La evolución del ser humano
Introducción La evolución, que proviene del término latino evolutio, se podría definir como desenvolverse y desarrollarse pasando de un estado, a otro, es decir, la evolución es desarrollo de los organismos por el cual pasan gradualmente de un estado a otro. La evolución biológica, más concretamente, es el proceso que continuamente se lleva a cabo, en el cual a través de las diversas generaciones, la especie experimenta cambios acorde a la adaptación a nuevos climas, o la aparición de algún problema. Especificando más, La evolución humana (u hominización) es el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. Los seres humanos proceden de antiguos mamíferos, que bajo el proceso de evolución han ido experimentando cambios hasta llegar al ser humano actual. Los ancestros que ya tenían características biológicas muy parecidas a las del ser humano son los homínidos. Actualmente los animales más cercanamente emparentad emparentados os con el ser humano son los primates. Se cree que la cuna de la evolución del ser humano empezó en África, que después se fue extendiendo hasta todo el mundo. La teoría de la evolución de Darwin actualmente es el mayor principio unificador de la biología. Darwin fue el primero que describió un mecanismo válido para explicar la evolución. Él imaginaba a la evolución como un proceso doble, que dependía: 1) de la existencia de variaciones hereditarias entre los organismos, y 2) del proceso de selección natural por el cual los organismos, en virtud de sus variaciones hereditarias, se extinguían o sobrevivían. Los científicos estiman que la línea de los homínidos comenzó a separarse de la de los simios africanos hace unos 10 o 5 millones de años, aunque todos procedieron de ancestros comunes, como el purgatorius o el branisella boliviana. Los primeros ancestros
Introducción
La historia de la evolución de los humanos se puede llevar hasta hace unos 65 millones de años, en el período terciario, donde apareció la primera especie de protoprimate, que fue experimentando los procesos evolutivos evolutivos y con el paso del tiempo se desarrolló y comenzaron a dividirse las dos grandes familias de los primates y los simios. En este apartado se va a hablar de los antepasados de los simios hasta llegar a los homínidos.
Purgatorius
No midiendo más de 10cm de largo, el purgatorius es posiblemente el antepasado de todos los primates, y también de los Plesiadapiformes (un orden de mamíferos extintos). Forma parte de una familia de pequeños mamíferos que vivieron en América del Norte, sobre la colina del Purgatorio, de allí su nombre. Tiene un aspecto parecido al de una musaraña, con un enorme cráneo y los ojos situados frontalmente y no a los lados. Vivió desde el Cretáceo Superior hasta el Terciario Inferior, hace 65,5 millones de años. Según los fósiles de purgatorius, se da a pensar que era un animal de costumbres alimenticias insectívoras, aunque sus fósiles sugieren que también se alimentaba de frutas posiblemente. Los dientes del purgatorius ya tenían rasgos similares a los de los verdaderos primates. El purgatorius tuvo contacto con especies como el Tyrannosaurus o el Triceratops. Se han encontrado fósiles de purgatorius escurriéndose entre los pies de algunos dinosaurios, dos de ellos son los mencionados anteriormente.
Plesiadapis
El Plesiadapis, sucesor del purgatorius, vivió en el Eoceno, hace unos 55-58 millones de años. De reducido tamaño, saliendo de la nocturnidad, en un principio insectívoros, saltaban de árbol en árbol, casi cual ardillas modernas. Pese al parecido a las ardillas no tienen nada en común biológicamente y el Plesiadapis era de tamaño más o menos de un actual castor. El Plesiadapis poseía grandes dientes en la parte frontal de la dentatura, que posiblemente le ayudarían a comer los frutos y demás partes de las plantas de las que se alimentaba. También se cree que los insectos estaban incluidos en su dieta. Con su larga cola, sus miembros ágiles, sus dedos con garras y sus manos capaces de sujetarse a las ramas era un animal claramente de costumbres arborícolas. Pese a sus costumbres arborícolas el Plesiadapis tenía unos ojos situados lateralmente y unas garras que le permitirían el movimiento más rápidamente en tierra que en los árboles, aunque tanto por seguridad como por sus costumbres alimenticias de frutos y hojas el Plesiadapis pasaría la mayor parte de su tiempo en los árboles, donde estaba a salvo de los depredadores que estaban en tierra firme como el gastornis.
Los restos de Plesiadapis están encontrados en América del Norte y Francia, de los cuales el primer descubrimiento de Plesiadapis fue realizado por François Louis Paul Gervaise en 1877, quien descubrió el Plesiadapis tricuspidens en Francia.
Notarcto (Notharctus)
Vivió en el oeste de América del Norte hace unos 45 millones de años. Los modernos lémures evolucionaron de animales como este. Este antepasado de los lémures tiene lomo y unas largas piernas flexibles, perfectas para saltar de rama en rama. Cuando el Notarcto realiza acrobacias, su espesa cola lo mantiene en equilibrio. Posee una columna vertebral flexible, que le ayuda en su desplazamiento en los árboles. Uno de los cambios más importantes en el Notarcto es que tiene un pulgar en cada mano y en cada pie, el cual se ha hecho así porque es una gran ventaja para él cuando se agarra a las ramas y para atrapar fácilmente su comida. Hubo al menos cinco especies diferentes de Notharctus. Los fósiles de al menos otras siete potenciales especies también se han descubierto. Los fósiles de Notarcto han sido hallados en América del Norte, de los cuales se han
hallado bastantes, lo que hace que las características biológicas de esta especie sean muy conocidas. Branisella
Los primeros simios auténticos aparecieron hace 40 millones de años, en África, el branisella desciende de ellos y vivió en América del Sur en territorio que ahora se encuentra en Bolivia, durante el Oligoceno tardío. Era uno de los primeros auténticos simios. El branisella poseía una nariz chata, y una cola para facilitar su movimiento en los árboles. El branisella era de costumbres arborícolas y tenía el pulgar que había heredado de sus ancestros como el Notarcto. Sus costumbres alimenticias eran básicamente de frutas aunque pudo incluir en su dieta alguna otra cosa como insectos, aunque no está confirmado. El branisella boliviana ya era uno de los monos del Nuevo Mundo, los cuales hoy en día todavía existen.
Propliopiteco y Aegyptopithecus
Vivieron hace 35-33 millones de años. El Propliopiteco y el Aegyptopithecus quizá sean los antepasados de los simios humanoides, es decir, parecidos al hombre. Vivían en Egipto, en la época en que lo cubrían bosques tropicales y no desiertos. Se alimentaban de frutos, pero también de insectos y pequeños animales. Eran muy similares a los actuales monos, tanto en comportamiento como en característica físicas. Ambas especies son cruciales entre los fósiles del Eoceno y los homínidos del Mioceno, cuyas dos especies actúan de enlace entre ellos. Aegyptopithecus zeuxis debió pesar unos 6,7 kg. Los caninos mostraban dimorfismo sexual Ambas especies eran cuadrúpedas y arborícolas, no tenían demasiada costumbre de bajar de los árboles y pasaban la mayor parte de su vida en ellos. Debieron pesar entre 5 y 10 kilos más o menos. Ambas dos especies, haciendo hincapié en el Propliopiteco, eran antepasados directos del ser humano, y fueron los que siguieron evolucionando hasta llegar al ser humano de hoy en día.
Dryopiteco
Muy extendido entre 8 y 20 millones de años, en el Mioceno. El Dryopiteco quizá sea el antepasado del linaje de los monos que evolucionase hasta los primeros hombres. Es uno de los primeros hominoideos. Los incisivos de esta especie eran relativamente angostos y menos espatulados al compararlos con otros géneros como Proconsul. Los dientes tenían una fina capa de esmalte, y eran bajos, de redondeadas cúspides. Sus fósiles hacen pensar que el Dryopiteco se alimentaba de frutos y bayas sobre todo. El Dryopiteco pudo llegar a pesar unos 35 kilos más o menos y llego a medir unos 1,2 metros de altura. Sus restos han sido encontrados por toda Europa hasta el norte de la India, sobre todo en España y Hungría. La teoría más acatada en nuestro tiempo es que el Dryopiteco era el antepasado de los grandes monos actuales (chimpancé, gorila, orangután y hombre), aunque también se especula que lo era del gibón y no de los grandes monos, aunque la mayoría de los científicos votan más por la primera teoría mencionada anteriormente.
Homínidos
Introducción
Diversas fueron las especies que unieron al hombre actual con los primeros homínidos. Las especies que representaron verdaderos saltos evolutivos, es decir, verdaderos momentos de cambio, fueron una serie de especies que llegaron hasta el hombre actual. Empezando por el Australopithecus y acabando con nosotros, el homo sapiens sapiens, como una línea recta evolutiva, que culmina con nosotros. También hubo otra especie que evolucionó directamente de esta misma rama, que son los Homo Neandenthalensis, los cuales no pudieron sobrevivir y se extinguieron. Australopithecus
Fue el primer homínido bípedo (caminaba en dos patas y podía correr en terreno llano). El Australopithecus tenía unas mandíbulas muy fuertes y poderosas, además de unos molares muy potentes. El Australopithecus pasaba mucho tiempo, el equivalente a una gran parte de su vida en los árboles, o siempre cerca de ellos. Su cerebro tenía un volumen menor a los 400 centímetros cúbicos. Ya que su cerebro tenía un volumen bastante pequeño, los científicos deducen que la capacidad de bipedestación se produjo bastante antes que la expansión del cerebro de los homínidos. Era un animal bastante pequeño, que no superaba los 1,20 de altura, y que llegaba a 30 kilos de peso. Se hallaba en África desde hace 4 millones de años hasta hace unos 2 millones de años. Está representado por un grupo de fósiles prehumanos hallados en el sur y el oriente del África. El primer Australopithecus fue encontrado en la década de 1960 en África oriental, (Etiopía) y fue llamada Lucy. Lucy fue una hembra muy importante en el estudio de los Australopithecus y de la evolución del ser humano. Homo habilis
Aproximadamente desde 1,9 hasta 1,6 millones de años antes del presente, en las edades Gelasiense y Calabriense (principios a mediados del Pleistoceno). Esta especie de homínidos, debieron adoptar una posición más erguida porque las variaciones climáticas hicieron crecer los pastizales y obligó a que se paren sobre sus pies para divisar posibles peligros. Tenían un cerebro más grande, bastante más que su anterior pariente Australopithecus, alrededor de 750 centímetros cúbicos, El incremento del cerebro mencionado anteriomente, fue calculado alrededor de 44%. El homo habilis tenía una altura bastante similar a la del Australopithecus, con unos 1,3 metros de altura y unos 40 kilogramos de peso.
Los cambios más transcendentales fueron que el homo habilis pasó de alimentarse tan sólo de cosas vegetales, sino que además animales, por lo que ya adoptaron una dieta omnívora. De cuerpo velludo. Actualmente los investigadores no están de acuerdo sobre si el homo habilis cazaba intencionalmente y fabricaba utensilios para hacerlo. Se cree que podrían haber hablado. El descubrimiento de esta especie se debe a Mary y Louis Leakey, quienes encontraron los fósiles en Tanzania, África, entre 1962 y 1964. Homo erectus
Algunos lo consideraron el representante directo del hombre, pero hoy se sabe que muchos Australopithecus anteriores poseían rasgos similares. Son los primeros homínidos que se distribuyeron ampliamente por la superficie del planeta, llegando hasta el sudeste y este de Asia. Cuerpo alto, espesa cejas y gran musculatura, y llegaban a alcanzar 1,8 metros de altura. El dimorfismo sexual del homo erectus era bastante mayor que el del hombre actual. Miles de instrumentos líticos han sido encontrados en asociación con fósiles del Hombre de Pekín: tajadores, rascadores, cuchillos, martillos, yunques y algunas puntas. También instrumentos de huesos de ciervo, gamo y búfalo, como cavadores, cuencas, cuchillos y puntas. Aunque poblaciones anteriores de H. erectus asiáticos podrían haber dado lugar al H. sapiens, hoy se considera más probable que el Homo sapiens hubiera evolucionado en África probablemente de poblaciones africanas de H. erectus, que posteriormente los primeros H. sapiens habrían migrado desde el noreste de África hace menos de 100.000 años al Asia, donde tal vez se encontró con los últimos H. erectus. Según los últimos estudios, aunque inciertos, se especula que el Homo erectus pudo haber conocido el uso del fuego. Además el homo erectus poseía una forma de habla que empezaba a ser compleja, con bastantes términos para comunicarse. H o m o s a p i en s
Se calcula que apareció hace 200.000-150.000 años, aunque el hombre completamente igual a como es hoy en día se dio hace 20.000-15.000 años. Sus características físicas son las mismas que las del hombre actual. Su capacidad cerebral es de alrededor de 1.400 centímetros cúbicos. Se cree que apareció en Europa hace alrededor de 40.000 años El homo sapiens tuvo cambios muy importantes en la organización económica y social, como las primeras formas de agricultura y domesticación de animales, y la vida en ciudades.
Algunos representantes antiguos son el hombre de Cromagnon y el hombre de Neanderthal. El homo sapiens tiene capacidades que le permiten aprender o utilizar matemáticas, escritura, conocimientos científicos, tecnología y estructuras lingüísticas complejas, lo que lo convierten en un ente muy social, capaz de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. Bipedestación
El hecho de que los simios que evolucionaron al ser humano se adaptasen a una forma bípeda de desplazamiento, ha sido, en su mayor parte, el cambio de clima en África. Las selvas tropicales en las que ellos se encontraban fueron transformadas en la sabana africana, por lo que el linaje de primates que precedían al ser humano tuvo que adaptarse, pasó de ser una criatura cuadrúpeda a una bípeda. Las razones son que en la sabana, con la alta hierba, ser cuadrúpedo quiere decir no observar los peligros de los depredadores, por lo que una postura bípeda les ayudó a poder observarlos bien. Además el cambio de clima, que paso de ser húmedo a seco y caluroso, también afectó la bipedestación. Una postura bípeda ayudaba a los homínidos a que el calor se les acumulase en menor cantidad en el cuerpo, además que perdieron parte del pelo por culpa del mismo calor. El final de la columna vertebral tuvo que adaptarse, ya que en los otros primates está detrás de la cabeza, mientras que en los homínidos se encuentra casi en el centro. Otro detalle fundamental es que la pelvis se ensanchó, de manera que sirvió para poder mantener los órganos en posición recta. La velocidad en carrera se bajó bastante. También hace que los partos en humanos sean más difíciles y largos que en las otras especies. Las piernas se han robustecido y además la rodilla ahora está recta, mientras que en los primates está doblada. Los pies se han vuelto más rectos y amplios, para mantener más estabilidad. Las consecuencias de la bipedestación han sido que hay menor velocidad de carrera, aunque se puede mover más con menos energía, lo que permite hacer viajes más largos. Permite transportar cosas, sirve para otear el horizonte y expone menos al sol. EN RESUMEN
La evolución humana (u hominización) explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística. El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homininos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés
se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción de Homo sapiens.