EL PAPEL DE LA VIUDA EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII: DOÑA ÁNGELA EN LA DAMA DUENDE
JAVIER MUÑOZ SÁNCHEZ AÑO 2006
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
0. ÍNDICE
0. ÍNDICE..........................................................................................................2 1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS............................................................... 3 2. CALDERÓN Y LA DAMA DUENDE .......................................................... 4 3. LA MUJER EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII ........ 5 3. 1. LA VIUDA .................................................................................... 6 4. ANÁLISIS DE DOÑA ÁNGELA.................................................................7 5. CONCLUSIONES.........................................................................................9 6. BIBLIOGRAFÍA .........................................................................................10
2
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS El objetivo de este breve estudio sobre el papel de la viuda en la literatura española del siglo XVII no es otro que el de analizar los rasgos característicos de dicho personaje para tratar de conocerlo mejor: cómo es, cuál es su función, a qué obedece su comportamiento o cuál es la vigencia de tal papel en nuestra literatura, son algunas de las preguntas que vamos a tratar de responder. Para ello hemos querido tomar como referencia una de las obras más significativas de uno de los poetas más relevantes del siglo de oro español, La dama duende de Calderón de la Barca. Como sabemos, en la mayoría de los casos el tratamiento que recibe un personaje, y especialmente en la literatura de estos siglos, responde a la visión concreta que se pretende reflejar. Así, en ocasiones los personajes adquieren nombres comunes o colectivos (como “la lozana”, “el bufón”, etc.) , y no son muchas veces más que el reflejo de los estereotipos convencionales de la época, o bien la idealización de tales sujetos, o incluso – desde una visión crítica o burlesca – la imagen deformada de esa figura que representan. Pero, en cualquier caso, esta proyección escrita de los personajes sobrepasa los límites de lo literario y se relaciona directamente con la realidad de la época. Por eso resulta interesante acercarnos al papel de la mujer en esta literatura en una época en la que un discreto “movimiento” a favor de las libertades femeninas quiere empezar a florecer (un movimiento tan rudimentario que se conformaría con el reconocimiento de la capacidad intelectual de la mujer, el respeto a su libertad y demás derechos tan básicos). En el caso concreto que nos ocupa, la representación de las mujeres viudas, existen dos posiciones claramente diferenciadas: la de la viuda prisionera que, con el marido, pierde también sus libertades y casi el derecho a disfrutar de la vida, y el de la viuda alegre, que le planta cara a los ideales extremadamente moralistas de la época.
3
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
2. CALDERÓN Y LA DAMA DUENDE Cuando Calderón escribió esta obra en 1629, recibió el aplauso unánime del público y de la corte, de quien había pasado ya a ser el “dramaturgo predilecto” 1. La dama duende es
una especie de sátira de enredo sobre las supersticiones de la época
que, sin embargo, y a pesar de las notables diferencias existentes tanto en las costumbres como en los gustos de las gentes, mantiene aún cierta vigencia en nuestros días. Calderón cultivó un teatro de entretenimiento en el que podía manifestar sus burlas hacia
ciertas costumbres o creencias. Así, aunque con él el siglo de oro español
alcanza su etapa barroca y su madurez “hasta el agotamiento de sus posibilidades” pues, conceptista y culterano a
la vez, inventa nuevas formas de ver y entender el teatro y su
universo escénico (dejando a veces la cuestión argumental y el estilo poético en un segundo plano) 2, nos ofrece a menudo un teatro de entretenimiento fácil que no está restringido al estrato superior de intelectuales. “Calderón es un excelente técnico de la obra dramática. Poda la acción del asunto hasta mantener en sus elementos básicos el conflicto y en ello posee más tino que sus contemporáneos”3.
Si tenemos en cuenta que Calderón suele tomar un personaje como eje sobre el que construir el esquema y la u nidad de la acción dramática (“y con este eje, estilo, lenguaje, caracteres y tramas se organizan teatralmente para resaltar las esencias ideológicas a base de efectismos”4),
podemos ver en la viuda de La dama duende un
personaje central que, con la ayuda de su criada Isabel y de la alacena, mueve en secreto la acción, sin mostrar su identidad, y personaliza la sátira sobre las exageradas costumbres arraigadas en la época.
1 Pedro
Calderón de la Barca (1990), introducción de Ángel Valbuena, p. 15. Siglo de oro español y sus contemporáneos (2003), p. 68. 3 Pedro Calderón de la Barca (1990), introducción de Ángel Valbuena, p. 23. 4 El Siglo de oro español y sus contemporáneos (2003), p. 69. 2 El
4
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
3. LA MUJER EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII Antes de entrar en el análisis concreto de doña Ángela, resulta conveniente conocer las líneas características de la visión que el siglo de oro español ofrece sobre la mujer. Por eso, aunque brevemente, vamos a estudiar aquí el papel de la mujer como objeto de
la Literatura española del siglo XVII (ya que, siguiendo la denominación de
María Josefa Porro 5, hemos de distinguir entre ésta y la mujer como sujeto de la literatura, es decir, como escritora, entre las que destacaría María de Zayas por su implicación con la defensa de la honra y las libertades de la mujer). El siglo XVII, en general, no resulta demasiado benévolo con la causa feminista. Por un lado, podemos decir que la imagen de la mujer oscila entre varias corrientes o perspectivas: desde la mujer idealizada y falsa de la querelle des femmes , que deriva después – mediante la corriente neoplatónica – en una mujer que, además de idealizada, es un objeto erótico de deseo, hasta la mujer más real, transgresora, que lucha por sus derechos y que busca su libertad, que encontramos en “la novela picaresca, la comedia y los géneros más populares”6. Por otro lado, es frecuente que la mujer como personaje en esta literatura se desenvuelva en un ámbito privado o público según el estereotipo al que pertenezca: de esta forma, en el primero tenemos a la doncella, la esposa o la viuda, mientras que en el segundo se mueven las mujeres cuando son “pícaras, busconas, alcahuetas, magas,
brujas o hechiceras ”7. Asimismo, otra de las características destacables en el tratamiento de la figura de la mujer es la “e scasez
de figuración corporeista ”8 en la literatura
española del siglo de oro, ya que resulta casi imposible encontrar una descripción concreta del aspecto de una mujer. Se trata, en definitiva, de una imagen de mujer que pocas veces nos sorprende (ya que pocas veces se comporta de manera distinta de la que 5 La
escritora analiza el papel de la mujer en el siglo de oro español distinguiendo entre la mujer que escribe y la mujer sobre la que se escribe, María José Porro Herrera (1995). 6 Esta clasificación sobre las distintas visiones de la mujer proyectadas por la literatura española del siglo XVII (que es además una literatura, no lo olvidemos, escrita mayoritariamente por hombres y para hombres), la seguimos del capítulo dos, La mujer, objeto literario, incluido en María José Porro Herrera (1995), p. 89. 7 Porro Herrera, María José (1995), p. 114. 8 Ibíd.: p. 143.
5
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
se espera de su condición) y que obedece continuamente a modelos arcaicos sobre los que casi nadie osa rebelarse y, más aún, que a nadie parecen molestar.
3. 1. La viuda
Ya hemos visto que existen diversos tratamientos de la mujer en la Literatura española del siglo de oro; pero ¿cuántos estereotipos encontramos cuando la mujer es viuda? Mariló Vigil distingue básicamente dos: la viuda enlutada, que, encerrada en casa, sólo está dispuesta a salir de ella cubierta, tarde y acompañada de dueña , y la viuda alegre, menos frecuente y peor vista en general por la moralista mirada de la época 9. Como podemos ver, esta distinción concuerda perfectamente con la clasificación sobre el tratamiento de las mujeres que hemos visto en el apartado anterior, lo que nos lleva a afirmar que, desde una perspectiva general, las viudas, en cuanto que son mujeres, se dividen entre aquellas que permanecen atadas a las fuertes convenciones de la época, y por tanto bajo el peso evidente de una actitud conservadora y machista, y aquellas que se rebelan contra esa visión y luchan por la igualdad sin importarles los prejuicios que puedan existir. En cualquier caso, “las costumbres de la época eran rígidas y una viuda veía restringida su libertad al seguir las normas de un riguroso luto”10.
En el caso del personaje que nos ocupa en este análisis, podríamos decir que consiste en una especie de mezcla de ambos tipos, ya que doña Ángela es una viuda enclaustrada en casa con sus hermanos que a la vez sirve a la obra para generar una sátira burlesca ante unas costumbres incómodas y ya arcaicas. La joven “acepta sólo en apariencia las rígidas reglas de honor, mientras que a escondidas y mediante la alacena, mantiene una relación con el galán que va a poner en peligro su v ida y su reputación”11.
9 Más
ampliamente lo encontramos en el capítulo 5, La viuda, de Mariló Vigil (1986), p. 194-207. Calderón de la Barca (1990), introducción de Ángel Valbuena, p. 23. 11 Ibíd.: p. 27. 10 Pedro
6
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
4. ANÁLISIS DE DOÑA ÁNGELA El personaje en el que nos vamos a centrar, la dama duende en cuestión, es el de doña Ángela, la reciente viuda de un administrador de puertos, cargado de deudas, que llega a la Corte para arreglar sus asuntos. Doña Ángela es una viuda cuya libertad está restringida por las normas de su estricto luto (según mandaban las rígidas costumbres de la época), y por eso conserva su identidad cuidadosamente; esto, sin embargo, no impide que se ponga en contacto con don Manuel, el huésped de sus hermanos que se aloja en su casa. Pero, ¿cómo lo consigue sin ser descubierta y manteniendo intacta su honra? La alacena que se encuentra en la habitación del invitado le permitirá espiar con facilidad y sin riesgo de ser sorprendida, jugando un papel clave en el desarrollo y desenlace de los acontecimientos. Así, con la ayuda de su criada Isabel, se sirve de dicho mueble para comunicarse mediante notas con don Manuel y verlo sin ser vista. Además, según Ángel Valbuena, la alacena “posee, en una simbología poética, el valor significante del honor de la viuda. Su contenido, lo mismo que la honra, es frágil, y en ambos planos, real y figurativo, es la vía hacia la feminidad de la protagonista ”12. Un buen ejemplo de la situación en la que vive doña Ángela que, casi prisionera en casa con sus hermanos, sólo sale acompañada de su criada Isabel, lo encontramos en lo que le dice a ésta tras conocer a don Manuel: ¡Válgame el cielo! Que yo / entre dos paredes muera, / donde apenas el sol sabe / quién soy, pues la pena mía / en el término del día / ni se contiene ni cabe; / donde inconstante la luna, / que aprende influjos de mí, / no puede decir: «Ya vi / que lloraba su fortuna»; donde en efecto encerrada / sin libertad he vivido, / porque enviudé de un marido, / con dos hermanos casada 13. Éste es, por tanto, el dilema que sufre esta mujer: ella es una dama respetable que desearía seguir viviendo como antes de enviudar, pero lamenta su falta de libertad para poder llevar la vida normal que le corresponde, y por eso maldice como si ya no 12 Pedro 13 Pedro
Calderón de la Barca (1990), introducción de Ángel Valbuena, p. 27. Calderón de la Barca (1990), p. 64.
7
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
tuviera vida, pues está condenada a actuar según las imposiciones de sus hermanos o, por extensión, de la moral de su tiempo. El mismo nombre de dama duende nos conduce directamente a la realidad presentada por Calderón: doña Ángela es una dama que cumple, aparentemente, la rígida conducta que le corresponde como viuda respetable y de bien; pero es también ese duende que, sin desvelar su identidad, espía por la alacena y se acerca en secreto al galán don Manuel.
8
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
5. CONCLUSIONES Como hemos podido atisbar en este breve acercamiento a la visión que el siglo de oro nos ofrece sobre la mujer – concretamente, sobre la viuda en La dama duende – , se trata de una imagen que responde a una mezcolanza entre la plasmación de la época y sus costumbres, por un lado, y, consecuencia de esto, el reflejo de ciertos estereotipos. Por eso podemos hablar con mucha similitud del trato en la literatura de este período de otros modelos – como la mujer casada o el rico – , no tanto por sus características concretas como por el hecho de que respondan a una intención clara del autor. Además de esto, podemos dividir el tratamiento de estos personajes según la postura del autor; es decir, si comulga con las costumbres de su época y la perspectiva socialmente aceptada, o si por el contrario aprovecha este contexto para crear una burla sobre unos hábitos que no acepta. Ésta parece ser la postura de Calderón, ya que plantea una situación en la que doña Ángela se “disfraza” de un personaje políticamente muy correcto cuando en realidad su conducta no responde precisamente a ese disfraz.
9
El papel de la viuda en la Literatura Española del S. XVII: Doña Ángela en La dama duende
6. BIBLIOGRAFÍA
- Calderón de la Barca, Pedro, La Dama duende, Madrid, Cátedra Letras Hispanas, 1990. - El Siglo de oro español y sus contemporáneos , Editorial Ramón Sopena, S. A., Barcelona, 2003. - Porro Herrera, María José, Mujer “sujeto” / Mujer “objeto” en la literatura española del siglo de oro” , Málaga, Universidad de Málaga, 1995.
- Vigil, Mariló, La vida de las mujeres en los siglos XVI y XVII , Madrid, Siglo XXI, 1986.
10