¿Hay una ética en el capitalismo contemporáneo? Neoliberalismo y crítica Por Pablo Martín Méndez
Introducción A principios del siglo XX, en el famoso libro La ética protestante y el espíritu del capitalismo, capitalismo, Max Weber brindaba un “diagnóstico de época” que incluso hoy da nos resultara algo curioso! "l diagnóstico en cuestión, anunciado ya en el ttulo de aquel libro, ad#ierte que el capitalismo moderno tiene una “ética”! $iagnóstico bastante curioso, especialmente para quienes creen que las relaciones capitalistas de producción no expresan m%s que la “ley de la sel#a”, sin ning&n otro #alor moral o mandato ético capa' de regularlas y encau'arlas! (ara el diagnóstico )eberiano, la ética capitalista cumple efecti#amente una función regulati#a* m%s a&n, es una de las tantas condiciones concretas sobre las cuales se apoya el capitalismo moderno! +o se trata simplemente de una serie de prescripciones formales o de ciertos códigos normati#os, sino de #alores y conductas conformes con determinadas condiciones de #ida y de trabao! - "n otras palabras, el modo de #ida del hombre moderno, caracteri'ado por el tedioso ritmo de la producción fabril y el trabao profesional.mecani'ado, profesional.mecani'ado, no habra sido completamente posible /y en <ima instancia soportable/ sin la contribución de una ética particular, particular, que pro#ino en gran parte desde el ascetismo puritano0 “"l poder eercido por la concepción puritana de la #ida no sólo fa#oreció la formación de capitales, sino, lo que es m%s importante, fue fa#orable sobre todo para la formación de la conducción de #ida 1
(rofesor del %rea 2tica 34+5a6! (rofesor de 7undamentos de 8iencia (oltica 35icenciatura en 8iencia (oltica y 9obierno, 4+5a6! (rofesor de la Maestra en Metodologa de la :n#estigación 8ientfica 34+5a6 34+5a6!! $oc $octor tor en 7ilosof 7ilosofa a 34+5a6 34+5a6 y 5icenc 5icenciad iadoo y (rofes (rofesor or en 8ienci 8ienciaa (olti (oltica ca 34;A6! 34;A6! ;ecari ;ecarioo (ostdoctoral 8<+:8"= 3>?-@.>?-6! :n#estigador del 8entro de :n#estigaciones en =eoras y (r%cticas 8ientficas 3$epartamento de Bumanidades y Artes, 4+5a6! Cale retomar en este punto las consideraciones de ?-G, pp! ->?.->-6! 1
3 Lebensführung Lebensführung 6 burguesa y racional* 3!!!6 dicha concepción, pues, asintió al nacimiento del moderno Hhombre económicoI” 3Weber0 3Weber0 >??J, pp! >@K.>@@6! "l asceti ascetismo smo purita puritano, no, con con su forma forma de con conduc ducta ta extre extrema madam dament entee metódi metódica ca y austera, es la ética inherente al capitalismo industrial que imperó desde mediados del siglo X:X hasta por los menos la segunda mitad del siglo XX! (ues bien, hoy habra que preguntarse si ese capitalismo ha cambiado en algo y si existe, en tal caso, una ética capa' de garanti'ar su #iabilidad y permanencia! ELué clase de ética hara soportable para muchos hombres y mueres mueres las exigencias generadas generadas por el capitalismo de nuestros tiemposF in %nimo de brindar respuestas concluyentes y taantes, este escrito plantea la hipótesis de que el capitalismo contempor%neo, al cual algunos pensadores denominan como como “cap “capita itali lism smoo post post.in .indu dust stri rial al”, ”, est% est% regu regula lado do en part partee por la ética del neoliberalismo! 8uestión doblemente curiosa, si retomamos el estilo de Weber, pues aqu sugerimos que el capitalismo contempor%neo no sólo tiene una ética, sino que adem%s debemos buscar algo de esa ética en el neoliberalismo! "l neo neolib libera eralis lismo, mo, términ términoo proble problem%t m%tico ico y de m<ip m<iples les acepci acepcione ones, s, ha estad estadoo relacionado desde su irrupción misma con la sobreexplotación de los trabaadores y la concentración de la rique'a! E8ómo el neoliberalismo podra tener entonces una éticaF =anto en Argentina como en otros pases de América 5atina, estamos habituados a pensar que el neoliberalismo no #a m%s all% de un conunto de recetas estrictamente econ económ ómic icas as,, en espe especi cial al la desr desreg egul ulac ació iónn de los los merc mercad ados os,, la redu reducc cció iónn de las las protecciones estatales, el auste fiscal y el congelamiento de los salarios! "sas recetas estaran destinadas en su mayor parte a los pases emergentes, dependiendo de cada gobi gobier erno no loca locall y de su orie orient ntac ació iónn ideo ideoló lógi gica ca la posi posibi bili lida dadd de adop adopta tarl rlas as o de resistirlas! As planteadas las cosas, el neoliberalismo es asunto de instituciones tales como el 7ondo Monetario :nternacional, el ;anco Mundial, el 8onsenso de Washington Washington y de otras tantas administraciones de “derecha” que implementan sus recetas! A este ni#el tan general, tan aenos a nuestros comportamientos cotidianos, diramos que el neoliberalismo tiene sin duda relación con las leyes y las reglamentaciones poltico. institucionales, pero nunca con una ética capa' de regular las pr%cticas profesionales! ólo muy recientemente, a partir de lo que algunos teóricos consideran como un nue#o a#ance del neoliberalismo, hemos comen'ado comen'ado a anali'ar el asunto m%s de cerca y 2
con el suficiente detenimiento! 8on ello estamos descubriendo que, m%s all% de las #ariables y las fórmulas in#ocadas por economistas y expertos, el neoliberalismo da lugar a determinados modos de #ida y formas de trabao! "sos modos de #ida difieren en #arios aspectos del #ieo ascetismo puritano anali'ado por Weber! eber! Basta cierto punto, es la ética que asumen los trabaadores de la actualidad, sobre todo aquellos que se encuentran inmersos en los ritmos de una producción flexible y altamente competiti#a! $esde nuestra perspecti#a, es también all donde debemos buscar las condiciones que nos nos perm permit iten en tole tolera rarr coti cotidi dian anam amen ente te las las crud crudas as exig exigen enci cias as del del capi capita tali lism smoo contempor%neo, incluyendo por supuesto la sobreexplotación y la concentración de la rique rique'a 'a!! =al es la prop propue uest staa a desa desarro rroll llar ar en las las sigu siguie ient ntes es lne lneas as!! i quer querem emos os comprender al capitalismo contempor%neo, si incluso pretendemos criticarlo y hasta modificarlo en algo, tenemos que asumir la difcil tarea de indagar en su ética! $icho con con otra otrass pala palabr bras as,, la cues cuesti tión ón cons consis iste te en refle reflexi xion onar ar “éti “ética came ment nte” e” sobr sobree una una importante parte de nuestro mismo ethos! ethos! 5a cult cultur uraa y la filo filoso sofa fa de la 9rec 9recia ia cl%s cl%sic icaa asig asigna naba bann al térm términ inoo ethos dos acep acepci cion ones es dist distin inta tass y a la #e' #e' comp comple leme ment ntar aria ias! s! e trat trataa en prin princi cipi pioo de las las “costumbres” o de los “h%bitos” adquiridos, as como también de nuestras formas de “conducta” o de “comportamiento”! eg&n Dicardo Maliandi, esta segunda acepción refiere a lo m%s propio de la persona, a aquello que orienta su modo de actuar desde el interi interior or!! $e ah que el ethos adquiera ethos adquiera en tal sentido una mayor connotación moral, asimil%ndose por lo general con el término de “car%cter”! Ahora bien, no debemos perder de #ista que ambas acepciones resultan complementarias, complementarias, en especial cuando el car%cter se forma /y se transforma/ mediante la pr%ctica y la progresi#a internali'ación de determinados #alores morales0 “se sugiere que el Hcar%cterI se forma a tra#és del Hh%bitoI, de modo que, por as decir, el marco etimológico encuadra una determinada concepción ético.psicológica! "n el lenguae filosófico general, se usa hoy H ethosI ethosI para aludir al conunto de actitudes, con#icciones, creencias morales y formas de conducta, sea de una persona indi#idual o de un grupo social o étnico, etcétera” 3Maliandi0 >??, p! >?6! "se es el uso que daremos daremos al ethos, ethos, aunque sin pretensión de agotar o de recorrer exhausti#amente exhausti#amente todas sus posibles dimensiones!
I. Ética y crítica: la tarea de pensar por nosotros mismos 3
Bechas Bechas estas estas aclar aclarac acion iones, es, hay una dimens dimensión ión del ethos ethos en la cual con#endra detenernos al menos bre#emente, dada su importancia para los problemas que aqu intentamos plantear! e suele decir que la ética nos con#ierte en algo meor de lo que somos, ya sea por acercarnos a la felicidad, por aumentar nuestra sabidura o por permitirnos acceder a un mayor estado de pure'a! "llo implica dos cosas! 5a primera es que la ética nunca se reduce a un conunto de buenas acciones!
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Baber actuado
correctamente en algunos momentos de la #ida no termina de definirnos como seres éticos! Antes bien, la ética es por encima de todo una cuestión de aprendi'ae, eercicio y h%bitos adquiridos* o m%s a&n, una acti#idad que compromete gran parte de nuestra existencia! (or eso podemos decir, en segundo lugar, que la ética tiene una dimensión enteramente “transformati#a”! "n #arias oportunidades, Michel 7oucault relacionó a la acti#idad ética con las “tecnologas de s”, esto es, un conunto de técnicas y procedimientos que aplicamos sobre nosotros mismos para transformarnos a nosotros mismos0 “5as tecnologas de s permiten a los indi#iduos efectuar, efectuar, por cuenta propia o con la ayuda de otros, cierto n&mero de operaciones sobre su cuerpo y su alma, pensamientos, pensamientos, conductas, o cualquier forma de ser, obteniendo as una transformación de s mismos, con el fin de alcan'ar cierto estado de felicidad, pure'a, sabidura o inmortalidad” 37oucault0 >??J, p! NJ6! 5a ética, puesta en estos términos, no sólo se refiere a la constante obser#ación de los códigos morales existentes en casi todas las culturas 3no matar, no robar, no mentir, etcétera6, sino que incluye acti#idades m%s relacionadas con los detalles de la #ida cotidi cotidian ana! a! Bab Bablam lamos os por eempl eemploo sobre sobre las formas formas de alimen alimentar tarse, se, de eerce eercerr la sexua sexualid lidad ad,, de cuidar cuidar el cuerp cuerpo, o, de traba trabaar ar y otras otras tantas tantas condu conducta ctass reali' reali'ada adass genera gen eralme lmente nte de una maner maneraa autom% autom%tic ticaa y sin mayor mayores es cuesti cuestiona onamie miento ntos! s! "sas "sas cond conduc ucta tass pued pueden en ser ser sin sin emba embarrgo un impo import rtan ante te obe obeto to de refl reflex exió iónn y de transformación ética! eg&n 7oucault, as lo fue en parte para el mundo greco.romano, y as también lo sera para nosotros, los hombres y mueres nacidos en la modernidad0 “Me pregunto si nuestro problema hoy no es, en cierta manera, el mismo, porque somos mayora los que no creemos que una moral pueda fundarse en la religión y no queremos >
Decordemos el #ieo pro#erbio citado por Aristóteles en la Ética a Nicómaco0 “pues una golondrina no hace #erano, ni tampoco un solo da0 y as ni un solo da ni un corto tiempo hacen al hombre feli' ni próspero 3Aristóteles0 >??J, p! K? O-??JaP6! 4
que un sistema legal inter#enga en nuestra #ida pri#ada moral, personal e ntima” 37oucault0 >?-G, p! -J6! +o es que estemos con#irtiéndonos otra #e' en griegos! "l punto com&n est% en que muchos de los comportamientos que desarrollamos cotidianamente se nos han #uelto un problema, algo sobre lo cual debemos ocuparnos nosotros mismos, sin dear que inter#engan otros, especialmente las autoridades religiosas, sociales y polticas! (ara decirlo en términos m%s claros, la ética es una “tarea” cuya eecución requiere de altas dosis de dedicación y esfuer'o! "n efecto, lo m%s sencillo, como seQalaba :mmanuel Rant, es dear que las autoridades se encarguen de nosotros y que incluso piensen por nosotros0 “es tan f%cil para otros el erigirse en tutores! 3!!!6 i tengo un libro que piensa por m, un director espiritual que reempla'a mi conciencia moral, un médico que me prescribe la dieta, etcétera, entonces no necesito esfor'arme! i puedo pagar, no tengo necesidad de pensar* otros asumir%n por m tan fastidiosa tarea” 3Rant0 >??S, p! >-6! 8uando deamos que el sacerdote, el psicólogo, el médico o cualquier otra autoridad socialmente reconocida nos diga cómo debemos comportarnos en cuestiones de la #ida cotidiana, estamos permitiendo que ellos piensen por nosotros! 5a ética, en este sentido, se encue encuentr ntraa estrec estrecham hament entee relaci relaciona onada da con con una acti# acti#ida idadd “crti “crtica” ca”!! (ara (ara actua actuar r éticamente, transform%ndonos a nosotros mismos en pos de una mayor felicidad o sabidura, hemos de comen'ar por criticar los mandatos, las costumbres y los h%bitos que nos han sido inculcados! La inculcados! La ética es un constante cuestionamiento sobre sobre el modo en que estamos hechos* hechos* o meor a&n, sobre aquello que las distintas autoridades han hecho de nosotros0 “Tno querer ser gobernadoU es ciertamente no aceptar como #erdadero lo que una autoridad os dice que es #erdad, o por lo menos es no aceptarlo por la sencilla ra'ón de que una autoridad os diga que lo es, es no aceptarlo m%s que si uno mismo considera como buenas las ra'ones para aceptarlo! 3!!!6 la crtica toma su punto de anclae en el problema de la certe'a frente a la autoridad” 37oucault0 -S, p! @6! A diferencia de lo que podramos suponer en un primer momento, la acti#idad ético. crtica no consiste simplemente en recha'ar toda autoridad* antes bien, esa tarea implica una re#isión constante de las creencias que las autoridades pretenden inculcarnos como algo &nico y #erdadero! 8omportarse en forma ética, con una actitud crtica y una #oluntad #oluntad transformadora transformadora,, equi#ale equi#ale entonces entonces a hacer hacer el difcil difcil intento intento de pensar por nosotros mismos, mismos, buscando gobernarnos en todas las dimensiones posibles de la #ida! 5
"n el lmite, la acti#idad ético.crtica también supone un fuerte cuestionamiento a la ética que en alg&n momento nos han inculcado nuestros padres, sacerdotes y maestros!
II. Ética y capitalismo: trabajador t rabajadores es modernos y algo más ue modernos "sto nos da pie para hablar sobre la relación entre la ética y el capitalismo* relación que, como ya hemos indicado, siempre puede ser re#isada desde una actitud ético. crtica! 5os diagnósticos de Weber sobre el protestantismo dan perfectamente cuenta de lo que intentamos decir aqu, al seQalar la tensa #inculación histórica entre la ética, el capitalismo y la crtica! in salir de un hori'onte religioso, la ética protestante emerge del fuerte cuestionamiento ante la autoridad de la :glesia 8atólica, fundamentalmente en lo que respecta a la libre interpretación de la ;iblia y la enseQan'a de $ios! $icho de una manera muy esquem%tica, mientras que para los católicos la ;iblia enseQa a lle#ar una #ida modesta y austera, aleada de los artculos de luo y el af%n de lucro, para los protestantes el deber de alearse del luo no contradice necesariamente la aspiración a la rique'a, que no sólo est% permitida, sino que adem%s es considerada como un precepto di#ino! +o se trata de aspirar a la rique'a por s misma! "n la ética protestante, el enriquecimiento aparece m%s bien como el signo de la bendición di#ina* la gracia de $ios al trabao incesante y metódico! iguiendo los diagnósticos de Weber, #emos que esa singular actitud ética, contraria en #arios aspectos a los tradicionales mandatos del catoli catolicis cismo, mo, fue uno de los grande grandess impuls impulsos os para para el desarr desarroll olloo del capit capitali alismo smo moderno0 “la #aloración ética del trabao incesante, continuado y sistem%tico en la profesión, como medio ascético superior y como comprobación absolutamente segura y #isible de regeneración y de autoridad de la fe, tena que constituir la m%s poderosa palanca de expansión de la concepción de la #ida que hemos llamado Hespritu del capitalismoI! 8uando a la estrangulación del consumo untamos la estrangulación del espritu de lucro de todas sus trabas, el resultado ine#itable ser% la formación de un capital como consecuencia de esa coacción ascética para el ahorro” 3Weber0 >??J, p! >@G.>@N6! $esd $e sdee Weber eber y en adel adelan ante te,, el “esp “espri ritu tu del del capi capita tali lism smo” o” ha sido sido obe obeto to de innumerables crticas! 5a preocupación por el lucro, seQalaba el mismo Weber, se ha con#ertido en una suerte de “aula de hierro” que todo lo en#uel#e con sus fundamentos fundamentos racional.me racional.mec%ni c%nicos, cos, atrapand atrapandoo incluso incluso a quienes quienes no cuentan cuentan con ninguna ninguna rique'a! rique'a! 6
$urante gran parte del siglo XX, la #ida de innumerables hombres y mueres de distintos lugares del mundo fue afectada en alg&n punto por la lógica del trabao y la producción mecani'ada, mecani'ada, m%s all% de que participasen directamente o no en el capital! 8omo diran algunos teóricos de la "scuela de 7ranVfurt, el proceso de racionali'ación que acompaQa al capitalismo moderno no sólo afectó a la economa y a las relaciones estrictamente económicas, sino adem%s a esferas de acción tan aparentemente distintas como la poltica, el arte, la educación y las relaciones sociales! 5a expansión del capitalismo moderno sobre el mundo, equi#ale en este punto a la racionali'ación gene genera rall de la #ida #ida,, incl incluy uyen endo do los los h%bi h%bito tos, s, las las cost costum umbr bres es y hast hastaa los los prop propio ioss mo#imientos del cuerpo, que en alg&n punto fueron in#adidos por la mecani'ación y la técn técnic ica! a! $e ah ah que que much muchos os crt crtic icos os del del sigl sigloo XX haya hayann lleg llegad adoo a las las mism mismas as conclusiones planteadas por Weber, y es que la ética protestante terminó dando lugar a un capitalismo sin espritu, apoyado en fundamentos puramente mec%nicos! Ahora bien, Epodemos criticar al capitalismo contempor%neo, el capitalismo del siglo XX:, desde un diagnóstico similar al que planteaban Weber y otros crticos afinesF i recab%semos en nuestra propia experiencia laboral y profesional, #eramos que algo ha cambiado! "l capitalismo contempor%neo no sólo conlle#a una nue#a forma de entender cómo debera organi'arse el trabao y las relaciones de producción, sino también cómo los trabaadores mismos deberan #incularse con su profesión! $e alguna manera, ya no somos meramente unos trabaadores racionali'ados y mecani'ados, que act&an seg&n pautas y métodos métodos preestablecidos, preestablecidos, que desarrollan desarrollan tareas repetiti#as despro#istas despro#istas de todo todo esp espri ritu tu,, haci hacien endo do de la acti acti#i #ida dadd mec% mec%ni nica ca una una prof profes esió ión! n! An Ante tess bien bien,, somo somoss traba trabaa ado dore ress flex flexib ibil ili' i'ad ados os,, capa capace cess de dese desemp mpeQ eQar ar m< m<ip iple less tare tareas as a la #e', #e', colaboradores acti#os y din%micos aunque nunca nos hayamos propuesto tal cosa! "n términos términos m%s coloquiale coloquiales, s, cabra cabra decir decir que estamos estamos etername eternamente nte sobrepasa sobrepasados dos por nuestro propio trabao, y no sólo por la sensación de que el tiempo y la energa nunca son suficientes para cumplir con todas las exigencias laborales de hoy da, sino adem%s porque hasta cierto punto hemos hecho de la sobreexigencia y del m%ximo rendimiento una profesión en s misma! (ero a no dudarlo, no es que el hombre económico moderno sobre el que tanto hablaban Weber Weber y otros pensadores haya desaparecido o perdido #igencia! M%s correcto sera sera decir decir que nos encont encontram ramos os en los límites de límites de aquella clase de hombre, que por 7
nuestro modo de trabaar y de producir, de relacionarnos con la profesión y con las exigenci exigencias as del capitalismo capitalismo actual, somos algo ms que modernos! modernos! "n un interesante libro publicado hace casi dos décadas, Antonio +egri y Michael Bardt proponen una reelaboración de los diagnósticos al estilo )eberiano! eg&n el nue#o diagnóstico, hemos ingresado en una suerte de capitalismo “postmoderno” que ya no se apoya tanto en la produc producció ciónn estan estandar dari'a i'ada, da, sino sino en la inform informati ati'ac 'ación ión y el con conoci ocimie miento nto** un capita capitalis lismo mo don donde de ya no predom predomina ina la indust industria ria ni el traba trabaoo mec%n mec%nico ico,, sino sino los ser#icios y las telecomunicaciones! “5os empleados de este sector /afirman +egri y Bardt/son en general extremadamente mó#iles y requieren aptitudes flexibles! 5o m%s importante es que se caracteri'an casi siempre por el lugar central que ocupan en ellos el conocimiento, la información, el afecto y la comunicación” 3+egri y Bardt0 >??G, pp! >SG6! 5a nue#a configuración del trabao no obedece a un simple cambio tecnológico o cientfico* antes bien, esa configuración est% relacionada con toda una transformación en el ni#el de las subeti#idades! "l “trabao inmaterial”, como lo denominan +egri y Bardt, emerge y se #uel#e posible porque la fuer'a laboral ha puesto en marcha otro tipo de relación consigo misma, con sus capacidades capacidades y sus #irtualidades! 5a transformación en la subeti#idad de los trabaadores tiene sin duda innumerables procedencias históricas! +egri y Bardt se remiten a la ola de crticas y resistencias que desde los aQos HK? fueron expandiéndose por distintos lugares del mundo0 “5as luchas sociales no sólo ele#aron los costos de producción y el salario social 36* adem%s, y esto resulta toda#a m%s importante, obligaron a producir un cambio en la calidad y la natura naturale' le'aa del traba trabaoo mismo! mismo! 36 5os mo#imi mo#imient entos os #alor #aloraro aronn una din%m din%mica ica m%s flexible de la creati#idad y ciertas formas de producción que podran definirse como inmateriales” inmateriales” 3+egri y Bardt0 >??G, p! >N>6! A pesar de su notable heterogeneidad en cuanto a composición étnica, rasgos identitarios y obeti#os polticos concretos, las luchas de aquel entonces habran tenido algo en com&n! eg&n +egri y Bardt, la mayora inclua un cuestionamiento a las formas de #ida y de trabao del capitalismo industrial! $e las expresiones u#eniles hasta los mo#imientos contraculturales de la década de -K?, de las corrientes tercermundistas hasta la lucha por los derechos de las minoras étnicas en los pases desarrollados, del feminismo hasta las tradicionales agrupaciones obreras0 aqu y all% existió alguna forma de resistencia contra la rigide' y la monotona que caracteri'aban al hombre económico moderno! $e hecho, y como sucedió en muchos casos, esa resistencia estu#o acompaQada por la incesante b&squeda 8
de otras formas de trabaar y de #i#ir0 “=oda la gama de mo#imientos y toda la contracultura emergente destacaba el #alor social de la cooperación y la comunicación! 5a trasmutación masi#a de los #alores de la producción social y la producción de nue#as subeti#idades inició el camino de una enérgica transformación de la fuer'a laboral 3+egri y Bardt0 >??G, p! >NG6! A este tipo de an%lisis habra que aQadir un dato muy importante, y es que las luchas y los mo#imientos de los aQos K?I coincidieron históricamente con la difusión del neoliberalismo! 5o que éste <imo traa a escena no era una simple poltica económica, sino un amplio programa de desindustriali'ación y de reforma de la fuer'a laboral! "n efecto, a los oos de casi todos los neoliberales de la época, las constantes crisis del capitalismo industrial, incluyendo la inflación, la sobreproducción y el paro, no se podan remediar con polticas coyunturales de estilo Veynesiano! 5a “#erdadera” solución pasaba en todo caso por una modificación radical sobre las formas de #ida y de trabao ligadas a la industria, particularmente sobre el trabao obrero y asalariado! 8on ello ello no sólo sólo se espe espera raba ba re#i re#ita tali li'a 'arr y dina dinami mi'a 'arr la econ econom oma a** as as tamb tambié ién, n, los los neolib neo libera erales les supon suponan an que la modifi modificac cación ión del capita capitalis lismo mo indust industria riall ser#i ser#ira ra para para desarticular los mo#imientos y las luchas que se estaban dando en esos mismos aQos! $e modo tal que las formas de #ida y de trabao industrial fueron resistidas y cuestionadas desde distintos flancos, uno de ellos estaba en las luchas sociales, los mo#imi mo#imient entos os contr contracu acultu ltural rales es y las organ organi'a i'acio ciones nes obrera obreras, s, mientr mientras as que el otro otro pro#ena en gran parte del neoliberalismo! Muchos historiadores diran que la segunda opci opción ón term termin inóó impo imponi nién éndo dose se por por sobr sobree la prim primer era, a, a #ece #ecess de una una mane manera ra medianamente “pacifica”, como sucedió por eemplo en los "stados 4nidos y en #arios pases de "uropa
que all hay al menos una parte de la ética en la cual se apoya el capitalismo contempor%neo! 5a ética neoliberal garanti'a que las duras condiciones de #ida y de trabao del capitalismo informati'ado, flexible y postmoderno no sólo resulten m%s soportables para muchos hombres y mueres del mundo, sino hasta m%s “deseables” que otras alternati#as de #ida! E8ómo es esto posibleF E$ónde est% el punto a partir del cual los traba trabaad adore oress acept aceptan an una unass condi condicio ciones nes de exist existenc encia ia que que a prime primera ra #ista #ista nos nos pareceran completamente completamente insoportablesF $esde $esde nuestra perspecti#a de an%lisis, an%lisis, la cla#e reside en las formas de subeti#idad propiciadas por el neoliberalismo!
III. Ética y neoliberalismo: del puritano al emprendedor emprendedor del go!o "n -NG, Alfred Mller.ArmacV /un economista y sociólogo de la "scuela de 8olonia que en #arios aspectos se mantena cercano a los diagnósticos )eberianos y que fue asociado m%s tarde con el famoso “milagro alem%n”/ hablaba sobre la necesidad de crear un orden de #alores acorde con la economa de la época0 “"l sistema económico moderno recibió su impulso de ideas que buscaban cosas distintas a las que hoy buscamos! Ynicamente as ha podido desarrollarse esa apasionada recusación del lado capi capita tali lista sta de esta esta form formaa econ económ ómic ica! a! 5a recu recusa saci ción ón ser seraa inco incomp mpre resi sibl blee si las las con#icciones actuales ya hubiesen contribuido a erigir el edificio! (or eso al presente le fue trasmitida la tarea de moldear las impetuosas fuer'as de la moderna economa de empresa del modo que corresponde a la #oluntad y al pensamiento de nuestra época” 3Mller.ArmacV0 -K@, p! GGK6! "n otras palabras, las ideas y los #alores heredados, aquellos que contribuyeron en la formación de la moderna economa capitalista, ya no pueden contener las fuer'as y las exigencias de un nue#o sistema económico en formación! $e ah la necesidad de crear otro orden de ideas y #alores, capa' de moldear no sólo las impetuosas fuer'as de ese sistema, sino adem%s las constantes recusaciones contra el capitalismo #igente! (uede que el orden de #alores buscado por muchos economistas de mediados del siglo XX /entre ellos los que estaban identificados con el neoliberalismo incipiente/ haya llegado a ser en parte nuestro propio orden! A diferencia de lo que Weber haba diagnosticado en su momento, nuestro actual orden de #alores no pro#endra de un hori'onte religioso! Antes bien, su punto de partida estara en una serie de conceptos que pro#enientes de la disciplina económica y de las pr%cticas gerenciales0 “el origen de los nue#os #alores no est%, en este caso, en 10
una doctrina religiosa sino en conceptos que son primero acuQados por la ciencia 3principalmente la economa6 y que luego son transformado en #alores y difundidos por las doctrinas de la administración y la literatura de negocios” 35ópe' Dui'0 >?-G, p! -G@6! "ntre el neoliberalismo de mediados del siglo XX y los actuales discursos del management , las técnicas de coaching e e incluso una considerable parte de la literatura de auto autoay ayud uda, a, se form formul ulaa una una étic éticaa muy muy sing singul ular ar,, a la cual cual algu alguno noss crt crtic icos os contempor%neos denominan como “ética empresarial”! +o se trata, como podramos suponer a partir de las propuestas de Adela 8ortina 3>???6, de una ética pensada exclusi#amente para las organi'aciones! "n el marco de la ética sobre la cual hablamos, la empresa es promo#ida como una forma de subeti#idad, un conunto de pr%cticas y #alores programados para los trabaadores de estos tiempos! 8hristian 5a#al y (ierre $ardot definen a esa ética de la siguiente manera0 “5a ética empresarial 3!!!6 hace del trabao el #ehculo pri#ilegiado de la reali'ación de s0 mediante los HlogrosI en el trabao es como se consigue tener una #ida HlogradaI! "l trabao asegura la autonoma y la libertad, por ello es la forma m%s benéfica de eercer las propias facultades, de in#ertir las energas creati#as, de demostrar el #alor que uno tiene” 35a#al y $ardot0 >?-G, p! GGJ6! Al menos en principio, la ética empresarial del neoliberalismo se parece bastante a la ética protestante! "n ambos casos, el trabao de#iene en toda una forma de #ida, una profesión que termina yuxtaponiéndose yuxtaponiéndose casi completamente completamente con la subeti#idad de los indi#iduos! Asimismo, y tal como suceda con el protestantismo, #eremos que la ética empresarial con#ierte al éxito laboral en una #a directa hacia la felicidad y la pure'a! in embargo, hay dos diferencias importantes que no deberamos perder de #ista! 5a primera es que la ética empresarial no hace del éxito un signo de predestinación o de sal#ación en el m%s all%! Antes bien, el éxito se presenta como el resultado de una coincidencia entre las aspiraciones del indi#iduo y los obeti#os de excelencia definidos por la empresa! Bombres y mueres de éxito son aquellos cuyo proyecto personal de felicidad coincide con el proyecto de la empresa donde se desempeQan! "n el lmite, esta clase de yuxtaposición transforma a cada trabaador en una suerte de empresa para sí mismo0 mismo 0 “i cada uno se torna a s mismo una pequeQa empresa, esto es, si cada quien gestiona su acti#idad laboral y su propia #ida seg&n la ley de la competencia y de la maximi'ación de los resultados /o sea, se aplica a s mismo las leyes y la lógica de funcionamiento del mercado/, sus obeti#os personales y los de la empresa en la que 11
trabaa #an a con#erger” 35ópe' Du'0 >?-G, p! -GJ6! Col#eremos pronto sobre este punto! 5a segunda caracterstica especfica de la ética empresarial est% relacionada con la primera, y es que, a diferencia de la ética protestante, aqu no hay una solicitud de renuncia a s mismo en pos de una felicidad en el m%s all%! G 5a ética de la empresa no sólo incluye el goce en este mundo, sino que adem%s lo postula como mandato! =an es as que el éxito laboral sólo est% completo /o sólo puede experimentarse como un “#erdadero éxito”/ cuando #iene acompaQado por una alta dosis de goce y de disfrute! +o se trata de un momento de hedonismo deado para después del trabao, ni tampoco de una suerte de premio al esfuer'o y al sacrificio de toda una #ida! (or el contrario, la ética de la empresa solicita al indi#iduo que extraiga el goce de su mismo trabao0 “5o que se requiere del nue#o sueto es que produ'ca Hcada #e' m%sI y goce Hcada #e' m%sI, que esté conectado con un Hplus.de.go'arI con#ertido en sistémico” 35a#al y $ardot0 >?-G, p! GK?6! i siguiésemos este mandato ético al pie de la letra, llegaramos al punto donde la distinción tradicional entre el trabao y el goce queda absolutamente borrada! As #eramos también que la ética empresarial logra algo que ninguna otra ética haba logrado hasta el momento, esto es0 poner la propia propia felicidad a traba!ar y producir producir ! 5a idea nos parecera en principio una parodia sacada de alguna no#ela de ciencia ficción! in embargo, la ética empresarial la sistemati'a y la ele#a al ni#el de un mandato, haciendo que cada trabaador no sólo se #ea incitado a producir y rendir m%s, sino a disfrutar mientras incrementa su rendimiento y producti#idad, hasta el punto mismo de ya no sentir que est% trabaando! "ste dispositi#o de “rendimientoZgoce”, como como lo deno denomi mina nann 5a#a 5a#all y $a $ard rdot ot,, supo supone ne que que el trab traba aoo no debe debe ser ser #i#i #i#ido do necesariamente a la manera de un castigo o de una penalidad! Antes bien, el trabao debe ser la instancia donde podemos desarrollarnos plenamente, con toda la libertad necesaria para desplegar nuestras habilidades y talentos! e trata, en simples palabras, de experimentar al trabao como un momento de autorreali'ación y de satisfacción G
iguiendo con la larga tradición del cristianismo monacal, la ética protestante se basa en un fuerte desprecio hacia el goce y los signos de la felicidad terrena0 “el ascetismo puritano 3como todo ascetismo racion racional6 al6 traba trabaaba aba para para capaci capacitar tar a los hombre hombress en la afirma afirmació ciónn de sus Hmoti#os Hmoti#os con consta stante ntesI sI 3singularme 3singularmente nte los que aquél les inculcaba6 inculcaba6 frente a los HafectosI* HafectosI* aspiraba, aspiraba, por tanto, a educarlo educarlo como HpersonalidadI 3en este sentido psicológico formal de la palabra6! 3!!!6 por ello* la tarea m%s urgente era terminar de una #e' con el goce despreocupado de la espontaneidad #ital, y el medio m%s adecuado de lograrlo era poner un orden en la conducción de la #ida 3 Lebensführung 6 de los ascetas” 3Weber0 3Weber0 >??J, p! ->6! 12
plena, incluso con la fatiga, la extenuación extenuación y la sobrecarga sobrecarga que puedan acompaQarlo! $esde la óptica de la ética empresarial, la acti#idad profesional carece de todo lmite, as como también de un m%s all% definiti#o y <imo, un punto final! E[ cómo podra tenerlo cuando supuestamente es aquello que nos hace felices aqu y ahoraF i partimos de la premisa de que el trabao debe ser nuestra continua fuente de satisfacción, entonces no hay cansancio ni fastidio que #algan! "l trabaador siempre puede dar m%s de s* siempre puede exigirse y rendir m%s, puesto que de ah extrae precisamente su goce0 “siempre se puede go'ar m%s, siempre se puede rendir m%s /y este se puede no puede no es solo seQal de una aspiración posible sino claramente un imperati#o de superación permanente de s! 3!!!6 5a b&squeda de este ms all de sí es la condición de funcionamiento tanto de los suetos como de las empresas” 35ópe' Du'0 >?-G, p! -N?6! Lui'% ello nos sir#a para comen'ar a entender por qué la ética neoliberal de la empresa hace m%s soportables las condiciones de #ida del capitalismo contempor%neo! 8uando se manda a que la felicidad y el goce coincidan con la acti#idad laboral, no hay ni pue puede de haber haber cuesti cuestiona onamie miento nto alguno alguno de las con condic dicion iones es en las que #i#imo #i#imoss y trabaamos, a pesar de lo duras e inustas que resulten! "n el lmite, la ética empresarial traduce todo signo de disconformidad en un fracaso personal ! i el trabao no nos reporta ninguna satisfacción, si no nos hace tan felices como esper%bamos inicialmente, es porque en alg&n punto hemos fracasado nosotros, antes que el sistema en el cual nos encontramos inmersos! 5a ética empresarial dea una sola opción, y es esfor'arse a&n m%s para meorar la propia suerte, sin cuestionar ni formular crtica alguna al mercado laboral, las condiciones de contratación o la sobreexplotación0 “+i la empresa ni el mund mundoo pued pueden en ser ser modi modifi fica cado dos, s, son son dato datoss inta intang ngib ible les! s! =odo odo es un asun asunto to de interpretación y de reacción del indi#iduo 35a#al y $ardot0 >?-G, p! -N6! "n el hori'onte de la ética empresarial, la disconformidad nunca se #i#e como una expresión de las inusticias y las inequidades producidas por el sistema, sino como una seQal de nuestra propia infelicidad y falta de éxito! $e hecho, para los hombres y mueres que hagan de la empresa una forma de #ida, quienes critiquen al sistema #igente y pretendan transforma transformarlo rlo no ser%n ser%n héroes héroes ni sacrifica sacrificados dos luchadore luchadores! s! er%n simplemente simplemente unos fracasados tanto en lo laboral como en lo personal* gente que, por una ra'ón u otra, no est% dispuesta a superarse y dar los meor de s! N N
8omo contin&an argumentando 5a#al y $ardot, en la ética neoliberal de la empresa “los problema económicos son #isto como problemas organi'acionales, y estos <imos, a su #e', son reducidos a problemas psquicos ligados a un un insuficiente dominio de s mismo y de la relación relación con los dem%s” 35a#al 13
All reside el gran aporte de la ética empresarial al sistema económico #igente, que no sólo consiste en neutrali'ar toda posibilidad de crtica o de conflicto abierto, sino adem%s en #ol#er cualquier crtica posible contra los trabaadores mismos0 “ya no puede haber una #erdadera protesta, porque el sueto ha lle#ado a cabo lo que de él se esperaba mediante una coacción autoimpuesta” 35a#al y $ardot0 >?-G, p! GKJ6! "sta “coacción autoimpuesta”, agregamos nosotros, est% en el mandato ético de hacer coincidir al proyecto personal de felicidad felicidad con los obeti#os de la empresa! As planteadas las cosas, cosas, la crtic crticaa a la exp explot lotac ación ión,, la sobree sobreexig xigen encia cia y las malas malas con condic dicion iones es de traba trabao o equi#aldra a cuestionar algo que en <ima instancia hemos elegido nosotros mismos!
I". Ética y tecnologías del yo: de trabajadores a empresarios de sí mismos (odramos suponer que la ética empresarial se encuentra exclusi#amente reser#ada para los “hombres de negocios” y que poco tiene que #er en este sentido con los obreros, los empleados medios y sobre todo los trabaadores precari'ados! "l problema es que as estaramos subestimando sus alcances y sus posibles efectos, especialmente en lo que respecta a la gran masa de trabaadores y obreros! A ellos, m%s que a ning&n otro sector, est% dirigida la ética empresarial, brind%ndoles los #alores, las moti#aciones y las técnicas para con#ertirse en laboriosos artfices de su propia felicidad! Al come comen' n'ar ar este este escr escrit ito, o, ad#e ad#ert rta amo moss que que toda toda étic éticaa tien tienee una una dime dimens nsió iónn transformati#a! "sto #ale también para la ética empresarial del neoliberalismo, la cual manda al indi#iduo a inter#enir sobre s mismo y transformarse permanentemente permanentemente con el fin de rendir cada #e' m%s y de obtener a la par una mayor satisfacción en su labor! 5o que se debe transformar y superar es la condición del “trabaador asalariado”, que en el imaginario neoliberal aparece como sueto de una labor monótona y una #ida metódica, sin mayores riesgos ni grandes desafos, sin posibilidad de goce! "n cierta manera, y como también hemos indicado, la cuestión consiste en hacer que los trabaadores se comporten como una suerte de empresa* #ale decir, “como una entidad que compite y que que debe debe maxi maximi mi'a 'arr sus sus resu result ltad ados os expo exponi nién éndo dose se a riesg riesgos os que que debe debenn afro afront ntar ar asumiendo enteramente la responsabilidad ante los posibles fracasos! H"mpresaI es el nombre que se le debe dar al gobierno de s Oal ethosP ethosP en la era neoliberal” 35a#al y y $ardot0 >?-G, p! GN6! 14
$ardot0 >?-G, pp! GG>.GGG6! "l empresario de s mismo est% leos de ser un “capitalista” en el sentido tradicional de la palabra! +o es alguien que ahorra e in#ierte en bienes de capital, extrayendo de all una ganancia y #ol#iéndola a in#ertir! 5os trabaadores medios y precari'ados nunca pueden aspirar a tanto* en la mayora de los casos, lo &nico que tienen para poner a competir es el cuerpo y la mente! i recurriésemos a los términos del capitalismo postmoderno diagnosticado por +egri y Bardt, diramos que el empresario de s mismo se define como aquel que obtiene mayores ingresos in#irtiendo en sus capacidades “intelectuales”, “afecti#as” y “comunicati#as”! "n los términos propuestos por el neoliberalismo, el empresario de s es sencillamente un indi#iduo dedicado a maximi'ar su “capital humano”! 9ary ;ecVer /economista de la "scuela de 8hicago y discpulo directo de Milton 7riedman y de =heodore chult'/ defina al capital humano como “el conocimiento y las habilidades que tienen las personas, su salud, y la calidad de los h%bitos de trabao que se construyen a lo largo del tiempo a tra#és de la experiencia” 3;ecVer0 -G, p! -SS6! Bay que prestar mucha atención a este tipo de definiciones, considerando sobre todo el campo de pr%cticas al cual dan lugar! "l capital humano no sólo se refiere a los conocimientos especiali'ados, sino que también contempla los buenos h%bitos en el trabao, los estados de salud, las experiencias adquiridas y una larga serie de recursos “propios”!S 8apital humano, en una palabra, es todo aquello que ayude al indi#iduo a posicionarse meor en la competencia de mercado, desde las habilidades especficas de cada %mbito laboral hasta las capacidades m%s tpicamente “humanas”, como la forma de #incularse con los otros, la destre'a para resol#er problemas, la predisposición a actuar creati#amente o de adaptarse a situaciones cambiantes! "n sintona con los diagnósticos )eberianos, 5a#al y $ardot definen al capital humano como parte de una ética personal para los tiempos de incertidumbre ! "sta definición, que en principio nos resu result ltar ara a algo algo llam llamat ati#a i#a,, habl hablaa del del modo modo conc concre reto to en que que la étic éticaa empr empres esar aria iall transforma a los trabaadores en empresarios de s mismos, mand%ndolos a in#ertir en sus propias capacidades y talentos como forma de sobrelle#ar la incertidumbre y la #olatilidad del mundo contempor%neo0 “"l indi#iduo competente y competiti#o es el que busca el modo de maximi'ar su capital humano en todos los dominios, que no trata S
eg&n ;ecVer, hasta el cuidado y los afectos familiares comportan un #alioso capital que no se debera perder de #ista0 “5as familias m%s educadas y con altos ingresos i ngresos tienden a in#ertir mucho en el capital humano de sus hios, y en #arios rasgos no cogniti#os! 36 los hios de padres con salarios altos también tienden a ser personas con similares tasas de ingreso, porque sus padres les transmiten tanto sus habilidades cogniti#as como las in#ersiones en distintas formas de capital humano 3;ecVer0 >?-G6! 15
&nicamente de proyectarse en el por#enir y calcular sus ganancias y sus costes, como el antiguo hombre económico, sino que persigue, sobre todo, trabaar sobre s mismo con el fin de transformarse permanentemente, de meorar, de #ol#erse cada da m%s efica'” 35a#al y $ardot0 >?-G, p! GGJ6! M%s arriba decamos que la ética siempre #iene acompaQada por un conunto de tecn tecnol olog oga ass de s, s, ente entend ndid idas as como como los los sabe sabere ress pr%c pr%cti tico coss y las las técn técnic icas as que que los los indi#iduos utili'an para transformar lo que ya son! Ahora podramos aQadir que la in"ersión en capital humano es humano es la tecnologa de s propuesta por la ética empresarial! :n#ertir en nuestras capacidades, en nuestros talentos e incluso en nuestro propios cuerpos* capitali'arnos constantemente para responder meor a las exigencias de la economa contempor%nea* contempor%nea* transformarnos en emprendedores que no ceden ante nada, ni siquiera ante los repetidos fracasos y las malas decisiones0 tal es la forma de felicidad que la ética empresarial nos propone y al mismo tiempo nos exige! 5as técnicas y los procedimientos concretos para in#ertir en nosotros mismos y capitali'arnos resultan extremadamente #ariados, yendo desde la terapia, la autoe#aluación o las inter#enciones moti#acionales hasta los métodos destinados a meorar el rendimiento intelectual, el maneo de las emociones o las habilidades comunicacionales! Al igual que en la ética protestante, hay all un suerte de “ascetismo” o una técnica para el “dominio de s”, aunque orientada por otros #alores y obeti#os! (ara ;ob Aubrey /un consultor y especialista en técnicas de desarrollo personal y formación profesional/, “"l dominio de s no consiste en conducir la propia #ida en forma lineal y rgida, dentro de un marco bien definido, sino en mostrarse capa' de flexibilidad y emprendimiento” 3Aubrey0 -N, p! -?G6! As pues, los indi#iduos deben transformarse para soportar las condiciones de un capitalismo altamente competiti#o, respondiendo de manera flexible y creati#a ante las oscilaciones de los mercados, las crisis de la producción y el empleo, las grandes recon#ersiones económicas y los austes estructurales! 5a ética empresarial del neoliberalismo, con sus técnicas de s y sus formas de autorreali'ación, contribuye a crear hombres y mueres capaces de adaptarse y de responder a casi cualquier cambio, menos a la posibilidad de cambiar el sistema en el cual #i#en y trabaan!
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#onclusiones "l ttulo de este escrito plantea en cierto modo un falso interrogante! "n efecto, el problema no pasa tanto por definir si hay o no una ética en el capitalismo contempor%neo! contempor%neo! "l problema realmente serio, y que aqu apenas podemos plantear como tarea ético.crtica, consiste en saber cu%les seran las posibles consecuencias de una ética adecuada al nue#o capitalismo, capa' de regularlo en sus formas de reproducción y de funcionamiento! i pudiésemos a#an'ar en una posible respuesta a ese interrogante, #eramos que la ética del capitalismo contempor%neo apunta hacia la internali'ación de unas singulares pautas de conducta, “un modo de existencia basado en mandatos de autocontrol, de asunción de riesgos, de responsabilidad indi#idual, de competir, de inno#ar, inno#ar, de emprender, de maximi'ar! =odo =odo un estilo de #ida pasa a ser perfilado as por el modelo de la empresa” 35ópe' Dui'0 >?-G, p! -NG6! Bay ciertamente una ética para el capitalismo contempor%neo, y consiste ordenar la propia existencia seg&n la forma de la empresa! +o estamos refiriéndonos con ello al marco institucional donde se desen#uel#en las relaciones humanas! "n la ética del neoliberalismo, la empresa es ante todo un ethos, ethos, un modo de #ida y de relación del indi#iduo consigo mismo! Ahora bien, Equé implica hacer de la propia #ida una empresaF, Ecu%les seran la posibles consecuencias de semeante mandato éticoF Be aqu las preguntas que deberamos plantear en adelante, buscando responderlas siempre desde una posición ético.crtica! A #eces nuestras crticas al actual capitalismo se limitan a denunciar su supuesta falta de ética! "sa clase de denuncias que nunca est% de m%s, m%s, aunq aunque ue a #ece #ecess pued puedee lle# lle#ar arno noss a pasa pasarr por por alto alto /y a reci recibi birr incl inclus usoo muy muy “acrticamente”/ propuestas tales como la ética empresarial, que no sólo garanti'a la marcha del tan cuestionado capitalismo, sino que contribuye a perpetuarlo en sus mismas condiciones de funcionamiento! Bacer de la empresa una forma de #ida, tal y como solicita la ética empresarial, no implica otra cosa que interiori'ar las duras exigencias de competencia de mercado en la propia indi#idualidad* indi#idualidad* m%s a&n, es fomentar la autoproducción autoproducción de un indi#iduo capa' capa' de descifrar toda su existencia en términos competiti#os! 5os mismos neoliberales lo dicen abie abierta rtame mente nte y sin sin ning ningun unaa clas clasee de repa reparo ro00 “la “la comp compet eten enci ciaa apar aparec ecee como como el 17
fundamento de la calidad de #ida y est% #inculada a los aspectos m%s trascendentales de la existencia humana desde el punto de #ista educacional, ci#il, religioso y cultural, adem%s del económico” 3;ecVer0 >???, p! -?6! Babra que pensar crticamente en los efectos de un planteo semeante! ELué ocurre cuando los trabaadores se entregan completamente a la competencia, in#irtiendo y maximi'ando su rendimiento sin ning&n lmite que los detengaF "l efecto general de esta forma de conducta consiste en que la #ida entera quede subyugada en la din%mica de una competencia no sólo m%s dura y difcil, sino a la larga m%s ine#itable! e trata de lo que 5a#al y $ardot denominan como el “efecto cadena” pro#ocado por la conducta de los suetos emprendedores! emprendedores! Al hacer de la empresa una forma de #ida, esos suetos “reproducir%n, amplificar%n y refor'ar%n las relaciones de competencia entre ellos! [ esto les impondr%, de acuerdo con la lógica de un proceso autorreali'ador, adaptarse subeti#amente cada #e' m%s a las condiciones cada #e' m%s duras que ellos mismos habr%n producido” 35a#al y $ardot0 >?-G, p! GGN6! Bemos sostenido que la gran tarea de la ética es conducirnos a pensar por nosotros mismos, cuestionando tanto las creencias y los #alores que en alg&n momento nos han sido inculcados, como as también las éticas que hemos heredado y con#ertido en nuestra actual forma de #ida! "sta tarea ético.crtica /o, en otras palabras, este intento de la ética de reflexionar sobre s misma/ no excluye ciertamente a la ética empresarial del neoliberalismo, que en lugar de ayudarnos a pensar por nosotros mismos, parecera conducirnos cada #e' m%s a una suerte de “ser#idumbre #oluntaria”! As como la ética protestante “contribuyo en lo que pudo a construir el grandioso cosmos del orden económico moderno 3!!!6 #inculado a las condiciones técnicas y económicas de la producción mec%nico.maquinista” mec%nico.maquinista” 3Weber0 3Weber0 >??J, p! >JK6, hoy da la ética empresarial del neoliberalismo contribuye a que los trabaares sean m%s adaptables /y en <ima instancia m%s ser#iles/ al capitalismo de la informati'ación, la flexibili'ación y la sobreexplotación! (odramos preguntar si existe realmente alguna forma de escapar a esa ética o de e#adir sus mandatos! (ero qui'% haya que partir de una pregunta pre#ia a tal tipo de planteos, y es hasta hasta qué punto punto la ética empresarial empresarial afecta incluso la #ida #ida de quienes quienes no la aceptan o pretenden recha'arla! All donde los hombres y las mueres del mundo asuman a la ética empresarial de una manera acrtica, estar%n marcando parte de las condiciones de #ida y de trabao del resto de sus congéneres! (or ello no podemos 18
conf confor orma marn rnos os con con expr expres esar ar nues nuestr troo rech recha' a'o! o! A la étic éticaa de la empr empres esaa hay hay que que responderle con la in#ención de otras formas de existencia, de trabao e incluso de felicidad! 5o cual tampoco se consigue en un solo da ni con un solo intento, sino que requiere de una pr%ctica paciente y rigurosa, una ética desarrollada a lo largo de toda la #ida! (uede que la reflexión ético.crtica contribuya en parte a esa tarea, indicando los lmites y las contradicciones de lo que ya somos o podramos llegar a ser como suetos éticos!
$ibliogra%ía Aubrey, ;! 3-N6! Le 3-N6! Le #ra"ail #ra"ail apr$s la crise! crise! (aris0 :nteréditions! Aristóteles 3>??J6! Ética 3>??J6! Ética a Nicómaco Otrad! Nicómaco Otrad! \osé 5uis 8al#o Martne'P! Madrid0 Alian'a "ditorial! ;ecV ;ecVer er,, 9! 3>?3>?-G6 G6!! “Mer “Merit itoc ocra raci cies es and and :nte :nterg rgen ener erat atio ionn Mobi Mobili lity ty”! ”! Decu Decupe pera rado do de
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política( )e"ista trimestral para *mérica Latina y +spa,a, +spa,a, 3G>6, -SN.-SK! 8ortina, Adela 3>???6! Ética 3>???6! Ética de la empresa! empresa! Madrid0 =rotta! 7oucault, M! 3>?-G6! “Acerca de la genealoga de la ética! 4n panorama del trabao en curs curso” o”!! "n La inquietud por la "erdad& +scritos sobre la se-ualidad y el su!eto! su!eto ! ;uenos Aires0 Aires0 iglo XX:, pp! -S.>>G! 3>??J6! “=ecnologas del yo”! "n "n #ecnologías del yo y otros te-tos afines! afines !
;uenos Aires0 Aires0 (aidós, pp! NS.N!
3- 3-S6 S6!! “ELu “ELuéé es la crt crtic icaF aF O8r O8rti tica ca y *uf.l/rung P”! & )e"i )e"ista sta
0nternacional de 1ilosofía, 1ilosofía, 3--6, pp! S.>N! 5a#al, 8! y $ardot, (! 3>?-G6! La 3>?-G6! La nue"a razón del mundo& +nsayo sobre la sociedad neoliberal ! ;arcelona0 9edisa!
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5ópe 5ópe'' Du Dui' i',, ?3>?-G6 G6!! “5a “5a Hemp Hempre resa saII como como modo modo de sub subet eti# i#ac ació ión” n”!! )e"ista 'onfluencia, 'onfluencia, 2 3-G6, 3-G6, pp! --.-NS! Maliandi, D! 3>??6! Ética( 3>??6! Ética( conceptos y problemas problemas! ;uenos Aires0 ;iblos! Ménde' Ménde',, (! M! 3>?-@6 3>?-@6!! “5a Hforma Hformació ciónn perman permanen enteI teI como como efecto efecto ad# ad#ers ersoo de las refo reform rmas as neol neolib iber eral ales es de gobi gobier erno no!! (ara (ara una una nue# nue#aa pers perspe pect cti# i#aa crt crtic ica” a”!! "n Ambros Ambrosini ini,, 8!, Mombr Mombr&, &, A! y Ménde' Ménde',, (! M!, 3"ds!6 3"ds!6,, #radiciones y rupturas( el escenario iberoamericano& Modulaciones epistemológicas 03 ! Demedios de "scalada0 "diciones de la 4+5a!
3>?-S6 3>?-S6!! “7oucau “7oucault lt y la *uf.l/rung , o el trabao de s como legado crtico”!
'uestiones de 1ilosofía, 1ilosofía, 3-@6, pp! -G.-K>! 3>?-N6! “"l sueto económico del neoliberalismo! Aportes y discusiones para 3>?-N6!
filosofía, 53-6, pp! GG.SS! una nue#a “ontologa del presente”! 4ybris& presente”! 4ybris& )e"ista de filosofía, Mller.ArmacV, M! 3-K@6! 6enealogía de los estilos económicos! económicos ! México $! 7!0 7ondo de 8ultura "conómica! +egri, A! y Bardt, M! 3>??G6! 0mperio 3>??G6! 0mperio!! ;uenos Aires0 (aidós! Weber, eber, M! 3>??J6! 3>??J6! La ética protestante y el espíritu del capitalismo! capitalismo! México $! 7!0 7ondo de 8ultura "conómica!
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