LA CAUTIVA
Trabajo presentado en la asignatura de castellano, por el estudiante:
ADER RUBÉN MARTÍNEZ GUERRA
COLEGIO DE BACHILLERATO SAGRADO CORAZON DE JESUS RIOHACHA – LA GUAJIRA 10 DE agosto de 2017
LA CAUTIVA
Trabajo presentado en la asignatura de castellano, a la profesora:
YARA
COLEGIO DE BACHILLERATO SAGRADO CORAZON DE JESUS RIOHACHA – LA GUAJIRA 10 DE agosto de 2017
ANALISIS LITERARIO DE LA OBRA LA CAUTIVA
El tema de La cautiva gira en torno al rapto de una cristiana por los indios y de todas las penurias que esta sufre en el desierto para escapar de la inhumana tribu y salvar de la muerte a su esposo.
Un soldado, Brian, preso de los indios, es rescatado por la valiente María, su mujer, cautiva e los salvajes. En medio de un horrendo festín, los desdichados huyen al desierto, descripto al comenzar el poema. Brian está herido y María afronta todos los riesgos para salvarlo. Se refugian en un pajonal y descansan, pero un incendio agrava su situación. María se multiplica. Salva otra vez a su esposo haciéndole cruzar el río, pero sus esfuerzos son inútiles. El guerrero muere en pleno delirio. María no desfallece; sigue a tierra de blancos en procura de su hijo, que la restituirá a la vida, pero los soldados de Brian que la rescatan le anuncian su muerte. La infeliz no resiste y muere.
La primera aproximación revela una idea ortodoxamente romántica: una mujer, María, fuerte por el amor, idealizada hasta convertirla en una heroína, ligada a la existencia por el sentimiento, esa veta recién descubierta y que de tal modo inspiró y exaltó a los románticos: Dios para amar, sin duda hizo /un corazón tan sensible; palpitar le fue imposible /cuando a quien amar no halló.
Es una mujer esposa y madre, pura e intachable, protectora, asexuada.
Como contraparte, Brian representa el tipo del héroe cansado", característico del romanticismo, o sea la pura pasividad que encierra una idea matriarcal de la organización de las relaciones. Esta distribución de papeles corresponde a la idealización romántica: la mujer como nexo con la naturaleza y la divinidad.
Ambos no pueden evadirse de sus destinos. Buscan en la tierra la libertad para vivir su verdadero amor y solo la hallan en la muerte, a la que los conduce la hostil soledad del desierto. El triste fin del poema responde, esencialmente, al conflicto que plantea el poema entre el blanco y el indio, civilización y barbarie.
EL DESIERTO: El poeta describe el desierto en la hora del crepúsculo. Después de haber asaltado y saqueado una población, los indios regresan triunfantes con sus cautivos, entre los que se encuentran el capitán Brian y su esposa María.
EL FESTÍN: La tribu sacia su placer en la bebida, el canto y la sangre, hasta caer en profundo sueño.
EL PUÑAL: María trata de liberar a su esposo herido. Para ello toma un puñal, que se convierte en símbolo de su salvación. Los indios han matado al hijo y a los padres de María. El desierto los espera.
LA ALBORADA: Amanece, la tribu duerme. El hombre blanco prepara su venganza y se arroja sobre ella. La muerte reina por d oquier. Las cautivas gozan de su libertad. Nadie halla a Brian.
EL PAJONAL: Brian y María vagan por el desierto. Con las primeras luces el alba llegan a un inmenso pajonal. María trata de confortar a su esposo con el agua de un arroyo y algunos alimentos.
LA ESPERA: La noche los inmoviliza. Brian, vencido por el dolor, descansa a orillas del arroyo. María espera un nuevo amanecer. su amor le da fortaleza. Se anuncia el tema de la siguiente parte: la quemazón. Aparece un tigre como presagio de fatales peligros. María toma el puñal.
LA QUEMAZÓN: Comienza otro día. Se produce la horrible quemazón de los pastizales. Con la fuerza que solo su amor le comunica, María atraviesa la corriente sosteniendo con uno de sus brazos a Brian. En esa circunstancia se agiganta su figura. El fuego se extingue, finalmente, en la orilla del arroyo.
BRIÁN: Pasan dos días. Brian y María se encuentran en el pajonal. El joven capitán sufre alucinaciones. La abnegada esposa siente el abandono y la soledad en que se hallan. Aparece el tigre. María toma el puñal, pero la fiera, como movida por la compasión, sigue su camino. Brian muere. María, profundamente angustiada, se desalienta.
MARÍA: María entierra a su esposo. Luego parte, agobiada por tanto dolor. Vaga por el desierto noches y días. Encuentra en su camino una partida de soldados cristianos, a quienes les pregunta irreflexivamente por su hijo. E llos le dicen que ha muerto degollado por los indios. Entonces, María muere, víctima del más hondo de los sufrimientos.
BIOGRAFIA DEL AUTOR
Esteban Echeverría nació en la, por entonces, virreinal ciudad de Buenos Aires en 1805. Queda huérfano de padre muy pronto. Inició sus estudios universitarios en 1822 y parte hacia Francia en 1825. Allí toma contacto con las obras de Shakespeare, Byron, Goethe y Schiller. Tanto el socialismo, como el movimiento romántico le influyen notablemente y motivan Elvira o la novia del Plata (1832). Las rimas (1837) contiene ‘La cautiva’ un poema caracterizado por las nuevas formas poéticas utilizadas que despertó el entusiasmo de los jóvenes de la época. La obra más importante del autor es El matadero (1838), un libro en prosa de estilo incisivo y realista que encierra una dureza pocas veces vista en la Literatura Hispanoamericana hasta entonces. Esteban Echeverría fue desterrado por sus ideas políticas y falleció en Montevideo en 1851. Otras obras del autor son: Los consuelos (1834), Dogma socialista (1837) o La guitarra (1842).
PUNTO DE VISTA .1. ESCENARIO
La primera parte de “La Cautiva” se denomina El Desierto. Todo el primer capítulo, entonces, tiene un énfasis topográfico. Pero el desierto no se queda ahí, no aparece com o una instancia introductoria donde se desarrollará una historia, sino que sobrevuela toda la lectura de la obra, y aparece como un elemento fuerte de creación de sentidos. La llanura aparece como el lugar donde el mal del siglo se hace presente en todas sus formas.
.2. NARRADOR Se le considera el introductor del Romanticismo en Argentina. La cautiva es considerado un grandioso himno a la soledad de la argentina, a la grandiosidad del desierto.
Comienzo la obra con una Advertencia por parte del autor de la obra, esta sirve de prólogo al lector. En ella nos dice que quiere “pintar algunos designios de la fisonomía del desierto”. Nos dice que puede chocar al lector puesto que la gente está acostumbra da a que la poesía se use solo para los sentidos y no para contar una historia que es lo que él ha hecho. Habla sobr e la poesía de su tiempo, critica a los poetas españoles, y nos dice que usa el verso octosílabo porque se ha enamorado de él.
.3. DESCRIPCION
María: Mujer de fuerte personalidad, llega a asumir actitudes viriles para salvar su amor. Inevitablemente se une a su figura el puñal q ue lleva en su mano; el puñal, sím bolo de muerte y destrucción que no vacila en empuñar cuando la ocasión lo requiere. No es, por lo tanto, el ennoblecimiento de la mujer frágil lo que exalta el poem a, sino la fortaleza casi varonil que
asume. En algún pasaje de la narración niega o evade la realidad para reunir las fuerzas necesarias que le permitan continuar su lucha. Su belleza es descrita de acuerdo con la imagen de la mujer romántica. Sólo después de la muerte de su esposo se la retrata desencajada
como
un
“pálido
fantasma”.
Cuando
muere,
su
rostro
recupera,
prodigiosamente, la hermosura perdida.
Brian: Es un ser débil, t emeroso de su destino y de su honra. Así aparece en la obra, aunque se menciona su trayectoria de guerrero indómito, temido por los indios. Adopta una actitud resignada y fatalista, sin alentar a su mujer en la lucha contra el infortunio. Ha dedicado su vida a la patria y su mayor decepción es no morir en el campo de batalla.
El indio: Está presentado desde la perspectiva del hombre blanco y por ello aparece como sinónimo de barbarie. Es incivilizado, sanguinario, agresivo y feroz.
.4. GLOSARIO
Antar: célebre poeta arabe, de quien M. de Lamartine cita algunos fragm entos en su viaje a Oriente: de ellos se ha tomado el tema que encabeza este canto.
Bolas: arma arrojadiza, que se compone de tres correas trenzadas, ligadas por un extremo, y sujetando en el otro otras tantas esferas sólidas de metal o piedra.
Carancho: ave de rapiña.
Fachinales: llámase así en la provincia, ciertos sitios húmedos y bajos en donde crece confusa y abundantemente la maleza.
Huinca: voz con que designan los indios al cristiano u hombre que no es de su raza.
Maloca: lo mismo que incursión o correría.
Ñacurutú: especie de lechuza grande, cuyo grito se asemeja al sollozar de un niño.
Ombú: árbol corpulento, de espeso y vivo follaje, que descuella solitario en nuestra llanura como la palmera en los arenales de Arabia. Ni leña para el hogar, ni fruto brinda al hombre; pero sí fresca y regalada sombra en los ardores del estío.
Pajonal: paraje anegado, en donde crece la paja enmarañada y alta. Los ha y muy extensos, y algunos a la distancia aparecen en la planicie como bosque; son los oasis de la pampa.
Ranchos: cabañas pajizas de nuestros campos.
Sabática fiesta: junta nocturna de los espíritus malignos, según tradición comunicada a los pueblos cristianos por los judíos.
Toldería: el conjunto de chozas o el aduar del salvaje.
Yajá: el P. Guevara hablando de esta ave, en su historia del Paraguay, dice: "Al Yahá justamente le podemos llamar el volador y centinela. Es grande de cuerpo y de pico pequeño. El color es ceniciento con un collarín de plumas blancas que lo rodean. Las alas están armadas de un espolón colorado y fuerte con que pelea... En su canto repite estas voces: Yahá , Yahá , que significa, en guaraní, "vamos, vamos" de donde se le impuso el nombre. El misterio y significación es que estos pájaros velan de noche, y en sintiendo ruido de gente que viene, empiezan a repetir Yahá , Yahá , como si dijeran: vamos, vamos, que hay enemigos, y no estamos seguros de sus asechanzas". Los que saben esta propiedad del yahá, luego que oyen su canto se ponen en vela, temiendo vengan enemigos para acometerlos... En la provincia se llama chajá o yajá indistintamente.
Valichu: nombre que dan al espíritu maligno los indígenas de la pampa. Hemos leído en el Falkner, Valichu: comunmente se dice Güalichu.
CONCLUSIÓN Como conclusión podemos decir que en la literatura, la cautiva emerge como un personaje de frontera, cruce de dos culturas que asimila ambas, a la vez continuando con su transmisión. El personaje que se inició en el poema “La Cautiva” de la mano del autor Esteban Echeverría como un personaje romántico, “civilizado”, que repudia por completo la barbarie simbolizada por el indio, irá mutando.