La dialéctica de la soledad “La soledad, el sentirse y el saberse solo, desprendido del mundo y ajeno a sí mismo, separado de sí, no es característica exclusiva del mexicano. Todos los hombres, en algún momento de su vida, se sienten solos; y ms! todos los hombres estn solos. "ivir, es separarnos del #ue $uimos para internarnos en el #ue vamos a ser, $uturo extra%o siempre.& La condici'n del ser humano parece haberse diversi$icado con el paso del tiempo, envuelto entre tantos inventos y realidades alternas #ue este ha creado. (ero en realidad, como bien lo dice )ctavio (a*, el tras$ondo de la humanidad es el mismo. La soledad.
“El hombre es el único ser que se siente siente sólo y el único que es búsqueda búsqueda de otro” . Para el Nóbel Mexicano, la soledad lleva irremediablemente a la conciencia. Nacemos y morimos solos. Pero también somos caaces de trasasar nuestra soledad mediante el amor como “elección, libre elección acaso de nuestra !atalidad, súbito descubrimiento de la arte m"s secreta y !atal de nuestro ser”. #as relaciones amorosas est"n viciadas or cula de la sociedad, misma que imide la libre elección. #a mu$er es resa de su ima%en& imuesta or una sociedad b"sicamente masculina. 'amoco 'amoco el hombre uede ele%ir, el rimer contacto sexual del ni(o ocurre con la madre y)o hermanas. *e modo que un car"cter simbólico de incesto, est" resente en nuestro erotismo. +e eli%e or con!usión, or bellea o conveniencia& or creer que “no hay de otra”, o or que “se me va el tren”. #o cierto es que la %ran mayor-a de mexicanos, y mexicanas, iensan al !inal de su existencia “/ ensar que he erdido los me$ores a(os de mi vida con una mu$er que no era mi tio” !rase de +0an citada or el roio Pa. Para la sociedad, el amor equivale a tener hi$os ues la !amilia, es el rimer re!le$o de la sociedad. #a doble moralidad aterria directamente en el conceto del Matrimonio, es decir la naturalea conservadora de la are$a. 1l amor %arantiado constitucionalmente. El verdadero amor es antisocial y revolucionario, y es recisamente en la adolescencia, en dónde se exresa en su !orma m"s ura y contradictoria. #a adolescencia no imlica únicamente soledad sino “los %randes amores, el hero-smo y el sacri!icio”. El ensayo cierra con una unas últimas re!lexiones sobres las 2erias, las M"scaras y al%unas constantes constantes que acabas de leer. Esero Esero haberte hecho el aro y te invitó invitó a acercarte acercarte a la obra de 3ctavio Pa. #a inde indee ende ndenc ncia ia de la Nuev Nueva a Esa Esa(a (a,, es tan tan ambi ambi%u %ua a como como la conq conquis uista ta.. No es una una indeendencia roositiva en ideas, no hay ostulados ni ideas universales. #os caudillos, es decir los sacerdotes, no tienen una idea clara de que hacer. +u única virtud, es que escuchan de cerca al ueblo. #a indeendencia sudamericana inicia con +an Mart-n y +imón 4ol-var. +e crean estados y romul%an leyes. En la Nueva Esa(a, se luchaba or liberar a los criollos de la burocracia eninsular ero, no se retend-a cambiar las estructuras económicas ni sociales. #os ecos de la 5evolución 2rancesa y la Norteamericana se escuchaban or todos lados. #os insur%entes vacilan entre la indeendencia total, o !ormas modernas de autonom-a. #a %uerra inicia or los abusos de la burocracia esa(ola contra los lati!undistas. Pero m"s all" estaba también el abuso de los lati!undistas hacia sus camesinos. “No es una rebelión de la aristocracia contra la metróoli, sino del ueblo contra la rimera”. 6idal%o termina con la esclavitud, Morelos rearte los lati!undios, ero, la i%lesia y los %randes roietarios buscan ayuda en la 7orona Esa(ola. 6idal%o, Morelos y Mina, sucumben ante la aliana. Entonces, un hecho ineserado sucede. En Esa(a, los liberales toman el oder, trans!orman la monarqu-a en constitución y amenaan seriamente los intereses del
clero. En México, la i%lesia y los %randes roietarios, temiendo qui" una reacción en cadena, buscan a los insur%entes vivos y 8consuman la 9ndeendencia de la Nueva E sa(a: +in embar%o, se hereda el vie$o orden esa(ol sin la visión !utura de una sociedad moderna. 1arece entonces, la ima%en del dictador hisanoamericano con su rimera imresión la del libertador. #as nuevas sociedades se !ormaban or militares ansiosos de reartirse el bot-n. En México mientras tanto, aarece una constitución, coia de Euroa y Estados ;nidos que asaban or una realidad muy distinta a la nuestra, es decir la revolución 9ndustrial. Esta constitución li%eramente liberal y democr"tica, era, or un lado inalicable, y or el otro, ocultaba nuestra realidad histórica or comleto. “#a mentira ol-tica, se instaló en nuestros ueblos casi constitucionalmente” #a rueda de la historia se reciita, el ?@A. #ibertad de ense(ana romul%ada. El autor evita la auto comlacencia y a%udamente observa “#a 5e!orma !unda a México ne%ando su asado, rechaa la tradición y busca $usti!icarse en el !uturo”. 2inalmente, la eserada aarición de una bur%ues-a mexicana, es decir, una clase social udiente y roductiva, $am"s aareció. México era un a-s a%rario muy a$eno al occidente industrialiado. En cambio sur%e una casta lati!undista que renie%a del ro%reso. Muerto =u"re, el oder est" a merced de los caudillos& Por!irio *-a, militar d e corte liberal asume el oder. ;na nueva m"scara se one México, ahora de estilo a!rancesado y retendidamente so!isticado. #os ind-%enas son deslaados de sus tierras, se abre la econom-a al caital norteamericano. México Bque nació endeudado como a-sC se endeuda m"s. 1arentemente México ro%resa, se construyen los !errocarriles, se estimula el comercio e industrias modernas. *-a recibe el nuevo si%lo y de reente, cumle DD a(os en el oder. #a 5evolución mexicana, tamoco tuvo recursores ideoló%icos conscientes de la verdadera situación del a-s. *e los m"s radicales, los hermanos 2lores Ma%ón, que militaron desde el exterior del a-s, oco queda en las re!ormas de los traba$adores. 2rancisco 9 Madero, un m-stico convencido, resumió el cambio que, se%ún él, México necesitaba “+u!ra%io E!ectivo no reelección” los males del a-s se deb-an a la eterna resencia del %eneral *-a y sus “cient-!icos” en el oder. Madero, de cuna terrateniente, no se daba cuenta de la naciente clase obrera mexicana y de la exlotación de los caciques hacia los camesinos. *oroteo 1ran%o, me$or conocido como Pancho
civil entre los lideres revolucionarios de$a un saldo tr"%ico ues de al%una manera, todos mueren a manos de todos y a la ostre, se convierten en mitos oulares. “
1ntes de continuar con el estudio del libro, quiero recordarte que !ue escrito en >I@J, es decir y erdón la redundancia a mediados del si%lo asado. 7ontinuemos. “#a revolución no a hecho de nuestro a-s una comunidad o siquiera una eserana de comunidad”. +in embar%o, como todas las revoluciones del mundo, Cla de México !ue la rimera del si%lo veinteC nin%una ha terminado satis!actoriamente su labor. Fy cual ser-a el unto culminante de una revoluciónG El autor nos contesta “ En rimer termino, liquidar el ré%imen !eudal, trans!ormar el a-s mediante la industria y la técnica, surimir nuestra situación de deendencia económica y ol-tica y, en !in, instaurar una verdadera democracia social”. 1hora bien, la historia va a la ar ara todos, el laneta, uni!icado desde la e xansión imerialista, enredó or comleto las econom-as de todos los a-ses. *esde lue%o, unos bene!iciados y otros no. “#o conquistado hay que de!enderlo todav-a” Particularmente, en México, el crecimiento demo%r"!ico, no revisto or los rimeros %obiernos, se resentó como una m"scara que esconde el actual desequilibrio. #a re!orma a%raria or su arte, cuenta todav-a con millones de camesinos en extrema obrea& rincial causa de braceros en Estados ;nidos. #a industria y los centros de roducción son insu!icientes ara absorber la demanda de traba$o en las ciudades. 1hora bien, si bien el Heneral #"aro 7"rdenas al exroiar el etróleo y el !errocarril entre otros imulsó la econom-a interna del a-s, también es cierto que tocó !ibras muy sensibles, económicamente hablando, del vecino a-s del norte. 7on la industrialiación del a-s, sur%e la clase obrera, aquella que se%ún Marx “lleva el curso de la historia”. En México, esa clase obrera y mediana bur%ues-a, sur%e desde las entra(as mismas del oder. Primero se aoya a