EL NUEVO TESTAMENTO DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO TRADUCCIÓN DEL ORIGINAL GRIEGO por
PABLO BESSON
Edición Conmemorativa
EDITORIAL PALABRA DE LA ASOCIACIÓN BAUTISTA ARGENTINA DE PUBLICACIONES EDITORIAL MUNDO HISPANO DE LA CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES Agencias de Distribución ARGENTINA: Rivadavia 3464. 1203 Buenos Aires BRASIL: Rúa Silva Vale 781, Rio de Janeiro BOLIVIA: Cajón 514. Cochabamba COLOMBIA: Apartado Aéreo 55294. Bogotá 1 COSTA RICA: Apartado 285. San Pedro CHILE: Casilla 1253. Santiago ECUADOR: Casilla 3236. Guayaquil EL SALVADOR: 10 Calle Píe. 124 San Salvador ESPAÑA: Arimón 22. Barcelona 22 ESTADOS UNIDOS: Apartado 4255. El Paso. Texas 79914 GUATEMALA: 12 Calle 954.Zona 1 Guatemala HONDURAS:'4 Calle 9 Avenida, Tegucigalpa MÉXICO: Vizcaínas 16 Ote... México 1. O. F. Apartado 29-223. México 1. D. F. Hidalgo 713, Guadalajara, Jalisco Matamoros 344 Píe.. Torreón, Coahuila NICARAGUA: Apartado 5776, Managua PANAMÁ: Apartado 5363, Panamá 5 PARAGUAY: Pettirossi 595. Asunción PERÚ: Apartado 3177. Lima REPÚBLICA DOMINICANA: Apartado 880. Santo Domingo URUGUAY: Casilla 14052 Montevideo VENEZUELA: Apartado 152. Valencia Texto bíblico y notas, © Copyright 1981, Asociación Bautista Argentina de Publicaciones. La primera edición de esta obra fue publicada por el autor Pablo Besson y distribuida por Junta Bautista de Publicaciones. La segunda edición, revisada, fue editada y distribuida por la Junta Bautista de Publicaciones. Apéndice "El Pensamiento Bíblico de Besson" © Copyright 1981, Casa Bautista de Publicaciones. Todos los derechos reservados. Primera edición (publicación privada): 1919 Segunda edición (JBP): 1948 Tercera edición (EP/EMH): 1981 Cuarta edición (publicación privada para E-Book): 2014 Quinta edición (publicación privada for E-Book-New Format off notes-CCAB): 2017 Clasifíquese: Biblias, Nuevos Testamentos ISBN: 0-311-48710-6 ABAP/EMH Art. No.: 48710
CONTENIDO Prólogo de los Editores a la Tercera Edición Introducción Biográfica del Traductor Abreviaturas
Abreviaturas Usadas: Libro Mateo Marcos Lucas Juan Hechos de los Apóstoles A Romanos Ro Primera a Corintios Segunda a Corintios A Gálatas A Efesios A Filipenses A Colosenses Primera a Tesalonicenses Segunda a Tesalonicenses Primera a Ti moteo Segunda a Timoteo A Tito A Filemón A Hebreos Epístola de Santiago Primera de Pedro Segunda de Pedro Primera de Juan Segunda de Juan Tercera de Juan Epístola de Judas El Apocalipsis de Juan
en las notas (*) Mt Mr Luc Jn Hch Rom 1 Co 2Co Ga Ef Fil Col 1 Ts 2 Ts 1 Ti 2 Ti Tit Flm He Stg 1P 2P 1 Jn 2 Jn 3 Jn Jud Ap
en el texto Mat Mr Lucas Juan Hech Romanos 1 Cor 2 Cor Gal Ef Filip Col 1 Tes 2 Tes 1 Tim 2 Tim Tito Filemón Heb Stg 1 Pedro 2 Pedro 1 Juan 2 Juan 3 Juan Judas Apoc
(*) En la presente edición no se han incluido las Notas ni las Introducciones a los libros.
PROLOGO DE LOS EDITORES A LA TERCERA EDICIÓN Vivimos en una época en que proliferan las traducciones bíblicas, y alguien podría preguntarse por el valor de reeditar una más, al margen de que haya sido hecha unas décadas atrás, y si tiene méritos fuera de un marco recordatorio de quien la realizó. Naturalmente, los editores consideran que sí, y no es necesario extenderse mucho en el tema. El hecho de que haya otras, por supuesto, no invalida el mérito de ésta, o de cualquier otra versión en particular. Hemos considerado también algunas de las observaciones de que ha sido objeto la tarea bessoniana, pero nos parecen de importancia secundaria. El hecho de que se mantuviera tan fiel al texto, prefiriendo siempre la exactitud del mismo a la facilidad de la lectura (como es la tendencia en las versiones populares, por ejemplo) aun cuando a veces la misma sea algo dura, por el orden de las palabras o la transliteración de los nombres, no es sino uno de sus méritos. Esta no es tanto una traducción popular sino una que servirá en gran manera a quienes, conociendo o no la lengua original, quieran descubrir mejor la exactitud de su léxico. Por lo mismo, en buena parte, se encuentra mucha similitud con la versión ReinaValera, pero las diferencias —y ¿por qué no? las correlaciones— sirven sólo para acrecentar el valor de esta versión y de la tradicional. Del punto de vista positivo, consideramos que la reedición de este Nuevo Testamento sirve para demostrar lo que puede hacer un hombre de talento, que pone el mismo al servicio de Dios. Es necesario remontarse a las circunstancias de la vida de Besson para comprender la magnitud de haber hecho esta traducción, haber logrado su publicación, haberla mejorado, de modo que quedara lista para su reedición, todo en forma tal que aun ahora se la considera de provecho. Todo ello en un idioma que él aprendió cuando ya había pasado los treinta años. En ese sentido merece destacarse la observación de Santiago Canciini de que no se encuentran allí galicismos, sino sólo, quizá, un castellano poco fluido. Creemos también que los conceptos bessonianos sobre los métodos de traducción e interpretación tienen valor para el estudioso de hoy y que la mejor ilustración de los mismos es el fruto de su trabajo, especialmente porque carecemos de una obra sistemática en que Besson mismo los exponga. En ese sentido, creemos que aquí se encuentra uno de los mejores "reflejos" del original griego que se han dado en castellano. Seguros, pues, de que esta versión merece seguir circulando para provecho de cuantos quieran profundizar su conocimiento del texto bíblico y de la forma de ponerle en el idioma del pueblo, es para nosotros, motivo de gran satisfacción lanzar, en coedición de Editorial Mundo Hispano de Casa Bautista de Publicaciones y Editorial Palabra de Asociación Bautista Argentina de Publicaciones, al mundo de habla castellana esta tercera edición de EL NUEVO TESTAMENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TRADUCCIÓN DEL ORIGINAL GRIEGO
PROLOGO POR PABLO BESSON Cuando Besson mismo escribió unas breves palabras introductorias a la primera edición, que comenzó a salir en fracciones en el año 1912 y fue terminada y puesta en circulación en forma de tomo completo en el año 1919, dijo:
El evangelio de Jesucristo Hijo de Dios es el mensaje de la salvación predicado a toda la humanidad y redactado según Mateo,... Marcos,... Lucas y... Juan, y reunido en la colección llamada El Nuevo Testamento... La versión (que ahora ofrecemos)... Está hecha sobre (el texto) común que era el de Crisóstomo, de Teodoreto, de las versiones Siriaca (Peshito), gótica y de la Vulgata Latina. Entre muchas variantes (en los textos griegos), me he esforzado para hacer lo más fiel posible a la interpretación gramatical histórica, como al giro (y) al estilo del original. .. Discípulo del doctor Federico Godet, que me enseñó desde mi juven-tud la fidelidad a la Palabra de Dios, he aprovechado sus comentarios y los del doctor Hugues Oltramare, para no introducir en la Palabra de Dios mis propios pensamientos y prejuicios. Para eso, ¿quién es suficiente? A pesar de sus imperfecciones, quisiera que esta versión fuese útil a los estudiosos de los libros santos, con la asistencia del Espíritu Santo. Veintinueve años después de aparecida la primera edición, el pastor Daniel Daglio escribió sus "Palabras de Explicación" a la segunda edición, que apareció en 1948, centenario del natalicio de don Pablo. Escribió Daglio:
Besson.
Más que una segunda edición es ésta, en muchos pasajes, una nueva traducción de don Pablo
Aparecida la primera edición, el señor Besson, como consecuencia de sus diligentes investigaciones, aplicó a su propia traducción un crecido número de correcciones. Al terminar ese trabajo, confió a nuestra Junta de Publicaciones el ejemplar corregido para que sirviera de base para la publicación de la segunda edición, que ahora,... nos complacemos en presentar al público. Esperamos que los estudiosos puedan hallar en esta nueva edición de la versión Besson del Nuevo Testamento un nuevo elemento de juicio para la mejor inteligencia del Sagrado Volumen. Y ahora, con motivo del centenario de la llegada de Besson a las playas del Nuevo Mundo, ofrecemos esta tercera edición con algunos cambios que pasaremos a explicar y con ciertos materiales auxiliares que habrán de ayudar al lector estudioso a apreciar y aprovechar al máximo la herencia de este gigante de la fe. El texto bíblico es el mismo de la segunda edición: la labor de Besson, con las correcciones que él mismo hizo a la obra original. En este aspecto nos hemos limitado a corregir unos poquísimos errores tipográficos. Hemos querido ofrecer la traducción de Besson de estos sagrados documentos y damos fe de que lo que aquí publicamos lo es. Advertimos, sin embargo, un cambio de orden en la manera como aparecen los libros bíblicos. En la primera edición, Besson mismo explicó el orden en que él había colocado los escritos del Nuevo Testamento. Los cuatro Evangelios y Hechos de Apóstoles venían en su orden acostumbrado. Pero colocó las epístolas del apóstol Pablo (con las cuales Besson incluyó Hebreos), en el orden cronológico según sus conclusiones literarias. Aparecieron así: 1 a Tesalonicenses, 2 a Tesalonicenses, a Gálatas, 1 a Corintios, 2 a Corintios, A Romanos, A Hebreos, A Laodicenses (Efesios), A Colosenses, A Filemón, A Filipenses, A Tito, 1 a Timoteo, 2 a Timoteo. Después de las epístolas paulinas, Besson colocó la Epístola de Santiago (que él prefirió llamar Jacobo para indicar más claramente su relación con este personaje de los Evangelios y Hechos), la de Judas, las de Pedro, las de Juan y el Apocalipsis. Al Apocalipsis, lo denominó Revelación, que es realmente lo que significa el título griego. También denominó Laodicenses a la epístola que comúnmente llamamos Efesios. (Véase la introducción a Efesios para saber sus razones.) En la presente edición, hemos ordenado los libros según el orden tradicional, para no complicar su ubicación. También hemos colocado en primer término los nombres acostumbrados de Efesios, Santiago y Apocalipsis, poniendo entre paréntesis los nombres que Besson prefería, a fin de facilitar el uso de esta edición. En las notas hemos practicado algunos cambios. En primer lugar, las hemos vuelto a colocar al pie de la página a que pertenecen, como aparecían en la primera edición, convencidos de que así servimos mejor al lector estudioso que las querrá a la vista del pasaje que comentan. Pero también hemos tenido que condensar muchas de las notas y aun eliminar algunas que ya parecían fuera de época o de poca utilidad al estudioso bíblico de nuestro tiempo. Como parte de la condensación de las notas, hemos uniformado todas las abreviaturas de los libros bíblicos, según el sistema de abreviaturas que han adoptado las Sociedades Bíblicas y un crecido número de casas publicadoras. En la página de contenido, publicamos estas abreviaturas al lado del
nombre completo de sus correspondientes libros. Ya que no hemos tocado el texto bíblico, donde Besson, de cuando en cuando, insertaba una referencia bíblica, el lector podrá notar cierta diferencia en las abreviaturas usadas dentro del texto. También hemos compilado estas abreviaturas para indicarlas debidamente en la página de contenido. Los criterios editoriales que nos han guiado en nuestra condensación o eliminación de notas han sido los siguientes: Hemos procurado dejar casi en su totalidad las referencias a pasajes bíblicos afines, porque tales pasajes siguen arrojando luz sobre el significado de un determinado texto o versículo y porque también este procedimiento responde a uno de los principios más notables de la hermenéutica de don Pablo: interpretar las Escrituras a la luz de otras Escrituras (pasajes afines). Hemos eliminado muchas referencias a manuscritos griegos y ediciones del Nuevo Testamento en griego que servían a don Pablo en cuestiones de crítica textual. Esto no lo hemos hecho porque restemos valor a tales asuntos, sino porque las referencias y alusiones de Besson no siempre eran fáciles de descifrar y porque hemos querido dejar en las notas el material que realmente sea de valor práctico para el estudiante bíblico actual. Muchas de sus notas originales llevaban un fuerte sabor polémico. Esto se debió en gran parte a que la época en que Besson realizó su ministerio era de fuertes polémicas, especialmente entre evangélicos y católicos. Sin pretender que los años recientes hayan dado una solución total a las cuestiones que separan las diferentes comunidades cristianas, hemos procurado que estas notas en general, conserven su esencia positiva. Hemos dejado alguna que otra nota sobre asuntos de polémica, crítica textual y otros puntos de vista peculiares de Besson, para mostrar el pensamiento, la actitud y la metodología de don Pablo sobre estas cuestiones. El resultado de combinar así la traducción de Besson y sus propias notas tiene el valor de un comentario y una guía de estudio de estas Sagradas Escrituras. A veces la traducción misma arroja nueva luz sobre un pasaje dado, especialmente cuando es comparada con otras traducciones del Nuevo Testamento. Y las notas sirven como fuente de enriquecimiento del estudio, inclusive, a veces, con citas o ilustraciones aptas para ser incluidas en mensajes o sermones cristianos. A esta combinación de la traducción de Besson y sus propias notas, hemos agregado, dentro de este mismo tomo, materiales auxiliares que sinceramente creemos van a ser de mucho provecho práctico para el lector estudioso. Los firmantes de esta introducción hemos repartido la tarea de preparar estos materiales de la siguiente manera: Canclini ha escrito la Introducción Biográfica. Estas pocas páginas ayudarán enormemente a quienes no saben de Besson y sus labores monumentales en Europa y América, como también a los que conociéndolo, gustarán de un repaso breve de las labores cristianas de este adalid y su ministerio que duró más de medio siglo. Poe, utilizando investigaciones realizadas en estudios postgraduados en la Universidad de Baylor, en Waco, Texas, ha tenido a su cargo el Apéndice sobre el pensamiento bíblico de Besson. El Apéndice enfoca específicamente los conceptos básicos de las Sagradas Escrituras de don Pablo, su teoría y metodología de traducciones bíblicas, y su hermenéutica, esa ciencia importantísima para interpretar las Sagradas Escrituras. Desde luego, todas las citas de Besson han sido tomadas directa y textualmente de sus escritos. Poe también ha revisado los párrafos introductorios a cada libro del Nuevo Testamento según aparecieron en la segunda edición. Unas pocas modificaciones han sido introducidas, a la luz de todo el corpus literario que dejó Besson. De la misma fuente, extrayendo de artículos, notas y similares materiales bessonianos al respecto, se han redactado las introducciones a los pocos libros que no las tenían en la edición anterior. Esperamos sinceramente que tanto la Introducción Biográfica como el Apéndice sobre el pensamiento bíblico de Besson, que publicamos en este tomo que lleva su traducción del Nuevo Testamento y sus propias anotaciones a él, servirán para hacer de este volumen una gran ayuda práctica a los que tienen el deseo de escudriñar las Escrituras. Y recordemos la advertencia de nuestro Señor a los de su tiempo: si escudriñamos las Escrituras, pensando tener en ellas vida eterna, y dejamos escapar el testimonio que ellas dan del Cristo mismo, habremos estado cerca del reino, pero al fin habremos perdido todo (Juan 5:39).
Amoldo Canclini Buenos Aires,
Argentina
José Tomás Poe El Paso, Texas,
E.U.A.
INTRODUCCIÓN BIOGRÁFICA DEL TRADUCTOR Por Amoldo Canclini A cien años del histórico momento en que la llegada de Pablo Besson a Buenos Aires señaló un hito pionero en la historia evangélica del continente, nada hay más lógico que renovar la imagen de su persona y obra. A medida que el tiempo transcurre, ambas se agigantan y resulta sorprendente que haya podido pasarse por alto el hecho de que, como en la Tierra Prometida, hubo también de este lado del océano alguien tan digno de ser llamado un "gigante en la tierra". Las condiciones que le llevaron a una situación de luchador solitario quizá nos han dificultado la visión de su trascendencia, pero esta oportunidad es alta-mente propicia para tratar de recuperarla. Los grandes hombres se miden por sus hechos. En la trayectoria bessoniana —que resumiremos brevemente— los hay de distinto tipo y calibre. Pero no son de los menos importantes los de orden intelectual. Y, entre éstos, desdichadamente asistemáticos, figura como una cumbre su traducción del Nuevo Testamento. Hoy que las traducciones pululan no nos es fácil darnos cuenta de lo que significa que décadas atrás un hombre solo resolviera acometer la obra y, aun antes de ello, captar el valor que la misma empresa podía tener. Las características y métodos de este trabajo se estudian en otra parte de este mismo volumen, a cargo de quien se ha especializado en ese estudio, pero aquí queremos dejar consignado que nuestras dos casas editoras han entendido que la mejor manera de honrar a Pablo Besson y de rememorar el centenario de su llegada al continente americano, es, precisamente, la reedición de este opus magnum de quien fue uno de los más destacados intelectuales con que han contado los evangélicos en América Latina. Puede ser dudoso que el método biográfico sea el más adecuado para la presentación de un personaje como él. Sin embargo, es el que usaremos en estas breves páginas introductorias, aunque poniendo el énfasis en aquellos aspectos que puedan hacer sobresalir el camino hasta esta traduc-ción o las otras profundidades de su riqueza erudita. Además, sin duda es el medio más didáctico e informativo. La formación de un hombre de Dios De toda Europa, debía ser en Suiza que naciera Pablo Besson un 4 de abril de 1848. Sólo podía producirle aquella tierra que es un símbolo de libertad, de profundidad intelectual, de fertili-zación recíproca entre las grandes corrientes de pensamiento y de celosa guardiana de las tradiciones evangélicas. Su padre, médico y pastor reformado, por cincuenta años, le legó la firmeza en las convicciones, el amor por la libertad y la seriedad en el estudio, aunque su lealtad a lo establecido habría de separarle de la forma de ser de su hijo. Baste decir que, entre sus maestros, se contó Guillermo de Wette, en los estudios bíblicos, y Alejandro Vinet, en los filosóficos; nuestro biografiado atesoraba libros de este último pensador, considerado hasta hoy como una de las cumbres en cuanto a la libertad religiosa se refiere. No hay duda de que, aun indirec-tamente, Besson fue un heredero espiritual del gran Vinet. Su madre, Elisa Revel, era de origen valdense, y supo poner su nota hogareña y afectuosa, para compensar la severa solidez paterna. Saltando necesariamente los años, encontramos a Besson sumergido en los estudios. Los hizo especialmente en la Facultad de Teología de Neuchatel y luego por un año en la Universidad de Leipzig. Cuando se mencionan sus maestros, el espíritu queda atónito. ¿Cómo no saldría un gran hombre, cuando fue formado por esa constela-ción de espíritus notables que Dios levantó en la Europa Central siglo y medio atrás? En su tierra natal —Besson había visto la luz en Nod, un pueblito cerca de Neuchatel—, estudió con Félix Bovet, en cuanto a la lingüística y con Carlos Secretan, en la filosofía, dos nombres que aún se mencionan con respeto. De Ferdinand Buisson, su maestro de literatura francesa, recibió la inspiración para el valor de la enseñanza laica, y del gran Federico Godet, uno de los más conspicuos co-mentaristas, aprendió a ahondar en el estudio de las Escrituras. Quizá no hay ningún otro biblista europeo que se siga leyendo y estudiando tanto hasta el día de hoy. Entre 1868 y 1869, el joven Besson pasó un año en Alemania. Allí se sentó a los pies, por así decirlo, del maestro del Antiguo Testamento, influyente también hasta hoy, que era Fernando Delitzsch e inclusive nada menos que de Constantin von Tischendorf, el magistral erudito que dio al mundo el descubrimiento del Codex Sinatticus.Jodo esto nos explica por qué habría de vivir preocupado por la exactitud en la reconstrucción de los textos y en su exacta versión a los idiomas locales. Un erudito, cuyo nombre quizá hoy no nos resulta
tan conocido, pero que tuvo para él una importancia más decisiva, fue Cristóbal E. Luthardt, quien tomó uh interés personal en el juvenil e inquieto alumno. Este gran cristiano hizo una comprobación que declaraba, insis-tiendo a su alumno: "¡A ti te falta algol" Lo notable es que ese "algo" era una experiencia personal de salvación y seguridad espiritual, que aquel estu-diante de teología, hijo de pastor y futuro pastor él mismo, aún no tenía. Con paciencia y oración, Luthardt supo conducir a Besson a su mayor experiencia, a su auténtico camino a Damasco. En 1870 recibió la licenciatura en teología con una tesis sobre "La tentación de Jesús" y el 12 de diciembre del mismo año fue ordenado al ministerio. Al año siguiente fue designado pastor de la iglesia en Linieres, siempre en el mismo cantón de Neuchatel. La formación de un hombre libre Muy pronto Besson se vio envuelto en una polémica por la libertad de conciencia, tema que sería su obsesivo leitmotiv de toda la vida. Un complicado proceso llevó a que la Iglesia Reformada en el cantón de Neuchatel pasara a depender del estado. La situación mantuvo agitado el ambiente eclesiástico, en especial cuando el Consejo gobernante rechazó por margen mínimo la reforma de la situación. Como consecuencia, veintidós pastores, cinco ministros au-xiliares y tres profesores de la Facultad de Teología renunciaron a la iglesia oficial y constituyeron lo que se llamó "Iglesia Evangélica Neuchateliense Independiente del Estado". Entre los primeros, no nos extraña encontrar a Besson, quien daba aquel primer paso de independencia, que, como todos los suyos, no tenía idea de adonde le podía conducir, más allá del mantenimiento de sus convicciones. Aún no se había aquietado aquella situación, cuando dio un paso aún más osado. Sintió ansias por hacer un trabajo más directo en cuanto a la evangelización; es bueno que, desde este primer momento, insistamos en que Besson no era un erudito encerrado en una torre de marfil, sino un gran amante del pueblo simple, al cual dedicó la mayor parte de sus empeños, buscando de llegar sencillamente a sus corazones. Para cumplir con ese deseo, aceptó gustoso una invitación que le alejaba de su tierra y su familia, cuando la Iglesia Evangélica de Lyon, en el sur de Francia, le invitó a colaborar con un movimiento evangelizados Le llegó por medio de los pastores A. Duchemin y Leopoldo Monod; en éste tenemos de nuevo a uno de los gigantes del protestantismo europeo del siglo XIX. No pasó mucho tiempo antes de que el joven predicador se viera envuelto en pro-blemas con las autoridades, cuando fue a parar a la cárcel por vender Biblias sin autorización. No lo sabemos, pero se nos ocurre que, aun enterado de que el permiso se precisaba, Bes-son no lo hubiera pedido por estar en contra de sus conceptos sobre libertad. En Lyon se enteró de la posición bautista, a raíz de los estudios que el mismo Monod le sugirió para poder enfrentarla. Lo notable fue que él mismo se convenció de que el bautismo sólo correspondía a personas creyen-tes y que debía ser por inmersión. Como su posición comenzó a causar problemas entre aquellos con quienes colaboraba, optó por el camino más directo: renunció, aunque eso significaba un salto en el vacío, humanamente hablando. Pero la ayuda divina apareció en seguida. Fue a visitar la iglesia bautista, a cargo del pastor J. B. Cretin, quien lo invitó a hacer uso de la palabra. Para sorpresa de todos, el mensaje terminó pidiendo el bautismo, "el símbolo de la muerte a mí mismo y a mis pecados", como él lo describía entonces. La reacción fue enorme por todas partes. Monod hizo lo posible por disuadirlo, pero eso era algo imposible con Besson. Sus padres le escribieron doloridos: "¡Quieres llegar a ser un vagabundo sin amigos!", le decía su madre. El mismo Godet intentó mos-trarle su "error", pero Besson, como respuesta, escribió un folleto —que sería en realidad su trabajo más amplio— con el título de "¿Por qué me hice bautizar?" Con gesto típico en él, para poder publicarlo, vendió a su madre nada menos que un reloj que ella misma le había regalado; las andanzas de la vida lo hicieron volver a sus manos años después. Entró a colaborar con la Misión Bautista de Boston, a la que siempre guardó mucha gratitud. Para evitar nuevos choques, trabajó como evangelista en el norte de Francia, donde le encontró su cambio fundamental de rumbo en la vida.
La formación de un pionero Un día recibió una carta de un discípulo espiritual suyo, que se había tras-ladado a la colonia Esperanza, formada en la provincia de Santa Fe, en el centro de la Argentina, con suizos y franceses, de los que una tercera par-te eran evangélicos. Dos de ellos eran bautistas y uno llamado Mathieu Floris había logrado la conversión y bautismo de un pequeño grupo. Pensó en quien había sido su pastor en Europa y lo invitó para ir a continuar entre ellos su ministerio. Para el joven predicador la decisión era muy difícil. Es cierto que llegaba en época oportuna para sus inquietudes, pero en esos tiempos el traslado a América era una ruptura con todo lo social, familiar e intelectual que significaba el Viejo Mundo. Sin embargo, aceptó y viajando en tercera clase llegó a Buenos Aires, que ya se asoma-ba como una gran ciudad, el 25 de julio de 1881, cuando tenía treinta y tres años. Pronto estuvo en la colonia. Era un cambio de ambiente tan radical que es difícil captarlo mentalmente. Fue necesario dejar el gabinete o las caminatas en las antiguas calles francesas por las recorridas a caballo de una chacra a otra y por una predicación necesariamente adaptada al nivel intelectual de su nueva congregación. Era el sino de Besson llegar donde hubiera problemas. El arribo masivo de europeos, muchos de ellos no católicos, obligó al país a poner en práctica lo que prescribía su constitución de 1853 en cuanto a la libertad de cultos. Las autoridades eran muy liberales, pero eso no significaba que no surgieran reacciones clericales, que finalmente fueron una de las causas para el derrocamiento del mandatario provincial. El conflicto inicial se produjo en circunstancias luctuosas. La niña Luisa Engler, de una familia bautista, falleció y el sacerdote católico le prohibió la entrada al cementerio, pese a que ello no era de acuerdo con las leyes. La muchachita fue enterrada en el jardín de su casa y previendo una reacción, Besson fue a entrevistarse con las autoridades provinciales, que para entonces ya pertenecían al partido clerical. De hecho, no ocurrió nada, pues todos sabían hacia dónde se inclinaba la opinión pública. Pero ocurrieron otros hechos en lugares cercanos y eso llevó a Besson a escribir artículos en los diarios, tanto locales como nacionales, que fueron bien recibidos. Resulta sorprendente, por ejemplo, que el diario La Nación, uno de los más importantes del país, de corte tradicional, incluyera sus escritos cuando aún era un desconocido pastor de las colonias. El cuidado de esos trabajos era subrayar la diferencia entre tolerancia y libertad. Por todo eso, cuando a fines de 1882 un grupo de inmigrantes de habla francesa invitó a Besson a trasladarse a Buenos Aires, llegó a la conclusión de que esa lucha que había comenzado podía realizarse mucho mejor desde la capital del país, que hervía entonces en la polémica entre liberales y católicos. Los primeros, que ocupaban el gobierno, dieron al país las bases para su extraordinario desarrollo posterior, y son conocidos hoy como "generación del 80". Entre su labor enorme —incluido el empuje a la inmigración—, figuran las llama-das "leyes laicas" sobre creación del Registro Civil, secularización de ce-menterios, organización de la enseñanza laica y otras. La situación era curiosa, pues una legislación de casi medio siglo atrás establecía la creación de registros civiles para nacimientos, casamientos y defunciones, pero en la práctica no existían. Lo que sí se practicaba, pues era lo único que se había necesitado hasta entonces, era la disposición de que los pastores de colectividades ex-tranjeras podían registrarse como tales y registrar los casamientos. Besson analizó la posibilidad de inscribirse en la legación suiza, pero la descartó de inmediato; años después escribiría que esa fue su "primera tentación en la Argentina". Amante de su tierra de adopción consideraba que no había que hacer concesiones que implicaran una diferencia entre unos y otros habitantes, pues la constitución era clara a ese respecto. Por eso, comenzó una intensa campaña periodística, reclamando la puesta en vigor del Registro Civil. En 1885 dos vecinos de Olavarría, al sur de Buenos Aires, se dirigieron a Besson pidiéndole orientación sobre cómo proceder. Antes de obtener respuesta oficial, dos años después, el caso se repitió en su propia iglesia, con dos miembros de nacionalidad española. El caso era claro y el bautista optó por el camino más drástico: ofició él mismo una ceremonia, en la que actuó también como testigo, junto con un miembro de la iglesia. El documento redactado en esa ocasión contiene una serie de previsiones, inclusive su deseo de lograr su "validación civil" cuanto antes. El dictamen del procurador revela la amplitud que había logrado despertar el caso, mos-trando que la libertad de conciencia debe alcanzar inclusive a quienes no profesen religión alguna, caso no pre-visto .en las leyes. En 1888, se logró la victoria correspondiente en las cámaras. Este fue el episodio más resonante en la lucha bessoniana, por sus carac-terísticas humanas, pero fue sólo uno de los muchos en que intervino en sus largas polémicas que le ganaron un lugar de prestigio entre la intelectualidad local.
Un hombre múltiple Si algo puede reprocharse a Besson es el no haberse dado tiempo para producir una obra teológica o histórica sistemática. En 1948, la entonces Junta Bautista de Publicaciones, órgano editor de la Convención Bautista Argentina, publicó dos grandes tomos con una selección de sus trabajos más importantes. Son artículos de diarios y folletos sueltos, que él publicaba por su cuenta y distribuía por todas partes. Los primeros versaban en especial sobre cuestiones del momento y puntos de tipo histórico. En aquello que él mismo editaba, se volcaba plenamente y sin reticencias. Por supuesto, los había relativos a la li-bertad de cultos, así como muchos de orden histórico, que en especial te-nían alguna relación con ese tema. Su conocimiento profundo y documentado del pasado argentino resulta sor-prendente. También trabajó mucho sobre la época de la Reforma y sobre temas de controversia con el catolicismo. Su estilo era escueto, sin concesiones literarias, yendo directamente al grano y poniendo punto final apenas estaba dicho lo que se proponía, cualquiera fuese el tamaño resultante. En esa producción explayaba su cultu-ra, que era conocida y respetada, aunque nos parece evidente que en muchos casos, sus posibles lectores eran poquísimos, por ejemplo en temas de crítica del texto bíblico. Lo notable es que Besson sabía adaptarse al ambiente. No es fácil res-catar su imagen de predicador y evangelista o de pastor, cuando lo que nos queda son sus escritos eruditos. Pero el análisis de su obra pastoral nos muestra a un hombre pleno de senti-mientos y de amor al prójimo. Muy pronto comenzó a predicar en castellano, para alcanzar a los jóvenes que iban a burlarse en la puerta del salón que había alquilado. El primero de éstos quedaba junto a uno de los centros de los tratantes de blancas y vale la pena hacer un paréntesis para decir que luchó frontalmente contra esa lacra social y que inclusive arriesgó su vida para sacar de esa hondura a algu-na desdichada muchacha. El primer bautismo fue realizado en 1883 en la persona del educador Guillermo Junor, director del Colegio Británico, donde Besson daba clases. Luego siguieron otros. La mayoría eran inmigrantes y de muy escasa cultura. Algunos llegaban ya creyentes de Europa, sea de Francia, sea de Inglaterra o de otros países, pero la ma-yoría eran españoles o italianos — algunos también evangélicos—, pero muy poco instruidos, quizá aún analfabetos. Lo notable es que el erudito Besson tenía un mensaje adecuado para ellos y que quienes venían dejando atrás toda su vida anterior, encontraban en el evangelio que él predicaba la respuesta a su inquietud. Sus mensajes eran muy bíblicos y apelaban mucho a la controversia. El énfasis en sus conceptos eclesiológicos sobre la organización y gobierno de la iglesia era bien definido. No veía necesario "constituir" la iglesia, que a su juicio ya existía cuando existía un grupo de creyentes, pero una vez establecido éste, se hacían periódicas reuniones administrativas en las que todo se trataba muy abiertamente. Mantuvo sus posiciones frente a propios y extraños, pese a que ello le valió no pocas polémicas. Fue notable, en ese sentido, cómo su discrepancia con otras denominaciones, con científicos, con pensadores materialistas, y aun con sus pro-pios hermanos bautistas, no impidió que siempre fuera muy respetado por todos. Cuando se ponía de pie en una asamblea, golpeando con su bastón, todos prestaban atención. Los periódicos seculares y las revistas evangélicas recibían sus colaboraciones y era invitado a predicar en diversas iglesias o a hablar en los círculos más dispares. Su acción alcanzó también entidades de bien público, participando activamente, como ya dijimos, en la lucha contra la trata de blancas y también en la Sociedad Protectora de Animales, en la Sociedad Filantrópica Suiza y otras organizaciones. También visitaba iglesias del interior y del Uruguay. Con el dinero recibido de la herencia paterna y con ofrendas recibidas de sus antiguos amigos europeos, compró un terreno y edificó un templo, que fue el primero de los evangélicos bautistas en la Argentina y en toda Sud América fuera del Brasil. En la inauguración hablaron los repre-sentantes de todos los grupos evangélicos. Su concepto de la predicación y la iglesia ha dejado más huella de lo que suele reconocerse. La importancia de la base bíblica, la aplicación a la reali-dad del auditorio, la participación conjunta en las decisiones, y muchos otros aspectos han seguido caracterizando a quienes estuvieron en contacto con él o sus herederos espirituales. Por eso, no dudó en abrir sus puertas —inclusive las de su propia casa— a los primeros misioneros bau-tistas que llegaron de los Estados Unidos, mandados por los Bautistas del Sur. Comprendía que
su esfuerzo solitario, absorbido por la lucha por la libertad de conciencia, requería otras ayudas y se complació en ese aporte, con el que hubo un mutuo enriquecimiento espiritual y evangelístico. Como aporte permanente y visible, tenemos su traducción del Nuevo Testamento, que se reimprime en estas páginas. Muy desgastada su salud, se retiró en 1927 y falleció cinco años después. Su ejemplo debe ser reiteradamente presentado, sea por su celo evangelístico, por su firmeza en las convicciones, por su respeto a los demás, por su pasión por el estudio. Necesitamos hoy más hombres como él.
Buenos Aires Diciembre, 1979
El Nuevo Testamento De Nuestro Señor y Salvador Jesucristo
El Santo Evangelio Según
Mateo
NT-Trad. Pablo Besson
MATEO 1:1-25
Capítulo 1
MATEO 2:1-20
Capítulo 2 La visita de los magos
Genealogía de Jesucristo
1. Libro genealógico de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. 2. Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judas y a sus hermanos. 3. Judas engendró de Thamar a Fares y a Zara; Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, 4. Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naason, Naason engendró a Salmón, 5. Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Ruth a Obed, Obed engendró a Jesé, 6. Jesé engendró a David el rey, David el rey engendró a Salomón, de la de Urías, 7. Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abía, Abía engendró a Asa, 8. Asa engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, 9. Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, 10. Ezequías engendró a Manases, Manases engendró a Amón, Amón engendró a Josías, 11. Josías engendró a Jeconías ya sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia. 12. Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, 13. Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquim, Eliaquim engendró a Azor, 14. Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Eliud, 15. Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matan, Matan engendró a Jacob, 16. Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús el dicho Cristo. 17. Así que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y desde David hasta la deportación de Babilonia,. catorce generaciones; y desde la deportación de Babilonia hasta el Cristo, catorce generaciones. Nacimiento de Jesucristo
18. La generación de Jesucristo era así: Desposada su madrea María con José, antes de juntarse fué hallada encinta de espíritu santo ; 19. y José, su esposo, siendo justo y no queriendo infamarla, fué decidido a repudiarla en secreto. 20. Siendo él resuelto a esto, he aquí un ángel del Señor, en sueños, le apareció diciendo: José, hijo de David, no temas tomar a María, tu esposa, porque lo que en ella fué engendrado es de espíritu santo. 21. Dará a luz un hijo, y llamarás el nombre de él, Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados de ellos. (Sal. 130:8). 22. Todo esto ha acontecido para que fuese cumplido lo que habló el Señor, por el profeta que dice (Is. 7:14). 23. He aquí la virgen estará encinta y dará a luz un hijo. Y llamarán el nombre de él Emmanuel. lo que es interpretado: Dios con nosotros. 24. Despertado del sueño, José hizo como le mandó el ángel del Señor, y recibió a su esposa. 25. Y no la conocía hasta que ella dio a luz al hijo de ella, al primogénito y llamó el nombre de él Jesús.
1. Nacido Jesús en Bethlehem de la Judea, en los días del rey Herodes, he aquí magos desde el Oriente llegaron a Jerusalem, 2. diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido?, porque vimos la estrella de él en el Oriente, y venimos a rendirle homenaje. 3. Al oír esto, el rey Herodes fué turbado y toda Jerusalem con él. 4. Y habiendo reunido a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo inquirió de ellos, dónde el Cristo ha de nacer? 5. Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea, porque así está escrito por el profeta. (Miq. 5:2). 6. Y tú, Bethlehem, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre las villas de Judá porque de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel. 7. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, se inquirió de ellos el tiempo de la aparición del astro. 8. Y enviándoles a Bethlehem, dijo: Id e informaos exactamente acerca del párvulo; y cuando le hubiereis hallado anunciádmelo para que yo también vaya a rendirle homenaje. 9. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino. Y he aquí la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se paró encima de donde estaba el párvulo. 10. Al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo; 11. y entrando en la casa vieron al párvulo con María, su madre, y postrándose le rindieron homenaje, y abriendo sus tesoros le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. 12. Y divinamente avisados en sueños que no volviesen a Herodes, por otro camino se retiraron a su tierra. Matanza de los niños
13. Y partidos ellos, he aquí un ángel del Señor aparece en sueños a José diciendo: Despiértate, toma al niño y a la madre de él, y huye a Egipto. Estáte allá hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al párvulo para matarlo. 14. Despertado, pues, él, tomó de noche, al párvulo y a su madre, y se refugió a Egipto. 15. Y estaba allá hasta la muerte de Herodes, para que fuese cumplido lo que habló el Señor por el profeta (Oseas 11:1) que dice: De Egipto llamé a mi hijo. 16. Entonces, Herodes, viéndose burlado de los magos, fué muy enfurecido y mandó matar a todos los varoncitos que había, en Bethlehem y en todos sus términos, de dos años abajo, conforme al tiempo que averiguó de los magos. 17. Entonces fué cumplido lo hablado por Jeremías, el profeta (C..31:15), qué dice: 18. Voz en Rama fué oída, llanto y grande lamentación. Es Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque ya no son. 19. Muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor, aparece en sueños a José, en Egipto. 20. Y le dice: Despiértate, toma al párvulo y a su madre, y vete a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban a la vida del párvulo.
NT-Trad. Pablo Besson
MATEO 2:2:1; 3; 4:1
21. El, despertado, tomó al párvulo y a su madre, y vino a la tierra de Israel. 22. Mas, oyen do que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes, su padre, tuvo temor de ir allá, y divinamente avisado en sueños, se retiró a las partes de Galilea, 23. y vino a establecerse en una ciudad llamada Nazaret; de manera que fué cumplido lo hablado por los profetas: Será llamado Nazareno. Capítulo 3 Predicación de Juan el Bautista
1. En aquellos días vino Juan, el bautista, predicando en el desierto de Judea, 2. diciendo: Convertios, porque se ha acercado el reino de los cielos. 3. Este, pues, es el predicho por Isaías, el profeta, diciendo: Voz de uno que clama en el desierto: Arreglad el camino del Señor, Nivelad sus vías. 4. El, Juan, tenía su vestido de pelos de camello, y un ceñidor de cuero alrededor de sus lomos, y su alimento eran langostas y miel silvestre. 5. Entonces salían a él Jerusalem y toda la Judea, y toda la comarca del Jordán, 6. y eran bautizados en el río Jordán por él, confesando sus pecados. 7. Mas viendo a muchos de los fariseos y saduceos venir a su bautismo, les dijo: Crías de víboras, ¿quién os insinuó a huir de la ira venidera? 8. Haced, pues, fruto digno de la conversión 9. y no penséis decir en vosotros mismos: Por padre tenemos a Abraham, porque os digo que Dios puede de estas piedras despertar hijos a Abraham. 10. Y ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles; todo árbol, pues, que no lleva buen fruto es cortado y echado al fuego. 11. Yo os bautizo en agua para conversión, mas el que viene tras mí es más poderoso que yo cuyos zapatos no soy digno de. llevar. El os bautizará en espíritu santo y fuego. 12. Su aventador en su mano está y limpiará bien su era, y allegará su trigo en el granero, mas la paja la quemará con fuego inextinguible. El bautismo de Jesús
13. Entonces vino Jesús de Galilea al Jordán a Juan para ser bautizado por él. 14. Pero él le impedía diciendo: ¡Yo he menester de ser bautizado por ti, y tú vienes a mí! 15. Pero respondiendo Jesús, le dijo: Deja ahora porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le deja. 16. Siendo pues bautizado, Jesús subió luego del agua, y he aquí le fueron abiertos los cielos, y vio al espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él. 17. Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi hijo el amado en quien me agradé. Capítulo 4 Tentación de Jesús
1. Entonces Jesús fué llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo;
MATEO 4:2-25
2. y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches al fin tuvo hambre, 3. y llegándose a él, el que tienta, le dijo: Si eres hijo dé Dios habla para que estas piedras vengan a ser panes. 4. Mas él respondiendo dijo: Escrito está (Deut. 8:3): No de pan sólo vivirá el hombre, sino de toda palabra que salga por la boca de Dios. 5. Entonces le lleva el diablo a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6. y le dice: Si eres hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está (Sal. 91:11) que a sus ángeles mandará por ti, y sobre las manos te llevarán para que no tropieces contra una piedra con tu pie: 7. Díjole Jesús: Otra vez escrito está:(Deut. 6:16). No tentarás al Señor tu Dios. 8. . Otra vez le lleva el diablo a un monte muy alto, y muéstrale todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos, 9. y le dijo: Todas estas cosas te daré, si postrándote me rindieres homenaje. 10. Entonces le dice Jesús: Vete, Satanás, porque escrito está (Deut. 6:13): Al Señor tu Dios rendirás homenaje, y a él sólo darás culto. 11. Entonces le dejó el diablo, y he aquí ángeles se acercaron y le servían. Jesús principia su ministerio
12. Al oír que Juan había sido entregado, Jesús se retiró a Galilea, 13. y dejando a Nazaret vino a Capérnaum,' ciudad marítima en los confines de Zabulón y Neftalí y allí habitó, 14. para que fuese cumplido lo dicho por Isaías el profeta en esas palabras: 15. Tierra de Zabulón, y tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los Gentiles, 16. el pueblo asentado en tinieblas vio luz grande y a los asentados en región y sombra de muerte luz se les levantó. (Isaías 9.1-2). 17. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: Convertios, porque está cerca el reino de los cielos. 18. Y andando por la orilla del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, el dicho Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar, por que eran pescadores. 19. Y díceles: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20. Y ellos, al instante dejando las redes le siguieron. 21. Y -pasando de allí adelante, vio a otros dos hermanos, Jacobo "hijo" de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes, y los llamó, 22. y ellos al instante dejando el barco y a su padre, le siguieron. 23. Y recorría Jesús toda la Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el mensaje del reino, y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24. Y corría su fama por toda la Siria; y le trajeron todos los que estaban mal, afligidos de varias enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. 25. Y le siguieron grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalem, Judea y del otro lado del Jordán.