Historia de la Psiquiatría en Egipto,
Martín Arévalo Flores
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Las antiguas civilizaciones tenían una concepción mágicoanimista o demonológica de gran parte de las enfermedades, enfermedades, en e n especial de los trast t rastornos ornos psíquicos. En Mesopotamia los primeros médicos babilonios fueron los sacerdotes de Assipu, que se ocupaban de las enf enfermed ermedad ades es inte intern rnas as,, espe especia cialme lmen nte de las afecc afeccio iones nes mentales, que eran consideradas como posesiones demoníacas y tratadas con métodos mágico-religiosos. Más adelante aparecieron los médicos “no sacerdotes”, que se ocupaban de las manifestaciones patológicas externas, como como cur curar herid heridas as,, utili utilizzando ando forma ormass más más natu naturrales ales de tratamiento. Los médicos hebreos más importantes eran sacerdotes que disponían de mecanismos especiales para implorar a Dios.
Egipto •
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Los Los egi egipcio pcioss recogi ogieron eron una una eno enorme rme canti antida dad d de detalles pero con frecuencia no discriminaban entre hechos e imaginaciones. Los papiros egipcios son de carácter extenso, vago, y , . Imhotep, el primer médico egipcio del que se tiene noticia en la actualidad, vivió aproximadamente en el año 2850 a.C, durante la tercera dinastía. Fue el médico del rey Tjeser y alcanzó gran renombre como arquitecto, sabio, astrónomo y sacerdote.
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En el año 525 a.C., cuando Egipto pasó a ser una provincia de Persia, Imhotep fue deificado como dios especial de la medi medici cina na,, reemp eempla lazzando ando en importancia importancia a otros otros dioses de la jerarquía jerarquía egipcia. eg ipcia. convirtió en escuela de med medicin icina a y hosp ospital ital don donde se practicaba el sueño de incubación, una forma de psic psicot oter erap apia ia desa desarr rroll ollad ada a más tarde por los sacerdotes de Esculapio.
Entrada al Templo de Imhotep
Foto: Juan C. Sardiña
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Estimulaba aban a los pacientes a entretenerse con acti activi vida dade dess recr ecreati eativ vas como omo excur cursion siones es al Nilo Nilo,, conciertos, danzas, pintura y dibujo, y otras formas constructivas constructivas de empleo del tiempo libre. Los dos papiros egipcios más importantes referentes a medicina son el papiro de Ebers y el de Edward época: 1550 a.C.
Fragmento del Papiro de Ebers
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El papiro de Ebers se ocupa exclusivamente de medicina interna y farmacología. Abunda en encantamien ientos y explica icacio ciones ocultas cuan cuando do abor aborda da enf enferm ermeda edades cuy cuya etiol tiolog ogía ía real eal se desconocía. El papiro de Edward Smith contiene algunas cosas sobre encantamientos encantamientos religiosos y ritos mágicos. , , como "localización de las funciones mentales". Los egipcios describieron el trastorno emocional denominado luego como "histeria" por los griegos. Creían que sus sínt íntomas estaban causados por una malposición del útero, para ello fumigaban la vagina con la intención de devolverlo a su posición original.
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Los médicos egipcios fueron sacerdotes, laicos, magos o combinaciones de ellos, pero en gran parte, la medicina de Egipto fue predominantemente predominantemente mágica mágica y religiosa. Sus medidas profilácticas de higiene fueron captadas y adaptadas adaptadas por los hebreos.
La Psiquiatría Greco-Romana •
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Con los griegos que se produjo el descenso de la locura a lo humano, estudiando las enfermed enfermedades ades menta mentales les desde desde un punto de vista científico. Alcm lcmeón eón de Crot Croto ona (sigl siglo o VI . , , el primero que relacionó lo mental con el cerebro al descubrir por disección, que ciertas vías sensoriales terminan en el encéfalo, y elaborar una teoría de la disarmonía como causal de enfermedad.
Alcmeón
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Hipó Hipócr crat ates es (460 (460-3 -377 77 a.C. a.C.)) apli aplicó có las las espe especu cula laci cion ones es de los los filósofos filósofos médicos combinándolas con observaciones clínicas. Fue el primero que intentó explicar de forma coherente todas las enfermedades mediante la base de causas naturales. Así, Así, por por ejem ejempl plo o, Hipó Hipócr cra ates escr escrib ibió ió que, que, en su opin opinió ión, n, aque aquell llos os que que por por prim primer era a vez vez consi onside derraron aron a la epil epilep epsi sia a como “divina” la llamaron “enfermedad sagrada” para ocultar su ignorancia sobre la naturaleza naturaleza de la misma. La pat patolog ología ía hipoc ipocrrática ica se funda undab ba en el concep nceptto de la armonía de los humores. De acuerdo con la teoría de los humores, la salud descansa en el equilibrio de los humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) y en el equilibrio de las cualidades que los acompañan (caliente, frío, seco, húmedo).
Hipócrates de Cos
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Todas las enfermedades resultan de una perturbación en el equilibrio humoral. La melancolía, por ejemplo, es una enfermedad producida por bilis negra. Describió irritabilidad, inquietud, insomnio y aversión a los alimentos. No exist iste dic dicotom otomía ía entr entre e enf enfermed rmeda ades del alma lma y enfermedades del cuer o a todas ha ue darles tratamientos somáticos. Los Los tras trasto torn rnos os humo humorrales ales pued pueden en deber eberse se a fact actores ores internos y/o externos, entre estos últimos cabe mencionar la alimentación. Los baños, la dieta y la higiene adecuada eran considerados considerados esenciales para mantener la buena salud.
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En cuanto al tratamiento se empleaban sangrías y purgantes, pero sólo cuando habían fallado otros métodos; se recetaban drogas como el eléboro (emético y purgante), especialmente en pacientes afectos de locura. Se daba daba,, tambi ambién én,, impo import rtan anci cia a a la libe liberració ación n del del exceso ceso emoc emocio iona nal, l, la catarsis, sis, por med medio del teat eatro y las las fies fiesttas grupales en honor a Dionisios, además de postular que la actividad onírica era reparadora. Hipó Hipócr crat ates es ubic ubicó ó en el cer cerebr ebro la capa capaci cida dad d par para pens pensar ar,, sentir o soñar:
“Los hombres deberían saber que sólo del cerebro provienen las alegrías, los gozos, la risa y los juegos; y las penas, los dolores, el desaliento y las lamentaciones... con el mismo órgano nos volvemos locos y deliramos, y nos asaltan temores y terrores, algunos de día, otros de noche... todas estas cosas sufrimos por causa del cerebro cuando no está sano” .
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Los médicos médicos hipocráticos hipocráticos describieron por primera primera vez vez el delirio de causa tóxica – orgánica así como el síntoma de depresión que ahora denominamos melancolía, también aprec precia iarron las las caract acterís erísti ticcas de la locu locurra puerp erpera eral (psicosis puerperal). Describieron fobias y acuñaron la palabra “histeria” para designar el trastorno que ellos consideraron exclusivo de las mujeres.
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que habí había a aban bandona donad do su loc localiz alizac ació ión n en la cavida vidad d pelviana. Quiz uizá sosp sospec echa haba ban n un orig rigen sex sexual ual en los los sín síntomas omas histéricos puesto que recomendaban el matrimonio y los contactos sexuales como terapéutica. Los hipo hipocr crá átic ticos efectu ectuar aron on la prim rimera era clas clasif ific icac aciión racional de las enfermedades. enfermedades.
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En su esquema incluían la epilepsia, la manía (excitación), la melancolía y la paranoia (deterioro mental). mental). La “psicoterapia” no faltó en el tratamiento, en la medida que el médico daba gran importancia al diálogo que establecía con el enfermo: escuchaba, luego explicaba y ordenaba. Las ideas hipocráticas quedaron fijas en el curso de los siglos y se repitieron constituyendo constituyendo la llamada esc escuel uela a dog dogmá mátic tica a. La escu escuel ela a dogm dogmát átic ica a se car caract acteriz erizab aba a por por un lado lado por por la exageración de la tendencia especulativa de los clásicos, y, por otro tro, e car cter cter in exi e que a quie quierre a octri ctrin na. Como reacción nace la es escu cuel ela a em empí píri rica ca, para la cual sólo lo práctico era importante. Se rechazaba la investigación de las causas, se consideraba que, en el arte de curar, lo único que vale es la experiencia, experie riencia cia personal del méd médico, experie riencia cia colectiva cons consig igna nada da en los los trat tratad ados os médi médico cos, s, experi xperien enci cia a anal analóg ógic ica a para resolver nuevos casos.
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En el siglo I a.C. se consolidó una tercera escu cuel ela a met etód ódic ica a, que de la corriente, la es oposición entre empíricos y dogmáticos. Tuvo uvo su prim primer er insp inspir irad ador or en Ascle Asclepí píad ades es de Prusa, quién vivía en Roma en el siglo I a.C. Había aprendido medicina, filosofía y oratoria en Alejandría y Atenas, pero en un pr nc p o no pu o e ercer a me c na en Roma debido al prejuicio contra los médicos griegos. No fue sino hasta la curación de una persona que daban por muerta que Asclepiades fue proclamado medico milagroso y se le permitió ejercer la medicina.
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En oposición a la teoría humoral de Hipócrates, Asclepiades desarrollo una teoría basada en la solidez. El concep nceptto de Ascl Asclep epia iad des era era de que que el hombr ombre e est estaba formado por átomos que se atraían y repelían entre si. Entr Entre e los los átomos omos exis xistían ían por poros y cuan cuando do aque aquelllos los no se movían de la forma adecuada, la razón seria que los poros estaban bloqueados. esta o e en en erme a o e sa sa u epen a e os movi movimi mien enttos de est estas part partíícula culas, s, de su velo elocid cidad, ad, de su número, de su magnitud, de su forma, así como el estado de los conductos y de la libertad de paso que encuentren o dejen de encontrar encontrar el aire y los líquidos corporales. corporales. De acuerdo con ello, para curar la enfermedad, tenía que lograrse su correcta movilidad mediante métodos mecánicos.
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No exist xiste e dist distin inci ción ón de natu naturralez aleza a entr entre e las las enf enfermed ermedad ades es somáticas y las enfermedades psíquicas, pues la única diferencia cia es el lugar en el que se produce el trastorno mecánico, mecánico, como lo es del cerebro para la enfermedad llamada frenitis. Asclepíades habló de Frenitis, enfermedad mental con fiebre y Manía, enfermedad mental sin fiebre. alucinaciones.
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Practicó psicoterapia e incluyó el uso de la música y la estimulación intelectual, así como el trabajo con grupos de personas con trastornos mentales. Otro repr Otro repres esen enta tan nte de la escu escuel ela a metó metódi dica ca fue fue Sora Sorano no de Efeso (siglo I d.C).
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Su obra sobre las enfermedades agudas contiene muchos capítulos acerca de la frenitis y su tratamiento; la de las enf enferme ermeda dade dess crón crónic icas as,, capít apítul ulos os sobr sobre e la natu naturralez aleza a y tratamiento tratamiento de la manía y melancolía. La frenitis recibía este nombre, según Sorano, porque el phrén, originariamente espíritu ( phrén or iginariamente el diafragma) esta decaído. “ , acompañada por fiebre aguda, movimientos sin sentido de las manos, y pulso pequeño y pleno”. Se trataría del delirio febril.
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Sorano insistió en un trato mucho más humanitario en las internaciones.
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“La habitación debe estar en silencio absoluto, no debe estar adornada con pinturas ni iluminadas con ventanas bajas; debe hallarse en planta baja antes que en pisos superiores, porque las víctimas de manía con frecuencia saltan por las ventanas” .
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Rechaza Rechaza la división de la frenitis en alegre y triste, división que es solo sintomática, y propone otra: frenitis ocasionada por un estado de relajamiento, estado de compresión o un estado mixto (status laxus, status strictus, status mixtos). La terapia es esencialmente mecánica: se aplica por medio de masajes, paseos a pie, toda suerte de ejercicios “pasivos” en los que el cuerpo se contenta con dejar que lo agiten.
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Aurelio Cornelio Celso (25 a.C – 50 d.C) fue un escritor de temas médicos y describió todas las fases de la vida y la experiencia humanas. Durante el reinado de Tiberio, recogió y tradujo al latín de Grecia.
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No se hallaba ligado a ninguna escuela particular, pero tenía el máximo respeto para los seguidores de Hipócrates.
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Celso creía en la demonología hasta el punto de considerar que algunas enfermedades eran debidas a la cólera de los dios dioses es;; sin sin emba embarrgo, go, est estaba aba ampl amplia iame men nte a favor de una una concepción racional racional de la medicina y efectuó acertadas ideas. Veía en las pasiones o emoci mocio ones el facto ctor caus ausal de la enfermedad mental. Una de sus ideas – que asustando a un paciente se le podía curar al alejar a los espíritus que lo poseían – se utilizaba o av a en a e a me a. Su “psi “psico cotterap erapia ia”” incl incluí uía a amen amenaz azas as,, tortu orturras y azot azotes es,, así así como bruscas y súbitas inmersiones en agua. En el último siglo a.C, a muchos médicos no les satisfacía la rigidez de las teorías metódicas y buscaron un principio vital que explicase la salu alud y la enfermed rmeda ad de man manera más satisfactoria.
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Este principio lo hallaron en el aire o pneuma y por ello se les denominó neumáticos. El pneuma o spiritus, producto refinado del aire, circula por el cuerpo humano y le da la salud cuando su estado de tensión es el conveniente. Esta tensión se manifiesta en el pulso, que el ingenio de los médicos mide con precisión Como clínicos, fueron prácticos y se interesaron por una amplia gama de tratamientos; más tarde, fueron llamados también “eclécticos” porque no estaban ligados a ningún sistema de terapéutica, incluso prefiriendo la teoría humoral.
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A principios del siglo I d.C, los eclécticos alcanzaron su mayor influencia con la obra de su princi principal pal expon exponen ente te Aret Areteo eo de Capadocia (50 – 130 d.C). En su obra De causis et signis hizo descr descrip ipci cion ones es morborum hiz clínicas de diversas por el bienestar de los pacientes. Concluyó que en el mismo sujeto aparecen estados maníacos y depresivos y que hay interva rvalos lúcidos entre estos estados.
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Fue el primero en describir en detalle las personalidades de los sujet ujeto os ant antes de la eclo eclosi sión ón del trast astorno rno men mental (la (la personalidad prepsicótica). prepsicótica). Se dio cuenta, también, de que no todas las personas con enfermedad mental están destinadas a presentar deterioro intelectual. Diferenció
entre
manía
(intermitente
y
curable)
y
, adem además ás otr otra enf enferme ermeda dad d en la cual cual las las per persona sonass par parecen ecen "estúpidas, distraídas y pensativas", que podría corresponder a esquizofrenia. •
Se opuso a la idea de "locura divina" de Platón y a las medidas coercitivas.
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El siguiente avance en la medicina romana fue la apari arició ción del may mayor de los escr escrit itor ores es médi médiccos: os: Clau Claudi dio o Galeno de Pérgamo (131 – 200 d.C). Hizo
una
síntesis
de
los
hasta ese entonces, convirtiéndose en un sumario, o más bien un epílogo del período grecorromano, pues a su muerte comen menzó la era del oscurantismo.
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Sostuvo que las enfermedades podían originarse por afección directa del órgano enfermo rmo o por "consenso", es decir, reacción simpática del órgano a enfermedad en otra parte del cuerpo. Se refirió al cerebro como localización del alma racional y llegó hasta mantener que los trastornos emocionales graves podrían indicar una lesión cerebral. e irracionales (en el corazón e hígado).
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Dijo que el clima influye en las características psicológicas; así, la disminución de espíritus animales y la frialdad del cerebro producen demencia e imbecilidad, en tanto que la manía y mela melanc ncol olía ía son son conse onsecu cuen enci cia a de enf enferme ermed dad dir direct ecta del cerebro.
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Retomó Retomó la teoría de los humores, describió diferentes diferentes tipos de alteraciones, entre las que incluyó a la paranoia como resultado de impresiones sensoriales falsas, y llegó a relacionar la abstinencia sexual con el exceso de ansiedad. Fue un típico ecléctico. Aunque su maestro fue Hipócrates, aprovechaba sólo lo que mejor le parecía para elaborar un sistema propio, pero en cada época de su vida se basó en , vista, en que persistían conceptos de Hipócrates, pero no en su versión original, sino en la interpretación interpretación galénica. galénica.
