John Stuart Mill y Jhon Elliot Cairnes
John Stuart Mill (1806-1873) Recibió de su padre, James Mill, una extraordinaria formación. Comenzó cuando tenía tres años, estudiando griego y durante doce años continuó; leyó temas clásicos y obras históricas y a los trece años se dedicó a estudiar las obras de Ricardo y Adam Smith. A los diecisiete ingresó al servicio de la Compañía de las Indias Orientales donde prestó sus servicios en distintos puestos hasta 1858. En 1851 contrajo matrimonio con la señora Taylor Sus estudios y conocimientos se implementaron con la amistad de personajes de fama como Bentham, Ricardo, Carlyle, entre otros, así como por pertenecer a clubes y sociedades de conferencias, todo esto le fue útil para implementar y apreciar las opiniones de hombres cuyos puntos de vista sobre una gran cantidad de cuestiones diferían en lo que su padre le hab ía inculcado. “ Sistema
de L ó gica” A pesar de no haber cultivado deportes atléticos durante su
juventud, consagró gran parte de su tiempo a escribir, a pesar de todo el trabajo que tenía que hacer, siempre encontraba ese tiempo para su quehacer intelectual. De los trece a los diecinueve a ños escribió art ículos para los periódicos y ensayos para las revistas. A los treinta años se retiró de la política y de la vida social ordinaria, todo esto como consecuencia de una serie de factores, como fueron la creciente desintegración de los radicales filosóficos, como partido y como consecuencia de una prematura crisis mental. Se dedicó a escribir tratados , comenzando con su Sistema de L ó gica gica en 1843, obra que ha influido en el pensamiento moderno un poco m ás que sus obras de economía, debido al éxito que se tuvo con esta publicaci ón, le aseguró un editor en 1844 para una colección de Ensayos sobre algunas cuestiones no resueltas de econom í a pol í ítica inciertas, fue un plazo muy corto, cuando él ya había acabado de escribir el manuscrito, este se publicó bajo el t ítulo de Principios de Econom í a pol í con ítica algunas de sus aplicaciones a la filosof í a social . Los Principios junto con La con La Lógica aumentaron la fama de Mill en todo el mundo de habla inglesa, pues su público había llegado más allá del sector intelectual. Cómo filósofo, político y dirigente espiritual, disfrutó de una posición entre sus contemporáneos hasta superior a la lograda con Adam Smith un siglo antes. También otros de sus libros se han hecho clásicos, sobre todo su Libertad y Pensamientos sobre la reforma parlamentaria, Consideraciones sobre el gobierno representativo (1861), Utilitarismo (1863). En 1869 apareció Sumisión a las mujeres, que es una defensa a los derechos de las mujeres, basada en argumentos
proporcionados por su esposa. Después de su muerte, en 1873 se publicaron otros tres libros en el que es muy notoria la madurez de sus opiniones sobre economía. En los Principios de economía política, Mill intentó, sin pretensión de originalidad, como él mismo admitió, escribir un tratado destinado a sustituir en el uso popular La riqueza de las naciones ya que juzgaba el libro de Adam Smith como “anticuado en muchas de sus partes y en todas ellas imperfecto” . Al igual que él también trató de asimilar los principios de la economía política con sus aplicaciones, y poder así utiliza consideraciones mucho mayores que las que habitualmente estaban asociadas al terreno de la teoría económica pura. Fue el primer economista ortodxo que admitió la fuerza lógica de los argumentos de los socialistas. Y hasta afirmó que el comunismo era preferible al estado de cosas de entonces. Análisis de los “Principios”. Libro con pocas muestras de originalidad, se basa teóricamente en las ideas de Malthus, Ricaardo y su padre. Aquí se propuso a investigar sobre la conducta humana en la obtención, consumo, cambio y distribución de la riqueza. Optimismo de Mill. Distinción entre las leyes de la producción y la distribución. Las leyes de la producción pueden alterarse por la acción del individuo o de la sociedad. Su conclusión era que el hombre podía reducir la desigualdad en la propiedad de la riqueza, pues aún así, los trabajadores tendrían garantizada su seguridad y bienestar Teorías Originales de Mill. Fue en el Libro III “El Cambio” donde hizo su aportación más original y perdurable a la teoría económica, incluyendo la teoría de los costos conjuntos en la producción, la aplicación de la teoría cuantitativa del dinero al papel moneda convertible “Ley de la ecuación de la demanda internacional” Enfoque Dinámico. Con el Libro IV, “Influencia del progreso de la sociedad sobre la producción y la distribución”, llegó a la segunda y final división de sus Principios se interesó mucho más en los aspectos dinámicos de su estudio que los estáticos, descompuso el progreso industrial en tres aspectos: aumento de capital, aumento de población y mejoras en la producción. Declaró que “El bienestar futuro de las clases trabajadoras depende principalmente de su progreso intelectual” Esperanzas Utópicas. Previó un plan de cooperación de productores, iniciado por grupos de trabajadores independientes, que en un futuro no muy lejano pudiera incluir una gran proporción, relativamente, de todas las empresas económicas. Papel Económico del Gobierno En el libro final, consideró sobre La Influencia del Gobierno, en los negocios y la sociedad, así como lo había hecho Adam Smith. Después de distinguir entre las funciones “necesarias” y “facultativas” del gobierno, entendiendo por las primeras
aquellas “que o bien son inseparables del concepto de un gobierno o se ejercen habitualmente sin objeción por todos los gobiernos”. Diij que el principio general de la acción política debía ser el de laissez-faire . *La intervención del estado tenía dos caras: “autoritaria”, donde el estado ordena a sus súbditos que hagan determinadas cosas o les prohíbe otras, y “no autoritaria”, en la que simplemente aconseja o publica información. *Defendió que el estado se apoderase del incremento no ganado de la tierra (Incremento de renta, accesorio inmerecido, ventaja inmerecida) . Apoyó la redistribución de propiedad por medio de la regulación e impuestos a las herencias. Resumen. La economía política de Mill se divide en dos partes: la reafirmación y armonización de las doctrinas de Adam Smith y Ricardo, añadiendo teorías como el principio malthusiano y la teoría de la abstinencia de Senior. Mill fue iniciador en la aplicación del elemento humano a la economía. Su influencia se manifiesta en las numerosas obras en las que sea una la abstracción y los ideales y que desde entonces han salido de las prensas. Cairnes. La obra de Mill cambió radicalmente las doctrinas de la escuela clásica inglesa. La mayoría de los comentaristas se inclina también a ver en él la culminación de esta escuela. John Elliot Cairnes (1824-1875) fue el discípulo más capaz de Mill, en 1856 fue designado catedrático de economía política del Trinnity College de Dublin, publicó sus conferencias con el título de Carácter y método lógico de la economía política. En 1866 llegó a profesor de economía política, retirándose en 1872 por cuestiones de salud, y para 1874 concluyó su obra más extensa titulada Some Leading Principles of Political Economy Newly Expounded, durante la época de su muerte en 1875, y tras su vivo interés por asuntos contemporáneos y su fuerza intelectual, le convirtieron en el economista más respetado en Gran Bretaña. Estratificación del Trabajo. Cairnes, recordado por su teoría de “Grupos no competidores” de trabajadores. Mostró que la sociedad se había estratificado de tal forma que había muy poca movilidad entre los diferentes grupos de obreros. Teniendo que los miembros de un grupo encuentran gran dificultad para pasar a otro superior. La fuerza de trabajo se parece a una pirámide que se apoya sobre una gran base de trabajadores no calificados, hasta llegar al punto donde se encuentran los asalariados, que son muy pocos pero con una gran habilidad. Después de analizar su trabajo, no obtuvo gran reconocimiento, pues sus ideas se enfocaban al pasado y no al futuro, pues consideró la economía como un estudio de la riqueza abstracto y formal, y que los problemas sociales y morales no deberían concernir a los economistas.