El orden político en las sociedades de cambio

El orden político en las sociedades de cambio Revolución y orden político -Modernización por medio de la revolución - Samuel Huntington. Al inicio de este capítulo Huntington plantea que Una revolución es un cambio rápido, fundamental y violento en los valores y mitos dominantes de una sociedad, en sus instituciones políticas, su estructura social, su liderazgo y la actividad y normas de su gobierno. (…) lo cual va desarrollando con la definición de las características que han tenido las llamadas revoluciones a lo largo de la historia, el patrón de comportamiento es lo que les va dando la definición. «

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Las revoluciones, a lo largo de la historia han significado los mayores avance s en la sociedad, destruyen cosas, sí, pero regularmente para construir unas mejores, el simple hecho de cambiar es sinónimo de avance, es la velocidad y fuerza de éstas lo que se hace verdaderamente verda deramente significativo; lluvias periódicas pueden no significar nada para una población, pero un gran vendaval que los inunde les hace abrir los ojos realmente y tener precaución, así han funcionado las revoluciones en la historia, hubo muchos levantamientos pequeños y periódicos antes de éstas, pero solo ellas son el suceso que marca un antes y un después en esa población, y en el mejor de los casos, en todas las que estén cerca. ¡Libertad, Igualdad y Fraternidad! Se podía escuchar en una Francia acosada por la escasez y la mala distribución de poder, simples palabras- dirían algunos- pero este lema, la lucha, el momento, la inconformidad significaron algo aún más fuerte que mejorar sus condiciones, fueron el primer paso dado en el camino hacia la conciencia, la realidad ya no se veía como algo absoluto, el poder como algo de herencia divina, algunos hombres como simples objetos para realizar trabajos, ¡empezamos a avanzar! La particularidad de las revoluciones es su escasez, se necesita una cantidad de aspectos para una revolución- desde lo cultural hasta lo político- sin los que no podía tener su motor modernizador. Para Huntington «La revolución es característica de la modernización» y las ve como la clave del desarrollo. Una revolución no es algo que suceda deliberadamente en cualquier sociedad y cualquier época, como fue argumentado con anterioridad, una revolución significa modernización así que no sucede en sociedades demasiado modernas, los problemas sociales, ciertos tipos de desigualdad y mal uso del poder son el punto clave en una revolución; una sociedad moderna, regularmente, tiene todos sus aspectos controlados y funcionales, y los cambios que se dan en ella son más que de impacto y rompimiento de los esquemas y las estructuras un movimiento

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necesario, periódico, lento y que continua con las cosas de la manera como son. Por otro lado, sociedades muy básicas y tradicionales tampoco se revolucionan, regularmente sus estructuras son débiles, sí, pero romperlas no significaría una mejora y la misma tradición se encarga encar ga de sofocar cualquier pensamiento de índole del cambio. Después de dejar todas las estructuras destruidas, debe seg uir, para evitar el caos, la creación de una nueva. Instituciones, medidas, orden político, todas las cosas que garantizaran no volver al antiguo régimen ni caer en el descontrol. Además, estás son la muestra de la profundidad y el triunfo de la revolución, cómo dice Samuel Huntington «La medida de cuan revolucionaria es una revolución la dan la rapidez y el alcance de la expansión expans ión de la participación. La medida del éxito de una revolución es la autoridad y estabilidad de las instituciones a que da nacimiento» Las culturas, occidental y oriental, son tan diferentes que incluso se revolucionan de una manera distinta. Por esto, Huntington escribe «En la revolución de occidente la movilización política es consecuencia del derrumbe del antiguo régimen; en la de oriente es la causa de la destrucción de este» La caída de un gobierno no significa siempre el inicio de una revolución. La existencia de grupos revolucionarios con deseos de participación a la política después de la caída de un régimen puede ser muy significativa, ya que, estando el poder descentralizado por un momento, y estando sin una imagen autoritaria, el caos lleva a la necesidad de gobierno y este a los distintos puntos de vista. Si en caso contrario, después de la caída, solo existe un grupo con suficiente fuerza e interés de tomar el control, se verán sofocados todos los actos revolucionarios y posteriormente se instauraría un nuevo régimen; esto porque siempre habrá poderes distintos a los del gobierno, y con ese deshabilitado un momento se da más m ás peso a los demás, cosas como lo económico o la influencia ideológica puede ser determinante en estos casos, personas que no son dominadas por el estado pueden serlo por la necesidad de recursos. Para Huntington, en una revolución, después de la caída del régimen, existen tres tipos de actores sociales al momento de instaurar un nuevo gobierno, «Los moderados, los contrarrevolucionarios y los radicales»; los primeros, al caer el gobierno asumen el poder, quieren recuperar el estado tradicional, volver al orden y al control constitucional, su falla está en que no son capaces de detener la movilización política y la creación de nuevos grupos sociales; los segundos, se encargan de detener la movilización política, por la fuerza, estos son regularmente militares, esto puede funcionar y legitimarse si las medidas que se toman están justificadas en una ideología, si es simple fuerza sin sentido lo más probable es que



Finalmente, estas culturas son diferentes incluso en la época pre-revolucionaria, cuando una es movida por el miedo y la otra por la pérdida de imagen de las elites.

-Las circunstancias institucionales y sociales de la revolución. Samuel Huntington. Este apartado inicia, cuando se refiere a las causas con, «Se puede presumir que las revoluciones ocurren cuando se da una coincidencia de ciertas condiciones de las instituciones políticas y determinadas circunstancias entre las fuerzas sociales» Huntington afirma que para que una revolución sea posible es necesario que las instituciones políticas estén bloqueando los canales de participación y una minoría empiece a necesitar estímulos y vinculación, cuando estos dos aspectos se mezclan, si el gobierno no tima medias y amplia los grupos de poder y representación se puede llegar a una revolución. Las instituciones que no ceden son los principales detonantes de estas. Los tipos de organización política que no son capaces –por su estructura – de ampliar el poder que tienen y mejorar la participación ciudadana han sido los principales participantes en las revoluciones a lo largo del tiempo, del mismo modo, gobiernos con una gran capacidad de adaptación y crecimiento son los que «sofocan» de una manera vinculante los inicios revolucionarios, sí una minoría excluida siente que se le está dando la participación que exige dejará de verse atractiva la lucha y la violencia. Basándonos en lo anterior, cualquier grupo que no esté incluido en el gobierno sería potencialmente revolucionario, esto es cierto, pero para que la revolución pueda tener potencial y fuerza, se necesita que el descontento en todos los grupos excluidos se dé al mismo tiempo; por ejemplo, las clases medias abriendo los ojos sobre su realidad y levantándose, no tendrían tendr ían el impacto de una revolución si no se le unen los demás grupos, una minoría luchando sola puede ser sofocada pero todas juntas pueden hacerle frente al régimen. Entonces, las causas comunes de la revolución son; un gobierno inflexible, que no permite la vinculación y participación de grupos externos; la frustración y necesidad de ventajas de minorías, que coincidiendo varias el mismo tiempo y por ideales parecidos puede mover masas. En palabras p alabras de Samuel Huntington: «Pero para que se produzca una revolución importante no solo es necesario que la clase media urbana y el campesinado se encuentren alienados respecto al or den existente, sino que además deben poseer la capacidad y los incentivos para actuar según líneas

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