La ética de la identidad
Del mismo autor
In my father’s father’s house: Africa Africa in the the philosophy of culture, Nueva York, Color Color conscious. conscious. The political political morality morality of of race (en colaboración
con Amy Gutmann), Gutmann), Princeto Princeton, n, Thinking it through: through: An introduction to contemporary philosophy ,
Nueva York, Cosmopolitanism: Ethics in a world of strangers, Nueva York (edición
española en preparación por por Katz Editores)
Kwame Anthony Appiah
La ética de la identidad
Traducido por Lilia Mosconi
conocimiento
Appiah, Kwame Anthony La ética de la identidad - 1a ed. - Buenos Aires : Katz, 2007. 404 p. ; 23x15 cm. Traducido Traducido por: por : Lilia Mosconi ISBN 978-987-1283-36-1 978-987-1283-36-1 1. Identidad Cultural. I. Mosconi, Lilia, trad. II. Título CDD 306
Primera edición, 2007 © Katz Katz Editore Editoress Sinclair 2949, 5º B 1425, Buenos Aires
www.katzeditores.com Título de la edición original: The Ethics of identity © 2005 2005 by Prince Princeton ton Univ Univers ersity ity Press Press ISBN Argentina: 978-987-1283-36-1 978-987-1283-36-1 ISBN España: 978-84-935432-4-2 9 78-84-935432-4-2 El contenido intelectual de esta obra se encuentra protegido por diversas leyes y tratados internacionales que prohíben la reproducción íntegra í ntegra o extractada, realizada por cualquier procedimiento, que no cuente con la autorización expresa del editor. Diseño de colección: tholön kunst Impreso en la Argentina por Latingráfica S. R. L. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Índice
Agradecimientos Prefacio
la individualid individualidad ad . La ética de la
autonomía y sus críticos críticos . La autonomía
exigencias de la identidad identidad . Las exigencias
problema con con la cultura cultura . El problema
. La
formación formación del alma alma cosmopolitismo tismo arraigado arraigado . El cosmopoli
Índice Índice analít analítico ico
A Henry Henry Find Finder er totum muneris hoc tui est… Horacio, Odas 4.3
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Al trasladarse del campo de la obligación moral al de la realización ética, la reflexión de los filósofos modernos ha retornado a preguntas que absorbieron la atención de los antiguos: preguntas acerca de qué vida deberíamos llevar, llevar, que definen definen una vida bien vivida como algo más que una vida que satisface nuestras preferencias. Una vez que tomamos en serio estos interrointerrogantes, nos vemos obligados a reconocer reconocer que las herramientas con que construimos nuestras vidas v idas incluyen muchas formas y muchos recursos provistos por la sociedad sociedad:: entre entre ellos, ellos, el más obvio obvio es el lenguaje, lenguaje, pero pero también también hay otras incontables instituciones privadas y públicas. Lo que ha resultado ser especialmente enojoso, sin embargo, es el intento intento de dar cuenta de esas forformas sociales que ahora llamamos identidades: géneros géneros y orientaciones orientaciones sexuales,etnias les, etnias y nacionalidades, nacionalidades,prof profesion esiones es y vocaciones.Las vocaciones. Las identidades identidades hacen reclamos éticos porque –y esto no es más que un hecho del mundo que nosotros,los otros, los seres humanos, humanos, hemos creado– creado– llevamos nuestra nuestra vida como hombres y como mujeres, como homosexuales y como heterosexuales, como ghaneses y como estadounidenses, como negros y como blancos blancos.. De inmeinmediato comienzan a acumularse los enigmas. ¿Las identidades representan representan un freno para la autonomía o son ellas las que la configuran? ¿Cuáles son los reclamos reclamos justos, si es que hay alguno, alguno, que pueden pueden hacer al Estado esos esos grupos de identidad? Estas cuestiones han cobrado cierta prominencia en la filosofía filosofía política de los últimos tiempos. Sin embargo, embargo, como espero espero demostrar, trar, no son más que enunciacione enunciacioness modernas de preguntas preguntas antiguas. antiguas. Lo moderno es que conceptuamos conceptuamos la identidad de maneras especiales.Lo especiales. Lo inmemorial es que cuando se nos pregunta pregunta –y cuando cuando nos preguntamos preguntamos–– quiénes somos, también se nos está está preguntando preguntando qué somos. En las páginas que siguen me propongo explorar la ética de la identidad en nuestra vida personal y política; pero quiero quiero hacerlo de de una manera que tome seriamente seriamente en cuenta la noción noción de de identidad identidad desarrolla desarrollada da por James James Stuart Mill. Mill. En efecto efecto,, Mill, que ha pasado pasado a ocupar ocupar un lugar central central en en el pensamiento político moderno por muchas buenas – y algunas malas– razones, será algo así como un com compañero pañero de viaje a lo largo de este libro. libro. Será un agradable agradab le compañero de viaje –en oposición a un icono icono que cuelga del espejo retrovisor– retrovisor– no no porque acorde acordemos mos con todos todos sus análisis, análisis, sino porque él se ocupó de muchas de las cuestiones que nos preocupan. preocupan. Y en tiempos en los que el discurso disc urso sobre la identidad puede sonar a mera “moda” “moda”, él nos recuerda que las cuestiones que presenta ese discurso no son en absoluto ajenas al canon más alto de la filosofía política. Antes dije que los problemas que analizaremos han surgido en el territorio del pensamiento liberal (si se lo toma como un territorio terr itorio realmente
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muy general). general). Pero Pero,, por supuesto supuesto,, muchos muchos de los teóricos teóricos que se han ocupado de esos problemas se inclinan a verlos como un desafío al liberalismo.
Les preocupa que el liberalismo nos haya mostrado una imagen imag en del mundo que omite omite demasiados demasiados aspectos. aspectos. Que los fundadores fundadores del canon liberal, liberal, tal como lo hemos conformado, no se hayan percatado de las diferencias entre las formas de vida, o simplemente no se hayan hayan interesado interesado por ellas. En especial, se nos ha instado a que desconfiemos desconfiemos del hábito de la abstracción: del discurso discurso que, por carecer carecer de declinacion declinaciones es para los individuos, individuos, no se refiere refiere a seres singular singulares es y situados. situados. Así, se ha afirmado a veces veces que John Locke y los otros teóricos fundadores de lo que podría llamarse “democracia liberal” liberal” vivían en un mundo mundo caracterizado caracterizado por la homogenei homogeneidad, dad, que sus nociones no eran apropiadas para nuestra modernidad multiética. Ahora bien, puede aprenderse mucho del enfrentamiento enfrentamiento contemporáneo contemporáneo entre “exclu “excluyent yentes” es” e “incluye “incluyentes ntes”: ”: existe existe algo así como la claridad del campo de batalla. Pero Pero también también existe existe algo así como la confusión confusión de la guerra. En cuanto a mí, sospecho sospecho que los recursos recursos concept conceptuales uales de lo que se entiende entiende por teoría teoría liberal liberal no están tan empobre empobrecidos. cidos. Y que, de todos todos modos, no toda omisión constituye un pecado. Porque, Porque, claro está, está, Locke escribía en las postrimerías postrimerías de una una lucha sectaria prolongada prolongada y sangrienta; su abstracción no derivaba derivaba de la inadvertencia vertencia o de la inconciencia inconciencia o de una mera vanidad étnica. En los orígenes de la filosofía filosofía política política moderna, moderna, la cuestión cuestión de la diversid diversidad ad estaba lejos de ser marginal: marginal: era un asunto asunto prioritario. prioritario. La exclusió exclusión n tenía un propósit propósitoo claro, claro, y ese propósi propósito to no era era insignifican insignificante, te, sino que que apuntaba apuntaba a hacer posible posible algo acerca acerca de lo cual los liberales hablan hablan mucho: el respeto respeto por las personas. Y es precisamente precisamente en el ámbito ámbito del “respeto” “respeto” donde el hábito de la abstracción que caracteriza al pensamiento liberal muestra su mayor mayor fuerza. fuerza. El yo lastrado, lastrado, cargado con con la especifi especificidad cidad de de sus múlmúltiples tiples lealtades, lealtades, no es algo que estem estemos, os, por regla regla general, general, obligados obligados a respetar. No soy soy el único que duda del imperativo imperativo de respetar respetar culturas, entendidas entendidas como algo opuesto a las personas; y creo que sólo podemos respetar a las personas en tanto las consideramos portadoras abstractas de derechos. derechos. Muchos Muchos de nuestros avances avances en el campo de la moral han dependido de esta tendencia tendencia a la abstracción. abstracción. Tal como como observa observa Peter Peter Railton, Railton, “amplias tendencias históricas han impulsado el desarrollo de la generalización en el pensamiento moral”, moral”, y lo que fomentó tal generalización fue precisamente precisamente la serie de desafíos que presenta la diversidad diversidad interna.“La interna. “La tolerancia religiosa, por ejemplo, requiere que veamos las concepciones de los otros como como religiones, religiones, y no como meras herejías. herejías. Ello requiere requiere tomar tomar cierta distancia distancia crítica, crítica, no sólo sólo de las convic conviccione cioness de los demás, demás, sino
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también de las propias.” Decir estas estas cosas cosas no equivale, equivale, por cierto, cierto, a dudar del valor de incluir: simplemente equivale equivale a decir que la inclusión debe llevarse a cabo con cautela, y que “más”no “más” no significa necesariamente “mejor”: si la exclusión exclusión era estratégica, la inclusión debe serlo también. Y es por eso que que yo no escribo ni como amigo amigo ni como como enemigo enemigo de la exclusión. Ninguna de las dos posiciones encierra encierra demasiadas posibilidades de traer a la memoria aquella apasionada declaración de la trascendentalista estadounidense Margaret Fuller: “¡Acepto el universo!” universo!”,, ni la célebre réplica réplica de Carlyle: Carlyle: “¡Caramba! “¡Caramba! ¡Más le vale!”. vale!”. Igual que con la gravedad,uno gravedad, uno puede tener buenas relaciones relaciones con el universo, universo, pero no tiene sentido hacerle hacerle la corte. corte. En realidad, realidad, y en el espíritu espíritu de esas advertencias advertencias sobre los efectos secundarios que aparecen en los anuncios de medicamentos –esos caracteres microscópicos que causan la misma visión borrosa sobre la la cual advierten–, advierten–, quisiera quisiera presentar presentar un descargo descargo.. A menudo menudo he hallado útil suplantar el discurso discurso sobre la “raza” “raza” o la “cultura” “cultura” con el discurso sobre sobre la identidad. identidad. Sin embargo, embargo, debo admitir –a modo modo de prevenprevención– que el discurso sobre la identidad también puede conllevar una tendencia tendencia a la cosificación. Cuando Cuando se desarrolla dentro dentro del discurso de la psicología, psicología, puede contaminarse contaminarse de la noción espuria espuria de integridad psicológica (de la que se hacen eco perogrulladas tales como la “crisis de identidad” identidad”, el “encontrarse “encontrarse a sí mismo mismo”” y cosas por el estilo). estilo). Cuando Cuando se desarrolla dentro dentro del discurso de la etnografía, puede endurecerse endurecerse hasta convertirse convertirse en algo fijo y determinado, una homogeneidad de la Diferencia. De todos todos modos, no sé muy bien bien qué hacer respecto respecto de esos esos peligros, peligros, salvo señalarlos e intentar evitarlos. Peter Railton, “Pluralism, determinacy, determinacy, and dilemma”, Ethics , Nº , julio julio de también Michael Michael Blake, Blake, “Rights for for people, not for cultures cultures””, , p. . Véase también Civilization , Nº , agosto-sep agosto-septiemb tiembre re de , pp. -. “La ambigüedad ambigüedad que encierra la valoración de la diversidad consiste consiste en que no se sabe si significa valorar personas de antecedentes distintos o valorar la diversidad de antecedentes en sí misma” misma”, escribe Blake. “La primera noción –que las personas deben ser respetadas respetadas como como iguales, iguales, sin considera considerarr la procedencia procedencia étnica, étnica, ni la raza, ni el género, ni otros rasgos distintivos– distintivos– forma parte de cualquier filosofía política política actual. Pero Pero de ahí no se sigue que debamos valorar y preservar la diversidad diversidad en sí misma, como una abstracción; creo que no hay razones razones para lamentarse de que el mundo no contenga el doble de las culturas que existen” existen” (p. ). Retornaré Retornaré a este este tema en el capítulo . consultar un análisis que advierte acerca de esos peligros, véase Richard Para consultar Handler, Handler, “Is ‘identity’ a useful useful cross-cultural cross-cultural concept?” concept?”,, en John R. Gillis (ed.), Commemorations: the politics of national identity identity , Princeto Princeton, n, Princeto Princeton n Unive University rsity Press, , pp. -.
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El lector deberá juzgar por sí mismo si he tenido tenido éxito. éxito. En estas páginas, he tratado de enlazar y volcar volcar los pensamientos pensamientos y los escritos sobre sobre ética e identidad que desarrollé desarrollé a lo largo de la última década. El paso de enlazar ha implicado, implicado, inevitablemen inevitablemente, te, una considerable considerable cantidad de revisión: sión: prolon prolongaci gacione ones, s, dismin disminucio uciones nes,, retractac retractacion iones. es. El primer primer capítulo capítulo,, a modo de introdu introducción cción,, cartografía el terreno terreno,, haciendo haciendo especial especial refereferencia rencia a la individualidad individualidad milliana milliana.. Es, con toda toda intención, intención, la parte menos menos conflictiva conflictiva del libro: libro: una presentación presentación de cuestiones cuestiones que, que, a mi entender entender,, forman parte del sentido sent ido común antes de que éste haya sido puesto a prueba. (Además, (Además, como muchos muchos otros filósofos, filósofos, soy de la escuela escuela para la cual lo que huelga decir a menudo da mejores mej ores resultados cuando se dice.) El resto de los capítulos llevan el debate a otras áreas: el controvertido controvertido dominio de la “autonomía” “autonomía”,, los debates en torno de la ciudadanía y la identidad, el papel que debe desempeñar el Estado Estado respecto de la realización realización ética, las negociaciones entre la parcialidad y la moral, las perspectivas que encierran las conversaciones conversaciones entre las comunidades comunidades éticas. Al abordar estas cuestiones normativas, he intentado en gran medida no tomar partido respecto respecto de las grandes cuestiones cuestiones metafísicas del realismo moral: las cuestiones relacionadas con la importancia ontológica de la distinción entre hechos y valores valores.. En consecue consecuencia ncia,, también también he intentado intentado manten mantenerme erme lejos lejos del análisis explícito de la epistemología moral, aun cuando no cabe duda de que es imposible avanzar sin recurrir recurr ir a supuestos metafísicos o epistemológicos. lógicos. Si hay algo que caracteriza caracteriza a mi aporte, es que siempre siempre parte de la perspectiva del individuo dedicado a hacer su su propia vida, reconociendo que hay otros que están involucrados en el mismo proyecto, proyecto, y que se preocupa por preguntar qué significa la vida social y política para este proyecto que compartimos. compartimos. Entonces, Entonces, me interesa interesa hacer hincapié en el hecho de de que éste es un trabajo sobre sobre ética, ética, en el sentido sentido especial especial que he he seleccionad seleccionado, o, y no sobre sobre teoría teoría política, política, porque porque no parte parte de un interés interés en el el Estado. Estado. Más bien, las cuestiones políticas que aborda son las que inevitablemente surgen una vez que hemos reconocido que el deber ético que todos tenemos –hacer –hacer nuestra vida– está, de manera ineludible ineludible,, ligado a los aspectos aspectos éticos de la vida de los demás. demás. Es por ello que me propongo propongo analizar algunas de nuestras nuestras relaciones relaciones sociales sociales más amplias, amplias, al igual que algunas de nuesnuestras, más restringidas restringidas,, relaciones relaciones políticas políticas.. Y es también también por ello que finafinalizo con una exploración de cuestiones que nos llevan, más allá de los asuntos relacionados con la política nacional, a preocupaciones globales más abarcadoras: esos otros cuyos cuyos proyectos proyectos éticos nos importan no son sólo nuestros conciudadanos, sino también los ciudadanos ciudadanos del resto resto de las naciones naciones del del planeta. planeta. Comencé Comencé con con un análisi análisiss del liberalism liberalismo, o, que es
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una tradición política: pero lo hice porque creo que algunos de los los supuestos éticos de esa tradición son profundamente profundamente correctos, y no porque mi preocupación principal sea la política. Sin embargo, el último descargo que presento presento –y quizás el más contundente– está dirigido a aquellos que buscan orientación orientación práctica, recomendaciones específicas acerca de qué leyes o qué instituciones serían las más apropiadas para sanar nuestras dolencias sociales y políticas. Desafortunada Desafortunadament mente, e, soy un pésimo médico: médico: me interesan interesan los diagnósticos –la etiología y la nosología– pero no las curas. Si lo que el lector lector necesita es un un programa, programa, una lista lista de acciones acciones para llevar llevar a cabo, cabo, mi consejo consejo práctico es que busque en otra parte. En efecto, lo que ofrezco aquí tiene más espíritu de exploración exploración que de conclusiones. conclusiones. Una Una de las grandes figuras de la economía de principios principios del siglo –¿no lo fue acaso Arthur Cecil Pigou?– admitió que el propósito pósito de su discipl disciplina ina no era era brindar brindar luz, luz, sino sino calor calor. Con ello ello quiso quiso decir decir que su su disciplina, disciplina, más que que limitarse limitarse a ser esclarecedora, esclarecedora, era útil. útil. A pesar de que me gustaría iniciar alguna que otra discusión, discusión, no se puede contar con que las exploraciones que siguen brinden demasiado calor, calor, si es que brindan alguno: alguno: mi propósit propósitoo ha sido sido arrojar alguna luz, luz, aunque no no sea potente ni plena. Invariablemente, la filosofía es más eficaz en en la formulación de de preguntas preguntas que que en la la de políticas políticas.. No apunto apunto a ganar conv conversos ersos,, y no me preocupa demasiado que el lector concuerde con todas las opiniones que aventuro: aventuro: ni siquiera podría asegurar que yo lo hago. hago. Determinar Determinar de qué manera extraeremos extraeremos algún sentido sentido de la relación relación entre identidad identidad e individualidad –entre el qué y el quién– es, como como ya he señalad señalado, o, el tema tema de una conversación conversación que ha atravesado media historia. Simpatice o no el lector con mi enfoque, enfoque, abrigo la esperanza, esperanza, al menos, menos, de lograr lograr convenconvencerlo de que se trata de una conversación en la que vale la pena participar. pa rticipar.