EL BOSQUE DE LOS ALISOS BLANCOS GILACHITO Nuestros padres y hermanos mayores nacieron en tierras lejanas. Pero Yo y mi doble Gilachito nacimos en este valle hermoso. Inicia la narración el autor. Nacimos tan pequeños de 7 meses que la partera se quedó muy impresionada, parecíamos cuyecitos enclenques y debiluchos y fácilmente cabíamos en una caja de zapatos. Pasó el tiempo y crecimos; llegamos a la época escolar y deseábamos participar de los desfiles escolares, sin embargo debido a nuestra talla nuestra esperanza se iba terminando, pero nosotros no éramos los únicos cuyecitos. Nos ponían apodos los amigos en el barrio, colegios, nos habíamos acostumbrado acostumbrado a muchos calificativos maso menos pasables. Las palabras que escuchamos de nuestra abuela nos alentó fortaleciéndonos. Es así que nuestras antenitas funcionaron y nos defendíamos verbalmente para hacernos respetar por nuestra estatura.
EL REZO INSOSPECHADO Nuestros cuartos eran pequeños para poder soportar el duro frío en las heladas. Un día Gilachito se despertó llorando y llamo a Mamá. El cuarto de mamá estaba cerca. ¿Qué te pasa Gilachito? ¿Qué has soñado? Le pregunto. Gilachito pidió que llamara a toda su familia, a los empleados también. Su llanto no cesaba, algo te debe de haber pasado, algún espíritu fastidioso. Gilachito tomo el Santo Rosario y pidió que la familia se persignara para rezar y los hermanos repetían los
padres nuestros y las Ave María … y se preguntaban que nadie le había enseñado a rezar a Gilachito. El niño más tranquilo se volvió a dormir, y toda la familia se fue a descansar. Cuando las bocinas insistentes de dos carros despertaron a la familia y abrieron la puerta, un remolino de desesperación, las lágrimas invadió la casa, en uno de aquellos vehículos vehículos de los miembros de la comunidad de Quebrada Cruz distante 30 km de la ciudad, traían el cuerpo mal herido y al borde de la muerte de papá. El chofer del camión había perdido el control y se desbarranco muriendo. Gilachito había tenido un presentimiento, Amparo nuestra hermana se dio cuenta que empezó a rezar a las 9 pm hora en que sucedió el accidente.
LOS MAYORES SIEMPRE TIENEN LA RAZON Nuestra familia eran aquellos hogares antiguos de preferencia para los mayores la parte ancha y para los cuyecitos la angosta. Cuando mis padres se ausentaban los hijos mayores quedaban a cargo. Ellos determinaban nuestros juegos, decidían nuestras nuestras amistades, amistades, los colores de la ropa. ropa. Un día Gilachito sintió un dolor cerca al ombligo y se lo dijo a mi hermano mayor que cree que es el hígado, su hermano le respondió que los niños no tienen hígado y mi hermano se fue a jugar aun sintiendo dolor.
EL AMIGO CIEMPIES ZAPATERO El patio de la casa era amplia, teníamos un jardín florido, frente al guindal había un árbol de magnolias y tenía perfume de dulzura. Había un joven soñador llamado Daniel quien nos contaba historias muy interesantes. Cierto día Gilachito estaba solo y recorría cada dormitorio para recolectar los zapatos que se encuentre en su camino. Mis familiares al llegar lo molestaron por desordenar. Gilachito les contesto que los grandotes no saben escuchar a los pequeños animalitos, y que su amigo ciempiés zapatero le había pedido juntar todos los zapatos para arreglarlos gratis gratis y se fue silbando.
FESTEJOS DE CUMPLEAÑOS Nosotros pensábamos pensábamo s que nuestra familia era para mayores y que éramos dos pajitas insignificantes, insignifican tes, pero estábamos equivocados porque nos festejaron nuestro cuarto cumpleaños con cho colates, confites,
turrones y con torta helada
y todos los manjares que un niño pueda imaginar. Días después
preguntábamos que cuando volvería nuestro cumpleaños. En un año pero Amparo la hermana mayor les dijo que mirasen una bolsa llena de granos de trigo y que eso significaba el tiempo de un año es decir NUNCA.
LA HORA INCOMPRENDIDA DEL ALMUERZO Gilachito se mostraba en extremo feliz, era muy fantasioso y curioso, asimismo Gilachito prefería las frutas a los almuerzos. Ya que se nutría de alimentos poco apetecibles. María la cocinera anuncio salsa de tomates para niños inteligentes y antes que mencionara sobre la sopa de pimientos Gilachito protesto que siempre comíamos sopa y de que sería ahora y María dijo Sopa de Chocolate para niños grandes y poderosos. Mi doble sonrió y desde ahí se acostumbraron alegres a comer sopa con nombres de dulces.
UN BUEN MATASANOS Un día Gilachito se puso enfermo, tenía un leve dolor en las amígdalas y escalofríos. Mama y papa le frotaron el pecho con ungüento. Al día siguiente le llevaron en el medico Dr. Luis Pérez León conocido en el pueblo como un mata por gusto. Gilachito no quería ir por miedo a las inyecciones y jarabes, pero sus padres insistieron y él dijo si me quieren porque me llevan don el médico, prefiero la muerte y se puso a llorar.
SEMBRANDO HUEVOS A Gilachito le gustaban los gallos y gallinas por eso le llamaban Gallero. Acompañaba a sus padres a las peleas de Gallos. Una tarde se puso a sembrar en la tierra huevos. Su peón le pregunto la razón y él dijo para que nazcan más gallos de pelea. El peón le pregunto que quien era primero el huevo o la gallina, A lo que mi doble contesto que el huevo era una gallina con cascara y la gallina es un huevo con plumas, ganándole al Peón una batalla sin esfuerzo y con guantes blancos.
EL BUEN NACAO Cada fin de mes nos llevaban a cortarnos los cabellos a la peluquería del buen Nacao, que era japonés y le dijo a Gilachito tú eres inteligente. Nos contaba la historia de su hijo kamikaze que murió haciendo estrella su avioneta. Un sábado de corte Gilachito metió los dedos en un tomacorriente sirviendo como conductor de corriente electrocutando al chino Nacao. Por lo que de ahí en adelante el chino no quiso mas cortarle el cabello.
UNA POZA PARA CRIAR TRUCHITAS Un día su papa les había prometido que iban a ir a sus predios donde se cultiva la papa. Sus jornaleros les esperaban. Su padre ordeno al Caporal Antonio empezar la faena pero que debían atender a los niños como si fuera él. Gilachito ordeno que cavaran un hueco y la llenaran de agua que serviría para criar truchas. Cuando su papa llego que do sorprendido que un niño mandara, pero el indirectamente había dado órdenes de satisfacer al niño lo que pida.
LA MAGIA DE FU MAN CHU Un día cerca de la Navidad yo y mi hermano fuimos a la zapatería de papa de manera oculta. Pero el al descubrirnos lo primero que hizo fue mirar los zapatitos de Gilachito y se dio cuenta que estaba la revés advirtiéndole al niño. Pero Gilachito hábilmente le dijo que son los zapatos de fu man chu y que no están al revés sus zapatos ya que su pie izquierdo es el derecho y su pie derecho es su izquierdo, quedando sorprendido su papa quien les conto las anécdotas de un mago llamado fu man chu.
SUS REPENTINAS OCURRENCIAS Gilachito tenía a cada instante alguna ocurrencia bajo la manga, la rapidez de sus ideas preguntando el significado de las palabras, luego jugaba con ellas con el acompañamiento de notas musicales: pon –pan
– pa – ra - pa – pá – pe – pin -/sucesivamente… Hbai días en que la lluvia era imparable y nos veíamos forzados a permancer en casa y organizaba entre los hermano el juego de nunca acabar , era veloz e inacabable. Pero mi gemelo era habilidoso y siempre ganábamos las propinas de los demás.
LA GRUTA DE LOS SUEÑOS A la edad de 5 años frecuentábamos el colegio de nuestras hermanas mayores, había una gruta de la virgen purísima. Una gruta de los sueños, nuestra imaginación en un espacio nuevo, nos olvidábamos de la hora hasta de comer. Conocimos a una monjita que nos daba chocolatitos después que Gilachito le contara los juegos. Una vez le dio unas venditas porque vimos que sangraba por sus vendajes.
TOINCA Un día su papa vio una palabra escrita en la pared por Gilachito “toinca”, tanto buscaron tal palabra y quería saber que era sus significado, pero exhausto fue donde Gilachito y le dijo que era eso que escribió. Y este respondió que escucho un vals peruano que decía… “donde el indómitoinca, prefiriendo
morir”, su padre se durmió por 4 días por los enigmas de su hijito.
UN DIA DE PESCA Sus padres se habían ido de fiesta y le dejaron con su Hermana Amparo que era la más recta. Era sábado y ellos pidieron ir a pescar bagrecitos, y se hicieron tarde al volver a casa Amparo estaba molesta y no quiso que almorzaran, pero Gilachito dejando en la mesa su bolsa de bagrecitos le dijo que preparen lo que pesco, ella cambio su rostro abrazo a sus hermanos y pidió que calentaren el almuerzo.
RUMBO A LOS COLUMPIOS Un día Gilachito empezó a soñar a j ugar en los columpios del parque infantil, ellos fueron a un sitio como un monte, cansados de tanto subir le dijo a su hermano Marcos si el camino subía. Y él respondió que sí, pero Gilachito le dijo que también bajaba. Marcos se fue sabiendo que sus hermanos ya conocían el camino a casa, ellos siguieron un rio para llegar a casa haciendo un barco de papel.
LA MADRIGUERA DEL PERICOTITO Gilachito quería que se le caigan sus dientes de leche para que salieren otros más fuertes. Además habían escuchado al abuelo decir que cuando se caigan las lleven al hueco del pericote, y este les dejaría una moneda de a 10 por cada uno. Sucede que un día el abuelo estuvo buscando sus dientes postizos Y Gilachito los había escondido y hacia cuentas de cuanto le darían los pericotes por todo el diente postizos del abuelo.
LOS NIÑOS COCHINOS SE BAÑAN A DIARIO Molinos y sus alisos blancos eran el lugar perfecto para nuestros juegos de aventura, pero también había un pequeño riachuelo donde nuestros hermanos nos bañaban, pero lo hacían rudamente. Un día quisimos ponernos rebeldes y Gilachito dijo Los niños cochinos se bañan a diario, pero los niños limpios como nosotros lo hacemos al mes, de esta manera sus hermanos los dejaron sin bañar.
LAS PEPAS DE LA NARANJA En una mañana de agosto fueron a conocer la cueva de la bruja, y hacia mucho calor y una persona llamado Carlos compro naranjas y Gilachito se comió unas pepas. Cuando ya eran grandecitos y se ponían pantalones con bolsillos una vez inocentemente metió las manos en los bolsillos y toco sus
testículos pequeños y pensó en las pepas de las naranjas por lo que nunca más gusto de ellas ni de la cueva de la bruja.
UNA LECCION DE RESPETO Como mis padres y hermanos habían nacido en otro lugar y no en mi tierra, un día papa cuando almorzábamos dijo: En esta tierra no comen plátanos por no tirar la cascara y todos mis hermanos mayores se rieron, pero nosotros nos molestamos y Gilachito con lágrimas en los ojos le dijo a papa. Tú no has nacido aquí, pero eres feliz aquí así que te pido que la respetes.
NO SOY MALCRIADO, SOY MAL APROVECHADO Una vez Gilachito en clases había pedido a sus compañeros su libro y esto fue una falta para su maestro a quien llamaban Billi llist2, que le llamo malcriado por no saber pedir permiso a lo que le niño le contesto que no era malcriado porque sus padres lo educan bien, sino mal aprovechado. El profesor le dio un golpe en la cabeza. Enterados sus padres y abuela, fue ella quien a recriminarle al docente diciéndole que ella fue participe de la guerra, el profesor tuvo miedo y nunca más fue agresivo e insolente.
COYOTO MELLAO Había un profesor de escuela abusivo llamado Coyote Mellao que cuando aun no entrabamos al kínder
le dijo “sobón” y jalo de la oreja a Gilachito. Cuando el niño tuvo 9 años en un cumpleaños de la abuela maternal le propone jugar ajedrez para poder recobrar su venganza; jugaron y Gilachito le gano sorprendiéndole al profesor y dándole un escarmiento de años atrás.
LAS PUERTAS DE CASA Una vez cuando volvimos a casa después de un mandado al tocar la puerta de casa abrió esta nuestro hermano mayor Carlos, Gilachito le pregunto si la puerta se abre o se cierra. A lo que mi hermano mayor contesto que se abre pero Gilachito le dijo que hay puertas que cuando la abres se cierran y cuando la cierras se abren, refiriéndose a las puertas del corazón que permanecen abiertas llenas de generosidad y otras trabadas por la mezquindad que son la mayoría.
DESACUBRIENDO UN INVENTOR DE HISTORIAS En el pueblo un señor había matado a su esposa, sucede que un día Gilachito y sus amigos fueron a recoger guindas y se habían demorado mucho. Su abuela paterna quería una explicación de la demora y Gilachito inventa una historia sobre la reconstrucción del asesinato. La abuela se había creído la historia y había contado a sus vecinas pero estas sabían que la reconstrucción recién seria. La abuela lejos de molestarse admiro la destreza del niño y también empezó a contar historias.
SHINCHITULLO Gilachito era muy querido por todos en la escuela, era el que ponía la alegría y también recitaba. Un día el Profesor Rodríguez nuestro estimado asesor envió una nota a papa pidiéndole permiso por Gilachito para que cantara una canción a las madres. Entonces papa se reunió con él. Pero le llamaba Sinchitullo. Pero eso era un apodo que le pusieron los niños al profesor.
¡LAS LETRAS CACARACHERAS! Un día la mama fue dionde el profesor y le pregunto como le hiba su hijo en clases a lo que el profe le dijo que es un buen alumno, pero que se burlan por ser pequeño, aun que su caligrafia es como de un doctor es decir que no se entiende. Un sábado los gemelos quisieron ir a recoger caracolillos pero su madre le dijo que tenia que mejoraer su caligrafia a lo qie astutamente Gilachito respondio que existen letras de sedita y letras cucaracheras y que el tiene letras cacaracheras porque será un poeta.
UNA CLASE MAGISTRAL
Siempre que paso por escuela recuerdo que un día papa nos molestó porque habíamos escrito nuestros nombres en la pared de casa. Y llegábamos tristes a la escuela y un amigo de papa llamado Pedro Monge nos llevó a un salón de quinto de secundaria y enseño la despedida que hicieran mi padre y el. Ese día don Pedro sembró una piedrecilla en el destino de Gilachito ya que mi doble quería ser un poeta.
LOS BLANCOS ALISOS Los jilgueros nos avisan con sus trinos la proximidad de las lluvias. Solíamos sentarnos con mi doble en la pileta de Molinos a lado de los alisos blancos. Había un jilguerillo que venía a las 5 trinaba por 5 minutos y se iba, hasta que un día Gilachito dijo que ya no volvería ese jilguero ya que la rama del árbol donde posaba la han cortado. Ya eran adolescentes su padre había fallecido un año antes, Gilachito libero a sus jilguerillos entonces le pregunto ¿tú también te vas? Y mi doble dijo que si pero que volvería de vez en cuando ello no sucedió no volvió más a nuestro bosque de alisos blancos. La mitad de sueños y fantasías se volvieron recuerdos al término de mi adolescencia, la otra mitad solo escribe lo que mis ojos ven.