Era Mesozoica De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a: navegación, búsqueda La Era Mesozoica, Mesozoico o Era Eón1 Era Millones años Secundaria, conocida zoológicamente como Cenozoico 65,5 ±0,3 la era de los dinosaurios o botánicamente 251,0 ±0,4 como la era de las cícadas, es una división de Fanerozoico Mesozoico la escala temporal geológica que se inició hace Paleozoico 542,0 ±1,0 251,0 ± 0,4 millones de años y finalizó hace Proterozoico 2.500 65,5 ± 0,3 millones de años.2 3 Se denomina 3.800 Mesozoico porque se encuentra entre las otras Arcaico dos eras del eón Fanerozoico, la era Paleozoica Hadeico ca. 4.570 y la era Cenozoica. El nombre procede del griego meso/μεσο que significa "entre" y zoon/ζωον que significa "animal". Durante estos 186 millones de años no se produjeron grandes movimientos orogénicos. Los continentes gradualmente van adquiriendo su configuración actual. El clima fue excepcionalmente cálido durante todo el período, desempeñando un papel importante en la evolución y la diversificación de nuevas especies animales. En esta era desaparecieron grandes grupos de animales como los trilobites, graptolites y peces acorazados. Los invertebrados característicos de este período fueron los amonites, de caparazón con forma de caracol, y los belemnites, más pequeños y con el caparazón alargado y puntiagudo, entre otros equinodermos, braquiópodos y cefalópodos. Se desarrollaron ampliamente los vertebrados, sobre todo los reptiles, por lo que a la Era Secundaria se le llama también la Era de los reptiles o Era de los Dinosaurios. En esta era aparecen también los mamíferos, las aves, y las angiospermas o plantas con flores.
Escena del Jurásico.
Contenido [ocultar]
1 Subdivisiones 2 Tectónica 3 Clima 4 Biología
5 Véase también 6 Notas y referencias 7 Enlaces externos
[editar] Subdivisiones La Era Mesozoica se divide en tres periodos: Triásico, Jurásico y Cretácico.
El límite inferior del Mesozoico viene fijado por la extinción masiva del PérmicoTriásico, durante la cual aproximadamente del 90% a 96% de las especies marinas y el 70% de los vertebrados terrestres se extinguieron. También es conocido por la "Great Dying", ya que es considerada la extinción masiva más grande de la historia. El límite superior se fija en la extinción masiva del Cretácico-Terciario, que pudo haber sido causada por el impacto que creó el Cráter de Chicxulub en la Península de Yucatán. Aproximadamente el 50% de todos los géneros se extinguieron, incluidos todos los dinosaurios no avianos, es decir, todos aquellos que no compartían las características que definen a un ave.
[editar] Tectónica
La Tierra en el Triásico, hace 200 millones de años. En comparación con la vigorosa convergencia de placas formadora de montañas de finales de la Era Paleozoica, las deformaciones tectónicas del Mesozoico fueron relativamente leves. Sin embargo, la era destaca por la dramática fragmentación del supercontinente Pangea. Pangea gradualmente se dividió en un continente norte, Laurasia y un continente sur, Gondwana con apertura del océano Atlántico. Esto creó el margen continental pasivo que caracteriza a la mayor parte de la costa atlántica actual.4 A finales de la era, los continentes se habían fragmentado a casi su forma actual. Laurasia se convirtió en América del Norte y Eurasia, mientras que Gondwana se dividió en América del Sur, África, Australia, Antártida y el subcontinente indio, que colisionará con la placa asiática durante el Cenozoico. La formación de la cordillera de los Andes comenzó en el Jurásico, pero fue durante el Cretácico cuando tomó su forma actual. Se debió al movimiento de subducción de la placa de Nazca por debajo de la placa Sudamericana. A finales del Cretácico comenzó
la orogenia Laramide, que continuaría durante la primera mitad del Cenozoico y que formó las montañas Rocosas. El Mesozoico concluyó con el impacto de un asteroide de unos 10 kilometros de diámetro, que ocasionó la extinción masiva del Cretácico-Terciario.
[editar] Clima El Triásico fue en general seco, una tendencia que comienza a finales del Carbonífero, y muy estacional, especialmente en el interior de Pangea. El bajo nivel del mar también puede haberse exacerbado por las temperaturas extremas. Con su alto calor específico, el agua actúa como un estabilizador de temperatura y un reservorio de calor, por lo que las tierras próximas a las grandes masas de agua, especialmente de los océanos, experimentan una menor variación de temperatura. Dado que gran parte de las tierras que constituían Pangea estaban lejos de los océanos, las temperaturas fluctuaban mucho, y en el interior de Pangea probablemente incluía extensas zonas desérticas. Se dispone de abundantes camas rojas y evaporitas, tales como sales, que apoyan estas conclusiones.
Cambio climático en los últimos 500 millones de años en a base medidas del isótopo 18 O. El clima actual (a la izquierda) es más frío que durante la mayor parte del Mesozoico (en el centro). El nivel del mar comenzó a subir durante el Jurásico, lo que probablemente fue causado por una expansión del lecho marino. La formación de nueva corteza bajo la superficie desplazó las aguas oceánicas hasta 200 m más que actualmente, lo que inundó las zonas costeras. Por otra parte, Pangea comenzó a romperse en fragmentos más pequeñas, con lo que el aumento de superficie en contacto con el océano formó el Mar de Tetis. La temperatura continuó aumentando y comenzó a estabilizarse. La humedad también aumentó con la proximidad del agua y los desiertos y se retiraron. El clima del Cretácico es menos conocido y más ampliamente discutido. Se cree que los niveles más elevados de dióxido de carbono en la atmósfera causaron un gradiente de temperatura de norte a sur casi plano: las temperaturas son más o menos las mismas en todo el planeta. Las temperaturas medias son también más elevadas que en el día de hoy por alrededor de 10 °C. De hecho, a mediados del Cretácico, las aguas ecuatoriales del océano (quizás tan cálidas como 20 °C en las profundidades del océano) pueden haber
sido demasiado altas para la vida marina, y las zonas terrestres cerca del ecuador pueden haber sido desiertos, a pesar de su proximidad al agua. La circulación de oxígeno a las profundidades del océano también puede haberse interrumpido. Por esta razón, los grandes volúmenes de materia orgánica acumulada que no podían descomponerse y fueron depositados como "pizarras". No todos los datos apoyan estas hipótesis, sin embargo. Incluso con el calentamiento, las fluctuaciones de temperatura deberían haber sido suficiente para la formación de casquetes polares y glaciares, pero no hay pruebas de ninguno de ellos. Los modelos cuantitativos también han sido incapaces de recrear la planitud del gradiente de temperatura del Cretácico.
[editar] Biología La extinción de casi todas las especies animales al final del Pérmico permitió la radiación de numerosas formas de vida nuevas. En particular, la extinción de los grandes herbívoros y los carnívoros Dinocephalia dejaron vacíos estos nichos ecológicos. Algunos fueron ocupados por los cinodontos y dicinodontos sobrevivientes, los últimos de los cuales posteriormente se extinguieron. Sin embargo, la fauna del Mesozoico estuvo dominada por los grandes arcosaurios que aparecieron unos pocos millones de años después de la extinción masiva del Pérmico-Triásico: dinosaurios, pterosauros y los reptiles acuáticos como ictiosaurios, plesiosauro y mosasauros.
Brachiosaurus (Jurásico)
Ictiosaurio (Jurásico)
Quetzalcoatlus (Cretácico)
Ammonites (Cretácico) Los cambios climáticos de finales del Jurásico y Cretácico proporcionaron más condiciones favorables para la radiación adaptativa. En el Jurásico se produjo la mayor diversidad de los arcosaurios, y cuando aparecieron las primeras aves y mamíferos placentarios. La angiospermas se diversificaron en algún momento del Cretácico temprano, primero en los trópicos, pero el gradiente de temperatura les permitió la propagación hacia los polos a lo largo del período. Al final del Cretácico, las angiospermas dominaron la flora arbórea en muchas zonas, aunque algunas pruebas sugieren que la biomasa siguió dominado por cicas y helechos hasta después de la extinción masiva del Cretácico-Terciario. Algunos investigadores han argumentado que los insectos se diversificaron con las angiospermas, porque su anatomía, especialmente las partes de la boca, parecen particularmente bien adaptados a las plantas con flores. Sin embargo, todas las partes principales de la boca de los insectos precedieron a las angiospermas y la diversificación de insectos en realidad se redujo cuando estas surgieron, por lo que su anatomía original debe haber estado adaptada para otros fines. Cuando la temperaturas de los mares se incrementó, los animales más grandes de principios de la era mesozoica gradualmente comenzaron a desaparecer mientras que los animales más pequeños de todo los tipos, incluidos los lagartos, serpientes y quizás el antecesor de los primates, evolucionaron. La extinción masiva del Cretácico-Terciario acentuó esta tendencia.Los grandes arcosaurios se extinguieron, mientras que las aves y los mamíferos prosperaron, tal como lo hacen hoy.
http://celestia.albacete.org/celestia/deriva/triasic.htm El Triásico marca el comienzo de la era Mesozoica, también llamado "la era de los reptiles" debido a la aparición de los dinosaurios y otros grandes reptiles que dominaron el planeta durante 165 millones de años.
Hace 251 millones de años, el supercontinente Pangea II, formado a finales del Paleozoico, reunía la práctica totalidad de las tierras emergidas. Los continentes Africa y América del Sur estaban juntos, con una intensa actividad magmática al límite de los dos continentes. En el Triásico Tardío (aproximadamente 208 millones de años) comienza a producirse el desmembramiento de Pangea II en tres partes, Eurasia-América del Norte, AfricaSudamérica y Antártida-Australia-India. El desarrollo del océano Pacífico y mares someros permitió que corrientes ecuatoriales se desplazaran hacia los polos, produciendo un mejoramiento climático en todo el planeta, con temperaturas más cálidas y húmedas, las que favorecieron ampliamente la vida de los dinosaurios. El continente Cimérico o archipiélago que estaba unido a Gondwana se separa de éste durante el Triásico superior- Jurásico inferior y colisiona con el sur de Asia, destruyendo el mar de Tethis y formando el neo-tethis. Posteriormente este nuevo mar fue destruido al chocar África y la India con Europa y Asia formándose los mares Caspio, Mediterráneo y Negro. La ausencia de orógenos nuevos y la erosión de los formados durante el Paleozoico dio lugar en las plataformas continentales a una intensa sedimentación carbonatada característica de los mares cálidos y someros.
El clima de este período está influido por la presencia del supercontinente Pangea II. Un continente tan extenso presentaba unos contrastes climáticos muy importantes: en las zonas litorales había humedad suficiente y temperaturas moderadas; pero el interior había un clima muy seco y continental, lo que favoreció la existencia de grandes extensiones desérticas, situadas en los cálidos trópicos, ideales para los reptiles.
En general, en este período, el clima de la Tierra fue seco y árido.
El Triásico marca la aparición de los antepasados de los primeros mamíferos, pero poco se sabe acerca de su fisiología. Entre los invertebrados, los insectos estaban representados por la primera especie en experimentar una metamorfosis completa, atravesando las fases de larva, pupa y adulto. En los mares había belemnites similares a calamares, ammonites y crustáceos.
Los ammonites fueron extremadamente abundantes en los mares del Mesozoico. Surgieron en el Triásico y se clasific en el grupo de los moluscos cefalópodos, tuvieron tamaños diferentes y una forma similar a los calamales actuales, aun con una concha.
Foto izquierda: plagiostoma striatum.
Como quedaban tan pocas especies, el principio del Triásico fue una época de grandes cambios. Algunos reptiles mamiferoides sobrevivieron desde el Pérmico hasta el Triásico. Sin tanta competencia de otros herbívoros y sin grandes océanos que cruzar, éstos rondaban a sus anchas por la Pangea II. El grupo de estos reptiles más desarrollado, los cinodontos, dio origen, hace unos 215 millones de años, a los mamíferos. Estos eran pequeños animales parecidos a musarañas, que probablemente cazaban de noche, atrapando insectos y otros animales diminutos. Los mares del Triásico estaban muy concurridos. Los reptiles nadadores se impulsaban con las cuatro patas y capturaban peces con sus afilados dientes. Los ictiosaurios parecidos a delfines, nadaban en aguas poco profundas en todo el mundo en el Triásico. Pero el grupo de más importancia de reptiles fue el de los arcosaurios. Incluían a los tecodontos, cocodrilos, dinosaurios y pterosaurios. Los tecodontos, los reptiles más importantes del Triásico, dieron origen a los demás arcosaurios. Uno de los primeros grupos de dinosaurios fue el de los sauristiquios. Durante el triásico medio aparecen los pre-dinosaurios, que comienzan a caminar en dos patas y adquieren un mejor campo de visión, mayor velocidad y tienen sus manos libres para atacar. La mayoría de los dinosaurios aparecen a finales del Triásico, colonizando rápidamente el planeta. Destacan el Terópodo y el Prosaurópodo Las aves presentes en este tiempo eran reptiles pequeños que realizaban vuelos de árbol en árbol. Las alas no tenían plumas. A este grupo pertenece el pterosaurio .
El agua estaba habitada por el notosaurio (de afilados dientes, cabeza pequeña y alargada que medía 4 metros) y el ictosaurio (similar al delfín y con una longitud cercana a los 15 metros). Se alimentaban principalmente de pescados y moluscos. Al final de este período hubo otra extinción masiva, más pequeña, aunque acabó definitivamente con los reptiles mamiferoides, los tecodontos, los rincosaurios..., dejando así el escenario preparado a los dinosaurios, que empezaban su dominio de 165 millones de años en el planeta. La flora durante el triásico superior estaba formada principalmente por helechos, equisetos y gimnospermas primitivas. Entre estas últimas destacan las cicadophitinas (actualmente sólo quedan 21 especies de estas plantas, todas con distribución tropical). Otro grupo abundante fue el de Ginkgáceas (sólo queda actualmente Ginkgo biloba). Al principio, los helechos vivían bajo el dosel umbrío de los gigantescos licopodios y equisetos. Los helechos se hicieron mucho más altos hasta alcanzar a veces los 30 metros de altura. Durante el período Triásico, sustituyeron progresivamente a muchos de los licopodios y equisetos gigantes de las épocas anteriores, más húmedas. La flora de Laurasia estaba adaptada al clima seco y cálido. Destacan las cactáceas, las palmeras y las coníferas. Los helechos se adaptaron a las zonas húmedas al igual que las palmeras. Gondwana, era mucho más húmeda por lo que presentaba una vegetación abundante de helechos gigantes y grandes coníferas.
http://celestia.albacete.org/celestia/deriva/jurasic.htm
En este período se abre un canal marino que llega a dividir al supercontinente Pangea II en dos subcontinentes: Laurasia al Norte y Gondwana al Sur. Este canal marino se va ensanchando hasta formar el Atlántico Norte y Central, y entonces surge el Mar Caribe. Durante los últimos 200 Ma de años, el Tethis, entrante del océano Pantalasa en Pangea II se ha estado destruyendo y reconstruyendo continuamente, y no fue hasta 1979 cuando se propuso la existencia del continente cimérico, constituido por una banda lineal, situado al norte de África, India y Australia en Pangea II, de donde se separó para colisionar con el flanco sur de Asia desde el Triásico superior hasta el Jurásico Inferior. A medida que el antiguo mar de Tethis (Teitide) era destruido por subducción, se abría un nuevo Tethis (según Sengör), al sur del continente cimérico. A su vez el nuevo Tethis fue destruido cuando África, Arabia, India y Australia se desplazaron hacia el norte. Los mares Caspio, Mediterráneo y Negro contienen los únicos residuos actuales de los sucesivos mares de Tethis: así, el Mediterráneo oriental es Jurásico y Cretácico, mientras que el occidental (mares Tirreno, de Baleares y Alborán) no se formó hasta el Terciario (en el Mioceno, entre 20 y 10 m. a.) como un conjunto de cuencas abiertas a causa del desplazamiento de un mosaico de microplacas.
A mediados del Jurásico la geografía del planeta presenta un nuevo elemento, pues el gran continente Pangea se ha fracturado casi en dos partes. En el Tethis oriental se forman un sistema de valles intracontinentales que se inunda parcialmente, provocando una extensión del Tethis hacia el oeste.
Al final del período Jurásico, los continentes tienen ya un cierto parecido a como los conocemos actualmente.
En Europa occidental y Norteamérica debió ser tropical, cálido y húmedo. Al final el clima se hace más templado produciéndose la migración hacia el sur de ciertas especies de Ammonites, Rudistas y Corales.
Aparecieron los corales formadores de arrecifes que crecían en las aguas poco profundas de las costas. Entre los artrópodos evolucionaron animales semejantes a los cangrejos y a las langostas. Eran abundantes los peces ganoideos sobre todo en aguas continentales. También fueron frecuentes los peces Holóteos en las facies marinas de este periodo. Foto izquierda: spiriferina walcotti. Aparecen las primeras aves que tenían un aspecto entre ave y reptil, con plumas y alas pero sin pico; se han encontrado fósiles en esta época, las Arqueornitas, que presentan indiscutibles afinidades reptilianas. Desde esta época no vuelven a encontrarse fósiles de aves hasta el Cretácico superior de Noteamérica, donde ya presentan caracteres modernos, a pesar de lo cual conservan dientes en la mandíbula y una cola vestigial. Los dinosaurios fueron reptiles que tuvieron su aparición hace 240 millones de años. Con el transcurso del tiempo, siguen sufriendo cambios evolutivos y adaptaciones al entorno, conquistando todos los medios ecológicos: tierra, mar y aire. Los dinosaurios prosperaron y evolucionaron hacia formas más especializadas (los ictiosaurios y los plesiosaurios) para desaparecer de forma brusca al final del Cretácico junto a muchas otras formas de vida. Los fósiles de mamíferos son escasos, en general son grupos de implacentados. La flora: proliferan las gimnospermas, con grupos exclusivos de esta época (Bennetitales y Caytoniales, éstas presentaban caracteres intermedios entre gimnospermas y angiospermas). Las coníferas, alcanzan gran desarrollo, con formas similares a las actuales, secuoyas, cipreses y pinos: también había helechos arborescentes y equisetos.
http://celestia.albacete.org/celestia/deriva/cretaci.htm
El Cretácico duró desde hace 145 hasta 66 millones de años. Su límite inferior se marca por una regresión marina en la zona europea seguida por una gran transgresión. El nombre Cretácico procede de la palabra latina creta, que significa tiza. Las capas de tiza y esquisto de esta época se amontonaron sobre el lecho de los mares. La datación del final de la era es muy precisa, pues ésta se hace coincidir con la de una capa geológica con fuerte presencia de iridio, en la península del Yucatán y el golfo de México, y que se supone coincide con la caída de un enorme meteorito que pudo provocar la extinción de los dinosaurios. Este acontecimiento marca el fin de la Era Mesozoica.
En el cretácico inferior el Atlántico central y el Tethis dividían al mundo en dos amplias regiones continentales: América del Norte-Eurasia formando un único continente y Gondwana en proceso de desintegración. Sin embargo, mientras que el Atlántico Sur se iba ensanchando, el Tethis se consumía a lo largo de una zona de subducción situada en el norte de la cuenca, a lo largo de los Cáucasos, de manera que casi había desaparecido a fines del Mesozoico. Esto se debió al movimiento de Africa hacia el este a la vez que giraba en sentido antihorario. Este movimiento finalizó con el choque de la placa de Arabia contra el sur de Europa. Durante el Cretácico el Atlántico central se fue ensanchando. América del Norte y Europa aún constituian una única placa si bien estrechos mares someros se interpusieron entre ambas, comunicando al Tethys con el mar Boreal o Protoártico. El cretácico superior fue una época de grandes cambios, la inestabilidad tectónica se incrementó, con numerosas etapas transgresivas separadas por regresiones relativas que se suceden entre los 100 y los 75 m. , que en su máximo, casi un 40 % de los continentes quedó bajo el mar. Las Huellas de este episodio son universales. Como el mar Cretácico era muy cálido, se formaron enormes plataformas de carbonatos que la erosión posterior ha convertido en espectaculares acantilados calcáreos. Allí se produjeron enormes depósitos de creta, con espesores de varios cientos de metros. Representa un ambiente de deposición excepcional ya que se trata de sedimentos con características pelágicas (75% de sus componentes son planctónicos) aunque originado en un mar somero, con temperaturas templadas. El mundo cretácico fue escenario de un importante diastrofismo que influyó notoriamente en las relaciones tierra-mar y que frecuentemente estuvo vinculado con el desplazamiento de las placas. En el ámbito del Tethis, el desplazamiento de África hacia el este acompañado por un giro en sentido antihorario fue cerrando paulatinamente esa vía de comunicación la que terminó por desaparecer en el Cenozoico.
A lo largo del borde pacífico americano predominó un ambiente de subducción que generó una gran inestabilidad tectónica. En América del Sur se intensificó el diastrofismo iniciado durante el Jurásico principalmente en su margen occidental, con importante actividad volcánica. La parte principal de dicho proceso coincidió con la iniciación de la Orogenia Andina. Aproximadamente en estos tiempos tuvo lugar la separación definitiva entre América del Sur y Africa formándose la cuenca del Atlántico Sur y el continente sudamericano comenzó una deriva hacia el oeste avanzando sobre la zona de subducción adyacente con importantes fenómenos compresivos. A diferencia de lo acontecido en la costa pacífica, en el lado oriental prevalecieron las acciones distensivas producidas en relación con la extensión de la ruptura atlántica, las que motivaron la formación de cuencas de rift y el surgimiento de grandes volúmenes de lavas. Se comienzan a levantar las cordilleras Alpinas ( Pirineos, Alpes, Cárpatos, Himalaya) como resultado del empuje de los continentes meridionales; África y la India sobre Eurasia. En America del Norte y del Sur se forman las Montañas Rocosas y los Andes, son consecuencia de la deriva de esos continentes hacia el Oeste y los empujes de las placas Pacífica Cocos y de Nazca hacia el Este. Con los continentes separados, la vida animal y vegetal, empezó a desarrollarse de forma diferente en distintos lugares. Hace unos 65 millones de años, los continentes ya están aproximadamente configurados como en la actualidad. En la India, se produjeron extensas erupciones volcánicas que ensombrecieron la atmósfera con cenizas volcánicas. Al mismo tiempo, en la península de Yucatán y en el Golfo de México habría impactado un cometa o un enorme meteorito con consecuencias devastadoras a nivel planetario. Se produjeron tormentas, tsunamis (olas gigantes) e incendios globales de selvas y bosques. El polvo cósmico y volcánico, sumado a las humaredas, dejaron a la Tierra en tinieblas, lo que habría ocasionado la extinción de los dinosaurios, así como varias formas de vida como los ammonites.
La situación Paleogeográfia hace 98 millones de años era tal que existía una corriente ecuatorial universal por vez primera desde que la Pangea II se fragmentó. Cuando el Mediterráneo y el Caribe se convirtieron en mares cerrados y Sudamérica se separó de la placa Africana, la única circulación posible fue la circunantártica y el clima de la Tierra sufrió un enfriamiento considerable. Durante el cretácico tardío, el nivel del mar subió en todo el mundo, inundando casi un tercio de la superficie terrestre actual. Así, el calor del sol pudo distribuirse más hacia el norte gracias a las corrientes marinas, dando lugar a un clima global cálido y suave, sin casquetes de hielo en los polos y una temperatura en las aguas del Ártico de 14 ºC o más.
En general, los organismos cretácicos muestran la presencia de caracteres modernos. En el medio acuático se desarrolló un plancton muy variado, mientras que los organismos bentónicos dominantes fueron los moluscos. Los ammonites fueron los invertebrados más característicos de todos los mares, acompañados por belemnites, rudistas y equinodermos irregulares. Aparecen los primeros Teleósteos . El Cretácico constituyó un momento favorable para la evolución de los dinosaurios, posiblemente debido a las grandes extensiones continentales y a la abundante vegetación existente se expandieron por territorios que no habían estado ocupados hasta entonces, incluso ocuparon los océanos y compitieron con los peces. En el Cretácico inferior los herbívoros llegaron a ser los dinosaurios más importantes. Vivieron más especies de dinosaurios que en ninguna otra época.
En los ambientes terrestres los dinosaurios siguieron evolucionando, al igual que las plantas que los alimentaban. Los dinosaurios alcanzaron el climax de su evolución, las aves se hacen más comunes y los mamíferos que inician su evolución en ésta época (aparecen los primeros marsupiales en Australia y Sudamérica, continentes que entonces estaban juntos , pero separados de los demás ). Al mismo tiempo en Eurasia y Norteamérica aparecen los placentados primitivos, pequeños insectívoros que experimentaron una rápida diversificación a principios de Cenozoico, dando origen a los numerosos órdenes de mamíferos actuales.Al final de esta era aparecen las aves modernas.
Los grupos de reptiles más importantes fueron: - Anápsidos, de las diversas formas que se desarrollaron sólo han llegado hasta nuestros días las tortugas. - Arcosaurios, incluyen los reptiles voladores, dinosaurios y tecodontos, grupo del que derivan las aves y los cocodrilos.
- Lepidosurios, es el grupo al que pertenecen la mayor parte de los reptiles actuales, lagartos, serpientes , iguanas, etc. - Sinápsidos, actualmente no tienen representantes, pero es un grupo muy importante, pues de él proceden los mamíferos. - Pterosaurios, formaron un grupo muy homogéneo que floreció en el Jurásico, si bien algunas de las formas de mayor tamaño vivieron en el Cretácico y en él se extinguieron. Sus extremidades anteriores estaban transformadas en alas, por las características anatómicas de sus extremidades posteriores se deduce que no podían caminar por tierra firme, eran reptiles trepadores. En medios marinos los foraminíferos alcanzan gran desarrollo tanto en el ambiente planctónico como bentónico. En el Cretácico superior, constituyeron los componentes predominantes de la creta. Los arrecifes alojaron abundantes corales y briozoos así como bivalvos especializados (Rudistas). Muchos bivalvos, surgidos en el Jurásico continuaron su diversificación en el Cretácico, mereciendo especial atención los ostreidos (Ostrea, Gryphea, Exogyra, Aetostreom), Inoceramus, Trigonia y formas afines. Los ammonites continuaron representando los moluscos más característicos y mantuvieron en el Cretácico su importancia como fósiles guías para la confección de las biozonas y entre ellos, algunos adquirieron enroscamientos irregulares hasta rectilíneos. El número de familias fue declinando paulatinamente hasta que al final del período el grupo se extinguió.
Los belemnites fueron frecuentes hasta el Cretácico tardío, aunque iniciaron una rápida decadencia que los llevó a su extinción. De los restantes grupos de cefalópodos, sólo los nautiloideos tienen cierta representatividad en el Cretácico.
Los braquiópodos cretácicos están representados por los rinconéllidos y terebratúlidos. Entre los equinoideos irregulares aparecen los clypeasteroideos (dólares de mar) que aún hoy habitan los fondos arenosos. Los insectos constituyeron los invertebrados terrestres más característicos del Cretácico y habrían tenido una gran influencia en la radiación de las angiospermas. También hay registros de arácnidos y crustáceos decápodos de agua dulce. Foto izquierda: ammonites hoplites. El Cretácico se caracterizó por la radiación evolutiva de los teleósteos que aún perdura. En el ambiente marino existieron los últimos ictiosaurios y plesiosaurios frecuentemente de grandes dimensiones, pero, al finalizar el período, estos reptiles junto con otros tetrápodos se extinguieron. Sin embargo, esta crisis no afectó a ciertos grupos como las tortugas y los cocodrilos, los que persisten hasta la
actualidad. Las aves cretácicas se modernizaron en sus características osteológicas, pero aún retuvieron dientes en las mandíbulas. Una profunda crisis que afectó tanto a los organismos marinos como a los continentales tuvo lugar al terminar el Cretácico, extinguiéndose los ammonites, belemnites, rudistas, inocerámidos y prácticamente todos los grandes reptiles. La flora prosiguió con una preponderancia de gimnospermas pero en el límite entre el Cretácico inferior y el superior se produjo uno de los cambios florales más notables de los ocurridos en la historia terrestre gimnospermas pasan a un plano secundario y se extinguen importantes grupos (Pteridospermales, Caytoniales, Bennetittales) y se reducen drásticamente muchos otros órdenes (Ginkgoales, Cycadales, Araucariaceae). En su lugar se desarrollaron las angiospermas (plantas con flores). Las primeras en aparecer son las dicotiledóneas y después lo hacen las monocotiledóneas. A finales de éste periodo la flora había adoptado ya una apariencia moderna e incluía muchos de los géneros actuales de árboles, como aquellos a los que pertenecen el roble, la haya y el arce. El mundo vegetal resultó poco afectado por la crisis del final del Cretácico.