Obra Literaria
Nombre: Heberth Ashley Gómez Rozo Curso: 10mo. ¨B¨ Colegio: Unidad Educativa Experimental Teodoro Gómez de la Torre Ibarra-Ecuador Fecha: 05 /05 /2008 1) Biografía del Autor Jorge Icaza Coronel (1906-1978), escritor ecuatoriano que comenzó a escribir novelas muy críticas con respecto a la situación de su país y representante de la novela indigenista. Nacido en Quito (Ecuador), estudió en la Universidad Central de esa ciudad y en el Conservatorio Nacional. Tras licenciarse, fue actor teatral y dramaturgo, y sobrevivió trabajando para el departamento de Hacienda de su país. En 1933, su obra teatral El dictador recibió duras críticas de las autoridades, por lo que comenzó a escribir novelas y, aunque abrió una librería, nunca abandonó su cargo gubernamental. La publicación de su primera novela, Huasipungo (1934), hizo que las autoridades ecuatorianas se arrepientan de haber censurado su anterior obra teatral, pues el libro constituyó no solo una salvaje crítica a actitud de los terratenientes respecto de los i ndígenas, sino que, además, tuvo un enorme éxito de público y fue traducida a varios idiomas. Está considerada como la obra ecuatoriana más famosa y es la novela indigenista por excelencia. En ella se describe cómo las pequeñas propiedades que los terratenientes entregaban a los indígenascomo compensación por su trabajo, les l es eran robadas más tarde por los mismos terratenientes y, cuando aquéllos protestaban por el atropello, eran asesinados. Crítica despiadada de los abusos del capitalismo y de la explotación de los indígenas, el libro fue recibido con desagrado por las clases más pudientes de la sociedad ecuatoriana y por la Iglesia, y muchos los criticaron afirmaron que era un libro pobremente construido y escasamente interesante, mientras que otros alabaron la fuerza y la belleza del lenguaje, y su maestría a la hora de describir los ultrajes a los que eran sometidos los pueblos indígenas. De estructura tradicional, utiliza abundante léxico indígena, lo que lo obliga a leer la obra con ayuda de un vocabulario. Tras ésta novela, Icaza continuó escribiendo relatos breves y otras novelas, y retomó el teatro. Entre sus novelas destacan En las Calles (1935) y El chulla Romero y Flores (1958). ( 1958). Toda su obra se caracteriza por un estilo sobrecargado: los personajes quedan esbozados, más que retratados, y los acontecimientos se desarrollan a gran velocidad. Numerosas instituciones académicas han reconocido su eminencia, como lo demuestra el hecho de que fue invitado a impartir numerosos seminarios y conferencias por todo el mundo. Ocupó numerosos cargos diplomáticos y entre 1973 y 1977 fue embajador en la Unión Soviética,Polonia y la República Democrática Alemana.
2) Obras -El Chulla Romero y Flores -Huasipungo -Media Vida Deslumbrados -Atrapados 1 el Juramento -Atrapados 3 en la Realidad -Atrapados (3 tomos) 3) Resumen HUASIPUNGO El día se presenta con enormes contradicciones para Alfonso Pereira. Acaba de dejar en estado irresoluto, en manos de la esposa y de la hija, un problema que él lo llamaba de ¨honor en peligro¨ Como de costumbre en situaciones desesperadas, había salido de casa dando un portazo, y mascullando una veintena de carajos y maldiciones. Una tarde, a la sombra de las enredaderas que tejían una cortina deshilvanado entre los pilares del corredor del cuarto, el párroco y el latifundista planearon el negocio de Guamaní y los indios. En uno de aquellos arrebatos, al asegurar con el pie el tronco que patinaba en le fango y desgarrar el hachazo certero-endemoniada fuerza que flagela-la herramienta transformada en arma por acto fallido- se desvió unas líneas y se a clavarse en parte en la carne y en los huesos del pie del Indio. Apenas llegó la botella, don Alfonso, con generosa pomposidad, repartió el licor entre sus amigos, llamando de cuando en cuando en las conversaciones serias y profundas de los hombres, pero le gustaba beber y la fantasía. Cerca del medio día, de acuerdo con lo convenido por aquel estadomayor que se pasó más de una hora y media discutiendo en el pretil de la iglesia, policías, mayordomos, teniente político, cura, miembros de la junta patriótica de los hermanos Ruata, don Alfonso y el señor ingeniero, entraron en funciones. En el mismo momento que dos cholos comedidos agarraban al indio- desencajado y convulso-, apareció el tuerto Rodríguez- importante minguero de la junta patriótica de los hermanos Ruata-, el cual interrogó: ¿Qué están haciendo, pes? ¿A qué le llevan? Al valle no más. Está enfermo. Con soroche ¿De donde eres? Interrogo el tuerto capataz al enfermo. Y le diré en confianza. No debe inquietarse mucho por mis intereses. Los indios me costaron pocos sucres. No recuerdo si fueron a cinco o a diez pesos cada uno. A…
Sí. No tengo por qué inventar ningún cuento. En cambio, el carretero es el porvenir de toda esta región de toda esta región.
Temblando de indignación, sin saber adónde podría arrastrarles la cólera, José Tixi, Melchor Cabascango, Leonardo Taco, Andrés Chiliguinza, miraron con recelo a Gualacoto. Y un demonio de extraña venganza despertó entonces en el pecho de cada uno con el grito insidioso: ¨Malditos! ¡Castigo de Taita Dios es…! ¡Por ustedes! ¡El santo sacerdote…!¨
Salió disparando el mayordomo, y don Alfonso, al sentirse solo- los huasicamas son indios y podían traicionarle, lacocinera y las servicias son indias y podían callar- fue presa de un miedo extraño, de un miedo infantil, y torpe. Corrió a su cuarto y agarró la pistola del velador y, con violencia enloquecida, apuntó a la puerta mientras gritaba: -¡Ya, carajo! ¡Ahora, indios puercos! Como sólo le respondió el eco de su amenaza se tranquilizó un tanto. Andrés Chiliquinga, al tratar de responder al visitante alzó pesadamente la cabeza, miró con ojos nublados y en tono de aturdista desesperación, exclamó: -Ahura. Uuu… Amitu mayordomu… Por caridad, pes… Que taiticu, patrón grande, su mercé, me adelante algu para veloritu…Boniticu… Shunguiticu…
Jesús. Ave María- comentó Chiliquinga quitándose el sombrero respetuosamente. ¡Mira!- insistió el cura observando el camposanto con codicia de terrateniente- según las malas lenguas aquello era un latifundio, Arí, taiticu. Ya reu pes. -Ahora… Claro… Cómo tú has portado siempre servicial- conmigo te voy a cobrar baratico. Diferencia que no hago con nadie. Por la misa, los responsos y el entierro en la primera fila te cobraría treinta y cinco sucres. ¡Regalado! En las tumbas de la mitad que creo serán las que convengan, te costaría veinticinco sucres. A lo lejos, más allá de la vega del río, los cuentayos y los huasicamas llevaban a encerrar en la talanquera el ganado de la hacienda¨Uuuu…Lascincu…¨ pensó Chiliquinga observando la parda
de las reses que se desplazan por el valle, creyó haber apoyado inconscientemente su desesperación en una esperanza. Como Plaza de ferias se llenó de indios el patio del Icaserío de la hacienda para presenciar el castigo a Andrés Chiliquinga. Unos llegaron de buena voluntad, otros casi a la fuerza. De uno de los golpones que rodeaban a la casa misma sacaron a la víctima – cabizbajo, mirando de reojo, manos y temor acurrucados bajo el poncho. Pero la protesta se diluyó en la resignación y en el temor, dejando tan solo un leve susurro de lágrimas y mocos entre las mujeres. Volvió el acial a caer sobre la espalda de Chiliquinga. Nadie fue capaz de volver a interrumpir la sagrada tarea. ¡Ah! Eso, no. Aquí ustedes están seguros. Nadie se atreverá a molestarlos, ¿Quién? ¿Quién? Puede ser capaz? Ustedes… Ustedes han traído la cavilación. ¿Qué más quieren estos indios?-
chilló Pereira, dando una patada en el pedestal de tierra que le sostenía. Pero como la tapia era viejase desmoronó sin soportar aquel aladde de fuerza y el terrateniente, entre nubes de polvo, dio con su humanidad en el suelo.
Apresuradamente la mujer sacó lo que pudo de la choza, entre el griterío y el llanto de los pequeños. A la vista de la familia campesina fue desbaratada a machetazos la techumbre de paja y derruidas a barra ypica las paredes de adobón renegridas por dentro, carcomidas por fuera. Desde la capital, con la presteza con la cual las autoridades del gobierno atienden estos casos, fueron enviados doscientos hombres de infantería a sofocar la rebelión. En los círculos sociales y gubernamentales la noticia circuló entre alarde de comentarios y ordenes heroicas. El silencio que llegaba desde afuera, las paredes, el techo, les dio la seguridad del buen refugio. La pausa que siguió la ocupación en limpiarse la cara sucia de sudor y de polvo, en despertar de pesadilla ¿Quién les habría metido en eso? ¿Por qué? Miraron solapadamente, con la misma angustia supersticiosa y vengativa por lo cual se acercaron al teniente político o al tuerto Rodríguez antes de matarles, a Chiliquinga. Al amanecer, entre las chozas desechas. Entre lo s escombros, entre las cenizas, entre los cadáveres tibios aún, surgieron, como en los sueños, sementeras de brazos flacos como espigas de cebada que al dejarse acariciar por los vientos helados de los páramos de América, murmuraron con voz ululante de taladro. -¡Ñucanchic huasipungo! -¡Ñucanchic huasipungo! 4) Personajes Principales Alfonso Pereira Andrés Chiliquinga El Cura 5) Personajes Secundarios Cunshi El Teniente Político Jacinto Quintana El Mayordomo Policarpo 6) Mensaje Elmensaje que nos da ésta obra es sobre la discriminación del indio que es odiado y echado de la raza humana como si no valiese nada. A cambio de su salud, que se desgarra en el trabajo agotador y en las borracheras organizadas, y cuando es necesario hasta eso se les quita por lo que ni su familia ni nadie de ellos valen algo por lo que están toda su vida en la esclavitud. Nos da algo muy importante que es el de estar unidos a pesar de la raza, color, y religión, en la actualidad ya casi se elimina esto esperando que todos tengamos nuestra libertad y derechos personales. 7) Análisis Social de la Obra
El contenido de esta obra demuestra la verdadera realidad que el indígena ecuatoriano, sufrió en tiempos del severo apogeo del capitalismo en América. Uno de los aspectos importantes que se debe mencionar, es principalmente, que el escritor está ubicado en el movimiento del realismo, por ende, él escribe lo que piensa y observa en una realidad social determinada. En la novela de temática indígena hay dos tipos de corrientes literarias: 1. Indianistas 2. Indigenistas La novela indianista, tiende a valorizar al indigenista, domina aquellos temas o males políticos y sociales que aquejan al indio. Es aquí donde se encuentra la novela Huasipungo ya que los temas que se encuentran en ella son problemas que afligen al indio.