ENSAYO
“TODO SOBRE LA IMAGEN DEL ÉXITO” GABY VARGAS El éxito de una persona se basa en varias acciones extraordinariamente ex traordinariamente sencillas, las cuales debemos identificar y aplicar. La imagen por ejemplo, refleja lo que mostramos a los demás, tanto en contenido como en presentación. El contenido es lo que somos y llevamos dentro; la personalidad se refleja en los ojos, en u na sonrisa, en la paciencia para escuchar, en el entusiasmo que irradia una persona en su actitud y en el trabajo. La presentación es nuestra apariencia física, como el cuidado que ponemos en nuestra persona, en la ropa y el modo en que la llevamos. Es una forma de exteriorizar lo que llevamos dentro. La venta de nosotros mismos comienza con esto, podemos ganarla o perderla simplemente
por el “empaque”. Es muy importante cuidar de nuestra imagen, ima gen, ya que simplemente es la puerta que abrimos a los demás para mostrarles quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos. La primera impresión es fundamental para cualquier persona. Está comprobado estadísticamente que en lo primero que nos fijamos es en lo que trae puesto la otra persona, por lo que hay que ver el vestir como una inversión en nosotros mismos y como una herramienta que nos ayude a alcanzar alcanz ar nuestras metas y recordar siempre que no tendremos una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Otro elemento importante que se ve reflejado en nuestra imagen es la autoconfianza, la cual debemos fortalecer creyendo en nosotros mismos, visualizar lo que queremos lograr y vencer la tendencia natural a predisponernos al fracaso. Debemos tener cuidado con nuestros pensamientos, ya que lo que decimos d ecimos y pensamos son órdenes para nuestro cerebro. Para que crezca nuestra autoconfianza debemos tener también disciplina, ya que ésta nos da seguridad y nos hace sentir que tenemos el control de nosotros mismos. Por último y para fortalecer la autoconfianza, debemos a sumir las actitudes que anhelamos, ya que el comportamiento cambia el pensamiento. Nuestra imagen exterior debe reflejar las cualidades que queremos. No hay nada que atraiga más el éxito que la imagen del éxito, por lo tanto, debemos actuar, vestir y pensar como triunfadores. La persuasión es la habilidad de influir en los dem ás siendo congruentes con nuestros valores y principios en forma consistente entre nuestro ser, lo que p ensamos, la forma en que nos presentemos y actuamos. Debemos ser también asertivos, es decir, saber expresar lo que deseamos, practicarlo hasta que se nos cree un hábito. La empatía es otro factor que influye para tener éxito en la vida, es cuando nos sentimos entendidos por las personas que tratamos, al conectarnos con las personas logrando entrar en su mundo y poniéndonos al nivel de esas personas. El contacto físico es una de las formas más importantes de comunicarnos, es indispensable para el desarrollo integral del individuo. Cuando se siente el calor humano de quien se trata,
se logra tener una mejor comunicación con nuestros semejantes. La proxemia es una disciplina que estudia el uso del tiempo y el espacio como herramienta de comunicación no verbal y analiza el espacio en todas sus formas, que son: territorial, temporal, simbólico, lingüístico y sonoro. Si aprendemos a reconocer los mecanismos de la proxemia, podremos influir para que los demás se nos acerquen y haya un mayor contacto con ellos. Gaby Vargas nos muestra de qué manera podemos leer en las personas los mensajes que nos están enviando a través de sus gestos, gesticulaciones, tono de voz, etc. El color que viste una persona también nos dice mucho de ella, su aroma, lo que expresan sus ojos, la forma en que saluda, cómo se sienta; todos ellos son factores que debemos analizar para saber cómo piensa y cómo necesita que se le trate y de esta forma persuadirla a que haga o diga lo que queremos escuchar. Debemos ser buenos conversadores y saber escuchar lo que las demás personas tienen que decirnos. Debemos también preguntar y saber hacerlo. Limitarnos a las críticas y cuando debamos criticar, lo hagamos de forma tal que la otra persona no se sienta ofendida y por el contrario que sea una retroalimentación positiva a algo qu e no estaba haciendo de la forma correcta. Aprendí también que practicar el fracaso tiene sus ventajas, la actitud de los triunfadores es porque aprenden de sus fracasos y se recuperan de ellos con mayores oportunidades de éxito. Hay que correr el riesgo, vencer el miedo y emprender nuevas cosas. Me gustó un
proverbio japonés que dice: “Si te equivocaste, admítelo, ya que es una manera humilde de decir que ahora eres más inteligente”. La autora también recomienda tener más sentido del humor, ya que al reírnos nos situaremos por encima de los problemas y haremos salir lo mejor de nosotros mismos. Tomando en cuenta esta serie de recomendaciones e identificando bien los elementos para triunfar y sacar provecho de ellos sin duda nos llevará a tener éxito en todo lo que
emprendamos. Después de todo, “un viaje de 1,000 km comienza con el primer paso”.