~j!rGd3S, voces y silencios:
algunas
cuestiones
preliminares
l'
,
CAPITULO 1 Miradas, voces y silencios: algunas cuestiones preliminares Pablo Gentili
Cuando Graciela
Frigerio
QI mismo tiempo, mente,
tanto
démico,
a aquellos
que,
entre
más allá
el coraje
seo de escribir
que había publicado
estaban
y ciudadanía
del desencanto
y contra
de formarse
ha estado
dirigidos
actividades
con la colaboración
educación
y IQ osudíc
donde IQ educación
como
al público
volumen
sus efectos
como mi desorientación:
aca-
de investigación
en un
lejos de ser uno prioridad
era tan grande
anterior-
de otros colegas,
maestros
y,
a
reflexio-
destinado
a
desmovilizadores,
y muestres
en un país
de los gobiernos. ¿qué hacer?,
Mi de-
¿qué de-
¿qué proponer?
Durante
varios
días pensé una propuesta
para presentársela llana.
a Graciela
En una agradable temáticas
me permitieron
regresar
Diciembre
Q
mi ansiado trabaja, minio
y ultirnnrnos
enero.
casa pensaba libro.
habían
directora
editorial
en Buenos Aires discutí detalles
Nada me parecía ponerme
quedado
felices.
hora señalada
enero del último de San Bernardo, una tarjeta.
recorría
a las inclemencias
muy complicado.
en contacto
había
con ellas clgu-
a comenzar
tiránicos, la tarea.
piadoso.
el ya habitual
como
de Santi-
y plazos que, aunque
y dispuesto
trayecto
En Brasil del ae-
del calor para escribir
Tenía el esquema
general
del
Graciela y Her-
con los demás autores.
Yo también. se comienza
siempre
me senté decidido
acertado
por primera
no fue extraordinario,
como para hacer de aquélla
los lunes.
a comenzar
año del siglo xx. Buena fecha,
El premio
era lo suficiente
Mientras
cómo escapar
es como una dieta:
días yola
mi
realizada
a Río entusiasmado
un infernal
sólo faltaba
Un libro
Mérega,
lo suficiente
había sido, en Buenos Aires, un mes climáticamente
me esperaba ropuerto
que me convencía
ya Herminia
reunión
nos cuestiones
de
Los estudios
que desarrollan
Ahora debía,
nar sobre la relación
cir",
este libro sentí una gran alegría
en Brasil como en la Argentina,
nivel de posgrado.
tienen
a escribir
un enorme descfio.
en especial
lectores
me invitó
Dejé pasar algunos
la tarea.
Era lunes 18 de
pensé. Un año atrás, y única vez todos
es verdad. una fecha
en el Bingo
los números
de
Apenas cien pesos. Pero donde
la suerte
estaba
lado.
Un libro es como una dieta: da grave,
pensé.
Tenío
los lunes es el mejor día para posponer
el esquema
general
correctamente
su inicio.
sistematizado
Naen un
i
L
_
.._
proyecto
discutido
_ .
y aprobado
tenía "en la cabeza". para comenzar. El sábado hacer",
con las editoras
Debía simplemente
de la colección.
redactarlo.
Lo mismo pensé el miércoles,
mi lista de pretensiones). mente sistematizado"
De una cosa estaba
idea de por dónde comenzar.
como de mi entusiasmo:
¿qué
ya había dejado de ser una aspiración
se había derretido
lo
el jueves y el viernes.
empecé a dudar tanto de la propuesta ¿qué decir? ("¿qué proponer?"
Pero también
El martes sería un buen día
seguro: aquel esquema
en
"correcta-
con el calor de Río. No tenía la menor
Debía entrar en contacto
con quienes me ayudarían
en la tarea, aunque no sabía muy bien qué proponerles. una magnitud
directamente
Un zapato
perdido (o cuando las miradas tlsaben" mirar).
Para aclarar
las confusas
proporcional
Los plazos se reducían en
ideas que me invadían
de un año, a hacer unas compras. siempre,
eclécticas:
nas botellas
pañales,
decidí salir con Mateo, mi hijo
Las necesidades
disquetes,
de vino argentino
neiro. Luego de algunas
a mi imaginación.
familiares
el último libro de Ana Miranda y algu-
difíciles de encontrar
cuadras,
a buen precio en Río de Ja-
Tea se durmió plácidamente
en su cochecito.
Mientras él soñaba
con alguna cosa probablemente
sus zapatos
desatado
y casi cayendo.
Decidí sacárselo
se perdiera.
Pocos segundos
después,
estaba
en un descuido, alertó:
"j
Cuidndo l, su hijo perdió un zapatito".
saqué." Algunos metros más adelante, rentemente
doblando zabeth,
la esquina un surfista
continué
corta,
mi camino.
igualmente
señal de agradecimiento.
rentes
La supuesta muestras
Ioño, el portero,
para evitar que,
respondí,
movió la cabeza
de solidaridad haciendo
pero yo se lo
Levantando
el dedo pulgar en
Antes de llegar al supermercado,
preocupado
con el destino
y Rainha Eli-
del zapato
los llamados
de Mateo no dejaba
y alerta.
Llegando
gala de su habitual
a nuestro
histrionismo,
y sonreíenj:;
de atención con:-··.··~ de generar difé";::/ departamef1tOy<.
gritó despertando(]f:~
niño: "iTeol, tu papá perdió de nuevo el zapato". El sol tornaba personas
aquella
mañana
por el paradero
especialmente
del zapatito,
aunque
brillante.
~..
del zapato de Teodi-··
Erguí el dedo nuevamente
Ya en el supermercado, pérdida
señora me
en dirección al
de la Avenida Nossa Senhora de Copacabana
jo: "Gi, mané, tu hijo perdió la sandalia".
tinuaron.
percibí que uno de
una elegante
"Gracias,
en tono grave: "El zapato".
señal de agradecimiento
mágica,
el portero de un edificio con garaje, apa-
de sonrisa tímida y palabra
pie de Mateo diciendo
eran, como casi
La preocupacióndelf
insistente,
le daba un toqueis
lidario que la hacía más alegre o, cuanto menos, fraternal.
Sin embargo,·unQi~;
\ ~Aiiad(Js, voces
y sile ncins:
cues tiones
algunas
r'etr1'I!!HFe~
-~ o resguardo sensación
de los llamados
de atención,
comenzó o invadirme
uno incómodo
de molestar.
~;
Río de Janeiro es, como cualquier l:.·.··,
de profundos
contrastes,
pre armoniosa.
gran metrópoli
latinoamericana,
un territorio
donde el lujo y la miseria conviven en formo no siem-
Mi desazón era, quizás, injustificada:
¿Qué hace del pie descal-
I·
c[
't:••
t ¡-
zo de un niño de clase medio motivo de reparo y circunstancial uno ciudad con centenas
de chicos descalzos,
en una ciudad con decenas cialmente
descalzo
de familias
de Mateo llamaba
más la atención
es lo marco inocultable
más elementales
derechos
La pregunta
me parecía
aquel acontecimiento esto sensación,
trivial.
Lo posibilidad
lo permitido
negar los
que
que ver con el libro que quería escribir. y me perturbó
todavía
o percibir acontecimientos
más.
entre lo "normal"
y lo prohibido.
es uno formo de definir
y lo "anormal",
De allí que, mientras es "absolutamente
de chicos de lo calle anden sin zapatos
y deambulando
lo aceptado
y lo
es "anormal"
que
normal" que centenos por los calles de Copaca-
limosnas.
Lo "anormalidad"
diano.
que supone
de o poco, fui percibiendo
un niño de clase medio ande descalzo,
"normalidad"
el pie superfi-
en vano mis ideas. de reconocer
bono pidiendo
¿Por qué,
que otros pies cuya au-
de lo barbarie
Sin embargo,
tenía bastante
los límites siempre arbitrarios rechazado,
en
o millares de individuos?
lejos de tranquilizarme,
Traté de ordenar
descalzos?
viviendo o la intemperie,
sencia de zapato
humanos
brutalmente
preocupación
vuelve los acontecimientos
suele tener lo facultad
y lo cotidiano se desvanece
visibles 01 mismo tiempo que lo
de ocultarlos. ante la percepción
Lo "normal"
se vuelve coti-
como producto
de su ten-
dencial naturalización. En nuestros sociedades
fragmentados,
los efectos de lo concentración
de riquezas
y lo ampliación de miserias se diluyen ante la percepción cotidiano no sólo por efecto de lo frivolidad discursiva de los medios de comunicación,
sino también
propio fuerza que adquiere todo aquello que se torno cotidiano Expresado ciedades
sin tontos dualizadas,
rodeos, lo que pretendo
comienzo.
Lo exclusión y sus efectos
les que nos enseñan pantallas. espanto
los esquinas,
Sin embargo, e indignación
(o seo, "normal").
decir es que, hoy, en nuestros
lo exclusión es invisible a los ojos. Ciertamente,
bilidad es lo marca más visible de los procesos
lo exclusión
por la
so-
lo invisi-
de exclusión en este milenio que
están ahí. Son evidencias que comentan
los diarios,
crueles y brutaque exhiben
los
parece haber perdido poder poro producir
en uno bueno porte de lo sociedad.
Códigos poro lo crudo donio
._---
._---_.
La selectividad
---_._------
de la mirada cotidiana
dos pies descalzos.
es implacable:
dos pies descalzos
Uno es un pie que perdió el zapato.
no son
El otro, simplemente
no
existe. Uno es el pie de un niño. El otro es el pie de nadie. La exclusión se normaliza y, al hacerla,
se naturaliza.
ma" para volverse apenas
Un dato que, en su trivialidad,
tumbra a su presencia,
un "dato".
nos produce
recuerdo de la estadística
Desaparece
una indignación
que informa el porcentaje
debajo de la "línea de pobreza".
(¿Alguien recuerda
como "problenos acos-
tan efímera
como lo es el
de individuos
que viven por
el porcentaje
de individuos
que viven por debajo de la línea de pobreza?) En nuestras
sociedades
exclusión.
fragmentadas,
Los no excluidos,
los excluidos
deben acostumbrarse
a la
también.
La exclusión se desvanece
en el silencio de los que la sufren y en el de los que la
temen. En cierta manera,
debemos
diariamente
de la exclusión.
la existencia
de la marginalidad.
El miedo a los efectos
ración o, simplemente, La selectividad
reconocer
El miedo a los efectos que producen
de la pobreza,
el hambre,
la desespe-
el desencanto.
de la mirada temerosa
dos pies descalzos.
al miedo el mérito de recordarnos
es implacable:
dos pies descalzos
no son
Uno es el pie de un niño. El otro, el pie de una amenazo.
Sin embargo,
el miedo no nos hace "ver" la exclusión.
ce a temerla.
y el temor es siempre, de uno u otro modo, aliado del olvido, del
silencio. El miedo es un subproducto es ocultarse,
Una violencia cuya vocación
volverse invisible a los ojos de los que la sufren, o presentarse
forma edulcorada La selectividad
en los discursos
de las élites que la producen
de la mirada desmemoriado
son dos pies descalzos.
La mirada
cuando descubrimos
hay más excluidos
trae consigo un sinnúmero
de problemas
cuando se lo usa para definir tantas por todas partes:
1998).
dos pies descalzos
En cierto modo, la normalización
normalizadora.
sociedades
es implacable:
(Pinheiro,
en
no
Uno es el pie de un niño. El otro es un obstáculo.
clusión comienza a producirse nuestras
de la violencia.
El miedo sólo nos condu-
que, al final de cuentas,
que incluidos.
En materia
analíticos.
teórica,
Ningún concepto
cosas al mismo tiempo.
pobres, desempleados,
de la ex-
inempleables,
esto
es bueno
"Excluidos",
sin techo,
en
los hay
mujeres, jó-
venes, sin tierra, ancianos/as,
negros/as,
personas
con necesidades
inmigrantes,
indios/as,
niños/as
de la calle ... La suma de las
minorías
analfabetos/as,
acaba
transparencia.
siendo
la inmensa
La sociología
mayoría.
de la exclusión
especiales,
y ser mayoría tiene su costo: la acaba
consagrando
tantas
situc-
~~~~~,i'~':"/dc..:o'-""'"!l".~I~~':1.'
.•v,.-:,:!: ••.,-,~I.':';',"'~.'-::".:'~::.:·!.'~':~;.~~~:,;:.:t~.""':..';:'I.'"'·.n-·,!~_--·'~'c.C",l>·.'::"'·"'~"--' __ ·' ..~~:.•.;:Z-:'~;;''!.~~''r~
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1,.Airados, voces y silencios:
-_ ..._._--_
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..
...
algunos
ciones de exclusión
pr ehrninor e s
-----_
..
reducido
l'
----_.
,,----_.
que lo que va quedando
día, un sector bastante aquí pretendo
cuestiones
..._...
"excluido"
de la población.
__ ._-_._------_
del concepto
Sin embargo,
discutir no es sólo de índole teórica,
..
_._ .... _- _----_. ..
es, hoy en
el problema
que
sino fundamentalmente
po-
lítica y ética. Tal como afirma el sociólogo
francés
Robert Castel (1997),
tres formas cualitativamente
diferenciadas
podemos
reconocer
de exclusión.
Por un lado, la supresión completa de una comunidad mediante
prácticas
pulsión
y portuguesa
o exterminio.
Es el caso de la colonización
América, del Holocausto nicas que acaban También
perpetrado
española
imborrable
olvido decretado
en
por el régimen nazi y de las luchas interét-
con la vida de millares de personas
la marca
de ex-
de una historia
que nos han impuesto
en el continente
de desapariciones,
dictaduras
bestiales
africano. impunidad
y gobiernos
y
civiles
irrespo nsab les. Por otro, la exclusión tino asignado
como mecanismo de confinamiento o reclusión. Es el des-
antiguamente
a los niños delincuentes, "deficientes"
a los leprosos y, en nuestras a los indigentes
escondidos
dos en hogares
la tercera
"especiales"
modalidad
incluyendo; esto es, atribuir
de práctica
un status
especial
Es el caso de los sin techo,
que deambulan
por nuestras
ciudades,
desjerarquizada.
vida social sin los derechos
forma "normal"
de aquellos
ni recluidos
en instituciode los niños
significa
neacep-
necesarias inferiorizada,
los que participan
que sí poseen las cualidades
de la
necesarias
de la comunidad.
formas de exclusión
y ampliándose
decir que, en nuestras de excluir.
en segregar
de las condiciones
Son los sub-ciudadanos,
ha ido creciendo
un buen
clase de indivi-
sólo que en una condición
es obvio que así como las dos primeras
1997). Podríamos
a determinada
Esta forma de exclusión
para una vivencia activa y plena en los asuntos
do, la tercera
consiste
de los "inempleables",
están dotados
como para convivir con los incluidos, subalterna,
son también
reclui-
de una buena parte de la población
clandestinos. individuos
excluyente
físicamente
nes especiales.
tar que determinados
en asilos, a los
de exclusión.
duos, los cuales no son ni exterminados
gra y de los inmigrantes
modernas,
o a los ancianos
de dudoso origen. Las prisiones
ejemplo de este tipo de dispositivo Por último,
ya los locos confinados
en instituciones
geriátricos
sociedades
no han desapareci-
con fuerza temeraria
sociedades
fragmentados,
y siendo "normal" es lo forma transparente,
(Castel, ésta es la invisi-
ble, de excluir. Conviene asimismo
aclarar
que esta transparencia
no se produce en forma pasi-
_.
Códigos poro le ciudodonio
va sino mediante dos".
la aceptación,
La naturalización
causas
naturales.
va, moral. tornando
del infortunio
Se trata
Una construcción
que tiende
los acontecimientos
posibles
y
die sabe nada. todos
"problema
todo,
de ellos",
generalizan.
las cosas
también
operan
Un análisis
brillante
de la Solución
nos a la construcción
Los verdugos
aquello
En cierto
es una determinada
se tornan
jerarquía
del sentido
chocantes,
conflicto
agradables,
o van al encuentro
En la historia
del zapato
verso contenido
moral
de Mateo, atribuido
atención
(a veces solidarios,
zapatito
se contraponen
solidarios) la marca
inocultable
La indiferencia quía de valores.
caso se pone en juego
ausencia
de una escala se expresan
minados
principios
interés
o indiferencia
La experiencia layable
en toda
morales
reflexión
cuando
de atención
entran
"menor
es el di-
pérdida
de del
(indignados
o
abandonado".
producto
de uno jernr-
por qué, pensar que mientras
en el segundo,
la relación
en
es, lejos de un descuido,
es, claro está,
de Mateo sintetiza
por
Los llamados
ante la supuesta
que lo torna
perdido
Se
acontecimientos
ausencias.
el desinterés
a partir
los que se ponen en juego
sobre
opera movida
Determinados
y desde
ambos acontecimientos.
ante un zapato
del zapato
cotidiana
de llamados
Justamente
acep-
de lo invisible
dos pies descalzos
valorativa.
o se silencian
lo visible
lo que distingue
un valor,
Los
e imperiosas.
social y subjetivamente.
también
es
nazi no han sido aje-
o placenteros
después veremos
el primer
(1997).
valores y creencias
de aquel cuyo pie descalzo
Sería erróneo,
de tal tendencia
instituidos
social
ellas se
en algo "inevitable".
a veces reprensivos)
de la relación
cuando
como necesarias
a las respectivas
ante la exclusión
lorativa
moralidad,
moral.
a la ausencia
ante la pobreza
las aliena:
de Hitler
en la Alemania
indignantes
de valores
inexcusables,
ajenas,
doloroso
La mirada
y la conciencia
na-
hecho".
que lo que distingue
de valores.
aunque
que ver con nada,
de exclusión
se convierte
reconocer
artificial,
voluntarios
alemán
que, arbitrariamente,
modo, es posible
la selectividad
Final aplicada
del pueblo
cotidiana
se tornan
habrán
de
en la mirada
las vuelve
y al mismo tiempo
social de determinada
por una buena parte
silencia
"algo
es producto
discursi-
nadie tiene cuando
"inclui-
ideológica,
de una invisibilidad
en las otras formas
el libro de Daniel Jonah Goldhagen, perpetradores
a imbricarse
cotidiana
"se lo merecen",
nunca
histórica,
se ven,
la mirada
de los propios
por muchos
Nadie ve nada,
cuando
saben
Estos procesos
tadas
vivido
activa,
de una construcción
no por eso menos poderosa.
cuando
en gran medida
expresa escala
la va-
En suma, son detera la hora de manifestar
y un zapato una cuestión entre
esa
en
educación
negado. que quizá sea insosy ciudadanía:
¿en
••••.
••.••••••• _~'""""""",u"',,
'lIe."'::9&2_~.... :.!::~:i!~:::_'t~···.~_:.'t.~~'!'.":..:~:~;:.(,~':::::::·~;,~'; ';"',:\1:I~::.::;:..::E,;.·.r;;::.~:::....:~:..:,~;:;:',-'¿'=l":
•.".:.t·".-:'"';.o'~"T'".'",,-..-'"
i·
i I
._.__.... qué medida la escuela
contribuye
a tornar visibles o invisibles
diante los cuales a determinados
individuos
nes de pobreza y mnrginnlidod", en la formación desconsiderar
se los somete
do se vuelve cotidiana,
condicio-
¿cuál es el papel de las instituciones
escolares
por ejemplo,
a comprender
que operan cuando la exclusión se normaliza,
perdiendo
se refiere a un tema complejo y, al mismo tiempo,
comprensión
crítica del papel social que le cabe a la escuela
democrática:
la formación ética de los ciudadanos.
cuan-
el presente
central
para una
en una sociedad
libro.
Pero, ya lo hemos dicho, todo libro es como una dieta: su planificación ciosa,
aunque
encontrará
sus resultados
no sean siempre
a la educación.
Tampoco
sobre cómo formar ciudadanos de ser una reflexión
la escuela
guían nuestro
acción moral.
Un libro es siempre desencanto,
existen
educación
diferentes.
sencanto,
librarnos
za en lo posibilidad una sociedad los derechos mecanismo
Condiciones
trata
de uno sociedad
la pedagogía exclusión
recuperar basada
de todos.
al debate
descalzos.
y también,
que, muchas supuestamente
o reconstruir
Una sociedad
es un antídoto
y nuestro
confiany justicia,
no cuestione
libertod,
económicas
sea un no lo ex-
y políticas.
Este
proponiendo
que
la pedagogía
del desencanto
de la o del
desde abajo. La nuestra
es que estas reflexiones
la diferencia
¿por qué no", para sentir vergüenza
perdió el zapato.
y una
donde la diferencio
posible contra
mirado para reconocer
veces, sólo somos capaces
nuestra
individual
desde arriba y que, víctimas reproduciendo
que
del de-
de igualdad
crítico de la educación
Un libro siempre es fruto de una aspiración. a educar nuestra
desencantarnos
de la autonomía
sociales,
cínico, acabamos
y significados
es que, en esta era de
en criterios
las desigualdades
que nos imponen
contribuyan
La nuestra
autonomía
de la esperanza
Este libro preten-
de los sentidos
de nuestra
de contribuir
prácticas
función social y política
que nos permiten
de la resignación,
de construcción
en los escuelas.
no
políti-
como poro pensar y hacer una escuela
donde la proclamación
cusa para profundizar
realismo
fruto de una convicción.
y la felicidad
El/la lector/a
ni un manual de filosofía
sobre la importante
en la construcción
condiciones
es ambi-
una serie de recomendaciones
responsables
introductoria
que desempeña
trabajo
los esperados.
aquí ni una teoría de la ciudadanía
ca aplicada
o a
poder para producir espanto?
La cuestión
Sobre este asunto trata
me-
a brutales
de una mirada que nos ayuda, los procesos
los procesos
-- __.___1_-
cuando
de percibir la existencia
entre dos pies descubrimos de aquel que