Hasta ahora, habíamos realizado armonizaciones a 4 voces siguiendo, al momento de enlazar un acorde con otro, los principios de mantener la nota común o moverse a la nota más cercana. A la hora de elegir cada una de las 4 voces teníamos como prioridad que, por lo menos, alguna voz tomara la fundamental y la 3ª del acorde, para dejar claro el grado armónico. En el armado de los acordes no pusimos la atención en qué notas se duplicaban ni qué nota quedaba en la voz inferior del acorde, éstas fueron una consecuencia del devenir de los enlaces y del criterio auditivo de quien realizaba el ejercicio. Vamos a centrar la atención en la estructura interna de esos acordes, lo que permite dar distintos matices a la armonía y regular el grado de tensión del flujo armónico. Son la causa de que un ensamble o bien un solo instrumento, realice acordes más "llenos" o más "vacíos", más tensos o más neutros, más inestables o más relajados, etc. Primero, veremos cómo se escriben las inversiones de los acordes, tríada y cuatríada, en el análisis armónico. Los orígenes de este sistema de notación no nos preocupan por el momento.
Acordes tríada
SOPRANO
4w &4 w w Do:V Estado fundamental
Acordes cuatríada (con 7ª)
w w w
w w w
V6
V6/4
1ª Inversión 2ª Inversión
w w w w
ww w w
w w ww
V7 V6/5 V4/3 Estado fundamental 1ª Inversión 2ª Inversión
w w ww V2
3ª Inversión
2
Para determinar la inversión sólo nos interesa la nota del bajo. La distribución y posición de las demás notas no influye en la inversión. Sí influye en la sonoridad final del acorde, afectando incluso su comprensión, pudiendo en algunos casos una determinada distribución hacer que un acorde no se escuche como tal. Las razones las veremos más adelante. Ejemplos de cómo la distrubución no afecta la inversión pero si afecta la sonoridad. El primer enlace dominante-tónica de cada inversión muestra una disposición del acorde y una conducción de sus notas según lo que la teoría recomienda. Las segundas son disposiciones y conducciónes que buscan la inestabilidad, lo que no quiere decir que no deban ser usadas. Esto dependerá, siempre, de la sonoridad que se desee lograr. El estilo armónico se elige en función de la circunstancia y objetivos que se tienen enfrente. 8
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Do:V7
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V7
I6/4
V6/5
I
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V6/5
I6/4
3 12
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I
V4/3
I6
V2
I6
V4/3
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V2
I6/4
La sonoridad resultante mucho tiene que ver con la inversión. Se debe a que, por razones acústicas, principalmente por los llamados sonidos armónicos de un sonido fundamental, la elección de la nota del bajo condiciona la estabilidad armónica de todas las voces superiores. La mayor estabilidad está dada por la fundamental en el bajo, seguida de por la primera inversión, que ya genera cierta inestabilidad. La segunda y la tercera inversión son menos estables y se usan con ciertos recaudos (siempre dentro del sistema de la armonía tradicional). Esto no significa que siempre que se use el estado fundamental la música se verá beneficiada, ya que el uso de inversiones permite, por ejemplo, que llevar adelante progresiones extensas de acordes sin que las cadencias de dominante-tónica que se dan en medio de una frase, en medio de una estrofa, tengan la conclusividad, la sensación de cierre que se escucha en una cadencia final. Es decir, permite generar diferentes grados de expectativa, dar variedad, a la progresión de acordes.
4 El siguiente es el ejercicio de armonización a partir del cifrado de inversiones que hicimos en clase. Primero sin resolver y luego resuelto. 16
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IV6/5
II7
I6
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III6/4
IV6/5
II7
I6
V6
V7
IV
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III6/4
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I
24
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I
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V6
V7
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