servidores y testigos 115t.fh11 30/9/08 09:36 P gina 1 C
Composici n
M
Y
CM
MY
CY CMY
K
Etty Hillesum: una vida que interpela
Colección «SERVIDORES Y TESTIGOS»
115
José Ignacio González Faus
Etty Hillesum: Una vida que interpela
Editorial SAL TERRAE Santander – 2008
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionada puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y s. del Código Penal).
© 2008 by Editorial Sal Terrae Polígono de Raos, Parcela 14-I 39600 Maliaño (Cantabria) Tfno.: 942 369 198 / Fax: 942 369 201
[email protected] / www.salterrae.es Diseño de cubierta: María Pérez-Aguilera
[email protected] Con las debidas licencias Impreso en España. Printed in Spain ISBN: 978-84-293-1777-0 Dep. Legal: BI-2603-08 Impresión y encuadernación: Grafo, S.A. – Basauri (Vizcaya)
Índice
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11
Datos biográficos mínimos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
15
I. LA RECONSTRUCCIÓN PERSONAL DE ETTY . . . . . . . . . .
19
1. La relación con J. Spier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1ª fase: obsesión y desconcierto . . . . . . . . . . . . . . . . 2ª fase: recomposición de la relación y de su afectividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Colofón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
19 20 26 34
2. Otros aspectos de su reconstrucción personal . . . Relación con sus padres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
35 36 43
II. DIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
45
1. El itinerario de Etty . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.1. Dios, un factor ambiental . . . . . . . . . . . . . . . . .
45 45
8
JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS
1.2. 1.3. 1.4. 1.5. 1.6. 1.7. 1.8. 1.9.
Referencias escasas al principio . . . . . . . . . . . . Experiencia de necesidad de ayuda . . . . . . . . . Buscadora de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . «Aprender a arrodillarse» . . . . . . . . . . . . . . . . . Una Presencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Presencia reconstructora . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capacidad para abrirse al dolor . . . . . . . . . . . . Balance . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
46 48 50 50 52 53 55 58
2. El rostro de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. «Tu hogar, Señor, es mi interior» . . . . . . . . . . . 2.2. Dios, grandeza del hombre . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. «Ayudar a Dios» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.4. Encontrar a Dios en la vida . . . . . . . . . . . . . . . 2.5. ¿El Dios cristiano? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.6. Universalidad de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.7. Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
61 61 66 70 72 74 79 81
....................
82
III. EL SUFRIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
87
1. Trayectoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. ¿Masoquismo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. «Resistencia y sumisión» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Balance . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
87 90 103 110
APÉNDICE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
112
IV. LA MÍSTICA DE LA SOLIDARIDAD . . . . . . . . . . . . . . . .
115
1. El hacerse carne de la solidaridad . . . . . . . . . . . . . 2. Contenidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
116 117
APÉNDICE: LECCIONES PASTORALES
ETTY HILLESUM: UNA VIDA QUE INTERPELA
2.1. Superación del odio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Amor a los enemigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. Un triple programa: remanso de tranquilidad; corazón pensante; bálsamo para tantas heridas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Conclusión
9 117 122
124
.................................
135
Apéndice 1: Diferentes versiones de algunos textos del diario . .
141
Apéndice 2: Oración a Etty . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
149
Presentación
E
N poco más de veinte años, el Diario de una muchacha judía muerta en Auschwitz en 1943, Ester (Etty) Hillesum, se ha convertido en uno de los libros más traducidos, más editados, más analizados y más admirados. Uno de sus comentadores ha llegado a decir que, si Etty no hubiera muerto, habría llegado a ser un punto de referencia decisivo para la Europa del siglo XX, más allá de las diferencias confesionales. Conocí su diario en París en la década de los noventa. He vuelto sobre él en más de una ocasión. Y ahora, aprovechando que, por fin, aparece la traducción castellana1, me propongo en estas páginas ser un comentador más de su trayectoria.
1.
Una vida conmocionada. Diario de Etty Hillesum, en ediciones Anthropos, 2007. El título traduce el habitual que se le ha dado al diario en casi todas las ediciones (Une vie bouleversée, en francés; etc.). Estas ediciones no contienen la totalidad del diario. La misma editorial española había publicado antes las cartas que Etty escribió desde Amsterdam y desde el campo de Westerbork, donde trabajó antes de ser deportada a Auschwitz (El corazón pensante de los barracones. Cartas, 2001). Por lo general, las ediciones europeas juntan en un solo volumen el diario y las cartas.
12
JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS
Hablo de «su trayectoria» porque me parece que el mejor enfoque para estudiar el diario de Etty es buscar su evolución personal. Su diario no es un tratado, sino un itinerario. En este sentido, el comentario mejor titulado me parece ser el de Paul Lebeau («un itinerario», subtitula su libro2). La extraña rapidez del proceso personal de Etty facilita el que perdamos de vista ese proceso. Y, sin embargo, cabría hablar de un diario que comienza, como muchas relaciones actuales, pensando «a ver si se acuesta con el psiquiatra», y acaba convertido en una oración... La evolución que estudiaremos aquí abarca cuatro capítulos: ella misma (y su relación con S3), Dios, el dolor y la mística de la solidaridad. Creo que habría que añadir otro capítulo sobre su visión de la mujer (y relación con algunos feminismos actuales), pero esa cuestión queda para otro día y para otra pluma. La primera parte del diario es casi sólo ella (sus problemas personales) y su relación con S. Y, de esa primera parte, casi la mitad está dedicada sólo a la relación con S. Los otros temas personales aparecen fugazmente (los padres, la depresión y glotonería, su afán de escribir, relaciones con otras personas que aparecen en su vida, la adquisición de disciplina –ducha fría, gimnasia matutina, no mirarse al espejo...– y, finalmente, su progresivo fortalecimiento). La segunda mitad del diario tiene ya menos referencias a S (y algunas de ellas meramente narrativas). Conforme
2. 3.
P. LEBEAU, Etty Hillesum. Un itinerario espiritual, Sal Terrae, Santander 2000. El autor aduce más de 80 textos del diario que no figuran en la edición habitual. Lo citaré como «Lebeau». Como es sabido, el diario designa siempre con una S al psicólogo judíoalemán Julius Spier (huido de Berlín a Holanda), a quien ella acudió en busca de ayuda en febrero de 1941.
ETTY HILLESUM: UNA VIDA QUE INTERPELA
13
van espaciándose éstas, aparecen y van creciendo las referencias a Dios y, con ellas, comienzan a aparecer afirmaciones de que la vida es bella y merece vivirse. Cosa que antes había negado (en algún momento asomó la idea del suicidio –«desaparecer»–, y fue ésa la razón que se dio a sí misma para abortar en diciembre de 1941: es cruel traer hijos a este mundo). Al final del diario, el encuentro con Dios se convierte en una oración casi constante sobre el dolor y la ayuda a los sufrientes. En el comentario que sigue, daré siempre la página de la edición castellana del Diario (Una vida conmocionada), añadiendo la fecha, por si algún lector tiene a mano otra edición. He querido que éste fuera un libro breve, aunque a veces mis comentarios puedan resultar demasiado escuetos. Pero creo que es uno de esos libros que piden una segunda lectura, y para eso es mejor que las páginas no sean muchas. También me parece obligado añadir que las páginas que van a seguir han surgido de un seminario celebrado en el Instituto de Teología Fundamental de la Facultad de Teología de Cataluña en el segundo semestre del curso 20072008. Y lo que me decidió a ponerlas por escrito es que pocas veces he visto en los participantes en un curso más interés por el tema y, consiguientemente, más intensidad en el trabajo. Creo que, más allá de los tópicos y dedicatorias habituales, se merecen todos ellos una sincera acción de gracias: Alicia, Alfredo, Àlvar, Ana, Antoni, Custodi, Eulalia, Joan, Jordi, Lidia, Luis Miguel, Marimar, Mercè, Miguel Ángel, Jesús. Estas páginas deben también bastante a sus aportaciones. JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS
Sant Cugat del Vallès, junio 2008.
Datos biográficos mínimos
T
ODOS los lectores de Etty conocen suficientemente su biografía. Por eso me limito a dar aquí unas cuantas fechas, sin ánimo de ampliarla ni repetirla, sino únicamente por si en algún momento de la lectura conviene hacer alguna consulta. Nace el 15 de enero de 1914 en Mildeburg. Su madre era una judía rusa, y su padre profesor de lenguas clásicas. Tiene dos hermanos más jóvenes: Mischa (Miguel), que será un pianista famoso, y Jaap, médico. En 1924 la familia se traslada a Deventer. En 1932 pasa a Amsterdam para estudiar Derecho (hasta 1939), y luego se inscribe también en psicología y lenguas eslavas. Ya en Amsterdam (en 1937), alquila una habitación en casa de Han Wegerif. En la casa, además del hijo del propietario, viven otras personas en igual condición que ella. Una de ellas, Bernard Meylink, estudiante de química, fue quien la puso en relación con Julius Spier. Otra es la alemana Käthe, que aparece en el diario y que sería lo que hoy llamamos «empleada de hogar». Otra, Maria Tuizing, enfermera, acabó siendo gran amiga de Etty y la primera persona a la que ésta confió sus diarios.
16
JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS
Al poco tiempo, pasa a ser la amante de Han, quien la convierte en una especie de «ama de llaves» de toda la casa. De esa relación acabará surgiendo un aborto, del que da cuenta en el diario y del que parece que Käthe fue la única testigo. El 3 de febrero de 1941, por consejo de uno de los residentes en la casa de Han, visita por primera vez a Spier, psicólogo alemán («quiropráctico») huido de Berlín a Holanda, que esperaba pasar a Inglaterra y que marcó su vida decisivamente. Ella misma evocará, casi un año después: «aquel 3 de febrero, toqué tímidamente el timbre del n. 27 de la calle Courbet, y un tipo aterrador con una antena en su cabeza se fijó en mis manos» (31.12.41; p. 76). Spier adivina en seguida la gran capacidad de introspección de que estaba dotada Etty y le recomienda que escriba un diario. Aquí comienza nuestra historia. Algunas vicisitudes más: el 15 de julio de 1942, por presión de sus amigos, solicita y consigue un trabajo administrativo en el Consejo judío. Era el modo de evitar la deportación. Tras ello se siente tan mal que renuncia a los quince días y pasa a trabajar como «asistente social» en el campo de Westerbork. En junio de 1943 deja de ser asistente y queda recluida en el campo como interna. Ese campo holandés era en realidad una estación de paso hacia Auschwitz, adonde es deportada el 7 de septiembre del mismo año, junto con sus padres y su hermano Mischa. Según la Cruz Roja, fallece allí el 30 de noviembre de ese mismo año. El 5 de junio de 1943, antes de ser internada, confió a Maria Tuizing varias libretas con los diarios escritos, con el ruego de que los entregara a Klaas Smelik. Más adelante, el hijo de Smelik consigue un editor, tras varios intentos fra-
ETTY HILLESUM: UNA VIDA QUE INTERPELA
17
casados de Klaas, y en 1981 aparece la primera edición del diario en holandés. Desde el primer momento se multiplican las ediciones (en siete años consigue 19 ediciones) y la traducción a catorce países distintos. El responsable de la edición, J.G. Gaarlandt, elabora una selección de páginas del diario (que pasaba de las mil) que es la que figura en las diversas publicaciones en otros países. Según mis datos, sólo hay dos ediciones completas del diario: la primera holandesa, y otra en inglés, publicada por la universidad de Ottawa en 1986. Éstos me parecen los datos más relevantes, antes de pasar al análisis del Diario.