SECRETARÍA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD UPN 163
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN CAMPO FORMACIÓN INTERCULTURAL DOCENTE.
SEMINARIO: PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS EN LA DIVERSIDAD SOCIOCULTURAL.
ENSAYO: SABERES DOCENTES.
PRESENTA
JESÚS COVARRUBIAS ALATORRE
Coahuayana de Hidalgo, Mich., 8 de Mayo de 2009. SABERES DOCENTES.
Actualmente vivimos en una etapa de aceleradas transformaciones en todos los ámbitos del desarrollo de la humanidad, y en lo que respecta al aspecto educativo en donde el docente es uno de los protagonistas principales de este proceso, no escapa de dichos cambios; por lo que tiene grandes desafíos que enfrentar, ya que en la época que corre, lo que la sociedad espera de los docentes son capacidades concretas que eleven la calidad del servicio educativo y con ello se asegure un mejor destino social para las futuras generaciones, que logren el éxito, la prosperidad económica, que sean ciudadanos honestos, capaces de defender el medio ambiente, entre otras muchas exigencias y expectativas, que contrastan enormemente con el bajo reconocimiento que la misma sociedad le ha concedido a la profesión docente, de la cual, poco sabe de qué significa ser maestro y menos todavía de toda la problemática concerniente a su formación y todo lo que acontece en torno a su práctica cotidiana y a sus saberes. El reconocer al maestro, significa, entenderlo en sus preocupaciones éticas y pedagógicas, las cuales son muchas, y en sus relaciones entre sus saberes y su acción, dicho reconocimiento debería partir de los docentes mismos, los cuales la mayoría de las veces ellos mismos no se reconocen como teóricos de su acción, motivado esto por muchas circunstancias que van desde el pobre reconocimiento social que tiene la profesión, el poco poder de los docentes sobre su materia de trabajo, los problemas cotidianos que muchas veces enfrenta el docente con las normas pedagógicas que no puede cumplir por falta de una preparación adecuada, hasta con el papel de simples operadores que el mismo sistema ha otorgado a los profesores, pero ¿por qué sucede esto? pues porque no se puede reconocer la figura del docente mientras éste no tenga el poder para decidir sobre la educación que el mismo imparte, ya que todos los aspectos o la mayoría de ellos que atañen a la educación, son decididos por agentes externos al docente mismo, creando en él una profunda desorientación histórica en su vida profesional; Marta Elba Tlaseca Ponce hace un planteamiento al respecto cuando dice que
“el reconocimiento del saber de los maestros, como algo constitutivo del ser
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docente no limitado al orden intelectual y cognitivo sucede en base a dos principios fundamentales a la formación docente y al saber mismo: el de historicidad que reclama la comprensión de los significados de la acción y verdades del maestro en el tiempo y el de la unidad del saber con las preocupaciones éticas y la acción docente, es decir con el ser, principios que implican la unidad o comunidad del ser y el conocer” .¹
Sin lugar a dudas la experiencia docente es una manera de hacerse maestro, ya que éste al experimentar en la escuela donde se encuentra su campo de acción, pasa a ser producto de una reconstrucción de la realidad donde confluyen diversos aspectos que van formando al docente y donde éste va aprendiendo a saber de sí mismo mediante la experiencia que va obteniendo en el mundo que representa la escuela, con todo lo que implica el formar seres humanos que respondan a las necesidades del mundo actual. Cuando el docente logra articular la relación entre la acción y el pensamiento, es cuando surge el saber docente, es decir, cuando el profesor se da cuenta de que a partir de su acción se van construyendo los saberes que serán determinantes para la construcción de conocimientos sólidos, es a partir de esto cuando se va construyendo una propuesta pedagógica que orientará su vida profesional, ya que dicha propuesta es elaboración del propio ser docente que se transforma de lo que es en la acción, por la preocupación de ser otro mejor y transformar sus saberes y su propia acción docente, porque a través de su práctica el profesor construye sus propios saberes y son los que sostienen su acción y lo orientan para desarrollar mejor su trabajo, con la reflexión de su propia experiencia que lo llevará a realizar su propuesta pedagógica. Las experiencias del docente poco a poco se convierten en referentes importantes para la configuración de su acción, y a partir de estos referentes construye saberes particulares concernientes a los diferentes aspectos de su práctica cotidiana: contexto escolar, la dimensión de su trabajo, los alumnos, etc., dichos saberes estarán siempre en relación directa con el trabajo educativo del maestro y que sin
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¹ TLASECA Ponce, Marta Elba, en: "El saber de los maestros en la formación docente" Coord. Marta Elba Tlaseca Ponce. P.35.
ninguna duda, marcarán distancias con los conocimientos obtenidos con su formación inicial, los cuales muchas veces quedaron distantes con la realidad a la que se enfrentó el docente, pues durante su proceso de formación inicial abarco el aprendizaje de verdades establecidas y retención de información que poco tenían que ver con la realidad a la que se enfrentaría en su practica docente, María de Lourdes García Vázquez sostiene que
“la formación docente es un proceso
de autoconstrucción y autodesarrollo, en este sentido, es un proceso que se realiza por un sujeto particular” ²,
efectivamente, es una realidad que los decentes poseen una
gran gama de conocimientos prácticos que se basan principalmente en sus experiencias tanto personales como profesionales, derivadas muchas veces de la problemática de la enseñanza a la que se enfrentan día a día y que se van integrando y fusionando con los conocimientos teóricos aprendidos en su formación inicial. A lo largo de su trayectoria docente el maestro construye variados y distintos conocimientos a partir de la interacción que establece con los elementos que participan en su práctica concreta: alumnos, padres de familia, compañeros, directores, etc., elementos que conforman su mundo y su experiencia, los cuales son susceptibles de convertirse en objetos de reflexión y de preocupación, por lo que el docente reflexiona sobre si mismo en su papel educativo, convirtiéndose así en un agente de cambio acorde con las necesidades actuales, donde ningún factor es tan importante para los resultados de la educación como el maestro, ya que es la pieza clave para el desarrollo de actitudes y valores en los alumnos, enseñándoles a fundamentar de una manera racional principios y normas que le permitan construir una moral sólida y un juicio autónomo sobre los diversos valores que concurren en la sociedad contemporánea y así permitirle construir una inteligencia solidaria y atenta a las necesidades de los otros y cuidado de la vida; así pues, cuando el docente reconoce el impacto de los sucesos de su práctica y les otorga significado empieza a comprender su propia acción e inicia la elaboración de un conocimiento para la enseñanza. ² GARCÍA Vázquez, María de Lourdes, en: "El saber de los maestros en la formación docente" Coord. Marta Elba Tlaseca Ponce. P.156.
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Finalmente, todo concluye en el docente; la posibilidad de ofrecer una enseñanza formadora, que le de libertad al alumno y al mismo tiempo sea exigente, depende de un factor determinante: La formación de profesores calificados para esa tarea, conscientes de la gran cantidad de saberes que poseen y que son determinantes para la formación de las futuras generaciones que los tiempos actuales demandan. Se necesitan docentes con vocación, con pasión por la investigación, la acción y la innovación, con iniciativa, con capacidad para asumir su responsabilidad ante el desafío actual; que tenga el poder de afirmarse y reafirmarse como autores y creadores del proceso educativo para que la sociedad pueda verlos como intelectuales y no como obreros del gobierno, ya que esto ha impedido que el docente intervenga en la orientación del sistema educativo, una vez logrado esto, los docentes reforzarán el carácter profesional del ejercicio de la docencia y le quitarán la miopía histórica que la sociedad tiene sobre los saberes docentes y el docente mismo.
BIBIOGRAFÍA:
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TLASECA Ponce, Marta Elba. El saber de los maestros en la formación docente. México 1999. Ed. Universidad Pedagógica Nacional.
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