Heidegger, Martin. “El Origen de la obra de Arte”. Fondo Económico del Libro. México. 2006 [1952] Introducción Desglose de los conceptos previos y de la circularidad del tema El autor parte con el concepto Origen, qué es aquello donde una cosa procede y por cuyo medio es lo que es y como es. Lo que es algo es la esencia, por tanto el origen es fuente de la esencia. Así, la pregunta por el origen de la obra del arte es la pregunta por su esencia. La obra surge según la representación habitual de la actividad del artista y por medio de ella. A su vez, la obra determina el çcomo y el dónde es el artista es lo que es. Ambos son origen, sin embargo ninguno es por sí solo el sostén del otro. Su recíproca relación es en virtud de un tercero: el Arte. La pregunta por el origen de la obra de arte – y por tanto de la esencia del arte- se tratará de buscar en la obra de arte. Lo que es una obra de arte ya supone que se esté en el arte, y este por medio de la obra. Nos movemos en un círculo. Se comienza con una obra real. Las obras tienen carácter de cosa, tienen un aspecto cósico: lo que tiene de cosa la cosa, el que se experimente como cosa. “La piedra está en la arquitectura, el sonido en la música”, es tan obvio que incluso se podría decir: “La arquitectura está en la piedra”. Pero además hay algo más, eso otro es lo artístico. Es una cosa confeccionada, pero dice algo más. La obra como alegoría hace conocer abiertamente lo otro, revela lo otro. Con la cosa confeccionada se junta algo distinto en la obra de arte. La obra es símbolo. Alegoría y símbolo son el marco de representaciones dentro del cual se mueve hace largo tiempo la caracterización de la obra de arte. Pero este único en la obra que descubre lo otro, este uno que se junta con lo otro, es lo cósico. Pareciera que lo cósico es el cimiento sobre lo que está constituido lo otro y peculiar ¿y no es esto lo que hace el artista con su oficio? Reflexión en torno a la cosa La cosa y la obra Primeras divisiones respecto de lo útil y también las tres formas en que se ha abordado el tema. Qué es en verdad la cosa en tanto cosa – cosidad, el ser de la cosa. Para llegar a ella hay que experimentar lo cósico de la cosa. Heidegger describe muchos tipos de cosas, incluso se puede hablar de cosas que no aparecen. En lenguaje filosófico, la cosa en sí y las cosas que aparecen, todo ente que es en general. Cosa es lo que no es nada. Pero esta definición poco ayuda a deslindar. Se debe precisar más, para deslindar al ente del modo de ser de la cosa, del ente del modo de ser de la obra de arte. Hay elementos que no son llamados cosas: hombres, animales o plantas. Son las cosas de la naturaleza y usuales los que son llamados cosas, dentro de éstas, las meras cosas. Son en éstas que se buscará lo cósico como tal y determinar el ser de la cosa. Hay una tradición en la pregunta por la cosa, mediante la interpretaciones del ente. La pregunta por el ente abre paso a la cosa en su cosidad, como modelo del ente. En el pensamiento occidental han predominado tres interpretaciones de la cosidad de la cosa.
1. Pensamiento greco – latino (estrutura de la proposición y estructura de la cosa) La cosa es aquello en torno de lo cual se han reunido las propiedades de la cosa. Tiene un núcleo. Hablan de lo nuclear de la cosa, que era lo evidente y siempre situado a la vista. Lo ocurrente y dado siempre ya, también en y con lo existente. La experiencia griega fundamental del ser del ente en general, que ya se perdió, pero cimentó las bases para futuras interpretaciones. En el pensamiento latino, pasamos del hypokeimenon al subjetum, la hypostasis a la substancia y el symbebekos al accidens, la traducción es traducción de la experiencia griega a otro modo de pensar. Esta determinación de la sustancia en sus accidentes parece corresponder a nuestra visión natural y con ello a la relación habitual de darle el nombre y hablar de ellas. La proposición consiste en el sujeto y en el predicado que anuncia las notas de la cosa. Aquí hablamos de la estructura de la proposición y estructura de la cosa. ¿Es la estructura de la simple proposición la imagen de la reflejada de la estructura de la cosa o es que ésta se bosqueja según la textura de la proposición? La pregunta por cual sea lo primero, si la estructura de la proposición o de la cosa aún no está resuelta. Al fin, ni la primera da la medida para el esbozo, ni ésta se refleja en aquella. 2. “sentimiento” El concepto previo no toca aún lo propio de ésta, eso que tiene de espontáneo y descansa en sí mismo. Existe el sentimiento de que se violentó algo en lo cósico de la cosa. ¿Qué tiene que ver el sentimiento con la determinación de la esencia de la cosa, cuando solo el pensamiento puede tener la palabra? Quizás lo que llamamos sentimiento es más racional y más percipiente porque está más abierto al ser que toda razón, el cual es convertido en ratio. El mirar de reojo lo irracional, como engendro de lo racional irreflexivo, prestó un servicio raro. El concepto corriente de cosa conviene en todo tiempor a cada cosa, a pesar de esto, no capta la cosa existente, sino que la atraca. El atraco se evita dando a la cosa campo libre para que se muestre lo cósico inmediatamente