GNOSEOLOGÍA Y EPISTEMOLOGIA EPISTEMOLOGIA La Gnoseología es Gnoseología es una refexión refexión sobre el proceso del conocimiento humano y los problemas que en él se plantean. Como refexión que es, supone una actividad de segundo orden, igual que la epistemología o la losoía de la ciencia, sobre una activi actividad dad primera primera que es el conoc conocer er o el conoc conocimi imient ento, o, que es su obeto obeto de estudio, pero es también, al mismo tiempo, una interpretación o explicación del enómeno del conocer, seg!n el principio de que "nadie sabe que p, a menos que sepa también cómo sabe que p#. $or eso, puede denirse como un estudio crítico de las condiciones de posibilidad del conocimiento humano en general, que se ocup ocupa a de respo espond nder er a cues cuesti tion ones es como como%% &en &en qué qué cons consis iste te cono conoce cer' r',, &qué &qué queremos decir cuando decimos que sabemos o conocemos algo', &qué podemos conocer', &como sabemos que lo que creemos acerca del mundo es verdadero' (i bien el problema del conocimiento aparece ya desde los primeros pensadores losóc losócos, os, tiene un especial especial desarr desarrollo ollo en la )ilosoía ilosoía *oderna *oderna,, en particula particular, r, durante los siglos +-- y +---. l hecho decisivo que contribuye a la aparición de la teoría del conocimiento como tema de estudio propio y preerente es la reacción de la losoía ante los avances y logros de la ciencia moderna de los siglos +-- y +---, de /alileo y 0e1ton. 2os lósoos modernos, siguiendo a 3escartes, hacen del problema y del proceso del conocimiento el tema por excelencia de la refexión losóca. 0o obstante, la historia de la teoría del conocimiento, tanto de la edad mode moderrna como como de la actu actual al,, es deud deudor ora a no sólo sólo de los los plant plantea eami mien ento tos s de 3escartes 3escartes y 2oc4e, 2oc4e, autor este !ltimo de quien se dice que ue el autor que planteó por ve5 primera el problema en términos modernos, sino también por 6er4eley, 7ume 7ume y 8ant 8ant.. 9 8ant 8ant se atri atribu buye ye la revol evoluc ució ión n cope copern rnic ican ana a en la teor teoría ía del del conocimie conocimiento, nto, por haber supuesto supuesto,, como Copérnic Copérnico, o, una hipótesis hipótesis totalment totalmente e contraria a la hasta entonces mantenida% que es el sueto el que determina al obeto, y no a la inversa. 9ctividades con películas
¿Cómo se origina el conocimiento? Dos respuestas: el racionalismo y el empirismo. 2a tesis de que todos nuestros conocimientos se undan en la experiencia :, recibe el nombre de empirismo empirismo y quie quiene nes s la sost sostie iene nen n se llam llaman an ;emp ;empir iris ista tas; s;. .ll empirismo tuvo un gran auge en las -slas 6rit
en los siglos +-- y +---. $or eemplo, D. Hume Hume? escribe% "Nada "Nada puede puede parece parecerr, a prime primera ra vista vista,, más más ilimita ilimitado do que el pensa pensamie miento nto del hombre hombre que no sólo sólo escapa escapa a todo todo poder poder y autor autorida idad d human humanos os,, sino sino que ni 1
ambiguo: en este Recuer Recuerde de que "experie "experienci ncia a "es un términ término o ambiguo: este caso caso se refiere refiere a aquel aquel conoci conocimie miento nto que alcanzamos gracias a nuestros sentidos; es decir aquello que podemos percibir: ver, oler, tocar, gustar, oír; o gracias a nuestra sensación interna: un dolor de cabeza, cosquillas en los pies, etc. ambién ambién inclu!e las emociones alegría, odio, deseo, etc.# 2
$ume, %avid.&'&&(&'')#*ilósofo escocés, nacido en +dimburgo. *ue secretario del general t.-lair, secretario de la embaada inglesa en *rancia ! funcionario del gobierno inglés en /ondres. u madre madre ! su 0ermano, el conde de $ume , intentaron intentaron que estudiara estudiara abogacía abogacía ! luego que se dedicara dedicara al comercio, comercio, pero él deseaba sobre sobre todo dedicarse a estudios filosóficos filosóficos ! literarios. 1ivió varios a2os en *rancia, donde trabó amistad con con otros filósofos célebres: Rousseau, 3ontesquieu, 3ontesquieu, 1oltaire. us primeros primeros libros fueron fracasos comerciales, comerciales, pero entre &'45 ! &')6 publicó una $istoria de 7nglaterra que desató feroces polémicas, ! se 0izo célebre. $ume amaba la buena comida ! el buen vino, era un gran conversador ! un excelente ugador de cartas.
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siquiera está encerrado dentro de los límites de la naturaleza y de la realidad. Formar monstruos y uniformas y apariencias no requiere de la imaginación más esfuerzo que el concebir obetos más naturales y familiares. ! mientras que el cuerpo está connado a un planeta a lo largo del cual se arrastra con dolor y dicultad, el pensamiento, en un instante, puede transportarnos a las regiones más distantes del universo# o incluso más allá del universo, al caos ilimitado, donde seg$n se cree, la naturaleza se halla en confusión total. %o que nunca se vio o se ha oído contar, puede, sin embargo, concebirse. Nada está más allá del poder del pensamiento, salvo lo que implica contradicción absoluta. &ero, aunque nuestro pensamiento aparenta poseer esta libertad ilimitada, encontraremos en un e'amen más detenido que, en realidad, la mente no viene a ser más que la facultad de mezclar, trasponer, aumentar o disminuir los materiales suministrados por los sentidos y la e'periencia ()*+uando pensamos en una montaa de oro unimos dos ideas compatibles- oro y montaa, que conocíamos previamente ()* n resumen, todos los materiales del pensar se derivan de nuestra percepción interna o e'terna. %a mezcla y composición de esta corresponde sólo a nuestra mente y voluntad. /, para e'presarme en un lenguae losóco, todas nuestras ideas o percepciones más endebles, son copias de nuestras impresiones o percepciones más intensas."0 7ume se@ala que todo conocimiento proviene en !ltima instancia de las impresiones, y llama ;impresiones a las percepciones m, como las de los sentimientos o emociones =amor, odio, deseo, etc.>. $odemos combinar algunas ideas que tenemos para producir una nueva idea dierente de las anteriores, e incluso una idea que no corresponda a una impresión dada =por eemplo, podemos tener la idea de sirena o de unicornio>. (in embargo, si anali5amos estas ideas, encontraremos que son la suma o combinación de otras que sí corresponden a impresiones =por eemplo, las impresiones de muer y de pe5A o las impresiones de caballo y cuerno>. 9 la armación empirista de que todo conocimiento se origina en la experiencia, se opone, en cambio, el racionalismo que en la misma época foreció en el continente europeo, especialmente en )rancia, 9lemania y los $aíses 6aos =actualmente, 7olanda y 6élgica>.l racionalismo considera que el origen y undamento del conocimiento no est< en los sentidos, sino en la ideas de nuestra razón. olvamos a 3escartes% "()*es muy fácil conocer que los sueos que imaginamos estando dormidos, no deben hacernos dudar de ning$n modo de la verdad de los pensamientos que tenemos estando despiertos. &ues si ocurriera, incluso durmiendo, que tuvi1semos alguna idea muy distinta, como, por eemplo, que un geómetr a inventara alguna nueva demostración, su sueo no impediría 2que3ella fuera verdadera ()*&ues, en n, estemos despiertos o durmamos, no debemos dearnos convencer sino por la evidencia de nuestra razón. ! hay que advertir que digo de nuestra razón y no de nuestra imaginación ni de nuestros sentidos. +omo, aunque veamos el cielo con mucha claridad, no debemos uzgar por esto que sólo tenga el tamao de que lo vemos# y muy bien podemos imaginar distintamente una cabeza de león pegada 3
$ume, %. Investigación sobre el conocimiento humano ,3adrid, 8lianza,&9&;pp.(5 ed.or.&'5#
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al cuerpo de una cabra, sin que haya que concluir por esto que e'iste en el mundo una pues la razón no nos dice que lo que vemos de ese modo sea verdadero .&ero nos dice muy bien que todas nuestras ideas o nociones deben tener alg$n fundamento de verdad# pues no sería posible que 4ios, que es totalmente perfecto y verdadero las haya puesto en nosotros sin eso ()*" 5 9ctividad n B.D "6odo lo que he admitido hasta ahora como más verdadero y seguro lo he tomado de los sentidos o por los sentidos# pero he e'perimentado a veces que estos sentidos eran engaosos y es propio de la prudencia no conar amás enteramente en eso que nos han engaado una vez (... *7+uántas veces no me ha sucedido de noche soar que me hallaba en este sitio, que estaba vestido, que me encontraba unto al fuego, aunque yaciera desnudo en mí lecho8 n este momento me parece que no miro este papel con oos dormidos, que esta cabeza que muevo no está adormecida, que a sabiendas y con propósito deliberado e'tiendo esta mano y la siento# lo que se presenta en el sueo no parece de ning$n modo tan claro ni tan distinto como todo esto. &ero pensando en ello cuidadosamente, recuerdo haberme engaado a menudo con parecidas ilusiones, mientras dormía. ! deteni1ndome en este pensamiento, veo tan maniestamente que no e'isten indicios concluyentes ni seales lo bastante ciertas por medio de las cuales pueda distinguir con nitidez la vigilia del sueo, que me siento realmente asombrado# y mi asombro es tal que casi llega a convencerme de que duermo (...*9 1. &Cu
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%escartes, R.Discurso del Método, Cuarta parte .
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l e'amen e'haustivo de esta cuestión es el tema del presente 6ratado y por tanto nos contentaremos aquí con sentar una proposición general a saber, que todas nuestras ideas simples en su primera aparición derivan de impresiones simples que se corresponden con ellas y que ellas representan e'actamente."
(Hume, ! Tratado de "a natura"e#a $umana !%&'!Paidó), *)!A)!,%&+! a. 2ea el pasae de las Meditacione) Meta-.)ica) que transcribimos del libro de Ebiols =pp.:FDGH>% "6odo lo que he admitido hasta ahora como más verdadero y seguro lo he tomado de los sentidos o por los sentidos# pero he e'perimentado a veces que estos sentidos eran engaosos y es propio de la prudencia no conar amás enteramente en esos que nos han engaado una vez (...*7+uántas veces no me ha sucedido de noche soar que me hallaba en este sitio, que estaba vestido, que me encontraba unto al fuego, aunque yaciera desnudo en mi lecho8 n este momento me parece que no miro este papel con oos dormidos, que esta cabeza que muevo no está adormecida, que a sabiendas y con propósito deliberado e'tiendo esta mano y la siento# lo que se presenta en el sueo no parece de ning$n modo tan claro ni tan distinto como todo esto. &ero pensando en ello cuidadosamente, recuerdo haberme engaado a menudo con parecidas ilusiones, mientras dormía. ! deteni1ndome en este pensamiento, veo tan maniestamente que no e'isten indicios concluyentes ni seales lo bastante ciertas por medio de las cuales pueda distinguir con nitidez la vigilia del sueo ,que me siento realmente asombrado# y mi asombro es tal que casi llega a convencerme de que duermo (...*9 1. &Cu
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peculiares son cualidades que se encuentran unidas en una manzana, es fácil percatarse de que no son lo mismo, sino que se puede al menos distinguirlas unas de otras (...* l e'amen e'haustivo de esta cuestión es el tema del presente 6ratado y por tanto nos contentaremos aquí con sentar una proposición general, a saber, que todas nuestras ideas simples en su primera aparición derivan de impresiones simples que se corresponden con ellas y que ellas representan e'actamente."
(Hume, ! Tratado de "a natura"e#a $umana !%&'!Paidó),*)!A)!,%&+! c. (eg!n 7ume,&puede un ciego de nacimiento tener la idea de ;verde;'&(or )u* ' %. Ere5ca un e&emplo, dierente de los que ya hemos visto en este capítulo, de una idea complea que no corresponda a una impresión =como sirena o unicornio>,y se@ale cu,las siguientes categorías de comparación% el origen del conocimiento, el papel de la razón en el conocimiento, el papel de la e'periencia en el conocimiento, el modo en que se determina la verdad de una proposición, el origen de las ideas .
¿,u* es lo )ue conocemos? Dos respuestas: el realismo y el i%ealismo.
E" rea"i)mo l realismo sostiene la existencia independiente de las cosas, aunque no sean conocidas. (eg!n el llamado realismo ingenuo o natural, que no llega a distinguir entre el obeto conocido y el mismo obeto, porque ignora la elaboración del obeto debida a la percepción humana, las cosas son tal como las conocemos. $ara el realismo crítico es preciso distinguir entre las cualidades obetivas y las subetivas del obeto conocido% la meor expresión histórica de este realismo ha sido la teoría de las cualidades primarias y secundarias, diundida sobre todo por 2oc4e.
E" Idea"i)mo l idealismo sostiene que no existen otros obetos o cosas que los contenidos de a propia conciencia, o mente, como ideas , vivencias, sentimientos, percepciones, o los llamados obetos ideales, como, por eemplo, las entidades matem
ele!,?eorge &)4(&'4#.@ació en Ail>enn!, ! estudió en el rinit! -ollege. 8 los veinticinco a2os publicó el ratado sobre los principios del conocimiento 0umano, donde expone su teoría sobre el conocimiento, a la vez empirista e idealista. +ntre &'6 ! &' vivió en +stados Bnidos. /a Bniversidad ele! en -alifornia lleva ese nombre en su 0omenae.
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considera imposible la existencia de los obetos en el espacio con independencia de la acción de un sueto cognoscente. 6er4eley es empirista es decir que considera que el conocimiento se origina en la percepción pero amplía esta armación en términos i%ealistas sosteniendo que el obeto no e'iste in%epen%ientemente de esa percepción 2a tesis de 6er4eley es a la ve5 gnoseológica =dice algo sobre el conocimiento>,y metaísica =dice algo sobre la existencia de los seres>. Des%e el punto %e +ista %el conocimient o 6er4eley destaca la prioridad del sueto% es el sueto quien determina al obeto y no a la inversa. Des%e el punto %e +ista meta0ísico 6er4eley sostiene la tesis =radicalmente opuesta al sentido com!n> de que no existe la materia, sino que todo es espíritu, mente, conciencia, o contenido de una mente o una conciencia =sensación, percepción, idea>A por eso el idealismo de 6er4eley es conocido como i%ealismo psicológico o i%ealismo su#&eti+o. a. Lea cuidadosamente el siguiente pasae, teniendo en cuenta el glosario que aparece a continuación% "%!
0! =unto a toda esta variedad interminable de ideas u obetos de conocimiento, e'iste algo que las conoce o percibe y eerce sobre ellas diversas operaciones, tales como querer imaginar, recordar. %lamo mente, espíritu, alma, yo a este ser que percibe y act$a. +on estas palabras no denoto ninguna de mis ideas, sino algo enteramente distinto de ellas y en lo cual ellas e'isten o lo que es lo mismo, por medio del cual son percibidas, pues la e'istencia de una idea consiste en ser percibida.
'! 6odos admitirán que ni nuestros pensamientos, ni nuestras pasiones, ni las ideas formadas por la imaginación e'isten sin 2o fuera de3la mente. No menos evidente es para mí que las diversas sensaciones o ideas impresas en los sentidos, de cualquier modo que se mezclen o combinen entre sí (...*no pueden e'istir más que en una mente que las perciba.(...* 4igo que la mesa sobre la que escribo e'iste##es decir, la veo y la siento, y si al estar fuera de mi escritorio armo que e'iste, sólo quiero decir que si estuviera en mi escritorio la percibiría, o que -deas% l término ;idea; tiene signicados muy dierentes en las obras de distintos lósoos. $ara 6er4eley, ;idea; es cualquier obeto percibido por los sentidos, o recordado o imaginadoA las ideas son individuales, concretas y percibidas por cada mente individual y concreta. *
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alg$n otro espíritu la percibe actualmente.(...*&ues hablar de la e'istencia absoluta de cosas no pensantes, sin ninguna relación con su ser percibidas parece completamente ininteligible. :u e))e// es 1erci1i ///.no es posible que ellas tengan ninguna e'istencia fuera de las mentes pensantes que las perciben."
(*er2e"e3,G! Tratado )obre "o) 1rinci1io) de" conocimiento $umano !*)!A)!, Lo)ada,%45 ("a edición origina" e) de %&%6 11!%6'7%6> E" Idea"i)mo Tra)cendenta" n :HF:, 8ant publica, como diimos, la +rítica de la en el pensamiento posterior. 2os empiristas sostenían que todo conocimiento procede de la experiencia. 8ant est< de acuerdo parcialmente con la posición empirista, en cuanto se puede decir que el conocimiento comienza con la experiencia, pero esto no implica sostener que todo conocimiento procede o se origina en la experiencia. 2o que 8ant pretende averiguar es cómo es posi#le la e'periencia mism a (eg!n 8ant, nuestra experiencia del mundo es como es por dos motivos% en parte por cómo es el mun%o y en parte por cómo es nuestra manera %e conocerlo $or eemplo, pensemos en cómo es el mundo para un perro% probablemente sea mucho m.n los seres humanos, por otra parte, no es sólo la percepción la que organi5a los datos, sino también el entendimiento, que le impone categorías l obeto aecta al sueto, pero a la ve5, el sueto no es pasivo, no se limita a recibir los datos, sino que el su&eto es acti+o elabora, organi5a y en cierto sentido modica esos datos ;en bruto;. $odemos decir que el ee de la losoía 4antiana pasa por el cambio en el lugar del sueto, que ya no es pasivo, sino que ocupa un lugar activo en la relación de conocimiento. (eg!n 8ant, podemos conocer el obeto tal como se nos aparece =a lo que él llama 0enómeno, pero no tal como es en sí mismo nomeno.n este sentido, todo conocimiento comien5a con la experiencia =que provee los datos>, pero no se origina en la experiencia =sino que requiere la actividad organi5adora del sueto>. n esto se dierencia 8ant tanto de los empiristas como de los racionalistas. 8ant se alea del empirismo al considerar que las impresiones solas no bastan para decir que conocemos algo. 2os datos de la sensación, que proceden de las cosas no son sucientes. $ara que haya conocimiento, para que podamos hablar de ;o#&eto es necesaria la acti+i%a% %el su&eto que otorga una 0orma a esa suma de sensaciones que por sí mismas no tendrían sentido. $ero también se distancia del racionalismo, ya que los conceptos en sí mismos tampoco bastanA si no disponemos de los datos, los conceptos son puras ormas vacías. 2a actividad del sueto no puede eercerse en el vacío, sino que necesita de una materia orecida por aquellos %atos **
+sse: ser en latín#. ser percibido en latín#.
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"No se puede dudar que todos nuestros conocimientos comienzan con la e'periencia, porque, en efecto, >cómo habría de eercitarse la facultad de conocer, si no fuera por los obetos que, e'citando nuestros sentidos de una parte, producen por sí mismo representaciones, y de otra, impulsan nuestra inteligencia a compararlas entre sí, enlazarlas o separarlas, y de esta suerte componer la materia informe de las impresiones sensibles para formar ese conocimiento de las cosas que se llama e'periencia? n el tiempo, pues, ninguno de nuestros conocimientos precede a la e'periencia, y todos comienzan en ella. &ero si es verdad que todos nuestros conocimientos comienzan con la e'periencia, todos, sin embargo, no proceden de ella pues bien podría suceder que nuestro conocimiento empírico fuera una composición de lo que recibimos por las impresiones y de lo que aplicamos por nuestra propia facultad de conocer 2simplemente e'citada por la impresión sensible3,y que no podamos distinguir este hecho hasta que una larga práctica nos habilite para separar esos dos elementos. s, por tanto, a lo menos, una de las primeras y más necesarias cuestiones, y que no puede resolverse a la simple vista, la de saber si hay alg$n conocimiento independiente de la e'periencia y tambi1n de toda impresión sensible. %lámase a este conocimiento a priori, y distínguese del empírico en que las fuentes del $ltimo son a posteriori, es decir, que las tiene en la e'periencia."
8ant, E!%&5&!Lo)ada, *)!A)!,%&' *I*LIOG9A:ÍA Ebiols, /uillermo 9.Nuevo curso de %ógica y Filosofía .8apelus5, 6uenos 9ires, :LLM =y ediciones posteriores>.Capítulos -,--,---,,-,--,---,-+ y +-. )errater *ora, N. 4iccionario de Filosofía .(udamericana,6uenos 9ires =hay varias ediciones>A O*artíne5 Iiu, 9.,Cortés *orató, N.et al . 4iccionario de Filosofía en +4@.
PELÍ;
L4C56"7 (latón
-. RS ahora RproseguíR compara con el siguiente cuadro imaginario el estado de nuestra naturale5a seg!n esté o no esclarecida por la educación. Iepreséntate a unos hombres encerrados en una especie de vivienda subterr
distancia y a cierta altura, hay un uego cuyo resplandor los alumbra, y entre ese uego y los cautivos se extiende un camino escarpado, a lo largo del cual imagina que se al5a una tapia semeante al biombo que los titiriteros levantan entre ellos y los espectadores y por encima del cual exhiben sus antoches. R-magino el cuadro Rdio. R)ig!rate adem
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R9l principio, al menos, no podr< distinguirlos Rcontestó. R(i no me enga@o RproseguíR, necesitar< acostumbrarse para ver los obetos de la región superior. 2o que m
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expondr< a que se rían de él' &0o le dir
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soportar la contemplación del ser y de lo m
"ep#lica$ Li#ro 899$ /1!a/1;e$ -uenos 7ires$
9nmanuel =ant ¿,u* es la 9lustración? %a Clustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. %a incapacidad signica la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. sta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la alta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. T(apere audeU TJen el valor de servirte de tu propia ra5ónU% he aquí el lema de la ilustración. 2a pere5a y la cobardía son causa de que una parte tan grande de los hombres contin!e a gusto en su estado de pupilo, a pesar de que hace tiempo la 0aturale5a los liberó de aena tutela =naturaliter maorennes>A también lo son de que se haga tan considere el paso de la emancipación, adem
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después de haber arroado de sí el yugo de la tutela, diundir 9quí nos encontramos por doquier con una limitación de la libertad. $ero &qué limitación es obst. $ero ese mismo sueto act!a sin peruicio de su deber de ciudadano si, en calidad de experto, expresa p!blicamente su pensamiento sobre la inadecuación o inusticia de las gabelas. 3el mismo modo, el clérigo est< obligado a ense@ar la doctrina y a predicar con arreglo al credo de la -glesia a que sirve, pues ue aceptado con esa condición. $ero como doctor tiene la plena libertad y hasta el deber de comunicar al p!blico sus ideas bien probadas e intencionadas acerca de las deciencias que encuentra en aquel credo, así como el de dar a conocer sus propuestas de reorma de la religión y de la -glesia. 0ada hay en esto que pueda pesar sobre su conciencia. $orque lo que ense@a en unción
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de su cargo, en calidad de ministro de la -glesia, lo presenta como algo a cuyo respecto no go5a de libertad para exponer lo que bien le pare5ca, pues ha sido colocado para ense@ar seg!n las prescripciones y en el nombre de otro. 3ir<% nuestra -glesia ense@a esto o lo otroA estos son los argumentos de que se sirve. 3educe, en la ocasión, todas las ventaas pr (i ahora nos preguntamos% &es que vivimos en una época ilustrada' la respuesta ser<% no, pero sí en una época de ilustración. )alta todavía mucho para que, tal como est
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mundo sus ideas sobre una meor disposición de aquélla, haciendo una ranca crítica de lo existenteA también en esto disponemos de un brillante eemplo, pues ning!n monarca se anticipó al que nosotros veneramos. $ero sólo aquel que, esclarecido, no teme a las sombras, pero dispone de un numeroso y disciplinado eército para garanti5ar la tranquilidad p!blica, puede decir lo que no osaría un stado libre% Tra5onad todo lo que quer y hasta en los principios del /obierno, que encuentra ya compatible dar al hombre, que es algo miloso0ía %e la Historia$ ¿,u* es la 9lustración?@$ A*'ico$ >C4$ 1<<2$ pp. 2/ a 3;.
0iet5sche, )riedrich La creencia en el yo@ su&eto n mi criterio contra el positivismo que se limita al enómeno, Xsólo hay hechosY. S qui5<, m.
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