Juan Huelitl Lozano 13 de Enero de 2014 8º BA El futuro de la comida En la actualidad el ser humano ha modificado de forma notoria su alimentación, con el paso del tiempo y la revolución verde, los alimentos de origen vegetal y animal han sufrido modificaciones químicas y genéticas con la finalidad de obtener una mayor producción para satisfacer la demanda mundial, sin embargo esto podría tener repercusiones en la salud de las personas debido a que sólo en la edad moderna el hombre se ha preocupado por la cantidad y no por la calidad de los alimentos que consume. Desde los albores del hombre, su alimentación era variada y con un alto valor nutrimental, al ser nómadas se movían en busca de alimentos, como las bayas, legumbres, carne e incluso vegetales, sin embargo, con el paso del tiempo el ser humano aprendió a cultivar y criar animales, como consecuencia de esta etapa se redujo el número de especies animales y vegetales, ya que no todas eran aptas para la domesticación y cultivo respectivamente. Esta verdadera revolución en el modo de vida de nuestros antepasados tuvo grandes consecuencias, ante todo sobre la salud. La monofagia que resultó de los monocultivos se manifestó como fuente importante de carencias, lo cual se tradujo en una disminución notoria de la esperanza de vida de las poblaciones en cuestión. El hombre primitivo había vivido en armonía y equilibrio con la naturaleza y cuando su alimentación natural se desplazaba debido a las migraciones de las especies o al ciclo de las estaciones, él se desplazaba junto con ella. Al volverse sedentario, se le presentaron nuevas restricciones y nuevas imposiciones. El incremento de la población requiere de una mayor demanda de alimentos, servicios y bienes. Mediante la agricultura convencional es muy difícil satisfacer los requerimientos de una creciente población, debido a que se necesitan mayores espacios para el cultivo de las plantas y la crianza de los animales, por lo que el hombre se ha valido de la ciencia para aumentar la producción. Durante el siglo XX surgió una verdadera revolución, ya que a través de la selección genética, el uso de pesticidas y fertilizantes se prometían verdaderos cambios a la agricultura con una mayor producción, precios más baratos y mayores opciones disponibilidad alimentaria. Al parecer el planteamiento inicial de estos métodos eran prometedore s, ya que se enfocaron a reducir el hambre de la población, a partir de ese momento se incrementó la producción aunque solo se utilizaban pocas variedades de alimentos, denominados monocultivos, los cuales eran grandes extensiones de plantaciones de una sola especie vegetal.
Desgraciadamente este factor desgastaba significativamente los nutrientes del suelo, provocando una desventaja más que una verdadera mejora. Adicionalmente los denominados monocultivos también provocaron un problema ecológico debido a la proliferación de enfermedades e insectos, la uniformidad genética de estos cultivos provocó una gran vulnerabilidad ya que solo se podía solucionar o tratar mediante el uso de los insecticidas. De forma que un círculo vicioso comenzó ya que cuando más insecticida se utilizaba, más se necesitaba. Por otro lado el desgaste de los nutrientes del suelo y el uso de los fertilizantes derivaron otros problemas, especialmente la contaminación que afecta a la salud humana y del medio ambiente, aunque también hay que nombrarlos como elementos que han encarecido los alimentos. De esta forma el surgimiento de empresas productoras de fertilizantes y pesticidas además de nuevas tecnologías que permitían la modificación genética de las plantas denominadas transgénicas, comenzaron a ganar mercado, ahora los alimentos eran procesados en un laboratorio. El papel de la biotecnología juega un papel importante en el desarrollo de estas nuevas tecnologías, el propósito fundamental es el uso de los microorganismos para la producción de bienes y servicios, desgraciadamente algunas empresas han sacado provecho apropiándose de las semillas y generando sus propias patentes con la finalidad de ser líderes en el mercado mundial y garantizar así su beneficio económico. Hasta el momento los cambios más significativos se han producido en la agricultura. Todo esto ha provocado la desaparición de miles de variedades agrícolas debido al proceso de industrialización, el inicio de las patentes de los alimentos y el comienzo de la investigación sobre la modificación genética. Las empresas responsables de estos cambios deberían garantizar la seguridad alimentaria, sin embargo, todo lo contrario en torno a los alimentos transgénicos han pasado por alto ya que grandes empresarios no solo están involucrados en el sector alimentario sino que son parte fundamental de instituciones gubernamentales encargadas del control y el monitoreo de estos alimentos. Los grandes monopolios no solo afectan a una región como es el caso de los Estados Unidos de América, sino que también arrastra a otros países menos industrializados. Como se ha dicho en algunas ocasiones, la biotecnología es progreso y será una herramienta decisiva que permitirá sortear los problemas a los que se enfrenta la humanidad como consecuencia del cambio climático. Desgraciadamente esta herramienta en manos de empresas como Monsanto, son un problema y no una solución. Es importante recalcar sobre los beneficios que los alimentos transgénicos nos podrían beneficiar, o de lo contrario si hay algún efecto negativo a la salud de los consumidores, además no solo las plantas son susceptibles a modificaciones genéticas, también se han involucrado a los animales para el consumo humano.
Las soluciones que la biotecnología ha brindado en la industria alimentaria mediante la mejora genética, o los fertilizantes, son el principal remedio para el hambre que existe, la mala distribución de las riquezas son la base primordial de estas trabas, ya que se estima que a nivel mundial se produce suficiente comida para satisfacer la demanda de la población y que a pesar de esto existe hambruna en países pobres debido a la existencia de grandes monopolios que controlan el mercado, y que solo se benefician los países con potencial económico para poder adquirir estos productos industrializados. La modificación genética se podría calificar como peligrosa debido a que se desconocen los riesgos a la salud a acorto y largo plazo de los alimentos transgénicos, la intromisión biotecnológica es incierta, probablemente innecesaria en la actualidad, ya que se puede disfrutar de una gran variedad alimenticia sin la necesidad de recurrir a la biotecnología o los alimentos provenientes de la globalización alimentaria mediante el cultivo de pequeñas parcelas de una gran variedad de vegetales, frutas, legumbres que no sufren ninguna modificación química o genética y que garantizan un alto valor nutrimental y ningún riesgo a la salud del consumidor. Los alimentos orgánicos comienzan a ganar terreno gracias a programas destinados a una mejora ecológica de pequeñas comunidades destinadas a la pequeña producción de estas nuevas alternativas. Sin duda la biotecnología ofrece soluciones a los problemas de salud y alimentación pero al mismo tiempo el mal aprovechamiento de estas herramientas por monopolios que solo buscan el beneficio económico sin tomar en cuenta la salud de las personas ha ido manchando a los productos genéticamente modificados de ser perjudiciales, aunque no se tiene bien claro sobre los posibles efectos a largo plazo. Con el tiempo será necesario plantearse nuevas estrategias para la producción de mejores alimentos que cubran las necesidades de la creciente población, y que no solo beneficie a los países con mayor poder económico, sino que también a aquellos que estén en vías de desarrollo.