ENSAYO SOBRE LAS DIMENSIONES DEL SER HUMANO. PRESENTADO A. Mg. Álvaro Ernesto Gutiérrez Flórez. ESCRITO POR. Jonathan Esteven Bolaños Pardo. “ANÁLISIS SUBJETIVO DE FALENCIAS Y FORTALEZAS DEL CIUDADANO PAYANESES EN SUS DIVERSAS DIMENSIONES DEL SER HUMANO”. En este ensayo mi propósito es retratar mi pensamiento sobre algunas falencias y fortalezas que durante mi estadía en mi ciudad he podido percibir y que de alguna forma, siempre he tenido la intención de compartir y aunque no estoy seguro de la validez objetiva de dichas observaciones, pero de una cosa he estado seguro toda mi vida y es que el pensamiento de cada uno de nosotros como personas, es válido y respetable; además siento o mejor dicho desearía creer que de la expresión intelectual de cada uno se puede obtener beneficios y que solo con una mente abierta y sin ningún tipo de predisposición se podrá obtener enseñanzas que permitan al ser dispuesto un crecimiento personal con características de integridad. En primer lugar me gustaría hacer referencia a la dimensión biológica, creo que no es un secreto que como payaneses tenemos una mezcla racial bastante representativa, haciendo que en nuestras características de biotipo predomine la estatura baja, y contrario a lo que se podría pensar con las estadísticas de obesidad en el ámbito nacional, desde mi punto de vista, considero que esta característica no es un punto débil de nuestra biología y por lo tanto es un ítem a tener en cuenta; otro aspecto que considero fuerte en nuestra biología es la resistencia natural que un organismo proveniente de un mestizaje presenta, frente a una raza pura; en síntesis solo quería mencionar el hecho de que aunque muchas personas puedan encontrar motivos para no sentirse orgullosos por nuestra mezcla racial y su respectiva representación en nuestro aspecto físico, creo que debemos estar agradecidos por las ventajas que nos permiten ser biológicamente más aptos que las llamadas razas puras, tal y como lo haría pensar la teoría evolutiva de Darwin. En segundo lugar y creo que tal vez la dimensión más importante a la que deseaba hacer referencia es a la dimensión social de nuestros coterráneos y obviamente del mío propio, ya que en este aspecto deseo ser bastante crítico con algunos detalles de nuestra idiosincrasia y comportamiento. En primer lugar tengo que hacer la acotación de que mis críticas no tienen la intención de herir sensibilidades de ningún tipo, pero considero que la identificación de nuestras debilidades brindan una EXCELENTE OPORTUNIDAD
de crecimiento, además de generar un pensamiento crítico acerca de mi propio actuar. Siempre me he sentido orgulloso de mi familia payanesa, mis amigos y demás allegados, pero esto no quiere decir que no sea consciente de que tal vez nuestra dimensión social, sea el punto más débil; tengo que decir que me siento un poco ofuscado con el pensar que fuera de nuestras fronteras de ciudad, piensen en nosotros como ciudadanos ENVIDIOSOS, sin SENTIDO DE PERTENENCIA por lo nuestro, por nuestra cultura, tradiciones, el que basemos un gran porcentaje de nuestras relaciones interpersonales en el interés de obtener algo a cambio; de que cada uno de los payaneses parece que pensáramos exclusivamente en nuestro propio bienestar, al punto de que en ciertas situaciones, incluso dejamos de lado el bienestar de nuestras propias familias y ni que decir de nuestros conciudadanos. Sé que todo lo que acabo de decir puede sonar bastante irritante, pero recuerda querido lector que al ver los defectos de los demás, es que de alguna manera veo mis propios defectos reflejados en los demás. El sentido de decir estas cosas, es con el firme deseo de dar el primer paso, para que Dios mediante, podamos llegar a una catarsis colectiva, la cual nos permita salir de este adormecimiento social en el cuál hemos estado durante tanto tiempo, y el cuál se ve reflejado en una ciudad que con todo el potencial intelectual, histórico, espiritual e inclusive ético; sea una ciudad POBRE, sin amor propio, en donde a diario vemos como de nuestras manos se nos escapa el mejor capital intelectual y humano; y que pudiendo hacer de nuestra ciudad un referente de crecimiento y desarrollo, nos conformemos con satisfacer mediocremente nuestras necesidades más básicas. Por último solo quiero que reflexionemos un poco sobre el siguiente fragmento, el cual se puede encontrar fácilmente en la historia payanesa. “El doctor Policarpo del Pando se manifestó tan sorprendido de la cultura de los hijos de Popayán, que en su informe rendido desde el Rosario de Santa Fe, y que reprodujo alguna vez La Prensa de Buenos Aires, dijo: "En América, todo el mundo es Popayán", ponderando así el predominio intelectual de esa culta e histórica ciudad. Y esa célebre exclamación ha perdurado como un valioso homenaje a la ciudad de Belalcázar”. Nuestra historia nos demanda mejorar como ciudad, mejorar como ciudadanos, enriquecer nuestra DIMENSIÓN SOCIAL, tan admirada en el pasado, como golpeada en el presente.
