Pedro Saad Herrería
La caída de Abdalá
Quito, febrero 12 de 1996
1.- Introducción
V
iernes, 7 de febrero.- Ecuador ha amanecido con tres presidentes. Los titulares de todos los diarios señalan ese hecho, aunque cada uno de los protagonistas niega la existencia de sus rivales. Es una manera de proclamarse único legítimo. Un psiquiatra ubicaría la situación entre las psicopatías que niegan las realidades r ealidades evidentes. Mucho me temo que sea una clasificación a la que habremos de volver en estas páginas. Uno de los contendientes es Abdalá Bucaram Ortiz, quien ganó las elecciones de julio del año anterior y se posesionó en agosto, pero ha perdido su respaldo en menos de seis meses de gestió gestión. n. Los sondeo sondeos s de opini opinión ón públic pública a indica indican n incont incontrov rovert ertible ibleme mente nte ese hecho, hecho, pero pero el presidente no lo cree. O dice no creerlo. Al fin y al cabo, cabo, ha dicho, también con respecto a mi potencial electoral se equivocaron. equivocaron. Pero la realidad tiene piedras en las manos. Durante varias semanas, concretamente desde el 10 de enero, Bucaram ha debido enfrentar luchas callejeras que se iniciaron en Quito, pero que se han extendido a otros sitios del país. A medida que pasaban los días, la beligerancia ha aumentado. Pero, contrariamente a lo que esperaban sus opositores, Bucaram no se ha rendido ni ha escapado a Panamá. Se ha parapetado en el palacio de gobierno, que la gente suele llamar con el nombre de uno de los presidentes de la antigua Real Audiencia de Quito, el barón de Carondelet. Por su parte, Fabián Alarcón Rivera fue hasta ayer presidente del Congreso Nacional. Llegó a ese sitial gracias a su habilidad para conjugar intereses políticos contrapuestos y con amplia fama de hombre correcto, que cumple sus compromisos: una fama que se ha vuelto rara en la ética política ecuatoriana. El 6 de febrero, el parlamento decidió aplicarle a Bucaram el casi olvidado artículo 100 de la Constitución y lo declaró mentalmente incapaz para incapaz para ejercer la Presidencia, aunque nunca se argumentó sobre la esencia de esa incapacidad . El margen de votación fue de 44 a 34, con 2 abstenciones. Suficiente para darle respetabilidad política, pero insuficiente para dotar a la decisión de credibilidad moral. La misma noche se eligió a Alarcón como reemplazo de Bucaram, y asumió el título un tanto pomposo de Presidente Constitucional Interino de la República. Basada en que el Congreso Nacional estaba autorizado constitucionalmente para destituir al presidente, pero no para elegir a su sucesor, la vicepresidenta Rosalía Arteaga ha declarado que la Presidencia le corresponde. Su primer decreto, asumiendo el mando, está escrito en papel con membrete de la Presidencia. Imposible saber si el papel fue sustraído del despacho de Abdalá o si Rosalía tenía el monograma impreso desde antes. Arteaga fue elegida en la misma papeleta que Bucaram, pero las diferencias entre ambos se han ido acentuando con el tiempo, y el 11 de septiembre de 1996 un hermano del presidente, el diputado Jacobo Bucaram Ortiz, proclamó -en otro rasgo de la esquizofrenia imperante- “la vicepresidenta no existe”. Era más que una frase. Al rebuscar en el texto de la Constitución Política se encontró con horror que no existía provisión legal para la sustitución del presidente, y el propio Bucaram ha acentuado ese vacío al no haber enca encarg rgad ado o el pode poderr a Rosa Rosalía lía ni siqu siquie iera ra dura durant nte e sus sus viaje viajes s al exte exterio rior. r. Al mome moment nto o de proclamarse presidenta, Arteaga parece gozar de muy poco respaldo, y su propio partido político, llamado MIRA (originalmente por “Movimiento Independiente Rosalía Arteaga”, pero transformado luego con fingida modestia en algo rimbombante: “Movimiento Independiente por una República Auténtica”), ha decrecido hasta casi desaparecer. Muchos dirigentes políticos sonríen con desdén al conocer su posesión, pero pronto la sonrisa se borrará de sus rostros. Quito. Quito. Miérco Miércoles les 5 de febrer febrero.o.- La multi multitu tud d está está en las las call calles es.. Como Como no hay hay una una únic única a concentración de las masas, es imposible establecer con alguna precisión su número. Lo único que puede decirse es que son varias decenas de miles de personas. Quizá un centenar de miles, lo que equivaldría a un gigantesco 6 ó 7 por ciento del total de l a población de la ciudad. Cerca de la llamada Plaza del Teatro me encuentro con una turista norteamericana que deambula entretenida por las calles y que se ha colgado un cartel en el pecho. “Sólo soy curiosa. Por favor, no dispare” dice ese letrero.
Sonrío. Me parece altamente significativo de la firme convicción gringa de que en el subdesarrollo todo es posible, pero que ellos mismos están protegidos por otra suerte de “destino manifiesto”. Algo que los pone a resguardo del mal o los peligros. Decido jugarle una mala pasada. “Tenga cuidado -le digo en inglés-. Los que disparan suelen ser analfabeto analfabetos” s”.. Ella Ella se qued queda a desc descon once certa rtada da.. Yo apre apresu suro ro mi paso paso,, porq porque ue no quie quiero ro responder a demasiadas preguntas. Palacio de Carondelet. Viernes, 7 de febrero. 6:26 pm.- Los periodistas se agolpan junto a la escalinata que conduce a la planta alta de la construcción del siglo XVII, reparada a fines del XVIII. Allí, bajo la adusta vigilancia de un suboficial con ametralladora, se ha improvisado una especie de atril para las ruedas de prensa. Bucaram sigue en palacio, protegido de la iracundia del pueblo por una muralla de soldados que crece hora por hora. Cada cierto tiempo, y de forma inopinada, se presenta ante los periodistas, realiza una breve declaración habitualmente intrascendente, y se retira sin permitir preguntas. Un poco antes de las cinco de la tarde, el secretario de prensa, Fernando Artieda, ha anunciado, con cierta cierta engola engolada da y desagr desagrada adable ble solem solemnid nidad, ad, que “el Señor Señor Presid President ente e de la Repúbl República ica,, Abogado Abdalá Bucaram Ortiz” (sé que es un barbarismo, pero juro que Fernando pronuncia estas palabras con mayúsculas) ofrecerá una rueda de prensa a las “seis en punto de la tarde”. Su rostro aparece en la pantalla rodeado por micrófonos y pequeñas grabadoras portátiles, y Artieda aspira a retirarse sin más. Se alcanza a escuchar una voz que, entre disgustada e irónica, le grita que ya son las seis y veintiséis (por eso es tan precisa la identificación de este segmento). Artieda ha sido sorprendido por la realidad. Fernando Artieda es el único intelectual que le queda al gobierno (el otro que tenía, Edgar Allan García, el subsecretario de cultura, renunció hace unas semanas). Su rostro no tiene la educada impasibilidad del jugador de póker o del político profesional, y sus emociones se le transparentan como cuando canta a la guitarra o cuando lee sus poemas a capella. capella. Está desconcertado. Ha estado viviendo todas estas largas horas de encierro en un sitio que se le volvió mezcla de prisión y claustro materno. Si el psicólogo suizo Carl Gustav Jung hubiese estado entre los periodistas, habría habría sonre sonreído ído.. En esta esta seduct seductora ora y opres opresiva iva cárce cárcel-re l-refug fugio, io, la realid realidad ad parec parece e habers haberse e convertido para Artieda en otra cosa. Las “seis en punto de la tarde” no son ya una ubicación en el tiempo (y mucho menos una tan precisa como aquel “en punto” parecería indicar), sino un elemento retórico. Una parte del discurso. Mientras Fernando Artieda se aleja de sus ex colegas escaleras arriba, yo siento que tal vez me he aproximado a la comprensión de la esencia del gobierno de Bucaram; del inesperado respaldo que consiguió en un momento; de lo vertiginoso de su caída posterior; de la escalofriante y demencial fusión de payasada y gritos que son sus discursos de tarima; del elemento común que pued puede e unir unir en su ment mente e a Lore Lorena na Bobb Bobbitt itt y Dieg Diego o Arma Armand ndo o Mara Marado dona na;; del del orige origen n de la descabellada convicción de ser en realidad una de las seis mayores personalidades del mundo y no meramente la curiosidad de moda para las secciones folklóricas de las revistas; la confusión entre los dos papeles que le asignó el dramaturgo-Historia… Porque… ¿quién es usted, abogado Abdalá Bucaram Ortiz, cuando se le quitan las mayúsculas que imponen el deslumbramiento hipnótico o el servilismo cómplice? ¿Un chiflado? ¿Un mesías? ¿Un pirata, comandante de la más reciente expedición de corsarios? ¿Las tres cosas? Y, si es así, ¿una por una, y es la rapidez de aquella sucesión la que desconcierta a sus opositores cartesianos? ¿O toda todas s ella ellas s de form forma a simu simultá ltáne nea, a, y es esa esa yuxt yuxtap apos osic ició ión n casi casi quím químic ica a la que que dific dificul ulta ta comprenderlo? Y, sobre todo, ¿quién -como persona- es este país que lo eligió presidente, debido quizá a una mezcla de desesperación y masoquismo? masoquismo? ¿Es usted un espejo del país? ¿De verdad somos como usted? ¿Es usted verdaderamente un loco, abogado Bucaram?
¿O es todo el Ecuador quien está enajenado, y haberlo elegido a usted no ha sido más que la prueba de esa alienación? Y entonces… El que ahora un porcentaje tan alto de la nación se reúna para salir a gritar “¡Que se vaya!” y “Bucaram… ¡Fuera!”, ¡Fuera!”, ¿es señal de que hemos recuperado la decencia y la cordura, y que hemos decidido desterrar para siempre la deshonestidad y la demencia? ¿Es Rosalía Arteaga el arquetipo de aquella decencia que buscamos recobrar? ¿Es Fabián Alarcón el portaestandarte de esa cordura que deseamos admirar? Quito, 7 de febrero. 6:55 pm.- Abdón Ubidia, gran escritor y querido amigo, es el director literario de la editorial El Conejo, Conejo, y va lenta pero inexorablemente dejando de ser “joven escritor” como era antes. Me llamó a las 8:30 de la mañana de este viernes. Con Xavier Lasso, director editorial, conforman un estupendo equipo. Que me hicieran llamar por la l a secretaria, evidenciaba, además, lo formal del asunto. Como en una comunicación telepática, intuí de golpe -provoca decir “de un solo toque” - de lo que se trataba. - Ya sé para qué me llamas -le dije-. Quieres que escriba un libro de coyuntura sobre lo que está ocurriendo. Me reuní con los dos, y el proyecto comenzó a tomar forma. Sería una crónica. “Pero algo más que una crónica”, dijo Xavier. Yo respondí que necesitaba unas horas para pensarlo. No estaba seguro de entender a cabalidad lo que estaba ocurriendo, y mucho menos seguro de poder explicarlo. Y es sólo ahora, cuando Fernando Artieda se aleja entre amedrentado y un tanto pudoroso de los micrófonos que buscó toda su vida, cuando creo que me puedo aproximar a una comprensión. Y creo que es al narrar mis propios sentimientos y buscar reducirlos a su comprensión racional cuando puedo ayudar a otros a entender lo l o que sucede. Es ahora, a las 6:55 de la tarde, mientras los jóvenes que acompañan a Rodrigo Borja, Jaime Nebot y Fabián Alarcón siguen intentando aproximarse al palacio del Carón de Leche (como llamaban en su tiempo al Carondelet original), cuando tomo la decisión. Llamo a Ubidia. - He decidido escribir el libro -le digo-. Quiero ponerle de título o subtítulo “¡Que se vaya!” y no requiero mucho tiempo, porque no será una obra de reflexión previa, sino un ejercicio para ir comprendiendo en alta voz. Xavier intervino. - ¿Qué quieres comprender? -me pregunta. - Tengo claro que todo el mundo quiere que Bucaram se vaya. Pero hay más. Siento que hay más, aunque todavía no puedo definirlo. Hay algo que queremos que se vaya junto con Bucaram -le digo. - Sí -me dice Xavier-. Algo ha pasado en estos días. - No lo sé -le replico-. No sé si ya pasó algo. Tal vez sólo ha comenzado a pasar. Pero algo tiene que irse. - Que se vaya -me dice Ubidia, como si se tratara de una contraseña para reconocernos en la calle. Una suerte de decentómetro, decentómetro, que diría Pedro Jorge Vera. - Que se vaya -respondo-. Que se vaya pronto. - Y que no vuelva -termina Lasso.
2.- Es una fiesta
Quito. Febrero 5 de 1997. La “Plaza Chica”. 2:15 pm.- Quito está agitada y contenta, como una mujer satisfecha. La ciudad entera está repleta de manifestantes que gritan, agitan los puños, lanzan consignas con rimas ingenuas y un poco forzadas, pero completan la consonante con el ritmo de las palmas que aplauden y aplauden, no dejan de aplaudir… Esto de los gritos tiene su propia doctrina. Como si fueran grafitis orales. Cuando yo era muchacho, nos limitábamos a unos Vivas y unos cuantos Abajos, Abajos, que no tenían otra finalidad racional que permitirnos sacar de dentro las furias, o la frustración, o la rabia, o por lo menos un exceso de adrenalina producido por la presencia de l os chapas, chapas , como se los llamaba entonces, que cargaban sables, sables, como se usaba entonces, entonces, y montaban montaban caballos, caballos, como andaban entonces. Ahora es diferente. Bueno, cada vez es diferente. Ahora los gritos pueden servir para algo, porque se repiten en el curso de toda la marcha, al menos con la esperanza de convocar a alguien nuevo. Pero hay algunos que se han vuelto casi mecánicos… Unete, pueblo. Unete a luchar. Contra este gobierno
Antipopular. Es lo mismo que escucho desde hace dos décadas, y la consigna no ha cambiado nada. Bueno, quiz quizá á los los gobi gobier erno nos s tamp tampoc oco… o… Así Así que que el MPD MPD cons consid ider era a que, que, pues puesto to que que todos son antipopulares (ya que son ajenos), ajenos), se ahorran creatividad al conservar el grito. Pero hay muchas cosas nuevas. Ahora emplean malas palabras… Vamos a ver Quién lleva la batuta… Si el pueblo organizado O los hijos de puta. Me molesta. Incluso mi pasión de lucha fue educada en un tiempo cuando había que hablar con cierta galanura y sin emplear estos vocablos. Recuerdo haber corregido las faltas de ortografía en el pliego de peticiones de una huelga. Pero no me molesta excesivamente. excesivamente. Condenado a pensar, como a cadena perpetua, trato de decirme que para ellos (ellos (ellos son estos jóvenes, el yo de ahora) ya no hay “malas palabras”, porque todas tienen el mismo rango. O acaso es más sencillo. Tal vez las “buenas palabras” las devaluaron los diputados, o los profesores, o los padres, o la gente como yo… En fin, alguien. O sea que sí igualamos las palabras, pero para abajo. O sea que -quizá- ahora todas son “malas”. Pero hay cosas que no tienen sentido. O no les encuentro el sentido. Por ejemplo, ha comenzado a llover y, en medio de los gases lacrimógenos que pueblan todo el centro de la ciudad, viene un grupo de la Escuela Politécnica con un enorme títere articulado, con cara de Bucaram y manos de ladrón. Suben por la calle Venezuela y, al llegar a la esquina de la Espejo, donde hay un grupo de policías, comienzan a saltar sobre los charcos que ya se han formado en la calle. Repiten unos cuantos de estos mismos gritos; pero de pronto surge otro, adecuado al momento, pero que ya no tiene contenido pólítico… Que chucha que llueva La ‘Poli’ no se agüeva. agüeva. Y lo repiten, mientras se van corriendo por la Espejo hacia la Flores. Aquí sí que las malas palabras son inútiles. Aunque… no. Es posible que sólo sean imprecisas. Recuerdo París, en mayo de 1968. Hubo un momento cuando el teórico trotzkista belga Ernest Mandel se trepó sobre una de las barricadas del Barrio Latino y no pudo contener la emoción estética, a pesar del relativo peligro. Tal vez gracias a él. - ¡Ah, qué bello es! -dijo es! -dijo entonces- ¡Es la revolución! No era. Al final, el Partido Comunista Francés decidió que los manifestantes, que habíamos puesto en jaque al gobierno del viejo general De Gaulle durante semanas, no éramos más que unos jóvenes pequeñoburgueses, pequeñoburgueses, que objetivamente servíamos al enemigo del proletariado al intentar derrocar al régimen, instaurar el poder de unos cuantos sueños (ni siquiera de todos), todos), de modo que… De modo que los obreros de Renault , la fábrica de automóviles que sirve de enseña para la clase obrera parisina (o que servía para eso, porque no sé si todavía existe una clase obrera en París), nos cerraron las puertas en las narices y tuvimos que regresar al territorio del Quartier que, Quartier que, él sí, nos aguardaba como una esposa que estuviera dispuesta a perdonar la infidelidad de una tarde. Pero, al final, ni siquiera los cabezones franceses (que podían ser mucho más cuadriculados que los cabezones nuestros) pudieron impedir que renaciera algo que había casi desaparecido desde 1830 ó 1848 ó 1871, cuando habían sido las últimas barricadas del siglo pasado. Era algo muy parecido a esto que siento hoy nacer en Quito.
En París había existido, y sólo había que reconstituirlo después de toda la ocupación nazi, y de la colaboración con los nazis, y de la avalancha de dogmatismos y sectarismos que le cayó encima a la gente que se había salido de la otra iglesia, precisamente porque estaba harta de ser dogmática y sectaria. Allá había que renacerlo (que puede ser un verbo transitivo). Aquí hay que engendrarlo (que siempre es un verbo transitivo). Aunque, no. Si uno trata de producirlo de un modo consciente, se vuelve metódico y sistemático, y entonces se pasma, pasma, como dirían estos muchachos. Hay que dejarlo nacer. Quedarse calladito en un rincón, con los ojos muy abiertos, con los oídos muy atentos… pero con la boca muy cerrada. Porque se pasma. Créanme. Yo estuve en París en 1968. Pero también estuve en 1969. Se pasma. Así que no traten de hacerlo nacer … porque aborta. Sólo hay que dejarlo nacer. No una clase social. Ni una doctrina. Ni una organización tumultuaria ni un grupo guerrillero. Ni una vanguardia ni un sindicato ni un gremio. Ni la Cámara del Pueblo (como si fuera de Industrias o Comercio). Ciertamente no un partido político. Tal vez deba ser todo lo contrario que un partido político. Pero tampoco será un Grupo de Interés o de Presión (como la Fundación Natura o la CTE). Y jamás una ONG, que es como llaman ahora a los sindicatos de los desempleados o a las Cámaras de los que no tienen t ienen empresas. Será otra cosa. Algo que no puedo bautizar. En realidad, quizá tenga miedo a pretender bautizarlo, porque estamos tan saturados de palabras que, si uno le pone nombre, habrá de esfumarse y de perderse entre mil otros conceptos. Y entonces este sentimiento de alegría que me está llenando el pecho, esto de sentirme y de saberme -por fin- otra vez parte de algo no sería más que otra fras frase e en el disc discur urso so de un dipu diputa tado do… … o de un cand candid idat ato o con con gana ganas s de ser ser prod produc ucto torr de televisión… o de un profesor… o de un comentarista de televisión con ganas de ser diputado… o de un profesor con ínfulas de ser candidato… - ¿Pedro? Quien me llama la atención es una compañera de trabajo que ha venido conmigo hasta el centro de la ciudad. Para evitar la contaminación y respirar aire respirar aire puro, puro, que es como se llaman los gases lacrimógenos cuando el pueblo se levanta. Estoy contento de verla. Resultó ser mucho menos niña bien de lo que parecía. Incluso cuida a
veces de los hijos de su hermana, que ahora está metida en la ocupación de la Catedral. - “¿Pedro?”, insiste. La miro a los ojos. - ¿Se puede llamar a esto “una revolución”? No. Todavía no. Todavía no es una revolución. r evolución. Es una fiesta. Pero Pero los nacimi nacimient entos os -que -que son siempr siempre e doloro dolorosos sos-- requie requieren ren de que antes antes haya haya habido habido un engendrar. Un copular con la historia. Un inseminar y un fecundar. Una fiesta. Este libro se ha escrito para dejar testimonio de que el cinco de febrero de mil novecientos noventa y siete, siendo miércoles, y estando a sólo dos días de que comenzara el año chino del Buey, el Ecuador, un pequeño país en la América del Sur, que había sido ofendido y arrastrado al cien cieno o de la corru corrupc pció ión, n, el nepo nepotis tismo mo,, la prep prepot oten enci cia a gros groser era a al inte interi rior or y la más más abye abyect cta a humillación externa, se levantó en todas sus regiones y con todas sus clases sociales y reunió a todas sus generaciones de hombres y mujeres y salió a reapropiarse de sus calles y sus plazas, de sus caminos y de los oratorios al pie de sus montañas; y que lo hizo en paz, aunque gritando; y que lo hizo con alegría, aunque con rabia. Este libro se ha escrito para que no olvidemos que supimos -todos, todostodos- convertir al país en una fiesta. Y que -si pudimos una vezpodremos siempre.
3.- Las verdades (y las mentiras) en las ofertas de campaña
Guayaq Guayaquil uil.. Princip Principios ios de marzo marzo de 1996. 1996. Redacc Redacción ión del diario diario Expres Expreso.o.- Galo Martínez Martínez Merchán, gerente y director del diario, ha tenido una estupenda idea: cada miércoles se invita a uno de los candidatos a la Presidencia de la República para un almuerzo con el consejo editorial del periódico. Aunque estas reuniones no tienen agenda pre-establecida, se entiende que es una excelente oportunidad para que los candidatos puedan exponer sin r estricciones sus planes y programas de gobierno. Para la cúpula de la redacción es igualmente positivo conocer de primera mano y en situación “normal” a los candidatos invitados. Aceptan todos. Abdalá Bucaram llega acompañado por Alfredo Adum, Fernando Rosero y Oscar Célleri. En los primeros momentos, hay una tensión que se puede sentir en el ambiente. Es normal. Hace poco tiempo, en uno de los típicos exabruptos del candidato, dijo por televisión que “Expreso” era un diario “infame” y “farsante”, que no era leído “ni por los bomberos”, críptica afirmación que seguramente fue empleada en sentido peyorativo. Bastante tiempo antes, las instalaciones del diario habían sido atacadas, incluso con armas de fuego, por unas turbamultas que parecían identificarse con el partido roldosista, aunque nunca pudo probarse su origen. Es evidente que Bucaram no gusta de “Expreso”, y es un desamor que parece bien retribuido. Abdalá viste una camisa Ralph Lauren de color crema. Se comporta muy serena y dignamente, y hacemos una pequeña antesala, porque el presidente del consejo editorial, el ex presidente de la república Carlos Julio Arosemena, ha sido retenido por una función de su cargo actual de ministro de la Corte Suprema de Justicia. Los temas van de las encuestas de preferencias electorales a la concepción global de campaña que tiene el candidato. En ese momento, las encuestas no lo favorecen, y lo colocan en una situación muy subalterna, detrás de Jaime Nebot y de Rodrigo Paz y Freddy Ehlers, quienes parecen disputar entre sí la posibilidad de una segunda vuelta. Bucaram afirma sin ambages que no cree en esos resultados. Y expone sus razones. “Todo el mundo sabe que Abdalá tiene siempre escondidos cinco puntos”, dice, repitiendo un
hecho estadístico bien conocido por los politólogos, y que la mayoría de los analistas ha atribuido a lo que se ha denominado el “voto vergonzante” (unas personas que ya han decidido votar por Bucaram, pero que sienten pudor de reconocerlo). En general, se refiere a sí mismo en tercera persona, como si ese Abdalá al que alude fuera otra persona, muy distinta de este individuo mesurado, que no acepta el aperitivo que le ofrecen, y que continúa elaborando sus conceptos. “Nosotros mismos le decimos a nuestra gente que les mienta a los encuestadores -confiesa-. Nos conviene tener engañados a los otros”. Afirma, sin embargo, que ellos (es decir, el PRE) efectúan sus propios sondeos, y que los resultados son muy diferentes. “Nosotros sí sabemos la verdad”, admite. El economista Carlos Cortez será más tarde colaborador del régimen; pero en ese momento actúa como miembro del consejo editorial. Con ironía que no pretende ocultar pregunta si esas encuestas “propias” son las realizadas por “Vitirón”, una célebre empresa fantasma que Bucaram usó en campañas anteriores para publicar resultados espúreos que lo favorecían. Abdalá ríe. Dice que no. Que “Vitirón” es una cosa de campaña (seguramente en el sentido de “algo no confiable”), y que sus sondeos “serios” no los publica nunca. Con descarnado cinismo que no revela empero ningún secreto elabora algunas frases sobre la relación entre verdad y mentira en el curso de una campaña electoral. Por ahora no son más que conceptos superficiales, pero es un tema al que volverá cuando estemos ya sentados a la mesa, a donde ahora mismo nos invitan, pues Arosemena acaba de ingresar. Es antes del cebiche inicial cuando Abdalá elabora sus convicciones. “La “La gent gente e es igno ignora rant nte, e, pero pero el pueb pueblo lo no es brut bruto o -ase -asegu gura ra-. -. Todo Todo el que que asis asiste te a una una concentración política sabe que le estamos mintiendo. Tendrían que ser muy imbéciles para creer que uno de verdad puede cumplir todo lo que ofrece. Y entonces pasan dos cosas. Como todos mienten, la gente saca como un porcentaje. Así que quien más ofrece resulta ser el que más puede cumplir. Aunque sea una pequeña parte. Esa es la una cosa. La otra es que, si todo es mentira, y si la gente lo sabe, entonces ya no va a las concentraciones para que le mientan, ni para que le vean la cara, cara, sino que va por el show . Viene a un espectáculo. No porque crea en lo que le dicen, sino porque es gratis”. “Y, si todos todos miente mienten, n, ¿cuál ¿cuál es la venta ventaja ja que tiene Abdalá Abdalá sobre sobre los otros candid candidato atos?” s?” le pregunto, aunque me había hecho la promesa de no hablar en este encuentro. “El corazón -me responde, mirándome a los ojos-. Yo no hablo para el cerebro de la gente, sino para su corazón. Las cosas no son racionales en una concentración. Son emotivas. La gente, sobre todo la gente pobre, no tiene muchas ideas y tiene muy poca educación. En cambio tiene muchos sentimientos. Y mucho resentimiento. resentimiento. Y rabia. Y ya no aguanta más. Eso es lo que hay que alimentar”. Le sostengo la mirada. He participado en la conducción de varias campañas electorales y sé que estas afirmaciones son dolorosamente ciertas en la fase de análisis. Lo que molesta -lo que duele, en el fondo de ese mismo corazón que el candidato dice poder manipular- es la precisión del concepto. El cinismo de su reducción a unas frases que pueden pronunciarse sin reticencias, porque si lo cito negará haberlas dicho. ¿Miente, entonces, Abdalá Bucaram? ¿Y los demás? ¿Acaso ellos no mienten? Comprendo entonces que para el candidato la relación entre verdad y mentira no es en blanco y negro, sino que parece un territorio poblado de matices. Si nada es completamente cierto en la política, parece decir, entonces nada es completamente falso. Pero buena parte de mi vida ha estado vinculada con las artes escénicas, e incluso estudié profesionalmente algunas de las destrezas de un actor. La más importante de esas habilidades es, precisamente, la capacidad para vivir una doble realidad de modo simultáneo. Si uno va a interpretar el papel del Hamlet de Shakespeare, por ejemplo, tiene que creer que realmente se ha convertido en un príncipe de Dinamarca y que se ha trasladado al medioevo. Pero al mismo tiempo tiene que hablar en voz suficientemente alta para que le escuchen en la última fila, y debe hacer gestos lo bastante amplios, para que perciban su interpretación. Usted será Hamlet, pero seguirá siendo un actor, al mismo tiempo.
El filósofo francés Diderot escribió sobre este tema un hermoso estudio que llamó precisamente La Paradoja del Comediante. Comediante. Diderot vivió entre 1713 y 1784, en el período de auge del racionalismo pre-revolucionario. No conoci conoció ó los conce concepto ptos s cientí científic ficos os de esquiz esquizofre ofrenia nia o parano paranoia, ia, y el princi principio pio de una doble doble personalidad le hubiese sido extraño. Pero esta es una de las claves para entender al abogado Abdalá Bucaram Ortiz. Es un actor. Un gran actor, capaz de escribir sus propios textos (o de improvisarlos i mprovisarlos sobre el escenario). Resulta bastante inevitable que un orador lo sea. Finalmente, y por rigurosamente académico que sea su discurso, está sobre un tinglado y de cara a un auditorio. Aun si el tema de su disertación es la jardinería japonesa del siglo XVIII o las relaciones de la física cuántica con la cultura quechua, comunicará tanto mejor con su público cuanto mejores sean sus cualidades actorales. Bien, incluso muy bien muy bien cuando se trata de la pedagogía o de cualquier comunicación de datos. El recientemente fallecido astrónomo Carl Sagan, autor y presentador de la serie televisiva Cosmos, Cosmos, es uno de los mejores ejemplos de ese aserto. Pero, ¿y cuando se trata de la política? ¿Cuando lo que está en juego no es el saber o la ignora ignoranci ncia, a, sino sino las decisi decisione ones s electo electoral rales es que puede pueden n condu conducir cir a un hombre hombre como como Abdal Abdalá á Bucaram hasta la Presidencia de la República? ¿Sigue siendo bueno, e incluso muy bueno, muy bueno, este ejercicio de un talento actoral cuando ese candidato cree de verdad que todos mienten y que quien gana las elecciones es el que más y mejor sabe mentir , porque la gente extrae algo parecido a un porcentaje de verosimilitud de verosimilitud de todas las mentiras que escucha? Tal vez tiene razón. En su edición del 12 de julio de 1996 (Nº 693), la revista Vistazo efectuó la contabilidad de cuánto necesitarían Nebot y Bucaram para cumplir las respectivas ofertas que realizaron durante la campaña. Nebot ofreció un total de 1,005 millones de dólares. Bucaram lo superó de largo. Sus promesas sólo podían cumplirse si les dedicaba 2,345 millones de dólares: aproximadamente aproximadamente el 20% del producto interno bruto anual. Y fue Bucaram quien ganó las elecciones. No pretendo aquí decir que Abdalá Bucaram juegue sucio. Sí digo que el juego se ha vuelto sucio. sucio. En sí mismo, al margen de quiénes sean los jugadores. Y mientras más dependa la formación de opiniones electorales de la capacidad actoral de los cand candid idat atos os,, porq porque ue se trat trata a de un públ públic ico o desp despro rovi vist sto o de cultu cultura ra y de buen buenos os nivele niveles s de comprensión, mayor será el peligro de que personas como Bucaram, con mucho talento y muy pocos escrúpulos, sigan ganando las elecciones. Porque ofrecen más. Porque mienten más. Y mejor. Y porque tienen una alta dosis de psicopatía de doble personalidad. Un loco. Pero no un loco que ama. ama. ¡No! El amor es sagrado. Un loco que finge amar. Que actúa como si amara. No para que usted lo ame a él y retribuya así su afecto, sino para que usted le crea sus mentiras. Y para que vote por él en las próximas elecciones.
4.- Testaferros
Quito, febrero 5 de 1997. Plaza del Teatro. 12:20 pm.- La prensa escrita ecuatoriana, con la sola excepción del sensacionalista Extra, Extra, tiene una difusión estrictamente local. Los diarios más vendidos de Guayaquil y Quito, El Universo y El Comercio, Comercio, respectivamente, tienen apenas una circulación marginal de la otra metrópoli de este país bicéfalo. Por Por eso eso me extr extrañ aña a que que la gent gente e que que colm colma a las las call calles es este este día día de prot protes esta ta salu salude de tan tan efusivamente a la pequeña furgoneta de Expreso que corre por el centro de Quito, llevando y trayendo fotógrafos y reporteros, como en una operación de guerra. Es cierto que Expreso se ha distinguido bastante en esta lucha, pero hay más que eso. Los saludos saludos de la gente no son exclusivam exclusivamente ente a un diario específico, específico, sino a toda la prensa, prensa, a esos muchachos de ojos alerta y oídos tensos, que no permiten que las cosas queden en las sombras o el silencio. Hace pocos días he mirado las cifras de un sondeo de opinión pública, y he podido refrendar que las únicas instituciones que gozan de credibilidad en Ecuador son la prensa, las Fuerzas Armadas y la Iglesia. Para los periodistas no es gratis. Ni su lucha ha sido corta…
Guayaquil, (abril 4 de 1995). Diario Expreso.Expreso.- Jorge Vivanco Mendieta publica un comentario editorial que estremece el país. El experimentado periodista asistió a un almuerzo que sostuvo un alto funcionario público con varios comunicadores del puerto. Allí, y diciéndoles que podían mencionar el milagro, pero no al Santo, Santo, les contó que el régimen era objeto de francos chantajes y extorsiones directas por parte de diputados, que amenazaban al Ejecutivo con votar en contra de tal o cual proyecto si no recibían determinadas prebendas, favores políticos o… directamente dinero para sus bolsillos. No era un secreto. O, si lo era, sería todo lo más un secreto a voces, voces, porque todo el mundo comentaba que la ética política había llegado a extremos tan bajos que ya eran muy pocos los parlamentarios que podían presentar la frente alta y las manos limpias… y vacías. Se hablaba de fuertes sumas de dinero, repartidas por un misterioso hombre del maletín, maletín, quien recorr recorría ía los pasillo pasillos s parlam parlamen entari tarios os en vulgar vulgar acto acto inform informal al de compr comprave aventa nta ambula ambulante nte de conciencias; pero eran más insistentes aun las menciones sobre presuntos contratos colectivos, colectivos, como se dio en llamar a los “acuerdos políticos” que conseguían los votos de toda una bancada part partid idis ista ta a camb cambio io de fuer fuerte tes s asign asignac acio ione nes s para para los los conc concej ejos os cant canton onale ales s o pref prefec ectu tura ras s provinciales que ese partido controlaba. Era luego -siempre según las expresiones en murmulloscuando cuando los diputa diputados dos reapar reaparecí ecían an como como repres represent entant antes es de las empre empresa sas s que vendía vendían n los camiones, el asfalto o las cañerías a los municipios. Un asco. Pero se trataba de rumores, que nadie podría certificar mientras una de las dos partes implicadas en cualquier acto de cohecho no reconociera la extorsión o la coima. Lo extraordinario de la hipócrita franqueza (no hay otra forma de definir la actitud de ese alto funcionario) funcionario) era el reconocimiento de la precisión de esos comentarios. Incluso mencionó una cifra de varios miles de millones de sucres. Preservando la ética periodística, pues no refirió el nombre del informante, Jorge Vivanco publicó esas palabras. Así se inició el bullado caso Dahik , pues pronto salió a luz que el “alto funcionario” no era otro que el vicepresidente de la república, el engreído Alberto Dahik Garzozi, quien se atrevió a reconocer lo dicho y hecho seguramente prevalido de la certeza de que su poder de hombre fuerte lo convertía en un ser impune. Pero nadie lo es cuando hay una prensa libre. Y habrá prensa libre mientras haya periodistas que lo sean. Quito, Corte Suprema de Justicia. Junio 3 de 1995.1995.- Gonzalo Rosero es un periodista con muchos años de trayectoria. Endeudándose un poco aquí y otro poco más allá, reunió el dinero para montar una pequeña radioemisora. La llama con orgullo y un tanto pomposamente La Voz de la Democracia, Democracia, y en nada disminuye la veracidad del nombre que en breve haya de reconocer que esa voz era casi un susurro, porque el dinero de las deudas no alcanzó sino para comprar un pequeño transmisor, que cubre todo Quito, pero bien poco más. No importa. La verdad no es un problema de volumen. Ni la democracia se mide como el rating . Lo grave es que la publicidad sí la calculan de acuerdo con el costo por mil que mil que establecen las agencias. Lo trágico, como a usted probablemente le enseñaron en el quinto curso del colegio, es que la lógica es siempre un silogismo. Aquí va uno de ellos: el silogismo que Gonzalo Rosero aprendió a garrotazos… Como el oyente que prefiere su emisora no paga por escucharla, su radio vive de la publicidad que le contratan. La publicidad que a usted le contratan en su emisora es calculada según el costo por mil . El costo por mil (o sea el valor del anuncio por cada mil radioescuchas) radioescuchas) se establece con el rating . Pero el rating (o sea el porcentaje de público que escucha su radio) depende de la potencia de su transmisor. Y la potencia de su transmisor, del dinero que se tuvo al momento de comprarlo. Y, como usted no tenía el dinero acumulado, la potencia de su transmisor dependía de su capacidad de endeudamiento. Y su capacidad de endeudamiento se establece según las garantías que usted puede ofr ecer. Y esas garantías sólo pueden ser una hacienda (que usted no tiene), o tres casas (que usted no pos posee), e), o un vehíc ehícul ulo o de lujo lujo,, que usted ted tam tampoc poco tien tiene, e, pero ero que su yern erno acced ccede e generosamente a pignorar en su nombre.
Pero el silogismo regresa. Viaja de vuelta… El dinero que cubrió el coche de su yerno no es mucho, así que su transmisor es pequeño, de modo que su rating es sólo en Quito, por lo que su costo por mil es alto, y entonces la publicidad es poca, debido a lo cual… Debido a lo cual Gonzalo cual Gonzalo Rosero contrató un aviso pequeño en el diario El Comercio, Comercio, anunciando que ponía en venta su emisora La Voz de la Democracia. Pero Rosero no ha venido a la Corte Suprema para explicarles esto, sino para denunciar que le quisieron comprar su radio con un flamante cheque de 25,000 dólares de adelanto, y que él, Gonzalo Rosero, periodista de profesión, nacido en Otavalo y radicado en Quito, hombre pobre pero no pobre hombre, primero apretó el cheque contra su pecho, porque era una cifra que él consideraba enorme, que podría solucionarle algunas de las deudas que tenía vencidas, y que tal vez -sólo tal vez, señor presidente de la Corte- le quedaría algo de dinero para poder invitar a su muje mujerr a una una segu segund nda a luna luna de miel miel,, que que le ha quer querid ido o ofre ofrece cerr desd desde e hace hace años años (nad (nada a espectacular, señor presidente. Quizá un viaje a Colombia, o al Perú); pero que ahora ha leído el artículo del colega Jorge Vivanco Mendieta, periodista de profesión, nacido en Loja y radicado en Guayaquil, y al conocer esas valientes declaraciones, ha llegado a la conclusión de que, tal vez, señor presidente, el cheque que le dieron como adelanto, y que tenía la garantía moral de haber sido entregado en presencia del señor Canciller de la República, no provenga de inversionistas legítimos ni de cuentas claras, sino de aquellos fondos que llaman reservados por la forma en que los utilizan, y que son un miserable atraco al pueblo ecuatoriano, del cual quien habla proviene. Y que, no queriendo ni debiendo ser cómplice ni encubridor de estos atracos, señor presidente, se presenta ante usted para denunciar lo que ha dicho aquí, que es la verdad; y así lo jura por su honor, con su honor, y para decir que, si se comprueba que estos dólares pertenecían al pueblo y no a la persona que se los dio, porque aquella persona los habría sustraído de sus legítimos fines, que eran mejorar aunque sea en un poquito la educación de los niños o la salud de los ancianos, él, Gonzalo Rosero, se encuentra dispuesto a devolverlos, y sólo pide que se le concedan unas pocas semanas para recuperarlos, por medio de nuevas deudas en los bancos, ya que -ignorante de su turbia procedencia y presionado por sus acreedores- los utilizó en cancelar las deudas ya vencidas, aunque no alcanzaron para aquello de la segunda luna de miel, que ha vuelto a aplazar, pero que no ha olvidado ni olvidará nunca, y menos ahora que su familia y sus verdaderos amigos lo acompañan más cálidamente que antes, y que la gente buena con la que se cruza por las calles lo saluda con alegría de verlo, y algunos hasta le han dicho de diferentes maneras que se sienten orgullosos de ser sus compatriotas -y compatriotas del ya mencionado Jorge Vivanco Mendieta- porque ellos no guardaron silencio ni se convirtieron en cómplices, y porque honraron el título de periodista y la sagrada función para la que el periodismo sirve, y porque cree, con toda humildad, señor presidente, que sí hemos cumplido un trocito de la tarea para la que se viene al mundo, que consiste en luchar para que el aire sea un poco más transparente, el amor un poco más constante y las palabras un poco más verdaderas, señor presidente.
5.- El Ancestro
D
omingo, 9 de febrero. Palacio Legislativo. 04:09 am.- Fabricio Brito Morán, secretario del Congreso Nacional, se ve muy recuperado de su dubitación de la noche del seis, cuando tardó algo más de dos minutos en responderle al diputado Jorge Montero acerca de la inexistencia de un artículo que autorizara legalmente al parlamento para nombrar Presidente de la República en caso de vacancia del cargo. En realidad, no fue su responsabilidad, aunque se convirtió en uno de los sucesos tácticos de mayor trascendencia en este enfrentamiento. Por experiencia y nivel, le hubiese correspondido al presidente encargado, Raúl Baca Carbo, declarar que interpretar la ley no se incluye entre las funciones del secretario de la legislatura. Pero eso fue antes. Ahora, Brito es consciente del momento histórico cuando pausadamente hace las las cuen cuenta tas s de los los voto votos s cons consig igna nado dos s a favo favorr de la moci moción ón de Hein Heinz z Moel Moelle ler, r, que que anhe anhela la solucionar la crisis al repartir el poder en el tiempo, entre una encargada de la Presidencia en forma temporal y temporal y un Presidente Interino, Interino, que deberá ser nombrado en pocas horas más. “Proclame los resultados, señor secretario”, le pide Franco Romero, convertido en presidente del Congreso por el aún inseguro “ascenso” de Fabián Alarcón. A Brito no le tiembla la voz. Está en el cargo desde agosto de 1995 y hasta los peores opositores le reconocen eficiencia, caballerosidad y rectitud. “De “De 46 hono honora rabl bles es dipu diputa tado dos s pres presen ente tes, s, 45 voto votos s por por la moci moción ón y una una abst absten enci ción ón,, seño señor r presidente”, dice. Todo está consumado. O así lo parece. La crisis que ha estado a punto de ensangrentar el país y romper el todavía endeble régimen democrático restaurado en 1979, ha concluido. Uno esperaría que los padres los padres de la patria, patria, como un tanto irónicamente se llama l lama a los legisladores, expresaran su júbilo a gritos, o cuando menos con un aplauso. Lo que hay en un ominoso silencio casi burocrático. Como si la decisión que se acaba de adoptar no fuera más importante que un saludo protocolario por la cantonización de uno de los 205 municipios que ahora tiene el país. No es desidia ni inconsciencia de los diputados. Es cansancio. Han pasado los últimos tres días, 72 horas prácticamente continuas de reuniones, debates o marchas, en medio de una tensión al borde de lo insoportable. Como Como un acto acto casi casi mecán mecánico ico,, el socialc socialcris ristia tiano no Marco Marco Flores Flores pide pide la recons reconside iderac ración ión de lo actuado. No es que lo desee. Todo lo contrario. Al negarse la reconsideración que aparentemente solicita, impide que, de alterarse la correlación de fuerzas, la decisión pueda ser revisada o modificada. Es como ponerle sello y lacre a la decisión de encargarle por unos días el poder central a Rosalía Arteaga, pero abrir el camino para nominar a Fabián Alarcón por un período más extenso, hasta que entregue el mando en agosto de 1998. “Tome votación, señor secretario”, repite mecánicamente Romero, y Brito llama a votación simple, que debe realizarse alzando las manos.
“Cero votos por la reconsideración, señor presidente”, informa. Ya está. Sólo resta que Rafael Cuesta Caputti, socialcristiano de Guayas, plantee que este Congreso Extraordinario sea clausurado, para poder convocar al siguiente, que deberá elegir al presidente interino. Los camarógrafos y reporteros de la televisión tienen los ojos rojos por la falta de sueño. Para ellos ellos es peor peor que para para los legisl legislado adores res,, porqu porque e tienen tienen que mirar mirar consta constante nteme mente nte hacia hacia los reflectores que los iluminan. Dejan constancia de que se aprueba la moción de Cuesta por unanimidad (aunque Brito ni siquiera volteó el rostro para certificar que Romero votaba a favor), y el presidente convoca para un nuevo Congreso que deberá reunirse el martes, 11 de febrero. Técnicam Técnicamente ente es un error. La decisión adoptada adoptada devuelve devuelve a Fabián Fabián Alarcón Alarcón al cargo original original de Presidente del Congreso, de modo que le correspondería a él efectuar la convocatoria, pero nadie le presta atención a esos “detalles”. Casi arrastrando los pies, pero con la frente alta y la mirada altiva, los parlamentarios abandonan la sala de sesiones, y algunos se dirigen directamente a los lugares de estacionamiento de los vehículos. Fuera del recinto, una fría bocanada del aire de la madrugada de Quito les golpea en el rostro. Todavía hay un puñado de muchachos junto a las puertas. Derrochan una envidiable energía juvenil, que claramente han humedecido con algunos sorbos de algún ron barato. En el rostro de uno de ellos me parece reconocer al integrante de un grupo de rock popular. Hace corneta con las manos y grita: “¡El que no salta es turco! ¡El que no salta es turco!” Es grotesco. Lo que debió ser un himno de victoria se ve distorsionado en esta infame muestra de absurda xenofobia. Esa rabia contra los “turcos” es una de las muchas canalladas subconscientes que Bucaram nos deja como herencia indeleble. Los “turcos”, ya se sabe, son los descendientes de árabes, y Abdalá Bucaram, que es uno de ellos, ha provocado una torpe reacción visceral, que nos involucra a todos los turcos. turcos. Incluso a algunos de sus más acérrimos opositores… Quito, miércoles, 5 de febrero. Avenida los Shyris. 2:30 pm.- La concentración es una fiesta. Aparte del fervor que emerge de la sola constatación de ser muchísimos, hay un tono de alegría, disparate y buen gusto que no vamos a encontrar en las pequeñas agrupaciones del centro de la ciudad. Allá, los manifestantes son jóvenes de colegios fiscales o de la Universidad pública. No tienen dinero dinero para construir monigotes monigotes de papier papier maché maché o grande grandes s títere títeres s articu articulad lados. os. Sólo Sólo tienen tienen manos. Y piedras en las manos. Aquí, muchísimos asistentes son los habitantes del norte de la ciudad. Provoca decir con más exactitud “de la ciudad del norte”, porque Quito está rota longitudinalmente en realidades socioeconómicas contrapuestas. Pero la unanimidad es casi total. Bucaram ha conseguido unificar al país, como lo pide en la rúbrica de todos los spots de televisión que difunde su Secretaría de Comunicación. Pero, claro, se ha unido en contra de él. Cuando llega el alcalde Jamil Mahuad, el aplauso es atronador. Quito ha encontrado un adalid y un portavoz. Es también muy fuerte el respaldo que se brinda a los ex presidentes Osvaldo Hurtado y Rodrigo Borja. Quizá Quito ya le ha perdonado que apoyara el lanzamiento de la candidatura de Freddy Ehlers, que vino a dividir el centroizquierda. Finalmente, se llama a la tribuna a los miembros de la Asamblea de Quito, la organización de la sociedad civil que ha nacido en estos días como una de las primeras manifestaciones de una conciencia ciudadana, hasta ayer inexistente. Los gritos arrecian. Los muñecones, que representan, por ejemplo, los fantasmas de Carondelet (para recordar que Bucaram no vive en el palacio, y ha dicho que le teme a los fantasmas de ese sitio), son levantados y parecen flotar sobre la muchedumbre, como otorgando su beneplácito. Los voceos y las consignas se multiplican. Los más dicharacheros de los manifestantes hacen gala de la proverbial sal quiteña. sal quiteña.
Estas personas, que sólo están unidas en la plaza de toros porque ni siquiera concurren al estadio del más plebeyo fútbol, están deslumbradas ante sí mismas. El feroz y casi misantrópico individualismo capitalista cede el lugar a un reconocimiento de ser parte de una masa que sólo existe si es homogénea, y que sólo es homogénea si decide serlo. Es un sentimiento inédito para muchas de estas personas. Es una de las hermosas herencias que le debemos a Bucaram Ortiz. Como el renacimiento de la rabia o la reconstitución de la fuerza interior. Algunos ríen de forma casi histérica, del puro desconcierto al constatar el cambio que sienten en su interior. Otros buscan exteriorizar el nerviosismo que les produce esta transformación de gente bien en chicos malos mediante una agitación continua. Algunos gritan… Y uno de los gritos vuelve a repetir aquella infamia… “¡El que no salta es turco! ¡El que no salta es turco!” Hay personas que no se suman al coro. Entre ellas, por lo menos dos que son clave en todo el proceso de unidad del pueblo de la capital. Dos individuos que han ayudado de forma decisiva a forjar esta concentración que pasa ya de las veinte mil personas, aunque todavía falta buen tiempo para iniciar la marcha hacia el Congreso. No saltan porque los dos son efectivamente “turcos”, y porque ambos se sienten orgullosos de un ancestro cultural que cabalgó por sobre el ardiente norte de Africa y llegó a España, y se quedó allí siete siglos, para engendrar su otro ancestro cultural, que navegó por sobre la gran mar océano y llegó a América, donde se quedó cuatro siglos, hasta fundirse con la tercera vertiente de esta estirpe mestiza, única de la cual se sienten integrantes, porque el origen étnico quizá tenga que ver con algunas predilecciones estéticas o gastronómicas, pero no es fuente automática ni de dignidad ni de oprobio, cualidades que cada individuo ha de construir para sí mismo y educar en sus hijos. Uno de ellos es el poeta Jorge Enrique Adoum Ahuad, hijo del filósofo Jorge Elías Adoum, cuyos hermosos libros esotéricos han leído varias generaciones en todo el continente. Aun ahora, en medio de la algarabía y de la multitud, hay jóvenes que se acercan al poeta para decirle que se enamoraron con sus versos, o que aprendieron a comprender la faz interior de las cosas con sus versos, o que no serían quienes son sin sus versos. Otros no se deciden a acercarse, pero uno les siente la gratitud en la mirada. Adoum es miembro del directorio de la Asamblea de Quito y, en calidad de tal, uno de los organizadores de este acto. El otro “turco” que no salta es nada menos que el líder principal de este encuentro. Jamil Mahuad Witt también es hijo de un inmigrante libanés que se asentó en Loja. Fue sólo al quedar huérfano cuando llegó a Quito, ciudad de la que ahora es alcalde por segunda ocasión. Un tercer “turco” que tampoco salta es el autor de este libro. Nieto de inmigrantes libaneses e hijo de otro “turco” que ayudó a desatar la revolución del 28 de mayo de 1944, que fue el primer presid president ente e de la Confed Confedera eració ción n de Trabaj Trabajado adores res del Ecuad Ecuador or y, durant durante e 16 años años seguid seguidos, os, senador de la república. Con Bucaram compartimos solamente un remoto origen que casi no nos dice nada. Más bien, si cabe, estos turcos guardamos una doble rabia contra él. Una por haber ofendido a la nación ecuatoriana, de la que somos parte. Y otra por haber provocado esta actitud anti-”turca”, que parecía ya haber sido borrada de la historia. Lo habíamos escuchado de nuestros mayores, pero ahora todos nosotros hemos sentido que hay broma bromas s que se interru interrump mpen en cuand cuando o notan notan nuestr nuestra a presen presencia cia o recuer recuerdan dan nuestr nuestro o origen origen,, o excusas que se nos ofrecen luego de una frase infortunada o… O cualquiera de esos mil detalles que sólo el agredido percibe. Es algo nuevo y antiguo. Algo que surgió hace unos ochenta años. En realidad, es la historia de los abuelos de Abdalá Bucaram, y de su padre, don Jacobo, y de su tío, don Assad…
6.- Los abuelos
Pedro Saad: “Assad Bucaram: historia de una lucha”. Ed. El Conejo, 1981. página 30.Para 1916, la economía ecuatoriana parece muy sólida. Tanto, que el país resulta atractivo para miles de inmigrantes que vienen de todo el planeta, dispuestos a participar en esta bonanza cacaotera; No en vano al cacao se lo llama “pepa de oro”. Lleg Llegan an euro europe peos os,, que que esca escapa pan n de la guer guerra ra y sus sus atro atroci cida dade des. s. Chin Chinos os,, que que huye huyen n de la dominación extranjera en su país y de las frecuentes hambrunas. Latinoamericanos, que buscan la democracia formal de los gobiernos liberales del Ecuador… Y árab árabes es,, que que lleg llegan an en pos pos de un refu refugi gio o fren frente te al pelig peligro ro turc turco, o, trat tratan ando do de evita evitarr las las persecuciones religiosas del Oriente Medio. En Siria y Líbano hay amplios sectores católicos, de cultura francesa. Cuando son ellos quienes triunfan sobre los musulmanes, estos emigran a otros países islámicos. Pero, cuando son los mahometanos quienes vencen, los católicos deben emigrar hacia países cristianos. Así llegan a América. Buscando, al mismo tiempo que libertad religiosa, un lugar donde poder establecerse en paz, trabajar en paz y progresar en paz. El Ecuador es perfecto para esas aspiraciones. O. por lo menos, así lo parece desde lejos. Son gente de trabajo y no turistas. No vienen a pasear, sino a luchar por la vida. “América” es una palabra que se les ha presentado como sinónimo de libertad individual, de igualdad de oportunidades y de fraternidad entre los hombres. Cuando llegan, descubren que no es cierto. Se encuentran con un mundo claramente dividido en dos: los “gran cacao”, que los marginan y no los aceptan, y un pueblo pauperizado, empobrecido hasta el hambre, que no tiene ti ene posibilidades de ascenso social. Los inmigrantes no poseen tierras ni grandes capitales, de modo que no pueden dedicarse ni a la agricu agricultu ltura ra ni a la indust industria ria.. Se vuelve vuelven n comer comercia ciante ntes, s, no por “predi “predispo sposic sición ión natura naturall de los árabes”, árabes”, como afirman los “gran cacao”, cacao”, sino porque no tienen tienen otra opción. El comercio comercio es duro para ellos. Casi no hablan el idioma. Nadie los conoce y se les niegan los créditos, que ellos, en cambio, deben conceder a sus compradores, antes de saber si son o no dignos de confianza. Rechaz Rechazad ados os por la socied sociedad ad a la que quisie quisieron ron integr integrars arse, e, se agrupa agrupan n entre entre sí. Mantie Mantienen nen remotos visos de su cultura de origen, viciando cada vez más su idioma natal con palabras castellana castellanas. s. Tienen, Tienen, incluso, incluso, que occidenta occidentalizar lizar sus nombres, nombres, violando las tradicione tradiciones s de su pueblo. Es una vida dura. Se distribuyen por todo el país, prefiriendo Guayaquil, donde la circulación comercial es más ágil que en el interior, a pesar de las inclemencias del clima y de los rigores de
las fiebres tropicales, que los diezman a punta de malarias y tifoideas, de bubónicas y fiebres amarillas. Alguno Algunos s de los que llegar llegaron on con familia familia busca buscan n climas climas más benévo benévolos los y socied sociedade ades s más más tranquilas que la agitada y no siempre pacífica vida del puerto. Unos cuantos llegan a Ambato, que se va convirtiendo, gracias al ferrocarril, en un importante nudo comercial del Ecuador, pero que sigue conservando una cierta tranquilidad rural de vida. Entre los que llegan a Ambato está don Abdalá Bucaram, libanés, quien ha llegado con su esposa (única esposa, en el Líbano no existía la poligamia de otros pueblos árabes), doña Martha Rafaela Elmhalim. Tambié También n ellos ellos partic participa ipan n de las esperanz esperanzas as y las frustr frustraci acione ones s de 1916. 1916. Pero Pero es de modo modo especial. Esta nochebuena, precisamente el 24 de diciembre de 1916, les ha nacido un hijo varón. Están de plácemes. Le ponen por nombre Assad. Assad Bucaram Elmhalim.
P. Saad: “Assad Bucaram: historia de una lucha”. Ed. El Conejo, 1981. página 58.Al entrar a la escuela, el pequeño Assad lo tiene todo en contra. Viene de un mundo rural y tiene que ajustarse a la forma de vida de una ciudad que crece. Viene de la Sierra, con sus corrugados horizontes, y tiene que acostumbrar la mirada a estos horizontes planos de la orilla del río. Viene de un clima benévolo, de mañanas tibias y soleadas y de noches; frías y de recogimiento, y tiene que amoldarse a la pegajosa calidez de la mañana en el puerto, al bochorno de su tarde y al respiro de las noches, que invitan a salir. Socialmente es un extraño. Guayaquil comienza a desarrollar un fuerte regionalismo que conviene a sus clases dominantes. Sobre las claras diferencias de clima y estructura social, que facilitaron el reclutamiento de tropas para Alfaro o Concha, los banqueros guayaquileños han aprendido a construir un sistema de dominación. Un sistema que traslada la rabia del pueblo del interior, donde descubriría a los explotadores detrás de la miseria, al exterior, donde cree ver a “los serranos que se roban la plata de Guayaquil” detrás de sus penurias. El apelativo de “serrano” se emplea casi con odio. Y Bucaram es serrano. Arrastra las letras al hablar. Hereda un odio que no comprende. Cuyo origen desconoce. No es lo único. Hay más. Se lo odia por árabe. Es que el pueblo empobrecido no puede cubrir sus créditos. Se atrasa en los pagos que debió hacer a los comerciantes que le fiaron Lo indispensable para mantenerse vivo. La comida diaria, sacada de la tienda de la esquina, a donde se envía a los hijos, para no pasar por la vergüenza de pedir “que le anoten”, que “dice mi mamá que con la quincena le paga”. Los zapatos, para que el niño no vaya descalzo al colegio. Las telas de los uniformes. El regalo para el santo del profesor. Y, cuando llega la “quincena”, el dinero no alcanza. Las deudas se acumulan. Y los comerciantes contraatacan negando nuevos créditos. Perurgiendo el pago. Denigrando a la familia ante l os ojos y los los oído oídos s de los los veci vecino nos. s. Insu Insulta ltand ndo o desd desde e la medi media a calle calle.. Amen Amenaz azan ando do con con la polic policía ía.. Cumpliendo la amenaza de llevar a una policía que produce desalojos, desahucios, embargos de las humildes pertenencias, que son exhibidas al sol, mostrando sus r emiendos escondidos… escondidos… El pueblo odia a estos comerciantes. Como no alcanza a ver a los verdaderos explotadores que están detrás, descarga su odio sobre los intermediarios de la explotación. No son más que el último eslabón de una larguísima cadena, pero son el eslabón que el pueblo ve sin necesidad de aguzar la vista. En muchos casos, son comerciantes árabes, llevados al comercio por la falta de tierra y capitales. Y el pueblo identifica lo árabe con todo lo que le es odioso. Los considera explotadores. El pueblo no sabe que los verdaderos poderosos, los que envían a esos pequeños comerciantes, tampoco aceptan a los árabes. El pueblo no sabe que esos poderosos no permiten que sus hijas tengan trato con ellos. Que no les permiten el ingreso a sus clubes exclusivos. Que sólo pueden entrar en sus casas por las puertas traseras, llevando en los sudorosos hombros de las tardes del trópico la pieza de tela que se protege con un trapo.
El pueblo no lo sabe. No sabe que los árabes son pueblo. El pueblo odia a los árabes. Y Bucaram es árabe. Su familia es de modestos recursos, pero ha tratado de darle una buena educación. La mejor que se pueda. Lo han puesto en una escuela privada, que tiene fama de estricta y de severa. A la época, el maestro que más castiga es el mejor maestro. En el Cristóbal Colón, donde está Bucaram, hay también niños ricos. Es una escuela en la que existe existen n dos dos secci seccione ones: s: una pagada pagada,, con con unifor uniformes mes vistos vistosos os y prefer preferenc encias ias notoria notorias, s, y otra otra gratuita, “para los niños pobres”, que reciben la educación como una bofetada. Son los niños a quienes se entregan los uniformes desgastados de los niños ricos. Los juguetes rotos. Los malos pizarrones. Los pupitres que se dieron de baja. Las pelotas inservibles… Una escuela que reproduce en su interior la espantosa división del mundo real. Del mundo de los ricos, que lo tienen todo, y el mundo de los pobres, que no tienen nada. Ni siquiera el humilde derecho de tener amigos. Ni siquiera el más humilde derecho de llorar a solas sin que vengan a burlarse de sus lágrimas. Y Bucaram es pobre. Allí se forja su carácter. En esa triple marginación de pobre árabe serrano. No es difícil imaginar la tremenda hora del recreo, cuando todas las frustraciones y los odios salen a la luz, sin el control amedrentador del maestro y su palmeta. No es difíc difícil il imag imagin inar ar las las burl burlas as,, las las chan chanza zas s que que se harí harían an a cost costa a del del pequ pequeñ eño o Assa Assad. d. Recibiendo el desprecio de los ricos por ser pobre. El odio de los pobres por ser árabe. Las mofas de los costeños por serrano. No es difícil imaginar un día cualquiera… Una pelea infantil… El maestro que llega, blandiendo la varit varita a de los los cast castig igos os… … La sepa separa raci ción ón… … Los Los rost rostro ros s sudo sudoro roso sos s y ensa ensang ngre rent ntad ados os de los los peleadores… Las explicaciones que exige el profesor… La injusticia de que le echen la culpa, cuando no la tuvo… Los dedos que lo señalan… Las voces que lo nombran… Y la mano extendida para recibir, en el patio, delante de todos, los palmetazos que coronan la injusticia. Un niño solo. Solitario. Sin amigos. Arrinconado a la hora del recreo. Recostado contra el muro de la escuela, lanzando piedras a los árboles, a falta de otro enemigo con quien pueda enfrentarse. Una infancia dura. Cruel, pero maravillosamente rica para la formación del carácter. Una infancia clara, que sólo deja dos opciones en la vida o el hombre se rinde ante la adversidad, aceptando al mundo como es, sin combatirlo; o el hombre se rebela contra el mundo, finge aceptarlo para sobrevivir, pero guarda dentro de sí el rencor sagrado de la infancia herida en la sonrisa que no pudo tener. Un rencor que, con el tiempo, se transformará en odio. Un odio que enronquecerá la voz, privará al rostro de la sonrisa, pero que se irá forjando con decisión de cambio. O el hombre se rinde, y no vale nada; o el hombre se rebela, y se convierte en un luchador para toda la vida. No hay doctrina que pueda enseñar en los libros el camino de esa decisión No hay cultura que pueda reemplazarla.
7.- Las horas de triunfo
H
otel Colón. Quito. Julio 7 de 1996. 10:30 am.- Luego de votar en mi mesa de la parr parroq oqui uia a Bena Benalc lcáz ázar ar,, he veni venido do a la cafe cafete tería ría de este este hote hotel, l, un lugar lugar obli obliga gado do de encuentro de personajes políticos. A la mesa vecina se sienta Jaime Durán Barba, principal de la empresa encuestadora Informe Confidencial y uno de los asesores de Jaime Nebot Saadi. Se lo ve completamente tranquilo. Incluso contento. Pese Pese a que que cono conozc zco o la exce excepc pcion ional al disc discre reci ción ón de Jaim Jaime, e, me perm permito ito preg pregun unta tarl rle e por por los los resultados del exit poll que ha organizado. Es aproximadamente a esta hora cuando se debe hacer la primera toma de la muestra (un primer corte primer corte estadístico de los datos recabados “a boca de urna”, como suele decirse, preguntando a los electores por quién consignaron su voto). Supongo que ya no tendrá reserva que mantener. Total: el proceso está terminando, y la suerte ya está echada. Durá Durán n no ocul oculta ta su sati satisf sfac acci ción ón.. Los Los prim primer eros os dato datos s (que (que acab acaba a de reci recibir bir)) conf confirm irman an aproximadamente un 6% de ventaja para Nebot. Toty Rodríguez recuerda con precisión que hacen falta ocho puntos para garantizar la victoria sobre Bucaram. La condición humana es de tal naturaleza que comprendo bien, aunque no pueda reprimir una sonrisa, la seguridad que el consultor tiene en sus cifras. De hecho, ya ni siquiera se refiere a incidencias de la campaña que termina hoy, sino que prefiere hablar sobre los l os primeros pasos del gobierno de “Jaime”, como llama al abogado Nebot, e incluso comete la ligera infidencia (la primera primera que le he escuch escuchado ado en largos largos años años de amist amistad) ad) de menci menciona onarr alguno algunos s nombre nombres s “seguros” para determinados cargos. Estoy por concluir mi cigarrillo posterior al café cuando suena el teléfono celular de Jaime Durán Barba. “¿Sí? -le oigo preguntar, y de inmediato añadir en tono alarmado- ¿Cuánto? ¿Estás seguro?” Al otro lado de la línea le dan alguna explicación. Ahora Jaime habla muy rápidamente. “¿Sólo el uno por ciento?”, pregunta. La delicadeza aprendida en la infancia puede en mí más que la curiosidad aprendida en la adolescencia, y decido marcharme. Me siento voyeur de voyeur de unos datos que no me competen. Pero la cuenta tarda en llegar. No puedo evitar seguir oyendo. “Acércalo -dice Durán y, luego de una pausa- ¿Jaime?” Es evidente que habla con Nebot. Da y recibe explicaciones. Finalmente anuncia que llegará en veinte minutos. Se trata quizá de llegar a la central de campaña, pues Jaime Nebot, tras votar en Guay Guayaq aquil uil,, se ha tras trasla lada dado do a Quito Quito.. Durá Durán n cier cierra ra la comu comuni nica caci ción ón y me mira mira.. Serí Sería a una una hipocresía indigna de nuestra amistad pretender que no he escuchado. - ¿Se complicaron las cosas? -pregunto. “Sí”, me dice, y pasa a contarme que, inexplicablemente, Bucaram recupera distancias muy rá-
pidamente en los sectores rurales. Su primera toma del exit poll se poll se había realizado en Guayaquil y Quito, y a eso se debía la ventaja de Nebot; pero, ahora que comienzan a ingresar los datos de provincias, se siente una clara recuperación del rival. Algo extraño está ocurriendo. Guayaquil, 7 de julio de 1996. 5:00 pm.- Cuando suena la sirena que anuncia el fin del proceso electoral, se produce un desconcierto. Acostumbrados a la reciente proliferación de los exit polls, polls, esperábamos recibir anuncios de resultados apenas se cerraran las urnas. Pero no es así. Ning Ningun uno o de los los cana canale les s de tele televi visi sión ón info inform rma a de cifr cifras as.. Llam Llamo o a Rodr Rodrig igo o Paz, Paz, con con cuya cuya candidatur candidatura a he colaborado colaborado intensamen intensamente. te. El negro me dice que, por lo visto, el margen es demasiado estrecho, y los canales han preferido no dar cifras para no alarmar a la ciudadanía. Pero la ciudadanía ya está alarmada. Mi teléfono no deja de sonar, mientras recorro todo el dial de las emisoras de radio para saber si alguien transmite algo. algo. Finalmente, cuando la tensión de la pausa se ha vuelto insoportable, todos los canales anuncian al mismo tiempo los resultados. El triunfador es Abdalá Bucaram Ortiz. Cuando Cuando se conozc conozcan an los result resultado ados s defini definitiv tivos, os, se verá verá que el marge margen n es bastan bastante te ampli amplio. o. 2’230,000 votos frente a 1’887,000. Una diferencia de 343,000 sufragios, equivalentes al 8.3%. Las cifras provinciales confirman lo dicho a la mañana por Durán Barba. Nebot ganó en sólo dos provincias (pero ellas eran Guayas y Pichincha), mientras Bucaram se hacía con la victoria en las restantes 19. Era claro que el resentimiento social por la marginación o el abandono habían favorecido al loco. loco. Era igualmente claro que los pobres consideraban a Nebot un representante de los ricos, ricos, sin más distingos, y que le creyeron a Bucaram aquello de que él era la fuerza de los pobres. pobres. Acertaban en lo primero. Se equivocaban en lo segundo. Guayaquil, 7 de julio. Entre 6 y 9 pm.- Ecuador parece Suiza. Los dos candidatos finalistas han recorr recorrido ido todos todos los canale canales s de telev televisió isión, n, y han han dado dado sus mensaje mensajes s luego luego de conoc conocer er los resultados. Jaim Jaime e Nebo Nebott ha esta estado do dign digno. o. “Gra “Grand nde e en la derr derrot ota” a” dirá dirá Carl Carlos os Vera Vera.. Sólo Sólo al mirar irar profundamente a sus ojos se podía vislumbrar un oculto destello de dolor. Pero eso es natural. Ha reconocido la victoria del otro. Le ha deseado buena fortuna en el manejo de la cosa pública. Ha agradecido a sus colaboradores y, en general, ha proyectado una excelente imagen de patriota y de fair play . Se diría estudiado en Eton y Oxford. Pero la estrella -claro- ha sido Abdalá. Parecía otro. Luego de una emotiva escena con lágrimas y abrazos con su hijo mayor, el vencedor del día nos hizo sentir orgullosos del país. Estuvo casi sereno, casi distinguido, casi generoso… casi, casi cuerdo. No exageremos: casi . Dijo explícitamente “sin la presencia de Rosalía hubiera sido imposible ser presidente” y, si bien es cierto que no pudo contenerse y añadió que era “el primer loquito que llegaba a presidente”, llamó a la concertación nacional y ofreció -es la costumbre- un “gabinete de lujo”. Muchos se convencieron. Vistazo entre esos muchos. Cuando publicó la lista de los posibles ministros de aquel “gabinete de lujo” informó que el Ministerio de Gobierno lo disputaban John Dunn, César Verduga y Andrés Crespo. Que el de Finanzas se decidiría entre Rodrigo Paz, Roberto Isaías y David Goldbaum. Que al Ministerio de Energía irían René Bucaram o María Fernanda Peñafiel. Que Miguel Salem estaría destinado a Bienestar Social. Y Alfredo Adum estaría destinado a la Gobernación del Guayas o al Ministerio de Comercio Exterior. Acertaron con Leoro y Bayas. Sona Sonaba ba muy muy bien bien.. Al final final,, clar claro o está está,, el gabi gabine nete te fue fue dist distint into. o. Entr Entre e los los 14 mini minist stro ros s se encontraron hermanos, cuñados y amigos íntimos, mientras la vicepresidenta reservaba para sí 3 de aquellas 14 Secretarías de Estado. Allí fue el principio de… No, todavía no fue el principio del fin; pero claramente fue el principio del
desvanecimiento de un espejismo muy bien proyectado hasta entonces.
8.- El 10 de agosto
A
gosto 10 de 1996.- Si es cierto que nació el 4 de febrero de 1952, el biorritmo de Abdalá era era extr extrem emad adam amen ente te bajo bajo.. Llev Llevab aba a de vida vida 16,2 16,259 59 días días,, y sus sus indic indicad ador ores es físic físico, o, emocional e intelectual eran todos negativos. La recomendación era que se trataba de “un día para tomar las cosas con tranquilidad y calma. ¡Ya mejorarán!” Pero Pero no podí podían an ser ser mejo mejore res s para para Abda Abdalá lá Buca Bucara ram m Ortiz Ortiz,, quie quien n iba iba a pose posesi sion onar arse se como como Presidente Constitucional de la República del Ecuador en horas de la tarde. He comenzado por aquello del biorritmo, porque todo el día 10 de agosto estuvo signado por una suerte de ouija que convocaba a Jaime Roldós Aguilera. De hecho, aquella invocación se había presentado ya el 7 de julio, cuando el país entero escuchó un grito estentóreo en la residencia del presidente electo. “¡Martha!” -gritó- “¡Jaime!” Fue terrible. No parecía el lamento de una nostalgia, sino la invocación a unos fantasmas. En reali realida dad, d, todo todo el acto acto ofic oficia iall de la trans transmi misi sión ón del del mand mando o estu estuvo vo sign signad ado o por por aque aquell lla a fantasmagórica presencia. Juzgue el lector… Final del discurso de posesión de Jaime Roldós el 10 de agosto de 1979: “Que Dios guíe nuestro camino. ¡Vamos a hacer historia! Gracias”. Y compárelo con el final del discurso de su cuñado 17 años más tarde: “¡Vamos a hacer historia! Que Dios guíe nuestros pasos. ¡Viva la Patria!” Como aquel “viva la Patria” final estaba igualmente tomado de la última intervención pública de Roldós el fatídico 24 de mayo de 1981, el discurso del presidente parecía redactado por su flamante ministra de Educación y Cultura: la hasta entonces doctora Sandra Correa León. De todos modos, aunque hubo un par de excesivas menciones a Panamá (“mi segunda Patria”), el discurso estuvo bien trazado, pero dejó la impresión de haber sido redactado por diversas personas. Había unos párrafos que no debieron gustarle demasiado a los banqueros, como éste, por ejemplo… “Queremos un Ecuador en que le esté prohibido al banquero la utilización de la institución bancaria para el propio enriquecimiento de su grupo. Pues el banco es una institución de utilidad pública que puede pertenecer al sector privado a través de un grupo de accionistas, pero regido por leyes estrictas y específicas que garantizan la inversión de los clientes y con afán de lucro y donde hay que obligar a las Superintendencias de Bancos y Compañías que apliquen las leyes para mantener la actividad bancaria exclusivamente dentro de sus funciones y que no lesione al
sector empresarial que hoy tiene como competidor a su propio banquero, el que se ha convertido en un medrador de los recursos del Estado para vivir de la especulación y el mercantilismo, por eso muere la producción y los pequeños empresarios. Por eso hoy gritamos en defensa del auténtico empresario como parte de un sistema y no como parte de intereses de los grupos de poder’. Pero, por otro lado, se dijo que “recibimos “recibimos un Ecuador Ecuador con un déficit déficit presupues presupuestario tario del 4% del Producto Interno Bruto; con un anclaje cambiario que ha provocado la elevación de las tasas de interés” . Pero el día se cumplió con bastante dignidad protocolaria, con la sola excepción de Alvaro Noboa, que corrió a sentarse junto con los ministros, pero no pudo ser posesionado como jefe de la Junta Monetaria, ya que no es potestad del presidente hacerlo. Desairado, pero no espantoso. Lo grave vino a la noche. Hotel Quito. 10 de agosto. hacia la medianoche.- El buen gusto tiene ese solo nombre. El malo puede tener muchos. En la sier sierra ra lo llama llaman n “cha “chagr gra” a”.. En la cost costa, a, “cho “cholo” lo”.. En Perú Perú es más más prec precis iso o y le dice dicen n “guachafería” a este afán por parecer lo que no se es. Por lo visto, así fue la fiesta fi esta de la noche. Aquí el relato de Vistazo… “Terminado el discurso, fueron al Hotel Quito. Para mejor control de los invitados, que só lo podían ingresar con tarjeta, el Hotel Quito había abierto una sola puerta. “Los ‘paracaidistas’ (1,400 según el hotel) aprovecharon que llegó el presidente, se arremolinaron alrede alrededor dor de él, empuja empujaron ron,, rompie rompieron ron la puert puerta a de vidrio vidrio y, como como tarjet tarjeta a de prese presenta ntació ción, n, mostraron sobres vacíos, posiblemente comprados en algún bazar. “Como resultado del apretujón hubo personas caídas, zapatos, joyas y carteras perdidas, sacos arrugados, etc. y unos 600 hombres de seguridad vencidos. “Los delegados extranjeros, antes de la medianoche ya no soportaban el calor y empezaron a emigrar por una puerta trasera. Para los nacionales habían sido adecuados los salones del piso bajo, que se unen con los jardines, donde el hotel instaló fogones, para evitar el frío. “Allí a las 12:30 de la noche, cantó Abdalá con sus Iracundos. “La fiesta costó 140 millones de sucres, y los daños, que incluyen cientos de vasos rotos, todavía están avaluándose”. Pero el fandango no había hecho más que comenzar. Seis días más tarde el superhermano, superhermano, Santiago Bucaram, decidió celebrar su cumpleaños en el Salón de los Presidentes del palacio legislativo, y para ello llevó hasta ese sitio al grupo musical femenino Coctel , lo que provocó más escándalo en Quito. En fin, el bucaramato había comenzado. El 11 de agosto, en su comentario editorial del diario El Telégrafo, Telégrafo, el perspicaz Manuel Maldonado escribió “para que Abdalá Bucaram pueda gobernar más de un período con la aceptación del pueblo, tiene que hacer las cosas bien. No basta con que diga que las va a hacer. Tiene que hacerlas. “Bucaram tiene todas las de ganar si usa la inteligencia y la persuasión. Tiene todas las de perder si usa la prepotencia y el atropello”. El igualmente profético Henry Raad decía: “ser objetivo siempre es y será difícil. Más aun en estas circunstancias, en las que uno puede oler realmente el peligro que puede generarse cuando el sentido del poder caiga en manos de quienes no estén preparados para tenerlo o ejercerlo. Y no me refiero a la preparación académica, sino -y especialmente- a la preparación emocio emocional nal,, pues pues hay indici indicios os psico psicológ lógico icos s sufici suficient entes es para para calcu calcular lar que estamo estamos s ante ante quien quien pue puede de sent sentirs irse e conv conven enci cido do de ser ser un envi enviad ado o de Dios Dios para para pone ponerr orde orden n en este este mund mundo o desordenado desde siempre. “Pido entonces a mis amables lectores que me entiendan. Olfateo el peligro y estoy convencido de que el flamante presidente, investido ya del poder formal y organizado, no absorberá su nuevo status, y difícilmente asimilará la droga del poder, que nunca tiene tope, y esto lo hará actuar como nuevo niño rico con poderoso juguete”.
9.- La familia
Quito. 28 de agosto de 1996. Disposición de la Segunda Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia.- La ex alcaldesa de Guayaquil, abogada Elsa Bucaram Ortiz fue sobreseída definitivamente en el llamado Caso Chatarra. Esta disposición la exonera de toda culpa y resp respon onsa sabi bilid lidad ad,, y el fall fallo o ha sido sido envi enviad ado o al pres presid iden ente te de la Cort Corte, e, Carl Carlos os Soló Solórz rzan ano o Constantine, para que proceda a archivar la causa, que no podrá reabrirse jamás. El juicio se inició en enero de 1994, y en él actuó con acusador particular, pero no desde el primer momento, el actual alcalde de Guayaquil, León Febres-Cordero. Refiriéndose al caso, el diputado Heinz Moeller Freire comentó que esto es resultado de que “los nombramientos de magistrados magistrados tienen origen político”. A César Verduga le “llamó la atención” que la sentencia se produzca a 18 días de asumir el poder el hermano de la acusada, y aclaró que “esa circunstancia política” le crea “muchas dudas”. El también diputado Raúl Baca Carbo señaló la “coincidencia” de que “uno de los jueces de la Sala que dictó el fallo” figure como candidato del gobierno para ocupar el puesto de Fiscal General de la Nación. Xavier Zavala Egas, ex presidente de la Corte Superior de Guayaquil, donde se inició la causa, dijo que será la Sala de la Suprema la que tendrá que explicar por qué se ha dado esta resolución, que se suma a la que hace poco dictara el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, levantando las glosas por 17,000 millones de sucres que pesaban sobre la misma abogada Elsa Bucaram. Santo Domingo, República Dominicana. 1952.- En esta capital, que ha sido rebautizada como Ciudad Trujillo, en homenaje al Benemérito de la Patria y Generalísimo de los Ejércitos, don Rafael Leonidas Trujillo Molina, quien ha sido gobernante del país desde 1930, se celebra una gran Feria Internacional de Comercio, bautizada como Feria de Trujillo. Trujillo. La Reina de la Feria, señorita Hermelinda Trujillo (hija del presidente), llegó de brazo de su hermano, Rafael Leonidas (Ramfis) Ramfis) Trujillo Jr., y fue condecora condecorada da con la Orden de Trujillo por el ya designado sucesor a la
Presidencia, don Héctor Bienvenido Trujillo Molina, quien permanecerá en el poder hasta 1960.
Guayaquil. Diciembre 7. Iglesia San Gabriel de La Dolorosa. 9:10 pm.- La abogada Elsa Bucaram Ortiz, de 46 años de edad, contrae matrimonio eclesiástico con Lauro Farfán Vera, de 38. Por tratarse de la ex alcaldesa de Guayaquil y hermana del presidente de la república, todos los fotógrafos de prensa tratan de tener una exclusiva. Parece una reunión de familia. De toda la familia. Fue portador de aros el niño Santiago Adolfo Bucaram López. Floristas fueron las gemelas Linda y Bethsaida Bucaram López. Formaron parte de la Corte: Corte: Marta Marta Bucara Bucaram m Trejo, Trejo, Johan Johanna na y Andrea Andrea Bucara Bucaram m Naveda Naveda,, Martha Martha Bucara Bucaram m Leverone y Nuvia Bucaram Naveda. La dama principal fue la hija del presidente, Linda Bucaram Pulley. La novia llegó del brazo de su hermano mayor y padrino, el diputado Jacobo Bucaram Ortiz, y estuvo flanqueada por sus hermanos, el también diputado Santiago Bucaram Ortiz y por Adolfo Bucaram Ortiz, ministro de Bienestar Social. Previo a la ceremonia religiosa se había realizado el matrimonio civil, que fue oficiado por el abogado Abdalá Bucaram Ortiz, hermano de la novia y presidente de la república. Quito, febrero 5 de 1997. Plaza de San Francisco.- La multitud que grita “Bucaram… ¡Fuera!”, agitando casi coreográficamente unas banderas nacionales, ha comenzado a incluir una coda a ese grito. “¡Y toda la familia!”, añaden entre risas. Agosto 15 de 1996. Revista Vistazo, Vistazo, Nº 695.- Al fondo de una caricatura en que aparece el abogado Bucaram Ortiz con traje de Batman y diciendo “combatiré el desempleo” aparece una pared en que, a modo de grafiti, aparece escrito “Si eres bati-pana bati-primo bati-chévere, ¡síganme los buenos!” En el artículo que acompaña este dibujo se habla sobre el reparto de los cargos públicos entre parientes, amigos y “quienes financiaron la campaña”. Frente a estas críticas, que fueron muy abundantes desde el primer momento, el presidente respondió diciendo “¿Y qué quieren que haga? Tengo como 500 familiares. Y todos son políticos”. Quito, febrero 5. Calles de la ciudad.- Los canales locales de televisión entrevistan a muchas de las personas que se aprestan a participar en las manifestaciones de hoy. A la pregunta de los motivos por los cuales se movilizan, las respuestas son bastante unánimes y se mencionan algunas causas: - Las medidas económicas - La corrupción - La prepotencia (expresada también como “grosería”) - Haberle pedido perdón al Perú - el nepotismo. Diccionario de la Real Academia.“nepote. (Del ital. nepote, nepote, sobrino, y éste del lat. nepos) nepos) m. Pariente y privado del Papa.” “nepotismo. (De nepote) nepote) m. Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las gracias o empleos públicos.” No pondré a Abdalá de víctima de sus parientes, pero es claro que, a más de la evidente preferencia que dio a sus parientes para las gracias o empleos públicos, públicos, hubo comportamientos
de ellos que resultaron muy comprometedores para el gobierno. Santiago Bucaram Ortiz. Diputado y hermano.- Ya hemos comentado la estruendosa fiesta de Santiaguito (como se lo bautizó sardónicamente en Quito) en la adusta Sala de los Presidentes del Palacio Legislativo; pero esto no fue más que el inicio de una serie de actividades suyas extremadamente chocantes chocantes para el espíritu y el estilo de la política capitalina. Santiago fue electo diputado por Pichincha (obtuvo su curul por residuos electorales), y muchos círculos de la capital siempre consideraron casi “una vergüenza” que esa nominación tuviera lugar. De forma muy agresiva, quizá aceptable en los barrios guayaquileños, pero extremadamente ajena a la sofisticación verbal quiteña, Santiago anunció con mucha antelación su interés de candidatizarse eventualmente para alcalde de Quito, y decidió apuntalar su elección con los sistemas clientelares que tan buenos resultados le han dado al PRE en otras provincias. El 12 de agosto, apenas a dos días de instaurado el régimen, el presidente decidió nombrar un Gobernador de la provincia de Pichincha. Formalmente, no hay ninguna disposición legal que se lo impida, pero es que hace tiempo que no hay hay nadi nadie e con con ese ese carg cargo. o. Incl Inclus uso o se dirí diría a que que repu repugn gna a un tant tanto o el conc concep epto to,, ya que que un Gobernador se entiende como el representante del presidente de la república en una determinada circunscripción territorial, y en la provincia de Pichincha… vive el presidente, de modo que no parece justificarse la existencia de un gobernador. Cuando Santiaguito quiere defender el nombramiento de este funcionario, mete la pata una vez más, pues se refiere a esta Gobernación como a una especie de “unidad ejecutora”, y todo el mundo recuerda que esa fue la denominación que usó León Febres-Cordero para bautizar los centros casi empresariales que usó para realizar obra pública en los cantones donde no había concejo cantonal socialcristiano. Buena Buena parte parte de Quito, Quito, ciudad ciudad que acaba acaba de re-ele re-elegir gir abrum abrumado adoram rament ente e a Jamil Jamil Mahua Mahuad, d, considera que la medida es un artificio para privar al Municipio (que tiene bien ganada fama de honradez) de los recursos necesarios para la obra que realiza. Al narrar las acciones del diputado en su camino hacia la disputa de la Alcaldía, Vistazo (Nº 704) decía: “Desde hace algún tiempo, Santiago aparece como el más refinado de los Bucaram (?). Viste ‘ a la Jamil’ , con trajes finos, corbatas a la moda y zapatos siempre lustrados. Sin embargo, su aspecto no coincide totalmente con sus modales”. Su estilo estilo de const constant antes es ofreci ofrecimi mient entos os (inclu (incluyen yendo do nada nada menos menos que 6,000 6,000 vivien viviendas das a los periodistas) puede bastarle para mantener su diputación (Pichincha elegirá 10 diputados), pero tendrá que hacer mucho esfuerzo para conseguir el triunfo en una lucha uninominal como la Alcaldía. Cuando trató de utilizar el deporte como plataforma política, donó varios centenares de millones de sucres al club El Nacional , con el fin de que construyera su propio estadio, pero el club rechazó el generoso ofrecimiento, aunque muy delicadamente agradeció al diputado. Jacobo Bucaram Ortiz. Diputado y hermano.- Un gran dirigente deportivo, de quien comentan sus amigos que ha sido casi a la fuerza como lo arrastraron a la política. Quiz Quizá á sea sea por por sent sentirs irse e fuer fuera a de luga lugarr por por lo que que ha caído caído tamb tambié ién n en acti actitu tude des s burd burdas as y prepotentes, como una agresión a periodistas dentro de palacio y una molesta polémica con el gran atleta Jefferson Pérez. El día de la sesión sesión clave clave del parlam parlament ento o (febre (febrero ro 6), Jacobo Jacobo impre imprecó có muy durament duramente e (con (con términos extremadamente soeces) al ex diputado Marcelo Dotti, exigiendo que fuera retirado del recinto, ya que se suponía que sólo estarían presentes los legisladores. Jacobo tenía toda la razón de fondo; pero la extrema dureza del lenguaje empleado (que fue reproducido en cadena nacional de radio) repercutió en su contra… y contra su hermano. Jacobo Bucaram Pulley. Hijo.- Jacobito tiene, a sus cortos 18 años de edad, una imagen pública terrible, y uno desea que ella no responda a la realidad. Saltó a la notoriedad el 7 de julio, la noche del triunfo electoral, cuando su padre, el presidente
electo, se abrazó a él para expresar todo el caudal de sus emociones. Nacido el 2 de septiembre de 1978, Jacobo cumplió 18 años el mismo día que su padre viajaba hacia Cochabamba (Bolivia) al encuentro de la X Cumbre del Grupo de Río. Ese día las primeras planas de los periódicos estuvieron llenas de fotos de Jacobo con la cara llena de la crema de una tarta de cumpleaños que le ofrecieron a 20,000 pies de altura. La rolliza figura de Jacobito volvió a las primeras páginas el 21 de octubre, cuando su padre utilizó el avión presidencial para llevarlo a Estados Unidos en un viaje de atención médica. Se cuestionó mucho -y con razón- la utilización de costosos recursos del Estado para una finalidad que era completamente privada. El presid president ente e respon respondió dió a las crítica críticas s dicien diciendo do que proven provenían ían de unos unos “imbéc “imbécile iles” s” que “no comprenden lo que es un presidente de la república”; que todos sus problemas son temas de Estado y, finalmente, cuando las acusaciones de malos manejos arreciaron, se comprometió a pagar “la comida” consumida durante el viaje: un monto que no llegaba ni al uno por mil del costo total del viaje. La imagen del presidente se agravó aun más al contraponer el despilfarro de este viaje con su insensibilidad ante la desgracia ocurrida en Manta al día siguiente. Escribí sobre eso… “El dato venía perdido en páginas interiores… Al parecer, uno de los miembros del equipo de seguridad del presidente se le habría aproximado en la base aérea de Guayaquil para pedirle que lo llevara a Manta, su ciudad de origen, pues su esposa y su pequeño hijo estaban en la lista de los desaparecidos con motivo de la tragedia de aviación. Según la nota periodística, el presidente lo habría rechazado en forma brusca y un tanto grosera. Sería el fin de algo. Abdalá Bucaram no se distingue por sus buenas maneras ni por lo elaborado o erudito de su cultura; no destaca por lo prolijo de su planificación socio-económica ni por la galanura del lenguaje que emplea; no puede ser tomado como arquetipo de mesura ni como ejemplo de tolerancia. Pero era un hombre bueno, con gran capacidad para sufrir con el dolor del prójimo; para tender la mano o prestar el hombro al desvalido. Por lo menos tal es la convicción de sus miles de partidarios, que votaron por él, cansados -entre otras cosas- de la indolencia del poder frente a los humildes y de ver alejarse las espaldas de aquellos a los que acudió en pos de sostén o simpatía. Este gesto de negar el auxilio que podía prestar en un momento representaría un cambio muy profundo en la personalidad del mandatario. Un cambio doloroso y plagado de peligros. No soy bucaramista ni podré serlo nunca, pero he apreciado siempre la sensibilidad en bruto del actual presidente. Me molestó estéticamente que hiciera un espectáculo de haberse rasurado el bigote, pero me conmovió la finalidad a la que destinaba los recursos que conseguía por ese medio. Me chocan sus modales, pero me lucen auténticos. En suma, Abdalá Bucaram me pareció siempre, como antes su tío, un reflejo de la situación del pueblo: ignorante, craso, un poco burdo y un bastante grosero… pero lleno de sensibilidad real, de capacidad de comprensión y hasta cariño. Para bien o para mal, aquellas malacrianzas del comportamiento; aquel zafio modo de habl hablar ar o de move movers rse e me pare parecí cían an más más el frut fruto o de una una estét estétic ica a desp despro rovi vist sta a de matic matices es o delicadezas que el resultado de una ética privada de honradez o de franqueza. Pero este último acto de dejar a un hombre doliente sufriendo en media calle; este gesto de menosprecio por la tragedia humana me es absolutamente inadmisible y despreciable. De ser cierta la versión periodística, sería reflejo del final de las virtudes de Abdalá Bucaram. Ya no tendríamos con nosotros al “patán de noble corazón”, como quería su tío, sino únicamente a un mal cantante de rock, que es capaz de viajar medio mundo, y a costa del Estado, para llevar a su propio hijo donde un médico esteta; pero que no es capaz de trasladar a un padre hacia el cadáver del suyo” Jacobo Bucaram Pulley ha dejado su rastro en varias otras ocasiones. De hech hecho, o, se ha cons constr trui uido do casi casi una una mito mitolo logí gía a en torn torno o a su figur figura. a. Much Muchas as de aque aquell llas as imputaciones circulan como simples rumores; pero las que pueden comprobarse dan pábulo para creer en todas. Se dice que Jacobito y un grupo de jovenzuelos que lo rodea cuando está en Quito han “cerrado” varias discotecas y/o agredido a algunos parroquianos que se negaron a abandonar el local en
que se encontraban. Se dice que Jacobito y el mismo entorno han cometido pequeñas fechorías y malacrianzas en distintos centros nocturnos de la ciudad. Se dice que Jacobito ha dejado muchas cuentas impagas, “agradeciendo por la contribución política” luego del consumo. En cambio se sabe que el mismo joven dejó sin pagar una cuenta de casi seis millones y medio de sucres en el hotel Crespo de Cuenca, y que ordenó que le pasaran la planilla a la Gobernación de la Provincia, lo que provocó la renuncia del ejecutivo provincial. Finalmente, la valerosa comentarista del diario El Universo, Universo, doña Evelina Fassio, escribió un largo coment comentari ario, o, donde donde hablab hablaba a de “un joven” joven” que cobrab cobraba a coimas coimas perma permanen nentes tes para para realiz realizar ar gestiones aduaneras, e incluso ofreció la dirección de la oficina de Guayaquil donde se producían aquellos ilícitos. Por otros indicios claros (como el tipo de automóvil empleado), era evidente que ese “joven”, que habría festejado ya la consecución de “su primer millón de dólares” apuntaba hacia la familia más próxima del presidente de la república. Abdalá Bucaram Ortiz. Presidente de la República.- Lo repito: no exhibiré a Abdalá como una víctima inocente de las torpezas, mal gusto, indelicadezas de su familia; pero es evidente que los abusos, errores y groserías de sus parientes (y el cómplice encubrimiento que Bucaram hubo de darles) han conspirado -y muy seriamente- contra la imagen general del gobierno. Domingo, 9 de febrero de 1997. Programa La Televisión. Televisión. 9:10 pm.- Santiago Roldós Bucaram es un joven escritor que ha ganado muy rápidamente una gran cuota de respeto nacional. Quizá llegue el día en que esa notoriedad de la que goza hoy le pese y duela. Es que proviene todavía en gran parte del hecho de ser hijo de Jaime Roldós Aguilera y sobrino de Abdalá Bucaram Ortiz. Es injusto. Santiago Roldós posee claramente un talento superior y sus escritos (de los que aún sólo conozco crónicas periodísticas) tienen condumio intelectual, nivel de galanura y buen manejo rítmico. Ojalá la visibilidad política no interfiera en su proceso literario. Ahora se entrevista con Freddy Ehlers, director di rector del programa y ex candidato presidencial. Santiago ha sido desde siempre un opositor de su tío, al que prácticamente acusó hace más de 15 años de tenerlos (a él y a sus hermanas) poco menos que secuestrados, para usarlos políticamente. Ahora, Ehlers le pregunta si Santiago Roldós piensa que Abdalá Bucaram debe ser derrotado tan ampliamente como para que no se atreva a volver a incursionar en la política. El joven está de acuerdo. “Pero no sólo Abdalá -dice-. Toda la familia tiene que irse”.
10.- La voz de Evelina
E l Universo. Enero 7 de 1997. Fragmentos de Caja de Pandora Aunque no escuche Por Evelina Fassio Arzube Aunque usted no tiene la costumbre de leer periódicos, y poco o nada le importan los comentarios de la prensa, escribo estas líneas porque lo considero un deber cívico y porque guardo la esperanza de que alguien, que no lo halague con cantos de sirena, lo haga reflexionar sobre sus errores y desmanes. “Hago el formal ofrecimiento como presidente de los ecuatorianos de mejorar. He aprendido much mucho o de mis mis error errores es”. ”. “Dem “Demos ostr trar aré é madu madure rez” z”,, “El “El Ecua Ecuado dorr es más más impo import rtan ante te que que las las situaciones de orden personal”. ¿Le suenan conocidas esas frases? Usted mismo las pronunció. Pero aún no vemos mejoría, ni madurez alguna. Las situaciones de orden personal se suceden con demasiada frecuencia; y sigue “en sus trece” haciendo cosas que no son dignas de un primer mandatario. Como dijo Xavier Benedetti -a través de este diario, el 15 de septiembre- “Cantará como artista en las ferias y jugará en las canchas. Pero si quiere llegar a la historia tendrá que ser el gran presidente. De lo contrario no ingresará a la historia. Se quedará en la historieta”. Se empeña usted en moralizar lo menos inmoral que existe en el país, como es fumar y beber. Y lo hace a través de cargas absurdas que sí afectan también a ese pueblo que juró defender, lesionando -de paso- a la industria nacional, que genera riqueza. Milton Alava Ormaza lo califica de “mojigatería social”. Hay vicios mucho peores, ¿no cree? ¿Por qué no moraliza las aduanas, que son un cáncer virulento? ¿Por qué no investiga la enorme cantidad de contenedores de licor que están ingresando de contrabando? ¿Por qué no frena al joven que, con gran alarde y desparpajo, celebra alborozado su primer millón de dólares? ¿Por qué no indaga lo que ocurre en una lujosa oficina ubicada en Victor Emilio Estrada y Las Monjas, donde el mismo joven cobra veinte millones de sucres por desaduanizar un contenedor que viene prepagado y verificado?
11.- La gran estafa
M
anta. Octubre 22 de 1996. 10:40 pm.- De pronto, sin que nadie pudiera preverlo, el cielo cayó ayó sobre bre la ciu ciudad. dad. Un avió avión n de la emp empres resa de carga rga Millo Millon n Air Air , dedica dedicada da fundamentalmente fundamentalmente al transporte de flores y pescado, se desplomó sobre Manta. Cuando finalmente pudieron hacerse las cuentas, había 29 personas muertas, 60 heridas, 47 construcciones (incluyendo una iglesia católica) fueron seriamente afectadas, dejando a unas 62 famili familias as en calida calidad d de damnif damnifica icadas das y pérdi pérdidas das mater material iales es que se evalua evaluaron ron en un prime primer r momento en alrededor de 8,500 millones de sucres. La tragedia enlutó al país entero. En ese momento, la situación política del gobierno parecía inmejorable. Según los resultados de la muy profesional encuestadora Market , que recibió el premio a las mejores aproximaciones durante el proceso electoral, el presidente disponía de un cómodo margen de aceptación popular, con 6% de personas que calificaban su gestión como excelente, excelente, mientras un altísimo 59% la consideraba buena. buena. En el otro extremo, Bucaram tenía ya un 12% de la ciudadanía que pensaba que su acción era pésima y un 23% que la creía mala. mala. Para la rapidez con que la imagen de los gobernantes se deteriora en Ecuador, mantener esos márgenes a los 73 días de administración podía considerarse extraordinario. Desde Desde el punto punto de vista vista políti político, co, el presid president ente e mante mantenía nía claram clarament ente e la inicia iniciativ tiva, a, y parecí parecía a consolidar una muy sui géneris alianza con el partido social cristiano, del que dijo por aquellos días “El partido socialcristiano no está en una línea de oposición. Está haciendo las cosas muy bien”. bien”. Por supuesto, Abdalá continuaba con su temperamental estilo, y durante la semana llegó a proponer la pena de muerte o la castración (!) para los culpables de delitos de violación a menores. La vicepresidenta expresó su opinión contraria y, frente a la avalancha de críticas, el presidente dijo que sometería la idea a estudio de la Conferencia Episcopal Católica. Aquí otras joyas del mismo cofre… “A mí me critican porque como guatita… Ahí tienen… Bill Clinton comió chicharrón… Y nadie dice nada” “¿Saben lo que me dicen a mí los míster Johnson o los míster Kingman cada vez que vienen? Me dicen… (imitando el acento de un norteamericano) Ouh, Mr. Bucaram, ¿puede invitarme comer guatita?” Sus ministros clasificaban de modo diferente en los sondeos. Primeros se hallaban Frank Vargas (un descomunal 80%) y Galo Leoro (54%), mientras en los últimos lugares se encontraban el ministro de Salud, Dr. Cruz (19%), y al final, por supuesto, Sandra Correa, de Educación (14%). El bajísimo puntaje del médico provenía de la ausencia de vacunas para la rabia, y de un monstr monstruos uoso o caso caso de mala mala prácti práctica ca médica médica,, que había conta contagia giado do con Sida Sida a decen decenas as de pacientes de otras dolencias.
El desgarrador testimonio de Luis Valdivieso Morán, ex dirigente sindical y vibrante portavoz de aquellas víctimas, contribuyó en mucho a la imagen global de un deterioro nacional generalizado. Cuando el presidente retornó de su apresurado viaje para supuestamente llevar a su hijo mayor (Jacobito) a ser atendido en Estados Unidos (se dijo que para fijarle un sistema de dieta o establecer un control de la obesidad del joven), ya había ocurrido el accidente de Manta. Guayaquil. Octubre 23. Diario El Universo.Universo.- En el Estadio Modelo, mientras se disputan las finale finales s del campeo campeonat nato o interc intercole olegia giall de fútbol fútbol,, el fotógr fotógrafo afo Andrés Andrés Rendó Rendón n capta capta una brutal brutal agresión de parte de algunos estudiantes varones a una chica de apenas 14 años. Más de una veintena de desadaptados se lanzó sobre la víctima y, luego de toquetearla grotescamente y violentar su intimidad, emprendieron la fuga al percatarse que habían sido fotografiados. Muy grave como símbolo moral, el hecho no tendría mayor importancia política, de no mediar la inesperada intervención presidencial. Súbitamente Bucaram decidió proclamarse Juez Supremo y “absolvió” a los mozalbetes, llamándolos “niños” y llegando a la desfachatez de afirmar “¿Cuál de nosotros no ha hecho lo mismo?” De pronto, el miedo, que se había instalado en el Ecuador, comienza a ceder, gracias al coraje de los period periodist istas as que, que, a pesar pesar de las agresi agresione ones s verbal verbales es del presid president ente e y el minis ministro tro Adum, Adum, comienzan a denunciar todos los hechos. Al ceder el miedo, el dique de las denuncias se desborda, y el cieno de la corrupción y la prepotencia comienza a salir a la superficie. Mientras tanto, el presidente, totalmente ajeno a la realidad de lo que acontecía con el alma nacional, continuaba con sus ataques verbales. Unas muestras de mediados de octubre… (Al referirse al gobierno de Hurtado) “Otro gobierno de desgraciados, como el de Borja: un tipo con nariz de tiza de sastre” “Si me juegan sucio, yo también sé jugar sucio” Vistazo (Nº 702, de nov. 21) denunciaba el ingreso de al menos 214 nuevos empleados en Petroecuador, entre los cuales figuraban una amiga panameña del señor presidente, la guapísima Nélida Batista; una mujer guardaespaldas del ministro Adum (Martha Martínez), una cuñada del presidente (casada con su hermano Gustavo) y algunas señoritas que Vistazo llamaba con franca ironí ironía a “las “las supe superr nego negoci ciad ador oras as”” y regi regist strab raba a a nomb nombre re de ella ellas s unos unos sueld sueldos os bast bastan ante te considerables. Sin embargo, al ser inquirido al respecto, el ministro Adum declaró que se trataba de mujeres “ho-no-ra-bles” (sic) y que estaban ahí no para “negociar” los contratos petroleros, como se había dicho, sino para “fiscalizarlos” y “auditarlos”, en palabras del ministro. Al mismo mismo tiemp tiempo, o, la minis ministra tra Sandra Sandra Correa Correa,, acusa acusada da de un eviden evidente te plagio plagio litera literario rio en la redacción de su tesis doctoral de Jurisprudencia, era convocada al Congreso Nacional para un juicio que finalmente sólo se planteó formalmente hace pocos días. Para completar el panorama demencial en que había caído el país, ocurrió un grave accidente en uno de los helicópteros de la comitiva presidencial, y Bucaram afirmó de inmediato que se trataba de un plan que bautizó como Cóndor , cuya finalidad sería asesinarlo. La “denuncia” presidencial, refrendada por el Secretario General Miguel Salem (“en mi oficina tengo datos sobre el complot”, dijo), ocupó las primeras planas durante un par de días; pero súbitamente volvió a aparecer Miguel Salem y dijo tajantemente que “se trataba de un accidente” y que “no se volvería a hablar sobre el tema”. Ninguna otra explicación.
Otro caso de presunta corrupción se puso en evidencia cuando se habló de un alza desmesurada de los aranceles para la supuesta importación de licores y cigarrillos (una actividad habitual del muy cercano amigo del presidente, señor Azar. Comentando las críticas que se lanzaron al respecto, el presidente dijo “ahora, el que quiera chupar una botella de whisky, que pague un millón de sucres”. sucres”. Ha sido únicamente en los primeros días de febrero cuando el periodista Diego Oquendo tuvo acceso a las cifras concretas de una gigantesca importación realizada por Azar, por lo visto días antes de la disposición presidencial, que habría sido dictada con clara intención de favorecer a su amigo, quien ya se había stockeado de botellas. Todo se derrumbaba. Y entonces se presentó el Procurador, Leonidas Plaza Verduga, y decidió (parece que con autorización o por disposición presidencial) que ninguno de los daminificados de Manta debería gestionar por sí mismo las indemnizaciones de ley, y que él se encargaría de todos los trámites. Se hizo público que la exigencia era que ni siquiera contrataran los servicios de abogados en Estados Unidos, país de la matrícula de Millon Air , la propietaria del avión siniestrado. Muchos afectados consideraron que la propuesta violaba sus derechos, perjudicaba sus intereses y que había una al menos dudosa participación del Procurador. A ellos se sumó el diputado Juan José Illingworth, que inició así una agria disputa con Plaza Verduga, llegando a desafiarse mutuamente a duelo, juicio o golpes. El gobierno, por primera vez en el tiempo de su ejercicio, estaba colocado a la defensiva. Los vientos cambiaban. Guayaq Guayaquil uil,, diciem diciembre bre 16. Cadena Cadena de Televi Televisió sión.n.- La llama llamada da Teletón que que orga organi nizó zó el presidente fue la piedra final que terminó con la paciencia de la gente, pues se podía tolerar, bien que a desgano, los robos en las carreteras y el establecimiento de peajes, o los favoritismos dolosos en las contrataciones petroleras, o el claro atraco que se realizaba en las aduanas, pero que se manejara de modo tan infame la recolección generosa de recursos privados para los niños pobres, rompió la paciencia de un pueblo, acostumbrado a que lo golpeen y maltraten, pero que no está dispuesto a permitir que se rían de su pobreza. Además, la Teletón de 1996 recordaba de un modo terrible aquella otra que organizó Elsa Bucaram para las navidades de 1989, cuando la grosería de arrojar juguetes desde un balcón, para tener a la gente pobre humillada a los pies, dejó al menos tres muertos junto al Municipio de Guayaquil. Entonces era la convicción de que el poder se ejerce sobre un pueblo cuya pobreza ha llegado al límite de la abyección, y que estará dispuesto a soportarlo todo con tal de recibir unas migajas. Ahora, la burla sangrienta de la Teletón, Teletón, sumó la descarada extorsión por vía de teléfonos celulares, las mentiras más desfachatadas de supuestas donaciones millonarias y el robo frontal de dinero en efectivo, de unos cheques misteriosamente “extraviados” en el escritorio de una secretaria-pariente, y la carcajada desvergonzada de trocar unos juguetes por otros. Elsa no duró mucho en la Alcaldía después de sus navidades de 1989. Pero menos duró su hermanito después de las suyas en 1996.
12.- Errores de la oposición
Jueves, 6 de febrero. Congreso Nacional.- En la administración de Sixto Durán-Ballén, Jorge Montero era diputado del PUR y (según Vistazo Nº 658) estuvo enredado en problemas de uso de dineros públicos para comprar un camión y un volquete para el municipio de Quilanga (Loja). Ahora es diputado otra vez. Pero esta ocasión por CFP. Cuando el honorable Montero pide la palabra, no se aguardan sorpresas. Franco Romero ha encargado la Presidencia a su experimentado coideario Raúl Baca Carbo y, en general, todo parece desarrollarse normalmente, pese a la defección de Illingworth, quien rehúsa votar por el cese de funciones de Bucaram. Pero nadie espera lo que va a acontecer. Montero pide al secretario que especifique el artículo de la Constitución en que se establece la autoridad del Congreso Nacional para nombrar Presidente de la República, con carácter ya sea interino, provisional o definitivo. Tal artículo no existe. En el sistema electoral ecuatoriano, el presidente es nombrado en votación universal, directa y secreta. En la mecánica actual, el Congreso ni siquiera debe confirmar los resultados que proclama el Tribunal Supremo Electoral. Fabricio Brito dubita. Raúl Baca pierde concentración un instante y no acude en su ayuda. Pasan unos segundos, que en televisión parecen horas. El alboroto es grande. Se pone en evidencia que, según la letra de la ley, el Congreso puede destituir al Presidente, juzgarlo, declararlo cesante, observar sus acciones, criticarlas, interpelar a sus ministros… pero no puede nombrarlo. La jugada de pedir la lectura del artículo está destinada a impedir el nombramiento de Alarcón. Los oposit opositore ores, s, que que han lograd logrado o agrup agrupar ar 45 votos votos (inclu (incluso so luego luego del viraje viraje de Illingw Illingwort orth), h), suficientes para decidir el cese de funciones, aceleran el paso y proceden a votar sin más disc discus usio ione nes. s. El espe espect ctác ácul ulo o es grot grotes esco co.. Los Los gros groser eros os y atra atrabi bili liar ario ios s buca bucara rami mist stas as,, acostu acostumbr mbrado ados s a vocife vociferar rar y golpea golpear, r, solicit solicitan an a gritos gritos punto punto de orden orden. Es una una dist distor orsi sión ón monstruosa, pero ahora lucen como las pobres víctimas del abuso de una nueva mayoría. Es una paradoja más; pero, en la forma y la apariencia, Bucaram fue relevado de su cargo con un procedimiento que sólo puede calificarse de bucaramista. bucaramista. Los problemas que surgen luego, y que se prolongan hasta el momento de escribir estas páginas, se originan -al menos parcialmente- en cinco debilidades estratégicas de la oposición. 1.- No confían unos en otros.- La corrupción política en el Congreso Nacional ha llegado hasta el punto en que parecería que nadie cree en la palabra de nadie. Los cambios de camiseta, camiseta, el hombre del maletín, maletín, la compra de conciencias y cualquier otro apelativo que usted quiera usar (y que la prensa ha recogido profusamente) no hace más que evidenciar casos de muy extraños
giros, como el de Illingworth. Los honorables no confían en su respectiva honorabilidad. Se diría que muchos de ellos se dan las manos mirándose las uñas y que sólo caminan pegados a las paredes, por miedo a las puñaladas por la espalda. Como Como el grup grupo o de los los 45 está está inte integr grad ado o por por gent gente e de dist distin into tos s parti partido dos, s, con con dife diferen rente tes s aspi aspira raci cion ones es e inte intere rese ses, s, la moci moción ón gene genera rall que que pres presen enta ta Fran Frankl klin in Verd Verdug uga a Vélez Vélez es el equiva equivalen lente te legisla legislativ tivo o de una colch colcha a de remien remiendos dos.. Un lector lector cuida cuidados doso o y enter enterado ado puede puede identificar el origen de todas y cada una de las solicitudes y disposiciones que contiene. La razón de que todas figuren en un solo documento es que los diputados quieren estar seguros de que todos votan a favor de todo y no solamente por los puntos específicos de su interés. El reclamo de declarar cesante a Bucaram, que es el único concreto y claro que ha movilizado a la gente en todo el país, se ve ensombrecido por un gigantesco pliego de peticiones o memorial de agravios que cada uno de los grupos ha ido echando en la misma olla. El resultado resultado es, por supuesto, supuesto, ofensivo ofensivo para el buen criterio jurídico, y por esas contradicc contradicciones iones formales entrarán, con voces engoladas y razonamientos académicos, los últimos bucaramistas, los partidarios partidarios de Rosalía… Rosalía… y todo el variopinto variopinto enjambre enjambre de oportunista oportunistas s y cadáveres que va a reunirse en poco tiempo contra las decisiones del Congreso. Pero este abuso de la forma jurídica, provocado por la mutua desconfianza, no es el único error que cometen los diputados de oposición. Hay otros cuatro. 2.- Desestimaron el coraje de Bucaram.- La falta de provisiones defensivas o de mecanismos alternativos de continuidad sólo puede explicarse porque actuaron convencidos de que Abdalá Bucaram fugaría a Panamá tan pronto alguien se atreviera a alzarle la voz. Lo creen un cobarde. Tienen fuertes razones para considerarlo así. Esta es la forma como ha actuado antes, cuando aban abando donó nó vari varios os carg cargos os públ públic icos os,, incl inclus uso o la Alca Alcald ldía ía de Guay Guayaq aqui uil, l, en cuan cuanto to surg surgie iero ron n problemas que cuestionaron frontalmente su permanencia en el sitio. Pero Pero esta esta vez vez ocur ocurre re algo algo dist distin into to.. Buca Bucara ram m no huye huye.. Para Para come comenz nzar ar,, no ha reci recibi bido do las las manifestaciones de los días 5 y 6 en su casa del puerto o en una base militar, sino en el viejo palacio del Carón de Leche. Leche. Ese sitio que abandonó durante toda su gestión. Además, si bien se ha parapetado con dotaciones excesivas de soldados de diferentes ramas, se mantiene en su sitio. Cuando Fabián Alarcón, que todavía no se convence de que la actitud de Bucaram ha cambiado de la brav bravuc ucon onad ada a al cora coraje, je, le lanz lanza a un ulti ultimá mátu tum, m, Abda Abdalá lá se comp complac lace e -se -se refo refoci cilala- en obstinarse y permanecer en su sitio hasta pasadas aquellas fatídicas seis de la tarde (hora tope señalada por Alarcón), y se da el placer de organizar una rueda de prensa con el exclusivo propó sito de recordar que son ya las siete y media y que no ha fugado, como evidentemente lo esperaban sus enemigos. El cambio de agallas en Bucaram, que toma por sorpresa a los opositores, le dura lo suficiente para seguir dos días en Guayaquil, no presentar su renuncia, convocar a sus partidarios e, incluso, tratar de organizar algún pequeño contragolpe. Desestimar esta posibilidad fue claramente otro error de la oposición parlamentaria. 3.- Pensaron que la comunidad internacional (y sobre todo los Estados Unidos) aprobaría la caída de Bucaram sin más requisitos de legalidad.- En general, los políticos ecuatorianos cometen el grave error de pensar poco en los aspectos internacionales y en la aceptación externa de sus actos. Encerrados en el pequeño claustro que constriñen el complejo nacional de inferioridad y su descarnada descarnada lucha a dentelladas dentelladas por minúsculo minúsculos s trocitos trocitos de parroquia, parroquia, los políticos políticos ecuatorian ecuatorianos os somos (pues debo incluirme) aun más pequeños que nuestro pequeño país. Somos de Pichincha o de Guayas. De Loja. De Manta. De Vinces… Cuando escucharon el discurso del embajador Leslie Alexander acerca de la gravedad de la corrupción en Ecuador, leyeron esas palabras como algo equivalente a un cheque en blanco. “Ecuador no puede seguir como va” había advertido el muy poco diplomático embajador, pero ellos escucharon alguien tiene que cambiar al presidente. Nos da lo mismo quién lo haga. Infortunadamente, el mundo no es tan sencillo. En Estados Unidos, al presidente sucede automá-
ticamente el vicepresidente, vicepresidente, hasta por razones etimológicas. Debió ser obvio desde el primer momento que el derrocamiento de Bucaram, perfectamente legitimado por el movimiento popular masivo que lo demandaba, tenía que ser legalizado con extrema precaución para guardar las sutiles apariencias que las formalidades externas exigen. Es cierto que la política es más -es mucho másmás- que un debate retórico en foro abogadil, pero es evidente que también es un ejercicio leguleyo. Debió ser obvio para los 45. Pero no lo fue. 4.- Creyeron que las Fuerzas Armadas se limitarían a ser espectadoras de la lucha entre civiles.- Para ser diputado se requiere tener al menos 25 años de edad según la Constitución. En la práctica, el promedio debe estar entre 35 y 40. Para los jefes de bloque, la edad media probablemente se aproxima a los 50. Esto es importante por la cultura política de aquellos honorables. Formados en un período histórico de rápida y continua sucesión de dictaduras militares, se acostumbraron a pensar de un modo maniqueo: o hay democracia (y en ella los soldados son perfectamente obedientes y jamás deliberantes) o existe dictadura (y esos mismos soldados son groseramente desobedientes y -¡ojalá!- deliberantes). Nada intermedio. Ese mundo, imperante en décadas pasadas, se ha convertido en otra cosa. Por primera vez en toda su existencia, en América Latina no hay ninguna dictadura militar. Pero las FFAA no han dejado de existir. Y en el caso ecuatoriano esa existencia está rodeada de un halo de prestigio, reconocimiento público y gratitud nacional. Lejos de ser vistos con temor o desprecio, los soldados son contemplados con admiración y agrado. Vista desde la perspectiva masculina, una mujer hermosa sólo tiene un defecto: saber que lo es. Al saberse deseada y admirada, una mujer bella suele volverse casquivana, agresiva y posesiva. Desde una perspectiva civil, lo malo de los militares actuales no es que sean unas personas honorables, bien organizadas, mejor educadas y patriotas. Lo malo es que saben que lo son. Durante toda esta breve pero intensa crisis, muchos dirigentes de la sociedad civil han pasado de temer la injerencia militar a reclamarla; de protestar porque alguien apele a ellos como árbitros a exigir que desempeñen esa comprometedora misión. Es parte de la misma esquizofrenia paranoica de toda la nación. La verdad, la única y simple verdad, es que sólo hay dos cosas que los militares actuales del Ecuador parecen no hallarse dispuestos a aceptar. Y son los dos extremos. No darán un golpe de Estado tradicional, para instaurar una Junta y declarar el estado de emergencia, suprimir las garantías y apresar a los opositores al mismo tiempo que imponen censura de prensa y clausura de universidades. Pero no se conservarán en calidad de simples espectadores de la disolución nacional ni de su desprestigi desprestigio o internacio internacional nal extremo, extremo, sobre todo en condicion condiciones es de los actuales actuales momentos momentos de negociación territorial. Se diría que todo lo demás puede ser considerado por el alto mando. Entonces, para el análisis de correlación de fuerzas, es evidente que las FFAA son un factor político, pero sólo son un factor político de última instancia. instancia. Luce bastante claro que Bucaram creyó que, por tener a Bayas, los tenía a todos… Que los parlamentarios nunca hablaron con ellos, o que hablaron insuficientemente y sin transparencia… Y que doña Rosalía, la buena y dulce Rosalía, la guagua linda de Sixto, la compañera de Abdalá sí lo hizo. 5.- Menosprec Menospreciaron iaron a Rosalía Rosalía Arteaga.Arteaga.- La doctor doctora a Rosalí Rosalía a Arteag Arteaga a Serran Serrano o de Córdov Córdova, a, vicepresidenta de la república (o ex vicepresidenta, ex vicepresidenta, o presidenta, o incluso ex presidenta, ex presidenta, ya que la situación es tan fluida que puede haberse convertido en cualquier cosa), es una mujer fina, inteli inteligen gente, te, elegan elegante, te, hermos hermosa, a, bien bien articu articulad lada, a, culta culta,, delica delicada, da, suave, suave, frágil, frágil, tierna tierna,, poétic poética, a, honrada, digna, fiel… En fin, que se diría que reúne, y en sumo grado, todos los requisitos formales y esenciales de aquellas mujeres a quienes llamamos admirativamente damas. damas. Parece un ejemplo de verticalidad y apostura. Sólo Sólo lo parec parece. e. Rosalí Rosalía a Artea Arteaga ga es un feroz feroz anima animall polític político, o, dispu dispuest esto o a utiliza utilizarr todas todas las
artimañas de los animales políticos masculinos y, además, sazonarlas con las mojigaterías que la astucia femenina emplea para desarmar a los opositores frenados por l a cultura del machismo. Guagua linda de Sixto Durán-Ballén, ingresó a su gobierno como subsecretaria de cultura, un cargo ambicionado por los intelectuales pero de muy poco peso político, y supo mantenerse en el sitio a pesar de las volteretas de aquella administración, de modo que cayó para arriba y apareció de ministra. Lo fue hasta que renunció oportunamente cuando aprobaron la Ley de Educación Religiosa. Aquello le conquistó el corazón y la mente de los intelectuales de izquierda, que ya le habían ofrecido sus más tiernas miradas. Cuando presentó una edición más de su interesante Jerónimo (un buen libro de prosa poética por la muerte de su hijo), la pequeña sala del Centro Cultural Benjamín Carrión estaba repleta. Muchos de los asistentes llegaron únicamente para expresar su adhe adhesi sión ón a Rosa Rosalí lía, a, no por por el libro libro,, sino sino por por la renu renunc ncia ia.. El prop propio io Jorg Jorge e Enri Enriqu que e Adou Adoum m -indiscutido portavoz de ese grupo- se introdujo en el acto de presentación (algo insólito en él) para expresar su respaldo a la ex ministra. Pero, cuando recogió todo lo que podía capitalizar en su flanco izquierdo, giró 180 grados gr ados y volvió a la derecha, en calidad de asesora del mismo gobierno del que había salido. Entonces formó un pequeño movimiento dedicado a recoger firmas para ser vicepresidenta, y hubo mujeres que se negaron a suscribir la adhesión porque, al preguntar “¿y vicepresidenta de cuál presidente va a ser Rosalía?”, recibían la respuesta de que ese “detalle” se resolvería en el camino. Y así lo hizo. Pactó con unos… y declaró haber sido traicionada por ellos. Dialogó con otros… y afirmó su incompatibilidad con esos. Hasta con su pana su pana del alma, alma, Sandra Correa, se disgustó. Pactó con Noboa (autor de la misma Ley que la llevó a renunciar) y finalmente terminó con Bucaram, cuya imagen “suavizó”. El ejercicio del gobierno fue igual. Unas veces era la compañera… y otras, la víctima. Unas veces era la cómplice… y otras, la “conspiradora”. Tal vez todo fue cierto. Fina en su percepción psicológica, la doctora Arteaga comprendió que el bucaramato y los bucaramistas no tenían una ética por carecer de una ideología (y viceversa), y que se podía actuar con ellos (o frente a ellos) en función exclusiva de los sucesos diarios. Y lo hizo. Consiguió vender su image imagen n con con tanta tanta finura finura que los parlam parlament entari arios os de oposi oposició ción, n, cuand cuando o decidieron amontonar todos los reclamos de la sociedad civil en un solo documento, la dejaron de lado lado.. Decl Declar arar aron on el cese cese de Buca Bucara ram m y nomb nombra raro ron n en su reem reempl plaz azo o a Alarc Alarcón ón;; pero pero no mencio mencionar naron on siquie siquiera ra a la vicepr vicepresi esiden denta. ta. Quizá Quizá espera esperaban ban que Rosalí Rosalía a se conten contentar tara a con permanecer en el cargo. Fue evidente que la habían menospreciado. Tan pronto ella vislumbró la grieta de que podía aceptar sólo parcialmente lo actuado (la parte que le convenía), penetró por ahí. Se autoproclamó Presidenta. Y se trasladó al Limbo. Ni salió a la calle ni se refugió en Carondelet. Fue su ambición la que arruinó el proyecto histórico, que se hubiera resuelto si la lucha se centraba entre dos presidentes, porque entonces podían oponerse la moral a la corrupción, la decencia a la grosería, el respeto a la prepotencia y el pueblo frente a la camarilla. Pero… que Ecuador tuviera tres presidentes, dejaba de ser algo épico. Se volvía ridículo. Y, aún luego de estas constataciones, los parlamentarios volvieron a caer en el error de llegar a un acuerdo verbal con Rosalía -el de la doble sucesión escalonada- y confiaron en que cumpliría su palabra. Era no conocerla.
13.- ¿Santa Rosalía?
D
uran urante te las las inte interm rmin inab able les s hora horas s que que mant mantuv uvo o al país país en vilo, vilo, haci hacien endo do depe depend nder er la realización de la voluntad popular de los márgenes y ritmos que ella otorgaba a su ambición personal, la Dra. Rosalía Arteaga Serrano de Córdova se refirió en múltiples ocasiones a su “distanciamiento” con relación a Bucaram, y trató de proyectar la imagen de que esa relación había existido siempre. Carlos de la Torre es un brillante analista social ecuatoriano, quien dedicó largas horas a seguir la campaña electoral de Abdalá Bucaram y Rosalía Arteaga, y finalmente publicó (ed. Centro Andino de Acción Popular, 1996) un penetrante estudio que recomendamos muy particularmente. Como se verá en los párrafos que reproducimos a continuación, De la Torre no cae en la visión de mecánica exaltación del líder populista; pero tampoco incurre en l a mitología de sus opositores burgueses, quienes consideraron siempre a Bucaram lo que el propio De la Torre bautizó como “el repugnante otro”. Queda claro de la lectura de estas páginas de análisis objetivo que la Dra. de Córdova no fue un elemento pasivo en la campaña, y que la candidatura de la alianza PRE-MIRA representó una unidad, no sólo ideológica y racional, sino simbólica y mitológica. Fragmentos de “Un solo toque: populismo y cultura política en Ecuador” por Carlos de la Torre. pág. 31. La Verbena Roldosista “Gracias a las tarimas es que hemos llegado donde estamos” (Eduardo Azar, Expreso, Expreso, 29 de junio de 1996)
Las Las ciud ciudad ades es y pueb pueblo los s espe espera raro ron n a Abda Abdalá lá vest vestid idos os de fiest fiesta. a. Cara Carava vana nas s moto motoriz rizad adas as,, banderines y, en el caso de Riobamba, antorchas y llantas quemadas anunciaban expectativa por la visita de “el loco.” Las plazas donde se realizaban los actos de masas fueron decoradas con
retratos de Rosalía y Abdalá. Desde la tarima, un buen equipo de sonido emitía canciones del PRE y del Movimiento Independiente República Auténtica (MIRA). Todo estaba listo para el concierto y para el acto político. Los Iracundos calentaban el ambiente. Se vivía una atmósfera de concierto de rock. En las diferentes plazas y parques, el anunciador del PRE, como si se tratara de un acto de circo, anunciaba la llegada de Abdalá ¡ya viene Abdalaaa!; ¡Abdalaaa! ¡Abdalaaa! Los candidatos Rosalía Arteaga y Abdalá Bucaram entraban apoteósicamente con la canción “la fuerza de los pobr pobres es.” .” Abda Abdalá lá cant cantó ó con con los los Iracundos. Iracundos. Conf Conform orme e avan avanza zaba ba la camp campañ aña a cant cantab aba a más más canciones. Cuando no cantaba, bailaba con Rosalía, repartía besos al público o invitaba a alguna muchacha a bailar el “rock de la cárcel”. El canto de Abdalá y su baile con Rosalía ¿Por qué el público disfrutó tanto al ver cantar y bailar al “loco”? ¿Cuáles son los significados del cant canto o de Abda Abdalá lá y de sus sus baile bailes s con con Rosa Rosalía lía? ? La resp respue uest sta a de sus sus opos oposito itore res, s, con con su característico desprecio a los sectores populares, es sencilla: Abdalá da al pueblo lo que a éste le gusta: circo y espectáculo. En palabras de Francisco Febres-Cordero, por ejemplo, “ahí estuvo el cantante de sugerente tono, haciendo que su voz de rapero recogiera del fondo de las más pestíferas cloacas todas las mugres, para lanzarlas al rostro de la audiencia sin más deseos que dar el espectáculo.” Sociológicamente el atractivo de ir a ver cantar y bailar a un político tiene significados más profundos. El canto y baile de Abdalá reivindican la sexualidad popular que es despreciada y reprim reprimida ida por “esa “esa gente. gente.”” El mismo mismo Abdalá Abdalá defend defendió ió sus canto cantos, s, no sólo sólo compar comparánd ándose ose a Menem, que canta tangos, y a Clinton, que toca el saxofón, también preguntó: “¿qué hombre no ha conquistado a una mujer cantando una serenata?” Y él, junto a los Iracundos, el grupo con el que sedujo a su esposa, ahora está cautivando al pueblo ecuatoriano. Abdalá no sólo da una serenata al pueblo para que vote por él, también invita al pueblo a que lo vea bailar con la futura Vicepresidenta, Rosalía Arteaga, que, como él mismo dice, es “una Doctora, Cientista, Periodista, Socióloga, una gran Maestra y, encima de eso, una mujer muy guapa”. Entonces Bucaram, el hombre de pueblo, esta seduciendo a una guapa mujer de clase social más alta, personificada en Rosalía. En los actos públicos ella vistió elegantemente, cuidó su maquillaje y peinado, estuvo siempre impecable y bailó guardando la seriedad y compostura de toda una dama. Abdalá, por su parte, como personificación de los sectores populares costeños, iba de sport , casi siempre con guayabera y muchas veces con vaqueros. Al bailar con una dama representaba una fantasía sexual de los sectores populares: bailar y seducir a una mujer de clase más alta y mas “fina.” Esto explica la euforia con la que los borrachitos del pueblo en Santa Elena, Libertad y Portoviejo gritaban a favor de Rosalía. En sociedades patriarcales los hombres construyen su masculinidad en competencia con otros hombres. Los hombres nunca están seguros de su masculinidad y virilidad. Constantemente tienen que probarla ante sí mismos y, sobre todo, buscando la aprobación y la aceptación de otros hombres. En gran medida esta búsqueda de reconocimiento se consigue conquistando mujeres apetecidas por otros hombres. “Las mujeres se transforman en un tipo de moneda que los hombres usan para mejorar su rango en la escala social de la virilidad.” Las mujeres más apetecidas son las mujeres “finas” de clase alta y las que entran dentro de los cánones coloniales raci racist stas as de belle belleza za,, que que por por lo gene genera rall son son las las muje mujere res s de clas clase e alta. alta. Buca Bucara ram m no sólo sólo representaba una fantasía popular, también demostraba su virilidad superior y, por lo tanto, su calidad de líder al bailar con la guapa Rosalía Arteaga. Además, en lugar de referirse a sus testículos o a la calidad de su semen como en el pasado, demostró su hombría bailando con una dama. Analizando varios romances latinoamericanos, Doris Sommers señala que las novelas, escritas por novelistas-politicos, simbólicamente conformaron la nación al unir personas de razas, clases, regiones y partidos diferentes. El baile entre Rosalía y Abdalá puede leerse de manera similar. No sólo se reconciliaban personas de diferentes clases sociales, también fraternizaban la costa y la sierra conformando una sola familia ecuatoriana. Además se unían la razón de Rosalía y la
pasión primitiva y viril de Abdalá. Dentro de los estereotipos de género latinoamericanos se dice que la mujer tiene una fuerza moral superior a la del hombre y que su rol es domesticar, controlar y encauzar la pasión incontrolada de la virilidad. Rosalía, la maestra, controlaba y educaba a Abdalá. Tanto es así que, cuando Abdalá preguntaba al público que si quería que se portara mal e insultara a sus adversarios, Rosalía movía la cabeza negativamente, sumándose a los gritos de ¡nooo! del ¡nooo! del público. El baile de Abdalá y Rosalía generó muchos chismes entre sus partidarios y opositores. Se dijo que Abdalá Abdalá subió subió la falda falda de Rosalí Rosalía a en Riobam Riobamba, ba, que le tocó tocó las piernas piernas en Portov Portoviej iejo. o. También se corrió el rumor de que eran amantes, que “Rosalía ya marchó.” Independientemente marchó.” Independientemente de su veracidad y de su buen o mal gusto -en este caso fueron invenciones de partidarios y opositores- los chismes deben tomarse en serio. Ellos son una forma de opinión pública popular que regula, en parte, la normalidad —entendida como la reproducción de las estructuras de poder entre clases, géneros y grupos étnicos— de las relaciones sociales. Roger Lancaster señala que “en lugar de ver al chisme como un modo trivial de discurso, sería mejor verlo simultáneamente como el polo más fluido de un continuo discursivo cuyo polo opuesto es la tradición; y como la fuerza fuerza y apoyo apoyo necesarios necesarios de la tradición.” tradición.” Los Los rumores y chismes sobre la conducta sexual de Rosalía la transformaron de mujer respetable y honorable madre de familia en mujer de malas costumbres. Así, se recurrió al castigo más común en contra de las mujeres que rompen con los roles tradicionales de género en una sociedad machista.
14.- Burros
Agosto 26 de 1996. Abdalá Bucaram. entrevista.- “Lo que yo hablo respecto a Borja (Rodrigo) es que yo pocas ocasiones, después de ver las estadísticas, he visto que un país haya tenido como Presidente de la República un verdadero burro. Este fue un burro en el poder”. Agosto 27 de 1996. Alfredo Adum. entrevista.- “René Bucaram no es más que un burro en materia petrolera”. Agosto 28 de 1996. Abdalá Bucaram, refiriéndose a Rodrigo Borja.- “¡Burro! El es el peor gobernante de los últimos 20 años. ¡Un burro!” Septiembre 2 de 1996. Abdalá Bucaram, luego de recibir críticas de todo el país por haber insultado a Rodrigo Borja.- “Yo tengo que reconocer que fue una barbaridad comparar a Borja con un burro. Yo le pido disculpas a los burros”. Quito. Febrero 7 de 1997. Plaza de San Francisco. 6:25 pm.- Rodrigo Borja Cevallos ha estado todo el día junto con los jóvenes manifestan manifestantes tes que llenan esta plaza y que han sufrido algunos algunos de los más intensos ataques con gases lacrimógenos. El ex presidente ha estado tan cerca de los sucesos, que el joven Patricio Yumbillo, quien cayó quizá mortalmente herido por una de las granadas de gases, lo hizo a los pies de Rodrigo Borja. El coraje desplegado por el fundador de la Izquierda Democrática, quien fue dirigente estudiantil en sus años universitarios, llamó la atención incluso a los militantes del MPD, educados para rechazar a los socialdemócratas. Pero no es sólo Borja. A su lado, aunque con mucha menor experiencia callejera, se encuentra Jaime Nebot Saadi, ex candidato socialcristiano a la Presidencia, quien presta sus hombros para que en ellos se apoye Juan José Castelló, comunista chino, chino, ubicado en el extremo opuesto del diapasón político. Fabián Alarcón está con ellos. A estas alturas, nadie recuerda que él mismo ha tenido momentos de aproximación con Bucaram. La unidad es total. Incluso ocurre un momento que se diría divertido. Un oficial de fuerzas especiales se aproxima a los estudiantes y dialoga con ellos. Se ponen de acuerdo en que las fuerzas del orden no arrojarán más gases si los estudiantes no lanzan más cocteles molotóvs. molotóvs.
Hacia las 7:10 uno de los canales de televisión, cuyos reporteros han estado en la primera línea de combate, entrevista a Rodrigo Borja. La imagen es estremecedora. El ex presidente tiene los ojos terriblemente irritados, pero se conserva entero y guarda una cierta presencia altiva. Apenas la relativa inmovilidad del brazo derecho, que quedó sentido en un accidente naval cuando ejercía la Presidencia, traiciona el estado físico luego de prolongadas horas de combate en la plaza. “Me siento muy orgulloso de haber sido presidente de la república -dice Borja-, Borja-, pero me siento incluso más orgulloso de haber dirigido esta lucha del pueblo ecuatoriano por la dignidad y la democracia”. democracia” . El ex candid candidato ato socia socialcr lcrist istian iano, o, el presid president ente e interi interino no del FRA, FRA, el diputa diputado do César César Verdug Verduga, a, desafiliado de la Izquierda Democrática, los estudiantes del MPD y varios militantes del FUT lo aplauden. Gracias, doctor Borja.
15.- La economía
Guayaq Guayaquil uil,, marzo marzo de 1996. 1996. Redac Redacció ción n del diario diario Expre Expreso. so.-- Poco Poco ante antes s de los post postres res,, Bucaram comenzó a desplegar su proyecto económico. Parecía una broma. Cuando afirmó que en Panamá no existían inflación ni devaluación de la moneda por el sencillo procedimiento de no tener una moneda real. Abdalá insistió en que el balboa, la divisa panameña, era bien poco más que una ficción contable. Creímos que era un disparate, y luego del almuerzo incluso hicimos bromas sobre la “sabiduría” económica de Bucaram, que parecía correr pareja con su conocimiento histórico, pues llegó a afirmar que él verdaderamente se inspiraba en el “pensamiento de Atahualpa”, organización ideológica que no pudo definir. Todo se aclaró el 18 de agosto. Ese día llegó a Ecuador el ex ministro argentino Domingo Cavallo. Para los análisis estructurales de América Latina, el populismo era algo así como una postura socialdemócrata, pero irracional. Los Los mejo mejore res s ejemp ejemplo los s de la tend tenden enci cia, a, como como el pero peroni nism smo o hist históri órico co arge argent ntin ino, o, habí habían an representado una alta cuota de resentimiento social y de medidas alternativas. Eso está cambiando, y ese cambio es una de las modificaciones más importantes de acontecer político continental. Hoy, el populismo sólo puede definirse como un estilo político; político; pero en el campo económico, su identidad con el neoliberalismo es absoluta. Pruebas al canto: desde el 8 de julio, tan pronto se proclamó su triunfo en las urnas, Bucaram mostró al país los asesores que había mantenido cautelosamente cautelosamente ocultos. Para sorpresa de muchos y tranquilidad de unos pocos, esos asesores de la fuerza de los pobres no eran unos individuos de izquierda, que el bucaramismo hubiese mantenido en la trastienda, sino precisamente todo lo contrario. Dos de los representantes más conspicuos de grupos económicos de poder, Alvaro Noboa y Roberto Roberto Isaías, Isaías, se encontrab encontraban an entre esos asesores, asesores, financistas financistas y personajes personajes decisorios decisorios en materia económica.Frente a la representatividad oligárquica que ellos proyectaban, la candidatura socialcristiana parecía una representación del FUT. Pronto se verían las iimplicaciones mplicaciones profundas de este vínculo entre oligarquía y bucaramismo.
16.- El nombre completo (y la cultura de la pobreza)
De “el nuevo relato ecuatoriano” de Benjamín Carrión. pág. 86.- “…Pero un día, en 1930, me llega desde Guayaquil un librito, bastante mal presentado, en papel ordinario, con un título que lo mismo podía servir para un tomo de poesías románticas, como para un volumen de canciones saudosas: Los que se van… van… Y como autores, tres nombres desconocidos totalmente para mí, que me preciaba de estar bastante informado de la vida literaria ecuatoriana. Tres nombres con el típico doble apellido de las gentes que se respetan y de buen ver en Guayaquil: Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert. “Esto “Esto del inexor inexorabl able e apellid apellido o doble doble es princi principal palme mente nte la especi especiali alida dad d de dos dos ciudad ciudades es del del Ecuador: Guayaquil, en la costa, y Cuenca, en la sierra…” Es cierto que hay predilección guayaca por aquello de fundir padre y madre. Pero hay más tras esa especialidad . Hay una necesidad de proclamar legitimidad de origen. Negación de bastardía o afirmación de mayorazgo. Porque hay la misma tendencia en los dos extremos de la escala. Los unos, que puede usted imaginar en el Club de La Unión, para reafirmar la fusión de dos grandes haciendas de cacao. Aspiazu y Puga. O Seminario y Tous. La otra, para aclarar de una vez, con el solo nombre, que uno no fue engendrado en lecho adulterino o “natural”, sino en alcoba nupcial de cónyuges legítimos. Preste atención a cómo manejamos nuestros nombres los guayaquileños y muchas cosas le quedarán claras sobre el origen de clase y las frustraciones de infancia. Recuerdo una ocasión en que alguien torpe y miserable intentó ofender a esa fuerza natural que es Jaime Hurtado, y vi al enorme atleta negro erguirse sobre trescientos años de grilletes y aclarar que él era, y que siempre sería, el doctor Jaime doctor Jaime Hurtado González . Me provocó aplaudir. Que Abdalá haya sido siempre “el abogado Abdalá Bucaram Ortiz ” cumplía la misma función. Resaltaba la legitimidad y acentuaba la educación recibida. Padre y madre. Por igual. Tal vez no provoque aplaudir. Pero no hay motivo para que usted ría. rí a. Critique a Bucaram todo lo que quiera; atáquelo cuanto le provoque por sus falencias y sus aberraciones; por sus actos y sus gestos; por sus palabras y sus intenciones; pero -¡por Dios!trate de comprenderlo, porque de otro modo es posible que regrese. Es que muchas de las características del bucaramato, tanto en el sentido de ser personales del líder cuanto de significar las relaciones de éste con la masa, provienen de aquello que el antropólogo norteamericano Oscar Lewis llamó La cultura de la pobreza. pobreza. Oscar Oscar Lewis: Lewis: del libro libro La Vida. Vida. página XLVI.- “La cultura de la pobreza puede darse en diversos contextos históricos. Sin embargo, tiende a crecer y desarrollarse en sociedades que presentan el siguiente conjunto de condiciones: 1) economía monetaria, trabajo asalariado y producción con fines utili tarios;
2) índice elevado y constante de desempleo y subempleo para el obrero no especializado; 3) bajos salarios; 4) carencia de organización social, política o económica, ya sea por iniciativa voluntaria o por imposición estatal, para auxiliar a la l a población de ingresos reducidos; 5) la existencia de un régimen de parentesco bilateral más bien que unilateral y, por último, 6) la existencia de un sistema de valores en la clase dominante que ponga énfasis en la acumulación de riqueza y propiedades, en la posibilidad de ascenso en la escala social y en el ahorro, y que explique la indigencia económica como resultado de la incapacidad o la inferioridad personal. En un sistema de parentesco unilineal, la descendencia se reconoce o a través de los varones o a través de las mujeres. En un sistema bilateral o cognático, la descendencia se reconoce a través de los hombres o de las mujeres, sin énfasis en ninguna de las dos líneas. En un sistema unilineal, un individuo pertenece a un grupo en virtud de su nacimiento. En contraste, una persona nacida en un sistema bilateral generalmente tiene la posibilidad de elegir parientes, escogiendo a aquellos con los que desea relacionarse. Esto conduce por regla general a una mayor difusión y fragmentación de los vínculos con los parientes, a medida que transcurre el tiempo. Quito. Entrevista con Abdalá Bucaram. Agosto 19.- “Mi condición de presidente no tiene porqué atarme a la condición de esclavo del protocolo, ni mucho menos”. Oscar Lewis: del libro La Vida. Vida. página XLVIII.- “El terreno más fértil para el desarrollo de la cultura de la pobreza lo forman aquellos miembros de las capas inferiores de una sociedad en transformación acelerada que ya se hallan parcialmente enajenados respecto de dicha sociedad. De tal suerte, la cultura de la pobreza aparecerá más pronto en el barrio pobre urbano entre el emigrante agrícola sin tierras propias que entre el que viene de aldeas campesinas con culturas tradicionales estables y bien organizadas. La cultura de la pobreza puede originarse de modo muy temprano y permanecer muy arraigada entre los inmigrantes de otras etnias” Quito. Entrevista con Abdalá Bucaram. Agosto 22.-”¿De 22.- ”¿De que nos han servido los Presidentes maduros maduros que hemos tenido? tenido? De tan maduros maduros nos pudrimos. pudrimos. Hoy tenemos un Presidente Presidente que hace las cosas”. Oscar Lewis: del libro La Vida. Vida. página XLIX.- “La cultura de la pobreza es tanto una adaptación cuanto una reacción de los pobres frente a su posición marginal en una sociedad capitalista estratificada en clases y de alto nivel de individuación. Representa un esfuerzo para combatir la desesperanza y la angustia motivadas por la improbabilidad de triunfar de acuerdo con los valores y las finalidades de la sociedad general. En efecto, muchas de las características de la cultura de la pobreza pueden considerarse como intentos de solución l ocal a problemas que las instituciones y organismos existentes no resuelven, ya sea porque los pobres no tienen voz en ellas o porque no pueden pagar por sus servicios o porque no saben que existen o porque las miran con suspicacia.” Septiembre 8. Abdalá Bucaram, luego de grabar un disco compacto.- “Me siento bien, me siento Julio Iglesias, me siento un cantante más.” La vida no solamente es rigidez, la vida es amor, deporte, salud. Un pueblo que ve a su presidente con ánimo para cantar, para luchar y hacer deporte es un pueblo altivo. Si tuvieramos un presidente amargado, entonces tendríamos un pueblo amargado, pero el nuestro es un pueblo feliz”. Oscar Lewis: del libro La Vida.Vida.- “En la cultura de la pobreza la gente conoce y discute los valores de la clase media, e incluso se apropia algunos de ellos; pero en general no rige su vida por ellos. Por eso es importante distinguir entre lo que dicen y lo que hacen. Por ejemplo, muchos dirán que el matrimonio civil o el religioso, o ambos, constituyen la forma ideal de unión; pero muy pocos contraeran matrimonio. Para hombres que carecen de trabajo
permanente u otra fuente de ingresos, que no poseen bienes ni capital que legar a sus hijos, que viven en función del presente y que desean evitar los gastos y complicaciones legales que implican el matrimonio formal y el divorcio, la unión libre o el matrimonio consensual ofrecen ventajas innegables. Las mujeres, por no atarse a hombres que consideran inmaduros, tiránicos y generalme generalmente nte irrespons irresponsables ables,, rechazan rechazan a menudo menudo ofertas ofertas matrimoni matrimoniales, ales, inclinándos inclinándose e por la unión unión conse consensu nsual al que que les permite permite gozar gozar de la libert libertad ad e indepe independe ndenci ncia a de que gozan gozan los hombres. Además, al no conceder a los padres de sus hijos el estado legal de esposos, refuerzan sus derechos sobre los niños en caso de que resuelvan separarse de sus hombres. Por otra parte, así mantienen sus derechos exclusivos sobre una casa o cualquier otra propiedad.” Rodolfo Pérez Pimentel. Diccionario Biográfico del Ecuador . Tomo V. página 47.- “Cuenta Abdalá Bucaram: desde chiquito fui un travieso y aventurero. Gustaba de trepar al altillo, y de allí me bajaban con un escobillón. También me agradaba salir a la calle sin zapatos. Mis hermanas mayores -Martha, Betty y Linda- me enseñaron a leer y escribir a los cuatro años. A los seis, me llevaron a la escuela Emilio Estrada de García Avilés, entre Rumichaca y Ballén, donde completé hasta el tercer grado. Siempre fui un buen alumno, aunque de difícil conducta, y quizá por eso me prefería (?) mi profesora, la Srta. Rosa. “Cuando sacaba buenas notas, mi papá me regalaba una cajita de pasas, pero me daba látigo cuando no respondía en el catecismo”. Oscar Lewis: del libro La Vida.Vida.- “La cultura de la pobreza, sin embargo, no es sólo una adaptación a un conjunto de condiciones objetivas de la sociedad general. Una vez que aparece, tiende a perpetuarse de generacion en generación debido a su efecto sobre los niños. A los seis o siete años, los niños de los barrios pobres ya han absorbido, en la mayoría de los casos, los valores y actitudes básicos de su subcultura, quedando así mal dispuestos psicológicamente para aprovechar las mejores condiciones o las nuevas oportunidades que puedan presentarse en el transcurso de sus vidas. Con mucha frecuencia frecuencia la cultura cultura de la pobreza se desarrolla desarrolla cuando cuando un sistema social social y económico estratificado entra en crisis o es reemplazado por otro, como en el caso de la transición del feuda feudalism lismo o al capita capitalis lismo, mo, o durant durante e period periodos os de rápido rápido cambio cambio tecnol tecnológi ógico. co. A menud menudo o es resultado de conquistas imperiales que destruyen la estructura social y económica autóctona y reducen a la población nativa, a veces por muchas generaciones, a una condición de servidumbre colonial. También puede aparecer en el curso de la destribalización, como ocurre actualmente en Africa.” Abdalá Bucaram. Viernes, 20 de septiembre. Entrevista en Machala, luego de cantar en la Feria Mundial del Banano.- “Me siento político, cantante, futbolista, loco. De todo un poco. Un ser humano”. Oscar Lewis: del libro La Vida.Vida.- “Al nivel del individuo, los rasgos distintivos se resumen en un fuerte sentimiento de marginalidad, impotencia, dependencia e inferioridad. Pude comprobar la existencia de estos rasgos en habitantes de barrios pobres en la ciudad de México y San Juan, entre familias que no constituyen un grupo racial o étnico aparte y que no son víctimas de la discriminación racial. En los Estados Unidos, por supuesto, la cultura de la pobreza de los negros sufre sufre la desven desventaja taja adici adiciona onall de la discrim discrimina inació ción n racial, racial, pero, pero, como como ya he sugeri sugerido, do, esta esta desv desven enta taja ja adic adicion ional al cont contie iene ne una una gran gran capa capaci cida dad d pote potenc ncia iall de prot protes esta ta y orga organiz nizac ació ión n revolucionarias que parece faltar en los barrios pobres de la ciudad de México o entre los blancos pobres del sur norteamericano. Entre otros rasgos distintivos se cuentan la frecuente privación de la madre y la oralidad, la debilidad en la estructura del ego, la confusión de la identificación sexual, la falta de control de los impuls impulsos, os, la orient orientaci ación ón tempor temporal al dirigi dirigida da primor primordia dialme lmente nte hacia hacia el presen presente, te, la capaci capacidad dad relativamente reducida de aplazar la realización de los deseos o de planear para el futuro, la resignación y el fatalismo, la creencia generalizada en la superioridad del varón, y una gran tolerancia frente a las patologías psicológicas de todo tipo.”
Abdalá Bucaram. Septiembre, 24. Entrevista al descender de un avión supersónico.- “Me siento totalmente Rambo. ¡Soy el Loco 00!” Abdalá Bucaram. Octubre 1. Entrevista.- “El ministro de Energía no necesita examen psiquiátrico. ¡Es un loco! ¡Como lo es Abdalá!” ******* Ya que usted está leyendo este libro, y puesto que ha llegado hasta este punto, he de suponer que hay una alta probabilidad de que usted no quiera que Abdalá regrese, y que le atormente la pregunta de cómo lograrlo. Pidamos una vez más ayuda a Oscar Lewis… Oscar Lewis: del libro La Vida.Vida.- “Cuando los pobres adquieren conciencia de clase o se afilian a organizaciones sindicales, o cuando adoptan un enfoque internacionalista del mundo, dejan de perten pertenece ecerr a la cultur cultura a de la pobrez pobreza a aunque aunque contin continúen úen siendo siendo desesp desespera eradam dament ente e pobres pobres Cualquier movimiento, ya sea religioso, pacifista o revolucionario, que organice y dé esperanzas a los pobres y fomente efectivamente la solidaridad y el sentido de identificación con grupos más amplios, destruye la base psicológica y social de la cultura de la pobreza. A este respecto, sospecho que el movimiento en favor de los derechos civiles de los negros en los Estados Unidos ha contribuido más a fortalecer su imagen de sí mismos y su respeto por sí mismos que el disfrute de las nuevas oportunidades económicas, aunque sin duda alguna ambos factores se refuerzan mutuamente.”
17.- Lo que fue del cinco al seis
Quito. Febrero 4. Entrevista con Abdalá Bucaram.- Parece una situación de regateador de feria. En su desesperación al ver que la unanimidad en su contra sigue creciendo día por día, el presidente Bucaram ha comenzado a dar marcha atrás en todos sus planteamientos económicos. Encandilado con las luces de los reflectores que alumbraban su tribuna de cantante y actor, Abdalá no vio la gravedad de las reacciones que estaba provocando. Cuando dictó las terribles medidas económicas que destruían lo poco que quedaba de esperanza en el presupuesto familiar de los barrios pobres, lo hizo inculpando al Congreso, que le había negado sus tributos mañosos, y afirmó que era responsabilidad del parlamento que él se viera obligado a emplear otros recursos para financiar el presupuesto. El gas, que es el precio más visible y fácil de calcular, ha pasado de 2,900 sucres por un cilindro de 15 kilos a 10,000 sucres por el mismo tanque. Tres veces y media de incremento. Ahora, cuando el paro nacional anunciado para el 5 es ya un hecho irrefrenable, Abdalá ha comenzado a dar pasos atrás. A medida que pasa el tiempo, él, personalmente o por intermedio de su cuñado Pablo Concha, ministro de finanzas, va reduciendo el precio de 10,000 a 6,000, primero; de esos 6,000 a una cifra indeterminada que sería menor, después, y, finalmente, en un acto que resume una extrema desesperación, cuando las manifestaciones ya están en la calle, dice que todo queda derogado y que el precio del gas se mantiene en los mismos 2,900 sucres que costaba antes. El presidente consigue exactamente lo contrario de lo que busca. Si deseaba apaciguar al pueblo, lo que ha logrado es enfurecerlo más, porque el razonamiento que me hace el taxista que me lleva es impecable: - “Si de verdad existía el déficit, puede suprimir el alza del gas, pero va a tener que subir otras cosas -dice-. ¿No le parece? ¡¿Y a saber con qué nos sale?!” - ¿Y si no era cierto lo del déficit? -le pregunto. - Entonces, ¿para qué subió, pues? Lo dice golpeando el volante con tal fuerza, que el claxon atrae la atención de los transúentes.
Quito. Febrero 5. Frente al Palacio Legislativo. 3:30 pm.- Finalmente, luego de una lluvia torrencial que amenazó con dispersar a los manifestantes, la gente ha llegado hasta el Congreso. La unidad no fue tan perfecta como se había planeado, y cada uno tiene su explicación para las
disensiones de última hora. Lo cierto es que los integrantes del FUT, que se consideran -sin mucha razón- dueños de la manifestación, han llegado a la conclusión de que los políticos tratan de aprovecharse de ellos y están canalizando las cosas hacia su molino. molino. Por su parte, aquellos políticos aquellos políticos no lo eran tanto. La Asamblea de Quito está conformada por una seri serie e de fuer fuerza zas s muy extr extrañ añas as,, que que sin sin much mucha a legi legiti timi mida dad d han han com comenza enzado do a llam llamar ar representación de la ciudadanía, ciudadanía , un término nuevo en la política ecuatoriana, que nadie sabe exactamente qué puede significar en relación con otros conceptos cercanos, como sociedad civil o más sencillamente el pueblo. pueblo. Tampoco la Asamblea de Quito tiene mucha razón cuando se queja del FUT. Las contradicciones de clase se han puesto de manifiesto de un modo claro y se evidencian espacialmente en una ciudad como Quito, partida en dos ciudades. El diálogo pluriclasista de la tal ciudadanía va a ser mucho más complicado de lo que parecía. La Asamblea convoca a concentrarse en el Norte, en la avenida de los Shyris, mientras el FUT llama a su gente a congregarse en el Centro-Sur, en San Francisco. Esto tiene una lógica clasista. Lo extraño es que las Cámaras de la Producción son las únicas que se aproximan al FUT. Provoca más de una sonrisa, y no falta alguien que intenta un coro irónico… Empresarios y obreros unidos jamás serán vencidos Pero ahora, aquí, en el Congreso, son los verdaderos políticos quienes suben a la improvisada plataforma. Y de pronto, sin que la masa se dé cuenta exactamente del momento en que ello ocurre, el movimiento ha quedado en manos del Congreso. Los Los más más hábi hábile les s de los los parl parlam amen enta tario rios s no pier pierde den n la opor oportu tuni nida dad d de most mostra rars rse, e, incl inclus uso, o, patern paternali alista stas s con con el pueblo pueblo y afirma afirmarr que ellos, ellos, los padre padres s de la patria patria, han han acep acepta tado do las las demandas callejeras y van a proceder, si conforman mayoría suficiente, y siempre respetando las normas constitucionales, a estudiar la posibilidad de responder a las aspiraciones populares. ¡Ya está! El cambio se ha producido. Era inevitable que en algún momento pasara la iniciativa de esta buena gente de gremios, colegios profesionales, sindicatos y asociaciones escuela a esa gente (que hubiese dicho Abdalá) de los partidos, parti dos, los pactos, los amarres y las componendas. Siempre pasa lo mismo. Y, sin embargo, uno siempre se sorprende. Nos lo tenemos merecido. Quito. 9 de febrero. 6:00 pm.- No sé si Fausto Dután me está tomando el pelo. Coincidimos en una reunión entre social y política, y él expresa su terrible sorpresa al ver que una entidad plural pero misteriosa llamada los políticos ha tomado el control del movimiento. No sé si es ingenuidad o hipocresía. Fausto es un dirigente de muchos años, con un largo camino de luchas clasistas a la espalda, y me cuesta mucho esfuerzo imaginarlo sorprendiéndose de ver que los políticos actúen como… Bueno, como políticos como políticos.. Si estuviéramos a solas, se lo preguntaría. Pero hay una pluralidad de personas en la sala, y no tengo la misma dosis de confianza con todos. Es curioso. El FUT se inclina más hacia Rosalía Arteaga. Tampoco estoy seguro de poder calificar esa tendencia. Para mí es perfectamente claro que la Dra. Arteaga es cómplice del bucaramato, y que por sanidad política debería correr la misma suerte que su líder; pero los amigos trabajadores parecen pensar de un modo diferente. No sé si es una ilusión óptica, o un apego irracional a la letra de la ley, o…
La letra de la ley es ley es algo que está en el centro de la palestra política de estos días. Lo que está en juego es el equilibrio entre varios conceptos esenciales. Algunas preguntas decisivas. ¿Cuál es la relación entre la legitimidad de legitimidad de una medida y la legalidad de legalidad de la misma? En caso de disputa, ¿a qué lado debe inclinarse el buen sentido y la búsqueda del bien común? Para el caso concreto, es claro que ha sido un abuso jurídico -para decirlo suavemente- aplicar a Bucaram el artículo 100 (letra d ), ), sin haberse tomado siquiera el esfuerzo de sustanciar aquella inhabilitante incapacidad mental o física para ejercer la Presidencia. Pero es igualmente evidente que fue una decisión legítima desde el punto de vista político, pues las manifestaciones de los días 5 y 6 han probado fehacientemente que una inmensa mayoría del pueblo ecuatoriano está en contra del gobierno y que desea que termine su mandato. Mucho más difícil es defender la destitución sin juicio previo del Contralor o el Procurador, y no se entiende políticamente la urgencia de haberlos despachado, cuando bien se pudo esperar a despacharlos con un juicio adecuado. Pero es flagrante también que la señora vicepresidenta hace una lectura legal aun más abusiva, pues reconoce una parte de las resoluciones del Congreso -aquella que destituye a Bucaram-, pero no admite la competencia legislativa para nombrar al reemplazo. Preocupa que el diario Hoy , o al menos quien se encarga de colocar sus titulares, se incline abiertamente en favor de la señora de Córdova, y el habitualmente lúcido Javier Ponce, al analizar el papel de las FFAA en su artículo del día 11 de febrero, presenta el caso desde la persp perspect ectiva iva de la cuenca cuencana na al decir decir “En esta esta oportu oportunid nidad, ad, la instit instituci ución ón milita militarr contri contribuy buyó ó a resolver la crisis en sintonía con una exigencia colectiva del país. Ello se expresó en la cesación del poder presidencial de Bucaram; en el encargo del poder a la vicepresidenta Arteaga; que el Congreso crease una base jurídica y que, sobre ella, elija un presidente constitucional interino”. Dicho de otro modo, favorecía la tesis de que la presidenta encargada (que era el cargo oficial de Rosalí Rosalía a hasta hasta su renunc renuncia ia en el salón salón amari amarillo, llo, hacia la noche noche del mismo mismo día 11) debería debería permanecer en su cargo hasta que el Congreso crease una base jurídica, jurídica, lo que equivalía, en buen romance, a tratar de reunir 55 votos. Un imposible político en el corto plazo. En fin, que las cartas están echadas y el Congreso eligió (¡por segunda vez en la misma semana!) a Fabián Alarcón Rivera como Presidente Constitucional Interino, el martes 11, a las 9:51 pm., con un amplio margen de 57 votos a favor. Y el voto en blanco del inefable Illingworth.
18.- Los Tres
Quito. 11 de febrero. 7:45 pm.- Ya he tenido oportunidad de decirlo antes: Pablo Cuvi posee una de las mentes más rápidas e incisivas del país. Y una voracidad de información inagotable. Se ha pasado todos estos días en el Congreso Nacional. - Ya no sé -me dice- si he actuado como guardaespaldas o como asesor de César Verduga. - Tien Tiene e que que ser ser como como ases asesor or -le come coment ntoo-.. Césa Césarr no está está tan tan mal mal como como para para toma tomart rte e de guardaespaldas. La conversación gira -cómo no- hacia los temas políticos y, naturalmente, hacia este libro que está naciendo delante de sus ojos. Pablo opina que la intervención de la Embajada gringa ha sido cardinal en muchas cosas, pero no en lo militar. - Por lo menos, no como antes -especifica-. Antes, un coronel protegía al presidente y entonces mandaba a las tropas a rodear palacio para defenderlo. Hablaba con el embajador y cambiaba de bando. Llegaba a la plaza y sólo pegaba un grito… “Media… vuelt!” Y ya. Los mismos soldados que antes protegían palacio, ahora entraban y sacaban al pobre tipo. Eso se acabó. Pablo tiene razón. Quito. Febrero 6. Plaza de San Francisco. 6:40 pm.- De pronto hay una voz que grita. Es alguien acostumbrado a mandar… “Coroneles… Mayores… Capitanes -dice la voz- Les habla el general José Gallardo. Les habla su instructor. Su maestro… No disparemos contra ecuatorianos. No ensuciemos el sagrado nombre de las Fuerzas Armadas…” Loja. Febrero 7. Radio Centinela del Sur.- El país parece empantanado. La actitud personalista de la vicepresidenta de Bucaram, quien se ha autoproclamado presidenta constitucional, tiene al
país pendiente de un hilo. Las fuerzas políticas critican a las FFAA por no intervenir. Si la situación no fuera tan tensa, provocaría reír. Hace pocos años habrían condenado a los soldados precisamente por lo contrario. De pronto, hay una entrevista que se retransmite r etransmite desde Loja. Quien habla es el casi flamante general José Grijalva, comandante de la brigada, pero mucho más conocido por su labor heroica en la defensa del Cenepa. Su voz, que llega entrecortada por las ondas de amplitud modulada, es suficiente para tranquilizar al país. Las FFAA respaldarán al Congreso si sus resoluciones están apegadas a derecho. Quito. 11 de febrero. 10:25 pm.- La elección (segunda en pocos días) de Fabián Alarcón como presidente de la república es un hecho. Pero todos los ojos se vuelven hacia el costado donde se sienta quien es probablemente el hombre más respetado y querido del Ecuador. Se trata del genera generall Paco Paco Moncay Moncayo o Galleg Gallegos, os, por ahora ahora minis ministro tro de defens defensa a encarg encargado ado.. Hace Hace breves breves y concisas declaraciones, pero mucho más significativa es su sola presencia aquí, en el Congreso. Cuando se sienta, lo hace bajo un enorme letrero que reproduce las palabras de don Eloy Alfaro cuando se negó a que lo defendieran a costa de la Constitución. “Todo, menos la dictadura” dice el letrero, pintado por el gran Oswaldo Guayasamín, bajo el cual se sienta el general Moncayo. Gracias a los tres.
19.- Perú
Lima, Perú. Enero de 1997.- Se ha dicho poco acerca de la incidencia del viaje de Abdalá Bucaram al Perú como elemento que pesó en la conciencia nacional al decidir echar para siempre de su suelo al oprobio que señaló su gobierno. Y no debe decirse mucho, porque son temas que debemos tocar con extremo cuidado. Lo cierto es que buena parte de Ecuador escuchó con horror a su presidente apartarse del texto pre-elaborado y proclamar que deberíamos “pedirnos perdón” Ecuador y Perú. Casi de inmediato, la reacción nacional fue altiva y digna. ¿De qué habríamos nosotros -los agredidos de siempre- que pedir perdón al agresor? General Paco Moncayo. Parte de Guerra.- “El Ecuador es un país pequeño geográficamente, pero digno. Es un pueblo que ama la paz y que ama a los pueblos vecinos, pero ya está cansado de ser agredido, humillado y ofendido”. “Ecuador no quiere la guerra, quiere la justicia, pero advierte que el no disponer de todo el aparataje bélico que tiene el Perú, como fue reconocido por su propio presidente, no lo convierte en un país inerme. Está dispuesto a hacerse respetar, aun a costa de los más grandes sacrificios. Sabe que es preferible morir a vivir eternamente humillado”. Sumada a la corrupción generalizada, al nepotismo en todas las instancias, a la grosería de la forma y la prepotencia del fondo en las expresiones oficiales, a la falta absoluta de preparación previa o de trabajo serio de planificación de largo plazo, la actitud entreguista y traidora del presidente Bucaram en lo tocante a nuestro problema territorial y en nuestras relaciones con Perú fue un elemento esencial para despertar la iracundia del pueblo y decidirlo a salir a las calles para cambiar el régimen.
20.- Y después de Bucaram, ¿qué?
Santiago de Chile. Noviembre de 1996.- Amparo Menéndez-Carrión es una de las personas que mejor conoce (y comprende) la política ecuatoriana. Autora del ya clásico La Conquista del Voto, Voto, ha seguido muy de cerca la evolución del clientelismo en su variante bucaramista. Yo estoy aquí para cubrir como reportero la reunión de los Cancilleres de Ecuador y Perú, pero Amparo mucho más está interesada en Bucaram que en Leoro. - ¿Cómo definirías tú el cambio que Bucaram introduce en la política políti ca ecuatoriana? -me pregunta. Me toma un poco por sorpresa. Nos ocurre a todos. Cuando uno vive inmerso en una realidad que cambia tanto y a tan acelerado ritmo como el que Abdalá ha impuesto en Ecuador, es muy difícil poder detenerse el tiempo indispensable para extraer o formar un concepto. De todas maneras adelanto uno… - Abdalá prendió la luz -digo. Es un barbarismo barbarismo eso de “prender”, “prender”, pero yo sé bien que Amparo, Amparo, aunque no nació en Ecuador, conoce todos los modismos y las barbaridades de su país de adopción. Pero, lo que le extraña no es lo de “prender”, sino aquello de “la luz”. Pide que elabore. Lo intento. - Ecuador, o al menos la política ecuatoriana -digo- han contenido desde hace mucho una alta dosis de corrupción, una buena cantidad de nepotismo, mucha relación clientelar en todos los niveles y bastante de hipocresía y limitación de miras y proyectos. Desde hace mucho tiempo que no hay visiones de largo plazo, y el sistema de partidos entró en crisis hace por lo menos diez años. - Y eso, ¿qué tiene que ver con la luz? - Que todas esas aberraciones, la corrupción, la mentira, el clientelismo, las ofertas que ya se sabe que no van a cumplirse… Se habían realizado siempre como en la penumbra… preservando las buenas maneras y, sobre todo, las buenas palabras. Vivíamos casi en tinieblas, y por eso no nos veíamos los unos a los otros. Como no nos veíamos, podíamos imaginarnos que seguíamos siendo jóvenes, apuestos, esbeltos, honrados… Y entonces… - Entonces… Llegó Bucaram y… ¿prendió la luz? - No sé si es una buena imagen -le digo-. Pero es la única que se me ocurre. Bucaram no inventó ningún pecado nuevo. Sólo los llevó todos al extremo. Por eso, cuando le hablan de corrupción en las aduanas, por ejemplo, él responde que siempre ha existido. Y tiene la razón. Siempre hubo corrupción aduanera. Jacobito no ha hecho más que multiplicarla y volverla descarnadamente cínica. Y lo mismo ocurre con la compraventa de conciencias en el Congreso… León lo hizo… Y Sixto… Claro, nunca se hizo tan a gritos, con puntapiés y malas palabras como ahora… O el nepotismo. Sixto tenía a buena parte de su familia en muchas partes… Claro, no tenía “quinientos “ quinientos parientes” como dice tener Bucaram… Lo que hizo fue empeorarlo todo. Prender la luz . Y, con la claridad, nos vimos como estamos… Viejos, feos, llenos de pústulas y lepras, de úlceras y cicatrices…
Quito, 12 de febrero de 1997. 0:45 am.- Fabián Alarcón se acaba de posesionar como nuevo presidente constitucional de la república, y ha dado un discurso que no se diferencia en mucho de los anteriores en la misma situación. No tendría por qué ser distinto. Fabiolo como lo llama toda la comunidad política ecuatoriana es el epítome de esa práctica profesional. Pero el pueblo no salió a la calle únicamente para botar a Bucaram. Junto con Bucaram quería terminar con todo el sistema que hizo posible a Bucaram y que propició su victoria. La gente salió de sus hamacas y de sus mecedoras para exigir un cambio radical y no sólo una suplantación de nombres. Si eso no se produce, habiéndose creado el precedente de la aplicación del artículo 100, mucho me sospecho que los regímenes que sigan a Bucaram durarán tan poco como el suyo… ¿Y entonces? Después de Bucaram… ¿qué? Una Una de dos dos opci opcion ones es.. Ahora Ahora que que nos nos hemo hemos s vist visto o con con la luz luz ence encend ndid ida, a, ya no podr podrem emos os ocultarnos nuestras deformidades, arrugas y verrugas. Ya sabemos que hay muchísimas cosas que están podridas aquí. No sólo Bucaram, que no fue más que el monstruoso epítome de una cadena de corrupciones y deformidades. ¿Y ahora? Yo sólo veo dos opciones: o volvemos a apagar la luz y fingimos que el único corrupto era el loco; loco; que él era el único maniobrero y sin proyectos… Y entonces volvemos a las mismas andadas de pensar que, al apagar la luz otra vez, hemos recuperado la juventud y la belleza y la alegría y la espe espera ranz nza a y el ferv fervor or cívic cívico o y las las gana ganas s de paga pagarr impu impues esto tos s y la deci decisi sión ón de pres presen enta tar r declaraciones correctas de aduanas y de llegar a tiempo y de… Y de todas aquellas mentiras, que sabemos bien que son mentiras… O tomamos el otro camino, y conservamos la luz prendida para ver bien lo que hacemos y cómo somos. O creemos que ya somos como quisiéramos ser… O trabajamos para ser de verdad como queremos. Quito. Viernes, 15 de febrero. A las puertas de Emetel. 5:40 pm.- Hay una cola a la entrada de la oficina de teléfonos. Es el último día de la semana, de modo que los morosos se esfuerzan por no perder sus teléfonos para sábado y domingo. De pronto, uno de los guardias de seguridad de la empresa cierra las puertas de vidrio, en las que claramente se lee que la atención durará hasta las 6 pm. No es algo inusual. De hecho, todos los viernes, los San Viernes de la burocracia quiteña, es la tradición (la maldita tradición del subdesarrollo) que las puertas se cierren con antelación a la hora debida. Pero no es sólo eso. Se comenta, como otro secreto a voces, que los funcionarios de la empresa aprovechan de aquellos atrasos en el pago para comercializar por su cuenta (y para su bolsillo) las líneas telefónicas que declaran libres por falta de pago. La tradic tradición ión manda manda tambié también n que los parroquianos, parroquianos, aquellos aquellos pobres pobres consumid consumidores ores del tercer tercer mundo, no protesten, o que lo hagan sólo entre dientes y para sí, pero que soporten estoicamente los abusos del poder; incluso del humilde poder de este guardia de seguridad que ha cerrado la puerta. Pero eso era antes. Ahora, como si la historia se dividiera entre un antes y un después del cinco de febrero, la gente ya no lo soporta más. Hay una voz que se eleva y que emite incluso un carajo muy poco habitual para la formalidad de Quito. El guardia se asusta. La gente eleva los puños… - Parece que no comprendieron lo que ocurrió el cinco de febrero -afirma el primero que habló. El guardia llama al jefe departamental, quien no alcanza a llegar hasta la puerta, porque la gente la rompe y penetra al local de la empresa pública reclamando sus derechos. El burócrata mayor trata todavía de argumentar que el turno ha concluido, pero ya es imposible.
La gente que llevaba algunas horas haciendo su fila para pagar sus servicios ha impuesto sus derechos. Hay un sentimiento de victoria. Un nuevo carajo, carajo, pero esta vez de satisfacción… ¿Ha cambiado el país? ¿Habremos dejado de lado aquella fementida bondad , tan parecida a la pusilanimidad, que nos paralizaba y permitía que cualquiera con zapatos nos pisoteara? ¿Vamos a comenzar -por fin- a reclamar nuestros derechos, como gente que cumplirá -por fin, también- con sus obligaciones? ¿Será esta la herencia mayor que le debamos agradecer a Abdalá Bucaram Ortiz? Si es así, y si ese sentimiento de habernos apropiado de nuestro propio país, de habernos vuelto ecuatorianos (de verdad, de a de veras), que invadió las calles el cinco y seis de febrero se prolonga para siempre, tendremos -¡vaya paradoja!- que decirle gracias al loco. Quito, febrero de 1997