Importancia de la Revolución Francesa En la historia del mundo contemporáneo, la revolución francesa significó el tránsito de la sociedad estamental, heredera del feudalismo, a la sociedad capitalista, basada en una economía de mercado. La burguesía, consciente de su papel preponderante en la vida económica, desplazó del poder a la aristocracia y a la monarquía absoluta. Los revolucionarios franceses no sólo crearon un nuevo modelo de sociedad y estado, sino que difundieron un nuevo modo de pensar por la mayor parte del mundo. En la Historia la Revolución Francesa fue de mucha significación, en primer lugar este proceso revolucionario se inició como un fenómeno local que pasa a sentirse en Europa y el resto del mundo. En ella se hizo realidad las ideas expuestas por los filósofos de la época de las luces. Las estructuras que servían de armazón al antiguo régimen en lo político, social y económico sufrieron cambios violentos tales como: Desde el punto de vista Político: Se destruyó el régimen de Monarquía absolutista por derecho divino e instituyó, primero la monarquía constitucional y luego la República demostrando que uno y otro sistema eran aplicables. El panorama que presenta hoy el mundo civilizado tiene en su mayoría Repúblicas y en minoría Monarquías Constitucionales como sistemas gubernamentales. En lo Social: La Revolución Francesa consagró el principio de igualdad ante la Ley, aclarando que las distinciones sólo podían basarse en la utilidad de todos, queda eliminada la nobleza como clase dirigente así como el clero quien perdió sus privilegios y la burguesía pasa a ser la clase triunfadora en la Revolución y que aún en la actualidad ocupa en la generalidad de las naciones. En lo Económico: La Revolución Francesa consagró la libertad de trabajo. Reforma y contrarreforma La reforma La Iglesia de comienzos de la Edad Moderna tiende a hacerse señorial, a acumular riquezas, y a la ostentación de ellas. El papa tiene ambiciones políticas: se venden bulas para conseguir dinero y ventajas políticas, y la Iglesia se instala en la corrupción para conseguir dinero, por más que se condene la simonía, o venta de sacramentos. Se crea una teocracia imperial, que disputa el poder temporal al emperador. Además, la recaudación del diezmo implica un ingreso de dinero desde todos los reinos cristianos. En contra de esta tendencia de ostentación y lujo está el Humanismo, que aboga por una religión interior y personal, en oposición a la religión pública de los grandes actos. Esta idea hará que algunos miembros de la Iglesia adopten posturas en contra de la actitud de Roma, e intenten reformar la vida eclesiástica, para hacer de ella un modelo moral, más acorde con la predicación y el mensaje de la Biblia, ante la sociedad. Martín Lutero (1483-1546) es el gran impulsor de la reforma de la Iglesia. Es un fraile agustino que considera que la ostentación y el lujo de la Iglesia y del papado está en contra del mensaje evangélico.
La Contrarreforma También en el seno de la Iglesia católica se hace un intento por moralizar la vida eclesiástica y tener un espíritu más evangélico. Los jesuitas intentan una conciliación con los protestantes, para lo que elaboran el mito de la Iglesia primitiva, y defienden el estudio del Evangelio. Pero los jesuitas tienen un voto de obediencia al papa que será la esencia de la contrarreforma. Además, los jesuitas negarán la religiosidad íntima, en favor de la de los grandes ritos. La Contrarreforma toma cuerpo en el Concilio de Trento (1545-1563), que se convoca a petición de todo el mundo, para resolver los litigios planteados. En un principio pretendía reconciliar a la Iglesia católica con los protestantes, pero triunfaron las tesis más intransigentes. El concilio lo convocó Pablo III y lo cerró Pío IV. Tras la discusión se decretaron una serie de normas para los ritos y la organización de la Iglesia, que serían de obligado cumplimiento para todos, y que durarían hasta el siglo XX. Es, ante todo, un concilio normativo en el que se organiza la doctrina y se determinan los dogmas de la Iglesia. Declara que sólo el clero tiene potestad para interpretar la Biblia, y que la fe en Dios es fundamental para la salvación así como las buenas obras. Se estipula el uso del latín en las ceremonias, y se reafirma el poder jerárquico dentro de la Iglesia. La Inquisición se convierte en la guardiana de la doctrina de la Iglesia y la defensora del Concilio. La Inquisición se había creado para perseguir las herejías, no a los infieles. Era la única institución que tenía una legislación común para todos los reinos y todo el territorio, y por encima de la autoridad política, aunque la ejecución de la sentencia dependía del poder civil.
Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El nombre «renacimiento» se utilizó porque éste retomaba los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por cierto antropocentrismo. El historiador y artista Giorgio Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.
De hecho, el Renacimiento rompió, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que calificó como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo degótico. Con la misma conciencia, el movimiento renacentista se opuso al arte contemporáneo del norte de Europa. Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significó una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional». Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se ha discutido muchísimo; generalmente, con el término «humanismo» se indica el proceso innovador, inspirado en la Antigüedad clásica y en la consolidación de la importancia del hombre en la organización de las realidades histórica y natural que se aplicó en los siglos XV y XVI. El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde l os puntos de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limitó a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, a los que las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los Estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto aEuropa y América, la descomposición del feudalismo, el ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.
La Revolución Industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Inglaterraen primer lugar, y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas yculturales de la Historia de la humanidad, desde el Neolítico. La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron lamáquina de vapor y la denominada Spinning Jenny , una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras
décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción. Así es que en la revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra cualificada, y de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.
La Primera Guerra Mundial o Gran Guerra fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1914 y 1918,2 y que produjo más de 10 millones de bajas.3 Más de 60 millones de soldados europeos fueron movilizados desde 1914 hasta 1918.4 5Originado en Europa por la rivalidad entre las potencias imperialistas, se transformó en el primer conflicto bélico en cubrir más de la mitad del planeta. Fue en su momento el más sangriento de la historia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra solía llamarse la Gran Guerra o la Guerra de Guerras. Fue la segunda guerra más dañina de la historia tras la Segunda Guerra Mundial La guerra comenzó como un enfrentamiento entre el Imperio austrohúngaro ySerbia. Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de los países eslavos y deseaba socavar la posición de AustriaHungría en los Balcanes. Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra, obligada por un pacto secreto contraído con la monarquía de los Habsburgo, y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados»: Francia, el Reino Unido, Imperio Ruso, Serbia, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados Unidos(desde 1917), así como el Reino de Italia, que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los imperios Austrohúngaro, Alemán y Otomano, acompañados por Bulgaria.
Estrategia Naval Británica Finalizada la Primera Guerra Mundial, los británicos hicieron esfuerzos para evitar una carrera armamentista que no podían afrontar. Firmaron el Tratado Naval de Washington de 1922, mediante el cual aceptaban la correlación de fuerzas con las
demás potencias. El tratado fijaba un poder equivalente con Estados Unidos, menos del doble con Japón, y una ligera superioridad con Francia e Italia. El desplazamiento máximo quedaba fijado en 35.000 toneladas y cañones con un calibre máximo de 40,6 cm. Además se establecieron limitaciones en cuán viejos debían ser los buques, antes de ser reemplazados y en qué medida podían ser modernizados los existentes. Cuando Hitler denunció el Tratado de Versalles, Gran Bretaña se vio obligada a negociar un tratado naval para evitar la carrera armamentista. Como resultado, fue firmado el Tratado Naval Anglo-Alemán de 1935, que le permitía a Alemania poseer hasta el 35% de tonelaje de flota de superficie y el 45% de la submarina, un gran logro para el país derrotado en 1918. El ingenio y la capacidad de los ingenieros y proyectistas navales se encargarían del resto, como lo pudieron comprobar los propios británicos más tarde.
LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA
Las nociones de libertad y nacionalismo surgieron, en América Latina, para fines del siglo XVIII. Antes de la independencia, el pueblo latinoamericano adquirió conciencia de las diferencias existentes entre las metrópolis y los territorios coloniales, y, con esta toma de conciencia, comenzó a manifestarse el sentimiento patrio y de identidad nacional. El concepto libertad adquirió gran significado con el nacionalismo, y la lucha por la libertad y la preservación de la identidad nacional se convirtieron en los estandartes de los pueblos latinoamericanos. El incipiente nacionalismo contribuyó, pues, a cuestionar el orden colonial prevaleciente. Estas posiciones de las colonias engendraron serias divergencias con las metrópolis, lo que contribuyó a allanar la ruta hacia la independencia. En el proceso de lucha, las colonias vieron surgir un gran número de figuras heroicas que dejaron su huella en el desarrollo de una nueva identidad nacional. Los criollos, respaldados por mestizos, mulatos e indios, lograron sustituir los poderes metropolitanos, y asumieron el mando. El reto mayor fue lograr la integración de los nuevos estados recién creados, pero para esto era necesario algo más que un fuerte deseo de libertad.