RESUMEN DEL LIBROEL HOMBRE MEDIOCRE
En el libro se muestra varios contextos de como proyectar las cosas cotidianas de manera ideal, antes que todo vamosa relacionar la Introducción de este libro con nuestra vida, loque vivimos de día a día veamos lo que nos menciona laintroducción: INTRODUCCIONLA MORAL DE LOS IDEALISTAS:
1.1 LA EMOCION DEL IDEAL.
ace ver la posición del hombre ideal frente a la sociedad,también su admiración de las demás personas las cuales lasve como santas, como hoy en día, prevalece el hombre quese afana por ser perfecto y ser rebelde en cuanto lamediocridad. Esta también se clasifica como una decisiónque toma cada uno con el objetivo de obtener una emociónque lo identifica, la persona que es un gesto del espíritu delideal. 1.2 DE UN IDEALISMO FUNDADO EN EXPERIENCIA.
En esta parte nos menciona como, el hombre a través detodo este tiempo ha tratado de adaptarse a la naturaleza ycon la ayuda de ³TECNOLOGIA´ o ³EVOLUCION´ pero estoayuda a alejarse al hombre de la naturaleza vemos unaspecto muy importante en este verso, el cual debemosrealizar todo lo posible por cuidar al medio ambiente 1.3 LOS TEMPERAMENTOS DE LOS IDEALISTAS.
En el texto se hace ver como hoy en día la juventud esinquieta y hace referencia, que no entienden, nicomprenden a los idealistas evol ev oluc ucio ioni nist stas as , mi opin op inió iónacerca nacerca de estaslíneasson queme parece maldecir cosasque cosasque a veces vecesno sonseguraso ciertas ciertas pero pero también meparece meparece bien que tengan en cuenta todos estos aspectos. aspectos.
CAPITULO1
S e muestra en este capítulo la importancia de la naturaleza,al principio se muestra que el pastor ingenuo se asombra dela naturaleza, y vemos como en la desigualdad humananpredomina en el diario vivir hoy en día también las personasno respetan las normas que se encuentren en el diario vivir. 2.1 AUREA MEDIOCRITAS?
ontaigne se caracterizo por su frase célebre:
ANIMALES DE UNA MISMA ESPECIE DIFIEREN MENOS ENTRE SI, QUE UNOS HOMBRES QUE Vemos como el objetivo de esta frase es lograr que todos,tengamos alcance de una capacidad mayor a la que unanimal, H oracio también apoya esta idea, en este punto secaracteriza que las costumbres y las leyes puedenestablecer p uedenestablecer derechos y deberes comunes a todos loshombres, pero estos serán siempre tan desiguales como lasolas que serán siempre desiguales como las olas que erizanla superficie del océano 2.2 LOS HOMBRES SIN PEROSNALIDAD. Individualmente es considerada individualmente como unaausencia de características personales que permitendistinguir al individuo de una sociedad.La persona individual comienza en el punto preciso dondecada persona se diferencia de los demás, el poder lo manejatodo, y otros campos tienen cierto valor emifero o pasajeropuede satisfacer los apetitos que no vayan a sí mismos, enn su virtudes intrínsecas, y también las fuerzas morales queembellecen y califican la vida.La sociedad los denomina como personas que no tienenrelación con las otras personas y que son innumerables laspersonas que tienen este tipo de actuar. 2.3 ENTORNO DEL HOMBRE MEDIOCRE. ay diversas denominaciones o termino en el que sedefine a una persona sin personalidad.El concepto sobre la normalidad humana solo podría ser relativa, el hombre normal sería equilibrado, sino unapersona domesticada, pasivo, equilibrado no se relacionacon la pasividad, puesto que la persona tiene tendencias amejorar a ser una persona tranquila y comprendida. ay otras definiciones del hombre medio y puedeaproximarse de carácter intelectual o estético, un término odescripción sobre la mediocridad es que se define como la
ineptitud de la persona para ejercitar las más altascualidades de ingenio. CAPITULO2
3.1 EL HOMBRE RUTINARIO.
En este capítulo se pude ver como en esta parte ya noemplea el termino de la mediocridad intelectual, lo que másme intereso fue como emplea varios términos paradeterminar a un mediocre, como constituye su vida, su estilode ver la vida y la manera de ver al mundo, esto me impactopuesto que hoy en día se ve frecuentemente en la sociedad.En el libro yo encontré varias frases que me dieron arazonar el modo de vida que estamos viviendo ahora y comonos ve reflejado todo esto en nosotros:
me parece que es muy cierto lo que dice esta frase puestoque en nuestro diario vivir, en nuestras actividades, siemprese va a originar un espíritu mediocre y más si estamosestudiando, haciendo trabajos, etc.Pero gracias a este libro podemos reconocerlo y aplicar esto, para no realizar cosas mediocres. 3.2LOS ESTIGMAS DE LA MEDIOCRIDAD INTELECTUAL. Ya en este capítulo vemos como hablan del hombre exitosoconstantemente, una frase se caracteriza por asociarse conel texto que el hombre mediocre siempre va asociarse con lavanidad. 3.3 LA MALEDICENCIA.
En este capítulo al iniciar se menciona una frase: Si se limitaran a vegetar
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Con esta frase se puede deducir que, esto se está viendohoy en día, puesto que muchas personas al estar ocupados en el trabajo, estudio y actividades diarias seolvidan del entorno en el cual estamos viviendo, y tambiéncomo lo estamos cuidando. CAPITUL.1 EL H OMBRE HONESTO.
Como el nombre lo indica en el texto se muestra ladiferencia que existe entre un hombre mediocre y otrohonesto, en la parte intermedia de este capítulo semenciona, como esta persona pase lo que pase escompasiva, también dice que Respeta a los perjuicios que les asfixian, pues mi opinión es muy correcto y muy sabioestas palabras, es justamente lo que vivimos. 4.2 FUNCION SOCIAL DE VIRTUD. En esta parte se reconoce que la virtud es una originalidadque se manifiesta solamente en los virtuosos que poseen detalento moral, también se menciona como ha idoevolucionando las virtudes en varios campos lo cual según eltexto, nuestros sentimientos influyen mas en nuestras ideas. 4.3 EL GENIO MORAL: LA SANTIDAD. En el principio de este texto, se destaca la importancia de laexistencia de la santidad, como se ve reflejada en nuestrasvidas, y como nos beneficia, también se destaca que losgenios morales son los santos de la humanidad, con estafrase se puede deducir que hoy en día no prevalece estafrase importante. CAPITULO4 .1 LA PASION DE LOS MEDIOCRES. Una frase característica de este texto es, como la envidiapredomina hoy en día, y explica en como consiste, primerose cree que la persona envidiosa es una adoración ahombres por sus sombras, esta frase me llamo la atenciónpuesto que es muy cierto que muchas personas sientenenvidia por personas que tienen un articulo último modelo,
CAPitulo.1 LAS CANAS. Este texto me gusto más que todos, porque muestra comoes tan especial tener una cana, en el texto menciona que esUna acción de la naturaleza, y que es único en la vida,cuando le sale la primera can uno se pondría triste y seintentaría sacárselas ¿Quién no? Pero, aun asi queda canasinvisibles, y estas quedan en nuestra mente, sentimientos,etc. Esto da a entender que podemos arrancarnos denuestra vida esos malos deseos pero no significa que sevayan a ir por siempre. 6.2 ETAPAS DE DECADENCIA. Aquí se muestra la clasificación del hombre por decirlo así,hay varias etapas INFERIOR EDIOCRE e cataloga al ser inferior como la persona que no tienecapacidades y me parece que es muy malo describir a laspersonas de esta manera puesto que no pueden conocer sus habilidades y estas pueden ser útiles. CAPITULO 7: .1 EL CLIMA DE LA MEDIOCRIDAD. En este texto se logra captar toda la atención en el hombremediocre, y como es su situación en su entorno vemos suactitud en el mundo, sus actividades como las logra y comocapta toda la atención de las personas inferiores tratandollegar a ser iguales todos, en un entorno feliz, unido, yamoroso. CAPITULO 8: .1 LA MORAL DEL GENIO. En el texto se caracteriza la importancia de la moral delgenio, la cual caracteriza a este tipo de persona y comologra obtener un tipo de vida común y única, también mellamo la atención la parte que demuestra que el genio es unafuerza que actúa en función del medio de vida.
El Hombre Mediocre (José Ingenieros) Los ideales pueden no ser verdaderos; son creencias. Su fuerza estriba en sus elementos efectivos: influyen sobre nuestra conducta en la medida en que lo creemos. Por eso, la representación abstracta de las variaciones futuras adquiere un valor moral: las más provechosas a la especie son concebidas como perfeccionamientos. El futuro se identifica con lo perfecto. Mientras que la instrucción se limitará a extender las nociones que la experiencia actual considera más exactas, la educación consiste en sugerir los ideales que se presumen propicios a la perfección. Estos hombres, predispuestos a emanciparse de su rebaño, buscando alguna perfección más allá de lo actual, son los “idealistas”. La unidad del género no depende del contenido intrínseco de sus ideales sino su temperamento: se es idealista persiguiendo las quimeras más contradictorias, siempre que ellas impliquen un sincero afán de perfeccionamiento. Cualquiera. Los espíritus afiebrados por algún ideal son adversarios de la mediocridad: soñadores contra los utilitarios, entusiastas contra los apáticos, generosos contra los calculistas, indisciplinado contra los dogmáticos. Son alguien o algo contra los que no son nadie ni nada. Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de l as diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y l o mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos pero nunca distinguen lo m ejor de lo peor.
La humanidad no llega hasta donde quieren los idealistas en cada perfección particular; pero siempre llega más allá de donde habría ido sin su esfuerzo. Lo poco que pueden todos depende de lo mucho que algunos anhelan. Cuando los pueblos se domestican y callan, los grandes forjadores de ideales levantan su voz. Una ciencia, un arte, un país, una raza, estremecido por su eco, pueden salir de su cauce habitual. El genio es un guión que pone el destino entre
los párrafos de la historia. Si aparece en l os orígenes, crea o funda; si en los resurgimientos, transmuta o desorbita. En ese instante remonta su vuelo todos los espíritus superiores, templándose en pensamientos altos y para obras perennes.
Para concebir una perfección se requiere cierto nivel ético y es indispensable alguna educación intelectual. Sin ellos pueden tenerse fanatismos y supersticiones; ideales, jamás. ¿Por qué suprimir desniveles entre los hombres y las sombras, como si rebajando un poco a los excelentes y puliendo un poco a los bastos se atenuaran las desigualdades creadas por la naturaleza? El predominio de la variación determina la originalidad. Variar es ser alguien, diferenciarse es tener un carácter propio, un penacho, grande o pequeño: emblema, al fin, de que no se vive como simple reflejo de los demás. La función capital del hombre mediocre es la paciencia imitativa; la del hombre superior es la imaginación creadora. El mediocre aspira a confundirse en los que le rodean; el original tiende a diferenciarse de ellos. Mientras el uno se concreta a pensar con la cabeza de la sociedad, el otro aspira a pensar con la propia. En ello estriba la desconfianza que suele rodear a los caracteres originales: nada parece tan peligroso como un hombre que aspira a pensar con su cabeza.
Constreñidos [los mediocres] a vegetar en horizontes estrechos, llegan hasta desdeñar todo lo ideal y todo lo agradable, en nombre de lo inmediatamente provechoso. Su miopía mental impídeles comprender el equilibrio supremo ent re la elegancia y la fuerza, la belleza y la sabiduría. "Donde creen descubrir las gracias del cuerpo, la agilidad, la destreza, la flexibilidad, rehúsan los dones del alma: la profundidad, la reflexión, la sabiduría. Borran de la historia que el más sabio y el más virtuoso de los hombres -Sócrates- bailaba" Para los tontos nada más fácil que ser modestos: lo son por necesidad irrevocable; los más inflados lo fingen por cálculo, considerando que esa actitud es el complemento necesario de la solemnidad y deja sospechar la existencia de méritos pudibundos. …se desesperan pensando que la calcomanía no figura entre las bellas artes.
Los grandes cerebros ascienden por la senda exclusiva del mérito; o por ninguna. Saben que en las mediocracias se suelen seguir otros caminos; por eso no se sienten nunca vencidos, ni sufren de un contraste m ás de lo que gozan de un éxito; ambos son obra de los demás. La gloria depende de ell os mimos. La Bruyére escribió una máxima imperecedera: "En la amistad desinteresada hay placeres que no pueden alcanzar los que nacieron mediocres"; éstos necesitan cómplices, buscándolos entre los que conocen esos secretos resortes descritos como una simple solidaridad en el mal. Siendo desleal, el hipócrita es también ingrato. Invierte las f órmulas del reconocimiento: aspira a la divulgación de los favores que hace, sin ser por ello sensible a los que recibe. Multiplica por mil lo que da y divide por un millón lo que acepta. … Sus sentimientos son otros: el hipócrita sabe que puede seguir siendo honesto aunque practique el mal con disimulo y con desenfado la ingratitud. La mediocridad está en no dar escándalo ni servir de ejemplo.
Enseñan que es necesario ser como los demás; ignoran que sólo es virtuoso el que anhela ser mejor.Cuando nos dicen al oído que renunciemos al ensueño e imitemos al rebaño, no tienen valor de aconsejarnos derechamente la apostasía del propio ideal para sentarnos a rumiar la merienda común. Cada uno de los sentimientos útiles para la vida humana engendra una virtud, una norma de talento moral. Hay filósofos que meditan durante largas noches insomnes, sabios que sacrifican su vida en los laboratorios, patriotas que mueren por la libertad de sus conciudadanos, altivos que r enuncian todo favor que tenga por precio su dignidad, madres que sufren la miseria custodiando el honor de sus hijos. El hombre mediocre ignora esas virtudes; se limita a cumplir las leyes por temor a las penas que amenazan a quien las viola, guardando la honra por no arrastrar las consecuencias de perderla.
Si el ejemplo supremo para los que combaten lo dan los héroes y para los que creen los apóstoles, para los que piensan lo dan los filósofos. Sin algún ingenio, es imposible ascender por los senderos de la virtud; sin alguna virtud son inaccesibles los del ingenio. La duda debiera ser más común, escaseando los criterios de certidumbre lógica; la primera actitud, sin embargo, es una adhesión a lo que se presenta a nuestra experiencia. La manera primitiva de pensar las cosas consiste en creerlas tales
como las sentimos; los niños, los salvajes, los ignorantes y los espíritus débiles son accesibles a todos l os errores, juguetes frívolos de las personas, las cosas y las circunstancias. Cualquiera desvía los bajeles sin gobierno. Esas creencias son como los clavos que se meten de un solo golpe; las convicciones firmes entran como los tornillos, poco a poco, a f uerza de observación y de estudio. … Vivir arrastrado por l as ajenas equivale a no vivir. Los mediocres son obra de los demás y están en todas partes: manera de no ser nadie y no estar en ninguna.
Pensar es vivir. Todo ideal humano implica una asociación sistemática de la moral y de la voluntad, haciendo converger a su objeto los más vehementes anhelos de perfección El hombre es. La sombra parece. El hombre pone su honor en el mérito propio y es juez supremo de sí m ismo; asciende a la dignidad. La sombra pone el suyo en la estimación ajena y renuncia a juzgarse; desciende a la vanidad. Hay una moral del honor y otra de su caricatura: ser o parecer.
El que aspira a parecer renuncia a ser. El que aspira a ser águila debe mirar lejos y volar alto; el que se resigna a arrastrarse como un gusano renuncia al derecho de protestar si lo aplastan. El que envidia se rebaja sin saberlo, se confiesa subalterno; Toda la psicología de la envidia está sintetizada en una fábula, digna de incluirse en los libros de l ectura infantil. Un ventrudo sapo graznaba en su pantano cuando vio resplandecer en lo más alto de las toscas a una luciérnaga. Pensó que ningún ser tenía derecho de lucir cualidades que él mismo no poseería jamás. Mortificado por su propia impotencia, saltó hasta ella y la cubrió con su vientre helado. La inocente luciérnaga osó preguntarle: ¿Por qué me tapas? Y el sapo, congestionado por la envidia, sólo acertó a interrogar a su vez: ¿Por qué brillas? Todo rumor de alas parece estremecerlo [al mediocre], como si fuera una burla a sus vuelos gallináceos. Maldice la luz, sabiendo que en sus propias tinieblas no amanecerá un solo día de gloria. ¡Si pudiera organizar una cacería de águilas o decretar un apagamiento de astros! Sólo que la admiración nace en el fuerte y la envidia en el subalterno. Envidiar es una forma aberrante de rendir homenaje a la superioridad. El gemido que la insuficiencia arranca a la vanidad es una forma especial de alabanza. La que ha nacido bella -y la Belleza para ser completa requiere, entre otros dones, la gracia, la pasión y la inteligencia- tiene asegurado el culto de la envidia. La incapacidad de crear le empuja a destruir. Su falt a de inspiración le induce a rumiar el talento ajeno, empañándolo con especiosidades que denuncian su irreparable ultimidad. Donde todos pueden hablar, callan los ilustrados.
Alabar a los ignorantes y merecer su aplauso, hablándoles sin cesar de sus derechos, y jamás de sus deberes, es el postrer renunciamiento a la propia dignidad. El ambicioso quiere ascender, hasta donde sus propias alas puedan levantado; el vanidoso cree encontrarse ya en la suprema cumbre codiciada por los demás.
La cuna dorada no da aptitudes; tampoco las da una urna electoral. Un régimen donde el mérito individual fuese estimado por sobre todas las cosas, sería perfecto. Excluiría cualquier influencia numérica u oligarquía. No habría intereses creados. El voto anónimo t endría tan exiguo valor como el blasón fortuito. Los hombres se esforzarían por ser cada vez más desiguales entre sí, prefiriendo cualquier originalidad creadora a la más tradicional de las rutinas. Los hombres mediocres se equivocan de vulgar manera; el genio, aun cuando se desploma, enciende una chispa, y en su fugaz alumbramiento se entrevé alguna cosa o verdad no sospechada antes. No es menos grande Platón por sus errores ni lo son por ello Shakespeare o Kant. En los genios que se equivocan hay u na viril firmeza que a todos im pone respeto. Mientras los contemporizadores ambiguos no despiertan grandes admiraciones, los hombres firmes obligan el homenaje de sus propios adversarios. Hay más valor moral en creer firmemente una ilusión propia, que en aceptar tibiamente una mentira ajena.
Todo hombre de genio es la personificación suprema de un Ideal.
Enseñando a admirar el genio, la santidad y el heroísmo, prepáranse climas propios a su advenimiento.