El amor,
Martín Kohan. En Cuerpo a tierra. tierra .
Con el borde de la mano se despeja el lagrimón, y toda la tristeza se le va tan pronto como esa mojadura, No le ueda ni rastro en la mejilla o en cl alma, El paso por la llanura, resignado en un principio, va ganando poco a poco en decisión, !a no va con los pies como pegados a las estrías invisibles de la pampa, empastados por un resto de barro ue en verdad no e"iste, porue no hay ni hubo lluvia en este tiempo. !a no# ahora se a$rman poco menos ue en un apuro, como si esta huida, ue en e%ecto lo es, se hiciera bajo la acuciante inminencia de una partida de perseguidores, cuando lo cierto es ue nadie viene a sus espaldas, nadie acecha, nadie acosa. & lo lejos, nada se ve, pero se sabe# est'n los indios. Esa borrosa manada de indóciles son, cuando vienen, una amenaza, la peor de las amenazas, la m's terrible, (ero ahora, ue no vienen, sino ue aguardan, son un anhelo y una esperanza. )na esperanza para *ierro, una esperanza para Cruz, Esas magras tolderías donde casi no hay cosa alguna ue no sea lijosa y marrón, vale ahora por una promesa +una promesa de libertad# así la sienten+ para estos dos ue hasta hace malhechor y autoridad, el %orajido y la ley, dos mundos mundos en guerra, guerra, dos %ormas %ormas de mundo mundo pero pero ue ahora se empar emparejan ejan en un mismo rencor y en un a%'n. -an los dos en completo silencio# ilencio total. )n poco poco porue la paruedad %orma parte de la naturaleza de sus respectivos temperamentos es raro ue haya locuaces en el %uera de la ley ley y es raro tambi/n tambi/n ue haya, por por lo contrario, contrario, o por eso mismo, entre los agentes del orden y de las buenas costumbres En parte es por eso ue no se hablan para nada, y en parte por cosa. En un -iaje es el paisaje lo ue motiva la conversación# lo ue se ve, lo ue sucede, lo ue pueda o%recerse a la vista del ue viaja. 01u/ van a decirse estos dos er la pampa argentina tan lisa y tan hueca, en el desierto constante donde nada e"iste y nada pasa2 on esas las razones razones m's notorias notorias del silencio silencio v la compenetr compenetració ación n ue e"hiben e"hiben mientras andan. (ero el %ondo, y ellos lo saben, es otra la causa y es otra la e"plicación. 3ay algo ue ha pasado y ue los dejó pensativos. &penas si pueden, por el momento, rumi rumiar ar sí mism mismos os,, en el secr secret eto o del del mund mundo o inte interi rior or,, los los esu esuem em't 'tic icos os de sus sus cavilaciones. Mal podrían por ra pronunciar palabra alguna, y de hecho no lo hacen. 4as tolderías tolderías se presentan presentan a sus ojos de repente repente sin anunciarse. anunciarse. Es cualidad cualidad muy muy propia del indio ese aparecer por sorpresa. En estas condiciones resulta ino%ensivo y hast hasta a simp simp't 'tic ico o ue ue así así sea sea en los los malo malone nes, s, sin sin emba embarrgo, go, es lo ue ue aseg asegur ura a al atacante atacante la $ereza $ereza y el terror terror.. 4os 4os colgajos colgajos mal zurcido zurcidos s de cueros cueros y parante parantes s se despegan tan povo del suelo de la pampa, y es tan semejante su color y su te"tura al entorno rural donde e"isten, ue es poco menos ue imposible divisarlos a la distancia. &l llegar, son son bienvenidos. bienvenidos. (arece (arece un un regreso, regreso, y no una una llegada# llegada# hasta tal tal punto es es cordial la recepción, aun en la modestia obligada de los menesterosos. Curiosamente, tan solo las cautivas recelan. 5usto esas mujeres, las 6nicas ue habilitaban la chance
de un pelo rubio o una mirada clara en medio del imperio del marrón y del marrón. on ellas las esuivas. 0(or u/ ser'2 er' porue no terminan de -er a dos iguales en *ierro y en Cruz, por m's ue vengan del lado civilizado. 7 ser' justo al rev/s# ue los sienten así, sus semejantes, dos visitantes de su misma especie, y es eso mismo justamente lo ue les provoca esta rara morti$cación a la ue solo puede llamarse pudor 8pudor de ue las vean así, desgre9adas y percudidas, o peor ue eso, tan adaptadas, tan integradas, tan hechas a esta vida entre indios y con indios:. No saben los motivos, y en de$nitiva no importan. No le importan a *ierro, no le importan a Cruz. 4as cautivas se asoman, pispean, reculan, se esconden a ellos no les interesa, y en de$nitiva no les prestan demasiada atención. Es otra su prioridad# hacerse un lugar en esta nueva vida, empezar a respirar este aire ue, aunue hediondo en m's de un sector del precario asentamiento, libre est' para *ierro de la opresión y la injusticia ue signaron sin clemencia sus 6ltimos a9os de vida. 4es dan una carpita chica, algo apartada de las %ogatas del medio. (ero u/ puede a%ectarles esta leve marginación, cuando lo cierto es ue visiblemente los reciben y los aceptan. Con esmero de recienvenido, empiezan a acomodarse en su ;amante sitio. adeo, m's ceruita de la puerta, posta dar pronta respuesta si en un peligro me veo. Cruz escucha con atención esta palabras de *ierro, y se acongoja. 4e da pena ver hasta u/ punto el pobre logra desprenderse todavía de los re;ejos del perseguido. No le contesta nada, le parece pre%erible. & cambio le hace ue, por las rendijas generosas cueros ue los cobijan, la luz del atardecer va menguando. Es el comienzo de la noche. No cruzan palabra alguna 5os dos hombres entre sí. Est'n metidos otra vez cada uno en sus pensamientos. N7 obstante, esos pensamientos, y puede ue ellos lo sepan, son los mismos e"actamente o, en su de%ecto, muy semejantes. (iensan, evocan, sopesan, dirimen# 4os dos sobre lo mismo, obre el beso ue se dieron hace horas en la pampa. )n beso dc hombres, seg6n uedó e dieron un beso de hombres. 0! dc u/ otra clase se iban a dar, &i al $n de cuentas hombres son2 e besaron en boca, entreverando las barbas, ayudando de labios con una mano apoyada la una mano ue muda decía# vení para acá. e besaron, sí, en la llanura. En la llanura y cn la boca. ?eso de hombres# así tal cual se consignó, El vuelo de un chaj' %uc testigo de ese hecho. &hora se a;ojan los dos, se acomodan para el descanso. El rezongo de las ranas les hace saber ue hay agua cerca, tambi/n ue se han apagado los 6ltimos destellos de
sol en el ciclo. Cruz se inclina sobre cl cuenco ue alberga una llama y enciende con la vista $ja esa viruta entubada en papel ue va a %umarse mientras cavila. El olor 7scuro del humo se mezcla con la acidez ue despiden en el aire los pies desnudos de *ierro. *ierro se calla, se calla Cruz. 4os ojos se ven muy abiertos a la pobre luz del %ueguito.
entiende del todo, se para, e incorpora, se va. e mete entre los trapos ue ahora le sirven de casa y se acuesta solo, a morder la rabia ue le est' raspando las muelas. &prieta los pu9os, no menos ue los dientes. 1uisiera poder dormirse del todo y ya mismo, pero de pronto uisiera tambi/n uedarse despierto siempre y no volver a dormirse jam's. En eso est', casi lloroso, cuando in m's aparece *ierro. & Cruz le parece adivinar ue se apuró a venir, ue se apuró a volver. 4o siente llegar, agacharse para entrar, lo siente pisar suelo compacto y volcar su cuerpo gaucho en dirección al descanso. El sosiego lo invade como por milagro. Martín $erro est' de vuelta, se ha acostado junto a /l. ?oca arriba, lo mismo ue /l, con la respiración vidriosa del ue tanto ha trajinado. +Nada mejor ue dormir con la panza bien llenita. Cuando el hambre se me uita, es ue puedo
para hacerle ver ue comprende 4o crecido crece todavía m's, y Cruz ya no da cr/dito. u propio entresijo e enciende y pide paso, una leve brisa mueve mo poco los cueros, pero es tanto el calor ue se siente ue ellos dos ni se dan cuenta. === -os date vuelta, >adeo, ue me voy a acomodar, con tantas ganas de entrar ue la hora ya no veo. ?astan esas pocas palabras para decir el deseo de *ierro, pero al sonar han dicho tambien, en gozosa coincidencia, justo el deseo de Cruz# 4o mismo ue /l estaba esperando. Aira de una sola vez para estar ya boca abajo. us manos gauchas han atinado a despejarle el camino a *ierro# No e"iste para /l calzones o bombachas. Es un convite neto y lindo, una delicia. e oye claro ue *ierro escupe, pero 0 u/ es lo ue escupe e"actamente2 0us dedos lubricantes, el socotroco culo redondo de Cruz2 4o ue sea, y acaso, todo a la vez da lo mismo a decir verdad. 4o ue cuenta es ue ya se desploma sobre la ansiedad del compa9ero, ue acomete sin resuello, embate recto, rompe y raj', entra por $n. 0Es pura idea de Cruz, o las ranas se han callado2 4o 6nico ue ahora se escucha en la noche entre los indios son sus dos respiraciones. e diría por su sonido marcado ue el aire primero no entrar y despu/s no uiere salir, ue todo hay ue hacerlo con es%uerzo y con ahogo. Martín *ierro se sacude sobre Cruz, sacude a Cruz, presiente ue nunca estuvo tan cerca y tan dentro de nadie. )n desparramo indoloro de chambergos y botas en torno se produce porue los hombres se agitan ya sin control. 4os dos al tiempo y juntitos como hechos de mismo palo, *ierro de derrama en y Cruz en la llanura pampeana. 4as simientes casi en hervor van adonde mejor les toca# aa9o m's hondo del culo o al polvo ue es el destino del hombre. adeo, lindo >adeo# u/ manera de uererte. Es el de tenerte el solo dios en ue creo. e echan mansos el uno junto al otro. e pasan de mano en mano el cigarro ue Cruz ha encendido. -en los humos ue cada cual sopla mezclarse en el aire y hacerse uno solos onríen satis%echos# son %elices y lo saben. 3an descubierto el amor.