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LA IMAGEN DE PABLO HECHOS DE LOS APÓSTOLES Daniel Marguerat
Pablo Pablo es, junto con Jesús, Jesús, el úni único co person personaje aje del Nuevo Testamento en ser objeto de una presentación biogr biográfi áfica ca.. La atenci atención ón que le dedica dedica el autor autor de Hechos no es poca: en total, le son consagrados no menos de diecisiete capítulos (Hch 9 y 13-28). Este detallado relato permite al lector reconstruir el cuadro histórico en el que tiene lugar la actividad misionera de Pablo. El primer testigo de esta atención dirigida a Hechos a causa de su retrato de Pablo es Ireneo, quien escribe hacia el año 180:
Este interés explica por qué la Iglesia en el s. II no ha dudado en canonizar, después de haberla separado del evangelio, esta segunda parte de la obra de Lucas. Cort Cortan ando do en dos dos la obra obra diri dirigi gida da a Teóf Teófil ilo, o, los los cristianos de la época aislaron su segunda parte, que intitularon «Hechos de los Apóstoles» α π ο σ τ ο λ ω ν ), de la (π ρ α ξ ε ι ς primera, que tomó el nombre de «Evangelio según κα τα Lucas» (ε υ α γ γ ε λ ι ο ν Λο υ κ α ν κα τα o simpl impleement mentee 4 Λ ο υ κ α ν ) . La primera parte fue situada en el grupo de los evangelios. Esencialmente, es por el hecho de que «Hechos de los Apóstoles» era portador de una historia de Pablo en armonía con los doce apóstoles, que fue preservado y adquirió autoridad en el s.II.
Que este Lucas haya sido inseparable de Pablo y su colaborador en el Evangelio, Lucas mismo lo muestra con evidencia, no por vanagloria, sino bajo la presión de la verdad misma […]. Porque Lucas estaba presente en todas estas circunstancias, él las anota con cuidado. No se puede descubrir en él ni mentira ni orgullo, porque todo todoss estos estos hecho hechoss eran eran evid eviden ente tes; s; él es más más antiguo que aquellos que enseñan ahora el error: él no ha ignorado la verdad ( ( Adversus Haerenses 3,14,1) 3,14,1)1.
Introducción: entre proximidad y distancia
¿Qué ¿Qué imag imagen en de Pabl Pabloo prop propon onee Hech Hechos os?? ¿qué ¿qué intención guía la configuración del retrato lucano del apóstol? El medio más seguro es comparar tal imagen con la que emerge de la correspondencia de Pablo. Ahor Ahoraa bien bien,, dich dichaa comp compar arac ació iónn cond conduc ucee a una una constatación paradójica: entre las epístolas y Hechos reina tanto una estrecha proximidad como una fuerte distancia5.
En realidad, esta defensa de la fiabilidad histórica de Hechos se ordena a una intención apologética: para Ireneo se trataba de defender, contra los Marcionitas y los Valentinianos, la conformidad de Pablo con los otros apóstoles2. La imagen lucana de Pablo le ofrece los argumentos necesarios para afirmar la comunión de pensamiento de todos los apóstoles 3.
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Sobre el proceso de canonización de Hechos en el s. II, ver el estudio de Jens S CHRÖTER , «Die Apostelgeschichte und die Entstehung des neutestamentlichen Kanons. Beobachtungen zur Kanon Kanonis isie ierun rungg der der Apos Aposte telg lges eschi chicht chtee und und ihre ihrer r Bedeutu Bedeutung ng als kanoni kanonische scherr Schrif Schrift», t», en : Jean-Ma Jean-Marie rie AUWERS, Henk Jan DE JONGE, eds. The Biblical Canons (BEThL (BEThL 163), 163), Leuven, Leuven, Univers University ity Press/P Press/Peet eeters, ers, 2003, 2003, p.395-429. 5 De la vasta bibliografía sobre este tema cito algunos est estudios signi gnificati ativos: Phil hilip V IELHAUER , «Zum “Paulinismu “Paulinismus” s” der Apostelgesch Apostelgeschichte» ichte»,, en Aufsätze Aufsätze zum Neuen Testament (ThB Testament (ThB 31), München, Kaiser, 1965, p.9-27; Volker STOLLE, Der Zeuge als Ange ngeklagter. Untersuchungen zum Paulusbild des Lukas (BWANT 102), Stuttgart, Kohlhammer, 1973; Jürgen R OLOFF OLOFF , «Die PaulusDars arstell ellung ung des Lukas. as. Ihre hre gesch eschiicht chtlichen chen Voraussetzung Voraussetzungen en und ihr theologisch theologisches es Ziel», Ziel», EvTh 39, 1979 1979,, p.51 p.5100-53 531; 1; Kart Kart LÖNING, «Pau «Pauli lini nism smus us in der der Apostelgeschi Apostelgeschichte», chte», en Kart K ERTELGE ERTELGE, ed., Paulus in den neutestame neutestamentli ntlichen chen Spätschrif Spätschriften ten (QD (QD 89), 89), Frei Freibu burg rg,, Herder, Herder, 1981, 1981, p.202p.202-232; 232; Jacob Jacob JERVELL, The Unknown Unknown Paul. Essays on Luke-Acts and Early Christian History , Minn Minnea eapo poli lis, s, Augs Augsbu burg rg,, 1984 1984;; Augu August stoo BARBI, «Il paolinismo paolinismo degli Atti», Atti», RivB 48, 1986, 1986, p.471p.471-518 518;; J. Christiaan Christiaan BEKER , Heirs of Paul. Paul’s Legacy in the New
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Citado según la traducción de F. S AGNARD , SC 34, Paris, Le Cerf, 1952. 2 «Repetiremos los mismos argumentos a aquellos que no reconocen al Apóstol Pablo: o bien deben renunciar a las otras otras palabr palabras as del del Evan Evangel gelio io que ll lleg egaro aronn a nues nuestr troo conocimiento sólo por Lucas, y no servirse de ellas; o bien, si aceptan todas estas palabras, es su deber recibir también el testimonio que Lucas da de Pablo. […] En consecuencia, aquellos que no aceptan que el Apóstol escogido por Dios para llevar intrépidamente intrépidamente su Nombre haya sido enviado a los susodichos pueblos desprecian la elección del Señor y se separ separan an ello elloss mism mismos os del del grup grupoo de los los Após Apósto tole les» s» ( Adversus Haerenses 3,15,1 3,15,1-2, -2, citado citado según según la trad. trad. de F.SAGNARD [nota precedente]). 3 La defensa por parte de Ireneo del Evangelio tetramorfo (Mt(Mt-McMc-Lc Lc-J -Jn) n),, contr contraa Marc Marció ión, n, está está asoc asocia iada da a la canonización de Hechos, en la medida en que este libro garantiza a sus ojos el acuerdo teológico de los apóstoles más allá de la diversidad de sus escritos (ver Christopher MOUNT, Pauline Christianity. Luke-Acts and the Legacy of Paul [NovT. Paul [NovT. S104], Leiden, Brill, 2002, p.12-25).
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La proxim proximida idadd viene viene del excepc excepcion ional al inter interés és que Hechos mantiene respecto a Pablo: su actividad de pionero en la misión, sus incesantes viajes, sus visitas a las las sina sinago goga gas, s, su infa infati tiga gabl blee test testim imon onio io,, sus sus desgracias, los peligros a los que se expuso, el coraje de su persona… El relato de Hechos abunda en detall detalles es biogr biográf áfico icoss y consti constituy tuyee una inigua inigualab lable le documentación sobre la vida del apóstol. Para todos los destinatarios de las cartas paulinas (Tesa (Tesalon lonice icense nses, s, Corint Corintios ios,, Gálat Gálatas, as, Fi Fili lipen penses ses,, Romanos), Hechos relata una actividad misionera del apóstol en la ciudad o en la región. En síntesis, la lect lectur uraa de la corr corres espo pond nden enci ciaa paul paulin inaa hall hallaa en Hechos, con su aporte documentario, un indispensable auxiliar. En cambio cambio,, una atenta atenta compar comparaci ación ón de los datos datos ofrecidos por Hechos con aquellos de las epístolas revel revelaa not notabl ables es div diverg ergenc encias ias.. Estas Estas div diverg ergenc encias ias surgen ya a nivel informativo: Pablo se reconoce orador mediocre (1 Co 2,4; 2 Co 10,10), mientras que Lucas le atribuye brillantes discursos (Hch 13; 14; 17; 20; 22; 26); la asamblea de Jerusalén se concluye en Hechos por la imposición de cuatro abstenciones para los no-judíos (Hch 15,20.29), mientras que Pablo se jacta en Ga 2,5-10 de que nada le fue impuesto excepto la colecta para Jerusalén; Pablo se alza contra el retorno de los cristianos a la circuncisión (Ga 5,112) 12) mien mientr tras as que que en Hch Hch 16,3 16,3 el circ circun unci cida da a 6 Timoteo . Por Por otro otro lado lado,, resa resalt ltan an sorp sorpre rend nden ente tess
silencios: ¿por qué el autor de Hechos no menciona ni los conflictos teológicos que Pablo tuvo que enfrentar en sus comuni comunidad dades, es, ni su activi actividad dad episto epistolar lar (el Pablo de Hechos habla, pero no escribe)? ¿por qué Lucas niega al hombre de Tarso el título de apóstol 7, el cual juega un rol fundamental en la comprensión que Pablo tiene de sí mismo (Ga 1,1; 1 Co 9,1; 15,9)? ¿cómo puede Pablo declarar al sanedrín en Jerusalén: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos» (Hch 23,6), mientras que el Pablo de la epístola a los Filipenses no reconoce más que como una afiliación pasada que él era «por la Ley, fariseo» (Flp 3,6)? Tocamos aquí el plano teológico, y en este plano tamb tambié iénn abun abunda dann los los desa desacu cuer erdo dos. s. El comb combat atee teológico de las epístolas sobre la cuestión de la Ley tiene poca resonancia en Hechos, donde Pablo hace alarde de una adhesión sin falla a las costumbres de los padres (Hch 28,17b). A la cristalización de la teología paulina sobre la cruz resp respon onde de,, en los los disc discur urso soss de Hechos, hos, una una focalización del kerigma en la resurrección del Cristo. Al rechazo de toda teología natural en la epístola a los Romanos (ver Rm 1,18-32) responde, en el discurso de Pablo en Atenas, un tono netamente más empático con la búsqueda religiosa pagana (Hch 17,22-31). No hay hay rast rastro ro tamp tampoc oco, o, en el escr escrit itoo luca lucano no,, del del pesimism pesimismoo antropoló antropológico gico paulino; me refiero refiero a la visión del hombre alienado en el pecado según Rm 7,14-258. Resultado: la imagen de Pablo desplegada en Hechos y la imagen que resulta de la correspondencia paulina no son son supe superp rpon onib ible les. s. Hay Hay tens tensió iónn entr entree una una innega inn egable ble proxim proximida idadd bio biográ gráfic ficaa y una distan distancia cia teológica muy abierta.
Testament and in the Church Today, Today , Edinburgh, Clark, 1992, sobre todo p.48-64; Marie-Eloise Marie-Eloise R OSENBLATT OSENBLATT, Paul the Accused. Accused. His Portra Portrait it in the Acts of the Apostle Apostless , Collegevill Collegeville, e, Liturgical Liturgical Press, 1995; Christoph B URCHARD, «Paulus in der Apostelgeschichte», en: Christoph B URCHARD, Diet Dieter er SÄNGER , eds., Studien zur Theologie, Sprache und Umwelt des Neuen Testaments (WUNT 107), Tübingen, Mohr, 1998, p.126-147; John Clayton L ENTZ, Le Portrait de Paul selon Luc dans les Actes des Apôtres (LD 172), Paris, Le Cerf, 1998; Josef P ICHLER , «Das theologische theologische Anliegen Anliegen der Paulus Paulusreze rezepti ption on im lukani lukanisch schen en Werk», Werk», en: Joseph Joseph VERHEYDEN , ed., The Unity Unity of Luke-A Luke-Acts cts (BEThL 142), Leuven, University Press/Peeters, 1999, p.731-743; Stanley E. PORTER , The Paul of Acts. Essays Essays in Literary Criticism, Criticism, Rhetoric, Rhetoric, and Theology Theology (WUNT (WUNT 115), 115), Tübing Tübingen, en, Mohr Mohr Siebeck Siebeck,, 1999; 1999; Vittor Vittorio io FUSCO, «Da Paolo a Luca: un problema ancora aperto», en: Da Paolo Paolo a Luca. Luca. Studi su Luca-Atti I (Studi I (Studi biblici 124), Brescia, Paideia, 2000, p.85137; Yann R EDALIÉ EDALIÉ, «L’immagine di Paolo negli Atti degli apostoli», RSB 2001/2, 2001/2, p.123p.123-141; 141; Christ Christophe opherr MOUNT, Pauline Christianity. Luke-Acts ande the Legacy of Paul (nota 1); Niels H YLDAHL , «The Reception of Paul in the Acts of the Apostles», en: Mogens M ÜLLER , Henrik TRONIER , eds., The The New New Test Testam amen entt as Rece Recept ptio ionn (JSN (JSNT T. SS 230) 230),, Sheffield, Sheffield Academic Press, 2002, p.101-119. 6 Otros detalles detalles informativos informativos no concuerdan: concuerdan: el número de las visitas visitas de Pablo a Jerusalén antes de la asamblea de los apóstoles (una según Ga 2,1; dos según Hch 9,26; 11,30); los acompañantes de Pablo en Atenas (1 Ts 3,1-2; Hch
La línea de la proximidad La línea de la proximidad ha sido explotada, ya lo he dicho, desde el s.II s.II d.C. por Ireneo de Lyon. De De él es el primer testimonio literario de la identidad conferida al autor de Hechos: Lucas «nuestro amigo el médico» (Flm 24; Col 4,14), compañero inseparable de Pablo (2 Tm 4,11). En este punto, Ireneo no innova, sino que confirma una tradición de la Iglesia antigua que ya no ser será cues cuesttiona ionada da desp despué uéss de él9. Esta identificación identificación legitima de golpe la autoridad del relato 17,15), etc. 7 Excep Excepto to:: Hch 14,4 14,4.1 .14, 4, donde donde Bernab Bernabéé y Pablo Pablo son son llamados α π ο σ τ ο λ ο ι . 8 Stanley E. PORTER reda redact ctaa un inve invent ntar ario io de las las divergencias entre el Pablo de Hechos y el Pablo de las epístolas, epístolas, al cual trata de forma armonizante: armonizante: The Paul of Acts. Essays in Literary Criticism, Rhetoric, and Theology (nota p.123), p.187-206. 9 Ireneo, Adversus Adversus Haerenses Haerenses 3,1,1. 3,1,1. Cfr. Christ Christophe opher r MOUNT, Pauline Christianity (nota 1), p.29-40.
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lucano lucano,, admit admitido ido desde desde entonc entonces es como como la versió versiónn autorizada en la Iglesia de la biografía del apóstol. Los manuscritos y las listas canónicas a partir del s.II a veces colocan a Hechos entre los evangelios y las cartas de Pablo (esta posición es la más antigua y se impond imp ondrá) rá),, y a veces veces lo asocian asocian al grupo grupo de las 10 epístolas católicas . El emplazamiento después de los evangelio evangelioss presenta presenta el testimonio testimonio de los apóstoles apóstoles como como la cont contin inua uaci ción ón de los los evan evange geli lios os;; pero pero también, al preceder la correspondencia paulina, el libro muestra su marco geográfico y biográfico. La posic posición ión canóni canónica ca de Hecho Hechoss tiene tiene por tanto tanto una funció funciónn hermen hermenéut éutica ica:: el segund segundoo li libro bro de Lucas Lucas reali realiza za la transi transició ciónn entre entre Jesús Jesús y los apósto apóstoles les;; garant garantiza iza la armoní armoníaa entre entre Jesús, Jesús, los apósto apóstoles les y Pablo.
Abandonar la alternativa: la noción de legado Actualmente, el debate sobre la imagen de Pablo en Hechos permanece muy abierto en la investigación. Unos insisten en las convergencias y militan por la compatibilidad de los datos lucanos con los de las epístolas; otros optan por la distancia y niegan toda credib credibili ilidad dad histór histórica ica al relato relato de Hecho Hechoss 12. Dos monografías recientes ilustran el conflicto. El estudio de Stanley E. Porter, The Paul of Acts 13, se las ingenia para valorar valorar todas las concordanc concordancias ias entre Hechos Hechos y las epístolas, con el fin de acreditar una tradición que se remonta a Lucas el compañero de Pablo; dicho estudio perpetúa la línea patrística de la proximidad. El libro de Christopher Mount, Pauline Christianity 14, se sitúa en los antípodas: coloca la redacción de Hech Hechos os al inic inicio io del del s.II s.II y le atri atribu buye ye un auto autor r anónimo que inventa el personaje de Pablo, del cual no se sabía casi nada en la época, con vistas a erigirlo en héroe héroe de la cristi cristiani anismo smo nacien naciente. te. Esta Esta tesis, tesis, excesiva, prosigue sobre la línea de la escuela de Tübingen. Hay por tanto, un contencioso Lucas-Pablo. Lucas-Pablo. Desde un punto de vista heurístico, deseo explorarlo con la ayuda de la categoría de legado, puesto que el legado presupone a la vez una proximidad y una ruptura, una continuidad y una toma de distancia 15. El proceso mism mismoo de lega legado do impl implic icaa una una tens tensió iónn entr entree la fidelidad al pasado y la obligación de actualizar. Esto nos exige, desde mi punto de vista, abandonar los modelos simples del tipo «reportaje histórico versus pura ficción» para entrar en el proceso, más complejo,
La línea de la distancia La línea de la distancia fue abierta en el s.XIX por la escuel escuelaa de Tübing Tübingen en y los trabaj trabajos os de Ferdin Ferdinand and Christian Baur, Albrecht Ritschl y Franz Overbeck 11. A sus ojos, la configuración del retrato de Pablo en Hechos se explica a partir de la situación histórica en la que escribe Lucas. Ellos la conciben así: el autor de Hechos busca construir la identidad del cristianismo en la conflu confluenc encia ia de dos corrie corriente ntess teológ teológica icas, s, el judeo-cristianismo de Pedro y el heleno-cristianismo de Pablo; el retrato lucano del apóstol es por tanto, dependiente de una historiografía de compromiso, la cual cual acentú acentúaa delibe deliberad radame amente nte las conver convergen gencia ciass modelando a Pedro sobre Pablo y a Pablo sobre Pedro. La escu escuel elaa de Tübi Tübing ngen en inau inaugu gura ra la lí líne neaa de la distancia en la medida en que, para ella, la imagen auténtica de Pablo es asequible únicamente en las epístolas; en Hechos, la imagen de Pablo se dobla bajo el peso de un proyecto historiográfico que la desnaturaliza. desnaturaliza. Las diferencias son dejadas de lado por la opin opinió iónn de que que se trata rata de una for forma de manip anipul ulac ació iónn lucan ucanaa desn desnaatur turali lizzante ante del del pensamiento de Pablo. 10
La agrupación con las epístolas católicas data del s. IV según según Kurt Kurt ALAND y Barbara ALAND, Der Text des Neuen Stuttgart, gart, Deutsche Deutsche Bibelgesell Bibelgesellschaft schaft,, 1982, Testaments, Testaments, Stutt p.5 p.588-59 59.. Sobr Sobree la posi posici ción ón de Hch Hch en la trad tradic ició iónn manuscrita: Jens S CHRÖTER , «Die Apostelgeschichte und die Entste Entstehun hungg des neutest neutestamen amentli tlichen chen Kanons» Kanons» (nota (nota 2, p.122), p.407-418. 11 Historia de la investigación: Paul-Gerhard M ÜLLER , «Der “Paul Paulin iniismus smus”” in der der Apos Aposttelge elgesschi chichte chte.. Ein Ein ERTELGE, forschungsges forschungsgeschicht chichtlicher licher Ueberblick», Ueberblick», en: Kart K ERTELGE ed., Paulus in den neutestamentlichen Spätschriften (nota p.123), p.123), p.157-201; p.157-201; Vitt Vittorio orio FUSCO, «Da Paolo a Luca: un problema ancora aperto» (nota p.123), p.89-106. Ver la contribución de Odile F LICHY, p.13-17.
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Exposición de la situación en Marcel D UMAIS, «Les Actes des Apôtres. Bilan et orientations», en: ACEBAC, «De bien des manières». manières». La recherche recherche biblique biblique aux abords du XXI e siècle (LD 163), Paris, Le Cerf, 1995, p.316-327. 13 Stanley E. PORTER , The Paulo f Acts. Essays in Litterary Criticism, Rhetoric, and Theology (nota p.123), 1999. 14 Christopher Christopher MOUNT, Pauline Christianity. Luke-Acts and the Legacy of Paul , 2002 (nota 1). 15 El pequeño libro de J. Christiaan B EKER , Heirs of Paul. Paul’s Legacy in the New Testament and in the Church Today (nota 1), muestra el carácter operativo de la categoría de legado para dar cuenta de la recepción diversificada de Pablo en la cristianismo del primer y segundo siglos.
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de una tradición a gestionar y re-decir 16. ¿Cómo ha recogido y re-dicho Lucas la historia de Pablo? Mi proceder consistirá en dos partes. Una primera par parte te,, meto metodo doló lógi gica ca,, perm permit itir iráá cons constr trui uirr la probl problemá emátic tica. a. Ésta Ésta ocupar ocuparáá poco poco tiempo tiempo,, ya que, que, junto con Paul Watzlawick, pienso que para avanzar en la investigación, no se trata tanto de encontrar nuevas respuestas a las mismas cuestiones sino de cambia cambiarr la cuesti cuestión ón17. Mi reflexión reflexión metodológ metodológica ica pro propo pond ndrá rá tres tres desp despla laza zami mien ento toss en la form formaa de plantear la cuestión de la imagen lucana de Pablo. La segunda segunda parte parte explorará explorará el relato relato deteniénd deteniéndose ose en cuatro etapas del camino de Pablo en Hechos; se tratará de discernir progresivamente de qué inviste Lucas al personaje de Pablo, de qué elementos que están en juego carga a la imagen de Pablo en el hilo del relato. Prime Primera ra parte parte (meto (metodol dológi ógica) ca):: mediaciones
identifica con la verdad histórica. El veredicto de verdadero o falso se distribuye entonces en función de la «objetividad» del historiador en su rememoración de la historia. La cualidad histórica 19 de la obra de Luca Lucass se medi medirí ríaa pues pues,, por por su capa capaci cida dadd de facta de la historia de proporcionarnos los bruta facta Pablo. Ahora bien, como lo ha percibido en primer lugar Mart Martin in Dibe Dibeli lius us en 1948 1948,, Luca Lucass fue fue «el «el prim primer er historiador cristiano20». Pero ¿cuál es el trabajo del historiador? Lo que presentaba Dibelius, y lo que nosotros hoy día sabemos más claramente, es que no hay historia historia sin mediac mediación ión de un punto punto de vista vista 21 historiográfico . La hist histor oria ia «neu «neutr tra» a» con con la que que sueña el positivismo es una quimera. En realidad, el historiador selecciona los hechos y los une en un esquema explicativo que emana de él, o al cual él asie asient nte. e. No hay hay hist histor oria ia (de (de Pabl Pablo) o) más más que que reconstruida, es decir edificada a partir de hipótesis explicati explicativas vas que engloban engloban los datos disponibles disponibles al historiador. Además, toda empresa historiográfica – esto esto es partic particula ularme rmente nte verdad verdader eroo respec respecto to a la Antigüedad- obedece a una intención identitaria: el histor historiad iador or escrib escribee para para establ establece ecerr o confi confirma rmarr la identidad del grupo lector al cual destina su obra 22. Resumiendo, detectar lo «verdadero» en historia no consiste en exhumar los hechos brutos (no hay hechos más más que que inte interp rpre reta tado dos) s),, sino sino en veri verifi fica carr la adecua adecuació ciónn del punto punto de vista vista histo historio riográ gráfic ficoo del autor a los hechos que enumera. En todo caso, Lucas quiere establecer a sus lectores en qué la historia es significante de una verdad teológica. ¿Qué decir entonces de Lucas en esta perspectiva? El autor [de la obra] para Teófilo ofrece al cristianismo 23
las nec necesa esaria riass
Interrogarse sobre la imagen de Pablo en Hechos vuelve a comparar dos fenómenos distantes en la historia: una es la vida de Pablo el apóstol con su producción literaria (las epístolas), el otro es el relato que hace Lucas. Si se pone en relación a estos dos fenómenos, me parece indispensable tomar en cuenta tres tipos de mediaciones históricas 18. Se puede decir decir también, más abruptamente, que se trata de consentir a decir adiós a tres ilusiones metodológicas. Abandonar la ilusión del positivismo histórico La primera ilusión a abandonar es la del positivismo histórico. La perspectiva perspectiva positivis positivista ta está centrada centrada en la búsqueda de bruta facta, los hechos brutos, que ella
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En sentido de historiografía (N. del T.). Tal es el título de un artículo programático de Martin DIBELIUS, «Der erste christliche Historiker», en: Aufsätze zur Apostelgeschichte (FRLANT 60), Göttingen, Vandenhoeck und Ruprecht, 19685, p.108-119. 21 Dibeli Dibelius us dista dista de ser ingenu ingenuoo en histor historiog iografí rafía. a. Su admiración por Lucas-historiador «se dirige menos a su saber que a su competencia; es decir, a la manera como compone, por así decirlo, en un espacio virgen, una imagen plástica y típica de las primeras comunidades y de la misión paulina, al modo como ha tejido los vínculos y ha insertado los elementos de transición –en síntesis, de las historias ha hecho una historia (aus Geschichten Geschichte) Geschichte ) » (Martin (Martin «Der erst erstee chri christ stli lich chen en Hist Histor orik iker er»» [not [notaa DIBELIUS, «Der precedente], p.113; traducción de D. Marguerat). 22 Remito a los trabajos sobre epistemología de la historia de Henri-Irenée MARROU, Raymond ARON, Paul VEYNE y Paul sintetiza izado do y utiliz utilizado ado en mi libro: libro: La R ICOEUR ICOEUR ; los he sintet Première Histoire du christianisme. Les Actes des Apôtres (LD 180), Paris-Genève, Le Cerf-Labor et Fides, 2003 2, p.11-43. 23 El autor autor empl emplea ea la palabr palabraa christianté, christianté, la cua cual se traduci traduciría ría por cristi cristiani anismo smo,, sin embargo embargo,, dado que este este 20
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La alternativa misma no es admisible para la construcción de la biografía de Pablo. Se ve a los autores tanto avalar de forma no reflexionada los datos históricos de Hch, como negar la fiabilidad histórica del relato lucano sin poder ni siquiera reconsiderarlo, o adoptar una posición hipercrítica habitada habitada por una sola convicción, convicción, ¡el saber que el relato de Lucas no corresponde a la historia! Valoramos la sabia conclusión de Jürgen BECKER : «Ni la condenación global de Hechos ni el postulado de que es menester hacerle caso por completo, son de gran ayuda para la investigación de la verdad histórica»; el autor justifica la vía estrecha de la eval evaluac uació iónn matiz matizad adaa de los los argu argume ment ntos os en cada cada caso caso particular. particular. ( Paul. Paul. «L’Apôtre des nations», nations», Paris-Montréal, Le Cerf-Médiaspaul, 1995, p.26). 17 Me refiero a Paul WATZLAWICK , John WEAKLAND y Richard Changements.. Paradoxes Paradoxes et psychothér psychothérapie apie (Points FISCH, Changements 130), Le Seuil, Paris, 1981. 18 Se hallan también en Vittorio FUSCO útiles consideraciones sobre los cortocircuitos metodológicos del anacronismo en la confr confron onta taci ción ón Luca Lucass-Pab Pablo lo («Da («Da Paol Paoloo a Luca Luca:: un problema ancora aperto» [nota 1], p.106-110).
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de su tiempo una historia de los orígenes cristianos, por por la cual cual ambi ambici cion onaa a fija fijarr la iden identi tida dadd del del cristianismo. Para Lucas, que escribe en los años 80, fijar esta identidad es tanto más necesario cuanto el cristianismo se separa del judaísmo; su identidad no puede ser simplemente definida sin más, a la manera del jud judaís aísmo, mo, en catego categoría ríass étnica étnicas. s. Precis Precisemo emos. s. Lucas no escribe una historia de Pablo, no obstante le consagre consagre diecisiete diecisiete capítulos de veintiocho veintiocho.. Lucas Lucas escribe una historia de los orígenes cristianos donde el actuar de los testigos, los apóstoles, de Pablo, está alineado sobre el de Jesús. Su construcción de la hist histor oria ia proc proced edee por por pues puesta tass en para parale lelo lo,, por por aproximac aproximaciones iones (este (este procedim procedimiento iento narrativ narrativoo tiene tiene por nombre syncrisis)24, lo que lo conduce a calcar la figura de Pedro, de Esteban y de Pablo sobre la figura de Jesús. Insisto: Lucas no es el biógrafo de Pablo. Si se pued puedee deci decirr que que su obra obra ti tien enee una una func funció iónn legitimante, no legitima primordialmente a Pablo 25, sino al cristianismo de frente al judaísmo. La pregunta a plantearnos no es por tanto ¿ cómo compre comprendi ndióó Lucas Lucas a Pablo Pablo? Sino: cómo Pablo Pablo ino: ¿cómo participa en la construcción de la identidad cristiana en el relato de Lucas-Hechos 26 ? Tenido en cuenta el hecho de que la historia de los orígenes cristianos redactada por Lucas se acaba con la actividad de Pabl Pabloo y su ll lleg egad adaa a Roma Roma,, se pued puedee afin afinar ar la pregunta: ¿ por qué Pablo constituye a los ojos de LLuc ucas as el punt puntoo de dese desenl nlac acee de esta esta iden identi tida dad d cristiana puesta en relato?
27,1 27,1-2 -28, 8,16 16). ). Esto Estoss cuat cuatro ro pasa pasaje jess inte interr rrum umpe penn brutalmente el hilo conductor del relato adoptando, sin justificarlo, un «nosotros» ( η µ ε ι ς ) que debe corresponder al entorno de Pablo y en el cual se implica el narrador. Desde Ireneo, la exégesis tradicional ve en este uso del «nosotros» la firma del autor de Hch, compañero de Pablo. La crítica histórica ha puesto en cuestión esta esta iden identi tifi fica caci ción ón,, en nomb nombre re de la dist distan anci ciaa cronol cronológi ógica ca que separ separaa la histor historia ia de Pablo Pablo y la redacción de Hechos, considerada mucho más tardía. Mi intención aquí no es de tratar exhaustivamente este este prob proble lema ma,, que que perm perman anec ecee parc parcia ialm lmen ente te enigmá enigmátic tico. o. Al contra contrario rio,, denunc denuncio io el espeji espejismo smo epistemológico consistente en pensar que el estatuto de testig testigoo ocular ocular acredita acreditaría ría de gol golpe pe el relato relato,, y garantizaría su legitimidad histórica y teológica. Hago remarcar que en todo caso, un autor agraciado por el esta estatu tuto to de test testig igoo ocul ocular ar a part partir ir del del uso uso del del «nosotros» cubriría con su aval sólo esta pequeña parte del relato que constituyen las cuatro secuencias dond dondee apar aparec ece; e; ¡el ¡el aval aval ocul ocular ar no es por por tant tanto, o, extensible al conjunto de la historia de Pablo! La cuestión es muy debatida en la exégesis; no ha sido todavía resuelta de manera satisfactoria27. Por mi parte estoy convencido de que las «secuencias en nosotros» no son simples escorias literarias, residuos tradicionales que el autor no habría limado en su redacción final; el abrupto paso a la primera persona del plural es visible, y hecho para ser remarcado. No son sin más un puro artificio literario, cuya finalidad se reduciría a hacer la narración más vívida. Estos ηµ ε ι ς recurrentes acreditan una presencia en el acontecimiento narrado; pero ¿la presencia de quién? No la del autor, que es señalada en el prefacio de la obra por un «yo» explícito: «me pareció bueno a mí también…» (Lc 1,3). La presencia atestiguada es la de un «nosotros», de una colectividad, donde distingo un grupo portador de la tradición paulina a la que perteneciero eron los compañeros de Pablo originalmente; a este grupo, que se dedicó después de la mu muer erte te del del após apósto toll a perp perpet etua uarr su trad tradic ició iónn
Abandonar el espejismo del testimonio ocular Invito a abandonar una segunda ilusión, que llamo el espeji espejismo smo del testim testimoni onioo ocular ocular.. Me refier refieroo a las famosas «secuencias en nosotros». Bajo este nombre se designan las cuatro secuencias narrativas en que el narrador, de golpe, pasa del relato a distancia (en «él») a la narración en «nosotros», y después regresa a la tercer terceraa person personaa (16,10 (16,10-17 -17;; 20,5-1 20,5-15; 5; 21,1-1 21,1-18; 8; término remite a la visión “imperial” de la Iglesia, muy poste posterio riorr a los escrit escritos os neotest neotestamen amentar tarios ios,, para evitar evitar confusiones se usará la palabra “cristianismo”[N.del T.]. 24 Sobre este procedimiento acostumbrado por Lucas, ver Jean-No Jean-Noël ël ALETTI, Quand Quand Luc racont raconte. e. Le récit récit comme comme théologie, théologie, LlaB 115, Paris, Le Cerf, 1998, p.69-166; Daniel MARGUERAT, La Première Histoire du christianisme, christianisme, p.8488. 25 Contra Günter WASSERBERG, «Lk-Apg als Paulusapolog Paulusapologie», ie», en: Joseph V ERHEYDEN, ed., The Unity of Luke-Acts (nota 1), p.723-730. 26 OLOFF : «Con su Confir Confirmo mo la consta constatac tación ión de Jürgen Jürgen R OLOFF presentación de Pablo, Lucas quiere ayudar a su Iglesia pagano-crist pagano-cristiana iana a comprender comprender su lugar en la historia historia de la salv salvac ació iónn y a encont encontrar rar su ident identid idad» ad» («Di («Diee Paulu PaulussDars Darste tell llun ungg des des Luka Lukas» s» [not [notaa 1], 1], p.53 p.531; 1; trad trad.. de D. Marguerat).
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Sobr Sobree esta esta cues cuesti tión ón acre acreme ment ntee disc discut utid ida, a, ver ver recientemente los estudios de Colin J. H EMER , The Book of Acts in the Setting of Hellenist Hellenistic ic History History (WUNT 49), Tübingen, Tübingen, Mohr, 1989, p.308-364; p.308-364; Jürgen W EHNERT, Die Wir-Pa Wir-Passa ssagen gen der Aposte Apostelge lgesch schich ichte. te. Ein lukani lukanisch sches es Stilmitte Stilmittell aus jüdischer jüdischer Tradition Tradition (GTA 40), Göttingen, Vandenho Vandenhoeck eck und Ruprech Ruprecht, t, 1989; 1989; Vittor Vittorio io FUSCO, «Le sezioni-noi degli Atti nella discussione recente» y «Ancora sulle sezioni-noi degli Atti», en: Da Paolo a Luca. Studi su Luca-Atti I (nota I (nota 1), p.57-84; Stanley E. P ORTER , The Paul of Acts. Acts. Essays Essays in Litera Literary ry Critic Criticism ism,, Rhetor Rhetoric, ic, and Theology (nota 1), p.10-66; Alexander J. M. W EDDERBURN, «The “We”-Passages in Acts: On the Horno f a Dilemma», ZNW 93, 2002, p.78-98.
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misi mision oner eraa y a pres preser erva varl rla, a, se unió unió el auto autorr de Hechos 28. En otros términos, Lucas retoma (verosímilmente) los elementos del diario de viaje de un comp compañ añer eroo de Pabl Pablo; o; si pres preser erva va de ello elloss la pri prime mera ra pers person onaa es con con el fin fin de mo most stra rarr su pertenencia al movimiento misionero que, en los años 80, apela al apóstol apósto l29. El «nosotros» es la firma de un grupo cuya emergencia es fijada por el relato allí donde se sitúa su origen histórico, a saber, en las peregrinaciones misioneras del apóstol. La lectura de la historia de Pablo en Hechos de los Apóstoles no nos instala pues, en la inmediatez del testimonio ocular. El relato restituye la mediación de un grup grupoo que que admi admini nist stra ra el lega legado do de Pabl Pabloo pract practica icando ndo la misió misiónn a la maner maneraa del apóstol apóstol y pre prese serv rvan ando do el recu recuer erdo do de su vida vida.. Es de este este depósito memorial que ha extraído su material materia l30 el autor de Hch.
memori memoriaa del apósto apóstoll ha sido sido magni magnific ficada ada por el recuerdo de su acción: es el caso de Hechos de los Apóstoles, y más tarde (hacia el 200) los Hechos apócrifos de Pablo. Por un lado Pablo sobrevive como docu docume ment nto, o, y por por el otro otro como como mo monu nume ment ntoo31. Continuando esta intuición, yo diría que la recepción de Pablo se ha organizado alrededor de tres polos: biográfico, canónico y doctoral . Sobre el polo «biográfico», Pablo es celebrado como el héroe del Evangelio, el misionero de las naciones, del cual se narra la valentía (Hch); una hagiografía se prepara aquí, de la que los Hechos de Pablo son el testig testigo. o. El pol poloo «canón «canónico ico»» conser conserva va en Pablo Pablo al escritor, recoge y copia sus escritos, los reúne en una colección que prepara su recepción en el canon del Nuevo Testamento (las cartas paulinas). En el polo «doctoral», Pablo es invocado como el doctor de la Iglesia, de quien se imitan las sentencias 32 en las cartas pseudoepigráficas (Col, Ef, 2 Ts, Pastorales). Esto Estoss tres tres tipos ipos de rece recepc pció iónn son son para parale lelo loss y sinc incróni róniccos; os; se des desarr arrolla ollann el 70 y el 100. 100. Representan tres formas de asumir la ausencia del apóstol, sea fijando la memoria de su vida (legado biográfic biográfico), o), sea conservand conservandoo sus escritos escritos (legado (legado canónico), sea instituyéndolo como ícono teológico gara garant ntee de la inte interp rpre reta taci ción ón orto ortodo doxa xa (leg (legad adoo doctoral; cfr. Col 2,5). Cada una de estas gestiones del del lega legado do paul paulin inoo sele selecc ccio iona na los los rasg rasgos os que que le convienen en la figura del apóstol y confiere a tal figura un estatuto específico. Insi Insist stoo en este este hech hecho: o: el cano canonn de las las epís epísto tola lass paulinas no constituye la peana documentaria, el telón de fondo sobre el cual se habría erigido la recepción del del após apósto tol; l; cons consti titu tuye ye como como tal tal un cabo cabo en la recepción de la figura de Pablo, una cabo específico que retiene de él su estatuto de escritor polemista; este cabo es paralelo al biográfico y al doctoral.
Abandonar la miopía del anacronismo El tercer adiós a decir: al anacronismo, que es una form formaa de miop miopía ía epis episte temo moló lógi gica ca.. ¿Qué ¿Qué se hace hace comúnmente cuando uno se pregunta sobre la imagen de Pablo en Hechos? El procedimiento es invariable: el investigador confronta el texto lucano con el texto de las epístolas y señala en Lucas errores de lectura. Ahora bien, ¡es un completo anacronismo imaginar a Lucas escribiendo la historia de Pablo con las cartas del apóstol bajo sus ojos! Se olvida que entre Hechos y el cano canonn de las las cart cartas as paul paulin inas as hay hay una una etap etapaa histórica: el fenómeno complejo y multiforme de la recepción de Pablo. Los tres polos de la recepción de Pablo
François Bovon defiende la idea de que la recepción del apóstol, en el s.I, ha tomado dos formas. Por un lado, Pablo ha sobrevivido en los escritos redactados en su nombre: las cartas deutero-paulinas (Col, Ef, 2 Ts) y las Pastorales (1-2 Tm; Tt). Por otro lado, la
Dos consecuencias
Las consecuencias de esta percepción de la recepción de Pablo son importantes para nuestro tema. Primera consecuencia : el silencio de Lucas sobre los escritos de Pablo deviene perfectamente explicable.
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Partien Partiendo do de las mismas mismas premis premisas, as, Alexand Alexander er J. M. WEDDERBURN comb combin inaa la hipó hipóte tesi siss de una una fuent fuentee y la pertenencia de Lucas al grupo de los compañeros históricos de Pablo: Lucas había recogido y reproducido en su relato una tradición anotada por oro compañero de viaje («The “We”-Passages in Acts» [nota precedente], ver p.94-95); la solución me parece inútilmente complicada. 29 Pete Peterr PILHOFER ha emitido la hipótesis de que Lucas, originario de Macedonia, retoma una tradición que emana de un grupo misionero macedoniano que había acompañado a Pablo Pablo en sus peregrin peregrinaci aciones ones ( Phil Philipp ippi, i, I: Die erste erste christlic christliche he Gemeinde Gemeinde Europas Europas [WUNT [WUNT 87], 87], Tübing Tübingen, en, Mohr, 1995, p.153-159, 204-205). 30 El texto dice “qu’a puisé”, que literalmente quiere decir: “que ha extraído/sacado”, en el sentido de líquido o fuerzas. En este caso se refiere a todo su material [N. del T.].
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François BOVON, «Paul comme Document et Paul comme Monum Monument ent», », en: Joël Joël ALLAZ, etc., Chrétiens Chrétiens en conflit. conflit. LL’E ’Epî pîtr tree de Paul Paul aux Gala Galate tess (Essai (Essaiss bibli bibliques ques 13), 13), Genève, Labor et Fides, 1987, p.54-55. La tipología de Bovon se apoya sobre una fórmula de von Ranke citada por Henri-I Henri-Iren renée ée Marrou Marrou ( De la connai connaissa ssance nce histor historiqu iquee [Points [Points], ], Paris, Paris, Le Seuil, Seuil, 1975, 1975, p.65): p.65): «La histor historia ia no comienza más que ahí donde los monumentos devienen inteligibles y donde existen los documentos dignos de fe.» 32 Al hablar de sentencias se alude a su pensamiento, forma de expresión y las temáticas características de Pablo (N. del T.)
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poderes carismáticos 38. El cabo biográfico, o digamos narrativo, realza lo que, por razones internas a la estrategia del apóstol, quedó en sus escritos en estado de tenue referencia.
Si bien los pocos contactos terminológicos de Hechos con el lenguaje paulino no deben ser subestimados, su rare rareza za no da cred credib ibil ilid idad ad a una una cons consul ulta ta de la correspondencia del apóstol por parte de Lucas 33. Este silencio no señala un olvido de Lucas, sino el hecho de que que el cono conoci cimi mien ento to de su héro héroee no es un 34 conocimiento literario . La presencia de vocabulario pauli paulino no en Lc-Hc Lc-Hch, h, especi especialm alment entee el «meteo «meteorit ritoo 35 paulino» de Hch 13,38-39 , puede hacer pensar que nuestro autor disponía de logia del apóstol. Eso no obsta para que, transmitida por la esfera de influencia bajo la cual está Lucas Lucas (los “nosotros”) “nosotros”),, la tradición tradición de donde extrae su material el autor de Hechos no se alimente alimente primeramente primeramente de las palabras del apóstol apóstol sino de su historia de vida. Segunda consecuencia : cada cabo de la recepción de Pablo compone de manera específica su imagen del héroe. En las Pastorales, Pablo es citado como el comien comienzo zo absolu absoluto; to; recib recibee un estatu estatuto to de padre padre dirigido a quienes ha alumbrado, sus «hijos en la fe»36. En el relato de Lucas, al contrario, Pablo es precedido; se inscribe en la continuación de Pedro y de Esteb Esteban an37. Otro Otro ejempl ejemplo: o: los mil milagr agros. os. Lucas Lucas atribuye a Pablo una serie de acciones terapéuticas (la sana sanaci ción ón del del para paralí líti tico co de List Listra ra en Hch Hch 14, 14, la reanimación de Eutico en Hch 20, la sanación de Publio en Hch 28, etc.). Se ha pretendido que estos milagr mil agros os eran eran una pura pura reprod reproducc ucción ión de parte parte de Lucas de los prodigios atribuidos a Pedro, pero sin razón: el mismo Pablo jamás negó el estar dotado de
Tres mediaciones a tomar en cuenta
Concluyamos. Yo abogo por que el examen de la imagen imagen de Pablo Pablo en Hecho Hechoss tom tomee en cuenta cuenta tres mediac mediacion iones es histór histórica icas. s. 1) Puesto Puesto que el libro libro de Hechos Hechos desarrol desarrolla la una historiogr historiografía afía con intención intención identitaria, la figura de Pablo no debe ser aislada, sino considerada como un vector por el cual la identidad del cristi cristiani anismo smo llega llega a su termin terminaci ación. ón. 2) Lucas Lucas forma parte del ámbito de influencia paulina, lugar de memoria y experiencia, que en los años 80 celebra la parte tomada por el apóstol en la construcción de la identidad cristiana. 3) El trabajo de memoria de Lucas no opera opera median mediante te una lectur lecturaa de los escritos escritos de Pabl Pablo, o, sino sino por por el recu recuer erdo do de su acti activi vida dadd de fundador de comunidades; por otra parte, se advertirá que la colección de sus cartas fija la memoria de su actividad al interno de la Iglesia, mientras que el rela relato to de Hech Hechos os se foca focali liza za en sus sus acci accion ones es al externo (a excepción de Hch 20). Segunda parte (a lo largo del relato): la imagen de Pablo
Vamos Vamos a explor explorar ar los los rasgos rasgos signif significa icativ tivos os de la figura de Pablo en Hch, o más precisamente cómo el autor de Hechos construye la figura de Pablo como lugar de despliegue de la identidad cristiana . Observar la construcción de la figura en el relato requiere de poner atención a las modalidades propias de la narratividad. En este caso, debe evitarse el aislar un texto tratándolo como una entidad discursiva 39; nosotros más bien seguiremos el desarrollo del relato para para determ determina inarr cómo cómo se fija fija progre progresiv sivame amente nte la image magen. n. Me dete detend ndrré en cuatr uatroo mo mom ment entos significativos del trayecto de Pablo: 1) el camino de Damasco (Hch 9; 22; 26); 2) el discurso de Antioquía de Pisidia (Hch 13) y de Atenas (Hch 17); 3) Éfeso
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Charles K. BARRETT, «Acts and the Pauline Corpus», ET 78/1, 1976, p.1-5. Niels H YLDAHL concluye también en un non liquet , insistiendo en el hecho de que Lucas hereda de una tradic tradición ión biográf biográfica ica sobre sobre Pablo, Pablo, la cual desborda desborda ampliamente a las cartas y es un buena parte desconocida por las cartas («The Reception of Paul in the Acts of the Apostles» Apostles» [nota 1], p.103-107). Una opinión opinión contraria contraria se hall hallaa en Wolf Wolfga gang ng SCHENK , «Luke «Luke as Reader Reader of Paul Paul:: Observ Observati ations ons on his Recept Reception ion», », en: Intertextuality Intertextuality in Bibli Biblical cal Writin Writings. gs. Essays Essays in Honour Honour of B. van Iersel Iersel , Kampen, Kok, 1989, p.127-139. 34 « Lukas bezieht sich, wenn er sich auf Paulus beruft, nicht auf gegebene Texte, sondern auf eine historische Gestalt » Gestalt » (Karl LÖNING, «Paulinismus in der Apostelgeschichte» [nota 1], p.231). 35 Ver más adelante en el apartado “Antioquía de Pisidia y Atenas: el Dios de todos y de cada uno”. 36 Sobre la imagen de Pablo en las Pastorales, señalo el EDALIÉ , Paul après Paul. Le imponente imponente estudio de Yann R EDALIÉ temps, le salut, la morale selon les épîtres à Timothée et à Tite (Monde de la Bible 31), Genève, Labor et Fides, 1994. 37 Sobre este punto, Lucas vuelve a trazar la conciencia que el apóstol tenía de sí mismo: los credos, los fragmentos himnológicos y las fórmulas kerigmáticas que Pablo retoma en las cartas, y a veces cita, testimonian que se coloca como hombre «precedido» por una tradición.
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«Las señales del apóstol se han producido en medio de ustedes ustedes:: pacienci pacienciaa a toda toda prueba, prueba, señale señaless milagro milagrosas sas,, prodigios, actos de poder» (2 Co 12,12); cfr. 1 Ts 1,5; 1 Co 14,18. Se consultará para este tema la monografía de Stefan SCHREIBER , Paulus als Wundertäter. Red Redak akti tion onsg sges esch chic icht htli lich chee Unte Unters rsuc uchu hung ngen en zur zur Apostelges Apostelgeschic chichte hte und den authentisc authentischen hen Paulusbrie Paulusbriefen fen (BZNW 79), Berlin, de Gruyter, 1996. 39 Tal es el error metodológico metodológico de Philip V IELHAUER en su artí artícu culo lo prog progra ramá máti tico co:: «Zum «Zum “Pau “Pauli lini nism smus us”” der der Apostelgeschichte»; este autor aísla algunos discursos de Hch de su contexto narrativo y los lee como si se tratara de un enunciado teológico discursivo.
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(Hch 19) y las despedidas (Hch 20); 4) el final en Roma (Hch 28). Una última precaución que se ha comprobado como conveniente antes de embarcarse en el viaje narrativo: precisar lo que entendemos por «identidad». Tomo del psicól psicólogo ogo André André Green Green los tres tres compon component entes es 40 antropológicos de la identidad : a) la permanencia : una una cont contin inui uida dadd es nece necesa sari riaa para para mant manten ener er referencias fijas que no se alteren constantemente con el tiempo; tiempo; b) la singularidad : la identidad se hace por separación, por diferencia, pero al mismo tiempo aquello de lo que se separa es indispensable para la recono noci cimi mien ento to de la defi defini nici ción ón de sí; sí; c) el reco pertenencia: el grupo necesita signos para recon reconoce ocerse rse,, para para crear crear uni unidad dad,, para para orient orientar ar la adhesión de los miembros a una misma comprensión de sí. Permanencia, singularidad, reconocimiento de una misma pertenencia: estos tres componentes serán útiles para auscultar la construcción de la identidad cristiana con Pablo, especialmente en sus relaciones con el judaísmo.
situado al origen de la vocación misionera de Saulo (Hch 9), el acontecimiento de Damasco está al centro del último discurso de Pablo en Jerusalén (Hch 22) y al centro de su apología ante el rey Agripa y su corte hele heleni nist staa (Hch (Hch 26). 26). “Sil “Silab abea ea”” de este este mo modo do la segunda parte de Hechos. Un golpe de fuerza divino
Decía: golpe de fuerza divino. El Resucitado detiene a Saulo en su camino de persecución, lo tira por tierra y lo despoja de su voluntad y condición de sujeto. «Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le envolvió una luz venida del cielo, cayó en tierra y escuchó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: «¿Quién eres, Señor?» El otro: «Yo soy Jesús, a quien tu persigues; pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer» (9,3-6). De ahí en adelante Pablo es conducido: se te dirá (pasivo divino) lo que hay que hacer 42. Notemos bien que este violento cambio no quita a Pablo su judaicidad, sino que la reorienta. Lo que desnivela aquí es la mirada que fijaba en el Cristo. La forma como Lucas resume la primera predicación de Saulo Saulo conver convertid tidoo es altame altamente nte signif significa icativ tiva: a: «En seguida, en las sinagogas, se puso a predicar que Jesús es el Hijo de Dios» (9,20). Esta formulación sintética es muy cercana a lo que el apóstol dice de él mismo mismo dirigiénd dirigiéndose ose a los Gálatas, Gálatas, en la alusión más explícita que hace de su vocación: «Cuando Aquél que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo , para que le anunciara entre los paganos…» (Ga 1,15-16a). El mismo título cristológico surge tanto de una como de la otra parte [Lucas y Pablo, N. del T.]. Semejante concordancia indica que, según mi parecer, Lucas ha heredado una leyenda de conversión de Pablo, la cual
El camino de Damasco (Hch 9; 22; 26): entre raíces y ruptura La conv conver ersi sión ón en el cami camino no de Damasc mascoo no constituye la primera aparición de Saulo –quien será ll llam amad adoo Pabl Pabloo a part partir ir de 13,9 13,9-- en el rela relato to de Hechos. Conforme a un procedimiento que le es muy quer querid ido, o, Luca Lucass intr introd oduc ucee subr subrep epti tici ciam amen ente te su personaje en el mundo del relato, por debajo de la manga –por así decirlo-, con ocasión del martirio de Esteban: «y los testigos depositaron sus vestiduras a los pies de un joven hombre llamado Saulo» (7,58b). La primer primeraa aparic aparición ión de este este jov joven en hombre hombre está está asociada a la represión judía contra los adeptos de Jesús: «Saulo había consentido a su muerte» (8,1ª). El cambio de Saulo sobre la ruta de Damasco aparece ento entonc nces es como como un golp golpee de fuer fuerza za divi divino no.. La importancia del acontecimiento acontecimiento a los ojos de Lucas se estima en su triple mención: expuesto en primer lugar por el narrador narrador (9,1-19), vuelto a narrar narrar por Pablo en 22,1-21, 22,1-21, y luego luego otra vez de nuevo en 26,1-29. Si se abandona la obsesión de la crítica de las fuentes de identificar tres tradiciones diferentes que Lucas habría estado obligado a reproducir, se ve uno forzado a reconocer aquí un efecto de redundancia que remite al autor 41. Luca Lucass varí varíaa tres tres ocas ocasio ione ness el rela relato to del del aconteci acontecimient mientoo para conferir conferirle le un valor fundativo: fundativo:
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He abogado por atribuir al autor tanto un relato de la conversión de Pablo apoyado sobre una tradición (Hch 9) como sus dos variantes (Hch 22 y 26); las variaciones tienen en cuenta a los interlocutores del discurso de Pablo: la retórica cambia según el discurso esté destinado a la muchedumbre judía de Jerusalén en Hch 22 o a la corte real de Agripa en Hch 26; Lucas ha considerado igualmente el avance del macro-relato (Daniel MARGUERAT, La Première Histoire du christianisme, christianisme , p.275-306). En el mismo sentido: Augusto BARBI, «I tre racconto di conversione/chiamata di Paolo (At 9; 22; 26): un’analisi narrativa», en: Giuseppe A NGELINI, ed., La ed., La rivelazione attestata: La Bibbia fra testo e teologia. Raccolta di studi in onore del Cardinale C. M. Martini (Quodlibet 7), Milano, Glossa, 1998, p.235-271. 42 Sobre este aspecto de la experiencia religiosa de Pablo tal como como la pres presen enta ta Lucas Lucas,, léas léasee el artíc artícul uloo de Soph Sophie ie R EYMOND EYMOND , «Paul sur le chemin de Damas (Ac 9,22 et 26). Temps et espace d’une expérience», NRT expérience», NRT 118, 118, 1996, p.520538.
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André GREEN, «At «Atome ome de pare parent ntéé et rel relatio ations ns œdipiennes», œdipiennes», en: L’identité (Seminaire dirigé par Claude Lévi-Strauss), Paris, Le Seuil, 1977, p.81-107. Este artículo es una contribución para un seminario interdisciplinario de antropología sobre la cuestión de la identidad. Debo la referencia a Yann R EDALIÉ EDALIÉ , «L’immagine di Paolo negli Atti degli apostoli» (nota 1), p.126-127.
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procedía del apóstol mismo, y que puntaba sobre el reconoci reconocimient mientoo de la filiación filiación divi divina na de Jesús como piedra de toque del “cambio” paulino 43. Pero una vez más, este cambio se inscribe en el seno del del juda judaís ísmo mo de Pabl Pablo. o. En sus sus disc discur urso soss a los los interlocutores judíos repetirá que la resurrección de Jesús lleva a cumplimiento la esperanza de Israel (9,22; 13,32-33; 23,6; 26,4-8), y que él, Pablo, no contradice en nada la tradición de los Padres (22,3-4; 24,14-16; 28,17-20). En cada nueva ciudad a la que llega, con una obstinación que raya en lo absurdo, Pablo comienza por ir a la sinagoga, de ahí que su pre predi dica caci ción ón haga haga que que se le rech rechac acee con con algo algo de 44 violencia . Este Este recurr recurrent entee escena escenari rio, o, típico típico de la nar narrac ración ión de Hec Hechos, hos, es segu segurrament mentee una transcripción narrativa del slogan paulino: «al judío primero, después al griego» (Rm 1,16; 2,9-10). Pero hay más todavía: la insistencia lucana revela que la identidad cristiana no puede ser comprendida fuera del vínculo vínculo con Israel Israel,, sino sino en una dialécti dialéctica ca de continuidad y ruptura. Israel es el «lugar» de donde viene viene Pablo Pablo,, pero pero tambié tambiénn el lug lugar ar donde donde Pablo Pablo expone su diferencia. Encontramos aquí el segundo componente de la identidad (la singularidad), que ya había mencionado antes. La identidad cristiana no se dice fuera de un vínculo, pero vínculo conflictivo, con Israel. Como la nueva fe de Saulo, el cristianismo nace de una iniciativa de Dios sobre un fondo de hostilidad judía45.
un «di «discí scípul pulo» o» del Señor Señor (9,10) (9,10),, sino sino como como «un hombre piadoso según la Ley, acreditado por todos los judíos que habitaban ahí» (22,12). La línea de defensa de Pablo es clara: él no ha roto ni con el Dios de Israel, ni con el pueblo, ni con la Ley. Su conversión se inscribe en la vía de los Padres. Lucas Lucas lleva lleva al extrem extremoo la parado paradoja ja siguie siguiente nte:: ser cristiano como Pablo, es a la vez situarse en una indefectible adhesión a la tradición y consentir a la novedad que trae la resurrección de Jesús. Va todavía más más lejo lejos: s: el auté autént ntic icoo juda judaís ísmo mo no pued puedee sino sino consentir consentir a la novedad novedad cristológ cristológica ica (23,6; (23,6; 26,6-7; 26,6-7; 28,20). Paradigma de la condición creyente
La última recuperación de la conversión de Damasco (Hch 26) aporta de nuevo una versión diferente; señal de que una vez más el narrador quiere hacer entender a sus sus lect lector ores es el rela relato to de este este acon aconte teci cimi mien ento to fund fundad ador or,, libe libera rand ndoo nuev nuevos os efec efecto toss de sent sentid ido. o. ¿Cuá ¿Cuále les? s? Me dete deteng ngoo sobr sobree la form formaa como como el Resucitado, en esta versión, comenta el mandato que confía a Pablo: «Yo te libro de tu pueblo y de las naciones naciones paganas a las cuales te envío, envío, para abrirles abrirles los ojos, para que se vuelvan de las tinieblas a la luz y del poder de Satán a Dios, para que reciban el perdón de los pecados y la herencia entre aquellos que son santif santifica icados dos por la fe en mí» (26,17 (26,17-18 -18). ). Result Resultaa impre imp resio sionan nante te el tratar tratar de descri describir bir el progra programa ma entregado a Pablo: abrir los ojos de los no-judíos, conv conver erti tirl rlos os de las las tini tinieb ebla lass a la luz… luz… ¿no ¿no es exactamente el proceso que ha vivido Pablo? ¿no es este el itinerario que realizó él mismo en Damasco? Abrir los ojos es una metáfora conocida por expresar el paso de un estado de ignorancia religiosa a una nueva revelación47. Pablo, vencido por la violenta luz del del Resu Resuci cita tado do,, cega cegado do y desp despué uéss sana sanado do de su ceguera, es el prototipo de esta conversión 48 que él deberá operar en las naciones paganas. La conversión de Pablo en Damasco es arrancada del registro autobigráfico, del mismo Pablo para adquirir un estatuto paradigmático; ésa ilustra la condición creyen creyente te como como tal; tal; devien devienee repres represent entati ativa va de la experiencia cristiana49. No obstante que en las tres
La vía de los Padres
El primer retorno sobre el acontecimiento (Hch 22) 46 se da en respuesta a la acusación hecha a Pablo de habe haberr aban abando dona nado do la Ley Ley de Mois Moisés és y habe haber r renunciado a la circuncisión (21,21). Pablo protesta como en Flp 2,5-6, ligando la excelencia farisea de su formación a la actividad de perseguidor de la Iglesia (22,3-5). Su conversión es certificada por Ananías; éste, dicho sea de paso, es presentado no tanto como 43
Christo Christoph ph BUCHARD a intentado reconstruir la tradición subyacente a Hch 9: Der 9: Der dreizehnte Segué (FRLANT 103), Göttingen, Vandenhoeck und Ruprecht, 1970. 44 El mismo escenario se reproduce en Antioquía de Pisidia (13,42-52), en Iconio (14,-17), en Tesalónica (17,1-9), en Berea (17,10-14), en Corinto (18,1-10), en Éfeso (19,8-10), por no hablar del último disturbio en Jerusalén (21,27-36). 45 La hostilidad hostilidad de Israel en Hch es humana, el éxito de de la predicación cristiana viene de Dios. «Christianity is not the the work work of man, man, but but of God» God» (Nie (Niels ls H YLDAHL , «The Reception of Paul in the Acts of the Apostles», p.111). 46 Para más detalles sobre la relectura del acontecimiento de Damasco en los discursos autobiográficos de Hch 22 y Hch 26: Daniel MARGUERAT, La La Prem Premiè ière re Hist Histoi oire re du christianisme, christianisme, p.290-305.
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Denis HAMM ha percibido bien el rol simbólico del ver en este relato: «Paul’s Blindness and its Healing: Clues to Symbolic Intent (Acts 9; 22 and 26)», Bib 71, 1990, p.6372. 48 «Volverse a» (ε π ι σ τ ρ ε ϕ ε ι ν ) es un término término técnico de la conversión en la LXX y el NT. 49 He explorado esta mutación narrativa de la experiencia de Pablo Pablo en paradi paradigma gma de la experi experienci enciaa cristi cristiana ana en una contribución: contribución: «La discours, lieu de (re)lectura (re)lectura du récit. récit. Actes Actes 2 et 26», en: Daniel Daniel M ARGUERAT, ed., La Bible en récits. L’exégèse biblique à l’heure du lecteur (Le Monde
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variantes de la historia del camino de Damasco los rasgos sgos hagi hagiog ogrráfico ficoss no está stán ause usente ntes, el acontecimiento no está limitado al uso hagiográfico, ni está exclusivamente reservado al recuerdo personal del héroe Pablo, sino que deviene ejemplar del acceso a la fe. Mi tesis inicial (la figura de Pablo en Hechos es el lugar narrativo del desarrollo de la identidad cristiana) se hace más clara: de cara al judaísmo, el acontecimiento de Damasco configura una identidad cristiana entre raíces y ruptura. La ruptura con la tradición de Israel toca según 26,18 el perdón de los pecados y la herencia de los santificados, de ahora en adelante adquiridos por la fe en Cristo. ¿Por qué esta ruptura? ¿en qué sentido se trata de una ruptura? Lucas no lo explica aquí; en cambio, el discurso de Antioq Antioquía uía de Pisidi Pisidia, a, hacia hacia el que nos vol volvem vemos os ahora, lo argumenta.
rechazo que los habitantes de Jerusalén opusieron al Cristo (13,27-29)51. El efecto efecto de esta esta div divina ina sorpre sorpresa sa es propia propiamen mente te monum monument ental. al. «Sepan «Sepan pues, pues, herman hermanos, os, que es por medio de él que viene el anuncio del perdón de los pecados, y de todo aquello de lo que no han podido ser justif justifica icados dos (δ ι κ α ι ω θ η ν α ι ) en la Ley de Moisés; es en él que cualquiera que crea es justificado ( δ ι κ α ι ο υ τ α ι )» (13,38-39). Se ha tildado a este fragmento de «meteorito» paulino: pues en efecto, ¡se insertaría sin dificultad en una cart cartaa del del após apósto toll52! Cuatro temas se hallan enun enunci ciad ados os,, de los los cual cuales es Pabl Pabloo no rene renega gará rá de ninguno: a) el fracaso de la ley mosaica para obtener la justificación; b) la concesión del perdón por Cristo; c) la recepción del perdón por la fe; d) la dimensión universal de la justificación por la fe. ¡El lector de Hechos tropieza aquí con un teologúmeno paulino de la mejor calidad! Pero esta afirmación teológica está enma enmarc rcad adaa por por el disc discur urso so de Pabl Pabloo seña señala lado do anteriormente, es decir, por la relectura de la historia de la salvación que se ha apenas explanado en él, y esta relectura de la historia está modelada por una teología de la continuidad. Insisto. Este fragmento de soteriología muy paulino interviene a continuación de una demostración de la continuidad de la acción salvífica de Dios en Israel por la medicación de Moisés, de los Jueces, de David y de Jesú Jesús. s. Al térm términ inoo de esta esta demo demost stra raci ción ón de continuidad surge un motivo que la tradición judía puede considerar -con todo derecho- una monnstru mo struos osid idad ad,, a sabe saberr, la afirm firmac ació iónn sin sin matizaciones del fracaso de la Torah ante el pecado. Ahora bien, Lucas presenta esta afirmación como el fruto de una divina sorpresa, la resurrección, que no hace sino confirmar el intervencionismo divino en la historia del pueblo elegido. Asistimos pues, a una estrategia de atenuación del choque, por la cual el autor de Hechos presenta la doctrina paulina de la justificación por la fe como el acto supremo en la gest gestaa libe libera rado dora ra de Dios Dios para para con con Isra Israel el.. Esta Esta
Antioquía de Pisidia (Hch 13) y Atenas (Hch 17): el Dios de todos y de cada uno Compararemos dos discursos que, al interno de la imag imagen en luca lucana na de Pabl Pablo, o, asum asumen en una una func funció iónn programática: la homilía en la sinagoga de Antioquía de Pisidia (13,16-41), representativa del dirigirse de Pablo al judaísmo, y el discurso en el areópago de Atenas (17, 22-31), representativo de su dirigirse a la cultura griega. Divina sorpresa
La homilía de Antioquía de Pisidia (13,16-41) lleva a cabo una relectura de la historia de la salvación bajo la égida de las figuras liberadoras de Israel: Moisés, los Jueces, David, Jesús 50. Entre estas cuatro figuras corre el hilo rojo de la fidelidad de Dios a su pueblo. Pero esta continuidad de la intervención divina está marcada marcada por una sorpresa, sorpresa, que el predicador predicador Pablo Pablo enuncia en medio de una citación profética: «Porque voy a hacer en sus días una obra, una obra que no creerían si alguno se la contase» (Ha 1, 5). Esta sorpresa no es otra cosa que la resurrección de Jesús, levantado levantado de entre entre los muertos, muertos, siendo siendo que ni David David conoció esta suerte (13,32-37). La resurrección puede ser calificada de sorpresa, puesto que triunfa sobre el
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Lucas sabía variar la fórmula de contraste «Jesús ha sido crucificado – Dios lo ha resucitado» según la colocase en los labios de Pedro dirigiéndose al pueblo de Jerusalén («ustedes lo han entregado y matado» 2,23) o sobre los labios de Pablo dirigiéndose a los judíos de Antioquía de Pisi Pisidi diaa («los («los habit habitan ante tess de Jerus Jerusal alén én y sus sus jefe jefess […] exigieron exigieron a Pilat Pilatos os que le hiciera morir» 13,27-28). Hablar de anti antiju juda daís ísmo mo en Hch es pues, pues, incor incorre rect ctoo (Dani (Daniel el MARGUERAT, La Première Histoire du christianisme , p.211244). 52 Josef PICHLER sostiene la tesis de que el lenguaje paulino de la just justif ific icaci ación ón es «cons «consci cient entem ement entee reto retoma mado do y teológicamen teológicamente te acentuado» acentuado» por Lucas, Lucas, ( Paulusrezeption Paulusrezeption in der der Apos Aposte telg lges esch chic icht hte. e. Unte Unters rsuc uchu hunge ngenn zur zur Rede Rede im pisidischen Antiochien [Innsbrucker Theologische Studien 50], Innsbruck, Tyrolia, 1997).
de la Bible 48), Genève, Labor et Fides, 2003, p.395-409, sobre todo p.405-409. 50 Sobre los sumarios lucanos de la historia de la salvación, una práctica heredada de la tradición judía, ver Joachim JESKA, Die Geschichte Geschichte Israels in der Sicht des Lukas. Apg 7,2b-53 und 13,17-25 im Kontext antik-jüdischer Sumarien der Geschi Geschicht chtee Israel Israelss (FRLAN (FRLANT T 195), 195), Göttin Göttingen gen,, Vandenhoeck und Ruprecht, 2001.
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estr estrat ateg egia ia retó retóri rica ca de encu encuad adre re es real realme ment ntee impresionante; ésta nos hace comprender, de modo vivaz, la forma como Lucas recibe e interpreta el legado paulino.
que él ha designado» (17,31). Y Pablo termina su discurso precisando que es por su resurrección que Jesú Jesúss ha sido sido inst instit itui uido do como como juez juez univ univer ersa sal. l. Encontramos aquí la función-clave que ocupa, en el pensamiento lucano, la resurrección de Cristo 56: dar cumplimiento a la promesa hecha a los padres; se presenta así como una garantía de la culminación de la historia universal.
Valorización de la búsqueda religiosa
El famoso discurso de Atenas (17,22-31) presenta la venida de Jesús como una respuesta a la búsqueda religiosa: «lo que ustedes veneran sin conocer, yo se los vengo a anunciar» (17,23b). Nosotros sabemos, desde los trabajos de Dibelius y de Gärtner 53, que los disc discur urso soss de Pabl Pabloo rebo rebosa sann tant tantoo de cita citaci cion ones es tomadas de los LXX como de la cultura griega. En realidad, el conjunto del discurso es de doble acceso: puede ser leído tanto del punto de vista judío como del del punt puntoo de vist vistaa de la filo filoso sofí fíaa esto estoic ica. a. El oyente/lector del discurso puede reconocer en él la fe bíblica en la creación del mundo a partir de Adán, pero también la filosofía estoica convencida de la formación del mundo a partir de un principio único se reconocerá en él: «A partir de uno solo 54 él creó todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra, fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar; con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de ninguno de nosotros» (17,26-27). Es a este ti tiem empo po de búsq búsque ueda da a ti tien enta tas, s, de extr extrav avío ío en la búsqueda religiosa, de ignorancia, que Dios pone fin anunciando la posibilidad para todos de la conversión (17, (17,30 30). ). Es evid eviden ente te que que Luca Lucass valo valora ra aquí aquí la búsqueda búsqueda religios religiosaa del mundo grecorromano, grecorromano, pero muestra su fracaso; por tanto, no defiende la posición de una teología natural 55. La tolerancia de la ignorancia encuentra en la venida de Jesús su punto de suspensión: la conversión es requerida bajo el horizonte del «día en que [Dios] debe juzgar el mundo con justicia a través del hombre
Un proyecto de civilización cristiana
Detrá Detráss de estos estos dos discur discursos sos progra programát mático icos, s, uno destinado al judaísmo. Otro al mundo grecorromano, se perf perfil ilaa la ambi ambici ción ón que que Luca Lucass tien tienee para para el cris cristi tian anis ismo mo.. El auto autorr de Hech Hechos os cons consid ider eraa al cristianismo como una religión universal, un proyecto de civilización que engloba a judíos y paganos. El Evangelio, según su visión, hereda a la vez lo mejor del judaísmo y de la cultura imperial. Por un lado es cumplimiento de la esperanza de Israel (26,7), por el otro responde a la búsqueda del Dios desconocido (17,23). Lucas tiene la imagen de un cristianismo integrador, en el que se pueden fundir la historia particular de Israel y la universalidad romana 57. Pablo, predicador en la sinagoga y orador en el areópago, une estos dos componentes de los que nace la nueva fe. Fariseo y ciud ciudad adan anoo roma romano no,, hijo hijo de Abra Abraha ham m e hijo hijo del del 58 Imperio , Pabl Pabloo enca encarn rnaa esta esta conf conflu luen enci ciaa de tradiciones en que se forja el movimiento cristiano. Este héroe misionero funda una Iglesia en la que se conf confiiesa esa al Dios ios de todos odos y de cada ada uno, uno, un cristianismo que reúne el legado de Jerusalén y el porvenir de Roma 59. El estatuto de la Ley
Si se compara el mensaje de Pablo en Hechos y la teología de las epístolas paulinas, es fácil de percibir claras intersecciones: en ambas partes se expone una
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Martin Martin DIBELIUS, «Paulus in Athen» (1939), en: Aufsätze zur zur Aposte Apostelge lgesch schich ichte te (FRL (FRLAN ANT T 60), 60), Gött Göttin inge gen, n, Vand Vandenh enhoec oeckk und Rupre Ruprecht cht,, 1968 19685, p.71 p.71-7 -75; 5; Bert Bertil il GÄRTNER , The Areopagus Speech and Natural Revelation (ASNU (ASNU 21), 21), Luna-Co Luna-Copenh penhagen agen,, Gleeru Gleerup-Mu p-Munks nksgaar gaard, d, 1955. 54 «A partir de uno solo» ( ε ξ ε ν ο ς ) puede tener sea género género mascul masculino ino («a partir partir de un solo solo hombre» hombre»), ), sea género neutro («a partir de un solo principio»). La TOB ha escogido el masculino, pero el otro es igualmente válido. Desde mi punto de vista, el autor de Hch mantiene a propósito una ambivalencia semántica que abre el discurso a una pluralidad de interpretaciones. Ya he defendido esta idea idea,, y most mostra rado do la pres presen enci ciaa recu recurr rren ente te de este este procedimiento de polisemia en la escritura de Hch en La Première Histoire du christianisme , p.97-122. 55 Cont Contra ra Phil Philip ip VIELHAUER , «Zum «Zum “Pau “Pauli lini nism smus us”” der Apostelgeschichte», p.10-14.
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Daniel MARGUERAT, «Luc-Actes: la résurrection à l’œuvre dans l’histoire», l’histoire», en: Odette Odette MAINVILLE , Daniel M ARGUERAT, eds., Résurrection. eds., Résurrection. L’après-mort dans le monde ancien et le Nouveau Testament (Le Testament (Le Monde de la Bible 45), Genève, Labor et Fides, 2001, p.195-214. 57 Franç Françoi oiss BOVON, «Israël «Israël,, l’Égli l’Église se et les nations nations dans dans l’œuvr l’œuvree double double de Luc», Luc», en: L’œuv L’œuvre re de Luc. Luc. Études Études d’exégèse et de théologie (LD 130), Paris, Le Cerf, 1987, p.242-263. 58 Pudiera Pudiera traducirse traducirse como “niño del Imperio”, dado que el texto dice hijo ( fils) ( enfant ) del Imperio, fils) de Abraham e hijo (enfant no alude pues a la generación sino a estar bajo su auspicio. 59 Lucas sitúa el porvenir de la cristianismo entre Jerusalén, donde donde radi radica cann sus sus raíc raíces es,, y Roma, Roma, donde donde el Impe Imperi rioo constituye la plataforma de expansión de la nueva fe. He expues expuesto to ya este este tema tema en La Premiè Première re Histoi Histoire re du christianisme, christianisme, p.97-122.
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percepción de la universalidad de la salvación y la afirmación de que el perdón de los pecados es fruto de la resurrección de Cristo 60. Por otra parte, se notan muy abiertas diferencias: la radicalidad de la gracia justificante, justificante, que es la piedra de toque del pensamiento pa paulin ulino, o, se aten tenúa en Lucas; cas; falt faltaa que que sea sea diagnosticado lo que causa el fracaso de la Ley. Pablo lo dice claramente en Rm 7: el fracaso del hombre ante la salvación no viene del mandamiento, sino del pecado que se sirve de la Ley para poner al creyente contra su Dios (7,7-25). Lucas defiende una posición ambivalente sobre la Torah: de un punto de vista soteriológico, el rol de la Ley ( ν ο µ ο ς ) está concluido (Lc 16,16); a partir de entonces, el perdón no pasa más a través de ella sino de Cristo (Hch 13,3 13,39) 9);; de un punt puntoo de vist vistaa hist histór óric ico, o, la Ley Ley permanece como un factor identitario tanto para el cristianismo como para el judaísmo, no obstante que Pablo puede alegar el hecho de que él “no ha hecho nada contra la Ley o contra las costumbres ( ε θ η ) de los padres» padres» (Hch (Hch 28,17b) 28,17b)61. Dicho de otra forma: ν ο µ ο ς Luca Lucass anul anulaa la LeyLey- ν en el régi régime menn crist cristian iano, o, pero pero conser conserva va (espir (espiritu ituali alizán zándol dolas) as) las costumbres-ε θ η que manda la Ley. Lucas, nota François François Bovon, Bovon, «admira la era y el valor de la Ley. Reconoce su uso en los judeo-cristianos y traza su alcance espiritual para los pagano-cristianos y, más en genera general,l, define define su valor valor uni univer versal sal para para tod todos os los 62 espíritus razonables ». Si bien Pablo no es un anti-Ley, semejante semejante valoración de la Ley para la identidad cristiana no es normal en él. ¿Por qué esta diferencia en Lucas? Mi hipótesis es que esta esta posici posición, ón, en nuestr nuestroo autor, autor, sostie sostiene ne su apolog apología ía del cristi cristiani anismo smo.. Los Los Romano Romanos, s, es muy conocido, tienen un santo horror de toda superstitio nova ac malefica (superstición nueva y maléfica) 63; todo aquello que era parecido a una nueva creencia
despertaba la desconfianza, mientras que la elevada antigüedad de sus tradiciones legitimaba una religión. Al lado de un antisemitismo popular, la fe judía podía susc suscit itar ar la admi admira raci ción ón de los los Roma Romano noss por por su 64 antigüedad . Lucas no podía acreditar la idea de que frente a la antigüedad del judaísmo, los adeptos de Jesú Jesúss habí habían an fund fundad adoo una una nuev nuevaa reli religi gión ón;; le interesaba por tanto, mostrar que por debajo de las modificaciones visibles entre judíos y cristianos, la Ley Ley cons consti titu tuía ía este este vect vector or de cont contin inui uida dadd que que asegur aseguraba aba al crist cristian ianism ismoo el legado legado de la histor historia ia patriarcal. Éfe Éfeso so (Hch (Hch 19) 19) y las las desp desped edid idas as (Hch (Hch 20): 20): el cristianismo, lugar de la Palabra En la itinerancia misionera de Pablo, la parada de Éfes Éfesoo es la ocas ocasió iónn del del famo famoso so dist distur urbi bioo de los los orfebres, en defensa de su comercio ligado al templo de Artemisa, contra la predicación del apóstol (19,2140). Lucas, en su cuadro animado, evoca con talento las resistencias económicas que levanta la predicación del Evangelio. Pero antes de esta agitación popular se produjo otro problema. Siguiendo el escenario clásico ya evocado, Pablo se presentó en la sinagoga de Éfeso, donde se esforzó por convencer a sus oyentes. Pero «como algunos se endurecieran y no se dejaran convencer e injuriaban al Camino en plena asamblea, rompió con ellos (α ϕ ο ρ ι ζ ε ι ν ) y, tomando a parte a los discípulos, conversaba todos los días con ellos en la escuela ( σ χ ο λ η ) de Tirano» (19,9). La elección de la escuela
Ante la resistencia y la hostilidad de sus correligionarios, correligionarios, Pablo cambia de lugar y se instala en una escuel escuela. a. Σ χ ο λ η desi design gnaa un luga lugarr de enseña enseñanza nza,, un edific edificio io escola escolarr en el que Tiran Tiranoo 65 enseña o que él posee . ¿Acaso es esta migración de
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La articulación del perdón sobre la resurrección de Cristo se encuentra también tanto en Hch 5,31 («Dios lo ha exaltado exaltado [υ ψ ω σ ε ν ] a su diestra como príncipe y salv salvad ador or para para conc conced eder er a Isra Israel el la conv conver ersi sión ón y la cancel cancelaci ación ón de los los pecad pecados os») ») como como en Rm 4,24 4,24bb-25: 25: «puesto que nosotros creemos en Aquél que ha levantado de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, quien ha sido entregado por nuestras faltas y ha sido resucitado para δι α την nuestr nuestraa justif justifica icació ciónn (η γ ε ρ θ η δι κα ι ω σ ι ν η µ ω ν ).» 61 La teología lucana de la Ley combina para su objetivo una retórica de invalidación (la Ley ya no es operativa para la salvación) y una retórica de cumplimiento (la Ley marca en sus costumbres y en su imperativo imperativo de amor la identidad identidad de los creyentes). Ver el estudio de François François BOVON, «La Loi dans l’œuvre de Luc», en: Camilla Camilla F OCANT, ed., La ed., La Loi dans l’un et l’autre Testament (LD 168), Paris, Le Cerf, 1997, p.206-225. 62 «La Loi dans l’œuvre de Luc» (nota precedente), p.225.
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Esta expresión condena, en las leyes romanas, los nuevos cultos orientales (J. Christiaan B EKER , Heirs of Paul. Paul’s Legacy in the New Testament and in the Church Today , p.61). 64 Flavio Josefo, cuyo proyecto historiográfico se emparenta en más de un punto con el de Lucas, es conciente del prestigio que confiere a la religión judía su antigüedad; él insiste en el hecho de que sus Escrituras «abrazan la historia de cinco mil años» ( A. ( A. J. 1,13; cfr. contre Apion 1,1). En el s. II, el filósofo Celso en su Discurso verdadero reprochará a los cristianos el innovar. 65 Σ χ ο λ η se puede aplicar a un grupo de alumnos, y su significado «aula de escuela» es poco frecuente y tardío (testificado en Plutarco y Epícteto); es por tanto, el que se impone aquí. El término no se presta para designar una sinagoga privada (art. σ χ ο λ η , EWNT III, Stuttgart, Kohlhammer, 1983, col.765).
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la sinagoga a la escuela un detalle fortuito? No lo creo, teniendo en cuenta del comentario que hace al respecto el narrador: «Esto sucedió durante dos años, de modo que todos los habitantes de Asia pudieron oír la palabra del Señor, judíos y griegos» (19,9). Hay cuatro elementos a tener presentes en este episodio: a) se desarrolla un proceso de separación geográfica con la sinagoga (α ϕ ο ρ ι ζ ε ι ν , romper con , es un gesto gesto de dejar dejar fuera) fuera);; b) el vocabula vocabulario rio de la escuel escuelaa (σ χ ο λ η ) es refo reforz rzad adoo por por la trip triple le aparició apariciónn del vocablo vocablo µ α θ η τ η ς , discípulo, del cual surge la pregunta de si no designa a los alumnos de Pablo (19,9.30; 20,1) 66; c) surge aquí el apelativo distintivo de la fe cristiana como «Camino» (ο δ ο ς )67; d) la enseñanza impartida en la escuela concen concentra tra un audito auditorio rio uni univer versal sal,, judío judío y griego griego.. Resultado: la larga permanencia de Pablo en Éfeso fue la ocasión de una ruptura simbólica, mediante la elección de un nuevo lugar de comunicación de la Palabra, la cual desborda el marco del judaísmo para abrirse a los paganos. La instalación en una escuela impl implic icaa un desp despla laza zami mien ento to sign signif ific icat ativ ivoo de las las referencias institucionales, rituales e intelectuales de la comunidad reunida en torno a Pablo en Éfeso. Si se recu recuer erda dann los los tres tres comp compon onen ente tess de la iden identi tida dadd (permane (permanencia, ncia, singulari singularidad, dad, reconocim reconocimiento iento de la perte pertenen nencia cia), ), se ve artic articula ularse rse aquí aquí el segund segundoo (a causa de la separación) y el tercero (por el apelativo del Camino). ¿Qué pen pensar sar de esta sta nue nueva local ocaliz izac ació iónn del crist cristian ianism ismoo en la escuel escuela? a? El sociól sociólogo ogo Mauric Mauricee Sachot distingue tres estadios sucesivos de desarrollo de una religión: el modelo profético (tiempo de la inspir inspiraci ación) ón),, el modelo modelo de la scholé (la escuela escuela filo filosó sófi fica ca), ), el mo mode delo lo de la religio (la religión religión instituida)68. Desde Desde mi punto de vista, vista, la primer primeraa
asimil asimilaci ación ón del cristi cristiani anismo smo a una scholé, una escuela, se remonta a Lucas. Antes que él, Filón había hablado de la Sinagoga como un lugar de enseñamie enseñamiento, nto, una didaskaleia de las Escritur Escrituras as69. Lucas, en su evangelio, inició la imagen mediante su presenta presentación ción de Jesús como filósofo filósofo itin itineran erante: te: la larga sección sección llamada llamada “del viaje” (Lc 9,51-19,28 9,51-19,28)) muestra a Jesús enseñando y curando, a la manera de un filósofo taumaturgo de la Antigüedad. Hechos la prosigue asimilando al cristianismo naciente a ella, expulsado del templo de Jerusalén (8,1b-4), a una escuela donde se comparte la Palabra; esta evolución va de la mano con la personalización creciente del relato hacia el final de Hch, y su focalización en la persona persona de Pablo Pablo en su rol de maestro y mártir (Hch 19-28). Bajo el poder de la Palabra
De este maestro que ha llegado a ser Pablo a lo largo del relato, Lucas describe las despedidas al término de sus viajes misioneros. Sobre la ruta de Jerusalén, dond dondee va a entr entreg egar ar el prod produc ucto to de la cole colect ctaa destinada a la comunidad, Pablo se detiene en Mileto y dirige sus últimas palabras a los ancianos de Éfeso (20,17-38). La escena está cargada de emoción. Pablo expresa su incertidumbre respecto a la suerte que le espera espera;; pero pero sobret sobretodo odo,, recuer recuerda da la rectit rectitud ud del enseñamiento que ha impartido y pone en guardia contra las falsificaciones. Estamos aquí en la cumbre del modelo escolar y de la personificación: el maestro entrega su legado doctrinal. La sorpresa viene del hecho que el autor de Hechos no aprovecha este discurso para vincular la memoria cristiana a la persona de Pablo, o la palabra misma de Pablo (¡cosa que harán las cartas Pastorales!). Lucas, al contrario, liga el adiós a la palabra, al logos: «Y
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En Hch, µ α θ η τ α ι designa generalmente a los miem miembr bros os de la comu comuni nida dadd cris cristi tiana ana.. En 9,25 9,25,, ο ι µαθ η τ α ι α υ τ ο υ («sus discípulos») designa a aquellos que Pablo ha convertido por su predicación en Damasco; puede tratarse de lo mismo aquí, en 19,30 y en 20,1. Christopher Christopher MOUNT considera que «these «these “Pauline” disciples are a narrative construct reflecting the successful preaching of the word of God by Paul in Asia » ( Pauline Pauline Christianity, Christianity, p.121). 67 Después de Hch 9,2, se encuentra en 19,9 la primera menció menciónn de ο δ ο ς como como apelati apelativo vo distin distintiv tivoo de la comunidad de adeptos de Jesús; más adelante: 19,23; 22,4; 24,14.22. Contra el apelativo de «secta» ( α ι ρ ε σ ι ς : 24,14; 28,22), Lucas opta por la terminología del «camino» para designar el movimiento cristiano. 68 Mauric Mauricee SACHOT, L’inventio L’inventionn du Christ. Christ. Genèse Genèse d’une religión, religión, Paris, Odile Jacob, 1998. El autor data la adopción cristiana del modelo de la scholé a mediados del s.II, con las escuelas gnósticas gnósticas (Valentino), (Valentino), la escuela-Iglesi escuela-Iglesiaa de Marción y la escuela de Clemente de Alejandría (p.140150). Sin embargo considera el discurso de Pablo en Atenas
(Hch 17) como el prototipo de la discursividad cristiana: inscrito en la línea ya trazada por el proselitismo judío, este discurso «trata de mostrar que el mensaje cristiano, por una parte, responde a las preguntas fundamentales que todo hombre se pone en el orden del conocimiento y propone, por otra, un ideal de vida capaz de satisfacer plenamente su espera(nza)» (p.136). Considero que el modelo de la scholé la scholé es ya adoptado por el autor de Hch en su presentación de la identidad del cristianismo, aunque su desarrollo histórico como escuela data, como afirma Sachot, del s.II. 69 «¿Qué son en efecto nuestros lugares de oración en las diferentes ciudades, sino escuelas (δ ι δ α σ κ α λ ε ι α ) de prudencia, de coraje, de sabiduría, de justicia, de piedad y al mismo tiempo de santidad…?» ( De De vita Mosis II, 216, trad. R. A RNALDEZ, C. MONDÉSERT , J. POUILLOUX , P. S AVINEL , Paris, Le Cerf, 1967). Se podría podría agregar agregar la present presentaci ación ón heleni helenizada zada que hace Flavio Josefo de las tres «filosofías» «filosofías» ( α ι ρ ε σ ε ι ς ) constitutivas del judaísmo (Guerre ( Guerre des Juifs 2,119-161; A. 2,119-161; A. J. 18,11-25).
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ahora», dice Pablo a los ancianos de Éfeso, «los entrego a Dios y a la palabra de su gracia, la cual tiene el poder de edificar y de dar la herencia entre todos los santific santificados» ados» (20,32). Una dificulta dificultadd de comprensión surge aquí. ¿Quién tiene «el poder de edificar y de dar la herencia»: Dios o «la palabra de su gracia»? La TOB ha optado por el primer sentido 70. La sintaxis recomienda más bien adoptar «la palabra» como referente del relativo: Pablo entrega los suyos al poder de la Palabra 71.
deja en herencia su propia palabra, consignada en su corres correspon ponden dencia cia.. El Pablo Pablo «docto «doctor» r» (Pabl (Pabloo de las Pastorales) deja una doctrina, fijada y estereotipada en el depósito de la fe (1 Tm 6,20; 2 Tm 1,12.14). El Pablo de Hechos entrega a los responsables de la comu comuni nida dadd al pode poderr de la Pala Palabr bra; a; se perc percib ibee actuando en Lucas una teología veterotestamentaria de la palabra divina74. Hechos de los apóstoles no es ni un relato de sucesión apostólica (nadie hereda el título de apóstol reservado sólo a los Doce), ni un relato relato de instit instituci ución ón (Luca (Lucass se desint desinter eresa esa de la el relato de una Palabra estructura eclesiástica), sino 75 instituyente . Pabl Pabloo se per perfila fila com como la figur iguraa ejemplar del testigo que se desvanece detrás de la pal palab abrra que que anun nuncia cia. Narra rrativa tivame ment nte, e, este ste desvanecimiento se plasmará en la ausencia, al final de Hch, de la mención de su muerte 76. De ahí paso, para terminar, a estos últimos versículos de la obra a Teófilo.
El relato de una Palabra instituyente
Este Este rasgo rasgo es absolu absolutam tament entee caract caracter eríst ístico ico de la eclesiología lucana tal como se percibe en Lc-Hch: la edif edific icac ació iónn y la cons consol olid idac ació iónn de la Igle Iglesi siaa no dependen primordialmente ni del ministerio (si bien el ministerio de los Doce y el de Pablo tienen una importancia capital para Lucas), ni del Espíritu (aun cuando el autor no cesa de mostrar el poder del Espír Espíritu itu en acción acción). ). La edific edificaci ación ón de la Iglesi Iglesiaa depe depend ndee de la Pala Palabr braa de Dios Dios.. El minis iniste teri rioo eclesi eclesiást ástico ico es su instru instrumen mento. to. El Espíri Espíritu tu es una fuerza actuante. ¿Es necesario agregar que, en este punto, es totalmente paulino 72? El poder regresa a la Palabra, que nuestro autor no comprende como el depósito de la fe (como en el caso de las Pastorales), sino como una potencia divina acti activa va en la hist histor oria ia.. Como Como lo subr subray ayaa Jacq Jacque uess Dupont Dupont,, la realiz realizaci ación ón de la tarea tarea confia confiada da a los anci ancian anos os de Éfes Éfesoo «no «no sabr sabría ía ser ser atri atribu buid idaa a un “poder” que los distinguiría de los simples fieles: ella será obra de un “poder” que pertenece únicamente a la palabra de Dios 73». La especificidad de los tres vectores de la recepción de Pablo en el primer siglo es aquí particularmente aparente. El Pablo «canónico» (Pablo de las epístolas)
Roma (Hch 28): la casa, lugar de la Iglesia El libro de Hechos de los apóstoles no se termina ni en la muerte del héroe (Pablo), ni con una palabra de adiós, sino en una casa romana en la que Pablo predica. Esta casa es lugar de una palabra en la que, dice el narrador, se articulan dos grandezas teológicas como son el Reino de Dios (polo de la predicación de Jesús) y el Señor Jesucristo (polo teológico de Hch). He aquí los últimos versículos del libro: «Se quedó por dos años enteros en su propio alojamiento y acogía a todos los que venían a él, proclamando el Reino de Dios y enseñando lo concerniente al Señor Jesucristo con una total valentía y sin impedimento alguno» (28,30-31). Del templo a la casa
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TOB, Nouveau Testament, 1989, ad 20,32 nota 1. Lo mismo Joseph A. F ITZMEYER , The Acts of the Apostles (AB 31), New York, Doubleday, 1998, p.681. 71 El relativo ο ς puede estar sintácticamente vinculado sea a θ ε ο ς , sea a λ ο γ ο ς . Esta Esta segu segund ndaa inte interp rpret retaci ación ón es adopt adoptada ada por por Jacq Jacques ues DUPONT , «Les «Les minist min istères ères de l’Égli l’Église se naissa naissante nte d’après d’après les Actes Actes des Apôtres», en Nouvelles en Nouvelles études sur les Acts des Apôtres (LD 118), Paris, Le Cerf, 1984, p.182. 72 Formulación Formulación luminosa de François François BOVON: «Lucas, no más que Pablo, no sitúa al Espíritu en el primer plano. Es la Palabra, estimulada y acompañada por el Espíritu, la que cuenta en primer lugar. El libro de Hechos no narra el éxito de experiencias entusiastas, sino la difusión de la Palabra sostenida y seguida por la oferta del Espíritu» ( ( Luc le théologien. Vingt-cinq ans de recherches [1950-1975] [Le Monde de la Bible 5], Genève, Labor et Fides, 1988 2, p.253). 73 «Les ministères de l’Église naissante d’après les Actes des Apôtres», p.182.
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Jürgen R OLOFF OLOFF ha percibido muy bien esta diferencia entre la palabra paulina en las Pastorales, la entrega como un depósito doctrinal («festes («festes Lehrdepositum») Lehrdepositum» ) y la entrega de los ancianos a la Palabra considerada como un poder divino operante salvíficamente en la historia ( Die Die Apostelgeschichte [NTD 5], Göttingen, Vandenhoeck und Ruprecht Ruprecht,, 1981, 1981, p.306-3 p.306-307) 07).. Josef Josef PICHLER confunde confunde las pers perspec pecti tiva vass atri atribu buyé yéndo ndole le a Luca Lucass la erecci erección ón de la teología de Pablo en depositum fidei («Das theologische theologische Anlieg Anliegen en der Paulusr Paulusrezep ezeptio tionn im lukani lukanisch schen en Werk», Werk», p.737). 75 Ver Yann R EDALIÉ EDALIÉ, «L’immagine di Paolo negli Tai degli apostoli», p.135. 76 La ausencia de la mención de la muerte de Pablo no es la consecuencia de una falta de información de parte del autor, ni de una redacción demasiado temprana del libro (antes de la muerte de Pablo); ésa proviene de una estrategia narrativa orientada a fijar al final la imagen de la Palabra más que el deceso dramático del testigo (al respecto, ver mi análisis en La Première Histoire du christianisme , p.307-340).
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después de cada desgracia, demostrando así la fuerza y la sabiduría que recibe de Dios (ejemplo tipo: el viaje a Roma en Hch 27). Lucas está atento a ataviar a Pablo con los atributos del orador prestigioso y de alta cultura80. Si bien es patente que el autor de Hch no expone la teología paulina de la cruz, no defiende tampoc tampocoo una teolog teología ía del sufrim sufrimien iento; to; al autor autor le imp mpoorta rta mo most strrar que que en la oque oqueda dadd de este este 81 sufrimiento, el justo es socorrido por su Dios . Con esta consideración se resaltará que el final de Hechos constituye una inclusión significativa junto con el inicio de la obra. En su prefacio (Lc 1,1-4), Lucas había prometido a su lector-modelo, Teófilo, expone exponerle rle un relato relato que le permit permitirí iríaa verifi verifica carr la solide solidezz del enseña enseñamie miento nto recibi recibido: do: «a fin de que recono reconozca zcass la solide solidezz (α σ ϕ α λ ε ι α ) de las palabras que has recibido» (Lc 1,4). La ασ ϕ α λ ε ι α indica indica seguridad, seguridad, fiabilida fiabilidad. d. El final de la obra es revelador de lo que Lucas entiende por seguridad: lo que recibe Teófilo, en la figura de Pablo, no excluye sino que integra el sufrimiento del testig testigo. o. Pablo Pablo es el paradi paradigma gma del enviad enviadoo cuya cuya condición, a imagen del Maestro, se comprende bajo el horizonte de la cruz.
El evangelio de Lucas se abre (Lc 1-2) y cierra (Lc 24) 24) en el temp templo lo de Jeru Jerusa salé lén. n. El li libr broo de Hch, Hch, después de haber expuesto la edad de oro de la primera comunidad en Jerusalén, reunida en torno a los apóstoles en el templo (capítulos 1-6), relata la progr progresi esiva va mig migra ració ciónn del templ temploo a la casa casa77. El cristianismo que se constituye adopta la casa como lugar de recomposición de su identidad. La misión de Pablo y de sus colaboradores está amojonada por esta estass casa casass en las las que que se deti detien enen en,, dond dondee son son acogidos, en las que se reúnen los nuevos adeptos: la casa de Sergio Pablo en Chipre, de Lidia en Filipos, de Aquila y Priscila en Corinto, de Tirano en Éfeso, la habitación en alto en Troáde… La casa, la domus romana, configura en Hch el espacio en el que la crist cristian ianism ismoo sin templo templo recomp recompone one sus ritos ritos,, teje teje vínculos de fraternidad y de sororidad, practica la acogida y despliega su comunión. Una teología del sufrimiento
Es en este espacio, en que se juega el avenir de la cristianismo, que el autor de Hch escoge simból simbólica icamen mente te de termin terminar ar su relato relato.. Al mismo mismo tiempo, en esta casa, el testigo Pablo es un testigo frágil. La salida del relato de Hechos es en efecto, todo odo exc excepto epto una una vía vía triunf unfal: al: el héro héroee está está encadenado, en libertad bajo custodia de un soldado, a la espera de su proceso ante el tribunal imperial. Pablo llega a Roma al término de un largo recorrido que es para él como una via dolorosa (Hch 21-28)78. Más que oponer, como se hace constantemente, la teología paulina de la cruz a una supuesta theologia gloriae en Lucas79, será mejor estar atentos a una aparente (¡pero solamente aparente!) contradicción en la manera con la que el autor relata los sufrimientos de Pablo en Hch. Por un lado, la misión de Pablo está inscrita en principio bajo el signo del sufrimiento, y esta predicción del Resucitado en Damasco (9,16) se conf confir irma ma ampl amplia iame ment ntee a lo larg largoo del del rela relato to;; la constante angustia de Pablo es dominada por un «es necesario» divino (δ ε ι : 19,21; 23;11), que hace eco del «es necesario» de la Pasión de Jesús (Lc 9,22). Por otro lado, Pablo vuelve a cobrar fuera
Conclusión: Pablo, una figura identitaria
El libro de Hechos es el testigo de un fenómeno diver div ersif sifica icado do de recepc recepción ión del paulin paulinism ismoo en el primer siglo, al lado de una recepción «canónica» (el corpus de las cartas de Pablo) y de una recepción «doc «docto tora ral» l» (red (redac acci ción ón de las las epís epísto tola lass deut deuter eroo paulinas y de las Pastorales). Ponderar la recepción «biográfica» de Pablo en Lucas requiere tomar en cuenta su objetivo específico ya que la narración de la misión de Pablo se inscribe en un despliegue de la identidad del cristianismo. La figura de Pablo tiene en Hechos una función identitaria. Ésta permite al autor exponer el vínculo de continuidad con el judaísmo y las causas de la ruptura, la universalidad de la nueva fe, el rol fundador de la Palabra y la inscripción del cristianismo en el tejido social del Imperio romano. Aquí Aquí,, Pabl Pabloo resu result ltaa embl emblem emát átic icoo del del deve deveni nir r cristiano. Esta función atribuida al apóstol explica las alteraciones que sufre su imagen en el relato lucano. El autor de Hch dirige esta imagen a una cristianismo en busca de identidad, cuyos lazos con la Sinagoga se rompen rompen,, y que asume asume progre progresiv sivame amente nte su rol de tertium genus entre Israel y los paganos. Se ve al cris cristi tian anis ismo mo ser ser here herede dero ro a la vez, vez, de lo que que la
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Sobre la migración del templo a la casa en Hch, y la lectura teológica de este traslado, remito a mi artículo: «Du temple à la maison suivant Luc-Actes», en Camille F OCANT, ed., Quelle maison pour Dieu? (LD fuera de la serie), Paris, Le Cerf, 2003, p.285-317. 78 OSENBLATT, Paul the Accused. His Portrait Marie-Eloise R OSENBLATT in the Acts of the Apostles , p.62-93. 79 Esta vieja sospecha emana de Ernst K ÄSEMANN ÄSEMANN , Der Ruf der Freiheit , Tübingen, Mohr, 1972 5, p.207-222 (ver mi análisis en: La Première Historie du christianisme , p.6163).
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La obra de John Clayton LENTZ ofrece la demostración de ello: La Portrait de Paul selon Luc dans les Actes des Apôtres. Apôtres. 81 J. Christiaan B EKER , Heirs of Paul.Paul’s Legacy in the New Testament and in the Church Today, Today , p.51-55.
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tradición judía tiene de grande y de la universalidad romana; el Pablo de Hch, situado en la confluencia de las dos culturas, ilumina la vocación cristiana. Decidi cidido do a hace hacerr de Pabl Pabloo el emb mble lem ma del del cristianismo, Lucas ha corrido algunos riesgos. En muchos puntos –la imagen de Dios, el rol de la cristología en la salvación, la importancia de la fe para la obtención del perdón, la función decisiva de la resurrección- Lucas ha entendido bien al apóstol y su mensaje. En camb cambio io,, en otro otross punt puntos os,, Lc-H Lc-Hch ch reve revela la su pertenencia a una cristianismo de tercera generación: la agudeza de la teología paulina de la cruz se ha atenuado82; la reflexión del apóstol sobre los riesgos de la obediencia religiosa se ha perdido; su denuncia del efecto perverso de la Ley como ley ha perdido su filo. Lucas presenta el fracaso de Israel frente a Jesús y a sus enviados, pero no lo analiza, como tampoco analiza el fracaso de la Ley. Desde mi punto de vista, la antropología optimista de Lucas y su humanismo le impiden ratificar la imagen negra que Pablo se hace del fracaso de toda obediencia religiosa. Erigiendo a Pablo, durante diecisiete capítulos del libro de Hch, como héroe del cristianismo naciente, Lucas ha corrido algunos riesgos. Si le pidiéramos hoy de rendir cuentas de sus olvidos, y desp despla laza zami mien ento toss resp respec ecto to del del pens pensam amie ient ntoo del del apóstol, apóstol, quizás quizás responder respondería ía83: yo no he escrito ad majorem Pauli gloriam , no he escrito para la gloria de Pablo, sino para la gloria de una Palabra que sin él no nos hubiera sido comprensible, y he querido decirles por qué.
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En el seno del cristianismo de tercera generación, la cruz no es más maldición de la Ley sobre el Hijo (Ga 3,13), sino la consecuencia de la obediencia del Hijo y de la infidelidad humana. Sin embargo, su rol no es eliminado. Para Lucas, la sangre de la cruz sella la nueva alianza de Dios con los hombres (Lc 22,19-20) y el nacimiento de la Iglesia (Hch 20,28). 83 Con Karl LÖNING , «Paulinismus in der Apostelgeschichte», p.232.
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