Fundamentos de la vida Cristiana Parte No 1: El fundamento de la fe
Y sin fe es e s imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que recompensa a los que Lo buscan. (Heb 11:6 NBLH) No se puede ser un cristiano sin tener f e La definición de la fe: Fe en general es la persuasión en la mente que ciertas declaraciones son verdaderas Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de
Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio; e vangelio;
(Phi 1:27 LBLA) Según la Biblia fe se define como:
Ahora bien, la fe es la certeza certe za de lo que se espera, la l a convicción de lo que no se ve. (Heb 11:1 LBLA) Ahora bien, la fe es la certeza certe za (sustancia) de lo que se espera, la convicción (demostración) de lo que no se ve. (Heb 11:1 NBLH) Las diferentes clases de Fe: La fe humana La fe salvadora : Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no
procede de ustedes, sino que es don de Dios; (Eph 2:8 NBLH) La fe como fruto, para adornar el carácter y la conducta del creyente: Mas el fruto del Espíritu es:
caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, benignidad, bondad, fe, (Gal 5:22 SRV ) La fe como don sobrenatural del Espíritu Santo: A otro, fe por el mismo Espíritu, y á otro, dones
de sanidades por el mismo Espíritu; (1Co 12:9 SRV ) El origen de nuestra fe C risto risto Jesús
Puestos los ojos en al autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse á la diestra del trono de Dios. (Heb 12:2 SRV ) E s
aumentada por medio de escuchar la palabra de Dios.
Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo. (R om 10:17 LBLA) La batalla de la fe: La fe es una batalla entre lo natural y lo espiritual
Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la c ual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos. (1Ti 6:12 LBLA) Al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. (2Co 4:18 LBLA) (Porque por fe andamos, no por vista); (2Co 5:7 LBLA) Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez par a siempre fue entregada a los santos. (Jud 1:3 LBLA) Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. (1Jo 5:4 LBLA) Simbolismos de la fe E s
un escudo
En todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. (Eph 6:16 LBLA) E s
una coraza
Pero puesto que nosotros somos del día, seamos sobrios, habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por yelmo la esperanza de la salvación. (1Th 5:8 LBLA)
El
objeto de nuestra fe Dios
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. (Joh 14:1 LBLA) C risto Jesus
Testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento para con Di os y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. (Act 20:21 LBLA) R espondió
Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que El ha enviado.
(Joh 6:29 LBLA) El evangelio
Y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se h a acercado; arrepentíos y creed en el evangelio. (Mar 1:15 LBLA) Las promesas de Dios
Y estando plenamente convencido de que lo que Dios había prometido, poderoso era también para cumplirlo. (R om 4:21 LBLA) Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la ti erra. (Heb 11:13 LBLA) La operación de la fe La fe opera a través de dos cosas: El Corazón y la boca
Con el corazón se cree y con la boca se confiesa Más,
¿qué dice? CER CA DE TI ESTA LA PALABR A, EN TU BOCA Y EN TU COR AZON, es decir, la
palabra de fe que predicamos: (R om 10:8 LBLA) Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
(R om 10:9-10 LBLA) En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: "Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. (Mar 11:23 LBLA) Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: "Desarráigate y plántate en el mar." Y os obedecería. (Luk 17:6 LBLA) Ejemplos: Los
amigos del paralitico:
Habiendo entrado de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les exponía la palabra. Entonces vinieron* a traerle un paralítico llevado entre cuatro. Y como no pudieron acercarse a El a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. V iendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y al instante Jesús, conociendo en su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo*: ¿Por qué pensáis e stas cosas en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o decir le: "Levántate, toma tu camilla y anda"? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tien e autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo* al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante. (Mar 2:1-12 LBLA) La
mujer con el flujo de Sangre
Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle se postró* a sus pies. Y le rogaba* con insistencia, diciendo: Mi hijita está al borde de la muerte; te ruego que vengas y pongas las manos sobre ella para que sane y viva. Jesús fue con él; y una gran multitud le seguía y le oprimía. Y una mujer que había tenido flujo de sangre por doce años, y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado; cuando oyó hablar de Jesús, s e llegó a E l por detrás entre la multitud y tocó su manto. Porque decía: Si tan sólo toco sus ropas, sanaré. Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción. Y enseguida J esús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: ¿Quién ha tocado mi ropa? Y sus discípulos le dijeron: V es que la multitud te oprime, y dices: "¿Quién me ha tocado?" Pero El miraba a su alrededor para ver a la mujer que le había tocado. Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró
Delante de Él y le dijo toda la verdad. Y Jesús le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción. (Mar 5:22-34 LBLA) E l
centurión romano
Y cuando entró Jesús en Capernaúm se le acercó un centurión suplicándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho. Y Jesús le dijo*: Yo iré y lo sanaré. Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano. Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a éste: " V e", y va; y al otro: " V en", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace. Al oír lo Jesús, se maravilló y dijo a los que le seguían: En verdad os digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes. Entonces Jesús dijo al centurión: V ete; así como has creído, te sea hecho. Y el criado fue sanado en esa misma hora. (Mat 8:5-13 LBLA) Abraham
el padre de la fe
Fue llamado por Dios su amigo por haber hecho dos cosas: por haber obedecido a Dios y por no haber
negado a su hijo único.
Por la fe Abraham, al ser llamado , obedeció , saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel al que lo había prometido. Por lo cual también nació de uno (y éste casi muerto con respecto a esto) una descendencia COMO LA S ESTR ELLA S DEL CIELO EN NUMER O, E INNUMER ABLE COMO LA A RE NA QUE ESTA A LA O R ILLA DEL M A R. Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia. Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver. Pero en realidad , anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad. Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac ; y el que había recibido las promesas ofrecía a su ún ico hijo; fue a él a quien se le
dijo: EN IS AAC TE SER A LLA M ADA DESCENDENCIA. El consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir. (Heb 11:8-19 LBLA)
O bstáculos para la fe:
La incredulidad :
Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que le escuchaban se asombraban, diciendo: ¿Dónde obtuvo éste tales cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros que hace con sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de El. Y Jesús les dijo: No hay profeta s in honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso sus manos. (Mar 6:2-5 LBLA) Dirás entonces: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado. Muy cierto; fueron desgajadas por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme. No seas altanero, sino teme; (R om 11:19-20 LBLA) La apostasia
Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, (1Ti 4:1 LBLA) La codicia por las riquezas Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores. (1Ti 6:10 LBLA) E l conocimiento humano
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que falsamente se llama ciencia, la cual profesándola algunos, se han desviado de la fe. La gracia sea con vosotros. (1Ti 6:20-21 LBLA) La Biblia requiere de nosotros: Que tengamos una fe sincera:
Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera. (1Ti 1:5 LBLA) Que abundemos en fe
Más así como vosotros abundáis en todo: en fe, en palabra, en conocimiento, en toda
solicitud, y en
el amor que hemos inspirado en vosotros, ved que también abundéis en esta obra de gracia. (2Co 8:7 LBLA) Permanezcamos en fe
fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en e l reino de Dios. (Act 14:22 LBLA) Si
en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del
evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro. (Col 1:23 LBLA) Que tengamos una fe fuerte Sin
embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se
fortaleció en fe, dando gloria a Dios, y estando plenamente convencido de que lo que Dios había prometido, poderoso era también para cumplirlo. Por lo cual también su fe LE FUE CONTADA POR JUSTICIA. Y no sólo por él fue escrito que le fue contada, sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor,
(R om 4:20-24 LBLA) Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes. (1Co 16:13 LBLA) E star
orando para que nuestra fe se incremente cada día
Y los apóstoles dijeron al Señor: ¡Auméntanos la fe! (Luk 17:5 LBLA)