ESTILOS E ICONOGRAFÍA DE LA CULTURA NASCA
INTRODUCCIÓN
Desde tiempos antiguos, las culturas de los Ande An dess se han han enfr enfren enta tado do a una una adve advers rsaa geografía, que lograron dominar en base a un
TOLEDO LEÓN, JENIFFER
arduo y lento proceso de domesticación de su entorno natural, acumulando experiencias y desarrollando mecanismos para aprovechar al máximo los recursos del medio en que habitaron. La región costera peruana no fue la excepción.
Aunq Au nque ue con con even eventu tual ales es camb cambio ioss ecol ecológ ógic icos os a lo larg largoo del del tiem tiempo po,, los los pais paisa aes es se han han caracteri!ado por presentar una árida geografía, predominando los desiertos y las reducidas áreas productivas, denominadas "oasis#, estos son valles f$rtiles enclavados en los desiertos, cuyos ríos nacen en las cordilleras andinas y discurren estacionalmente hacia el litoral costero, creando en su cauce ambientes naturales propicios para vivir. vi vir. %n la &osta 'ur del (er), específicamente en la región de *asca, predomina un paisae completamente árido. 'in embargo, tanto los valles como los desiertos y mesetas muestran las huellas del trabao deado por los que habitaron dicha región. %stos pobladores desarrollaron una sociedad con estructuras compleas de organi!ación, que fue capa! de aprovechar los escasos recursos acuáticos de esta !ona des$rtica, construyendo extensos sistemas de irrigación sobre todos los valles y desarrollando al máximo el potencial agrícola, que constituyo la base de la economía de la sociedad. La cultura *asca pertenece a uno de los periodos más productivos y creativos de la historia del (er), que corresponde al momento de desarrollo de las culturas regionales, un fenómeno que hoy está bien documentado y que gracias a la difusión y concentración de investigaciones arqueológicas, podemos comprender en toda su compleidad. %s curioso observar que mientras en lo que concierne a los testigos de otras culturas coevas, como +oche o Lima, cuyos vestigios arquitectónicos quedaron visible, a pesar de la acción e influencia de las sociedades que las sucedieron o la profunda alteración producida por la conquista espaola, en lo que se refiere a *asca cada huella o recuerdo de su esplendor desaparecieron desaparecieron bao las capas de arena. arena. De esta manera, en -/0, la expedición del &entro 1taliano 'tudi e 2icerche Archeologiche (recolombiane, denominada (royecto *asca y dirigida por 3iuseppe 4refici, logro devolver a *asca su antiguo esplendor, esplendor, a trav$s de &ahuachi, centro ceremonial teocrático teocrático *asca.
LA CULTURA NASCA 1. UBICACIÓN: La cultura *asca se desarrolló durante los aos 055 6 /55 d.c. en la !ona del 7alle de 2ío 3rande, ubicado en la (rovincia de *asca del Departamento de 1ca. Las investigaciones arqueológicas han descubierto en la 8acienda de &ahuachi una gran ciudad pre 6 colombina, que fue la capital teocrática de esta gran cultura y desde donde impuso control y dominio.
Aunq Au nque ue con con even eventu tual ales es camb cambio ioss ecol ecológ ógic icos os a lo larg largoo del del tiem tiempo po,, los los pais paisa aes es se han han caracteri!ado por presentar una árida geografía, predominando los desiertos y las reducidas áreas productivas, denominadas "oasis#, estos son valles f$rtiles enclavados en los desiertos, cuyos ríos nacen en las cordilleras andinas y discurren estacionalmente hacia el litoral costero, creando en su cauce ambientes naturales propicios para vivir. vi vir. %n la &osta 'ur del (er), específicamente en la región de *asca, predomina un paisae completamente árido. 'in embargo, tanto los valles como los desiertos y mesetas muestran las huellas del trabao deado por los que habitaron dicha región. %stos pobladores desarrollaron una sociedad con estructuras compleas de organi!ación, que fue capa! de aprovechar los escasos recursos acuáticos de esta !ona des$rtica, construyendo extensos sistemas de irrigación sobre todos los valles y desarrollando al máximo el potencial agrícola, que constituyo la base de la economía de la sociedad. La cultura *asca pertenece a uno de los periodos más productivos y creativos de la historia del (er), que corresponde al momento de desarrollo de las culturas regionales, un fenómeno que hoy está bien documentado y que gracias a la difusión y concentración de investigaciones arqueológicas, podemos comprender en toda su compleidad. %s curioso observar que mientras en lo que concierne a los testigos de otras culturas coevas, como +oche o Lima, cuyos vestigios arquitectónicos quedaron visible, a pesar de la acción e influencia de las sociedades que las sucedieron o la profunda alteración producida por la conquista espaola, en lo que se refiere a *asca cada huella o recuerdo de su esplendor desaparecieron desaparecieron bao las capas de arena. arena. De esta manera, en -/0, la expedición del &entro 1taliano 'tudi e 2icerche Archeologiche (recolombiane, denominada (royecto *asca y dirigida por 3iuseppe 4refici, logro devolver a *asca su antiguo esplendor, esplendor, a trav$s de &ahuachi, centro ceremonial teocrático teocrático *asca.
LA CULTURA NASCA 1. UBICACIÓN: La cultura *asca se desarrolló durante los aos 055 6 /55 d.c. en la !ona del 7alle de 2ío 3rande, ubicado en la (rovincia de *asca del Departamento de 1ca. Las investigaciones arqueológicas han descubierto en la 8acienda de &ahuachi una gran ciudad pre 6 colombina, que fue la capital teocrática de esta gran cultura y desde donde impuso control y dominio.
%n lo que se refiere a *a!ca, las evidencias arqueológicas han confirmado que su área de expansión abarco gran parte de los valles costeros, llegando por el norte hasta &aete y por el 'ur hasta Acarí. 9ambi$n tenemos pruebas de la existencia de continuos intercambios con las sociedades del altiplano y de los valles costeros más al norte para abastecerse de los productos aptos aptos para para la fabric fabricaci ación ón de utensi utensilio lios, s, materi materiale aless exó exótic ticos os y minera minerales les necesa necesario rioss como como mordientes. (aralelamente al desarrollo de *asca, florecieron tambi$n la cultura Lima en la costa central y la cultura :arpa en la sierra de Ayacucho, Ayacucho, con las cuales existieron varias formas de contacto, fuera de los confines de sus respectivas influencias. ;4refici, 05-0<0= 8ay que considerar tambi$n la importancia de que tuvieron en este periodo los centros religiosos y administrativos ubicados en los territorios controlados por etnias diferentes, como no hay que subvaluar el prestigio que algunos de ellos alcan!aron leos de su área de influencia. %l centro ceremonial de &ahuachi fue sin duda alguna ve! el más importante eemplo de gobierno teocrático de la &osta 'ur y el mayor centro de atracción y agregación de un inmenso territorio, meta de peregrinaes periódicos desde sitios muy leanos.
2. ORGANIZACIÓN SOCIAL: %n todo el periodo de funcionamiento de &ahuachi es evidente la existencia de una organi!ación social basada en una erarquía estratificada, con clases sociales distintas y especiali!adas, que contribuyo a determinar el prestigio de la capital teocrática. %l perfeccionamiento de los sistemas de producción primaria, preeminentemente agrícola, se acompaaba de un alto grado de especiali!ación. %sto se desprende de la presencia de una ingente cantidad de cerámica, un arte textil t$cnicamente desarrollado y de la evidencia de una calificada maestría en la construcción de edificios monumentales. %n el campo de la arquitectura, los *asca demostraron un gran conocimiento de los materiales y de los principios de estática, unto a la capacidad de concebir patrones tipológicos preliminares que luego aplicaban en vasta escala. %n el curso de evolución, este pueblo tra!o los geoglifos de la pampa y concibió obras hidráulicas como los acueductos, lo cual confirma que existió una costumbre establecida de subdivisión de trabao. 'in embarg embargoo la produc producció ciónn de textile textiless y alfare alfareros ros fueron fueron los princi principal pales es elemento elementoss que difundieron y dieron a conocer a la población, a trav$s de la iconografía representada, las divinidades, los personaes míticos y los conceptos religiosos relacionados con ellos. %n el corpus corpus temáti temático co de la cerámi cerámica ca resalta resalta la import importanc ancia ia de la agricu agricultu ltura ra como como element elementoo imprescindible de supervivencia, de intercambio y de ofrenda al interior de los templos. %n &ahuachi se hallaron varios hoyos conteniendo >ilos de semillas de !apallo, aí, maí! y otros cultígenos, confirmando el valor intrínseco de estos productos y tambi$n a nivel votivo. De
hech hecho, o, el desa desarr rrol ollo lo agrí agríco cola la alca alcan! n!oo un nive nivell altam altament entee espe especi cial ali! i!ad adoo grac gracia iass a la especiali!ación de canales de riego y una red de acueductos, como lo atestigua la variedad y calidad calidad de los cultígenos cultígenos presentes presentes en los rellenos rellenos de los edificios edificios de &ahuachi. &ahuachi. La dieta de la población estaba complementada con las proteínas de origen animal, principalmente cam$lidos. ca m$lidos. ;4refici, 05-0<?= La iconografía cerámica nos ayuda asimismo a reconocer en forma directa algunos elementos que diferencian actividades y las distintas categorías de las personas que ha ellas se dedicaban. %n las escenas de ca!a los personaes visten una faa particular, su cabe!a está cubierta con un sombrero específico, además llevan flechas, propulsores u hondas de teido@ los agricultores parecen representados con )tiles de labran!a y solo un pauelo amarrado en las caderas, los portadores de vegetales con la cabe!a cubierta con un sombrero en punta, mientras que los pescadores tienen cabellos recogidos por una red. 4bservando esto se arguye que cada ocupación se diferencia mediante la indumentaria.;4refici, 05-0<?= Aunque la literatura com)n describe a los *asca como un pueblo guerrero, no tenemos datos suficientes en lo que atae a esta categoría, ni para poder afirmar que sus integrantes formasen parte de una clase social distinta. 'obre la base de los estudios antropológicos 6 físicos reali!ados durante las excavaciones del (royecto *asca resalta la escase! de restos óseos con huellas de heridas o traumas violentos, la cual no permite determinar si hubo enfrentamientos b$licos con poblaciones limítrofes, limítrofes, %n una sociedad erarqui!ada como *asca, el mayor o menor rango social lo podemos deducir solo por la cantidad y calidad de ofrendas funerarias, y por la vestimenta. Los adornos personales eran producidos elaborando valvas de conchas ;Spondylus, choros, otros =, piedras preciosas como la crisocola, con las cuales fabricaban pendientes y cuentas de collar. Los ornamentos de oro eran reservados para los personaes de alto linae o los sacerdotes. &omo se nota en el repertorio iconográfico de la cerámica, quienes más se distinguían en lo que se refiere a los indicadores de estatus eran los que tenían investiduras políticas o religiosas, sin diferenciación de edad o sexo.
ESTILOS EN LA CERÁMICA NASCA %l arte *asca incluye tela finas de lana y algodón, elaborados teidos de plumas, pie!as de oro y cobre, calaba!as pirograbadas y obetos de mulera y concha. Destaca, sin embargo, su cerámica de líneas sobrias y singular policromía.
Las vasias *asca son de pasta fina, los colores sometidos a cocción y las superficies altamente pulidas. Los motivos decorativos 6planos, sólidos y siempre delineados con negro6 pueden ser< naturalistas biomorfos, criaturas mitológicas o diseos geom$tricos. %n su tra!o se ha utili!ado una pintura líquida de origen mineral, obtenida por sedimentación, empleando en muchos casos hasta once colores en una sola pie!a, siendo siete los más frecuentes< blanco cremoso, anaranado, roo ;entre pun!o y lacre=, ocre, negro, gris oscuro y p)rpura o carmín. La forma de sus vasias es muy variada. %n -0 Ann 3ayton y Alfred L. Broeber destacaron veinticinco formas principales< platos, ta!as, vasos y cántaros efigie, todos de base convexa, propios para un piso de arena. %l prototipo corresponde, a una vasia cerrada de cuerpo globular, base convexa y gollete de doble pico unido por un asa puente. Aunque se conocen algunas vasias escultóricas, en *asca el modelado no fue usual. Las t$cnicas de manufactura incluyen el enrollado y el moldeado directo, tambi$n la barbotina para producir pie!as de paredes milim$tricas. Los motivos más frecuentes son< bandas escalonadas@ personaes humanos relacionados con actividades agrícolas, guerreras, ca!a, pesca y m)sica. 2epresentaciones de cabe!as trofeo@ animales realistas como el gato manchado, el !orro, peces, aves y serpientes@ seres mitológicos antropomorfi!ados como el demonio gato, el boto ;4rca gladiator=, la escolopendra y la serpiente dentellada. La ausencia o presencia de determinados motivos y los cambios estilísticos tan marcados en su ornamentación y forma de las vasias han constituido una excelente base para el establecimiento de una secuencia temporal con valor cronológico y )til para fiar los eventos más importantes del proceso cultural de la !ona.
%l estilo *asca tiene sus antecedentes en (aracas y su inicio no está marcado por una ruptura con sus tradiciones del pasado. Ambos estilos expresan una continuidad cultural, perdurando la iconografía (aracas, con las modificaciones propias de su dinámica, a lo largo de toda la historia de *asca. %n *asca, ha observado Corge &. +uelle, las formas escultóricas son escasas porque, a diferencia del mochica, el temperamento del alfarero *asca era pictórico y no escultórico. Las representaciones en bulto son muy rudas y sus detalles están interpretados no con relieves sino con colores.
Los alfareros *asca fabricaron los recipientes modelando a mano el bloque de arcilla o adoptando t$cnicas mixtas, sin el uso del torno que era desconocido. %n su lugar se utili!aba una base plana de arcilla u otro material ;plata alfarero= que permitía lograr resultados excelentes y modelar cualquier forma. La sucesiva etapa de elaboración preveía el acabado de la superficie
a)n no consolidada por medio de instrumentos adecuados ;tiras de cuero o de tela, calaba!as, recipientes, discos de cerámica, tablillas de madera o de hueso=, con los que se empareaba y alisaba la superficie, reduciendo cada imperfección. Luego se procedía al engobe, revistiendo la manufactura con un estrato de arcilla fina o caolín en suspensión líquida, quedaba al recipiente mayor resistencia a la cocción y constituía la base sobre la cual pintar los motivos decorativos. La preparación de los pigmentos era otro proceso indispensable para conseguir la característica policromía< se obtiene de los óxidos, hidróxidos y carbonatos de cobre, hierro y magnesio, del cinabrio y de varias arcillas y tierras naturales, entre las cuales calcita, yeso y otras. %l estudio tipológico y de la iconografía cerámica establece la base, unto al sustento de fechados radiocarbónicos y otros tipos de análisis ;termoluminiscencia, radiografías, etc.=, para una correcta ubicación respecto a la secuencia estilística. %l problema de 'eriación de la cerámica de la cultura *asca ha sido tratado por diferentes autores en relación con las anali!adas por ellos. ;9ello, --?@ 3ayton y Broeber, -0?@ Broeber, -=, pero la que sigue utili!ando como base de referencia fue definida por L. DaEson en -0, con una secuencia de nueve fases seg)n un procedimiento metodológico descrito detalladamente en publicaciones que salieron en los aos sucesivos ;2oEe, -a, -5, --, +en!el, DaEson y 2oEe, -F@ (atterson, -@ (roulx, -/, 055=. Algunos autores han enfrentado el tema de seriación basando sus análisis no solo en los elementos estilísticos, sino examinando tambi$n los aspectos culturales y evolutivos ;2oar>, -@ 'aEyer, -@ Lumbreras, -=.
1. CLASIFICACIÓN DE LA CERÁMICA SEGÚN DAWSON: NASCA 1: La cerámica de la fase -, es la que más se está redefiniendo en la actualidad, por colocarse en un periodo de entre el 8ori!onte 9emprano y el (eriodo 1ntermedio 9emprano. 'e distinguen dos grupos principales con preponderancia de un tipo monocromo, de color narana o negro, muy fino y delgado, diversamente de lo que se observa en los recipientes polícromos del segundo grupo, en cuya decoración se utili!an dos o tres colores. Las formas más frecuentes del tipo monocromo son cuencos cerrados y abiertos con base convexa, platos, botellas de pico unido con asa 6 puente a figuras escultóricas antropomorfas u ornitomorfas@ hay tambi$n botellas con doble pico y asa 6 puente, cuya tipología procede de
4cucae ? y /, que definen muy bien esta fase. Dentro de esta producción alfarera se destaca una especial cerámica negra cocida en atmosfera reductora.
Los motivos iconográficos más recurrentes comprenden líneas semicirculares, sigmoidales, en !ig!ag, faas de segmentos paralelos y variantes de estos símbolos@ más raramente se han hallado eemplares con rombos o motivos naturalistas como peces y vegetales. %l tipo polícromo se distinguen por la aplicación de los pigmentos antes de la cochura sobre una base con engobe, los colores más utili!ados son el blanco, roo y negro. %n la decoración con incisión y pintura "negativa# se observa la antigua herencia tradicional de (aracas. %n los cuencos y platos la decoración exterior se obtiene dividiendo la superficie en paneles con incisiones verticales, que separan figuras simples como círculos, motivos escalonados y representaciones estili!adas de animales. La iconografía felínica es recurrentes, así como la imagen del ser oculado, que remarca la persistencia de elementos de 4cucae /. 'trong ;-?< -G05= define esta cerámica como Late (aracas 6 (roto *a!ca. %l cambio estilístico que marca el comien!o de la tradición *asca es el uso de engobes aplicados antes de la cocción, en ve! de la pintura resinosa postGcocción característica de la tradición (aracas. Las vasias tienen paredes más gruesas. Las combustión estuvo meor controlada. La pasta es de color roo anaranado. Las vasias son sencillas y las finas se caracteri!an por su acabado de perfecto pulimento, cuidado engobe y brillo suave. %xisten vasias con motivos pintados hasta en nueve colores. Hn rasgo destacable y nuevo es el ángulo agudo de las bases de las ta!as, que parece tener su origen en la tradición 9opará. Algunas vasias presentan motivos decorativos hechos con líneas incisas muy tenues. %ntre las vasias, predominan las formas escultóricas. Las vasias de doble pico poseen los pitones delgados y paralelos. %n esta fase, el estilo aparece más desarrollado en los teidos que en la cerámica. La forma de la mano, el pie, los oos y peces son diagnósticos.
NASCA 2: La fase 0 evidencia un desarrollo en las formas y en la policromía, desaparece la práctica de separar los campos cromáticos con incisiones, los recipientes más comunes son botellas a doble pico con asa 6 puente, botellas escultóricas, vasias dobles constituidas por un cuenco de base
que incluye un cuerpo globular, ceramios antropomorfos, platos, vasos con bordes ligeramente evertidos y cuencos de base convexa. %l empaste es más fino en relación a la cerámica policroma de la fase - e indica un meor control en la etapa de cocción. La superficie tiene siempre engobe pulido y constituye la base para un corpus iconográfico muy heterog$neo en las botellas prevalece la figura central de la divinidad felínica antropomorfi!ada, que constituye al antiguo 'er 4culado (aracas y presenta algunas variaciones respecto al original@ a menudo está asociada a cabe!as 6 trofeo. %n la decoración interna de los platos se distingues peces con cuerpo ancho y corto y variedad de plantas, como !apallos, freoles, pallares, íquima, maí!, y vainas de algarrobo. 'ecuencias de estos motivos principalmente en negro y roo, ornamentan tambi$n la superficie externa de cuencos y ta!as< en este caso se alternan sobre un engobe blanco, partido en campos por líneas verticales negras. Los temas !oomorfos están interpretados de una forma arcaica, con representaciones de hormigas, reptiles, saurias, batracias y renacuaos, que distinguirán tambi$n la fase sucesiva. %ntre los motivos geom$tricos se utili!an el doble círculo conc$ntrico en blanco y roo o negro y roo, emblemas sigmoidales o escalonados policromos, contorneados por una línea blanca. Las vasias antropomorfas conservan sus rasgos paracoides, si bien introduciendo el uso del marrón obscuro y un mayor empleo de blanco y roo. La efigie humana está vinculada sobre todo con plantas, principalmente la íquima y aí. 8ay tambi$n ceramios coloreados con blondas rítmicas de color, sin ninguna iconografía figurativa. Los motivos decorativos, respecto a la fase anterior, presentan variaciones significativas en su configuración. Las cabe!as trofeo son más largas y tienen el oo unido a la frente. La diadema que decora la frente del "gato demonio# es más complicada. Los peces son más grandes. Las manos de los personaes, más realistas@ sus pies más alargados y con el talón curvo@ los aretes más alargados. %l diseo del boto ;4rca gradiator= es más compleo. Aparece como motivo decorativo el venceo ;&ypselus=. %l "gato manchado# tiene como rasgos singulares una gran cabe!a, boca chica, mostachos y cuerpo alargado con cola vertical. Las líneas incisas como elemento decorativo se encuentran sólo en las vasias utilitarias. Los diseos de frutas, peces, cabe!as trofeo y hondas figuran entre los motivos más comunes. %l fondo de los diseos puede ser roo indio, blanco, negro y marrón oscuro.
NASCA 3: La fase I de *asca corresponde al momento de apogeo de &ahuachi y se caracteri!a por una calidad eecutiva y tecnológica muy esmerada. 'in embargo no hay muchas variaciones en la morfología, sino en el tamao de los recipientes y en el empaste, que contienen desgrasantes de granulometría mayor, confiriendo mayor espesor a las paredes de los artefactos. %n el repertorio iconográfico, se incrementan las figuras ictiomorfas y el motivo de la orca marina parece evolucionar de la forma en la que empua una sola cabe!a trofeo a otra en la cual tiene un cuchillo de obsidianas o ambos elementos untos, lo cual podría sugerir un incremento de rituales relacionados con sacrificios. Las representaciones de la fauna ornitoforma abundan y evolucionan, abandonando los rasos estilísticos (aracas y adquieren un valor especial en las decoraciones@ las efigies más recurrentes corresponden al venceo. Al halcón ; Falco femoralis=, a varias rapaces nocturnas, además de cóndores, flamencos, papagayos y diferentes aves marinas@ el picaflor ;colibrí= aparece un poco más tarde asociado a flores en el acto de chupar su n$ctar. %n su evolución, la simbología ornitomorfa se asocia a menudo con figuras de peces, especialmente con la de tiburones@ de una representación inicial con aves marinas asiladas se llega a motivos relacionados con bandas decoradas con ictiomorfos pero que quedan asilados en la composición de las escenas. Hna variante sucesiva muestra secuencias de peces encerrados en faas, cuya dimensión se reduce progresivamente hasta llegar a su resolución terminal en que el ave come al pe!@ esta metamorfosis del símbolo ornitomorfo adquiere una preponderancia siempre mayor respecto de los peces que en las modificaciones estilísticas sucesivas tienen una declinación progresiva, unto al emblema de la orca marina. La divinidad felínica antropomorfi!ada se representa con una mayor estili!ación de los detalles y un incremento en sus adornos, las manchas del cuerpo se mudan en vegetales y su oo se alarga cada ve! más en las extremidades. %n los recipientes siguen las imágenes de plantas y animales, aunque con formas más desarrolladas y contorneadas en blanco y negro. %l final de *asca I parece coincidir con el ocaso de &ahuachi@ la presencia de fases posteriores está asociada a contextos funerarios intrusivos o revisitaciones de las antiguas estructuras. 'e aprecian cambios profundos en el estilo que sugieren la presencia de fuer!as externas beligerantes. La influencia 9opará comien!a a debilitarse. Las vasias presentan un mayor
diámetro y bordes menos expandidos. Los platos son más toscos y profundos. %mpie!a el desarrollo del modelado. %ntre los cambios observados en los motivos decorativos destacan los hechos con lí neas pequeas. Las diademas de los personaes son más grandes. Las caras aumentan de proporción. %l elemento decorativo denominado "punta dividi da# cobra gran importancia y está presente en la nari! de las cabe!asGtrofeo, alas de páaros y aletas de peces. %l venceo es más estili!ado. Los !orros son realistas, el "demonio gato# tiene cara más antropomórfica. &omo motivo decorativo aparece uno similar al fruto del tomate con ped)nculo.
NASCA 4: La fase F de la cerámica ha sido propuesta sobre bases estilísticas, pero no tiene evidencias de tipo estratigráfico y resulta difícil ubicarla cronológicamente. Los cambios que se le atribuyen estarías caracteri!ados por el empaste más roo con desgrasante de menor granulometría, una meor manufactura de las formas y paredes más delgadas. Las imágenes apareces más contenidas, pequeas y copiosas@ casi desaparecen los motivos ictiomorfos, extremadamente esquemati!ados se reducen significativamente. 'eg)n el autor ;4refici, -0<-IF= es probable que la declinación de &ahuachi haya producido una serie de renovaciones y cambios que evidencian nuevas condiciones socioeconómicas en los valles de *asca. (or ende las fases F y corresponderían a un periodo de transición que desembocara en un desarrollo importante de los centros perif$ricos ;4rifici y Drusini, 055I<--=. La decoración se centra mayormente en la representación de páaros, cabe!asGtrofeo, peces y frutas, en formas cerradas y más pequeas. %l "3ato demonio# lleva una ostentosa diadema. (or otro lado, presenta reas alargadas y proyectadas hacia arriba, oos elípticos, aretes trape!oidales o en forma de circunferencias mediante una cuerda . Los venceos son más pequeos y estili!ados, y se ubican mayormente entre las puntas de los mantos ceremoniales o las aletas de los peces. Aparecen los diseos enreados con variedad de dibuos. Los diseos se hallan tan estili!ados que no es posible reconocer sus antecedentes sin contar con referencias a su desarrollo en los periodos anteriores.
NASCA 5: %n la fase se observan importantes innovaciones en el corpus iconográfico y una maduración de las experiencias estilísticas anteriores. La cerámica ceremonial evidencia cambios en la morfología, adoptando recipientes más alargados y flexuosos. Las botellas antropomórficas tienen un solo pico con un asaGpuente y su base aparece más chata. Algunas botellas presentan cuello cilíndrico ahusado que acaba en un ancho borde evertido. La variación principal se determina en el repertorio iconográfico que expresa enteramente los temas bosqueados en la fase anterior. %l contorno estili!ado de las imágenes se desarrolla en proliferaciones simbólicas, como sinuosas cabe!asGtrofeo, diademas más dinámicas y refinadas, con puntas encorvadas y volutas. La figura antropomorfa asume un rol predominante en sobre todas las otras representaciones !oomorfas y fitomorfas, que alcan!an un estili!ación máxima. Aparecen recipientes modelados con figuras femeninas que exhiben decoraciones epiteliales en la !ona p)blica y sacral, con un valor simbólico que podría relacionarse con la fertilidad femenil. %l aspecto más destacable del estilo es la proliferación de diseos de sentido espacial. 'e advierten muchas innovaciones y experimentación, en sus temas decorativos, destacándose el aadido de segmentos y volutas en forma de figuras estrelladas. 'in embargo, la mayor parte de estos motivos desaparecen dentro del mismo período. Los temas de los períodos anteriores son reempla!ados por los motivos prolíferos. 'uperviven las diademas, narigueras, orcas, cabe!as trofeo ligeramente modificadas. %mpie!an a pintarse series de caras, en las cuales le oo queda unido al párpado.
NASCA 6: %n la fase se tiende a acentuar los elementos formales anteriores, elaborando recipientes todavía más alargados y sinuosos, a veces con la base partida en cuatro aristas blancas y negras alternadas. Abundan botellas de cuerpo más globular pero siempre con un solo pico y cabe!a antropomorfa, coligados entre ellos por un asaGpuente, además de ta!as cónicas y ta!as con bordes divergentes. La decoración se manifiesta de una forma emblemática en las proliferaciones acentuadas de los elementos iconográficos. 3 %n los temas expresados se observa una verdadera "ramificación# de los emblemas y la introducción de nuevas formas de estili!ación, como cabe!as triangulares de serpientes, líneas
en !ig!ag que se retuercen formando figuras positivoGnegativas de ofidiomorfos esquemati!ados, cabe!as humanas femeninas con cabellos lisos y fluyentes de color negro. %l motivo de la cabe!aGtrofeo tiene rasgos más figurativos, lleva adornos y oos alargados@ frecuentemente está asociada con escenas de guerreros. %l color del engobe es habitualmente blanco, cubierto por las decoraciones que ocultan casi completamente los espacios vacíos, expresando por primera ve! una forma de horror vacui. %n el estilo predominan los diseos prolíferos, con elementos derivados del período anterior. Los motivos son radicalmente diferentes respecto a los del estilo monumental. %l horror al vacío es compensando mediante el aadido de líneas pequeas y partidas. Las cabe!as trofeo tienen oreas curvadas y muestran sangre. La diadema tiene más puntas y volutas. 8ay una mayor proporción de diseos entrela!ados de cabe!as de serpientes o peces. Las aves marinas y terrestres, así como las flores, aparecen muy esquemáticas. Hn rasgo decorativo nuevo es una lí G nea que marca el buche del animal.
NASCA 7: La fase ? no está muy representada en el valle de *asca, mientras que resulta ser mayor en 1ca y Acarí. 'u tipología comprende recipientes desarrollados mayormente en altura y con algunos elementos morfológicos nuevos como botellas de forma lenticular, base aplanada, y un solo pico@ vasos de formas compuestas, algunos con bulbosidad, base plana o plano convexo, cuencos y ta!ones con paredes divergentes alargadas, hay recipientes de forma complea con soluciones escultóricas, se mantienen la producción de botellas con un pico y asa 6 puente coligados a una cabe!a antropomorfa, generalmente femenina. 9ambi$n en la iconografía se reconocen elementos innovadores. Aparece incluso la figura de un pe! esquemati!ado con cuerpo alargado y proliferaciones dorsales, que estará presente tambi$n en las fases sucesivas. Los elementos decorativos se hallan encerrados en varias faas, con símbolos repetidos rítmica y reiteradamente. La proliferación de las imágenes alcan!a su máximo desarrollo. Las cabe!as femeninas se vuelven más compleas todavía, con peinados y pinturas faciales que evidencian personaes de aspecto muy cuidado. %l emblema mítico de la orca marina se convierte en un elemento solo decorativo y logra su máxima estili!ación. 8ay tambi$n antropomorfos ac$falos y cabe!as 6 trofeo con diademas vistosas. La variedad simbólica y expresiva que sobresale anali!ando el material *asca ? podría indicar la manifestación de "corrientes# estilísticas locales, unas todavía relacionadas
con el dogmatismo religiosos anterior y otras que expresarían la influencia de impulsos culturales nuevos. La decoración del estilo *asca ? es muy complea respecto a las anteriores. %ntre los motivos comunes figuran< aves, el gato manchado, frutas, lacertilios y batracios. Los arcaísmos son frecuentes y el inter$s por los temas y formas antiguas marca el comien!a de la decadencia del estilo *asca.
NASCA : %l cambio más notable corresponde a las dimensiones de las vasias. %n general, $stas aumentan su diámetro haci$ndose más redondas y grandes. Las ta!as son grandes y profundas. Las copas alcan!an su máxima altura y presentan un mayor estrangulamiento en el tercio inferior. 'on frecuentes los cántaros modelados en forma de loros y otros animales. Aparecen las botellas con cuello efigie y asa lateral en arco. %l estilo sufre un empobrecimiento en su eecución. &ontin)an en uso los temas y motivos de los periodos anteriores, aunque menos elaborados y reducidos en su policromía a sólo tres colores. Los motivos aparecen eecutados en negro o blanco sobre vasias abiertas de base convexa. %ntre los diseos que singulari!an a esta fase destacan< cabe!asGtrofeo de perfil con el rostro quebrado, oo elíptico y cabellera en forma de líneas angulares. (eces son aletas formadas por líneas curvas. 2ostros femeninos anchos y sencillos. %xisten otras figuras inidentifica bles. 'in embargo, un diseo peculiar es el parecido a una flor, formada por cinco o más volutas. Los motivos, en general, se encuentran suspendidos o flotando en paneles de forma circular o rectangular, y es el rasgo más importante su tendencia hacia formas geom$tricas o angulosas especialmente de los tentáculos o volutas.
NASCA !: La cerámica del estilo *asca comparte muchas características decorativas con el estilo &haquipamapa se Ayacucho y 8uari, pero tambi$n difiere en algunos detalles ornamentales. %l estilo *asca tiene engobe roo oscuro con un acabado pulido. Los diseos más frecuentes son motivos de rayos de simetría radial y círculos de color blanco o crema, delineados con negro y un punto central del mismo color, utili!ados como elementos llenadores de espacio. Los diseos más frecuentes son< a. el "animal encorvado# visto de perfil y en posición de carrera y b. una criatura extendida ventralmente con un "aguión# en la frente y cola triangular.
%ntre las formas propias de las vasias se destacan< -. escudillas con borde recto@ 0. 9a!as abiertas de lados convexos, base plana o con un hoyuelo central@ I. cuencos de cuerpo esf$rico, ovoide o elipsoide@ F. cántaros globulares o ligeramente ovoides, cuello ancho, asas en forma de pe!ón en la parte superior del hombro@ . botellas con pico alto y asa de canasta@ . copas con base apedestalada@ ?. ta!as con un asa larga@ /. escudillas toscas de cocina@ . cantimploras o "frascos cantina# con lados planos y -5. Jotellas de cuerpo !onario globular, compuesto de tres sectores superpuestos, separados por constricciones angostas. Las vasias típicas de esta fase son< ta!as toscas grandes@ caetas rectangulares y cántaros caraG gollete, de cuerpo ovoide y asa lateral. Las copas de cuerpo cónico, fuertemente deprimido en el tercio inferior, similares a las copas de champaa, alcan!an su máxima altura. Kormas nuevas son los cántaros con tres asas y las vasias dobles que representan a dos personas. %l modelado no es com)n, pero existen vasias en forma de gusanos y caracoles.
La cultura *asca de este periodo adopta diseos de la fase anterior, aunque de manera limitada, advirti$ndose ya una cierta ruptura en sus tradicionales patrones decorativos. 'on frecuentes los diseos semeantes a un pulpo con simetría bilateral y una especie de banda policroma de colores roo indio, crema, marrón oscuro, plomo y blanco, dividida por líneas quebradas o cheurrones.;'trong, -?@ (aulsen, -/I@ 'ilverman, -/?=
ESTILOS EN LA AR"UITECTURA NASCA
La cultura *a!ca se desarrolló durante los aos 055G/55 d.c. en la !ona del valle de 2io 3rande, ubicado en la (rovincia de *a!ca del Departamento de 1ca. Las investigaciones arqueológicas han descubierto en la hacienda &ahuachi una gran ciudad (reG&olombina que fue el centro de esta gran cultura y desde donde impuso el control de sus dominios. 'e ha registrado un gran n)mero de lugares y cementerios nasquenses que ponen de manifiesto la notable expansión de esta cultura. 'e encuentran ubicados en los diferentes valles de la costa sur del (er), limitándose por el norte con la provincia de &hincha y por el sur con el 7alle de Acarí. %sta cultura llego a plasmarse por sus admirables cantaros de alto sentido est$tico, por el engobe de exquisito pulimento de sus vasos y por la variedad de sus diseos policromos de hombres, dioses y tra!os estili!ados. %ntre las formas predominan los cantaros de doble pico con asa puente, vasos altos, de paredes rectas y voladas.
AR"UITECTURA NAZCA: Lo que hicieron los arquitectos de &ahuachi fue elaborar y exagerar el aspecto truncado de los cerros en esta !ona. Hna primera cronología, basándose en las remodelaciones arquitectónicas, fue elaborada por el arqueólogo 3iuseppe 4refici, Director del &1'2A( ;4refici y Drusini 055I=, y posteriormente Acha Jachir Jacha ;Jachir Jacha 055?=, del mismo proyecto, la completa y sugieren fases constructivas.
FASE 1: ;F55 a 055 a.&.= 'e usó el adobe cónico para levantar muros y plataformas prescindiendo del uso de cimientos. Las construcciones de esta fase fueron cubiertas por las construcciones de las siguientes fases.
FASE 2: Kase +onumental 1 ;055 a.&. a 5= &ahuachi fue transformado radicalmente dándole un aspecto monumental, imponente. 'e abandona el uso del adobe cónico y se usa en reempla!o el adobe MpaniformeM ;su nombre lo dice todo= para todo tipo de construcciones. Los muros suelen tener en promedio un metro de ancho y tres a cuatro metros de altura. &omo ya se dio, los edificios de la fase anterior se rellenaron para servir de base ;en muchos casos= a las nuevas construcciones. Los arqueólogos reportan que la cerámica asociada a esta fase corresponde al estilo llamado *asca -. Las pirámides se construyeron en la parte baa de la colina y no estaban integradas unas con otras ;Jachir Jacha 055?=. La más importante fue el 9emplo del %scalonado, llamado así porque luce en su fachada principal un friso de diseo escalonado ;escalera de tres peldaos=
enmarcada en un recuadro opuesto a otro similar, formando un doble escalonado, el que se repite uno al lado del otro. Durante la siguiente fase se levantó un muro a un metro y medio de distancia del friso creando un pasadi!o, tapándolo a la vista del p)blico, mismo que posteriormente fue rellenado y el friso finalmente cubierto. 9emplo del %scalonado. Llamado asi por los frisos que presenta en la fachada. Hn diseo escalonado está contrapuesto a otro que forma la mitad de la Mcha>anaM, llamada Mcru! andinaM, símbolo del cosmos. %l diseo escalonado es muy antiguo en la iconografía andina, se remonta a los mismos inicios de la civili!ación peruana y está presente en todas las culturas durante toda le era prehispánica desde &havín hasta los 1ncas. 'i al friso de &ahuachi, el diseo escalonado opuesto, le oponemos por debao una r$plica del mismo, pero invertida, tenemos a la Mcha>anaM o cru! andina, que si la dividimos en F partes iguales recuperamos el diseo escalonado.
FASE 3: Kase +onumental 11< ;5 a 05 d.&.= %s considerado el apogeo de &ahuachi. 'e construyen el 3ran 9emplo y la 3ran (irámide, las pirámides se relacionan unas con otras formando unidades arquitectónicas, las que fueron aisladas del entorno con una gruesa muralla. Los arqueólogos han identificado 0 áreas cercadas a las que nombran como Nona A y Nona J. La elite construye sus viviendas en la sima de la 3ran (irámide utili!ando la t$cnica constructiva llamada MquinchaM. La cerámica asociada a esta fase corresponde a los estilos *asca 0 y I.
FASE 4: Kase +onumetal 111< ;05 a F55 d.&.= La urbe se expande notablemente, llegando a incorporar a las edificaciones que estaban anteriormente en la periferia ;sector este=. Las pirámides adoptan una marcada silueta en forma de escalera de gigantes peldaos ;silueta escalonada=. Los grandes espacios se subdividen, algunos de ellos se rellenan para servir de terraplenes, se remodelan pasadi!os, escaleras y accesos. Los muros antiguos son desmontados en parte, luego el interior del recinto es limpiado proliamente y antes de ser rellenados se ofrenda con cerámica decorada, grandes ollas, mates, bastones de madera, paquetes de finas telas, animales ;perros, llamas, cuyes, halcones, loros= e incluso se hace sacrificios humanos o se depositan Mcabe!as trofeoM. Los arqueólogos del &1'2A( consideran que el motivo de estos cambios fue el fenómeno del nio ;%*'4= que con sus fuertes lluvias sobre esa región des$rtica causó desbordes y aluviones cuyas huellas las han identificado, principalmente, en la 3ran (irámide ;Jachir Jacha 055?@ 4refici y Drusini 055I=.
A esta fase corresponde el estilo de cerámica *asca I. %l material constructivo sigue siendo el adobe paniforme, pero en esta fase se hace más grande y el barro del que esta hecho tiene tonalidad gris o narana ;Jachir Jacha A esta fase corresponde el estilo de cerámica *asca I. %l material constructivo sigue siendo el adobe paniforme, pero en esta fase se hace más grande y el barro del que esta hecho tiene tonalidad gris o narana ;Jachir Jacha 055?=.
FASE 5: ;F55 a F5 d.&.= &orresponde al final de &ahuachi. La ciudad es abandonada, pero sus ocupantes no huyen apuradamente o la dean a su suerte, se preocuparon mucho de cubrirla para protegerla y ofrendarla para despedirse de ella, como quien sepulta a un ser querido. La mayoría de los grandes muros son demolidos, los edificios enterrados y sellado adrede, lo que debió significar un considerable esfuer!o en gasto de energía ;fuer!a laboral= y recursos. Las pirámides abandonan su forma artificial, de hechura humana, para asemearse a cerros, como regresando a la naturale!a. &ahuachi deó de ser la ciudad capital de los nasca y se convirtió en una huaca ;lugar sagrado= y pacarina ;lugar de origen=, pues, durante los siglos siguientes fue usada como cementerio. %s posible que eventos catastróficos, que ocurrieron por esos aos, obligaran a los seores de &ahuachi y a su población a abandonar este sitio por otro con una ubicación más segura, pero tambi$n el final de &ahuachi coincide con el surgimiento de nuevos centros urbanos, como 9aruga y Las 9rancas, que finalmente lo reempla!an en su papel de centro principal y cohesionador de la cultura *asca ;Jachir Jacha 055?=.
FUNCIÓN DE CA#UAC#I: (ara los arqueólogos que estudian &ahuachi, este sitio fue la cabe!a y sitio más importante durante su periodo temprano ;055 a.&. a F5 d.&.= de un estado que hoy día conocemos como *asca ;055 a.&. a 5 d.&.=. La elite gobernante *asca vivó en &ahuachi, y controló la producción de bienes suntuarios ;oyas, cerámica fina, telas= y el tráfico de obetos exóticos como la obsidiana, el 'pondylus y plumas de aves de la selva. &ahuachi ;su elite= creó para sí el rol de centro religioso organi!ando la vida económica y social de las poblaciones de la cuenca del río 3rande por medio de un conunto organi!ado ;sistema= de ritos que se reali!aban físicamente en las pirámides ;en sus pla!as y áreas privadas en la cima= y plasmaron su universo ceremonial en la cerámica y en los textiles en forma de iconografía, en la que se representó a los dioses, las ceremonias y algunas personas que
debieron ser importantes para la historia de esta nación y que se convirtieron en personaes legendarios. %n su rol de centro principal de un estado ;capital= &ahuachi tiene que demostrar tres requisitos importantes< ;-= %star habitado permanentemente, ;0= 9ener a otros asentamientos dependientes y ;I= 9ener como actividad económica principal la producción secundaria ;bienes y servicios=. Al final de su existencia, &ahuachi es enterrado. 'e hicieron muchos sacrificios de animales y tambi$n humanos. 'e depositaron muchas ofrendas. Las pirámides tomaron la apariencia de cerros, como regresando a la naturale!a. &ahuachi se convirtió en MpacarinaM y MhuacaM. Los arqueólogos del &1'2A( han identificado a la cima de la 3ran (irámide y el +ontículo como el lugar de residencia permanente de la elite. 8asta la fecha no se ha identificado el lugar donde habitó la gran cantidad de personas ;el pueblo= necesario para el funcionamiento de una ciudad del tamao de &ahuachi, pero suponen que vivieron en los muchos y muy poblados pueblos ubicados a corta distancia y desde donde se puede ir diariamente a &ahuachi a trabaar y retornar el mismo día. %sto nos lleva al punto dos, los sitios de Las &aas, %staquería, (ueblo 7ieo, Hsaca, Cumana o La 7entilla entre otros muchos son contemporáneos y están relacionados directamente con &ahuachi que producía bienes especiali!ados ;punto tres= como cerámica fina para ser usada en ritos o como ofrenda o textiles de gran calidad y belle!a incomparable como son los Mmantos plumariosM< telas donde se usó plumas multicolores de aves de la ama!onía para formar diseos.
COM$ARACIÓN AR"UITECTONICA: NASCA % MOC#E: 8aciendo un estudio comparativo sobre las estructuras monumentales de +oche y *asca se puede decir que< Las construcciones de &ahuachi son, en su mayoría, edificaciones artificiales que logran una impresión de monumentalidad y grande!a sin la infraestructura constructiva correspondiente. 'e podría decir que el bao nivel de energía invertida en la pampa de *a!ca está refleado en la estrategia constructiva de minimi!ación energ$tica que se ve en &ahuachi. %fectivamente, en &ahuachi son pocas las pirámides que son construcciones masivas y solidas de adobe. +ás bien, la gran mayoría están levantadas sobre los cerros naturales. %ncima, alrededor de estos cerros se crean estructuras artificiales mediante distintos sistemas constructivos. 'e puede aplanar parte de un cerro para crear grandes terra!as o se puede subir la altura del cerro con capas superpuestas de fibra vegetal y adobes. 9ambi$n, se puede crear un caón vacío con paredes de adobe y luego rellenarlo. %n el caso de las dos pirámides del sitio +oche se trata, en contraste con &ahuachi, de dos construcciones artificiales y sólidas, hechas de puro adobe. +oseley y 8astings ;+oseley -?@
8astings y +oseley -?= documentan millones de adobes utili!ados en la construcción de estas dos huacas, las huellas identificadas de los adobes, y las secciones verticales de construcción. (lantean que los dos monumentos arqueológicos son el resultado de la participación obligatoria de muchos y distintos grupos sociales en el proceso constructivo. La obligación es una coerción de la población de parte de una autoridad que puede identificarse con un estado +oche. +ientras que en +oche, el proceso constructivo produce solamente dos pirámides, en &ahuachi tenemos una proliferación tanto en n)mero como en su diversidad. Los variados montículos de &ahuachi son templos comunitarios de los distintos grupos sociales de la &osta 'ur que participaron en la esfera de interacción religiosa conocida como *a!ca. Así reducidas en unidades socialmente significativas y anali!adas arquitectónicamente, las construcciones monumentales de &ahuachi se auto revelan como estructuras de menor tamao comparadas con +oche, y presumiblemente se trata de una sociedad más pequea en t$rminos de escala de población y compleidad de organi!ación social
LOS GEOGLIFOS DE NASCA
La reali!ación de figuras en el terreno, y más propiamente de macrofiguras visibles desde
lugares diferentes o desde el cielo, ha sido practicada por el hombre en m)ltiples ocasiones y en áreas geográficas leanas. %n diferentes casos, la mayoría de estos tra!ados fue borrada por el tiempo o por las intervenciones humanas que superpusieron a las actividades geoglificas. %n las (ampas de *a!ca la superficie actual tiene una pátina estable, de color roi!o oscuro 6 marrón, producto de la oxidación que la excursión t$rmica constante a causado en el suelo pedregoso del desierto. La falta de erosión y de sedimentación, unto a la acción de la humedad de la noche y el viento rasante que impide la acumulación de arena, han permitido que los dibuos se conserven a lo largo de los siglos. Los geoglifos en el territorio de *asca y (alpa han sido los más estudiados, debido a la gran concentración de figuras tra!adas en el terreno y a sus dimensiones, a veces impresionantes. La presencia más significativa de geoglifos se encuentra en el área comprendida entre las modernas ciudades de *asca y (alpa, aunque son notorias las figuras y las líneas situadas en los alrededores de la ciudad de 1ca. 'in embargo, la mayor cantidad de dibuos se ubican en la (ampa de 'an Cos$, en los valles del río 1ngeniero y del río 3rande. La t$cnica de reali!ación fue muy simple< se procedió sacando el material lítico de la superficie del terreno des$rtico, amontonándolo a lo largo de ambos lados de la figura eecutada. De esta manera se conformaron unos relieves con altura variable, basada en la cantidad del material removido, descubriendo el terreno subyacente de color más claro. 4tro asunto, referente a la dificultad que se habría encontrado para la reali!ación de macro figuras, no tiene fundamento ya que los antiguos *asca tenían la capacidad de planear construcciones monumentales, canales de riego y obras de gran tamao. 2esulta todavía muy problemático determinar el fechado bastante seguro relativo a la reali!ación de los geoglifos< las dataciones radiocarbónicos de los aos 5 6 5 ;'trong, -?@ 2avines, -/= no son muy indicativas puesto que carecen de una precisa
asociación estratigráfica. La falta del material orgánico fechable apara reali!ar unas pruebas que sean más cercanas a la real ubicación cronológica, basados posteriormente en el análisis del barni! de roca ;&lar>son y Dorn, --= han dado un resultado que situaría los geoglifos anali!ados entre -I a.c. 6 / d.c. Jasándose en los resultados obtenidos, podemos afirmar con certe!a que los geoglifos tra!ados sobre las laderas de los cerros en la !ona norte del río 1ngeniero, y sobre todo en el área de (alpa, forman parte del conunto de dibuos con iconografía más antigua. ;4refici y Drusini, 055I=. 'e trata prevalentemente de motivos !oomorfos y antropomorfos eecutados con la t$cnica del bao relieve, de dimensiones pequeas y muy oxidadas en la superficie. Las figuras sobresalen de un campo bien limpiado de las piedras y en su mayoría presentan elemento que, aparentemente, se inspiran en la tradición textil (aracas 6 &avernas.
A una fase sucesiva pertenecen los geoglifos con representaciones ornitomorfas, si lo anali!amos comparativamente con la evolución en la iconografía de la cerámica se nota como la emblemática de esta tipología de figuras se desarrolla desde una representación de perfil y alas cerradas hacia una visión del ave con alas abiertas y en vuelo. 'e trata de la fase geoglífica que más se vincula estilísticamente con las representaciones iconográfica tradicionales de cerámica y de los textiles *asca. 'e observa la preeminencia de imágenes de las mayores divinidades del panteón religioso tradicional ;felino, orca marina= o de representaciones de elementos sobrenaturales como el colibrí, la araa, el lagarto, el mono y unas plantas, presentes paralelamente en la iconografía *asca. La fase consecutiva es seguramente la más escenográfica y más conocida de los geoglifos, por la dimensión gigantesca de las figuras geom$tricas tra!adas en las llenuras des$rticas, que se superponen a los dibuos anteriores. %l territorio de la pampa y de las áreas cercanas a los centro habitacionales muestran una continua reutili!ación del espacio, como para subrayar su valor sagrado y la imposibilidad de sustituirlo con otras !onas alternativas. La mayoría de estos geoglifos se presentan con efigies !oomorfas, fitomorfas y con figuras compleas, que se producen tambi$n en los recipientes cerámicos y en los
textiles. (icaflores que succionan el n$ctar de las flores, aves pluviferas con alas abiertas, figuras más o menos estili!adas de aves marinas y terrestres, la araa en clara relación con la fertilidad, etc. Las líneas de forma triangular y trape!oidal o rectangular asumen un carácter prioritario y se presupone a las figuras anteriores@ posiblemente esto ocurre a los cambios sociales y políticos que se produeron en &ahuachi.
LAS L&NEAS DE NASCA: %l escenario donde se encuentran las Líneas de *a!ca, es una superficie árida de unos 5 >ilómetros de longitud por - de ancho, G55 >m cuadrados aproximadamenteG locali!ado entre los >ilómetros F- y F de la carretera (anamericana 'ur. %l espacio que ocupa es gen$ricamente conocido como pampa, pero toda esa superficie posee varios sectores con nombres distintos< (alpa, 1ngenio, Cumaná *a!ca y 'ocos. %n este lugar se puede apreciar un enorme campo de geoglifos y líneas en todas direcciones, con todo tipo de formas y tamaos. *o es algo inusual este tipo de manifestaciones de antiguas culturas de las !onas andinas, incluso en otras !onas del mundo tambi$n pueden encontrarse algunos restos arqueológicos similares, pero lo que distingue a las Líneas de *a!ca de otras, es básicamente sus características )nicas, que han causado el asombro de los especialistas de todo el mundo. 8ay dos tipos de figuras grabadas en la superficie. %n primer t$rmino, las líneas< 'e trata de una complea red rayas que se cru!an unas a otras en todas direcciones, y se diferencian entre s por poseer diferente anchura, largo o formas geom$tricas, como rectángulos, triángulos, trape!oides y espirales colosales, siempre con una asombrosa precisión en su tra!ado, de las que se han llegado a registrar varios miles. Llegan a medir desde unos pocos centímetros de ancho hasta varias decenas de metros, y varios >ilómetros de largo, una de ellas alcan!a los >m de longitud en línea recta. %n medio de toda esta maraa que ofrece un panorama absolutamente increíble, se aprecian sectores en donde parecen converger multitud de líneas, especialmente sobre colinas o pequeas elevaciones. &omo intentando salirse de entre las líneas, aparecen decenas de dibuos gigantescos 6son cerca de setentaG que representan figuras de animales, vegetales y formas abstractas no identificadas hasta el momento. Algunas son colosales, como el lagarto, que mide cerca de doscientos metros de longitud., y el (elícano, que mide 0/ m. Algunos de los más famosos son la Araa, de F metros de largo@ el +ono, de -F0 m, la 4rca de I5 m el &olibrí de ? m y el (erro de F m. 9ambi$n existen representaciones de plantas, y escasas, casi nulas representaciones
antropomórficas, de las cuales la más conocida es una extraa figura humana de unos I5 m, conocida como %l Astronauta, o %l %xtraterrestre, que se encuentra como recostada en la ladera de una colina, algo aleado del grueso de los dibuos. %n ra!ón de su tamao descomunal y sus compleos diseos, la gran mayoría de estos dibuos solamente pueden ser apreciados desde una gran altura, )nicamente accesible mediante el sobrevuelo de la !ona, lo que ha llamado poderosamente la atención de los investigadores y los ha llevado a proponer m)ltiples teorías que a)n no han podio explicar este enigma. (or otra parte, tambi$n sorprende sobremanera algunos detalles de los descomunales diseos, más allá de la perfección de su tra!ado y lo sofisticado de su diseo, Galgunos, como el &olibrí, la Araa o el &haucato, parecen reali!ados por un moderno artista de la actualidad en su mesa de dibuoG, como la representación de la Araa, que de acuerdo a los estudios, representaría a un eemplar del g$nero Ricinulei, uno de los más raros del mundo, que sólo habita en pocos lugares inaccesibles del Ama!onas, y cuyo dibuo incluiría el órgano sexual femenino adosado a una pata, cosa solamente visible a trav$s de un microscopio.
TE'TILERIA NASCA %n lo que atae a la textilería, el cultivo del algodón y la crian!a de cam$lidos cubrieron necesaria. %l rol de los artesanos fue uno de los más importantes de elaboración la demanda de materia prima necesaria. %n el sector denominado por 4refici O-, montículo al norte del 3ran 9emplo, se encontró en -, ropa usada por las mueres, que había sido doblada y colocada dentro de dos paquetes hechos de pao, enterrados en un hoyo cavado a trav$s de un piso endurecido. *o ha sido un escondite especialmente enterrado en el tiempo de la construcción de los edificios, sino una deposición )ltima, un hoyo cilíndrico, de I centímetros de diámetro y cerca de dos metros de profundidad, ensanchado en forma de botella en el fondo. Kue locali!ado cerca de una pared larga que tenía acceso a un calleón con cuatro pasaes que conducían a la tapa del montículo. +ary Krame ;055IG055F= describe algunos detalles sobre< G Deterioro en el interior de algunos paquetes causado por algo que había desaparecido. Hn líquido de libación vertido sobre la ropa despu$s de que hubiera sido doblada longitudinalmente, antes de ser guardada, podría ser la causa de la degradación interior de los paquetes. G Líquidos de libación y la presencia de habas, y los m$todos regulares de doblar la ropa indica que la ropa fue preparada para ser usada en una serie de etapas, algunas prendas dadas vueltas desde adentro hacia fuera, otras carecían de las costuras@ algunos parecen ser vestidos incompletos basados en comparaciones con los paos que componen la ropa completa, construida en el depósito. G Lo simbólico del depósito de la ropa incluye más de cuatro >ilos de habas negras tostadas ;vulgaris de phaseolus =, unto a un vestido de pluma@ las habas tostadas envueltas en un pao colocadas encima del vestido, implicando una conexión conceptual con la fertilidad y el crecimiento, aunque tambi$n pudieron representar metafóricamente la forma de un cuerpo en el depósito de la ropa enterrada@ se expresa que la sustitución de las habas por un cuerpo humano sugiere que los cadáveres dentro de los paquetes serían comparados a las semillas que se regeneran.
G La ropa expresa condiciones sociales de los seres que la visten y tiene relación con los cuerpos humanos, permiti$ndonos establecer lineamientos de su cuerpo físico ;tamao, g$nero=, y su estado social. G %l escondite confirma la existencia de un dominio ritual centrado en mueres y registra un ritual reali!ado posiblemente por mueres de manera absoluta. Los vestidos y mantones extraordinarios, los materiales que los acompaaban, indican una alta valoración del rol de las mueres en la sociedad temprana de *asca. La ropa apropiada para el sacrificio fue valorada altamente por su significación, considerando la importancia de los g$neros y elementos que la adornan, plumas, bordados, etc., lo que genera una ropa significativa más que funcional. G (ermanece silenciado el dominio masculino complementario, casi ausente en este depósito. 9iene presencia real en t)nicas de nios, deducida como el contrario complementario de las cualidades de la construcción de las ropas que pertenecen a las mueres. (uedo decir entonces, que, si bien +ary Krame establece indicadores sobre el porqu$ del enterramiento de la ropa como un ritual que promueva el $xito agrícola, de s)plica para la fertilidad de la tierra, de alimentar la tierra con obetos fecundos, considerando la reciprocidad de que la tierra alimente a la gente, pudiera tratarse como ha sucedido en otras culturas, del fin de un sacerdocio matriarcal, sostenido en el misterio de &ahuachi por quienes sostenían el mito, representado en el ritual, y que llegaba a su fin en una era de cambios, cuyas causas modificadoras pudieron estar en factores climáticos ampliamente descritos por tantos autores. La ropa y las ofrendas reflean las relaciones sociales entre los fabricantes, que conocen, forman parte del mismo y sostienen el ritual, manteniendo los acabados pródigos de plumas, la pintura ;el simbolismo de los colores=, y los bordados. %l estado de las ropas muestra un sistema en que las mueres cumplían diversos roles o responsabilidades sociales. (uede decirse que pertenecieron a mueres y óvenes de diversas edades y tambi$n a nias o nios. Los vestidos rehechos y remodelados, teedores que participan en sosteniendo la relación del ayni, expresan la complementariedad no necesariamente sim$trica entre el hombre y la muer. %l halla!go del bolso teido conteniendo herramientas y materiales indica que los procesos de hacer el pao y las relaciones que acompaan, se integran simbólicamente a la ropa enterrada, como complemento a la ropa sagrada. 9odo esto reafirma el orden social y naturalmente aceptado, promulgando las relaciones sociales y de ritual expresado en esa $poca.
Los temas de la alimentación y de la transformación emergen así como distinciones entre !onas ecológicas. La alimentación interconecta las plantas, los animales, los seres humanos y figuras del antepasado, en un modelo del universo circulatorio, dónde la circularidad ritual del alimento a los antepasados muertos, así como a la vida produce el fluo y la circularidad del cosmos tangible. La compleidad de repeticiones en los textiles pintados indica un código gráfico y funcional para la cultura de *asca. La rique!a de colores e imágenes forman patrones formales que permiten investigar diversos puntos de vista, dada la muestra agrandada de los textiles pintados, y desarrollar la identidad de un patrón de código de lenguae en ellos. 9oda la ropa fue enterrada en el mismo momento, estableciendo un tiempo ritual y una bisagra en las formas culturales de practicar el rito. Asimismo, entendemos que no se ha enterrado de manera final@ el acto del enterramiento propugna la posibilidad de protección y retorno. Difiero de +ary Krame en la interpretación de un regreso ad uterum marcado como un regreso a la tierra definitivo, dado que las ropas han sido protegidas como para volver a ser usadas o recuperadas G$sta es mi opiniónG, tal ve! para rituales que en el futuro reestablecieran el retorno al dominio de la femineidad.
ICONOGRAF&A NASCA %l universo de la iconografía *asca ha sido menos anali!ado. 'in embargo con los trabaos de 'eler, Doering, 'chlesier, 2oar>, :olfe, (rouxl, Jlaso Josqued y 2amos 3óme! tenemos algunas aproximaciones que tratan de presentar o anali!ar grupos grandes de imágenes, que los autores considera representativos del material icónico. &ronológicamente las bases de la cultura na!ca se puede situar en el Mhori!onte 9empranoM, aunque su desarrollo principal lo situamos en el intermedio 9emprano. (odemos situarla entre los aos -55 a. &. hasta aproximadamente el /55 d. &. DaEson en -0, elaboró una secuencia cerámica en nueve fases, y de forma más general quedan incluidas en cuatro grandes períodos< (rotonasca, +onumental, (rolífero y Disyuntivo< •
N()*( 1 ;tambi$n llamado (rotoG*a!ca=, incorpora temas realistas como las frutas, plantas, personas y Pájaro Nazca temprano, 100 a c ! "00 d c animales.
•
N()*( 2+ 3+ , 4+ denominado tambi$n na!ca monumental, La cerámica de estas fases incluyen versiones de su tema principal en contraste de un atrevido color roo, negro o blanco. %l tema principal se repite hasta ocupar la totalidad de la pie!a.
•
N()*( 5, en esta fase, se produo una considerable experimentación, incluyendo la adición de los rayos, volutas, y otros accesorios "prolíferos# a los motivos sobrenaturales en los vasos. La fase se denomina de 9ransición, ya que tiende un puente sobre el cambio de estilo entre el naturalismo de las fases 0GF y los elementos prolíferos aadido a los motivos en las fases y ?.
•
N()*( 6 , 7 son algunos de los motivos anteriores, pero tambi$n hace hincapi$ en los militaristas, lo que sugiere un cambio en la organi!ación social. Los motivos de estas fases son elementos abstractos, como parte del diseo. Hn gran n)mero de rayos y las borlas se aaden a muchos de los diseos, en particular los temas que representan
míticas, que produce una impresión visual de los elementos casi infinitamente multiplicada, una impresión que representa el uso del t$rmino "prolífera# ;2oar> -<0=. Arte encontrado en la cerámica en relación con las fases de *a!ca y ? tambi$n muestran una influencia de la cultura +oche de la costa norte del (er). •
N()*( , ! ahora se cree que datan del 8ori!onte +edio, lo que reflea un cambio en el poder desde la costa hasta la sierra con el advenimiento de la cultura :ari cerca de 5 %&. ;'ilverman y (roulx, 0550=. *a!ca / vio la introducción de figuras completamente inconexas y una iconografía geom$trica, que es difícil de descifrar.
MOTI-OS DECORATI-OS: Los motivos *a!ca se dividen en tres categorías< • • •
Naturalistas< ilustran el medio ambiente. #$ticos o religiosos< nos revelan la percepción que tenían los *a!cas en el mundo. %eom&tricos< destacan círculos, semicírculos, rombos, líneas, espirales, escalones,
etc. La de *a!ca, al igual que todos los demás sociedades precolombinas en Am$rica del 'ur, incluyendo los incas, no tenía ning)n sistema de escritura, a diferencia de los mayas contemporáneos de +esoam$rica. La iconografía o los símbolos en sus cerámicas sirvieron como un medio de comunicación. Los motivos pintados en la cerámica *a!ca muestran dos categorías principales< sagrado y lo profano. La cultura *a!ca creía en espíritus de la naturale!a de gran alcance que se cree que controla la mayoría de los aspectos de la vida. 7isuali!ó estos espíritus de la naturale!a en forma de seres míticos, criaturas que tienen una combinación de características humanas y animales P páaros P peces, y los pintó en su cerámica. %stos seres míticos incluyen variedades tales como el ser antropomorfo páaro, horrible, espantoso, 4rca +ítica, tigrillo, etc ;(roulx 055=. %ntre las divinidades más representadas se destaca el felino, que se convierte en el llamado Qgato de aguaR, Qgato lacustreR, Qgato demonioR y entre ellos los principales son el Qgato moteadoR y el Qgato demonioR, este )ltimo aparece como un friso recorriendo alrededor de las vasias y en algunas ocasiones con cabe!a bic$fala. %l Qgato moteadoR suele aparecer solo o pintado al lado de una estrella, crey$ndose que simboli!aba alguna constelación, se representa con los bigotes separados y con la lengua muy larga y sacada fuera, otra representación propia de este mismo felino es con forma humana y dibuada en la frente una cabe!a rodeada de culebras que desempea la función de corona, sus extremidades están representadas como
garras.S?T %scenas de la guerra, la decapitación y el uso ritual de las cabe!as cortadas como trofeo de guerra por parte de los chamanes reflean otros aspectos de la cultura *a!ca.
C/(0( (00/*( ' 8uaco representando "%l gato moteado#. ' 4rca mítica. ' 4rcas enfrentadas. ' 'erpiente de dos cabe!as
R0(*/8 9 ( (;/*0( ' +a!orcas de maí!,
+useo de Am$rica, +adrid.
' Agricultor portando yucas. ' Agricultor portando aíes.
•
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' 2epresentación peces enfrentados. ' (escador feli!.
LAS RELACIONES ENTRE LOS $ERSONA
CONCLUSIONES %l arte *asca incluye tela finas de lana y algodón, elaborados teidos de plumas, pie!as de oro y cobre, calaba!as pirograbadas y obetos de mulera y concha. Destaca, sin embargo, su cerámica de líneas sobrias y singular policromía.
Loa trabaos de seriación como los temáticos han llegado a definir la presencia de dos modalidades o estilos, una denominada +onumental, y que caracteri!a por tener diseos realistas o naturalistas de contornos severos y, la otra, denominada prolifero, que se caracteri!a por tener diseos estili!ados, además de una serie de ap$ndice y volutas. La arquitectura *asca posee fases constructivas de las cuales se puede ver un estilo )nico a diferencia de otras culturas &osteras. 'in embargo, el centro ceremonial de &ahuachi es uno de los sitios arqueológicos con mayor evidencia de la presencia *asca y su monumentalidad ha hecho que trasciendo a trav$s del tiempo como un centro principal nasquense. La textilería *asca es una de las más exquisitas, pues es una cultura que son parte de una continuidad con la cultura (aracas que se desarrolló en el mismo valle , una de sus principales t$cnicas es el bordado y el brocado de esta manera han plasmado un sin numero de iconografía con la representación de seres antropomorfos, !oomorfos y fitomorfas. Los geoglifos de *asca, son un extraordinario legado deado por esta cultura, puesto que representaron imágenes u iconografía en base a su panteón religioso, se habla de dos fases de trabao , la primera en donde plasman a estos seres antropomorfos, !oomorfos y fitomorfas y posteriormente en su segunda fase a figuras geom$tricas superpuestas de gran tamao.
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