Marshall Mcluhan El Aula sin Muros
En este breve ensayo, Mcluhan nos habla de las posibilidades que tienen los medios de comunicación
como verdaderas herramientas para la educación, y no una una simple
adición al canon magistral que impera en la escuela tradicional. La idea de por qué debería ser así está en el titulo mismo: un aula sin muros. Esta concepción sale de un análisis de la realidad educativa actual, en donde se aprende mucho más fuera del aula que dentro de esta. Esto se debe a la gran difusión de información que los medios de comunicación tienen hoy en día a través de revistas, periódicos, películas, blogs, chats en línea, programas televisivos y documentales, entre otros. También, la posibilidad que tiene el sujeto de tener un poco más de tiempo para sí mismo; reunirse con sus contemporáneos después de la jornada educativa y plantearse la relación que tiene el conocimiento adquirido de acuerdo con su contexto cultural, social y vital.
Las anteriores razones nos hacen replantear la posibilidad del libro, símbolo por excelencia de la escuela tradicional, como el medio convencional y efectivo para la educación, afirmación bastante sencilla y carente de relación con el mundo actual, puesto que hoy en día el hombre está sujeto a una gran carga de información diaria, en las cuales el libro no hace parte en su totalidad, es más, se queda corto al margen de la televisión y el internet 1 en cuanto a versatilidad y difusión. Hasta aquí, podemos ver que la destrucción de los muros que cercaban el aula (pensamiento muy “Foucaultiano” por “Foucaultiano” por cierto) plantean un difícil reto a las instituciones educativas de la actualidad, pues al andar desfasadas, generan un desinterés acompañado de repudio, y que, generalmente termina convirtiéndose en un odio al conocimiento por la estrecha relación que este tiene con la academia. Una posible solución se hallaría en que las instituciones educativas integren un método donde utilicen todos los medios posibles para la educación, haciendo de esta un proceso 1
Esto lo afirmo como lector lector cotidiano, además de ser un buen conocedor de la actividad actividad lectora la mayoría de mis compañeros, pues al hablar de ellos obras que generalmente están dentro del supuesto canon literario que todos deberían tener, me encuentro con la sorpresa de que son pocos lo que realmente leyeron y esencialmente comprendieron críticamente lo que estaban haciendo. Esto no significa que sean ignorantes, por el contrario, el uso del internet, las películas, la música y la televisión les han dado una formación lo suficientemente buena para abordar el mundo, pero no la academia.
participativo, motivante y sobretodo útil para el desarrollo de los individuos y la sociedad.