber enseñado que este es uno de los trabajos del predicador. La mayoría de los predicadores estarían más que contentos en poder socializar con los hermanos, pero hay cosas que son mucho más importantes. Cualquier predicador que tenga algún valor, estaría mas que gozoso en visitar el hogar de cualquiera que LO NECESITE A EL, pero el esperar que el predicador haga visitas frívolamente SOCIALES como parte de su trabajo como PREDICADOR, es el demandar algo que no esta autorizado por la palabra de Dios. V.) EL NO VISITAR Y ORAR POR LOS ENFERMOS Algunos van a gritar y pensar ―¡santo horror!‖ al leer el título de este párrafo. El punto no es que el cristiano, que en este caso particular es el predicador, no tenga obligaciones de orar o visitar a los enfermos. Como cristianos todos tenemos esta obligación. El punto es que COMO PREDICADOR, uno no tiene algún DEBER ESPECIAL que destacar en este campo. Si lo hay, ¿Dónde esta la escritura que lo enseña? ¡Nadie jamás la ha visto! Aun así hay muchos miembros y predicadores que piensan que el predicador debe tener ciertos turnos en visitar a los enfermos y orar en voz alta por ellos. Si el no hace esto los miembros preguntan, ―Bueno, ¿pues que clase de predicador es éste?‖ Ciertamente el predicador debe visitar a los enfermos, animarlos y ayudarlos tanto como sea posible, pero no debería de insistir que lo dejaran orar en voz alta por ellos (Aunque si las personas se lo pidieran, estaría bien que lo hiciera). Dios no les ha dado a los predicadores alguna LLAVE ESPECIAL para abrir la abundancia de Sus bendiciones. Cualquier acción del tal se oye mucho como el concepto del clero especial y es primo hermano a la creencia católica de que los sacerdotes tienen poderes especiales. Esto, claro, no significa que el predicador no va a orar por los enfermos. El debería orar por ellos así como por los demás desafortunados en sus oraciones personales, pero no tiene más responsabilidad o deber sobre esto que cualquier otro cristiano. El predicador del evangelio no es un hombre del clero, o un pastor, o un sacerdote especial. El autor sabe de dos ocasiones donde predicadores pidieron por oraciones en la asamblea y recibieron esta contestación: ―¡Ora tu mismo, para eso te pagamos!‖ Tristemente esto es la manera que algunos se sienten. ¡Ellos piensan que se le paga al predicador para que ore! VI.) EL NO TRABAJAR CON LOS JOVENES No es el trabajo del predicador el tener algún talento especial con los jóvenes. No es muy raro el oír a alguien decir, ―Queremos un predicador que pueda trabajar con los jóvenes.‖ Prácticamente todos los predicadores del evangelio han sido cuestionados con esta pregunta en
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sus entrevistas, ―¿Qué clase de programa o que planes tienes para los jóvenes?‖ Si les contesta que el tiene el mimo programa o plan (el evangelio) para los jóvenes que para los adultos, esto se sienten insultados y se preguntan en donde aprendió a ser predicador. La mejor manera de hacer un PROBLEMA ESPECIAL de los jóvenes en la iglesia es el tener un PROGRAMA ESPECIAL para ellos. Dios no ha autorizado que la iglesia haga ciertos programas especiales para los jóvenes en orden de suplir las supuestas necesidades que tengan. En lo que concierne a la iglesia y al predicador, ellos tienen las mismas necesidades que los mayores. Los dos, el adulto y el joven, tienen necesidad de que se les predique el evangelio en términos claros y simples. Ni la iglesia ni el predicador tienen el derecho de hacer división según la edad o enseñar parcialidad a ciertos grupos. Pablo le dijo a Timoteo ―no hagas nada con par cialidad‖ (I Tim. 5:21). (Nota del traductor: Entre las iglesias de habla española casi no existen casos tales. Un ejemplo de lo que el hermano esta hablando son las series o platicas exclusivamente para jóvenes. En las tales los únicos adultos son los dirigentes, a veces los dirigentes son jóvenes también, y no se permiten adultos en la audiencia. Es una práctica que es más vista entre los liberales.) VII.) EL NO SER EL JEFE DE LA IGLESIA No es el deber del predicador ser el ―pastor‖ (ser el jefe) de la iglesia. Algunos predicadores piensan que tienen UNA VOZ ESPECIAL en los asuntos de la congregación, y que los ancianos no deberían hacer ningún trabajo sin primero consultar con ellos. Algunas iglesias piensan de esta misma manera y le dan el ―liderato‖ de la iglesia al predicador. Esto no es parte de los deberes del predicador, el darle esta posición es en contra de las escrituras. Ciertamente, muchos de los predicadores que tienen años de experiencia y de estudiar la palabra de Dios, estan en una posición de dar buenos consejos a la iglesia y a los ancianos, pero sus consejos no son inspirados y tampoco inefables. Si los predicadores son los encargados de ―pastorear‖ la iglesia, ¿para qué son los ancianos? Pablo dijo que el Espíritu Santo había puesto a los ancianos como obispos (Hechos 20:28), no al predicador. Si los predicadores hicieran sus deberes de predicadores, no tendrían tiempos de ser ―jefes de la iglesia.‖ Algunos predicadores saben tan poco del trabajo de un evangelista que siente que ellos están encargados/jefe de todo. Cuando hermanos en la congregación hacen su trabajo como cristianos, pero el predicador no está envuelto en estos trabajos, él se siente como que no es parte del cuerpo y se queja que no ha sido aceptado a la congregación. Estos solo se sienten aceptados si todos lo ponen como jefe de todo y lo hacen sentir que es tan indispensable como un pastor. Algo ha ido mal cuando el predicador se siente como que el es ―El jefe de la compañía.‖ CONCLUSIÓN Una de las necesidades más grandes de hoy en día son hombres que entiendan y que diligentemente destaquen el trabajo del evangelista. Este capítulo ha hablado solamente del lado negativo de los requisitos del predicador. En el siguiente capítulo hablaremos del lado positivo, así como es revelado en el Nuevo Testamento. A MAN AND HIS MONEY
NOTAS DEL TRADUCTOR.
A brother once was heard to say He‘d save his money for a rainy day. His giving to the Lord was meager; It made a very small figure.
Este capítulo habló muy claramente de nuestras mis concepciones de lo que debe hacer un predicador. Pensemos en lo Dios verdaderamente quiere del predicador y
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As a prophet of weather be blundered, He from his money was sundered; He died before it thundered!
pensemos en como podemos ayudarle. Juan F. Sánchez
James P. Needham 12/30/74
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Capítulo V LOS DEBERES DEL PREDICADOR AL EVANGELIO: SEGÚN DIOS INTRODUCCIÓN El capítulo pasado hablamos del LOS DEBERES DEL PREDICADOR SEGÚN LOS HOMBRES. Fue un estudio del lado negativo de este tema. Este capítulo es un estudio del lado positivo del tema; un vistazo a los deberes del predicador así como estan presentados en la palabra del Dios. Sabemos que nos tenemos que alejar de las enseñanzas falsas de cualquier tema, nosotros debemos asegurarnos que sabemos y presentamos la verdad. Las escrituras muestran los deberes del predicador al evangelio de la siguiente manera: I.) GUARDA EL EVANGELIO (1 Tim. 6:20; 2 Tim. 1:14) La palabra ―guarda‖ (Gr. PHULASSO) tiene una connotación militar. Es un término muy fuerte y que carga grandes responsabilidades. Todos aquellos que han tenido algún entrenamiento militar, fácilmente reconocen la importancia del trabajo del guardia. El bienestar y la seguridad de aquellos que son cuidados por este guardia estan en las manos de él, y los castigos más severos son otorgados para aquellos que descuidan su guardia. El predicador esta encomendado con la responsabilidad de guardar el evangelio. No hay ninguna responsabilidad más grande en la tierra. El predicador se le es ―confiado el evangelio‖ (I Tes. 2:4), y lo debe guardar (cuidar de el) con su vida. Pablo dijo que el ―estaba puesto para la defensa del evangelio‖ (Filipenses 1:17). Judas exhortó que ―contendáis ardientemente por la fe …‖ (Judas 3). Pero el guardia debe de saber quienes son los enemigos o las fuerzas de las cuales el tendrá que presentar defensa en contra. ¿Contra que tiene que presentar defensa el predicador del evangelio? Miremos: (1.) Falsos maestros que andan a escondidas (Gál. 2:4) y ―que con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos‖ (Rom. 16:18). Pablo nos previene de este tipo de hombres ―que introducirán encubiertamente herejías destructoras‖ (2 Ped. 2:1), y Pablo habla de aquellos que ―hablan cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos‖ (Hechos 20:30). Pablo destacó su deber plenamente de guardar el evangelio de tales personas declarando, ―a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotr os‖ (Gál. 2:5). Dios ha puesto al predicador como un ―guardia sobre los muros‖ que debería estar ―todo el día y toda la noche‖ preparados. Ellos ―no callaran jamás‖ (Isa. 62:6), sino que ―clama a voz de cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su pecado‖ (Isa. 58:1). Por este punto de ventaja de estar ―de guarda sobre los muros,‖ el predicador del evangelio puede ver el enemigo que se acerca antes que otros, y tiene que gritar y hacer saber el peligro a los demás. Aquellos a los que el quiere proteger le podrán tener de alarmista que causa problemas. Ellos hasta podrían ser maltratados tal como el pueblo de Dios hizo con sus profetas del antiguo Testamento, pero un buen guardia no será
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callado por la persecución o presión política. Lo que va a seguir haciendo es el ―clamar a voz de cuello sin detenerse,‖ aunque su alarma nunca debería de ser tomada a la ligera. (2.) ―Cuestiones necias e insensatas‖ (2 Tim. 2:23; Tito 3:9). No todas las preguntas merecen respuestas. No todas las preguntas pueden ser respondidas con la biblia. Esta es una lección que todos los predicadores del evangelio necesitan aprender. A menos que puedan reconocer esto, perderán mucho tiempo y energía tratando de responder preguntas que no pueden ser respondidas, y aunque fueran resultas no resolverían nada. Algunas cosas Dios no nos las quiso rebelar (Deut. 29:29). Algunas personas se gozan en poner al predicador en mal preguntando ciertas preguntas que su respuesta no ha sido revelada a los hombres, y hacen preguntas filosóficas que no tienen soluciones definitivas; y se burlan por que el predicador no puede contestarles. Pablo les comentó a los jóvenes evangelistas, Timoteo y Tito, que se ―eviten‖ estas cuestiones, y que guardaran el evangelio de estos problemas. Si el predicador se deja así mismo estar constantemente ocupado en tales investigaciones, es hacerle un daño al evangelio. Personas que no son estables y que no tienen conocimiento de la verdad se alejaran del evangelio, diciendo, ―¿Si los predicadores no pueden responder estas preguntas, que podemos hacer nosotros, no vale la pena tratar?‖ O pueden pensar que el evangelio de la misma manera que el mundo, está lleno de multitudes de cosas que no estan determinadas, ¿para que tratar? (3.) ―Profanas pláticas sobre cosas vanas ‖ (1 Tim. 1:4; 4:7; 6:20; 2 Tim. 2:16). La palabra ―profanas‖ significa aquello que no tiene nada que ver con Dios, algo no-sagrado. ―Pláticas‖ según Vine, son ―discusiones huecas, discusiones de temas INUTILES.‖ (Énfasis del escritor). Pablo le está diciendo a Timoteo que guarde al evangelio de este tipo de discusiones profanas o cuestiones académicas que, aunque se aclaren, no tendrían ningún uso práctico o alguna relación con las cosas de Dios. Mientras esto no parecerá muy significativo para algunos, es muy significativo para aquellos que han sido testigos de cómo hermanos en ―la junta de varones‖ y las ―clases bíblicas‖ disgustan casi a todos con explicaciones largas, que tienen que ver con cosas puramente teoréticas, y que no son prácticas. Hermanos han dejado de asistir a ―la junta de varones‖ y personas se han alejado de la iglesia porque ciertas almas llenas de contienda insisten en ―profanas pláticas sobre cosas vanas.‖ Estas no son interesantes y disgustan a aquellos que buscan la verdad, y estan interesados en esparcir el evangelio. Algunos hermanos (incluyendo predicadores) se ofenden de esta advertencia de Pablo. Ellos dicen ―Nosotros creemos en hablar de todo. Vamos a dejar todo abier to y sobre la mesa. La discusión abierta es saludable.‖ Mientras esto suena muy bien, no está en armonía con los versículos que hemos considerado. Si TODA discusión es buena, aparentemente Pablo no sabía esto por que le advirtió a Timoteo que se guardara de este tipo de pláticas. El hablar y tener discusiones de puntos vitales de la verdad no debería de ser impedido. Estas clases de discusiones son buenas y de ganancia, pero hay que tener en mente que el predicador del evangelio tiene la responsabilidad de cuidar el evangelio de ―profanas pláticas sobre cosas vanas‖. (4.) ―Que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha.‖ (2 Timoteo 2:14). Pablo amonestó a Timoteo a que cuidara el evangelio de ―contiendas sobre palabras, lo cual para nada apr ovechan.‖ Muchas de las controversias de la iglesia caen bajo esta categoría, y debería de ser puestas en alto. Muchos hermanos llevan consigo guerras de palabras por años y años, si los dejamos inventar sus propias definiciones. Si el predicador pisotea por casualidad la ―vaca
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sagrada‖ de estos hermanos, acorralan al hermano en el pasillo con una mirada parecida a la que los gatos tiene cuando estan a punto de agarrar al canario, como diciendo, ―Así que también eres ignorante, y ahora te voy a golpear.‖ Con un aire de superioridad intelectual, empiezan a pisotear al predicador en lugar de ayudar. Un hermano se molestó mucho con el autor en el pasillo del edificio solo por decir ―ir a la iglesia.‖ El dijo ―esa expresión no es escritural.‖ ―No vamos a la iglesia sino que vamos a adorar.‖ Ahora este es un punto muy significante, cualquier TONTO sabría que no esta bien decir, ―ir a la iglesia.‖ Pero, como es usual, un guerrero de palabras inventa sus propias definiciones, y rehúsa el aceptar cualquier cosa que haga conflicto con su noción prefabricada. La palabra iglesia que es traducida de la palabra griega EKKLESIA, y es propiamente traducida ―la asamblea.‖ Así se traduce en Hechos 19:32, 39, 41. Ahora, el decir ―ir a la iglesia‖ simplemente significa, ―ir a la asamblea.‖ Esto es lo que los cristianos tienen que hacer según Hebreos 10:25. Ahora ¿que tiene de mal decir ―ir a la iglesia‖? Suena muy escritural. Muchos otros ejemplos de ―contiendas de palabras, lo cual para nada aprovecha‖ pueden ser citados, pero solamente una tendrá que ser suficiente para llenar este propósito. Los predicadores del evangelio estan encomendados con la responsabilidad de cuidar el evangelio de estas tonterías. Nada puede hacer mas daño a la palabra de Dios que el dejar que se reduzca a este nivel tan trivial. El evangelio no es un sistema de teorías triviales y distinciones metafísicas , y el predicador debería de mantener esta idea lejos de las personas. II.) MANDA Y ENSEÑA (I Timoteo 4:11) El deber mas prominente del predicador del evangelio es hacer lo que este nombre designa, ―predicar el evangelio.‖ Pablo presenta este deber claramente; es mas lo enfatiza. El también discute algunas cualidades que caracterizan este tipo de enseñanza. (1.) Enfatiza: ―esto MANDA…‖ (I Tim. 4:11). ―En estas cosas quiero que insistas con firmeza‖ (Tito 3:8). No hay nada dudoso en el camino a la salvación. Cerca del principio del evangelio esto era evidente y notado. En la conclusión del sermón del monte, ―la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas‖ (Mat. 7:28-29). En línea con este argumento, Pablo le dijo a Tito, ―Esto habla, y exhorta y reprende CON TODA AUTORIDAD. Nadie te menosprecie‖ (Tito 2:15). El predicador del evangelio que conoce su biblia y no tiene temor de predicarla tal como es, frecuentemente tiene personas que le preguntan, ―¿pero estas seguro que tú estas correcto?‖ Cuando esto pasa, sabemos que hemos triunfado. La mayoría de las personas estan buscando algo que ―este escrito en piedra.‖ Ellos encuentran tanta incertidumbre en el mundo secular. Cuando el predicador da una palabra dudosa, el evangelio se hace inatractivo. Todos hemos oído a algún predicador que presenta el plan de salvación de esta manera: ―Si no creen hasta cierto punto, y se arrepienten hasta cierto punto, tienen el peligro de ser condenados hasta cierto punto.‖ Este escritor una vez oyó a un ―predicador del evangelio‖ gastando cinco minutos pidiendo disculpas por Marcos 16:16, antes de que lo leyera delante de todos. Los perdidos, los pecadores que andan buscando la verdad, no les interesa esta clase de predicación. El predicador del evangelio tiene que enseñar el evangelio con toda la fuerza de un MANDAMIENTO — no como algo que es opcional. Esto es su deber — y no es OPCIONAL. (2.) Urgencia/Instes (2 Timoteo 4:2). ―Predica la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo…‖ Esta cualidad muchas veces falta en las predicaciones de hoy en día. Es manifestada en la falta de entusiasmo que muchos predicadores presentan juntamente con sus lecciones. 35
Algunos predicadores aparentemente no sienten que lo que estan haciendo es de suma importancia. Sus sermones no son interesantes y no tienen nada de urgencia en ser presentados. Había tiempos en que un predicador del evangelio podría perder un botón de la manga de la camisa gracias al entusiasmo como predicaba sermones de ―fuego y azufre‖ (Una frase que se usa en los estado unidos para denotar sermones fuertes ). La gente literalmente sentía que estaban colgadas sobre las flamas del infierno hasta que pudieran sentir el calor y entender que lo que es estar perdido. Hoy en día, muy poco de este tipo de sermones son presentados. Un predicador con el concepto de ser un ―pastor profesional‖ en su trabajo, desea mejor hablar de cosas mas placenteras que les rascaran los oídos de aquellos que tienen comezón de oír, aquellos que estan contentos y autosatisfechos. ¡Dios lo libre de molestarlos en su flojera espiritual! Tal predicador es uno que descuidad su deber como predicador, como maestro del evangelio. ¡Vamos a ponerle FUEGO a nuestros sermones, o pongamos nuestros sermones en el fuego! Prediquemos ―con toda confianza‖ (Filipenses 1:20). (3.) ―En medio de gran oposición‖ (I Tes. 2:2). ―tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio DE GRAN OPOSICIÓN.‖ Este tipo de lenguaje sorprende a los delicados sentidos de los ―que no quieren pelear la buena batalla,‖ de algunos de estos profesionales modernos, pero Pablo dijo esto por medio de inspiración – es parte de la revelación de Dios. Judas dijo, ―me ha sido necesario escribiros exhortándoos que CONTENDAIS ARDIENTEMENTE por la fe que ha sido dada una vez a los santos‖ (Judas 3). Algunos miembros de la iglesia (incluyendo el predicador) no se han dado cuenta de que el reino de Dios esta en constante guerra con Satán y el mal. No puede haber un pacto de paz o de alguna forma de coexistencia pacifica entre los dos. Nuestra guerra es una que es agresiva, no es una defensiva. La filosofía que dice ―No busques problemas hasta que los problemas te busquen a ti‖ no puede ser la del predicador del evangelio, o el reino de Dios. Tenemos solamente un arma, ―la espada del Espíritu‖ (Efesios 6:17), y la espada es un arma AGRESIVA. No debemos estar contentos con solamente sobre vivir y ocupar un poco de territorio, pero tenemos que constantemente buscar y agresivamente atacar las fortalezas del enemigo, y meternos en sus tierras para ganarlas para nuestro Señor. Por esto mismo hagamos nuestros sermones agresivos. Declaremos abiertamente todo el consejo de Dios, apuntando al pecado que condena y declarando el fin del que hace tales cosas. Hagamos que la verdad de Dios salga al conflicto abierto con los errores y las invenciones de los hombres. Dejemos que ―redarguya, reprenda, exhorte con toda paciencia y doctrina‖ (2 Tim. 4:2). Fuera con el espíritu que dice ―acentúa lo positivo y elimina lo negativo.‖ Abajo con la filosofía que dice ―Predica el evangelio y deja en paz a los demás,‖ o como un predicador propuso, ―Yo peleo en contra del error con mi dignado silencio.‖ Estas frases son solamente excusas, son tan buenas como el diablo las quiere. El diablo las ha de haber inventado para quitarle la fuerza a la predicación, y estaría más que contento de que todos los predicadores las adoptaran. (4) ―Tiernos‖ (I Tesalonicenses 2:7). ―Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos‖. Para aquellos que no piensan mucho, aparentemente hay un conflicto entre este y el punto anterior, pero no lo hay. Podemos predicar el evangelio fuertemente, con mucha contención, y todavía ser tierno. Nunca debemos de perder la vista del alma del pecador perdido. Tenemos que tratarlos de la misma manera como una nodriza trata a sus propios niños. Todos los padres entienden el concepto de cómo ser firmes con los niños, y ser tiernos. Cuando le decimos a una persona que está perdida, ¡no debemos actuar 36
como que estamos contentos de ello! Debemos de sentir el amor por la persona, y tener el deseo de que se salve. (5.) ―Amor‖ (Efesios 4:15). ―sino siguiendo la verdad en AMOR…….‖ Puede ser difícil separar esta cualidad de la previa, pero se merece comentarios adicionales. El amor tiene que ser la raíz de todo principio de las acciones o expresiones del predicador del evangelio. Cuando ―amonestamos‖ o ―exhortamos‖ tiene que ser hecho en amor por la verdad y el pecador. El amor nos motivará a hacer lo que creemos que es mejor en cada situación. Podrá demandar acciones duras en ciertas ocasiones. Hagamos que cada sermón salga del corazón lleno del amor a Dios. III.) GUARDA EL MANDAMIENTO SIN MACULA (I Timoteo 6:14) Vine dice que la palabra ―macula‖ en este contexto significa alteración. Tenemos que mantener los mandamientos del evangelio sin alteraciones. Uno de nuestros deberes al evangelio, por este mandamiento, es LEALTAD. Dios sabía lo que quería cuando nos dio el evangelio, y por eso nos mandó lo que qu e el quería. Dios no les dio a los predicadores la opción de decidir que es o no es importante y esencial. Los predicadores son los mensajeros. No tienen el derecho de abrir el ―telegrama‖ y alterar su mensaje. Lo tienen que presentar sin ninguna alteración. No es el lugar de ellos el juzgar la ley (Santiago 4:11), pero el de presentar la ley. ―El profeta pro feta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? Dice Jehová‖ (Jeremías 23:28). IV.) ―NO TE AVERGÜENCES DEDAR TESTIMONIO DE NUESTRO SEÑOR‖ (II Tim. 1:8) Pablo declaró que él no se avergonzaba del evangelio (Rom. 1:16), y le da la misma admonición al este joven predicador, Timoteo, que el tampoco se avergüence. En el mismo versículo va aun más adelante y dice ―Ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.‖ Hay muchos HOMBRES DE LEY que claman ser predicadores del evangelio los cuales declaran que no se avergüenzan del evangelio, pero no se atreven a apoyar a un siervo fiel en los tiempos de controversia — controversia — estos estos estan avergonzados de El, y por eso avergonzados del evangelio. ¿Cuál es el sentir que nos da cuando pensamos en todos los hermanos que abandonaron a Pablo cuando tenía que presentar defensa delante de Cesar? (II Tim. 4:16). ¿No nos sentimos un poco repugnados? Miren, esten informados, hermanos predicadores, si se les aflojan los pantalones (tienen miedo de apoyar) cuando un compañero predicador se pone firme por la FE, y les da tanta vergüenza que no lo van a apoyar en su hora de necesidad, ustedes son iguales que aquellos que abandonaron a Pablo en su hora de necesidad, y les hacen sentir a los hermanos fieles, un sentir de repugna, tal como aquellos hermanos que se apartaron de Pablo. Un predicador que no se avergüenza del evangelio, no solamente lo declara sin alteraciones en donde quiera y donde sea que tenga la oportunidad, sino que también apoyará a aquellos que se ponen firmes por la FE sin consideración a cuales van a ser las consecuencias a su posición, prestigio, o situación financiera. El no va usar los problemas de otros como una oportunidad oportunida d para agrandarse a si mismo a cuestas de la verdad y a cuestas de su compañero predicador. El no se va a sentar afueras de la pelea y criticar a su compañero de milicia por causa de la manera que toma su rifle, y en todo este tiempo clamando que apoya y es activo en la pelea. Hermanos, ―Si Jehová es Dios, seguidle‖ (I Reyes 18:21). V.) ―SINO PARTICIPA DE LAS AFLICCIONES POR EL EVANGELIO‖ (II Timoteo 1:8) El evangelio jamás ha sido popular con las masas. Siempre ha sufrido aflicciones. Esto significa que los hombres que predican el evangelio debe de estar preparados para sufrir
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JUNTAMENTE con el. Pablo amonesta a Timoteo que se prepare y esté preparado para sufrir aflicciones. En II Tim. 4:5, el dice ―Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.‖ En estos tiempos suaves, enloquecidos de comodidades, es difícil para encontrar predicadores del evangelio con suficiente amor por y aguante en el evangelio para llenar este requisito. Constantemente oímos de predicadores que dejan la gran labor de predicar tiempo completo para conseguir un trabajo secular por causa de alguna aflicción que el trabajo de predicar le haya traído. Parece que nunca se les ha ocurrido que el sufrir/aguantar las tribulaciones es parte del trabajo de ser predicador. El predicador tiene que ser un hombre de valor y fe. El tiene que trabajar y tener una profunda convicción que no todos los asuntos serán resueltos AQUÍ. El tiene que tener en mente las aflicciones y deprivaciones que los primeros cristianos sufrieron en orden de llevar el evangelio a toda la humanidad perdida. El debe de leer Hebreos 11, 2 Corintios 11, primera y segunda de Timoteo, bien seguido, y cargar en su conciencia la vergüenza de que le falta un espíritu de sacrificio. Muchos de los predicadores de hoy en día son muy suaves, superficiales, débiles e inestables. Aparentemente Juan Marcos era de esta clase, por que ―no había ido con ellos a la obra‖ (Hechos 15:38), regr esando esando desde Panfilia. Pablo no tenía el tiempo para alguien tan in confiable que se rendía tan rápido. El rehusó llevar a Juan Marcos en su segundo viaje por causa de su floja, y vaciladora disposición. Pablo estaba tan determinado en no llevarlo que se intensificó el desacuerdo con Bernabe hasta el punto de que los dos tuvieron que separarse (Hechos 15:30-40). Uno se pregunta si esta mal tener la disposición que tuvo Pablo hacia aquellos que se rinden en nuestros tiempos. Tales personas estan más interesadas en su propia comodidad que en la salvación de los perdidos. El mundo está lleno de pecadores perdidos, y nosotros tenemos la única cosa que los puede salvar — el el evangelio. Tenemos nuestras órdenes y nuestro deber es claro. Pero por causa de que veces, el hacer nuestro deber, nos quita la comodidad personal, y trae inconveniencia, o nos depriva de algunos dólares, nos sentimos justificados en echar la toalla al ring, y usamos nuestros talentos para las cosas triviales de la vida, mientras que pecadores encaminados al infierno se ahogan en la destrucción y perdición (I Timoteo 6:9). Nuestros deberes hacia el evangelio pueden ser abiertos y apagados como el agua de un bebedero, dependiendo en nuestra comodidad personal o incomodidad. Nosotros no somos como Pablo dijo ―Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas‖ (II Corintios 12:15). Nosotros muchas veces no estamos dispuestos a gastar, y mucho menos ser gastados por las almas de los hombres. Haremos el trabajo si no nos requiere que hagamos algún sacrificio o alguna inconveniencia de nuestra parte. Miremos lo que dice la Biblia- ―Y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.‖ (Apoc. 12:11). ―Recibidle, pues, en el Señor (a Epafrodito), con todo gozo, y tened en estima estima a los que son como él; porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida..‖ (Filipenses 2:29-30). 2:29-30). ¡Dios danos tales hombres en ésta hora de gran necesidad! CONCLUSIÓN Este capítulo ha expuesto solamente uno de los deberes del predicador: Su deber al Evangelio de Cristo. El predicador tiene muchos otros deberes los cuales serán estudiados en los siguientes capítulos. Siempre tenemos la necesidad que se nos recuerden nuestros deberes, o los olvidamos. Muchos de los problemas que plagan a las iglesias hoy en día serían resueltos, si los predicadores aprendieran y diligentemente hicieran sus deberes. Esta fase de nuestros estudios, no puede ser sobre enfatizada lo suficiente. 38
MORAL EROSION USA! They‘ve taken pr ayer ayer out of our schools, They‘d have us despise God‘s golden rule; Remove his name form our money, Teach our children creation is phony; Make our morals falter and lag, Erase God‘s name form our pledge to the flag; Tell us what we can say and do, What‘ll we What‘ll we be when they get through? James P. Needham 1965
FOUND — A PREACHER TO SUIT ALL At last, the prefect preacher has been found, After hundreds of years, a model preacher has been found to suit everyone. He preachers exactly 20 minutes and then sits down. His lessons are deep and shallow. He condemns sin, but he never hurts anyone‘s feelings. He works form 8 a.m. to 10 p.m. in every type of work, from preaching to custodial service. He makes $60 a week, wears good clothes, buys good books regularly, has a nice family, drives a good car and gives $30 a week to the church. He also stands ready to contribute to every good work that comes along. He is 26 years old, has been preaching 30 years and was 55 his last birthday. He is tall and short, thin and heavy – set, set, and handsome. He has one brown eye and one blue one. He parts his hair in the middle. The left side is dark and straight; the right side is brown and wavy. He wears a mustache only on the right side of his upper lip, with the other side bare. He works tirelessly with teenagers, and spends all his time with older folks. He smiles all the time with a straight face because he has a sense of humor that is keeping him seriously dedicated to his work. He makes 15 calls a day on church members, visits all the sick in the hospitals and at the home even when he doesn‘t know they are sick. He spends all his time evangelizing the ―unchurched,‖ and is never out of his office. He is not married but his wife is a wonderful helper in his work and is well loved by the whole church. He has no children, but his kids are the meanest ones in the church! He expects nothing form those in his Bible classes, but the member where he preaches are the best Bible students in the area. --Author unknown with some revisions and additions by JPN.
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Capítulo VI El Concepto que Dios tiene sobre el Predicador, Sus Deberes, Su Trabajo, la Iglesia, El Mismo, y Los Falsos Maestros. INTRODUCCIÓN El capítulo anterior trato sobre lo que piensa Dios sobre los deberes del predicador hacia el evangelio. En este capítulo hablaremos de lo que Dios piensa de los deberes del predicador de otros puntos de vista. Miremos los deberes del predicador en:
I.) SU TRABAJO Tengan en mente ahora, que un individuo que se dedica de ―tiempo completo‖ a predicar el evangelio, recibe su apoyo físico de la iglesia. Que Timoteo era una persona tal, esto no se debate. Cualquier otra conclusión es inconsistente con el orden itinerante de su vida, así como ciertas admoniciones que Pablo le hace. Encontramos que Timoteo acompaña a Pablo en sus viajes, y es mandado por él de lugar en lugar para hacer algunos trabajos en especial así como nos dicen varias referencias del Nuevo Testamento (Romanos 16:21; I Corintios 16:10; II Corintios 1:1; Filipenses 2:19; I Tesalonicenses 3:2; Hebreos 13:23; I Timoteo 1:3). Pablo le aconseja a Timoteo a ―huir‖ el ―amor al dinero …. ―(I Tim. 6:10-11), y dice, ―Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.‖ (II Tim. 2:3-6). (Comparen esto con I Corintios 9). Este tipo de persona está libre de enredarse en los negocios de esta vida (II Tim. 2:4). El tiene el ―derecho de no trabajar‖ (El derecho de no trabajar o tener un trabajo secular y recibir su apoyo/salario de la iglesia — II Corintios 11:8; I Corintios 9:6), y se debería de ―dar‖ a sí mismo ―por completo‖ (I Timoteo 4:15) al ―trabajo de evangelista,‖ ―cumpliendo su ministerio‖ (II Timoteo 4:5). Esto naturalmente nos lleva a la pregunta lógica de cual es el trabajo del predicador. Pablo le dijo a Timoteo ―haz la obra de evangelista‖ (II Tim. 4:5). ¿Qué es esto? En el capítulo pasado miramos lo que es lo que no es el trabajo del predicador. Como enseñan las cartas a Timoteo, el trabajo de un evangelista, generalmente hablando, es el vivir una vida ejemplar (I Tim. 4:12), y el leer, estudiar y enseñar el evangelio (II Tim. 2:2; 15; I Tim. 4:13). Cualquiera que ha tratado de ser llamado un predicador ―de tiempo completo o de planta‖ rapidamente admitiría que esto es un trabajo tremendamente grande. Muchos que han tratado de revolver la predicación con el trabajo secular testificaran que han tenido que sacrificar el uno por el otro; no pudieron hacer ninguno de los dos de la manera que ellos verdaderamente quisieran hacerlo. Aquellos que se quejan que ―el predicador se toma mucho tiempo en su estudio‖ nunca han entendido el deber de un evangelista, ni la pesada carga mental que esto tiene. Estas mismas
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personas también son las que a veces se quejan de que el predicador predica cosas inadecuadas desde el púlpito. Ellos quieren que haga el trabajo de un pastor moderno (que pase la mayor parte de su tiempo sirviendo mesas), y que también traiga sermones que valgan la pena. Uno no puede hacer las dos. El trabajo desde el pulpito es un buen indicador de que el predicador está estudiando lo suficiente o no. Este escritor ha entrenado a unos pocos predicadores, y muy frecuentemente predicadores jóvenes me preguntan el como ser más eficientes y más efectivos. Mi consejo es siempre, ―lee, estudia, y predica.‖ Es muy difícil para el predicador hacer más que lo debido en estas actividades, y cuando pone atención a ellas, oiremos de él. Si las descuida entonces, sus oportunidades serán grandemente disminuidas, y seguirá siendo ―una pobre excusa de predicador.‖ Uno no puede enseñar lo que no sabe . Es alarmante oír de predicadores que no desean predicar. Estan contentos con flojear toda la semana y predicar unos sermoncillos el en día del Señor y tal vez enseñar una clase bíblica o dos. ¡Algunos van aun más allá y dicen que no quieren predicar en series! Hay comunidades a su alrededor que no tienen iglesias, o hay pequeños grupos inactivos que necesitan de animo. Estos predicadores no toman ventaja de estas oportunidades por varias razones. Algunos son solamente flojos/ociosos. Ellos prefieren estar haciendo nada que predicar. Otros se dan cuenta que tales trabajos los tienen que hacer gratis, y ellos, como dijo un predicador, ―no predican en series gratis.‖ ¡Hermanos, como es que nosotros necesitamos que cumplir nuestro ministerio (II Tim. 4:5)! Es cierto, que hay iglesias que pueden pagar al predicador, pero no quieren pagar y buscan quien vengan a predicarles gratis, pero también hay muchas iglesias que necesitan la ayuda de un evangelista las cuales no pueden renumerarle financieramente. El predicador que rehúsa ayudar a tales iglesias, es un empleado que solamente trabaja su tiempo. Hay algunos predicadores los cuales manifiestan una terrible falta de dedicación a su trabajo. Ellos estan más interesados en otras cosas que en leer, estudiar y predicar. Ellos pasan más tiempo jugando golf o pescando que en sus estudios. Otros estan más interesados en vender alguna comodidad física que en predicar el evangelio. Verdaderamente, algunos predicadores usan su situación como predicadores para crear avenidas para vender algo. Algunos han hecho innumerables daños a la iglesia y a ellos mismos por envolverse en las cosas de esta vida (II Tim. 2:3-6). Es asqueroso el ver a cualquiera que usa la iglesia para superarse en su propio y físico propósito. Hombres que se entregan por completo a la predicación del evangelio, deberían de hacer eso mismo. Es triste, pero verdad, que muchos de los que son conocidos por ―predicar a medio tiempo‖(los que trabajan y predican) hacen más por la Causa que algunos de los que trabajan ―tiempo completo.‖ Por esta razón algunos han concluido que ―la predicación de tiempo completo‖ es un trabajo suave (fácil). Vamos a afrentar esto — en algunos casos si es verdad. Algunos (no todos) ―predicadores de tiempo completo‖ no sienten ninguna obligación de usar una porción razonable de su tiempo para hacer trabajo espiritual. Ellos no leen, estudian, o predican, ni siquiera tanto como los predicadores de ―medio tiempo.‖ Ellos sienten que mientras ellos hagan algunas llamadas sociables, llenan su tiempo en el pulpito y en las clases bíblicas, han hecho lo que tenían que hacer, aun que sus esfuerzos en la predicación muestran falta de profundidad y preparación. Esto no es dicho para defender a los predicadores de ―medio tiempo.‖ Hay una gran necesidad de tales hombres, pero hay una mayor necesidad de hombres que puedan dedicar todo su tiempo para los propósitos espirituales. Hay muchos hombres de ―medio tiempo‖ que 41
necesitan hacerse hombres de ―tiempo completo.‖ Estos tienen la habilidad de ser excelentes predicadores del evangelio. Otros se quedan atrás por falta de fe. Otros se quedan atrás esperando mayor renumeración financiera. Como un hombre bastante capaz me dijo una vez, ―nunca podría estar satisfecho con el salario de un predicador.‖ Otro me dijo ―tendría que dejar mi señoridad en el trabajo y mis beneficios de la aseguranza.‖ Ha habido muchos hombres de ―tiempo completo‖ que se han convertido en hombres de ―medio tiempo‖ por las mismas razones. Puede ser dicho sin ningún tipo de argumento contrario que, el MATERIALISMO es uno de los obstáculos que tenemos que enfrentar. La iglesia hoy en día sufre por una tremenda falta de dedicación espiritual en la parte de nosotros, INCLUYENDO LOS PREDICADORES. Nosotros no ―buscamos primeramente el reino de los cielos‖ (Mat. 6:33), y estamos tratando de hacer el imposible trabajo de servir a ―Dios y a las riquezas‖ (Mat. 6:24). Ciertamente es verdad que algunos predicadores de ―tiempo completo‖ viven con salarios inadecuados, y los hermanos generalmente estan ignorantes de, o son indiferentes a las necesidades de estos predicadores, pero aun así el mundo está todavía perdido sin el evangelio, y necesita ser predicado día y noche. Cualquier desavenencia que suframos aquí por la Causa de nuestro Señor, va a ser abundantemente recompensada en el mundo venidero. ―Se vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece‖ (Filipenses 4:12-13). Los predicadores tienen que ser hombres de fe. Así como Pablo aconsejó a Timoteo, tenemos ―sé …ejemplo … de fe‖ (I Tim. 4:12).
II.) A LA IGLESIA Un predicador del evangelio tiene ciertos deberes a la iglesia. Vamos a considerarlos de la siguiente manera: (1.) ―Para que corrigieses lo deficiente‖ (Tito 1:5). Esto es un deber general, y consiste en corrección con la palabra (II Tim. 3:16) cada y cualquier cosa que no esté en orden en la iglesia. Pablo dijo, ―y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas‖ (Hechos 20:20). Le dijo a Timoteo que ―sea sobrio en todo‖ (II Tim. 4:5). Un predicador del evangelio mira y busca las cosas que estan ―deficientes‖ en la iglesia, no importa si es de parte de la congregación o miembros individuales, el tiene que ponerlas ―en orden‖ o ser descuidado en su deber divino a Dios. La filosofía que dice ―no oír mal, no ver mal, no ha blar mal‖ no tiene ningún lugar en la vida del ―hombre de Dios‖ (II Tim. 3:17). Cuando oye, o mira el mal, el tiene que hablar del mal. Le fue dicho a Timoteo, ―A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman‖ (I Tim. 5:20), y en el versículo siguiente Pablo dijo, ―Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.‖ (I Tim. 5:21). Es muy fácil para que el predicador del evangelio falle en este punto, especialmente si está más preocupado con la popularidad que con la puridad, o con que tenga su mente más cerca de una disposición más acercada a Dios. Si el corazón de uno no esta recto, es muy fácil el hacerse de la vista gorda cuando uno de los ancianos o un buen amigo en la congregación está desordenado. Si el hijo de un anciano va a los bailes con la aprobación de su padre, es mucho más fácil predicar sobre el bautismo. Si algunos de los hermanos de más influencia en la congregación son conocidos por toman licor socialmente, se mira más atractivo el predicar un sermón sobre la Cena del Señor. Así como es reportado lo que un predicador dijo cuando algunos pecados congregacionales fueron traídos a la junta de varones, ―Oh, no nos metamos en 42
eso ahora‖ o como dijo otro, ―No podemos pelear contra todos nuestros enemigos al mismo tiempo.‖ Pablo dijo que dejó a Tito en Creta para ―poner en orden lo deficiente.‖ ¿Deficiente donde? ¿En Corinto? ¡Si, como no! Pablo le mandó que ―pusiera en orden lo deficiente‖ en las iglesias de Creta. Algunos predicadores siempre están hablando de lo que estaba mal donde predicaban antes. Verdaderamente ―pierden el impacto‖ de lo que el pecado hace cuando nadie en la audiencia es culpable de ese pecado, pero hablan con cuidado y suavemente sobre los pecados los cuales estan afectando a su audiencia, en los cuales ellos participan. Pablo es un gran ejemplo como predicador. Cuando se estaba despidiendo de los ancianos de Efeso, el dijo ―… nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros…yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios …. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno ….‖ (Hechos 20:20, 26-27, 31). Cuando uno puede decir verdaderamente lo que dijo Pablo en lo concerniente a sus labores con la iglesia, puede entonces decir que ha hecho sus deberes a la tal. ―Y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé‖ (Tito 1:5). Esto pues, claro, no es incondicionalmente. Los siguientes versículos dicen, ―el que fuere irreprensible, etc.‖ El punto es, que es el trabajo del predicador es el enseñar la organización que Dios enseña a la iglesia local y establecer ancianos en cualquier lugar que haya hombres que llenen los requisitos. Este es un deber del predicador que en muchos de los casos el predicador ha descuidado. Hay una tendencia a que el predicador diga que, ―Bueno, eso es el deber de la iglesia; yo no me voy a meter.‖ Es el deber de la iglesia el determinar si cierto hermano llena los requisitos, pero es el deber del predicador establecerlos (Hech. 6:1-6; Tito 1:5). No puede ser indiferente en estos asuntos. A cualquier lugar que vayan los predicadores deberían ver si pueden establecer ancianos en las iglesias que no los tienen. Esto es el orden que Dios dio, y ninguna iglesia es todo lo que Dios quisiera que fuera hasta que ha llegado a ser bien organizada con ancianos y diáconos (Filipenses 1:1). La existencia de ancianos y diáconos, escogidos escrituralmente, son una señal de la madurez en la congregación. Cada iglesia debería de esforzarse a tener este orden. Hasta que esto pase, el predicador tiene mucho en que trabajar. Hay que afrontar esta responsabilidad de ―establecer ancianos en CADA CIUDAD.‖
III.) A SI MISMO Pablo también le dijo a Timoteo que él tenía deberes a si mismo. Esto tiene que ver con su conducta personal. Notemos lo que dice: ―Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; pues haciendo esto, te salvarás, a ti mismo y a los que te oyeren (I Tim. 4:16), y ― … ejercítate para la piedad‖ (I Tim. 4:7). ―Esfuerzate en la gracia que es en Cristo Jesús‖ (II Tim. 2:1). ―No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro‖ (I Tim. 5:22). ―Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza‖ (I Tim. 4:12-13). ―Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor‖ (II Tim. 2:22). Estos y muchos otros pasajes nos muestran un poco de los deberes del predicador a si mismo. Manteniendo su vida personal y su trabajo ―parejos,‖ es un tremendo deber. Cada hombre quien hace esto es ―amado por lo bien de su trabajo.‖ Su influencia para el bien es incalculable, y los resultados eternos de su trabajo solo son conocidos por Dios.
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IV.) A LOS FALSOS MAESTROS Pablo les dio instrucciones especiales a Timoteo y a Tito en lo concerniente a sus deberes a ciertos falsos maestros. El les aconsejó que ―corrija a los que se oponen‖ (II Tim. 3:10), y si ellos rehúsan la cor rección, ―deséchalo‖ (Tito 3:10), ―a estos evita‖ (I Tim. 3:5), o ―apártate de los tales‖ (I Tim. 6:5). Todo esto quiere decir que el predicador del evangelio tiene que tener cuidado de las relaciones terrenales que forma. El tiene que vivir una vida ejemplar (I Tim. 4:12), y esto no lo puede hacer formando relaciones o amistades que no son sabias, el se puede hacer ―participante en pecados ajenos‖ (I Tim. 5:22). Por esta razón, el predicador no puede unirse a una alianza de ministerio, o hacer cualquier cosa que les haría entender a los proponentes del error que son ―bienvenidos‖ (2 Juan 10). La verdad es de mucho valor, muy preciosa, para que cualquiera la deje caer al suelo, mucho menos un predicador del evangelio. El no puede coquetear con el error o ser muy amigo de los proponedores del tal, porque al hacer eso, la línea de la verdad y la mentira se hace borrosa, y almas pueden ser perdidas como resultado.
CONCLUSION Los deberes del predicador del evangelio tratan de algunos de las responsabilidades mas pesadas conocidas al hombre o Dios. Vamos a nunca ser culpables de substituir los deberes hechos por los hombres por los deberes hechos por Dios, o tratar de restringir a los predicadores del evangelio para que no hagan lo que deben hacer para complacer a Dios. Todo predicador en todo lugar tiene que venir a un mayor entendimiento de sus deberes y sus responsabilidades, y que sea más determinado que antes a ―hacer el trabajo de evangelista.‖ Las almas estan en juego, incluyendo la del predicador (I Tim. 4:16; I Cor. 9:27)
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Capítulo VII Lo Que Enseña Dios Del Deber del Predicador a los Hermanos En las cartas de Pablo a Timoteo, el toca el tema de los deberes del predicador de numerosos maneras o ángulos. No hay duda que muchos de los problemas con los predicadores tienen su raíz en la falta de entendimiento del trabajo del predicador en los lados de predicadores y hermanos. Sus responsabilidades son muchas veces y por muchas personas, determinadas más por tradición y conceptos denominacionales, que por un estudio cuidadoso de las escrituras. Este capítulo cubrirá las instrucciones que Pablo dejó a Timoteo en lo concerniente a sus deberes a los hermanos.
I.) GENERALMENTE (1.) ―Si esto enseñas a los hermanos‖ (I Tim. 4:6; II Tim. 2:14). En Tito 3:1, Pablo le dijo a Tito que les recordare a los hermanos. Esto es una responsabilidad seria que Dios ha puesto sobre los predicadores. Es una que a veces es difícil hacer. Es muy fácil el cansarse de los mismos viejos sermones; repitiendo los mismos principios, pero tiene que ser hecho. Es el deber del predicador. Hasta ciertas veces los hermanos se van a quejar que ―siempre he oído todas estas cosas, toda mi vida, ya me estoy cansado de ellas.‖ O algún otro dirá ―Ya se lo que el predicador va a decir antes que lo diga.‖ Nosotros leemos y oímos a unos hablar de que ―se repiten siempre las mismas cosas.‖ Todo esto podría apagar el espíritu de algunos predicadores, pero el ―hombre de Dios‖ se dará cuenta de que aquellos que hacen tales comentar ios son evidencia que necesitan oír ―las mismas cosas siempre‖ aun más. Hay algo terriblemente mal cuando la antigua historia de la cruz se les hace fastidiosa a los hijos de Dios. Cuando Pedro escribió su segunda epístola dijo ―Por esto, yo no dejaré de r ecordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. Pues tengo por justo, en tanto que estoy en leste cuerpo, el despertaros con amonestación …. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.‖ (II Pedro 1:12-13, 15). Es algo honorable el que Pedro haya dicho que pondría ―en memoria estas cosas‖ a los hermanos. Estas cosas aunque ellos YA LAS SABIAN, y estaban ESTABLECIDOS EN ELLAS. Aunque esto podría ser dicho de los hermanos, ellos todavía tenían la necesidad de que hicieran memoria de ellas — necesitaban oírlas nuevamente, en repetición. Nosotros todos estamos en peligro de alejarnos y olvidarnos de las cosas que hemos oído y que conocemos muy bien (Hebreos 2:1). En todo esto, por lo cual, miramos un principio bíblico. Ese principio es, que la puridad de la fe en nuestro Señor depende de la repetición constante de cada paso y faceta de la revelación divina. Que ningún hermano o predicador se canse de oír la palabra. Tenemos que entender que cuando esto pasa, es un síntoma de apostasía. (2.) ―Se ejemplo de los creyentes‖ ( I Tim. 4:12). Un predicador tiene que darse cuenta que los ojos de los hermanos y el mundo están en él. Nos guste o no los hermanos estan buscando a los predicadores para que los quien y nos demuestren una vida ejemplar. Esto es 45
verdad de cualquier persona que este a la vista pública como maestro. Esto es una de las cosas de las que Santiago hablaba cuando dijo, ―no os hagáis muchos de vosotros maestros, sabiendo que recibiréis mayor condenación‖ (Sant. 3:1). Se entiende que entre más responsabilidad uno tiene, mayor será lo que tendremos que responder a Dios, pero al ver de que Santiago está hablando de la dificultad que hay para usar la lengua correctamente, y la facilidad con que se puede usar la lengua para ofender a alguien, es muy probable que esto quiera decir que el maestro es sujeto a ―mayor juicio o condenación‖ por los hombres— es decir, los hombres van a esperar más del maestro. Si esto es el significado o no, sabemos que esto es generalmente verdad. Esto es lo mismo que Pablo le dijo a Timoteo. Hay cinco áreas en que Pablo dijo en que el predicador debería ser ejemplo. Vamos a mirarlas: (a.) ―En palabra.‖ Esto tiene que ver con la manera en que conversa. La palabra griega para ―palabra‖ es ―LOGOS.‖ Vine dice de esta palabra, ―la expresión del pensamiento; no el mero nombre de un objeto.‖ Algunos predicadores se han constituido malos ejemplos ―en palabra.‖ Sus conversaciones son rasposas, casi vulgares. Sus chistes son palabrerío que ―no conviene‖ (Efe. 5:4), y algunos de estos chistes son sucios, o son susceptibles a tener doble sentido. Las mentes de ellos estan literalmente en los drenajes de tan sucias. Sus chistes colorados son sus cartas de recomendación. Aparentemente se les olvida que ―es su pensamiento en su corazón, tal es él…‖ (Prov. 23:7). Nuestro Señor dijo ―de la abundancia del corazón habla la boca‖ (Mat. 12:34). Todo esto simplemente nos dice que uno es solamente tan bueno como su peor pensamiento. Una persona que está pensando cosas malas constantemente — que deja que su mente ande por los drenajes — es una persona que eventualmente se arrastrará a si mismo a los drenajes. Hemos visto a predicadores y otros hermanos caer, y caer fuerte, y en casi todos los casos, sus conversaciones (sus pensamientos expresados) indicaban que eventualmente les pasaría mucho antes que les pasará. Si uno puede controlar sus pensamientos, también podrá controlar su vida. Si podemos dirigir nuestros pensamientos a aquello que es verdadero, honesto, justo, puro, amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, y es digno de alabanza (Fili. 4:8), seremos excelentes ejemplos a los hermanos en ―palabra.‖ (b.) ―En conducta.‖ Esto tiene que ver con la manera de que el predicador vive su vida. Incluye toda faceta de vida del predicador. El predicador debería de ser un ejemplo a los hermanos en todo aspecto de la vida cotidiana. El debería de ser honesto y recto en todos sus tratos con todos los hombres. Tiene que pagar sus deudas, y honrar todas sus obligaciones. El debe de demostrar la altura de dedicación al Señor, diligentemente sirviendo a Cristo cada vez que tenga la oportunidad. No debería de ser una persona que malgasta y siempre gasta más de lo que su salario le permite. Estas son algunas de las consideraciones que envuelven el ser ejemplo en ―conducta.‖ (c.) ―En amor.‖ El amor es la emoción que casi evade la definición. La mejor definición de amor es aquella dada por la palabra de Dios. ―Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos‖ (I Juan 5:3). El predicador del evangelio debe poseer este tipo de amor. El debe ser ejemplo de adherirse estrictamente a los mandamientos de Dios. El no debería de apartarse ni la más pequeñísima distancia de los mandatos de Dios. El amor tiene que ver con la actitud que tenemos hacia otras personas. Jesús dijo, ―amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen‖ (Mateo 5:44). Todos los cristianos tienen el deber de hacer esto, pero el predicador tiene el deber de ser ejemplo a los ―creyentes.‖
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(d.) ―En fe.‖ Todos estamos expuestos a tener algunas dudas. Algunas son mentales; otras emocionales. La Fe da a luz Fe; las dudas dan a luz dudas. No hay otra cosa que pueda hacer más fuerte a alguna iglesia que un predicador que manifiesta firme, fe como la de un niño, en la palabra de Dios. Pablo le dijo a Timoteo que fuera un ejemplo de fe. El pulpito no debería ser el lugar de que el predicador hable sobre sus dudas. El predicador debería hacer una practica de no predicar nada de lo cual tiene dudas. El debería de creer en lo que predica, y predicar lo que cree. Pablo dijo ―pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos‖ (II Cor. 4:13). Así tiene que hacer todos aquellos que claman ser predicadores del evangelio. Las gentes tienen suficientes dudas para que añadan las dudas del predicador. Algunos predicadores usan el pulpito como un lugar para pensar. En orden de impresionar a su audiencia con su integridad y mente abierta, empiezan a hacer muchas preguntas las cuales nunca responden. Algunos piensan que esto es una indicación de ser académicos. El resultado es que estas preguntas se quedan en el aire; preguntas difíciles que se quedan sin respuesta, y las personas se van con más dudas que las que originalmente tenían. Todos nosotros hemos oído esta clase de predicación alguna vez. Es peligrosa. Si uno no puede presentar un argumento positivo, y no pueda hacer un argumento constructivo sobre este tema, debería de cambiar su tema. Debería de pensar sobre estos temas fuera del pulpito. (e.) ―En puridad.‖ El predicador del evangelio debería ser un ejemplo de puridad a los creyentes. No debería de haber ninguna duda en las mentes de los creyentes sobre la sinceridad o la dedicación a Dios del predicador. Hemos oído de predicadores de los cuales se dice, ―Es un excelente predicador, pero su vida no es tan buena como debería de ser.‖ Si uno predica el evangelio, el debe de predicar la puridad en su vida, pero si su propia vida no es pura, su predicación será inefectiva. Los predicadores tienen que asegurarse de que practiquen lo que predican. Si no están haciendo eso, necesitan dejar de predicar hasta que puedan hacerlo, necesitan dejar de predicar hasta que la practica alcance la predicación. Nada daña más la causa del Señor, o revuelve mas el estomago que, un predicador que no es santo. II.) ESPECIFICAMENTE Pablo les da instrucciones a Tito y Timoteo de que clase de deberes tienen hacia cierta clase específica de hermanos. Pablo los nombra, y luego les dice a ellos cuales son sus deberes hacia estas personas. Vamos a tomar nota de ellos: (1.) A los fieles —enseña. Pablo le mandó a Timoteo, ―lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga ahombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros‖ (II Tim. 2:2). La palabra griega traducida aquí ―hombres‖ es ANTHROPOS la cual ―es usada generalmente, de un ser humano, hombre o mujer, sin referencia de sexo o nacionalidad‖ (W.E. Vine, p. 32). El predicador tiene el deber de enseñar y entrenar a los fieles, ya sean hombres o mujeres, para que ellos también ―enseñen a otros.‖ Muchos predicadores fallan en hacer este deber. Ellos estan contentos en conducir las clases bíblicas en las cuales el individuo verdaderamente no podría aprender a ser un maestro. Hay una gran necesidad de dar instrucción especial y entrenamiento a los fieles, aquellos que demuestran dedicación y habilidad, para que a su turno se conviertan en predicadores del evangelio y maestros. Las recompensas a la Causa son grandísimos cuando damos este tipo de entrenamiento especial a aquellos que lo deseen. Vamos a dejar de ser negligentes en este deber. (2.) A los que estan en error —corregir. Pablo le dijo a Timoteo, ―que con mansedumbre corrija a los que se oponen ….‖(2 Tim. 2:25). A Tito le dijo, ―repréndelos duramente,
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para que sean sanos en la fe …‖ (Tito 1:13). El predicador del evangelio no debe dejar que el error esté sin desafio. Esto no lo hará popular con los hombres (ni aun con algunos hermanos), pero tiene el deber de presentar defensa a la verdad. Muchas veces será llamado un ―hermano problemático,‖ ―escandaloso‖, ―delicado‖, o ―pendenciero‖, pero su deber es claro, no importa lo que los hombres piensen o digan. Aquel que busca la popularidad mundana es mejor que haga otra cosa que no sea el predicar el evangelio. Pablo le mandó a Timoteo que ―prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina‖ (2 Tim. 4:2). (3.) A los ancianos —exhórtale como a padre. Pablo le dijo a Timoteo ―No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre‖ (1 Tim. 5:1). Tenemos que entender que Pablo le está hablando a un predicador joven. No sabemos realmente cuantos años tenía Timoteo cuando se escribe la carta, pero evidentemente fue considerablemente más joven que Pablo. Esta es un mandato especialmente para los predicadores más jóvenes, pero se puede aplicar a todos. La biblia enseña que se debe respetar los años. Dios dijo ―Delante de las canas te levantaras, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová vuestr o Dios‖ (Lev. 19:32). A Rehoboam no le importó esta parte de la ley, y trajo deshonra a su reino. Algunos predicadores jóvenes tienden a ser un poco rebeldes en contra de hombres mayores. Pero al pasar los años, ellos miras esas actitudes juveniles y dicen así mimos, ―¿Cómo es que pude haber sido tan tonto?‖ Se podrían ahorrar mucho remordimiento solamente con seguir el consejo de Pablo de tratar a los hombres mayores como padres. Esto no quiere decir que los ancianos siempre tienen la razón — verdaderamente esto no es siempre el caso. Usualmente es verdad que, gracias a la mayor oportunidad de la juventud, que estos avanzan más que los ancianos, pero tiene que hacer esto presente con cautela y modestia. No debe hacer demandas de dictador sobre los ancianos, pero tiene que exhórtales como a padres. No hay duda que la inspiración de Dios tenía esta característica de la juventud en mente cuando dirigió a Pablo a decir, ―nadie tenga en poco tu juventud‖ (I Tim. 4:12). (4.) A los jóvenes — tratalos como hermanos (I Tim. 5:1). En el reino de Dios no hay lugar para tener castos sociales. Aquellos que tengan la edad del predicador deben de ser considerados como IGUALES — tienen que ser tratados como hermanos. Es muy facil para un predicador joven el cual tenga una habilidad avanzada el presentarse con un espiritu altivo, y que se sienta superior a aquellos de su misma edad. Pablo le advierte a Timoteo sobre este peligro cuando le dice su deber a los ―jóvenes.‖ Vamos todos a aprender a manifestar un actitud apropiada hacia los demás. Uno puede ser más inteligente que otros, pero esto no beneficia en nada al hijo de Dios si esto lo hace pensar más de si mismo que lo que debe pensar. (5.) A las ancianas — tratalas como a madres (I Tim. 5:2). El lugar de la mujer en la iglesia está claramente descrita en las escrituras. Sus deberes son muchos, sus responsabilidades son grandes, y su lugar es prominente — mucho más prominente de lo que algunos hermanos desean admitir. Hay una tendencia de algunos de pisotear o no tomar en cuenta el papel que ellas destacan en la iglesia. Muchas madres en Israel han significado mucho para este escritor. Ellas han dado consejos sólidos, y el guía de una madre. Ellas han proporcionado la ayuda que ningún hombre podría proporcionar. Muchos predicadores jóvenes encuentran difícil el poner atención a lo que las mujeres dicen. Esto tal vez tiene que ver con el porque Pablo le dice esto a Timoteo. Hay tantos que les encanta neutralizar
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lo que dicen las mujeres por medio de decir, ―Las mujeres no deben de dirigir la iglesia.‖ Esto es verdad pero muchas veces es usado como una racionalización para hacernos sentir justificados en el no tomar importancia del justo juicio de estas mujeres. Vamos a hacer nuestro deber hacia las madres en Israel. A las jovencitas — tratalas como hermanas, con toda pureza (I Tim. 5:2). Este es un consejo verdaderamente necesitado. Los predicadores, especialmente los jóvenes, necesitan de observar cuidadosamente la relación que ellos tienen con las mujeres jóvenes. El predicador siempre está a la vista del público y las mujeres jóvenes tienen una tendencia a ser atraída por estos hombres. Ellas podrían ser perfectamente inocentes en sus acciones, y el predicador puede ser muy despistado, pero sin importar las circunstancias, mucho daño puede ser causado por dejar que estas relaciones comiencen y que traigan sospechas, y puede llegar a traer infracciones serias delante de la ley de Dios. Un predicador nunca puede bajar su guardia. El tiene que tener cuidado a donde vaya, en lo que hace y en lo que dice. Un buen principio que tenemos que aprender, es que es mucho más fácil evitar las sospechas que borrarlas. ―A las jovencitas, como a hermanas, con TODA PUREZA.‖ Las viudas que en verdad lo son — honra (I Tim. 5:3). La cuestion de las viudas puede ser tratada con casi todas las páginas de la biblia. Dios siempre ha tenido en cuenta a las viudas, y demanda de que sus hijos hagan lo mismo. Pablo define lo que es una viuda en verdad, ―Más la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día‖ (I Tim. 5:5). Pablo le instruyó a Timoteo que ―honrara‖ a estas viudas. Esto significa que debería de ayudarlas y animarlas. Cada predicador de experiencia sabe cuanto en verdad estas mujeres necesitan esto. No hay nadie que merezca más la ayuda que una santa mujer que esta batallando para mantener a sus hijos y que está enteramente entregada al Señor. No solamente tienen los predicadores y otros individuos en la iglesia que ayudar a estas, sino que en I Timoteo 5:16, Pablo instruye a la iglesia a que provea por ellas. Vamos a tener en mente en honrar a las viudas que verdaderamente los son. A los ricos —Manda (I Tim. 6:17). Pablo no le dijo a Timoteo que ―peticionará‖ a ellos, sino que ―les mandará‖ a ellos ―que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, qe nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna‖ (I Tim. 6:17-19). Los ricos van a batallar para entrar en el cielo (Mat. 19:23-24). Los predicadores tienen la responsabilidad de guiar a los ricos en el uso apropiado de sus poseciones terrenales según la palabra de Dios. Hay una tendencia en la parte de los predicadores el hacer lo que los ricos pidan, en lugar de advertirles del peligro en que se encuetran gracias a sus riquezas. Tenemos que ―mandar‖ lo que Pablo nos instruyó. Los Obispos/Ancianos: Uno de los campos más descuidados en la iglesia es el hacer crecer las relaciones entre los ancianos y los predicadores. Los ancianos tal vez no tengan la actitud apropiada hacia el predicador, o el predicador no se siente hacia los ancianos como lo debería de hacer. Todos los miembros (incluyendo) los predicadores tienden a pensar que los ancianos son plenamente calificados para ser ancianos hasta que no concuerdan con ellos en algo —entonces empiezan a pensar ―¡como es que alguien
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pudiera pensar que estos hombres estuvieran calificados para ser ancianos!‖. Los predicadores tienen responsabilidades hacia los ancianos y necesitamos estudiarlas. ―Contra un anciano no admitas acusación sino cono dos o tres testigos‖ (I Tim. 5:19). ¡Esta es una orden tremenda! Los miembros tienen una tendencia a pensar que el predicador es el que debe de resolver todos los problemas, así que ellos van corriendo hacia él cada vez que alguna dificultad aparezca. Uno de los problemas más comunes que la gente presenta a los predicadores es el obispado. Ellos quieren hablar de los ancianos, no a los ancianos. Ellos quieren que el predicador este en medio — ponerlo a él en medio de ellos y los ancianos y poner el predicador en contra de los ancianos. El predicador llevará la batalla por ellos, y nisiquiera tendrían que ser ellos identificados. Pablo está tratando de proteger al predicador de este tipo de situación pecaminosa en esta parte de la escritura, si el predicador tiene la valentía y la fe para esforzarla. Tiene que rehusar el escuchar los chismes, a menos que el acusador tenga dos o tres testigos y que el acusador tenga el deseo de estar frente a frente del anciano para hacer su acusación. Si el acusador no quiere hacer esto, el predicador debe rehusar el escuchar. ―A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman‖ (I Tim. 5:20). Lo que dijo Pablo en el versículo 19, no está diseñado para que el predicador y los ancianos se hagan un pequeño grupito que es caracterizado por la mutua protección en contra de acusaciones. Si los acusadores vienen al predicador con alguna acusación que puede ser probada por medio de ―dos o tres testigos,‖ entonces el predicador tiene la responsabilidad, el deber, claramente de reprender al anciano pecador ―delante de todos, para que los demás también teman.‖ No hay ninguna razón para el mal interpretar este lenguaje tan simple, pero algunos aparentemente lo hacen. Hay algunos que tienen la idea que la voz de los ancianos es la voz de Dios. Ellos piensan que el anciano tiene inmunidad espiritual . Algunos piensan que no hay alguna manera de que un anciano pueda ser corregido. Estas personas tienen que leer lo que Pablo dice aquí. ―No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.‖ (I Tim. 5:22). En el mismo contexto de lo que fue dicho anteriormente, Pablo le dio a Timoteo estas instrucciones. No hay duda que esto tiene referencia a la responsabilidad del evangelista de establecer ancianos (Tito 1:5). La forma tradicional de cómo establecer algún oficio espiritual era por medio de poner las manos sobre ellos. Las instrucciones entonces quieren decir que Timoteo (los predicadores del evangelio) no deberían establecer ancianos con ligereza. Ellos tienen que asegurarse que tales hombres llenen todos los requisitos que estan escritos en I Timoteo 3. El no hacer esto es ―el participar en pecados ajenos.‖ ―Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar‖ (I Tim. 5:17). Aquí Pablo demanda de que Timoteo les otorgue el honor necesario a los ancianos. Los predicadores deben de respetar el honor de los ancianos. Una buena manera de hacer esto, es dejar que los ancianos hagan el trabajo de los ancianos. Hay una inclinación de algunos predicadores de querer hacer el trabajo de los ancianos y dejar el trabajo del predicador sin hacer en descuido. Algunos predicadores se ponen tan ocupados en hacer el trabajo de los ancianos que cuando se para a predicar, se paran sin nada que decir. Hay también ciertos lugares en que los ancianos estan más que contentos de que el predicador esta haciendo el trabajo de ellos. Ellos no tienen ninguna intención de destacar tal trabajo, así que creen que si el predicador lo hace, está bien. Hay otros casos en que el predicador toma por la
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fuerza el trabajo de los ancianos, tal vez sea por que no sabe lo que hace. Cualquiera que sea el caso, la palabra de Dios es violada. Debemos de honrar a los ancianos. Les deberíamos dar nuestro respeto, asistirlos en lo que podamos ayudar, pero tenemos que dejar que ellos hagan su trabajo y nosotros hagamos el nuestro.
CONCLUSION Esto concluye nuestros estudios sobre los deberes de los predicadores. Esperamos que hayan considerado cuidadosamente lo que se ha dicho aquí, y que haya sido de provecho para ustedes. FEAR NOT TO SPEAK He who seeks the truth and trembles At the danger he must be brave, Is not fit to be a freeman — He at best is but a slave. Be thou like the first apostle, Be thou like heroic Paul: If a free thought seek expression, Speak it boldly, speak it all. Face thine enemies, thine accusers, Scorn the prison, the rack, the rod; And, if thou hast truth to utter, Speak, and leave the rest to God. --Gallinger OUR GLARING HYPOCRISIES We mumble our prayers and drag our songs, And yet pretend we have no wrongs. We come in late and sit at the back, And still contend we have no lack. While the sermon‘s preached we watch the clock; But every mistake we‘re sure to knock. We love the church for which Christ died; But our shinning lights we always hide. We take the Lord‘s supper once a week, But a word for Him we do not speak. We give to God a portion of that Which is left after we‘re made fat.
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We go to classes we don‘t enjoy; Play with our books as if a toy; Endure teachers we can hardly stand; But our hope for heaven is simply grand. We talk of all we see that‘s wrong; We sing it as if it were a song. We should be light and save like salt, But whatever‘s wrong is not our fault. A solution to the problem could surely be found, If we would each just turn around, And gaze in the mirror of God‘s own word And see our image, grossly absurd. James P. Needham 2/23/76
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Capítulo VIII Los problemas de la iglesia con los predicadores INTRODUCCIÓN Todos tenemos el peligro de sobre generalizar. Los predicadores que han tenido problemas con una o dos iglesias tienden a generalizar y pensar que todas las iglesias son sin escrúpulos y buscan aprovecharse predicador. Cuando las iglesias tienen una mala experiencia con uno o dos predicadores, tienden a pensar que todos los predicadores son de la misma manera. Estas prácticas no son justas y han hecho mucho daño tanto a iglesias como a predicadores. La verdad es que hay ciertas iglesias y ciertos predicadores que no son lo que deberían de ser, y no son siempre justos en sus tratos del uno al otro. Esto escrito también nos deja a otra alternativa: hay predicadores e iglesias que son buenas y justas en sus tratos del uno al otro. El generalizar es una práctica que no es muy buena en ninguna carrera profesional. Siempre traerá conclusiones erróneas y desfigura los pensamientos si uno persiste en hacer esto. Este capítulo y el siguiente examinará los dos lados del argumento de los problemas entre los predicadores y la iglesia (y yo insito de que hay DOS lados). Consideraremos LOS PROBLEMAS DE LA IGLESIA CON LOS PREDICADORES, y LOS PROBLEMAS DE LOS PREDICADORES CON LA IGLESIA. Espero verdaderamente que al presentar estos problemas francamente, podamos venir a un mejor entendimiento, y hacer nuestro trabajo más armonioso y beneficial a todos aquellos que esten envueltos en la iglesia. Primeramente, vamos a ver algunas quejas legítimas que las iglesias hacen hacia los predicadores.
I. PERSONALIDAD Algunos predicadores hacen problemas en la obra local gracias a ciertas características personales que tienen. Hasta cierto punto nuestras personalidades son heredadas de nuestros padres, pero a un punto mucho más grande, nuestras personalidades son adquiridas. Nosotros tenemos el poder de influenciar lo que somos, especialmente cuando añadimos el tremendo poder del evangelio a nuestra fuerza de voluntad. Vamos a considerar algunas características de la personalidad de los predicadores las cuales causan problemas en las iglesias en el trabajo local: 1.) Inmadurez: Algunos predicadores son inmaduros. Esto es manifestado por: a.) El complejo de Mártir. Estos se ofenden sobre manera de cualquier clase de criticismo. Ellos no pueden aguantar a alguien que no concuerda con ellos. Estos siempre tienen que estar correctos, y salirse con la suya sino se sienten perseguidos. En su conversación, sus escritos y predicaciones, el tema siempre es el de lo mal que le ha ido en su situación y se sienten mal de por su propia situación. Ellos siempre se sienten que todos los tratan mal. Pueden ver una conspiración en contra de ellos en casi todo lo que los hermanos dicen o hacen, por esto, siempre estan a la defensiva en contra de todos. Los hermanos temen el hablar con estos sobre cualquier problema, y por eso se sientan y esperan que estos se vallan por si mismos. b.) Demandan que se les trate de una manera especial. Ellos siempre esperan que los hermanos en la iglesia local siempre les pongan atención especial. Si no reciben esta 53
atención especial, tiran un berrinche, y sienten que no son apreciados, y lo toman como una señal que su trabajo ya está terminado en esa localidad, y que ya es tiempo de ―irse a otra parte para el bien de la obra.‖ Así que estos solamente se sienten que estan haciendo bien mientras los hermanos los llenen de atenciones especiales. Los hermanos no deberían de mimar a tales predicadores. Solamente hacen que ellos se pongan peores. c.) Egoísmo: Algunos predicadores hacen problemas por causa de su gran egoísmo. Ellos piensan más altamente de sí mismos de lo que deberían pensar (Rom. 12:3). Ellos sienten que al ser predicadores, esto los hace más altos que a todos los demás, y da el derecho de tener ―altivez de ojos y orgullo de corazón‖ (Prov. 21:4), los cuales son pecado. Ellos sienten que todo el mundo esta tratando de ser tan inteligentes como ellos son, y ―morirá la sabiduría‖ con ellos (Job 12:2). ¡Estos hermanos son los intocables! Los hermanos no pueden hablar con ellos, estos estan tan altos y presumidos que no pueden bajar al nivel intelectual de la gente en general (Rom. 12:16). Estos hermanos continuamente hablan de lo que ―yo‖ he hecho. Ellos son magníficos; ¡Si no me cree, nada más pregúntenles! d.) Antagonismo: Algunos predicadores son constantemente antagonistas. Su actitud es casi siempre negativa. Hasta parece que no pueden vivir en paz con nadie (Rom. 12:18). Ellos mantienen a los hermanos a la defensiva casi todo el tiempo. Ellos tienen la extraña habilidad de hacer que todos se enojen con todos los demás. Ellos aparentemente no pueden ser felices si las cosas estan pasando suavemente, así que ellos empiezan ―algo‖. Como Ismael, sus manos estan en contra de todo hombre, y toda mano del hombre esta en contra de él (Gén. 16:12). Ellos siempre tienen que estar ―en batalla‖ con algo para estar felices. Nadie debería de alejarse de la ―batalla‖ cuando se encuentra la necesidad, pero verdaderamente hay algo mal cuando alguien la busca solamente para ―excitarse‖ por ella, y es algo tonto el hacer esto. Hay algunos hermanos que predican que necesitan un buen estudio en relaciones humanas. Lo que pasa que ellos todavía no han aprendido a llevarse bien con la gente. Son buenos predicadores del pulpito, pero ásperos, sarcásticos, y antagonistas fuera del pulpito. Se diga lo que se diga, el predicador debe poder llevarse bien con la gente, si es que quiere que su trabajo sea exitoso. Es por causa de esto que algunos que no tienen esta misma habilidad del pulpito son mejores predicadores que los que tienen grande habilidad en el pulpito. Ellos pueden convivir bien con los hermanos y sentir los problemas de ellos. Ellos estan interesados en la gente, en lugar de demandar que la gente se interese en ellos. Ellos resuelven problemas en lugar de causarlos. Ellos han madurado — han crecido.
II. FAMILIA Alguien podría preguntar el por que la familia del predicador sería mas problemática que las familias de algunos de los miembros. Especialmente cuando la familia del predicador causa problemas, esta pregunta aparece. Tal vez sea un poco difícil el ver la diferencia, pero si hay diferencias lo queramos ver o no. Santiago trató sobre este problema cuando dijo ―recibirá mayor condenación‖ (Sant. 3:1). Esto meramente podría ser a referencia de lo que los hombres demandan y piensan de un maestro. La familia del predicador tiene el poder de hacer o deshacer al predicador. Si su esposa se ―sobre viste‖ o ―no se viste lo suficiente,‖ la gente toma nota de esto. Si la esposa es floja o descuidada en su casa o/y su persona, va a afectar su trabajo. Si sus hijos se portan mal a en
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cualquier tiempo, siempre la gente lo mira diferente que cuando son los hijos de alguien más en la iglesia. Si la esposa habla mucho, aparentemente hace más daño que cuando las esposas de los otros hermanos hablan. Todo esto enfatiza la importancia del control que el predicador debe tener sobre su familia. Su influencia será muy limitada si falla, y los hermanos más que no estarán más que gustosos cuando el predicador decida irse a otra parte o sino le pedirán que se vaya a otra parte. Todos nosotros conocemos algún predicador que es increíble, pero que su obra es terriblemente invalidada por su esposa o/y sus hijos. No hay duda que en algunos casos esto es decidido injustamente, y en otros muchos casos, ella se conduce de tal manera de que ella se vuelve un punto de controversia. Hay muchos casos en donde la esposa del predicador no está espiritualmente dedicada. Ella es tibia e indiferente. Ella no es la esposa del predicador por gusto, pero por necesidad, y casi todos lo saben. Ella preferiría que su esposo se dedicara a otra cosa menos a la predicación. Ella es un constante desanimo a él. Ella esta insatisfecha con el salario, y constantemente se queja de que se siente privada de las cosas que quisiera tener. Por que culpa a la iglesia por todos sus problemas, ella es amarga hacia los miembros, y no está interesada en el trabajo de su marido. El tiene que cumplir con sus responsabilidades de predicador aun sobre ella, en lugar que con la ayuda y animación de ella. ―Los hijos del predicador son los más traviesos/rebeldes de todos.‖ ¿Alguna vez ha escuchado esto? ¿Por qué es que oímos esto tan seguido? ¿Será por que es verdad? Claro que no. Es por que la gente espera más de los hijos del predicador que los demás. Claro está que algunos de los hijos de los predicadores son peores que los hijos de algunos miembros, pero no podemos generalizar justamente en especificaciones como estas. Cuando los hijos de los predicadores fallan en comportarse bien, esto es magnificado por causa de que son los hijos del predicador. Esto enfatiza la importancia de que el predicador debe disciplinar y apropiadamente entrenar a sus hijos. El mal comportamiento de los hijos de cualquiera se refleja en los padres, pero esto es especialmente verdad en el caso del predicador. Es muy fácil que el predicador descuide a sus hijos. Algunas veces, tal como Elí, el se ocupa tanto en la obra de Dios, en el tratar de salvar a otras personas, que pierde a sus propios hijos. Esto no puede ser justificado, pero ha pasado muchas veces. También la realidad que el predicador y su familia viven en una ―pecera,‖ hace las cosas difíciles para sus hijos. Ellos tienen una tendencia a resentir esto. Una gran parte de la disciplina de los hijos del predicador viene de su esposa. Usualmente sale a series de predicaciones, y cuando está en casa se la pasa estudiando, y en la asamblea no se puede sentar con su esposa y ayudarla con los niños. No hay duda, que todo esto, y tal vez otras consideraciones, influencian pesadamente lo que la familia del predicador es. Esto no es un tratado para excusar el mal comportamiento de nadie, pero para explicarlo. Tal vez podríamos determinar la causa del problema, los predicadores trataran de mejorar la situación, y las iglesias crecerán y serán más compasivas y comprensivas de la situación. (Para una discusión más detallada sobre este punto miren el capítulo XVIII).
III. FLOJERA Es malo para cualquiera el ser flojo. La biblia no hace ninguna provisión para la persona floja. El hombre debe de trabajar (Efe. 4:28), y la iglesia está prohibida de alimentar a alguien que rehúse trabajar (II Tes. 3:10). Es muy desafortunado, pero a veces un hombre flojo se hace predicador. ¡No es una ocupación mala para un hombre flojo! Es posible que un hombre flojo pueda PASARLA como predicador, pero el pasarla no es el ser exitoso. Haciendo el mínimo
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trabajo posible, y mucha socialización con los hermanos, uno puede más o menos hacerla con algunas iglesias. Pero en la mayoría de las iglesias, se espera mucho más que solamente pasarla,
y cuando no se consigue lo que se busca, los problemas nacen con el predicador. Casi no hay nada que pueden hacer excepto pedirle al predicador que vaya a otra parte. Es muy difícil cambiar a una persona floja. La flojera en un predicador es manifestada en varias maneras. En muchos de los casos es visto en su apariencia personal. El no traerá sus ropas limpias o su pelo corto. Se mirará desordenado o descuidado con su vestimenta. Es aun más evidente en su falta de actividad. Se levantará tarde, parará un largo tiempo en su recreación favorita, o en pasatiempos, y no estudia seguido y muchas veces solamente el sábado. Entonces se apura para sacar un sermón de lata, o busca entre los libros de sermones que tiene para sacar un sermón de segunda mano que puede usar sin batallar mucho. La prueba del estudio es el sermón. Siendo así, se puede ver la flojera del predicador en su predicación. Mira a todos lados como un ganso en una tormenta de granizo, se pierde en sus notas, y desesperadamente trata de buscar algo que decir en cada punto. El no tiene nada que decir, pero tiene que decir algo. Sin querer dice cosas que no debería decir, se mete en el agua profunda sin saber nadar. El se sube al pulpito y hace ruido hasta que se le acaba el tiempo. Si alguien le pide que pruebe algún argumento infundado, se pone furioso de miedo, y lleno de ira. El culpa sus problemas a la gente que ―tienen algo contra el,‖ pero dentro de su corazón, el sabe que sus problemas provienen de su propia flojera e inacción. Los oyentes se marchan sintiéndose peor que cuando llegaron, y muchas de las veces no pueden explicar el porque no pueden sacar nada de los sermones del hermano ―Flojo‖. La flojera del predicador también es manifestada en la falta de interés en predicar. Algunos hermanos no quieren predicar, si es que pueden escapar de hacerlo. Ellos no quieren ir a series en iglesias pequeñas donde su ayuda es verdaderamente necesitada. Ellos aceptaran algunas series, si es que estan localizadas donde tienen amistades que les gusta pescar o jugar golf, o/y si pagan bien, pero sin estos beneficios, ellos les dirán a los hermanos ―disculpen pero no puede ir.‖ Es difícil el pensar que hay predicadores que no quieren predicar, pero si existen varios de ellos. Hay predicadores que no quieren predicar, así como hay mayordomos que no quieren asegurarse que todo está bien, y siervos que no quieren servir, y miembros que no quieren trabajar.
IV. EL SANGUIJUELA Hay algunos predicadores que son como sanguijuelas. Ellos rehúsan irse de la congregación cuando lo deberían de hacer, y hay otros que continúan interfiriendo en el trabajo de la iglesia aunque ya se hayan ido. Algunas iglesias jamás pueden deshacerse de ciertos predicadores. Yo conozco algunas iglesias que estan más que ansiosas para que su predicador se vaya. Ellos piensan que esto va a resolver todos los problemas y que una era dorada va a comenzar en la iglesia tan pronto como él se vaya. Pero entonces, todos tenemos que admitir que hay un tiempo en que el predicador se tiene que marchar, y un tiempo en que se debe quedar. Un predicador que tiene o hace los problemas que hemos discutido, puede llegar al punto de marcharse muy rapidamente. Hay verdaderamente casos en que el predicador es el centro de casi todos los problemas, o tal vez todos los problemas de la congregación; donde su continuación en esa iglesia en particular es detrimental para la tal. Este tipo de persona se debería de cambiar, pero muchas de las veces no lo hacen. Los hermanos muchas veces facilitan los medios para que se marche, pero se rehúsa a menos de que los hermanos directamente lo ―despidan.‖ Cuando esto
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llega la situación a esto, el predicador lo toma como un insulto personal, y lo trata de usar para traer prejuicio de otros hermanos sobre la congregación, o como el combustible para incrementar la flama de rebelión y desacuerdo dentro de la congregación. Hay algunos hermanos predicadores que nunca se van de cualquier iglesia donde hayan trabajados. Ellos continúan interfiriendo con el trabajo, y buscan influenciar a los que simpatizan con ellos allí. Iglesias que nunca se pueden deshacer de la mala influencia de algunos predicadores problemáticos que alguna vez tuvieron. Conocemos hermanos que son muy buenos para construir un culto de personalidad — un grupo que los sigue; una banda de personas dentro de la iglesia que constantemente buscan su consejo, y que siguen los gustos de estos predicadores en causar problemas dentro de la iglesia. Entonces, cuando un número de miembros de la congregación se dan cuenta de las características de este predicador, y que se le hace difícil encontrar donde predicar, siempre regresa y empieza una iglesia de su culto de personalidad . Estos grupos son llamados iglesias de Cristo, pero verdaderamente son cultos de personalidad — ellos son iglesias de aquellos cuyas personalidades en los cuales estan formados.
V. EL VENDEDOR ¡Hay veces que es difícil determinar si algunos hermanos son predicadores-que venden artículos o vendedores-que predican! A veces es más difícil el descubrir cual es el más importante para ellos: la proclamación del evangelio, o el vender ciertos artículos. Hasta parece que miran a cada cristiano, no como un hermano amado en Cristo, sino como otra oportunidad para hacer unos cuantos dólares. Es algo vergonzoso que un predicador use su posición y su influencia entre los hermanos como una oportunidad para vender algo. No es solamente degradante para él personalmente, sino que hace que la iglesia y el evangelio se miren como algo de poco valor o importancia. Casi siempre estos tipos de negocios siempre terminan mal, especialmente si tienen que ver con cosas intangibles. Cuando los cristianos compran de otros cristianos, tienden a esperar mucho de lo que compran, y si no llena sus expectativas, ellos dicen ―compre esto del hermano ―Quiero mi dinero‖ y él tomó ventaja de mi‖. Es difícil negar esto, por que hay muchos ejemplos concretos que pueden ser producidos como evidencia de esto. No hay duda que Pablo tenía esto en mente cuando le dijo a Timoteo, ―Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.‖ (II Tim. 2:4). Hoy en día (así como en el pasado) la iglesia tiene una necesidad desesperada de predicadores del evangelio que se dediquen a predicar de ―tiempo completo.‖ Muchas de las predicaciones de hoy en día muestran una seria falta de preparación. Algunas iglesias con predicadores de ―tiempo completo‖ estan muriendo de hambre espiritualmente. Cuando alguien viene a una serie y predica sermones llenos de carne, los miembros dicen ―a mi me gustaría tener este tipo de predicaciones siempre.‖ Esto es a veces causado por que el predicador esta pensando en algo o trabajando en algo mas en lugar de predicar. Hay algunos predicadores los cuales trabajan duramente para vender alguna cosa durante alguna serie, que uno se pone a pensar que si vino a predicar a vender algo. Como resultado, la serie sufre. Ahora, yo se que hay otro lado a esta ―moneda.‖ Yo estoy seguro que hay alguien que está listo a decir que la iglesia no apoya a sus predicadores adecuadamente en lo financiero, y yo se que esto en muchos de los casos es verdad, pero pregunto, ―¿Será la solución que el predicador se vuelva un vendedor?‖ ¿Deberían todos los predicadores hacerse predicadores de medio tiempo y medio tiempo vendedores, o insistir que las iglesias destaquen su deber de apoyarlos financieramente de una manera adecuada? Una mala situación no justifica el crear
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otra. Hablaremos más adecuadamente con el problema del apoyo financiero en el siguiente capitulo. (En este punto por favor lean el apéndice del libro).
VI.) MISCONCEPCIONES Algunos predicadores hacen problemas en las iglesias por que tienen misconcepciones en su trabajo como predicadores. Siendo así, pasan la mayor parte de su tiempo haciendo lo que los predicadores no deben de hacer. Puede ser que el predicador está tratando de hacer el trabajo de los ancianos, los diáconos, o los miembros. El está ocupado pastoreando las ovejas, ocupándose de sus necesidades físicas, o sirven a la iglesia como el secretario de la iglesia o el que cuidad la oficina de la iglesia. Esto tal vez lo haga popular en algunas iglesias y no popular en otras, pero siempre hace que el predicador sea una pobre excusa de predicador . Uno no puede ser un buen predicador si se pasa la mayor parte de su tiempo haciendo lo que no es el trabajo del predicador. Los capítulos previos nos han enseñado lo que es el trabajo del predicador y si tienen algunas preguntas sobre el trabajo del predicador, por favor miren estos capítulos. Las iglesias que se quejan de la ineficacia de su predicador COMO PREDICADOR harían bien en observar lo que está haciendo con su tiempo. Si está haciendo más en otras cosas que en estudiar y enseñar , han encontrado el problema. Ningún hombre puede ser interesante e instructivo como predicador, si no esta pasando una gran parte de su tiempo en leer, estudiar, orar y meditar . Uno no puede enseñar lo que no conoce o sabe. El predicará la palabra de Dios si es que esta lleno de la tal.
CONCLUSION Tal vez haya otros problemas que las iglesias tienen con los predicadores y esos puntos tienen que ser discutidos. Pero me fue necesario el escoger los problemas más prominentes, en lugar de ser exhaustivo en el tema. En nuestro deseo y oración que estos estudios resulten en una mejor relación entre las iglesias y los predicadores, y que incremente en gran manera nuestra eficacia en pregonar el evangelio de Cristo. COULD HAVE DONE WORSE During a gospel meeting a preacher fiend came to visit. I really ―poured it on‖ that night, as we say. When my friend came by me at the door, her said, ―Needham, you could have done worse if you‘d had more time.‖
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Capítulo IX Los Problemas de los Predicadores con la Iglesia- Apoyo Financiero INTRODUCCIÓN Uno de los mayores problemas que los predicadores tienen con las iglesias es el apoyo financiero. El problema es intensificado por la sensitiva naturaleza del tema, haciendo que los predicadores no hablen sobre esto. Nosotros tenemos que admitir tal reluctancia, pero tenemos que aprender que el enseñar sobre el tema es la única solución para estas dificultades. Ya es tiempo que pongamos nuestras ―modestias‖ a un lado, y enseñar lo que Dios enseña sobre este tema. La voluntad de Dios sobre el salario de los predicadores es tan importante como cualquier otra cosa que El haya dicho, y no hemos hecho nuestro trabajo a menos que hayamos predicado esto completamente. El enseñar la verdad sobre este tema verdaderamente ofenderá a ciertos hermanos que son envidiosos, los cuales creen y actúan como si la tesorería de la iglesia les pertenece a ellos, y que tienen una profunda envidia o/y tienen hostilidad hacia los predicadores, y les molesta cada dólar que los predicadores reciben de la ofrenda. Todos los honestos estudiantes de la biblia, al contrario, saben que tales actitudes no quitan nuestro deber de predicar la responsabilidad de predicar la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. Vamos, entonces, a franca y honestamente investigar sobre el tema en la luz de la revelación de Dios con un deseo firme de conocer la voluntad de Dios. I.) EL DERECHO DEL PREDICADOR DE RECIBIR SALARIO 1.) DE LA IGLESIA: El derecho de que el predicador reciba salario del tesoro de la iglesia se encuentra en los siguientes pasajes de las Escrituras: a.) I Corintios 9: En este capítulo Pablo defiende su derecho a recibir apoyo financiero por las siguientes razones: (A.) Su derecho de ―comer y beber‖, v. 4. (B.) Su derecho de tener y mantener una familia, versiculo 5. (C.) Su derecho de ―no trabajar‖, versículo 6. (D.) El derecho de un soldado, versículo 7. (E.) El derecho del que planta una viña, versículo 7. (F.) El derecho del que apacienta el rebaño, versículo 7. (G.) En la basis de lo que la Ley dijo, la cual él afirma que fue escrita para nosotros. Así que lo que el dijo sobre el tema no fue dicho ―como hombre‖ sino por inspiración de Dios, versículo 8 al 11. (H.) En la base de sembrar y segar, versículo 11. (I.) En la basis del servicio del templo del Viejo Testamento, versículo 13 y 14. b.) II Corintios 11:8: Pablo dice, ―He despojado otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros.‖ El no argumenta el punto siendo que ya había establecido su derecho de recibir salario en su primera carta.
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c.) Filipenses capítulos 1 y 4: En 1:3-5, Pablo dice, ―Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.‖ En el 4:10, el dijo, ―En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.‖ En el 4:15-16, el aún dice, ―Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.‖ d.) I Timoteo 5:17-18: En este pasaje Pablo habla de los ancianos que devotan ―tiempo completo‖ al trabajo espiritual. El dice ―los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en PREDICAR y ENSEÑAR. Pues la escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y : Digno es el obrero de su salario.‖ 2.) DE INDIVIDUOS: Pablo también dice que el predicador tiene el derecho de esperar apoyo financiero de los cristianos como INDIVIDUOS. Miremos lo que él dice: a.) Gálatas 6:6-10: En el versículo 6, Pablo manda: El que es enseñado en la palabra, haga partícipe (Griego. KOINONEO, dar una parte, distribuir etc.) de toda cosa buena al que lo instruye.‖ En el versículo 7 y 8, Pablo, hace una comparación entre el sembrar y segar. El dice ―el que siembra para su carne, (que es egoísta con sus posesiones terrenales, usando los tales para satisfacer sus deseos carnales- James P. Neeham), de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu (usa parte de sus posesiones terrenales, aparte de lo que da el primer día de la semana, para apoyar a los predicadores- JPN) del Espíritu segará vida eterna.‖ En los versículos 9 y 10, Pablo nos da dos admoniciones: La primera, ―No nos cansemos, pues, de hacer bien: (haciendo partícipe al que instruye de toda cosa buena- JPN) porque a su tiempo segaremos, (Mirando el bien que se ha hecho con esta acción- JPN) si no desmayamos.‖ Segundo, ―Así que, según tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos (usemos nuestros bienes terrenales para beneficiar a nuestro prójimo- JPN), y mayormente a los de la familia de la fe‖ (Pero den prioridad en ayudar a aquellos que predican el evangelio- JPN). Esto tal vez sea contrario a la explicación usual de este pasaje, pero uno no puede negar esta explicación gracias al contexto de este mismo. No hay duda, otras aplicaciones de estos versículos son propias, pero el tema de Pablo era el deber del que es ENSEÑADO hacia el que lo INSTRUYE. Apoyo individual para los predicadores del evangelio no solamente es escritural, es justo y razonable. Cualquier predicador que tiene la suficiente inteligencia y habilidad para ser un predicador exitoso, podría hacer mucho más dinero en el mundo de los negocios (Esto esta probado por los muchos predicadores que se han vuelto exitosos en los negocios), y aun así enfocan sus habilidades en el trabajo espiritual mientras otros hermanos (los cuales también pueden predicar) usan sus habilidades para hacer dinero. Es solamente justo que tales hombres compartan su éxito financiero con el predicador. Yo me doy cuenta que algunos hermanos avaros van a pensar que esto no es justo, pero yo los dejo que ellos argumenten con Pablo. No es algo fuera de lo común de que la mayoría de los miembros la iglesia ganen varios miles de dólares más por año que su predicador, y aun así el compra y usa su vehículo para el trabajo de la iglesia, y contribuye tanto (y a veces más) en el día del Señor que ellos. Aun más,
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en orden de hacer menos dinero, tiene que trabajar el doble de horas. Esto significa que, en la mayoría de los casos, si comparamos lo que se le pagaría al predicador por hora trabajada, el predicador sería el miembro que se le paga menos por hora en la congregación. Yo personalmente conozco iglesias que le paga más a la persona que limpia por hora trabajada que lo que le pagan al predicador . ¿Quién quiere decir que esto es justo? Algunos hermanos que tienen buena conciencia han tratado recientemente de resolver la falta de predicadores por medio de dejar sus trabajos seculares de buena paga para entregarse ―por completo‖ a la predicación. Muchos de ellos han dicho ―ahora miro el otro lado de la moneda. Yo no sabía que a los predicadores se le pagará tan poquito.‖ Uno de tales hermanos me dijo recientemente, ―Yo no creo que es justo que una persona tenga que sacrificarse tanto para predicar el evangelio.‖ El había dejado un trabajo que le dejaba llevar a su casa $200 por semana, más muchos otros beneficios, y ahora como predicador está sacando $150 por semana, de los cuales tiene que pagar por todo lo de su casa, pagos utilitarios, automóvil y cualquier tipo de seguro que su familia necesite. Es necesario para él el sacar de sus reservas financieras para pagar sus pagos ahora como predicador. ¿Pregunto, ES ESTO JUSTO? Hay cientos de casos en donde hay hermanos que tienen grandes fortunas y que dan un poco más a la tesorería de la iglesia que el promedio de los miembros. Frecuentemente, el predicador personalmente sabe que él da tanto, o más, que algunos de los hermanos más ricos. Hay numerosos predicadores por todas partes que tienen necesidad para proveer adecuadamente por sus familias mientras están predicando el evangelio, pero estos hermanos ricos y avaros raramente responden a la necesidad. Ellos siguen comprando frívolamente las cosas de esta vida, y acumulando más y más dinero para que sea dejado como una cosa para pelear entre los herederos, o ser absorbido por los pagos de abogado. El día del juicio confirmará la verdad de esto. II.) PROBLEMAS CON LA PAGA 1.) GENERALMENTE: Hay muchos problemas conectados con la paga del predicador. Estos tienen que ser discutidos generalmente y específicamente. De un punto de vista general, el problema más serio que los predicadores tienen con el salario son las objeciones injustas que los hermanos hacen a los salarios de ellos. Vamos a mirar a algunas de estas objeciones: a.) ―El Hace Más Dinero Que Yo.‖ Esta es una objeción muy común en lo que concierne al salario del predicador. La SINCERIDAD de ellos no está en duda; la INFORMACIÓN de ellos es cuestionada. No muchos entienden lo que está envuelto en el salario del predicador. Ellos no entienden que lo que el predicador lleva a casa es su PAGO SIN PAGAR IMPUESTOS, en lugar de su NETO, como es el caso de la mayoría de los miembros de la iglesia. De este dinero que se lleva a casa, el predicador tiene que pagar todos los costos que incurren en el ganar dinero, los cuales son considerables cuando tomamos en cuenta su automóvil. (Bajo circunstancias similares en el mundo de los negocios, la compañía proporcionaría el automóvil, pero el predicador compra y tiene que mantener su vehículo de su salario para usarlo en su trabajo.) De su salario el predicador tiene que pagar TODO su seguro social (si es que tiene), mientras la mayoría de los hermanos tienen más de la mitad de su seguro social pagado por el que les da el trabajo. También recuerden que los impuestos de ingreso (income tax) no han sido deducidas del dinero que el predicador lleva a casa, por supuesto que tiene que pagarlo de este dinero que lleva a casa.
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Aun más, el predicador no tiene muchos de los beneficios de que la mayoria de los miembros gozan, tal como: un seguro de la compañía (ya sea de vida y salud, parte o todo de estos gastos son muchas de las veces pagadas por estas compañía), provisiones para el retiro/jubilo, compensación de trabajadores (workman´s compensation), seguro de desempleo, paga de sobre tiempo (overtime), comisión o parte de comisión, compartir de los ingresos (profit sharing), tener parte en una unión de crédito, bonuses/aguinaldo, días festivos pagados, una garantía de incrementación de salario, días de enfermedad, o pago por desalojo (severance pay). El predicador no forma parte de ninguna unión que pueda negociar por el un MEJOR contrato cada año, y generalmente para protegerlo de un trato injusto. Para ser justos, tenemos que contar con todo lo que hemos mencionado cuando algún hermano compara su salario con el salario del predicador. No es verdaderamente justo el comparar el dinero QUE ELLOS LLEVAN A CASA (ya después que les ha sido deducido por varios servicios) con el dinero que el predicador GANA DE NETO antes que de este se deduscan todos los pagos de seguro, impuestos etc. Yo creo que ningun predicador tuviera problema con los resultados de esta JUSTA comparación de los salarios de los miembros de la iglesia y la del predicador. Una compañía cuyos empleados se llevan a casa $600 por mes, se les estima que su paga es de cómo $6.00 a la hora ya después que se les deducen los beneficios de la paga (Arthur Atkinso, THE ADMONISHER, Volume VII, Number 36, July 16, 1967, San Bernardino, California). Esto quiere decir que una persona que lleva a su casa $150 por semana, GANA UN NETO de $240 por semana. Y no se olviden que esto es de un trabajo de 40 horas a la semana. ¿Cuántos predicadores conocen que estan haciendo tan bien financieramente? Cuando comparamos el salario del predicador con el salario del hermano promedio de la iglesia en la base de horas trabajadas, el predicador se hace el miembro de la iglesia menos pagado. La mayoría de los hermanos trabajan un promedio de 40 horas por semana, y se les paga tiempo y medio si trabajan más que estas. Cualquier trabajador, y eficiente predicador fácilmente trabajará el doble de estas horas por semana, y aun así, habrá hermanos que se quejan de que no trabaja lo suficiente. El predicador no puede nada más ―trabajar‖ por ocho horas y luego ―irse‖ al fin de las tales a casa y olvidarse de su responsabilidad a su patrón hasta el siguiente día. El no tiene dos días de descanso cada semana en las cuales él pueda hacer lo que mejor le parezca. La mayoría del tiempo trabaja siete días de la semana, y todo esto bajo un salario que no aumenta no importa cuanto trabaje. Recuerden que hay iglesias que le pagan más al que limpia el edificio por hora trabajada que al predicador. Por esto, los hermanos tienen que tener cuidado cuando dicen ―el predicador gana más dinero que yo‖. El predicador probablemente estaría más que gustoso en intercambiar salarios con tal hermano. b.) ―Pero al predicador le pagan cuando va a las series.‖ Esto es verdad en la mayoría de los casos. Debería ser verdad en todos los casos. Aquí está otro ejemplo en donde los hermanos no tienen todos los detalles en orden. Nuevamente, los gastos hechos hacen una gran diferencia. Los predicadores verdaderamente no hacen tanto dinero en las series después de sus propios gastos. La paga da las series no siempre son seguras y fluctuan tan erráticamente que cuando el total es dividido por el número de series y restando los gastos, muy poco de la paga queda como ganancia. En muchos de los casos hasta se gasta hubiera gastado más si no hubiera sido por la ayuda de la iglesia. Aparte de esto, la mayoría de los predicadores tienen que hacer el doble de trabajo antes o después de la serie. Una gran parte de su trabajo en casa tiene que ser hecho esten ellos o no, y tienen que hacer arreglos para terminar ya sea antes o después de la serie. Por ejemplo, si el
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predicador tiene un programa de radio, ellos usualmente graban un programa para ponerlo al aire durante su ausencia. Si publican un boletín, ellos escriben el material para los días que van a estar ausentes. Cuando regresan, el trabajo que se ha juntado durante la ausencia tiene que ser terminado. Todo lo que esto quiere decir es que si la iglesia local no le pagara al predicador en su ausencia, todo este trabajo tendría que ser hecho gratis. ¿Cuántos hermanos trabajarían gratis por varias horas para la compañía a la cual trabajan? La mayoría de los predicadores nunca mencionan estos detalles. Algunos ni siquiera piensan en ellos. Por favor entiendan mis estimados lectores que esto no es una queja de la vida del predicador. Es para que los hermanos que tienen objeciones a la paga del predicador sean justos en este argumento. Este argumente solamente puede ser justa cuando se tiene todos los detalles. Este es solamente un esfuerzo para que los hermanos adquieran los detalles antes de hacer algunas de las objeciones comunes a el salario del predicador. (c.) ―Pero al predicador se le proporciona una casa.‖ {NOTA: en la mayoría de las congregaciones de habla hispana, la iglesia usualmente no proporciona una casa para el predicador.} Esto es cierto, pero nuevamente, esto no es todo lo que aparenta ser. Así como ya hemos notado, el predicador proporciona su propio vehículo. Los hermanos que piensan que el predicador tiene una ventaja sobre ellos por que la iglesia le proporciona una casa, necesitan comparar los gastos de vehículo de ellos con los del predicador. No solamente tiene que costear el costo inicial del vehículo sino que también tiene que mantenerlo para hacer el trabajo de la iglesia. Un trabajador secular que usa su propio vehículo para la compañía en la cual trabaja tanto como el predicador usa el suyo, o la compañía le proporciona un vehículo, o le dan 10 centavos la milla viajada por el suyo. Aun más, consideren esto: Cuando la iglesia le proporciona una casa al predicador, le pagan menos salario del que le pagarían si el proporcionara su propia casa. Asi que, en realidad, el predicador paga a la iglesia renta para vivir en su casa. Se deduce la renta de su salario, y la usan para comprar una casa para la iglesia. Después de veinte años de esto, el predicador ha comprado una vivienda para la iglesia. La iglesia la ha comprado con parte del salario del predicador, y el predicador no tiene nada — NISIQUIERA UN RECIBO DE RENTA. Vamos a llevar este pensamiento un paso más adelante: Cuando el predicador ya llega a la edad del retiro, la iglesia le ha deducido dinero de su salario para comprar una vivienda para si misma. Por esto el predicador no ha podido comprarse una casa para si. Así que ahora que ya esta a la edad de retirarse, el tiene que pensar en hacer provisiones para obtener un lugar donde pasar el resto de sus días. Pero esto es un problema. Su salario ha sido tan bajo en muchos casos que no ha podido acumular suficiente dinero para comprar una casa, y ahora que ya esta viejo, el es mucho riesgo para los del crédito, y las compañías prestamistas preferirían no financiarle a él. Mientras, los hermanos tienen sus casas pagadas para el tiempo que se retiran y un buen salario de los beneficios que reciben de sus trabajos al retirarse. Así que podemos que ver que las cosas no son siempre lo que aparentan ser. ¡Todo lo que brilla no es oro! Nos debemos de asegurar que tengamos siempre todos los detalles antes de juzgar. (2) ESPECIFICAMENTE: Ahora vamos a considerar algunos problemas específicos con las iglesias en lo que tiene que ver con el pago. (i.) E l trabajo local: hay muchos problemas conectados con la paga del predicador en el campo del trabajo local. Consideremos algunos de ellos:
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(A) Inadecuado: A los predicadores generalmente no se les paga bien en el trabajo local por muchas de las razones ya mencionadas en este capítulo. El problema mayor es que los hermanos pagan al predicador el salario TOTAL (GROSS), lo cual se mira como mucho dinero cuando lo comparan con el dinero que ellos llevan a casa, lo cual es usualmente el NETO (NET; después de impuestos y seguro o cualquier otro beneficio). Ellos fallan en considerar que el predicador incurre en muchos gastos al ganarse su salario. En su trabajo tiene que proveer y mantener algunos instrumentos costosos tal como: su auto, libros de estudio, estudios de internet, etc. El tiene que usar ropa sensible a su trabajo, y no olvidemos, contribuir en el día de Señor así como todos nosotros. (B) No aumentos por el costo de la vida: La mayoría de las compañías les dan a sus empleados un aumento anual ―el aumento del costo de la vida‖. ¿Cuántas iglesias les dan un aumento de salario anual al predicador? En la mayoría de los casos el predicador tiene que sufrir el costo y el problema de una mudanza para recibir un aumento. No es generalmente una buena idea el tratar de negociar un aumento con los hermanos donde uno vive. ¡Esa es una buena manera de que uno se ―tenga que mudar por el bien de la causa‖! Frecuentemente, los hermanos prefieren que el predicador se mude en lugar de darle un aumento. Claro que ellos se dan cuenta que podría costar de mil a mil quinientos dólares para mudar un nuevo predicador al área, pero ellos prefieren pagar alguna compañía de mudanza que usar este dinero para aumentar el salario del predicador. Lo más seguro también que le tendrán que pagar al nuevo predicador un salario más alto. Pero ellos prefieren hacer esto que incrementar el pago al predicador presente, aunque el probablemente es capaz de hacer un mejor trabajo que el predicador nuevo siendo que conoce mejor la obra. Muchos hermanos se preguntan el por que están perdiendo su predicador. Ellos no pueden entender el porque se esta mudando, aunque ¡le están pagado el mismo salario que le estaban pagando hace tres o cuatro años! A los hermanos les han dado varios aumentos en ese tiempo, pero nunca se les ocurre que el predicador podría necesitar un aumento también. La mayoría de los predicadores son demasiado modestos para pedir un aumento, así que ellos se mudan. Es bien conocido que las mudanzas de los predicadores tienen mucho que ver con dificultades financieras. Muchos hermanos piensan que es una cosa terrible del que el predicador se mude para recibir un aumento. Si alguna compañía quiere mudar a alguno del resto de los hermanos, y darles un aumento, o si los hermanos tienen alguna oportunidad de mejorarse así mismos con alguna nueva compañía en otra localidad, eso esta bien, pero si el predicador se muda para recibir un mejor salario, bueno, ―¡este solo predica por el dinero!‖ Es algo de desanimo, para el predicador que se entrega por completo a la obra del Señor, el ver que todo sube de precio menos su salario. El mira a los hermanos gastar grandes sumas de dinero en varios proyectos los cuales, en algunos casos, satisfacen el orgullo, o satisfacen algún deseo egocéntrico, pero no están listos para darle un simple aumento de cinco dólares por semana como apreciación de su arduo trabajo. La mayoría del fracaso de aumentar el salario del predicador local es el resultado de negligencia. Las iglesias generalmente no operan en la base de negocio. Ellos no miran al predicador como un empleado, pero solo como otro miembro. Así que nunca miran por sus derechos como empleado. Si lo miran como empleado, lo miran como un empleado TEMPORAL. Siendo que se considera como un empleado TEMPORAL, ellos no sienten necesidad para hacer ninguna provisión para su futuro, claro esta por que no estará allí en el futuro. En el mundo de los negocios, las corporaciones contratan a la gente como
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PERMANENTES (sabiendo bien que este no será el caso) con provisiones para el bien estar de ellos en el futuro, después que ellos les hayan entregado los mejores años de su vida a la compañía. Pero muchas iglesias tienen la filosofía que el predicador solamente va a estar con ellos por solo un año o dos. ¿Así que por que deberían de estar preocupados por el futuro del tal? Hay también casos en que la falta de un aumento al salario del predicador es para comunicarle que es tiempo de que se mude. Ellos saben que al aumentarle el salario indicaría que están satisfechos con él y que desean que se quede. Así que la falta de aumento de salario indica lo contrario. Si el lector duda la certeza de lo que se dice aquí, le desafío a que investigue los detalles en donde se congregue. Que busque cuanto el salario del predicador ha aumentado en los últimos cinco años, y que lo comparen en los aumentos que han recibido los otros miembros de la congregación. En muchos de los casos los resultados de tales investigaciones son asombrosos. (C.) Los Gastos de Mudanza: Muchas predicadores reciben un trato injusto en lo que concierne a las finanzas cuando se mudan. Los hermanos les prometen pagar los costos de la mudanza. Para la mayoría de ellos esto significa pagarle a la compañía de mudanzas para que le transfieran sus muebles de un lado a otro. No incluye sus costos de viaje, nuevos utensilios necesarios para la mudanza tal como: lo que el lugar anterior podría haber provisto, tal como refrigerador, estufa, lavadora-secadora, persianas, y muchas otras cosas de este tipo que se requieren en la mudanza. Todos estos costos tienen que ser cargados por la familia del predicador. En el mundo de los negocios, las corporaciones pagan por todos estos costos cuando le piden a un empleado que se mude a otra localidad. (D.) Cuentas de Gastos: De tiempo en tiempo la iglesia local manda al predicador a tener series en otros lugares. Ellos se ponen de acuerdo en pagar por los gastos de viaje. Pero lo que ellos quieren decir es que ellos solamente pagaran por el combustible de su automóvil. Todos sabemos que el combustible no es el único gasto que concierne operar un automóvil. La mayoría de las compañías pagan diez centavos por milla, y esto es más o menos lo que el gobierno permite que se rebaje en su regreso de impuestos (income tax return). Entonces, digamos que la iglesia manda al predicador a una distancia de mil millas. Eso sería $100 dólares por su automóvil, más cuarto y comida. Muchos hermanos pensarían que esto es inaudito; que el predicador está tratando de robar a la iglesia. (E.) Promesas no Cumplidas: A muchos se les hace difícil pensar que las iglesias no cumplirían sus promesas. Es verdad, y casi todos los predicadores pueden confirmar esto con alguna experiencia personal. Los hermanos a veces ―hablan cosas infladas‖ (Judas 16) de lo que ellos harían por un predicador, si es que viniera y trabajara con ellos. ―No podemos pagarle como quisiéramos en estos momentos, pero en cuanto la contribución aumente, nosotros le daremos también un aumento.‖ Los meses pasan, la contribución aumenta, ¡pero no hay aumento! Si se menciona esto otra vez en muchos de los casos, el predicador tendrá que hacerlo, y generalmente los hermanos se molestarán cuando el lo haga. Ellos dirán que esto demuestra ―que el está predicando por el dinero.‖ Ellos hasta tal vez nieguen haber hecho tal promesa, o tal vez dirán, ―Bueno, hay algunos otros trabajos que han surgido que necesitamos hacer. Tenemos que poner un nuevo techo en el edificio, o pintarlo, etc..‖ Miremos este ejemplo: Una iglesia tiene grandes problemas. Ellos necesitaban que alguien viniera y les ayudara a sobre pasarlos. Ellos aplicaron mucha presión a un hermano para que dejara una obra bien placentera para venir a ayudarlos. Ellos le prometieron un salario de $120 por semana y $10 por semana para gastos de vehículo. Ellos no tenían casa, así que dijeron, ―Nosotros te pagaremos la renta de la casa.‖ Bueno, cuando se mudaron y su primer cheque de
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su salario fue $120. Cuando pregunto sobre los $10 de gastos de vehículo, unos cuantos de los ancianos se acordaron que lo habían prometido y dijeron que debería pagársele. Uno de los ancianos negó haberle prometido tal cosa, otro no se acordaba si lo había prometido o no. Ellos entonces decidieron que la solución era que se le pagara por el primer año, y cuando empezaron, ellos no lo hicieron retroactivamente sino que le pagaron solo por lo que restaba del año y no desde el principio. Entonces el predicador empezó a hacer arreglos para una casa. No podía encontrar una casa de renta apropiada, así que se buscó una de compra. Los pagos eran como de $120 al mes. Cuando los hermanos le dieron el dinero que le prometieron para pagar por su vivienda, solo le dieron $100. Cuando el predicador les pregunta sobre la promesa de proveer una vivienda, ellos tomaron la misma disposición que tomaron con los gastos de vehículo. ¡La solución fue que los $20 que faltaban nunca fueron pagados! Este es solamente un ejemplo de muchos que pueden ser dados de cómo una iglesia le dan un tratamiento no honorable al predicador. Los hermanos se preguntan el porque tantos predicadores están entrando en los trabajos seculares, o el porque no hay mas jóvenes que empiecen o deseen predicar el evangelio y ser predicadores. Es difícil creer que estos hermanos directamente falsifican y fallan en cumplir lo que han dicho. ¡Tal vez su ―olvidadeza‖ es demasiado conveniente! Sin tratar de explicar la psicología de tales acciones, es suficiente el decir que esto es injusto a los predicadores, un pobre reflejo de aquellos que claman ser cristianos, y una abominación delante de los ojos de Dios. Si los hermanos recibieran tales tratos del mundo, ellos clamarían al mas alto de los cielos, pero cuando el predicador lo recibe de la IGLESIA, el tiene que tomarlo con buena naturaleza, y mantenerse en una disposición dulce. (i i.) E l Trabajo en las Series: Otra área específica donde se encuentra problemas de pago ocurren durante las series. Estas también demandan atención. Los hermanos también se enruedan en prácticas injustas en esta área. Nuevamente, la sinceridad de ellos no esta siendo cuestionada. (A.) Una serie de dos Domingos por la paga de una Semana: Algunas iglesias le piden al predicador que predique una serie de dos domingos. Ellos piensan que la serie será mejor si empiezan el Domingo, así que la continúan durante toda la semana hasta el otro Domingo, y hasta a veces la segunda semana. Ellos consideran esto a ser una serie de una semana, aunque haya dos días de pago. Se den cuenta a no los hermanos, el Domingo es el día de pago de los predicadores. Si le falta uno, ya está en problemas. Aquí nuevamente volvemos a la objeción considerada anteriormente. Si al predicador no se le paga directamente cada domingo en casa, y tiene este trato en alguna serie, verdaderamente el las lleva de perder. Lo que es verdaderamente injusto sobre está practica, es que los hermanos esperan que el predicador deje su familia y su trabajo local, y viaje varias cientas de millas y que predique de 10 a 20 veces más que lo que predicaría en casa, y que no gane nada (a veces hasta menos) de lo que hubiera hecho si se hubiera quedado en casa. ¡Algunas de las iglesias se comportan como si le estuvieran haciendo un gran favor al predicador por medio de invitarlo a predicar en una serie! Algo que es grandemente injusto sobre este punto es que, si uno se queja con los hermanos de esta injusticia con los hermanos, ellos lo culpan de que ―solamente esta predicando por el dinero.‖ Esta es la acusación común y vulgar que supuestamente explica todo. Es verdaderamente una racionalización anémica para la injusticia de los hermanos. Pero si alguno admite que el predicador está predicando POR el dinero (lo cual es muy dudoso), ¿sería mucho mayor que el amor que los hermanos tienen por el dinero? (I Tim. 6:10).
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(B.) Ajustando Cierta Suma de Dinero para la serie No Importando Los Gastos: Algunas iglesias separan, vamos a decir, $250 para la serie. Ellos dicen ―esto es lo que pagamos.‖ Ellos no toman en consideración cuanto le va a costar al predicador venir a dar la serie. Si el predicador viaja mil millas o cien, la paga aun es $250. Se tomará la mitad o más para viajar allí, pero los hermanos no consideran eso. Ellos hasta a veces le rebajan lo que ellos tuvieron que pagar por su cuarto y comida y lo que sobra se lo dan a él de pago. Hay veces en que el predicador verdaderamente solo se gana $100 o menos por todo su trabajo e inconveniencia en una serie de diez días. Frecuentemente el predicador da la contribución más grande. Es más, a veces su contribución es más que el total de todo lo que la congregación entera a dado. (C.) ―Nos Gustaría Pagarle Más, Pero Estamos Pagado Todavía Por el Edificio.‖ Lo que los hermanos hacen, sin saberlo, es FORZAR al predicador a hacer una contribución al edificio. La única cosa rara de esto es que esta situación de estar pagando el edificio no afecta el salario de nadie, ¡solo el del predicador! Los pagos del edificio son hechos con las contribuciones del primer día de la semana a las cuales el predicador está igualmente obligado a participar, pero aun más y arriba de esto, los hermanos lo forzan involuntariamente a hacer una donación adicional. (D.) Le Piden al Predicador Una Serie Gratis: Hay algunas iglesias que no se tocan el corazón para pedir una serie gratis. Aquí nuevamente indican que piensan que le hacen un favor al predicador al invitarlo a darles una serie gratis. Yo entiendo que también hay lugares en donde las iglesias son merecedoras de una serie gratis, y la mayoría de los predicadores han dado muchas de esté índole. Hay otras series en las cuales no se debería pedir una serie gratis por los miembros. Ha habido muchos predicadores que han dado algunas series gratis en las cuales los hermanos gozaban de casas costosas con los utensilios eléctricos más avanzados, incluyendo televisión de colores. Ellos tenían mejores vehículos, traían mejores ropas que las que el predicador y su familia podrían costear, y generalmente tenían más dinero. Ahora, ¿como puede ser esto justo para el predicador predique con estos hermanos por nada? Estos hermanos no hicieron ninguna contribución para la serie; No, nisiquiera $5.00 por familia para el costo del gas. El predicador ha hecho el 90% del trabajo de la serie, y el y/o la congregación donde él es miembro han hecho todo el sacrificio financiero. ¡La iglesia que recibió la serie ha hecho exactamente NADA! Ahora, pensariamos que los hermanos que recibieron una serie gratis apreciarían al predicador que la presentó, ¿o no? ¡Bueno, no lo apreciaron! Ellos le llamaran cuantas veces puedan para que les presente otra serie gratis a las cuales el pueda asistir, y cuando tienen la posibilidad para pagar por una serie, ellos dicen ―Bueno, ya hemos oído mucho al hermano Preciogratis,¿porque no invitamos a alguien más?‖ Los más probable es que ellos invitaran a alguien que probablemente no les predicaría gratis si se lo pidieran. (E.) Le Preguntan al Predicador si La Iglesia Donde Predica Le Paga Cuando Esta en Serie: Esta es una pregunta frecuente cuando los hermanos se ponen listos para pagarle al predicador después de la serie. Si la respuesta es afirmativa, ellos le pagan menos por su trabajo con ellos. Lo que ellos no se dan cuenta es que lo que estan preguntando no les incumbe. ¿Qué les interesa los arreglos de trabajo que tienen el predicador y la iglesia donde él es miembro? Lo seguro es, que la iglesia donde el predicador es miembro no le paga para que predique en iglesias que pueden aportar financieramente por su propia serie. Hay algunos hermanos que se fijan mucho en que al predicador no se le ―pague de más.‖ Sus temores verdaderamente no tienen merito siendo que NO HAY NINGUNA advertencia de esté problema en el Nuevo Testamento. ¡El Señor seguramente sabía que esto era muy dudoso que pasara!
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(F.) ―¿Cuanto Le Debemos?‖ No es algo fuera de lo común de que los hermanos hagan una junta de varones al final de la serie y que le pregunten al predicador, ―¿Cuanto le debemos?‖ La verdad es que esta es una pregunta que le causará problemas al predicador no importa lo que responda. Si les da alguna figura numérica, ellos se pondrán altamente indignados. Si el predicador rehúsa responder, lo más seguro es que le darán migajas de salario. ¿Cómo es que uno puede determinar el precio de una serie? Hay tantos factores envueltos, muchos de ellos son intangibles. Por ejemplo, todo predicador tiene que trabajar más duro para predicar en una serie. El va a trabajar lo doble en su trabajo de predicador donde predica antes o después de la serie para hacer lugar en se agenda. El tendrá que estar lejos de su familia (en muchos de los casos los hermanos prefieren que no venga su familia) y ¡las iglesias no tienen el suficiente dinero para que me paguen a mí para que haga eso! Ellos usualmente ponen a los predicadores en lugares inconvenientes o inadecuados para que se queden, y aun que fuera lo mejor no es igual que estar en casa. Hay otros costos extra de viaje, comida, lugar para dormir, costos de limpieza etc. Yo verdaderamente no se cual es el valor de un punto de vista mundano (no considerando lo espiritual) de una serie, pero estoy más que seguro que vale más que lo que muchas, muchas iglesias estan pagando. (G.) Series de Intercambio: La practica de series de intercambio se está haciendo más y más popular. Esto puede trabajar de una manera satisfactoria, pero en muchas ocaciones, las iglesias toman ventaja de esta practica al costo de los predicadores. Muchos de los predicadores salen perdiendo financieramente, mucho menos hablar de compensación por el trabajo extra. En muchos de los casos pasa de esta manera: Iglesia ―A‖ y la Iglesia ―B‖ hacen un trato de hacer series de intercambio. Cuando el predicador de ―A‖ viene a presentar la serie, ―B‖ le pagó $125. Pero cuando el predicador de ―B‖ presenta su parte en el trato de las series de intercambio, ―A‖ le paga $15. Gran intercambio, ¿no diría esto usted? Prácticamente la iglesia ―A‖ recibió una serie gratis al costo del predicador de la iglesia ―B‖. No quiero que nadie piense que esto es un juicio sobre todas las iglesias. No lo es. Hay muchas iglesias que son bien consideradas de los predicadores y de sus familias. ¡Los tratan fantásticamente! Estas son las que hacen que estas otras sean soportables. Este capítulo no habla lo concerniente a las buenas iglesias, pero si de aquellas que son injustas o no muy amigables hacia los predicadores. Aquí no hay ninguna intención de juzgar los motivos de algunos, pero el descubrir algunas de las iniquiedades de las acciones de algunas iglesias, aunque sus motivos sean puros. El lenguaje en veces pordrá ser exagerado como medio de acentuar el punto. Es esperado que esta franca discusión resultará en un mejor entendimiento entre los predicadores y las iglesias y que la CAUSA del amor sea servida. WHAT PREACHERS ARE SUPPOSED TO HAVE The grace of a swan, NOTA DEL TRADUCTOR : Este capítulo The friendliness of a sparrow, hablaba mucho de las practicas erróneas que The strength of an eagle, and han ocurrido entre las iglesias de habla inglesa. The night hours of an owl, and Siendo que el libro fue escrito en 1969, Some people expect such a bird muchos de las figuras numéricas son muy bajas To live on the food of a canary y algunos de los comentarios suenan un poco -Author unknown fuera de tiempo. Entre las iglesias de habla hispana, muchos de estos problemas estan surgiendo. Es bueno que consideremos el pasado para no repetir los mismos errores.
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Personalmente el mayor problema que he visto entre las iglesias de habla hispana, en lo que concierne a este punto, es que los hermanos no ofrendan como deberían y por eso no compensan a los predicadores como deberían aunque estos mismos miembros gozan de muchas bendiciones físicas. -J. Sanchez IT´S HARD TO PREACH WITH A BROKEN HEART It‘s hard to preach with a broken heart, Or even try to make a start; To make it appear that all is fine, When crushed with troubles; others‘ and mine. It‘s hard to preach with a broken heart; To stand up tall an play the part Of one whose life is calm and serene When pain is present, real and keen. It‘s hard to preach with a broken heart; When I‘m pricked by satan‘s dart; Hurled by those I try to teach Whose lives I cannot reach. It‘s hard to preach with a broken heart; To be cheerful like a meadow lark When troubles come like a sweeping storm And religion appears as an empty form. It‘s hard to peach with a broken heart; To be a tried and true bulwark When I know that I‘m just as weak As those to whom I‘ve come to speak. It‘s hard to preach with a a broken heart, To point my finger; to yell and bark At those who see my vigor and vim Who could help me more than I can them. It‘s hard to preach with a br oken heart; When the realization is fresh and stark That I cannot make, I cannot mold, But only declare what God has told. James P. Needham 4/20/74
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Capítulo X Los Problemas de los Predicadores con las Iglesias- Las Prácticas de Empleo INTRODUCCIÓN En el capítulo pasado tratamos de los problemas DE LAS IGLESIAS CON LOS PREDICADORES. Se le pide al lector que mire el capítulo pasado si se duda que las discusión no está bien balanceada. Los dos lados de los problemas de la relación entre iglesias y predicadores necesitan ser presentadas. Este capítulo tratará de algunos de los problemas que los predicadores tienen con la iglesia en el área de las prácticas de empleo. Los predicadores, universalmente, no les gustan ciertas de las prácticas de las iglesias para emplear un nuevo predicador. Consideremos las siguientes:
I. LOS DESFILES DE PULPITO No es raro el ver que algunas iglesias ―traten‖ 8 a 10 predicadores diferentes en sus esfuerzos de emplear un nuevo predicador, sin darle a ninguno alguna respuesta definitiva (Entre las iglesias de habla hispana no se mira esto, siendo que no hay suficientes hombres que quieran ser predicadores, pero si los hubiera no me sorprendería que hicieran lo mismo. J.S.). A los predicadores no les agrada el ser puestos en competición en contra de otros hermanos en la nombrada iglesia. Profesionaliza y convierte la situación entera en un evento carnal. Aparte de esto, ha sido probado que esta es una manera muy débil de escoger un predicador. Diferentes personas tienen diferentes gustos, y de la manera que la iglesia considera entre dos predicadores, los miembros van a estar divididos; a unos les gustará uno a otros el otro. Habrá tantas divisiones de sentimiento como hay desfiles de pulpito en las iglesias. Algunos de los desfiles de pulpito nos recuerdan de los viejos shows de variedad. Gente que se le invita a participar en el evento y el que reciba más puntos de la audiencia recibe el premio. Todos esto apesta a carnalidad, y reduce el gran trabajo de Dios a un nivel de competición personal. Si alguno quiere decir, ―Muestranos una mejor manera,‖ es seguro decir que cualquier otra manera es mejor que el plan descrito en las líneas anteriores. ¿Por qué es que las iglesias no investigan algo del predicador antes de invitarle, que conozcan algo de su vida, habilidad y trabajo? Decidirse si este es la clase de hombre en que están interesados, y si lo es, que lo inviten para hablar sobre la obra y el trabajo. Que se arreglen con él de una manera o la otra (que le pidan que trabaje con ellos o no) tan pronto posible. Si no se puede llegar a un acuerdo satisfactorio, repitan el proceso con alguien más. Esto es mucho mejor para todos. Es mejor que llamar a un número de predicadores, oírlos, hablar con ellos, dejarlos esperando hasta que los hermanos oigan a los otros hombres que tienen en mente antes de hacer una decisión definitiva.
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Hay hasta ciertos lugares donde el decir que ―tienen que decidirlo‖ es una manera respetuosa de decirle al predicador que perdió la competición. Deja al predicador pensar que tiene la oportunidad de todavía ganar cuando la iglesia ya ha hecho su decisión- por alguna razón no le quieren decir. Es una de esas situaciones que se dice ―no nos llames; nosotros te llamamos‖ pero no tienen intenciones de llamar. El predicador sigue considerando otros lugares, pero no deja las esperanzas del tal lugar hasta que se da cuenta de que ganó o que perdió ―la competencia‖. Esto usualmente resulta en que no vaya a ninguna parte. La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que no se puede juzgar a un predicador por uno o dos sermones. Casi todos los predicadores pueden predicar uno o dos buenos sermones, y cuando está siendo considerado para una posición, todos, incluyendo el predicador, se portan de lo mejor. ¿Cómo es que un predicador o una iglesia pueden hacer un buen juicio bajo tales circunstancias? Si el predicador predica uno de sus sermones malos, no se le va a pedir que se vaya. Si predica uno de sus más excelentes y gana el trabajo, los hermanos se van a desilusionar después. ¿Por qué no invitar al predicador prospectivo a una serie? Oírlo predicar varias veces. Preguntarle sobre su trabajo, su vida, sus métodos, etc. Darle la oportunidad de visitar las casas de los hermanos y que pueda hacer preguntas. (Esta es una avenida de dos lados, en verdad.) De esta manera, el predicador y la iglesia estarían en una mejor posición para decidir si pueden trabajar juntos en armonía o no. Esto evitará muchos dolores de cabeza y tragedias en las iglesias locales. Prevendría muchas mudanzas no necesarias de parte de los predicadores, y beneficiaria a todos los que tienen que ver.
II. GASTOS Algunas iglesias son bien desconsideradas de los gastos que tiene un predicador cuando lo invitan para cosiderarlo a que trabaje con ellos. Algunas iglesias solo les dan una milésima parte para ayudar con lo que se gastó en ir. Hay algunas iglesias que no les pagan nada en lo absoluto. Tomen este caso por ejemplo: un predicador viajó casi mil millas para mirar cierta obra. Los hermanos no ofrecieron ayudarle con nada con los gastos del viaje. Le preguntó a uno de los ancianos si ellos planeaban en dejarlo costear todo el viaje el mismo. La respuesta que recibió ―Si, tuvimos una junta y decidimos que tu necesitabas un trabajo, así que los gastos de tu viaje eran tu responsabilidad.‖ Aparentemente nunca se les ocurrió a ellos que, mientras el predicador estaba buscando un trabajo, ellos estaban buscando un predicador. Necesitamos aprender a ser justos los unos con los otros. Muchas de estas situaciones pasa por falte de consideración aunque en este caso no fue así. Los hermanos fallan en darse cuenta de que el predicador que se da a la obra tiempo completo, dependen totalmente de la iglesia para sobrellevar sus necesidades (I Corintios 9:14). Mucho de lo que se le paga al predicador regresa a la obra misma comoquiera, y cada vez que algo así pasa hace que el predicador y su familia sufran grandes problemas financieros. No hay muchos hermanos que QUIERAN hacer esto, pero lo hacen comoquiera aunque haya tantos hermanos desconsiderados. III. RECOMENDACIONES La mayoría de las iglesias quieren que el predicador prospectivo venga ―bien recomendado.‖ Esto es una buena idea, si es usada apropiadamente. Todos tenemos que reconocer que los amigos de uno siempre lo van a recomendar y sus enemigos nunca. Esto enfatiza la necesidad de cerciorarnos de que la recomendación sea objetiva; en otras palabras que represente rectamente los eventos del caso. ¡Hay casos en que iglesias recomiendan a X
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predicador solamente para deshacerse de él! También, hay casos en que el predicador puede producir una ―buena recomendación‖ donde no existe tal. De la misma manera, algunos predicadores han recibido una mala recomendación donde no la merecen. Muchas de las veces se dice, ―Si quieres saber de la calidad de trabajo que hace un predicador, preguntale a los hermanos donde él ha estado predicando.‖ Esto generalmente es verdad, pero hay excepciones. En los casos donde ha habido problemas, algunas iglesias hacen que el pr edicador se convierta en el ―chivo expiatorio.‖ Estos injustamente le echan la culpa al predicador, y le dan una ―mala recomendación‖ en orden de mirarse más justos delante de los hermanos. Básicamente lo enlodan para que ellos se miren más limpios del asunto. También, hay los casos de que algunas personas le dan una ―buena recomendación‖ al predicador por que en verdad no saben que tan largo es. Casi todos nosotros hemos sido culpables de esto. Entonces estan aquellos que le dan al predicador una ―buena recomendación,‖ conociendo bien que no la merece. Estos son persuadidos por la amistad, u otro tipo de lealtades, para ayudar a este hermano. En verdad no ayuda a nadie. Lo más probable es que haga daño a todos los que esten envueltos en el asunto. Es un gran acto de deshonestidad, mentira, el darle a alguien una recomendación que no se merece. El recomendar predicadores es una actividad peligrosa. Todos deberían de ser extremamente cautelosos. Una recomendación es una cosa muy buena y útil, si es verdad. Las iglesias deberían de buscar recomendaciones de los predicadores prospectivos y los predicadores prospectivos deberían de buscarlos de las iglesias prospectivas. Los dos deberían de ser cuidadosos con las recomendaciones injustas. Usualmente es mejor que no tomen la palabra de una sola persona, sino que se estribe a tener varias recomendaciones; mirar todas las evidencias que haya (sobre lo bueno y lo malo ) y entonces decidir.
IV. EL NEGOCIAR EL SALARIO MÁS BAJO POSIBLE Algunas de las iglesias toman el punto de vista que el conseguir un predicador nuevo es como intercambiar un auto por uno nuevo; ellos quieren el mejor hombre por el precio más bajo. Actúan como que el tesoro de la iglesia les pertenece a ellos, y quieren hacer todos los tratos que puedan para gastar menos. Ellos miden todo en la obra del Señor en términos de dólares y centavos. Esto es muchas de las veces el por que de los desfiles de predicadores. Varios de los predicadores son ―probados‖ para que puedan escoger el que tenga el precio más bajo. Los hermanos no pueden ayudar pero saben que el que siempre sale perdiendo en estos asuntos es el predicador. Muchos predicadores conocen que hay algunos hermanos que acusan a los predicadores de ser mercenarios, siendo así muchos predicadores no buscan su propio bien por temor de convertirse en el objeto de tal acusación. Ellos se dejan que los hermanos los traten como ellos quieran. Muchos predicadores se conforman con salarios inadecuados, simplemente por que no tienen el deseo de ponerse firme por sus derechos. Después de unos cuantos meses en alguna localidad, empiezan a batallar con su presupuesto, y las cosas se empiezan a hacer desagradables. Ellos empiezan a pensar que los hermanos estan tomando ventaja de ellos, y la iglesia tiene menos respeto hacia ellos siendo que no se pusieron firmes por sus derechos. ¡Tiempo de cambiarse de lugar por el bien de la causa en este tipo de situaciones! Los hermanos tienen que tener más consideración en la cuestión del salario de los predicadores. (Miren el capítulo anterior para una discusión más plena sobre el tema). El dinero que se ofrenda el primer día de la semana (I Corintios 16:1-2) es para hacer el trabajo que Dios le dio a la iglesia. El dar salario a los predicadores es uno de los trabajos de la iglesia (I Corintios
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9:14; 2 Cor. 11:8). Cada iglesia debería pensar meticulosamente en el salario que recibe su predicador y determinar si es adecuado. Todos esfuerzo debería hacerse para que sea suficiente para sus necesidades, en lugar de que lo pongan a hacer el trabajo del evangelista por el salario más bajo posible. Las iglesias deberían de ser tan generosas como puedan en lugar de ser tan miserables o codas como puedan. Ellos no se deberían de preocupar de que le estan sobre pagando al predicador. Es imposible sobre pagarle a un buen predicador- el mismo no lo permitiría. Aparte de esto, el sobre pagarle al predicador no debe ser un peligro muy grande, siendo que Dios nunca le advierte a la iglesia sobre tal ―mal‖. Muchas de las veces oímos que el predicador ―debería de hacer tanto como el promedio de lo que ganan los miembros.‖ ¿Cómo es que llegamos a esta determinación? Es un poco difícil. Aquí está una sugerencia en como se puede llegar a esta determinación: 1.) Sumen lo que ganan los miembros antes de que se les quite los impuestos y aseguranza (the gross income). 2.) Dividanlo por el número de personas que trabajan en la congregación. 3.) Esto les dará el promedio de lo que ganan los miembros de la congregación, esto pues, es lo que se le debería de pagar al predicador, si es que se le debe pagar el promedio de lo que los hermanos ganan. Esta formula le daría a la mayoría de los predicadores un aumento de salario hasta de 75%. La predicación sobrelleva cierta carga de estrés emocional. Se requiere gran concentración. Es muy difícil trabajar como predicador y aparte tener el estrés de los problemas financieros que vienen mano a mano con la predicación. Cuando los hermanos estan descontentos con el trabajo del predicador, harían bien en fijarse cuanto le pagan. Muchos años de observación han demostrado que esto tiene mucho que ver con la eficiencia del predicador.
CONCLUSIÓN Verdaderamente creo que si las iglesias tomaran nota de lo que se escribe en este capítulo, varios de los problemas prevalentes en la relación de los predicadores y las iglesias se resolverían. Este corto capítulo ciertamente no tiene todas las respuestas, pero mi experiencia personal prueba que contiene muchas de ellas. Sería buenísimo que las iglesias y los predicadores trataran de entenderse por medio de mirar los puntos de vista el uno del otro. Hay absolutamente mucha fricción en esta relación. Esto produce consecuencias serias que verdaderamente no deberían de ocurrir, tal como estancando el crecimiento de la iglesia local, muchas mudanzas y cambios de predicador el cual causa perdida de dinero y generalmente causa miseria a todos los envueltos. Las semillas de mucho de esto estan siendo sembradas al punto del contratamiento, mucho a cause de las fallas de ambos los predicadores y las iglesias. Muchos predicadores no quieren hacer saber sus necesidades, y muchas iglesias estan tan mal informadas para prevenir esto, o simplemente tienen unas practicas malas. El trabajo del Señor es muy precioso e importante para que las iglesias y los predicadores gasten tanto de su tiempo y dinero buscado la iglesia perfecta o el predicador perfecto y sin suerte en encontrarlo. Si los dos, las iglesias y los predicadores hablaran abiertamente y concientemente buscaran una manera de entenderse al tiempo de empezar a trabajar juntos, muchos de estos problemas serían eliminados. ¡Los predicadores y las iglesias que empiezan mal, usualmente terminan mal! No hay ningún substituto para la comprensión.
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YOU CAN´T PLE ASE E VE RYBODY Some will hate thee, some will love thee Some will flatter, some will slight. Cease from man, and look above thee; Trust in God, and do the right.
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Pulpit Commentary. Autor desconocido.
OUR SAVI OUR´S MARCH I NG THR OUGH THE LAND Our Saviour’s marching through the land, In mighty thoughts and deeds; His army moves in close array, And on His manna feeds. Our Saviour’s marching through the land; His word is like a fire; It melts away the dross of sin, And threatens every liar. Our Saviour’s marching through the land; His love is like a star; No matter where you chance to be It’s always where you are. Our Saviour’s marching through the land; Our every act is seen; He purges every mountain top, And sweeps the valleys clean. Our Saviour’s marching through the land; Through His gospel that we preach; There is no place upon this earth, Where His saving power can’t reach. So, tell the story while you can; Herald it to the passing crowd; Our Saviour’s marching through the land, Let us sing the message loud.
James P. Needham 4/7/75
NOTAS DEL TRADUCTOR El tema de este libro no es fácil de mirar si uno no se encuentra en la situación. Para aquellos que han estado en la iglesia por muchos años, yo estoy más que seguro que han visto
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esto. Para los que se preguntan el por que su predicador se marcha, tal vez esta sea la respuesta. Para aquellos que no tengan predicador y tengan planes de conseguir alguno, estos son buenos consejos. Personalmente en mi corto tiempo como cristiano y evangelista he visto estos problemas en los dos lados de la barda, algunos problemas hasta los he sufrido personalmente. Es bueno meditar en la palabra de Dios. Pregunténse cada uno si el apóstol Juan, Pedro o Pablo fuera nuestro predicador cuanto le pagaríamos. Si yo fuera el apóstol Juan, Pedro o Pablo, cuanto trabajaría por la obra. Este libro y estos capítulos son para reflexionar y crecer espiritualmente para que haya más fruto en el reino de Dios. (Juan Sanchez)
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Capítulo XI EL JUEGO DE LA MUDANZA INTRODUCCIÓN Una de las mayores detracciones al progreso de muchas iglesias es ―el juego de la mudanza.‖ Esto es una muy buena descripción de los eventos muchas veces; es como un juego. O el predicador o la iglesia buscan en como terminar su relación primero. Algunas serias consideraciones se deberían de tomar sobre este asunto de lado de los predicadores y la iglesia. Los dos estan envueltos. Ninguno de los dos se les puede culpar completamente de la responsabilidad de esta situación deplorable. Exploremos todo este asunto del juego de la mudanza. I.) LAS RAZONES Como si no supiéramos todas las razones del por que pasa el juego de la mudanza, pero esta observación sugerirá algunas. Notémoslas: (1) La iglesia piensa que esto va a resolver sus problemas: Todos nosotros estamos en peligro de sobre poner nuestros errores en otros, echarles la culpa en otras palabras. Esto empezó en el Edén, y ha continuado hasta hoy en día. Cuando los problemas vienen a las congregaciones, la primera idea de algunos hermanos es que si el predicador se va, esto resolverá todo. Ciertamente, en algunos casos esto resolverá el problema, pero solamente cuando EL PREDICADOR TENGA LA CULPA DE CAUSAR EL PROBLEMA. (Y no quiero que nadie esté engañado, a veces los predicadores causan los problemas.) Es grandemente absurdo, el pensar que si el predicador se muda, todos los problemas que él no causó se resolverán. Puede ser que el predicador mira el problema, determina la causa y está predicando la verdad que puede resolver el problema, si causara que se arreglaran o mudaran los hermanos culpables en lugar del predicador. El juego de la mudanza no resuelve los problemas en tales casos, solamente los esconde por un tiempo. Solamente barren la tierra abajo del tapete hasta que llega otro predicador. El que el predicador se vaya no resuelve el problema. ¡Esta idea es tan absurda como el paciente de cáncer que piensa que si se quita las anginas quedará sanado! (2) El predicador hirió los sentimientos de alguien: A muchos predicadores se les ha pedido que se muden ―por el bien de la causa‖ simplemente por que hirió los sentimientos de alguien. La ofensa podría haber sido la culpa del predicador, y podría haber hecho todo lo necesario para corregirlo, pero esto no importa en el asunto; cuando ha ofendido a alguien en la iglesia, ―¡el predicador tiene que mudarse!‖ Los otros miembros pueden hacer errores y pedir perdón y quedarse, pero el predicador tiene que arrepentirse e irse. Y recuerden, no importan cuantas veces los sentimientos del predicador han sido pisoteados; ¡él tiene que tener la piel de rinoceronte y no le duele nada! Si él se mudara por que alguien hirió sus sentimientos, bueno, hasta los hermanos más delicados en la iglesia lo culparían de ser inmaduro. ―Los predicadores deberían de soportar tales cosas.‖ Los hermanos usualmente tienen un estándar doble; una para ellos y otra para los predicadores. Luego, estan los casos en cuando el predicador ofende a algunos hermanos por predicar la verdad. Siendo que no tienen ningunas intenciones de obedecer la verdad, estos se amargan en
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contra del predicador. ¡Se acabó la ―luna de miel‖! Antes estos mismos le presumían a todos que el predicador era el mejor predicador que ellos habían oído, pero ahora el predicador se convierte en ―la peor excusa de predicador que ha habido.‖ Oímos expresiones como, ―Esta iglesia jamás va a progresar hasta que se deshagan de su predicador.‖ Antes actuaban como que no había mejor persona en el mundo que él, ahora quisieran que se lo tragara la tierra. Ellos antes pensaban que el predicador podía predicar como Pablo, pero ahora dicen ―el trabajo de predicador no es para él, ¿Quién le dijo que podía predicar?‖ (Lo más seguro fue que ellos mismos le dijeron.) Cuando era un predicador joven un grupo de ancianos le comentaron a este escritor que cuando ―un predicador ofende a alguien, ¡él ha fallado!‖ Cuando se les dijo que está misma regla diría que Jesús falló como predicador (Mateo 15:12), ellos simplemente dijeron, ―Tu no eres Jesús.‖ A lo cual contesté, ―Correcto, pero Jesús es mi modelo como predicador. Si no lo puedo seguír a Él, ¿a quién debo seguir?‖ Si el Señor no pudo predicar el evangelio sin ofender a los que están en error, ¿Quiénes somos nosotros para pensar que lo podamos hacer? ¿Deberíamos esperar que los predicadores de hoy en día hicieran lo que el Señor no pudo? ¡El Señor sería destituido de muchos de los pulpitos modernos! Él tendría que ―mudarse por el bien de la causa.‖ (3) Poniendo limites arbitrarios: ¿Alguna vez han oído esto: ―Yo creo que el predicador solamente debería estar dos años en un lugar y luego cambiarse.‖? Si no, tal vez lo que ha pasado es que no ha estado poniendo mucha atención. El autor de este proverbio es desconocido, pero su popularidad entre los hermanos es inmensa. Es, en los mejores términos, una opinión basada en juicios humanos. Hay algunos pocos casos en que es probablemente verdad, y muchos más en donde ha sido enforzada esta ―ley‖ para detrimento de todos los envueltos. ¡Verdaderamente necesitamos aprender la diferencia entre la Fe y nuestras opiniones humanas! ¡Tenemos que parar de hacer leyes donde Dios no impone ley! El tiempo que un predicador se queda en algún lugar no debería de ser determinado por alguna ley arbitraria, pero por las circunstancias. Dos años podrían ser muy largos en algunos lugares y muy, muy cortos en otros. El límite de dos años es un triste comentario de las iglesias y los predicadores. Es más que seguro el decir que cualquier iglesia que tenga estos pensamientos no ha aprendido a trabajar CON UN predicador. Ellos más que seguro esperan que el predicador haga el trabajo DE ellos, y les toma dos años en descubrir que no puede. Esto condena a la idea del límite de dos años como una filosofía motivada por un concepto de pastor a sueldo en lo que concierne al trabajo del predicador . Expone la ceguera espiritual, y falta de visión. Se toma dos años para que el predicador se ajuste a la nueva obra en orden de que pueda hacer un plan o programa efectivo para el área, pero esto es lo que la mayoría de estas iglesias de ―dos años‖ NO TIENEN, y NO DESEAN TENER. Ellos quieren un predicador que les CUIDE LA CASA, y el predicador se toma dos años en aprender esto, así que es tiempo de que se mude antes que ―pare de predicar y empiece a entrometerse‖— entrometerse, tal como el llevar acabo un plan o programa para la evangelización y crecimiento de la iglesia. Esto nos enseña la falta de espiritualidad. Los hermanos no quieren que el predicador se de cuenta de sus pecados ―favoritos‖, así que quieren que el predicador siempre sea una persona nueva a menos de que se de cuenta de todo, y empiece a predicar sermones que afecten sus vidas personales, no quieren que predique lo que necesitan oír sino lo que quieren oír (2 Timoteo 4:3). El juego de la mudanza también revela una característica no deseada en los predicadores. Puede revelar una disposición no muy amigable, y para la iglesia, ¡dos años podrían parecer cien! Podría indicar un pútrido profesionalismo de parte del predicador; tal vez ha simplemente copiado suficientes sermones de alguien más para que le duren por dos años. Cuando ―se le
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acaba el jabón‖ tiene que encontrar otra iglesia que le pueda sostener y así volver a predicar los mismos sermones otra vez. Esto puede manifestar flojera mental . El predicador que ―no se ocupa de la lectura‖ (I Tim. 4:13), y no ―procura …presentarse a Dios aprobado‖ (II Tim. 2:15) con su estudio personal, empieza a predicar sermones tan secos y rancios como el pan viejo que dura en la cocina por una semana. ¡Dos años de esto es más que suficiente! Todos nosotros tenemos que entender que el límite de tiempo de dos años es una filosofía que no tiene bases bíblicas. Su origen es HUMANO, y en la mayoría de los casos DETRIMENTAL a la obra del Señor. Es arbitrario y por esto debe ser descartada esta filosofía. (4) Las iglesias demandan mucho: Muchos de los predicadores se mudan por causa de las demandas excesivas de las iglesias. Ellos esperan que el predicador trabaje como un caballo de trolla y que carguen un peso que ningún humano puede cargar. Esto procede de sus misconsepciones sobre el trabajo del predicador, las cuales discutimos en el capítulo IV. Un hermano hasta dijo que se debería de tratar al predicador como un vendedor ambulante: si no produce, despídelo y conseguimos otro que produzca. Este error esta basado en la idea no-bíblica de que el predicador debería de hacer toda la producción. El predicador no puede producir SI LOS HERMANOS NO AYUDAN. En muchas iglesias la carga del trabajo del predicador es más que cualquier ser humano puede hacer, y cuando el predicador pone todo de su parte, simplemente no es suficiente, porque no ha llenado la expectativa y demandas de los hermanos. Ellos le piden que se mude, o el predicador se frustra y se va antes que se lo pidan. (5) El predicador es menospreciado: Cuando el predicador es nuevo, los miembros hacen hasta lo imposible para mostrarle que tan apreciado es su trabajo. Ellos definitivamente quieren que el predicador este contento con ellos y que esté a gusto viviendo junto a ellos. Pero, cuando la novedad se acaba, y el se acomoda a la rutina de su trabajo, los miembros gradualmente flotan a un estado de indiferencia en lo que concierne al predicador. El predicador escucha pocas palabras de animo y se pregunta si se esta comunicando y expresando bien. Sin ninguna expresión de la iglesia, el está solo y tiene que adivinar como es que está haciendo en su trabajo. Esto no debe ser tomado a que la iglesia siempre tiene que estar presumiendo de su predicador. Solamente quiero decir que el predicador necesita sentirse apreciado tal como todo ser humano. De otra manera el también se desanima. Unas cuantas palabras favorables de los miembros no cuestan nada, y valen mucho a los predicadores. El necesita saber que su trabajo es apreciado y beneficial, tal como el trabajo de cualquier otro. Si su jefe del trabajo nunca viniera a verle, o nunca dijera nada favorable de su trabajo, ¿estaría contento trabajando para tal persona? ¿Estaría contento con su trabajo? ¿Cuando recibe su aguinaldo (bonos de fin de año) como se siente? ¿No aprecia que alguien haya notado su dedicación a su trabajo? El predicador necesita y merece esto tal como cualquier otro. No se olvide que el predicador sostiene un tipo de relación de trabajador con la iglesia. Su condición en el trabajo puede ser buena o mala tal como la suya. Esta situación aparece más vividamente durante las series. ¡Los hermanos presumen de la habilidad del predicador invitado y lo suben hasta los cielos! Ellos le echan muchas rosas a su habilidad de predicar el cual el mismo sabe que no es para tanto. Usualmente se avergüenza y trata de quitársela por medio de llamar la atención al buen trabajo que ha hecho el predicador local. Al final de la serie, los hermanos locales le dan todo el crédito y las visitas al predicador invitado, y un cheque de paga que usualmente es fuera de proporción con la paga del predicador local. Ellos están seguros que el predicador invitado trajo grandes maravillas a la iglesia. Ellos tal vez no quieran decirlo, pero la implicación es que la labor diaria del predicador y la de otros miembros no sirven para nada. ¡Es muy raro ver lo que UN HOMBRE puede hacer en ocho días que la iglesia entera no puede hacer en un año entero!
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El lector tiene que entender que muchas de las mudanzas de los predicadores tienen que ver con el sentirse inútil en su trabajo. No estoy tratando de hace ningún esfuerzo para argumentar que tan propio es el mudarse por esta razón. El punto es establecer esta razón. Si esto esta bien o mal, esto no es la pregunta, pero solamente trato de mirar cuales son las razones del juego de la mudanza. (6) El predicador no está de acuerdo con la opinión prominente de los hermanos: Algunos predicadores se mudan, o son mudados, por la atmósfera enfermiza que resulta cuando hay desacuerdos entre el predicador y la opinión de algún hermano que se cree que es algo en la congregación local. Estos son individuos que se sirven a si mismos y que la iglesia ha aprendido a aguantar el abuso con tal de mantener la paz. Cuando el predicador accede a venir a trabajar a tal iglesia, el no sabe a que condiciones viene a trabajar. Nadie le quiere decir del problema a no ser que rehúse venir por causa del tal, y verdaderamente quiere que venga, esperando que cuando venga pueda resolver el problema. ¡Tarde o temprano, el tropieza con la ―opinión sagrada‖! ―¡Entonces va ha ver lo que es bueno!‖ O el predicador se somete en humilde sumisión a la opinión de Diótrefes (3 Juan 9-10), y tiene que hacer ―penitencia‖ o guerra abierta es declarada en la cual ―todo se vale‖. ¡El predicador se tiene que resignar a tener una ―larga noche‖ de problemas o buscar un nuevo hogar! Las juntas de varones se convierten en batallas de largas horas (pesadillas), la atmósfera de los servicios siempre está llena de tensión, y a veces parece más una pelea de lucha libre, que un tiempo para aprender y adorar. Los líderes siempre estan tratando de buscar una posición de ventaja. Antes y después de los servicios los hermanos buscas tener otros miembros alrededor de ellos. Ellos estan buscado hacer más prosélitos para tener más apoyo, o estan planeando con sus conspiradores el que hacer después. ¡Ellos propagandizan en la iglesia que quieren resolver el problema, pero lo deletrean: R-I-N-D-E-T-E! La mayoría de los predicadores podrían testificar que un poquito de esto corrompe la situación grandemente. Esto le hace algo a uno. Rapidamente la pastura se mira más verde en otra parte y el predicador se prepara para irse. Aparentemente no significa nada se haya gastado un buen dinero para traer al predicador, y ahora se gaste otro buen dinero para llevarlo a otra parte. Les importa poco a los líderes de estos grupitos de opinión que todos pierdan un poquito de si mismos en cada de estos debates. Todo lo que importa es que Diotrefes se ha salido con la suya otra vez, nuevamente hace lo que su orgullo quiere, y se intoxica aun más con el vino de la victoria carnal. (7) El predicador se rehúsa unirse a cierto grupo: Algunas iglesias son dominadas por un grupo. Otras están en tormenta continua por causa de las peleas entre dos o varios grupitos que estan peleando para obtener poder en la iglesia. Ningún predicador puede trabajar en tal iglesia, a menos de que se una al grupo dominante. Sus sermones tienen que propagar las convicciones de este grupo y hacer menos a aquellos que estan fuera del tal. Tiene que pasar mucho de su tiempo socializando con los líderes del grupo, y apoyar las propuestas de ellos durante las juntas de varones. En tales juntas de varones en las cuales el grupo dominante siempre trata de imponerse sobre los demás. Para hacer el argumento corte, el predicador tiene que convertirse en títere de, o el espanta pájaros, del grupo dominante. El predicador que se muda a tal iglesia, y que tiene suficiente respeto propio y respeto por la palabra de Dios condenaría tal partidismo (Gálatas 5:19-21), y no ―haría nada con parcialidad‖ (I Tim. 5:21), pero se tiene que agarrar por que va a tener muchos días de miseria en su futuro cercano. ¡También le será sabio tener su maleta lista! Puede ser que se le ordene que se vaya de la iglesia ―antes del siguiente domingo.‖
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Es triste, pero cierto, que hay predicadores que se van a someter así mismos y a sus convicciones a tales movimientos políticos. Para ellos es un honor de ser incluidos con ―los hermanos populares.‖ (8) Problemas constantes: No hay ninguna paz en algunas iglesias. Siempre hay algo que pelear. Podrá ser solamente un asunto de opinión, pero ¡usualmente esto causa más problemas que los asuntos de la fe! El ambiente esta constantemente pesado y en cualquier momento el holocausto podría eructar. Cada camino de progreso está bloqueado por un elefante de problemas internos. Cada proposición se convierte en un campeonato de lucha libre. Alguien siempre está listo para dar la contraria a cada sugerencia que alguien haga. El juego de la mudanza aparenta ser la única manera de salir de tal situación. (9) El esperar la perfección de las iglesias y de los hermanos: El juego de la mudanza es usualmente motivado por que una iglesia está buscando un predicador perfecto o el predicador está buscando una iglesia perfecta. Todos nosotros sabemos que ningún hombre puede ser perfecto, pero a veces las iglesias esperan que el predicador sea perfecto. Y si no lo es, el predicador se vuelve el objeto de la ira de la iglesia, y siente el clima frío de su desaprobación. Cuando finalmente lo congelan, el predicador se muda. Pero después de seis meses con el nuevo predicador, ellos casi le darían un aumento de salario para que regresara, o descubren que la situación no ha mejorado. El problema verdadero es que estan buscando algo que no existe- un predicador perfecto. También, hay predicadores que constantemente se estan cambiando de un lugar a otro. Nunca están satisfechos donde estan. Ellos estan buscando una iglesia perfecta. Todavía no han aprendido que tal cosa no existe. Para ellos no hay problemas pequeños. Cada incidente tiene que ser en proporciones MAYORES, y se precipitan a un nivel exagerado: ―Aquí no puedo hacer nada.‖ Se muda, solamente para averiguar que estaba mucho mejor donde estaba antes. Ciertamente hay situaciones en las congregaciones que pueden hacer que el trabajo de uno sea casi inservible, y el mudarse es la única solución sensible. Pero hay muchas mudanzas que estan basadas en cosas insignificantes que deberían de ser olvidadas. (10) Inmadurez: Muchas de las mudanzas de los predicadores son basadas en la inmadurez del predicador o/y de la iglesia. Algunos predicadores usan su libertada para mudarse como una amenaza a la iglesia en orden de que hagan lo que el quiere. Ellos tienen la actitud de que, ―Si no lo hacen a mi manera, simplemente me mudo.‖ O, si las malas decisiones del predicador lo meten en problemas, usa su derecho de mudarse como una válvula de escape. Si la pr esión de su juicio inmaduro es demasiado grande, simplemente se ―descarga‖ la válvula y se muda rápidamente. También hay congregaciones las cuales les hace falta madurez. Ellos tienen un concepto muy limitado de lo que el predicador debería de hacer, y como le deberían de tratar. Ellos se irritan de todo lo que el predicador hace: la cantidad de tiempo que está en casa, las ideas de ellos de sus horas de oficina, quien y que tan seguido debe visitar, como gasta su dinero, como se viste él y su familia, su falta de manierismos del pulpito, etc. Ellos estan constantemente acosándolo, y buscando cualquier motivo para acusarle. Aparentan a un grupo de niños irritables que están jugando; nada les complace. Seis meses después de que se va a trabajar con ellos, los hermanos ya estan levantando las banderas para que se marche. Esto es muy común hoy en día. Hasta hace que a uno le duela el corazón. ¡Por eso es que hay tantos que dejan la predicación! Las iglesias y los predicadores necesitan crecer.
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(11) Egoísmo: Mudanzas egoístas de parte del predicador no son algo fuera de lo común. Una obra necesita de predicador en un clima más agradable, o cerca de su tierra natal, o con un salario más atractivo, o con una iglesia más grande. Cuando esto pasa, el predicador justifica esto al decir que lo hace por su salud, o su necesidad de estar más cerca de sus padres que estan envejeciendo, o su presupuesto que está demasiado limitado. Estas razones son buenas para mudarse, si son legítimas, pero a veces estas son simples pretextos como las evidencias claramente enseñaran. El punto de que la iglesia ya había hecho planes para el futuro que incluían al predicador aparentemente no le importa. El puede, sin pensar en nadie, sin que le moleste la conciencia, interrumpir un buen programa de evangelización para satisfacer su deseo egoísta. La iglesias tampoco estan excluidas de usar el egoísmo del predicador para convencerle que se mude con ellos. Verdaderamente tal vez no tengan nada que verdaderamente le interese al predicador excepto un salario mejor, o un clima más agradable, o muchos miembros, o una buena casa para el predicador, etc., y estos son puntos que usan para convencer al predicador para que acepte la invitación de ellos. Todo esto es una reflexión de nuestra madurez espiritual.
II. LOS RESULTADOS DE ESTO Tenemos que considerar los resultados del juego de la mudanza. Estos deberían de ser más que suficientes para hacer que los hermanos se revelen en contra de estas actitudes. (1) Hacen que el predicador sea un forastero: Siempre está apenas conociendo a los hermanos. Es considerado una necesidad temporaria, nunca una permanente. La iglesia siente muy poca obligación de tratarlo justamente en el punto de vista del salario siendo que es considerado a lo más un trabajador temporáneo. ¡Hoy aquí, ¿mañana quien sabe?! Ellos terminan su relación con el con el mismo salario con que comenzó ―cuando lo contrataron‖. El no se merece que se le incremente el salario siendo que no ha estado con la iglesia el suficiente tiempo. De esta manera, el predicador y su familia siempre estan a distancia de la iglesia. Nunca se sienten que pertenecen. (2) Mantienen al predicador y a la iglesia de nervios: El juego de la mudanza mantienen a la iglesia y a los predicadores en un estado de nervios. Ellos estan constantemente tratando de conocerse los unos a otros y acostumbrándose los unos a otros. Más o menos cuando esto se lleva acabo, el predicador o la iglesia deciden que se tiene que mudar. Por esto, las iglesias no buscan tener algún programa de trabajo que ocupe al predicador siendo que éste se podría mudar en cualquier día. El predicador no quiere comprometerse mucho o muy firmemente a la iglesia local, o a cualquier plan de larga duración en cuestión del trabajo, por que ya cuando las cosas se miran que empiezan a dar fruto, la iglesia podría decidir que es tiempo de que se mude. Consecuentemente, hay un sentimiento constante de inseguridad de parte de la iglesia y el predicador. Esta es una condición enfermiza que retarda el progreso del trabajo del Señor. Es tiempo de que paremos estas niñerías y tomemos las cosas con más madurez. (3) Mantiene a la familia del predicador emocionalmente despavorida: ¿Qué predicador no ha tenido que consolar a su esposa llena de llanto y a sus hijos por causa de una mudanza innecesaria? ¿Dónde está el predicador que sus hijos no hayan sufrido emocionalmente por causa de dejar a sus amigos y ahora estar delante de una masa de extraños en una nueva comunidad? ¿Dónde está el hijo del predicador que no haya sufrido en su trabajo escolar por que se tuvieron que mudar casi a la mitad del continente para predicar en medio del año escolar? Las familias necesitan seguridad tanto como necesitan comida. Ellos tienen necesidad de tener un lugar el cual llaman hogar. ¿Alguna vez les ha preguntado a los hijos de los
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predicadores de donde son? ¡Muchos de ellos ni siquiera lo saben! ¡Ellos vienen de todas partes y son de ninguna parte! A las mujeres les gusta decorar sus casas a la manera que a ellas les gusta. ¡La esposa del predicador del predicador no n o se atreve! Muchas veces dice, ―Me gustaría tener esto y eso, pero hay que mejor olvidarme de eso. Uno nunca sabe cuando nos vamos a mudar, y lo más seguro es que esto no quedara en nuestra siguiente casa.‖ Por esto, el juego de la mudanza mantiene a la familia del predicador despavorida emocionalmente. Las iglesias y los predicadores deberían tener esto en mente cuando piensen en jugar el juego de la mudanza. (4) Hace que las filas de predicadores disminuyan: Todos hoy en día estan quejándose de que hay falta de predicadores, y esto es cierto. Hay una emergencia dramática. Esto es causado por muchas cosas, c osas, y hablaremos ha blaremos de ellas en un capítulo futuro. El juego de la mudanza es una de de estas causas. Muchos dejan de predicar tiempo completo para escapar las inseguridades de las cuales hablamos hace unos momentos. Un predicador muy diestro, y amigo personal, el cual tomó un trabajo secular dijo, ―Me siento mucho mejor, ahora que no tengo que preocuparme por los hermanos que siempre me esten insinuando insinuando algo cada dos años.‖ Su esposa dijo, ―Mi esposo es un hombre cambiado desde que ya no tiene que buscar un nuevo trabajo cada dos años.‖ Mis conversaciones personales con aquellos predicadores que han dejado de predicar me han revelado que esta es una de sus quejas más frecuentes. Las iglesias que están preocupadas por la falta de predicadores harían bien en tomar un vistazo en su propio concepto de cuanto tiempo un predicador se debe quedar en algún lugar. (5) Gasta mucho dinero: Los gastos de mudanza de los predicadores son uno de los mayores gastos de la iglesia en estos días. Verdaderamente no hay manera de calcular cuantos millones de dólares se han gastado al paso de los años para la mudanza de los predicadores. Algunas de las mudanzas son justificadas, pero mucho ha sido derrochado y los predicadores y las iglesias tendrán que responder sobre ello. En muy común el ver una iglesia que gaste de $1000 a $1500 dólares para mudar y traer a un predicador para que solo predique de uno a dos años. Esto quiere decir que la pura mudanza del predicador le costó a la iglesia de $50 a $70 por mes que él estuvo con ellos. Esto ha pasado innumerables veces por toda la nación. Si sumamos todo este dinero, haría una cifra astronómica. Hasta rivalizaría con la deuda nacional y haría mucho bien hacia el trabajo de la evangelización. En muchos casos este dinero ha sido gastado para satisfacer los deseos carnales de algunos elementos en la iglesia o satisfacer el egoísmo del predicador. CONCLUSION Este problema demanda que hagamos mucha oración y consideración. Es tiempo de ver más cuidadosamente todo el tema de la iglesia local y nuestro concepto general de cuanto tiempo debe quedarse el predicador. Sería un paso hacia arriba si pudiéramos cambiar nuestro pensamiento y no pensar que el predicador local es una posición temporaria. Si la iglesia y el predicador son lo que deben de ser, entre más tiempo trabajaran juntos mejor trabajo hacen juntos. Tiene que haber grande entendimiento de los dos lados en las relaciones de iglesia predicador. Muchas de las quejas que usualmente us ualmente tienen unos de otros deberían deb erían de d e ser cubiertas con una manta de amor y ahogadas debajo de la gran importancia del reino de Dios (Mateo 6:33). Los dos tienen que ser tolerantes de las desavenencias de los unos y los otros tal como el uno quiera ser tratado por el otro. Es difícil el decir cuanto tiempo el predicador se quedará con la iglesia; eso varía con el juicio justo y las circunstancias. Es cierto el decir que el límite de dos años es una de las grandes absurdidades de nuestros tiempos y es uno de los grandes estorbos en el desarrollo de una congregación.
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WHAT IS PRAYER? Prayer is faith that forces me To talk to a God I do not see. Prayer is the feeding of my hungry soulThe only way to reach this goal.
BACKSLEDERS BEWARE A backslider‘s love is cold; He has departed the fold; He had bartered his soul; For a pot of earthly gold.
Prayer is my search for the rhyme and reason For life‘s mysteries in every season. Prayer is the crying of my wounded heart For a Father to come and take its part.
He thinks he is quite bold, But when he is getting old Will have sorrows untold With a wasted life to behold.
Prayer is pleading for sweet relief When life is littered with grating grief. Prayer is help from a loving Father When no one else cares to bother.
Efforts to help he doth scold; He‘s in perfect control, But sin is taking its toll, At the end there‘s no parole.
Prayer is thankfulness for blessings received When life is lame and my heart is grieved. Prayer is a praise for one who knows God is available wherever he goes.
Sinners God won‘t enfold; Backsliders He won‘t cajole; Their doom is plainly foretold; Their names are not enrolled.
James P. Needham, 6/25/75
Backsliders have missed the goal; Their lives they‘ve failed to mold; There will be nought to console When they claim their grassy knoll. James Needham 2-24-76
NOTA DEL TRADUCTOR. Ciertamente entre las iglesias de habla hispana también ocurre el juego de la mudanza. Esto es un problema siendo que muy pocas iglesias tienen predicador. En muchos lugares los varones tratan de hacer el mejor trabajo que puedan, pero no pueden hacer lo que un hombre que se dedica de tiempo completo al trabajo puede hacer. Otras de las diferencias es que es muy raro entre las iglesias de habla hispana de que se le ayude al predicador con sus gastos de mudanza. Cuando un predicador desea mudarse o lo forzan a que se mude usualmente tiene que rascarse con sus propias uñas para ver como cubrir los costos de la mudanza. Pensemos hermanos y trabajemos los unos con los otros para solucionar estos problemas. Juan Sánchez
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CAPÍTULO XII Hospedando al Predicador INTRODUCCIÓN ―Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en el. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió. Entonces dijo Diezi su criado: Llama a ésta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él. Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti?.......‖ (II Reyes 4:8-13) 4:8-13) Desde tiempos antiguos los predicadores han vivido de un lado a otro. La mayoría de los predicadores pasas pas as muchos días al año como huéspedes h uéspedes de otros. Parece que siempre ha sido así. Vamos a mirar otros ejemplos en adición a éste clásico del Viejo Testamento: ―Id; he aquí yo os envío como corderos en medio en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.‖(Lucas 10:3-7). 10:3-7). ―Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora.‖ (Hechos 9:11). ―Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, wl que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.‖(Hechos 10:5-6). 10:5-6). ―Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.‖ (Hechos 16:15). ―Al otro día , saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él.‖ (Hechos 21:8). Algunas personas piensan que ―esto si es la vida,‖ y proclaman que a ellos les encantaría esta parte de la vida del predicador. Verdaderamente que, la mayor parte del tiempo, este tipo de experiencias son placenteras. Pero si hay algunos problemas, aun que no lo parezca. El propósito de este artículo es tratar de discutir estos problemas en la manera más franca y hermanable posible. Las observaciones hechas aquí serán apreciadas por la mayoría de los predicadores y serían de mucho beneficio para los hermanos y hermanas que los aprovechen. I.) DONDE ALOJAR AL PREDICADOR Muchas iglesias tienen problemas en decidir en donde van a alojar al predicador. Sus decisiones usualmente son hechas en ignorancia de sus necesidades. El predicador usualmente se queda con aquellos que voluntariamente ofrecen su casa. En la mayoría de las congregaciones esto ha sido delineado a dos o tres familias las cuales han hospedado a los predicadores que
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visitan por años. Aquí hay algunas sugerencias en lo concerniente a donde el predicador debería de ser hospedado. (1) NO en un lugar donde esté solo con la mujer de la casa todo el día: Se oye un poco absurdo que tal sugestión sea necesaria, pero la es. El sentido común y un buen juicio automáticamente le debería decir a los hermanos que no pongan al predicador en tal situación. Aquí no estoy sugiriendo que las hermanas o los predicadores estan en algún peligro en tales circunstancias, pero no hace sentido el crear una situación donde puedan surgir problemas (todos nosotros hemos oído de algunos problemas que han surgido). Aunque verdaderamente no exista un problema, hay unos que siempre se estan imaginandose cosas con sus mentes sobre-activas y sus lenguas largas. Es mucho más fácil el prevenir el chisme, que el pararlo ya que ha empezado. No debemos dar ―al adversario ninguna ocasión de maledicencia‖ (I Tim. 5:14). La mayoría de los predicadores han estado en esta clase de situaciones uno u otra vez. La mayoría de ellos dirían que esto produce un clima un poco pegajoso y los pone en una situación no muy confortable. Uno batalla para estar a gusto, y muchas de las veces se va a mirar a las tiendas o se la pasa en otra parte en orden de aliviar el problema un poco. Los hermanos deberían tratar de ponerse en los zapatos del predicador; que miraran esto del punto de vista de él. ¡Ningún hombre de buen pensar goza del pasar 8 a 10 días solo con la esposa de alguien más! (2) En un lugar donde pueda tener un poco de privacidad: El predicar el evangelio es un trabajo que demanda mucho de uno. Para hacerlo bien, el predicador necesita mucho tiempo para estar solo en orden de estudiar, meditar, y relajarse. Los hermanos usualmente lo ponen en algún lugar donde sería menos probable que el predicador pudiera recibir esto. Niños ruidosos pueden ser una gran distracción cuando uno se está tratando de relajar, o preparar un sermón. Tristemente, muchos de los niños hoy en día tienen poca disciplina, y se les permite que vayan frecuentemente al cuarto del predicador, les preguntan mil y una preguntas, y le trasculcan sus pertenencias. En tales hogares el predicador muchas veces es negado la privacidad del baño. Los niños usualmente se ponen en línea en la puerta para entrar, o tocan fuertemente y gritan, ―¡Ya va a salir!‖ En algunas casas los baños no tiene candados adecuados, así que por miedo de que su ducha sea interrumpida por los niños, el predicador hace otras provisiones para darse un baño, o no lo hace por necesidad. La mayoría de los predicadores abiertamente admiten que algunas series son periodos que se tienen que sufrir en lugar de gozar. Usualmente las personas que hospedan al predicador son las que tienen las menores acomodaciones. El predicador se mira forzado a compartir el cuarto con los niños, el baño con la familia entera, mientras aquellos que tienen mayores facilidades nisiquiera se preocupan. El punto no es que los predicadores son demasiado buenos para que se queden en algún lugar donde no estarían tan cómodos, pero la mayoría de los predicadores apreciarían grandemente que los hermanos pusieran lo mejor de su parte. Cuando esto se hace, 99 por ciento de los predicadores lo apreciarían, y es algo seguro el decir que el mismo porcentaje de iglesia no tienen consideración para este asunto. Otro punto de irritación es la falta de planes que los hermanos hacen sobre donde se va a quedar el predicador. Muchas veces llega a la serie sin saber donde va a pasar la noche. Algunas veces se han hecho planes, pero los hermanos no toman el tiempo para notificar al predicador. El llega a la tal ciudad y tiene que hacer dos o tres llamadas telefónicas, o localizar a alguno de los hermanos, para averiguar donde va a pasar la noche. Hasta hay situaciones donde dos o tres personas han decidido que van a hospedar al predicador. Después del primer día de la serie, ellos lo invitan a que se quede con ellos. Se ponen a argumentar delante de todos sobre quién será el que hospedará al predicador. El predicador se
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convierte en una victima y le da vergüenza. Para resolver el asunto, le piden al predicador que ―escoja con quien quiere quedarse.‖ El predicador no sabe que hacer. No puede hacer una decisión que deje contentos a todos, así que les regresa la responsabilidad de decidir a aquellos que lo estan invitando. Hermanos, ¡esto es absurdo! El lugar donde el predicador será hospedado es algo para la ―junta de varones.‖ La decisión de donde el predicador va a ser hospedado debería ser hecha antes que él llegue. Se le debería de notificar ya sea por la iglesia o por la familia que lo va a hospedar. Verdaderamente todos nosotros podemos estar de acuerdo a que esto es una manera decente y ordenada de hacer las cosas (I Corintios 14:40). Muchas de las veces la solución para estos problemas mencionados son los hoteles o moteles. Cuando sea inconveniente o no practico que el predicador se quede en la casa de los hermanos, los hermanos deberían de hacer provisiones para hospedarlo en algún hotel o motel. La mayoría de los predicadores les gusta este tipo de arreglo siendo que les da la privacidad de mantener su rutina diaria en lugar de tratar de acoplarse a la rutina diaria de alguien más. Pueden ir y venirse como les da la gana, y no sentir que estan imponiéndose sobre alguien. Ellos pueden estudiar y escribir y generalmente dar una mejor predicación que si estuviera en una situación menos relajante. Los hermanos estarán mas contentos con su trabajo, y los pocos extra dólares que va a costar valdrán la pena. II. ALGUNAS COSAS QUE DEBEN Y QUE NO DEBEN DE HACER AQUELLOS QUE HOSPEDAN A LOS PREDICADORES. (1) No empachen al predicador con demasiada comida: La experiencia ha mostrado que no es la predicación que hace que el trabajo en una serie sea difícil en los predicadores, ¡es la comida! Las hermanas, con buenas intenciones, erróneamente piensan que tienen que cocinar sus mejores platillos cuando el predicador viene. La insistencia de ellas y la debilidad del predicador añade a los problemas estomacales y/o a la obesidad. Algunas hermanas aparentan estar insultadas si el predicador no come de todo lo que ellas hacen. Ciertamente ninguna persona refinada y con cultura desearía ofender a la persona que lo hospeda. Así que, por miedo de esto, muchos predicadores comen más de lo que deberían. Para el tercer o cuarto día, ¡mejor debería de acabar la serie e irse a casa! ¡Está tan relleno que ni siquiera puede predicar! Su cerebro no puede funcionar bien y sus pulmones no tienen lugar para inflarse. ¡Para el final de la serie está enfermo! Los hermanos presumen de su trabajo, y se siente bien de lo que ha hecho cuando se va a casa, pero se va a tardar una semana en recuperarse. Pablo le aconsejó a Timoteo, ―Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades‖ (I Tim. 5:23). ¡Los predicadores tenían problemas estomacales desde los tiempos del Nuevo Testamento! ¡Un gran porcentaje de ellos los estan teniendo hoy en día! Una de las mayores causas es el comer ricas y exageradas comidas. Siguiendo los comentarios por esta cadena de entendimiento una señora dijo, ―Esta diciendo que los predicadores estan haciendo un mal trabajo en seguir lo que dice Gálatas 5.‖ A lo que verdaderamente podemos estar de acuerdo, pero ¡las buenas hermanas también están haciendo un buen trabajo de llevarlos a la tentación! Es verdad que los predicadores deberían de practicar más dominio propio, pero las buenas hermanas también podrían ayudar si solo les dieran de comer como les dan de comer a otras personas (recuerden, los predicadores también son personas). Las hermanas tienen que aprender que los predicadores son generalmente personas simples. Les encanta visitar a los hermanos en sus hogares, pero no requieren o desean el tratamiento especial que usualmente reciben. En algunas series los hermanos planean tres
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comidas diarias para el predicador. ¡Cada hermana se esfuerza para hacer su mejor platillo! ¡Para la hora de la asamblea el predicador es un hombre miserable! Tiene más ganas de echarse en la cama que de predicar. Su cerebro está lento, y batalla y tropieza para recordar todo lo que ha planeado decir y ordenar sus pensamientos. ¡Ni siguiera puede llenar sus pulmones de aire para terminar una buena oración! Las series de predicaciones estan diseñadas para ser un manjar y fiesta espiritual, no uno físico. Qué tanto mejor sería si las hermanas usaran el tiempo y dinero que gastan en estas comidas elegantes en invitar gente a que venga a oír al predicador. La mayoría de los predicadores preferirían esto. (2) No lo entretengan o esperen que él los entretenga: A los predicadores no les gusta ser tratados como ―visita‖. Cierta cantidad de socialización siempre acompaña a las series, y aunque es muy placentera, no es el propósito principal de la serie. El predicador aprecia el poder ser tratado como uno de la familia en lugar de cómo alguna celebridad. Un predicador con conciencia tiene mucho trabajo que hacer cada día, esté o no esté en casa, y es difícil hacer este trabajo si la gente que lo hospeda sienten la necesidad de entretenerlo o ser entretenidos por él. Algunas familias con las que el predicador se queda, piensan que necesitan ayudarle a espantar el aburrimiento, así que lo tienen de ―carrera‖ toda la semana. Le muestran todas las atracciones de la ciudad, lo llevan a que visite a sus familiares, y a visitar a todo aquel que se les viene a la mente. El predicador no tiene tiempo para estudiar y meditar durante el día, y cuando se para a predicar, se siente cansado y sin entusiasmo. Así que, el propósito por el cual ha venido es arrumbado a un rincón, y sacrificado a trivialidades. No se preocupe por el aburrimiento del predicador. Si es lo que debería de ser, no tendrá oportunidad de aburrirse. (3) ¡No le pongan ropa de cama nueva! ¡Muchas personas piensan que deben hermosificar la cama y el baño donde se va a quedar el predicador con cosas nuevas! Ellos piensan que él se merece lo mejor, pero no se dan cuenta que las sábanas, cobijas, o toallas nuevas no son lo mejor. ¿Ha tratado alguna vez de bañarse con un estropajo nuevo o secarse con una toalla nueva? ¡El estropajo está demasiado rasposo y la toalla no seca! ¡Recuerden, traten al predicador como uno de la familia! (4) No le digan los problemas de su familia: Algunas familias tienen una práctica de decirles todos los problemas familiares al predicador. Le dicen sobre sus problemas con las finanzas, disciplina, sexo, las debilidades de cada uno, etc. Para cuando termina la serie, el predicador podría estar demasiado deprimido para predicar. Si el predicador puede ser de ayuda, ciertamente su ayuda debería de ser buscada, pero usualmente las personas no estan buscando un buen consejo, solamente estan buscando alguien que les diga que tienen razón. (5) No digan chismes o hablen a espaldas de alguien: Algunos miembros que hospedan al predicador piensan que es su deber el decirle al predicador de todos los problemas de la congregación, y decirle las debilidades de los miembros. Ellos se apuntan así mismos el comité para decirle al predicador de lo que debería de predicar mientras está allí. A algunos predicadores se les hace difícil el resistir usar esta información en sus sermones. La experiencia nos enseña el error de esto. En la mejor situación, uno solamente recibe un lado del problema, y su información puede que esté un poco torcida por causa de los perjuicios personales de los informantes. El resultado es que el predicador se pone a predicar sobre algo de lo que no sabe mucho y no tiene todos los datos necesarios. Si el predicador conoce algún problema de la tal congregación, ciertamente él debería de hacer lo posible de enseñar la verdad sobre eso, pero él necesita estar seguro de que toda su información esté correcta. De otra manera, ¡se está buscando meterse en una camisa de once varas! Un juicio malo nunca ayuda a una mala situación.
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(6) No tengan pleitos familiares delante de él: Es muy vergonzoso y no muy confortable el estar en un hogar donde la familia está constantemente peleando. Hay casos en que los maridos, las esposas, o hasta los hijos, toman ventaja de la presencia de los predicadores. Entonces tratan de que tome lados y que justifique su posición. ¡En algunos hogares el marido y la esposa no pueden estar de acuerdo ni el la hora del día! Todo lo que uno afirma el otro niega. Aquí esta un incidente imaginario que es típico de este tipo de absurdidades a lo que los predicadores tienen que escuchar: Esposo: ―El año pasado fuimos a Miami, Florida, de vacaciones.‖ Esposa: ―NO fuimos a Miami; fuimos a Miami Beach.‖ Esposo: ―Bueno, está en el área de Miami.‖ Esposa: ―Bueno, está en el área de Miami, pero Miami Beach no es Miami.‖ Esposo: ―Bueno, como iba diciendo, cuando estábamos regresando, me enfermé y me tuvieron que internar en el hospital del condado en Birmingham.‖ Esposa: ―Ahora, tu sabes muy bien que no te internaron en ningún hospital de condado. Fue un hospital de la ciudad.‖ Esposo: ―No, era un hospital de condado. ¿No te acuerdas? Dimos vuelta a la derecha en la autopista y el hospital estaba localizado a plena vista del autopista.‖ Esposa: ―Yo no recuerdo tal cosa, y a demás no dimos vuelta a la derecha; dimos vuelta a la izquierda. Es más el hospital estaba como diez cuadras del autopista, y ¿cómo es que puedes decir que estaba a plena vista de la autopista? Esposo: ―Bueno, en fin, tuve que estar en el hospital diez días antes de regresar a casa. Entré el martes en la mañana y salí el siguiente jueves.‖ Esposa: ―Tu sabes que eso no es verdad. ¿Por qué no lo dices tal como lo es? No entraste el martes por la mañana; era miércoles en la mañana, y no te dejaron salir el jueves en la mañana; fue el sábado en la mañana; y no fueron diez días fueron once.‖ Esposo: ―Bueno, eso no importa, ese no es el punto que quiero hacer.‖ Esposa: ―No es importante. Lo único que estas haciendo es evadir el asunto. Debería de admitir que estas mal y dejar de tratar de encubrir el asunto.‖ Esposo: ―Está bien, si eso es todo lo que quieres, admito que estaba mal. Bueno, nos fuimos de Birmingham el jueves por la mañana.‖ Esposa: ―Yo pensé que ibas a admitir que estabas mal en el asunto, pero todavía estas diciendo que nos fuimos de Birmingham el jueves por la mañana. Yo te digo por última vez que fue el sábado por la mañana, no el jueves. ¡Si no lo vas a contar bien mejor cállate la boca!‖ Esposo: ―Está bien, si yo no lo puedo contar bien, ¿Por qué no le dices tú?‖ Esposa: ―No señor, ¡usted empezó, usted termine! Yo no quiero decir nada; solamente quiero que lo digas bien.‖ Esposo: ―Como iba diciendo, cuando llegamos a casa varios de los miembros de la iglesia habían preparado la cena para nosotros, como media hora de que llegamos ellos nos trajeron los platillos.‖ Esposa: ―¡Ya vas a empezar otra vez! ¿No te acuerdas de nada verdad? En primer lugar, no fueron los miembros de la iglesia los que trajeron la comida, fueron nuestros vecinos, y no fue para cena, sino para un almuerzo.‖ La conversación continúa de esta manera de cada punto que es puesto a la mesa. Para cuando la serie se acaba el predicador está más que listo para arrancarse la cabellera. No puede esperar más para quitarse de estas circunstancias. ¡Aquellos que piensan que el trabajo del predicador es fácil, deberían de aguantar algunas de estas experiencias!
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(7) Provean al predicador con las necesidades básicas: Notamos que la mujer sunamita se preocupaba en proveer para Elías: ella le dio pan, cama, un asiento y una vela. Hay tantas cosas que la gente no piensa en proveer al predicador. Por ejemplo, no es algo fuera de lo común que al predicador le den un cuarto que no tenga un espejo. Los predicadores que vienen de visita usualmente se quedan en el cuarto de los niños. Siendo que los niños tienen muy poco uso para un espejo, no hay un espejo en el cuarto. Cuando la familia está en casa, el predicador puede usar el espejo que está en el baño, pero muchas de las veces el predicador no puede usarlo por que el baño está ocupado. Muchas de las veces el predicador se tiene que rasurar, peinarse el pelo, amarrarse la corbata a ciegas sin usar un espejo durante toda la serie. Es buenísimo que Elías tenía un asiento, porque ¡a veces el predicador ni siquiera tiene ese lujo! ¡Si tiene que sentarse tiene que usar el suelo o la cama! La gente no piensa en poner una silla en el cuarto del predicador. Siendo que la mayoría de los predicadores tienen un trabajo considerable en la lectura y la escritura, sus cuartos deberían de ser provistos con una mesa o escritorio y buen alumbramiento. CONCLUSIÓN La mayoría de los predicadores aprecian las cosas buenas que los hermanos hacen por ellos durante la serie.(Pero hay algunas excepciones.) Nada de lo que fue dicho en esté artículo debería ser tomado como que el escritor no aprecia la hospitalidad de los hermanos. Siendo que el hospedarse con los hermanos es una parte integral de la vida del predicador, pensé que sería prudente ver su punto de vista. Todos nosotros deberíamos de tener ganas de entendernos mejor y mejorar las relaciones los unos con los otros. La mayoría de los predicadores preferirían estar en casa con sus familias, pero siendo que esto no es siempre posible, ellos prefieren que sus vidas en las casas de los demás fueran tan cerca de lo normal como fuera posible. Si este artículo resulta en hacer más fácil para los hermanos el hospedar a un predicador, ha llenado su propósito. THEY ARE SLAVES…. CRITICISM They are slaves that fear to speak For the fallen and the weak, They are slaves who will not choose Hatred, scoffing and abuse, Rather than in silence shrink From the truth, they needs must think; They are slaves who dare not be In the right with two or three
When the critic pricks my skin, May it cause me to look within; Rather than to my selfish pride To find a way to feel justified. When I fid fault with another ‘s feat And I sit down in the critic‘s seat; May I strive with all my might To make my motives and words just right.
-John Russell Lowell Help me ever to objective be When others‘ faults I think I see, And never delight in wrongs of another; Whether bitter enemy or loving brother. May I fiend in the worst of men Something of merit to commend; To be objective in my evaluation
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Of every man‘s actions and situation. James P. Needham 5/14/74 NOTA DEL TRADUCTOR Muchas de las observaciones del hermano Needham son muy certeras. En lo particular yo prefiero quedarme en la cada de algún hermano fiel que en algún hotel. Pero, si he visto que hay veces que uno no puede estudiar, descansar o meditar en tales circunstancias. Juan F. Sanchez
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CAPÍTULO XIII PREDICADORITIS INTRODUCCIÓN Uno de los grandes problemas de todos los tiempos es lo que generalmente se conoce como predicadoritis, o lealtad excesiva la cual muchos dan al predicador. Parece que siempre hay algún problema. La religión de algunas personas muchas veces no es más profunda que la lealtad que el tienen a algún predicador. Éste es el centro y la circunferencia de la devoción religiosa de ellos. Esta enfermedad condena-almas necesita tratamiento extenso, por esto todo un capítulo esta escrito sobre el tema.
I.) ¿QUÉ ES ESTO? (1) Exaltación excesiva del predicador: la predicadoritis comienza cuando la gente quita la vista de Cristo y la pone en el hombre; cuando ellos ―piensan más de lo que está escrito‖ (I Cor. 4:6); cuando exaltan al predicador más que la predicación; el mensajero más que el mensaje y el proclamador más que la proclamación. Es una aflicción espiritual la cual causa a las personas a que ―prueben‖ sus practicas religiosas por medio de las palabras y las acciones del predicador en lugar de la autoridad de Cristo (Col. 3:17; I Cor. 4:6). Los hermanos de la iglesia primitiva sufrían de esta enfermedad: (a) Los corintios dijeron ―Yo soy de Pablo, yo de Apolos; y yo de Cefas…‖ (I Cor. 1:12; 3:4). (b) La iglesia de Pergamo apoyaba a aquellos que ―tenían la doctrina de Balaam‖ (Apoc. 2:14), y los Nicolaítas (Apoc. 2:15). (c) Las iglesias de Galacia tenían a aquellos que seguían a los Judaizantes en ser circuncidados para que pudieran gloriarse en la carne (Gal. 6:12-13). (d) Se le advirtió a los Efesios de algunos que ―hablarían cosas perversas, para arrastrar discípulos tras de sí‖ (Hechos 20:30). ¿Se nos debería hacer raro que la gente tenga esta misma enfermedad hoy en día? Y hay algunos casos que son muy severos. Una hermana dijo, ―para lo que me importa, se me haría mejor que le dieran un balazo a todos los predicadores excepto el hermano _________.‖ Otros no sienten alguna obligación de asistir a los servicios a menos de que su predicador favorito esté predicando. Si el predicador está predicando en otro lugar a otras personas que lo necesita más que ―la congregación de su hogar,‖ la asistencia y la contribución muchas veces bajan hasta que regrese. Y luego, estan las congregaciones que casi no pueden hacer nada ni siquiera conducir los servicios sin que ―un ministro ordenado‖ esté presente. Un hermano le dijo una vez a un predicador, ―¿Qué es lo que nos quieres dar a entender al salir a tantas series? ¿O que no sabes que eres nuestro predicador, y que te pagan para que nos prediques a nosotros?‖ Algunos de los miembros de la iglesia piensan que van a ser juzgados por las palabras de su predicador favorita en lugar de por sus propias acciones (Romanos 2:6). Todos nosotros sabemos de situaciones en cuando al ―despedir‖ al predicador ¡fue como el quemar el edificio! El cambiar de predicadores es casi sinónimo de desbandarse. Oímos expresiones como: ―Todavía no puedo creer que el hermano Fulanito se haya ido.‖ O ―El hermano Recienllegado es un buen predicador, pero nunca va a poder tomar el lugar del hermano Fulanito.‖ (Como si el quisiera). No tenemos que mencionar que cualquier religión que está
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construida alrededor de un hombre no está construida en Cristo. Si el centro del culto es el predicador entonces Cristo no es el centro del culto, y por esto, es vano (Mateo 15:9). (2) Inmadurez espiritual: Pablo dijo que la predicadoritis es una enfermedad de los niños espirituales: ―De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a NIÑOS en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, ….. Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo…‖ etc. (I Cor. 3:1-4). Los conrintios tomaban leche en lugar de comer carne por que su condición espiritual era tan delicada y enfermiza. La religión que está centrada en el predicador es la religión de niños en el evangelio, porque no se pueden apartar del seno del predicador. Otra versión representa a estas personas como diciendo: ―Yo pertenezco a Pablo ….‖ Etc. (3) Es carnalidad: ―De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo…..‖etc. Pablo dijo ―Porque el ocuparse de la carne es muerte…‖ (Romanos 8:6). Por esto, la predicadoritis es una enfermedad espiritual fatal ; la religión basada en el predicador es una religión basada en la muerte; no puede traer vida eterna. La carnalidad simboliza aquello que es carnal; aquello que es del mundo. Pablo dijo que los judaizantes querían ―gloriarse en vuestra carne‖ (Gálatas 6:13). La religión basada en el predicador es una religión carnal; no puede traer frutos espirituales. (4.) Es humana: Pablo les dijo a los Corintios: ―andáis como hombres Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo….‖ etc. (I Cor. 3:3-4). El tener predicadoritis es andar ―como hombres,‖ no como cristianos. Es una religión humana, no una divina. Por eso, es una religión vana (Santiago 1:26), y lo ayuda a acercarse al cielo de la misma manera que cualquier otra religión human (en otras palabras no sirve para nada), aunque tenga el rótulo de Iglesia de Cristo al frente.
II. ¿QUIÉN TIENE LA CULPA? La responsabilidad y culpa de la predicadoritis es algo importante de considerar. Solamente miramos los síntomas de esta enfermedad en las acciones de las personas, y tal vez nunca pensamos en el origen de la tal. Vamos a considerar dos causas probables a esta enfermedad: (1) El predicador: Los predicadores son los causantes de la predicadoritis muchas de las veces. Algunos predicadores son expertos en construir congregaciones alrededor de sí mismos. Esto es hecho por medio de las siguientes maneras: (a) El predicador siendo un dictador con barra de hierro: Pablo le dijo a los Corintios: ―No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo‖ (II Cor. 1:24). Hay muchos predicadores que no son colaboradores para el gozo de los hermanos. Ellos son los AMOS de la fe de la congregación. La iglesia, por esta causa, está compuesta solamente de aquellos que están dispuestos a vivir bajo la dictadura de este hermano. Todos deben de creer en todo de la misma manera que el predicador, o quedarse callado, o marcharse. El predicador pone ancianos que son sus títeres y hacen todo lo que el dice. El predicador es el ―presidente‖ del comité central y siempre tiene todo el poder en las decisiones. Cualquiera que hace oposición es rápidamente excomulgado y corrido de la congregación. Si un miembro del ―comité central‖ se molesta con el presidente, el es inmediatamente excomulgado a menos que su manifestación de valentía cause una rebelión la cual ya existe en los corazones de muchos, y cause una revolución.
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Uno de estos tipos de hermanos se le oyó decir ―La única manera de mantener paz en la congregación es de limpiar y poner nuevos ancianos cada año o dos.‖ Los miembros de tales congregaciones siempre están prontos a defender a su predicador y Señor. Ellos muchas de las veces son sinceros en negar que el predicador sea su Señor. A ellos les han lavado el cerebro a que piensen que todos los que están en contra de su predicador están celosos de su éxito y posición. Ellos piensan que la voz del predicador es la voz de Dios, y oponerse a él o a sus ideas es blasfemia. (b.) El Complejo de Mártir : Algunos predicadores edifican iglesias alrededor de ellos mismos al hacerse los mártires. Ellos simplemente empiezan a canturrear un cántico de pobrecito de mi, quien me va a oír. Ellos son siempre las supuestas víctimas de complots maliciosos, y los ancianos siempre están buscando la oportunidad de tomar ventaja de tales. La mayor parte de las personas tienden a apoyar al afligido. Por esto, los miembros sienten lástima por el inofensivo predicador, y los ancianos son marcados como ―amos sobre la heredad de Dios‖ y nada menos que su renuncia será aceptable. En ciertas iglesias, algunos de los miembros más capaces e influénciales de la congregación protestan cuando el predicador, el cual está bien protegido, se apega a ciertas falsas doctrinas. En una junta de varones los hermanos presentaron una buena exposición de la falsa doctrina que el predicador había adoptado. Cuando terminaron el predicador se paró y dijo, ―Yo estoy tal como Jesús delante de Pilato. Estos hombres están listos para crucificarme, y como Jesús, yo no voy a responder ni una palabra.‖ Esto carga más peso entre sus seguidores engañados que cualquier defensa que él pudiera presentar. ¿Quién podría rehusar y venir a la defensa del pobrecito predicador crucificado? (c.) Se apega a los elementos débiles: Algunos predicadores consiguen tener seguidores al apegarse a los miembros más débiles. Estas personas usualmente tienen alguna queja en contra de la iglesia o los ancianos. Ellos están siempre buscando una oportunidad para ―cobrárselas‖ con la iglesia o con los ancianos. Ellos usualmente no asisten a las juntas de varones, y faltan mucho a los servicios. Ellos casi no contribuyen nada al trabajo de la iglesia. Frecuentemente se quejan de que la iglesia está dirigida por un grupito o que los ancianos son dictadores. El predicador es el campeón de su causa, y comienza una revolución. Cuando la revolución es terminada, la congregación es dirigida por otro ―grupito,‖ pero esta vez es el de los miembros debiluchos y mundanos que han contribuido casi nada para que la iglesia existiera. Aquellos que sacrificaron tiempo, dinero y energía para hacer crecer a la iglesia se alejan disgustados del asunto o simplemente son excomulgados. (2.) Los Miembros: La predicadoritis no puede ser puesta sobre nadie que no la desee. ¡Esta es una enfermedad que tenemos que desear tener para contraerla! Nosotros mismos nos la causamos. Pero, como es el caso de las enfermedades físicas, la predicadoritis es causada por inmunidad débil, casi no puede resistir. La consistencia espiritual no puede pelear en contra de está invasión. La personalidad, el espíritu dominante, o el poder político del predicado son más de lo que los miembros pueden aguantar. Ellos aguantan la vara bajo la política de predicador, o son conmovidos por su apegamiento personal. Estos miran a cara descubierta como en un espejo la gloria del predicador, son transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el espíritu del predicador (II Cor. 3:18, pido disculpas).Verdaderamente, en ciertas personas es difícil distinguir entre la gloria de Dios y la gloria del predicador. III. EL PELIGRO DE ESTA ENFERMEDAD La predicadoritis es una enfermedad muy peligrosa. Esta parte del estudio no estaría completa si no discutiéramos algunos de los peligros de esta aflicción.
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(1.) Muerte Espiritual- Cuando uno pone la fe en un hombre, uno se pone asimismo en peligro de muerte. Tarde o temprano se va a dar cuenta que la imagen que está adorando tiene pies de barro. No importa cuanto se idolatre un hombre, sigue siendo un hombre, por lo tal también tiene fallas de hombre. Y no tengo que decir que el tal hombre que permite que se le adore (idolatre) y deja que la gente ponga su fe en él, usualmente tiene más que sus debidas fallas. La psicología de la predicadoritis es la siguiente: el predicador se da cuenta de que su única oportunidad de mantenerse predicando es el adquirir seguidores por que si las personas se dedican al Señor muy pronto repudiaran sus faltas y perderá su empleo. La mayoría de los predicadores son espirituales, hombres dedicados, pero tristemente, algunos no lo son. Los que son dedicados constantemente tienen que cargar con la reputación de los que son malos como una piedra de molino en el cuello. Esto es por causa de que la gente tiene la tendencia de generalizar las cosas especificas e identificar a todos los grupos con las maldades de algunos de los miembros. La predicadoritis ha sido una enfermedad fatal para muchos por que se dan cuenta que su ídolo, el predicador, es un hombre moralmente malo. Tenemos que admitir la realidad de que tenemos predicadores humanos los cuales, tal como algunos miembros de la iglesia, son hipócritas de primera y/o son culpables de casi todo pecado en el catalogo. Hemos oído de predicadores que han fornicado, que no pagan sus deudas, han usado y vendido drogas, han hecho cheques falsos, han asesinado, robado, asaltado, han quebrantado hogares, mentido, defraudado, maltratado a sus familias, etc. El descubrimiento de tales pecados en estos predicadores muy pocas veces causa a que sus seguidores se hagan más santos, por lo contrario se hacen más mundanos. La actitud de ellos es- si los predicadores no pueden vivir justamente delante de Dios, entonces para que tratamos nosotros. (2.) Son presa fácil para la falsa doctrina: Un de los grandes peligros de la predicadoritis es de que hace a los miembros presa fácil de las falsas doctrinas. Si el predicador es engañado y es llevado por el error del los malvados y cae de su propio lugar (II Pedro 3:17), sus seguidores usualmente se van con él porque su enfoque personal es el mensajero y no el mensaje. Muchas de las nuevas denominaciones han comenzado de esta manera. Muchas congregaciones han sido divididas de esta manera.
CONCLUSIÓN Todos tienen que tomar en cuenta que toda religión humana es vana (Mateo 15:9). El seguir a un predicador moderno no lo puede llevar al cielo, tal como el seguir a los predicadores antiguos como Lutero, Calvin, o Wesley no los puede llevar al cielo. La religión humana nunca trae las bendiciones espirituales o bendiciones eternas. Tal religión está limitada a esta vida, y cualquier beneficio que salga de las tales está limitado a esta vida. Tal vez traerá un tal de felicidad y satisfacción aquí, pero solamente traerá miseria y tristeza en el mundo que viene. Los predicadores de hoy en día, como Pablo, deben desear fervientemente que la fe de los hermanos ―no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.‖ (I Cor. 2:5). Ellos no deberían de desear ni aceptar la devoción de la gente; la admiración, y el ánimo de ellos, sí, pero la devoción — ¡NUNCA!
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CAPÍTULO XIV LA FALTA DE PREDICADORES Mucho se ha dicho sobre la falta de predicadores. Esto manifiesta una preocupación que desde hace tiempo era necesaria. Se tiene que hablar más sobre este asunto, pero con el énfasis en hacer algo para resolver el problema. La vastedad de predicar el evangelio a 3,000,000,000 de personas con nuestras fuerzas tan cortas es verdaderamente enorme. Se estima que hay cuando menos 16,000 iglesias y 6,000 predicadores. Esto incluye a los liberales y a los conservadores, incluye a predicadores de tiempo completo y predicadores de tiempo medio. En el mundo de hoy, que está constantemente creciendo, necesitamos más y más predicadores, no menos y menos. Es evidente que este asunto merece ser considerado seriamente. Vamos a estudiarlo por todos los ángulos posibles. I. NO ES UN NUEVO FENOMENO Salomón dijo ―… no hay nada nuevo bajo el sol‖ (Eccl. 1:9). Nosotros decimos que ―la historia se repite.‖ Jesús habló de una falta de obreros en Lucas 10:2, diciendo ―Verdaderamente la mies es mucha, pero los obreros son pocos: oren al Señor de la mies, para que mande más obreros a la mies‖. No solamente hablo Jesús de la falta de predicadores, sino que también les dijo a los predicadores lo que deberían de hacer: orar por obreros. El mandamiento de orar por más obreros obviamente tendría más que ver que simplemente orar. También tendría que haber esfuerzos diligentes para resolver el problema. II. LA ESCALA DEL PROBLEMA La falta de predicadores es en escala grande, afecta prácticamente todos los cuerpos religiosos en existencia. Los protestantes están alarmados sobre este asunto. Los oficiales católicos constantemente están escribiendo sobre la falta de reclutas para el sacerdocio. Artículos han aparecido en prácticamente todos los segmentos de los que se llama el ―movimiento de la restoración.‖ Aquellos que tienen familiaridad con las iglesias de Cristo saben muy bien la preocupación sobre este asunto. La grandeza de la escala de la falta de predicadores sugiere que no deberíamos espera encontrar una explicación o una solución superficial al problema. La magnitud del problema sugiere que es un error BÁSICO en concepto y practica. III. LA SITUCIÓN DESCRITA Como uno que siente que conoce bien el problema, este autor cree que la situación puede ser descrita por los siguientes puntos: (1) Algunos hermanos han dejado la predicación por completo. Estos son hombres competentes en el púlpito que ahora solamente están ocupando las bancas. Algunos ni siquiera están haciendo eso.
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(2) Algunos han tomado trabajos seculares, y han hecho la predicación un pasa tiempo. Hombres que en algún tiempo le dieron todo su tiempo a predicar el evangelio, ahora pasan una gran cantidad de su tiempo en el trabajo secular. (3) Algunos se han dado por vencidos. Algunos hombres que estaban en medio de la batalla de la pelea por la verdad, y que eran bien activos en la obra, se han mudado a alguna pequeña iglesia que es inactiva y los cuales están contentos con solamente mantenerse como iglesia con el menos trabajo posible. (4) Menos personas se están dedicando a la obra. Es muy evidente que menos hombres están entrando a la obra de la proclamación pública del evangelio que hace 20 años. Por eso, el problema puede ser descrito como una gotera por los dos lados: menos hombres se están dedicando a la obra, algunos de los que entraron están haciendo menos por la obra en sus actividades, o simplemente dejan de predicar. ¿Nos debería de maravillar, entonces, que haya una falta de predicadores? IV. LAS RASONES DE LA FALTA DE PREDICADORES Como está escrito anteriormente, no deberíamos de esperar encontrar una explicación superficial del problema. Un problema tan grande que ocupa tanto terreno usualmente no tiene una solución fácil. Tiene que haber algo que básicamente está mal. Tenemos que haber empezado mal para estar tan lejos de la meta. ¿Cuáles son las razones de la falta de predicadores? Esta pregunta demanda una consideración seria. Vamos a ser serios al considerla. (1) La naturaleza de nuestros tiempos: La naturaleza de nuestros tiempos contribuye grandemente a la vastedad del problema de la falta de predicadores. Primero, desde la segunda guerra mundial, hemos experimentado una prosperidad que no ha sido igualada en la historia. Esto ha creado una sociedad que es masivamente materialista. Hay una gran demanda, que está incrementando, de individuos educados y estos que tienen la educación ganan más y más dinero. Nuestra filosofía materialista nos dice ―gana todo lo que puedas, y puede todo lo que ganas.‖ Como el granjero exitoso (Lucas 12:16-21), la gente se preocupa más sobre ―cosas‖ en lugar de principios. Las consideraciones materialistas han cegado a muchos de los verdaderos valores, y los han hecho incapaces de pensar en otros términos que no sean de dólares y centavos. Hoy en día un joven con un par de años universitarios puede entrar a alguna profesión y después de cinco años tener un mejor salario que el que recibiría como un predicador del evangelio. Los jóvenes que han sido criados por padres materialistas y que han sido educados por una sociedad materialista son muy probables a no pensar en términos de valores espirituales. Por eso, casi todos le animan, incluyendo sus padres, a que reciban una buena educación y que hagan mucho dinero para que puedan gozar de los lujos de esta vida. Segundo, este materialismo masivo ha resultado en la depreciación de la dedicación. No es muy popular el estar dedicado a principios, especialmente si están correctos. Los comunistas decían que nuestra falta de dedicación eventualmente nos destruiría. Lo más probable es que no seremos destruidos por fuerzas extranjeras sino por nuestra falta de dedicación por dentro. El espíritu de sacrificio casi ha desaparecido de nuestra sociedad. Es muy raro en el cuerpo de Cristo en estos días. Es difícil encontrarlo en la vida de algunos de los predicadores de hoy en día. El egoísmo y un deseo casi lunático por ganancia terrenal y la comodidad han casi destruido ese deseo de ―gastar y ser gastado‖ por las almas (2 Cor. 12:15) el cual motivo a los primeros cristianos y a nuestros antepasados. El espíritu fuerte del pionero se hecho a un lado para que ahora esté la suavidad insípida del materialismo masivo de nuestra moderna sociedad suburbana
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con dos carros en la cochera y una lancha y una camper de viaje en el patio; los cuales han sido hechas posibles por ―planes de pago fáciles‖ en el cual uno paga un dólar de enganche y un dólar para que nos enganchen a nosotros. Esto es muy parecido a lo que caracterizaba al pueblo de Israel en los días de Amos, que trajo la profecía de ―Ay de aquellos que están en paz en Zion‖ por que miraban con envidia los alcances de las sociedades paganas, las cuales eran sus vecinas y ―!!Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel! Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los filisteos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su extensión es mayor que la vuestra, oh vosotros que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad. Duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los novillos de en medio del engordadero; gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.‖ (Amos 6:1-6). En el versículo 8 Amos continua, ―Jehová el Señor juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella.‖ La prosperidad de Israel los había hecho que se preocuparan de la aprobación del mundo y de su propia comodidad que ellos dijeron, ―Y un pariente tomará a cada uno, y lo quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquél: Calla, porque no podemos mencionar el nombre de Jehová.‖ (versículo 10). Y, tal como todas las sociedades materialistas, ellos ―que os alegráis en nada‖ y dijeron, ―¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza?‖ (versículo 13). Así como el caso de nosotros, el materialismo masivo ha depreciado la dedicación al punto de la condenación. Cuando buscamos razones del por que hoy en día faltan predicadores, no podemos sobre pasar el materialismo. Verdaderamente es la punta de la raíz del problema. (2) Los peligros del trabajo, verdaderos o imaginados: Muchos han dejado de ser predicadores de tiempo completo, o han negado ser predicadores por ciertos peligros del trabajo. Algunos son reales; otros son imaginarios y exagerados como medio de justificación propia. Aquí tenemos una lista de algunos de ellos: (a) La falta de seguridad : Muchos predicadores se quejan de que las muchas mudanzas, la minúscula paga y el retiro casi inexistente hacen que el predicar por tiempo completo sea un problema para recibir el seguro social. Verdaderamente, no hay duda, que hay un elemento de verdad en esto, pero muchas veces tales quejas son evidencia de que hay valores mixtos. Nuestro materialismo nos ha causado a olvidar que Jesús nunca prometió a sus seguidores seguro social , pero nos prometió seguridad espiritual . El dijo ―el hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza‖ (Lucas 9:58), y también ―el discípulo no es más que su maestro‖ (Mateo 10:24). Pablo dijo ―hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija‖ (I Cor. 4:11). El dijo ―Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.‖ (Filipenses 4:12). Es verdad de que la mayoría de los predicadores no tienen la promesa de seguridad económica la cual se goza en cualquiera otra profesión, pero cuando tales consideraciones causan a los hermanos a buscar ocupaciones seculares, ellos están apartando sus caras de Dios. Un hermano recientemente dijo lo que Mateo 6:33 dice ―Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.‖ El dijo, ―Ahora lo primero que quiero decir
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sobre este pasaje es que no lo creo.‖ Nos dará un poco de vergüenza su osadía, pero en verdad solo está verbalizando las acciones de muchos de los miembros de la iglesia. No es algo fuera de lo común de que un hermano con mente materialista deje de predicar para tomar un trabajo secular más lucrativo que el que tenía como predicador. Muchas de los tales han tenido buenos salarios como predicadores, pero nunca fue lo suficiente. Cuando empiezan a ganar dos o tres veces más que los predicadores de tiempo completo, empiezan a escribir ferozmente sobre los ―los pastores profesionales‖ y los ―parásitos públicos‖ que se les llama ―predicadores de tiempo completo.‖ Aparentemente han encontrado una de las libretas que Carl Ketcherside tiró a la basura. Es algo extraño el ver como veinticinco o treinta mil dólares al año los convencen que ellos habían estado escrituralmente equivocados por veinticinco o treinta años. También tenemos que notar que su arrepentimiento de sus ―errores pasados‖ nunca crea en él deseo de usar toda su nueva fortuna para regresar los muchos miles de dólares que él tomó ―sin autoridad bíblica‖ de la tesorería de la iglesia cuando trabajaba de predicador de tiempo completo. Verdaderamente es una lógica torcida el pensar que pueden empezar totalmente mal y que ahora están totalmente bien, o que puedan llegar a una destinación escritural mientras caminaron por un camino no escritural. Si verdaderamente estaban tan mal en el pasado, pues que ahora regresen todo el dinero que ―sin autoridad bíblica‖ tomaron de la ofrenda cuando eran predicadores de tiempo completo. Estos hermanos muestran evidencias de todos los síntomas del materialismo que los domina. Ellos claman que han avanzado más allá que el resto de nosotros; ellos repudian aquello que les trajo su prosperidad material; mientras en un tiempo pasado ellos pensaban de si mismos como campeones públicos defensores de la fe, su materialismo los ha hecho suaves hasta el punto de quitarles las ganas de pelear y ahora quieren ser conocidos como los pacifistas con espíritus dulces, excepto cuando pueden aventar piedras de lejos, ambiguamente, proyectiles de papel hacia aquellos que hacen lo que ellos estaban haciendo por muchos años en el pasado. Pero como otros de sus mismas mañas, ¡al ser pacíficos son hacen a veces violentos! Es como un tipo de religión presumida. Ellos no quieren estar envueltos en ―el sistema,‖ pero lo están. Ellos también tienen un problema de identidad; ellos saben que son algo, pero todavía no han descubierto que. Hasta ahora no han podido definir lo que son, ni lo que creen, y están tratando fránticamente de establecer un puente de credibilidad por que niegan que son lo que ellos dicen que son. Se admite que la falta de seguridad económica es un peligro del trabajo para los predicadores, ¿se resolvería el problema si todos dejaran de predicar como tantos han hecho? ¿No sería mejor el enseñar a las iglesias sobre su responsabilidad escritural hacia los que predican el evangelio? Nadie puede decir que no se puede hacer. A los predicadores se les paga mejor ahora que en tiempos pasados. Esta mejora ha sido el resultado de la enseñanza. Más mejoras vendrán de más enseñanza. (b) Controversia continua: Algunos predicadores se han convertido en casualidades en nuestras controversias de la iglesia, y por las tales han decidido apartarse de la predicación. ¿Es posible que hombres que han dado tantos años a la predicación puedan ser tan ignorantes de las enseñanzas de la Biblia? Nunca habrán estos leído 1 de Corintios 11:19, donde Pablo dice, ―Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.‖ o, 1 Juan 2:19, donde Juan dice, ―Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.‖ ¿Es posible que tales hermanos
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no sepan que Pablo predicó el evangelio ―entre muchas contiendas‖? (1 Tesalonicenses 2:2). La paz en la iglesia es relativa y muchas de las veces dura por muy corto tiempo. Tales actitudes son síntomas de nuestra sociedad materialista. Muchos son religiosos pacifistas por que ni aman la verdad ni tienen el carácter moral para ―contender ardientemente por la fe‖ (Judas 3). Ellos están firmes por todo en general pero nada en particular. No es algo fuera de lo común el ver algún artículo donde el predicador anuncia que está en busca de una nueva localidad en la cuál haya ―buenos ancianos y nada de problemas.‖ Lo que está diciendo en verdad es que quiere mudarse a donde no lo necesiten. (c) Problemas sin fin: Algunos predicadores han dejado la predicación de tiempo completo por que dicen que están cansados de los problemas sin fin; que nunca terminaron; entre más hacían y resolvían, el más trabajo que había. En verdad, esto es un punto de preocupación, y uno se cansa de esto. Pero, deberíamos de recordar que Pablo muchas veces habló de sus ―trabajo‖ (2 Cor. 6:5; 11:23; 12:15). No creo que nuestros trabajos sean más de los que él tuvo, ni tampoco nuestras circunstancias son más severas. La vida nunca ha sido fácil para aquellos que quieren servir a Dios fielmente. (d) Descuidando los deberes domésticos: Algunos que han dejado la predicación dicen que la han dejado por que ellos sentían que estaban pecando al descuidar a sus familias; ellos se encontraron con sus hijos que estaban creciendo sin ellos, y el trabajo de sus esposas era muy pesados para ellas. Nuevamente, tenemos que admitir que este es una replicación legitima, pero debemos recordar que los primeros predicadores también tenían familias (I Cor. 9:5), pero esto no los causó a que fallaran en su deber de predicar el evangelio a las almas perdidas. Nuestros antepasados salieron a predicar, dejando a sus familias en casa encargados de levantar la cosecha y a que hicieran lo mejor que pudieran. Las ausencias de ellos de sus hogares eran mucho más extendidas que las de nosotros. ¿Si estos hubieran dejado de predicar por tales dificultades, ¿dónde estaríamos nosotros? (e) La frustración de no ver frutos: Algunos se quejan que no podían ver el resultado de sus labores; que ellos predicaron con todas sus fuerzas, pero miraron pocos resultados. Está queja es usualmente hecha cuando los predicadores no han aprendido la diferencia entre sus trabajos y los de Dios. Pablo dijo ―Yo planté, Apolos regó; pero Dios es el que da el crecimiento‖ (I Cor. 3:6). Ellos tienen que aprender que nuestro trabajo es el de plantar y regar; el trabajo de Dios es el dar el crecimiento. Cuando entendemos que Dios requiere el esfuerzo más que los resultados, entonces dejaremos de hacer tales quejas. ¿No dijo Isaías, ―Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor .‖? (Romanos 10:21). No somos los primeros en tener ese problema. (f) Cansados de la ingratitud : Algunos están demasiadamente preocupados por que su trabajo, aparentemente, no fue apreciado. Los hermanos aparentemente nunca apreciaron lo que estuvo haciendo. Pablo también hablo de esto, diciendo ―amándoos más, sea amado menos‖ (2 Corintios 12:15). El les preguntó a los gálatas, ―¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?‖ (Gálatas 4:16). Tenemos que recordar que, ―Dios no es injusto para olvidar vuestra obra‖ (Hebreos 6:10). Tenemos que aprender a no sorprendernos cuando nuestro trabajo NO sea apreciado, pero ¡a sorprendernos CUANDO LO ES! Esta es la clave de la felicidad en cualquier esfuerzo de profesión. (g ) Las críticas que reciben: Algunos dicen que los hermanos criticaban casi todo lo que hacían. Hay un elemento verídico en esta queja, pero tenemos que recordar nuevamente que nosotros no somos los primeros que la han experimentado, y a la verdad no seremos los últimos. Pablo las tuvo. Hubo aquellos que dijeron ―las cartas son duras y fuertes; mas la presencia
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corporal débil, y la palabra menospreciable‖ (2 Corintios 10:10). Pablo no dejó de predicar por tales comentarios. Lo más probable es que algunos predicadores sean muy sensitivos. (h) Presiones Políticas: Algunos de han desilusionado por causa de las presiones políticas que a veces se le aplican a los predicadores. No es claro el como el dejar de predicar resolverá el problema. Pablo no dejó de predicar ni se dejó llevar, al contrario resistió y expuso a los tales. El habló de aquellos que ―Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones‖ (Filipenses 1:15-16). El puso al desnudo los movimientos políticos de algunos que ―pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne.‖ (Gálatas 6:13), pero dijo, ―a los cuales ni por un momento accedimos a someternos,….‖ (Gálatas 2:5). Juan habló del poder de la política practicada por ―Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.‖ El prometió ―Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.‖‖ (3 Juan 9-10). Después de exponerle da está admonición: ―Amado, no imites lo malo, sino lo bueno….‖ (3 Juan 11). (i) Las demandas de los hermanos: Algunos han dejado de predicar tiempo completo por las muchas demandas que los hermanos requieren de ellos. Ellos se quejan que se les ha hecho casi imposible cumplir con todo lo que demandan los hermanos. Pero nuevamente, el renunciar o dejar de predicar no es la solución. Los predicadores necesitan estudiar su Biblia y preocuparse más con lo que Dios demanda de ellos, y preocuparse menos de lo que los hermanos esperan de ellos. Tenemos que asegurarnos que estemos cumpliendo nuestras responsabilidades a Dios, hacer lo que queramos hacer para quedar bien con los hermanos, y lo demás dejarlo que se lo lleve el viento. Tenemos que enseñarle a los hermanos cual el trabajo del evangelista. (3) Las Fallas de la Iglesia: Las iglesias tienen que cargar con su parte de responsabilidad (culpa) por la falta de predicadores. Estas necesitan ser descubiertas, y todos los hermanos, especialmente los ancianos, necesitan considerarlas seriamente y con oraciones. (a) La dependencia de universidades para entrenar predicadores: No tengo que comentar que por los últimos 100 años las iglesias han dependido exclusivamente en universidades (colegios) que son dirigidas por hermanos para producir los predicadores necesarios para llenar sus púlpitos, esto mientras niegan que creen en arreglos seminarios. Solo desde que la falta de predicadores se hizo tan alta, unas cuantas congregaciones se han dado cuenta de su responsabilidad de animar, entrenar, y mandar predicadores a predicar. Dios tal vez esta usando la crisis de la falta de predicadores para hacer que SUS iglesias vuelvan en si sobre su obligación escritural. En los recientes años algunas (muy pocas) congregaciones han empezado a conducir clases para entrenar a predicadores, y estas han tenido resultados espectaculares. Una iglesia ha conducido 3 sesiones anuales de tales programas, y han puesto a tres hombres a predicar tiempo completo, un promedio de uno por sesión conducida. Si todas las iglesias que tuvieran la posibilidad de hacer un programa (estudio) tal lo hicieran, la falta de predicadores pronto se acabaría. Tenemos que darnos cuenta que cada hermano que se dedica tiempo completo a la predicación no tiene $10,000 dólares para pagar una educación universitaria. Sería bueno si lo pudiera, pero todos nosotros sabemos que eso es esperar mucho de él. En el pasado tristemente, ha habido un ley (que no está en tinta y papel) en la mente de MUCHOS hermanos, que aquellos que no pueden costear la educación para ir a estas universidades (colegios) dirigidas por
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hermanos, no deberían de tratar de hacerse predicadores de tiempo completo. Verdaderamente, algunas iglesias no se tocan el corazón, ellos francamente dicen cuando están buscando un predicador que ellos prefieren una persona que se haya recibido con educación universitaria. Los hermanos ciertamente tienen el derecho de trabajar en las profesiones educativas. Cada hermano con la habilidad de predicar se debería de preparar así mismo para la obra. El puede buscar ayuda donde pueda encontrarla, hasta en una escuela que sea dirigida por hermanos. Pero no es bíblico el que las iglesias en cualquier tiempo o a cualquier grado que DEPENDAN de una institución humana para que haga las obligaciones que Dios impuso sobre ellas. Esto no solamente es un concepto no bíblico, pero la historia nos ha demostrado el gran peligro que tales prácticas presentan a la puridad de iglesia. Cuando todos los predicadores son entrenados por las iglesias es inevitable que las iglesias serán creadas a al imagen de la escuela. Hay escuelas hoy en día que no solamente claman que son fábricas de predicadores, sino que también son centros de entrenamiento para ancianos, diáconos, maestros de clases bíblicas, directores de cantos, etc. Siendo este el caso, ¿Cómo es que las iglesias puedan escapar el ser dominadas por las escuelas? Dejen que los hermanos continúen dirigiendo sus escuelas en su lugar apropiado, y que ofrezcan clases de cursos bíblicos que sean enseñadas por hombres capaces, pero al mismo tiempo las iglesias no deben sentir que las tales disminuyen sus responsabilidad y obligación de animar, entrenar, y de mandar hombres a la viña. Las escuelas jamás podrán entrenar a todos los hombres que deben predicar el evangelio. (b) La falla de animar a los jóvenes: Muchas iglesias ignoran el gran tesoro que son los jóvenes. Tantas veces los jóvenes ocupan indiferentemente los asientos de atrás, nunca reciben ningún tipo de ánimo especial de los miembros, o entrenamiento. Luego nos maravillamos el por que tantos jóvenes dejan de congregarse cuando se alejan de la ―congregación de su hogar‖. Esto pasa por que no se les enseñó a participar en el programa (los servicios) de la iglesia, por esto no sienten ninguna responsabilidad de reunirse. Nosotros no esperaríamos que nuestros jóvenes pudieran recibir una educación en nuestras escuelas públicas, si los maestros los trataran como muchas veces tratamos a nuestros jóvenes en nuestras asambleas. Nosotros esperamos que los maestros miren que participen en las actividades de la clase, y estaríamos muy molestos si supiéramos que se les permitía que durmieran durante clase, o que hablaran, o que pasaran notas. Esperamos que se preparen para sus lecciones escolares, y que traigan a casa buenas calificaciones, pero ¿cuanta atención ponen los maestros o los ancianos a aquellos que nunca hacen ninguna preparación para las clases bíblicas? Cuando los jóvenes que han crecido en este tipo de iglesias crecen y están en el mundo en general, no saben que hacer. Si no hay iglesia en la comunidad donde vives, simplemente están perdidos. ¡Si sugerimos que empiecen una, casi les da un ataque al corazón! ¿Cómo podrán empezar una? ¡No pueden enseñar una clase, o dirigir los himnos, orar en público, o predicar! ¿Cómo podemos esperar esto de ellos? Nunca los entrenamos hacer nada por el parecido. Si las iglesias fueran diligentes en entrenar a los jóvenes a participar en todas las facetas del trabajo de la iglesia local, mucho del problema de la falta de predicadores sería eliminado. Si esto hubiera sido hecho en el pasado, esta crisis nunca hubiera aparecido. (c) El Egoísmo: Muchos predicadores han sido desanimados y desilusionados por causa del egoísmo que caracteriza muchas iglesias. Ellas son egoístas con el dinero del Señor. Ellos hacen que no sea posible que el predicador use su tiempo y talentos en lo máximo por la causa de Cristo; ellos impiden la obra al amarrarlo con trivialidades de la iglesia local y esposándolo al púlpito local no dejándolo ir predicar en series. Hay decenas de lugares donde sus talentos son
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más necesitados que en la tal congregación, pero que no tienen los fondos para apoyarlo financieramente. A algunas iglesias no les importan estas inconveniencias. Ellos tienen que cerciorarse que la tesorería nunca baje de cinco o seis mil dólares. Y tienen la actitud de que ―nosotros le pagamos al predicador para que nos predique a nosotros.‖ Entonces, tenemos a hermanos que están predicando en áreas duras con salario insuficiente. Ellos RUEGAN por ayuda, ¡pero sus ruegos caen en oídos sordos! Los hermanos tiene que cuidar la tesorería local con sus vidas; porque que tal si repentinamente tienen una emergencia. (¡Si, el Señor podría venir!) Si ayudan al tal hermano, le mandan un cheque de diez dólares al mes para calmar sus conciencias, ¡y en muchos de los casos puede estar de dos a tres meses tarde! Y aun más, el único contacto que muchos de estos predicadores que se sacrifican por la obra puede ser la minúscula ayuda que le mandan estas iglesias. Nunca le mandan unas palabras de animo; nunca le preguntan sobre su progreso o sus necesidades, y en muchos de los casos sus reportes mensuales usualmente llegan al bote de la basura tan rápido como lo reciben. (4) Fallas en nuestros hogares: Un factor que contribuye a la falta de predicadores es nuestra propia falla como padres de enseñarles a nuestros hijos un sentir de responsabilidad personal. Es muy común el oír hoy en día a los padres decir que no quieren que sus hijos sean predicadores, o que sus hijas se casen con predicadores. El problema no es solamente que no estamos animando a nuestros jóvenes a entregar sus vidas al tal obra, sino que activamente los desanimamos para que no lo hagan. Cuando se le preguntó a cierto presidente de un colegio del por que la declinación del número de predicadores estudiantes que se inscribían, el contestó: ―Hace veinte años los jóvenes venían con un deseo ardiente de predicar el evangelio, el tal deseo lo aprendieron de sus hogares, pero ahora la mayoría de nuestros estudiantes vienen con el deseo de hacer otras cosas. Muchos deciden predicar mientras están en la escuela, u otros después que se van.‖ Esto es uno de los problemas más básicos en el problema de la falta de predicadores. Los padres están fallando en enseñarles a los jóvenes que ellos tienen una responsabilidad de enseñar a otros (Hebreos 5:12). (5) Predicadores Caprichosos: El capricho en los predicadores ha añadido a los problemas de la falta de predicadores. Muchos han dejado de predicar tiempo completo por causa de sus faltas personales. De seguro, tales hermanos usualmente les echan la culpa a otros, pero el verdadero problema está en ellos mismos. (a) Dictadores determinados: Algunos predicadores están determinados a ser dictadores sobre lo que los hermanos creen y practican en donde ellos predican. Algunos quieren ser dictadores sobre las acciones y costumbres de la iglesia por toda el área en donde trabajan, y buscan tener este control por medio de la política entre los hermanos. Ellos personalmente hacen una cruzada de una idea particular como si fuera un caso de vida o muerte. Se tomarán años en darse cuenta que los hermanos no se van a dejar gobernar e inclinarse hacia él, pero tal descubrimiento es mucho para ellos. Si no pueden hacer lo que ellos quieren, entonces se van a buscar un trabajo secular. Entonces, ellos dejan de predicar por tiempo completo porque no pudieron ser dictadores. (b) Tácticas Antagonistas: Los predicadores muchas veces saben menos de las relaciones entre seres humanos que todos los demás, ellos tienen que saber más de tales relaciones. Ellos constantemente son antagonisticos. Ellos son muy capaces desde el púlpito, pero constantemente son ásperos con los hermanos y caen mal. Unos cuantos años de ser así y se les acaban los lugares donde pueden predicar, se vuelven agrios en contra de los hermanos y se buscan un trabajo secular.
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(c) Profesionalismo por dinero: Muchos predicadores han dejado de predicar por tiempo completo porque miraban la predicación como una profesión, en lugar de una responsabilidad. SI tienen la oportunidad de ganar más dinero haciendo otra cosa, ellos pueden apagar y prender la predicación como si fuera un foco. Cuando ―el pasto se pone corto,‖ se ponen a predicar más y son predicadores más activos. Tales hermanos son oportunistas y asalariados, y no conocen el espíritu de Pablo el cual dijo ―Ay de mi si no predico el evangelio‖ (I Corintios 9:16). V. LAS CONCECUENCIA DE LA FALTA DE PREDICADORES Necesitamos considerar las consecuencias de la falta de predicadores. Necesitamos saber nuestra condición presente en orden de que nuestro trabajo presente sea más efectivo durante esta crisis. (1) Bajar nuestras expectativas: Tenemos que bajar nuestras expectativas para los predicadores. Como fue mencionado anteriormente, tradicionalmente esperamos que el predicador tenga una educación universitaria. Para sustentar la necesidad, esta práctica tiene que terminar. Aquellos que muestran tener potencial y habilidad deberían de ser animados, entrenados y aceptados. Esta es la manera que debería de haber sido desde el principio. Esto, también, quiere decir que hombres que tienen menor habilidad estarán predicando. Ya hemos visto este efecto. Hay menos y menos hombres los cuales quieran aceptar el desafío, ya se en el campo del error denominacional, evidencias, ateísmo, o cualquier otro tema que pongamos. Esto quiere decir que todos aquellos que sean capaces en estos temas tienen que expandir sus actividades. (2) Persistencia personal: Aquellos que entran a la predicación de tiempo completo tienen que ser persistente en su búsqueda de conocimiento. Es necesario que tales hermanos pasen mucho de su tiempo leyendo y estudiando. Ellos no deberían de tener ninguna vergüenza en preguntarle a hermanos capaces por ayuda, y tales hermanos deben de dar la ayuda necesaria (2 Timoteo 2:2). (3) Amplia circulación: Todos los predicadores de tiempo completo tiene que sobre extenderse un poco más. No deberíamos de limitarnos a nosotros mismos a una congregación, pero circular tanto como posible para que nuestra buena influencia sea sentida más ampliamente. Cada predicador tiene que trabajar un poco más duro para hacer el trabajo que la falta de predicadores ha dejado sin hacer. Esto también quiere decir que las iglesias tienen que dejar de ser egoístas con sus predicadores al imponerles que se queden a predicar en la congregación local para que sirva de niñero y del trabajo social. (4) La falta de predicación: Es obvio que la falta de predicadores causa falta de predicación. Menos personas oyen la palabra y menos se convierten a la verdad. Esto es una triste consecuencia a la falta de predicadores, debería de hacer que los cristianos se pusieran más determinados para resolver el problema tan pronto como se pueda. VI. SOLUCIONES ¿Qué es lo que podemos hacer para resolver el problema? Esto es una pregunta de gran importancia. Muchas sugerencias se han hecho durante este estudio para resolver el problema. Vamos a ver estas otra vez y añadir unas cuantas. (1) Cada iglesia que tenga un predicador y las posibilidades deberían de empezar a implementar un plan de entrenamiento de predicadores diseñado para animar y crear predicadores (Efesios 4:16; 2 Timoteo 2:2).
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(2) Que todos los hogares e iglesias se determinen a enfatizar la responsabilidad personal en el enseñar (Hebreos 5:12). (3) Que cada predicador de tiempo completo se determine a ponerse más activo, y sacrificarse en sus labores (2 Corintios 12:12-15). (4) Que todos los cristianos se dediquen a mejorar en general la vida del predicador, y que entonces la vida y el trabajo del predicador se vuelva más atractiva a los jóvenes. Se le debería de poner atención al salario, la relación entre la iglesia y el predicador, las condiciones de trabajo, y el animar al predicador en su trabajo. (5) Que todos los predicadores que han disminuido sus actividades, o que se han convertido en predicadores de medio tiempo, que tomen un inventario personal para ver si las razones por el cual se hicieron menos activos son verdaderamente validas, y que regresen a las filas y que peleen con el mismo vigor por el que fueron conocidos en algún tiempo. (6) Que los hermanos escriban y enseñen más sobre la falta de predicadores, las causas y las soluciones. Pongamos esto en la mente de los hermanos a donde quiera que vayamos, y que les causemos que sientan la responsabilidad de resolver el problema. (7) Hay que dejar que más y más predicadores de medio tiempo se conviertan en predicadores de tiempo completo. (8) Los predicadores y los maestros tienen que enseñar duramente sobre el materialismo de nuestros tiempos. Es el villano más grande en la falta de predicadores. Hasta que eduquemos a las personas a pensar en los verdaderos valores, el problema de la falta de predicadores no se va a acabar. (9) Todos los predicadores tienen que dejar de quejarse de su suerte en la vida. Ellos tienen que actuar más como hombres que como niños. Si hay verdaderos meritos para sus quejas, háganlo presente a los hermanos. Si las quejas son parte de un programa persistente de lástima, ponlo a un lado. Paren de imaginarse y de exagerar. (10) Que todos los cristianos oren por más obreros (Lucas 10:1-3). Nuestras fallas de hacer esto tal vez haya causado está crisis presente. En el mejor interés de nuestras almas, y las almas de las generaciones todavía no nacidas, tenemos que resolver el problema de la falta de predicadores. No hay un mejor tiempo para empezar que ahora. El problema es demasiado serio para que seamos negligentes. La procrastinación podrá significar la perdida de almas. Cada persona que lee esto pregúntese así mismo: ¿Qué es lo que puedo hacer para ayudar? Si tiene la habilidad y el deseo de convertirse en un predicador de tiempo completo, empiece hoy mismo. Hay muchas oportunidades que te esperan, y los premios en almas salvas y la satisfacción personal es fabulosa. Recuerda, cualquier excusa que te justifique en no convertirte en un predicador de tiempo completo, justificarán a todos aquellos que han dejado de predicar. Los predicadores tienen los mismos derechos que todos los demás. NOTAS DEL TRADUCTOR: En la obra de habla hispana hay una falta terrible de hombres justos y santos que prediquen el evangelio. La mayoría de los predicadores que hoy están predicando de tiempo completo están envejeciendo y muchos son avanzados en años. Cuando ellos mueran, van a dejar
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un hueco mayor en la falta de predicadores del que ya existe en las iglesias de la obra hispana. Menos y menos jóvenes están entrando en la obra de tiempo completo. Otros problemas que yo personalmente he visto, es que hay muchos hermanos que piensan la iglesia no necesita un predicador y que las iglesias no están entrenando a hombres capaces para que sean predicadores del evangelio. También he visto que las iglesias no están considerando seriamente su responsabilidad de apoyar financieramente a sus propios predicadores. Les dejan el trabajo a los hermanos de habla inglesa y ellos poquitean en el salario de su propio predicador. La mayoría de los predicadores de habla hispana viven de salarios minúsculos. Las razones son las que están mencionadas arriba. Los hijos de estos hermanos no desean predicar el evangelio de tiempo completo, no quieren vivir hundidos en la terrible pobreza y la deprivación que esto causó a sus familias. Algunos predicadores han sido forzados a tomar un trabajo secular para poder seguir predicando (no tomaron estos trabajos por que deseaban hacerse ricos y de muchos bienes sino por una extrema falta de salario) y aunque están predicando no pueden hacer tanto como podrían hacer si no tuvieran que preocuparse de un trabajo secular. Los hermanos que piensan que no necesitan un predicador han ayudado a esto. Si ellos piensan que no necesitan un predicador, es obvio que piensan que otras iglesias tampoco los necesitan. En otras palabras estas iglesias no van a ayudar a ningún predicador con salario regular o en alguna cantidad significante. Otras iglesias ponen sus responsabilidades de cumplir con su deber de dar un salario a su propio predicador en otras iglesias. Lo que ellos piensan es que ya tiene salario de otra parte, nosotros no le debemos nada. Imaginense, esto es lo que dicen de su propio predicador, ¿que dirán del otro predicador que necesite salario? Lo más triste del caso de los hermanos que piensan que la iglesia no necesita un predicador es que están haciendo algo en contra del orden de Dios. ―Y É l mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministeri o, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;‖ (Efesios 4:11-13). Dios puso este orden para el crecimiento de la iglesia, cuando los hermanos no desean este orden ellos están impidiendo el crecimiento de los hermanos y la iglesia. Los predicadores son tan necesarios como los ancianos de la iglesia. Claro está que si no hay hombres calificados para ser ancianos no se puede tener ancianos y si no hay hombres dedicados para la predicación no se puede tener predicador. El problema es cuando los hermanos deciden que no necesitan predicadores o ancianos; que ellos lo pueden hacer solos, en otras palabras desprecian el orden que Dios dio. Hasta cierto punto, están haciendo la obra del enemigo. Hace unas cuantas decadas en la iglesia de habla inglesa hubo este mismo movimiento. Se le llamaba el movimiento de la mutua edificación. Los hermanos prometían que ellos podrían hacer el trabajo del predicador y por eso no era necesario tener uno. Lo que pasó es que en verdad no hicieron el trabajo. La iglesia empezó a morir de hambre espiritual. El trabajo local no se hacía por que todos estaban trabajando en sus trabajos seculares y en sus negocios personales; los sermones del púlpito eran demasiado superficiales para el crecimiento de la iglesia. Estas iglesias duraron un buen número de años, pero como no había crecimiento ni alimento espiritual, eventualmente estas iglesias se murieron. Los miembros que siguieron la verdad se fueron a otras iglesias donde había alimento espiritual y los que se quedaron eventualmente se fueron al mundo y estas iglesias murieron. Los jóvenes se perdieron y el movimiento de la edificación mutua se termino.
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Esto es lo que nos espera en la obra hispana en las décadas que vienen. Muchas, sino todas las iglesias que tienen estas enseñanzas van a desaparecer. El problema es que hay tan poquitas iglesias de habla hispana que este problema verdaderamente va a resultar en la perdida de miles de almas (incluyendo la de nuestros hijos si no tenemos cuidado). Mis hermanos que viven en los Estados Unidos, ¿Cuántas iglesias han sido establecidas en los últimos años en nuestro país? No muchas, y esto es por causa de la falta de obreros y la falta del deseo de que el evangelio siga siendo esparcido. Mis hermanos, les ruego que se empiecen a predicar el evangelio de tiempo completo. Les pido a las iglesias que se sacrifiquen un poco para que puedan apoyar con salario a nuestros hermanos predicadores, sobre todo a aquellos que están cerca de ustedes. Les pido a los predicadores que entrenen a jóvenes a ser evangelistas y que las iglesias apoyen a estos jóvenes para que prediquen el evangelio también. Es tiempo de despertar, si usted no puede predicar de tiempo completo ayude a aquellos que si lo desean hacer. Ayuden individualmente a los predicadores, por que muchas iglesias no están listas para ayudar (digo esto con tristeza). Si no pueden ayudar con salario, prediquen aunque sea de medio tiempo. Cuando digo prediquen, no me refiero a que se paren en el púlpito solamente. Cualquier cotorro puede hacer eso. Me refiero a ir a tocar puertas, dar estudios por los hogares, esforzarse en estudiar con los débiles, ponerse firmes en contra del pecado, reestablecer a los que han caído, escribir y publicar los estudios que ellos presenten, y hacer oír su voz en las juntas de varones para que puedan ayudar a aquellos que si están predicando de tiempo completo. --Juan Sánchez
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CAPÍTULO XV LOS PREDICADORES QUE SE PROMUEVEN A SI MISMOS INTRODUCCIÓN Los predicadores son algunas de las personas más influenciales en la iglesia en cualquier tiempo. Pablo reconocía esto y por eso le animó a Timoteo a que ―sea ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza‖ (I Tim. 4:12). Tal posición pone al predicador bajo una gran obligación de siempre actuar en una manera buena. Santiago dijo ―hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.‖ (Santiago 3:1). Al leer este pasaje en contexto, hasta nos hace concluir que Santiago está hablando de que los HOMBRES esperan más del predicador público que de los demás hermanos. Pero no quiero decir que este versículo no puede ser interpretado como que Dios también espera lo mismo de los predicadores. Por lo regular, los predicadores son buenas y honestas personas, pero a veces uno se desanima por lo que mira en algunos. Sería muy fácil convertirnos en cínicos, como algunos han hecho, pero eso no sería correcto. Las personas razonables se dan cuenta del error de generalizar de más en cosas especificas. Nunca es buen el identificar a todas las personas con un grupo o clase de ―malos ejemplos.‖ Lo que sería justo es que negaremos y condenaremos a los malos y que aceptemos a los buenos sin tomar en cuenta a que grupo o clase que pertenece. Así que nos deberíamos de alejar de las acusaciones que se han hecho sobre diferentes clases de personas tal como los doctores, abogados, afro-americanos, los de raza blanca, los indios solamente por las acciones que uno o dos de esos grupos han hecho. LA MEDIDA DE UN PREDICADOR Generalmente hablando, los predicadores y los hermanos, miden el éxito de un predicador (o la falta del tal) en la base del tamaño de la iglesia para la cual predica, el número de series o debates que hace, los artículos que escribe, el ser el editor o editor asociado de alguna publicación, o su posición en alguna escuela. Ellos tienden a evaluarse así mismos como ―pobres diablos‖ los cuales no tienen estadísticas impresionantes en estas áreas. Estos envidian a aquellos los cuales son bien conocidos por sus actividades en estas áreas. Los predicadores jóvenes usualmente hacen que el trabajo en estas áreas sea el preeminente en su meta como predicador, así que se vuelven bien agresivos en sus esfuerzos en realizarlos. Ellos se envuelven en la política, en empujar y aventar a sus compañeros predicadores en orden de poder satisfacer sus ambiciones. ¡Para hablar, ellos escalan hasta la cima de la montaña sobre los cuerpos muertos de todos aquellos que cruzaron su camino! Es la misma vieja batalla de quien va a ser el más grande (Marcos 9:33-37). Muchos aun no saben la respuesta, o no pueden reconocer la respuesta que el Señor dio. Tarde o temprano el individuo observante se da cuenta de que hay un gran número de buenos hombres en la iglesia los cuales no predican en muchas series, los cuales no escriben papeles, y no harían o se esforzarían a tener debates públicos por temor de que la verdad sufra por los tales. Estos nunca han estado en el ojo público de la hermandad, y no tienen el deseo de 107
estarlo, y nunca van a ser conocidos entre la hermandad como ―grandes‖ o ―famosos‖ predicadores, o como ―escolares,‖ pero hacen un mayor trabajo para Dios y los hombres que aquellos que están en el ojo público de la hermandad, o están empujando y aventando para tener esta fama. LOS ELEMENTOS PERDIDOS EN EL DIALOGO En las juntas de predicadores de todas clases, los predicadores ―grandes‖ o ―de renombre‖ siempre vienen a la conversación. No es algo fuera de lo común el oír a alguien decir, ―Yo no se lo que los hermanos miran en él, sus predicaciones son tan superficiales como el agua en una rama,‖ o , ―este no es nada elocuente, y aun así, siempre está predicando en ―X‖ número de series cada año, etc.‖ Las varias respuestas a tales conversaciones son revelantes e interesantes. Algunos dirán que toda la conversación es solamente ―celos de predicador.‖ (Lo cual en muchos de los casos es verdad). Otros explican que la popularidad de tales predicadores tiene que ver más con el superficialismo de los hermanos, así que les gustan las predicaciones superficiales. Otros dicen que es porque predican sermones cortos, y como a los hermanos no les gustan los sermones largos, él es popular con la muchedumbre. Las interpretaciones de este fenómeno son variadas e interesantes. Pero hay otra posible explicación que no se toma en cuenta o no se conoce; tal vez porque muchos tratan de esconder el punto a menos de que manche la imagen del predicador popular y le daría un sonido hueco a las palabras de los hermanos que presumen cuantas series predican al año. Bueno, ¿cuál es esta otra posibilidad? Es la practica de promoverse así mismo. ¿PROMOCIÓN, ―SIN VERGÜENZA,‖ O TALENTO? Algunos predicadores predican en bastantes series por que están agresivamente promoviendose así mismos para que los inviten. Así que, la cantidad de series que predique un predicador no necesariamente dice que tan popular o talentoso es él, sino ¡que tan sin vergüenza es! Durante las series ellos usan la politicar con los hermanos más indicados para que los inviten de nuevo. Ellos dan a entender fuertemente que desean volver, o simplemente piden que lo inviten otra vez. Ellos hacen las amistades adecuadas y cultivan y/o explotan esa amistad en las iglesias en las cuales no han estado e influencian a estas personas para que los promuevan en la siguiente serie. Ellos dicen cosas desde el púlpito que están diseñadas para que los inviten a otras series. Yo conocí un predicador que se tomó 20 minutos de su sermón para hablar altamente de todos los visitantes de las congregaciones vecinas que habían visitado. El dijo, ―Estamos muy contentos de tener al hermano fulanito de ________ con nosotros.‖ Yo estuve predicando con ellos una serie hace unos 2 o 3 años. Nos la pasamos muy bien. No me han invitado otra vez, pero espero que me inviten pronto.‖ Y allá esta el hermano sotanito de allá en _______. Esa es una buena congregación. Yo he oído muy buenas cosa de esa iglesia. Yo siempre he querido que me inviten a predicar en una serie.‖ Otro predicador que yo conocí estaba predicando en una serie y durante el sermón sacó otro tema del cual no había predicado en la serie. El dijo, ―Oh, ni modo, no tengo el tiempo para predicar ese tema esta vez; me tendrán que invitar otra vez a otra serie para que les predique sobre ese tema.‖ Otra práctica que los predicadores ambiciosos tienen es que hablan mal de los ―predicadores famosos‖ los cuales siempre tienen muchas series, esperando que los hermanos ya no inviten a estos predicados.
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También están aquellos que hacen una serie de lecciones en ciertos temas los cuales ellos piensan que son muy especiales y buenas (¡Algunos predicadores no son presumidos, sino que están convencidos!) así que escriben a las iglesias para que los inviten a presentar las tales lecciones. Un hermano una vez me comentó de un predicador que llegó a su casa de visita. Durante la conversación el hermano le preguntó al predicador sobre un tema que salió durante la clase de la semana pasada. Rápidamente, el predicador dijo, ―Permitanme que venga a predicarles unas cuantas noches sobre este tema, tengo mucho material y es muy bueno sobre ese tema.‖ Al hermano le sorprendió su ―osadía,‖ pero ¡el predicador no lo dejo en paz hasta que el hermano accedió a traer su petición a la junta de varones! El predicador consiguió lo que él quería, una invitación a predicar por varias noches sobre el tema. Después él predicador me dijo que, ―La iglesia en _______ quería que viniera él a predicarles por unas cuantas noches sobre ________.‖ Eso no era verdad. ¡Los hermanos le PERMITIERON venir a predicarles porque no sabían como decirle que no! En un almuerzo de predicadores yo oí a un predicador joven preguntarle a otro el cual vivía cerca de él, si tenía algunos materiales sobre ciertos temas. El otro predicador respondió, ―Claro que sí, tengo un material estupendo sobre el tema, ¿Por qué preguntas?‖ El predicador joven dijo, ―he estado estudiando sobre este asunto con algunas personas en sus hogares, y me gustaría un poco de ayuda.‖ El predicador no ofreció ninguna tipo de ayuda, pero si dijo ―pregunta si puedo debatir al predicador de ellos.‖ Lo más interesante del asunto es que yo había estado hablando con ese predicador sobre este mismo asunto. Conociendo que este predicador se promovía a si mismo, yo estaba tratando de ser diplomático en la manera de enseñarle que tal promoción propia dejaba un mal sabor en la boca, y no debería de ser una cualidad del siervo de Dios. Este me aseguró que tal práctica le era asquerosa y que él nunca haría eso. Es suficientemente mal el participar en esta práctica, pero es mucho peor cuando uno lo hace y luego lo niega. Yo he participado en unos cuantos debates, pero 95% de ellos fueron acomodados por alguien más que luego me pidió que participara. El resto de los debates ocurrieron en el trabajo local y en series. También he declinado debatir en unos cuantos debates y les sugerí a la iglesia otro hermano que yo pensé que haría un mejor trabajo que yo. En algunas ocasiones también ofrecí mis servicios para predicar en alguna serie de alguna pequeña congregación que apenas estaba empezando y no podía pagar por falta de fondos. Nunca he ofrecido mis servicios a alguna congregación donde esperaba que me pagaran. HACIENDOLO Y NEGANDOLO Me he dado cuenta que los predicadores son muy buenos para hacer reglas para otros que ellos mismos no obedecen. Por ejemplo, estaba predicando en una serie donde predicaba uno de estos predicadores bien conocidos. Es muy conocido por que lo invitan mucho a series. El me estaba diciendo de un predicador el cual predicó una serie con ellos, y como estaba usando la política para que lo volvieran a invitar. Lo llamó un político. Algún tiempo después estaba predicando una serie en otra congregación y el predicador local me dijo que aquel predicador que acusaba al otro de político, había escrito a la iglesia ¡pidiendo que lo invitaran a predicar una serie! ―Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba‖ (Romanos 14:22). Casi todos los predicadores que conozco miran desfavorablemente a los predicadores que se promueven a sí mismos. ¡Es el objeto de duro criticismo entre los predicadores, y aquellos que son conocidos por hacer esto son una farsa! ¿Pero que tal aquellos que hablan mal de estoy y
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luego ellos mismos lo hacen? O ¿estarán engañados a pensar que no lo hacen? O ¿hablan mal de los otros porque tal vez sientan que están entrando a su territorio? HACER UNA MEJOR RATONERA Ralph Waldo Emerson (1803-1882) dijo, ―Si un hombre escribe un mejor libro, hace un mejor sermón, o una mejor ratonera que su vecino, aunque viva en el bosque, el mundo hará un camino para su casa para encontrarlo.‖ Lo cual si lo interpretamos significa, si puedes hacer el trabajo, hazlo, y tus servicios serán buscados. Si los hermanos te quieren oír, ellos te van a hablar. Si no te hablan, tómalo como que no desean tus servicios, así que sirve a Dios diligentemente donde tu estas. Yo escuche a un profesor en una clase de empresas privadas que dijo que el proverbio de Emerson era pura mentira. Su punto era de que el sistema de empresas está basado en la idea de que ―uno gana cuando anuncia,‖ y si alguien quiere ser exitoso en este tipo de sistema, él tiene que emplear tácticas de Madison Avenue, y poner el nombre de su ―ratonera‖ en los corazones y lenguas de la población. Obviamente, algunos predicadores están de acuerdo con esto, pero ¿será buena esta actitud, que un predicador del evangelio use tales tácticas? Una gran parte de los avisos (comerciales) de Madison Avenue de nuestros tiempos son insultos a nuestra inteligencia. Lo mismo puede ser dicho de la manera corriente en que algunos predicadores se promueven a sí mismos. ¡Sus acciones insultan la inteligencia de los hermanos porque nos implica que nunca hubiéramos reconocido su gran habilidad, si él no nos hubiera dicho! AYUDANDO A LOS QUE SE PROMUEVEN A SÍ MISMOS Al otro lado de la moneda, es asombroso en como los hermanos responden en ayuda y apoyo a estos hermanos que se promueven a sí mismos. Usualmente los reciben con brazos abiertos, y les dan el púlpito regalado. Tiene que haber una mejor razón del por que invitar a un predicador que solamente el acto de que él lo haya pedido. Yo no creo tanto en mis talentos para pedirle a una iglesia que me invite, y yo verdaderamente no pienso que ni yo o ellos vamos a sufrir algún daño irreparable si no me invitan. Si creo que puedo, y pienso que puedo hacer una buena contribución en la obra del Señor en un tal lugar, yo trato de responder positivamente cuando los hermanos me honran con una invitación a predicar en una serie. Pero cuando voy a predicar en una serie en alguna congregación, yo quiero sentir que yo estoy allí por que quisieron que yo viniera, no por que no tuvieron los pantalones para negar mi ―osadía.‖ Si esto no es la manera que debería ser, entonces he fallado en entender el espíritu y tono del Nuevo Testamento, en la actitud que debería de caracterizar al siervo del Señor, y en simplemente en tener modales. Si yo pudiera hacer lo que yo quisiera (y no siempre puedo hacer esto), ningún predicador que pidiera predicar aquí, predicaría aquí donde predico. CONCLUSIÓN A todos los predicadores les gusta sentir que los hermanos reconocen su trabajo. No deberíamos de ver eso mal. Pero, el deseo de ser reconocidos debe quedarse en perspectiva. Cuando el deseo de ser reconocido lleva más peso que los principios que gobiernan el espíritu y actitud que gobiernan al cristiano, tenemos que tomar un paso atrás y examinar nuestras actitudes. Es solo natural que los predicadores se quieran sentir exitosos en su campo de trabajo,
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pero tenemos que tener cuidado que no usemos una vara de medir incorrecta para medir lo que constituye un éxito. Es muy fácil de que la filosofía mundana se escabulla dentro de la iglesia, y muchas de las veces la miramos en los predicadores y en los que los evalúan. Hay mucho trabajo para todos, y vamos a dar las gracias los unos por los otros, y que cada uno trabaje donde y cuando y como pueda para que la causa de Cristo avance y hay que dejar que el reconocimiento, o la popularidad, o lo que se le llame, se arregle por si misma. ¡Recuerden, el rango más alto que uno puede atener en el reino de los cielos es el de ser un siervo!
THE BIG PREACHER SYNDROME There was a preacher of note Who thought he'd missed the boat; He never got greetings, Nor held big meetings For churches near and remote. But once he was told By a preacher quite bold: "You must promote your self Or be laid on the shelf Until you are wrinkled and old." So, loosed from his fetters He began to write letters To men of position Like a real politician, Now he's one of o' the go-getters! He stands big and straight and tall; He's a man of monumental gall! He writes for the papers And pulls other capers, And preaches for churches not small. Once he was just plain Amos, But now he's big a famous; He's a very big man, He thinks he's just grand, On this his decision's unanimous! James P. Needham 3/29/74
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CAPÍTULO XVI DE PREDICADORES, PONTÍFICES, Y PROYECTOS INTRODUCCIÓN Como regla, los predicadores del evangelio son grandes hombres, pero ellos también están expuestos al error y al pecado como el resto de nosotros. La historia mostrará que los predicadores han tenido una influencia tremenda en el mundo. Si combinamos todas, probablemente la influencia de los predicadores sobre el mundo ha sido más grande que el de cualquier otro grupo que haya existido. Esta verdad pone una responsabilidad tremenda en los hombros de aquellos que predican y es increíblemente grande al contemplarla. Hay una gran necesidad de precaución y pensamiento en cada palabra o hecho. EL PODER CORROMPE La influencia se presenta como un gran peligro para los dos, los que son influenciados y los que tienen la influencia. No hay un mejor ejemplo de esto que el rey Saúl. El era un hombre humilde cuando Dios lo escogió para reinar sobre su pueblo. El sentía que no se lo merecía y trató de quitarse la responsabilidad. Pero fue corrompido por el poder. Se hizo vengativo, pontíficial, y desagradable. Hasta se reveló en contra de Dios. El no sentía ningún deber de ser guiado por su palabra, y buscaba matar a David, el ungido de Dios. Hemos visto hombres que fueron humildes, mansos que se han vuelto predicadores dictadores. Algunos hombres no pueden manejar ninguna posición de influencia. Se les va a la cabeza, y los corrompe. Algunos han dejado ocupaciones humildes para predicar el evangelio, otros acaban de salir de la adolescencia. Estos podrán ser ―bebés‖ en la predicación, pero se sienten que tienen que ser pontífices en cada problema que aparezca. Ellos son predicadores, y los predicadores supuestamente tienen que ser los hombres con las respuestas y los revolvedores de problemas, así que sin ningún gran conocimiento o experiencia, ellos ―se avientan a donde los ángeles temen andar.‖ Estos predicadores constantemente están en problemas. Una vez oí a un predicador joven decirle a otro en un almuerzo, ―Yo vivo en _________, si tienes algún problema, llámame.‖ A veces los predicadores más viejos y experimentados son aún más peligrosos. Estos pueden ser editores, presidentes universitarios, o predicadores ampliamente conocidos — tal vez los tres al mismo tiempo. Ellos no están contentos con ser humildes, predicadores que trabajan duramente, estos se han convertido a sí mismos en los reguladores de la hermandad. Como individuos o como grupos estos muchas de las veces crean para sí mismos una amplia base de poder la cual es peligrosa. Ellos piensan de la iglesia como un partido político en el cual ellos son la cabeza. Centros de poder e influencia son creados los cuales se convierten en estructuras de poder político con una influencia peligrosa sobre el pensamiento de los hermanos y las iglesias. Ellos se vuelven celosos de su poder y posición y son rápidos y duros en sus reacciones a la menor crítica de su centro de poder, sin importar que la crítica haya sido hecha con buenas intenciones. Los que se oponen y honestamente cuestionan son marcados o los boicotean. Las líneas de comunión son rápidamente marcadas por causas que todos admiten que son opiniones.
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El creer o el apoyar sus proyectos no es esencial para ir al cielo, pero son esenciales para tener comunión y que los traten bien los hermanos. Cada generación tienen uno o dos poderosos tales. Algunos de nosotros podemos recordar el cuando el ser escritos en contra en alguna revista era casi como decir que estábamos excomulgados de la iglesia en la mente de muchos. Yo estoy tan viejo para recordad cuando uno no podría conseguir un trabajo en algunas iglesias a menos que asistieran a cierto Colegio (universidad). Las series en algunos colegios (universidades) pueden convertirse en convenciones para algún partido para aquellos que asisten, y para algunos que los producen. En las mentes de algunas iglesias y ancianos se ha concebido la idea de que los predicadores deben asistir a estas convenciones para apoyar al partido del cual son fieles y para que ellos aprendan las últimas ideas del partido. Para algunos, el que se le pregunte que participen en tales series universitarias es casi como ser ―canonizado,‖ y la iglesia a la cual el predicador honorado pertenece es elevada a los rangos más altos de los círculos del partido. Un predicador una vez me comentó que si solo se le pidiera que escribiera para una publicación particular y que se le invitara a alguna serie de colegio (universitaria) aunque no se le promoviera detrás de las cortinas, el se sentiría como que estaría completo. Nos guste admitirlo o no, con muchos esta es el criterio de la grandeza de un predicador. Los ancianos usualmente asisten a las series de colegio (universitarias) para buscar predicadores para trabajar con ellos, o para invitarlos a series. Los colegios (universidades) y las oficinas editoriales se han convertido en una agencia de trabajo para los predicadores, teniendo una influencia que no les pertenece y que es peligrosa (tal vez sin intenciones) sobre las iglesias y los predicadores en la cuestión de QUIEN va a predicar DONDE. Cuando era un predicador joven, se me ofreció un trabajo por unos ancianos porque ―Me había estado juntando con los hermanos apropiados,‖ principalmente, algunos hermanos los cuales estaban publicando un periódico ampliamente leído. Muchas iglesias buscan que los colegios (universidades) entrenen, escojan, y recomienden a los predicadores por ellos. La mayor recomendación que un predicador puede tener es la de su profesor de colegio (universitario). Yo recuerdo cuando era casi imposible ser invitado a alguna iglesia a menos de que un cierto colegio (universidad) te recomendara. ¡Y nunca serías invitado si hubieras asistido a ese colegio (universidad), y el colegio no te recomendara! CUANDO LA COLA MUEVE AL PERRO Esta es la vieja, vieja historia de a cola moviendo al perro. Los proyectos humanos siempre son introducidos como expedientes y organizaciones serviciales, pero crecen y se convierten en asuntos de fe y organizaciones a las que SERVIMOS. En la mente de muchos, la iglesia vive para servir a estas organizaciones humanas. Tales organizaciones se vuelven se hacen su centro de dirección. Ellos se convierten en manipuladores de la iglesias a las cuales claman servir. Muchos años atrás un presidente de colegio dijo, ―Los colegios pueden sobrevivir sin las iglesias, pero las iglesias no pueden sobrevivir sin los colegios.‖ Yo oí a un anciano en una iglesia ―conservadora‖ decir que la iglesia debería de invitar a alguien de cierta universidad cada año o dos porque sirve para que los hermanos tengan en mente la escuela. Por muchos años ha sido la práctica de muchas iglesias las cuales están cerca de estos colegios de emplear a los profesores como predicadores para ayudarles a enseñar en tales escuelas por un salario menos de lo adecuado. ¿Tengo que mencionar que este tipo de dependencia entre las instituciones humanas y las iglesias son peligrosas?
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Nuevamente, digo, en este caso, ―la cola está moviendo al perro.‖ Si una iglesia quiere emplear a un predicador para una serie o para que sea el predicador regular el CUAL POR CONSIDENCIA trabaja con la escuela, eso es otra cosa, pero si emplean a uno deliberadamente y le pagan de la tesorería de la iglesia para ayudarle a que pueda enseñar en la escuela, ¡eso es un caballo de otro color! Es solamente una manera de que las iglesias contribuyen con estos colegios ―debajo del agua.‖ La diferencia entre eso y el abiertamente dar una contribución de la tesorería de la iglesia es la misma diferencia ente dos gemelos idénticos. De seguro, la mayoría de las iglesias niegan que ellos deliberadamente emplean a tales hombres como un método de ayudar a las iglesias, pero la evidencia muchas veces apunta a la otra dirección. NO HAY REPRESENTANTES DE LA HERMANDAD Es un poco difícil para los poderosos en estas ―organizaciones serviciales‖ el no pensar de sí mismos como representantes de la ―hermandad.‖ Las series en los colegios (universidades) son nombradas como los eventos del año entre la hermandad. Al otro lado de la moneda, es difícil para que algunos hermanos no ser influenciados por este tipo de pensamiento. Algunos son más influenciados por QUIEN LO DIJO que por QUE ES LO QUE DIJO. La autoridad más alta que necesitan o requieren para su fe y práctica es la que enseña su predicador, revista, o escuela favorita. Las revistas y las escuelas han generado muchos partidos entre los hermanos. Algunos hermanos miran las revistas como panfletos del partido, y los colegios como seminarios del partido. Tales organizaciones han sido consideradas frecuentemente como los interpretes oficiales de las escrituras. Siempre ha estado este argumento en nuestra historia, de si las apostasías empezaron en las revistas o en los colegios. Yo creo que el peso del argumento puede demostrar que las dos pueden hacer una gran parte en llevar a los hermanos a la apostasía, o lejos de la apostasía. Esta verdad debería de ser suficiente para hacer que todos seamos cuidadosos de mantener todas las instituciones humanas en sus lugares, y su lugar es lejos y distante de la iglesia. ¡ALGUNOS HERMANOS SON MÁS ―DENOMINACIONALES‖ QUE LAS DENOMINACIONES! Todas las organizaciones humanas tienen cabezas humanas y representantes humanos, pero solamente el Señor habla a y por la iglesia. No importa que tan grandes o buenos sean los hombres, o que justos sean sus metas, o que tan benevolentes sean sus intenciones, ellos no pueden representar a nadie más que a sí mismos en la cuestión de religión. La persona o iglesia que piensa que alguna organización humana puede hablar por la ―hermandad‖ se ha hecho ―más denominacional‖ que las denominaciones. Siempre ha habido algunos en la iglesia que piensan de esta manera. En la introducción del DEBATE HARDEMAN-BOGARD, esta línea aparece, ―N. B. Hardeman, hablando por las iglesias de Cristo…‖ Yo no sabía que ―las iglesias de Cristo‖ tuvieran una convención y autorizaron a algún individual a ―hablar por ellos.‖ Tales pensamientos son denominacionales y peligrosos. LA NECESIDAD DE HUMILDAD La humildad beneficia al pueblo de Dios. A los predicadores se les manda que sean ejemplos (I Timoteo 4:12). Pablo le dijo a Timoteo, ―con mansedumbre corrige a los que se
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oponen‖ (2 Tim. 2:25). No hay nada en las instrucciones de Biblia que animen al predicador a hacerse un ego-maniático, y convertirse en un dictador con mano de hierro. Algunos hacen el error de pensar que la instrucción de ser firme y recto es el demandar ser dogmático, con una disposición no doblable, aún en los asuntos de opinión y juicio. Algunos hermanos predicadores llevan un aire de ser infalibles y ser extremamente justos una cualidad que le queda más al papa que a un predicador del evangelio. Cuando los problemas surgen, los resuelven inmediatamente y oficiosamente al formar algunas opiniones rígidas sobre el problema, las cuales se vuelven la norma en que todos los demás deben resolver sus problemas. Sus palabras son dichas con un sentir oficial de finalidad. Es ley y evangelio por que ELLOS fueron QUIENES lo dijeron. ¡El no estar de acuerdo con ellos es el negar la fe! ¡El ―clero‖ ha hablado! Estos hermanos tienen las ―pistolas‖ más rápidas en la iglesia. Ellos disparan ya sea desde la cadera, o de emboscada. Muy pocas veces disparan derecho o frente a frente. A ellos les encanta el ser temidos y conocidos como los ―pistoleros‖ más grandes del área, y ellos son verdaderamente temidos — ¡no se les olvide! ¡Uno debe temer a una pistola sin control! Uno haría bien en mantener su distancia de tales hermanos. El concepto de estos hermanos de razonar problemas es el de atacar a alguien. Como un predicador dijo sobre el debatir: ―Tienes que azotar al hombre. No es simplemente suficiente el dar respuesta a su falsa doctrina.‖ Cuando estos hermanos escriben sobre ciertos asuntos, ellos se inflan, soplan y amenazan. Si su contrincante no se ―pone en línea,‖ ellos amenazan con traer la ira del partido sobre sus cabezas. Sus escritos y predicaciones están llenos de palabras de odio, y acusaciones falsas. A ellos les encantan usar analogías que insultan o son injuriosas al orgullo de aquellos que están opuestos a ellos. Estos hombres son ingenieros, pero ellos hacen paredes no puentes. ¡ALGUNOS SON ―MAS INSTITUCIONALES‖ QUE LOS INSTITUCIONALES! El escribir material de esta naturaleza es algo que nos hace más humildes sobre todo por que nos damos cuenta que todos lo necesitan. También, siempre está el peligro de que aquellos que lo necesiten más, lo van a aplicar aún más allá del campo al que se refería, y por él tal usan mal el material. Es difícil el ser consistente. Muchas de las cosas que hemos dicho sobre los liberales también nos aplican a nosotros. Algunos de ellos son tan partidistas como muchos de nuestros hermanos. Algunos de ellos se han hecho más institucionales que los liberales. Hemos condenado a nuestros hermanos liberales por dividir la iglesia sobre el tema de las instituciones humanas, y aún, hay pistas obvias que algunos de los hermanos ―conservadores‖ están más que listos en hacer la misma cosa otra vez pero ahora en la cuestión de las instituciones que son personalmente apoyadas. Uno no tiene que creer o apoyar a tales instituciones para ir al cielo. ¿Si las palabras previas son verdad, cómo es que hacemos líneas de con quién o con quién no tenemos comunión? Hacemos esto una prueba de comunión. Uno puede ser ―institucional‖ sin defender el dar dinero de la tesorería a tales instituciones humanas. Esto ocurre cuando hacemos que el creer o no creer en, apoyar o no apoyar, a instituciones legítimas se convierta en una prueba de la lealtad a Cristo. La relación de individuos y las instituciones humanas ha sido un debate por los siglos. Es una cuestión que no va a ser resuelta al gusto de todos. Si algunos hermanos no creen que las escuelas o fundaciones tienen el derecho de existir, yo no tengo ningún problema con ellos. No estoy de acuerdo con ellos, si es que están apropiadamente organizados y operados, pero nunca
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dividiría la iglesia sobre tal desacuerdo, o de alguna manera tratar a tales hermanos como ciudadanos de segunda clase. En la iglesia primitiva algunos creían que podían comer de las carnes sacrificadas a los ídolos. Otros lo negaban. Pablo dijo que eso no le importa a Dios, y les dice que sean cuidadosos que no dividieran la iglesia e hicieran partidos. Cada vez que una dice que el creer en o apoyar una institución humana es opcional, él está obligado a aplicar las reglas que Pablo escribió en Romanos 14. CONCLUSION La verdad y empuje absoluto de este capítulo es simple, ―Buscad primeramente el reino del cielo y su justicia…‖ (Mat. 6:33). Dejen que los hermanos participen en los negocios privados de su gusto; que los organicen bajo las leyes civiles del estado y por medio de ellas hacer un buen trabajo que Dios autoriza a los cristianos hacer, pero que no nieguen que son instituciones humanas y no parte de la iglesia de Cristo. La iglesia es plenitud de Cristo (Efesios 1:22-23). No necesita la ayuda humana. Dejen que los predicadores se asocien con ellas, o que no, pero no dejen que tales instituciones se conviertan en estructuras de poder político, o cunas para las enseñanzas de la ―hermandad,‖obras de la hermandad, o nada de la ―hermandad.‖ Dejen que sea lo que son, negocios privados. Como decía C. R. Nichol cuando estaba vivo, ―Dejen que el colegio sea el colegio, y dejen que la iglesia sea la iglesia.‖ Dejen que todos los negocios privados se apoyen financieramente a sí mismos y que sigan su negocio, y que les den a los hermanos la libertad en tener confianza en ellos o no, que les ayuden o que no les ayuden. Estos deben de alejarse de cualquier esfuerzo de controlar las iglesias o predicadores, o el dejarse ser usadas por predicadores ambiciosos como bases de poder político. Estas bases de poder político hacen mucho daño a la iglesia la cual Cristo murió por. Los hermanos a veces se hacen cínicos sobre tales empresas y dicen que la iglesia estaría mejor si no existieran. En un buen día, esto es un juicio subjetivo y una opinión personal. No podemos hacer que este asunto se haga ley, a menos que lo encontremos revelado en la palabra de Dios. Cualquier estudiante de la historia de la iglesia tiene que admitir que las instituciones humanas (publicaciones, escuelas, instituciones benevolentes, sociedades misioneras; etc) han hecho gran daño a las iglesias, pero cualquier persona honesta tendría que admitir que las publicaciones y las escuelas han ayudado en veces a que la iglesia regresara a los principios bíblicos. Así que, en el daño que han hecho hay un argumento para deshacernos de ellas, también lo bueno que han hecho es un argumento para que se queden. NOTAS DEL TRADUCTOR: En los Estados Unidos hay universidades (o como son llamadas acá colegios) que fueron fundadas por hermanos. Estas universidades no tienen conexión con la iglesia, sino que son como cualquier otra universidad del país. No reciben dinero de la ofrenda, sino que reciben dinero de los estudiantes que pagan para estudiar allí. La única diferencia entre estas y las otras universidades es que los profesores son hermanos en Cristo y que no enseñan teorías humanas y aparte enseñan cursos de la Biblia a nivel universitario. El hermano Needham habló sobre las tendencias pecaminosas de algunos y también sobre el bien que proporciona una educación superior presentada por hermanos. Lo que yo creo que es más importante es que las iglesias deberían de encargarse de proporcionar esta educación. Pero como muchos de nosotros sabemos, no todas las iglesias tienen predicador, no todos los
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predicadores enseñan a otros a ser predicadores, y no todas las iglesias apoyan a hermanos para que se dediquen a la predicación. Mientras tengamos en mente que estas escuelas son primeramente instituciones humanas y no la LEY de las escrituras, yo creo que estaremos bien y no seremos llevados por doctrinas falsas. Tenemos que desechar lo malo y retener lo bueno. — J. Sanchez.
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Capítulo XVII Admoniciones Prácticas para los Predicadores Es necesario que de vez en cuando se le den admoniciones a los predicadores. Los predicadores son personas importantes en la iglesia, y, probablemente, tienen más influencia que cualquier otro grupo de miembros en la iglesia. Hasta hay un dicho que dice, ―como son los predicadores, así son las iglesias.‖ Esto crea una gran carga sobre los predicadores para que sean honestos, derechos y que tengan una buena disposición de corazón. Que esto no es siempre el caso es muy bien conocido por todos aquellos que han tenido que trabajar con predicadores por cualquier extensión de tiempo. Ellos muchas veces nos desaniman al no ―andar como es digno de la vocación a la que fueron llamados‖ (Efesios 4:1). Unas cuantas admoniciones prácticas son debidas en esta sección: I. PRACTICA EL SER SIMPLEMENTE HONESTO Se oye absurdo el tener que admonestar a los predicadores, de todas las personas, de ser simplemente honestos. ¿Es mucho esperar esto del un hombre que clama ser un predicador del evangelio? (Y eso es sin comentar que es un cristiano). Tal vez algunas cosas deshonestas que los predicadores hagan no se miren como las tales, pero esto no cambia su verdadera naturaleza. Un ladrón no se mira así mismo como ladrón, pero eso no cambia la verdad de las cosas. 1. Aprende a ser puntual: ¿Será honesto el decirle a alguien que uno va a estar en un cierto lugar a un cierto tiempo, y luego llegar mucho más tarde sin llamar, o sin explicación? ¿Será esta una manera de que el cristiano se debería de portar? Hay tanto de esto que hasta parece una enfermedad. ¡Hasta lleva a uno a la distracción! Nos puede llevar hasta el cinismo. Uno tiene la tentación de hacerse un solitario, y rehúsa el envolverse con cualquier otro siendo que hay tan pocas personas en las que se pueden depender para cooperar en una relación con armonía. Ciertamente, algunas circunstancias están fuera de nuestro control y a veces previenen la puntualidad, pero con algunas personas el llegar tarde es un hábito, una manera de vida. Algunos predicadores están adictos a este hábito. Yo he predicado en series en donde me quedo en la casa del predicador local. Las hermanas bondadosamente invitan al predicador invitado y al local a sus casas para comer. Y yo soy honesto en decirles que hasta me la he pasado llegando tarde a alguna comida por toda una semana. ¡El predicador local y su familia gastan demasiado tiempo con trivialidades y llegamos tarde a cada comida en la semana entera! Las hermanas tenían lista la comida y están caminado de un lado al otro pensando cuando van a llegar los invitados, y muchas de las veces, algunas de las comidas estaban prácticamente arruinadas. Tal comportamiento muestra malos modales, un insulto a nuestra bondadosa hermana, y una reflexión del carácter del predicador y su familia, y es vergonzoso para el predicador que está visitando el cual no tiene ningún poder para hacer nada. Jesús enseña que los cristianos tienen que hacer su palabra contar. El dijo ―sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no, por que lo que es de más de esto, del mal procede‖ (Mat. 5:37; Santiago 5:12). Yo entiendo que esto es en el contexto de los juramentos, pero la idea principal de jurar es que uno tiene que poner algo de entremedio para convencer a otros que su palabra es verdadera.
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El Señor prohibe esto. Lo único que los cristianos deberían de hacer para convencer a otros de que van a hacer o cumplir algo, es su palabra. Cuando alguien nos invita a comer a las 5:30 y nosotros accedemos, hemos dado nuestra palabra. Estamos obligados a cumplir nuestra palabra, si es humanamente posible. Había un tiempo en que los hombres tenían palabra de honor y eso era lo único necesario para cualquier transacción, pero eso no es usualmente el caso hoy en día. La deshonestidad está tan arraigada en nuestra sociedad que hasta los cristianos han sido afectados por la tal. Una promesa es un juramento de hacer algo. El no cumplirla por negligencia o indiferencia es deshonesto, e indica una falla de carácter que necesita ser sanada. 2. Se honesto en los negocios: No es algo fuera de lo común el oír que un predicador ha sido deshonesto en sus negocios. El falló en cumplir su palabra, o defraudó en algunos fondos, o falló en pagar sus deudas. Algunos predicadores tienen una larga lista de deudas no pagadas a donde quiera que vayan. Ellos son extravagantes en su manera de vivir y compran cosas sin pensar, y luego fallan en cumplir sus obligaciones que ellos hicieron. Muchos dolores de cabeza y divisiones en la iglesia han ocurrido cuando los hermanos se ponen a trabajar juntos en los negocios. Rápidamente se hace evidente que uno o más de los hermanos están tomando ventaja de los otros; están tratando de tener ganancia a cuesta de los otros. La avaricia es difícil de ocultar, y difícil de controlar. Inevitablemente tiene que salir a flote. Los hermanos a veces confunden lo que es legal y lo que es correcto. Una cosa no está necesariamente bien delante de Dios solo porque es legal. Los hermanos usualmente tratan mal a otros hermanos en el mundo de los negocios y las organizaciones por que ellos tienen el control sobre tales intereses, y por eso tienen el poder de hacerlo. Para ellos ―el fuerte hace las reglas.‖ Estas acciones pecaminosas son defendidas en la base de que ―es mi dinero, son mis intereses, mis der echos, y es mi negocio y yo voy a hacer lo que yo quiera.‖ Si sus acciones pecaminosas son criticadas por otros hermanos los cuales están interesados en hacer lo que es correcto y lo honesto, estos entonces son acusados de entrometerse en lo ajeno o de ser chismosos. El criticar lo que es pecaminoso no es ser chismoso o entrometerse en lo ajeno. No es chisme el tratar de corregir lo que es pecaminoso o injusto. El mentir y engañar son cosas que son ofensas reprensibles y las tales deberían de ser condenadas por todos los que piensen justamente. 3. Respondan su correo: ¡El tratar de recibir una contestación de algunos predicadores es tan exitoso como el pescar en la tina del baño! Algunas cartas no merecen respuesta, pero cartas que tengan que ver con el trabajo de la iglesia, tales como las de las series, etc merecen nuestra pronta atención, y previenen mal entendidos. La comunicación es necesaria para entendernos bien. El fallar en poner la atención necesaria a tales asuntos indica una falla de carácter que necesita ser corregida. El ser indiferentes o negligentes en responder correo importante no es una manera honesta de tratar a los hermanos o a cualquier otra persona. II. NO DEMANDEN RESPUESTAS DEFINITIVAS A PREGUNTAS QUE SON VIEJAS Y ANTIGUAS Esto es una tendencia de los predicadores jóvenes de molestarse por que los predicadores viejos no les pueden dar respuestas definitivas a viejas preguntas ambiguas. Es increíble el ver cuando una nueva generación de predicadores vienen y actúan como si ellos inventaron aquellas viejas preguntas ambiguas; piensan que ellos son los primeros en preguntarlas. ¡Siento mucho el desilusionarlos, pero eso no es verdad! ¡La mayoría de estas preguntas fueron discutidas por los predicadores viejos y sus abuelos! Es solo natural de que los predicadores jóvenes busquen las
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respuestas de sus mayores, pero no deberían de frustrarse cuando ellos no les pueden dar respuestas definitivas. Tal vez algunas respuestas no existan, y los predicadores mayores por su experiencia se han hecho lo suficientemente sabios para admitirlo. Esto a veces causa que los predicadores jóvenes dejen la predicación y se dediquen a un trabajo secular. Esto a veces pasa por que se obsesionan en encontrar respuestas a tales preguntas, y tal preocupación los hace inefectivos como predicadores locales. Estos se empiezan a conocer como ―radicales‖ y ―peleoneros,‖ y sus oportunidades se hacen menores y menores hasta que finalmente nadie los quiere. Al otro lado de la moneda la generación vieja, muchas de las veces le apagan los ánimos a los predicadores jóvenes al mostrarse molestos cuando se les pregunta sobre tales asuntos. Ellos toman estas preguntas de los jóvenes como indicadores de falta de fe que tal vez este afectando sus vidas. Esto puede, o no, ser verdad. Lo más sabio es que deberíamos de ser pacientes, y sobre todo ser honestos. Si no tenemos las respuestas, hay que decir que no sabemos. Pero siempre tenemos que recordar que el no tener todas las respuestas que deseamos, no quiere decir que esto nos deba hacer dejar el barco. El conseguir un trabajo secular no nos va a dar una respuesta a la pregunta, ni va a resolver el problema. Si eso resolviera el problema, entonces todos nosotros deberíamos de dejar de predicar. La nueva generación usualmente acusa a la generación antigua de estar llenos de tradiciones y que no desean enfrentarse a las preguntas difíciles. Esto es verdad en algunos de los casos, pero es injusto clasificar a todos de la misma manera. Yo creo que conozco a algunos hermanos que son miembros de una ―denominación de la iglesia de Cristo.‖ Ellos tienen un credo no escrito, y están decididos a dar las mismas respuestas a todas las preguntas que siempre han oído a otros contestar, (tradición oral) y no se preocupan para investigar si las respuestas están bien o mal. En verdad algunas de las cosas que creemos entre nosotros son interpretaciones tradicionales, y tal vez puedan estar muy lejos de lo que es escritor inspirado tenía en mente. Muchos no están listos para apartarse de las explicaciones tradicionales por miedo a ―las consecuencias de la hermandad.‖ No quieren ser llamados heréticos. Estos siguen la línea de menos resistencia. Una vez yo predique un punto de vista ―no común‖ de un pasaje de las escrituras, e inmediatamente fui confrontado por un predicador que nos estaba visitando en la puerta del edificio. En el curso de nuestra discusión, me dijo que mi punto de vista no era el ―punto de vista común.‖ ¿Bueno, cuál es el punto de vista común? ¿Será tal vez la ¿interpretación de los hermanos durante los años? (los padres). ¡Obviamente! Yo dije entonces, y lo digo ahora, que a mi no me importaba si mi punto de vista no era el ―punto de vista común,‖ a mi me importa más el punto de vista de Dios. Vamos a admitirlo, lo que creemos de algunos pasajes apareció de esta manera: Muchos años atrás, algún sincero predicador viejo decidió que este pasaje significaba esto o aquello. El empezó a predicarlo de tal manera. Hermanos en los asientos, hermanos que estudiaban menos que él, por respeto, lo aceptaron. Al pasar el tiempo, se lo enseñaron a otros. Una nueva generación creció toda su vida con esta enseñanza, así que lo aceptaron como ley y evangelio, y así fue como la idea se fue pasando por los años. El cuestionar las tradiciones de la iglesia es casi manchar la reputación de uno entre los hermanos, aunque no por todos los hermanos, y por estos — ¡gracias a Dios! Los predicadores a veces toman posiciones que son tan ilógicas y sin escritura que hasta parecería que cualquier estudiante serio de la Biblia las podría detectar. Pero los predicadores están tan presumidamente seguros que están correctos, y afirman estas posiciones con la certeza de un pontífice que no vale la pena discutirlas. Estas posiciones son tan altas y fuertes que el
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cuestinarlas es una insignia de estar en falsa doctrina, y también es la manera más rápida de hacer a estos predicadores nuestros enemigos. Estos hermanos usan tácticas de terrorismo para hacer que estos hermanos acepten sus puntos de vista. Ellos tienen lenguas muy largas y filosas, no se tocan el corazón para atacar en orden de esconder lo que les falta de lógica y escritura. Esta es la actitud y acción que hace que la nueva generación se apague. Ellos encuentran esto irrazonable, hipócrita y frustrante para tratar de estudiar. Ellos no pueden quebrantar la coraza de tradición y terquedad para llegar a ellos. Estos tienden a pensar que todos de la generación vieja tienen estas características, y se rinden en tratar de arreglar los asuntos, diciendo que es imposible penetrar sus barreras de tradiciones, así que avientan sus manos arriba y se rinden en su frustración. Estos mismos hermanos hablan mucho del sentimiento preferido y escritural de tener una mente abierta. Pero lo que quieren decir con mente abierta, es que nunca cuestionen y acepten sus puntos de vista. El tener la mente cerrada, para ellos, es el cuestionar sus puntos de vista. III. SE TU PROPIO HOMBRE Algunos predicadores aparentemente quieren ser aceptados por aquellos que aparentan ser algo en la iglesia. Los editores, presidentes, etc. Así que, apoyan el punto de vista de aquellos que admiran. Los artículos que escriben estos hermanos son el eco de los poderes del cielo, en lugar de los resultados de un estudio independiente. Pablo dijo, ―si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.‖ (Gál. 1:10). Si lo que uno escribe es el resultado de estudio personal y una manifestación de nuestrs propias convicciones, eso está bien. Pero si algo está escrito como dando un voto de ―yo también‖ para mostrar en que lado está, esto huele mal, y esta verdad no puede ser escondida por mucho tiempo. Recientemente un predicador y escritor muy conocido el cual ha hecho muchos escritos sobre la controversia de la gracia y comunión afirmó fuertemente ―un pecado es suficiente para condenar.‖ Pero al hablar personalmente con él, él tomó el punto opuesto, y dijo que algunos de los líderes que están peleando en contra de esta falsa doctrina no podrán escapar la doctrina del perfeccionalismo. El dijo que se encontraba así mismo más y más de acuerdo con los hermanos que tenían esta falsa doctrina que con los hermanos los cuales estaban peleando en contra de la tal. Pero no ha dicho esto en escrito, y me atrevo a decir, que no lo hará. Esto no es un incidente aislado. Hay tantos que tienen ―doble personalidades‖ entre nosotros, más que muchos sospechan. Estos tienen doble imágenes, una para la escritura pública y la predicación, y una para sus verdaderas convicciones. Como Pedro en Antioquia, hacen una cosa cuando ―los poderes que son‖ están presentes, y otra cosa cuando no lo están. Con este tipo de cosas ocurriendo, no nos debe de sorprender que los hermanos no sepan que pensar cuando este tipo de controversias aparecen. Algunos predicadores jóvenes apoyan algunas veces a los predicadores ―grandes o de renombre‖ (editores, y predicadores que predican en muchas series) como un medio de tratar de tomar un poco de la preeminencia de ellos — ellos también quieren hacerse de renombre. Ellos piensan que estos predicadores ―grandes‖ los van a promover a ellos si los siguen apoyando. En otras palabras ―hoy por ti, y mañana por mí.‖ Muchos de estos predicadores jóvenes se desilusionan en sus ambiciones, por que se dan cuenta que este predicador ―grande‖ es extremamente egoísta y considera todo apoyo como una calle de un sentido; él no está interesado en ayudar a nadie más que así mismo y usará a cualquiera, incluyendo a estos ambiciosos
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predicadores jóvenes, para hacerse más grande y no regresando nada a cambio, excepto un caso grande de desilusión. Esto usualmente hace que el predicador joven se amargue y lo guía a hacerse un cínico amargado. Le hace mucho daño y lo único que lo puede curar es la madurez. Lo que todos nos tenemos que dar cuenta es que el concepto del predicador ―grande‖ no está en armonía con el espíritu de hermandad que Jesús nos dio (Mateo 23:8-12). Tal vez la persona que quiere se ambiciosa de ser ―alguien‖ ente la ―hermandad‖ se merece está desilusión y frustración. Tal vez está sea la manera en que Dios expresa su falta de aprobación a tal actitud vana y mundana. Muchas de las veces estos hermanos que se consideran ―grandes‖ predicadores nunca hicieron nada intencional para recibir tal reputación. Tal vez esto esté más en la mente de los hermanos que en la de él. Tal vez hasta se siento inadecuado en estar en el lugar donde los hermanos lo han puesto. A lo mejor ni se ha dado cuenta de que el es uno de estos ―grandes‖ predicadores. El solamente está sirviendo al Señor con el talento que tiene, y eso lo ha puesta en una posición de preeminencia la cual no busca ni le gusta. Este es el único tipo de predicador ―grande‖ que el Señor honra, y hasta puedo decir, que es el único que merece nuestro aprecio. W. Curtis Porter fue un gran predicador y defensor de la fe. Él era casi universalmente reconocido como el tal. Se pensaba que él era el debatidor más dotado de su generación, pero esto no le quitaba de ser un predicador. A mi siempre me emocionaba oírlo predicar. Pero él era uno de los hombres más humildes que conocí. El nunca usó ropas impresionantes ni predicó sermones para impresionar. El era muy humilde en todo lo que hacia, predicar, debatir, y vivir. El complemento más grande yo oí que le diera alguien fue de una persona que creció donde él era el predicador local; el se había hecho predicador, y se había ido con los liberales, y aun así dijo que Curtis Porter ―demandaba atención sin demandarla.‖ ¡Eso lo dice todo! Vamos a desanimar la idea de que exaltemos a un predicador sobre otro. Vamos a deshacernos de la idea de ―predicadores grandes‖ y ―predicadores chicos.‖ Tenemos que darnos cuentas que muchas de las veces los ―predicadores chicos‖ son realmente los predicadores grandes. Grandes en el sentido que llevan a cabo muchas cosas en la congregación local y usualmente hacen más en la Causa que amamos que aquellos que son famosos. Ellos están más interesados en servir al Señor que servirse a ellos mismos. Ellos están tratando de transformar a otros a la imagen del Señor (2 Cor. 3:18), en lugar de mantener su propia imagen en los ojos de los hermanos idolizantes. Todos tenemos que servir al Señor a lo mejor de nuestras habilidades y todo lo demás estará bien. Si solo hiciéramos esto, podríamos prevenir mucho de este empujar y aventar que a veces ocurre, y enfocar nuestras energías y talentos a la salvación de las almas, donde verdaderamente pertenecen. No importa si la ―hermandad‖ toma en cuenta tus trabajos o no, solo importa que el Señor los tome en cuenta. ―Por que Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.‖ (Heb. 6:10). Yo creo que siempre es el caso que la persona que piensa que está haciendo alguna gran cosa, verdaderamente no la es tan grande. Es lo contrario. El humilde presidente Lincoln dijo en su mensaje en Gettysburg: ―El mundo notará muy poco, ni recordará por mucho tiempo lo que es dicho aquí.‖ ¡Ni siguiera se imaginaba el efecto que su trabajo traería! El CHICAGO TIMES comentó el día después del mensaje de Gettysburg, ―La mejilla de cada americano debe estar ardiendo con vergüenza mientras lee las tonterías, sin sabor, y absurdas palabras de un hombre que tiene que ser presentado a extranjeros inteligentes como el presidente de los Estados Unidos, por que sino no lo reconocerían.‖ ¡Así que, podemos ver, lo poco que ellos sabían! El mensaje de
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Gettysburg ya tiene más de cien años, y es reconocido alrededor del mundo como uno de las mejores declamaciones de la historia. El aprecio tan humilde que Lincoln tuvo para sus propias obras es la actitud que acompaña a los mayores acontecimientos del mundo. ¡La persona que trata de glorificarse así mismo haciendo alguna gran cosa, usualmente falla! No hay muchas personas que admiran un cazador de gloria, y muy pocos van a aguantarlo, si lo reconocen por lo que es. (NOTA DEL AUTOR: Este artículo fue publicado por este autor como un editorial en la TORCH, Junio 1974. Aparece aquí nuevamente con algunas revisiones.)
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Capítulo XVIII LOS PREDICADORES Y SUS FAMILIAS INTRODUCCIÓN Las familias de los predicadores han sido tópicos de muchas conversaciones por mucho tiempo. Esto es natural siendo que ellos están en el radar del público. Los errores que se hacen en la familia de los predicadores aparentan ser más serios que los problemas de los demás. Los maestros reciben mayor condenación (Santiago 3:1). Dios y los hombres esperan más. Vivimos en una era en donde las barreras al divorcio han sido derrumbadas. La vida familiar como la conocemos, como la enseña la Biblia, está sufriendo unas de las pruebas más rigorosas en la historia. Hay pláticas de que el estilo de vida esté pasando por una revolución, si no es que ya haya pasado, o cuando menos a una grande extensión. Especialmente cuando tenemos 84 personas divorciadas de cada 1000 que están casadas, y 2.5 millones que están viviendo juntas fuera del matrimonio. Los valores morales se están yendo por la ventana. El sexo pre-marital y el extra-marital se han convertido en la norma en lugar de la excepción. Vivimos en unos tiempos en que los morales vulgares son lo común y el condenar tales pecados o acciones es casi convertirse en el hazme reír de la gente. Las adolescentes están tomando pastillas anticonceptivas y si pasa ―algún accidente‖ el aborto es usado. [NOTA DEL TRADUCTOR: Estimados hermanos tengan en mente que cuando el hermano Needham escribió esto, las cosas todavía no estaban tan mal como hoy en día. Las cosas siguen poniéndose peor. Por ejemplo, en los Estados Unidos 35 personas de cada 100 son divorciadas. Esto es alarmante siendo que hasta parece que esto está también infectando a los otros países de las Américas.] Toda esta maldad está tendiendo su efecto en la iglesia. El divorcio y las segundas nupcias se está convirtiendo en algo común aún entre nosotros, más y más está siendo aceptado como parte de la vida de la iglesia. Hasta los predicadores se han envuelto en estos asuntos. No es nada fuera de lo común el oír que las familias de los predicadores se deshagan. Sería muy fácil escribir los nombres de 25 predicadores los cuales se han divorciado y casado por segunda vez. Esto no quiere decir que todos los predicadores tienen la culpa, por que eso sería injusto. En muchos de los casos es la culpa de la esposa. Hay varios casos los cuales conocemos que son así. En la mayoría de los casos el predicador es el responsable. La inmoralidad entre los predicadores tristemente es algo muy común. LA COMPLEXIDAD DE LA VIDA DEL PREDICADOR La vida del predicador muchas de las veces es complicada. No es siempre fácil el saber que es lo que se tiene que hacer siempre. El trabajo local y el trabajo de las series siempre es un problema constante que se tiene que resolver. Algunos son más buscados para las series que otros. Cuando el predicador tiene muchas invitaciones para series; ¿Cuántas debería de hacer? Está no es un cuestión que se puede responder fácilmente, si el predicador es una persona dedicada y conciente de que tienen que predicar la palabra de Dios en cada oportunidad. Otros están más interesados en el trabajo local, y el estar en la casa con la familia. La mayoría de los predicadores hacen el trabajo local y van a series siempre tratando de buscar un buen balance entre los dos. No es nada fuera de lo común el saber de un predicador que se toma tanto o más tiempo en el predicar en series que en la obra local. A veces las iglesias contratan a dos
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predicadores para que los dos puedan predicar la mitad del tiempo en series, pero que siempre tengan un predicador en la obra local. HAY QUE TENER CUIDADO CON LA AMBICIÓN CIEGA Es muy fácil para que los predicadores jóvenes se hagan muy ambiciosos. No se donde, pero lo que pasa es que alguien inventó la fábula de que un predicador se hace de renombre por la cantidad de series que predican. Así que, entre más series predique, más grande se siente el predicador, y más grande lo miran los hermanos. Esto pone mucha presión en el predicador a que sobre salga en estos campos, y usualmente se les sube a la cabeza. Hay unos que a cada rato están presumiendo cuantas series han predicado, y les preguntan a otros predicadores la cantidad de series que ellos han predicado. Algunos están tan viciados con las series que hasta se ponen hacer ―comerciales‖ de su trabajo para que los inviten a series. Algunos se ponen agresivos y gorrosos, para que los inviten a predicar a alguna serie. Estos son casi inútiles a la iglesia local la cual los ha contratado. Ellos quieren ser figuras grandes entre la ―hermandad‖; quieren ser especialistas en series, en arreglar problemas, y en resolver problemas. Para algunos esto es para que se les suba a la cabeza y se sientan mejor de si mismos. LOS PIONEROS Y SUS FAMILIAS Cuando algunos deciden seguir está carrera como predicadores muchas de las veces no consideran a sus familias. Yo creo que lo peor pasó en los primeros días de la iglesia en los Estados Unidos cuando estos ―pionero‖ dejaban a sus familias atrás a que se mantuvieran así mismas mientras ellos predicaban el evangelio por limosnas (casi nada). Mientras nos gloriamos en los sacrificios que ellos y sus familias hicieron, tenemos que parar y pensar si lo que hicieron con sus familias le agradó a Dios. Las biografías de estos hombres muchas veces tienen aires de romanticismo a la obra. Yo me he topado con hombres que amaban a estos pioneros por la obra que hicieron, pero en la mente de ellos lo que le hicieron a sus familias fue terrible. Algunos han cuestionado hasta si ellos amaban a sus familias. LAS OBLIGACIONES DEL MATRIMONIO SON PARTE DE NUESTROS DEBERES ESPIRITUALES El matrimonio es una relación sagrada y se vuelve parte de la vida de los deberes del cristiano en el cual no puede ser negligente, si lo es está pecando. ―Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia‖ (Mat. 6:33) no es una justificación para ser negligente en un deber espiritual para hacer otro. La ley de Dios no está hecha de tal manera. El buscar primeramente el reino de Dios significa que buscar cumplir con nuestros deberes espirituales, cualquiera que sean estos. Este puede ser cuidar a nuestra familia y negar alguna invitación a una serie. ¡Es inconcebible pensar que una persona puede estar justificada en tomar una esposa delante de Dios y tener el derecho de ser negligente con ella por que quiere hacer la voluntad de Dios! Eso no hace sentido, y presenta una confusión en el plan de Dios, ¿o no? LAS OPINIONES DE LA ESPOSA DEBERIAN DE SER CONSIDERADAS Lo que estoy diciendo es que el predicador necesita estar enterado de las necesidades de su familia. Ningún predicador puede hacer todo lo que Dios espera de él sin considerar a su
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familia. Al decidir en cuantas series va a participar el predicador debería tomar en consideración la voz de su mujer. Yo sé que esto no pasa con frecuencia. El predicador muchas de las veces solamente está interesado en satisfacer su ambición, o solamente en alimentar su egoísmo. Lo que su esposa sienta o piense no importa. Yo sé de predicadores que la mitad del tiempo están en series lejos de su hogar, y esto en contra del consejo de sus esposas. Ella expr esa su preferencia, pero él ―le tira al león‖, la preferencia es puesta a un lado como si no valiera la pena considerarla. Ella está abandonada a cuidar de los niños día tras día sola, hacer los pagos, llamar al plomeros, ir al mandado, llevar a los niños a la escuela en toda clase de clima, y hacer una y mil cosas que son esenciales en la casa. El poner toda está carga en las esposas año tras año causa a muchas mujeres a que se sientan neglectadas y explotadas. Al pasar el tiempo algunas se rebelan y dicen, ―Ya me cansé‖. ¿EN CUANTAS SERIES DEBERÍA DE PARTICIPAR? Yo no voy a atentar decir a cuantas series debería de participar el predicador. Yo creo que la cantidad va a variar de predicador en predicador, de iglesia a iglesia, y de familia a familia. Verdaderamente algunas iglesias son muy restrictivas, las cuales desean amarrar al predicador al pulpito, sintiendo que ellos le pagan para que les predique a ellos, no importa que tan necesitado sea en otras partes. Verdaderamente también las algunas esposas son niñas mimadas y chifladas. Ellas quieren a sus esposos al alcance de sus manos cada hora del día. Ellas son completamente dependientes, y no hacen ni el más mínimo esfuerzo en hacer su parte en el equipo de hombre y mujer. Ellas no quieren que sus esposos prediquen en alguna serie para que nunca estén lejos de la casa. Si esto es apropiado, entonces la predicación es la única profesión en el mundo donde esto es posible. Todos los hombres tienen que dejar sus hogares de tiempo en tiempo para poder ganarse la vida en sus trabajos. Pero sin importar en cuantas series el predicador predique, debería de ser un acuerdo y ser entendido entre él y su esposa. Los deseos del predicador y sus ambiciones no son los únicos factores que deben ser tomados en cuenta. LA AMBICIÓN SIEGA CUESTA CARA Muchos predicadores han pagado un precio muy alto por sus ambiciones siegas de ser ―predicadores de series‖ y ―campeones de la hermandad‖. Ellos han sido negligentes y han pisoteado sobre tierra los deseos de sus esposas hasta que la relación marital ha sido puesta en demasiado estrés y ya no es saludable. Los sentimientos de la esposa hacia su marido son afectados; el matrimonio se ha vuelto amargo y situaciones malas resultan. La tranquilidad domestica desaparece, la amargura reina, y puede haber, y muchas veces ocurre, la separación. Estas situaciones son difíciles de arreglar. CONSIDEREMOS LA ESPOSA DEL PREDICADOR Usualmente la esposa del predicador no recibe el crédito que se merece. Ella mira que su esposo es invitado a todas partes del país para gozar de la más dulce hospitalidad de los hermanos, mientras ella se convierte en la olvidada esposa del predicador que se tiene que quedar atrás para mantener en pie el hogar. También es cierto que muchos hermanos no desean que la esposa vaya con el predicador a las series. Ellos están particularmente interesados en él, no en
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ella. Ella es vista como una intrusa, y las hermanas muchas de las veces la consideran como una imposición sobre ellas. (Créanme, también sé que hay muchas notables excepciones a esto). Alguien expresó las dificultades de la esposa del predicador en el siguiente poema: Some people wonder why the preacher is so fat And his wife‘s so poor and thin; the answer is plain: He goes among the brethren who feed with a vim, And she lives upon his salary, which is usually very slim!- Author unknown. TRADUCCIÓN: Algunas personas se preguntan por qué el predicador está tan gordo Y su esposa se mira delgada y desnutrida; la respuesta es simple: El está entre los hermanos que le dan de comer a reventar, Y ella vive del salario que le da, el cual usualmente es de poca cantidad. Una realidad muy conocida por este autor, después de haber predicado en cientos de series en todas partes del mundo en los últimos 40 años, que las esposas de los predicadores son muy pocas veces mencionadas en la invitación a predicar la serie, pero aún así, cuando uno llega, la pregunta que inevitablemente se hace es, ―¿Por qué no vino su esposa?‖ ¡Muchas, muchas, veces es porque ella no fue invitada! Este escritor una vez llevó su familia a una serie donde estaría predicado en una comunidad a la cual ya había venido a predicar antes y todo salió muy bien en esa vez pasada que no había llevado a la familia. Los ancianos hicieron los arreglos para que nos quedáramos en el hotel más costoso de la ciudad, el cual le pertenecía a uno de los hermanos. Algunos de los hermanos hacían arreglos para levantarme e ir a almorzar con ellos casi todos los días, me llevaban a un restaurante local y dejaban a mi familia en el cuarto de hotel solos. Como una familia solo se nos invitó a dos hogares durante toda la semana. Cuando se acabó la serie, le pregunté al hermano que era dueño del hotel sobre una cuenta que recibí. El me dijo que los hermanos habían decidido pagar por mí, pero que yo le debía por la estancia de mi familia, aunque nos quedamos en el mismo cuarto. ¡La cuenta era exagerada¡ Si hubiera sabido que yo iba a pagar la cuenta, ¡no me hubiera quedado en ese hotel! Me recuerdo también en un lugar donde un predicador trajo a su esposa y sus dos pequeños hijos. Una de las hermanas los invitó a él y su esposa a comer a su hogar, les sugirió que les dieran de ―comer a los niños antes que vengan a comer a mi casa.‖ CONCLUSION Yo entiendo que el material de este capítulo no cubre todas las situaciones y circunstancias, pero solamente una faceta del problema en total. Yo reconozco que hay esposas que son egoístas y mimadas que no quieren hacer ningún sacrificio por el predicador del evangelio. Estas no son las que tengo en mente en este capítulo, las que tengo en mente son aquellas que han sido neglectadas, y que sus deseos han sido pisoteados bajo la ambición de sobre pasarse, de maridos que les gusta subirse el cuello con orgullo los cuales están muy ocupados resolviendo los problemas de otros para reconocer los problemas que ellos mismos tienen. Verdaderamente algunos predicadores tienen grandes ilusiones de que son indispensables. Ellos piensan que la iglesia no puede sobrevivir sin ellos. Ellos son, como se
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dice, ―llamados y enviados apóstoles.‖ Ellos se miran a sí mismos como caballeros en caballo blanco que van a salvar a la iglesia de sus enemigos. Ellos se han hecho a sí mismos los perros guardianes que siempre están mirando para ver si hay algún enemigo. Siendo dirigidos por tales presiones, sus familias se hacen relativamente no importantes en comparación. Ellos dejan de ser un equipo y se van cada uno en diferentes direcciones. Está es una situación peligrosa. Los predicadores se deberían de esforzar a tener una perspectiva balanceada de su vida. Ellos no son SOLAMENTE predicadores. Ellos también son esposos y padres. Así mismo, ellos no son SOLAMENTE esposos y padres tampoco, también son predicadores. Existe un balance feliz en alguna parte, y debe de ser encontrado para poder agradar a Dios. Es una realidad que todas estas relaciones tienen deberes espirituales los cuales no se cancelan el uno al otro. Por que soy un predicador eso no significa que tengo el derecho de olvidarme que soy un esposo y un padre. Como esposo y padre, yo no puedo olvidar de que soy un predicador tampoco.
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APENDICE LA TERCERA EPISTOLA DE TIMOTEO Pablo, un apóstol de Jesucristo por medio de la voluntad de Dios, a Timoteo, mi amado hijo en el evangelio, saludos: Yo siento que te debo otra epístola. La experiencia y nuevos descubrimientos me han convencido de que fui muy duro y no reálistico en las otras dos cartas que te escribí. Por ejemplo, yo te animé a que sufrieras por el evangelio, para que pudieras hacer bien tu ministerio; que te entregaras de completo al tal, y que no te enredaras en las cosas de esta vida. Yo no se de donde se me vino esa idea tonta de que los predicadores deberían de envolverse tanto en la predicación del evangelio en orden de que no puedan hacer mucho dinero tal como los otros hermanos. (También quiero añadir que cuando estaba escribiendo esos puntos de vista tan cortos y ambiciosos, que yo no sabía que los hermanos eran tan injustos con los predicadores.) Mientras estaba predicando en Filipos, convertí a una mujer que vendía púrpura. Ella verdaderamente es una buena negociante, y me ha convencido que yo tengo una oportunidad fantástica de hacer mucho dinero en este negocio; siendo que siempre estoy viajando entre hermanos. (Créeme, después de lo que me hicieron a mi en Filipos, ¡Ya estoy listo para otras cosas!) Lidia, (la mujer que convertí) tiene un plan de ventas muy atractivo. Puedo hacer un buen dinero de la púrpura que venda, y puedo hacer que otros vendan también bajo mi dirección y hacer un dinero de lo que ellos vendan también. Ella me dice que me puedo hacer rico de la noche a la mañana en este negocio, y le creo. Le puedo, entonces, dar todo mi tiempo a pequeñas congregaciones que no le pueden pagar al predicador (a menos de que encuentre una iglesia grande la cual si pueda pagar). Aun más, ella me ha convencido de que esta no es solamente un oportunidad para que haga mucho dinero, sino que es mi obligación como cristiano el desparramar el conocimiento de la púrpura de Lidia a otros. Mira, la púrpura de Lidia hace maravillas para la imagen de uno, yo siento que debo decirles a todos los hermanos de la tal e insistir que la compren de mi. Es casi pecado el no compartir con otros este magnifico producto y esta oportunidad dorada con otros. Desde que tome este nuevo trabajo, soy un hombre nuevo. Mi familia dice que me llevo mejor con ellos y todos mis vecinos actúan diferente hacia mí. Pues, ahora les hablo sobre la púrpura de Lidia en lugar de hablarles de sus errores religiosos. Ya casi no llego a hablar de eso ahora. En cierta manera siento que soy un mejor predicador por esto siendo que ahora puedo decir lo que quiera decir sin preocuparme de donde va a salir mi siguiente plato de comida. Es imposible para alguien que vive del evangelio el predicar lo que los hermanos necesitan oír sin tener el temor de que les vayan a cortar el salario. Aparte de eso, me he dado cuenta de que no puede hacer dinero como predicador. Oh, yo sé que te escribí que el amor al dinero es la raíz de todo mal, pero, en realidad, eso es debatible. Lo que si se es que: los hermanos no van a tener cuidado de mí cuando sea viejo, así que ¿por que voy a pasar tanto de mi tiempo predicando el evangelio y salvando almas y sea negligente hacia el asunto más importante de guardar dólares para mis años avanzados? ¡También ya estoy cansado de estarme cambiando de hogar cada dos o tres años! Lo peor, es que tal vez no vuelva a tener esta gran oportunidad otra vez.
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Timoteo, he estado en este negocio de la púrpura solamente por un corto tiempo, y ya estoy haciendo varios miles de dólares al mes. No solamente estoy vendiendo mucha púrpura durante las series que predico, sino que también he empleado a los predicadores más conocidos entre la hermandad tal como Céfas y Apolos- lo que me recuerda de una de mis mayores ventas en Corinto. (Esta historia la comenté recientemente en nuestra convención). ¡Ustedes conocen a esos corintios industriosos! Tengo a tantos hermanos en esa iglesia vendiendo púrpura que la gente se refier e a ellos como ―la iglesia de Cristo púrpura.‖ Los hermanos tienen letreros en sus carruajes que dicen ―La Púrpura de Lidia‖. ¡Verdaderamente es algo de ver! Hasta se juntan en grupitos dependiendo bajo cual predicador están trabajando después de los servicios para vender púrpura. Unos están diciendo ―yo vendo para Pablo‖, otros, ―yo vendo para Apolos,‖ y otros aun más ―yo vendo para Céfas‖. (No creo que nadie esté vendiendo para Cristo.) Verdaderamente tienen una rivalidad unos con los otros. Cada grupo está tratando de hacer más que el otro, y todo lo que hablan antes y después (y a veces durante) los servicios, es cuanta púrpura vendieron la semana pasada. Esos corintios me han hecho mucho dinero. Hasta he pensado mudarme a Corinto y predicar allí mientras tenga la oportunidad, la cual tal vez no sea mucha, tal vez solo los domingos, pero que se puede hacer. Pero quiero que sepas tú y todos los hermanos en todas partes que no estoy dejando la predicación- no señor. ¡Yo nunca haría eso! ¿Por qué haría tal cosa? Tengo todos estos bosquejos de sermones viejos que he hecho al pasar los años, y puedo alistar uno de estos en un corto tiempo y ganar suficiente dinero cada mes para ofrendar cada domingo. Entonces estaré predicando gratis, lo que verdaderamente era lo que estaba haciendo antes, así que en verdad mi predicación no ha cambiado mucho. Timoteo, me sentí obligado a decirte esta explicación siendo que yo fui el que te influenció a que dejaras el mundo de los negocios para que predicaras. Yo creo que te hice un mal y quiero hacer bien las cosas contigo. Con tu habilidad para los negocios, podrías trabajar bajo de mí y hacerte parte de mi organización y hacer todo el dinero que has perdido mientras estabas viviendo con el salario muerto de hambre de los predicadores. Ahora, no te preocupes por las críticas de nuestros hermanos y otros predicadores. Ellos solamente son envidiosos- ellos harían la misma cosa si tuvieran la habilidad, y no fueran tan flojos. A todos les gusta el dinero, y estarían más que gustosos en ganar más, si pudieran, y no te preocupes del tiempo que se tarde de vender Púrpura. Recuerda, estás prestando un servicio, y eso es lo que los cristianos tienen que hacer. Además, recuerda que todos los predicadores que te critiquen no pasan TODO su tiempo predicando. Ellos van a los juegos Olímpicos y a pescar en el mar de Galilea. Pero claro, cuando hacen esto, ellos no están explotando la relación que ellos tienen con los hermanos para hacer dinero, pero es mejor no hablar mucho de este punto de vista. Nunca dejes que esta información se difunde. Siempre trata estos asuntos de una manera positiva. Di que has encontrado un producto increíble que ha hecho muchos bienes contigo, y que te sientes obligado el decirle a los hermanos del tal; y que hacer el tal es parte del ministerio de los cristianos. He encontrados que esta es la mejor defensa, y una que la mayoría de los hermanos no pueden refutar. Así que, si estás interesado, Timoteo, y yo creo que si lo vas a estar, solamente deja el trabajo en Efeso y ven a entrenar conmigo unos cuantos días y te incluiré en mis negocios, te vendo un buen paquete de muestras, y entrenarte en el arte de vender la púrpura de Lidia. Aun mejor, haz que los hermanos de allí me inviten a una serie y yo pasaré la mayor parte de mi tiempo diciéndoles de la púrpura de Lidia. También, podemos hacer una junta masiva de los hermanos en el área, y verdaderamente tener una buena semana. De esta manera puedes tener un
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buen entrenamiento y yo puedo exceder mis expectativas de venta que Lidia me ha puesto y ganarme unos buenos bonos. Ya me tengo que despedir. En el tiempo que me he tardado en escribir esta carta podría haber hablado con dos o tres personas sobre la púrpura de Lidia, (nunca le hablo a nadie sin mencionarles mi producto) y me hubiera ganado más dinero en estos cuantos minutos que lo que tu te ganas en toda la semana predicando. Espero oír pronto de ti. Estoy anticipando una respuesta afirmativa de ti. Libertad, felicidad, e independencia financiera te esperan y están a la puerta. ¿Por qué no la abres? Sinceramente de la púrpura de Lidia Pablo, representador de ventas (y predicador de medio tiempo). P.S. Timoteo, siendo que está epístola aparentemente es contradictoria a las dos primeras que te mandé, te sugiero que las destruyas a menos de que se hagan parte del nuevo Testamento. Eso sería vergonzoso. Pablo. (NOTA DEL AUTOR: El ensayo que está aquí arriba fue escrito para la revista TORCH, en Mayo 1971, p. 19, y es nuevamente inprímida aquí con algunas revisiones menores. JPN) NOTA DEL TRADUCTOR: Este ensayo fue una manera satírica de representar algunos de los problemas que hay en la iglesia y los predicadores. De ninguna manera debería de ser tomado como una forma de torcer la escritura. Este ensayo solo presenta lo que piensan algunos hermanos y predicadores sobre el trabajo del predicador y sus dificultades. Yo mismo fui engatusado por un hermano a vender mercancía cuando empezaba mi carrera como predicador. Era un hermano en el cual tenía mucha confianza y me pescó cuando estaba en un hoyo financiero. Al final de todo (después de unos cuantos meses de sentirme mal sobre el asunto) deje de hacer esto. El hermano mismo, hizo dinero de su venta que hizo conmigo y trato de engatusar a otros hermanos. Verdaderamente la culpa no fue del hermano sino mía al meterme en está situación. Esta es una tentación muy grande siendo que muchos predicadores carecen de los fondos necesarios para poder mantener a sus familias adecuadamente. Muchos predicadores viven con salarios tan reducidos que muy apenas pueden pagar sus cobros y comer. La falta de salario, en mi opinión, muchas veces viene de las misconcepciones que la iglesia y los hermanos mismos tienen sobre el trabajo y la vida del predicador. Es mi deseo que este libro mismo sea de ayuda y que pueda aliviar algunos de los males que hay por causa de la ignorancia o indiferencia (esto es lo que Satanás desea: que pequemos aunque sea por ignorancia).
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POEMAS NOTAS DEL AUTOR: Los siguientes poemas originales fueron incluidos por que son pertinentes a la vida del predicador y fueron escritos del fondo del alma de un predicador mientras estaba batallando para salvar las almas de los hombres. Se espera que infunda inspiración a que sigan trabajando en el trabajo más grande que el hombre ha hecho. JPN NOTAS DEL TRADUCTOR: Los siguientes poemas me han ayudado bastante en mi vida como predicador. No los he traducido siendo que la poesía y rima se pierden al traducirse. Espero que sean de ayuda a nuestros hermanos que dominan el inglés y el español. Estos serán presentados solamente en inglés. Mis disculpas. (J. Sanchez) I DREAMED I DIED AND WENT TO HELL I dreamed I died and went to hell, And as into the pit I fell; I saw people whom I had scorned Almost since the day I was born: The hypocrite who sat on the pew And sang and prayed like others do. The moral wretch and the dirty crooks And the wicked printers of obscene books. Fornicators, thieves and liars bad, And those who took what widows had. I saw murderers who had taken lives With guns and clubs and switch-blade knives. I saw folks who‘d done me wrong Whom I‘d hated, for, oh, so long! Those to whom I had failed to preach Because I though them beyond my reach. I saw the rich, the poor, the vile, the mean; I saw strangers I never had seen. I saw deceivers and the drunken sot; And I saw the ―worm which dieth not.‖ I saw fathers, mothers, and offspring too, Who‘d failed to live as God said to, Reserve in chains, it all seemed odd. I saw the ignorant, and the well-read scholars; I saw workers with blue and white collars; I saw people who were good and pious; I saw people with religious bias. I saw brimstone and eternal fire, And I wanted out with great desire. But found wishing was not enough 132
To cross the chasm of the great fixed gulf. I heard the cries of the lost ones there, As they suffered pain in deep despair; The gnashing of teeth in the darkness thick, And weeping and wailing that made me sick. I heard the screaming and the cringing cries Of those who‘d lived bay wicked lies. I heard the moans of good moral men Who‘d thought rebellion was not a sin. Who‘d lived good lives along the way, But the Gospel of Christ didn‘t obey. I heard men wishing as they wept and wailed They could live again the lives they‘d failed; But the judge on the throne gave His decree: ―There‘s just one chance, just one, you see; The life you‘ve wasted is past and gone, As you know the Bible clearly has shown. Then I thought of what a fool I‘d been To think of others as being in sin; With never a thought to look inside At my own faults I thought I could hide. But then I found to my chagrin That God could see what I had within, But now I was doomed beyond death‘s door To dwell with sinners forevermore. I then awoke from my nightmare; Thankful to God I was not yet there. And as I arose, my heart did throb With a burning desire to do a better job Of telling men of that horrible place They can escape by God‘s good grace If from this world they‘ll turn away And trust not in a better day. I KNEW THE LORD BUT I TURNED AWAY I knew the Lord but I turned away; I said ―I‘ll serve You another day,‖ I have so many things to do, I have no time to work for You.‖ ―I have money to make and spend, And desires to fill without end.
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I have places to go and things to do, And joys to share —not a few.‖ So I made money and paid my debts; To provide luxuries and to place by bets. Time I had for frolic and fun, But for the Lord I had none. So I spent my life for the world‘s delights; My earthly pleasure reached great heights! But at life‘s end I could not pray, For the Lord from me had turned away. 10/14/81 I WANT MY RELIGION FREE In the land of plenty where my blessings are many; I live in luxury you see; I eat quite well, as my waistline can tell, But I want my religion FREE. My money I make for my mushrooms and steak, I must have it for my revelry; I spend it for ―pampers‖ and luxury campers, But I want my religion FREE. I have dollars for fields and automobiles; I spend them for games and T.V.; I have my boat and my fancy coat, But I want my religion FREE. I have blessings untold in God‘s sheepfold; I want others to come and see; I am in clover and my cup runneth over, But I want my religion FREE. The Lord came to earth for what I am worth, He gave His dear life for me. He gave His all me to save from the fall, But I want my religion FREE. When I come to the end and finally must bend To the judge on the throne my knee. I pray I can lag what I‘ve saved in my bag, For I want my religion FREE. Anchorage, Alaska; June 1979.
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SO YOU‘RE LOOKING FOR A CHURCH So, you‘re looking for a church, Well, that‘s noble and fine; But for what are you looking? What did you have in mind? Where will you search, and where will you look? In confusing creeds, or God‘s wonderful Book? Will you pursue the pages of God‘s word Divine? Or human traditions in the annals of time? What would you want when to church you go? To hear God‘s word, or to see a show? To view a steeple that pierces the sky? To worship God, or have coffee and pie? What would you hear at the worship hour? The singing of saints, or a well-trained choir? Would you like to hear a rock-‗n-roll band? Or a message of truth ‗bout the promise land? What would you like when troubles loom? A house of prayer, or a recreation room? When life is a burden and help you need, Would you want God‘s word, or a human creed? Would you like a preacher who your troubles could feel, Whose concern for you is genuine and real? Or a professional clergymen with a degree or two, Or march in the streets for causes absurd? Would you want a church that would make you think, Or teach your children to gamble and drink? With carnivals, fairs and money schemes, Bingo and raffles and worldly things? Or, would you like a church whose view Is saving the world, but especially you? With never a preacher in clerical clothes With a professional air and a turned up nose. So, in your quest for a place to work, Be diligent and honest and never shirk; Refuse the answers that don‘t really suffice, And cling to God‘s word, whatever the price.
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If this you do, no doubt will rise For truth comes not in human disguise; But leaps from the Bible to the hearts of men And frees them from error, and shackles of sin. James P. Needham 11/11/75 ASLEEP IN THE PEW Preach my sermon loud and deep, Some folk sit in the pew asleep; Others try to lend me a lift — Give ‘em the elbow hard and swift. Sleepers wish they could sit in cribs To keep those elbows out of their ribs. How they look is really a sight; Deliver the church from Saturday night. To the movies the members just have to go, Or stay up for the late, late show. Come to church on Sunday morn With eyes drooping, weary and worn; Wish the babies wouldn‘t weep, Disturbing their Sunday morning sleep. The preacher‘s always the same, Makes them late for the football game. Preachers do their best To preach to him who is our guest, But find it rather hard to do With saints sleeping in the pew. When he makes a telling point, The sleeper‘s necks are out of joint. He gives a word, and they nod, But, oh, how deep is their love of God! Claim to be filled with His mighty power, But can‘t stay awake for a single hour! Mark this well, and don‘t forget; Sleeping saints seldom admit it. Always full of alibis Wasn‘t sleep, just resting my eyes. You thought my eyes were closed, But I never one time dozed. I can really hear the best, With my chin upon my chest.
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Though my eyes are swollen and red, I could hear every word you said. I would think you‘d realize, One doesn‘t listen with his eyes. When it seems you heard me snore, I was just gazing at the floor. The preaching‘s so much for me to take, It‘s just hard for me to stay awake. The sermons are so deep and long; The preacher‘s voice is like a song; When I hear it‘s music sweet, It just soothes my eyes to sleep. Now since it‘s clear it‘s his mistake, That its so hard for me to stay awake: He should strive with all his might To make the sermon nice and quiet. Never tap the floor or the stand; Snap his fingers, of clap his hand. Keep his sermons nice and mild, Let me sleep like a little child; Make his voice sweet and soft, Making it easy to stay aloft From his thought in every way; What‘s he care if he gets his pay? 2/11/65 GUM-CHEWING CHURCH-GOERS Let me tell you of the looks of some Who sit in church and chew their gum. Some are young, some are old, Some are bashful, some are bold. Some chew loud, some chew silent, Some chew like their getting violent! All could see if they only would, They look like a cow chewing her cud; With chin moving up and down, And now and then an occasional frown! First on the left side, then on the right, As they chew and chew with all their might! Some chew separately, some chew in union, Some even chew at the Lord‘s communion! But some are gracious kind and fair,
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And never chew at the hour of prayer! And if I could I would beseech, ―Please no chewing when I preach.‖ For I declare, it‘s hard to see, If they are chewing or answering me! And how I hope the day will come, When in church they‘ll chew no gum. 1/28/65 WHO IS A PROSPECT As Christians go from place to place Meeting myriads of people face to face; How they wonder from their days of youth Who is a prospect for the gospel truth. While I can‘t write a list complete, Here are some suggestions from those we meet: The carpenter, the mason, the hanger of paper; The butcher, the baker and the candle stick maker. The neighbor who live across the street, And all the strangers we chance to meet. The check-out girl at the grocery store, The bag boy, stock boy and a hundred more. The teller at the bank where I cash my check, And the person I helped in a local wreck. The fellow whose desk is next to mine, The waitress who works where I go to dine. My father, my mother, my daughter, my son, And the people I see when I‘m on the run; The doctor who fixed my broken toe, And people I see wherever I go. The taxi man who takes me places; People of mine, and other races. The persons who teach my children at school, And those who ride in my daily car pool. My husband, my wife, my uncle, my aunt, And every person I daily confront. The newspaper boy and the milk man too, And dozens more I could name for you. But this is enough to make us know That prospects are plentiful wherever we go, So lift up your eyes and look on the fields For they are ready with abundant yields. All we need is the will to win
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Souls for Jesus while we still can. To choke every excuse and alibi; Roll up our sleeves and begin to try. 10/16/79 THE LORD'S ASSEMBLY If you'l1 come with an open mind: You'll see we have no axe to grind: For an we have in mind to do Is save our souls, and we hope, you By preaching and doing just what we find In the dear old Bible, God's Book Divine. If you think you hear us proclaim What is not in the Saviour's name; You should demand divine authority: God's word must have priority. If we cannot from the scriptures authorize, We'll take it back and apologize. Now this is our motto, rule and guide; With God's word we're satisfied. We extend to a11 a welcome sweet, To come and sit at the Master's feet; To learn His word and will and way, And be we11-pleasing on the judgment day. James P. Needham 2/16/76 Eternal Man There was never a time when God was not, And He will always be; For "God is not a man," But eternal Deity. There was a time when I was not, But that will never be again; For I am not a mortal beast, But eternal man. For since I started I'll never cease, Though it be strange or odd;
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For in my inner man, I'm in the image of God. When the sun no longer shines, And the stars sha11 take a bow; I'11 be as conscious then As I am right now. Through eternity's ceaseless ages I shall know and live and see; Whether this life is lived for Jesus, Shall determine where I'll be. 6/11/73 THE PLACE PREPARED Jesus carne from heaven's portals; Gave Himself for us poor mortals. Did not spurn the needed price, Gave Himself, a sacrifice. In Gethsemane, prayed and cried; On Calvary's hill was crucified. Born of Mary, a virgin's womb; Laid to rest in Joseph's tomb. To His Father's will subjected; On the third day resurrected. Returned to heaven, that place so fair; For his people a place to prepare; That those who serve Him in His name, He‘ll receive when He comes again; To live with Him in the land of the free Through the ceaseless ages of eternity. 1/23/65 A FRIEND OF MINE In the cool of the day, I steal away To a place where no men trod; And spend some time with a friend of mine; In the Bible His name is God. I talk with Him when the light is dim; 140
To others it may seem odd Unburden my soul of misery untold, For He is, indeed, my God. When my heart is broken by grief unspoken; When life is a burden to bear. I return again to my faithful friend; For He is always there. When I go wrong in the maddening throng Of men who my friend ignore; He my folly forgives, for in heaven he lives, How could I ask for more? 5-7-75 GOD'S ETERNAL PURPOSE God has a purpose for our lives In His word we're told; How wonderful to see it Before our eyes unfold. Before the world was ever formed; Before God made the human race; He determined in His greatness, How to save is by His grace. Man's ear could never hear it; His eye could never see; His mind could not conceive God's plan for you and me. God's word unveils the mystery Of life's purpose in this world; Which in God's mind was formed Before it was unfurled. Earthly gain and pleasure Are not our purpose here below; But to tell good news of Jesus, God's manifold wisdom show. Through the ages God has shown us, All the wisdom of His plan; And in His word has told us Of His saving love for man. God's plan makes known His wisdom; 141
Through His church it's manifest; It is not ours to question, But accept it as the best. In God's word His plan's revealed As He wants it to remain; We must never seek to change it, If his pleasure we'd retain. So, if you'd live in happiness, Both now and in the end; Give your life to Jesus, And on His will depend. 4/21/74 GOD DOTH CARE "The heavens declare the glory of God," The shinning sun, the clay the clod. He is present every passing hour, Caring for every blooming flower. I see God in the birds that fIy, In the swimming fish, and the baby's cry. He's in places, broad and narrow, Caring even for the fallen sparrow. God is here, God is there. He even numbers the fragile hair. He cares for me both night and day, He even hears me when I pray. God doth care for the meekest plan Of the littlest child or the biggest man. He's even aware of the nimble squirrel, For God is caring for His wonderous world. From God's presence we cannot go, to the falling rain or the drifting snow. Men may scoff and men may curse, But God is caring for His universe. Vain men think God cannot know What they do and where they go; But God is caring for the babbling brook, And keeping our diary in His record book. To His judgment we're moving fast To meet the record of our past; 142