JOSE JOS E LUIS LUI S MARTIN MAR TIN
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AMOR.C -
SAN JOSÉ. CALIFORNIA
1958
El ProfeSTO José Luis Martin, dicta cátedra de Humanidades en la Universid al de Puerto Rico, desde el 1952. ObtuObtuvo su Bachillerato en Artes en 1942. Sirvió en el Ejército Norteamericano por casi tres años. Ha visitado, entre otros países, a Cuba, Santo Domingo, Panamá, Venezuela Vene zuela y Colombia. Obtuvo su su “Mas* ter” en Artes, en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico en 1053, con una tesis sobre un estudio crítico-estilístico sobre La Salaniada de de Alejandro Tapia. Ha dicta do numerosas conferencias recientemen te, tanto en la Universidad como en el Ateneo Puertorriqueño, en torno a figu ras prominentes promin entes de nuestra literatura. Ha publicado una serie de ensayos de crítica literaria, en revistas nativas y ex tranjeras. También ha publicado nume rosos poemas de algunos de sus sustancio sos libros de versos, muchos de los cuales han sido declamados por la Radio, en Puerto Rico y en España. Actualmente prepara su tesis doctoral en torno al Romanticismo hispanoameri cano del siglo XIX y enfocando la perso nalidad del poeta colombiano José Eusebio Caro. El Prof. Martín es miembro FRC. de AMORC por más de 12 años, y estudiante fervoroso de Misticismo y Filosofía Her mética. La lista completa de las Obras del Pro fesor Martín la publicamos en la solapa de la contraportada.
Ateneo Universitario , 1957
LA
L E Y
D E L
K A R M A
L A
L E T
D EL K A R M A
LA LEY DEL KARMA Copyright, 1957, by AMORC
D E D I C A T O R I A Derechos de Propiedad Reservados por AMORC en 1957
A
RALPH IMPERATOR
M. L E W I S DF.
AMORC
quien me señaló el eamino que conduce a la luz y a la realización. J. L. M. V
EDITORIAL ORION Impreso en México IVmleí! in'México
BIBLIOTECA ROSACRUZ — AMORC — Volumen
I.
— Preguntas y Respuestas Rosacruces con la Historia Completa de la Orden. II. — Principios Rosacruces para el Hogar y los NegoNegocios. III. — La Vida Mística de Jesús. (Hechos ocultos de su vida.) IV. — Las Doctrinas Secretas de Jesús. (En inglés.) V. — En Vos Vos Confío... (Enseñanzas secretas del Tiber.) VI. — Mil Años Pasados. VII. — El Dominio del del Destino con con los Ciclos de de la Vida. VI II. — Manual Rosacruz. Rosacruz. IX. — Oraciones de los Místicos Místicos.. (En inglés.) X. — Los Antiguos Símbolos Sagrados. Sagrados. XI. — Las Mansiones Mansiones del Alma. Alma. (En preparación.) XII. — Lemurio. — El Continente Perdido del Pacífico. XIII. — La Técnica del Maestro. (En inglés.) XIV. — La Profecía Simbólica de la Gran Pirámide. (En preparación.) XV. — El Libro de Jasher. XVI. — La Técnica del Discípulo. Discípulo. (En inglés.) XVII . — Envenenamiento Mental. (En inglés.) XV III. — Las Glándulas — Nuestros Guardianes Guardianes Invisibles. (En inglés.) XIX. — Por las Huellas de la Civilizació Civilización. n. (En inglés.) XX. — La Palabra Surgió. Surgió. (En inglés.) XX II. — El Santuario del Ser. XXII. — Son of the Sun. (En inglés.) XXIII. — The Conscious Interlude. (En inglés.) XXIV. — La Ley del Karma. iDe tiempo en tiempo se añadirán nuevos volúmenes. Escriba pidiendo eatálouo completo.)
UNA EXPLICACION NECESARIA LA ORDEN ROSACRUZ Los Ed itores, anticipándonos anticipándonos a las preguntas de los lectores de este libro, queremos hacer constar que en el mundo, hoy, no existe sino una sola y universal O r d e n R o s a c r u z , con ramificaciones en diversas jurisdicciones, unidas y dependientes todas de un Cqnsejo Supremo establecido de acuerdo con las dis po p o si ci o n e s or ig in al es d e lo s an tig ti g u os m a n ifie if ie stos Rosacruces. A dem ás, la O r d e n R o s a c r u z no es una secta ni institución religiosa. Esta organización internacional conserva las tradiciones, enseñanzas, principios y prácticas humanitarias características de la anti gu a y pr im itiva iti va H e rm a n d a d , q u e inici in icióó sus su s actividad es en tiempos ya muy remotos. Se reconoce como la antigua y Mística Orden Rosar Crucis y la abreviatura corriente de dicho nombre nombre es es AM OR C. Las ofici oficinas nas cencentrales trales de la jurisdic jurisdicció ción n de N orte y Sur Am érica están situadas en San fosé. California,
E.U .A.. y extienden extienden sus actividades a todo el Continente. Los que deseen m ás informes informes sobre la historia y las enseñanzas de los Rosacruces pueden solicitar un ejemplar del libro titulado titulado "E l Domttuo de ¡a V i d a . D i c h o libro se reparte gratis y puede pedirse al Escribano Escribano S.K.A.. Templo Templo de AM ÓR C. P a r California. E .ll.A . que Rosacritz. San fos é. California. P
r e f a c i o
El presente libro es producto de largas y continuas meditaciones sobre el tema del Karm a. N o solamente solamente los estudios de l autor autor en la Orden Rosacruz le han servido de estímulo. sino sus investigaciones personales en fu e n te s su g er id a s p o r la mism mi sm a O rd en . L a observac ión y estudio d e la vida m isma, la experiencia y la experimentación por muchos años con relación al Karma le han capacitado pava pa va es ta la bo r. A n te s d e tr an sf or m ar se en libr li br o el p r es en te trabajo, la mayor parte de su contenido se había dictado como conferencia a los miembros de la la Orden en en Puerto Rico. D iferentes gru g ru p o s d e R os a cr n c cs oy er on la co n fer fe r en c ia del Karma y el interés fué tal que aquellas notas se transformaron transformaron pronto en en libro. libro. Fu é sometido a la Biblioteca Rosacruz y aprobado
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pa p a ra su p ub lic ac ió n p or el Im pe ra to r. el D o c tor Ralph M. Lew is. asi asi como por Fra ter Cecil A. A . P o ó lc . qu ien co n oc ía el te x to or igin ig inal al cu an do se dió como conferencia. No hemos deseado alterar mucho el contenido básico que tuvo como conferencia, y sólo ha sufrido ligeras alteraciones alteraciones para p resentarlo como libro. Posiblem ente pueda sugerir nuevas ideas a otros, ya que está escrito muy sintétic sintéticamente. amente. Nu estro mayor anhelo es que oriente a los lectores en la más importante de las leyes cósmicas, y les ayude a comprender cada v'e2 mejor el principio de que el Hombre es el creador d e su propio destino. J. J . L . M . INierlo Riro.
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Introducción: Desde hace muchos siglos, desde un remoto pasado que la historia oficial no ha logrado desentrañar a cabalidad, el hombre se dió cuenta de que en medio de su vida reinaban dos poderosas fuerzas misteriosísimas para é l : el Dolor y la Felicidad. Comprendió el hombre que su vida era una continua y desajustada combinación de dicha y desdicha, un balanceo entre una sonrisa hoy y una amargura mañana, verdadero duelo entre las lágrimas y las risas. Fué entonces cuando el hombre extendió esta observación a todas sus experiencias, y descubrió que la Naturaleza es una dualidad en continua creación, Vió además que él mismo como ser humano tenía un aspecto dual, y que esa dualidad se manifestaba en su exis-
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tencia unas veces como dolor y otras como felicidad. Cuando comenzaron a desarrollarse las religiones orientales y occidentales, respon diendo a ciertos planes cósmicos preestable cidos, estas religiones se hicieron eco de es te fenómeno de dualidad observado por el hombre. Entonces los seguidores idólatras de estas religiones trataron de presentar expli caciones diversas para racionalizar el fenó meno Dolor-Felicidad. Entre las explicacio nes entonces expuestas, la mayoría de las cuales aún subsisten, tenemos las siguientes: 1* “La Divinidad es quien determina por su propia Voluntad nuestro dolor y nuestra felicidad”. Esta idea se manifestó tanto en cultos politeístas como monoteístas. El Cris tianismo oficial tiene mucho de este principio. Si bien lo observamos, comprendemos ense guida que esa idea establece el concepto de un Dios caprichoso, que subjetivamente, sin que para nada intervenga el hombre, reparte, bienes y males a quien mejor le plazca. En la mitología grecolatina esta idea está expresa da en la diosa Fortuna, y su famosa rueda.
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Por eso es que en los rituales y leves ecle siásticas de un gran número de estas religio nes, se estableció que ciertos sacrificios —san grientos en unas sectas y más veniales en otras— aplacarían la “ira” del dios, y que otros tales sacrificios nos enviarían ciertos bienes anhelados, y que el deseo de que la divinidad castigara a fulano por determina dos yerros, traería consigo ese castigo, y asi sucesivamente. 2° Observando el hombre que ese dios ca prichoso que determinaba dichas y desdichas tenía ciertos atributos como: como: todo-amor, todomisericordia y todo-bondad, era incompatible esto con la creación y profusión de males en la vida del hombre. De ahí que el hombre mismo quiso coordinar estas ideas para ajus tarse mejor a la lógica ( por él también también inven tada ), y dió margen a nuevos conceptos que fabricaban nuevos dioses y seres que encarna ban la producción de los males observados. Así surgieron surgieron las imaginarias figuras de T i fón, Plutón, Set.* Arimán, Saturno. Satanás, Mito Egipcio: Osiris-Set-Isis-Horus. Equivalente al jud ío (he bre o) Jehová -Satanós-M -Sata nós-M aría-Jesús aría- Jesús.. *
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etc. Como podemos observar por un cuidado* so estudio de la historia de las religiones, ninguna de ellas ha podido coordinar lógica mente la existencia del mal dentro de un uni verso creado por un dios Todo-Bien. 3* También había que conectar el origen del mal —los dioses mencionados— con el hombre mismo. Por tanto, surgen los mitos de la tentación del hombre por el Dios del Mal, la caída del hombre en el llamado p e c a d o , y el subsecuente destierro del hombre del bien original poseído y la herencia futura de ese mal .cometido por un grupo primitivo. Este principio le hace creer a la humanidad que Satán —o el nombre que lleve en otras reli giones— está vivo dentro del hombre mismo, y que es su enemigo y su perseguidor. Natu ralmente, está idea engendra fobias, comple jos jo s y traumas. traum as. 4- La mente supersticiosa del hombre dió salida también a otra explicación del fenóme no aludido, indicando que la Naturaleza esta ba superpoblada por una serie interminable de espíritus, genios, elementales, fantasmas,
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almas en pena, demonios, etc., y que ellos —y sólo ellos— producían el mal que se ob serva en la vida humana y en la Naturaleza misma. Esta idea dió origen a detestables ri tos de Magia ceremonial en el pasado, así como a creencias aberrantes sostenidas hoy por muchos cristianos y por los espiritistas. Repito que, aún hoy, ellos siguen creyendo que el mal del hombre es originado por estos espíritus o fuerzas de la Naturaleza. 5 ‘ En épocas époc as más más recientes, una línea de pensamiento más materialista pero no menos supersticiosa, ha producido diversas solucio nes para explicar esta dualidad del bien y el mal. Me estoy refiriendo a las ideas de tipo científico-oficial. Entre ellas, observaremos tres tr es : 1*. 1*. —•la que cree que todo resultad res ultadoo físico, f ísico, psicológico, o espiritual en el hombre viene de causas por ellos llamadas leyes de la na turaleza, como la gravedad, la radioactividad, las leyes del movimiento, etc. Sabemos, sin embargo, que estas teorías sobre las llamadas leyes fijas de la naturaleza, estudiadas por la ciencia oficial, están constantemente en bombardeo de nuevos descubrimientos cientí-
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fíeos, y por tanto, modificadas, rechazadas y echadas a un lado. Para citar un ejemplo; las nuevas teorías del Profesor Einstein —cuyo verdadero genio apenas comienza a conocer se— productos de una vida completa dedi cada al estudio filosófico y científico de la Naturaleza, eclipsarán toda la Física, la Quí mica y la Astronomía que hasta la fecha se conocen, modificando las leyes hasta hoy te nidas como infalibles. Su teoría de la curva tura del espacio —para citar un caso suyo— da al traste con todos los conceptos espacia les anteriores, y sin duda revolucionará la teoría heliocéntrica copemicana, en la que se funda la moderna moderna astronomía. astronomía. Y otro caso suyo también: su tan comentada teoría de la relatividad, modifica totalmente los conceptos espacíales-temporales que hasta la fecha sos tenía la ciencia oficial. Claro, que para los místicos y conocedores de la sabiduría her mética, Einstein sencillamente ha comprobado matemáticamente lo que el Esoterismo ha re velado siempre a sus iniciados, aunque con otro muy diferente tipo de comprobaciones. De manera, que las llamadas leyes de la na turaleza, que la ciencia oficial cree infalible
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mente conocer —y presentar como fuente de bien y mal— están continuamente puestas en entredicho por la ciencia misma. La infalibi lidad de la ciencia se parece en esto a la in falibilidad alegada por las teologías de las diversas religiones. Recordemos cómo una gran mística como Mme. Blavatsky combatió ambas infalibilidades en su monumental obra ísis sin Velo. 2*.—También modernamente se le achaca a la herencia el origen de los bienes y los males humanos. Para muchos, todo lo que somos, en cuerpo y alma, es heredado de nuestros antepasados. De ahí que la Herencia se haya convertido en las mentes de muchos hombres en la moderna Diosa de la Fgrtuna. que reparte genio y torpeza, riquezas o mise rias. amarguras o dichas. Como la herencia es lo que es, y la ciencia no cree modificarla, estamos, según ellos, inevitablemente escla vizados a lo que hemos heredado. Se notará en seguida el fatalismo fundamental de esa teoría. 3'. — Y finalmente, muchas escuelas esc uelas científicas modernas, opinan que el ambiente, la sociedad en que vivimos, los grupos sociales por los que hemos cruzado y seguimos ent rando — como en el el siglo sig lo xvm las Institucio-
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ncs— son la causa única e insustituible de to dos nuestros males y todas nuestras alegrías. También esta teoría es fatalista. Podríamos además aducir la teoría de la suerte o del accidente, que es tan ignorante de las verdaderas causas, como las anteriores. Todas estas teorías que he bosquejado na cieron del desconocimiento que el hombre te nía de sí mismo, y de su ignorancia de las verdaderas leyes cósmicas. Todas esas teo rías inculcaron — y siguen incu lcand lca ndo— o—- mied o en el hombre, porque le hacen creer que él es esclavo de fuerzas ya caprichosas, ya ciegas, ya mecánicas. Se cree por tanto que el hombre es esclavo del Poder que está fu*sra de él y por encima de él. El poder con un látigo en una mano y con flores en la otra. Todas estas ideas antropomórficas sobre la causa del bien y del mal han esclavizado la mente humana con fo b i a s que se han propa gado en la raza, multiplicándose y echando profundas y largas raíces. Pero recordemos que, paralelo al desarrollo de estas ideas supersticiosas y traumáticas, desde un remoto principio también descubrió
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el Hombre una una verdad que ha resistido lon si glos y el desarrollo de todas las civilizaciones, porque es una verdad basada en el conoci miento cósmico: El Hombre descubrió que si hay un gran Poder Central en todo el Cos mos, que no es caprichoso, ni ciego, ni me cánico, sino justo, inteligente, amoroso, y que creó al Hombre por emanación; no al hombre como está evolucionado hoy, sino al Hombre Interior, hecho a Su imagen. Y descubrió el hombre el mayor de sus descubrimientos: que si se entonaba debidamente con ese Poder por medio de ciertos procesos que debían per manecer reservados solamente para los mere cedores, el hombre podía llegar —por virtud efe ese entonamiento— a armonizarse con ese Poder, y de esta manera, sin alterar para na da el mismo, manejar y usar los atributos de ese Poder para crear lo que gustara, para mo dificar su vida, para ir donde quisiera, para alcanzar lo que ambicionara. De ahí la reser va que desde un principio se tuvo en ocultar los procedimientos (o modus operandi) para tal entonamiento y armonía, ya que se reque ría de antemano un gran desarrollo moral v una lealtad completa a los principios más cu-
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eos de la vida. De otra manera, tales poderes corrían el riesgo del abuso y del uso egoísta en manos inescrupulosas. Cuando se organizaron las escuelas esoté ricas bajo la dirección de la Gran Fraterni dad Blanca en el antiguo Egipto, ellas impar tieron ese conocimiento, afirmando una y otra Ccz que la Dualidad DolorFelicidad es el pr p r o d u ct o d e l fu n cion ci on am ie n to d e una un a im p or tantísima ley cósmica: la Ley del Karma, y de sus relaciones con el hombre. La Gran Fraternidad Blanca ha tenido siempre como uno de sus grandes objetivos, enseñar las Leyes Cósmicas. Siendo el Karma una de estas fundamentales leyes, si no la más fundamental de todas, interesante y aún necesario es que nosotros, como estudian tes de estas leyes cósmicas, como buscadores de la Verdad en nuestras investigaciones eso téricas. y en fin. como Rosacruccs sinceros, veamos qué es la ley del Kartna, cómo funcio na en sus diferentes aspectos y finalmente có mo debemos afrontarla. No olvidemos que la Ley del Karma es sencillamente una de una larga serie de leyes
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cósmicas, y que uno de los objetivos de la existencia humana es llegar a conocer bien el funcionamiento de esas leyes en nuestras vidas. Las leyes cósmicas no son productos dei capricho de Dios, Dios, sino de su sabiduría. Los místicos dei pasado, como los del presen te — discípulos todos de una común fuente educativa— han afirmado que lo Uno es el origen de Todo, y que todo el Universo, con sus diferentes planos de conciencia, emanó de lo Uno. Este Uno, infinito en sí, emanó Ja 'V id a Univer Un iversal, sal, la cual a su vez se mani festó de infinitas infinitas maneras. maneras. Fué lo U nq-A bso luto quien estableció la cadena de Leyes Cós micas como roca roca para apoyar el Universo emanado. EJ Hombre, creación de la Vida Universal, llega a entonarse con lo Uno por medio del estudio y conocimiento de la Ley Cósmica. Es, pues, deber del Hombre cono cer a fondo esas leyes, y no sólo conocerlas, sino armonizarse con ellas. Como hemos de usar en adelante los tér minos bien y m al (y todos sus sinónimos) pa ra las explicaciones de la ley kármica, bueno es que aclaremos lo siguiente: Cuando en el “principio” Dios estableció las Leyes Cós-
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micas, quiso con ello la felicidad de todas sus criaturas; pero como el Hombre, espejo del Dios Creador, fué creado con libertad para elegir a su gusto entre cualesquiera dos cami nos en su vida humana, se estableció por tan to que ya que la Ley Cósmica no podía dero garse por capricho de nadie, si el Hombre usando su libertad de elección, se armonizaba con la Ley, le produciría lo que la Ley pro duce: fe lici li ci d ad ., que es el estado positivo dt 1os efectos, y a ello el hombre ha dado en llamar bien. Por bien. Por otro lado, si el Hombre, usando esa misma facultad electiva, no se armoni zaba con la Ley, le traería un efecto opuesto, de desgracia, que no lo produce la Ley, sino que es el resultado, como vemos, de la no-ar monía del hombre con la Ley misma. A este segundo estado se ha llamado mal, mal, y forma el aspecto negativo para los efectos de obser vación funcional. 'Iodos los seres creados con libre albedrío pueden por tanto, armonizar o desarmonizar con la Ley cósmica de acuerdo con su voluntad y forma de decidir. Las de cisiones del hombre forman su destino. De ahí que todo el llamado m al que el hombre produzca o vea a su alrededor, en o tuera de
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él , es el resultado —para los efectos de sus facultades objetivas y su mente mortal— de una desarmonía entre una voluntad humana determinada y la Ley cósmica.
1. Definición de la palabra “Karma '. La moderna palabra Karma Karma —usada hoy de la misma manera en todos los idiomas— es de origen sánscrito. Esta antigua lengua hmdú, el samskrta, samskrta, también llamada senzar. o lengua del sol. y ' filológicamente, idioma idioma de los poderosos, a diferencia del pra p ra k ri t o p r a k r t a , lengua vulga r— , como como también también el grieg o, latín, persa, persa , gótico g ótico,, céltico , etc. etc . — , son derivantes del llamado pr p r ot o -a ri o, o lengua aria original, que escasamente se ha recons truido. En sánscrito, la palabra que estudiamos se pronunciaba Karman. Karman. Como vemos por el análisis interno (de contenido psicológico) de la palabra, como el externo (de combina ción morfológica). esta palabra sánscrita se subdivide en dos partículas diferentes, que son: K av una, y M an otra. Esta última par tícula — M — M a n — es a su vez el origen étimo-
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lógico exacto de la palabra inglesa M a n que significa Hombre. En sánscrito, M an signifi ca Pensador. Con lo cual, la palabra inglesa M an viene a cargarse con el significado de que el Hombre es el Pensador, o ampliando el contenido: que el pensamiento es la activi dad fundamental y característica del Hombre. De la palabra M an inglesa hay una derivan te por analogía, que es M in d , la cual inter preta la conciencia razonadora del pensador. Volviendo al sánscrito, la partícula K a r es altamente significativa. Sabemos por el estudio que la moderna ciencia de la Lingüís tica ha hecho de los idiomas sagrados de la antigüedad —tales como el sánscrito mismo, el avesta, el cóptico hermético (deri vación especial adoptada de la escritura je roglífica), el hebreo antiguo, y aún en parte el griego antiguo, y ciertas sílabas del latín clásico— que cada una de las letras o sonidos de estos idiomas poseía un valor psicológico y espiritual muy definido, que correspondía a ideas o emociones, a sensaciones o vibra ciones cósmicas de antemano conocidas. Así. en la partícula sánscrita K a r , la K era sinóni ma de aplicación humana, o acción humana.
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movimiento aplicado por parte del ser huma no; la A significaba la energía positiva de la Divinidad, y la R el origen divino de toda fuerza, es decir, el Poder uno e indivisible. Toda la sílaba /Car, pues, venia a significar la aplicación del poder creador por el Hombre. Si a ella le unimos la partícula M a n , que en cierra la acción del pensamiento, toda la pala bra completa — Kárman — viene a significar, literalmente interpretada, la acción de la voluntad (que es poder divino en el hombre) por medio del ejercicio del pensamiento. Des arrolland o esta idea en vina vina generalización más práctica, diremos que la palabra K a n n a —ahora usada en español— significa ¡a ac ción y reacción de la voluntad humana sobre el pensad or mismo. Tamb ién se ha hallado que de la raí K a r se se deriva la palabra latina caeremonia. o ceremonia, que significa acción simbólica. 2
Ya en este principio está envuelta la idea de que el pensamiento humano es una energía que acciona y reacciona, es decir, que produce efectos sobre el mismo generador o pensador. Y aquí está envuelta la ley misma misma del Karma. porque los místicos antiguos, al formular la
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palabra por primera vez, demostraron con ello que habían observado muy cuidadosa mente la ley a que nos referimos, y habían visto su funcionamiento en la vida humana y en todo el Cósmico. Habían notado que la Ley kánnica estaba basada, no en el capricho egoista de ningún dios sino en la más estricta justicia just icia conceb con cebida, ida, puesto que todo resultado resul tado era el efecto justo y balanceado de una causa mental. Es decir, que todo pensamiento pro ducía efectos que recaían sobre el pensador como bendiciones o como pérdidas, depen diendo del móvil causativo del pensamiento original. De esta manera, hoy sabemos que el Karma es la ley de de causalidad (de causa c ausa y efe c to), y no de la casualidad, como cree la su perstición humana. Es precisamente lo opues to de toda casualidad. Según pensemos y ac tuemos, así viviremos. Cosechamos lo que * sembramos. Karma, pues, significa compensación sación peni compensación equilibrada, ajus tada matemáticamente a su causa moíivadora.
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7. Dónde trabaja la ley del Karma. No todas las leyes cósmicas funcionan en los mismos planos. Algunas hay que ejercen sus funciones en el plano físico, otras en el psíquico, o en algunas de sus subdivisiones, v así oor el entilo entilo Muy Mu y pocas de de estas leyes se relacionan con todos los planos de manifes tación de la conciencia universal. Entre ellas, la ley del Karma es, por antonomasia, la ley de todos los planos. Incluye todas las leyes cósmicas —tales como la Ley de la Reencar nación, la ley de Amra, la Ley del Equilibrio Cósmico, la Ley del Triángulo, la Ley del Libre Albedrío, la Ley del Andrógino y su complementaria Ley de las Polaridades In versas, la Ley del Entonamiento Cósmico, la Ley de Atracción, la Ley de las Correspon dencias, la Ley de la Regenaración, la Ley de Cristalización, etc. —muchas de las cuales serán discutidas en este trabajo. El Karma incluye las conciencias de todas las esferas cósmicas, incluye todas las voluntades, todos los seres: las huestes cósmicas, las huestes humanas, las huestes naturales.
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De ello deducimos que esta ley trabaja independientemente del tiempo y del espacio, así como dentro del mismo tiempo y espacio.
ni injusta, ni castigadora, sino muy al contrario, es inviolable, irrevocable por su estabilidad, justa, causal y no casual, acumulativa pero no unilateral o egoísta.
5. Características de la Ley kárrnica.
El Karma es ley automática, pero ello no quiere decir que sea mecánica sino inteligente en su justo automatismo. Es una ley neutral porque ni puede calificarse como buena ni como mala en su esencia, aunque en verdad hablemos (para clasificar sus efectos en el hombre) de karma positivo y karma negativo. Por esto podemos decir que el karma, en su unidad, es dual por su manifestación en el ser humano. humano. No es ley inestable. Al contrario, siempre se ha observado que el karma posee una estabilidad divina que nos asombra.
Como ley, el Karma es eterno, aunque no es permanente en el hombre, ya que su duración está sujeta a límites muy justos. Al decir que la ley kárrnica es eterna queremos significar que como tal surgió con la voluntad divina en el místicamente llamado “principio’* y continuará por los siglos de los siglos, aún hasta después de la consumación de los siglos. La ley kárrnica establece una cadena de causas y efectos trabajados por la voluntad humana y ajustados para cumplirse por las Jerarqu Jera rquías ías cósmicas. cósm icas. Po r tanto, tant o, no existe exi ste lo que se llama suerte, ni lo que se denomina accidente. El Karma es una ley impersonal, pero no es arbitraria. Ya que es impersonal, es. como consecuencia, imparcial. No participa de lo personal ni de lo caprichoso. No es fatalista.
La Ley Kárrnica, como hemos dicho, es irrevocable, pero —como explicaremos adelante— es modificable en sus efectos, o mejor dicho aún, es desviable en sus resultados, sin que por ello la Ley se anule o se revoque en un solo tilde.
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4. Objetivos del Karma. Esta maravillosa ley del Karma tiene tres propósitos fundamentales, entre otros, que son: a. Ens eñar y dar dar lecciones al Hombre so bre todas las leyes cósmicas. b. Construir, fundamentar, establecer el carácter, que es a su vez la expresión de la personalidad del Alma. c. Ayudar Ayu dar al Hombre a cumplir con el prin cipal objetivo de la vida en este plano físico, según el punto de vista místico: que es adqui rir experiencia, y unirla al conocimiento inte gral que tengamos de todo.
5. C l a s e s d e K a r m a . La ley del Karma, al funcionar eternamente y en todos los planos, envuelve una serie com plicada de funciones (en sus causas y efec tos). que nos hace clasificarla de la siguien te manera:
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a. Karma angélico - o sea el perteneciente a las huestes cósmicas. ( Hemos usado usado el ca lificativo angélico aquí metafóricamente y no por alusión directa a la teogonia cristiana). No tenemos mucho mucho —o casi nada — que ver con este karma los seres humanos, puesto que ello le corresponde más bien a las jerarquías superiores del Cosmos. Recordemos un mito ilustrativo de la Antigüedad: el mito de la caída del Arcángel Lucifer.* b. Karm a natural natural - o sea el que correspon de a las fuerzas, poderes, energías e inteli gencias de la Naturaleza. Los científicos or todoxos llaman Ley es d e la natural naturaleza eza a este karma, sin saber que con ello están denomi nando la correspondiente natural de la gran ley del Karma universal. Ejemplo ilustrativo sería la “ley de gravedad” : la fruta cae sola sola del árbol, cuando madura, por influencia de la gravedad. Queremos decir entre parénte sis que la gravedad, sea empuje o halón, — “a push or a pulí”— es siempre una fuer za que trabaja kármicamente. * Mito simila r: el de Set, en Egipto.
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c. Karma humano : Este es el que más nos interesa. Podemos subdividirlo así: 1*. Karma colectivo. Este puede ser internacional, nacional, de grupo, familiar, etc. El hombre puede unir sus ideas a otros hombres y formar asi una tercera entidad psicológica: la mente colectiva. Individualmente, un hombre no seria capaz de cometer determinado crimen, y sin embargo las fuerzas sociales de grupo, los impulsos primitivos de la mente colectiva, pueden arrastrarlo a cometer actos que después, en la soledad de su conciencia individual se reprocharía a sí mismo. De esta manera se crea el karma colectivo, que —como el individual'— tiene que ser liquiliquidado. Así es que los pueblos pagan crímenes Colectivos, o sufren después los resultados dt la perpetuación de sus supersticiones, o de su irreverencia ante lo místico. Las guerras están íntimamente relacionadas con el karma colectivo. Igualmente lo están las crisis económicas y sociales, y del otro lado, las épocas de abundancia y prosperidad. Interesante sería que pudiéramos leer en un cercano futuro libros completos interpretando la his-
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toria humana a la luz de la Ley kármica. Por supuesto que semejante estudio tendría que ser hecho por un místico experto en la lectura de los bien conocidos Récords Akásicos, cuya naturaleza los Rosacruces conocemos. 2 V. Karma individual. Aquí nos encontramos con que el individuo se acarrea un karma dependiendo ya de su intención, ya de su acción; por lo cual, según el acto, el karma puede ser de comisión o de omisión. Karma de comisión es aquél en el cual cometimos el hecho, es decir, efectuamos la acción sea en beneficio o en perjuicio de alguien. Los llamados p e c a d o s d e h e c h o , y también los favores que hacemos, registran todos un karma de comisión. El Karma de omisión es aquél en el cual omitimos de cometer un llamado “pecado", lo cual acarreará un bien al sujeto; u omitimos de hacer un bien que favorecería a otro, lo cual trae un mal al sujeto. Tomaremos en cuenta el hecho que podemos dejar de hacer un mal, pero de ello puede resultar otro mal peor, por la intención buena o mala del sujeto que efectuó el acto de omisión. Lo mismo diremos del caso en que dejamos de
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LA LEY DEL KARMA
hacer un bien, en una aparente neutralidad, resultando de ello un mal de omisión. En este caso, Ja intención buena podría modificar fa vorablemente el karma, mientras que una in tención de indiferencia, apatía, o dejadez, puede acarrearle al sujeto un karma muy ne gativo.
cómo vivir en armonía con ella. Alguien ha dicho una de las verdades más hermosas que el hombre haya concebido, y es que nuestra única deuda es la del Amor. Muy cierto es esto. A nosotros nos deberán muchas cosas, pero nosotros debemos Amor a todos, que es decir: comprensión, justicia, tolerancia, mi sericordia. -
Por tanto, según la intención, el karma pue de ser fí s ic o , si se intenta usar las leyes de la naturaleza; moral, si se usan las leyes psico lógicas en contra o a favor del hombre; y espiritual, si se usan las leyes cósmicas igual mente en contra o a favor del Creador y su ebra. Finalmente, podemos hallar un karma de intención en forma combinada: física y moral; o física, moral y espiritual, etc. Cósmicamente, todo karma queda regis trado de una de dos maneras: o como Bien que se pudo hacer y no se hizo (que es en verdad la omisión del Bien), o como Bien que se hizo (que es la comisión del Bien). Los resultados del primero son negativos: los del segundo son positivos. Pero debemos siempre recordar que el Objetivo es, como ya dijimos, uno: enseñar la Ley, su funcionamiento, y
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6. Quiénes ajustan el Karma en el Universo . Para decirlo en una corta frase, son los lla mados por los místicos L o s S e ñ o r e s d e l K a r m a , que expresan aspectos varios de la más alta conciencia cósmica. Son estos Señores (“Lords") los directores de las huestes an gélicas o cósmicas. También son ayudados por los Grandes Maestros entre las huestes humanas. Todos siguen, indefectiblemente, sin- falla, el orden de la Ley Kármica, que Dios, como principio absoluto y esencia de to da ley, emana constantemente desde su Cen tro Divino. Oportuno es recordar aquí que los anti guos poseyeron un mito —el de las Tres Par-
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kas— que era una presentación exotérica de Ja Ley Le y del Karma Ka rma en su aju aj u ste cósm ico. De cía el mito que las parkas eran tres ancianas de suma experiencia y sabiduría, a quienes Zeus les habia conferido el privilegio divino de di rigir ciertos ajustes en la duración de la vida humana. Estas tres ancianas efectuaban una simbólica labor con un gran mazo de algodón, del cual sacaban un hilo que representaba la vida humana, es decir, la conciencia del hom bre en su existencia terrestre. La primera Parka — Clo tho— tho — , suje taba el mazo de algodón y estaba encargada de cuidarlo y conservar lo, pero a la vez sacaba un largo o corto hilo del mazo de algodón, y se lo pasaba a la se gunda Parka, llamada Lachesis. Esta, toman do en sus manos el extremo de este hilo, fija ba con infalible sabiduría dónde, en qué parte exacta del hilo, debía cortarse el mismo. Una vez fijado esto, se lo comunicaba a la tercera Parka, o sea a Atropos, la cual corta ba el hilo por donde se le habia indicado y guardaba el hilo asi cortado en una caja. Lue go repetía el proceso desde el principio con otro hilo, y asi sucesivamente. Decían los an tiguos que esto simbolizaba la fijación de la
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vida humana por estas Parkas; o sea, su du ración, los acontecimientos de la misma, su destino, etc. Notamos en seguida la verdad kármica velada artísticame nte por la imaginación imaginación maes tra de los creadores de mitos. Tanto la sabi duría egipcia, como la hindú, hijas ambas de la original sabiduría aria —de donde pro cede el Misticismo Rosacruz— conocían eso téricamente el significado de este mito. Vamos a aclarar su significación mística hasta donde es permitido hacerlo en público. Utilizando el sánscrito, lengua de donde tomamos la mis ma palabra karma, tenemos tres palabras para designar místicamente a las tres Parkas, cu yo mito en efecto corresponde al siguiente análisis: 1" Las tres ancianas sabias y experimenta das en todo conocimiento humano represen tan los Señores del Karma, en sus tres aspec tos, o departamentos, o esferas, etc., que ex presan una de las más elevadas manifesta ciones de la conciencia de Dios.
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2* El poder que Zeus le otorgó a las Par-
kas es el poder que el Cósmico le confiere a los Señores del Karma, o Jerarquías Kármicas, para ajustar y aplicar matemáticamente el karma en todo el universo. 3" La primera Parka, la que posee el mazo de algodón y saca el hilo del bollo, representa a los llamados en Sánscrito Señores A kasa o A k á s ic o s , altísimas Jerarquías cósmicas, que poseen los récords kármicos universales de todos io s egos e inteligencias de todos los planos. El hecho de “sacar el hilo" significa “ajustar las cuentas kármicas” de toda con ciencia universal. 4' La segunda Parka. la que fija el largo del hilo que se va a cortar, corresponde a los denominados en Sánscrito Señores Lipikas. segunda categoría en esta Jerarquía Cósmica, y son ellos los encargados de escoger una parte del karma acumulado de un especifico ego, como de todos, y determinar cómo se ha brá de cumplir en una sola vida, dejando el resto para las próximas. “Fijar el largo del hi lo a cortar” significa, pues, “fijar qué parte
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del karma total se liquidará en la próxima vida que va a vivir ese ego”. 5V La tercera Pa rka; la que corta el hilo hilo y lo guarda en la caja hasta más ver, representa la tercera categoría jerárquica, o sea los lla mados Señores M ah a c a já s en sánscrito. Ellos determinan las condiciones físicas, sociales, económicas y el medioambiente en general, en que se desenvolverá ese ego, estando, por supuesto, todo esto sujeto a ser modificado por la voluntad libre del mismo ego, con la cual no interviene la Ley. “Cortar el hilo” es por fanto, determinar la duración y condicio nes generales de una específica vida desde el nacimiento hasta la muerte. He aquí, pues, el ajuste y aplicación del karma por la conciencia misma de Dios ma nifestada a través de estas altas jerarquías cósmicas, llamadas por nosotros Señores del Karma. En los misterios kabalísticos, estos tres órdenes de jerarquías corresponderían respectivamente a los tres Sefirotas de la Columna de la Severidad para el karma ne gativo. y a los tres Sefirotas de la Columna de la Misericordia para el karma positivo.
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dentro del Arbol de la vida, llamado por los que estudiamos Kábala ei Otzchaim. Otzchaim .
7. Cómo se produce y se cumple el Karma. Karma . La ley del Karma, como cualquier otra ley universal, que brotó de la voluntad y la sa biduría de Dios, funciona independientemente de nuestro conocimiento o desconocimiento de la Ley. £1 pensamiento humano es creador. Aquí entra en juego otra Ley cósmica que es la Ley de Creación. Creación. El hombre puede crear su destino, y en efecto es quien lo crea. Los Se ñores del Karma no inventan nada para darle o quitarle quitarle al hombre. hombre. Ello s sencillamente sencillamente aju s tan y trabajan con lo que el mismo hombre ha creado para sí mismo (bueno o malo) a través de todas sus vidas. Por tanto no exis te el el fatalismo fatalismo caprichoso autoritario. autoritario. So la mente existe el fatalismo creador, es decir el fa tu m o destino creado por el Hombre mis mo, que es a su vez el karma. Debido a que el pensamiento es creador es por tanto de condición imantada o electro
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magnética, para usar dos términos más cono cidos. También aquí entra en juego otra ley cósmica: la Ley de la Atracción. Atracción. El pensa miento humano es magnético y posee grave dad: atrae, atrae , pero a la vez, siendo esta fuerza dual, como toda fuerza, por un lado atrae y por el otro rechaza. Cuanto el hombre desea, tiende a satisfacer. Lo que ama tiende a vivir; lo que odia, tiende a morir. Lo que piensa, tiende a materializarse. El pensamiento es de tal esencia que posee la cualidad de la con densación, de la aglutinación, de lo que po dríamos llamar coagulación . La forma mental viene a ser como un arquetipo que en seguida atrae la sustancia universal de la materia. El pensamiento, pues, se materializa, lucha por expresarse, por salir a la superficie, afuera, y materializarse, cristalizarse. Lo que se materializa así es pararelo a lo que se pensó. Si la obra materializada es fea o es incompleta o desajustada o desbalanceada, fué que asi se pensó. Pensar y ambientar mentalmente po breza. trae pobreza. Anhelar riquezas atrae riquezas. riquez as. E l hombre es lo que piensa que es. El hombre es producto de sí mismo en su vida
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diaria, aunque sea emanación o expresión cósmica en sus esencias.
que todos los demás están están en la la obligación obligación d e pen p en sa r y d ec id ir , actuar y vivir como nosotros lo hacemos. Esto es egoísmo, y engendra a
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Todo objeto y todo acto se inician en el pensamiento. La desgracia o la felicidad se inician en el pensamiento. He aquí la raíz de la ley kármica. Cosechamos lo que produci mos. Es decir, lo que producimos en el pensa miento. El sujeto pensante es el primer punto, el objeto reaccionante es el segundo punto, el resultado efectivo combinado es el tercer punto. Aquí se cumple otra ley: la Ley del Triángulo. Cuando el hombre piensa y actúa, y por tanto va creando su propio destino en ésta y en futuras vidas, va guiado por los ideales y ambiciones y sueños que su nivel de concien cia le dicta. E s decir: los místicos místicos reconocen reconocen que todos no estamos en el mismo nivel de desarrollo de conciencia, aunque estemos so bre el mismo nivel físico. Por tanto, nuestros pensamientos, decisiones y acciones están originados en nuestro personal nivel de con ciencia. Uno de los más crasos errores humanos es juzgar a los demás desde nuestro pro pi o y p r iv a d o n iv el d e c on ci e n ci a, creyendo
la vez su propio karma. Por eso es que nos otros los rosacruces estamos orgullosos de nuestros principios, ya que nuestra filoso fía es la más tolerante y liberal dentro de la Ley Cósmica. Juzar a otros es una tremenda responsabilidad que, para ser jus tos, implica antes que nada, el poder co locarse uno en el nivel de conciencia del otro, si es que puede. Los místicos saben que los diferentes planos y niveles de conciencia están jerárquicamente diferenciados (por ley cósmica) y que un plano o nivel inferior no puede asimilar o comprender al superior in mediato, aunque lo intuya; y mucho menos a otros más superiores. D e lo cual deducimos, las muchas injusticias que continuamente se están cometiendo cuando juzgamos a otros <\ nuestra manera y capricho sin tomar en cuenta el nivel de su conciencia. Veamos ahora el proceso técnico, cómo, por virtud de la Ley de Atracción, el pensa miento miento humano humano produce su propio propio karma. E s ta explicación esotérica está intencionalmen-
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te velada para adaptarla lo mejor posible al público, ya que, como sabemos los que estamos iniciados en la Orden, la Verdad escueta no puede pasar de nuestro corazón, ni del cora zón de ninguno que la haya recibido, so pena de acarrear el más doloroso karma que regis tra la Ley misma. Cada pensamiento que genera nuestro ser. produce, en el instante de su creación, ciertas vibraciones. Estas vibraciones afectan el au ra del sujeto y permanecen en él mientras éste las siga alimentando, es decir, mientras les siga dando vida de que existan, por medio de su voluntad. Los antiguos hindúes y egipcios, así como los modernos místicos, saben que estas vibraciones son la manifestación de cier tas inteligencias subhumanas de los reinos invisibles, que se sienten traídas a la vida más humana repentinamente, cuando el hombre formula el pensamiento que más en armonía esté con ellas. Tan pronto el pensamiento humano las vitaliza o semihumaniza. se rein corporan en su adormida vitalidad y se ligan a ese pensamiento que las alimenta. El pen samiento viene a ser como la fuerza eléctrica generadora, y estas inteligencias subhuma
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manas —llamadas a veces elementales, aun' que impropiamente— vienen a ser la materia colorante, de tipo magnético, que ayuda a materializar el pensamiento. Estas vibracio nes, pues, permanecen en el aura del indivi duo, afectando todo lo que se ponga en su contacto: personas y cosas. Si el pensamien to original es benéfico y armonioso, estas vi braciones, por la Ley de Atracción, producen vibraciones análogas en los demás, y en las circunstancias que nos rodean. Si es inarmó nico, se refleja en los alrededores esta ana logía maléfica. El ser interno, el ser inmortal que reencar na, va acumulando en su esencia, y debida mente clasificada, la última finalidad de cada pensamiento y acción que produzcamos, así como registra los efectos que se vayan rea lizando en esta vida a consecuencia de esas causas mentales. Es te ser interno inmort inmortal al se llevará consigo al otro plano, una vez ocurrida la transición del cuerpo físico, el récord vivo de las cau sas de nuestras acciones y cuáles se cumpli rán y cuáles no se cumplirán. Uno de los tra
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bajos del Ser Interno en el otro plano, en unión y colaboración con los Señores del Karma y los Grandes Maestros, con los cua les puede trabajar subjetivamente, es hacer balance personal de ese récord y presentar su deseo de liquidar el karma que esté acu mulado y maduro. Los Señores del Karma entonces determinarán qué causas deben li quidarse en la próxima existencia y así saldar deudas pendientes e inminentes, o cuáles se deben dejar para otras existencias. El obje tivo, como vemos, es enseñar a vivir en armo nía con las Leyes Cósmicas y colaborar con Dios en el Universo.
para liquidar karma, igualándose de esta ma nera a las elevadas inteligencias cósmicas, no recobrará la A b so lu t a Libertad de Decisión en este final asunto, a que tiene derecho, como es el Deseo de Dios.
El karma a saldarse en la próxima vida será en parte positivo y en parte negativo, depen diendo del balance hecho. El libre albedrío del Ser Interno del hombre tendrá mucho que ver con esta decisión, pero la Ley, representa da por los Señores del Karma y los Grandes Maestros Cósmicos, decidirán la última pa labra. Tenemos que saber que, hasta que el ser del hombre no esté consciente de toda la Sabi duría Cósmica y no necesite reencarnar más
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Hay entonces un karma que madura y se cumple en esta vida y otro que permanece incumplido para otra vida. Cuando el karma está para cumplirse, decimos que está madu ro. La madurez del karma no es de nuestra incumbencia. Los Señores del Karma y los Grandes Maestros Cósmicos son los que han decidido esto: por lo tanto, no sabemos en pr im era er a in stan st an cia ci a cu án d o se cumplirán cier tos efectos (beneficiosos o perjudiciales en sus apariencias), y de ahí que siempre debe mos estar alerta a afrontar afron tar el karma. karma. La as trología esotérica nos ayuda bastante a co nocer este reloj del tiempo de nuestras vidas, este libro ya escrito, pero cerrado, de nues tras existenc ias, y de esta manera prevenirnos, prevenirnos, tan sólo prevenimos. Por otro lado la cébala mística puede ayudar a entonamos con las grandes jerarquías cósmicas en nuestro in tento de modificar o afrontar en paz nues tro karma maduro. Sea como fuere, es la vo-
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Iuntad humana la que engendra nuevo karina al afrontar los efectos del karma pasado que se cumple. La voluntad humana lo creó, la voluntad humana lo enfrentó. A veces una causa kármica negativa o positiva no produce efectos inmediatos, y la persona cree que como nada le ha ocurrido —si es negativa— puede seguir haciendo mal, en la seguridad de que no hay justicia divina que le eche en cara aquéllo; y si es positiva, cree que Dios no oye sus súplicas. La verdad es que todo eso queda registrado y en su madurez se cumple, sea en esta vida o en otras futuras. Los efectos kármicos, la forma y circunstancia del resultado, corresponde también a los Señores del Karma decidir, aunque todo es hecho de acuerdo con los mismos hechos que el sujeto ha acumulado en su karma. La época, el lugar y las apariencias no siempre serán idénticas en la forma a la causa que motivó el karma, pero sí serán de tal manera y naturaleza que enseñen al ego la ley que violó o que desconoce. Como todos somos
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Uno, al hacer daño a otro, automáticamente lo estamos haciendo a nosotros mismos. El karma se está creando constantemente por nuestro pensamiento. Por esto es acumulativo. Podemos notar que el principio envuelto en las ieyes físicas del movimiento, puede aplicarse a la ley kármica; Tenemos primero una causa activa ; el sujeto actuante, quien produce el pensamiento y emana su voluntad, quien hace o deshace, quien actúa en bien o en mal. Luego, tenemos una causa p a s i v a : el objeto reaccionante, quien es el que recibe la causa activa anterior, quien reacciona ante lo emitido por el sujeto actuante, quien en fin es la víctima o beneficiado por la voluntad de aquel sujeto actuante. Finalmente, tenemos urt efecto: el producto de la interacción de ambas causas. Por tanto, no basta con lo que se desea, pues es menester esperar la reacción del otro. Ambas causas, activa y pasiva, producen triangularmente el tercer punto, que es el resultado finah el cual no necesariamente es siempre como lo habíamos anhelado, ya que la causa reaccionante —segunda persona— puede modificarlo.
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8. Cóm o afrontar afrontar el Karma Sin caer en el llamado complejo de inferioridad, que ridad, que equivale a servilismo, hay que des arrollar, místicos y no-místicos, cierta humil dad con respecto al Cósmico, que sin necesi dad de usar el concepto de obediencia, obediencia, es al fin de cuentas, un reconocimiento de la Ley Divina y su sabiduría y esplendor. A esto se refería Jesús cuando decía '. Bienaventurados Bienaventurados los pobres de espíritu, espíritu, con lo que comenzó su tan famoso Sermón de la Montaña. Esta hu mildad que nos hace como niños para hacer nos luego como sabios, nos da la comprensión, la convicción y el sentimiento de la Unidad del Cósmico, que incluye al hombre, y así poder exclamar la frase mística: "Soy Uno con Dios". Este sentimiento acumula una energía psí quica que sirve de coraza contra los efectos kármicos negativos y de receptividad serena ante los positivos. Al llegar el karma maduro, tengamos la comprensión de que los resultados ocurridos tuvieron su origen en nuestro pensamiento*
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intención, emoción, actitud, filosofía de vida, comprensión de las Leyes Universales, per sonalidad, etc. —y no en los demás o en las circunstancias, o en el ambiente, o en los es píritus, o en Satanás, o en Dios mismo. Ben decir el bien obtenido, serenidad y compren sión ante el aparente m al al recibido. Digo a p a rente, rente, porque los efectos sufridos envuelven al fin y al cabo una lección que ha de tranfor marse luego en bien para el mismo sujeto. Cuando el karma llega —"explota”, para decirlo gráficamente— esto ya indica que se ba iniciado su liquidación. Por tanto, para no crear nuevo karma sobre el que se está liqui dando, lo mejor será utilizar los beneficios que se están recibiendo —en caso de karma posi tivo— a favor de otros seres humanos*, e igual mente, si es negativo, no rebelarnos, ni mal decir, y mucho menos compartirlo con otros porque entonces encauzaríamos el mal hacia adelante. Hemos siempre de comprender que el karma, como efecto, tiene un comienzo y ha de tener por tanto un fin. Lo ideal en la vida sería que nunca nos ocurriera nada desagradable, que por todos
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Jados y a cada cad a minuto d e l día viéramos un manantial de bendiciones y bienandanzas de rramándose sobre nosotros. ¿Por qué no ocu rre asi? Porque nuestros deseos, nuestra vo luntad, nuestros caprichos, nuestras pasiones, nuestros egoísmos, nuestros odios, nuestras vanidades, nuestros instintos, nuestras dudas, nuestros miedos, miedos, en fin, nuestra ignorancia de lñ Verdad, han interpuesto entre ese ideal y nosotros una serie de obstáculos que tenemos que eliminar del camino. Bien dijo Francis Bacon, Imperator de los Rosacruces en la Eu ropa del Siglo xvn que el peor pecado del hombre es su ignorancia. Las características negativas de nuestra personalidad han crea do en los que se han puesto en contacto con nosotros un^ serie de ofensas hacia ellos; in jurias, juria s, abominacio abom inaciones, nes, calumnias, calumnia s, atraso atr asos, s, etc., que son ipso facto deudas con ellos y deudas con el Cósmico, y esas deudas tenemos que saldarlas hasta la última lágrima, antes de que veamos realizado en nuestras vidas ese ideal a que todos aspiramos. Sin embargo, para el estudioso de las cien cias esotéricas, y para el místico y ocultista, hay dos caminos que aceleran el momento
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del gozo inefable de la dicha mayor posible en esta vida. El místico siempre está traba jando jan do en el laborato labo ratorio rio de su mente y de su ser para acelerar su liberación espiritual. Los p rim m er o, mométodos místicos aludidos son: pri cificación del karma maduro por medio de la técnica de la contra-causa; y segundo, liqui dación completa de un karma maduro por me dio de las altas iniciaciones psíquicas. psíquicas. E x pliquemos ambos métodos en su forma exo térica; A .— Método prim primer ero; o; karma modificable . — Para utilizar efectivamente este método es necesario conocer las causas que han motiva do el karma maduro que se desea modificar. Tenemos que tener en cuenta que el karma, como ley. es irrevocable. No se intenta dete ner la ley kármica, ni destruirla, ni anularla, porque esto está fuera de todo alcance hu mano o sobrehumano. Las leyes cósmicas tie nen la garantía de su absoluta estabilidad e iirevocabilidad. Solamente podemos usar de superiores conocimientos para desviar o aminorar una corriente kármica sin destruirla, al igual que se puede desviar la corriente de un
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río sin destruir la fuerza del río, o desviar una corriente eléctrica sin eliminar la corriente misma. Pues bien, una vez conocida la causa que ha motivado el karma maduro que está a pun to de cristalizar o “explotar” en nosotros, usando la frase gráfica anterior (y en el su puesto de que es un karma karma negativ o) tenemos que generar en nuestra voluntad una corriente kármica totalmente antípoda a la que motivó el karma maduro, y dirigirla hacia el mismo objeto que fué afectado por el karma nega tivo anterior. Ahora bien, esta corriente nueva que gene ramos debe ser mucho más fuerte y potente que la primera, de tal manera que pueda al canzar a ésta, y modificarla. Como conse cuencia de esta modificación, los efectos del karma maduro que íbamos a sentir se alteran, o se posponen, o se transforman, y a veces inclusive se eliminan, si la nueva fuerza ge nerada es 200% superior a la primera. Con c-ste método del karma modificable, lo que hemos hecho es poner en juego otra ley uni versal que es la llamada Ley del Equilibrio
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Cósmico. Hemos usado esa ley precisamente para equilibrar las fuerzas que nuestras ac ciones habían habían echado a correr. En el Universo las leyes están jerarquizadas, y las superio res controlan armónicamente a las inferiores. A este método de interponer una cansa más activa contra otra que siendo activa primero, ahora viene a resultar relativamente pasiva, se le llama contra-causa . Recordemos final mente, que en la contra-causa, la nueva co rriente en acción debe ser de una intensidad sobre 100% a la anterior causa> si es que se quiere alterar el karma negativo maduro, y 200% sobre la anterior, si es que se desea eli minar el efecto maduro. Raro parece que di gamos eliminar, pero en verdad lo que se ha hecho es limpiarlo, liquidarlo, sufrirlo total mente en el sacrificio de la nueva causa que se ha generado y que ha superado doblemente (200%) a la primera causa. Es una especie de regenaración interna completa. En más de una ocasión se ha citado para ilustrar esto gráficamente el ejemplo de las bolas de billar. Si lanzamos una bola de biiar desde un extremo de la mesa a otro opues-
to con una determinada energía rectilínea, la bola indefectiblemente habrá de llegar al extiemo deseado, si el camino está limpio y na da le le afe cta antes ante s de llegar. Per o si si antes de de que llegue, y midiendo todos los pasos en vueltos,. le lanzamos otra bola a mitad de ca mino, de tal manera que la choque y la des víe, la primera bola habrá de ir a parar a otro extremo muy direferente al que su destino anterior la dirigía. He aquí ilustrado, pues, el método de contra-causa. Con el siguiente diagrama quedará más claro.
K&rmd
O.Positivo
Karma
a
Negativo^p
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el mayor bien es el que se hace desinteresa damente, aún sin esperar recompensa del mundo o del Cósmico, porque entonces re quiere el placer del bien mismo que es tan di fícil para el hombre, pero que refina su sensi bilidad. Alguien ha dicho modestamente que lo importante no es preocuparse por hacer el bien o no hacer mal, sino por ser bueno, pues el que lo es, no puede hacerse daño a sí mismo ni hacerlo a nadie. Hay cierta verdad en esto porque en último análisis, primero es entonarse con el Cósmico para despertar la fuente del bien en nosotros, y luego, como consecuencia de esto, abrir los cauces de esta fuente para que irradie afuera, con lo cual el hombre paga lo que ha recibido, poniendo en juego la mística Ley de Amra.
evolución. En este caso, estos egos solicitan la prueba de las altas iniciaciones psíquicas o cósmicas. Generalmente, estos estos seres for man parte de organizaciones esotéricas, iniciá ticas, b ajo la supervisi supervisión ón de la Gran F ra ternidad Blanca, como por ejemplo nuestra amada Orden Rosacruz (Amorc).
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B. — Método Mét odo segundo: Liquidar el karma po p o r la in ici ació ac ión. n. L a humanidad evoluciona lenta, pero se
guramente. Las Altas Jerarquías Cósmicas y los Grandes Maestros que dirigen esta evolución son los encargados de ayudar per sonalmente a aquéllos que, ya más adelan tados, desean voluntariamente acelerar esta
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Hay una frase mística que dice: “Cuando el discípulo está preparado aparece el Maes tro*’. tro*’. Y esto es cierto. cierto. Nad ie busque busque al Ma es tro Cósmico antes de haberse hallado a sí mismo. Es menester hallar al Maestro interior, a nuestro Ser Interno y eterno, y saberse entonar con El, y haber vivido la intensidad emocional de serias experiencias en la vida . p a r a p o d e r em iti r c ie r to r a y o ca r ac er ís ti co que los Maestros conocen.
Pero en fin, cuando el discípulo esté listo el Maestro Cósmico aparecerá y le guiará hasta los portales de las grandes iniciaciones, las cuales, por la intensidad vital, que encie rran. liquidarán grandemente una buena par te del karma acumulado y acelerará la evolu ción personal. Nada podemos decir de los secretos de estas iniciaciones, pero recordemos
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que toda gran iniciación envuelve sacrificio intenso y gozo intenso. Es primero un cruce solitario por las tinieblas; y segundo, esta vez acompañado, un descubrimiento de la luz.
que se cumplan otros requisitos: Antes que nada, nosotros no sabemos del todo la forma exacta en que ios Señores del Karma nos han ajustado este karma negativo especifico que sufrimos y a lo mejor es un karma muy acumulado y muy fuerte, y necesita reparación prolongada o aguda. Hasta cierto punto esto es lo que podría llamarse karma inevitable. No me gusta usar esta palabra porque en verdad las cosas son inevitables hasta tanto se pueden evitar. Las leyes cósmicas no se pueden revocar, pero la sabiduría esotérica puede ser usada paira trabajar con estas leyes y lograr ciertos efectos deseados. De todas maneras, una gran ley cósmica expresa que la Voluntad humana es ejecutiva y que el Pensamiento humano es creador, y que ambos juntos pueden alterar, transformar y colaborar mucho con los procesos kármicos para la rápida o modificada extinción del karma personal. Por lo tanto, teniendo en cuenta ese primer factor que relativamente está fuera de nuestro alcance, notemos que es muy importante que el karma negativo no cesa del todo hasta que no se repara el m al que se ha hecho, no sólo con nuevos pensamientos, sino
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Este método iniciático no es para solicitarlo. Viene en su momento oportuno. Por tanto, una vez que aquí lo hemos ya bosquejado, sencillamente continuaremos adelante sin hacer más mención del mismo. 9. Cuándo cesa el Kanna negativo . Al comprender nosotros las causas que han motivado el karma negativo que sufrimos, empieza inmediatamente el cese del mismo: es el principio del fin. Este conocimiento , esta fortaleza, este crecimiento, ocurre generalmente por medio del Dolor y la Meditación sobre el Dolor. Al absorber este conocimiento sobre las leyes cósmicas que hemos violado —conocimiento que necesitábamos para crecer espiritualmente— se inicia la terminación del Rearma negativo. Pero hay que tener en cuenta que para que el karma negativo cese del todo, es menester
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con nuevas nuevas acciones. acciones. E sto es, pues, pues, hasta cier to punto, el uso de la contra-causa. Pero en p ri fin, toda reparación implica lo siguiente: pri mero, el dolor por el mal com etido : “Un al ma en pena"; segundo, el reconocimiento sin cero del m al trasmitido o del error cometido; tercero, arrepentimiento absoluto, repugnan cia del acto que se hizo; cuarto , deseo de re paración que envuelve un sufrimiento, o una privación, o un trabajo especial, o en fin un servicio o un sacrificio por la persona o per sonas afectadas; y quinto, la nueva actuación efectiva del deseo planeado anteriormente. En las iniciaciones antiguas, los puntos ter cero, cuarto y quinto, estaban encerrados en una ceremonia bautismal llamada baño cere~ monial. La moderna confesión y el bautismo exotérico del Cristianismo, como los que usan otras religiones orientales, son residuos ex ternos de aquellas antiguas iniciaciones que, aunque modificadas, aun subsisten privada mente en el seno de las modernas órdenes iniciáticas. No debemos olvidar que el hecho que un karma negativo cese momentáneamente no es garantía de que se ha liquidado totalmente.
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ya que si era acumulado, y muy potente, pudo haber sido ajustado por los Señores del Kar ma para liquidarse esporádicamente en varias vida$. Por otro lado, un karma negativo pue de ser liquidado todo de un golpe. Sólo Só lo un místico experto y evolucionado, o el estudio esotérico del mapa horoscópico natal del su jeto, jet o, podrían podrí an determin deter minar ar con certeza cer teza si un determinado sufrimiento kármico ha cesado del todo o queda algo pendiente. Pero esto no debe ser motivo de preocupación, ya que tenemos tantas deudas con el Cósmico, hemos transgredido la Ley Divina tantas veces, lo sepamos o no, que generalmente tenemos siempre deudas kármicas acumuladas, aun cuando al morir nos creamos puros y limpios de error. Pero jcuán sabio es el Plan Divino, que ha decretado darnos, como buen padre, todas las oportunidades necesarias para re paración y para acercarnos a El! Los años y los siglos no importan, ya que cuando alcan cemos la comprensión de Lo Eterno, se desva necerán como en un sueño, las fechas y los lugares.
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CONCLUSIONES
De hoy en adelante, cuando veamos los males de otros, o cuando suframos los nuestros, recordemos la sabia Ley del Karma, justa, equilibrada, matemáticamente medida, que no da ni un pequeño arañazo a quien no lo necesita, ni tampoco regala dones a quienes no los merecen. Que no castiga ni tiene pre feridos, que no es sobornable ni posee capri chos. Recordemos que, como toda gran ley cósmica, desea solamente enseñarnos a vivir en armonía con el ritmo universal, y dentro de la Fraternidad del hombre, para así cono cer la paz profunda que trae felicidad. De hoy en adelante, cuando ante nuestros ojos cruce la caravana del mundo, con sus pa ralíticos, su tullidos, sus sordomudos, sus cie gos, sus deformados, con esos seres que nacen con enfermedades hereditarias, o que poseen defectos fisicos de nacimiento, esos niños que nacen muertos o los que duran tan sólo unos minutos o unas horas, esos padres que los ven morir perplejos ante el misterio de su cor ta vida, cuando veamos los llamados fe n ó m en os físicos, los de enfermedades incurables.
LA LEY DEL KARMA
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los leprosos y cancerosos, y aun cuando ob servemos aquellos cuyas enfermedades tocan la mente; los que tienen complejos, fobias, de mencias, los paranoicos y esquizofrénicos, los neuróticos y psicóticos, los que viven el mun do de sus fantasmagorías y sus miedos autocreados; y en fin, los que están encarcelados, los perseguidos, los acuciados, los criminales y asesinos, y asaltadores, y hasta los que se arrastran en la miseria y la necesidad, miseria física o miseria moral, todos en una palabra, pensemos que en ellos hay un karma negativo que se está cumpliendo, a la vez que están creando nuevas cadenas kármicas. Seamos pacientes con ellos porque nosotros, cualesquiera de nosotros, ha podido estar o puede estar incluido en ellos; comprendamos que un mismo hecho puede dar lecciones kár micas diferentes a distintas personas a la vez. y colaboremos con el Plan Cósmico, ayudán doles a esos seres a llevar su cruz. Les alivia rá a ellos y nos servirá de placer interno a nosotros. Por otro lado, al observar a los poderosos, los dominadores, los que han alcanzado las
JO S É LU IS MARTIN
LA LEY DEL KARMA
cumbres del bien o de la sabiduría o de la fuerza o de la riqueza, no envidemos; alegré monos por un lado, al ver cómo se les da lo que han ganado de alguna manera que nos otros no comprendemos; o bien, si no es ga nado, comprendamos que pueden ser instru mentos conscientes o inconscientes de altos planes divinos. Sepamos que los caminos de Dios no son los caminos de los hombres, se gún palabras bíblicas. Y, finalmente, roguemos a los Grandes Maestros que iluminen a esos así beneficiados por el karma, para que usen sus dones en bien de todos, porque de lo contrario estarán entonces encadenándose kármicamente al abusar de las bendiciones divinas.
esa misma Ley, aunque nuestra memoria no nos lo recuerde, sea en esta vida o en otra anterior. En el Plan Divino, nunca es tarde para el alma que busca la Luz. Hacia la Luz Mayor vayamos, por el conocimiento de la Ley Cósmica, y aún más por el amor, el amor intenso, hondo y eterno hacia Quien lo emanó todo con Su Voluntad, Quien lo sostiene to do con Su Poder, Quien también lo ama todo con Su Corazón.
Oíi
La Ley del Karma es una cadena que pre cisamente por ser impersonal, no toma en cuenta las apariencias mundanas: Puede transformar un mendigo en un rey, y un rey en un mendigo. Ante tanta grandeza cósmica, ante tanto poder divino, ante tanta sabiduría esotérica, sintámonos grandes por habernos iniciado en la comprensión de la Ley, pero a la vez humildes al saber que por nuestra ignorancia del pasado hemos transgredido
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I N D I C E Introducción
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1.
Definición de la Palabra Karma
2.
D ónde trabaja trabaja la Ley del Karma . .
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3.
Características de la Ley Kármica. .
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4.
O b je je ttii vo vo s d el el K a r m a ............................
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5
C la l a se s e s d e K a r m a ...................................
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6.
Quiénes ajustan el Karma en el Universo ..........................................................
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.. .
19
Cómo se produce y se cumple el K a r m a ................................................ ......
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8.
C ó m o a fr fr on on t ar ar el e l K a r m a ...................
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9.
Cuándo cesa el Karma negativo
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7.
Conclusiones
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OBRAS
DEL
AUTOR
1‘ublicadus:
E s t e l i b r o se t e r m i n ó d e i m p r i m i r el 25 de Noviembre de 1957 en Iob talleres de EDITORIAL ORION. Laguna de Msyrán 208. México . D F
Psiquis, prosas líricas, 1938. Sinopsis comparativa (Ensayo históri co), 1944. Sobre la poesia de Oppenheimer (Se parata de la revista Asomante) —crí tica literaria, 1952. Agonía del silencio, poema, 1954. Alejandro Tapia y su poema “La Sataniada, crítica literaria, 1957. La Ley del Karma, 1957.
En prensa: Meditaciones puertorriqueñas, ensayos. Romancero del Cibuco, poemas. El Arquero, vol. 1, crítica literaria. Lucero sin llama, versos. Análisis crítico-estilístico de “La Sataniada” de Tapia, tesis de “Master”.
Inéditas: De la savia íntima, prosas líricas. El fó s fo r o qu em ad o, novela. El Arquero, vols. vols. II, III , IV, V — en sayos de crítica literaria.
En prepatación: La poesía poesía de Jos é Eusebio Caro, Caro, (Con tribución al estudio del Romanticis mo hispanoamericano). Tesis doc doc toral. Los Comentarios de las Guerras Gáli cas, de Jul io César. (Traducción bi lingüe latino-española, estudio preli minar y notas.) Antología de Antonio Cortón. (Con un un ensayo biográfico, notas y biblio grafía.)