FUNCIONES DE LA CIENCIA La ciencia es, ante todo, una manera de ver el mundo, una determinada manera de intentar comprender qué somos, entender lo que nos rodea y relacionarnos con ello. Aunque la visión científica es parcial y el desarrollo de las sociedades modernas necesita de otras aproximaciones a la realidad, a la ciencia le debemos muchos de los logros sociales que ahora nos parecen irrenunciables, y de las ideas que conforman la mentalidad contemporánea. La ciencia nos da, además, herramientas preciosas para pensar y modelos conceptuales valiosísimos para desenvolvernos en nuestras vidas. Y deberíamos pedir a los científicos que cultivasen la ciencia y la transmitiesen a la sociedad para que estos beneficios fueran compartidos. Ésta tendría que ser la primera función de la ciencia y de los científicos: generar y compartir cultura científica. Nuestra sociedad, e incluso nuestra vida, está cada vez más tecnificada y, aunque no sea necesario tener conocimientos de física cuántica para utilizar un teléfono móvil, es conveniente saber hasta qué punto una prueba genética puede ser predictiva del desarrollo de una determinada enfermedad. El avance continuo de la técnica nos propone cada día nuevas aplicaciones de las que debemos ser capaces de valorar los riesgos y los beneficios que nos pueden aportar. Para ello es necesario que la sociedad en general y nuestros políticos en particular tengan un conocimiento científico suficiente para poder participar en el debate y tomar las decisiones adecuadas. Transmitir a la sociedad el conocimiento necesario para entender la técnica sería, pues, la segunda función de la ciencia en una sociedad avanzada. La ciencia puede generar aplicaciones que en algunos casos permitirán una mayor competitividad a las empresas del país y que pueden redundar también en una mejora del nivel de vida de la sociedad. Sin embargo, la priorización de las investigaciones atiende más a razones de mercado. Los científicos solemos invocar la libertad de cátedra y nos escudamos en la distinción entre los descubrimientos científicos y sus aplicaciones, pero la relación entre ciencia y técnica, entre el desarrollo científico y sus aplicaciones, es cada vez más estrecha y empieza a ser difícil trazar una línea clara que los separe. Aunque sería tan absurdo poner cortapisas a una ciencia contemplativa como limitar la expresión de cualquier forma de pensamiento, podría ser razonable, e incluso conveniente, limitar ciertos desarrollos tecnológicos cuyo objetivo principal es el de generar productos de mercado de gran valor añadido, máxime cuando su generalización puede alterar sustancialmente la organización social y afectar a valores hasta ahora comúnmente aceptados. El enorme éxito del método científico para generar tecnología nos está haciendo olvidar las otras funciones de la ciencia. Para mantener una ciencia capaz de crear cultura, de transmitir nuevos conceptos que nos ayuden a pensar, es necesario desligarla en parte de objetivos finalistas. Si seguimos empeñados en ver a la ciencia únicamente como una productora potencial de aplicaciones técnicas, perderemos la influencia de la ciencia en la cultura y crearemos un divorcio entre una tecno ciencia mercantil y una sociedad acientífica que comprará algunos productos científicos y sufrirá pasivamente, a veces horrorizada, otras de sus aplicaciones.
FUNCIONES A. Estereotipos de la ciencia. Existen tres estereotipos populares que dificultan el entendimiento de la actividad científica y son los siguientes: A) Bata blanca: Científicos como individuos que trabajan con hecho en laboratorio, usan equipos complicados, hacen muchos experimentos y amontonan hechos con finalidad de perfeccionar a la humanidad. B) El segundo de los estereotipos consiste en que son individuos brillantes que piensan, elaboran teorías, complejas y pasan el tiempo en el laboratorio alejándose del mundo y problemas. C) El tercer estereotipo equipara erróneamente a la ciencia con la ingeniería y la tecnología, e trabajo de este estereotipo esta dedicado a optimizar inventos y artefactos. Estos estereotipos limitan al estudiante para entender la ciencia, las actividades y el pensamiento del científico y la investigación general. Hay dos versiones de la ciencia: la estática y la dinámica, de acuerdo a Conant 1. La visión estática es aquella que parece influir en la mayoría de la gente común y en los estudiantes, consiste en que la ciencia es una actividad que aporta al mundo información sistematizada, el trabajo es descubrir nuevos hechos y agregarlos a la información es decir que se concibe como un conjunto de hechos que explican los fenómenos observados. 2) La visión dinámica, considera a la ciencia mas como una actividad que como aquello que realizan los científicos. Forman las bases para futuras teorías e investigaciones científicas.
B.FUNCION PRIMORDIAL DE LA CIENCIA La tarea y función primordial de la ciencia es la explicación de la naturaleza física que rodea al hombre. La ciencia se considera como la manera de ver el mundo de una manera lógica y explicativa. Este intenta comprender quienes somos como seres pensantes y entender todo lo que nos rodea y relaciona con nosotros. La ciencia nos provee de herramientas para pensar modelos conceptuales y desenvolvernos en la vida diaria. La ciencia abarca distintos campos de la realidad humana como en las ciencias sociales y las ideas que conforman la mentalidad contemporánea. Nuestra realidad y modo de percibir el mundo que nos rodea ha tenido cambios gracias a la contribución de la ciencia. El desarrollo de las sociedades modernas necesita de otras aproximaciones de conocer la realidad en la cual la ciencia ha contribuido a alcanzar logros sociales que conforman nuestra mentalidad contemporánea en las ciencias sociales, económicas, científicas, políticas, etc.
Según el doctor Héctor Luis Ávila Baray en su libro Introducción a la Metodología de la Investigación, la función suprema de la ciencia se divide en dos objetivos primordiales de la investigación científica y se denominan como: a) Encontrar respuestas y soluciones a los problemas de investigación a través de la aplicación de procedimientos científicos. b) Identificar problemas en las que se descubra la relación entre sus variables que permitan describir, explicar, pronosticar y controlar fenómenos descubriendo leyes y teorías científicas por medio de la descripción, y explicación lógica de los fenómenos. En base a lo antes expuesto, podemos considerar que la función suprema de la ciencia es la investigación, la cual se define como toda actividad propia del hombre en el cual se ha de aplicar el método científico en el marco de cualquier problema que requiera resoluciones exactas y ordenadas. En otras palabras, la ciencia es un sistema de proporciones que describen, explican y predicen los fenómenos o hechos del mundo real, cuya aplicación constituye también una herramienta de transformaciones de la realidad en beneficio del ser humano. -Aportar al desarrollo a través de la creación de nuevo conocimiento del cual puede terminar, en desarrollo tecnológico, en el invento de un nuevo producto o servicio que incremente o mejore el bienestar social. -Para unos la función de la ciencia es dar una explicación posible de los hechos. Si la ciencia los explica de las maneras satisfactorias para nuestra razón, entonces la teorías con la que se presenta dicha explicación es válida. -También hay quienes afirman que la función de la ciencia es práctica: la ciencia es un instrumento para dominar la realidad.
IMPORTANCIA DE LA CIENCIA La ciencia se ha convertido en parte de nuestra cultura y va ligada al avance tecnológico. Es importante que la divulgación científica llegue a toda la sociedad. Para ello, además de los científicos, los medios de comunicación y los museos tienen un papel de vital importancia. La historia reciente de la ciencia está marcada por el continuo refinado del conocimiento adquirido y el desarrollo tecnológico, acelerado desde la aparición del método científico. Si bien las revoluciones científicas de principios del siglo ** estuvieron ligadas al campo de la física a través del desarrollo de la mecánica cuántica y la relatividad general, en el siglo XXI la ciencia se enfrenta a la revolución biotecnológica. El desarrollo moderno de la ciencia avanza en paralelo con el desarrollo tecnológico, impulsándose ambos campos mutuamente. Dado el carácter universal de la ciencia, su influencia se extiende a todos los campos de
la sociedad. Desde el desarrollo tecnológico a los modernos problemas de tipo jurídico relacionados con campos de la medicina o la genética. En ocasiones la investigación científica permite abordar temas de gran calado social como el Proyecto Genoma Humano y de implicaciones morales como el desarrollo del armamento nuclear y la clonación. Asimismo, la investigación científica moderna requiere en ocasiones importantes inversiones en grandes instalaciones como grandes aceleradores de partículas (CERN), la exploración espacial o la investigación de la fusión nuclear en proyectos como ITER. En todos estos casos es deseable que los logros científicos conseguidos lleguen a la sociedad. ¿Y por qué es tan importante? Si consideramos la inteligencia humana como carácter distintivo del resto de las especies, podemos decir que la ciencia es la mejor representante del ser humano. Es la expresión de esa inteligencia: es la búsqueda del saber. Curiosa y paradójica parece, sin embargo, la situación precaria y desesperada que viven las ciencias en nuestro país, mendigando para poder prolongar su estancia. ¿Cuáles pueden ser las razones que empujan al actual Gobierno a darle la espalda a este campo? El motivo parece ser que el Ejecutivo no encuentra capaces a las ciencias de devolverle ningún beneficio económico a corto plazo. Sin embargo, lo hay. Los dispositivos utilizados para medir la glucemia o la patente de los tests para detectar el VIH son dos de los ejemplos que más beneficios han aportado. No obstante, no son los únicos. Hay cientos —quizá miles— de ejemplos en los que los Estados se han visto recompensados económicamente fruto de las investigaciones científicas. Señor presidente, aunque no le gusten las ciencias no puede negar su carácter como “inversión La finalidad de la ciencia es explicar los fenómenos naturales de una manera objetiva. Gracias a ella ahora sabemos por qué llueve, por qué sale el sol en las mañanas, por qué crece una planta y otro sinfín de dudas primitivas. Por tal motivo, la ciencia no se debe mantener sólo en los laboratorios, en las charlas entre investigadores y en las revistas especializadas. La ciencia debe ser un conocimiento popular y continuamente renovado. Cada principio que se exponga, cada teoría que se proponga, debe ser difundida más allá del pequeño sector al que suele informarse. La ciencia y la tecnología transforman nuestras vidas. Para explicar esto, basta decir que no vivimos como vivían hace 50 años nuestros abuelos. Vivimos en una época donde los avances tecnológicos y los descubrimientos son parte de nuestros días. Y por tal motivo, la gente debe de conocer dichos avances y descubrimientos, no sólo como información cultural o científica que sirva de material para las charlas, sino para entender los fenómenos cotidianos, y sobre todo para conocernos como seres humanos que formamos parte de un universo.