ANTECEDENTE S HISTÓRICOS
El primer tratado sistemático de medicina laboral. En; López PJM. Medicina, historia. sociedad. Antología de clásicos médicos3' Ed.. Barcelona: Barcelona: Ariel; 1973:164-165.
BERNARDINO RAMAZZINI (1663-1714)
El primer tratado sistemático de medicina laboral
Relataré el incidente que me sugirió la idea de escribir este tratado sobre las enfermedades de los trabajadores. En esta ciudad, tan densamente poblada para su tamaño, las casas están muy juntas y tienen gran altura, y se acostumbra limpiarlas cada tres años una por una, así como destapar las cloacas que se entrecruzan por debajo de las calles. Mientras hacían este trabajo en casa, observé a uno de estos obreros que realizaba su tarea en aquel infierno y me fijé en que parecía muy aprensivo y tenía todos los nervios en tensión. Me condolí del sucio trabajo que ejecutaba y le pregunté por qué se apuraba tanto y por qué no lo hacía con más lentitud, con el objeto de evitar la fatiga que trae consigo todo trabajo forzoso. El pobre alzó los ojos desde la caverna, me miró y dijo: "Nadie que no Io haya hecho puede imaginarse Io que cuesta permanecer más de cuatro horas en este sitio; es Io mismo que quedarse ciego". Más tarde cuando salió de la cueva, le examiné los ojos con cuidado y observé que los tenía muy irritados y oscuros. Le pregunté si los obreros desu oficio usaban con regularidad algún remedio particular para esta molestia. "Sólo eso — replicó—: vuelven inmediatamente a sus casas, como yo lo haré ahora, se encierran en un cuarto oscuro, permanecen en él durante un dia y se lavan los ojos de vez en cuando con agua tibia; de esta forma pueden aliviar algo el dolor". Entonces le pregunté si tenía sensación de quemadura en la garganta, molestias respiratorias o ataques de jaqueca; si el hedor lastimaba su nariz o le causaba náuseas. "Nada de eso —contestó—; en este trabajo sólo se lastiman nuestros ojos, ninguna otra parte. Si continúo en él, muy pronto me volveré ciego, como les ha sucedido a otros". Me deseó buenos dias y se marchó a casa con las manos sobre sus ojos. Después de esto, vi varios obreros de su mismo oficio a medio cegar o ya ciegos que pedian limosna en las calles de la ciudad.
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El texto "De Morbis Artificum Diatriba" (Acerca de la Salud de los Trabajadores), está dividido en una serie de capítulos, los cuales están dedicados a los oficios que en ese entonces se llevaban a cabo. Capítulos Las enfermedades: De los mineros; De los doradores; De los masajistas y de aquellos que practican las fricciones; De los químicos; De los alfareros y de los ceramistas; De los estañadores; De los vidrieros; De los pintores; Que afligen a los que trabajan el azufre; De los herreros; De los que trabajan el yeso y la cal; De los boticarios; De los que vacían las cloacas; De los tintoreros; De los que producen aceites, de los curtidores y de los demás trabajadores que tratan materiales sucios; De los trabajadores del tabaco; De los sepultureros; De las parteras; De las nodrizas; De los vinateros, de los cerveceros y los destiladores de aguardiente; De los panaderos y de los molineros, de los fabricantes de almidón, de los cernidores y de los medidores de granos; De los cinceladores; De las lavanderas; De los cardadores de lino, de cáñamo y de desperdicios de seda; De los que trabajan en los baños públicos; De los trabajadores de las salinas; De los que trabajan de pie; De los que realizan labores sentados; De los hebreos; De los lacayos; De los domadores de caballos; De los peones; De los atletas; De los que fabrican objetos muy pequeños; Que generalmente atacan a los maestros de dicción, los cantantes, etcétera; De los campesinos; De los pescadores; De los soldados; soldad os; De los intelectuales; De los impresores; De los escribanos y de los copistas; De los que hacen los confites de diferentes semillas en los talleres de los especieros; De lo s tejedores y de las tejedoras; De los trabajadores del cobre; De los carpinteros; De los afiladores de navajas de rasurar y de las lancetas para las sangrías; De los Fabricantes de ladrillos; De los excavadores de pozos; De los marineros y de los remeros; De los cazadores; De los fabricantes de jabones; Disertación sobre la tutela de la salud de las vírgenes vír genes religiosas; De los albañiles.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA SALUD EN EL TRABAJO TR ABAJO Las distintas formas de la actividad humana, a la vez que han ayudado a transformar al hombre de las cavernas en el científico y técnico del siglo XX, representan a menudo un factor importante en la producción de accidentes y enfermedades ocasionadas por los materiales, herramientas y equipos empleados en el trabajo, o por los productos o subproductos que se elaboran, El hombre primitivo aprendió esto en la práctica: al principio, vio disminuida su capacidad productiva por los accidentes propios de la caza, la pesca y la guerra; después al hacerse minero, metalúrgico y artesano padeció las primeras enfermedades producidas por su t rabajo. En algunas obras que de Hipócrates (siglo V a de C) se conservan o que se le atribuyen, se encuentran referencias que podrían señalar los primeros atisbos de un tratamiento para enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo, sobre todo en mineros y metalúrgicos expuestos a plomo.
Tres siglos después (siglo II a de C), Galeno hace observaciones interesantes acerca de las enfermedades de los mineros, curtidores, bataneros, químicos y otros. Plinio "El viejo", en los inicios de nuestra era (siglo I d de C), describe algunos elementos de protección personal, como máscaras hechas con vejigas de animales, para evitar la inhalación de polvos de "minium" (plomo rojo); éste es el primer esbozo de una medida de prevención de riesgos de trabajo que registra la historia de la salud sa lud en el trabajo. A partir de estos primeros investigadores, en los cuales privó por encima de todo, un espíritu extraordinario de observación, transcurrieron alrededor de 1400 años, antes de que la historia registrara Otro hecho significativo, con Ellembog, quien en el año de 1473 describió los síntomas de envenenamiento por plomo y mercurio, y sugirió las medidas preventivas. Más adelante, en el siglo XVI, George Baver (1494-1555), mejor conocido como George Agrícola, a quien podemos calificar como el primer "ingeniero" metalúrgico, completó su trabajo "De Re
Metallica", publicado al año siguiente de su muerte (1556), en cuyo libro VI se ocupó de la ventilación de las minas, describiendo técnicas para hacerlas más eficientes y para construir las correspondientes chimeneas. Además, señaló las enfermedades que afectan a los mineros. Reconoció el "asma" y Ic que él llamó "ulceración de los pulmones", producida en los trabajadores expuestos a la inhalación de ciertos metales. Este reconocimiento coincide con Io que actualmente puede describirse como la "fiebre por humos y metales", o bien con algunos cuadros de cáncer pulmonar producidos por determinados metales. Asimismo, observó, en forma un poco pintoresca, que en los Cárpatos había "mujeres que eran viudas de siete ma ridos", frase que, tal vez mejor que ninguna estadística, expresa la baja esperanza de vida de esos trabajadores. Once años después, y también en forma póstuma, apareció la obra de Aureolus Teofrastus Bombastus von Hohemheim, mejor conocido como Paracelso (1493-1541), uno de los padres de la química y de las ciencias experimentales, publicada bajo el nombre de "Von der Bergsucht und Anderen Bergkrankheiten" (De los oficios y enfermedades de la montaña, 1567), que es la primera publicación dedicada a las enfermedades pulmonares crónicas de los mineros y fundidores de metales. Paracelso las conoció de cerca, e incluso las padeció, ya que llevado por su interés en la experimentación directa, trabajó en las minas y fundiciones de su época. En su monografía hace referencia a la silicosis y, entre otras, a las intoxicaciones por plomo y mercurio.
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Este hombre, por razones propias de la época en que vivió, fue perseguido y considerado como un charlatán. Esta fue la razón por la que su libro no se publicó sino hasta 26 años después de su muerte. Es a finales de la época del Barroco y a principios de la Ilustración, cuando otro médico, el italiano Bernardino Ramazzini (1633-1714), profesor de medicina durante más de 18 años en la Universidad de Módena, y considerado el fundador de la medicina del trabajo, realizó estudios bastante precisos sobre epidemiología. Sin embargo, Ramazzini es recordado no por sus libros de epidemiología, sino por su obra bastante más modesta en volumen sobre salud ocupacional. Los escritos de este pensador sirvieron de base al desarrollo de las investigaciones posteriores en salud pública y ocupacional. Su libro titulado "De Morbis Artificum Diatriba" (De las enfermedades de los trabajadores) publicado en 1700, estudia y describe las enfermedades que afectaban a los trabajadores de los numerosos oficios conocidos, haciendo sobre aquéllas, observaciones precisas y todavía vigentes, ya que muchos de sus capítulos podrían, aún en la actualidad, ser considerados co nsiderados como capítulos de consulta para el diagnóstico de algunas enfermedades producidas por el trabajo. Asimismo, sugiere que cuando el médico visite el lugar de un trabajador debe '(tomarse bastante tiempo para examinarlo y agregar a las preguntas clásicas de Hipócrates, una más: ¿En que trabaja? Este médico, consciente de que su ciencia era eminentemente social señaló "la medicina, como la jurisprudencia, debe contribuir al bienestar de los trabajadores, y vigilar, en la medida de Io posible, que éstos puedan cumplir con sus obligaciones, sin sufrir daño". Ramazzini indicaba, "la medicina del trabajo no se estudia en los consultorios, sino en los lugares de trabajo". El aspecto preventivo de las enfermedades de trabajo fue abordado por Lehmann en 1884, al sentar las bases para el control actual del ambiente industrial. Fue una nueva estructura económico-social, el capitalismo industrial, la que creó nuevas formas de organización del trabajo. El siglo XVIII constituyó una época de profundos e importantes cambios tecnológicos, que dieron nacimiento a la revolución industrial; la patente a James Watt en 1781, para una máquina de vapor de movimiento rotatorio, y la investigación en 1785 de un regulador automático de velocidad, usado aún en la actualidad, permitieron al hombre, por primera vez, disponer de una fuente de energía controlable, barata y abundante, independizándolo de las que podríamos llamar naturales, como la energía cinética de las corrientes de agua y de viento (difíciles de controlar), y la energía del hombre y otros animales (de escaso rendimiento). El éxito de la invención quedó demostrado al instalarse en Inglaterra, entre los años 1783 y 1800, unas 500 máquinas de vapor. Esta nueva y valiosa herramienta tecnológica y económica, significó una verdadera revolución económica y social. Permitió el perfeccionamiento de numerosas máquinas, la organización de las primeras fábricas de tipo moderno, destrucción de la sociedad artesanal predominante durante la Edad Media, y la abolición de la esclavitud. La organización de las primeras industrias determinó condiciones de trabajo. En talleres oscuros y contaminados por el polvo, el humo, así como los gases y vapores producidos por los procesos de elaboración, se amontonaban hombres, mujeres y niños, durante jornadas
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de doce y más horas diarias; los salarios alcanzaban apenas para adquirir los alimentos y ropa indispensables, los accidentes y las enfermedades diezmaban a los grupos laborales, cuya esperanza de vida apenas sobrepasaba los 30 años; pero el incipiente desarrollo económico y la falta de especialización los hacía fáciles de reemplazar. Como consecuencia de ello la medicina reconoció la aparición de enfermedades antes desconocidas, una mayor frecuencia de padecimientos hasta entonces raros. En esta época, Percival Pott, clínico sagaz, describió la relación existente entre el hollín y el cáncer, al observar la aparición del cáncer escrotal entre los deshollinadores de chimeneas, en los que se presentaba después de 30 ó 40 años de su exposición a esta sustancia. Habían de pasar 150 años más, para que se confirmara científicamente que el hollín era un carcinógeno, cuando en 1922, Passey provocó la aparición de cáncer al aplicar esta sustancia —el 3-4 benzopireno- a la piel del ratón. la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que implicaba la necesidad de construir y reparar los armamentos, y de producir el vestuario y los alimentos que precisaba el ejército, aunada a la introducción de numerosas sustancias químicas peligrosas, trajo como consecuencia que se le diera importancia especial a fuerzas laborales que, aunque alejadas de los frentes de batalla, podrían significar un aporte decisivo a la victoria o la derrota. Se comenzaron a desarrollar los primeros intentos científicos de proteger a los trabajadores, se analizaron las enfermedades que los aquejaban, se estudiaron las condiciones y se revisó la distribución y diseño de la maquinaria y del equipo, con el objeto de prevenir y evitar los accidentes y las enfermedades de trabajo y las incapacidades consecuentes. Este movimiento continuó en la época comprendida entre las dos guerras mundiales, obteniendo su mayor auge en el transcurso de la segunda, cuando pronto ambos frentes en la lucha extendieron que el triunfo sería de aquel que tuviese una capacidad industrial máxima. El ejército de trabajadores en el frente interno, alcanzó tanto o más importancia que el que luchaba en las l as líneas de batalla, y el éxito fue, en mucho, decidido a favor del que tenía mayor potencia industrial. Para esto, fue indispensable mantener el mayor número de obreros junto a sus máquinas y herramientas, Io que se veía complicado por el ingreso a las fábricas de personal sin experiencia: mujeres, ancianos, semiinválidos y menores de edad, además de la permanente introducción de nuevas sustancias, materiales e instrumentos capaces de producir intoxicaciones, accidentes, etc. La higiene y la seguridad industrial se convirtieron en un componente importante del proceso productivo, y así Io siguen entendiendo los países desarrollados. En Latinoamérica, los movimientos sociales iniciados alrededor de los años 20, hicieron surgir los primeros intentos de protección a los trabajadores, aunque con anterioridad ya existían en diversos paises algunas disposiciones al respecto, generalmente con poca base técnica. A partir de 1947, 1 947, los programas de ayuda norteamericana, dieron a estas disciplinas un nuevo y vigoroso impulso. Desde su base en Lima, un grupo de expertos del Instituto de Asuntos Interamericanos, organizaron los servicios de salud ocupacional en Perú, Chile, Bolivia, Colombia, Venezuela y otros países, y realizaron estudios en varios países. Se fundó el Instituto de Salud Ocupacional de Perú, al que le correspondió una labor pionera en la formación de personal mediante entrenamiento en servicio, Io que permitió dar nueva vida a los programas de casi toda América. La organización del Instituto de Higiene del Trabajo y Contaminación Atmosférica de Chile, en junio de 1963, con el aporte económico del fondo Especial de las Naciones Unidas y el asesoramiento técnico de la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud, contribuyó también eficazmente a ello, al iniciar, a partir de 1965, los cursos de posgrado regulares, intensivos V a tiempo completo, para ingenieros, médicos y químicos de todo el continente.
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La etapa social de la medicina del trabajo nació en 1919, con el Tratado de Versalles, al establecerse en su fracción XII los principios que posteriormente regirían a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), creada con el objeto de fomentar la paz y justicia social, mejorar las condiciones del trabajador y promover la estabilidad económica y social, e
En 1950, a través de su Comité Mixto, la OIT fijó los Objetivos de la medicina del trabajo, siendo su aspiración "La promoción y conservación del más alto grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las ocupaciones; la prevención entre los trabajadores de las desviaciones de la salud, causadas por sus condiciones de trabajo; la protección de los trabajadores, de riesgos que pueden resultar adversos para su salud, colocar y conservar al trabajador en un ambiente adaptado a sus condiciones fisiológicas; es decir, la adaptación del trabajo al hombre y de cada hombre a su trabajo", Está aspiración de la OIT rebasa en mucho las funciones reales que desempeña la medicina del trabajo, de Io cual nos referiremos más adelante. En México, los acontecimientos relacionados con la salud de los trabajadores, se remontan a la época de la colonia, donde, bajo el reinado de Carlos II, se creó una legislación de previsión social, en la que se contemplaba el pago de un salario mínimo, pudiendo ser éste en dinero o en especie, pero de ser en especie, se prohibía realizarlo con sustancias perjudiciales a la salud, como pulque o peyote, no se permitía llevar a trabajar a hombre de tierra caliente a fría, y viceversa; los hombres, cuando se les trasladaba para trabajar de una región a otra, deberían ir acompañados de su familia; al enfermar tenían derecho a atención médica y medicinas; los individuos que se accidentaban debían seguir percibiendo la mitad de su salario hasta su total restablecimiento; a los que trabajaban en los obrajes se les concedía la percepción íntegra de su salario, hasta el importe de un mes de sueldo; se prohibía que los menores de 18 años acarrearan mercancías; se obligaba a los patrones de la coca y el añil a que tuvieran médicos cirujanos bajo sueldo para atender a los accidentados y a los enfermos; si fallecían los mineros por accidente de trabajo, se debía dar a sus familiares dinero y el ataúd, Desde luego, que era poco Io que se cumplía, sin embargo existían estos ordenamientos de tipo jurídico preventivo de asistencia y reparación para los accidentes y enfermedades de trabajo, Por Io anterior, se puede señalar que el contenido social de las Leyes de Indias se anticipó a los países europeos durante esta época, aunque estas medidas se perdieron durante la época independiente. Pasaron muchos años para que se volviera a considerar la importancia de la prevención de los accidentes y las enfermedades de trabajo, aunque Maximiliano llegó a promulgar un par de leyes que contemplaban algo al respecto, como fue una ley sobre trabajadores y Otra sobre mineros. Incluso, la constitución de 1857 sólo mencionaba en uno de sus artículos "hay que proteger a los trabajadores", Fue hasta principios del presente siglo cuando surgió gran interés por legislar sobre accidentes de trabajo. Felipe Remolina hizo una recopilación de las leyes, decretos y proyectos para la prevención de accidentes de trabajo de México, de 1900 a 1917, siendo 19 los que se crearon en esas fechas. Es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que en su artículo 123, apartado A, fracciones XIV y XV, establece que son responsabilidad de los patrones los accidentes y enfermedades sufridos en ejercicio 0 con motivo del trabajo, así como de la
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obligación de dichos patrones, de llevar a cabo las medidas preventivas pertinentes de acuerdo a la naturaleza de su negociación. Fue en 1931, siendo presidente de la república el Lic. Portes Gil, cuando se creó y federalizó la Ley Federal de Trabajo; es decir, se hizo obligatoria para todo el país, siendo en 1970 cuando se modificó. En 1980 se le hicieron reformas procesales. De esta ley, lo que fundamentalmente interesa a la salud en el trabajo, es el título noveno, llamado "Riesgos de Trabajo".
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El Dr. Jorge Fernández Osorio, considerado el pionero de la medicina del trabajo y de la salud en el trabajo en México, fue quien consolidó lo que actualmente, en lo que respecta a este campo, existe en nuestro país. El Dr. Fernández Osorio fue nombrado en el año de 1948 médico de puesto de fábrica del Instituto Mexicano del Seguro Social, ingresando en 1957 al Departamento de Riesgos Profesionales. Posteriormente cursó la maestría en medicina industrial en la Universidad de Cincinnati, creando a su regreso la Unidad de Medicina del Trabajo, la cual posteriormente tomó el nombre de Jefatura de Medicina del Trabajo del 'MSS. En 1968 creó la especialidad de medicina del trabajo, la que hasta la fecha sigue funcionando. En 1975 formó en el Departamento de Medicina Social, Medicina Preventiva y Salud Pública, de la Facultad de la Medicina de la UNAM, la Unidad de Salud en el Trabajo, empezando a funcionar a través del programa de servicio social en la industria y de los cursos monográficos de salud en el trabajo. A raíz de los esfuerzos del Dr. Fernández Osorio, actualmente la Coordinación de Salud en el Trabajo ubicada en el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, lleva a cabo actividades académicas que van del pregrado al posgrado, como el curso curricular de salud en el trabajo que se imparte en el cuarto año de la carrera de medicina, el programa de servicio social en la industria, los diplomados y cursos de actualización sobre salud en el trabajo, el Seminario Permanente de Salud en el Trabajo y la Coordinación de la Maestría y el Doctorado de Salud en el Trabajo que forman parte del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud de la UNAM Actualmente, así como el hombre, la ciencia y la tecnología han evolucionado, la salud en el trabajo también a evolucionado, la cual se compone de una serie de disciplinas para identificar, diagnosticar, prevenir y controlar los factores de riesgo y su repercusión en la salud y el bienestar de la población trabajadora, elementos que se estipulan por la Conferencia Internacional del Trabajo, en su Convenio 161 titulado. "Convenio sobre los servicios de salud en el trabajo" con fecha 26 de junio de 1985. satud-enfermedad satud-enferm edad y
Departamento
mirneografiado.
SALUD-ENFERMEDAD Y TRABAJO El trabajo es la forma como el hombre se apropia de la naturaleza para transformarla y satisfacer sus necesidades; por ello, constituye una actividad vital para la reproducción de la sociedad. No obstante, también puede ejercer un efecto nocivo sobre la salud de los individuos. En México, los accidentes y enfermedades producidos con motivo o en ejercicio de las actividades laborales, están reglamentados en la Ley Federal del Trabajo bajo la denominación de "riesgos de trabajo". Es bien conocido que en el diagnóstico de los riesgos de trabajo existe un importante subregistro, el cual es mayor en el caso de las enfermedades de trabajo. Por otra parte, existen repercusiones r epercusiones en la salud de los trabajadores manifestadas como síntomas, molestias o enfermedades inespecíficas que están estrechamente relacionadas con el trabajo, aunque no estén legalmente reconocidas como tales.
Palacios N. M.E. Proceso trabajo. de Salud Pública, Facultad de Medicina, UNAM. México, 1993. Documento pp 8-15
Tradicionalmente, la relación entre salud-enfermedad y trabajo se ha planteado como un fenómeno que tiene causas únicas (factores de riesgo físicos, químicos, etc.) y efectos específicos (riesgos de trabajo), reduciendo la problemática a una explicación unicausal en donde un factor de riesgo puede producir una enfermedad. Sin embargo, en el ambiente laboral los trabajadores se exponen a diferentes agentes y exigencias del trabajo simultáneamente. Si bien es cierto que es posible establecer una asociación causal entre la exposición a uno o varios factores de riesgo y determinada patología, también lo es el que se pueden definir perfiles patológicos con la ayuda de las ciencias sociales, de acuerdo con co n diferentes formas de división y organización del trabajo. Es decir, la forma como se organiza y divide socialmente el trabajo en las diferentes sociedades determina a su vez distintos procesos de desgaste en los trabajadores, que potencian y condicionan no sólo las enfermedades profesionales profesionales y accidentes de trabajo, sino un perfil patológico característico. La organización y división del trabajo ha variado a lo largo del desarrollo de la humanidad al igual que Io han hecho las formas de enfermar y morir, fundamentalmente por razones económicas y sociales. La principal transformación se dio con el inicio del capitalismo, la invención de la máquina de vapor y la Revolución Industrial. A partir de esta época podemos identificar claramente distintas formas de organizar el trabajo, que se han ido transformando de acuerdo con el avance de la ciencia y la tecnología, y las necesidades del capitalismo. Todas las formas de organización laboral se han presentado en diferentes momentos históricos; sin embargo, es importante señalar que en nuestro país confluyen desde las formas más simples hasta las más complejas, por Io que es importante conocer las principales características de cada una, y las alteraciones que pueden producir en la salud de los trabajadores. ETAPA PRECAPITALISTA En la época primitiva, el trabajo se organizaba con el objetivo principal de cubrir necesidades básicas, la mayoría de los productos se destinaban para el consumo. co nsumo. Por Io tanto, la división del trabajo se daba entre toda la comunidad, y de acuerdo con co n características personales tales como la edad, el sexo, las aptitudes, la resistencia física, etc. N,
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UNAM México, 1993. Docurnento
En la Edad Antigua (esclavismo) y la Edad Media (feudalismo) aparecen nuevas formas de dividir el trabajo, en la que muchos trabajan para unos cuantos. Las exigencias de este tipo de trabajo producían un gran desgaste fisico, que aunado a las pésimas condiciones de la vivienda y alimentación, provocaban frecuentes enfermedades enfermedades infecciosas de las que fácilmente morían. A pesar de que el trabajo en el Feudalismo era fundamentalmente agrícola, durante este lapso aparecen los oficios y profesiones, y con ellos nuevas enfermedades. Es común el escuchar entonces frases como: "es sordo como campanero", "tiene tórax de zapatero", etc. No obstante o bstante los artesanos tenían control sobre su propio trabajo, determinaban el ritmo y la intensidad con la cual trabajar, cuánto duraría la jornada y algo de suma importancia, qué producían. Un primer cambio hacia la organización capitalista capitalista del trabajo fue fu e el paso de los talleres artesanales artesanales a las corporaciones de oficio, éstas regulaban la actividad en los talleres y el tipo de productos que podía elaborar cada uno.
Palacios M.E. Proceso salud-enfermedad trabap. Departamento de Salud Pútiica, de Medicina, mimeografiado. pp
Las principales modificaciones en la organización de los talleres artesanales fueron: una persona — "el maestro"— se convertía en autoridad dentro del taller, ponía las materias primas, los locales y los medios de producción más costosos. Por Io tanto, el producto que se elaboraba le pertenecía. Si bien este maestro fue el antecesor del capitalista, no se le puede considerar aún como tal, pues es un artesano que se ha convertido en maestro en su oficio, y por ello puede dirigir un taller, aunque para poder hacerlo necesite contar con un pequeño capital. ETAPA CAPITALISTA A mediados del siglo XVIII se dan cambios económicos, políticos y sociales que permiten el surgimiento del capitalismo como un modo predominante de producción. Entre ellos estuvieron el despojo de la tierra y los instrumentos de trabajo de la iglesia y de los trabajadores agrícolas; el invento de la máquina de vapor, que permitió disminuir el tiempo de trabajo necesario para la elaboración de los productos, y aumentó la productividad y las ganancias; la prohibición de las corporaciones de oficio, que convirtió a miles de trabajadores en trabajadores libres, y por último, la existencia del capitalista que era quien tenía los medios de producción y el dinero necesario para emplear un gran número de obreros. Cooperación Simple: La primera forma como se organizó el trabajo en el capitalismo fue la cooperación simple, en ella se dio una naciente división del trabajo en el taller y consistió en la reunión de artesanos del mismo oficio en un local. La principal diferencia di ferencia entre ésta, los talleres artesanales artesanales y las corporaciones de oficio, fue que quien dirigía el taller no era quien más sabía del oficio, sino el dueño del capital; quien decidía que producto fabricar, las tareas a realizar y a quién vender. Sin embargo, el obrero mantenía el control sobre cómo realizar su trabajo, pues sabía como hacerlo. El capitalista, por lo tanto, no controlaba el proceso laboral en sí, y lo único que podía hacer era supervisar estrechamente estrechamente al trabajador para que produjera más durante d urante la jornada; los recursos para aumentar sus ganancias fueron aumentar horas a la jornada laboral y/o disminuir el salario. En estas circunstancias los principales problemas de salud que se presentaban en los trabajadores, eran aquellos producidos por realizar un gran esfuerzo fisico con un alto gasto de calorías, Io que aunado a un saltKi-enfermedad V
deficiente descanso producía estados de fatiga y desgaste prematuro, que se expresaron en una corta esperanza de vida, de tal forma que los obreros vivían entre 35 y 40 años. Manufactura: La primera forma técnica organizada de dividir el trabajo dentro de un taller fue la manufactura. Esto significa que si en la cooperación simple se empleaba a artesanos para fabricar varios productos diferentes, en la manufactura varios artesanos elaboraban un solo producto; es decir, si lo que se hacían eran zapatos, uno cortaba el cuero, otro o tro hacía plantillas, otro suelas, etc. La tarea de fabricar un producto se descomponía en varias pequeñas tareas que se encargaban a diferentes trabajadores. Con esto se redujo a actos elementales, repetitivos y monótonos las capacidades manuales e intelectuales del trabajador, ya que él no elaboraba un producto completo, sino sólo una parte de éste, varias veces durante toda la jornada.
Palacios N. M.E. Proceso trabajo. de Salud Pública, Facultad de Medicina, UNAM. México, 1993. Documento pp 8-15
La manufactura permitió aumentar el ritmo y la intensidad con que se trabajaba, y además controlar mejor el proceso laboral. Para los trabajadores significó mayores m ayores alteraciones en la salud, pues además del intenso esfuerzo fisico por la larga duración de la jornada (hasta 16 horas), el gran gasto de calorías y los factores de riesgo específicos de cada ambiente laboral, en ese momento se añadió un cansancio mental por la repetitividad y monotonía de sus tareas. Al mismo tiempo se presentó un aumento en la incidencia de accidentes de trabajo. Aunque la cooperación simple y la manufactura fueron las primeras formas de organizar el trabajo en el capitalismo, en México aún existen esos procesos de producción; tal es el caso de los pequeños talleres de costureras, en donde los principales recursos para aumentar las ganancias son el prolongar la jomada de trabajo y el pago de bajos salarios.
Maquinismo: A pesar de que la manufactura logró incrementar la productividad y ganancia, estas tenían un límite; por una parte, la jornada laboral no podía prolongarse más allá de 24 horas y por la otra los trabajadores empezaron a organizarse para exigir la reducción de la misma y mejores salarios. Además, la competencia entre capitalistas hacía necesaria una nueva forma de organizar el proceso laboral, que acelerara la producción y redituara mayores ganancias. Esta situación favoreció el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Esta es la época de la conocida "Revolución Industrial" en la que se inició el maquinismo y se incorporaron una serie de inventos a la industria. Se introdujo la máquina de gas, se adaptó la electricidad a la industria, se aplicó la transformación de energía eléctrica en mecánica, etc. Fue en esta etapa cuando se inició el periodo de madurez del modo de producción capitalista. Los instrumentos y útiles de trabajo fueron incorporados a las máquinas, mientras que los trabajadores se encargaban de vigilar que éstas funcionaran adecuadamente, surtirlas del material necesario, y recoger el producto. Con ello el número de trabajadores en la producción se redujo a la mitad aproximadamente.
El maquinismo representó pues, una nueva forma de organizar y dividir el trabajo, en la que se hizo más evidente la separación entre quien pensaba Io que se iba a producir, y quien lo producía. La máquina impuso un modo de trabajar al obrero, pero él podía regular todavía su ritmo de trabajo, y tomar algunas decisiones respecto a como realizarlo.
Palacios N. M.E. proceso salud-enfermedad trabajo. Departarnento de Salud Pública, Facultad de Medicina, UNAM. México, 1993. Documento mimeografiado. pp
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El trabajar con máquinas se reflejó en nuevas enfermedades o molestias, pues si bien es cierto que demandaba de un mejor esfuerzo físico, también Io es que los movimientos se volvieron más repetitivos, y era difícil separarse del puesto de trabajo asignado, por la que el organismo se desgastaba en unas partes y se atrofiaba en otras. También hubo otro tipo de alteraciones tales como accidentes, intoxicaciones, trastornos gastro-intestinales, enfermedades de la circulación, hipoacusias y otros, como el cáncer escrotal que se describió por primera vez en 1775, 1 775, en los deshollinadores que limpiaban las chimeneas c himeneas de las fábricas. Taylorismo-Fordismo: El siguiente paso en el avance de la organización y división del trabajo Io dieron Taylor y Ford. El primero planteó la teoría de la "organización científica del trabajo, con la cual demostró como se podía intensificar aún más el trabajo, acabando con los tiempos muertos. Para ello, llevó a cabo un estudio de los tiempos y movimientos mínimos indispensables para producir una mercancía, y propuso una serie de técnicas cuyo principio era la realización de movimientos repetitivos y acelerados. Este sistema hacía una elección de las tareas que cada trabajador debía realizar, impidiendo su iniciativa o voluntad. Para ello definía medidas y metas, fomentando el trabajo a destajo o por po r piezas. Ford complementó y perfeccionó la propuesta de Taylor al incorporar la banda o cadena de montaje a la "organización científica del trabajo"; de esta manera el trabajador no tenía que moverse ni un segundo de su puesto de trabajo, pues todo Io necesario le llegaba por medio de una banda continua. Con esta forma de organizar el proceso productivo se llegó a la máxima división e intensificación del trabajo, donde el trabajador sólo realizaba una mínima parte de la elaboración del producto. El r itmo y la intensidad del trabajo estaban controlados por la dirección de la empresa. Esta forma de organización del trabajo también fue implementada posteriormente en oficinas y otros centros de trabajo, en los que actualmente funciona. El exagerado aumento en la intensidad del trabajo, y el nulo control del proceso laboral por parte del trabajador, provocó un aumento importante de accidentes laborales; también se presentaron problemas en la salud, relacionados con la fatiga y el estrés, Io cual se expresó en un aumento de las enfermedades cardiovasculares, depresión, problemas nerviosos y aumento de la mortalidad en general. Automatización: Problemas de orden técnico, el auge de las luchas sindicales, y la necesidad creciente de aumentar la productividad y las ganancias, impulsaron el desarrollo de los procesos laborales automáticos. El papel del trabajador en ellos es únicamente vigilar el correcto funcionamiento del proceso de trabajo. La producción automatizada puede ser de dos formas: la de flujo continuo, que aparece antes de la "organización científica del trabajo, y los procesos automáticos discretos que se refieren concretamente al control de las computadoras sobre el proceso laborar. Los procesos de flujo continuo se refieren a aquellos que se llevan a cabo en sistemas cerrados, y que tienen como fin la transformación fisica y química del objeto de trabajo; dichos procesos están presentes en la industria química, la metalúrgica y la nuclear, entre otras. El perfil de los trabajadores de industrias con este tipo de procesos es intoxicaciones, padecimientos relacionados con estrés, y fatiga patológica. Palacios
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Los procesos automatizados discretos están directamente relacionados con la informática; en ellos el control del trabajo se hace a través de computadoras y robots. De tal forma que una gran cantidad de trabajadores han sido desplazados de su centro de trabajo, y los que permanecen se encargan únicamente de supervisar y vigilar. Predominan en ambas formas de automatización, la monotonía, la atención intensa, la responsabilidad excesiva, excesiva, la pasividad y la falta de movimiento. Las enfermedades enfermedades asociadas a estos procesos no se conocen aún completamente, pero se han reportado desórdenes mentales y alteraciones relacionadas con el estrés, tales como hipertensión, infartos y aumento en los índices de mortalidad, entre otras. Modernización o Flexibilización: De 1982 a la fecha se ha generado un proceso de modernización industrial también conocido como flexibilización que incluye recambio tecnológico, organizativo, administrativo y legal. Para su implementación, ha sido indispensable la modificación de los contratos colectivos y la firma de acuerdos de productividad. Necesariamente, el proceso de flexibilización en las empresas conlleva el recorte de personal, entre otras cosas, para desplazar a gente acostumbrada a los antiguos procesos laborales. El sustrato de este tipo de organización laboral es la modificación de las formas rígidas o estereotipadas de producción; por Io tanto, en ella las formas de trabajo "se flexibilizan". Los ejes centrales de esta flexibilización son la polivalencia y el trabajo en equipo; sus principios, "calidad total" y "just on time". La polivalencia se refiere a que cada trabajador puede rotar o cubrir diferentes funciones y etapas del proceso productivo. Se vuelve necesario que el trabajador tenga una visión de conjunto, de tal manera que pueda ser sustituido en cualquier momento. En el trabajo en equipo, también conocido como círculos de calidad, no hay un responsable, sino que todos los participantes comparten la responsabilidad de que las cosas funcionen adecuadamente. Sobran los supervisores, pues aquí los trabajadores se supervisan entre sí. La calidad total y el "just on time" se refieren, entre otras cosas, a que el proceso laboral se vigila y optimiza desde el inicio hasta el final de la producción, en ella se incluyen la correcta aplicación de la higiene y la seguridad en el trabajo. En México, los cambios tecnológicos se dan de manera desigual. La tecnología de punta la tienen la industria electrónica y la automotriz; otras empresas con menores recursos han modificado las formas de organización sin cambiar maquinaria y equipo, llevando a cabo transformaciones en la legislación y en la contratación. Los efectos en la salud, resultantes de esta nueva forma de organización del proceso laboral, no se han estudiado, pero si se conoce que la responsabilidad excesiva y el estrés constante, favorecen favorecen la presencia de enfermedades crónico- degenerativas, como las cardiovasculares. También se ha referido a la ansiedad como un factor constante en este tipo de procesos laborales, pues está previsto que ante cualquier problema, el trabajador sea fácilmente sustituido. Como referimos anteriormente, todas las formas de organizar el trabajo coexisten en nuestro país, por lo que el efecto de la actividad laboral en la salud dependerá de la ubicación de los distintos grupos de trabajadores. Por esta razón es importante que se conozcan sus características generales generales y las repercusiones que cada uno de ellos puede tener en la salud.
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También es importante tener en cuenta que Io anterior se refiere a patrones o perfiles de morbimortalidad colectiva en industrias de diferentes procesos, a Io que deberán agregarse las características propias de cada ambiente laboral; por Io que los posibles daños en la salud de cada trabajador no se limitan a los presentados en este artículo.
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