regional El retratomexicano delsigloXIX a mediados
RooRÍcugzMrtv¡ INr,t¡ctur-,A.o.A - CSIC Escueladc E,studios Hrspano-Amcricanos
La Academia de San Carlos La Real Academiade BellasArtes cleSan Carloscentróla procl-rcción Españii.Fue creaartísticaoficial de la etapafinal de la colonia en la Nuev¿'t da en 1784,allnquesus clasesno comenzaronhastael año siguiente.Sus y la organización de susestudiosse basabanen l¿iAcademiamadre estatutos de San Fernandclde Madrid, que ejercíaun fuerte control sobretoclasacluellas instituciones artísticasque se prodigarona finalesdel siglo XVlll cn los territoriosde la coronaespañolal. La fundaciónde SanCarlosfue fi'utode las reformasborbónicas,ya que a raíz rJe1¿rnecesidadde ecuñar moneda se fundó una Escuelade Grabado.a cargo clel prof-esorvaiencianoJerónitno AntonioGil. De él nacióla ideade fundaruna Academiade las TresNobles Artes a semejanza de la de SanFernando. El gustoartísticoque irnpusoest¿instituciónfire lógicarnente el neocl¿rsicismo,a tr¿rvés profesores que una serie de colno la fbrmación ofrecieron de RafaelJimenoy Planes,ManuelTblsliy el propioGil. basadaen la prrictica del dibujoy en la fbrmacióntécnicay humanístic¿r. En susretratosJirnenoy Planesse separaba al individuo del tradicionalretratobarrocoal represent¿rr destacando personal.su declicaciírn su irnportancia a ur-ldetenninadooticio ,r, no tanto su importanciasocialo estamentalcolno en el retratobarroco2. El I VéaseRodríguczl\4t¡v¡. Inmacrrlada:'A la sontbla clc San Fern¿ntlo:l¿renseiranza dc la pinlura en la Acadenriade San C'alloscle Mérico dcsdc sus inicios hasta 1n Intlependencia".Tietn¡xt.s lt: A m é r i t u ( C a s t e l l ó n )n. ú n r . I I { 2 0 0 . 1 )p. í g s . 6 3 - 7 5 . 2 Sobreel retrírtoen N{óxicoen la prinrerunriÍrd clelsiglo XIX léase la tesisdoctuntlde la autor a : " E l r e t t a t o e n M é r i c o , l T E l - 1 8 6 7 . H é r o e s .e n r p c r a d o r eys c i u d r t l a n o sp a r i l u n a n u e \ ¿ l l l u i ( ) r " . Castellón.2003. inéclita.
Insurgetu:itrt republitutti.vno Pirgs.219 21.,4
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pintor logró formar en estos primeros años a un importante número de tas, como José María Yánquez, Juan Sáenzo José María Guerrero. pero críticas circunstanciashistóricas por las que pasó la nación mexicanano mitió que esta escuela alcanzarasu madurez,pues al peúodo de i de 1810 hasta 1821, le sucedióotro de inestabilidadpolítica y que obligó a la institucióna cerrar susaulasentre 1821-1824.8nestaúlti fecha fue reabierta,pero a duras penassobrevivió hasta 1843, en que zó tna nueva etapa. En estos años destacaronartistas como Miguel Pedro Calvo o JesúsCorral. Como se ha avanzado,en 1843 comienzavna nueva etapapara el to académico con un decreto dictado por el presidente de la Antonio López de Santa Anna por el que se reorganizaba la Contratarona una serie de profesoresque introdujeron las nuevas artísticas europeas en México. Entre ellos destacaron el catalán Clavé, cuyos retratos, de una gran belleza, clasicismo y perfección supusieronla introducción en México del romanticismo clasicistaen el to, que por entoncespredominabaen Europa. Por tanto, encontramosdurante toda la primera mitad del siglo más allá de ésta, una gran influencia artística europea en el arte Pero detrásde estagran influencia hay algunosaspectoscontradictoriog al mismo tiempo que reconocen su autoridad pretenden modelo, puesto que Europa les había minusvaloradodurante los si riores y los artistas mexicanos querían demostrar que también eran de generarbuenostalentosartísticosy de crear un estilo nacional. fisuras respecto al modelo son las que generanlas singulares plásticasdel retrato regional y anónimo, procedentede la tradición que en parte pretendíanponerseal día con las nuevascorrientes,pero desarrollaronsu propio estilo. De ello resultó una mezcolanzade que le dan un carácterpropio a estasrealizaciones. Como hemos anunciado,junto a la producción académica también en estaprimera mitad de siglo una serie de producciones en las que todavía se observala permanenciade las característicaq y conceptualesdel retrato barroco. Un ejemplo sería el tardío Condesade Calimaya, Doña María Isabel Jerónima Gutiérrez,de del siglo XIX. Un retrato con grandesresabiosdel mundo nico en una sociedad en cambio donde la sangre aristócrata 250
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quedar por debajo de la sangrecriolla, pues la enjoyada dama todavía envatítulos. iadahacereferencia en la cartela inferior a sus numerosos El arte regional Cabe centrar ahora el discurso en el llamado ámbito regional- Desde ha reflexionado en torno a mediadosdel siglo XX la historiografía mexicana "arte popular" o una seriede realizacionespictóricas que se han denominado ..aÍe independientede la Academia". También se ha calificado a estasproconsiderabaarte duccionesbajo el término de arte primitivo o ingenuo. Se por su temáticareflepopular o independientede la Academia a las obras que juúun u una burguesía que necesitabaafirmarse socialmente mediante una cosserie de obras -sobre todo retratos, pero también bodegones,escenas a sus En cuanto burguesía' tumbristase históricas- dirigidas por tanto a esa característicasformales se considerabadentro de estos dos términos aquella producción plástica con característicasformales distintas al arte académico importado de Europa. Se incluían tanto aquellas obras anónimas realizadas dentro del taller de tradición gremial -que todavía sobrevivía- o de forma autónoma,y también aquéllas que eran realizadas en un ámbito independientede la Academia, fundamentalmenteregional, y por lo generalde autor conocido. La historiografía del siglo XX sustituyó el término de arte popular, bajo el que el Dr. Atl incluyó algunos retratos anónimos en su obra I'os artes populares de México de 1921, por el de arte independiente, acuñado por JustinoFernándezen El arte moderno en México de t937. Los textos anteriores a Fernándeztan solo fecogen breves noticias sobre algunos pintores regionales como el poblano Agustín Arrieta o el jaliciense José María Estrada3.Desde el texto del Dr. Atl por lo tanto se incluyen retratos dentro del arte popular, junto con bodegones,exvotos y pinturas de flores' Rafael López tvtató vuetue a utllizar el término popular en un artículo sobre la pintura romántica del sielo XIX en la Revistade la Universidad de L937 para 3 Anterior al texto del Dr. Atl, encontramos de Reyes y Zavala, ventura:, Ins bellas artes de Jc¡isco, Guadalaiara.1.io. á" Valeriano C. Olague, 1882, donde se menciona brevemente a José María trnu¿u' pe.., Sáfur¿¡,É.u*ir.o' Historia de Ia Pintura en Puebla, 1823, donde escribe sobre Agustín de Arrieta, y Montenegro, Roberto: Pintura mexicana: 1800-1860, 1932, verdadero hito en la revalorizaclón de esta pintura. y sobre todo de la obra de José María Bstrada'
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afirmar que estapintura popular es la que mejor representael espíritu tico en la pintura mexicanadel siglo XIX. se sucedena lo largo del siglo estudiosparciales sobreestospintores regionales,como los de Ramón Ao Walter Pach y José Luis Bello y Gustavo Arrza, y se celebran exposi en las que se trata de dar a conocer estaspinturas regionaler, tu oe¿i;I cadaa la pintura jaliciense en el Palacio de Bellas Artes en l94z"omo o la de 1944, en el mismo lugar de pinturas veracruzanas. , En 1944 Francisco de la Maza en el número 17 de la revista EI Hijü Pródigo, publica un pequeño artículo sobre Estrada en el que ya reconocg que algunos de estos pintores denominadosindependientesde la Academit en realidad reciben su influencia e incluso la maestríadirecta de algunosd6 sus profesores.En la década de los cincuenta se sucedenlas exposici sobre Hermenegildo Bustos, Estrada o sobre la pintura jaliciense, así estudios sobre ellos. En la décadade los sesentala revista Artes de Méxicti tendráun papel muy importante en el conocimiento y difusión de estosartisr tas regionalesy también de obras anónimas,como el núm. 6l de 1965 cado a la pintura popular y costumbristadel siglo XIX. En él Xavier Moysséd: preferirá utilizar el término popular, no porque le parezcacorrecto, sino por* que es el calificativo más extendido para este tipo de pintura. Lo de nuevo en el número 92-93 de 1967 de la misma revista en el que habla la pintura del siglo XIX en el Museo Nacional de Historia de donde reconoce tres tipos de pintura: popular, académicay la realizada artistasextranjeros.La revista siguió dedicandonúmeros a facetas poco conocidas como la pintura tapatía en su número 94-95 de 1967, retratos de niños en el número t29 de 1970 v la obra de Juan Herreraen el número 138 de 1971. En 1982 Jaime Cuadriello en su obra Arte regional del sigto XIX ba a artistas como Estrada, Bustos y Arrieta dentro del término de pi regional, tuviesen o no formación o influencia académica.clasificación
nosparecemuchomásoportuna.En 1995Ana ortiz Angulo en su obra
pintura mexicana independiente de la Academia en el sigro xIX, intenta bar con el término de arte popular defendiendo que ha de tener tres terísticas: ser anónimo, ser reflejo del pueblo e ir dirigido a este pueblo. Por lo tanto cree mejor considerar a las realizaciones de Estrada y otros como arte independiente de la Academia, olvidando nuestra opinión- que pudieron recibir cierta influencia académicay que 252
El retrato mexicanoregional término regional resulta más general y acertado,por no entrar en otras consideracionessobre su valor como arte con mayúsculaso arte menor. Los retratistas de principios del siglo XIX En primer lugar cabría mencionar las característicasque hacen del retrato regional un retrato diferenciado del académico.Este tipo de retrato refleja por lo general a la burguesíaprovinciana, a los principales personajesde las ciudadesy pueblos del interior, que hacen ostentaciónde susjoyas y se visrcn con sus mejores galas, satisfaciendo su necesidad de reconocerse.En muchoscasosnos encontramoscon retratospost mortem, qtueofrecen la imagen de medio cuerpo del personaje, evitando elementos complicados del dibujo como son las manos,la perspectiva,con composicionesy posespoco complejas.Sin embargo, su pincel se entretieneen representarcon absoluta veracidadlos rasgosfisonómicos -sin ocultar defectos- y los accesoriosa.Por tanto, sus problemas no son de índole creativa, sino el afán por trasladar al lienzo con absolutaveracidadlo que ven sus ojos. Ni siquiera les preocupala representacióndel caráctero de la psicología, es más importante identificar al personaje,asegurándoseel pintor mediante la inclusión de la preceptiva cartelaexplicativa. Pero ¿quéformación tienen y qué grado de influencia tiene el arte académico sobre ellos? A este respectoJaime Cuadriello realizó una clasificación para averiguar qué grado de influencias externasy locales recibieron estos artistas5.En primer lugar, se encuentran los artistas que se formaron en la Academia y que más tarde se establecieronen las provincias. Estos artistas practicaronfundamentalmenteel género del retrato de burguesesy de padres de la patria, satisfaciendoasí las necesidadesde las galeríasprivadasy públicas de las regiones.Encontraríamosaquí a artistascomo JoséMaría Uriarte, JoséAntonio y Felipe Castro, Juan Cordero y Felipe S. Gutiérrez. Por otra parte, encontramosa aquellos artistas nacidos en provincias que, tras recibir una primera formación en su localidad, salieron a perfeccionarse en la Academia capitalina y en el extranjero. Tras este perfeccionamiento,regre-
4 Moyssén,Xavier:"Pinturapopulary costumbrista del sigloXlX", ArtesdeMéxico,núm.61, México,1965,págs.13-26. 5 Cuadriello,Jume:'Arte regionaldel sigloXIX, La Muralla,Madrid, 1982.
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saron a sus localidades de origen para abrir su propio taller y para forma¡ su vez a otros artistas.El retrato ocupabatambién la parte más importante su producción. Como ejemplos podríamos citar a José Justo Montiel on Yeracruzo JoséManzo en Puebla,entre otros. Encontramosa artistasexfr¿ql jeros, que realizaron esencialmentedecoracionespara edificios públicos $ escenografíaspara teatros,aunquetambién tienen una importante producciép , retratística. Por último, estaríanaquellos pintores propiamente locales, qug pudieron recibir de manera directa o indirecta la influencia de la Academiq de SanCarlos y que abríansu propio taller. . Laprimera mitad del siglo XIX en el ámbito regional es un periodo pobnú en cuanto a la cantidad de producción retratística,pero no menos interesáflií te, puestoque destacanuna serie de pintores individualistas, inquietos y póliü !¿ facéticos. La ciudad de Puebla había sido un centro artístico de importancia durar{il te el Manierismo y el Barroco6. Su actividad, sin embargo, resulta interesanteen el XVIII pues se cae en la repetición de modelos. A finales este siglo destacanlos Zendejas,Miguel Jerónimo Antonio y Lorenzo, e hijo, que realizaron algunos retratos de cierta calidad. Sin embargo,ped tra en estemomento el espíritu ilustrado, y pocos añosdespuésde iniciado siglo el padre Antonio Jiménez de las Cuevaspromueve la creación de ul Academiade Bellas Artes, en 1812.En la escuelaimpartían sus los artistas de los gremios de la ciudad: Lorenzo Zendejas, Salvador Huerto, Manuel Caro, JoséJulián Ordóñez, Manuel López Guerrero y Manzo. Figura importante en la educaciónartísticade los poblanos,fue bién el obispo Pérez, quién dotó con cien pesostres plazasde dibujo lado, arquitectura y perspectiva, costeando de igual modo los anualesde la academia. Uno de los mejores retratistasque encontramosentre los profesores academiapoblana fue JoséManzo y Jaramillo (1789-1860), que fue los pocos artistasde estosprimeros momentosque logró formarse en el rio¡ graciasa formar parte de la primera embajadade la República que fue al Vaticano. Viajó también por EstadosUnidos, Francia e Ing
estanciasque sin duda perfeccionaronsus conocimientosy su técnica artística. Esta amplia formación le permitió dominar varias técnicas,como el óleo, la orfebrería, el grabado, la arquitectura, la música, las artes mecánicas e incluso la litografía, atribuyéndoselela introducción de esta modernatécnica en la ciudad de Puebla. Dominaba asimismo la técnica del pastel, que introdujo como novedad en Puebla. Un ejemplo en esta técnica seria su Autorretrato (Museo José Luis Bello y Zetina, Puebla). La imagen ya es plenamenteuna visión romántica del artista, que se hace representardestacando su oficio. También seretfató como un paseanteen el lienzo Interior de Carcdral, que representala Catedral de Puebla, orgulloso de haberseocupado de la reforma neoclásicadel interior del edificio. JoséLuis RodríguezAlconedo (1761-1815)es tambiénun artistainquieto e interesanteen estos primeros años del siglo XIX, aunque no formara parte de la academiapoblanaT.Su primera formación fue de orfebre, que más tarde completó acudiendoa San Carlos. Allí se examinó en I79I de maestro platero y en 1794 fue nombrado académicode mérito en grabado,con la realización de un altorrelieve con el retrato de Carlos IV. Sus inquietudes artísticas le llevaron a tener problemas con la Inquisición por tener imágenes eróticasy sus opiniones políticas contra la monarquía le produjeron enfrentamientos con las autoridades virreinales, que finalmente le deportaron a Españaen 1810.Su regresose produjo un año después,pero su criollismo se había agludizadoy fue apresadode nuevo. Una vez libre, se unió a las tropas del cura Morelos, en las que se ocupabade la fundición de cañones.El 25 de septiembrede 1814fue apresadoy un año después,el 1." de marzode 1815, fusilado en Apan. Su obra pictórica es poco abundantey sobretodo de carácter religioso. Más interesantees su obra realizadaal pastel, técnicaque aprendió durante su exilio en España,en Cádiz. En 1810 realizí el Retrato de la señoraHernándezMoro (museo Universitario, Puebla) en el que ademásde demostrar el gran dominio que tenía de esta fécrica, refleja la influencia europeaen su producción, pues el retrato destila un claro tono goyesco, de tonalidadescálidas y formas suavesy redondeadas.Su mejor obra es también sttAutorretrato, realizadoen 1811 (Museo Universitario de Puebla, Puebla) y al igual que Manzo nos ofrece una imagen rom¿ínticadel artista con una
6 Sobre el arte en Puebla. véase Pérez Salazar. Francisco Historia de la Pintwa en lnstituto de InvestigacionesEstéticas,LINAM, México, 1963.
7 Sobre este artista véase García Barragán, Elisa José Luís Rodríguez Alconedo. Artista y patriota poblano. Gobiemo del Estado de Puebla, Puebla, 1992.
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gran perfeccióntécnica.RodríguezAlconedo se representaa sí mismo con rostro, manosy mirada enérgica,aspectodescuidado,la barbaincipiente,l¿ camisaabiertay el gestorománticode coronara una cabezaclásicade yeso. a un modelo,con flores.Predominanigualmentelos tonosocresy marrones. Otros retratosde esteartistaen la técnicamencionadason un Retratode una señoracon su ñz7o(Museo Universitariode Puebla,Puebla)y un retratode Pizarrr¡(GaleríasJoséLuis Bello y Zetina,Puebla). Guadalajaraes otra de las ciudadesdel ámbito regionalque destacaen la primeramitad del siglo XIX. Aunque en la etapacolonial no habíatenidoun papelimportantecomo centro de producciónartística,fue una de las prime_ ras en fundar una escuelade dibujo araíz de la creaciónde la Academiacapitalina8.Así en 1790se abrió una escuelade dibujo para mejorarla formación de los artesanos,patrocinadapor el famoso obispo Cabañasy por el Real Consuladode Guadalajara.Como San Carlos,sufrió las consecuencias de la insurgenciay cerró suspuertasentre 1810y 1816,y definitivamentea partir de 1818. La inestabilidadpolítica provocó un paro en las realizaciones artísticas,sólo trabajaronduranteesosaños los dibujantesde la casade la moneday los pintoresFélix Záratey EugenioPlata,que trabajabanparaclérigos y particularese. En estos primeros años de andadurade la escueladestacala figura de discípuJoséM¿ría Uriarte, verdaderopadreartísticodel arte guanajuatense, lo de Jimenoy Planes.Se habíaformadopor 1otanto en SanCarlosy durante sus primeros años realizó algunos retratos infantiles, como los de Rafael Villalón (Colección Daniel Liebsohn) y el de los niños José Juan y GuadalupeCervantesy Michaus (Colecciónparticular) de 1814. En 1817 Uriarte acude a Guadalajarallamado por el presidentede la Audiencia de NuevaGalicia, don Joséde la Cnn, que pretendíafundar allí una Academia de Bellas Artes, pero el proyecto no llegó a cuajar. En 1823 realiza un retrato a Agustín de lturbide (Catedral de Guadalajara,Guadalajara) encargado por el Consuladode Comerciantes.Se trata de un retrato lleno de pompay acaftonadoen el que representaal recién coronado emperador de México,
8 Reyesy Zavala:Las bellas artes... de 9 Camacho, Arnro: Álbum del tiempo perdido. Pintura jaliciense del siglo XIX,EI Colegio Jalisco,Zapopan,Jalisco, 1991, pág. 40.
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introduciendoalgusiguiendotodavíala tradicióndel retratobarroco,aunque napoleónico. nasnovedadesdel retrato Finalmente, gracias al gobernadorde Jalisco Prisciliano Sánchez,en de dibujo' escultura'pintura y 1826se funda en Guadalajarauna Academia dondeUriarte ejercerá Estado, del Instituto arquitecturaen el reciénfundado Guadalajaracomo en luego su magisterio sobre artistas que destacariín y José María Estrada. En Abundio Rincón, Félix Zárate, José María Mares al gobernadorSánchez exaltador retrato pintó un Uriarte aeraclecimiento, Es éste un Guadalajara). hácia 1826-27 (Museo Regional de Guadalajara, pie, con una figura retrato de gran tamaño, representandoal gobernadoren Su indumentaa su altura. cuanto en poco desproporcionada y un imponente de elementos serie de una y rodeado está ria y su peinado son románticos cabezaclásiuna simtólicos, como dos pequeñosputtis: uno de ellos dibuja ca a la que está observando,e1 otro tealiza trazos geométricoscon un compás.En el fondo paisajísticovemos un edificio en construcciónen segundoplano. El gobernadorlleva en su mano derechaun papel en el que se "Libepuedenleer las palabras:"Progreso","Constitución", "Educación" y ialiclacl".Toda esta serie de elementosreflejan sin duda los ideales de la nuevasociedadque se estabaconstruyendoen México: una sociedadque tratabade progresara travésde las premisasde una CartaMagna que gobernara a todospor igual, de una educaciónpara formar a susciudadanosy de un régimen liberal. A pesar del esfuerzo de Uriarte por tealizat un retrato de complejidadsimbólica y compositiva,adolecede algunosdefectos,a pesar de su formación académica.Por ejemplo, susrostroscarecende naturalidad las posespoco natuy de expresividad,las anatomíasson desproporcionadas, ralesy los volúmenesplanos. En Guanajuato,como en Puebla,destacauna gran personalidaden esta primeramitad del siglo, FranciscoEduardo Tresguerras(1759-1833)'también alumno de San Carlos,pero de arquitectura,aunquecomo hombre polifacéticoque era practicó también la pintura, la emblemáticae incluso la del barroco' música.Su producciónreligiosapresentatodavíacaracterísticas del siendo ,r* retratosdonde plasma las nuevasconcepciones neoclasicismo."n Su retrato más reconocido es el de su esposa'María Guadalupe Rttmírez..de 1187 (Museo Nacional de Historia, México D'F.). Fue retrafada cuandocontabacon diecinueveañosde edad,como rezaen la inscripción.La aparenteinmediatezde la pose,como si hubierasido sorprendidaen su acti257
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vidad cotidiana, es uno de los elementosque permite intuir las nuevas retratísticas.Sin embargo,Tresguerrasno domina la representación ca, pues evita el dibujo de las manos, escondidastras un paño y tras la ta, el rostro resultaduro y los pies estánmal dibujados.Aun así el lienzo cierto equilibrio cromático pues ha sabido combinar los colores, y tr¿ la ternura del amor conyugal a través de la buenarepresentaciónde la lidad, las mejillas sonrosadasy el rostro melancólico de la joven. El retrato al mediar el siglo Pero es a mediados del siglo XIX cuando la escuelaregional del retrat$ se muestra más interesantey productiva. En Puebla, encontramosla personalidadde JoséAgustín Arrieta (1803-1874)10. Estudió y participó ei los concursosde la Academia poblana, donde se formó con L. Zendejas,gü del Huerto, los hermanoscaro y JoséManzo. A pesarde estaformación y'@r ser un artista conocido, pasó durante su vida grandes penurias económic&fi: pues sus cuadros eran vendidos por poco dinero. su producción destaca larealizaciín de cuidadososy detallistasbodegonesy escenas llenas de encanto y de tipos populares mexicanos. Menor es su religiosa, de modesta calidad. En cuanto a sus retratos, a pesar de enseñanzasacadémicas,muestra algunos defectos en la representaciónde anatomía,en especial de las manos, desproporcionadas,y en la repressl ción de tejidos y texturas. sus retratos son algo secos,opacos y todavíá una primera etapacon elementosdel periodo anterior. Un retrato más mo a la tradición de los talleres. Pero se observa en dicha producción cierta evolución, desde un retrato todavía heredero del barroco a uno próximo al romanticismo. Fue precisamenteesta obra retratística la qub opinión de Bernardo Olivares le valió al artista hacerseun lugar en su'i mera época en el mercado artístico poblano, pues retrató a los princi personajesde la ciudadll
10 García Barragrán, Elisa: José Agustín Arrieta. Lumbres de lo cotidíano, Fondo Plástica Mexicana, Mexicana. 1998. 11 olivares Iriarte, Bemardo: Apuntes artísticos sobre la historia de la pintura en la cí Puebla,México, Puebla, Edición del Boletín Municipal, 1911 (Primera edición del documento en s. p., citado en García Barragán: José Luis..., pág. 41.
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Uno de sus primeros lienzos dentro de esta temática es el de Bernardo Palafoxiana,Secretaríade Gonzálezy Pérezde Angulo (Colección Biblioteca Se trata de un tradicional 1829de óulturu, Gobierno del Estado de Puebla), junto a su biblioteca, rodeadode sus libros, y todavía con retratode abogado y sus logros en el Ministerio de 1a cartelaen la que se anotan sus cargos de la fisonomía del ilustre aboestudio Hacienda.El rostro es un magnífico nariz, de oudo.de rostro enjuto, de catlcter firme y resuelto, como su recta ligera sonrisay el pelo ensoririru¿u franca y llena de seguridad,y con una manos no estánbien reprelas embargo, tijado que nos infunde simpatía.Sin es éste uno de sus mejores sántadas,algo característico de Arrieta. Aún De 1835 es el retrato de retratosy qtizá el más apegadoal academicismo. Arte religioso de Santa de (Co|. Museo Don Antonio María de la Rosa retrato anterior, Mónica, INAH, Puebla),en el que repite la composición del permite comprocon la diferencia de que la librería frente al espectador,nos pero tamreligiosas, obras Fundamentalmente bar las lecturas del personaje. artista a su del bién un tomo con las obras de Mengs, tributo sin duda formación académicaeuropea.El rostro refleja el hecho de que el retrato fue probablementerealizadotras la muerte del personaje,pues su forma es rectangular,con rasgos fuertes, aunque algo despersonalizados.El documento que sostieneen sus manos y la cartela inferior ofrecen información sobre su importancia en la vida educativa y política de Puebla. En 1842 retrató al matrimonio Cora,JoséMaría Cora y la Señora Cora (Colección particular). Se trata de dos retfatos de busto con fondo ocre, lo que le confiere una gran luminosidad.Retratos de burguesesque posan con toda la seriedadque para ellos tiene legar su imagen para el futuro. En el Retrato de Doña María de la Luz Rosario Calderón (Museo Universitario de Puebla, Puebla), de 1849, destacala menor precisión en el dibujo de Arrieta, la maestríaen representar los brillos de las joyas con ligeros toquesde color, la búsqueda enlarcaliza' ción de las transparenciasde la pañoleta arrastrandoel pincel. Es quizá uno de los retratosmás importantespara observarla evolución de Arrieta, pues la pinceladase ha vuelto más suelta. En 1858 realiza el retrato del General G' Luis Osollo (Museo Casa del Alfeñique, Puebla) para la pira que se levantó en honor del militar tras su muertel2.Se trata por tanto de un retratopost mor-
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Pérez Salazar:Historia de Ia pintura..., pág. 107.
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tem,y esto explica su hieratismo y su falta de expresividad,así como el de vista bajo que se ha buscado,pues estaríacolocado en un luqar otros retratos son el de Antonia Ferrer de Freilas (Banco Nacional México, México D. F.) en tomo a 1850-1860,un retrato lleno de conrre, cromáticosy de un gran detallismo en la representaciónde texturasy tEi pero también de cierta rudeza;el Retrato de un militar (Museo universir de Puebla, Puebla), sin fecha, dedicando su atención a un libro de ciru
ocular,y su últimoamor(MuseoJoséLuis Bello y zetina,puebla).gst" ,ii,*Jl mo es un trabajode madurez,un excelenteestudiode la ancianidad,¿enJ*,
llante pero equilibrado colorido. En el inventario del Museo ¡osé Luis Bellü se conoce esta obra como cipriana con gato.Desconocemos quién fuera lq anciana,pero nos atrae su mirada perdida hacia la izquierda, su rostro arru-; gado, los ojos cansados,los cabellos despeinadosy su extraña vestimentaa, despreocupadade la belleza y el decoro. otros dos pintores destacanen puebla a mediadosde siglo. u p.i*"ro oo: ellos es FranciscoMorales y van den Eiden (1811-lgg4), artistafecundo er larealización de retratos, sobre todo de miniaturas, siendo el retratistafavq* rito de Puebla a mediadosde siglot:. se formó en la Academia poblana ordóñez y Arrieta y fue el director de la institución tras la muerte de . Manzo en 1860. Sus miniaturas son de un detallismo extremo. do a la perfección las fisonomías y los detalles de indumentaria y iq Realizó retratos para la gabrta de obispos de la catedral de puebla, los obispo Pelagio Antonio de l-abastida y Ddvalos, der obispo don Franci de Paula Verea y González y del Obispo Don Carlos María de la C, Rubio- Los tres son de excelentefactura, gran detallismo y brillante cc Thmbién realizó retratosa los emperadoresMaximiliano y carlota, y a rosos intelectualespoblanos, como el retrato de su amigo Manuel pérez
salazar. una excelenteminiatura constituyeel retrato de Luz Ávaroi cuenca, de 1839. En él representaa lajoven sentadasobre un sillón, pos¡ do para el pintor, con un brillante vestido rojo y con un gran detallismo. El segundo retratista de Puebla que podemos destacar es José iwr Calderón (1823/24-1876). Aunque no se formó en la academia sabemosque recibió el magisterio de un artista llamado JoséAntonio 13 Quintana,JoséMiguel:"FranciscoMoralesvandenEyden(unpintorpoblanodel siglo Analesdel Institutode Investigacíones Estéticas,núm.46,México, 1976,-págs.izs-tzs.
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El retrato mexicanoregional Enseñanzasque supo aprovechar, pues sus retratos, que constituyen la mayoríade su producción, son de una gran calidad. Éstos y la enseñanzadel dibujo en escuelasy a particularesconstituyó su modo de vida. Gran parte de las obras que Seconservande él son retratos,realizados al pastel, que representana miembros de su familia. En lienzo contamos con el retrato de 1856 de su madre Doña Dolores Calderón, que porta en sus manos una miniatura en forma de libro, que suponemosrepresentaal padre fallecido del artista.En latécnica del pastel podemos citar el retrato de su tía Francisca Calderón, monja capuchina (Colección particular), realizado hacia 1865. Se trata de un retrato de mujer madura que permite a Calderón hacer un estudio psicológico de su familiar: la mirada inquisitoria, los ojos cansados,los labios apretados, ofreciéndonosel rostro de una mujer de actitud recogida. El gran cariño que sentíahacia su hermano se nos transmite en el Retrato del orfebre, hermano del artista (Colecciónparticular) de hacia 1870, en el que refleja su rostro mestizo pero de gran belleza, con labios carnosos,fino bigote, nariz rectay ojos negros y almendrados,de mirada segura.Es un burguéselegante, que nos ofrece a la mirada una de sus obras, una copa de plata. Pero sin duda los retratos que más ternura y cariño nos transmiten son los realizados a su hija, hastatres, de gran bellezay perfección técnica. Tambiénrepresentó a miembros de la alta burguesía poblana, un ejemplo sería el retrato de la SeñoraVelascoGutiérrez del Valle y su esposo,Don Dionio José de Velasco y Gutiérrez (Colección particular). Son retratosde correcto dibujo, captación de la expresióny la psicología y excelentecalidad pictórica, muy semejantes al retrato académico realizadoen la ciudad de México por Pelegrín Clavé. Guadalajaraestá dominada a mediadosde siglo por la singular figura de JoséMaría Estrada (1164-1860)ra.Había nacido en Guadalajara,fue discípulo de JoséMaría Uriarte y ejerció primero como platero, hastaque la escasez de mineral le obligó a dedicarse al retrato, ya de manera tatdía. Es un pintor muy prolífico, pues ademásdisfrutó de una larga existencia.Su peíodo de esplendoren cuanto al retrato se da entre 1830 y 1860. Continuó con un estilo casi idéntico al suyo un sobrino del pintor que firmaba como José lvlaríaZepedade Estrada.El estilo de JoséMaría Estradaes fácilmente iden14 Sobre Estrada véase Montenegro, Roberto: Pintura mexicana..., G. Zuno, Jose:José María Estrada. Padre de la Independencia de Ia Pintura Mexicana, Gtadalajata, 1957, Camacho, Aruro: Atbum del tiempo...
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tificable: divide el lienzo en dos partes por una línea central donde se ba el rostro y el eje del cuerpo, representahasta la mitad del cuerpo por general,pero también hay algunos ejemplos de cuerpo entero y sólo de rr tro. El cuerpo está prácticamenteen posición central, mientras el rostro sdr nos ofrece de tres cuartos,mirando hacia el espectador.sus rostros son todos muy similares,en casi todos ellos pinta la misma nariz, los ojos almendradob (el más alejado más alto que el ojo más cercanoal espectador),las orejas mu¡r dibujadaspor un trazo muy preciso y los labios apretados.Las sombras ló resuelve mediante líneas gruesasy sombrasnegras,lo que da sensación de falta de volumen. El cuerpo presentauna gran rigidez y los brazos y manos se sitúan invariablemente en la misma posición: un brazo tenso sostiene algún objeto, el otro relajado se deja caer, se apoya en el pecho o bien en una mesa próxima. Su paleta de colores es fría y sus fondos invariablemenús grisáceoso verdosos.Destacasobremaneraen él la representaciónminucio* sa de los objetos,joyas y detalles de la vestimenta,debido quizá asu pasado como platero. Sus clientes pertenecenfundamentalmentea la clasemedia de Guadalajara,que gustaba de estas particulares representacionesalgo arcair cas. Su obra es muy abundante,hay una obra suya firmada por año, e inclu, so hastados o tres, desde 1829 a 1852.uno de sus primeros retratoses el da María del Pilar castula Josefa de Jesús saavedra y Bausari de 1g2g (colección particular). En él todavía se observanlos titubeos de un princi$ piante, hay fallos en la representaciónde la anatomía y poco dominio de ld perspectiva.Pero destacala magnífica representaciónde perlas, encajesy dü la rosa, pues Estradateníaun gran talento para la representaciónde los objerr tos inanimados. con el paso de los años y la práctica mejorará también representaciónde las anatomías,algo rígidas en sus primeros lienzos. 1834 realiza el retrato de Don Pedro Juan de orasagarre (Museo Naci de Arte, México D.F.). Fue encargado por la esposa del fallecido, Ignacia villaseñor, pertenecientea una de las familias que más retratos encargó,y se trata por tanto de un retrato post mortem, a pesar de lo Estrada realizó una magnífica representación,como si esiuviera en Duranteesosaños realizavarios retratosde eclesiásticos.como el Retrato Ilustrísimo Dr D. José Domingo SáncheaReza (Maseo Nacional de México D.F.), fechado en 1833. Así mismo encontramosel Retrato canónigo José sesario de la Rosade 1834 (Museo Regional de Guada Guadalajara),retratado a los 63 años de edad, en el que introduce un 262
El retrato mexicanoregional pantojo, al apoyar el personaje la mano sobre la cartela. En el Museo Soumuyu de México D. F. encontramos el retrato de Fray José María Jiménez,monje franciscanodel conventode San Francisco de Zacatecas,que luego pasó al Colegio Apostólico de Nuestra Señora de Zapopán en Guadalajara.A partir de 1834 y hasta 1839 Estradaparece especializarseen retratosinfantiles o de "angelitos", pues muchosde estosretratosfueron también realizadosdespuésde la muerte. Se le ha atribuido el retrato de la niña Bernardina Madrueño (Colección Daniel Liebsohn) de seis años de edad. Retratóa varios niños de la familia Villaseñor: Pablo JoséM" d¿ J. Villaseñor (Colección particular) realizado en 1835, su hermano Juan Nepomuceno Villaseñor (Colección particular) de 1836 y su hermana Niña María de los Ángeles Villaseñor (Colección particular) de 1839. El retrato de Manuela Gutiérrezestálleno de encanto.Fue realizadoen 1838cuandola niña contaba con un año y cuatro mesesde edad. Viste una pequeñabata semitransparente que deja ver su regordetecuerpo. Le acompañauna especiede perro o quizá de cordero, y llama la atención el adorno de la niña, con pendiente y collar de brillante coral. Un adorno propio de mujeres adultas,pero recordemos que en la etapa colonial era frecuente que las niñas vistieran como pequeñasmujeres adultas.Igualmente retrató a varios miembros de la familia Martínez Negrete, una de las más destacadasde mediados de siglo en Guadalajara. Por ejemplo, de 1839 es el Retrato de I'orenza Martínez Negrete (Colección particular) y de 1842 el de Eustaquio Martíne7 Negrete (Colección particular), ambos llenos de gracia y ternura. Otros retratos de caballerosjalicienses retratadospor Estradaseríanel de Antonio Anda, representadocon treinta y tres años en 1844,fecha en la que murió, siendo encalgadala imagen por su esposaDoña Mariquita Fregozo. En sus años finales Estradase vuelve más depurado,sus figuras son más realistasy menos estáticas.En los dos retratos que realizó alpresbítero Don SecundinoGonzálezen 1845 (ambos en el Museo Nacional de Arte, México D.F.) consiguereflejar a la perfección a esapequeñaburguesíajaliciense, que por fin podía accedera una imagen de sí misma. Uno de los mejores ejemplos de esta etapa final es el retrato de JoséAgustín Rico de 1846, también post mortem, exprior del convento de San Agustín. De otros muchos retratosde Estradadesconocemosla fecha de ejecución; son todos ellos retratos de damas y caballerosque suponemosfueron realizadosen vida, puesto que no tienen ninguna inscripción que nos indique la
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fecha de su muerte y se observaen ellos un mayor naturalismo.sin duda uno de los retratos más bellos realizadospor JoséMaría Estrada,es el Retrato de su esposa (Museo Nacional de Arte, México D.F.), de fecha desconocida. Aunque el rostro de lajoven es hierático e inexpresivo -es uno de los pocos retratos que no mira al espectador-, casi mortecino, sin embargo,destacael lujo de su vestimenta y joyas, y el detallismo con el que Estrada las representa. Dentro del detallismo con que el artista ha representadolos encajes destacael broche que sujeta su mantilla, en él vemos una miniatura-retrato que se supone es el rostro del propio Estrada,aunque la pequeñez delafaz no nos permite distinguir los rasgos. Del sobrino de Estrada,quien firma como Zepedade Estrada,conocemos con certeza el Retrato de Francisco Torres o El poeta muerto (Museo Nacional de Arte, México D.F.), un poeta muerto prematuramenteen plena adolescencia,como feza en el título. Estradalo representapor tanto coronada su cabezacon flores de variado colorido. Fue realizado en 1846. cuando apenastenía trece años.Se diferencia estepintor de su familiar por el colorido más cálido, la caligrafía más fina y el detallismo en los adornos. La Basílica dezapopán guardatambién entre los retratosde los miembros de su congregaciónuno firmado simplemente así: "pintó zepeda". Es el Retrato del PadreJerónimo de JesúsÁlvarez,rcalizado en 1848 cuando el fraile contaba 2r años. se t¡ata de una imagen hastalas caderas,vestida con el hábito de monje franciscano, con la composición y la pose de los brazos habitual, aunquecon mayor naturalidad y realismo. Sin duda zepeda completó su formación con la práctrca,llegandoa alcanzarcierto grado de calidad. Encontramosotros artistasen Puebla a mediadosde siglo que despiertan nuestrointerés,como JoséAntonio castro, director de la Academia de Bellas Artes, formado en san carlos y que formó a otros artistas en dicha ciudad, entre los que se encontrabasu propio hijo Felipe Castro, también retratista y más tarde fundador de la sociedad Jaliciensede Cultura. Abundio Rincón es un singular artista pues trabajó exclusivamenteen el pequeño pueblo de cocula. De él se conservael retrato del prárrocode esta pequeñapoblación, Fray Francisco Rodríguez, realizadoen 1853, y el del también pánoco Fray José María del Madrigal de 1857. De Félix zá,rate apenas se conserva el retrato que realizó de Josefa y zirate de Tbrres en 1850. Muy particular resulta el retrato de Doña Tranquilina vdrio y LeaI, pintado por José María Mates, quien realizara otros retratos de personajespoblanos. El retrato de 2U
El retrato mexicanoregional Doña Tranquilina es como muchos de los retratos que hemos comentado,un retrato post mortem, encargadopor su hijo en 1852. En Guanajuato destacandos grandespersonalidadesal mediar el siglo: Juan Nepomuceno Herrera y Hermenegildo Bustos. La vida y la formación de Juan Nepomuceno Herrera sigue estando en las tinieblasls. No se sabe nada de su formación artística pero sorprendesu calidad académica.Nació en León, en el estadode Guanajuato.Se desconocesi se formó con algún pintor local de Guanajuato,o bien si acudió a alguna academia,aunqueno hay constanciadocumentalde su pasopor ningunae incluso seha dicho que pudo fomarse con José Justo Montiel. Lo que resulta indudable es que presenta característicasdel arte académico:dominio de la luz y de los volúmenes,de la anatomía,colorido frío y poco variado, búsquedade expresión psicológica, formas suaves,estudio de las transparenciasy de las texturas y un gran dominio de la composición. Su obra es muy abundantey de calidad, contando con unos treinta retratos. De su obra podemos destacar el Retrato de Josefo Sañudo y Monasterio (Colección particular) de 1841. Un retrato de gran eleganciade una dama de la burguesíaprovinciana. Distinto tono tiene el retrato de Doña Dolores Leal y del Castillo (Colección particular), una dama joven, alegre y con una mirada algo sensualdirigida impúdicamente hacia nosotros. En 1858 firma el Retrato de doña Concepción Otero y Mendizibal (Colección particular), de gran calidad, especialmente en la representacióndel rostro, de la psicología de la dama y en el logro magnífico de las transparencias.Es una de sus mejores obras. Doña Concepción era la hija de Mariano Otero, un personaje de gran relevancia en Guanajuato, pues era uno de los propietarios de la mina La Valenciana.Se atribuye también a Herrera el Retrato del mestizo con saco blanco (Museo Regional de Guadalajara,Guadalajara).Este lienzo es un gran estudio de los rasgosmestizos, de la nueva sociedadde clase media que también podía adquinr cierta elegancia.Es ademásde un realismo casi fotográfico. Podríamoscitar otros tantos reffatos de Herrera, todos ellos de una gran calidad, muy próximos como hemos dicho al retrato clasicista romántico que por entoncesse realizabaen la Academia. 15 Obregón, Gonzalo: "Un pintor desconocido. Juan N. Herrera. I-eón, Gto. 1818-1878"' Arr¿s de México. núm. 138 .1960.
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La otra gran personalidades Hermenegildo Bustos. Nació en un pueblo cerca de León, Guanajuato,llamado Purísima del Rincón16.Allí toda su vida y ejerció varios oficios. Sus retratos reflejan precisamentea vecinosde Purísima,de todas las clasessociales,pero mayoritariamente tizos de clase media baja. A ellos les realizabaretratos en pequeñasliími de cobre o zinc, que vendía por 6 u 8 pesos.Así siempre tuvo una cli fija, próxima además,que posabapara susimágenes.Por ello susretratos directos, francos. Su formación también ha suscitado incertidumbre, parece ser que fue un autodidacta,aunquecon el paso del tiempo logró u técnica muy depurada,naturalista y detallista hasta el extremo, aunque algunos fallos anatómicos.Esta falta de dominio de la anatomíahumana revela si tenemosen cuenta que sólo realizabaretratos del rostro. Su obra extiende entre 1850 y 1906 y es muy abundante.El primer retrato co es el de su padre, Don José María Bustos (Colección INBA), una imagen en óvalo sobre láminarealizado en 1852, tras su muerte. Retrató diversasocasionesa sacerdotesde su pueblo e incluso de León y de dos cercanos.Un gran interés despierta el Retrato de Secundino Gutié (ColecciónINBA) de 1864,retratadocon 54 añosde edad,sosteniendo medalla de oro en las manos con la palabralibertad, a la manerade los tos del Renacimiento. De gran faerza expresiva es el retrato de su Joaquina Ríos, que nos ofrece sin tapujos la dureza de carácterde la muj El más interesantees su Autorretrato, de 1891, una imagen que refleja a perfección la inquietantey singular personalidadde Bustos. Para finalizar, Yetacruz es otro de los centros importantes en la ción retratística de mediados de siglo, fundamentalmenteen las ciudades Jalapay Onzaba.Allí desarrollasu actividad una importante escuelade tas anónimos. que realizan retratos de sran calidad. El artista más i te en esta región a mediados de siglo es sin duda José Justo Montiel. parecerMontiel se formó en Europa, posiblementecon Federico de como af,rmara Justino Fernándezr7.Fue así mismo alumno de San México y participó en sus exposicionesanuales.Hacia 1858 se 16
EI retrato mexicanoregional Oizabay abrió su propio taller, convirtiéndose en el pintor favorito de la bureuesíalocal. Sus retratos presentanlas característicasdel arte académico: áiUr¡o perfecto, factura sólida, colorido frío. En 1844 tettató a su colega, el pintor orizabeño Gabriel Barranco (Museo de Arte Estatal de Veracruz). El iortro un excelentetrabajo de expresiónpsicológica, incluso de gestoinso"t poetisa doña lente, altanero. Uno de sus retratos más famosos es el de I'a JosefaMurillo de 1861 (Museo de Arte Estatal de Veracruz),que sin embargo parcceinacabado.Se trata de un retrato romiánticoque refleja el carácter pensativode la mujer. Graciasa estosartistas,con o sin formación académica,con o sin influencia directa o indirecta, al margen pero no aislados,el retrato regional mexicanoalcanza-ya sobrepasadala primera mitad del siglo XIX- su madurezy personalidadpropias, representandoya al ciudadanoburguésmexicano bajo el prisma del romanticismo.
Tibol, Raquel: Hermenegildo Bustos. Pintor del Pueblo, Ediciones La Rana, México,
l7 Fernández, Justino: Ar¡¿ modemo y contempordneo de México. Tbmo L Arte del siglo Instituto de Investigaciones Estéticas, México, 2001, pág. I 15. Véase también: 'Tosé Justo pintor desconocido de mediados del siglo XD(", Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, (1942), págs. 45-49.
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Fig. 1. José Manzo,Autorretrato(MuseoJosé Luis Bello v Zetina.puebla).
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El retrato mexicano reg,ionttl
Fig.2. José Luis RodríguezAlconedo, 1810,Retratode la señoraHernándezMoro Puebla). (MuseoUniversitario,
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El retrato mexicano regional
Fig. 3. José AgustínArrieta, 1858, GeneralG. Luis Osollo (MuseoCasa del Alfeñique,Puebla).
Fig. 4. José María Estrada,Retratode su esposa (MuseoNacionalde Arte, MéxicoD.F.).
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El retrato rnexicano regional
Fig. 6. Juan NepomucenoHerrerra,Retratodel mestizocon saco blanco (MuseoRegionalde Guadalajara,Guadalajara)'
Fig. 5. José María Mares, Doña TranquilinaVidrio y Leal , 1BS2 (Museo Regionalde Guadalajara).
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