“Los de abajo” es una novela cuyo tiempo está en la revolución mexicana, escrita por Mariano Azuela, primeramente me gustaría abarcar una parte del contenido del ensayo para dar una introducción a la lectura con una investigación previa de la resolución mexicana. La revolución mexicana, iniciada como una rebelión contra la larga dictadura liberal del general Porfirio Díaz, significó uno de los más grandes levantamientos populares de América Latina. Aún cuando fue difícil plasmar en la realidad los anhelos por transformar a la sociedad, la economía, el mundo político y cultural de México, el movimiento iniciado en 1910 constituyó en el mundo de occidente, la primera revolución social del siglo XX.1 Desde un punto personal la revolución mexicana, sólo consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación, que nació en un panorama de insatisfacción del gobierno de Díaz, que según el pueblo había provocado mayor privilegio a unas cuantas clases, es decir, que se había regresado al conservadurismo, el primer revolucionario en contra de Díaz fue Francisco y Madero, que pretendía derrocar a Porfirio Díaz. Ya aclarado qué es la revolución mexicana, comenzaré con la obra literaria. Demetrio Macías es un hombre que lucha en contra de los federales de la revolución, contra el régimen de Porfirio Díaz, es un hombre admirado por los guerrilleros revolucionarios, tanto de ese modo que era el líder de un grupo de éstos fugitivos y víctimas de la injusticia como el, pero temido por federales. Los federales de Díaz son personas malas, que con el pretexto de querer salvar al país, o mejor dicho, salvar el gobierno de Díaz, destruyen pueblos, matan inocentes y roban mujeres. Un ejemplo claro de las actitudes de estos personajes se muestra cuando tras la visita inesperada de los federales a la casa de Demetrio y el querer violar a su esposa, el hace que se vayan de la casa, éstos le temen, pero no muy tarde incendian su hogar con la orden de el cacique de Moyahua.
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Fragmento informativo informativo tomado de la lectura “Revolución mexicana” situado en la página 187 del libro “Historia de México” de Josefina Zoraida Vázquez, Romana Falcón, Lorenzo Meyer y Pablo Escalante
Gonzalbo
Demetrio y sus guerrilleros buscan venganza sobre las barbaridades cometidas por los federales, buscan un grado de justicia, pero en cierta forma mala, rebajándose al nivel de los federales de matar, porque es el único camino y así ser “respetados”, usan su fuerza, orgullo y valor para derrotar a los federales cuyo grupo tiene una extensión mucho mayor que la de los guerrilleros revolucionarios, ellos no le temen a nada, si bien sufren la pérdida de compañeros o la herida de su líder siguen adelante. Este grupo de personas al estar metidas tanto en esta problemática ya no confían en nadie, tal es el caso de lo sucedido con Luis Cervantes quien se presenta como un retirado de las tropas de los federales de Díaz en busca de unirse a un grupo que se ubique más con sus ideales, a quien en un principio querían matar, pero tras observar la facilidad para la curación que éste tenía, se unió al grupo al grado de que Demetrio ya le hablaba no sólo de sus curación, sino de planes, así como también de una mujer que le gustaba, Camila, la cual está perdidamente enamorada de Luis pero éste mismo es quien le dice que mejor debe hacerle caso al jefe, con el tendría una mejor vida. Dentro de la nueva vida de Luis está ser el aconsejador de Demetrio, el cual le dice que debe ir a Zacatecas a unirse con la tropa del general Natera, ya que así ganarían más gente para las batallas, el decide aceptar y sale hacia la reunión con toda la tropa incluida Camila y un guía, en el camino asaltan un cuartel federal de la manera en que ellos lo harían, brutal y sangrienta, llegan a Zacatecas, se hace el pacto y Cervantes es nombrado secretario de Demetrio, pero todo el lugar termina ensangrentado como lo es cada uno por el que pasa la tropa, tal como también se ve en la batalla contra los federales y con los orozquistas. Pasa el tiempo y Demetrio se convierte en general, en una ocasión se encuentran con pertenecientes a la División del norte, el Güero Margarito y la Pintada, quienes les muestran cómo es que se debe hacer un saqueo, la revolución ya está en otro momento, en el que al parecer ya no importa mucho el “salvar al país”, sino el robar, emborracharse y matar sin razón alguna, todos han caído en estas nuevas ideas, hasta Cervantes, cosa que a Demetrio no le agrada mucho, ya que el tiene aún las ideas del principio de la revolución, así que decide regresar a Moyahua, pero quiera o no ya tiene una actitud como la de los demás y no olvidando lo que el cacique le hizo, lo mató.
Este ambiente de desear todo (con un mayor interés en el dinero) genera hasta celos sobre quien tiene más, y la Pintada está muy celosa de Camila ya que es el amor de Demetrio y por lo tanto recibe todo de el, hasta su apoyo que tanto quería Camila después de ver a un hombre pobre, viudo y con muchos hijos, tras todas las atenciones de Demetrio, Camila comienza a sentirse bien con el y no quiere alejarse de el, pero ella ve a la Pintada y al Güero como unos verdaderos barbaros y no revolucionarios por lo que pide que éstos se vayan de la tropa, cosa que la Pintada resuelve matándola, lo cual le genero mucha tristeza a Demetrio y poco a poco todo va desintegrándose, primero la unión con Natera y luego la tropa de Demetrio, Cervantes, por ejemplo, se va a recibirse de médico a los Estados Unidos, la mayoría de los demás se van a buscar suerte por los terrenos áridos del país. Sin una tropa parecida como a la que tenía Demetrio en un principio, llegan nuevos reclutas todos desertores del ejército de Villa, no es lo mismo de antes, ya todos están cansados de tantas guerrillas y son realmente pocos los que continúan mentalizados sobre la idea de la revolución, los pueblos ya no tienen ni que comer de los saqueos continuos, el movimiento se fue de las manos y ya nadie le tiene el mismo respeto a Demetrio cómo el que tenía antes, hasta su mujer se lo dijo, ya no hay una verdadera causa de lucha, pero ya nada puede parar. Y en la misma sierra donde fue aquella batalla victoriosa de un principio, se daría la última, los verdaderos revolucionarios desaparecieron, todos sus hombres van muriendo y el muere con sus ideales perdidos. Esta es una obra que refleja claramente la situación que una revolución desencadena, puedo concluir que este movimiento como aquí o como en otros lugares del mundo genera un camino en el que al principio todo es seguido por un ideal de libertad pero se va transformando hasta convertirse todos en “los malos”. Podemos darnos cuenta de que el país terminó peor después del movimiento, la gente ya no era la misma, esa gente por la que se luchaba ahora era gente con hambre, que perdió todo en la revolución, que fue saqueada, maltratada y hasta matada, que sus campos de cultivo fueron destruidos y usados como campo de batalla, y es que inevitablemente mucha gente fue obteniendo esas ideas y se fue perdiendo la verdadera razón de la revolución mexicana, el ser libres y desaparecer el mal gobierno.
En la actualidad ese hecho continúa afectándonos, geográficamente podríamos decir que la situación del suelo no es la misma desde ese acontecimiento, socialmente, nos podemos dar cuenta de que buena parte de la sociedad se quedó con esa mentalidad de tener que usar ese tipo de vandalismo para “salir adelante”, y políticamente es la misma historia, todo es una lucha de poder, que el mismo amor a éste no te permite dejarlo, pero como bien menciona la obra, es una piedra que sigue cayendo, por lo cual en lo personal se me hace necesario saber de historia para poder entender el presente, ya que ésta es la que nos afecta y sin darnos cuenta la estamos viviendo igual una y otra vez, yo tengo el pensamiento de que para cambiar al actual México, que está en una situación similar con el México del siglo pasado, es necesario cambiar y fijar bien nuestras ideas, revolucionarlas, pero no dejando que se nos vayan de las manos, para así poder lograr un verdadero cambio y que los poderosos no sigan siendo los poderosos siempre, los ricos, los que lo tienen todo, y todos los demás sigamos siendo los de abajo. Bibliografía. -
“Los de abajo” Mariano Azuela. Fondo de Cultura Económica “Historia de México” Josefina Zoraida Vázquez, Romana Falcón, Lorenzo Meyer y Pablo Escalante Gonzalbo. Santillana