PREGUNTAS TIPO TEMAS 7, 8 Y 9 y textos de Descartes. 1. Crisis de la conciencia conciencia europea en el Barroco y aportación de Descartes Descartes a su superación.
Se suele calificar el siglo XVII, al que pertenece Descartes (1596-1650) y encrucijada entre el Renacimiento y la Modernidad, como siglo del Mercantilismo, Absolutismo, Sociedad estamental, Contrarreforma, Nueva ciencia, Barroco… (ver el significado de de cada uno de estos términos). Se está constituyendo constituye ndo la Europa moderna con la correspondiente correspondient e crisis de conciencia europea, y corresponderá a Descartes ser el heraldo de la razón para salir de la bruma de dudas que atenaza a los espíritus del Barroco: luz sobre sombras.
Crisis del orden feudal : Los nuevos descubrimientos geográficos ofrecieron oportunidades a la
expansión mercantil, desarrollo de de la banca, el crédito, crédito, las sociedades por acciones con con afán de lucro: capitalismo. La doctrina doctrina económica económica imperante, el mercantilismo, mercantilismo, política política proteccionista cuyos instrumentos son los aranceles, prima a la exportación y ayudas a la producción. La burguesía va adquiriendo peso político, con tensiones entre la clase feudal dominante y los núcleos burgueses y las masas campesinas. Crisis política de la idea medieval del Estado: instrumento de origen divino subordinado a la Iglesia y advenimiento de Estados soberanos independientes de la Iglesia con fines propios. Esta consolidación se fragua bajo la forma de Absolutismo. Reforma y Contrarreforma : Ruptura de la Cristiandad. El Concilio de Trento (1546-1563) confirmó la
escisión definitiva. La Compañía de Jesús fundada en 1539 por san Ignacio de Loyola, ex-capitán español, es aprobada por el Papa P apa Paulo III en 1540 1 540 y con su obediencia ciega ci ega al Papa desempeñará un importante papel de combate intelectual al protestantismo. protestantismo. España será defensora defensora de la causa católica, embarcada en la guerra en los Países Bajos (1567-1648) para erradicar de allí el calvinismo y que terminará con la independencia de las Provincias Unidas (Holanda). En Francia es el problema de los hugonotes, con la célebre Noche de San Bartolomé Bartolomé 23,24 de agosto de 1572). Enrique IV publica el Edicto de Nantes (1598) de tolerancia, convertido en papel mojado a su muerte en 1610. En la Guerra de los Treinta Años ( 1618-1648) que Descartes vivió como observador privilegiado, se enfrentaron dos culturas: la católicafeudal defendida por los Habsburgo (la Casa de Austria, imperante en España y el Sacro Imperio), por una parte; y la protestante-burguesa, defendida por los Países Bajos y los principados alemanes de la Unión Evangélica, por otra. No siempre estuvo de acuerdo la confesión con las alianzas, pues la católica Francia se puso de parte del bando protestante para debilitar a España y disputarle su hegemonía en Europa.
Crisis de la cultura medieval (filosofía, teología, ciencia) . Frente a ella la Nueva Ciencia que comenzó
en el Renacimiento y en la que Descartes tendrá importante importante protagonismo. En el Discurso del Método nos presenta el relato de su trayectoria vital e intelectual. El Racionalismo y Descartes será su principal representante se caracteriza por conceder primacía a la razón para conocer la verdad . Siguiendo el modelo de las matemáticas se establece como ideal i deal de conocimiento el sistema deductivo. Partiendo de unos principios evidentes (ideas innatas) se deducen el resto de las verdades. El propósito es construir un sistema de conocimiento en el que nada sea aceptado como verdadero si no es totalmente indubitable. Condición básica para ello es encontrar y aplicar el método adecuado para dirigir bien la
razón y buscar la verdad en las ciencias. La preocupación por el método, común en los orígenes de la filosofía moderna, nace sobre todo, en el campo de la investigación científica.
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2. Idea básica de los principales modelos de la filosofía moderna: Racionalismo, Empirismo, Idealismo trascendental, Idealismo Absoluto.
Ver tema 7. 2 Principales momentos momentos de la filosofía filosofía moderna. 2.1 El racionalismo (siglo XVII) . Se utiliza utiliza para designar designar la corriente filosófica filosófica del siglo XVII inaugurada por Descartes y a la que pertenecen filósofos como Spinoza, Malebranche o Leibniz, caracterizada por:2.1.1 La matemática como modelo de saber: Su ideal es de ciencia deductiva y su convicción que el ámbito del pensamiento se corresponde con el de la realidad: “el orde n y conexión de las cosas, dice Spinoza, es el mismo que que el orden y conexión del pensamiento”. pensamiento”. Su convicción de que que los ámbitos del conocimiento conocimiento y de la realidad son necesarios. 2.1.2 La autosuficiencia autosuficiencia de la razón y el innatismo de las ideas. Para los racionalistas las ideas no proceden de la experiencia sino que el entendimiento las posee en sí mismo. A esto se le denomina innatismo . 2.1.3 La noción racionalista de sustancia: Sustancia es aquello que no necesita de otra cosa para existir. Descartes sostuvo la existencia de tres sustancias, Dios, sustancia pensante y sustancia extensa. Spinosa solamente Dios o Naturaleza. Leibniz infinidad de sustancias. 22. El empirismo (siglos XVII y XVIII). Filosofía característica británica que reacciona contra el racionalismo. 2.2.1 La experiencia como fuente y límite del conocimiento: Rechazo radical del innatismo. Todo nuestro conocimiento proviene de la experiencia, que es su límite . 2.2.2 La génesis del conocimiento: Se parte de analizar as idea complejas en otras más simples estudiando cómo se forman y combinan a partir de la experiencia, estudiando sus mecanismos psicológicos. ( psicologismo ). 2.2.3 La crítica del conocimiento: Recurriendo a la experiencia como criterio se critican las doctrinas metafísicas racionalistas, llevando a Huma a posiciones escépticas. 2.4. El idealismo trascendental: Kant (siglo XVIII) . Kant realiza una síntesis entre racionalismo y empirismo llevando a cabo una crítica a la razón. 2.4.1. Sensibilidad y entendimiento: Sensibildad es la facultad pasiva de recibir impresiones (en ello se aproxima al empirismo). Entendimiento es la capacidad activa de pensar o juzgar, produciendo espontáneamente ciertos conceptos como totalidad, causa, sustancia, necesidad, etc. (en esto se acerca al racionalismo). La originalidad de Kant está en que estos conceptos producidos espontáneamente por el entendimiento (conceptos puros o categorías) son aplicables solamente a la experiencia. La experiencia, ex periencia, pues, constituye el límite de nuestro conocimiento conocimi ento teórico, de objetos. 2.4.2 El conocimiento como síntesis: fenómeno fenómeno y noúmeno: La teoría de Kant es constructivista. Lo conocido es resultado de una síntesis entre lo dado en la sensibilidad y la actividad configuradora del sujeto. Lo conocido se denomina fenómeno. Más allá de él queda la realidad tal cual es en sí: noúmeno. Kant es un idealista en tanto que el sujeto activo conforma el objeto de conocimiento. Pero idealismo trascendental, no produce el contenido del conocimiento sino que lo recibe de la sensibilidad. 2.4.3 La filosofía práctica: En la filosofía práctica se preocupa Kant de de la autonomía de la razón en el establecimiento de la ley moral. En su filosofía confluyen los temas importantes del pensamiento moderno. 2.5 El idealismo absoluto: Hegel (siglos XVIII- XIX ). Hegel trató se romper romper los límites que Kant estableció a la razón. Insistió en la actividad del sujeto (espíritu), rechazando la finitud del conocimiento impuesta por Kant. La razón no tiene límites para Hegel y no le afecta la distinción entre fenómeno y cosa en sí. Propugna un idealismo absoluto: las formas de la realidad son expresiones o manifestaciones de la propia razón. Es por ello posible un saber absoluto. El medio para ello es el método dialéctico. Su filosofía es el último gran sistema de la filosofía moderna.
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2. Idea básica de los principales modelos de la filosofía moderna: Racionalismo, Empirismo, Idealismo trascendental, Idealismo Absoluto.
Ver tema 7. 2 Principales momentos momentos de la filosofía filosofía moderna. 2.1 El racionalismo (siglo XVII) . Se utiliza utiliza para designar designar la corriente filosófica filosófica del siglo XVII inaugurada por Descartes y a la que pertenecen filósofos como Spinoza, Malebranche o Leibniz, caracterizada por:2.1.1 La matemática como modelo de saber: Su ideal es de ciencia deductiva y su convicción que el ámbito del pensamiento se corresponde con el de la realidad: “el orde n y conexión de las cosas, dice Spinoza, es el mismo que que el orden y conexión del pensamiento”. pensamiento”. Su convicción de que que los ámbitos del conocimiento conocimiento y de la realidad son necesarios. 2.1.2 La autosuficiencia autosuficiencia de la razón y el innatismo de las ideas. Para los racionalistas las ideas no proceden de la experiencia sino que el entendimiento las posee en sí mismo. A esto se le denomina innatismo . 2.1.3 La noción racionalista de sustancia: Sustancia es aquello que no necesita de otra cosa para existir. Descartes sostuvo la existencia de tres sustancias, Dios, sustancia pensante y sustancia extensa. Spinosa solamente Dios o Naturaleza. Leibniz infinidad de sustancias. 22. El empirismo (siglos XVII y XVIII). Filosofía característica británica que reacciona contra el racionalismo. 2.2.1 La experiencia como fuente y límite del conocimiento: Rechazo radical del innatismo. Todo nuestro conocimiento proviene de la experiencia, que es su límite . 2.2.2 La génesis del conocimiento: Se parte de analizar as idea complejas en otras más simples estudiando cómo se forman y combinan a partir de la experiencia, estudiando sus mecanismos psicológicos. ( psicologismo ). 2.2.3 La crítica del conocimiento: Recurriendo a la experiencia como criterio se critican las doctrinas metafísicas racionalistas, llevando a Huma a posiciones escépticas. 2.4. El idealismo trascendental: Kant (siglo XVIII) . Kant realiza una síntesis entre racionalismo y empirismo llevando a cabo una crítica a la razón. 2.4.1. Sensibilidad y entendimiento: Sensibildad es la facultad pasiva de recibir impresiones (en ello se aproxima al empirismo). Entendimiento es la capacidad activa de pensar o juzgar, produciendo espontáneamente ciertos conceptos como totalidad, causa, sustancia, necesidad, etc. (en esto se acerca al racionalismo). La originalidad de Kant está en que estos conceptos producidos espontáneamente por el entendimiento (conceptos puros o categorías) son aplicables solamente a la experiencia. La experiencia, ex periencia, pues, constituye el límite de nuestro conocimiento conocimi ento teórico, de objetos. 2.4.2 El conocimiento como síntesis: fenómeno fenómeno y noúmeno: La teoría de Kant es constructivista. Lo conocido es resultado de una síntesis entre lo dado en la sensibilidad y la actividad configuradora del sujeto. Lo conocido se denomina fenómeno. Más allá de él queda la realidad tal cual es en sí: noúmeno. Kant es un idealista en tanto que el sujeto activo conforma el objeto de conocimiento. Pero idealismo trascendental, no produce el contenido del conocimiento sino que lo recibe de la sensibilidad. 2.4.3 La filosofía práctica: En la filosofía práctica se preocupa Kant de de la autonomía de la razón en el establecimiento de la ley moral. En su filosofía confluyen los temas importantes del pensamiento moderno. 2.5 El idealismo absoluto: Hegel (siglos XVIII- XIX ). Hegel trató se romper romper los límites que Kant estableció a la razón. Insistió en la actividad del sujeto (espíritu), rechazando la finitud del conocimiento impuesta por Kant. La razón no tiene límites para Hegel y no le afecta la distinción entre fenómeno y cosa en sí. Propugna un idealismo absoluto: las formas de la realidad son expresiones o manifestaciones de la propia razón. Es por ello posible un saber absoluto. El medio para ello es el método dialéctico. Su filosofía es el último gran sistema de la filosofía moderna.
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3. Método del Racionalismo, Empirismo, Idealismo trascendental, Idealismo absoluto.
Ver tema 7. 3 Grandes temas de la filosofía moderna. 3.1 La autonomía de la razón: negativamente en cuanto que su ejercicio no se vea coartado por ninguna instancia exterior y ajena a la propia razón y positivamente en cuanto que la razón es el principio y tribunal supremo a quien corresponde juzgar de lo verdadero y conveniente, tanto en el ámbito del conocimiento teórico como práctico. 3.2 El método: Si la razón se extravía no es por incapacidad natural sino por no aplicar el método adecuado. El método es un tópico de la modernidad. Se han señalado cuatro métodos: deductivo, analítico, trascendental y dialéctico . El deductivo, de estructura matemática, característico del racionalismo. El analítico, propio del empirismo, método que Hume interpretó como una aplicación del método newtoniano al estudio de la naturaleza humana. El método trascendental de Kant que expone las condiciones que hacen posible, bien el conocimiento de los fenómenos, bien el conocimiento práctico y la conducta moral. Método dialéctico de Hegel consistente en la superación racional (síntesis) de las contradicciones (tesis-antítesis) que tienen lugar inevitablemente en toda consideración parcial unilateral de la realidad.
4. Contraposición básica entre Racionalismo y Empirismo. ¿Por qué se dice que Kant realiza una síntesis entre ambos?
En la pregunta contextual de Vinculación del Racionalismo y el Empirismo con la Nueva Ciencia se señala: “En el tema 8 del libro de texto, en su apartado 2 se describe detalladamente la Revolución Científica: el paso de un modelo geocéntrico aristotélico-ptolemaico al heliocentrismo heliocentrismo de la revolución copernicana y el modelo kepleriano-galileano. Por lo que a Descartes respecta respecta es importante el apartado 2.3 El mundo m undo como una máquina: la mecánica clásica. En las orientaciones para el texto nº 6 se habla de ello. Por su parte en el tema 7: Desarrollo y grandes temas de la filosofía moderna fijarse especialmente en el apartado 2.1 sobre el el racionalismo (siglo XVII) y 2.2 el empirismo empirismo (siglos XVII y XVIII). Es también importante en el apartado 3 Grandes temas de la filosofía moderna, la cuestión del método” método”. Entre las consecuencias de la Nueva Ciencia, según se expone en el libro texto, a partir de Galileo se renuncia a la búsqueda de explicaciones esencialistas para pasar a describir matemáticamente cómo suceden los fenómenos. Se deja de explicar por qué cae una piedra a describir cómo es su caída. La matemática es el lenguaje de la ciencia según vemos en el fragmento de El ensayador (pág. (pág. 197). Ella proporciona la estructura inteligible de la realidad. Esto implica, como defiende el mismo Descartes, que solamente las cualidades primarias son objetivas (aquellas que se pueden cuantificar, como figura, tamaño, magnitud…). En cambio aquellas cualidades que que dependen de nosotros nosotros como sabores, olores o colores son secundarias o subjetivas. Será ésta una distinción central tanto en el racionalismo como el empirismo. Se exalta el poder de la razón y su autonomía, que en el racionalismo impone sus leyes a la experiencia. Téngase en cuenta que son características esenciales del racionalismo : la matemática como modelo de saber (ideal deductivo), la autosuficiencia de la razón e innatismo de las ideas y la convicción de que el orden del pensar y el de la realidad se identifican. En Galileo esta confianza confianza en la razón matemática le lleva a afirmar que si la bola, en el el experimento del plano inclinado, no se comporta conforme a la previsión de de la razón matemática peor peor para la realidad. Es la teoría teoría la que dirige la observación. Finalmente la matematización lleva a cambiar la imagen que el hombre se hacía de sí mismo y del mundo, hacia una nueva imagen mecanicista del mundo, frente al organicismo aristotélico. La filosofía de Descartes coincide en el tiempo con la Revolución Científica. Recordar que Descartes retiró de la imprenta su Tratado del Mundo al enterarse de de la condena de de Galileo. Galileo y 3
Descartes pueden ser considerados respectivamente el uno padre de la ciencia física moderna y el otro de la filosofía. Como veremos, Descartes buscará un principio unificador que sustituya el aristotelismo no por el modelo mágico animista renacentista (ver texto nº 6), sino por un proyecto cosmológico general que explique tanto los fenómenos terrestres como celestes, intentando fundamentar la racionalidad en la metafísica, pues solo desde ella se evidencia clara y distintamente la materia como res extensa. Su propuesta mecanicista de la conservación del movimiento rectilíneo y no circular como en Galileo: inercia, es lo que va a obligar a Newton a formular la Ley de la gravitación Universal unificadora de cielos y tierra. Descartes y en general el racionalismo valora el componente matemático de esta nueva ciencia proponiendo una explicación mecanicista de la naturaleza que reduce los seres a materia extensa en movimiento. El empirismo británico muy influenciado por la ciencia de Newton, con el que culmina la Revolución Científica (recordar las fechas de 1543 y 1687, de Copérnico a Newton), plantea, frente al racionalismo continental, que la experiencia es el origen y límite del conocimiento, por lo que se preocupará por la génesis del conocimiento (psicologismo) que al no poder traspasar el límite de la experiencia desembocará en la crítica de las doctrinas metafísicas del racionalismo, llegando en Hume a un fenomenismo escéptico. Sobre Kant, según se señaló en una pregunta precedente y como se verá en uno de sus textos, Prolegómenos a toda metafísica futura , intenta una síntesis superadora del dogmatismo racionalista y el escepticismo empirista: Así, pues, disgustados del dogmatismo que no nos enseña nada, igualmente del escepticismo que, en todas parte, nada nos promete, ni aun el descanso de una ignorancia lícita; invitados por la importancia del conocimiento, del cual necesitamos, y desconfiando, tras larga experiencia, en relación a cada uno de los que creemos poseer, o de los que se nos ofrecen bajo el título de la razón pura, nos resta solamente una pregunta crítica , según cuya contestación podemos organizar nuestra conducta futura: ¿Es, en general posible la metafísica? Pero esta pregunta no debe ser respondida por objeciones escépticas contra ciertas afirmaciones de una metafísica verdadera (pues por ahora no admitimos ninguna), sino por el concepto, sólo aún problemático, de una ciencia tal... La crítica de la razón indica aquí el camino medio verdadero entre el dogmatismo, que combatía Hume, y el escepticismo que por el contrario quería introducir: un camino medio que no es, como otros caminos medios, uno que se aconseja determinar mecánicamente, con algo de uno y de otro de ambos caminos y, por el cual ningún hombre será mejor instruido, sino un camino tal que se puede determinar exactamente según principios. Kant. Prolegómenos a toda metafísica futura, 1783.
5. Método baconiano y galileano: caracterización e influencia en la filosofía moderna.
En relación al método, que es uno de los temas fundamentales de la modernidad, además de Descartes, una de cuyas obras más conocidas es el Discurso del método (fragmentos 2 y 4), además de las Reglas para la dirección del espíritu (fragmento 1) se deberán tener en cuenta las reflexiones de Francis Bacon y Galileo. Bacon (1561-1626), profeta de la tecnología, insistirá en el aspecto empírico del método, para lo que propondrá la inducción . Galileo (1564-1642) destaca el aspecto racional (ver en el libro pág. 198 su método). Descartes se sitúa en la línea galileana como es el método deductivo, propio del racionalismo. El empirismo y su método analítico se sitúa en la tradición baconiana, igual que Newton.
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Con la filosofía moderna el problema del conocimiento, la investigación de la naturaleza y el alcance del método se convierte en eje central de reflexión. La revolución científica en el campo de la astronomía y física puso de manifiesto la importancia de la matemática como ciencia que revela como funciona el universo y sus leyes en correspondencia con los cálculos de la razón. Por ello Descartes considerará conocimiento auténticamente científico aquel en que se pueda aplicar la matemática. En esta línea se pueden entender los textos que vienen a continuación.
6. Racionalización del Estado moderno: teorías del contrato: Hobbes, Locke Rousseau.
En esta época se vuelve a replantear el debate tenido lugar en época de san Agustín sobre la bondad o maldad natural del ser humano . San Agustín para hacer frente a la herejía pelagiana insistía en la maldad natural del ser humano. La actitud del humanismo renacentista fue, por el contrario, optimista y antropocéntrica, ejemplificada en el Discurso sobre la dignidad humana de Pico della Mirandola. El protestantismo, siguiendo a san Agustín, insiste en la naturaleza corrompida del ser humano, que solo por la fe y la gracia divina puede salvarse. No es por ello extraño que Lutero acuse a los católicos de pelagianos y que estos le repliquen que la fe sin obras es una fe muerta. La Contrarreforma es paradójicamente más afín al espíritu optimista del Humanismo renacentista. Este debate sobre la bondad o maldad natural humana se volverá a replantear posteriormente en relación a las teorías contractualistas de la sociedad: Rousseau (visión positiva de la naturaleza humana) frente a Hobbes (visión negativa de la naturaleza humana, con su famosa expresión homo homini lupus). Locke se encontrará en una posición intermedia entre Hobbes y Rousseau. Ver página 176-177.Racionalización del Estado moderno : la teoría del contrato . Será importante para
los dos textos de Locke
7. ¿Por qué critica Rousseau la sociedad de su tiempo, cómo entiende el estado de naturaleza y la voluntad general tras el contrato?
Ver apartado 2,3 del tema 7. Su pensamiento se enmarca en la Ilustración, interés por el hombre, la naturaleza y el ejercicio de la razón autónoma y secularizada. Pero es crítico del excesivo optimismo ilustrado fundado en el progreso, a la par que integra razón y sentimiento. Su influencia es grande en filosofía política. Según Kant descubrió la naturaleza recóndita del hombre .
2.3.1 Crítica de la sociedad : Denuncia la artificialidad de la vida social y critica la civilización, interpretada por la Ilustración como progreso. Ni el progreso ni la civilización conllevan un progreso en la felicidad y moralidad del hombre que es naturalmente bueno. Habrá que instaurar un orden nuevo. 2.3.2 Estado de naturaleza y estado social: El primero designa el supuesto estado o situación del hombre anterior a su vida en sociedad, el hombre natural bueno y feliz, independiente y libre y guiado por el sano “amor de sí”. El estado social designa la situación presente, en que el hombre se hace malo y está movido por el “amor propio” o insaciable egoísmo (deviene hombre artificial) y rige la injusticia, la opresión y la falta de auténtica libertad. El estado de naturaleza es una ficción o categoría sociopolítica, ya que tal vez nunca ha existido. Desde él se intenta comprender la génesis de la sociedad actual y enjuiciarla. 3.3.3 El contrato social: Hay dos modelos del paso de la naturaleza a la sociedad, Hobbes (1588-1679) y Rousseau. Frente a Grocio que veía en el hombre un instinto social y la sociedad una consecuencia de esto ambos creen que el hombre según su naturaleza no es social, dando prioridad al individuo. Para Hobbes el hombre es un lobo para el hombre en estado de naturaleza. En él el contrato es de sumisión y de alienación . Para Rousseau el 5
verdadero contrato es de libertad Cada uno asociándose a todos se obedece a sí mismo. Se pasa de una libertad natural a una libertad civil y política regulada por la voluntad general . En este nuevo
orden social racional y libre será posible erradicar el mal moral y realizar la perfectibilidad y la felicidad del hombre: su plena realización y salvación.
8. Factores que determinan la transformación de la sociedad en la Modernidad.
Ver en el libro de texto el tema 8, en que la Reforma , juntamente con el Humanismo y la Revolución científica son tres dimensiones esenciales del Renacimiento. La misma Reforma es un renacer (Renacimiento) a las fuentes del Evangelio. Por ello renovatio y reformatio (Renacimiento y Reforma) se encuentran entrelazadas, especialmente en el humanismo nórdico, en que la idea de reforma de la vida cristiana prevalece sobre la renovación de la cultura clásica, más propio del Renacimiento italiano. Según señalan Reale y Antiseri (Historia de la Filosofía, tomo 2.1, Herder 2010): “El Renacimiento representó un extraordinario fenómeno de “regeneración” y “reforma” espiritual, en el que el retorno a los antiguos significó revivificación de los orígenes, “retorno a los principios auténticos”, y la imitación de los antiguos se reveló la vía más eficaz para recrear y regenerarse a sí mismos”. Durante este período se produce una honda transformación en las mentes y en la sociedad europea . La apertura de horizontes es una de las manifestaciones más claras . Apertura de los límites geográficos con el descubrimiento de América, con todo lo que implica, posibilitado por nuevos descubrimientos técnicos como la brújula, carabela, etc. Apertura hacia el pasado, restaurando la tradición grecolatina. Apertura cultural hacia nuevos ámbitos de la población mediante la imprenta. Apertura aeroespacial, mediante el descubrimiento del telescopio (en 2009 se celebró el año de la Astronomía, debido al 400 aniversario de este acontecimiento). Consolidación de los Estados nacionales, en donde tiene importancia nuevos descubrimientos técnicos, como la pólvora. Según señalaba la versión de Historia de la filosofía para C.O.U. de Navarro Cordón y Calvo Martínez de 1979, todos estos acontecimientos: “Se encuentran estrechamente relacionados entre sí, se condicionan recíprocamente, y no podía ser de otro modo, ya que la cultura, ciencia, política y economía no son ámbitos aislados en el seno de una sociedad. Repárese en la siguiente cadena de influencias (que no ha de ser interpretada de un modo puramente lineal): la utilización del cañón contribuye al triunfo definitivo de las monarquías sobre la nobleza, a la vez que plantea problemas de balística y estudio de las trayectorias de los proyectiles, que impulsan el desarrollo de la Física; las monarquías, a su vez, apoyan a la burguesía y son apoyadas por ésta frente a la nobleza; los Estados nacionales, por su parte, apoyan la Reforma o la combaten según intereses (la Reforma prosperó en aquellos países en que fue apoyada por el poder político y fracasó en los restantes); la fragmentación definitiva de Europa en estados nacionales origina nuevas formas de equilibrio entre los mismos: de este hecho, y de las guerras y colonización de América, surgen problemas teóricos nuevos relativos al Derecho Internacional, y discusiones de los filósofos acerca de las condiciones en que la guerra es justa, etc. (Este es el ámbito e que los filósofos españoles – especialmente el jesuita Suárez y el dominico Vitoria- contribuyeron de forma más notable al pensamiento europeo: ambos se ocuparon de cuestiones jurídicas y políticas y tal vez no sea exagerado considerarlos como iniciadores del Derecho Internacional.)
9. El Renacimiento filosófico: caracterización y cita de un autor de cada modelo: platonismo, aristotelismo, estoicismo, epicureísmo, escepticismo.
Ver Libro. Tema 8 1.2
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10. La política y el derecho: Tomás Moro y Maquiavelo.
Ver Libro Tema 8 1.4 11. Virtud y Fortuna en Maquiavelo.
Ver Libro tema 8 1.4 12. Semejanzas y diferencias entre Reforma y Contrarreforma .
Ver pregunta contextual Renacimiento Reforma y Libro tema 8 1.3 En la Orientaciones se dice: En relación al tópico que nos ocupa, para el gran humanista que fue Erasmo, amigo entre otros de Tomás Moro, la verdadera filosofía es la práctica de la vida cristiana, cuyo camino Cristo nos enseñó. Con Erasmo el Humanismo es especialmente religioso y cristiano. Expresa los anhelos de reforma de la Iglesia, reaccionando contra la corrupción e inmoralidad de la época, defendiendo un cristianismo interior, según la metáfora del cuerpo místico en la cual todos constituimos miembros de un mismo cuerpo cuya cabeza es Cristo. Luchó por un cristianismo que vuelve a las fuentes neotestamentarias, que él mismo se encargó de editar. Sus libros, escritos en un elegante latín, fueron leídos por toda Europa. El erasmismo es, en palabras de Abellán, mucho más que un movimiento religioso, siendo su significación múltiple: cultural política y filosófica y fue enorme su fama en España, hasta tal punto que de él, conocido en su tiempo como príncipe de los humanistas, se ha dicho: Quienquiera que no es amigo de Erasmo, quien no le hace acatamiento y reverencia, sin duda será juzgado por indocto o envidioso o por hombre malo o por supersticioso… semejante a aquellos que injustamente acusaron a Cristo .
Muchas de las críticas de Erasmo a la religiosidad convencional serán recogidas por Lutero (14831546), responsable de la ruptura con Roma, el cual: a) expresa el deseo de renovación religiosa y la necesidad de regeneración típica del Renacimiento; b) lleva a sus últimas consecuencias el principio humanista de retorno a los orígenes, presentando el retorno al Evangelio como revolución y destrucción de la tradición cristiana; c) rompe con la tradición y la especulación filosófica, confiando la salvación exclusivamente a la fe. Son puntos fundamentales de la teología luterana: 1) La doctrina de la justificación a través de la sola fe. Después del pecado de Adán el hombre no puede hacer nada por sí solo y su salvación depende exclusivamente del amor divino. La fe consiste en comprender esto y confiarse totalmente a Dios. Recordar lo visto sobre esto en san Agustín, que influye extraordinariamente en Lutero. 2) La doctrina de la infalibilidad de la escritura, considerada la única fuente de verdad. Por el contrario la jerarquía eclesiástica y toda la tradición no hacen más que obstaculizar la comprensión del texto sagrado. 3) La doctrina del sacerdocio universal y del libre examen de la escritura. No hay necesidad de mediaciones entre Dios y el hombre. Cualquier hombre puede predicar la palabra de Dios. Reformistas como Calvino (1509-1564) insistirán en la doctrina de la predestinación. La Reforma marcará la historia del cristianismo a lo largo de la Edad Moderna, siendo el segundo cisma entre los cristianos . El primero fue el medieval que separó a ortodoxos de católicos (1054).
Recordar que entre los factores que determinan el cambio de la sociedad europea en la modernidad 7
además de los señalados perfeccionamientos técnicos, la revolución científica y su método, la constitución de los Estados nacionales y la propia Reforma se ha venido señalando la importancia que en el ámbito cultural ha tenido el concilio de Florencia-Ferrara (1438), al que acuden teólogos de Oriente, conocedores de la lengua griega y expertos en filosofía y textos griegos. Poco después cae Constantinopla (1453) lo que obliga a los intelectuales orientales a emigrar a Italia. Ambos acontecimientos constituyen factores importantes en el desarrollo del Humanismo. Uno de los personajes que colaboró en el intento de unión de las Iglesias fue el que ha sido considerado de los últimos medievales y de los primeros modernos, Nicolás de Cusa (1401-1464). Un amigo suyo Giovanni Andrea de Bussi usa por primera vez, en 1469, la expresión media tempestas (Edad Media) para referirse a la conciencia de un nuevo tiempo que está alboreando, el Renacimiento. La Contrarreforma o Reforma de la propia Iglesia pretenderá la regeneración de la Iglesia desde
dentro. Doctrinalmente condena los errores del protestantismo y establece su doctrina en el Concilio de Trento (1545-1563). Se establecen una serie de medidas coercitivas como la Inquisición romana (1542) y la compilación del Índice de libros prohibidos. Destacado protagonismo activo en defensa de la Contrarreforma tendrá la Compañía de Jesús fundada en 1540 por un ex-capitán de los tercios españoles, san Ignacio de Loyola, que incluye como cuarto voto la obediencia ciega al Papa, añadido a los de pobreza, castidad y obediencia. Se produce asimismo una renovación o Renacimiento de la Escolástica, en donde destaca la figura del jesuita, nacido en Granada en 1548 y enterrado en la Iglesia de la Compañía (san Roque) de Lisboa, 1617, Francisco Suárez, que ha influido enormemente en la filosofía moderna, empezando por el propio Descartes. Recuérdese que el colegio de la Flèche estaba regentado por los jesuitas. Estrechamente ligado a la Contrarreforma se encuentra el Barroco con sus efectos escenográficos encaminados a promover la fe de los fieles. Se i nsiste en la vanidad de la vida y la preocupación por la muerte.
13. Características del modelo geocéntrico aristotélico-ptolemaico.
Ver libro de texto tema 8 2. 14. Aportación básica de Copérnico, Kepler, Galileo y Newton.
Ver libro de texto tema 8 2 15. Paradigmas cosmológicos en la modernidad
Ver orientaciones a texto nº 6. El paradigma organicista se apoyaba en la cosmología de Aristóteles, la medicina de Galeno y la astronomía de Ptolomeo. Era hegemónico en las universidades europeas. El concilio de Trento (15431563) le dio un fuerte apoyo al adoptar a Aristóteles y santo Tomás como guías en filosofía y teología. En al campo de la medicina cosechó éxitos en Padua con Andrés Vesalio (1514-1564) y William Harvey (1578-1657). El paradigma mágico-estético o neoplatónico : Influenciado por los escritos herméticos atribuidos a Hermes Trismegisto, portadores de una supuesta sabiduría divina acerca del mundo y la Cábala con sus misteriosas cifras. Este modelo influyó en autores como Copérnico, Kepler e incluso el propio Newton. La alquimia y el magnetismo se sitúan también en este modelo, tratando de buscar causas ocultas. El paradigma mecanicista que fue el que salió victorioso y orientó el desarrollo de la ciencia moderna hasta el siglo XIX. Se caracteriza por: a) identificar lo material con una máquina, criticando las fuerzas ocultas. b) rechazar las causas finales del paradigma organicista, reduciendo todo a causas eficientes. 8
Sus fuentes se remontan a Arquímedes y los ingenieros del Renacimiento como Tartaglia o Leonardo da Vinci. En este modelo se sitúa tanto Descartes como Newton. La revolución científica de la modernidad se realizó en la lucha entre estos tres modelos o paradigmas que se contaminaron mutuamente. El Newton “oculto” es el ejemplo más claro de ello. En el mundo cartesiano descrito en términos de res extensa, la noción de sustancia, tal como se presenta en el fragmento, no desempeña un papel relevante en que todo se explica según las leyes reseñadas que describen el movimiento de partículas por choque o engranaje según sus diferentes tamaños y figuras y mediante esquemas geométricos. En esta concepción de la ciencia moderna la noción tradicional de sustancia y atributos es casi redundante . En su metafísica, sin embargo, este andamiaje conceptual tradicional desempeña un papel mucho más importante y no hay que olvidar que según nos presenta en la introducción a Los Principios, la raíz de la física es la metafísica. Tal es al caso de su concepción antropológica. El cuerpo humano es considerado como una máquina, que al estar situada en el espacio y reducirse a los diversos modos de la extensión, se agota en movimientos discernibles geométricamente, según las leyes de la necesidad. El cuerpo humano, a diferencia del de los animales, está unido al alma a la que puede afectar, pero es una sustancia independiente del cuerpo. Con este dualismo radical Descartes pretende sustraer al alma del cumplimiento de las leyes necesarias del universo mecanicista, salvando la dimensión de la libertad. El problema que tendrá que resolver es el de cómo se comunican ambas sustancias, que por serlo poseen autonomía propia. El lugar de la interacción entre ambas será la glándula cerebral denominada pineal. Un ejemplo claro de dicha interacción es el complejo mundo de Las pasiones que son afecciones que afectan al alma pero tienen su origen en el cuerpo. Son involuntarias e irracionales y habrá que controlarlas y encauzarlas adecuadamente, pues de lo contrario nos harán perder libertad. Ver libro de texto tema 8 y orientaciones a texto 6.
16. Modelo de Mundo en Descartes: sus leyes del movimiento.
Ver Libro tema 8 2.3 El mundo como una máquina: la mecánica clásica Aunque en una epoca posterior al Renacimiento, conviene que anadamos algunas notas sobre el mecanicismo de Descartes y la física de Newton para completar la exposition de la R evolucion Cientifica.
2.3.1 La máquina cartesiana del mundo
El siglo XVII vio triunfar en Europa la Revolucion Cientifica iniciada por Copernico, Kepler y Galileo. A los esfuerzos de estos pioneros por instaurar un metodo experimental, y a su insistencia en valorar la precision y exacti-tud de las matematicas,se agrega una cosmovision de miras tan ambiciosas como las del derruido sistema aristotelico: la filosofia mecanicista de Descartes . Podemos agrupar así los rasgos esenciales de este mecanicismo: 1) Solo existe lo matematizable: figura, tamano y movimiento, que son las cualidades primarias. Las otras
cualidades quedan reducidas al ámbito de lo subjetivo. 2) Por tanto, las «cosas» naturales se reducen a masas puntuales moviéndose en el espacio euclídeo (infinito,
isotopico y tridimensional). 3) Toda action y reaction deben ejercerse mediante choque o impulso. En todo caso, por contacto. Es suficiente describir matematicamente las leyes que rigen estos movimientos y acciones; el ambito de la causalidad se reduce a la causa eficiente, y esta, a la función que relaciona dos variables. 4) El tiempo deviene un concepto secundario, desde el momento en que el lugar de la ubicacion de las masas es un espacio infinito: el punto de partida de un movimiento (medida del tiempo) es arbitrario y reversible.
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5) Los principios que rigen la inmensa maquinaria del sistema son el de inercia y el de conservation de la cantidad de movimiento.
Como consecuencia de estos postulados del mecanicismo cartesiano, la física queda subsumida en la cinemática (desplazamiento de masas puntuales en un espacio infinito). Así, aunque Descartes enunció por vez primera, explícitamente, la ley de inercia (principio fundamental de la física), le fue imposible introducir en su sistema las consideraciones dinámicas de Galileo (caída de los graves) y de Kepler (segunda ley). Por otra parte, su repudio de las cualidades ocultas lo llevó, necesariamente, a postular un espacio lleno (acción por contacto). El descubrimiento de fuerzas aparentemente actuantes a distancia (gravedad, magnetismo y electricidad) quedaba reducido en su sistema a la imaginería, no matemática, de los torbellinos.
En Orientaciones texto 6 se señalaba: El mundo es entendido como un gran artefacto mecánico, como un reloj, en que todo funciona por engranajes. Dios ha creado el universo de materia inerte y le ha dado un impulso inicial que sigue conservando. La materia es homogénea y divisible indefinidamente. No existe el vacío y el movimiento se transmite por contacto, según las tres leyes del movimiento: a) Ley de la inercia: un cuerpo no cambia su estado de movimiento o reposo a menos que choque con otro. b) Ley de dirección del movimiento: la materia se mueve en línea recta a menos que choque con otro cuerpo. c) Ley de conservación del movimiento: la cantidad de movimiento se mantiene constante entre dos cuerpos que chocan. Esta física especulativa, después de su intento de ser alternativa al modelo organicista de procedencia aristotélica sería abandonada y sustituida por la de Newton, tras una larga polémica entre continentales y británicos. Estamos en un momento, en palabras de Kuhn de “ciencia extraordinaria” en que simultáneamente conviven varios paradigmas: el paradigma organicista, el paradigma mágico-estético o neoplatónico y el paradigma mecanicista que fue el que salió victorioso y orientó el desarrollo de la ciencia moderna hasta el siglo XIX. Se caracteriza por: a) identificar lo material con una máquina, criticando las fuerzas ocultas. b) rechazar las causas finales del paradigma organicista, reduciendo todo a causas eficientes. Sus fuentes se remontan a Arquímedes y los ingenieros del Renacimiento como Tartaglia o Leonardo da Vinci. En este modelo se sitúa tanto Descartes como Newton.
17. Semejanzas y diferencias entre la física cartesiana y newtoniana.
En el Libro tema 8 2.3 tras la exposición del modelo cartesiano se exponía en 2.3.2 Antecedentes de la fisica de Newton
La segunda mitad del siglo XVII estuvo ocupada enteramente en un esfuerzo de renovación mental pocas veces igualado en la historia, encaminado a conciliar en un sistema unitario los descubrimientos parciales de estos grandes hombres: Se trataba de conjugar la geometría analítica cartesiana con el concepto dinámico de derivada del tiempo, implícitamente descubierto por Galileo. Asistimos, así, a los albores de la noción de razón empírico-analítica. El resultado, decisivo en la historia de la matemática, fue la invention del cálculo infinitesimal.
1) Se trataba, también, de asignar una causa física a las leyes empíricas de Kepler. El resultado sería el descubrimiento de la teoría de la gravitatión universal. 10
2) Había que combinar la cinemática cartesiana con la dinámica en un único sistema físico: la mecánica . 3) Por último, había que introducir en el edificio de la mecánica fuerzas como el magnetismo y la electricidad , incompatibles con el universo inerte de Descartes. Estas cuatro conquistas, pilares del inmenso edificio de la ciencia moderna, se agrupan en torno a un hombre: Sir Isaac Newton.
2.3.3 Newton: el sistema del mundo La inducción, metodo de la ciencia
Newton dio un giro decisivo a la filosofía natural (física), abandonando el racionalismo de los pioneros y cumpliendo, mas bien, el programa empirista iniciado por Francis Bacon . Con Newton, la matemática deja de ser el fundamento para convertirse en un medio auxiliar: la geometría nace de la mecánica y sin ella no tiene sentido . La ciencia no comienza, pues, con una demostración matematica, sino con una constructión a partir de lo sensible. El metodo de la ciencia, afirma Newton frente al racionalismo continental, es la induccion. La tercera regla del filosofar de Newton trata del «principio de induction (o, mas exactamente, de transduction: paso de lo observable a lo inobservable). En esta tercera regla se abandonan, por un momento, los aspectos metodologicos para mostrarnos la estructura de la materia. Se trata de un claro atomismo del que se excluye explícitamente toda afirmacion de vivacidad o actividad por parte de la materia. La atracción de la gravedad es extrínseca a los cuerpos. Tesis fundamentales de la mecanica clasica
Entre las principales tesis de la mecanica clasica con implicaciones filosoficas, tanto en su aspecto ontológico como epistemológico, hay que senalar las siguientes: 1) Todo objeto tiene una consistencia y existencia permanentes en el tiempo. Kant estableció que uno de los principios que regulan los objetos de la naturaleza ffsica es la « permanencia de la sustancia. 2) «La naturaleza no da saltos». Es el «principio de continuidad de la naturaleza», en consonancia con
la continuidad del tiempo y del espacio. 3) Las cualidades y las magnitudes atribuibles a cada objeto en tanto que sustancia tienen un valor definido en todo tiempo. El objeto tiene tales magnitudes. 4) El estado y las reglas o principios que regulan el estado y su cambio es independiente de la observation y la medida que pueda llevar a cabo cualquier investigation o experimento. 5) La naturaleza esta regida por el « principio de causalidad»: nada sucede sin razón, nada acontece sin
una causa; es decir, sin una regla que determina los objetos y que permite predecir todo suceso. Por ello, se habla de la concepcion mecanicista y determinista de la naturaleza.
18. ¿Qué analogía se puede encontrar entre Descartes Don Quijote y Velázquez?
En la primera de las seis partes de que se compone el breve ensayo del Discurso del método, Descartes narra su camino hacia la subjetividad: lector de libros bajo preceptores que dirigen su formación; aprendizaje en el gran libro del mundo como soldado-viajero; y constitución como sujeto (autor). El momento, de la salida al mundo, después de desligarse de la tutela de sus preceptores, 11
nos dirá que entra en escena enmascarado ( larvatus prodeo) como los comediantes. Viaja enmascarado de soldado, pero no es un soldado sino un filósofo en busca de la verdad. Y de igual modo que Don Quijote de Cervantes, que después de haber dedicado su vida a la lectura, decide salir a “leer” el mundo; Descartes, después de haber estudiado varios años en el gran l ibro del mundo, viajando por Europa en guerra, fabula el mundo a partir del orden siguiendo una rigurosa deducción del espíritu a partir de intuiciones primeras. Nos encontramos ante una episteme representacionista , de la que es paradigma, en palabras de Foucault, Las Meninas de Velázquez, contemporáneo suyo, que introduce al espectador como un personaje más, como representación en la representación, típico del gran teatro que es el mundo en el Barroco. Del mismo modo que Velázquez, pintor de individualidades, elemento fundamental de la consolidación burguesa, el cual reduce la pintura a visualidad; Descartes, en el cuadro que nos muestra de su vida, reduce el pensamiento a racionalidad. La misma idea de “idea”, en esta episteme representacionista, dejará de ser lente a través de la cual miramos el mundo para ser espejo que lo representa.
19. Definición de método y reglas del método en Descartes. ¿Qué otros métodos critica en el texto 2 de la selectividad? Las Reglas son la primera formulación del método, esa invención admirable, que se le había revelado en los sueños del mes de noviembre de 1619 , fuente de verdad de todos los conocimientos; el
primer proyecto de refundación de la filosofía. La preocupación por el método es común en la época por la exigencia de salida de la crisis (ante la pérdida de certezas, entre otras, a causa de las guerras de religión, que Descartes vivió como
observador privilegiado). Por ello, además de metódica, la razón moderna aspirará a certezas absolutas, por lo menos en su versión racionalista. El saber se buscará desde el sujeto: una cierta vuelta agustiniana hacia el interior del hombre, siendo la matemática el modelo de saber. Así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz.
Las cuatro reglas o preceptos que presenta en el fragmento del texto 2 pretenden la universalización
del método geométrico a cualquier ciencia. El primer precepto, de la evidencia, insiste en evitar la precipitación y la prevención. La precipitación de aceptar algo que no se vea clara y distintamente, lo cual es causa de error. La prevención es el error contrario de no aceptar la evidencia por exceso de desconfianza. La causa del error, tanto en un caso como en el otro, es la voluntad que decide, no la razón que bien ordenada puede descubrir la verdad. El método es necesario, decía en las primeras líneas del Discurso porque si nos equivocamos no es por falta de razón sino por no aplicarla bien. Formula como criterio de verdad la claridad y distinción: la claridad es la nítida presencia de un conocimiento en la mente, la distinción el hecho de estar perfectamente singularizado. La evidencia, caracterizada por las notas de claridad y distinción, permitirá a Descartes identificar la certeza (subjetiva) y la verdad (objetiva), con lo que se produce el giro del ser al sujeto típico de la modernidad. El segundo precepto, análisis, pretende descomponer minuciosamente los problemas hasta reducirlos a ideas simples, claras y distintas. El racionalismo cartesiano, según señalábamos en las Reglas, se basa en una gnoseología de lo simple para poder evidenciar clara y distintamente cada elemento. Esto permite descubrir el orden subyacente de la verdad.
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El tercer precepto, síntesis, explica la vía de la deducción, como una cadena de evidencias, que parte de ideas claras y distintas para llegar al conocimiento de lo más complejo, con la misma claridad y distinción de los principios de que se parte, con lo cual se presenta el orden de la exposición o demostración de la verdad. El cuarto precepto, enumeración , tanto del análisis como de la síntesis es extender la evidencia de la intuición a la deducción. Encaminado a comprobar si hemos cometido algún error, siendo, por tanto, un mecanismo de control. En el texto número dos se señala la necesidad de un nuevo método que supere las insuficiencias de los otros tres de los que ha estado hablando. Son éstos la lógica tradicional , que encamina el recto uso de la razón pero no sirve para descubrir nuevas verdades. El análisis de los geómetras para el descubrimiento de nuevas verdades, pero que al operar sobre figuras tenían que recurrir más a la imaginación que a la razón. El álgebra de los matemáticos modernos , con reglas claras y fijas estrictamente aplicadas, representando los razonamientos por símbolos, pero que es un arte confuso. Efectivamente, unas líneas más arriba del fragmento extractado nos confiesa: Había estudiado, siendo más joven, entre las partes de la filosofía, la lógica, y entre las de las matemáticas el análisis de los geómetras y el álgebra, tres artes o ciencias que parecía debían contribuir en algo a mi propósito. Pero examinadas advertí que, con respecto a la lógica, sus silogismos y la mayor parte de las demás instrucciones sirven más bien para explicar a otros las cosas que se saben… En relación con el análisis de los antiguos y el álgebra de los modernos, aparte de no extenderse sino a materias muy abstractas y que parecen carecer de todo uso, el primero está siempre tan constreñido a la consideración de las figuras, que no puede ejercitar el entendimiento sin fatigar en mucho a la imaginación; y, en la última, de tal modo se está sometido a ciertas reglas y a ciertas cifras, que ha llegado a ser un arte confuso y oscuro, que confunde el espíritu en lugar de ser una ciencia que lo cultive.
20. Breve exposición de la evolución del sistema cartesiano de las Reglas a Las pasiones del alma. (ver Orientaciones a texto nº 1)
En una obra también inconclusa, como las Reglas, la ya mencionada Descubrimiento de la verdad mediante luz natural , Descartes seguirá con el proyecto iniciado en las Reglas como un intento de explicarlo todo desde la verdad, a cuya meta se encaminaban las Reglas. El nuevo proyecto se abre con la doctrina de las verdades eternas. Dios crea las verdades eternas y éstas fundan las verdades matemáticas y éstas las físicas. Las verdades eternas lo son porque Dios libremente así lo ha querido. Descartes está abriendo un nuevo camino a la metafísica. No es como en Aristóteles ir más allá de la física, sino fundamentar la física, considerando la veracidad divina como el fundamento. En otra obra que tampoco publicó en vida, El Mundo, presenta en esta línea el proyecto de explicar el orden que Dios ha impreso en lo que nosotros comúnmente denominamos naturaleza. Establece una equivalencia entre las leyes de la naturaleza y verdades eternas y son éstas las que nos enseñan que Dios ha creado todo según el número, peso y medida, que no es otro que el orden y medida a que se refieren la Mathesis universalis. Parte de El Mundo es el Tratado del hombre, en que pretende presentar una fábula sobre el hombre al estilo de la del Mundo, en que se rompe con el modelo orgánico aristotélico y que sirve de referente para ver cómo va madurando el pensamiento de Descartes hacia el yo como una cosa cuya esencia es ser pensante. El Discurso del método de 1637 planteará ya como resumen de la totalidad de su filosofía qué es el hombre y el lugar que éste ocupa en el mundo con vistas a encaminarlo hacia el descubrimiento de la verdad.
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La exposición del sistema se realizará en tres obras fundamentales: Meditaciones metafísicas, Los principios de la filosofía y Las pasiones del alma. Detrás de cada una de ellas está el yo con su forma correspondiente: yo pensante en Meditaciones y Principios y yo sentiente en Las pasiones.
21. Mathesis universalis versus Dios como fundamento en Descartes.
La pretensión es encontrar esa ciencia general, expresión de la razón metódica que sea aplicable a todos los ámbitos de la realidad: llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz, dice Descartes en la última línea del fragmento de las Reglas. Ello nos pone en relación con la Mathesis universalis . En la misma regla IV Descartes distingue entre Mathesis vulgaris y universalis . En la segunda, dice, se contiene todo aquello por lo que las otras ciencias son llamadas partes de la matemática. Es la más excelente expresión y ejercicio de la razón, el saber del orden y de la medida. Mathesis universalis no es el conjunto de saberes matemáticos, sino el modo de saber que posibilita tanto éstos como cualquier otro saber científico : “que explica todo lo que pueda buscarse acerca del orden y la medida
no adscrito a una materia especial”. Saber, por tanto, que remite a la razón como fundamento, con el orden como su forma de proceder y apoyándose en lo simple. La primacía de lo simple, gnoseológicamente, es otro rasgo característico del método, que va de la mano de la preeminencia del conocimiento intuitivo y del matematicismo . Es lo que nos permite el conocimiento claro y distinto . Las proposiciones simples, dirá en la regla V, son conocidas por sí mismas, con evidencia total e inmediata, a partir de lo que se puede iniciar el proceso deductivo. Se produce pues una interconexión entre las nociones de orden, matematicismo y simplicidad: Determiné, dice Descartes, observar un orden tal en la búsqueda del conocimiento de las cosas, que comenzando siempre desde las cosas más simples y más fáciles, nunca avance hacia otras, hasta que en aquellas me parezca que no queda nada que pudiera ulteriormente echarse de menos. Por ello la Mathesis universalis es el método de todo saber en cuanto que busca los elementos simples de que consta y en que se apoya toda ciencia . Es la exigencia de la razón en su proceder porque la luz natural de la razón es siempre la misma, operando con leyes idénticas, sean cuales sean los objetos sobre los que opere. El tópico del saber universal, como motor del método es lo característico del racionalismo. Como se señaló en la pregunta anterior la exposición del sistema se realizará en tres obras fundamentales: Meditaciones metafísicas, Los principios de la filosofía y Las pasiones del alma. Detrás de cada una de ellas está el yo con su forma correspondiente: yo pensante en Meditaciones y Principios y yo sentiente en Las pasiones. A Dios se llega por medio de la idea innata que de él tenemos. Plantea la cuestión de qué es más relevante: si Dios o el yo pensante y en relación a la evidencia de uno y otro el problema del círculo vicioso que se la ha reprochado : la prueba de la existencia de Dios presupone la verdad de la certeza intuitiva, que ha de garantizarse por la demostración de Dios. Ello plantea el problema de en dónde se encuentra el fundamento: si en el método con la mathesis como modelo, o en la metafísica y su referencia a Dios como garante de la verdad . En su defensa señala Descartes que habría que
diferenciar lo evidenciado actualmente y lo que recordamos haber evidenciado. De este segundo tipo, de lo que recordamos por la memoria haber evidenciado, es Dios garantía y siendo veraz es imposible que nos haya creado sin que nos podamos fiar de la luz natural de la razón. En conversación con Burman dice: Si ignorásemos que toda verdad procede de Dios, por muy claras que fuesen nuestras ideas, no sabríamos que son verdaderas y que no nos equivocamos, lo cual, ocurriría cuando no les prestamos la debida atención y sólo recordáramos haberlas percibido clara y distintamente. Pero cuando prestamos la debida atención a esas verdades no podemos dudar de ellas, aunque ignoremos que Dios es; pues de otro modo no podríamos demostrar que Dio s es.
22. Contenido de cada una de las Meditaciones metafísicas de Descartes. 14
Igual que el Discurso del método, las Meditaciones metafísicas se componen de seis partes. En la primera meditación se proponen las razones por las cuales podemos dudar de todas las cosas. En la segunda se trata de la naturaleza del espíritu humano En la tercera de Dios; que existe. La cuarta trata de lo verdadero y lo falso. La quinta de la esencia de las cosas materiales, y otra vez de la existencia de Dios. La sexta de la existencia de las cosas materiales, y de la distinción real entre el alma y el cuerpo. En esta obra Descartes expone el núcleo de sus ideas metafísicas. Su título completo, originariamente en latín, traducido posteriormente al francés es: Meditationes de prima Philosophia, in qua Dei existentia et animae inmortalitas demonstrantur ( Meditaciones sobre la filosofía primera, en la que se demuestran la existencia de Dios y la inmortalidad del alma) En las tres primeras meditaciones se establecen tres etapas claramente definidas: si dudo, es que pienso; pienso, luego soy; si yo soy, ser imperfecto, tiene que existir Dios como ser perfecto y no falaz y sólo la existencia de Dios garantizará la certeza metafísica de nuestras ideas, cuya clasificación en adventicias, facticias e innatas establecerá en la tercera meditación, a partir del hecho de que son el contenido del pensar. Al principio de la cuarta meditación se traza el camino que nos lleva de la certeza de Dios, alcanzada en la tercera meditación, al conocimiento de la realidad de las cosas y del mundo. Descartes está invirtiendo el argumento cosmológico: no se demuestra a Dios, como en las vías tomistas, de las cosas a su causa primera; sino de la evidencia de Dios se llega al conocimiento de las cosas. La metafísica, que tiene por objeto de estudio a Dios y al alma (recuérdese los precedentes agustinianos) es el fundamento del conocimiento de la naturaleza. El conocimiento y dominio de la naturaleza es el gran objetivo del hombre moderno, pero el fundamento de ello es la veracidad divina, que se demuestra en la quinta meditación y con nuevos argumentos su existencia . En la sexta meditación se recupera el mundo con todos sus componentes sensibles : en un primer momento como posibilidad (momento físico-matemático ), en un segundo momento como probabilidad (momento imaginativo) para culminar en el tercer momento (momento sensitivo ) en que recuperamos, gracias a
Dios, con seguridad el mundo que habíamos puesto entre paréntesis.
23. Descartes: de la duda a la primera verdad y el criterio de certeza: niveles de la duda metódica.
Ver Libro tema 9. 1.1.1 La duda metódica El punto de partida ha de ser una verdad absolutamente cierta., que exige la tarea de eliminar todos los conocimientos y creencias que no estén dotados de una certeza absoluta. La duda metódica es exigencia del método en la búsqueda de un fundamento absoluto. El primer nivel de la duda es la de los sentidos que nos inducen a veces a error. Cabe dudar de que las cosas sean como las percibimos, pero ello no elimina la existencia de las cosas que percibimos. De ahí que Descartes añada una segunda razón para dudar: la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño. Este nivel permite dudar de la existencia de las cosas pero no de las verdades como la matemática. Pero un Dios omnipotente podría que yo me engañe en estos conocimientos, aunque cabe echar mano de su bondad infinita que no querrá engañarme. Pero aún así a veces me he engañado, con lo que si postulo un Dios engañador la duda queda en el aire. Por ello radicalizando la duda se plantea la hipótesis de un genio maligno , que usa toda su industria en engañarme. 1.1.2 La primera verdad y el criterio. La duda parece abocar al escepticismo, pero se encuentra una verdad absoluta: la existencia del propio sujeto que piensa y duda. Si pienso que el mundo existe, tal vez me equivoque en cuanto a la existencia del mundo, pero no cabe error en cuanto que yo lo pienso:; igualmente puedo dudar de todo menos de que duco. Mi existencia, pues, como sujeto que piensa (que duda, que 15
se equivoca, etc.) está exenta de todo error y de toda duda posible. Descartes lo expresa con su célebre frase: Pienso, luego existo . De ahí deduce Descartes su criterio de certeza: todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y, por tanto podrá afirmarse con inquebrantable certeza. Ver texto número 3.
El presente fragmento, de la segunda Meditación, trata del descubrimiento del cogito como la primera verdad, clave del proyecto maduro cartesiano, el punto de apoyo que Arquímedes necesitaba. Comienza diciendo el fragmento: Así pues, supongo que todo lo que veo es falso; estoy persuadido de que nada de cuanto mi mendaz memoria me representa ha existido jamás. Unas líneas más arriba iniciaba la meditación del siguiente modo: Mi meditación de ayer ha llenado mi espíritu de tantas dudas, que ya no está en mi mano olvidarlas... Arquímedes, para trasladar la tierra de lugar, sólo pedía un punto de apoyo firme e inmóvil; así yo también tendré derecho a concebir grandes esperanzas, si por ventura hallo tan sólo una cosa que sea cierta e indubitable .
Se está refiriendo al proceso de la duda metódica desarrollada en la primera meditación, en sus cuatro niveles: duda de los sentidos, hipótesis verosímil del sueño, Deus deceptor (Dios engañador) e hipótesis hiperbólica del genio maligno . En el fragmento se refiere a ello al decir: Cierto que hay no sé qué engañador todopoderoso y astutísimo, que emplea toda su industria en burlarme.
La ficción de este genio maligno permitirá transformar el absolutismo teológico de la omnipotencia divina ockamista desde una epistemología nominalista (recuérdese a los físicos de París del XIV) a la moderna del saber científico (hipotético-deductivo) y correlativamente transforma la crisis de certeza de final de la Edad Media en una nueva experiencia de certeza que inaugura el racionalismo . El fragmento trata pues de la duda a la primera certeza . Es la primera verdad cierta de un sujeto que se experimenta existiendo. Hay que tener en cuenta que Descartes identificará certeza y verdad. La formulación no es la de la IV parte del Discurso del método: “pienso, luego existo”, sino “ yo soy, yo existo” (ego sum, ego existo) , poniendo como punto de partida la existencia. El cogito, dirá Descartes, no es una inferencia sino una experiencia y cuando alguien dice “yo pienso, luego soy o existo”, tampoco deduce la existencia del pensamiento por un silogismo, sino por una simple intuición. En relación a este carácter existencial del cogito se ha señalado la analogía con la metafísica del Éxodo, cuando Dios se presenta ante Moisés en la zarza ardiendo: “Yo soy el que soy”, en que se inspira santo Tomás para definir el constitutivo formal de Dios. Con el cogito, igual que en las pruebas tradicionales de la existencia de Dios se conoce antes su existir que su esencia o naturaleza. Descartes interrumpe toda una tradición que hacía del alma principio de la vida: psíquico, en lugar de significar lo mismo que biológico, como en Aristóteles, va a significar lo contrario. Psíquico va a significar lo consciente y físico -biológico incluido- va a significar lo extenso . Para Descartes lo psíquico será mens o espíritu , como fuerza generadora, semejante al entendimiento divino. La naturaleza de la mente, que se puede llamar indistintamente espíritu, alma, inteligencia, razón, es el pensar : una cosa que piensa (res cogitans), que duda, entiende, quiere, imagina, siente... La gran innovación está en entender el espíritu o mente consciente, no hay 16
lugar en Descartes para lo inconsciente; en el sentido griego de noús: actos que engendra el pensar. El pensamiento abarca la totalidad de la experiencia consciente. Bajo el nombre pensamiento , dirá en Respuesta a Las objeciones segundas, comprendo cuanto está en nosotros de tal modo que lo conocemos inmediatamente. Así todas las operaciones de la voluntad, del entendimiento, de la imaginación y de los sentidos son pensamientos.
La actividad del alma o mente es el pensamiento (su atributo esencial) y aspira a estar libre de cualquier turbación corporal (lo pasional) para poder dedicarse al saber. Las funciones del cuerpo vivo son puros automatismos, por ello un grave problema será el de la comunicación de ambos (dualismo interaccionista). En relación a las funciones de la mente Descartes distinguirá dos grandes modos: la percepción del entendimiento y la acción de la voluntad. El primero pretende tener un conocimiento claro y distinto de las ideas, según la propuesta de su método, siendo la primera certeza obtenida de este tipo la evidencia de que mientras pienso soy . Descartes hará de la mente un elemento esencial de su filosofía, un entendimiento o espíritu que es creador a semejanza del divino, interpretado de acuerdo con la concepción renacentista y barroca de la idea como diseño interno del entendimiento . Gracias al poder de su mente el
hombre se afirma como creador dispuesto a intervenir en la naturaleza. La tarea cartesiana no será pues, leer el libro del mundo como en Bacon o Galileo, sino la construcción teórica de la verdad, en la que la noción de ficción cumple un papel fundamental: nos referimos ello al hablar del genio maligno. Era desde las Reglas la evidencia el criterio para caracterizar a lo verdadero . Al ser el cogito evidente y cierto servirá de criterio para todos los conocimientos, que a partir de esta primera verdad deduzcamos. Queda establecido el criterio de verdad, pero por el momento solamente en la certeza de que si pienso soy. Del hecho de pensar ha evidenciado la existencia del yo pensante. Analizar esa naturaleza será la tarea fundamental de la segunda meditación y todo el edificio de la filosofía cartesiana se va a edificar a partir de las implicaciones del cogito : la sustancialidad del yo pienso, su distinción real respecto al cuerpo, al mismo tiempo que su unión con él, la libertad, la existencia de Dios; todas estas ideas están ovilladas en el cogito. Éste se conoce por intuición, de la que había dado la siguiente definición: Entiendo por intuición no la fluctuante confianza de los sentidos o el juicio falaz de la imaginación, que compone arbitrariamente; sino más bien un concepto tan fácil y distinto de la mente pura y atenta , que no nos quede duda alguna de aquello que entendemos; o, lo que es lo mismo, un concepto no dudoso de la mente pura y atenta, nacido de la sola luz de la razón y más cierto que la misma deducción, por ser más simple, aunque ya hicimos notar también que no puede ser realizado indebidamente por el hombre. De este modo cada uno puede intuir con el espíritu que existe , que piensa, que el triángulo está determinado únicamente por tres líneas y la esfera por una sola superficie, etc.
Es la intuición cartesiana un conocimiento inmediato, con las tres notas de: claridad, distinción y simultaneidad. La simultaneidad diferencia a la intuición de la deducción, las dos
únicas posibilidades del conocimiento científico. El cogito reúne las notas básicas del conocimiento intuitivo. La emergencia del cogito desde las brumas de la duda metódica permite, tras analizar los distintos modos del pensar, concluir que conocemos mejor el yo como cosa pensante que ninguna cosa corpórea, incluido el presunto propio cuerpo, cuya existencia aún no está garantizada. El sujeto al que llega es sustancial (res cogitans). La sujetualidad cognoscitiva pierde la parte corporal, pues la duda la ha barrido del ámbito de la certeza. Pero el cogito no hay que 17
interpretarlo de un modo puramente espiritual o angelical, pues está conectado con el yo encarnado, aunque habrá que recurrir un principio responsable de la objetividad, para la recuperación del cuerpo, que será el tema de estudio de la próxima meditación . En carta a la
princesa Elisabeth de 28.6.1643 decía, anticipando alguna de las reflexiones sobre el yo de Hume: Yo (mi mente) no sólo estoy en mi cuerpo como el marinero en la nave, sino que lo estoy tan íntimamente unido y casi mezclado que compongo con él una sola cosa… De modo que, si bien el entendimiento me representa con claridad y distinción la mente pura y la imaginación el cuerpo material, es en las conversaciones y cotidianidad donde “vivo” indudablemente la unidad de ambos.
Al final de la meditación segunda pone el ejemplo del panal de cera, ejemplo clásico de la distinción entre cualidades primarias u objetivas, propias de la ciencia y secundarias o subjetivas, para demostrar que el espíritu humano es más fácil de conocer que los cuerpos, que es lo que da título a esta meditación. Si tomamos un trozo de cera recién salido de la colmena percibimos por los sentidos ciertas cualidades, pero si lo acercamos al fuego se derrite, variando su forma, figura, color, etc. El trozo de cera sigue siendo cera, pero ¿cómo lo sabemos? Sólo mediante el acto del entendimiento. Aquello que permanece es su carácter extenso, que anticipa la quinta meditación, donde se establece la definición esencial de los cuerpos como extensos. Carece por tanto de sentido afirmar que conozco mejor un cuerpo que mi propio pensamiento . Será a partir de la meditación siguiente cuando partiendo de la idea innata de Dios, aceptada por evidente su existencia, podamos recuperar la certeza del mundo: las tres sustancias de la metafísica posterior, Dios, Alma y Mundo, con sus correspondientes atributos y modos. A Dios se llega por medio de la idea innata que de él tenemos. Plantea la cuestión de qué es más relevante: si Dios o el yo pensante y en relación a la evidencia de uno y otro el problema del círculo que se la ha reprochado: la prueba de la existencia de Dios presupone la verdad de la
certeza intuitiva, que ha de garantizarse por la demostración de Dios. Ello plantea el problema de en dónde se encuentra el fundamento : si en el método con la mathesis como modelo, o en la metafísica y su referencia a Dios como garante de la verdad . Según Descartes habría que diferenciar lo evidenciado actualmente y lo que recordamos haber evidenciado. De este segundo tipo, de lo que recordamos por la memoria haber evidenciado, es Dios garantía y siendo veraz es imposible que nos haya creado sin que nos podamos fiar de la luz natural de la razón. 24. ¿Qué plantea Descartes con el ejemplo del panal de cera que se acerca al fuego en el comentario al texto nº 3? ¿Está Galileo de acuerdo con él?
Al final de la meditación segunda pone el ejemplo del panal de cera, ejemplo clásico de la distinción entre cualidades primarias u objetivas, propias de la ciencia y secundarias o subjetivas, para demostrar que el espíritu humano es más fácil de conocer que los cuerpos, que es lo que da título a esta meditación. Si tomamos un trozo de cera recién salido de la colmena percibimos por los sentidos ciertas cualidades, pero si lo acercamos al fuego se derrite, variando su forma, figura, color, etc. El trozo de cera sigue siendo cera, pero ¿cómo lo sabemos? Sólo mediante el acto del entendimiento. Aquello que permanece es su carácter extenso, que anticipa la quinta meditación, donde se establece la definición esencial de los cuerpos como extensos. Carece por tanto de sentido afirmar que conozco mejor un cuerpo que mi propio pensamiento. Será a partir de la meditación siguiente cuando partiendo de la idea innata de Dios, aceptada por evidente su existencia, podamos recuperar la certeza del mundo: las tres sustancias de la metafísica posterior, Dios, Alma y Mundo, con sus correspondientes atributos y modos.
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Entre las consecuencias de la Nueva Ciencia, según se expone en el libro texto, a partir de Galileo se renuncia a la búsqueda de explicaciones esencialistas para pasar a describir matemáticamente cómo suceden los fenómenos. Se deja de explicar por qué cae una piedra a describir cómo es su caída. La matemática es el lenguaje de la ciencia según vemos en el fragmento de El ensayador (pág. 197). Ella proporcionan la estructura inteligible de la realidad. Esto implica, como defiende el mismo Descartes, que solamente las cualidades primarias son objetivas (aquellas que se pueden cuantificar, como figura, tamaño, magnitud…). En cambio aquellas cualidades que dependen de nosotros como sabores, olores o colores son secundarias o subjetivas. Será ésta una distinción central tanto en el racionalismo como el empirismo. Se exalta el poder de la razón y su autonomía, que en el racionalismo impone sus leyes a la experiencia. Téngase en cuenta que son características esenciales del racionalismo : la matemática como modelo de saber (ideal deductivo), la autosuficiencia de la razón e innatismo de las ideas y la convicción de que el orden del pensar y el de la realidad se identifican. En Galileo esta confianza en la razón matemática le lleva a afirmar que si la bola, en el experimento del plano inclinado, no se comporta conforme a la previsión de la razón matemática peor para la realidad. Es la teoría la que dirige la observación. Finalmente la matematización lleva a cambiar la imagen que el hombre se hacía de sí mismo y del mundo, hacia una nueva imagen mecanicista del mundo, frente al organicismo aristotélico. La filosofía de Descartes coincide en el tiempo con la Revolución Científica. Recordar que Descartes retiró de la imprenta su Tratado del Mundo al enterarse de la condena de Galileo. Galileo y Descartes pueden ser considerados respectivamente el uno padre de la ciencia física moderna y el otro de la filosofía.
25. Definición de sustancia, atributo, modo, criterio de verdad o certeza.
Ver libro tema 9 Ver texto 6. La idea básica del fragmento , perteneciente a la parte metafísica de la obra (parte primera art. 51), es la definición de sustancia y que este nombre no puede ser atribuido a Dios y a las creaturas en un mismo sentido . En la versión en latín : istud nomen Deo et creaturis non conveniat univoce . Sustancia es la traducción latina de ousía, que en la tradición racionalista inaugurada por Descartes es aquello que no necesita de otra cosa para existir. Su carácter propio es pues la independencia o autonomía. Por ello en sentido estricto solamente Dios sería sustancia, sustancia increada e infinita. Pero por analogía (no es un término unívoco, dice Descartes) se puede aplicar dicho término a l as sustancias creadas, finitas, mentes por un lado, y cuerpos, independientes de las anteriores. Tenemos pues constituidas las tres sustancias de la metafísica clásica: Dios, alma o mente(s) y cuerpo(s). Las sustancias creadas son las que no tienen necesidad para existir más que del concurso ordinario de Dios. Descartes, siguiendo la terminología tradicional usa la expresión “concurso” para referirse a la constante fuerza cooperativa de Dios con que preserva las cosas después de ser creadas. Si Dios les negase su concurso volvería a la nada. A ello se referirá en la segunda parte de la obra, para explicar la conservación del movimiento en el universo. Esta idea fue importante en el desarrollo de la física posterior. Los atributos son cualidades o propiedades de la sustancia que no pueden existir, como dice en el
fragmento, por sí mismos, teniendo cada sustancia un atributo propio que constituye su esencia o naturaleza. Para cada sustancia hay un atributo principal. En el caso de la mente se trata del pensamiento y en el del cuerpo de la extensión. Sin embargo la distinción de sustancia y atributos es puramente “conceptual” (art. 63), frente a la distinción real (en latín realis) entre mente y cuerpo. Descartes quiere decir con ello que X e Y son cosas distintas (res), cosa pensante (res cogitans) realmente distinta de cosa extensa (res extensa).Todas las características que pueden ser atribuidas como predicados a mentes y cuerpos se denominan modos de uno u otro de estos atributos. Modo, en el sentido de modificación, presupone que aquello a lo que se atribuye esté sujeto a variación, como el 19
trozo de cera de un panal que pone como ejemplo a finales de la segunda meditación. Por ello no puede decirse que Dios tenga modos. Modos del pensamiento son intelección, imaginación, recuerdo, volición, etc. y de la extensión figura, situación de las partes, movimientos, etc. La ciencia que nos permite conocer estos modos de la extensión es la geometría: toda mi física no es otra cosa que geometría, llegará a decir Descartes, tanto más si ésta está desarrollada de modo puramente intelectual (ecuaciones) sin recurrir a la imaginación como en la clásica. Sobre el criterio de verdad o certeza recordar lo presentado en la pregunta 23 y en el comentario a la 2ª Meditación. Se señaló que la duda metódica parecía abocar al escepticismo, pero Descartes encuentra una verdad absoluta: la existencia del propio sujeto que piensa y duda . Si pienso que el mundo existe, tal vez me equivoque en cuanto a la existencia del mundo, pero no cabe error en cuanto que yo lo piensa, igualmente puedo dudar de todo menos de que duco. Mi existencia, pues, como sujeto que piensa (que duda, que se equivoca, etc.) está exenta de todo error y de toda duda posible. Descartes lo expresa con su célebre frase: Pienso, luego existo. De ahí deduce Descartes su criterio de certeza: todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y, por tanto podrá afirmarse con inquebrantable certeza . Se vio también que era desde las Reglas la evidencia el criterio para caracterizar a lo verdadero. Al ser el cogito evidente y cierto servirá de criterio para todos los conocimientos, que a partir de esta primera verdad deduzcamos . Queda establecido el criterio de verdad, pero por el momento solamente en la certeza de que si pienso soy. Del hecho de pensar ha
evidenciado la existencia del yo pensante. Analizar esa naturaleza será la tarea fundamental de la segunda meditación y todo el edificio de la filosofía cartesiana se va a edificar a partir de las implicaciones del cogito: la sustancialidad del yo pienso, su distinción real respecto al cuerpo, al mismo tiempo que su unión con él, la libertad, la existencia de Dios; todas estas ideas están ovilladas en el cogito. Éste se conoce por intuición, de la que había dado la siguiente definición: Entiendo por intuición no la fluctuante confianza de los sentidos o el juicio falaz de la imaginación, que compone arbitrariamente; sino más bien un concepto tan fácil y distinto de la mente pura y atenta, que no nos quede duda alguna de aquello que entendemos; o, lo que es lo mismo, un concepto no dudoso de la mente pura y atenta, nacido de la sola luz de la razón y más cierto que la misma deducción, por ser más simple, aunque ya hicimos notar también que no puede ser realizado indebidamente por el hombre. De este modo cada uno puede intuir con el espíritu que existe, que piensa, que el triángulo está determinado únicamente por tres líneas y la esfera por una sola superficie, etc.
Es la intuición cartesiana un conocimiento inmediato, con las tres notas de: claridad, distinción y simultaneidad. La simultaneidad diferencia a la intuición de la deducción, las dos únicas posibilidades del conocimiento científico. El cogito reúne las notas básicas del conocimiento intuitivo.
26. Las ideas en Descartes: noción, clases y diferencia entre realidad objetiva y formal.
Para Descartes el pensamiento piensa siempre ideas , no recae directamente sobre las cosas, sino sobre las ideas. Son, por tanto, el contenido del pensamiento. Las ideas o representaciones mentales pueden dividirse en tres tipos: adventicias, que parece que provienen del exterior, como un árbol o una casa ; facticias, que fabricamos nosotros como la idea de hipogrifo (mezcla de águila y caballo) e innatas, por ejemplo la idea del cogito. El problema es de dónde proceden estas ideas. Las ideas adventicias parece que provienen del exterior, cuya existencia real es dudosa. Creemos que esos objetos existen por una inclinación natural, pero no porque la luz de la razón lo vea claro. Ésta solo nos enseña verdades evidentes, pero la existencia del mundo exterior, de momento no lo es por varias razones.
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Primero porque muchas inclinaciones que tenemos se muestran luego que estaban equivocadas (como sucede con aquellas que nos inclinan al vicio) de manera que la propensión a creer que los objetos externos existen, por firme que sea, puede estar equivocada. En segundo lugar porque en sueños nuestra mente produce multitud de ideas de objetos que no existen, por lo que en estado de vigilia también podríamos producir estas representaciones sin que existan tales objetos. Además la experiencia nos muestra que frecuentemente hay diferencia entre la idea que tenemos del objeto y el objeto mismo, como el Sol percibido que es muy diferente del que nos muestra la astronomía. Por todo ello sigue siendo imposible superar la duda relativa a la existencia del mundo exterior. Como en la filosofía Escolástica, que Descartes conoce bien: usaré libremente aquí, si os parece bien, l os vocablos de la Escuela, Descartes diferencia un doble aspecto en las ideas : como acto mental o modo de pensamiento “realidad formal”, en que todas las ideas poseen la misma realidad y como contenido objetivo o “realidad objetiva ”, aquello que representan, en que unas ideas son distintas de otras, con diversos grados de ser. Pero Descartes aplica la distinción entre realidad formal y realidad objetiva no solamente a las ideas, sino también a las entidades y objetos. En este caso “realidad formal” será la existencia actual, extramental, mientras que “realidad objetiva” será simplemente la existencia en la
mente de un objeto del entendimiento.
27. Explica la metáfora del árbol del conocimiento en Descartes. ¿En qué texto de la selectividad se encuentra? ¿Qué opinaría Aristóteles de ello?
En fragmento pertenece a Los Principios de filosofía, obra de Descartes publicada por primera vez en latín en 1644, con el título Principia philosophiae, dedicada a la Princesa Elizabeth de Bohemia. Una traducción francesa realizada con aprobación del autor, por el abad Picot, apareció en 1647: Les principes de philosophie, lo que dio ocasión a Descartes para ampliar el texto con una serie de puntos esclarecedores, además de una Introducción, también en francés, en donde presenta la concepción de la filosofía como un sistema unificado: la conocida metáfora de un árbol, cuyas raíces son la metafísica; el tronco, la física y las ramas las demás ciencias, que se pueden reducir a las tres principales, a saber, la medicina, la mecánica y la moral: La totalidad de la Filosofía se asemeja a un árbol, cuyas raíces son la Metafísica, el tronco es la Física y las ramas que brotan de ese tronco son todas las otras ciencias que se reducen principalmente a tres: a saber, la Medicina, la Mecánica y la Moral, entendiendo por ésta la más alta y perfecta Moral que presuponiendo un completo conocimiento de las otras ciencias, es el último grado de la Sabiduría.
Se parte de la necesaria unidad de la ciencia . Todas las ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, dice Descartes, que permanece la misma aunque se aplique a diferentes objetos. La unidad de la ciencia exige la del método. Como señala el fragmento el método es necesario para investigar la verdad, pues la futilidad de proceder sin método se sigue que es segurísimo que esos estudios desordenados y esas meditaciones oscuras turban la luz natural (razón) y ciegan el espíritu. Con esta obra Descartes pretendía que se convirtiese en manual universitario de su filosofía. En la parte primera, a la que pertenece el fragmento, trata de sus principales doctrinas metafísicas, relativas al conocimiento, Dios, la mente y el cuerpo. La parte segunda expone los principios de su física. La tercera una explicación detallada, de acuerdo con tales principios, de la naturaleza y el universo. La cuarta el origen de la tierra y una larga gama de fenómenos terrestres, mareas, fuego, fabricación de vidrio, magnetismo… Los Principios exponen pues el cartesianismo d esde el punto de vista de la física. Tenía planeadas otras dos partes que nunca se llevaron a término.
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En el siglo XVII el término “filosofía” era frecuentemente utilizado para lo que hoy en día denominamos ciencia natural. Recuérdese el título de la obra cumbre de Newton en 1687 Philosophiae naturalis principia mathematica . Descartes en alguna ocasión utiliza el término en ese
sentido, pero más frecuentemente lo usa en un sentido más amplio, abarcando la totalidad del saber, basado en principios claros y evidentes. Pero hay que tener en cuenta que Descartes diferenciaba dos clases de certeza: moral y metafísica. El primer tipo se aplica a las cuestiones de ciencia natural o física, cuya certeza no es absoluta como en metafísica o matemáticas. Su noción de ciencia real se basa en la verosimilitud. Dios es la causa primera del mundo, pero a la hora de explicarlo científicamente no necesita recurrir a dicha causa, sino que se atiene al la explicación del funcionamiento de las causas segundas. No pretende llegar a la verdad (cuestión metafísica) sino salvar las apariencias. La legitimidad del conocimiento del mundo no es tanto descubrir la verdad sino su utilidad para el hombre. En relación a Aristóteles recordar lo señalado en su crítica a Platón: Para él
las ciencias son particulares. Ninguna ciencia puede recurrir a los principios de otra, no siendo posible una ciencia absolutamente universal, que es lo que pretendía la dialéctica platónica, con su pretensión de mostrar la conexión de las ideas (simploké). Recordemos al respecto la clasificación de las ciencias en Aristóteles: Ciencias (o filosofías) “teoréticas”, que forman parte del conocimiento puro (theoria); “prácticas”, que forman parte de la acción (praxis), y “poiéticas”, que forman parte de la producción (poiesis) de un objeto. Las ciencias teoréticas comprenden la matemática la física y la “filosofía primera” (después llamada metafísica), las poiéticas comprenden – presumiblementetodas las “artes” y “técnicas” (technai), y las ciencias prácticas comprenden todas aquellas cuyo fin es una acción, como la hípica, la estrategia o la economía; entre estas, la “más dominante y arquitectónica” es la ciencia política, que, por tanto, es una ciencia (o filosofía) práctica, como el propio Aristóteles declara: “el fin de la política no es el conocimiento, sino la acción”. (Enrico
Berti: El pensamiento político de Aristóteles, Gredos 2012).
28. ¿Por qué se acusa a Descartes de circularidad entre Dios y la evidencia? ¿Cómo se defiende él?
Como ya hemos señalado a Dios se llega por medio de la idea innata que de él tenemos. Plantea la cuestión de qué es más relevante: si Dios o el yo pensante y en relación a la evidencia de uno y otro el problema del círculo vicioso que se la ha reprochado : la prueba de la existencia de Dios presupone la
verdad de la certeza intuitiva, que ha de garantizarse por la demostración de Dios. Ello plantea el problema de en dónde se encuentra el fundamento: si en el método con la mathesis como modelo, o en la metafísica y su referencia a Dios como garante de la verdad. En su defensa señala Descartes que habría que diferenciar lo evidenciado actualmente y lo que recordamos haber evidenciado. De este segundo tipo, de lo que recordamos por la memoria haber evidenciado, es Dios garantía y siendo veraz es imposible que nos haya creado sin que nos podamos fiar de la luz natural de la razón. En conversación con Burman dice: Si ignorásemos que toda verdad procede de Dios, por muy claras que fuesen nuestras ideas, no sabríamos que son verdaderas y que no nos equivocamos, lo cual, ocurriría cuando no les prestamos la debida atención y sólo recordáramos haberlas percibido clara y distintamente. Pero cuando prestamos la debida atención a esas verdades no podemos dudar de ellas, aunque ignoremos que Dios es; pues de otro modo no podríamos demostrar que Dios es.
29. Definición de intuición y deducción, con qué reglas del método se relaciona cada una.
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La intuición es una acción del entendimiento que consiste en una percepción clara y distinta que logra aprehender el concepto: Por intuición entiendo, no el testimonio inestable de los sentidos, ni el juicio engañoso de la imaginación que opera sobre composiciones sin valor, sino una representación que es el hecho de la inteligencia pura y atenta , representación tan fácil y distinta que no subsiste duda alguna sobre lo que ella comprende. La deducción es un eslabonamiento de intuiciones: Por deducción entendemos todo lo que se concluye necesariamente de algunas otras cosas conocidas con certidumbre .
Intuición y deducción, guiadas por el método, son capaces de engendrar con seguridad el sistema del saber. Esto fue la causa de que pensara que era preciso buscar algún otro método , que reuniendo las ventajas de estos tres, excluyera sus defectos. Y como la multitud de leyes sirve a menudo de excusa para los vicios, de forma que un Estado está mucho mejor regido cuando, teniendo pocas, son muy estrictamente observadas; así, en lugar de gran número de preceptos de que está compuesta la lógica, creí que tendría suficiente con los cuatro siguientes , siempre que tomase una firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni una sola vez.
Reglas del método: El primero consistía en no admitir cosa alguna por verdadera como no supiese con evidencia que era tal; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención; y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviese Este primer precepto, de la evidencia, insiste en evitar la ocasión alguna para ponerlo en duda.
precipitación y la prevención. La precipitación de aceptar algo que no se vea clara y distintamente, lo cual es causa de error. La prevención es el error contrario de no aceptar la evidencia por exceso de desconfianza. La causa del error, tanto en un caso como en el otro, es la voluntad que decide, no la razón que bien ordenada puede descubrir la verdad. El método es necesario, decía en las primeras líneas del Discurso porque si nos equivocamos no es por falta de razón sino por no aplicarla bien. Formula como criterio de verdad la claridad y distinción: la claridad es la nítida presencia de un conocimiento en la mente, la distinción el hecho de estar perfectamente singularizado. El segundo , en dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuese posible y como requiriese para resolverlas mejor . El segundo precepto, análisis , pretende descomponer
minuciosamente los problemas hasta reducirlos a ideas simples, claras y distintas. El racionalismo cartesiano, según señalábamos en las Reglas, se basa en una gnoseología de lo simple para poder evidenciar clara y distintamente cada elemento. El tercero , en conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más complejos ; y suponiendo incluso un orden entre los que no se preceden naturalmente unos de otros. El tercer precepto, síntesis , explica la vía de la deducción , como una cadena de evidencias, que parte de ideas
claras y distintas para llegar al conocimiento de lo más complejo, con la misma claridad y distinción de los principios de que se parte. Y el último , en realizar en todo unas enumeraciones tan completas y unas revisiones tan generales que estuviese seguro de no omitir nada. El cuarto precepto, enumeración , tanto del análisis como de la
síntesis es extender la evidencia de la intuición a la deducción. Encaminado a comprobar si hemos cometido algún error.
30. Pruebas de la existencia de Dios en el texto de la IV parte del Discurso del método.
Las pruebas de la existencia de Dios en Descartes son: argumento basado en la idea de un ser perfecto, argumento basado en la imperfección y dependencia de mi ser y argumento ontológico
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El primer párrafo hace referencia a esta primera prueba de la existencia de Dios partiendo de la idea innata de un ser perfecto. El segundo párrafo del fragmento, complementario del anterior, es la llamada prueba cartesiana de la existencia de Dios de la causalidad: imperfección y dependencia de mi ser. Todavía desarrollará un tercer argumento unas líneas más adelante que es la tercera prueba conocida como argumento ontológico. La primera prueba la desarrollará más a fondo en la III Meditación metafísica y la del argumento ontológico en la V. La primera y segunda prueba que presenta el fragmento se fundamentan en la noción de realidad objetiva de la idea de Dios . Como realidad objetiva o representación de una cosa, ha de tener una causa real que sea proporcional a la idea, que es su efecto. Yo no puedo causar la idea de infinito puesto que soy finito sino que ha de ser causada por un ser cuya realidad formal, o sea su realidad en acto sea proporcional a la idea, o sea Dios mismo. La primera prueba es semejante a la vía tomista de los grados de perfección (recordar lo expuesto en las orientaciones a sus textos). La diferencia es que santo Tomás parte de la experiencia. Descartes no puede hacerlo porque en este momento la existencia del mundo todavía está cuestionada. Sólo cabe mirar al contenido del pensar (ideas) y reflexionar sobre la causa de aparición en la mente de las i deas. La segunda prueba, del segundo párrafo, parte de la contingencia de mí mismo como ser finito y Dios será la causa de mí (no ya la idea que de Él hay en mí). Es una prueba semejante a la 3ª de santo Tomás: la vía de la contingencia. Viene a decir Descartes que en mi mente hay la idea de perfección infinita. Si yo fuese la causa de la realidad objetiva de la idea de perfección, mi realidad formal o en acto debería ser proporcional a esa idea. En este caso podría darme a mí mismo la perfección que deseo y que evidentemente no poseo. Por ello si poseo la idea de perfección, y no poseo la perfección que pudiera ser su causa, yo no puedo ser la causa de esa idea, que no puede ser más que Dios. Ya fuera del fragmento presenta el argumento ontológico partiendo de la misma idea de Dios:
volviendo a examinar la idea que tenía de un ser perfecto encontraba que la existencia estaba incluida en ella, del mismo modo que en la de un triángulo está comprendido que sus tres ángulos son iguales a dos rectos, o, en la (idea) de una esfera, que todas las partes son equidistantes de su centro, o incluso aún más evidente; y que, por consiguiente, es por lo menos tan cierto que Dios, que es este ser perfecto, es o existe, como lo pueda ser cualquier demostración de la geometría. Demostrada la existencia de Dios y reconocida su naturaleza como suma de todas las perfecciones, entre ellas la bondad y veracidad, podemos rechazar la hipótesis de un genio maligno engañador , pues a su naturaleza le repugna engañar. Probada la existencia de Dios, no será difícil demostrar la existencia de las cosas materiales. Él será el garante de la verdad: todo lo que percibamos clara y distintamente es verdadero. No puede permitir que me engañe al creer que mundo existe y del que se ocupa la ciencia empírica, haciendo un buen uso de la razón metódica. Es Dios quien garantiza la correspondencia entre las ideas de la sustancia pensante y la extensa. Ello plantea el problema del dualismo mente-cuerpo. En este punto Descartes recorre a la metáfora del espejo (recordar el ejemplo de las Meninas de Velázquez): Dios hace que la estructura del mundo se refleje en las ideas de la razón humana. El error, según se verá en próximos textos, no será atribuible ni a Dios ni a nuestra razón sino a nuestra decisión de aceptar algo sin que la razón nos lo presente con claridad, siendo la auténtica libertad seguir lo propuesto por el entendimiento como bueno y verdadero. Ver Libro de texto en este punto.
31. Explicar la prueba de la existencia de Dios que Descartes plantea en la 3ª Meditación, análoga a la vía de la contingencia tomista. ¿Qué otra prueba plantea en esta Meditación?
A continuación, ya fuera del fragmento propuesto, Descartes utiliza los conceptos escolásticos de potencia y acto para reforzar su argumentación: quizá el yo no sea infinitamente perfecto en acto, pero 24
podría serlo en potencia, de modo que progresando podría producir la idea de un ser infinito. Desecha esta argumentación porque Dios se concibe infinito en acto, realmente existente, por lo que su idea ha de ser producida por quien tenga actualmente una realidad formal infinitamente perfecta. En cambio la perfección del yo está siempre in fieri, en potencia de realización. Luego Descartes ofrece una segunda demostración de la existencia de Dios, según vimos en la IV parte del Discurso del método. El yo pensante, sin duda, existe, pero ¿de dónde procede? ¿Quién lo creó? Si Dios no existiese solamente caben dos posibilidades: que el yo se haya creado a sí mismo o que lo hayan producido otras causas menos perfectas que Dios. La primera hipótesis ha de desecharse, porque si nos hubiéramos creado a nosotros mismos lo habríamos hecho con todas las perfecciones posibles. El yo sabe que no es Dios porque se conoce como temporal y contingente. Ello significa que no es causa de su existencia. Sobre la otra posibilidad: haber sido creado por otra causa menos perfecta que Dios, Descartes razona de un modo parecido a la tercera vía tomista (de la contingencia), pero tomando como punto de partida no la experiencia, sino el yo pensante y la idea que él tiene de un ser sumamente perfecto . Tanto el yo como esta idea han de ser causados por un ser que o bien es incausado y entonces será Dios o habrá sido causado por otra causa y no pudiendo ir hasta el infinito habrán se ser causados por un ser que es causa de sí mismo, es decir, Dios. Cualquier otra alternativa no se sostiene, luego Dios existe. La prueba de que la idea de un ser infinito ha sido introducida en el sujeto del pensamiento directamente por Dios, demuestra que ésta no es ni adventicia ni facticia, siendo por tanto innata. Es como una marca o sello que permite reconocer al artífice. En este punto Descartes sigue una línea de pensamiento bastante convencional, que en palabras de Gilson puede ser encontrada en san Buenaventura y antes en san Agustín y en última instancia en Platón: la capacidad de hacer juicios comparativos no tendría sentido si no tuviéramos su idea como referente. Por su parte, al argumentar que la idea de un ser perfecto tiene que ser puesta directamente en la mente por el ser perfecto, que de hecho existe “formalmente”, Descartes asume dos principios bien establecidos en la Escolástica: que el efecto no puede ser superior a su causa y que lo más perfecto no puede ser causado por lo menos perfecto. Recordar también que en la quinta meditación dará una nueva prueba de la existencia de Dios, variante del argumento ontológico, defendiendo que es una contradicción pensar en Dios (ser sumamente perfecto) desprovisto de existencia. Su existencia no puede estar separada de su esencia de la misma manera que un triángulo no puede dejar de tener tres lados que midan dos ángulos rectos.
32. ¿Por qué recurre Descartes a la hipótesis del genio maligno y qué le permite rechazarlo?
La segunda Meditación, trata del descubrimiento del cogito como la primera verdad, clave del proyecto maduro cartesiano, el punto de apoyo arquimédeo que necesitaba. Comienza diciendo el fragmento: Así pues, supongo que todo lo que veo es falso; estoy persuadido de que nada de cuanto mi mendaz memoria me representa ha existido jamás. Unas líneas más arriba iniciaba la meditación del siguiente modo: Mi meditación de ayer ha llenado mi espíritu de tantas dudas, que ya no está en mi mano olvidarlas... Arquímedes, para trasladar la tierra de lugar, sólo pedía un punto de apoyo firme e inmóvil; así yo también tendré derecho a concebir grandes esperanzas, si por ventura hallo tan sólo una cosa que sea cierta e indubitable. Se está refiriendo al proceso de la duda metódica desarrollada en la primera meditación, en sus cuatro niveles: duda de los sentidos, hipótesis verosímil del sueño, Deus deceptor (Dios engañador) e hipótesis hiperbólica del genio maligno. En el fragmento se refiere a ello al decir: 25
Cierto que hay no sé qué engañador todopoderoso y astutísimo, que emplea toda su industria en burlarme. La ficción de este genio maligno permitirá transformar el absolutismo teológico de la omnipotencia divina ockamista desde una epistemología nominalista (recuérdese a los físicos de París del XIV) a la moderna del saber científico (hipotético-deductivo) y correlativamente transforma la crisis de certeza de final de la Edad Media en una nueva experiencia de certeza que inaugura el racionalismo. Demostrada la existencia de Dios y reconocida su naturaleza como suma de todas las perfecciones, entre ellas la bondad y veracidad, podemos rechazar la hipótesis de un genio maligno engañador , pues a su naturaleza le repugna engañar. Probada la existencia de Dios, no será difícil
demostrar la existencia de las cosas materiales. Él será el garante de la verdad: todo lo que percibamos clara y distintamente es verdadero. No puede permitir que me engañe al creer que mundo existe y del que se ocupa la ciencia empírica, haciendo un buen uso de la razón metódica. Es Dios quien garantiza la correspondencia entre las ideas de la sustancia pensante y la extensa.
33. ¿Cómo explica Descartes el problema del error?
El error, según se verá en próximos textos, no será atribuible ni a Dios ni a nuestra razón sino a nuestra decisión de aceptar algo sin que la razón nos lo presente con claridad, siendo la auténtica libertad seguir lo propuesto por el entendimiento como bueno y verdadero. Ver Libro de texto en este punto. Termina la meditación tercera resumiendo sus resultados y los atributos de la sustancia infinita con terminología propia de la Escolástica. Siendo además Dios bondadoso no puede ser engañador. Es el garante de la veracidad de nuestros conocimientos matemáticos, siempre que se ajusten a las reglas del método. Y la veracidad de la nueva ciencia que se refiere a la realidad exterior, que Dios mismo garantiza. La nueva metafísica sustenta la fe religiosa y ésta no tiene nada que temer de ella. Dios cumplirá en la filosofía cartesiana, según ya se vio en los textos precedentes, y en general en el racionalismo un papel fundamental. En Descartes mientras Dios no entre en el horizonte de la certeza, no se supera la duda ni sé si existen las cosas representadas, ni si su esencia es tal cual mis ideas la representan. Es Dios quien garantiza que con el respaldo de la evidencia (claridad y distinción) se produzca correspondencia entre la realidad objetiva de las ideas y la realidad formal de las cosas. Dios no será responsable del error, según veíamos a comienzos de la meditación. El error humano solamente tiene cabida a nivel del juicio, por la precipitación de la voluntad: Cuantas veces al formular los juicios contengo mi voluntad de tal manera que se extienda sólo a las cosas que le son presentadas con claridad y distinción por el entendimiento, es completamente imposible que yerre, puesto que toda percepción clara y distinta es, sin duda, algo y, por tanto, no puede provenir de la nada, sino que tiene necesariamente como autor a Dios, aquel Dios sumamente perfecto que repugna que sea falaz; en consecuencia es verdadera sin lugar a duda. (Med. IV)
Por ello todo lo que conozco con claridad y distinción, siguiendo estrictamente el método, es necesariamente verdadero: Una vez que he conocido que existe Dios, puesto que conocí también al mismo tiempo que todas las cosas dependen de él y que él no puede ser falaz, habiendo inferido de esto que todas las cosas que percibo con claridad y d istinción son necesariamente verdaderas, aunque no preste 26
ya atención a las razones por las que las juzgué que esto es verdad, con que únicamente recuerde que lo percibido con claridad y distinción, no puede aducirse ninguna razón contraria que me impulse a dudar, sino que de ello tengo conocimiento verdadero y cierto. (Med. V)
34. ¿A qué hacen referencia las reglas de Descartes de moral por provisión ? ¿En qué parte del Discurso del método las plantea?
Ver texto 6 Pero aplicar el entendimiento a solamente las cosas que podamos alcanzar exige ejercicio, constancia y resolución. Recuérdese al respecto sus conocidas reglas de moral por “provisión” (mal traducido como moral provisional) de la tercera parte del Discurso del método: 1. 2. 3. 4.
Conformismo social: obedecer las leyes, costumbres y religión de mi país; ante la diversidad de opiniones, observar siempre las más moderadas. Constancia de la voluntad: ser lo más firme y constante en mis acciones y seguir las opiniones dudosas con decisión, una vez determinado a ello, como si fuesen muy seguras. Moderación en los deseos: procurar vencerse a uno mismo e intentar cambiar los propios deseos antes que el orden del mundo. Búsqueda de la verdad en todo momento: dedicar su vida al cultivo de la razón. La tarea es larga y requiere calma. Se encuentra en la 3ª parte del Discurso del método. Recordar lo que señalábamos en una pregunta anterior sobre Descartes larvatus prodeo y su propia confesión: Al autor no le gusta escribir sobre ética, pero se vio obligado a añadir esas reglas para evitar que los pedantes y otros tales dijeran qu e carece de religión y de fe, y que quería subvertirlas con su método.
35. ¿Qué papel cumple Dios en el sistema cartesiano?
Termina la meditación tercera resumiendo sus resultados y resumiendo los atributos de la sustancia infinita con terminología propia de la Escolástica. Siendo además Dios bondadoso no puede ser engañador. Es el garante de la veracidad de nuestros conocimientos matemáticos, siempre que se ajusten a las reglas del método. Y la veracidad de la nueva ciencia que se refiere a la realidad exterior, que Dios mismo garantiza. La nueva metafísica sustenta la fe religiosa y ésta no tiene nada que temer de ella. Dios cumplirá en la filosofía cartesiana, según ya se vio en los textos precedentes, y en general en el racionalismo un papel fundamental. En Descartes mientras Dios no entre en el horizonte de la certeza, no se supera la duda ni sé si existen las cosas representadas, ni si su esencia es tal cual mis ideas la representan. Es Dios quien garantiza que con el respaldo de la evidencia (claridad y distinción) se produzca correspondencia entre la realidad objetiva de las ideas y la realidad formal de las cosas. Dios no será responsable del error , según veíamos a comienzos de la meditación. El error humano solamente tiene cabida a nivel del juicio, por la precipitación de la voluntad: Cuantas veces al formular los juicios contengo mi voluntad de tal manera que se extienda sólo a las cosas que le son presentadas con claridad y distinción por el entendimiento, es completamente imposible que yerre, puesto que toda percepción clara y distinta es, sin duda, algo y, por tanto, no puede
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provenir de la nada, sino que tiene necesariamente como autor a Dios, aquel Dios sumamente perfecto que repugna que sea falaz; en consecuencia es verdadera sin lugar a duda. (Med. IV)
Por ello todo lo que conozco con claridad y distinción, siguiendo estrictamente el método, es necesariamente verdadero: Una vez que he conocido que existe Dios, puesto que conocí también al mismo tiempo que todas las cosas dependen de él y que él no puede ser falaz, habiendo inferido de esto que todas las cosas que percibo con claridad y distinción son necesariamente verdaderas, aunque no preste ya atención a las razones por las que las juzgué que esto es verdad, con que únicamente recuerde que lo percibido con claridad y distinción, no puede aducirse ninguna razón contraria que me impulse a dudar, sino que de ello tengo conocimiento verdadero y cierto. (Med. V)
Al ser Dios será el garante de la verdad : todo lo que percibamos clara y distintamente es verdadero. No puede permitir que me engañe al creer que mundo existe y del que se ocupa la ciencia empírica, haciendo un buen uso de la razón metódica. Es Dios quien garantiza la correspondencia entre las ideas de la sustancia pensante y la extensa. En este punto Descartes recorre a la metáfora del espejo (recordar el ejemplo de las Meninas de Velázquez): Dios hace que la estructura del mundo se refleje en las ideas de la razón humana. El error, según se verá en próximos textos, no será atribuible ni a Dios ni a nuestra razón sino a nuestra decisión de aceptar algo sin que la razón nos lo presente con claridad, siendo la auténtica libertad seguir lo propuesto por el entendimiento como bueno y verdadero. Ver Libro de texto en este punto.
36. El problema de la mente-cuerpo en Descartes, Spinoza, Leibniz y Malebranche.
Ver texto 6 Tras la estela de Descartes podemos seguir el desarrollo de la filosofía moderna, con la revolución por él iniciada. Spinoza siguiendo la definición cartesiana de sustancia entenderá que solamente existe una sustancia Dios o Naturaleza (Deus sive Natura), “aquello que es en sí y se concibe por sí”, que se despliega en infinitos atributos y modos, entre estos últimos cuerpos y almas, como cara y cruz de una misma realidad. No existe por ello el problema de la interacción entre cuerpo y alma, siendo su postura de monismo neutral o teoría de la identidad. La libertad consistirá en el conocimiento adecuado de lo que hay, reconocimiento de la necesidad y la felicidad el amor intelectual a Dios, del que somos manifestación. Por su parte Leibniz defenderá una noción de sustancia pluralista: mónadas como puntos energéticos e indivisibles, armonizadas por Dios, que ha creado el mejor de los mundos posibles. La comunicación entre alma y cuerpo será de un dualismo paralelista, como dos relojes que al estar perfectamente sincronizados dan simultáneamente la hora. En su caso el problema de la libertad se intenta resolver con la distinción entre verdades de razón, necesarias y de hecho, contingentes. Malebranche, que se valdrá de la filosofía cartesiana para defender la verdad cristiana, el problema de la comunicación de las sustancias lo resolverá con la llamada doctrina ocasionalista: es Dios quien actúa directamente con ocasión de que al cuerpo o al alma le suceda algo.
37. ¿Cómo entiende Descartes la libertad? ¿La entiende del mismo modo Spinoza? La libertad es la máxima perfección del hombre , siendo la capacidad de elegir entre distintas
alternativas que se nos presentan. No consiste en la pura indiferencia, pues ésta se debe a ignorancia. Solamente cuando el entendimiento, modo del atributo pensamiento, tiene ideas claras y distintas sobre lo bueno y malo, lo verdadero y lo falso y la voluntad lo sigue somos plenamente libres. La libertad consiste en el sometimiento de la voluntad, que en su querer es infinita, al entendimiento . Erramos 28
cuando no seguimos la claridad del entendimiento , por ello una vez más la necesidad del método para
dirigirlo adecuadamente. Si la voluntad se limitara a juzgar y decidir cuando el entendimiento presenta ideas claras y distintas no habrá error, al no haber indiferencia. En el contexto de la polémica sobre la libertad del siglo XVII Descartes la concibe como razón, de acuerdo con la noción de “voluntad de poder”: capacidad de creación. En los principios llegará a decir: Por Sabiduría no sólo hemos de entender la prudencia en el obrar, sino un perfecto conocimiento de cuanto el hombre puede conocer, bien en relación con la conducta que debe adoptar en la vida, bien en relación con la conservación de la salud, o con la invención de todas las artes.
38. La idea de sustancia en Descartes, Spinoza y Leibniz.
Ver tema 9. 1.5 La estructura de la realidad: las tres sustancias en Descartes. Dios o sustancia infinita. El yo o sustancia pensante y los cuerpos o sustancia extensa. 1.5.1 El concepto de sustancia. Sustancia es toda cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Descartes reconoce (en el párrafo del texto de la CIUG nº 6) que ello solo puede aplicarse de modo absoluto a Dios, si bien mantiene por la independencia mutua entre la sustancia pensante y la extensa, que no necesitan la una de la otra para existir. 1.5.2 El alma y el cuerpo. El objetivo último de Descartes al afirmar que alma y cuerpo constituyen sustancias distintas es salvaguardar la autonomía del alma con respecto a la materia y de su determinación mecánica. La autonomía del alma respecto a la materia se justifica por la claridad y distinción con que el entendimiento percibe la independencia de ambos. 2. Spinoza: el racionalismo monista. La noción de sustancia en Spinoza. La sustancia cartesiana poseía las notas de independencia y percepción clara y distinta. Para Spinoza sustancia es aquello que es en sí y se concibe por sí: esto es aquello cuyo concepto para formarse, no precisa del concepto de otra cosa. Es lo que existe por sí mismo y se concibe por sí mismo. Ello implica que entre el orden del conocimiento y el orden de la realidad existe una correspondencia perfecta . 2.2 El monismo panteísta. Spinoza interpreta la realidad como un sistema único en que las partes remiten al todo y encuentran en él justificación. El sistema total es Deus sive Natura. 2.2.1 Panteísmo. En tanto que sustancia ha de ser definida y conocida por sí misma sin necesidad de recurrir a la idea de otra sustancia. En tanto que creada no puede ser conocida ni definida por sí misma, sino que su definición incluye necesariamente la idea de Dios, su creador. No hay, pues, sustancias creadas, no hay pluralidad de sustancias. Existe una sustancia única que se identifica con la totalidad de lo real: las partes no son autosuficientes, solo lo es el todo. 2.3 Infinitud. Esta sustancia, Dios o Naturaleza, es infinita. Posee infinitos atributos , de los cuales nos son conocidos dos: el pensamiento y la extensión. (Texto pág. 218). 2.3 El orden de lo real. El orden y conexión de las ideas es el mismo que el orden y conexión de las cosas. La totalidad de lo real constituye un sistema geométrico. Cada proposición se halla vinculada a las demás, siendo la conexión necesaria, continua e intemporal. Contemplar la realidad geométricamente es hacerlo desde una perspectiva intemporal, de eternidad ( sub specie aeternitatis). 3. Leibniz: noción pluralista de sustancia: mónadas inextensas y armonizadas por la mónada suprema que es Dios. 39. ¿Cómo solucionan el problema de la libertad Descartes, Spinoza y Leibniz respectivamente?
Ver Libro tema 9
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Razón y libertad.
La motivación última de la filosofía racionalista no se halla tanto en el interés del conocimiento científico-teórico de la realidad como en la honda preocupación por el hombre, por la orientación de la conducta humana, de modo que sea posible una vida plenamente racional. El objetivo último de Descartes es, pues, la solución a problema antropológico: el de fundamentar la libertad en la razón, a fin de que su uso racional haga posible alcanzar la felicidad y perfección humana. La libertad y las pasiones . Pasiones son para Descartes, las percepciones o los sentimientos que hay en
nosotros y que afectan al alma sin tener su origen en ella. Son involuntarias, escapando al control y al dominio del alma racional. Son inmediatas, no dando lugar a la reflexión. No siempre son acordes con la razón. La tarea del alma en relación con las pasiones es someterlas y ordenarlas conforme al dictamen de la razón. La razón descubre y muestra el bien que, como tal, puede ser querido por la voluntad. La razón suministra el criterio adecuado con respecto a las pasiones, además la fuerza necesaria para oponerse a ellas: los juicios firmes y determinados referidos al conocimiento del bien y del mal, según los cuales ha decidido conducir las acciones de su vida. (fragmento pág. 216) El yo como pensamiento y libertad . Del yo tenemos conocimiento directo, intuitivo, claro y distinto, que se manifiesta en el “yo pienso”. (fragmento pág. 216) La libertad se sitúa en el ámbito de la voluntad : Su existencia es indudable, La libertad es la perfección fundamental del ser humano . La libertad nos
permite: ser dueños de la naturaleza y de nuestras propias acciones. Libertad no es la mera indiferencia ni la posibilidad absoluta de negarlo todo, sino el elegir lo que es propuesto por el entendimiento como bueno y verdadero. Spinoza: El racionalismo monista. La noción de sustancia en Spinoza. La sustancia cartesiana poseía las
notas de independencia y percepción clara y distinta. Para Spinoza sustancia es aquello que es en sí y se concibe por sí: esto es aquello cuyo concepto para formarse, no precisa del concepto de otra cosa. Es lo que existe por sí mismo y se concibe por sí mismo. Ello implica que entre el orden del conocimiento y el orden de la realidad existe una correspondencia perfecta . Libertad y razón . Las cuatro últimas partes de la Etica, de las cinco que la componen, se ocupan de la
naturaleza humana, las pasiones o afectos, la libertad y el entendimiento, es decir, del bien verdadero, la felicidad y perfección humana. La liberación de las pasiones . Como descartes se ocupa de la libertad, siendo la esencia del alma el
conocimiento y, por tanto, la liberación de las pasiones. Que se produce cuando el alma tiene un conocimiento claro y distinto de las cosa s. Las pasiones y afectos negativos son ideas oscuras y confusas, los afectos positivos son ideas claras y distintas. Libertad, conocimiento y felicidad : La libertad no puede consistir en ausencia de determinación ya que
todo lo que existe es necesario. La libertad es el conocimiento cada vez más profundo y amplio del orden natural y su aceptación racional. Libertad y felicidad: El conocimiento de Dios (ver texto pág. 220) nos proporciona el sumo placer o satisfacción intelectual. Este placer o deleite, acompañado por la idea de que Dios es la causa universal, constituye el amor intelectual a Dios . Dado que Dios se identifica con la totalidad de lo real y, por tanto con el ser humano (modo finito en que se realiza su esencia), el amor con que Dios se ama a sí mismo, el amor con que Dios ama a los hombres y el amor co que estos aman a Dios son una sola y la misma cosa. Leibniz: Leibniz trató de hacer un hueco para la libertad y la contingencia, distinguiendo entre verdades
de razón y de hecho. Leibniz introduce ambos tipos de verdad para salvar la libertad humana. Pero en el fondo las verdades de hecho se podrían reducir a las de razón, aunque haría falta un análisis infinito realizado por un entendimiento infinito. Dios y el principio de razón suficiente.
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