El esquema cultural de género y sexualidad en la vida cotidiana.
La necesidad de ‘pensar’ en la diferencia sexual, como se&ala Luce I rigaray, como una preocupaci%n !o una evidencia" que ha venido desarrollándose desde hace mucho tiempo.
La propuesta de Irigaray nos lleva también a preguntarnos qué significa, entonces, ‘pensar’ en la diferencia sexual, en qué sentido habremos de reflexionar sobre ella y cuáles son los factores sociales y culturales que intervienen en su desarrollo.
Los seres humanos son, primordialmente, seres sexuados, y esta caracter$stica básica marcará toda su vida. 'ada acto desarrollado en la existencia del individuo estará permeado por las conductas, interpretaciones y significaciones que le han sido se&aladas, desde ni&o, seg(n su sexo.
#sta construcci%n social de la sexualidad no se detiene en ning(n momento o lugar, es constante y cotidiana. )e vive diariamente en todas partes. *adie escapa a ella y todos contribuyen !en diferentes niveles y bao diversos mecanismos" a su desarrollo y compleidad.
Iriarte Rosales Rufno Sexualidad Humana
Las personas se asoman al mundo en un tiempo y un espacio que comparten con otros suetos, de tal manera que el ser sexuado individual es también un ser social !y, de igual forma, sexual". La sexualidad, por tanto, constituye una serie de +creencias, relaciones e identidades hist%ricamente conformadas y socialmente construidas- !ee/s, 0112" relativas al cuerpo de los suetos.
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#sta manera cotidiana de ser hombres y mueres define una forma de ser y estar en el mundo, de hacerse de un lugar en un tiempo y contexto determinado por el que transitan los suetos.
#n el d$a a d$a, en el contacto cotidiano con los otros individuos y también con los obetos que los rodean, los seres humanos van definiendo lo que son, y este eercicio de identificaci%n y afirmaci%n del ser hombre o mu er se rolon rolon a hasta hasta la muerte. muerte.
3ara ee/s y 'aroline 4ance, la sexualidad es más bien una cuesti%n de ‘imaginaci%n’, inventiva, se&alamientos y predeterminaciones que una conformaci%n orgánica5biol%gica.
6a sido 7ichel 8oucault !0111" quien, al reflexionar sobre la sexualidad como una ‘invenci%n’ hist%rica, va delineando los perfiles de la forma en que se organi9a, ‘reglamenta’ y condiciona la actividad sexual en determinados contextos y procesos hist%ricos.
8oucault habla de una +puesta en discurso- respecto a la sexualidad, en la que el interés prioritario se enfoca en qué se dice de la sexualidad, quiénes, c%mo, d%nde y por qué se estructura este discurso en torno a lo sexual, y, de igual forma, los canales o medios a través de los cuales la determinaci%n de este poder del ‘saber global’ sobre la sexualidad llega hasta la percepci%n individual; esto es, a la conducta desarrollada por los suetos en el terreno de lo sexual, a su vida cotidiana en concreto.
La sexualidad como un proceso constante que se desarrolla !se eerce" en y por los individuos, lo que, simultáneamente, los convierte en +obetos de cambio y suetos de esos cambios-
Iriarte Rosales Rufno Sexualidad Humana
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La sexualidad, leos de constituir un terreno (nico, presenta variaciones y diversidades seg(n el espacio y el tiempo en que se encuentren los individuos.
#n la construcci%n social, hist%rica y cultural de la sexualidad existe un factor de radical importancia que permea las disposiciones que los individuos desarrollan al eercer su sexualidad: el poder .
8oucault habla de un poder discursivo respecto a la sexualidad que llega hasta el pensamiento, a las interpretaciones de los suetos, e influye directamente en su vida sexual diaria.
ee/s, en cierto sentido, complementa y enriquece la idea del poder sobre la sexualidad c on la consideraci%n de que esta reglamentaci%n sexual no tiene la misma fuer9a en todas las sociedades o épocas !ee/s, <===".
ee/s considera que hay tres ees fundamentales como estructuras de dominaci%n y subordinaci%n de lo sexual: clase, género y raza.
)i consideramos a la sexualidad como una construcci%n social, esto nos lleva a la idea de percibir un proceso continuo en el que los individuos no s%lo son depositarios y eecutores de %rdenes y controles sobre la sexualidad, sino que también avi9oran mecanismos de resistencia que los llevan a modificar las directrices socialmente impuestas de los roles sexuales.
#n palabras de 7arta Lamas !0111", el género se explica como +el conunto de ideas, representaciones, prácticas y prescripciones sociales que una cultura desarrolla desde la diferencia anat%mica entre los sexos para simboli9ar y construir socialmente lo que es ‘propio’ de los hombres !lo masculino" y lo que es ‘propio’ de las mueres !lo femenino"-
#sto quiere decir que el género al que pertenecen los suetos rebasa la mera configuraci%n biol%gica del sexo. Lo que cada sociedad o comunidad entiende que es un hombre o una muer no se determina exclusivamente por lo biol%gico, sino que es a partir de las caracter$sticas f$sicas5sexuales que se conforma una significaci%n genérica de lo que social y culturalmente se espera que haga, piense o exprese un hombre o una muer.
>e esta manera, el género !y la sexualidad" se entiende como una construcci%n social, cultural e hist%rica de los roles y conductas que se atribuyen a mueres y hombres.
#sta definici%n genérica-sexual de lo socialmente estipulado para hombres y mueres ha determinado una posici%n desigual para los suetos, en la que los hombres constituyen la poblaci%n dominante y las mueres sus subordinadas.
3ierre ?ourdieu !<===" se&ala que las configuraciones sociales de lo masculino y femenino se reproducen de acuerdo con un mecanismo profundamente introyectado en la acci%n social y de origen simb%lico basado en una especie de ‘ordenamiento’ del mundo, que implica pensar la realidad seg(n ‘grupos hom%logos’ de relaciones complementarias y dicot%micas: alto@ bao, arriba@abao, derecha@i9quierda, hombre@muer.
>e acuerdo con ?ourdieu, las relaciones hombre@muer tienen como punto medular la práctica de la dominaci%n masculina sobre la poblaci%n femenina !+dos esencias sociales erarqui9adas-".
Iriarte Rosales Rufno Sexualidad Humana
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#sto es lo que ?ourdieu denomina la +larga historia parcialmente inm%vil del inconsciente androcéntrico-
De la vida cotidiana y el ejercicio de la
)iendo la sexualidad una práctica ‘personal’, es delineada por una serie de métodos y parámetros de conducta que el individuo aprende ‘en
>esde su nacimiento, a las personas se les ‘sociali9a’ de acuerdo con las pautas que ya han sido tra9adas de antemano, asimiladas en una especie de ‘inconsciente colectivo’ predeterminado bao el que socialmente los individuos act(an en su vida diaria.
La vida cotidiana constituye las acciones y prácticas que los individuos reali9an en su entorno inmediato y que, a su ve9, configuran y caracteri9an a una sociedad espec$fica. #n estos términos, vislumbramos que el estudio de la vida cotidiana en realidad abarca dos aspectos: las acciones particulares de los individuos !digamos, un nivel micro" y la edificaci%n de una estructura social determinada !nivel macro".
)eg(n 6eller, la vida cotidiana +es el conunto de actividades que caracteri9an la reproducci%n de los hombres particulares, los cuales, a su ve9, crean la posibilidad de la reproducci%n social-
3ara 3eter ?erger y Ahomas Luc/mann la vida cotidiana +se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tiene el significado subetivo de un mundo coherente-.
3ara ?ourdieu !011=", la vida y la actividad social se desarrolla en campos !que aluden a ‘esferas’ en las que se demarcan ámbitos diversos: pol$tico, religioso, educativo, etcétera".
>e acuerdo con 'lifford Ceert9, la cultura no puede ser la explicaci%n del ‘todo’; s%lo puede explicar una parte de la vida social: la parte simb%lica. #n tal caso, la cultura se constituir$a como un entramado de significaciones cuyo análisis derivar$a en interpretaciones de +expresiones sociales que son enigmáticas en su superficieIriarte Rosales Rufno Sexualidad Humana
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+B este proceso se le llama apropiaci%n !6eller", interiori9aci%n !?erger y Luc/mann" o dramati9aci%n !Coffman".
Bunque ?ourdieu no desarrolla propiamente un concepto de vida cotidiana, sin embargo, cuando plantea sus ya famosos conceptos de campo y habitus, en realidad parece retomar, en cierta medida, la apreciaci%n de 6eller respecto a que los suetos se ‘apropian’ de ‘sistemas de uso’ que los llevarán a ‘reproducir’ una serie de actividades y prácticas bao las que han sido sociali9ados, lo que, de nueva cuenta, reconfigurará ese ‘ ’